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Cuarta Etapa 1923-1930

Reúne las fotografías de José Carlos Mariátegui a su regreso al Perú en 1923, en el que trae consigo diversos proyectos políticos, sociales y culturales, abocándose a un editorialismo programático.
A finales de 1923 se anuncia la próxima aparición de Vanguardia: revista semanal de renovación ideológica, proyecto desarrollado por Mariátegui en conjunto con Félix del Valle que finalmente no pudo ser concretado. Para marzo de 1924, Mariátegui asume la dirección, de forma interina, de la revista Claridad: órgano de la federación obrera local de Lima y de la juventud libre, fundada por Víctor Raúl Haya de la Torre y en 1925, funda junto con su hermano Julio César, la Imprenta y Editorial Minerva que tenía como finalidad articular una red cultural que nutra al mundo hispano-parlante de publicaciones del pensamiento universal.
En septiembre de 1926, funda la revista Amauta. Asimismo, siguiendo con su proyecto editorialista funda en noviembre de 1928 Labor: quincenario de información e ideas donde aplicó los aprendizajes de Amauta, y desarrolló un modelo de distribución que le permitió al quincenario llegar a las clases trabajadoras en varias ciudades y pueblos del país.

Archivo José Carlos Mariátegui

Carta de Luis Carranza, 20/8/1928

Piura, 20 de agosto de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima
Mi distinguido amigo:
Conforme ofrecí a Ud. en mi carta anterior, aprovecho un momento de reposo para mandarle ese articulito, que titulo Indo-Hispanismo y creo encaja bien dentro de la índole de Amauta.
Aunque no conservo copia de las cartas particulares que escribo, me parece recordar que dejé sin contestación en mi última una interrogación suya, referente a mi índole doctrinaria en materia política. Tiene Ud. razón al juzgar mi idea de “mejor salario al indio”, como liberalismo más que socialismo. Creo que el liberalismo ha sido y es en algunos países como el nuestro, un escalón hacia el socialismo. Es verdad que históricamente, las conquistas hacia una mejor comprensión de la justicia, se han hecho revolucionariamente y no por evoluciones lentas, pero, ¿no cree Ud. que por lo menos debemos intentar ese camino? El hombre es indudablemente un animal religioso y lo prueba el existir ciento de millones de prosélitos en el cristianismo, budismo, mahometismo, mientras que, en doctrinas políticas, existen casi tantas divisiones como hombres.
Deseo que al recibo de esta carta, sus males físicos hayan desaparecido. Este vaso dentro del cual vivimos un rato de nuestra existencia, es el que goza de menos libertad, podemos modificarlo un poco, pero siempre será mucho menos de lo que deseamos.
Su afectísimo amigo.
L. Carranza

Carranza, Luis

Almuerzo de despedida para Armando Bazán (II)

Fotografía tomada luego del almuerzo de despedida ofrecido por José Carlos Mariátegui a Armando Bazán.
El primero de la izquierda es Ricardo Martínez de la Torre, José Carlos Mariátegui, Armando Bazán y Ricardo Flores.

Archivo José Carlos Mariátegui

Cena en honor a Waldo Frank

Cena de honor por la llegada del escritor Waldo Frank ofrecido por José Carlos en su casa de Washington Izquierda nro. 554. Lima
De izquierda a derecha: Sr. Vitali, Amalia La Chira, Waldo Frank, Anna Chiappe, Hugo Pesce, José Carlos, Luis A. Sánchez, Cecilia de Vitali.

Archivo José Carlos Mariátegui

Salida de la Conferencia de Waldo Frank en el Teatro Municipal

Tomada luego de una de las conferencias de Waldo Frank en el Teatro Municipal.
De izquierda a derecha: Artemio Ocaña, Sr. Gamarra, Carlos Valderrama, Carmen Saco, LuisA. Sánchez, Alcides Spelucín, Waldo Frank, Miguel Adler, José Lerner, Luis Ramos, Noemí Milstein, Ángela Ramos, Blanca del Prado.

Variedades

Almuerzo de despedida para Armando Bazán

Almuerzo de despedida, ofrecido por José Carlos Mariátegui, para Armando Bazán en su viaje hacia Europa.
De izquierda a derecha: Hugo Pesce, José Carlos Mariátegui, Armando Bazán y Ricardo Flores.

Martínez de la Torre, Ricardo

Carta a Nicanor A. de la Fuente (Nixa), 7/10/1928

Lima, 7 de octubre de 1928
Querido Nixa:
Permítame llamarle desde Lima por este nombre fraternal e íntimo.
Contesto sólo hoy su carta del 12 de agosto. Con ella recibí sus poemas, uno de los cuales alcanzó el No. 17 de Amauta. Los otros saldrán en el que está en prensa.
¿Qué le parece el número 17 de Amauta? Ha encontrado magnífica acogida. Está ya agotado, no obstante el mayor precio. Vamos a hacer un quincenario popular a 10 ctvs.: Labor para mantener a Amauta en este volumen y presentación. Anúncielo a Arbulú Miranda.
Tengo que escribirle extensamente sobre un debate interno provocado por una serie de actitudes inconsultas del Grupo de México. A Arbulú le he mandado copias de dos cartas en que formulamos en Abril nuestros puntos de vista. Esta actitud nuestra contra una desviación demagógica y oportunista parece que ha irritado a ciertos elementos del Apra como el Sr. Rojas Zevallos que me dirige una indignada carta cuya copia le adjunto, para que aprecien Uds. Ia posición de estos señores. Es evidente que con apristas como el Sr. Rojas no tenemos nada de común. Llama, como Ud. verá, ridículos los ideales sociales.
En espera de su impresión, lo saluda con todo afecto su amigo y compañero,
José Carlos Mariátegui
P.D. Pase a Arbulú los papeles adjuntos.

José Carlos Mariátegui La Chira

Almuerzo de despedida para Armando Bazán (III)

Almuerzo de despedida, ofrecido por José Carlos Mariátegui, para Armando Bazán en su viaje hacia Europa.
De izquierda a derecha: Ricardo Martínez de la Torre, Hugo Pesce, Armando Bazán (sentado) y Ricardo Flores.

Martínez de la Torre, Ricardo

Carta de Jorge E. Nuñez Valdivia, 28/11/1926

Arequipa, noviembre 28 de 1926
Señor don
José Carlos Mariátegui.
Lima,
Querido amigo y compañero:
Acabo de recibir su comunicación de 20 de los corrientes. Usted no puede comprender el entusiasmo de los muchachos de Studium, al leer su reveladora carta.
No me equivoqué , amigo Mariátegui, al escribir en mi artículo de "Pacha", que era Ud. uno de nuestros críticos. He admirado siempre su profundo espíritu. Goza Ud. de la preciosa facultad de penetrar en el quid de los problemas y de las corrientes.
Respecto a la tendencia nacionalista, no creo que no esté acorde con los ideales de la época. Deseo, anhelo, fervientemente, que la nueva juventud examine de cerca el nacionalismo. En verdad que no se trata de un nacionalismo imperialista. No, en ningún caso, no. el nacionalismo que proclamo no es esa índole. Al afecto, redacté hace algún tiempo, una especie de mensaje, para varios amigos del Perú y de fuera, a quienes interesaba los problemas sociológicos. Yo, como aprecio su personalidad, le remití una copia. Temeroso de que se haya extraviado, le adjunto una nueva copia. Le ruego darme su opinión. Considero, como usted lo indicó en sus artículos de "Mundial", que el problema capital de la nueva peruanidad es el problema indígena. También le adjunto una copia de un trabajito que estoy preparando. Le envío sólo un bosquejo inicial. Pienso integrarla con el estudio de las opiniones de Ud., de Valcárcel, De Albújar, Orrego, etc, etc, Por eso, le agradeceré enviarme sus puntos de vista, a fin de consignarlos en el referido trabajo.
Esta es la tendencia nacionalista que pretendo reforzar. Es imperialista?. No me parece. Mi nacionalismo no odia a ningún pueblo, ni a ningún hombre, porque, - como lo decía en un artículo, cada cual tiene su virtualidad, que puede cambiarse, si no está conforme con el ideal social, o debe ampararse, cuando está de acuerdo con el nuevo espíritu de la época. Me he preocupado siempre de los movimientos sociales. Es verdad que el espíritu de occidente está en decadencia. Ese espíritu debe ser arrojado de América. La técnica a que se refiere Ud. puede servir a América. Yo me refiero solo al espíritu. El Perú debe reformar su espíritu. Solo pueden intentarlo los honrados, los sinceros. Gusto de los nuevos problemas. Admiro las nuevas orientaciones; pero no estoy con el método proclamado por algunos exagerados. Lucha de clases?. Habrá sinceridad?. Me pregunto esto por la experiencia que se adquiere en algunas regiones del espíritu. Mientras no reformemos nuestro estúpido espíritu, mientras no esclarezcamos nuestro yo interno, toda revolución será ineficiente. Deseo que la juventud sea religiosa. Que tenga creencias. Que no pierda la fe. Cuando uno aniquila sus esperanzas y se encuentra solo en el tiempo, inicia su decadencia. Pero para esto pido, siempre lo he pedido, mucha sinceridad. Por eso lo aprecio y por eso lo admiro. No soy partidario de las guerras violentas y las luchas de clases. Porque tengo fe en la nueva juventud, en sus maestros y sus directores, es que deseo que no les guíe métodos de fuerza. Predicamos amor, solicitamos bondad. Bueno, muy bueno. Pero debemos practicar esos ritos y esas idealidades. Creemos, amigo Mariátegui, la escuela de la perfección interior. Salvará el materialismo decadentista. Hacer de cada hombre, un cristiano: sana labor de los jóvenes directores de masas juveniles y obreras. No perdamos nuestra esperanza. A menos a los hombres; la máxima labor del hombre es esparcir la bondad, predicar la unión de los hombres. Pero he apreciado el panorama peruano: su aspecto político, su problema económico, indígena, etc, me han convencido de realizar esa labor en nuestro medio. La historia peruana es un retazo de la historia mundial. No puede escindírsela. A eso va mi nacionalismo: resolver mi problema indígena; laborar por la independencia de la economía peruana. Es imperialista?. No lo sé. Es anti-humanista. No puedo apreciarlo. Solo sé que contribuiré al progreso de la nueva humanidad. Será algo. Pero algo, al fin. Quiere acompañarme en esa labor. En posteriores comunicaciones, concretaremos nuestro plan de acción. Formularemos acciones. Auspiciaremos idealidades. Observaremos nuestra realidad nacional y seremos verdaderos nacionalista.
No se olvide de su amigo.
Hasta pronto y en espera de sus noticias y producciones, con fuerte apretón de manos, se despide su cordial amigo
[Firma de Jorge E. Núñez Valdivia]
P.D. Me permito rogarle, me indique cual es el estado cultural actual del Centro "Ariel"; así como si tiene usted datos sobre la sinceridad de Augusto Villa de la Tapia y Sebastián Vega, Secretario y Presidente respectivamente, del Centro Ariel, fundado hace poco en Arequipa. Deseo conocer su posición intelectual a fin de auspiciar labor de "Ariel". Corren voces entre los amigos de Arequipa de su campaña política. Ud. conocerá su cariz intelectual. Gracias.
[Núñez]

Nuñez Valdivia, Jorge E.

Carta a Celestino Manchego Muñoz, 6/12/1927

Lima, 6 de diciembre de 1927
Señor doctor Celestino Manchego Muñoz.
Ministro de Gobierno.
Presente.
Señor Ministro:
No pudiendo entrevistarme personalmente con Ud. a fin de exponerle las razones en que, esclarecido sin duda cualquier equívoco respecto a su índole, fundo mi demanda para reanudar la publicación de la revista Amauta, cumplo con dar carácter formal ante su despacho a esta solicitud, dejando constancia de lo siguiente:
1° Que Amauta, conforme a su artículo de presentación y a los nueve números publicados hasta mayo último, que definen claramente su carácter, no es una publicación de propaganda subversiva ni está absolutamente comprometida en plan alguno de conspiración contra el Gobierno.
2° Que Amauta, revista de cultura, de definición ideológica y de especulación científica, estética y doctrinal, es extraña a toda organización internacional comunista.
3° Que el carácter ideológico y cultural de la revista está perfectamente acreditado por los insospechables testimonios de aplauso y simpatía que ha merecido de intelectuales y artistas como Unamuno, H. Walden, F. T. Marinetti, Enrique José Varona, Eugenio d’Ors, Alfredo Palacios, J. García Monge, Ramón Gómez de la Serna, Manuel Ugarte y muchos otros, de conocido renombre y a ninguno de los cuales se puede calificar de comunista; y
4° Que Amauta no puede ser considerada como un órgano de agitación popular, tanto por el género y estilo de sus estudios, como porque de acuerdo con su carácter de revista mensual de cultura guarde prescindencia respecto de los actos de la política gubernamental.
En esta virtud, solicito de Ud. Senor Ministro que se sirva dictar las medidas destinadas a garantizar la libre circulación, publicación y propaganda comercial de Amauta así como su correspondencia y la mía personal.
Tengo el honor de suscribirme de Ud. Señor Ministro muy atentamente.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Carlos Arbulú Miranda, 29/9/1928

