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Carta a Néstor S. Martos, 10/3/1930

[Lima], 10 de marzo de 1930
Sr. Néstor S. Martos
Piura
Estoy desde hace algún tiempo en deuda con Ud. Le debo la expresión de mi reconocimiento por su generoso artículo sobre mis "7 Ensayos", que han tenido en provincias y por parte de espíritus vigilantes como Ud. la atención que les ha rehusado la prensa de la capital, enterada de sus aparición por un premio municipal y por algunos ecos de su resonancia en el extranjero registrados en "Mercurio Peruano".
Vivo muy atareado. En las últimas semanas, un debilitamiento de mis fuerzas me ha exigido una cura de playa y en la Herradura, que me quita todas las tardes. Las breves horas de la mañana son insuficientes para mi trabajo [...]. Tengo que renunciar casi al placer de la correspondencia.
Recibí hacer algunos meses una crónica de Ud. muy bien escrita por cierto pero poco entonada a los temas de la revista . La recibí sobre todo, en periodo de verdadera congestión. No podemos dar puntualmente un número todos los meses y este nos hace arrastrar de mes a mes un pesado salfo de prosa y verso. Por creerlo un excelente escritor, que debe estar en "Amauta" mejor representado, prefiero publicar de Ud. otra colaboración. Estos seguro, además, de que no lo molestará mi franqueza.
Créame su devotísimo amigo y colega y acepto mis cordiales sentimientos y mi afectuoso saludo.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta de Luis Alberto Sánchez, 3/1930

[Lima, marzo de 1930]
Mi querido José Carlos:
Si le es posible remítame las pruebas —sin originales— antes de las 3 y 1/2. No las he recibido.
Le envío el capítulo cuestionado.
Gracias por sus saludos y ya trabajaré allá porque Ud. tenga el éxito que merece.
Saludos a su Señora y un abrazo muy sincero de
Luis Alberto

Sánchez, Luis Alberto

Carta a Gamaliel Churata, 13/3/1930

Lima, 13 de marzo de 1930
Querido Gamaliel Churata:
No he tenido respuesta de Ud. a la que le dirigí con Valdivia, sin duda por su enfermedad, de la que hemos tenido noticia por carta de este compañero. Sé que convalece Ud. en Arequipa, donde yo me había hecho el proyecto de encontrarlo.
Digo me había hecho porque no sé si podré realizar este anhelado viaje al sur. Escribo al respecto a Armando Rivera, con quien le ruego conversar para que lo informe al respecto. Necesito conocer la opinión de Ud. acerca de los puntos que expongo a Rivera en mi carta.
Con gran retraso, he recibido los últimos números del Boletín de la Editorial Titikaka. Tal vez en esta hoja se podría iniciar, con el mayor sentido pedagógico posible, cierta obra de divulgación doctrinal socialista, adecuada a la lectura en las escuelas y grupos indígenas. "El Ayllu" para todas las comunidades de la República. Pero no sabemos cuándo nuestras posibilidades económicas, siempre exiguas, nos consentirán realizar este propósito.
Trabajamos, como siempre, perseverantemente. En enero, el viaje de un comp. del Cusco estableció cordiales relaciones entre los grupos de Lima y esa ciudad. Le adjunto la copia de tres resoluciones últimas, que se agregan a los puntos programáticos y al plan de organización del P.S. Se ha hecho cargo de la S. G. el compañero E.R. quien le escribirá en breve instándolo a que tome Ud. la iniciativa de la constitución formal del grupo de Puno, que ojalá esté integrado por indios, en la mayor proporción posible. No importa que no sea gente perfectamente adoctrinada. Basta que tenga probada y vigilante consciencia clasista y que quiera trabajar, instruyéndose al mismo tiempo que instruye a las masas.
Como "Labor" está condenada, pensamos sacar en su reemplazo, con el mismo tipo, y la misma fisonomía tipográfica, en todas sus páginas, "La Obra". Hay que anunciarla desde luego, como quincenario de información e ideas de la Soc. Editora Amauta. Lo único que nos hace falta resolver para esto es la cuestión económica.
Recibirá Ud. probablemente una carta de Samuel Glusberg, pidiéndole colaboración para un número peruano de "La Vida Literaria" de Buenos Aires. Ese número aparecerá con motivo de la invitación que el grupo de escritores de L.V.L me hace para que visite Buenos Aires, invitación que, animado por Waldo Frank, he resuelto aceptar, a fin de que en una clínica bonaerense se me practique al fin la aplicación ortopédica que necesito para salir de esta ya insoportable inmovilidad en una "chaisse longue" o una silla de ruedas. Envíe a L.V.L originales suyos y de Alejandro. I prepara, también si le es posible, un envío para otro número peruano en perspectiva: el de "1930" de La Habana".
En espera de sus noticias, muy cordialmente lo abraza su amigo compañero y devotísimo.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Juan Marinello, 16/3/1930

