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Carta a Bertha Molina (Ruth), 11/6/1916

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
8 de junio de 1916
Dulce amiga:
Ahora soy puntual. Te escribo en la imprenta a las 11 pm. La máquina está descompuesta. Y temo que no tarde en interrumpirme Valdelomar que debía haber llegado á buscarme a las 10 y 30 pm. No fuí al colón por él que me hizo permanecer en el Palais, a nuestro regreso de las carreras. Ayer me dijo espontáneamente que el viernes había recibido carta tuya. No le hice teatro. "A mi ha escrito una o dos veces" No hablamos más. Mas tarde me preguntó: Sabe ud quién es. Yo le dije: No. Se vé que no te ha escrito y que acaba de recibir tu carta.
Hoy he sentido mucho no verte. Quise ir al Colón, pero ya te dicho por qué no me fué posible.
He ofrecifo a la compañía Mario escribir una comedia o un drama. Puede ser, pues, que me anime a trabajar. Aún no he pensado tema ni nada. Tampoco cuando pondré manos a la obra. Veremos si me animo.
Recibí tu segunda carta ¡Cuán grata!
El domingo no fui al Colón. Mejor dicho, fui con el Conde pero se desanimó de quedarse porque encontró en el palco del periódico peronas que no le son gratas.
No he leído el libro de León, a pesar de que te prometí escribir sobre él. Un ejemplar me lo perdió el Conde. Y otro me lo robaron en la La Prensa. Tengo noticia desfavorable de la novela por dos o tres personas. Parece que es una especie de biografía y esto es mucho para 100 páginas escasas. Parece también que está muy desprovista de arte. Quiero leerla bien sin prejuicio. Estimo a León de quien soy bastante amigo. Ahora le veo bastante dominado por More que es versátil e inconsecuente.
Los literatos de nuestro medio me tienen harto. Excepto algunos buenos amigos: Valdelomar, Antuco, Zapata y otros, el resto me fastidia.
Mañana te escribiré largo.
Dime también muchas cosas.
Necesito mucho tu consuelo y tu amparo.
Adios.
Juan

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Earle K. James A, 25/10/1928

New York, 25 de octubre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui,
Director, Amauta,
Sagástegui 669, Lima, Perú.
Distinguido señor:
Mi señora, Concha Romero de James, me escribió acerca los momentos tan agradables que pasó en compañía de Ud. al pasar por Lima en viaje a Chile. He tenido, también, el gusto de conocer su revista, la cual admiro. Ahora que estoy encargado de una columna sobre literatura hispano-americana para el diario The New York Times, creo poder hacer más para dar a conocer en este país las letras de nuestros países. Hasta ahora se han comentado principalmente libros argentinos, chilenos, y mexicanos. Estoy deseoso de conocer más de lo que se está haciendo en el Perú, especialmente entre la generación nueva, y si Ud. puede pedirle a amigos escritores suyos que me manden copias de sus obras recientes, o darme la dirección de algunas casas editoras para escribirles acerca de esto, se lo agradeceré muchísimo.
Agradeciéndole su atención a mi señora cuando estuvo allí, y esperando me pueda ayudar a dar a conocer las letras peruanas, me es muy grato suscribirme de Ud.,
Su atto. y S.S.,
Earle K. James

James, Earle K.

Carta de Samuel Glusberg, 4/4/1930

Buenos Aires, 4 de abril de 1930
Mi querido amigo:
Anoche recibí su carta y las colaboraciones. Vea lo que son las coincidencias. Ayer justamente le despachaba L.V.L. de abril con su artículo: Arte, Revolución y Decadencia, del que he suprimido el párrafo que Ud. me indica. Ayer también le escribí a César Falcón, L.A. Sánchez, César Vallejo, Luis E. Valcárcel etc.
Pienso sacar el número dedicado a la literatura peruana el 1º de junio. Así les doy tiempo a todos para poder colaborar. En el número de mayo adelantaré el sumario de las colaboraciones recibidas y la noticia de su viaje. También publicaré su artículo sobre el Chopin de Guy de Portales que no publiqué hasta la fecha porque suponía que Ud. lo había publicado en Lima y como yo no hice tampoco ninguna página de bibliografía extranjera no tuve ocasión de utilizarlo. Guardo también un artículo suyo sobre Los Mujics que también puedo publicar en el próximo número con algún otro hasta completar una página.
Mil gracias por el envío de las colaboraciones de Eguren, Núnez y Bustamante y Ballivián. El hermano de este poeta también colaborará en el número con algunos recuerdos de Lima.
Espero con ansia las colaboraciones de Antenor Orrego, Martín Adán, Jorge Basadre, Luis Alberto Sánchez etc. Y también las ilustraciones de los artistas peruanos.
Cuanto a la fecha de su viaje, creo que no tiene por qué apurarse. Hágalo con tranquilidad a mediados de mayo. Quédese una semana o más en Chile, según sus conveniencias y llegue a Buenos Aires el 2 de junio. Para entonces todo estará arreglado aquí. Lo recibiremos como se merece: con todas las luces encendidas...
Ahora estoy gestionándole unas conferencias en la Facultad de Filosofía y Letras. De seguro Ud. repetirá la trayectoria de Waldo en todo. Y mejor si también los latinoamericanos de Palacios y Cía se asocian al homenaje, sin desconfianza.
El festival en su honor para hacemos de los pasajes se realizará de seguro a fines de abril. Estoy aguardando el regreso de la presidenta de los Amigos del Arte que aún veranea en su estancia. Hasta después de las Pascuas no empieza la temporada artística. Por fin se acabaron los escrutinios de las elecciones, aunque todavía el de seguro a fines de abril. Estoy aguardando el regreso de la premios municipales a la producción literaria de 1929, para entonar los ánimos y elevar el ambiente.
Y antes de que olvide: ¿cree Ud. posible con ese aplazo de su viaje hasta mediados de mayo, la impresión de su libro en la imprenta Minerva? Desgraciadamente yo sigo en malas condiciones para comprometerme a imprimirlo aquí. Me he visto en el caso de aceptar en el Colegio Internacional de Olivos dictar ocho horas semanales de clase por una paga irrisoria. Pero esto aparte conviene que aparezca un libro suyo de ensayos artísticos. La Defensa del Marxismo asustará a muchos. No hay que dejar solo a ese libro. Piénselo y si como Ud. me decía en mayo se desocupa un poco el taller de Minerva haga componer El Alma Matinal y cuide Ud. mismo de las pruebas. En Isor no se puede hacer. No creo que el libro salga mejor impreso aquí. Recibí la vez pasada un número de Amauta en papel grueso y me pareció excelente. En fin vea Ud. lo que se puede hacer. Yo mantengo mi proposición de compartir el pago de la edición siempre que los ejemplares lleguen aquí antes del 1º de junio (4 ó 5 días antes, no más) para que yo tenga tiempo de hacerlos repartir y anunciarlo en el periódico.
Quedo a la espera de sus noticias. Mientras lo saludo cordialmente y le digo: hasta luego.
[Firma de Samuel Glusberg]

Glusberg, Samuel

Tarjeta de Luis Alberto Sánchez, 3/1930

[Lima, marzo de 1930]
Mi querido José Carlos:
Si le es posible remítame las pruebas —sin originales— antes de las 3 y 1/2. No las he recibido.
Le envío el capítulo cuestionado.
Gracias por sus saludos y ya trabajaré allá porque Ud. tenga el éxito que merece.
Saludos a su Señora y un abrazo muy sincero de
Luis Alberto

Sánchez, Luis Alberto

Carta de Alfredo Mario Ferreiro, 26/2/1930

Montevideo, 26 de febrero de 1930
Señor José Carlos Mariátegui
Presente
De nuestra mayor estima:-
La dirección de Cartel tiene el agrado de invitar a usted para colaborar en este periódico, dejando a su entera libertad la elección del tema.
Esperando que nuestro petitorio será evacuado por usted a la brevedad posible, nos es grato saludarle
muy atte.-
por Cartel
Alfredo Mario Ferreiro

Ferreiro, Alfredo Mario

Carta de Blanca Luz Brum, 26/1/1930

Santiago 26 de enero de 1930
José Carlos:
Necesito que éste paso mío no sea un error, porque ha sido una necesidad. Tengo ratos cobardes, pero sobre todo, siento rencores sordos - ésto ya desde allá - si la inoportunidad de las circunstancias que me hicieron salir, cuando precisamente acababa de encontrar acogida, verdad, orientación a lado de ustedes y estaba tan valiente con sus amistad.
Cuénteme. Esto un poco desalentada porque el ambiente es mediocre y además la realidad es más grande que yo.
Edwards Bello, muy galante nos ha proporcionado pasajes para que con Petrovik y su señora visitemos el Sur, pero esperamos a Magda que llegará pronto; pensamos dar algunos recitales. Esto me sentará también, porque he quedado muy débil después de una congestión pulmonar que tuve.
Silva Castro también me atendió muy bien y me pidió colaboraciones para "Atenea" que ya las dí, lo mismo que para "Revista de Educación" donde Tomás Lago y sus amigos se preocupan mucho por mí y tratan de buscarme algún puesto en una sección que se va a crear, pero hasta entonces pasará mucho y creo que tendré que dedicarme a solicitar avisos para "Letras" y "Revista de Educación". Estoy asustada.
Prendez Saldias y su amigo Alberto Romero, me buscaban y me dedicaron sus libros.
A Julia García y Sara Hubner, aún no he visto.
Completamente en familia, los primeros días entre mates y grandes charlas, Malanca, Seoane y Petrovick, [no se puede leer] a formar la casita.
Ahora Malanca se ha ido unos dos meses al Sur y anteriormente Seoane a Cartagena. Todos piensan reunirse para esperarlo a usted. Yo estoy ansiosa para entonces.
He escrito poco por esta desorientación de nulidad que tengo y cierta nostalgia que me enmudece, pero lo envío para "Amauta". Xavier tiene lo último que escribí allá que está mejor y que ojalá se publiquen.
Alicia lo saluda cariñosamente lo mismo que Rebeca y yo el más fuerte.
Blanca
Mi dirección: Gálvez 368.

Blanca Luz Brum

Carta de Jorge Paz, [1929]

José Carlos Mariátegui
Casilla de Correo 2107
Lima.-Perú.-
Estimado camarada:
En mi carácter de corresponsal de EL TRABAJADOR LATINO AMERICANO, en México, al Caribe, Centro América y hasta los Estados Unidos, me he visto obligado a recabar datos sobre los asuntos más importantes, desde el punto de vista sindical. Como consecuencia de ellos, he visto, ya a mi paso por Nueva York, de regreso de Montevideo, la situación de los huelguistas de Gastonia. El asunto es importante.
He escrito varios artículos. Adjunto le envío este especial para Labor o Amauta, preferiría para Labor. Estoy traduciendo una serie de artículos del Labor Unity, referente al mismo asunto, pero con las nuevas trayectorias. En cuanto lo termine, sacaré de allí algunos datos nuevos para enviárselo a Ud.
Me parece que en el asunto de Gastonia debemos realizar una agitación muy extensa, que abarque y alcance a todo el proletariado de la América Latina, En las tesis de lucha contra la penetración imperialista del 4 congreso de la Internacional Sindical Roja, se ha establecido muy bien las relaciones que deben guardar los trabajadores de las metrópolis y de las colonias. Esta es una oportunidad magnífica, para poner en práctica esas tesis de resolución sobre la alianza de los dos proletariados como medio más eficaz de abatimiento del imperialismo yanqui.
Quería a la vez, pedirle su opinión respecto a los huelguistas de Gastonia (el artículo informativo que le adjunto puede servir, mas o menos para ilustrarte sobre el asunto), para traducirlo y remitirlo a los Estados Unidos, Upton Sinclair, John dos Passos, y otros escritores revolucionarios de los Estados Unidos han dado su opinión respecto de este doloroso asunto, que con serlo, no nos indica más que el principio de un periodo de fuerte agudización de lucha clasista en los Estados Unidos. La espero pues a la brevedad posible.
Tendría interés en releer el número de Labor en que se ha publicado el artículo de Ravines sobre el Thermidor de la revolución mexicana además de los números subsecuente. Puede remitirle a nombre de este sub-comité, a la dirección del epígrafe. Además, el folleto de Ricardo Martínez de la Torres el movimiento obrero en 1919; un trabajo suyo sobre el problema de la tierra publicado en uno de los interesantes números de Amauta.
En todo caso me urge de su valiosa opinión respecto de los huelguistas de Gastonia, ella se publicaría en Labor Defender (Rojo Interna).
Reciba un abrazo fraternal de su compañero.
Jorge Paz

Jorge Paz
Ado. Postal 377
México D.F.-

Paz, Jorge

Carta de Manuel F. Laos, 29/12/1929

Matucana, 29 de diciembre de 1929
A
José Carlos Mariátegui
Lima
C. de mi aprecio:
No quiero tardar más tiempo en enviarle estas modestas líneas de recuerdo y solidaridad. Va esta carta a Ud. y todo los camaradas de "A" y "L" con la satisfacción de hacerles presente, una ves más, la protesta y adhesión del amigo y compañero lejano. Mi silencio no ha tenido ninguna motivación de olvido hacia ustedes. Solo, razones de tiempo me inhibieron, en su oportunidad, el hacer llegar a sus manos, un mensaje más de mi amistad. Sin lugar a duda Ud. sabrá disculparme.
Se deja esperar bastante tiempo el último número de "Amauta". Qué pasa?
La suspensión de Labor, y los incidentes producidos, en esa no hacen nada más que relievar escandalosamente nuestra pobreza espiritual y de hombridad. Con ello se constata la no existencia de varonía en el conglomerado social peruano. Todo se produce. Todo lo aceptamos con conformismo y nada más. Qué bien puede decirse las formidables palabras del lampadóforo Gonzáles Prada, cuando fustigaba a los "ventrales": - ¿Dónde están pues los hombres? En què paraje los caracteres nobles y levantados? En qué lugar las inteligencias de vuelo generoso y libre? .- Si así se continúa asistiremos a la bancarrota de las más bellas aspiraciones anidadas en la consciencia de los hombres honrados y libres. Nos falta unión. Nos falta entereza. Nos sobra egoísmo, conformidad, y, lo más inicuo, mezquindad. No quiero explayarme. Me duele la conciencia. Sufro mucho. Agravándose estas depresiones de ánimo con las tantas iniquidades que me tienen, por estos momentos, el espíritu torturado.
Espero su contestación. Nuestra amistad no debe estar separada por esa barrera del silencio. Hago votos por Ud., y todos los camaradas de esa porque lo acontecido no les debe amilanar sus fuerzas luchadoras; hay que tomarlo como un mero episodio. Preludio de lo porvenir.
Anhelándoles "un feliz año nuevo", me complazco en enviarles mi voz de aliento para seguir luchando por el triunfo de la Causa Nueva, que el futuro ya es nuestro.
En espera de sus contestación, se despide afectuosamente su amigo y compañero que lo aprecia muchísimo, Suyo.
Manuel F. Laos

Laos, Manuel F.

