Área de identidad
Código de referencia
Título
Fecha(s)
- 1916 (Creación)
Nivel de descripción
Item
Volumen y soporte
3 folios en 3 mylar. Formato papel
Área de contexto
Nombre del productor
Historia biográfica
Nació el 14 de junio de 1894 en el departamento de Moquegua (Perú).
Para conocer más sobre la vida y obra de Mariátegui visitar: www.mariategui.org
Institución archivística
Historia archivística
Origen del ingreso o transferencia
Las correspondencia entre José Carlos Mariátegui y Bertha Molina se adquirieron a través de la compra de ésta por parte de Javier Mariátegui Chiappe y Juan Mejía Baca el 12 de enero de 1985.
Área de contenido y estructura
Alcance y contenido
[Transcripción literal]
Dulce amiga:
Sí, Ruth. Te escribo el 1 de mayo porque son ya las 2 de la mañana. Mi pereza, de la cual no se como tienes noticias, me ha hecho desperdiciar todo el día. Soy muy ocioso. ¿Querrás creer que aún no se comienza a trabajar mi libro de versos porque yo no he arreglado una cuestión de papel, formato, volumen y otros detalles? Hoy debía haberte contestado y escrito un artículo (Pongo hoy sin fijarme). Me preguntaba cual cosa haría primero y no me decidía. Burlé el artículo no yendo a La Prensa. Y a esta hora resuelvo contestarlo.
Créeme que no tengo retrato. Un día en la imprenta, Lund me hizo uno. Cuando me mostró el primer ejemplar le dije que me parecía muy malo. Y lo di al director de Lulú, que era entonces amigo mío, para su periódico, Cualquier día de estos me retrataré para enviarte un ejemplar.
También me sorprendió tu presencia en el cinema. Yo estuve ahí porque siempre que falta teatro me resigno a concurrir a las vermouth. Los dramas de los films son malos y vulgares, pero alguna vez se sustraen a esta regla, aunque triunfe el amor. ¿Porqué hablas así del amor? Eres injusta. El amor es la única cosa que vale la vida. Porque es la fuente eterna del dolor y no hay mayor placer que el del dolor que aceptamos, buscamos y queremos. Las gentes que van al amor saben todas como es fuente de amarguras. No obstante lo ansían. Mis ideas de egoísmo también me hacen pensar contra el amor, pero estoy convencido de que no es la cabeza la que norma nuestra vida sino el corazón. Y en mi siempre triunfa el sentimental sobre el cerebral. Cuando se tiene 16 años y se quiere ser fuerte, es posible decir lo que tu dices. Mas tarde no ¡Y con cuanta satisfacción se claudica! No es el amor "un chicuelo de de cabellos rútilos que cualquiera vence. No. El siempre es el vencedor. ¿No "se puede prescindir de él?" No. Con placer le damos hospitalidad si llama a nuestra puerta. Nunca le dejamos partir. La humanidad sin el amor no sería casta, noble y santa." Piensa que hasta los ascetas satisfacen su sed de amor en el arrollo engañoso de su misticismo. tu juzgas estas cosas a travez de los libros. Cuando se vive un poco se aprende que los libros no enseñan nada de la vida. Y si los libros y el cerebro en que se plasmaron sus ideas, te dictan tales palabras, cree Ruth que aún eres ignorante de muchas cosas. Para mi arte y para mi vida los libros no me han servido mucho. "Yo solo escribo un verso cuando antes lo he vivido" que dijo Chocano.
¿Eres germanófila? Bueno, Yo sé admirar a los alemanes, pero no sé quererlos. Se que ganarán la guerra, pero no sabré aceptarlo. Lo creeré uno de esos sucesos inexorables, fatales.