Lima, 16 de marzo de 1930
Sr. D. Juan Marinello.
La Habana.
Muy estimado compañero:
Ud. me excusará el retardo con que contesto su grata carta de fines de diciembre último, al saber que al habitual desequilibrio entre mi salud y mi trabajo se ha agregado en los últimos meses una temporada de playa y sol en la Herradura que me ha impedido ocuparme en mi más cara correspondencia.
La función de vinculador que Waldo Frank ha tenido en su viaje, entre algunos núcleos de nuestra América, corresponde bien a la calidad e intención de su mensaje. Frank ha dejado en Lima amigos entusiastas. Yo no tengo talvez más título a su distinción que el de haber sido el primero en comentar en el Perú sus libros y en señalar, ante todo, el valor de Nuestra América, en el artículo del que 1929 tomó un párrafo.
Le envío, con los últimos números de Amauta, un ejemplar de mis 7 Ensayos.— Le debo la expresión de mi reconocimiento por la generosa cita que de mi obra hace en su interesantísima respuesta a la encuesta de Cahiers de l’Etoile. Este ensayo ha sido reproducido por un diario de Lima. Le mando el recorte.
También le acompaño dos colaboraciones para el número peruano de 1930. El próximo correo le llevará un ensayo mío.
Estas líneas no se proponen sino establecer la correspondencia iniciada por su carta —magnífico mensaje de amistad.
Preparo mi viaje a Buenos Aires, donde espero resolver con el problema de mi movilidad, mediante una aplicación ortopédica, el de mi salud.Nuestro querido Glusberg es el auspiciador de este viaje, al cual me anima, también, resueltamente, Waldo Frank. Amauta continuará publicándose en Lima; pero si al ausentarme yo le crearan dificultades, la trasladaría a Buenos Aires.
Lo abraza, con simpatía y estimación profundas, su devotísimo compañero.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de M. Julio Delgado A., 22/2/1930

Mollendo, 22 de febrero de 1930
Al señor D. José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi distinguido señor don José Carlos:
Por la premura de mi viaje, no pude ir a despedirme, pues tuve que hacerla operar a mi mamá de una eventración.
Me tiene en este puerto, en el que permaneceré hasta el 3 de marzo y después de esta fecha en Arequipa, donde podré cumplir sus gratas órdenes. He venido a pasar una temporada.
En el número 27 de Amauta he leído, el artículo que le dejé, entre el apropiado rubro de “Esquemas”. Muy agradecido por el sitio.
Adjunta a ésta encontrará un articulito de actualidad. He hecho sintético porque he creído que Amauta, está, como siempre, llenado con trabajos más importantes. Dada la condición actual del periodismo tiene distinto ropaje del espíritu que informa. En fin, siempre que le gustara podrá ser incluido en su Revista.
Si tuviera Ud. tiempo le rogaría me indique las revistas principales sobre Ciencias Sociales, sobre todo Sociología.
Pienso publicar el librito de que le hablé se titula: "Folklore y apuntes para la Sociología Indígena"; de modo que antes de hacerlo deseo tener su valiosa opinión.
Lo saludo con la estimación de siempre y ojalá que no haya sufrido tropiezo su mejoría. Suyo atento.
M. Julio Delgado A.