Carta de Samuel Glusberg, 28/12/1929

Buenos Aires, 28 de diciembre de 1929
Muy estimado amigo Mariátegui:
Me apresuro a contestar su carta del 18, que recibí ayer conjuntamente con Amauta, pero sin Variedades que seguramente me llegará hoy. Tengo idea de haberle escrito hace un par de semanas sobre algunos puntos de su carta última. Vayamos a lo más práctico. Calculo que Ud. necesitará para vivir aquí humildemente, por lo menos $ 500 mensuales. Dígame en primer término si Ud. podrá contar con la ayuda de las revistas peruanas. Mejor dicho con las colaboraciones que cobra ahora en dichas revistas o diarios. No estaría demás que se asegurara alguna entrada por intermedio de Waldo: colaborando en The New Republic o en The Nation. La primera paga mejor. Aquí creo que podrá colaborar más o menos regularmente en El Hogar, en Caras y Caretas y en Síntesis. Pero es difícil sacar 200 pesos por mes —todos los meses— de colaboraciones. Con todo, creo que Ud. los sacará mediante la influencia de algunos amigos suyos. Necesitaría, pues, asegurarse por lo menos otros 300. Ya le dije en mi anterior: hemos pensado en Crítica. No es una parte segura. Pero su trabajo debe interesarles mucho, así que no es difícil que le paguen una colaboración cotidiana al margen del telégrafo o cosa así: firmada naturalmente.
Le mando el número 17 de L.V.L. He destacado su ensayo sobre Chaplin para enviar el periódico a todos los directores de revistas y diarios. L.V.L. no puede influir sobre el gran público; pero sí sobre esta gentuza que dirige diarios y revistas. Me he permitido argentinizar algunos términos de su artículo. Dos o tres no más, para no alarmarlos con la diferencia de idioma que aquí fomentan algunos interesadamente. He puesto Carlitos en lugar de Charlot (que por otra parte es cursi entre nosotros) cine en lugar de cinema como dicen los españoles. Y nada más me parece. Ah, he suprimido la cita de Navarro Monzó. Este señor, brasilero o portugués, no es tomado en serio en Buenos Aires. Sus actividades de ortodoxo griego y ‘joven cristiano’ de la Y.M.C.A. lo han desacreditado, aunque a mi juicio es un buen crítico de pintura. Pero él pretende ser un filósofo religioso y escribe ensayos kilométricos sobre Keyserling. En fin, lo que Ud. le citaba no era nada importante.
L.V.L. sale con numerosas erratas. He cambiado de imprenta. De La Vanguardia me fui a La Argentina (los dos extremos) pero en todas partes se cuecen habas. Declaro ahora unas vacaciones forzosas. No puedo, en efecto, sostener por más tiempo el periódico. Trataré en estos meses de arreglar su economía o de lo contrario fundirlo. Y Amauta? Se sostiene? Dígame si Ud. piensa continuar dirigiéndola desde Buenos Aires o dejar la dirección a cargo de algún compañero de Lima. Aquí no espere contar con los socialistas. Son capaces de gastarse $ 100.000 en propaganda electoral; pero no 100 en una colaboración. Algo de eso decía yo en la nota preliminar de L.V.L. Pero he debido cortarla para ganar unas 25 líneas que daban vuelta.
He tenido noticias de Waldo desde Lima. Pero nada sé de él desde su salida del Perú. Los diarios argentinos publican muchas noticias europeas sin importancia; pero muy pocas americanas de importancia. Y ahora una consideración final: creo que el asunto de su movilidad podrá arreglarse en Buenos Aires y que hasta tendrá los más grandes médicos gratuitamente. Claro que el aparato ortopédico habrá que pagarlo y es caro. Sin embargo se conseguirá. La educación de los chicos (¿cuántos tiene?) es importante. Mejor será traerlos a todos aquí. Pero vea usted si tiene posibilidades de hacerlo. Espero poder enviarle a fines de marzo o a principios de abril el dinero para los pasajes. La Vida Literaria proyecta un festival en su homenaje para recaudar fondos e invitarlo en debida forma a hacer el viaje a Buenos Aires. Dígame si Ud. es hombre de dar conferencias porque quizá pueda conseguirle un par de conferencias pagadas en Amigos del Arte. Eso le ayudaría en los primeros tiempos bastante. Espero sus noticias.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Armando Bazán, 12/12/1929

París, 12 de diciembre de 1929
Muy querido José Carlos:
La carta que recibe Vallejo me da el convencimiento que Ud. no ha recibido ninguna de mis cartas. Le he escrito por intermedio de J.M. y de J.C. en más de seis ocasiones. Le he preguntado repetidas veces por el No. del cheque que hicieron a la N.R.F. Esos señores me ofrecieron hacer el envío tan luego me presenté a ellos con los papeles. Fue después, cuando un día fui de nuevo por casualidad, que me informaron que el envío no había sido hecho porque no tenían el comprobante del cheque. Inmediatamente le escribí, le volví a escribir; le encargué a K... y nada. Como nuestro amigo es de lo más olvidadizo, estoy seguro que ni siquiera le habló de ello una sola palabra. Si esta carta tiene pues la suerte de llegar a su poder deme Ud. este dato a la brevedad posible.— Le decía también en mis anteriores que El Mundo no me había escrito y ahora le digo de nuevo que no me ha escrito una sola palabra, ni siquiera dándome las gracias por la colaboración ya Ud. comprenderá que menos pueden hacerlo haciéndome el envío de remuneración. He hecho todo lo humanamente posible por sostenerme aquí en París escribiendo crónicas para periódicos de la América del Sur y en todas partes no he obtenido sino el resultado del Mundo. Vallejo obtuvo la promesa de que me pagarían en Mundial— El mismo resultado: han publicado varios artículos y cuando la persona encargada se presentó a cobrar no le quisieron ni oír. Aquí en París he trabajado en todo lo que puede trabajar un hombre y es así como hasta hoy he vivido. Pero como las cosas se van poniendo difíciles creo que no me queda otro remedio que salir de Francia, no importa a dónde ni cómo.— Si Ricardo o algunos de nuestros amigos puede, encárguele Ud. de reclamar 4 ó 5 artículos míos que Mundial no debe haber publicado. Algunos de ellos pueden serle interesantes.
La situación de casi todos nuestros amigos es ahora indecisa en París. E.... debe embarcarse próximamente. Vallejo también tiene el proyecto de ir al Perú. Yo voy a ensayar un viaje a España mientras me sea posible seguir a nuestros compañeros si así se juzgara necesario.
Este viaje en todo caso lo haré dentro de dos o tres meses; de tal manera que espero aquí su contestación.
No hemos visto sino el N° 25 de Amauta.— Le envié junto con varios poemas y crónicas de libros, míos, un artículo de Marta Vergara, escrito exclusivamente para nuestra revista. No sé tampoco nada de ello. Esta dificultad de comunicarnos es el más grande daño que nos pueden hacer a todos.
Bustamante, que se encuentra de paro aquí en París, no ha cambiado ni una línea en su manera de ser. Siempre anda como la lagartija metiéndose por agujeros invisibles con tal de escaparse de nuestras manos. Así es en todas partes.
La Librería Cuesta recibe y ha recibido siempre puntualmente la revista. Hace también todo lo posible por propagarla. Es entre todas las revistas que recibe, de América y de España, la más buscada.
No sé nada de su casa. Julia no ha contestado ninguna de mis cartas. No sé si ella también está comprendida en la censura— ¿Y los chiquillos? y Anita?
Le envío adjunta una carta para el Director de El Mundo. Haga Ud. de ella el uso que crea conveniente. Si le llegaran hacer algún pago y si la suma tuviera alguna importancia hágame Ud. un giro por cable. En ese caso con toda certeza me iré a España, siempre como le digo anteriormente, dentro de dos o tres meses.
He trabajado intensamente. Trato y he tratado de hacer siempre por poner luz en esa ignorancia compacta con la que se viene de América y a la que Ud. mi querido J. C. comenzó a dar los primeros golpes maestros. Tengo un libro de cuentos, que aunque no los juzgo de fibra noblemente revolucionaria tienen el valor de haberme servido de gimnasia. Si Vallejo va a Lima le encargaré muchísimas cosas para Ud. Él le será de un alivio enorme. Él es de los más fuertes y de los más nobles; de los que con mayor amor se han inclinado y reconocido el valor de la nueva obra en América.
Escríbase Ud. siempre con mi dirección a 11 Av. de L’Opera —Grds. Journaux— —Yo recibo regularmente mi correspondencia— Le encargo mis más cariñosos recuerdos para Anita y los niños. Reciba el abrazo fraterno de
Armando

Bazán, Armando

Carta de la Asociación Nacional de Periodistas [Perú], 22/11/1929

Lima, 22 de noviembre de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui
Washington 544
Lima
Por encargo de la presidencia cito a Ud. a la sesión de junta general extraordinaria, que se efectuará, en nuestro local, el 23 del presente a las 6 y 30 pm.
Asunto que se tratará preferentemente el relacionado con la expedición del carnet.- Tercera citación - (Las anteriores se han hecho por los diarios).
El Secretario.

Asociación Nacional de Periodistas del Perú

Carta de Luis A. Rodríguez O. (Luis de Rodrigo), 25/10/1929

San Francisco, California, October 25 th, 1929
Mi querido Mariátegui:
Hace algunos meses que abandone "El Imparcial". Era logico. Me asfixiaba esa atmósfera de estupidez burguesa y cobardía astuta. Ahora trabajo en una oficina comercial, pero no se cuanto durara esto. Aquí todo es desproporcionado, intempestivo, inestable...I los americanos tienen una alegría infantil para crear y re-crear.
Recién un amigo me trajo, de aquel malhadado papelito, el paquete que se sirvió enviarme conteniendo su libro y varios números de la revista. Mis rendidos agradecimientos por todo, incluso la bondadosa dedicatoria. Me preparo a leer todo con un interés extraordinario. En "Hispano-America", otro semanario con el que estoy en contacto, publicaré una impresión sobre su libro. Ya la conocera.
En la Universidad de California conocí a Arturo Torres Rioseco. Hablamos sobre el movimiento intelectual peruano, chileno, etc. Recordamos a Ud. con todo cariño. Él ha publicado, entre otras cosas, un libro de Cuentos Chilenos y ahora sea coleccionar otros de Cuentos Peruanos. Podría Ud. mandarme todos los cuentos que de los compañeros consiga Ud. para este libro? Yo le prometí a Rioseco escribir a Ud. , y espero que quiera hacernos este favor. Envieme la revista y agregue Cocaina y Mamiferos de Lujo que he prometido a una amiga americana muy inteligente. Enviare a Ud. un giro por la cuenta. Dispense las molestias y mil gracias, compañero.
Ignoro si dentro de algunos meses estare en Lima o si vagare por aqui algunos años. Who know the book of the fate? - se preguntan estos a instante. Como saber que trances insospechados tendra esta aventura? Pero de todos modos, espero que algún día pueda contarle mis impresiones. Me acerque a The School of Laborers. Ya le contare...
Me escribirá? Lo espero. Mi afecto para su esposa y babies. Saludos a los compañeros.
Cordialisimamente
Luis A. Rodríguez O.
Mi dirección:
Luis A. Rodríguez
Peruvian Consulate
510 Battery Street
San Francisco, Calif.

Rodríguez O. Luis A. (Luis de Rodrigo)

Carta de Ramón Alzamora Ríos, 17/10/1929

Santiago, 17 de octubre de 1929
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
Estimado amigo:
Pronto le escribiré sobre la verdadera situación del país. Estoy estudiando en el terreno las cosas, apartándome de toda versión de amigos y compañeros.
Le incluyo el reportaje que fue [...] El Mercurio de Valparaíso y que reprodujo el de Santiago. Además, le remito la carta particular que nos envía un muchacho empleado de Arica, en la cual se refiere a un artículo suyo publicando en la revista Mundial.
Hasta la fecha no nos ha presentado a la Cámara. Debe hacerlo en la primera sesión de reapertura, que posiblemente sea el [...] del presente.
Lo abraza su compañero.
R. Alzamora.
P.D. Saludos para el comp. Martínez de la Torre.
Dirección: Ramón Montero
Calle Cuevas No 1139
Santiago.