Lima, 29 de setiembre de 1928
Querido Arbulú Miranda:
He querido escribirle más de una vez en las últimas semanas, después de su carta del 30 de julio, pero no he conseguido escapar a las exigencias del trabajo extraordinario que me imponen la corrección de las últimas pruebas de mi libro en prensa, la revisión de los originales del que debo enviar a Buenos Aires, etc. Sólo hoy, en la calle ya el No. 17 de Amauta, que recibirá Ud. con la presente, si ésta alcanza también el primer correo, dispongo de tiempo para dedicar algunos momentos a mi correspondencia.
Hemos transformado como Ud. verá el formato de Amauta por razones técnicas y de presentación, aprovechando la oportunidad del comienzo de un nuevo año de existencia. Este formato es más coleccionable y su armadura mucho más fácil que la del formato antiguo. No sé aún si mantendremos el volumen de 108 páginas de este número de aniversario y, por consiguiente, su precio de 60 cts.; pero creo que a los lectores de Amauta no les parecerá excesivo un aumento a cambio del cual reciben un volumen tan nutrido.
El editorial se refiere, por una parte, al vanguardismo genérico e indefinido de los oportunistas habituales y, por otra parte, a cierta desviación que ha intentado propagarse en nuestras propias filas, a propósito del Apra. Yo he tenido con Haya primero y con el grupo de México después un largo debate, en el cual he sostenido con abundantes y claras razones que el Apra, como su mismo título lo dice, no debía ser un partido sino una alianza y he desaprobado posteriormente la propaganda con la cual se pretendía presentar la candidatura de Haya. He encontrado a los amigos de México reacios a rendirse a estas razones que, en cambio, han sido totalmente aceptadas por quienes aquí están más cerca de nosotros y, últimamente, por los compañeros de Buenos Aires, según carta de la cual le enviaré copia. Ravines y Bazán, de París, también se muestran de acuerdo conmigo. Como antecedente de este debate —que por mi parte he procurado mantener dentro de los límites de una correspondencia estrictamente privada, para no dar pábulo a insidias divisionistas—, le acompaño dos cartas, una mía y otra que acordamos suscribir yo y varios compañeros, pero que en breve resultó insuficiente ante la prisa conque el grupo de México había avanzado en el sentido condenado abiertamente por nosotros. Deseo que Ud. se forme juicio completo de este debate, lo mismo que los compañeros más íntimos de Chiclayo. —Un joven de Nueva York, Rojas Zevallos, al parecer muy indiscreto, se ha dirigido a mí en términos impertinentes, quejándose de mi desacuerdo con Haya. Este señor, que no sé qué papel se asigna en el Apra, es totalmente ajeno al socialismo y reduce todo a una oposición de caudillos. Naturalmente con personas que así piensan nada tengo de común. Ante sus desviaciones reivindico mi posición de socialista, más revolucionaria siempre que cualquier invención latinoamericana.
Pronto recibirá Ud. mi libro, cuyos últimos pliegos se imprimen en estos días.
Sus poemas aparecerán en el próximo número demorados por plétora de material poético en las cajas.
En espera de sus noticias, cordialmente lo abraza su amigo y compañero.

José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Carlos Arbulú Miranda, 29/1/1927

[Chiclayo], a 29 de enero de 1927
Grande y buen compañero Mariátegui:
Están ya en mi poder los 120 ejemplares del número 5 de Amauta que de inmediato he puesto a la circulación. En correo pasado le he remitido en paquetes certificados 30 ejemplares sobrantes del número 2 y 30 del 3, debiendo enviarle los restantes del número 4. Recibí su última con mucho atraso, por la que me he enterado que ya ha recibido las dos remesas de dinero que le hice. Aún no me han entregado el valor adeudado los agentes, pero tan pronto lo reciba, le giraré inmediatamente. De su hermano no me ha venido ninguna carta relativa a la representación de Minerva. Cuento con un regular número de solicitantes de la Escena Contemporánea y con muchos para Kira Kiralina y espero sólo los envíos correspondientes. Creo que deben ser diez del primero y unos quince del segundo. La Librería Mendoza todavía no sale de El Nuevo Absoluto, pero conforme a su indicación le pediré el valor de la venta de su libro.
Le incluyo una copia de lo que hemos acordado para la fundación de una sección de “La Liga Antiimperialista de las Américas” que ya está en funciones y de la que soy Secretario General. Se ha publicado en El País y la he remitido a las revistas de vanguardia de México, Argentina, Cuba y Haití. Tengo la seguridad de contar con sus indicaciones y con su ayuda para el mejor éxito de nuestras campañas.
Augusto D. León le envía saludos sinceros y que le diga sino ha recibido una carta suya con un recorte de la protesta contra la conscripción militar suscrita por los más prominentes espíritus del mundo y con la adhesión de nosotros, así como también otros recortes de Haya de la Torre.
Armando Bazán estuvo en esta ciudad por pocas horas a su paso para Piura, pero me fue imposible verlo porque mientras él desembarcaba en Eten, yo lo esperaba en Pimentel, a bordo. Le estamos preparando el terreno para que las conferencias o recitales que nos va a ofrecer tengan éxito.
Nicanor de la Fuente tiene para usted sus recuerdos más cordiales. Le presenté a César Galarreta en una carta escrita con rapidez. Es un muchacho sincero y comprensivo de la serie de Orrego, Vallejo y Spelucín que en el terreno pedagógico está demostrando su competencia y su buena preparación.
Se piensa y se han dado ya los primeros pasos aquí para la organización de un pretenso Círculo de la Prensa. Como carecemos en verdad de periodistas y los que se llaman tales son servidores incondicionales de los políticos, me parece que es chocante el tal Círculo con la realidad actual y más aún con quienes lo van a integrar. Sin embargo, nosotros los dos o tres que estamos incluidos para esta organización haremos los esfuerzos convenientes para que se encuadre por donde debe encuadrarse ideológicamente. Me refiero a los dos o tres que comulgamos con las ideas de vanguardia.
Le remitiré un artículo sobre González Prada que no traduce nada nuevo, pero que lleva mi sinceridad y mi admiración.
Le abrazo cordialmente.
Carlos Arbulú Miranda

Arbulú Miranda, Carlos

Carta de Jorge E. Nuñez Valdivia, 30/01/1927

Catari, 30 de enero de 1927
Querido compañero José Carlos Mariátegui
Lima
Un hecho de importancia para el feliz éxito del ideal que perseguimos motiva esta comunicación. El día de ayer ha sido conducido a la isla de San Lorenzo el buen compañero Carlos Manuel Cox. ¿La causa? Todos la conocemos. ¿Lo particular? Un estudio de índole revolucionaria leído en la actuación universitaria del sábado 22 de los corrientes. El profesor cuzqueño compañero Luis E. Valcárcel ofreció a los estudiantes y obreros de esta ciudad una charla interesante sobre “El problema indígena”. No sé si Ud. conoce ya el texto de dicha conferencia. Me comprometo a remitírselo, si aún no lo ha leído. Presentó a Valcárcel, Carlos Manuel Cox. Hombre nuevo, forjador incansable del Perú Nuevo, expuso valientemente sus puntos de vista —mejor, los puntos de vista de la vanguardia,— en relación a los Temas de Nuestro Tiempo. Nos habló de la cruzada ideológica del presente, de los imperialismos y temas diversos sobre los anhelos de los estudiantes revolucionarios. Tal estudio será publicado en Pucha. Las ideas de Cox chocaron violentamente con el fariseísmo de nuestros políticos y el jesuitismo de nuestras gentes ‘cultas’. Le dio la noticia a la policía. Los esbirros de Leguía aprisionaron a Cox, quien marchó al destierro.
Supongo que Uds. sepan ya tal nuevo atentado a la nueva peruanidad. Yo me uno a la protesta de los estudiantes honrados de Lima y a la de los amigos de Amauta. El caso actual de Cox es para mí muy significativo. La casualidad me hizo ser amigo suyo. Charlas sucesivas me revelaron al sincero. Por eso siento su separación. Qué difícil es, amigo Mariátegui, realizar nuestra ideología. Una es nuestra conducta y otro nuestro pensar. En Cox se ofrecía un caso de sinceridad intelectual. Se dolía de que yo aconsejara a la juventud su secesión de la obra de González Prada. Siempre he sostenido que González Prada fue un intelectual muy honrado. Lo que recalco es que el apóstol no fue de acción. Además su ideario bélico resulta ridículo para los pacifistas de hoy. Es tema superado el hablar y pensar sobre la conducta y la idea en los prosélitos de Prada. Pocos, poquísimos, poseen esa santa sinceridad. Se es burgués, o se es revolucionario. No hay término medio. Y se es revolucionario en cada uno de los estados de nuestra vida, en cada instante de nuestra conducta. En el hogar, en la calle, en donde nos encontremos, siempre el hombre nuevo debe mantenerse puro, perennemente libre. Por eso apreciaba a Cox.
Cuénteme amigo Mariátegui entre los protestantes y consigne mi nombre, con todas sus letras, en el mensaje que dirijan a los compañeros de América. Cada deportación de ciudadano de nuestro mundo, facilita la difusión del ideario que profesamos. Le ruego por eso, querido camarada Mariátegui, enviarme volantes para hacerlos circular en esta ciudad. En muchos espíritus sinceros —pero no conocidos—, tendrá eco la protesta. En Arequipa es imposible la impresión de volantes, por la rígida censura. Por esta razón no he redactado uno. Pero cumplo amigo Mariátegui, con expresarle, en su calidad de representante de la vanguardia en el Perú —es ésta opinión surgida en vista de su ideología y conducta social—, mi adhesión al movimiento que inicie la juventud radicada en Lima.
No se olvide querido amigo, de enviarme una nómina de camaradas y conocidos suyos que puedan ayudarme en la tarea de organización del Seminario de Cultura Peruana (estudiaremos el problema agrario, cuya revisión es anterior al análisis integral del problema indígena. Ambas cuestiones se complementan. En nuestro ideario no pueden escindirse. Pero al examinar los factores ‘naturaleza’, ‘raza’, ‘cultura’ en nuestro máximo problema, necesitamos revisar el agrarismo peruano). Este anhelo mío de incitar a los jóvenes estudiosos (condiciones que exijo: observaciones personales; sinceridad, mucha sinceridad; pertenecer en cuerpo y espíritu a la nueva legión revolucionaria) explican mejor mi nacionalismo. Una juventud q’ desea criticar su agrarismo es a la vez nacionalista y humanista. Los términos no se contraponen. Es posible, entonces, comprender mi ideología nacionalista. No es reaccionaria, ni decadentista. El nuevo espíritu guía mi conducta. No sé si sea renegado, pero es el caso que nunca he dicho, que mi patria es el Perú. Hablo del Perú, como puedo hablar de Chile, de Bolivia, o Francia. Estoy listo a las nuevas corrientes (nuevas en espíritu, en esencia, en estructura; no sólo en la forma, lo aparente, lo visible) que nos vienen de fuera. El término extranjero lo aplico no a lo que dice relación de hombres, hechos, cosas e ideas de pueblos que no son el Perú, sino que —justificado desplazamiento—, es extranjero lo burgués, lo flamenco, lo antiproletario. Es un mundo contrapuesto a otro mundo. Está en nosotros decidir el triunfo final.
Comuníqueme con sus amigos del sector revolucionario. Juntos laboraremos por crear su “Nuevo Perú en un Mundo Nuevo”.
Salude de mi parte a la vanguardia de Lima.
Muy cordialmente de Ud.
Jorge E. Núñez Valdivia
Ap. 229 Arequipa - Perú.

Nuñez Valdivia, Jorge E.