Es cierto Ruth. No me importa el público. Nunca me importó. No me acuso de haber escrito una sola página artística pensando si gustan o no. Mira. Algunas veces he escrito algo "manufacturado" con habilidad de profesional solamente. Después he visto que a todos les gustaba y he oido que sinceramente lo decían. Yo me he reído. Otras veces he escrito con amor con verdad. Muchos me han preguntado "que extravagancia he publicado". Hace dos años y medio escribía apenas. Era aunque mas jovenzuelo muy orgullos. Por los jóvenes que entonces tenían reputación yo pensaba: "Todos estos son muy malos, mas malos que yo". Y no escribía sino de raro en raro. Mi soberbia era tanta que cuando releía mis artículos me decía. "¿Para qué escribo sino puedo superarlos inmensamente, como yo quería? No quiero su altura. Nunca leí a nadie mis artículos. Nunca pedí un consejo. Mas tarde reaccioné un poco. Sentí los halagos del aplauso y me convencí de que para llegar era preciso hacerse camino. Hoy cuando oigo a esos escritores jóvenes decirme: "Nosotros" "Nuestra generación," les contestaría: "¿Nosotros? ¡No! Ustedes independientes de mi ¡Yo, solo!" Mas tarde, repito, reaccioné. Y mira, Ruth, fue la vanidad de una muchacha la que me indujo. La vanidad de las mujeres es siempre mucho mayor que la de los hombres. Y yo tuve que buscar el aplauso para que el llegara a la frívola, a la orgullosa que me imponía el trabajo y el esfuerzo. Después, ha vuelto la abulia, la indolencia, el dulce deseo de no hacer nada. La vida y la fama no valen una neurastenia. ¿Mañana? ¿Quién sabe?.
Estas confidencias no las he hecho a nadie porque no las entenderían, van a buscar refugio en ti porque eres buena, a propósito de tu reproche a mi orgullo.
¿Mi tristeza? Es muy tarde y tendría que ser muy largo para hablarte de ella. Basta por hoy de confidencias. Prescindir de la Underwood me causa mucho. No se escribir sin ella.
Esta bien la precaución de la letra de los sobres. O mejor emplea alternativamente las dos letras, para que no se observe la continuidad de las cartas.
Ya no puedo escribirte mas. Me he cansado porque las líneas anteriores las he escrito muy de prisa, nerviosamente.
Adios. Hasta muy pronto. Sé buena. Perdóname. Dime muchas cosas. Las leo con placer. Me consuelan. Te recuerdo. ¿Te escribo claro? No sé. Es ya tarde. Estoy triste. Adiós.
Juan
Valorización, destrucción y programación
Acumulaciones
Sistema de arreglo
Área de condiciones de acceso y uso
Condiciones de acceso
De libre descarga y visualización
Condiciones
Idioma del material
- español
Escritura del material
Notas sobre las lenguas y escrituras
Carta manuscrita
Características físicas y requisitos técnicos
Instrumentos de descripción
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Existencia y localización de originales
La carta original se encuentra en el Archivo José Carlos Mariátegui.
Existencia y localización de copias
Puede obtener el documento en formato JPEG en el siguiente link:
Hoja 1:
Anverso: http://bit.ly/2f18fdN
Reverso: http://bit.ly/2fRw4n7
Hoja 2
Anverso: http://bit.ly/2gcL1UQ
Reverso: http://bit.ly/2fCqh4z
Hoja 3
Anverso: http://bit.ly/2fT2HQd
Para obtener el documento en mayor resolución y formato pueden escribirnos al siguiente correo: archivo@mariategui.org
Unidades de descripción relacionadas
Área de notas
Notas
La carta se publicó en:
- Alberto Tauro (ed.). (1989). Las cartas de José Carlos Mariátegui a Bertha Molina (1916-1920). Anuario Mariateguiano1(1), 58-59
Identificador/es alternativo(os)
Puntos de acceso
Puntos de acceso por materia
Puntos de acceso por lugar
- América Latina » Perú » Lima
- América Latina » Perú
Puntos de acceso por autoridad
- Bertha Molina (Materia)
- Juan Croniqueur (Materia)
- Chocano, José Santos (Materia)
Tipo de puntos de acceso
Área de control de la descripción
Identificador de la descripción
Identificador de la institución
Reglas y/o convenciones usadas
Estado de elaboración
Final
Nivel de detalle
Fechas de creación revisión eliminación
2016-11-15
Idioma(s)
- español
Escritura(s)
Fuentes
Nota del archivista
Descripción realizada por Ana Torres supervisada por José Carlos Mariátegui Ezeta
Objeto digital metadatos
Nombre del archivo
C-1916-5-1.pdf
Latitude
Longitude
Tipo de soporte
Texto
Tipo de documento MIME
application/pdf