Alzamora Ríos, Ramón

Carta de César Miró, 27/9/1929

París, 27 de setiembre de 1929
Querido José Carlos:
He esperado desde hace tiempo noticias suyas y no sé a qué atribuir este largo olvido en que me tienen todos en Lima. No recibo desde hace largos meses ni una sola carta que me diga algo de Ud., de Amauta, de nuestra Amauta. No sé tampoco si llegaría en su poder mi libro, que le envié tan luego pude disponer de un ejemplar. En carne propia he sentido por primera vez esa cruel tiranía de los editores.
El Inca, ofreciéndome las condiciones más ventajosas, sólo me ha dado derecho al 10% de la edición.
Supongo que habrá tenido Ud. noticia del raid Montevideo-México realizado por Blanca Luz, así como de nuestra separación que, aunque data de una fecha menos lejana, no habíamos querido anunciar a nadie aún. Hace en estos días precisamente un año que resolvimos, con toda la serenidad que el caso requería, orientar nuestras vidas en diferentes direcciones, ya que no nuestras ideas.
Hoy, en París, creo que ha sido una verdadera y acertadísima solución en favor de nuestra inquieta bohemia de 20 años. Así hemos de vivir con más hondura, tal vez.
He visto a Bazán y a Heysen. Ravines no está en París y Jorge Seoane volverá de Avignon en estos días. He llegado solo y se me ha recibido con soledad. Bazán vive en Chaville, a dos horas de París, y por esta causa no es fácil verlo con frecuencia.
Consuelo Lemetayer y Laura Rodig me encargan un saludo muy cariñoso para U. Le adjunto un artículo sobre esta última y algunas reproducciones de sus obras. Me pide Consuelo que le diga que ha recibido su carta, así como la que va dirigida a Ravines. Le contestará en estos días. Me dice también que ha conseguido algunas suscripciones para Chile que le enviará. A propósito, si Ud. me autoriza, puedo gestionarle yo también la difusión de Amauta entre el elemento latino-americano. Me encantaría poder ayudarlo y contribuir, aunque sólo sea en una forma pequeña, en la labor de colocar Amauta en el lugar que le corresponde.
Entrevisté a Barbusse hace algunos días en la redacción de Monde. Me habló entusiásticamente de Ud. y de Amauta. La próxima semana partirá nuevamente hacia Moscú. No le envío el artículo porque se publicará en El Comercio (tal vez), aunque me temo que esta gente me corte las alas uno de estos días.—Escríbame al Consulado. No me olvide. Me produciría un dolor enorme pensar que su relación conmigo no sea sino un reflejo del afecto que tiene por Blanca Luz. Tenga fe en mí que ya estoy hecho. Ahora tengo un poco más de 20 años y un mucho más de vida. Y créame, sinceramente, que he pensado más de una vez en volver a Lima para trabajar al lado de Ud. Dé mis recuerdos a Anita. Bese a sus chicos.
Lo abraza su compañero
César Alfredo

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta de Samuel Glusberg, 20/4/1929

Buenos Aires, 20 de abril de 1929
Mi querido amigo y compañero:
Por fin puedo acusarle recibo de su carta y contestar a su pregunta acerca de la edición en Buenos Aires de su Defensa del marxismo. Creo que le voy a encontrar editor aun en el caso de que La Vanguardia no acepte la obra. Puede pues, enviármela. En cuanto a las condiciones me parece que pueden regir las mismas que le ofrecí para editarle El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy en Babel. Vale decir: una quinta parte de los ejemplares para Ud. en concepto de derechos de autor y otra quinta parte consignada a Amauta para su venta en el Perú al precio y comisión que Ud. indique. Así de hacerse 1500 ejemplares que es lo que yo pienso que se debe hacer de la Defensa del marxismo 600 irán al Perú y 900 quedarán aquí para ser vendidos en la Argentina y demás países de América
Cuando conozca todo el material de El alma matinal le diré cuantos ejemplares hará Babel.
Ha fracasado la edición de Seis ensayos en busca de nuestra expresión. En pocas revistas americanas se han ocupado del libro. Hice mil ejemplares; se quedaron con 50 en España; le di al autor 100 y se habrán vendido aquí otro tanto o menos. ¿Por qué no hace Ud. un artículo sobre este libro para Amauta? Me permito indicárselo porque vi en su “Proceso de la literatura” una referencia muy amable para el autor.
La Vida Literaria reapareció al fin. Su carta no ha influido poco en mi decisión de sacarla por tercera vez. Creo que ahora aparecerá regularmente una vez por mes. La imprimo en los talleres de La Vanguardia y a un precio ventajoso. Este primer número que Ud. recibirá con esta carta ha salido con numerosas erratas. A causa del 1° de Mayo y de las tiradas extraordinarias de los periódicos obreros lo han hecho con premura y sin corregir varias páginas. En mi nota sobre su libro se deslizaron varios cambios de palabras, un estilo culto que choca mucho y otros disparates menores. Desde luego, su obra merecía una página más detenida. Pero yo no estaba ni estoy en condiciones de hacerla. Es mucho para un solo hombre buscar las colaboraciones, los anuncios, corregir las pruebas y llenar unas cuantas columnas. Sobre todo, los inconvenientes materiales lo aplastan a uno y lo inutilizan cansándolo. Pero seguiré porque creo que se puede hacer una obra necesaria. Cuando pueda envíeme su colaboración. ¿No puede opinar sobre el tópico hispanoamericano? Me interesa conocer su opinión aun cuando la sospecho a través de muchas de sus afirmaciones de Amauta.
Aquí padecemos en los diarios y revistas burgueses la colaboración excesiva de los españoles y no de los mejores. Por un Araquistáin o un Pedroso, un Camba o un Ortega y Gasset hay treinta galleguetes dispuestos a quedar bien con los editores de Madrid remitiendo notículas sobre las traducciones que publican allá.
Los principales enemigos de L.V.L. fuera de los reaccionarios y clericales de Criterio y otras revistas católicas son los libreros españoles.
Yo no soy nacionalista ni americanista pero creo que no puede ser óbice para que yo defienda el libro nacional y la colaboración de los americanos cuando uno y otros son superiores. Claro que eso no sucede siempre. Pero en La Nación, en La Prensa, en Caras y Caretas, El Hogar, etc., se pospone la colaboración local y no la de cualquiera sino la de un Quiroga, un Cancela, un Gache para publicar las genialidades de Ramón y otras cosas peores o menos interesantes. Y es que se procura halagar el patrioterismo de los almacenes españoles que dan avisos. Y es que los directores de las revistas argentinas son españoles y se pasan la vida hablando de la madre patria y dando cuenta de todos los homenajes al Rey y a la reina. Bueno. Le estoy dando la lata. Pero es un placer cambiar unas palabras con Ud. a través de tanta distancia.
Y a propósito: me dijeron que Ud. piensa venir a Buenos Aires. ¿Qué hay de cierto en eso? Si no lo acaparan los desterrados profesionales, tipo Fernán Cisneros y otros latinoamericanistas, creo que Ud. puede hacer un gran papel aquí y hasta ganar una buena cantidad de pesos dando conferencias. Cosa que supongo le hace falta a Ud. y a Amauta para seguir viviendo.
La Sociedad de Escritores que preside Lugones estoy seguro de que lo ayudaría grandemente y todos los que lo admiramos y estimamos también, cada uno en lo que puede.
Espero sus noticias y el envío regular de Amauta y Labor. Mientras le mando un abrazo de compañero y amigo
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Luis A. Rodríguez O. (Luis de Rodrigo), 15/4/1929

San Francisco, 15 de abril de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima.
Querido y recordado compañero:
Sentí de veras no haberle podido ver cuando estuve de paso por ésa. Cierto día en que fui a su casa, un simpático pequeñuelo —creo que sería Sandro— salió a mi encuentro, indicándome que Ud. en ese momento se encontraba muy ocupado, atendiendo a algunas personas.
Preocupaciones de todo orden, a cual más duras y aplanantes, me impidieron luego volverlo a buscar. Enseguida partí para esta ciudad saxoamericana donde el proceso de mi vida adquiere un viso álgido. No he tenido, pues, la suerte de cumplir uno de mis más vivos deseos al llegar a Lima: presentarle el testimonio de mi admiración personal y darle un fuerte, un cordial abrazo. Pero juzgue mi afecto, compañero, a través del que ahora le envío con estas líneas, hilvanadas apenas las faenas de esta aplastante vida yankee me dejan un respiro.
Después de algunos contrasuelazos y volatines, he caído en El Imparcial, semanario de habla hispana en San Fco. Figúrese una publicación de mentalidad específicamente burguesa e ingenuidad provinciana, pero sin el arresto limpio, fuerte e inteligente de nuestro provincialismo, por ejemplo. Desde el primer momento traté de hacerlo virar hacia la izquierda, aunque fuese lubricando sólo un tanto los ejes de orientación; pero lamentablemente el cartaginés del propietario echó por tierra mis planes. En comentarios rapidísimos, sin embargo, he lanzado algunas flechas incendiarias y por cualquier resquicio soplaré mi pólvora.
La posición del periódico es estratégica: defensa de los intereses de las colonias de habla castellana —españoles e hispano-americanos; en su mayor parte mexicanos estos últimos— frente a la hostilidad rubia; pero ni el hebdomadario sabe ni quiere sacar partido de su situación ni aquellas colonias tienen la menor consistencia solidaria.
Entiendo que aquí hay alrededor de 20,000 mexicanos; y créame Ud., compañero, actúan y se mueven en tal forma, piensan de tal manera que son capaces de socavar la fe del hombre mejor templado. La pasión política y disgregación de conciencia son tales, que allá donde se juntan dos mexicanos hay una revolución cargada de dinamita. Tal vez sea la energía desviada de la raza destinada a fecundas creaciones con abonos de sangre; pero mientras se corta las arterias, el Tío del Mundo se nutre de sangre azteca y ríe a caquinos de la opereta democrática, de los miles de generales presidenciables, de las cien revoluciones por minuto, etc., etc.
Y aquí se conocen datos ciertos de que todos esos que se presentan con la aureola apostólica antiimperialista, caen secretamente de rodillas ante la Secretaría de Estado yankee implorando ayuda y misericordia.
A título de referencia aquí le presento dos casos: poco antes de que yo llegase, Vasconcelos ofreció una conferencia, creo que en el Liberty Theatre situado en Broadway, centro de concentración latina. Se imaginará Ud. que una imponente multitud de nuestra raza acudió a escuchar al líder. ¡Admírese, compañero! El público estuvo compuesto escasamente por doscientas personas. De éstas la mayor parte fueron suramericanos; y de éstos —consuela decirlo— la mayor parte fueron peruanos.
Poco antes de producirse la revolución de los Escobar, Aguirre, etc., un buen día apareció en el Examiner —uno de los tantos órganos del cínico Hearst— un artículo en que señalaba la necesidad imperiosa y urgente de “adquirir” la Baja California, sobre todo por razones estratégicas, tanto para la defensa del Canal de Panamá como de los estados saxoamericanos del Pacífico. Como aquí se siguen paso a paso los planes de Inglaterra, no hay duda de que The Low California pasará a la Unión Saxoamericana el día menos pensado, y todavía con el asentimiento de muchos, muchísimos mexicanos. ¡Y lo de Sandino y lo del Canal de Nicaragua! Vea Ud.: he conversado con muchos nicaragüenses y el 99% opina que Sandino no es más que un vulgar salteador de caminos...
Hay para jamás acabar. Cuando esté más tranquilo, ordenaré mis notas y tendré el gusto de mandarle algunos artículos sobre estos puntos, para Amauta. Poseo ya extensas observaciones sobre la vida yankee que sucesivamente le haré conocer.
No me traje más que un número de Amauta, del cual me estoy valiendo para hacer conocer el mérito y orientación de la revista entre mucha gente de ésta; poniendo de relieve, al mismo tiempo, la destacada y beneficiosa labor intelectual de Ud. Le quedaría reconocido si, por lo pronto, me enviase, con la dirección que más abajo le indico, siquiera un ejemplar de cada número. Al mismo tiempo me interesa conocer y hacer conocer en ésta su libro 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana. ¿Podría Ud. mandármelo?
Luego le enviaré algunos poemas míos para que me haga la merced de publicarlos. Felizmente acá recibo Repertorio Americano y esto me salva un tanto de la mediocridad y estulticia ambiente.
Ya ve, compañero, que mantiénese firme mi solidaridad ideológica y espiritual con el grupo de Amauta —Espero que no olvide que estoy en acecho captador de muchos aspectos de problemas que nos preocupan. Nuestra conexión es, pues, de verdadera importancia para la causa en que militamos. Saludos a todos los compañeros.
Lo abraza fraternalmente
Luis A. Rodrigo
Mi dirección:
Luis A. Rodríguez O.
1027 Pacific Street.
San Fco.. de Cal.
U.S.A.