Carta de Luis Carranza, 3/1/1928

[Piura], 3 de enero de 1928
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Lima
Mi estimado amigo:
Me apresuro a contestar su cordial misiva del 25, felicitándolo por la reaparición de Amauta, que encarna la noble campaña redencionista del indio.
Le quedo agradecidísimo por su importante colaboración a nuestro número extraordinario del 1°, del cual le envío varios ejemplares.
La simpatía que es un lazo espiritual muy fuerte, me hace pensar en la posibilidad de estrechar más nuestra amistad y mutuo apoyo en la obra de saneamiento moral que considero larga y pesada, pero indispensable en el Perú.
A Luis Alberto Sánchez, le he pedido también formalmente su cooperación en forma menos esporádica y creo que no me la niegue, porque debe pensar lo mismo que nosotros, en la necesidad de coordinar un poco a los que piensan en laborar constantemente por hacer algo útil.
Muy agradecido a sus amistosos deseos por la felicidad en el año que comienza, me es muy grato desearle igualmente buena suerte en su salud y negocios.
Muy afectuosamente
L. Carranza

Carranza, Luis

Carta de Lucas Oyague,16/8/1928

Cuzco, 16 de agosto de 1928
Señor José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi muy querido José Carlos:
No sabe usted cuánto me culpo de la involuntaria ingratitud de mi parte de haber ido alguna vez, de los treinta días que estuve en ésa, a charlar con usted y a saludar a la señora Anita, a quien le ruego presentarle mis saludos. Le consta a Luciano Castillo con quien acordamos una visita juntos, cómo yo estaba todos los días, en plan de viaje después de los ocho en que llegué, y cómo llegué en un estado de nerviosidad por haber tenido en ésta una cuestión con el director del periódico, esperaba la forma de entenderme con el doctor Escalante en la mejor forma pues yo había dejado aquí a mi familia, y estaba gozando de libertad, de mi acusación de peligroso propagandista comunista, gracias a la garantía del doctor Escalante. No quería pues que se suscitara ninguna cosa grave en la cual tuviera que perder ese punto de apoyo en mi tranquilidad. Y así, después de que pude entenderme felizmente bien, ya estaba en viaje para todos los días, a tal punto que un día que a las doce le dije a Fabio Camacho hoy me embarco creyó que era un chiste, y sólo se convenció cuando ya le mostré el pasaje. Pero de todos modos, por la amistad tan generosa que usted siempre me ha dispensado, por el calor tan espontáneo que he recibido en su hogar, no dejo de reconocerme un ingrato al no haber ido a saludarlo. Es verdad que todas las exculpaciones son nada. Soy culpable.
No sé si usted sabe que he formado con Valcárcel y otros amigos una Librería Los Andes y que el nombre, ya sólo yo y Valcárcel lo pretendemos alargar hasta una revista. En la librería soy un incansable propagandista de Amauta, que solamente yo vendo 70 ejemplares. Bien es verdad que ya soy el único que vende, pues otra librería que también expendía ya no lo hace. Le adjunto una carta de Araquistáin que debe usted leer, de vivo documento, con el encargo de la devolución después, pues allí habla de Amauta y se refiere con mucho acierto a usted.
Luis Velasco Aragón me ha pedido que intermedie entre él y usted, para que le publique en Amauta una refutación a una nota de La Sierra. Cumplo con el encargo y ojalá le sea posible a usted satisfacer la solicitud, pues también me dice que le enviará artículos periódicamente y quiere saber condiciones para editar un libro de ensayos.
Con muchos saludos para usted y para la señora y cariños para los ñaños, soy de usted su leal amigo que siempre lo recuerda. Lucas Oyague
¿No sería posible publicar la conferencia que Ud. conoce, de Arequipa, en Amauta? O cree usted que ampliándola y corrigiéndola valdría la pena hacer el folleto que Tristán Maroff me insinuaba?
Aguardo su opinión.
Lucas Oyague

Oyague, Lucas

Carta de Emilio Vásquez,15/10/1928

Ilave, 15 de octubre de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima.
Dirección de Amauta.
Grande y querido amigo:
Creo que me siento en el derecho de llamarlo así, toda vez que me considero colaborador suyo en la obra que tan afanosamente llevamos a cabo, a fuer de tantísimos sacrificios. Es un maestro normal de indios quien le habla de esta manera.
Desde cuando era estudiante primario, he seguido con vivo interés y creciente simpatía, la obra de bien que Ud. lleva adelante, y que la nueva generación, a pesar de la especulación del Estado, de burgueses, practica sobre sus éxitos. Es practica sobre sus éxitos. Esto, desde luego, ni nos amilana ni puede hacernos retroceder de la línea de combate; más bien nos reconforta. Felizmente nuestros recursos no se agotarán. La reacción será general, ampliamente decisiva. Todos los que hacen porque la Revolución sucumba, no hacen más que inyectarnos de mayores dosis de elementos energéticos. Alguna vez veremos al fin, a este pedazo de suelo incorporado al fraternal campo al que tratamos de llevarlo; y a sus moradores liberados de tanta iniquidad que vive.
Algunos días hace, un señor Cuentas Zavala se ha dirigido a ésa con el propósito de editar una cosa que la llama Monografía y Álbum de la Provincia de Chucuito en su Centenario. Así lo hará.— Las miras de este señor es conseguir con dicho trabajo un puesto de Legación o sopa tinta en alguna oficina pública. Los antecedentes de este individuo son tan amorales que con decirle que de estudiante universitario aparece como indigenista, y en éste su pueblo es un latifundista de baja escala, que adquiere sus terrenos exaccionando, si se quiere a balazos, creo que le digo todo. Posiblemente ha de querer aportar a la casa de Amauta, a fin de desglosar algunas páginas (así lo ha dicho), y, como es enemigo en el campo de la práctica de la revista, me permito participarle, por si pudiera constituir un hecho sorpresivo para lo posterior. Toda vez que sus ideas son sacar un provecho lucrativo con esos medios, estará Ud. conmigo, que no vale la pena ni de ser atendido. Aparece ante quienes ignoran los pormenores, como el que rinde homenaje a su suelo natal, con dicha Monografía, pero es lo cierto que la edición ha de costearla el vecindario de Juli, Ilave, Yunguyo y demás pueblos de la Provincia.
Disculpe querido amigo mío, que me permita hablarle de esta manera, tanto más si es primera vez que me dirijo a Ud. en forma tan franca. Pero cuando queremos un Ideal, estamos los que comulgamos de él, en el deber de velar por sus fueros. Tal sucede en el presente caso. Mi estimación por Ud. y por Amauta me impulsan a hablar, como lo he hecho hoy.
Con todo afecto, de Ud. con un fraternal abrazo, desde esta lejanía, que Ud. tiene en gran estima:
Emilio Vásquez S.

Vásquez, Emilio

Carta de Nicanor A. de la Fuente (Nixa), 21/10/1928

Chiclayo, 21 de octubre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi querido José Carlos.
Quiero que se tome Ud. Ia facultad de llamarme tal como lo autorice su corazón. Acaso estamos demasiado aislados dentro el marco de un tratamiento que en nada justifica nuestras ideas y sentimientos. Por eso ya que Ud. busca la forma de llegar más a mi espíritu, ¡hurra! por eso. Contento estoy de tener un sitio en su recuerdo y también de recibir de vez en vez sus cartas con tanta vida y entusiasmo.
Amauta ha llegado formidable. Con ese triunfo solamente se podía celebrar el aniversario. Déjela Ud. en ese formato y volumen. En cuanto a Labor, estamos expeditos para ayudarlo. Ha leído Ud. Bocina?
He anclado en todo el fondo de las cartas que Ud. me remite. Hace algunos meses hablé con Orrego sobre esta desviación del grupo de México y él se encontraba entonces en la misma condición de Ud. hoy. Luego acá, ¿nosotros al lado de quiénes podíamos estar? ¿Es verdad que no hay urgencia de consulta? Nosotros tenemos fe en Ud. José Carlos, y ahora que medio enterados estamos de la situación, esa fe alcanza más amplitud y seguridad. He de decirle, que nos tienen Uds. sin noticias casi. Por Ud. sabemos todo lo que hay y si algo advertía en las cartas de Magda y Cox, más tarde cuando hablamos con Orrego encontré la veracidad de lo real. Luego un silencio hasta que nos llega su palabra ardida y valiente.
En cuanto a la efervescencia partidista y desorientada del Dr. Rojas tiene que estar fuera de ring, en todas las conciencias sanas. No hay caso, y si se prende en nosotros alguna chispa de fastidio hacia él, esa chispa tiene que caer al vacío de toda la indiferencia con que debemos rodar a individuos como el Dr. Rojas. Él se pone de cuerpo entero entre líneas y por más acusaciones que haga a Ud. aprovechando recursos, o mejor dicho usando recursos, que no tienen más valor que el que su autor quiera darles, es claro que nadie va a cabestrear tras él; me refiero a los muchachos que conocemos a Ud., y pensamos con Ud.
Ojalá quiera tenerme Ud. al tanto de sus noticias. Le mando unos poemas para que los envíe a Uruguay, para La Cruz del Sur, según desea Amauta. Qué tal es esa cruz?
Afectuosamente suyo,
Nixa

Fuente, Nicanor A. de la (Nixa)

Carta de Samuel Glusberg, 19/11/1929

Buenos Aires, 19 de noviembre de 1929
Mi querido Mariátegui:
Hace dos días que nuestro amigo Waldo Frank está en Chile. De allí piensa ir a Bolivia por el camino de Antofagasta, de Bolivia al Cuzco y del Cuzco a Lima. Supone que estará con Ud. en los primeros días de diciembre. El hombre se ha ido muy cansado después de 21 conferencias en cinco semanas. Tenía el propósito de no dar conferencias en Santiago. Pero se me ocurre que no podrá evitarlas del todo. En Bolivia se ha comprometido a dar una. Es cuestión de que Ud. lo ayude en Lima para que no lo comprometan a más de tres. Le recomiendo muy especialmente las siguientes: Relaciones interamericanas, Profetas del arte norteamericano y “El ideal americano”. El ciclo a que pertenece esta última conferencia es formidable. Pero no creo que lo pueda desarrollar íntegro como en Buenos Aires. Una cosa importante, amigo Mariátegui, es evitarle la efusión de los amigos. Creo que fuera de Ud. muy pocos pueden interesarle realmente. Y a esos pocos es cuestión de reunirlos en una sola comida y no en varias como ha sucedido en Buenos Aires, a causa de la mezquindad de los ‘izquierdistas profesionales’. Confío mucho en Ud. y estoy seguro de que sabrá ahorrarle muchas molestias. Téngame al tanto de todo lo que suceda en Lima. Envíeme recortes de los diarios y revistas y principalmente lo que Ud. escriba. Waldo le hablará de mis propósitos de patrocinar por intermedio de L.V.L. su visita a la Argentina. Dígame cuánto dinero necesita para salir de Lima y lanzaré la iniciativa. Creo que no me será difícil conseguirlo. En cuanto a nuestro amigo Garro le mando copia de una carta que le envío por consejo de Frank. Es un poco dura. Pero no se imagina cuánta es la irresponsabilidad de Garro en este asunto de la traducción de Nuestra América. Escríbame cuando pueda y abrácelo a Frank en mi nombre. Me hubiera gustado mucho acompañarlo hasta Lima. Es preciso que Ud. venga a Buenos Aires para que sepa quiénes son sus verdaderos compañeros, quiénes pueden ayudarlo y quiénes explotarlo. Ya le escribiré más detenidamente. Mientras lo abrazo.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Manuel F. Laos, 29/12/1929

Matucana, 29 de diciembre de 1929
A
José Carlos Mariátegui
Lima
C. de mi aprecio:
No quiero tardar más tiempo en enviarle estas modestas líneas de recuerdo y solidaridad. Va esta carta a Ud. y todo los camaradas de "A" y "L" con la satisfacción de hacerles presente, una ves más, la protesta y adhesión del amigo y compañero lejano. Mi silencio no ha tenido ninguna motivación de olvido hacia ustedes. Solo, razones de tiempo me inhibieron, en su oportunidad, el hacer llegar a sus manos, un mensaje más de mi amistad. Sin lugar a duda Ud. sabrá disculparme.
Se deja esperar bastante tiempo el último número de "Amauta". Qué pasa?
La suspensión de Labor, y los incidentes producidos, en esa no hacen nada más que relievar escandalosamente nuestra pobreza espiritual y de hombridad. Con ello se constata la no existencia de varonía en el conglomerado social peruano. Todo se produce. Todo lo aceptamos con conformismo y nada más. Qué bien puede decirse las formidables palabras del lampadóforo Gonzáles Prada, cuando fustigaba a los "ventrales": - ¿Dónde están pues los hombres? En què paraje los caracteres nobles y levantados? En qué lugar las inteligencias de vuelo generoso y libre? .- Si así se continúa asistiremos a la bancarrota de las más bellas aspiraciones anidadas en la consciencia de los hombres honrados y libres. Nos falta unión. Nos falta entereza. Nos sobra egoísmo, conformidad, y, lo más inicuo, mezquindad. No quiero explayarme. Me duele la conciencia. Sufro mucho. Agravándose estas depresiones de ánimo con las tantas iniquidades que me tienen, por estos momentos, el espíritu torturado.
Espero su contestación. Nuestra amistad no debe estar separada por esa barrera del silencio. Hago votos por Ud., y todos los camaradas de esa porque lo acontecido no les debe amilanar sus fuerzas luchadoras; hay que tomarlo como un mero episodio. Preludio de lo porvenir.
Anhelándoles "un feliz año nuevo", me complazco en enviarles mi voz de aliento para seguir luchando por el triunfo de la Causa Nueva, que el futuro ya es nuestro.
En espera de sus contestación, se despide afectuosamente su amigo y compañero que lo aprecia muchísimo, Suyo.
Manuel F. Laos

Laos, Manuel F.

Carta de Víctor Valdivia D., 28/1/1930

Puno, 28 de enero de 1930
A José Carlos Mariátegui:
Lima
Respetado compañero:
Llegué sin novedad a esta orilla, donde posiblemente permaneceré unos días más.
Me conmovió una sorpresa: se encuentra enfermo nuestro querido Gamaliel. Guarda cama desde hace mas de 15 días. ya está en convalecencia y dentro de breve se trasladará a Arequipa, que es clima mejor. Además allí se encuentra su mamá.
Creo que esto ofrecerá buena oportunidad para satisfacer ampliamente sus deseos de entrevistarse con Churata. El ha leído sus carta y agradece el obsequio. Le transmito el saludo de Palacios y demás compañeros que rodeamos a Gamaliel Churata.
En Arequipa busqué a Armando Rivera y no lo encontré. Me dijeron que estaba en Mollendo para volverse dentro de 15 días. Le encargué a la señora de Rivera que le enviase la carta cuidadosamente.
después de dos días de permanencia en Arequipa salí con rumbo a Puno.
Ojalá pueda serle factible su venida por esta región. En todo caso me comunicará Ud. lo que decida.
El entusiasmo y avidez de los muchachos de aquí, por verle, es notable. En lo que atañe a mi piense Ud., que se intensifica más mi adhesión y amistad hacia Ud. Pero debo esforzarme por ser más digno de pertenecer al grupo que alienta la gran causa socialista.
Próximamente le escribiré. Salude Ud. a los compañeros.
Muy suyo, con el corazón.
V. Valdivia D.