Delgado A. M. Julio

Carta a Samuel Glusberg, 18/12/1929

Lima, 18 de diciembre de 1929
Estimado amigo y compañero:
No he dado inmediata respuesta a su carta del 19 de noviembre, porque en parte se la habían adelantado dos cartas mías, que deben haberse cruzado con la suya, y de la segunda de las cuales le acompaño copia, prevenido siempre contra las veleidades del correo peruano.
Hemos tenido con nosotros a Waldo Frank todo el tiempo que Ud. ha sabido por las noticias cablegráficas. No sé si las noticias cablegráficas sobre su estancia en Lima habrán abundado. Le envío algunos periódicos, entre otros un número de Variedades con un artículo mío. No es necesario que le remita otros periódicos. Toda la prensa de Lima ha señalado con gran atención la presencia de Waldo Frank en nuestra ciudad.
Ya Ud. me había dicho que en Waldo Frank, el hombre no se hace amar menos que el escritor. Todos los que lo hemos tratado de cerca, hemos confirmado plenamente esto. Frank no ha encontrado en Lima un auditorio numeroso, en parte porque la gente no está habituada a pagar a los conferencistas, en parte porque los temas de Frank no interesan sino a una élite; pero ha encontrado en cambio a gentes que lo han rodeado con cariño y comprensión. Y entre sus amigos han estado, seguramente, los mejores espíritus del Perú.
Ofreció tres conferencias en el Teatro Municipal, organizadas por el comité de invitantes, y una pagada por la colectividad hebrea, cohíbida aún por la reciente agresión policial. La Universidad le recibió en la sala de Letras la víspera de su partida. La Facultad de Letras, a propuesta de Sánchez, Iberico, Ureta y Porras Barrenechea lo hizo doctor honoris causa; pero no hubo tiempo para que, aprobado este acuerdo por el Consejo de Decanos, conforme al protocolo universitario, se le otorgasen las insignias respectivas en actuación especial. Reunimos a los escritores y artistas en un banquete general. La Nueva Revista Peruana y Amauta aunque participantes en esta fiesta, quisieron agasajarlo aparte. Hemos prescindido de discursos. Y hemos hecho lo posible porque la cortesía y los cumplimientos no impidiesen a Frank sentirse en Lima como en su casa.
Conversando con Frank, que ha sido muy gentil y deferente conmigo en todo instante, me he afirmado en mi intención de marchar a Buenos Aires. La invitación de un amigo y compañero como Ud. coincide con las circunstancias que le describe mi penúltima carta. El contacto con un país sano y fuerte me hará mucho bien, espiritual y físicamente. En Buenos Aires, terminará esta convalescencia que la debilidad de Lima ha retardado.
Deseo hacer el viaje con mi mujer y mis niños. A los dos mayores, —de ocho y seis años-, podría tal vez dejarlos; pero los colegios de Lima, donde podría dejarlos como internos, no me satisfacen y el mimo de la familia, si continuasen en el colegio que ahora frecuentan y donde no hay internado, perjudicaría su educación. Respecto a todo, espero su fraterno e inteligente consejo. —Frank piensa que en Buenos Aires se puede resolver tan bien como en Europa el problema de mi movilidad por la adaptación de una pierna ortopédica. Creo que ahí la cirugía y la ortopedia están perfectamente desarrolladas. Eso lo dejaría para después de mi primera etapa de trabajo. Pero es muy importante para mi porvenir.
Para que el correo de hoy no me gane, pongo aquí punto final a estas líneas. Le seguiré escribiendo en breve.— No hemos recibido sino un ejemplar del número 15 de L.V.L. Si le es posible, reitere el envío. Han venido, en cambio, completos los ejemplares del N° 16.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero devotísimo
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 7/11/1929