Rodríguez O. Luis A. (Luis de Rodrigo)

Carta de Baldomero Sanín Cano, 21/3/1929

Bogotá, 21 de marzo de 1929
Señor Don
José Carlos Mariátegui
Lima
Mi excelente amigo:
Estoy en deuda con Ud. No puede figurarse el placer tan grande que me ha proporcionado la lectura de su invaluable volumen de Siete ensayos de Interpretación de la Nacionalidad Peruana. A más de ser un análisis fecundo de la vida de ese pueblo tan interesante, tan lleno de alternativas, es una obra de justicia del punto de vista americano y del de la moral universal. Es una vindicación razonada, “Materialista”, como Ud. dice, y antirromántica de una clase social y de un principio. El caso del Perú que Ud. describe y desmenuza con tan agudo sentido histórico y con tan estrecho contacto con las realidades es el de algunos departamentos de Colombia. Para los pocos que aquí nos ocupamos en el estudio de esos problemas su libro es un derrotero, a trechos es una revelación.
Movido por los mismos sentimientos de equidad que Ud., tampoco soy criollista en el sentido estrecho que los literatos y algunos filósofos americanos (libreamericanos) le dan a este concepto. Mi educación oficial, tuve que rehacerla al comprender lo falso e incompleto de su contenido al llegar a la edad madura. Si a esa edad no hubiera pasado 16 años de mi vida en Europa, tratando de rectificar las nociones recibidas en la escuela y en los colegios y de corregir la experiencia de muchos años de lucha en este país, yo sería un ente todavía más incompleto de lo que soy. Me siento como Ud. occidental, aunque profundamente “libreamericano”.
Son muy atinados sus juicios literarios, de los cuales hay algunos que aprecio sin conocer la obra de los autores a quienes se refieren. Los que tratan de autores que me son conocidos me parecen muy bien fundados. En todos ellos la doctrina es amplia, desinteresada del punto de vista literario y bellamente expresada. La expresión es la virtud predominante del libro: hay una claridad, un desembarazo, una sencillez que cautivan al lector y le dan realce al pensamiento. Su bella manera de escribir justifica aquella definición de Oskar Loerke: “Der Geist des Stoffs heisst Form”.
Recibí también los números de Amauta y de Labor que ha tenido la gentileza de enviarme. La obra que Ud. realiza en esas dos publicaciones impone admiración y respeto por la tenacidad del empeño y por la fe de que dan testimonio en la exposición de la doctrina. Reciban Ud. y sus colaboradores el aplauso más sincero, nacido de mi deseo y de mi incapacidad de imitarlos. Mi país pasa en estos momentos por un período de achatamiento en lo ideal, que debe asemejarse mucho a la represión causada en el Perú, según Ud. la analiza, por la fiebre del guano y del salitre. Media una diferencia. Aquel estado provenía en su patria de una prosperidad efectiva que resultó efímera, el estado actual de Colombia es más peligroso porque se funda en una esperanza: ha sido designado con gran precisión en mi sentir con el título de “prosperidad a debe”. La frase de Jaurès citada por Ud. acerca de la incertidumbre de la prosperidad industrial en estos días de adelanto inesperado en la técnica, es para nosotros una amenaza.
Su libro es una obra libreamericana de valor incontestable por la enseñanza que contiene y es, por la forma, de una eficacia cautivadora. Reciba mis felicitaciones y crea en la amistad y en la admiración de
B. Sanín Cano

Sanín Cano, Baldomero

Carta a Artemia G de Falcón, 10/12/1920

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Querida madre:

En estos últimos días me han llegado dos cartas tuyas, una del siete y otra del veintisiete de octubre. También he recibido un retrato tuyo y otro de tu padre. Me explico el retardo por la distancia que han tenido que atravesar y las estaciones que han hecho hasta llegar a mí.

Tan pronto como reciba el retrato de tu madre mandaré hacer las ampliaciones. Te lo prometo formalmente. Quiero que la hagan aquí, en Italia, donde se hacen verdaderos prodigios fotográficos. Si el retrato de tu madre me llega antes de mi regreso a España, yo mismo contrataré las ampliaciones. En caso que las reciba en España, se lo mandaré a Mariátegui para que él lo entregue al fotógrafo con quien yo haya anticipadamente hablado.

Me ha causado mucha pena que hasta el veintisiete de octubre no te habían pagado la mensualidad de setiembre. Constantemente pienso en la manera de conseguir que te paguen con regularidad, pero no lo encuentro. Tú sabes bien que esto es imposible en las oficinas del gobierno. Ahora se habla en Europa de una contrato hecho con una casa inglesa para que le pague a todos los empleados peruanos en el punto donde se encuentren. No sé si ya estaré comprendido entre ellos ni si el contrato se llevará a efecto. Si me trasladan el pago a España, pediré que me paguen todo mi sueldo directamente y te pasaré tu pensión con toda puntualidad. Esto me parece lo más seguro. Por lo demás, creo que toda gestión que haga a la distancia será completamente inútil.

En estos días voy a ver a Osores. Le pediré una carta de recomendación para Perez Figuerola, con la cual es posible que consigas la beca para uno de mis hermanos.

Me imagino cuanto te hará sufrir la madre de Del Águila. tiene que ser una mujer exigente y muy […], incapaz de armonizar su vida con las de otras personas extrañas. Debes dejarla vivir lo más independiente posible. Como sería una maldad negarle alojamiento, procura cuanto puedas que viva en la casa como si habitase en otra distinta. De este modo te cansará menos molestias.

Mucho también me ha afligido saber que te encuentras nuevamente en trances de litigios judiciales. No te apenes por eso. Tú paga hasta donde te alcance tu renta. ¿Qué puedes hacer si no tienes más, si la irregularidad con que te pagan desequilibra tu presupuesto?

Para todo lo que se te ofrezca en estas cuestiones judiciales ve a un muchacho Leonardo Campos, muy amigo mío. Trabaja en el estudio de […], en la calle de Santa María. es un hombre muy enterado del asunto. Seguramente te atenderá con solicitud. Háblale en mi nombre. Dile que no le he escrito hasta ahora por desconocer su dirección.

Quisiera escribirle a Alicia y a Teresa una carta especial, pero me da mucha pena decirles que tú te quejas de ellas dolorosamente y recomendarles o pedirles que sean más buenas contigo. Me parece que ellas no necesitan que yo se los pida. Ellas saben como yo cuanto cariño, cuánto dolor te debemos todos. Nunca me he sentido más triste que al leer tu carta. Jamás esperé que mis hermanas te hicieran decir que prefieres morirte a vivir con ellas. Seguramente tú lo has dicho como una frase, sin darle a las palabras su verdadero sentido. Pero a mí me han hecho mucho daño. Tanto como seguramente le harían a Alicia o a Teresa si las […].

Yo espero que no te darán motivos para repetirme tales palabras. Léeles este pedazo de la carta. Estoy seguro que ellas mismas, con su comportamiento, te harán desmentirme lo que me has dicho.

En cuanto a lo que quiere aprender Humberto, yo no puedo decir nada. Tú debes resolverlo de momento con él. Me parece, sin embargo, por las cartas que te escribe, que aun está muy atrasado en su educación corriente.

Ahora estoy pasando más días en Roma. Dentro de poco iré a otras ciudades italianas. A España regresaré en los primeros días del mes próximo.

Durante mi viaje por Italia escribo artículos para "El Liberal" de Madrid. Ya he publicado algunos. Según el arreglo que he hecho, el valor de este trabajo me lo pagarán cuando regrese a Madrid. Pienso utilizar parte considerable del dinero que reciba en hacerte un regalo.

No olvido que te debo varios. Muchos abrazos para todos mis hermanos. Para ti uno especial, con todo mi corazón.
César.

Roma, 10 de diciembre de 1920.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 3/2/1920

Querida Madre:

Acabo de recibir tus cartas del 21, 26 y 30 de noviembre y del 20 de diciembre, asó como las adjuntas de mis hermanos. No he querido aplazar por más de una mi respuesta, y en el acto he cogido la pluma para escribirte.

La noticia de la muerte de Juan me ha llenado de tristeza. No podría esperarla jamás. Creía que ya se encontrase restablecido y , por eso, en mis cartas anteriores te he encargado saludos para él.

Tu no puedes imaginarte como nos hace sufrir una noticias semejante cuando estamos solo, en una ciudad extraña, rodeados de personas indiferentes, incapaces de solidarizarse ni con el más pequeño de nuestros dolores. Por esto he sufrido doblemente. Tú sabes que, a fuerza de quererlo, lo consideraba como un hermano.

Tanto como esa noticia me ha afligido la de tus padecimientos. Me habría gustado conocer la primera para saber, al mismo tiempo, que habías sufrido mucho. Se que una desgracia, por pequeña que sea, no puede pasar junto a ti sin arrancarte lágrimas. Pero, ya pasado el triste suceso, es necesario que te sobrepongas y que trates de cuidarte lo mejor posible, tanto por ti como por nosotros. Ya ves que te lo pido también por nosotros, por mis hermanos y por mí mismo que no aceptaría permanecer aquí un mes más, aunque en Lima me esperasen momentos desagradables de lucha y de pobreza, si supiese que mi ausencia te hace sufrir.

Tu sabes que nunca he hecho nada contra tu voluntad y que siempre me he preocupado, sobre todo, tu tranquilidad y tu bienestar, aunque la suerte, desgraciadamente, no me haya permitido nunca proporcionártelos en la amplitud de mi deseo. Hoy sigo queriendo proceder en la misma forma. Si tu quieres que vuelva, dímelo y renunciaré enseguida y volveré junto a ti. En mi voluntad manda más tu deseo que el mío propio.

Con gran sentimiento me he enterado de tus estreceches económicas. No necesitabas puntualizármelas. Tenía por fuerza que darme cuenta de tu situación.

La distancia que nos separa me imposibilita para atender inmediatamente a tus demandas. Comprendiéndolo así, te dejé asegurada la pensión en esa y cuyo primer cobro habrás efectuado ya. No conté, irme pesa en el alma, con una desgracia tan grande como la que acaba de ocurrirnos. Créeme que ahora me parece que he derrochado estúpidamente hasta el dinero que he gastado en comer. Tú sabes que te lo habría dado todo.

Las circunstancia me fuerzan a resignarme. Tu también, cuya situación tiene que haber […] a la fecha, debes olvidar los sufrimientos pasados y preocuparte ahora solo de vivir lo mejor posible.

En el ministerio debes cobrar, mensualmente, veinticinco libras. No sé cuanto te pagará Ruíz Braco, pero supongo que, en ningún caso ser menos de cinco libras mensuales. Todo esto hace un total de treinta libra que debes recibir, con seguridad, todo los meses.

Te suplico que de esta suma le entregues a Del Aguila, para que satisfaga un favor que he pedido, cuatro libras mensuales. Tres repártecelas a mis hermanos y el saldo, los veintitrés restantes, gástalas en la casa. No creo, por supuesto, que con tal cantidad puedan vivir espléndidamente, mas te doy todo lo que tengo. Sin embargo, si aun es demasiado pequeña esa renta, dímelo y yo, de mi pensión, aunque es bien exigua pues solo me quedo con veinte libra, te mandaré algo más.

Espero, por otra parte, poder cobrar también los artículos que mando a "El Comercio". Voy a escribirle en este sentido y lo que me den haré que te lo entreguen a tu por intermedio de Del Águila. Si consigo esto y Ruíz Bravo te paga más de cinco libras, solo te pido que en lugar de cuatro le des cinco libras todos los meses a Del Águila.

Si mis hermanos, Alicia, Antonieta y Teresa principalmente pueden mandarme todos los meses, por un giro, la cantidad que les corresponda en las tres libras, […] claramente lo que quieren que les compre aquí. Yo lo haré con mucho gusto y con toda puntualidad y llegaré hasta poner, si faltasen, algunas pesetas, no muchos desde luego.

De tu pequeña renta puede dedicar una y media o dos libras a pagar una criada de servir o una cocinera, satisfaciendo hoy el justo, muy justo y cariñoso deseo de Alicia.

De tal manera me parece a mí que puedes organizar modestamente tu casa y vivir tranquila. Por supuesto, cuento para proponértelo con que tú lo que quieras así. En todo caso debes proceder como te parezca más conveniente, que a mí siempre me parecerá bien.

Lo importante es tu tranquilidad. Quiero que estés alegre y contenta y que tus próximas cartas no me cuenten tantos sufrimientos como las que acabo de recibir.

Osores, según me he enterado en los periódicos de Lima, ha salido del ministerio a fines de enero. Espero que antes te haya concedido la beca a Humberto. Si no ha sido así escríbemelo para ver que gestiones puedo hacer por conseguirla.

Yo paso buenos días en Madrid. Es una ciudad alegre y hermosa. Ya tengo algunos amigos y con ellos, personas muy inteligentes y de gran renombre, estoy en las tarde y en las noches.

Ahora me dedico a trabajar. Estoy escribiendo, como te dije en carta anterior un libro y voy a escribir algunos artículos para los periódicos. Todo esto, como tú comprenderás, me reporta una gran reputación, pero ningún dinero. Y yo no sé hasta cual de las dos cosas debemos preferir.

Tus cartas me llegan con mucho retraso. Ponles esta dirección a ver si llegan con más prontitud.

César Falcón
Consulado General del Perú
Madrid España
Vía Panamá- Nueva York

Puede ser que por esta vía consiga recibirlas siquiera en un mes.

Si Jorgito, a quien te encargo besar especialmente, necesita respirar aire marino, me parece que mejor sería que te fueses a vivir a un balneario próximo a Lima. Tú resolverás.

Abraza en mi nombre a todos mis hermanos, saluda a Del Águila y agradécele por mí los bondadosos servicios que te presta y tú recibe un beso y un abrazo de tu hijo.

César.

Madrid, 3 febrero de 1920.