Valdivia, Víctor

Carta de Ernesto Reyna, 13/3/1930

Huarmey, 13 de marzo de 1930
Sr.
José Carlos Mariátegui.
Lima
Muy estimado compañero:
Como le decía personalmente, no he recibido las cartas que me anunciaba haberme enviado. El compañero Sal y Rosas pasó de largo, dejándome una tarjeta explicatoria, la distancia del pueblo al puerto fue el motivo, de no haberme buscado. Le contesto a Huaraz, reclamando el dibujo de Sabogal, que para mí es un recuerdo valioso, por tratarse del original de un pintor de la talla de Sabogal, y haber servido para la carátula de mi libro primicial.— Juan Luna, me dicen que se encuentra enfermo en Supe, y que por esa causa no ha podido entregarme la carta que me remitía Ud. por su conducto. En mi anterior del 20 de diciembre que se ha extraviado, y que la supongo en manos de la Policía Secreta, le decía que estaba organizando nuestro partido en ésta. Entre otras cosas le decía lo siguiente: “Hay que terminar con la inmoralidad política, que como un cáncer ha estado royendo los organismos burgueses. Las masas tienen un instintivo recelo al Gobierno: Desde González Prada hasta el último ciudadano, dicen: “los que gobiernan son unos ladrones”. Ante esta marca de fábrica de la rapacidad burguesa, y divisa heráldica de la aristocracia, la Dictadura del Proletariado debe poner en sus actos, no sólo una honradez acrisolada, sino ir hasta el heroico desprendimiento. Sobrios como espartanos, pobres como filósofos. Ofrendando su vida y riqueza a la República. —Como parte del programa de gobierno se debería sentar lo siguiente: “El enjuiciamiento de todos los anteriores gobiernos burgueses, y confiscación, de hecho, de la mitad de sus riquezas.— 2.-Prohibición absoluta de mover sus capitales del país, y de ellos mismos, de retirarse a despilfarrar sus energías y capital en el extranjero. Obligarlos a trabajar y poner en movimiento el Capital, so pena de íntegra confiscación por el Estado, y reclusión personal en sanatorio de vagos. —El partido por su parte se impondría: 1.— Los Gobernantes no podrán disfrutar cuantiosas fortunas.— El Estado dará al Gobernante lo necesario para una vida confortable.— Toda la fortuna particular de los Gobernantes será propiedad del Estado.— El Estado velará por la familia de los gobernantes y asegurará su futuro. 2.—Serán prohíbidos, los banquetes y fiestas miliunochescas de los Gobiernos burgueses.-Las fiestas del Proletariado serán sobrias y bellas, con la modestia de una república pobre. 3.-Todo fausto y gala será prohíbido por vanidad, y sí, se protegerá la belleza en sus múltiples formas.— También le decía que como un plan del Partido en el caso problemático, que se levantase en armas contra el actual gobierno, un representante de la casta oligárquica, pardista o militarista, luchar moralmente contra ellos, por ofrecer el Gobierno de Leguía mayor seguridad para el país. Pero, si del seno del Partido, surgiese el poder (sin mácula, ni traición) irnos contra todos los poderes constituidos.
Salude cordialmente al grupo de Washington Izquierda, y Ud. reciba un afectuoso saludo de su leal amigo
Ernesto Reyna
Siendo escritor por temperamento, no me puedo sustraer a la atracción de la literatura. Le incluyo un escrito, trata de las lagunas de Llanganuco, que están al pie del Huascarán, estas lagunas fueron motivo pictórico de Teófilo Castillo.
R.

Reyna, Ernesto

Carta a Ricardo Vegas García, 9/9/1924

Miraflores, 9 de setiembre de 1924
Querido Vegas:
Creo que con la partida de Oliverio Girondo se ha acabado la posibilidad de que venga Ud. a verme. En todo caso, está en sus manos la refutación de esta creencia mía. Me han sacado ya la esquirla que detenía mi convalecencia, de suerte que ésta progresará ahora rápidamente. Reanudaré, por consiguiente, mi trabajo. Tendrá Ud. mi colaboración a partir de la próxima semana. Convendría que nos concertáramos antes sobre varios temas a fin de que Ud. pueda organizar anticipadamente su ilustración gráfica. Estableceríamos así el orden en que me ocuparé de Gandhi, Herriot, Romain Rolland, Turati, Amendola, Farinacci (leader del fascismo ultraísta), Vasconcelos, Bertrand Russell, Pirandello, Rykov, Spengler y otros individuos de cuyos nombres no quiero acordarme. ¿Qué le parecería un artículo sobre el proceso Matteotti? Estoy muy documentado al respecto por la prensa italiana de todos los matices (A propósito. Sobre el fascismo Ramiro de Maeztu ha escrito una serie de mentiras y estupideces que me tienen agitado). Venga Ud., pues, cuanto antes, a cualquier hora del día o de la noche.
Lo abraza muy cordialmente
José Carlos
P.S.-He leído ya el libro de divagaciones de Pío Baroja. ¿Me dejó el suyo Oliverio Girondo? ¿Puede Ud. conseguirme los ensayos indostánicos de Vasconcelos? Le ruego saludar a mi nombre a Percy Gibson (si lo ve Ud.). Espero que convenga Ud. conmigo que Ramiro de Maeztu está bastante imbécil.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 30/4/1927

Lima, 30 de abril de 1927
Señor don Samuel Glusberg
Buenos Aires.
Muy estimado compañero:
Le ruego excusarme el retardo de estas líneas. Quise contestar sin demora su grato mensaje de amistad y simpatía. Pero hace algún tiempo que me veo forzado a descuidar casi completamente mi correspondencia. Tengo una salud inestable. Salvé hace tres años de la muerte a costa de una amputación y hasta ahora sufro las consecuencias de esa crisis que me dejó mutilado y enfermo. Por fortuna, desde hace pocos meses, voy mejorando. Mi trabajo es, sin embargo, superior todavía a mis fuerzas.
He recibido los libros que me envió Ud. Le agradezco el obsequio. Tengo en gran estima a sus autores, Horacio Quiroga y Sanín Cano. Sobre ambos dirá algo Amauta la revista que dirijo y que regularmente le enviamos.
Estoy políticamente en el polo opuesto de Lugones. Soy revolucionario. Pero creo que entre hombres de pensamiento neto y posición definida es fácil entenderse y apreciarse, aun combatiéndose. Sobre todo, combatiéndose. Con el sector político con el que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del socialismo domesticado, el de la democracia farisea. Además si la revolución exige violencia, autoridad, disciplina, estoy por la violencia, por la autoridad, por la disciplina. La acepto, en bloque, con todos sus horrores, sin reservas cobardes. En Lugones he admirado siempre al artista, al pensador que se expresa sin equívoco y sin oportunismo. Ideológicamente estamos en campos adversos. Me aflige que él refuerce con su nombre y con su acción a los conservadores. Aunque siempre es una ventaja encontrarse con adversarios de su estatura.
Le adjunto copia de un artículo que publiqué sobre Rahab de Waldo Frank. Con el último número de Amauta va el artículo que escribí para el Boletín Bibliográfico de la Universidad de Lima. Fue reproducido por Repertorio Americano y otros periódicos
Si puedo servirle para la difusión de las obras de su editorial en Lima, mande en mí como guste. Podemos establecer el intercambio con los libros que edita Minerva.
Amauta le ofrece sus páginas.
Y yo me complazco en suscribirme de Ud. con los más devotos sentimientos afmo. compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Miguel Ángel Urquieta, 29/1/1928

Lima, 29 de enero de 1928
Querido Urquieta:
Contesto su grata carta del 10 del corriente, por la que me entero de que desde antes de mi operación y la supresión de Amauta carecía Ud de noticias mías. A pesar de una crisis en mi salud y de un periodo de redoblado trabajo que fue su consecuencia, no he dejado en este tiempo de escribir. A poco de salir del Hospital, le escribí una carta agradeciéndole su valiente actitud de solidaridad y comunicándole mi propósito de marchas a Buenos Aires, para reanudar allí la publicación de Amauta si no se me permitía continuarla en Lima. Más tarde, de regreso de Chosica, le puse una postal. La carta, según me informa la administración, fue expedida certificada, con otra carta del administrador. Entre otros reclamos presentaré al correo este por perdida de correspondencia certificada que no creo sea el último.
Sobre mi correspondencia ha pesado durante un semestre una constante interceptación que no ha cesado sino en vista de que, por este medio, no se secuestra sino mi correspondencia [...] o la administrativa de Amauta también de deben haber influido mis reiteradas reclamaciones.
En el nro. 11 de Amauta que saldrá dentro de dos días publico su mensaje a la Convención de Maestros de Buenos Aires. No estoy de acuerdo - y Ud. ya debía calcularlo- con su juicio sobre la dictadura de México. Ud. sabe que mi posición no es [...]. Siento que, por escribirle demasiado de prisa, en momentos en que la reorganización de Amauta me impone mucho trabajo extraordinario, no me sea posible tratar extensamente el punto.
La administración me dijo haberle ya escrito olvidando incluirle un papel que ahora me encarga acompañarle.
Lo recuerdo siempre con gran afecto y leal estimación y agradezco su solícito concurso de Amauta.
Y fraternalmente lo abrazo.
José Carlos Mariátegui
Escríbame a Sandro Mariátegui, Washington Izquierda 544-970.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Miguel Ángel Urquieta, 30/6/1928

Lima, 30 de junio de 1928
Ud. me perdonará que sólo ahora conteste su carta del 10 de abril y agradezca la generosidad absolutamente suya, de esa nobilísima epístola a Bustamante y Ballivián, al saber que he estado muy enfermo, tanto que han transcurrido dos meses sin que escriba una línea. Es posible que haya Ud. advertido la ausencia de mi firma en las revistas de acá, si no una noticia publicada en el nro. 14 de "Amauta". He estado bastante mal. Me siento convaleciente desde hace pocos día, después de una pequeña intervención quirúrgica que precede a otra mayor. El Dr. Quesada, que se ha hecho cargo de la parte quirúrgica de mi tratamiento, es por fortuna muy optimista y me asegura mi completa curación en un plazo de ocho a diez meses.
Le ruego decir todo mi reconocimiento a Bustamante por sus abrumadoras palabras. Tengo que protestar, por honradez, contra el calificativo exorbitante que a Uds. les dicta su cariño. Yo no creo ejercer un apostolado, porque, en primer lugar, no aspiro a él y, en segundo lugar, el apostolado requiere condiciones proselitistas de las que carezco demasiado. No soy sino un agitador intelectual. Mi temperamento demasiado crítico y raciocinante, para que se me conceda otra función. He luchado por elevarme sobre la miserable limitación del literato, del periodista, entre nosotros y no sólo entre nosotros. He ahí todo mi mérito.
Sobre lo que Ud. Me pregunta, tendría no poco que decirle, pero esta carta no puede ser, contra mi deseo, muy extensa. Tengo una enorme cantidad de trabajo acumulado a consecuencia de mi enfermedad. Debo, por esto, ser breve.- En dos palabras, le diré que, siendo como soy, y los compañeros de México lo saben, absolutamente extraño a la actitud y los móviles de Hurwitz y Terreros, no apruebo, por mi parte, la orientación que desde hace algún tiempo imprime Haya al Apra, concebida al principio como frente único y alianza, -su nombre lo declara y definida luego como partido, lo que supone una homogeneidad de opinión y filiación que no cabe esperar ni pretender. En varias cartas a los compañeros de México, y al propio Haya, he expuesto mis observaciones, sin conseguir que entiendan mi punto de vista. Yo no pretendo que mi opinión prevalezca; pero en todo caso, reclamo una decisión que sea efectivamente el parecer de la mayoría de los elementos, muy pocos todavía, realmente afiliados al Apra. Sostengo que existen elementos, gérmenes, de organización del Apra; pero no el Apra mismo como aquello que su nombre designa. Me opongo a una campaña de bluff. Reclamo más seriedad. Y si es mantenida la definición de partido, reivindico absolutamente mi independencia y la de "Amauta".- En este estado, el debate ha empezado una ilusa campaña a favor de la candidatura de Haya a la presidencia, en el nombre de un llamado partido nacionalista. Si esto surgiese espontáneamente de simpatizantes no obligados a respetar nuestra ideología y su congrua praxis, no diría nada. Pero un movimiento de esta clase no existe; que los esfuerzos, -destinados a caer en el vacío-, de los que intentan provocarlo, parten del propio núcleo de los deportados del Apra. Y, aunque hasta ahora, con el objeto de evitar toda mala inteligencia de este desacuerdo, y su resonancia fuera de nuestras filas, he mantenido en estricta reserva la controversia, no puedo abstenerme de informar a compañeros como Ud. de mis puntos de vista. Para completar esta información, le enviaré copias de unas cartas dirigidas a México.
No he recibido últimamente de Ud. nada para "Amauta". Reclamo su colaboración, Ud. sabe cuánto lo estimo. Ud, pertenece por derecho a la plana mayor de "Amauta". No necesito recordárselo.
En espera de sus noticias, que deben venir dirigidas a A.M Chiappe, Washington Izquierda 544-970, Lima, lo abraza fraternalmente su affmo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Miguel Ángel Urquieta, 26/9/1928