Lima, 7 de noviembre de 1929
Querido compañero Samuel Glusberg:
Contesto su grata carta del 14 del pasado, que me informa del éxito de Waldo Frank en Buenos Aires. Ya había tenido difusa noticia de este éxito por diarios de Buenos Aires; pero su carta me trae una impresión de conjunto que dice mucho más.
Cuando le lleguen estas líneas, Frank habrá recibido ya el cable invitándolo a venir al Perú. Suscriben el cable veinte de los invitantes que son al menos el doble. Creo que está ahí, con la excepción de los residentes en el extranjero, la verdadera plana mayor de la cultura peruana. El cable, como la carta, van dirigidas a c/o de Ud. Rivera Indarte, 1030.
El telegrama de Waldo Frank no ha llegado a mi poder. He hecho averiguar en el telégrafo y en el cable, sin resultado. Serviría reclamar en la oficina de allá, al menos para poner en evidencia el descaro conque se intercepta mis comunicaciones del extranjero, por temor a no sé qué misteriosas connivencias.
Gracias a Waldo Frank por sus deferentes sentimientos, plenamente correspondidos.
He escrito a Cuzco, Arequipa y Puno, a fin de que se prepare ambiente en esas ciudades a Waldo Frank si sigue esa vía, muy interesante, porque le permitiría conocer los principales restos de la cultura incaica y la sierra del sur. No sé si enviará Ud. L.V.L. a algún escritor de esas ciudades. Convendría que la mandase a Gamaliel Churata, Editorial Titikaka, apartado 55, Puno; Luis de la Jara, Noticias, Arequipa; y Luis E. Valcárcel, Cuzco. Que conozcan al menos los números referentes a Frank.
Me complace que haya encontrado bien mis artículos. Ya le enviaré otros originales. —Los de mi Defensa del Marxismo están listos. No los he despachado porque lo suponía a Ud. demasiado atareado para ocuparse de tratar con La Vanguardia u otro editor. Creo que por la actualidad del tema, y porque polemiza con obras como las de Man, Eastman, Berl y otras de mucha resonancia, este libro puede venderse fácilmente.
Por este mismo correo, recibirá Ud. el No. 26 de Amauta. Ya debe haberle llegado el libro de Eguren.
Devotamente suyo, con un cordial apretón de manos.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 23/10/1929

Lima, 23 de octubre de 1929.
Querido compañero Samuel Glusberg:
No he tenido respuesta de su última, mi acuso de recibo de mis envíos para "La Vida Literaria". Lo supongo acaparado por la presencia de Waldo Frank en Buenos Aires. He recibido el Nº de setiembre de "L.V.L", en el que leo mi artículo sobre "Rahab". Se han deslizado dos errores; pero esto nos pasa a todos, autores y editores, en la revisión de las pruebas.
Le hemos enviado el libro de Eguren. Con el ejemplar dedicado a Ud. otro para Waldo Frank. Creo que en ese libro hay algunos poemas de gran originalidad. Ojalá señalara Ud. a Eguren a la atención del público, en las páginas de L.V.L con ocasión de la salida de su libro, que reune la mayor parte de su obra.
Le acompaño copia de una carta de Waldo Frank. Como son frecuentes las fallas postales, es conveniente usar la precaución del envío de una copia de toda carta de interés. Ignoramos el itinerario de Frank. Suponemos que pasara todavía algún tiempo en Buenos Aires y que, luego, visitará Chile o Bolivia. Hágale saber que recibirá la invitación de los escritores y artistas del Perú por cable. Una invitación libre, sin etiqueta ni compromiso de institución alguna; pero que suscribirán varios catedráticos, los mejores, de la Facultad de Letras, Mejor así.
Talvez alcance este correo el No. 26 de "Amauta". Se ha demorado un poco, por las dificultades que últimamente han estorbado nuestro trabajo. Nos han prohibido la publicación de "Labor", que desde agosto había comenzado a aparecer nuevamente como quincenario. Teníamos un número listo, cuando se nos notificó su clausura. Esto nos cuesta la perdida de todo lo que habíamos asegurado su economía con una buena cifra de circulación. - Me parece imposible que en este ambiente pueda yo seguir trabajando mucho tiempo. Por fortuna, mi salud va bien.
Que Frank nos avise, enseguida, su itinerario. Como mi dirección no es segura, que escriba a Luis Alberto Sánchez, Pacae 960, Lima. A mi puede escribirme bajo sobre al Dr. Hugo Pesce, Casilla 1207, Lima.
¿Envía Ud. L.V.L a "El Mercurio Peruano" y la "La Nueva Revista Peruana" En el penúltimo número de "El Mercurio" se ha reproducido, con otros, su artículo sobre "7 ensayos"
Muy cordialmente le estrecha la mano en espera de sus noticias, su devotísimo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de G. M. Facundo Solorzano, 16/6/1929