P.D ¿Te has encargado de mandarme el cuento "Mi hermana Jacoba"? Dile a Alicia que me escriba en papel de carta y fino, como el que yo uso.

Falcón, César

Carta a Humberto del Águila, 3/2/1920

Mi querido Humberto:

Cartas de mi madre me dan noticias puntuales de los servicios que les ha prestado usted desde su llegada a la casa y particularmente, la triste ocasión de la muerte de Juan. Yo le estoy, por todo ello, muy agradecido. Nunca dudé de su afecto ni de su sinceridad. Pero las deferencias extraordinarias de usted para mi madre me obligan a creerlas más y a sentirme siempre a su absoluta disposición.

Mi pobre madre, cuyo sentimiento por la muerte de Juan la […] en toda su intensidad, se […] de al entierro de Juan no hayan asistido sus amigos. Yo, querido Humberto, casi no me sorprendo de esto. Me parece una cosa característica de Lima. Lo mismo habría pasado si, en lugar de ese pobre muchacho que no tuvo en vida sino su bondad sin límites, hubiese sido yo el muerto. En nuestra ciudad - ¡Cuánto me aflige decirlo! - no hay afecto. Jamás olvidaré que al embarcarme, después de escribir diez años en los periódicos durante los cuales usted sabe cuanto hice y cuánto serví, solo fueron a despedirme usted y dos amigos más, compañeros de última hora y sin nada personal que agradecerme. En cambio, muchos periodistas madrugaron para despedir a uno de sus camaradas de prostitución en los fumadores de opio.

No quisiera recordar nada de esto. Pero lo hago para resaltar a mis propios ojos la noble actitud de usted y obligarme a mayor agradecimiento.

Su silencio me ha contrariado un poco. Hubiera querido, anhelaba tanto recibir carta suya que, al llegar al correo sin ella, me he sentido —créalo usted—espiritualmente desorientado.

Le suplico escribirme con frecuencia.

En carta reciente le digo a mi madre que, una vez organizada su renta, le de a usted cuatro o cinco libras mensuales. Le encargo entregárselo a Beatriz. Si necesita dinero, como suele acontecer, pídalo en mi casa. Ahora mismo le escribo a mi madre para que se lo proporcione y, a fin de que esté siempre en disponibilidad de hacerlo escribiré más artículos para los periódicos de esa.

¿Qué ocurre en el Barrio Latino? No tengo ninguna noticia desde hace dos meses.

Salude cariñosamente a Fernández y a las pocas personas que conoce como amigos nuestros.
Afectuosamente lo abraza
César Falcón

Madrid, 7 de febrero de 1920

P.D. Vea usted a Valle a quien encargo gestionar de "El Comercio" el pago de mis artículos y enviar el dinero a mi madre por intermedio de usted.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 25/2/1920

A doña Artemia G de Falcón

Mi madre en Lima

Querida madre:

He recibido tu carta del dos de enero y otra posterior cuya fecha por no tenerla, no puedo previsarla. Me ha tranquilizado saber que la enfermedad de Jorge no es seria.

Casi no me ha sorprendido la actitud de Ruíz Bravo. Lo esperaba. como buen farsante ha esperado mi ausencia para negarse a cumplir un compromiso que claramente contrajo. En el primer momento quise escribirle, tratándole con dureza, pero pensándolo mejor, he resuelto no hacerlo en ningún sentido. Algún día, tal vez pronto, podré cobrársela.

Esta carta llegará a ti muy tarde para que esos artículos puedan publicarse. Sin embargo, que los vea Del Águila y si alguno no ha perdido sus actualidad que se lo lleve a Cisneros para que la publiquen en la "La Prensa", por supuesto sin cobrarlo. Hoy mismo le escribo al doctor Durand haber si consigo que me pague algo por los artículos que le mande a su periódico. Esto, desde luego, tardará mucho.

Creo, mas bien, que "El Comercio" me dará algo. […] a Del Águila para que vea a Valle a quien le he encargado gestionarme este asunto.

Siento lo que ha hecho Ruíz Bravo, porque destruye el presupuesto de entrada que te envié en mi carta anterior. Por suerte no te faltará dinero para comer. En lugar de cuatro libras que te pedí le dieras todos los meses a Del Águila, dale dos solamente. Así te quedarán siempre veintitrés libras mensuales. Las propinas para mis hermanos sácalas de los que de "El Comercio", si no da nada, yo veré la forma de mandarle algo.

Te mando una carta para Enrique […] Arroyo, secretario de la Dirección de Instrucción, quien es muy amigo mío y podrá servirte en cuanto quieras para matricular a Humberto en Guadalupe.

Le escribo también a Antenor Fernández, muchacho muy activo, pidiéndole que vaya a casa y te sirva en lo que necesites. A él puedes confiarles muchos ensayos. Es uno de los que conmigo en "El Tiempo" y en "La Razón.

Veo que no te has quedado corta al pedirme regalos. Todos ellos, tasados a la ligera, importan cuatro mil pesetas; es decir mil setecientos soles. Calcula hasta donde podré adquirirlos.

No obstante, haré un esfuerzo y el mes entrante procuraré mandarte un abrigo. Quiero que lo tengas para tu cumpleaños.

En estos días le voy a mandar unos regalitos preciosos.

Dime si te atienden debidamente en el Ministerio.

Diles a Jorge y a Humberto que es muy difícil mandar una bicicleta desde aquí. Cuando gane un poquito de dinero les daré para que la compren allá.

El ocho le escribí una carta a Alicia. Espero que ya la haya recibido.

Besa y abraza a todos mis hermanos, y tu, madre pedilona, recibe un abrazo muy fuerte de tu hijo.

César.

Madrid, febrero el 25 de 1920

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 24/05/1920

A dona Artemia G. de Falcón

Mi madre, en Lima

Querida madre

Contesto tu carta del siete de abril.

Esta es una de las pocas que me ha traído amplias noticias de ustedes. Sé por ella cuántas molestias te ha ocasionado el matricular a mis hermanos. Aunque tú no me dices que lo hayas conseguido, supongo, dada la fecha en que te escribo, que ya están matriculados.

No creas que tales contratiempos me ha sorprendido. Los esperaba. Osores debió darme la beca, como me la ofreció. Si no pudo o no quiso, todas las gestiones posteriores tenían por fuerza que ser muy […] y muy poco fructuosas.

Posiblemente en el mes de agosto iré unos días a París. En posible que allí vea a Osores. Entonces me dirá por qué no decretó la beca. Ya sé que sus explicaciones de nada nos servirán para la educación de Humberto y Jorge, pero si de mucho para procedimientos personales futuros.

Te quejas con mucha insistencia de la nueva casa. No me parece que estés obligada a vivir en ella. Puedes aprovechar el tiempo y buscar otra con calma y detención. Yo no puedo decirte desde aquí hasta donde te convenga alquilar la de Carrozo. Tú debes resolverlo en conformidad con la […] que tienes. Pero, si no está, puedes conseguir otra igualmente cómoda.

Están bien empleados los artículos. Efectivamente no habiéndose publicado en "El Tiempo", perdieron su valor. En cuanto a los de "El Comercio", supongo que entre Valle y Del Águila hayan conseguido de la buena voluntad de los Miró Quesada —no tengo motivo para suponerla mala— una pequeña retribución. Cualquiera que ella sea es bastante. La publicación de ellos es la que más me interesa.

Dile a Del Águila que me escriba. Hace tres meses que no tengo carta suya.

Esfuérzate por darle a Del Águila el dinero que te he pedido.

No importa que no hayas podido apoyarme nada este año. Me basta con que me hasta recordado.

Abrazo y besos para todos mis hermanos.
Te abrazo y te besa tu hijo

César.

Madrid, el 24 de mayo de 1920

P.D. Mándame lo artículos publicados en el Correo del Perú.

Falcón, César

Tarjeta de Carlos V. Chávez Sánchez, 9/3/1929

9 de marzo de 1929
Mi queridísimo José Carlos:
De un momento a otro he decidido embarcarme hoy para Piura. Ahí espero sus órdenes. Se las reclamo.
Le deseo magnífica salud. Saludos para su señora.
Lo abraza
Carlos V. Chávez Sánchez

Chávez Sánchez, Carlos V.

Carta de Julio J. Casal, 24/1/1929

Montevideo, 24 de enero de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui
Amigo:
A principios de febrero, Alfar saldrá en Montevideo.— Y al querer hacer la misma revista pura de siempre, he pensado en Ud.— Deseo su colaboración y la de sus amigos. Ya sabe que si en algo puedo serle útil, estoy a su disposición. —
Julio J. Casal
n/ Hace mucho tiempo no veo
Amauta.
S/c. Julio J. Casal
Presidente Berro 2481
Montevideo - Uruguay.

Casal, Julio J.

Carta de Luis Carranza, 2/1/1929

Piura, 2 de enero de 1929
Sr.
José Carlos Mariátegui
Lima
Mi querido compañero:
Mil gracias por su nueva colaboración para El Tiempo, que engalana con ella su mejor página. Ud. es para mí ya un viejo amigo, aun cuando sólo lo conozco por la atracción espiritual que se ejerce a través de las distancias.
Chávez Sánchez, nuestro común y buen amigo me ha vinculado con algunos escritores de mi añorada Lima y crea Ud. sinceramente que en medio de este destierro que el destino me impuso hace 18 años, mi mayor alegría, es encontrar de vez en cuando la respuesta que como eco lejanísimo a mi esfuerzo llega desde allá.
Su afmo. compañero y amigo
L. Carranza

Carranza, Luis

Carta de Luis N. Chevarría,6/10/1928

Puno, 6 de octubre de 1928
Señor don
José Carlos Mariátegui.
Lima.
Señor:
Pienso que la presente tarjeta merecerá de Ud. un momento de atención, puesto que ella es la muda portadora de mis hondas simpatías hacia Ud., simpatías que hoy se traducen en los más sanos propósitos de alta estimación intelectual que a Ud. profeso, esto desde los albores de mi ingreso a las filas periodísticas y desde mi estada en esa Ciudad de los Virreyes, cuando Ud. se encontraba fuera del país.
Así pues, en atención a los sentimientos que Ud. expresó, cumplo con manifestarle también mis protestas de amistad y mis aplausos sinceros por la labor patriótica y culta que viene Ud. desarrollando en las hermosas páginas de Amauta.
No estará de más manifestarle que su amigo Samuel Ramírez Castilla, hoy en el Cuzco como profesor del Colegio de Ciencias, hizo que en mi alma se operara el milagro de que mis afectos y sinceridades hacia Ud. acrecentaran aún más en mi espíritu.
También me permito manifestarle que por este mismo correo le envío el número prospecto del nuevo diario Los Andes que desde el 1 del presente mes saldrá en esta mi tierra y ciudad natal, y así mismo le agradeceré mucho si acaso me dispensa Ud. el honor de mandarme una colaboración para la página de letras que semanalmente debe salir en Los Andes; así mismo me permito adjuntarle esos dos breves poemas míos por si quisiera Ud. dispensarle también el honor de publicarlos en Amauta.
Sin otro motivo y en espera de su respuesta cumplo con ofrecerle una vez más las protestas y respetos de mi afecto personal para con Ud.
Su atto. y S. S.
L. Ch.

Chevarría, Luis N.

Carta de Fernán Cisneros,4/10/1928

Buenos Aires, 4 de octubre de 1928
A José Carlos Mariátegui.
Compañero y amigo:
Para escribirle he esperado la llegada de sus anunciados artículos. Ahora le digo que no he recibido absolutamente nada y le escribo en la certidumbre de que ya no vendrán. Mejor está así porque Gerchunoff no está ya en El Mundo, habiéndose convertido este diario en una ‘empresa’ periodística regida desde la administración y a tanto el adjetivo. Yo pensé colocar sus colaboraciones, para el caso de que llegaran, en alguna revista de aquí, pero veo que ya no ha de tener Ud. mayor interés. Lo lamento únicamente porque me priva de la oportunidad de mostrarle todo el afecto y la admiración que le guardo a despecho de todo.
Estoy, a pesar de mis 21 años, muy por encima de una interpretación de conventillo para nuestro movimiento. Me tienen sin cuidado los chismes de las mujeres de México y de Buenos Aires. He tenido siempre para poner al servicio de un ideal, una gran pureza de espíritu y una fe que sólo quiero que tenga el tamaño de una disciplina. Ud. es lo suficientemente talentoso como para saber que la disciplina a que me refiero no tiene nada que ver con el orden. Todos los motivos de nuestra discusión ideológica son tan pequeños, en lo externo, que han desaparecido avergonzados ante la trascendencia que suscitaron. En lo interno, es decir, en el pensamiento, no puede haber crítica porque no hay casi nada hecho hasta antes de ahora mismo. Crítica no; pero discusión sí. Y discusión precisamente para darnos una vida política organizada. Porque creo sinceramente que la política no es otra cosa que la organización misma de la vida. Organizarnos ideológicamente y con sentido cabal de la disciplina, que es la etapa más seria de la moral, es lo que nos falta. Pero para ello no hay que recurrir, creo yo con toda sinceridad y con todo cariño, ni a los adjetivos disimulados que vienen de México, ni a las críticas e ironías de Ud. Tiene Ud. un amor desmesurado por la polémica. Habilidad en el retruécano; fácil gimnasia mental. Pero creo que son armas para gastar con el enemigo y no contra nosotros mismos. La serenidad ha permanecido escondida en toda esta discusión postal y puramente adjetiva. Hay en Ud. un exceso de crítico. Es natural, admirado compañero Mariátegui. Pero yo me trepo por toda la escalera de mi cariño para pedirle que aun a costa de achicar mi admiración se serene dentro de la forma. Creo, de todas maneras, que es Ud. en su vida, la figura de más pureza que tenemos los jóvenes del Perú; y en su obra, uno de nuestros casos intelectuales más serios. Ya ve, pues, que no me anima al decirle esto que le digo, otro propósito que el de la cercanía en la comprensión.
Crea que no me interesa que se llame Ud. José Carlos Mariátegui, como no me interesa, tampoco, que tengamos otro muchacho fuerte que se llama Haya de la Torre. Me interesa, únicamente, cómo piensan los dos. Y me agrandaría la fe si supiera que todos estamos de acuerdo en los propósitos y en los métodos.
La célula de aquí le ha enviado ya un proyecto que hemos preparado para consultar a todos los compañeros. Esperamos su respuesta.
Créame que me he ampliado el cariño para Ud. y que le estrecho la mano fuertemente.
Fernán Cisneros
Fernán Cisneros (hijo)
c. Pellegrini 1057
Dep. 1 7
Bs. As.