Lima, 26 de setiembre de 1928
Mi querido Urquieta:
Que no le extrañe la tardanza conque contesto su carta del 10 de agosto. He pasado semanas enteramente atareadas por corrección de pruebas de mi libro en prensa en Lima, revisión de originales del libro que tengo comprometido con la editorial de Buenos Aires, el número de "Amauta" del segundo aniversario, que Ud. recibirá probablemente con esta carta, y otras cosas más, aparte de mi trabajo ordinario. Todo esto, pesando sobre fuerzas muy relativas y en convalecencia. No he podido escribir a ningún amigo y sólo hoy empiezo a dedicar algún tiempo a mi correspondencia.
El número de "Amauta" le advertirá a Ud. del punto a que ha llegado mi divergencia con los compañeros que desde México trabajan por un partido nacionalista, la candidatura de Haya y otros cosas del mismo género. Habría sido útil que Ud. hubieses aplazado su renuncia hasta tener conocimiento exacto de nuestros puntos de vista. Pero veo que le han apresurado motivos personales.
En lo tocante a México, Ud. sabe que, sin atribuir al gobierno de ese país una ideología precisamente socialista, y antes bien conviniendo en que la revolución es insidiada por dentro por elementos del antiguo régimen filtrados por las filas revolucionarias, mi posición no es la de Ud. Tampoco lo es en lo que respecta a Rusia. Si mis artículos no lo han informado cabalmente de mi juicio, le diré en una carta más extensa exactamente lo que pienso sobre esto. Pero no encuentro motivo en su opinión para ninguna agresión [...]. No he recibido los recortes anunciados por Ud. y quisiera que repitiese el envío para conocer ampliamente esta polémica.
El restablecimiento de relaciones con Chile me parece un suceso del cual no es posible sino congratularse, cualesquiera que sean las circunstancias que lo hayan decidido. Pero no coincido con Ud. en creer que nos toque aplaudir por él al gobierno peruano, a quien sobran las alabanzas de sus partidarios. En esto no estoy de acuerdo con Ud. aunque reconozco plenamente la sinceridad y la honradez de sus gesto.
Mándeme siempre su colaboración para "Amauta". Su discreción le permitirá dase cuenta de los límites de la tolerancia de la revista y evitar los tópicos políticos para preferir los literarios o artísticos. Un estudio sobre el problema del indio en Bolivia o en el Sur del Perú, sería también muy bien acogido.
Desde que me propuse escribirle tengo encargo de la administración de adjuntarle el incluso estado de cuenta. Soy responsable del retardo en la remisión.
Espero escribirle con más extensión muy pronto. Hasta entonces, me despido de Ud. con el afectuoso sentimiento de siempre.
Su devoto amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 7/11/1928

Lima, 7 de noviembre de 1928
Estimado compañero:
Recibo en este momento sus últimas líneas. Me apresuro a contestarle, enviándole un libro que acaba de aparecer en las ediciones de Amauta, en el cual recojo, organizados, algunos de mis trabajos sobre el Perú.
No olvido mi compromiso con Ud. El libro que daré a Babel se titula Defensa del Marxismo porque incluiré en él un ensayo que concluye en el próximo número de Amauta, y que revisaré antes de enviarle. Como segunda parte va un largo ensayo: “Teoría y Práctica de la Reacción”, crítica de las mistelas neo-tomistas y fascistas. El subtítulo de la obra será siempre “Polémica Revolucionaria”.
Tengo casi listo otro libro: El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy, ideas y emociones de la época. Comprende, por ejemplo, mi “Esquema de una Explicación de Chaplin” (Amauta No. 18).
Trabajo en otros dos libros: Ideología y Política en el Perú (comprometido para las ediciones de Historia Nueva) e Invitación a la Vida Heroica.
Le mando los dos últimos números de Amauta. Y en breve le enviaré algunas carillas para La Vida Literaria que anunciaré en Amauta y por cuya resurrección lo felicito.
Me acerco a una operación destinada a ponerme en condiciones de marchar con un aparato ortopédico. Si tiene el éxito previsto, es posible que dentro de seis meses visite Buenos Aires.
Muy pronto le expediré los originales de mi libro. Puede Ud. ya darle sitio en su programa editorial. ¿Se imprimirá en España o Buenos Aires? Mejor sería hacerlo en Buenos Aires para ganar tiempo.
Muy afectuosamente lo saluda, en espera de sus apreciadas noticias, su amigo y compañero
[Firma de José Carlos Mariátegui]

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a José Malanca, 11/6/1929

Lima, 11 de junio de 1929
Querido Malanca:
Esta es la primera carta que le escribo y tiene Ud. que perdonarme considerando el trabajo que pesa sobre mi flaca salud. Después de su partida estuve sufriendo un amago reumático muy molesto. Me curó la diatermia y me repuse luego pasando la tarde en La Herradura, tratamiento magnífico que me restableció y fortaleció como ninguno, pero que reducía mi jornada de trabajo a las cortas horas de la mañana.
He recibido sus gratas cartas, reconociendo en cada línea, en cada palabra al nobilísimo amigo, al excelente camarada que es Ud.—Gracias por todo, particularmente por su recuerdo vigilante y fraternal.— Las fotografías nos han parecido a todos muy "riuscite". Mis dos retratos son inmejorables. La cabeza le ha gustado mucho a Sabogal y a todos los amigos que la han visto. Mi madre encuentra superior aún la instantánea de la silla.
Trabajamos con la misma fe y la misma voluntad que antes y con mucha más disciplina y coordinación. Amauta vive y Labor, momentáneamente suspendido, reaparecerá pronto. Estamos reorganizando su economía.— Escriba Ud. siempre a los muchachos de Puno, Cuzco y La Paz, para que no les falte, con la ausencia, su tónica y estimulante palabra, toda sinceridad y espíritu.
Tengo siempre noticias de Waldo Frank, quien me habla de su encuentro con Ud., que le ha sido muy grato. No tengo, en cambio, noticia de Anita Brenner. ¿Se entrevistó Ud. con Earle K. James, del New York Times?
No sé aún si ha entrado Ud. en contacto con los camaradas peruanos de México. Le adjunto una carta para uno de ellos, Esteban Pavletich, que me escribió no hace mucho de Mérida y cuya dirección exacta, si no se encuentra de nuevo en la capital, puede Ud. obtener escribiéndole al apartado 1524, México D.F.
La labor que Ud. puede realizar cerca de los compañeros de México, en el sentido de coordinarlos, y de explicar a los que incurrieron en ella, la necesidad de superar y rectificar la desviación ‘nacionalista’ que ha liquidado teórica y prácticamente al Apra. Le seguiré escribiéndole e informándole, seguro de que Ud. hará uso correcto de estos informes, reservándolos a los interesados.
Con afectuosos saludos de todos los compañeros, y muy especiales de los míos, lo abraza su amigo y compañero devotísimo
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Nicanor A. de la Fuente (Nixa), 20/6/1929

Lima, 20 de junio de 1929
Querido Nicanor A. de la Fuente:
Desde hace semanas, me apremia la necesidad de escribirle, pero como ya otras veces, entra en conflicto con mis ocupaciones excesivas. He querido también, antes de escribirle, que Ud. estuviese enterado de las últimas etapas del proceso de definición teórica y de organización práctica, indirectamente acelerado por lo que podemos llamar la desviación ‘aprista’. Hoy debe Ud. conocer documentos suficientemente esclarecedores y otros llegarán a su conocimiento. El problema está liquidado, con la actitud asumida por el grupo de París, el más denso y neto ideológicamente de los grupos de militantes del extranjero. Los de México han revisado totalmente su actitud y a lo que se aferran ahora es sólo a la fórmula del apra, que ellos precisamente han comprometido en forma irreparable. Como organización continental, el Apra depende de lo que resuelva el congreso antiimperialista de París, a cuyas decisiones, inspiradas seguramente en la necesidad de unificar el movimiento anti-imperialista, ningún revolucionario puede oponer resistencia. Como organización nacional— esto es, como frente único— queda diferida para después de la organización de las masas según su tendencia o doctrina. Nosotros trabajamos con el proletariado y por el socialismo. Si hay grupos dispuestos a trabajar con la pequeña burguesía por un nacionalismo revolucionario, que ocupen su puesto. No nos negaremos a colaborar con ellos, si representan efectivamente una corriente, un movimiento de masas. Me parece que, planteada así, la cuestión es completamente clara y queda excluida toda posibilidad de divisionismo.
Con el compañero A. he conversado respecto a la necesidad de que quede formalmente constituido el grupo de Chiclayo y de que se trace enseguida un plan de trabajo. En el terreno ideológico, este grupo debe funcionar como un centro de estudios marxistas y su misión es preparar doctrinalmente los cuadros del movimiento socialista. En el trabajo de aplicación y estudio, dos tareas se imponen: la de constituir, a base preferentemente de maestros, la oficina de autoeducación obrera del departamento (véase en el No. 8 de Labor las instrucciones al respecto); y la de analizar, conforme al método marxista, la cuestión agraria regional, en la que fermentan evidentes posibilidades revolucionarias. De otro lado, urge propiciar la organización de los obreros y campesinos, mantener el contacto con las comunidades y federaciones existentes, incorporarlas en la Confederación General de Trabajadores del Perú, últimamente constituida.
Le recomiendo entrar en inmediata correspondencia con Eudocio Ravines, I.T.E. (Internacional de los Trabajadores de la Enseñanza) 8 Avenue Mathurin Moreau 8, París (XIXe). Es el más serio y orientado de nuestros compañeros del exterior. Ha creado en París un centro de estudios marxistas, que publicará próximamente un órgano doctrinal. Es, además, un gran espíritu, con el que le será provechoso entrar en relación y estrechar el conocimiento. Escríbale al recibo de estas líneas y pídale para los maestros de allí la revista editada por la organización en que trabaja y que representa la vanguardia del movimiento sindical de la educación.
Del mismo modo, urge que en Chiclayo, Chepén, Pacasmayo, etc. se reciba regularmente El Trabajador Latino-Americano, órgano de la Confederación Sindical Latino-Americana, fundada definitivamente en la reciente conferencia sindical latino-americana, a la que asistieron más de cincuenta delegados genuinos de las masas obreras y campesinas del continente, representando a 800.000 trabajadores organizados. Es una revista que informa ampliamente al proletariado sobre el movimiento sindical. El precio del ejemplar es de sólo 10 cts. con descuento para las agencias y organizaciones. Le remito, por intermedio de A. un ejemplar para que la conozca, si no ha llegado a sus manos ya.
La cuestión agraria del norte me parece particularmente interesante. No sería marxista clausurarse en una negación extática. Hay allí las manifestaciones iniciales de un conflicto entre el capitalismo y la feudalidad, cuyo desarrollo no puede dejar de tener trascendencia revolucionaria. Los comités agrarios, mecanismos hoy oficiales, son susceptibles de transformación en el curso de una lucha de la que no podemos estar ausentes. Los grandes latifundistas representan la clase feudal, la más retardataria y conservadora. Ningún auxilio, ni aun el más indirecto, debe prestársele en su lucha con el capitalismo. Hay que denunciar la demagogia del ‘agrarismo’ oficial, pero reconocer en él un instrumento de política capitalista que, por su naturaleza misma, está destinado a promover la agitación de las masas agrarias contra el latifundismo feudal. La feudalidad es el estancamiento, la marisma, la palude donde no se agita nada, donde no nace nada; el capitalismo es fundamentalmente dinámico, contradictorio, y su aparición determina la de su antítesis, el socialismo.— Mucho quisiera discurrir sobre este tema, pero esta carta me va saliendo ya un poco extensa y no dispongo de tiempo bastante para continuarla cuanto quisiera.
En el No. 8 de Labor se publicó su nota sobre la exposición y en el No.24 de Amauta, que aparecerá dentro de pocos días, sale su nota sobre el libro de Magda que, por exceso de material bibliográfico, no pudo ser incluida en el No.23. No interrumpa su colaboración.
Salude muy afectuosamente a los compañeros de Chiclayo y escríbame sin tardanza.
En espera de sus noticias, lo abraza afectuosamente su amigo y camarada
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a José Malanca, 2/7/1929