Huánuco, 16 de junio de 1929
Señor José Carlos Mariátegui,
Lima.
Muy señor mío:
Admirador de su personalidad intelectual, y lector de sus obras, me permito solicitar de usted: su colaboración y su cliché, para el Número extraordinario de Serranía, revista mensual, que corre bajo mi dirección, con este plan: Ideología indigenista, problemas indolatinistas y deportes; cuyos ejemplares, desde el N° 1 hasta el N° 9-10 he enviado en calidad de canje a Amauta; de manera, conocerá usted a fondo. Estoy actualmente en preparación del N° 11-12 del Mayo-Junio, para terminar el año de brega y comenzar el segundo año con un Extraordinario.
Confío recibir de usted, su colaboración, la que enaltecerá mi revista. Con esta oportunidad me suscribo de Ud. su muy atto. y su S. S.
Salud y Solidaridad
G. M. Facundo Solórzano
Director de Serranía

Solórzano, Facundo

Carta de Luis Carranza, 2/1/1929

Piura, 2 de enero de 1929
Sr.
José Carlos Mariátegui
Lima
Mi querido compañero:
Mil gracias por su nueva colaboración para El Tiempo, que engalana con ella su mejor página. Ud. es para mí ya un viejo amigo, aun cuando sólo lo conozco por la atracción espiritual que se ejerce a través de las distancias.
Chávez Sánchez, nuestro común y buen amigo me ha vinculado con algunos escritores de mi añorada Lima y crea Ud. sinceramente que en medio de este destierro que el destino me impuso hace 18 años, mi mayor alegría, es encontrar de vez en cuando la respuesta que como eco lejanísimo a mi esfuerzo llega desde allá.
Su afmo. compañero y amigo
L. Carranza

Carranza, Luis

Tarjeta de Néstor S. Martos, 30/11/1929

Piura, 30 de noviembre de 1929
Néstor S. Martos, saluda al Sr. José Carlos Mariátegui, su admirado colega, y le adjunta el recorte de un artículo suyo sobre los 7 Ensayos, no por extemporáneo, insincero.
Martos.

Martos, Néstor S.

Carta de Eleazar Bustamante, 16/6/1929

Arequipa, junio 16 de 1929
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Lima
Estimado señor:
No tengo la suerte de conocerle. Sin embargo, aprovechando del viaje a esa del compañero José Z. Portugal, le envío mi cordial saludo como manifestación de aprecio por su obra y firme personalidad.
Al escribirle, cumplo también una promesa que hice al compañero, pintor Manuel Alzamora, de cuyos cuadros le entregará Portugal unas fotografías, y una crónica que dedico a "Amauta", refiriéndome a Alzamora y su obra.
Lamento que mi saludo no haya sido tan desinteresado como debiera, por las circunstancias en que le escribo. Excuse mi impertinencia y cuente con un amigo más en esta casa de "Noticias"
De Ud. Atto. y S.S.
Eleazar Bustamante.

Bustamante, Eleazar

Carta de Gamaniel E. Blanco y César A. Palacios (Vocero Escolar Alborada), 30/6/1929

Morococha, 30 de junio de 1929
Señor José Carlos Mariátegui
Muy señor nuestro:
Conocedores de su espíritu dinámico y altruista, nos es altamente honroso dirigirnos a Ud. con el objeto primordial de poner en su conocimiento que, debiendo preparar un número extraordinario del Vocero Escolar "Alborada", en homenaje al 107 Aniversario Nacional, suplicámosle se digne a honrarnos con su valiosa colaboración, acompañando, si no tuviera inconveniente su clishé para engalar nuestras páginas.
Aprovechamos de esta oportunidad, para ofrecer a Ud nuestra singular consideración y respeto.
Los Directores
Dirección Apartado 22

Blanco, Gamaniel E.