Cisneros, Fernán Luis

Carta de Francis Desphelippon (Monde), 25/9/1928

Paris, 25 de setiembre de 1928
Monsieur José Carlos Mariátegui.
Casilla 2107.
Lima. (Pérou)
Monsieur,
Je me permets d’attirer votre attention sur notre hebdomadaire Monde dont je vous envoie par même courrier quelques numéros spécimens.
Monde qui paraîtra au mois d’octobre prochain sur un plus grand nombre de pages et avec une présentation artistique améliorée, et qui depuis ses débuts a consacré une large place a l’Amérique Latine, ne peut manquer de vous intéresser. Le nom de son directeur et la composition de son Comité directeur doivent, en ce qui concerne l’avenir, vous donner toutes garanties.
Monde commencera sous peu une grande enquête et publiera de larges études sur les conditions et la situation de l’enseignement primaire et secondaire dans l’ancien et le nouveau continent.
Aussi bien nous serions heureux que vous acceptiez de devenir notre correspondant. Vous pouvez nous fournir des renseignements utiles sur l’économie, les sciences, la littérature du Pérou.
Vous pouvez aussi sans doute aider à notre diffusion et à notre propagande: peut-être même pourrez-vous constituer à Lima un noyau “d’amis de Monde”. A cet effet, je joins à mon envoi quelques tracts-programmes, ainsi que la lettre écrite spécialement par Barbusse à l’usage des “Amis de Monde”.
En espérant vous lire par un prochain courrier, je vous pris d’agréer, Monsieur, mes meilleures salutations.
L’Administrateur
Desphelippon

Desphelippon, Francis

Carta de José María Eguren, 31/8/1928

31 de agosto de 1928
Muy querido amigo José Carlos:
Agradecidísimos con los conceptos que nos dedica en Variedades a mi hermano Jorge y a mí. Usted siempre tan fino y tan buen amigo. Además del avance crítico que manifiesta en todos sus escritos de literatura y arte, tiene Ud. la gran memoria de no cambiar una frase o una palabra de una conversación de antaño. Siempre con igual justeza. Verdaderamente que prefiero el arte de Italia, la nación maestra, y Ud. contribuye a hacérmela amar con sus conversaciones y con sus libros. Leo 900 hasta la última línea y sigo encantado de Bontempelli de quien se diría que busca un misterio melodioso. Núñez me dio su encargo. Envíeme las pruebas si las tiene
Siento no estar bien todavía y no poder trasladarme a Lima por ahora. Para mayor facilidad hable con mi sobrina María que me comunicará cualquier indicación que Ud. crea conveniente. Llámela al 2750, Lima.
Le devuelvo 900, Valoraciones y el libro de Gómez de la Serna, y deseándole la mejor salud y ventura le envío un fuerte abrazo.
José

Eguren, José María

Carta de Luis Carranza, 23/7/1928

Piura, 23 de julio de 1928
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Muy estimado amigo:
No le escribí durante su enfermedad, por no importunarlo, pero con Chávez Sánchez, estuve averiguando sobre el estado de su salud, y ahora veo por su carta del 10, que va Ud. recuperándola gradualmente. Tengo el más vehemente deseo, de que la opinión de su buen médico el Dr. Quesada, dé como resultado, su completo restablecimiento. Me pasa con Ud. lo que me ocurrió con L. Cisneros de La Prensa (antigua), que sin conocerlos personalmente, me siento amigo y admirador. Creo que el perfume de la bondad, se expande a través del espacio y que una especie de telepatía nos une a aquéllos en quienes constantemente pensamos.
Si Ud. cree, que mis pobres colaboraciones pueden ser útiles para Amauta, tendré muchísimo gusto en enviarle otros artículos. Sólo espero salir de la pesadilla del número extraordinario del 28, que me embarga por completo. Ud. que es escritor, editorialista y director de una importante revista, comprenderá la dedicación que es necesaria para un número de 24 páginas en provincia. No me quejo sin embargo, la suerte me ayuda hasta hoy, que estamos ya tirando más de 3.000 números, que me parece un verdadero esfuerzo, para un diario de provincias en el Perú, y especialmente en Piura, en donde nadie leía antes, pues cuando se fundó El Tiempo, los diarios entonces se contentaban con 250 ejemplares, menos de la décima parte, de lo que se vende hoy.
Tiene Ud. razón en decir que mientras no desaparezca el gamonalismo, será muy difícil reaccionar contra la esclavitud económica del indio, la más pesada en mi concepto, por eso me esfuerzo ahora en todos mis escritos, por inducir el criterio hacia la asimilación del concepto agrario en México, como una de las medidas necesarias para jalonar la regeneración del indio.
Supongo que López Albújar, le habrá remitido su novela Matalaché, que aparte la galanura de la forma, no ha gustado como argumento. La Tempestad en los Andes de Valcárcel, no ha llegado a mis manos, quizás se perdió en algún rincón de la imprenta.
Publicaré con agrado el aviso de Amauta, y le agradezco su promesa de publicar en su revista el aviso de El Tiempo.
Hasta lo más pronto posible, se despide su amigo y colega, que le desea la mayor ventura
L. Carranza
P.D. Moscol, agradece debidamente su cordial saludo.esclavitud económica del indio, [...], por eso me esfuerzo ahora en todos mis escritos, por inducir el criterio hacia la asimilación del concepto agrario en México..."

Carranza, Luis

Carta de The Nation,7/1/1928

January 7, 1928
Sr. Jose Carlos Mariategui
c/o The Amauto,
Lima, Peru.
My dear Sr. Mariatezui:
Your article, "The New Peru" will appear in this week's issue of The Nation.
We shall be glad to send complimentary copies to any persons whom you suggest.
Cordially yours,
Pauline
The Nation's Circulation Department

The Nation

Carta de Oscar Herrera,6/12/1927

Buenos Aires, 6 de diciembre de 1927
Mi querido José Carlos:
Hoy puedo escribirle a Ud. más concretamente que en días pasados, debido a que mis gestiones en pro de su encargo están avanzadas.
Gerchunoff, acaba de ser contratado por una importante empresa inglesa para establecer un gran diario en Buenos Aires, como no se le escapará a Ud. este diario viene a acentuar la campaña antiimperialista de La Prensa de esta ciudad —podríamos mejor decir anti-yanqui. Trátase pues de un gran diario burgués, como los demás de gran circulación de este país, pero que tiene un punto de contacto con nosotros. Pues bien, nuestro camarada Gerchunoff, al tener conocimiento de su proyectado viaje a Buenos Aires, nos ha manifestado que se siente unido a Ud. no sólo por la simpatía profesional sino por la simpatía ideológica y que puede Ud. contar con un puesto entre los colaboradores y si no fuere suficiente lo que por este trabajo podría Ud. percibir él se compromete a proporcionarle otras colaboraciones en revistas de aquí. Me parece que con esto podría Ud. tranquilizarse en lo que se refiere al aporte necesario a su hogar. Por otro lado su éxito intelectual está asegurado de antemano. Por el próximo correo le remitiré un libro que no sé si le llegará, que ha sido editado recientemente por el comité de la Universidad de Jerusalén, en el cual se reproduce, no sé si con su autorización, un artículo suyo, “Semitismo y antisemitismo”.
Esta carta se la remitiré bajo sobre dirigido a distinta persona que mi anterior carta, porque me parece que ya no se puede utilizar la de ese doctor.
Contésteme lo antes posible. Necesito su respuesta definitiva para trabajar por la constitución del comité de recepción que le prepare alojamiento y demás pequeñas cosas para la comodidad de su familia.
Reciba Ud. el abrazo de su hermano
Óscar Herrera

Herrera, Óscar

Carta de Stephen Naft, 17/11/1927

17 de noviembre de 1927
Estimado compañero:
Adjuntamos un giro de $ 10.00 (dólares) pagando el artículo que nos envió sobre los problemas del indio del Perú.
Queremos advertirle que nuestros artículos están destinados para la prensa diaria y por eso sería mejor escribir más sobre los problemas actuales y sobre asuntos que se completan en el mismo artículo.
Esperamos otro artículo pronto.
Le saluda cordialmente
Stephen Naft

Naft, Stephen

Carta de J. Alberto Cuentas Zavala, 11/12/1926

Arequipa, 11 de diciembre de 1926
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Apreciado señor:
Los espíritus que vivimos en Provincias, alejados de los triunfos de la Capital y recogidos en el silencio secular de estas comarcas andinas, sólo nos congratulamos cuando hay una voz de alerta que sacude nuestra conciencia adormilada por las nostalgias de la raza y del ambiente. Y esta voz de alerta es la Revista Amauta que está bajo su dirección, con verdadero acierto y auscultando la voz del Mundo para orientar este país hacia el verdadero camino del triunfo libertario. Tal vez, en nosotros los soldados de este lado de los Andes, no encontrará, sino el aplauso a todo lo nuevo y a la nueva sensibilidad, que el suscrito sigue y vislumbra en U. no sólo al camarada, sino también de luchas en el periodismo de esta Nación, llamada Perú.
Escribía U. en El Tiempo y yo en El Eco de Puno. Desde estas columnas lo defendí ante el público de mi tierra natal de los ataques del militarismo, cuyo editorial le envío, no como presunción literaria, sino como el ultraje recordado y ya famoso en los anales de Lima periodística. Yo soy puneño. Y algo de su liberalidad y de su ambiente me acompaña a través de tantas luchas y decepciones. Sufrí el peso de la burocracia universitaria de San Marcos. Combatí sus errores, sus pasiones y su arcaísmo y espíritu antañón. Y los neófitos, me atacaron diciendo que conspiraba contra la autonomía Universitaria, como si autonomía significase reservar podredumbres anquilosadas de ese Instituto. Yo amigo, amigo de luchas y de ideales, aunque no seamos protocolarios, gusto de combatir las aguas estancadas y los arroyos putrefactos, y mucho más cuando esas aguas y arroyos llevan barquichuelos de papel estraza. Y esto había sido un error para los triunfos. Me atacaron también de Gobiernista, porque no seguí al rebaño seudo aristocrático de la Capital que macaneaba en las tribunas de la Universidad y en los tabladillos populares, como histriones de un Circo funambulesco que no tenía ni el chiste ni la gracia de nuestros verdaderos histriones políticos. Pero el Gobiernista no usufructuó ningún empleo de Gobierno, ni le dieron ninguna prebenda palaciega. Hasta ahora, en veintiocho años de vida de crecimiento no conozco el Presupuesto de Perú, ni sé qué aroma tendrán sus cheques circulares. Sin embargo mis contrincantes universitarios, que en ese entonces anatemizaban y calificaban a Leguía de tirano vulgar y vociferaban a calles y plazas en contra de su dictadura, al presente lucen la librea de diplomáticos en casi todas las ciudades de Extrangeris y son otros la canilla que sustenta el chaqué del Ministerio de Relaciones Exteriores. Figúrese, amigo estimado, qué diferentes son los planos de la vida, y si podemos esperar de estos sochantres una buena orquesta para la Regeneración del Perú. Muchos periódicos me cerraron las puertas y hubo UNO que siendo redactor —cuyo nombre dejo en silencio pero que lo diré muy alto en lo futuro— me despidió en nombre de su ancestral civilismo. Y ahora ese mismo periódico no halla la forma de halagar al mandatario peruano, sacándole en fotograbados en toda forma y calificándole de EL TRIUNFADOR: Vea como son las cosas de esa Capital.
No iré a Lima hasta que no lleve publicados mis libros: Cuentos Andinos cuyo prólogo me lo ha hecho mi estimado amigo Percy Gibson; Conferencias, prólogo del íntegro Mostajo; Versos cuyo Prólogo a U. solicito; Crónicas y Repiques; La Crisis Universitaria, en cuyo folleto dejaré para el porvenir algunas revelaciones definitivas sobre la conciencia de Nuestra vieja Universidad, como le llaman sus adoradores. Todo esto no se hace por falta de dinero. Pero vendrá.
Le envío algunos versos míos de mi libro ESTRELLAS para que leyéndolos me haga el bien de enviarme un prólogo para ellos. Esto será grato para mí y orgullo legítimo para quien busca seguir el ideal. Dicho libro se editará en la editorial Titicaca, porque pensamos hacer de ella, los jóvenes de Puno nuevo, el centro de nuestras operaciones para el porvenir. Tengo otros versos más, pero los motivos aunque diferentes se enlazan todos ellos con la factura con los enviados, pero si U. cree conveniente leerlos todos, se los enviaré. Escríbame a Arequipa 114, Puente Bolognesi.
J. Alberto Cuentas Z.