Querido amigo Malanca:
Hace dos semanas le he escrito, contestando sus cartas y adjuntándole una para E. Pavletich. Amauta le ha sido expedida puntualmente a México D.F. Sus noticias nos son muy gratas e interesantes: tienen ante todo, el mérito de ser perfectamente sinceras. Y quienes conocemos y apreciamos al hombre, podemos estimar exactamente el valor de esta sinceridad.
Me explico que en México se conozca deficientemente el movimiento social e intelectual de Sud-América. Me ha parecido siempre que a la revolución mexicana le ha faltado conciencia de acontecimiento continental, lo que delataría precisamente su incurable fondo pequeño-burgués. La ley de ciudadanía continental y otros gestos, no han bastado, no bastan como expresión de solidaridad con los pueblos latino-americanos. —Los revolucionarios de Hispano-América nos hemos interesado siempre por la revolución mexicana mil veces más de lo que ésta se ha interesado por nosotros.—Los que ahora representan verdaderamente la revolución mexicana, tienen el deber de rectificar estas limitaciones del nacionalismo de México. A Montevideo han ido últimamente Siqueiros y otros representantes de la nueva central sindical mexicana. Sé por los delegados de varios países latino-americanos que han hecho ahí excelente impresión.
A propósito de Montevideo. Me escribe de allá Giselda Welker (ex-Giselda Zani) que Blanca Luz Brum ha salido para México. No me había anunciado este viaje, sino más bien uno a Europa. Y yo le he escrito últimamente a Montevideo, a la dirección de Margarita Gutiérrez. —Trate de buscarla tan luego como llegue. Es una excelente amiga mía y una encendida revolucionaria. Tiene esa llama de entusiasmo, ese culto de la sinceridad que he encontrado sólo en América en argentinos y uruguayos del tipo de Ud. y de ella. Americanos con juventud, excesivos, apasionados, infantiles a veces, pero dotados de un gran poder de creación por todo esto. En este lado de América, somos bastante encogidos, herméticos. Se lee en nosotros la herencia de una España trágica, inquisitorial y enlutada, mezclada a la melancolía quechua. Somos también un poco asiáticos. Yo no he sentido nunca esto tan claramente como cuando he estado en Europa y he confrontado mi desgano y mi reserva con la alegría pagana del latino, con la ingenuidad romántica del germano. Creo que más de una vez hemos hablado de esto y que hemos estado de acuerdo.—Pero volvamos a Blanca Luz. Que sea tan amiga de Ud. como lo es mía. Que reclame a Montevideo las noticias que allá le he dirigido.
Su misión en México, en cuanto respecta a Amauta debe ser la de vincularla con los grupos artísticos e intelectuales revolucionarios de ese país. Pocas revistas de Hispano-América han seguido con tanta atención el movimiento revolucionario mexicano. Es necesario que esto se sepa allá.— La administración ha aceptado la propuesta del librero J. López Méndez para la exclusiva de la venta de librería de Amauta y sus ediciones en México. Visite Ud. a López Méndez e infórmenos si está en aptitud de realizar su programa de difusión de Amauta.
Trabajamos con más orden y unidad que en meses pasados. Lo tendremos al corriente de nuestros avances en la labor de unificación y disciplinamiento de los grupos de la república. Que a los de Cuzco, Puno y La Paz no le deje de llegar su recuerdo estimulante.
Todos lo recuerdan en mi casa con la simpatía y amistad que Ud. merece. Y yo le envío mi cordial abrazo de amigo y compañero devotísimo.
José Carlos Mariátegui
P.D.—Le ruego avisarme si le llegan mis cartas, indicándome las fechas. Le adjunto una carta para el compañero Carlos Manuel Cox. No sé si lo conocerá Ud. ya, siendo como es México una urbe. Pero en caso de no conocerlo, no le será difícil dar con él. Es un muchacho peruano inteligente y simpático que hará buenas migas con Ud. El trato tónico de un camarada como Ud. le será además, grato y útil.—Su dirección postal en México D.F. es: Apartado 1524. En Crisol le será fácil también averiguar su dirección. Gracias. V.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Moisés Arroyo Posadas, 30/7/1929

Lima, 30 de julio de 1929
Querido compañero Arroyo Posadas:
Le debo una carta desde hace varias semanas, pero el deseo de responderle ampliamente se ha complicado con mis ocupaciones extraordinarias, para retardar la respuesta. Y es el caso que hoy mismo no puedo dirigirle la extensa carta que quisiera escribirle, porque mi trabajo continúa siendo excesivo y no puedo consentirme sino unos minutos de paréntesis en su prosecución. Estoy revisando los originales de los libros que debo enviar a Buenos Aires para su impresión. Uno es como ya Ud. sabe, la Defensa del Marxismo y otro un volumen de ensayos estéticos: El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy. Trabajo también en el libro que sobre ideología y política nacionales publicaré en las ediciones Historia Nueva de Madrid.
Este último libro, precisamente, contendrá todo mi alegato doctrinal y político. A él remito tanto a los que en 7 Ensayos pretenden buscar algo que no tenía porqué formular en ninguno de sus capítulos: una teoría o un sistema políticos, como a los que, desde puntos de vista hayistas, me reprochan excesivo europeísmo o insuficiente americanismo. En el prólogo de 7 Ensayos está declarado expresamente que daré desarrollo y autonomía en un libro aparte a mis conclusiones ideológicas y políticas. ¿Porqué, entonces, se quiere encontrar en sus capítulos un pensamiento político perfectamente explicado? Sobre la fácil acusación de teorizante y europeísta que puedan dirigirme quienes no han intentado seriamente hasta hoy una interpretación sistemática de nuestra realidad, y se han contentado al respecto con algunas generalizaciones de declamador y de editorialista, me hará justicia, con cuanto tengo ya publicado, lo que muy pronto, en el libro y en la revista, entregaré al público.
Como tengo plena confianza en su discreción, y no dudo de que de una carta confidencial no hará Ud. uso público, le adjunto copia de una carta que dirigí hace pocos meses a nuestro compañero Ravines respecto a mi divergencia con Haya. Esa carta expone, a grandes rasgos, el verdadero carácter de esta divergencia.— Puede Ud. después de haberla leído, hacerla conocer al compañero Espinoza.
Como por ése y otros papeles podrá Ud. comprobar yo he agotado en el debate privado con Haya todos los medios de hacerlo aceptar una disciplina de grupo y de doctrina. Haya se ha obstinado en imponemos sin condiciones su caudillaje. Y yo habría asumido una gravísima responsabilidad si, constatada su resistencia absoluta a situarse en un terreno más serio y leal, no hubiese tomado posición contra las desviaciones sucesivas a que el aprismo nos iba conduciendo Si de algo he pecado, ha sido de espíritu tolerante y conciliador. Abrí a Haya, atenido a sus protestas revolucionarias marxistas —he averiguado después que en materia de marxismo no ha aprendido nada— un crédito de confianza quizá excesivo.
No creo, por lo demás, que sea el caso de hablar de una división. Todos los elementos responsables y autorizados de nuestra tendencia ideológica, están con nosotros, en el trabajo de dar vida a una agrupación definida, realista, de masas. El grupo que preside Ravines en París ha disuelto la célula del Apra; el de La Paz se ha pronunciado en el mismo sentido; el de Buenos Aires nos ha hecho saber que seguirá disciplinadamente la línea que trace la mayoría; el de México ha entrado en un camino de franca rectificación de sus errores. Fuera de este movimiento, no quedan casi sino elementos sin adhesión efectiva al socialismo, agitadores y guerrilleros dispersos de un nuevo caudillaje. —Y esta actitud, este personalismo caudillista, que apela desesperadamente a la pequeña burguesía, es lo que está más próximo al leguiísmo. En apariencia es lo que más belicosamente lo ataca, sólo porque siente que lo suplanta. Es la rebelión del joven contra el patriarcado que dura demasiado. Puro complejo de Edipo, dentro de un psicoanálisis o un freudismo políticos.—El proceso leguiísta es la expresión política de nuestro proceso de crecimiento capitalista, y si algo se le opone radicalmente, si algo es su antítesis y su negación, es justamente, nuestro socialismo, nuestro marxismo, que pugnan por afirmar una política basada en los intereses y en los principios de las masas obreras y campesinas, del proletariado, no de la inestable pequeña burguesía.
No deje de ponerse en comunicación con Ravines, que ha dado vida en París a un centro de estudios marxistas. Su dirección es: León Vernochet, 8 Avenue Mathurin Moreau 8. París (XIXe). Vernochet es el leader de la asociación internacional de trabajadores de la enseñanza que publica mensualmente en español una revista muy interesante para los maestros a la que sería utilísimo dar difusión en Jauja.— Escriba a Ravines sobre las actividades obreras y campesinas de Jauja, del centro en general.
En el número próximo de Amauta aparecerá un esquema de tesis sobre el problema indígena, que es indispensable sea discutida, estudiada y anotada por todos nuestros grupos. No pretende ser una tesis definitiva; pero creo que está ahí, en líneas generales, el planteamiento doctrinario de la cuestión y de las tareas que impone.— Escríbame sobre esto.
Sobre la organización obrera y el estado actual de nuestro proceso de definición ideológica, etc., he escrito a Espinoza. Converse con él. Unifiquen y coordinen, en general, todos Uds., sus esfuerzos. Nada de labor anárquica.
Salude a los amigos y camaradas y reciba el más cordial saludo de su afmo. compañero
José Carlos Mariátegui
P.D.—Escríbame, por intermedio de Nm.— Preparen material para Labor que reanudará su publicación el 15 de agosto para seguirse publicando regularmente todas las quincenas. Nos interesa sobremanera su sección: El Ayllu.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Mario Nerval, 18/9/1929

Querido compañero Mario Nerval:
Debo aún respuesta a su grata carta del 21 de julio. Leyendo la que ha dirigido Ud. a nuestro compañero M. siento el deseo de responderle enseguida, venciendo mis ocupaciones. Debe Ud. haber recibido antes algunas copias que le he remitido por otra vía.
Tengo carta de Saldaña. Conviene que le haga Ud. saber sin tardanza que es el candidato a la primera beca en la Universidad de Oriente y que debe ponerse inmediatamente en comunicación con Independencia 3054, Buenos Aires. Probablemente —si no tiene hasta hoy noticias de esto— se debe a que ignoran allá su paradero.
Muy bien su trabajo en La Paz. El grupo de esa ciudad, se muestra excelentemente orientado y está destinado a ejercer un influjo importantísimo en todo su radio. Tomo nota, a este respecto, de sus indicaciones. Y les recomiendo mantenerse en relación con Seoane, Herrera o Merel, el que les escriba presentemente a nombre del grupo de Buenos Aires, al que hay que desengañar definitivamente respecto a la posibilidad de insistir en el Apra. El Apra está liquidada por la resolución del Segundo Congreso Anti-imperialista Mundial. No tengo aún noticias completas de este Congreso, que se proponía tareas bien superiores al esclarecimiento de las pequeñas competiciones latino-americanas. Pero sé, por cartas de París, que se confirma y proclama como sola organización de frente único anti-imperialista en la América Latina a las ligas. El trabajo político corresponde a los partidos, el sindical a las uniones obreras. El Apra está descartada. Haya, según parece, ha reclamado contra la exclusión; pero es casi seguro que no se tomará en cuenta su protesta. Al Consejo de la Liga Mundial Anti-Imperialista no se le engaña tan fácilmente como a los condiscípulos de Trujillo y de Lima. La Liga sabe a qué atenerse respecto al Apra. Al congreso han asistido dos peruanos, Eudocio y Hurwitz. Y a los dos les consta que ni siquiera en su país de origen, el Perú, el Apra representa una corriente de masas. Este debate está terminado.
He recibido una carta de Natusch. Dígale que le contestaré en breve. Lo mismo a Abraham Valdez. A Sánchez Málaga mi agradecimiento por el envío del número de EI Diario del 28 de julio. También le escribiré pronto. Que tenga en cuenta todo el trabajo que pesa sobre mí.
Acabamos de ser notificados de que la publicación de Labor queda estrictamente prohíbida. No nos apuramos. Como la notificación viene de la Inspección General de Investigaciones, reclamaremos al Ministro de Gobierno, inquiriendo si la orden emana de su despacho. Labor cuenta con la solidaridad de vastos sectores obreros y campesinos. Su último número obtuvo gran éxito. Tenemos que hacer un extremo esfuerzo por sostenerlo.
Si en el grupo de La Paz es posible efectuar una pequeña colecta para sumarla a la que realizamos pro-regreso de Eudocio, su concurso nos llegará oportuno. Necesitamos contribuir a los gastos de viaje de nuestro compañero, que cuenta ya con permiso para reingresar al país.
Está detenido Juan J. Paiva. No hay contra él otro cargo que su pequeña biblioteca marxista, traída casi toda de París, donde residió cuatro años estudiando en la Sorbona, y algunas cartas de compañeros de allá, en que se habla de la polémica con el grupo hayista y de la orientación por imprimir al movimiento ideológico del Perú. Las prisiones no destruirán ni arredrarán a los compañeros empeñados en el Perú en esta labor.
Muy cordialmente lo abraza su amigo y compañero
José Carlos
P.D.— Saludos afectuosos de Juan Saco.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a César Vallejo, 14/10/1929