Carta a Ricardo Vegas García, 5/10/1929

Lima, 5 de octubre de 1929
Querido Vegas García:
Creo que el tema obligado de la semana es Stresseman. Le envío un notable dibujo de George Grosz. Ud. debe tener muchos retratos. Para la semana próxima, dejaremos a Bourdelle. Se puede reunir una buena documentación gráfica de sus mejores obras. Yo le ofrezco algunos fotos.
He visto que ha llegado Patroni. ¿No nos serviría su venida para decidir el aumento gestionado y esperado desde hace tanto tiempo? Le ruego ocuparse del asunto.
El lunes o martes le enviará Eguren un ejemplar dedicado de su libro. Comprende una selección completa de su obra (Simbólicas, La Canción de las Figuras, Sombra, Rondinelas). Reclamo para este libro el réclame que merece.
Cordialmente le estrecha la mano su amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Anterno Orrego, 19/12/1929

Trujillo, 19 de diciembre de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima.
Querido José Carlos:
No he tenido tiempo para contestarle su atenta tarjeta última. Tampoco lo he tenido para enviarle alguna colaboración para nuestra Amauta. Ahora le incluyo una, capítulo de introducción a mi libro Helios, que creo no carece de interés para la revista. Mi largo silencio y mi falta de cooperación en los últimos números gravitaban ya sobre mí de una manera tremenda.
Dentro de poco recibirá Ud. la visita de mi libro El Monólogo Eterno que se ha editado aquí en los talleres de El Norte. Le ruego que lo anuncie en Amauta para facilitar su difusión y si es posible alguna pequeña nota crítica.
Ya Spelucín le habrá enterado de que estuve detenido ocho días por orden del ministerio de gobierno, sin dárseme ninguna razón.
¿Cuándo saldrá Panoramas?
Muchos saludos para su señora y un abrazo fraternal de
Antenor Orrego

Orrego, Antenor

Carta de Abraham Valdez,13/3/1929

Cuzco, 13 de marzo de [1929]
Compañero Mariátegui:
En el pasado mes de feb. me permití escribirle y enviarle un artículo. Apesar de no haber tenido la grata satisfacción de recibir sus líneas, vuelvo a escribirle y enviarle un manifiesto — que puede Ud. ordenarlo publique en Labor o en Amauta. Deseando su buena conservación lo saluda con afecto su compañero
Abraham Valdez

Valdez, Abraham

Carta de Alberto Ostria Gutiérrez,24/12/1928

Lima, 24 de diciembre de 1928
Señor Don José Carlos Mariátegui.
Mi distinguido amigo:
Sin pretender discutir los términos del comentario que, acerca del reciente conflicto boliviano-paraguayo, publica Ud. en el último número de la revista Variedades y que se merece el más alto respeto por venir de Ud., me permito en honor a la verdad expresarle lo siguiente:
1°, Que la situación del gobierno del Dr. Siles no ha jugado ningún rol en dicho conflicto, motivado exclusivamente por el sorpresivo ataque al Fortín “Vanguardia”, que ha sublevado muy justificadamente el sentimiento patriótico de todos los bolivianos.
2°, Que el gobierno del Dr. Siles no es un gobierno de facción, pues con él colaboran dos partidos de opinión —el nacionalista y el republicano—, además de varios eminentes hombres públicos de los otros partidos políticos.
3°, Que si bien en Bolivia como en todas partes del mundo el ejército contribuye a la estabilidad del gobierno, cumpliendo así uno de sus fines, que es el mantenimiento del orden público, el Sr. Siles no “se ha asido —como Ud. por error afirma— a la oportunidad para constituir un gabinete de concentración” (cosa que pudo haber hecho a su voluntad y en cualquier momento) sino que, dando evidente prueba del más elevado patriotismo, ha realizado lo que el renunciamiento a los intereses de la política interna aconsejaba realizar en una hora de prueba: la unificación nacional, para afrontar con el concurso de todos el peligro de la guerra. En esta virtud, la formación del gabinete de concentración no ha obedecido, pues, al deseo de atraer a los partidos de oposición, sino al deber de defender el país contra la agresión extranjera.
Rogándole hacer públicas estas aclaraciones y agradeciéndole anticipadamente, me repito su atento amigo y S.S.
A. Ostria Gutiérrez