Cuentas Zavala, J. Alberto

Carta de César Falcón, 3/12/1926

26, Bellevue Road.
West Ealing,
London, W.13.
3 de diciembre de 1926
Querido José Carlos:
Quería, como te ofrecí, enviarte un ensayo sobre los indios y el indianismo. Pero aún no lo he terminado y quiero ir pensándolo bien. Ahora te envío este estudio sobre la cuestión minera ingle­sa. Puedes publicarlo, si te parece mejor, en dos números o, si lo prefieres, en uno. Constantemente te mandaré artículos.
Todavía no recibo carta ninguna tuya. Escríbeme. Dame noticias de todo. De tu salud particularmente.
Continúo la organización de Historia Nueva. Como ya habrás visto, es una organización muy vasta y morosa. Pero avanza seguramente. Necesito la lista de colaboradores peruanos. No sólo escritores, sino hombres de distintas actividades. Enviámela pronto, en el día, porque ya me hace falta publicarla. Ya tengo casi todas.
Pronto te enviaremos el cuadro.
Con recuerdos míos y de mi mujer para los tuyos, te abraza fraternalmente.
César.

Falcón, César

Carta de César Falcón, 5/11/1926

26, Bellevue Road,
West Ealing,
London, W.13.
5 de noviembre de 1926
Querido José Carlos:
Acabo de recibir tu carta del diez de octubre y, como ves, la contesto enseguida. No tenía la menor noticia de tu enfermedad. Yo te creía completamente libre de las contrariedades de la cirugía y no puedes imaginarte con cuanto dolor y con cuánta desesperación me he enterado de tus padecimientos. Aunque sean insignificantes, comparados con el percance anterior, a mí me afligen mucho, y más todavía, porque no estoy junto a ti.
Pero ya tengo formado un propósito indeclinable. Voy a poner en pie Historia Nueva e inmediatamente, el año próximo, iré al Perú. No sé si es defecto de crítica o mi propia desesperación, pero todas nuestras cosas - tu salud, nuestras ideas, el plan para realizarlas- me parecen muy mal organizadas ahí. Quiero ir para contribuir a ponerlas un poco [en] orden. Sobre todo. para poner un poco en orden tu salud. Yo también creo en la inconveniencia del clima de Lima. Desde aquí, sin embargo, no puedo hacer nada. Si mis esfuerzos logran una mediana eficacia, el próximo agosto estaré contigo.
La organización de Historia Nueva me exige un trabajo desaforado y desesperante. Mi empeño de construir un grupo de redactores y colaboradores -en realidad, un grupo político- en cada país va realizándose, mas con la lentitud inevitable por la distancia. Ahora estoy esperando las respuestas de las personas a quienes hemos nombrado redactores. Ya le he escrito, por indicación de Gustavo Navarro, un boliviano disfrazado con el extravagante nombre de Tristán Maroff- a Gustavo Otero y en el Ecuador al doctor Jaramillo. Entretanto, estamos enviando circulares de propaganda a los diarios. Esto es muy lento, porque se trata de abastecer a cerca de dos mil periódicos.
Espero terminar la organización en estos dos últimos meses del año y poner manos al periódico en los primeros del próximo. Una vez hecho el periódico, dos meses me bastarán para establecer una rutina transitoria y marchar al Perú.
Te mandaré, como te lo he dicho ya, constantes artículos para Amauta. El desarrollo de Amauta me interesa mucho, porque, aparte su utilidad en el Perú, él e Historia Nueva pueden ser la base de un proyecto de Federación de nuestros periódicos cuyo desarrollo verás en el plan general de H.N.
Dentro de unos días te enviaré el ensayo sobre el indigenismo. Lo estoy escribiendo sin preocuparme de su extensión, pero tú puedes publicarlo en uno o más números, como te parezca.
Otra de mis desesperaciones es la informalidad de ese maldito Caro-Raggio de Madrid. Todavía no he logrado arrancarle los origina­les de mi novela. Escribo cartas y cartas y no logro nada. Pero si dentro pocos días no me los devuelve, le encargaré la gestión a un amigo abogado.
Mis trabajos ahora son verdaderamente abrumadores, no tanto por cuanto hago, sino por cuanto no puedo hacer. Debo escribir una enormidad de artículos al mes y esto me quita tiempo y humor para otras cosas. Mi mujer también trabaja sin descanso y me ayuda mucho. El único ser holgazán, despreocupado y feliz es mi hijo.
Mis mejores recuerdos para Anita y tus hijos. lo mismo de mi mujer y el ciudadano Mayo.
Te abraza fraternalmente
César
Mi mujer me encarga ofrecerte en su nombre un cuadro suyo para tu despacho. Tan pronto termine te lo enviaremos.

Falcón, César

Carta de César Falcón, 10/10/1926

26, Bellevue Road,
west Ealing,
London, W,13.
10 de octubre de 1926
Querido José Carlos:
Te mando ahora la segunda circular sobre el semanario. Es un pliego particular, sólo para nuestros compañeros de redacción. En él, como verás, están expresamente definidos el carácter de las informaciones y la calidad de las colaboraciones y, por ende, la índole del periódico.
Por cuanto te he dicho antes sabes ya como no se trata de un periódico con finalidad en él mismo, sino de un medio de organización. A nuestros hombres no hay manera de coligarlos en un partido orgánico y es necesario, por esto, buscar un medio de organización indirecta. El periódico me parece el mejor. Estoy redactando el plan completo, con detalles y propósitos hasta constituirlo en algo como una institución política, y te mandaré una copia cuando lo termine para informarte así cabalmente de la extensión del proyecto. En síntesis es como te he dicho ya.
Palmiro y mi madre me han anunciado la próxima salida de tu semanario. Espero noticias tuyas. Esto me interesa mucho, porque en el plan de Historia Nueva entra el intento de un acuerdo, o de una federación si es posible, de los periódicos afines.
Historia Nueva tiene ya redactores y colabora­dores en todos los países hispanoamericanos. Estarnos organizando ahora América. Después organizaremos España. En estos días estoy enviando las primeras circulares de anuncio a los periódicos. Luego enviaremos carteles a las librerías y puestos de venta. El reclamo es una de nuestras primeras preocupaciones. Yo he estado enfermo las dos últimas semanas y no he podido, por esto, seguir los trabajos con la actividad debida. Pero ahora me voy a dedicar enérgicamente a ellos.
No me escribes desde hace un año. Esta es la cuarta o quinta carta mía. Te repito un ruego antiguo: escríbeme pronto y con frecuencia.
Aquí seguimos bien. Mi hijo continúa creciendo, engordando y sonriendo. Mi mujer está ya muy repuesta. Recibe muchos cariñosos saludos de ambos y los nuestros para Anita y tus niños. Te abraza fraternalmente
César

Falcón, César

Carta a Guillermo Forero,14/10/1927

Lima 14 de octubre de 1927
Sr. D.
Guillermo Forero
Director de "La Prensa"
Pte.
Muy estimado colega:
Quiero deber a un colega mío el favor de hacer llegar a manos del Sr. Presidente de la República la carta en que solicito la reconsideración de la clausura de "Amauta". Ninguno mas calificado que Ud. por su posición cerca al Sr. Leguía y por su desvinculación de toda camarilla intelectual para prestarme con mejor título este servicio.
Me dirijo a Ud. con la confianza que me inspira su claro y ponderado criterio y con la esperanza de que la gestión de un colega por salvar y conservar dentro del país una obra de cultura, no puede serle indiferente.
Me complazco en enviarle una colección de "Amauta" en la que falta el No. 1 completamente agotado, cuyo artículo de presentación encontrará Ud. si no lo conoce o recuerda, en la hoja inclusa.
Muy reconocido le quedaré si acepta Ud. el encargo en cuestión.
Con devoto sentimiento lo saludo y me repito su afectísimo compañero.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de M. Julio Delgado A., 22/2/1930

Mollendo, 22 de febrero de 1930
Al señor D. José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi distinguido señor don José Carlos:
Por la premura de mi viaje, no pude ir a despedirme, pues tuve que hacerla operar a mi mamá de una eventración.
Me tiene en este puerto, en el que permaneceré hasta el 3 de marzo y después de esta fecha en Arequipa, donde podré cumplir sus gratas órdenes. He venido a pasar una temporada.
En el número 27 de Amauta he leído, el artículo que le dejé, entre el apropiado rubro de “Esquemas”. Muy agradecido por el sitio.
Adjunta a ésta encontrará un articulito de actualidad. He hecho sintético porque he creído que Amauta, está, como siempre, llenado con trabajos más importantes. Dada la condición actual del periodismo tiene distinto ropaje del espíritu que informa. En fin, siempre que le gustara podrá ser incluido en su Revista.
Si tuviera Ud. tiempo le rogaría me indique las revistas principales sobre Ciencias Sociales, sobre todo Sociología.
Pienso publicar el librito de que le hablé se titula: "Folklore y apuntes para la Sociología Indígena"; de modo que antes de hacerlo deseo tener su valiosa opinión.
Lo saludo con la estimación de siempre y ojalá que no haya sufrido tropiezo su mejoría. Suyo atento.
M. Julio Delgado A.

Delgado A. M. Julio

Carta de Luis Carranza, 12/5/1927

Piura, 12 de mayo de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima
Mi estimado amigo y cofrade:
Recibí recién su muy estimada del 25 de abril, que me apresuro a contestar. Crea Ud. que para mí uno de sus mayores éxitos, consiste precisamente en la poca salud de que se goza y que no obstante, trabaja Ud. intelectualmente, más que ningún otro escritor limeño. Este es un ejemplo y una excepción en los hábitos de pereza, de que adolecemos los criollos generalmente. No necesita Ud. excusarse.
Estoy en todo conforme, con su concepto sobre el indigenismo, que me expresa en su referida carta, y creo como Ud. que tenemos todavía intelectual y sentimentalmente, conceptos muy errados, sobre nuestro valor y el concepto de moralidad. Cuestión de tradición y de ambiente, que precisa combatir mesuradamente, porque de los falsos conceptos se derivan muchos fracasos que en aquéllos tienen sus raíces. Los debates en el Perú son muy difíciles de establecer dentro del ambiente de cultura en que deben enmarcarse, y muy pocas veces, dejan de degenerar en polémica personalista, mal evidente.
Su obra editora de Amauta, merece toda mi estimación y de mi parte, haré lo que aquí sea posible, por conseguirle cooperación eficaz. Anoto el error en el valor de las acciones.
No creo que mis trabajos de índole exclusivamente periodística y adaptados sólo al medio, puedan contribuir a la campaña de Amauta, no obstante ser uno de los más acerbos partidarios, de la culturización del indio, pero, como no deseo, que atribuya Ud. esto a una excusa, le envío mi pensamiento actual sobre tal asunto, en el articulillo incluso, autorizándole desde luego, para hacer de él lo que mejor le parezca.
He hablado con López Albújar y me dice, que sus ocupaciones judiciales, no le permiten por ahora intervenir en la cuestión indigenista, pero que tiene la mejor intención de hacerlo. En cuanto a Castro Pozo, ya sabrá Ud. a la hora que ésta llegue a sus manos, que él las tiene atadas.
Muy agradecido por todos sus conceptos para su amigo y compañero, le saluda fraternalmente, su
Afmo. amigo
L. Carranza

Carranza, Luis

Carta de César Falcón, 12/9/1926

26, Bellevue Road,
West Ealing
London, W.13
12 de setiembre de 1926
Querido José Carlos:
Aquí va otra carta mía, sin tener aún respuesta de mis tres últimas. No importa, sin embargo. Leo con frecuencia tus artículos en Mundial y Variedades y ellos, aunque imprecisamente, me comunican contigo. Pero ahora no podemos reducirnos a esta comunicación incongruente. Escríbeme, pues, muy pronto y con frecuencia.
Hoy te mando los primeros papeles impresos sobre el semanario. Muy pronto te enviaré otros, otros más luego y todos los demás hasta su completa organización. Estamos trabajando afanosamente en este proyecto, porque, en realidad, no se trata del semanario mismo, sino de nuestra propia organización política. Ya te lo dije en mi carta anterior.
Todo el plan ideológico y administrativo de él ha sido trazado con tal fin. Historia Nueva debe ser el órgano de un núcleo orgánico en cada país nuestro, y más tarde, cuando completemos su organización, en cada ciudad, en cada pueblo de nuestros países. Por lo pronto estamos formando un grupo de redactores y colaboradores en cada país hispanoamericano y en cada región de España. Así, por virtud del trabajo en común, se conseguirá la unión y el acuerdo de cuantos hombres tenernos la emoción del ideal de nuestro resurgimiento como conglomerado racial.
Los papeles adjuntos te dirán claramente cuál es el principio básico del periódico Está expresa­ do en síntesis, mas, a pesar de ello, con la amplitud indispensable para ser un eficiente punto inicial de vinculación y trabajo. Pero como esto solo no sería suficientemente eficaz, nos hemos ocupado de engranar el propósito en un bien combinado régimen administrativo. Historia Nueva tendrá en cada país hispánico de América y en cada región española un redactor absolutamente responsable y libre- dentro, claro es, del principio ideológico del semanario-- a cargo de la sección correspondiente y, en torno de él, un grupo de colaboradores.
En los papeles sucesivos verás cuál debe ser el carácter, modo y finalidad de las informaciones y colaboraciones. Las informaciones deberán ser muy sucintas y reflejar, en lo posible, la vida nacional en sus aspectos más importantes. Las colaboraciones deberán tener un cierto carácter técnico, ilustrativas de las informaciones, para dar así una visión profunda y autorizada de cada problema, de cada asunto.
Ahora estamos recibiendo las listas de colaboradores. Organízame la del Perú. Háblale y compromete a un número amplio de personas, porque, como tú comprenderás, el Perú es nuestra preocupación dominante. Conforme a nuestro plan, necesitamos colaboradores en todos los sectores de la actividad y los problemas nacionales para dar siempre artículos eficientes sobre cada tema.
Mándame enseguida, en cuanto la organices, -y organízala en el día- la lista de colaborado­res peruanos, porque la necesitamos con mucha urgencia para imprimir los cartelones de anuncio.
Esta semana ha quedado Caro en enviarme los originales de la novela. Al fin he conseguido decidirlo a devolvérmelos. Te los enviaré enseguida. Debo hacerle un prólogo. Pero, para ganar tiempo, te mandaré la novela y el prólogo irá después.
Mi mujer me encarga saludarte con todo su afecto, así como a la luya y a los niños (ya he visto al joven Sandro hecho un personaje e indiferente al recuerdo de su histórica excursión por el Danubio).
Con la expresión de mi cariño para los tuyos, te abraza fraternalmente.
César
Te repito mi vehemente petición de todas mis cartas: escríbeme enseguida.