Lima, 14 de octubre de 1929
Querido y admirado Vallejo:
Me reconozco en deuda con Ud. Recibí su grata carta, escrita ya con el pie en el estribo para el gran viaje, y mas tarde una postal. No le contesté entonces, incierto sobre su dirección y sobre la duración probable de su estadía en la U.R.S.S. Después, en la ansiedad de conocer sus primeras impresiones, continué esperando noticias de Ud. Todo esto complicado con el enorme trabajo que sobre mi pesa, privándome del placer de ser puntual en mi más cara correspondencia.
Hoy, renunciando a la satisfacción inmediata del deseo de escribirle largamente, quiero hacerle llegar cuatro líneas que reanuden nuestro interrumpido diálogo. Necesito recibir, con su respuesta, una o dos direcciones de Ud. No me fío de la del Consulado y veo en un periódico de Cajamarca que Ud. mismo no la recomienda a sus corresponsales. A la dirección señalada en su carta a ese periódico - 11 Avenue de L,Opera - le hemos dirigido últimamente "Amauta", "Labor" y dos pequeños libros que tenía encargo de adjuntarle a nuestro primer envío. Al Consulado le dirigí hace meses, con ejemplares de "Amauta", un ejemplar de mis "7 ensayos". Espero que cumpliesen con entregarle este paquete que expedimos certificado.
Como no habrá de informarle nuestro querido Eudocio, a un activo trabajo de definición ideológica, en el que hemos hecho justicia resuelta de todas las fórmulas baratas y de todas las posiciones equívocas del confusionismo criollo, ha seguido - o acompañado - por nuestra parte una labor seria y constructiva de organización. El editorial del No 17 de "Amauta" fijó nuestra posición frente a la desviación aprista. El acuerdo de 7 de octubre de 1928, dio un carácter formal, creó el organismo realizador de nuestra orientación. De entonces a hoy, no hemos cesado de avanzar en esta labor, contra las dificultades a que nos condena la vigilante hostilidad policial y nuestra pobreza. Últimamente, hemos sufrido una grave perdida. "Labor", que había reanudado su publicación , y que precisamente con su No 10, había alcanzado una cifra de circulación que estabilizaba su existencia, ha sido suprimida por el gobierno. Notificado por la policía de que su publicación quedaba terminantemente prohibida, en momentos en que debía aparecer el No 11, reclamé al Ministerio de Gobierno. Obtuve también de la Asociación Nacional de Periodistas, ante la cual plantee concretamente la cuestión de la libertad de prensa, que hiciera por su parte una gestión ante el Ministro. Pero la respuesta del Ministro es hasta ahora rotundamente negativa. Hemos ganado, sin embargo, una comprobación: la de la solidaridad de las organizaciones obreras y campesinas. Las más importantes de estas, han acordado apoyas nuestra demanda ante el Ministerio. Hasta de comunidades indígenas del centro, nos llegan copias de protestas y de memoriales al Ministerio pidiendo la reconsideración de la orden dictada contra "Labor". Con este apoyo, no cejaremos. Esperamos que, pasada la ráfaga de zozobra y represión que ha seguido al supuesto efectivo descubrimiento de una conspiración en el ejército, se reconozca nuestro derecho a mantener "Labor" . Posteriormente, el 3 del pte, habiéndose la policía dado cuenta de la existencia de un manifiesto de la Confederación General de Trabajadores del Perú, vino a mi casa, después de haber visitado a la imprenta, para notificarme de que ese manifiesto no debía circular. Respondí que no tenía poder alguno para impedirlo y que no se podía prohibir la circulación de algo que había circulado ya en todos los centros de trabajo de Lima y el Callao y aun en provincias. (Efectivamente, el 9 llegaba "Noticias" de Arequipa con un amplio extracto del manifiesto y "Los Andes" del Cerro de Pasco con la primera parte). Sin embargo se comunicó a la imprenta que quedaba prohibida la impresión de cualquier papel mío o de los obreros.
Ya debe Ud. tener noticias de la detención de Paiva, que continúa a la isla. El 12 se detuvo a otro compañero, Pompeyo Herrero, uno de los editores de Vanguardia, periódico de la juventud socialista de San Marcos. Y el mismo 12 , en la mañana, con refinado oportunismo leguiísta, "La Prensa" comentaba editorialmente el Manifiesto de C.G.T.P declarándolo digno de atención, bien fundado en muchas partes, y sobre todo coincidente con el espíritu de "bien entendido socialismo" del régimen. Esto, cuatro días después de que la policía había tratado de secuestrar toda la tirada, con inverosímil retardo.
Sé que Haya, en más de una carta, atribuye a rivalidades personales, toda la desaprobación de su rumbo oportunista y caudillesco en que hemos coincidido los elementos más responsables y autorizados de nuestro movimiento. A un obrero, Manuel Zerpa, le escribió acusándonos de "divisionismo". Sé que el obrero, con seguro instinto clasista, a pesa de su simpatía personal por Haya, le respondió que no había que tener ningún divisionismo si el disolvía definitivamente el Apra y se adhería disciplinadamente a nuestro P.S.
Seguiré escribiéndole en breve. Estas líneas se proponen solo establecer una correspondencia regular con Ud. Reclamo su colaboración "Amauta". A Bazán, le ruego decirle que escriba a "El Mundo" reclamando, si aun no le han girado el valor de sus artículos. A mí me han dicho, que lo han hecho ya. Que mande algunos artículos para "El Bien del Hogar". Le pagarán Lp. 10 por artículo. Puede dirigirlos a María Wiesse. De Rabines hace meses que no tengo noticias. Le he escrito varias cartas, las últimas con la indicación de que aplace un poco regreso.
Trabajamos intensamente. Es para nosotros una gran alegría, saber que hombre como Ud. como Eudocio y como los otros compañeros de París colaborarán en la misma empresa. Mientras me sostenga la solidaridad de grupos como ese, y como los que componen ya nuestros cuadro de provincias, no cejaré en empeño de dar vida a un partido de masas y de ideas, el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana.
Fraternalmente lo abraza su devotísimo amigo y compañero.
P.D. Me avisan al cerrar esta carta que Pompeyo Herrera está ya en libertad. V.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Mario Nerval, 11/12/1929

Lima, 11 de diciembre de 1929
Estimado amigo y compañero Mario Nerval:
No he tenido acuse de recibo de Ud. de mi última de hace varias semanas, contestando a una carta suya. Pero si no le he escrito no ha sido por esto sino por mis extraordinarias ocupaciones y porque M. lo ha mantenido al corriente de los sucesos.
Le lleva estas líneas Federico Sal y Rosas, amigo y colaborador de Amauta en Huarás, que ha sufrido prisión de varios días, con otros compañeros de esa localidad, a raíz de la última movilización policial contra nosotros. Como de ésta puede ocurrir que no tenga Ud. noticia exacta, le adjunto copia de una carta que escribí a un amigo el 22 del pasado.
Todos los presos, según mis noticias, están en libertad. Ignoro solamente la condición de un compañero de Chepén. El bluff no ha prosperado; pero es seguro que se prepara el aprovechamiento de sus elementos en una próxima oportunidad.
No hace falta agregar que Amauta, mientras yo esté aquí, seguirá saliendo. Su prestigio internacional, por otra parte, la defiende. Pero se trata de sofocarla aterrorizando a sus propagadores y simpatizantes. A la clausura sensacional, se prefiere el estrangulamiento silencioso.
Sal y Rosas trabajaba por la constitución en Huarás de un centro de estudios sociales. No se le puede acusar de otra cosa. Pero estar en correspondencia conmigo es suficiente para perseguir o molestar a una persona. Muchas veces las cartas, inocentes siempre enviadas a mi dirección, no me llegan; pero van a revelar a la policía a las personas de que puedo servirme para la “ejecución de mis designios”. Esto ha ocurrido por ejemplo con el señor Alejandro Destre Sierra de Huarás, acusado de haberme escrito, a pesar de que nunca he recibido de él una línea.
Ya le escribiré más detalladamente para que entere Ud. de las cosas a los amigos.
Cordialmente lo abraza, reclamando sus noticias, su afmo. amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Ernesto Reyna, 26/1/1930

Lima, 26 de enero de 1929
Estimado compañero Ernesto Reyna"
No he recibido hasta hoy la carta que Ud. avisa a la administración haberme escrito. Esto es una advertencia para no usar en adelante, por prudencia, la dirección empleado. Si Ud. conserva copia de la carta, puede adjuntármela a las líneas de respuesta que confié al comp. Luna. ex-secretario de la Federación de Chauffers, portador de la presente.
No sé si tenga Ud. noticia exacta de la movilización policial de fines o mediados de noviembre. Del 18 al 20 estuve secuestrado en mi casa con todos los míos. Hubo numerosas presiones , especialmente de judíos de diversas nacionalidades: rumanos, polacos, etc. También provincias hubo algunas detenciones. Amauta como Ud. habrá visto, se ha continuado publicando, aunque debimos retardar la aparición del Nº 27 alejándolo un poco del instante neurálgico.
Su trabajo sobre el amauta Atusparia termina de publicarse en este Nº la revista. Aparecerá enseguida como folleto con una portada de Sabogal y las palabras de presentación que Ud. me ha pedido. Ha gustado mucho entre nuestros amigos.
Estoy haciendo una cura de playa en la Herradura, donde paso las tardes. Esto me quita mucho tiempo, pero no tengo más remedio para evitarme una crisis en mi salud, bastante debilitada en las últimas semanas. No tengo casi momentos disponibles para mi correspondencia.
¿Acepta Ud. que aparezca su firma entre las que irán al pie del documento que Ud. conoce?
No tengo noticias de Huaráz, después de las que personalmente me trajo Federico Sal y Rosas, en viaje a La Paz, donde sé que se ha incorporado al grupo que allí trabaja y que publica una hoja eventual: Meridiano. Manténgase Ud. en comunicación con los amigos de Huaráz, alentándolos a no desmayar. Hay que prestar toda la atención posible a tres cosas: la preparación teórica socialista de nuestros grupos; el estudio directo de nuestros problemas, conforme al método marxista la vinculación, la vinculación con las masas. Para lo primero, se ha carecido generalmente de bibliografía española. Pero ahora una nueva e importante editorial de París, "Europa-América", se propone resolver este problema, publicando una serie de obras fundamentales que recomiendo vivamente a los compañeros.
En espera de sus noticias, con recuerdos afectuosos de los compañeros, le estrecha cordialmente la mano a su amigo y camarada.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Joaquín Edwards Bello, 26/3/1930

Lima 26 de marzo de 1930
Sr. D. Joaquín Edwards Bello
Santiago
Querido y estimado compañero:
El viaje de Blanca del Prado me ofreció la oportunidad de escribirle y reiterarle el envío de mis "7 ensayos de interpretación de la Realidad Peruana" que, por Concha Romero, supe que no había Ud. recibido. No he tenido aún sus respuesta; pero sé por Blanca del Prado que sigue Ud. siendo para la vanguardia peruana el fraterno amigo de siempre.
Viaja hoy a Santiago Luis Alberto Sánchez. Va invitado por la universidad. Es catedrático de nuestra Facultad de Letras; pero el mejor elogio que se puede hacer de él es que es lo menos universitario posible. Se acercará seguramente a Ud. y a los hombres de Chile que verdaderamente pueden interesarle con sencillo espíritu de camarada. Se ha formado en el periodismo, más que en la Universidad; y en su interpretación e historia de nuestra literatura prescinde generalmente del acatamiento a lo oficial y a lo académico.
Sánchez le hablará, probablemente, de mi viaje. He aceptado la invitación de mis amigos de "La Vida Literaria" de Buenos Aires para realizar en mayo próximo mi antiguo proyecto de visitar la Argentina. I pasaré algunos días en Santiago, tanto para tener una rápida impresión de Chile como abrazar a mis amigos de ese país, Ud. el primero.
Hágame sabe si recibió el libro de Eguren y los números de "Amauta" que con ese volumen le enviamos a "La Nación". Tengo muy mala experiencia de los envíos a la redacciones de diarios. Para ponernos a cubierto de cualquier falla postal, confie Ud. sus respuesta a Sánchez.
Muy cordialmente lo abraza sus amigo y compañero devotísimo.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 21/11/1929