Ostria Gutiérrez, Alberto

Carta de Nicanor A. de la Fuente (Nixa), 21/10/1928

Chiclayo, 21 de octubre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi querido José Carlos.
Quiero que se tome Ud. Ia facultad de llamarme tal como lo autorice su corazón. Acaso estamos demasiado aislados dentro el marco de un tratamiento que en nada justifica nuestras ideas y sentimientos. Por eso ya que Ud. busca la forma de llegar más a mi espíritu, ¡hurra! por eso. Contento estoy de tener un sitio en su recuerdo y también de recibir de vez en vez sus cartas con tanta vida y entusiasmo.
Amauta ha llegado formidable. Con ese triunfo solamente se podía celebrar el aniversario. Déjela Ud. en ese formato y volumen. En cuanto a Labor, estamos expeditos para ayudarlo. Ha leído Ud. Bocina?
He anclado en todo el fondo de las cartas que Ud. me remite. Hace algunos meses hablé con Orrego sobre esta desviación del grupo de México y él se encontraba entonces en la misma condición de Ud. hoy. Luego acá, ¿nosotros al lado de quiénes podíamos estar? ¿Es verdad que no hay urgencia de consulta? Nosotros tenemos fe en Ud. José Carlos, y ahora que medio enterados estamos de la situación, esa fe alcanza más amplitud y seguridad. He de decirle, que nos tienen Uds. sin noticias casi. Por Ud. sabemos todo lo que hay y si algo advertía en las cartas de Magda y Cox, más tarde cuando hablamos con Orrego encontré la veracidad de lo real. Luego un silencio hasta que nos llega su palabra ardida y valiente.
En cuanto a la efervescencia partidista y desorientada del Dr. Rojas tiene que estar fuera de ring, en todas las conciencias sanas. No hay caso, y si se prende en nosotros alguna chispa de fastidio hacia él, esa chispa tiene que caer al vacío de toda la indiferencia con que debemos rodar a individuos como el Dr. Rojas. Él se pone de cuerpo entero entre líneas y por más acusaciones que haga a Ud. aprovechando recursos, o mejor dicho usando recursos, que no tienen más valor que el que su autor quiera darles, es claro que nadie va a cabestrear tras él; me refiero a los muchachos que conocemos a Ud., y pensamos con Ud.
Ojalá quiera tenerme Ud. al tanto de sus noticias. Le mando unos poemas para que los envíe a Uruguay, para La Cruz del Sur, según desea Amauta. Qué tal es esa cruz?
Afectuosamente suyo,
Nixa

Fuente, Nicanor A. de la (Nixa)

Carta de Luis N. Chevarría,6/10/1928

Puno, 6 de octubre de 1928
Señor don
José Carlos Mariátegui.
Lima.
Señor:
Pienso que la presente tarjeta merecerá de Ud. un momento de atención, puesto que ella es la muda portadora de mis hondas simpatías hacia Ud., simpatías que hoy se traducen en los más sanos propósitos de alta estimación intelectual que a Ud. profeso, esto desde los albores de mi ingreso a las filas periodísticas y desde mi estada en esa Ciudad de los Virreyes, cuando Ud. se encontraba fuera del país.
Así pues, en atención a los sentimientos que Ud. expresó, cumplo con manifestarle también mis protestas de amistad y mis aplausos sinceros por la labor patriótica y culta que viene Ud. desarrollando en las hermosas páginas de Amauta.
No estará de más manifestarle que su amigo Samuel Ramírez Castilla, hoy en el Cuzco como profesor del Colegio de Ciencias, hizo que en mi alma se operara el milagro de que mis afectos y sinceridades hacia Ud. acrecentaran aún más en mi espíritu.
También me permito manifestarle que por este mismo correo le envío el número prospecto del nuevo diario Los Andes que desde el 1 del presente mes saldrá en esta mi tierra y ciudad natal, y así mismo le agradeceré mucho si acaso me dispensa Ud. el honor de mandarme una colaboración para la página de letras que semanalmente debe salir en Los Andes; así mismo me permito adjuntarle esos dos breves poemas míos por si quisiera Ud. dispensarle también el honor de publicarlos en Amauta.
Sin otro motivo y en espera de su respuesta cumplo con ofrecerle una vez más las protestas y respetos de mi afecto personal para con Ud.
Su atto. y S. S.
L. Ch.