Falcón, César

Carta del Touring Club Italiano, 6/2/1925

Milano, 6 febbraio 1925
Il.mo Señor José Carlos Mariátegui
Casilla de Correo 2107
Lima
Le agradezco vivamente su muy cortés del 1º diciembre y hago votos por un pronto y completo restablecimiento de su salud. Me parece que la propuesta que Ud. nos hace sea verdaderamente interesante y que se pueda evitar de recurrir a la intervención del distinguido señor Camacho. Para nosotros sería suficiente que Ud nos pudiera enviar como promete, cada dos meses, un artículo respecto a algún particular menos conocido de la vida económica, del paisaje, del arte del Perú eventualmente solicitar de alguna otra persona, colaboraciones que llegaran a nosotros por trámite suyo.
Eso le expresa a Ud que no deseamos mas, también porque el espacio disponible no es mucho y las Repúblicas de Sud y Centro América son numerosas, de manera que no nos sería publicar mas de un artículo cada mes respecto a argumentos peruanos.
De acuerdo por la retribución a que Ud alude. Nos permitimos informar a Ud. que a un distinguido joven que fue colaborar en nuestra Revista, el señor Humberto Solaro, que hace tiempo se fue al Perú, lo hemos encargado de enviarnos algún artículo: sería muy oportuno que Ud lo viera, para saber que el lo que entiende hacer y evitar así interferencias. Su dirección es: Calle Mercaderes 438 (cuchillería Juan Bet) Lima.
Le recomiendo mucho que los artículos ilustren argumentos muy particulares. Preferimos en efecto a los escritos de carácter general, aquellos que ilustran un particular aspecto y especialmente los que se ocupan de actividades económicas dado que en el Perú sucede casi lo que los italianos lamentan por su propio país todos conocen en efecto la tierras de los Incas, todos elogian los monumentos del Cuzco, pero bien pocos conocen las minas, las industrias, los ferrocarriles, los comercios que aseguran la prosperidad de ese país. Lo que no quita que también de arte se pueda hablar, pero precisamente se desearía que también en este campo, como nosotros hacemos por Italia, se tratará respecto a algo poco conocido, como por ejemplo ilustrar los particulares de algún grupo de ruinas o aquella civilización sucesiva a la conquista que es de tan grande interés y tan poco o mal conocida.
Por lo demás, dado que cuanto nosotros le pedimos no tiene carácter de recíproco empeño, nos será ciertamente posible en adelante, fijar siempre mejor las líneas de esta importante colaboración.
Renovando nuestro agradecimiento, quiera aceptar con nuestro vivos augurios, las expresiones de nuestra distinguida consideración.
El V. Presidente
[Firma no Descifrada]

Touring Club Italiano

Carta a Mensajero de la Literatura Extranjera, 23/6/1928

Lima, Perú, 23 de junio de 1928
Mensajero de la Literatura Extranjera,
Moscú
Queridos camaradas y colegas:
Hemos recibido los números 1 y 2 de sus revista, órgano del Pleno de los escritores revolucionarios proletarios, y reproducimos en nuestra revista Amauta, traducidos al español por el camarada Miguel Adler, el prólogo de Lunacharsky, así como la reseña del Pleno del congreso literario.
Como la censura en el correo nos priva en la actualidad de todo contacto con el exterior, esperamos continuar recibiendo mensajero, para lo cual pueden usar esta dirección:
Ricardina Romero
Avenida Bolívar 332
Lima Perú
Sud america
Con un fraternal saludo comunista para todos los camaradas obreros e intelectuales, ofrecemos incondicionalmente nuestros servicios, deseando que nuestras relaciones no sean interrumpidas.

Martínez de la Torre, Ricardo

Carta de Tristán Marof, 22/4/1928

La Habana, 22 de abril de 1928
Mi querido compañero Mariátegui
No tengo una línea suya y no sé qué es lo que pasa. Alguien me ha dicho que escribió Ud. un artículo en Variedades muy afectuoso sobre mí y no lo conozco. Le he escrito varias veces de La Habana y he arreglado con Foncueva para que les sirva de agente. Es serio y estarán contentos. Ya llegaron los Nos. 11 y 12.
Mañana viajo a México y le ruego escribirme allí, siempre que lo permita el tiempo. La mejor dirección será por el momento, Revista de Revistas.
Adjunto a esta carta le envío un artículo para Amauta del escritor cubano José Antonio Fernández de Castro, uno de nuestros mejores amigos y que lo estima particularmente a Ud. mucho. Junto a Martínez Villena y Tallet, constituyen la verdadera vanguardia de este país.
Fernández de Castro, es director de El Suplemento Literario de El Diario de la Marina y él me encarga que cuando pueda remita artículos que serán pagados. Dado el temperamento del diario y la situación de Cuba los artículos tendrán que disimularse un poco! Lo curioso es esto. Fernández de Castro, que sufrió prisión en compañía de Delmar y otros por revolucionario, da cabida hasta donde le es posible a las nuevas tendencias, contra el espíritu conservador de la Marina.
Muy pronto —el otro domingo— saldrá un artículo mío sobre el movimiento literario del Perú —más bien, un pequeño trabajo o silueta sobre el autor de La Escena Contemporánea— Ya se lo enviará Fernández de Castro con quien deseo que se relacione Ud. por ser un excelente amigo y que piensa igual que nosotros.
Un fuerte apretón de manos de su amigo que lo estima.
Tristán Maroff

Marof, Tristán

Carta de Carlos Vidarte, 29/1/1929

Callao, 29 de enero de 1929
Señor
José Carlos Mariátegui
Director del Quincenario Informativo Labor
S. D.
Me es altamente honroso dirigirme a Ud. para manifestarle que en sesión realizada el miércoles último se acordó por unanimidad dirigirle el presente oficio, para comunicarle, que teniendo en cuenta la excelente labor que el diario que Ud. dignamente dirige, publica a favor de los distintos ideales que deben de prevalecer en la clase trabajadora se acordó, tomar cinco números quincenales mientras podamos buscar un buen número de suscriptores que contribuyan a favorecer vuestro verdadero sacrificio en bien de nuestra clase por lo tanto suplico se sirva Ud. enviarnos los cinco números los que se servirá cobrarlos por tesorería y en lo sucesivo remitirlos a la Calle de América No. 676, su casa, para proceder a su reparto inmediato asimismo aprovecho de esta oportunidad para poderle ser útil en la propaganda de vuestro periódico como puede ser para recibir correspondencia y enviársela en cualquier momento sin otro particular me es grato ponerme a su disposición.
Por el Sindicato de trabajadores en Madera del Callao.
[Firma de Carlos Vidarte]
El Secretario General

Vidarte, Carlos

Carta de Aurelio Pego, 9/2/1929

9 de febrero de 1929
Sr. D. Carlos Mariátegui
Director de Labor.
Casilla de Correos 2107
Lima.
Admirado compañero:
Me entero por el Repertorio Americano de que continúa Ud. su admirable labor de Amauta en el nuevo quincenario que responde al título de Labor.
No sé si alguna vez habrá Ud. leído algo mío. Es posible que no, aunque llevo más de diez años en la brecha. ¡Hay tanto que leer y es tan poco el tiempo de que se dispone!
Como quiera que sea, aquí le remito una croniquita para su Labor. Publíquela y envíeme un ejemplar de la revista, si a Ud. le parece bien. Si no le parece bien, a fin de enterrarla con honores, dígame por qué desea Ud. sumirla en el cesto de los papeles, que viene a ser la respetada tumba de la “crónica desconocida” de la cual me ocuparé algún día para que le hagamos el homenaje que se merece.
Sirva esta breve carta de saludo cordial. Ahí le va mi mano y con ella mi amistad.
[Firma de Aurelio Pego]

Pego, Aurelio

Carta a Luis A. Rodríguez O. (Luis de Rodrigo), 30/9/1927

Lima, 30 de octubre de 1927
Sr. Luis a. Rodriguez
Juliaca
Estimado amigo:
Me es grato comunicarle que después de un quebrantamiento de mi salud que me ha obligado a una prolongada interrupción de mi trabajo, me preparo a reorganizar "Amauta" para lograr lo cual espero y reclamo la mas eficaz cooperación de todos los amigos que, identificados con los ideales de la revista, desempeñan su representación en provincias.
Confío en que la gestión encaminada a conseguir la aparición de "Amauta" ha terminado, pues tengo el firme propósito de establecerla en Buenos Aires si no consigo reanudar en seguida su aparición aquí, como fundadamente espero.
Sírvase dirigir su correspondencia a la administración de la "Editorial Minerva". Sagástegui 669.
Anticipándole mi reconocimiento por el concurso que nos preste Ud. en esta labor, me complazco en saludarlo muy cordialmente y en suscribirme su atto. amigo y compañero.
[Firma de José Carlos Mariátegui]
P.D.- Perdone que no le haya contestado hasta hoy sobre el presupuesto para un pequeño libro. Según el tiraje, el costo de 100 pág. es de Lp. 22 a 30. Vale.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de House of Press, 10/11/1930

Leningrad (USSR) the 10 november 1930
Dear sirs,
By the present we are kindly asking you to send us one specimen - copy for a Newspaper-Exhibition: "The Universal Press of all Nations". to the following address. Thanking you in advance.
We remain, dear Sirs, yours very truly.
Office House of Press
Our address:
U.S.S.R LENINGRAD, 11
Fontanka, 7.
Dom Pechati (House of Press)

House of Press

Carta de Stephen Naft, 5/2/1930

New York, 5 de febrero de 1929 [1930]
Estimado amigo Mariátegui,
Recibí hace algunos días el paquete con las revistas, su libro 7 Ensayos, el libro de Martínez de la Torre y los otros periódicos Labor. Le mandamos incluso dos giros bancarios por la suma total de $25. oro de los EEUU, por las revistas que nos ha mandado previamente y para sus publicaciones futuras. Nos interesa mucho y somos aquí unánimes en la convicción que El Amauta es la mejor revista de la América Latina y que debe vivir.
Pero puedo rogarle arreglar de modo para que las revistas me sean mandadas tan pronto que aparecen y no algunos meses después. Yo las necesito aquí no por interés histórico, sino por sacar noticias y obtener material para artículos para mandarlos para nuestra agencia noticiera. Por ejemplo el periódico Labor parece ser muy interesante y muy bien redactado, pero qué me sirven números del enero 1929 si ahora es febrero 1930. El gran valor para nosotros es de obtener noticias y material tan pronto que posible. Pues podría Ud. pedir a los otros amigos nuestros de mandarme sus periódicos y publicaciones y todas noticias que sean de interés para nosotros tan pronto que posible. Quizás puede Ud. subscribir un periódico (semanario) si existe que nos da estas informaciones que más nos interesan.
Podría Ud. mandarnos un artículo sobre el movimiento obrero en Perú, las varias tendencias, su fuerza, sus actividades, sus luchas recientes, y un poco de la historia y precursores de este movimiento. ¿Hay organizaciones campesinas? y ¿qué hacen?
Siento que tengo sus noticias tan raramente. Esperando recibir sus noticias pronto y más a menudo, le saluda cordialmente
Stephen Naft

Naft, Stephen

Carta de Abelardo Solís, 5/2/1930

Jauja, 5 de febrero de 1930
Sr. Dn. José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi querido compañero:
He tenido oportunamente en mis manos su carta última, traída por Monge. Me alegra saber que está usted bien de salud.
Aquí llegamos a conocer lo ocurrido con usted, cuando allanó la policía su domicilio. Estoy enterado de toda la villanía que significó ese acto. Y lo felicito por que cesando ese atropello, se le haya restituido consideración y respeto. Eso esperábamos.
Navarro y Arroyo, le enterarán de nuestras conversaciones. El viaje de ellos a Lima, me releva mucho de extenderme.
Con Navarro le envío un artículo para Amauta, sobre la cuestión del quechua que algunos tahuantinsuyólogos están tratando hasta en las esferas oficiales.
Pienso y deseo estar en la ciudad las copias de las que salieron n Lima muy pronto. Ya tendré, pues, ocasión de verlo y hablar largamente con usted.
Deseándole buena salud me es grato despedirme hasta pronto con un apretón de manos.
Suyo afmo.
Abelardo Solís

Solís, Abelardo

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