Lima, 21 de noviembre de 1929
Sr. Samuel Glusberg.
Buenos Aires.
Estimado amigo y compañero:
No tengo a la vista su última, tan interesante y grata, por haberme sido secuestrada el lunes último a las 8 p.m. con toda mi correspondencia privada y la administrativa de Amauta. A esa hora, o algunos minutos antes, charlaba yo en mi estudio con Héctor Ruiz Díaz, el pianista argentino, y Ricardo Vegas García, corresponsal de La Nación de Buenos Aires, sobre la venida de Waldo Frank. Ruiz Díaz y Vegas García, a nombre de la Sociedad Arte y Cultura, me proponían la colaboración con el grupo de invitantes que suscribía nuestro cable y carta para la organización del programa de conferencias de Frank en Lima. Su deseo era que Frank ofreciera algunas conferencias a la recién fundada Sociedad Arte y Cultura, inaugurando su temporada. Yo les decía que a mi juicio no había inconveniente para que Frank accediera a esto tan luego como llegara a Lima. Vegas me decía que la Sociedad de Arte y Cultura podía financiar el viaje de Frank. No habíamos avanzado mucho en esta conversación cuando se presentó en mi casa, aparatosamente, la policía. Varios agentes encabezados por uno de los jefes de Investigaciones penetró en mi estudio. Se me notificó de que había orden de detenerme y registrar mi domicilio. A Vegas García y Ruiz Díaz se les dijo que estaban también presos. Ambos protestaron y yo insistí en que Ruiz Díaz era un conocido artista extranjero. Nada valió. Fueron conducidos a la comisaría próxima donde se les retuvo hasta el día siguiente. Había orden estricta de que se detuviera a todas las personas que se encontraban en mi casa. - Mientras esto ocurría en mi biblioteca, otros agentes entraban violentamente en el interior de la casa con revolver en mano intimidando rendición a los muchachos, sirvientas y a un jovencito que copiaba a máquina un ejercicio escolar. - Siguió el registro. Como quince agentes ocupaban las habitaciones registrando los muebles. Varios mas se estacionaban en la entrada. En la calle, policía uniformada completaba el personal en operaciones. La pesquisa no perdonó ningún mueble. Se me extrajo de los bolsillos mi vieja cartera, antigua compañera de viajes y penurias, y todos mis papeles. De mi sillón de ruedas, se sacó entre otros papeles el cable de Waldo Frank y las copias de la carta y el cable de invitación, publicados ese día por la prensa.- Hasta las 2 y 1/2 duró la cosa. Tuve que hacer enormes esfuerzos para impedir que se llevaran mi biblioteca. No pude impedir que se incautaran de mi correspondencia, la de "Amauta", los libros administrativos, recortes de mis artículos, originales y apuntes, libros y revistas y hasta fotografías artísticas. - Quedé informado de que estaba preso e incomunicado en mi casa. 8 policías recibieron encargo de custodiarme y se instalaron en una habitación interior y en el hall, entrando y saliendo ruidosamente. Toda mi familia veló. Había el peligro de que esta gente introdujera armas o cualquier cosa con el objeto de comprometerme y denunciarme en la prensa, sin que yo pudiera rectificar, porque los periódicos no publican en estos casos sino lo que tiene el Vo. Bo. policial.
No quiero hacerle una descripción patética. Me es profundamente antipático este genero. No tengo costumbre de quejarme. La última vez que estuve preso, - cuando la clausura de Amauta - me abstuve de toda actitud dramática. Llamé el caso en el artículo de reaparición de "Amauta" un accidente del trabajo. No le añadiré, pues a esta sumaria descripción, que ya temo empiece a tomar un color de queja, sino que la ocupación de mi casa y el secuestro de mi persona y de todos los míos, niños y sirvientas se prolongaron hasta ayer. 8 vigilantes custodiaban mi casa, durmiendo en el hall y el saloncito. Toda persona que llamaba a la puerta era detenida. - En esta forma, fueron detenidos el pintor Ricardo E. Florez, el escritor José Diez Canseco, tres estudiantes del Seminario de Cultura Peruana, el secretario-administrador de Amauta y estudiantes de letras Navarro Madrid, un mensajero de la revista, la escultura Carmen Saco y el joven pintor Jorge del Prado. - Se que han hecho mas o menos 180 prisiones. - Los agentes se jactaban de una gran movilización. A la misma hora habían allanado y ocupado treinta domicilios.- Entre los presos se encuentran Adler y su novia Nomi Milstein; y la persecución tiene un curioso carácter anti-semita.
Ha habido, según parece, orden de prisión de todos los vendedores ambulantes judíos, de sus proveedores y de otras personas. Se sospecha absurdamente que constituyen una organización de agitadores. Como son en su mayor parte de nacionalidad rumana, no tienen en Lima agente consular ni diplomático que los proteja. - Todo inverosímil y desatentado. El gobierno que acaba de imponer a los obreros de las minas de Morococha, después de una huelga, la renuncia del aumento que exigían, defiende probablemente los intereses de la gran compañía minera del Centro Cerro de Pasco Copper Corporation. Se aprovecha del raid contra los organizadores obreros, para hostilizar a los artistas y escritores de vanguardia que me ayudan a mantener "Amauta".-
Solo el escándalo que en los más diversos elementos causó la noticia de mi prisión y la de todos los míos en mi casa - divulgada por las personas del barrio- y la intervención de algunas personas influyentes ha podido librarme de una situación insostenible.- Pero los calabozos siguen llenos de presos.
Probablemente, había la intención de afirmar que en mi casa se había sorprendido una gran reunión de conspiradores. Contra lo de costumbre, pues recibo de 6 a 8 y a esa hora se hace en mi estudio animada tertulia, no se encontraban conmigo sino dos personas tan extrañas a toda propaganda subversiva como Vegas García y Ruiz Díaz. Se que a Ruiz Díaz se le han dado excusas. Estaba excitadísimo, según me dicen, por haber pasado una mala noche en la comisaría sin explicación ni motivo alguno.- Se trata, también, de crear el vacío a mi alrededor aterrorizando a la gente que se me acerque. Se trata, como ya creo haberle dicho alguna vez, de sofocarme en silencio.- Mi propósito de salir del Perú con mi mujer y mis niños se afirma antes estos hechos. No puedo permanecer aquí. No me quedaré sino el tiempo necesario para preparar mi viaje. Saldré del Perú como pueda.- Si se me rehusaran los pasaportes, desde ahora comprometo a todos mis amigos para que denuncien mi situación, así como para que gestionen el viso de las legaciones.
Le expido esta carta, escrita apresuradamente sin releerla. Puede Ud. hacer de su contenido el mas amplio uso; pero reserve el texto mismo. Detesto la actitud planidera. No he especulado nunca sobre mis dramas.
A Waldo Frank escríbale que se le espera ansiosamente en Lima, en el Perú. Supongo que recibiría Ud. después del cable la carta de invitación despachada por correo aéreo. La última no debe haber alcanzado a Frank en Buenos Aires; pero Ud. se la habrá expedido sin duda a Santiago.- Que Frank avise su salida a Sánchez.
Perdone esta larga lata y reciba un cordial abrazo de su devotísimo amigo y compañero
José Carlos.

P.D.- Escrita esta carta, recibo noticia de que se ha empezado a poner en libertad a los detenidos. Pero Adler y Nomi continúan presos con otros muchas. El ballón se va desinflando, más no se desinflara del todo mientras no se escoja, entre los perseguidos, algunos candidatos a la deportación o a la isla. V.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Armando Rivera, 12/1/1930

[Arequipa]

Querido compañero Mariátegui:

Continúo la información que abarca del C. Navarro, enviado del gr. del Cuzco, inicié en mi anterior, que supongo ya en su poder.

Navarro, intempestivamente se fue a Mollendo, anticipando su viaje, que antes anunció para hoy domingo o mañana. Me explicó su viaje a instancias de Salinas y Chávez Bedoya, para […] a nuestro contacto, influencia y control. En los últimos días, no obstante mi advertencia, estuvo sin reserva con ellos. O es necesario que lo diga: la campaña y la labor de los dos está siempre por debajo de toda ideología, al margen de los principios, para ser meramente caudillista, cuando aluden al APRA y personalistas cuando combaten a ud.

Con todo, y estando a la buena intención que manifiesta la carta de que es portador Navarro, creo que lo que urge en el Cuzco es una dirección más cuidadosa, precisa y enérgica.

Temo que Mercado, por falta de orientación, por condescendencia y contemporización, complique el caso. Le tienen en mucha estima, pensábase de compañerismo profesional o literario, Tupayachi, Callier, respectivamente; y ellos parecen dar la tónica. Por eso creo urgente enviar un memorándum preciso a Mercado, para que junto con Rado precisen la porción del grupo. No obstante la buena fe y simpatía que pongo en el caso este, conociendo la idiosincracia de los cusqueños, tengo mis reservas. Creo entender que solo persiguen fines de información para enseguida exhibir su grupo, adaptando tal o cual pose. Ojalé me equivoque.

Acá nuestra labor está en magnífico pie. con la ayuda, concreta y definida de [Monte...], se ha intensificado. Ante no tenía ayuda, aparte de los c. trabajadores, pero no bastante.

Debo darle, con gusto grande, el dato de que están con nosotros, […]. telegrafistas, (jefes de estación) […] en general, de los ferrocarriles.

Un grupo de buenos elementos, tocados antes de anarco-sindicalismo, definen en estos días su posición y seguramente se incorporarán a nosotros. Creo llegado el momento de constituir un comité (antes existió de hecho) para atender más orgánicamente la propaganda.

Armando

Enero 12, 1930
Escribo, aparte al c. Martínez

Rivera Bodero, Armando

Carta a Mario Nerval, 28/6/1929

Lima, 28 de junio de 1929
Querido compañero Mario Nerval:
He tenido noticia, por sus informaciones a I. y por las de un amigo que conversó gratamente con Ud. en La Paz, de la actitud del grupo de peruanos de ese país respecto a la cuestión del Apra. Prácticamente y teóricamente, esta cuestión está superada. La resolución del grupo de París, el más importante como centro de polarización de los adherentes y simpatizantes que residen en Europa, pone término al debate. Los compañeros de México, a su vez, rectifican su posición, declarando definitivamente abandonado el plan del partido Nacionalista. El Apra, en cuanto plan de frente único continental, queda totalmente sometido a las deliberaciones del próximo Congreso Anti-imperialista de París, que se pronunciará inevitablemente por la unificación de las fuerzas anti-imperialistas de la América Latina. Existe ya una moción de Goldschmidt, Rivera y otro en este sentido. Ningún verdadero anti-imperialista puede rebelarse contra este voto, para mantenerse aferrado a la fórmula que le sea particularmente cara. El revolucionario debe ser, ante todo, realista y disciplinado. Si el Apra no es posible, quiere decir que no es necesaria, ni es revolucionaria. Entendida como alianza o frente único nacional, el Apra queda subordinada al movimiento de concentración y de definición que presentemente se opera. Los elementos que trabajamos por el socialismo, con los obreros y campesinos, daremos vida a nuestro Partido Socialista. Los que con un programa nacionalista revolucionario quieran organizar a la pequeña burguesía, son muy libres de hacerlo. Si su partido, hipotético por el momento llega a ser una organización de masas, no tendremos inconveniente en colaborar eventualmente con él con objetivos bien definidos. Los términos del debate quedan así bien esclarecidos y todo reproche por divisionismo completamente excluido. No hay por nuestra parte divisionismo sino clarificación. Queremos que se constituyan fuerzas homogéneas; queremos evitar el equívoco; queremos salir del confusionismo. ¿Puede haber doctrinal y teóricamente un propósito más neto y más oportuno? Lo dudo.
No tengo noticias directas de Ud. desde hace algún tiempo. Una vez, anunció Ud. en una carta a la administración que me escribía, pero no recibí esta carta. Si Ud. me la dirigió, cayó sin duda en las redes de la censura postal, especialmente celosa con mi correspondencia. No emplee nunca mi dirección.— Puede usar la siguiente: Guillermina M. de Cavero, Sagástegui 663 altos.
Si está ya, como creo, Rómulo Meneses en La Paz, dígale que no tengo noticias suyas. Sé que recibió mi libro, pero no por carta suya. Si me ha escrito, su carta ha corrido la misma suerte que tantas otras. Dígale cuál es mi pensamiento. Y agréguele que me interesa conocer, exactamente, sus puntos de vista.
Con cordial sentimiento, lo abraza su amigo y compañero
José Carlos
P.D.—Hágale llegar mis más afectuosos saludos al compañero Zerpa. Mis mejores recuerdos a los compañeros González R. Cerruto, Valdez, Sánchez Málaga, etc.—V.

José Carlos Mariátegui La Chira

Revista Amauta

Las fechas que se colocan líneas arriba (1924-1930) están relacionada a la concepción de la revista Amauta desde sus inicios, donde tendría como nombre "Vanguardia" y que con el transcurso de los años tomaría el nombre de Amauta.
Por lo tanto, se podrán encontrar documentos anteriores a la publicación de la revista para tener un panorama más amplio de lo que fuera el proyecto editorial de José Carlos Mariátegui.

Sociedad Editora Amauta

[Conferencia - Deber de la Juventud Contemporánea]

La inquietud, la curiosidad de la juventud contemporánea. Que esta generación se muestre sensible a la nueva realidad humana es un fenómeno histórico, es un hecho natural. Spengler dice que un pensamiento, representativo de "una época de la humanidad no puede ser comprendido sino por una generación que nazca con las disposiciones necesarias". Las generaciones viejas carecen de aptitud para comprender y, sobre todo, para adherirse a las ideas revolucionarias. Es una cuestión de sentimiento; no es una cuestión de inteligencia ni de cultura. Es sugestivo y revelador el hecho de que las nuevas falanges universitarias no tengan la orientación intelectual de las generaciones pasadas. Y que su leader no sea un estudioso de la historia ni un poeta sino un espíritu de vanguardia.
Definamos la Revolución. Cómo sabemos que vivimos una época revolucionaria. Las señales de la gravidez revolucionaria son innumerables. Hay una serie de hechos que la afirman y la expresan. Declina el regimen burgués, con sus instituciones económicas, políticas, con su arte y su filosofía. La guerra ha legado una serie de problemas que el regimen burgués no puede resolver dentro de su teoría. La democracia burguesa se siete impotente para resolverlos democráticamente. Recurre, por eso, a la fuerza, a la violencia. Brotan el fascismo, el directorio, el putschismo pangermanista. Se agita el Orient. Millones de hombres, adormecidos, anestesiados durante siglos, salen de su inercia. La revolución es un fenómeno de la civilización occidental que se refleja también en los pueblos de otras civilizaciones. Es, además, evidente. No es posible dudar de ella hoy que los laboristas desalojan a los dos partidos que se alternaron clásicamente en el gobierno de Inglaterra. Hoy que los soviets son reconocidos de jure.
Los incomprensivos tratan de limitar la revolución a los confines europeos. Pero Europa no representa un continente sino una civilización. Hemos aprendido en Europa la idea de la democracia. No puede sernos indiferentes el hecho de que esa idea esté en crisis en Europa. La civilización occidental ha internacionalizado la vida humana. Una de las características de nuestra época es la propagación universal, fluída, de las ideas y las emociones. Cuando la vinculación humana era menor repercutió entre nosotros la revolución francesa.
Porqué se llama Social la Revolución.
Su grandeza no pude ser comprendido por los viejos. El debe de la juventud peruana. El deber de la mujer.
El deber de nuestra generación. Volteemos las espaldas al pasado.

José Carlos Mariátegui La Chira