Chevarría, Luis N.

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 30/7/1928

Puno, 30 de julio de 1928
Compañero Mariátegui:
Me causa mucha alegría saber que los médicos encuentran una forma definitiva de conjurar la enfermedad que tanto lo mortifica. Así ganaremos todos. Usted porque su obra podrá coronarse y nosotros que aprenderemos en ella.
Sí me informé por Babel de la edición de un ensayo suyo; y también leí en Vida Literaria de Bs. As. una referencia al mismo acontecimiento. Claro que ambas publicaciones se refieren a su obra con merecidos elogios.
Ahora estoy esperando recibir personalmente la remisión de Amauta, pues a nuestro querido Mamani lo ensoquillaron en el Cuartel, so pretexto de servicio de movilizables durante seis meses, con maniobras de llapa. De manera que mientras dura su ausencia voy a encomendarme del asunto. No obstante ordene usted que siempre rotulen los paquetes con el nombre de INOCENCIO MAMANI. Acabo de recibir un papel del dramaturgo en que me avisa el estado de sus cuentas; por manera que luego voy a liquidar. Ordene usted mientras tanto se remitan 20 ejemplares de Tempestad en los Andes, con toda la réclame posible. No será éste el último pedido. También se dignará decir se adjunte a ese este envío: l tomo Escena Contemporánea; 1 tomo El Nuevo Absoluto; 1 tomo, Kyra Kyralina, lo más pronto que se pueda.
Claro es que estamos esperando su artículo para el boletín. Tratándose de cosa sintética como esta hoja, no tiene usted que verse forzado a escribir mucho, con una página sería de sobra el honor y el provecho.
Voy a enviarle muy luego una ligera apreciación sobre José Malanca, pintor argentino, que actualmente hace pintura indoamericana, con destino a Sevilla. Se trata del pintor que creó la bandera Latino Americana del Apra, en Florencia. Es evidente que usted debe tener noticias de él. Un gran tipo de revolucionario. Este artículo irá acompañado de unas seis fotografías. Malanca visitará luego Lima con el objeto de conocer a los hombres y de exponer. Así tal nota tiene doble importancia para él; pero sobre todo comercial. En Lima no creo que sea posible esperar más.
Debo pedirle un favor en nombre de Alejandro, que se encuentra en las regiones de Carabaya, hace un mes aproximadamente. Y para ello tengo que preguntarle primeramente si personal o por medio de sus relaciones podría usted ejercer alguna influencia en el Gerente de la Caja de Depósitos y Consignaciones en favor de Alejandro. Como siempre esta consulta hecha con absoluta llaneza, espera una respuesta igualmente llana. Para fines ulteriores, entre mis planes estaría tener a Alejandro frente a la Jefatura de la Recaudadora, modo, usted comprende, de controlar la actividad del departamento. En fin, que ya le he dicho una gansada. Espero su respuesta, y mucho me alegrará que ésta viniera en sentido favorable y lo más pronto posible.
Anhelo, querido compañero, que se conserve usted bueno y que nos vengan pronto sus libros. Acabo de leer el libro de Sánchez sobre literatura peruana. Un monumento cíclico como debe ser una historia de la literatura de América, que eso es la del Perú, tiene a mi juicio, una intuición, aunque incompleta, en ese tomo de Sánchez. Falta el desarrollo, y hay que esperar.
Un gran abrazo y todo mi fervor porque la operación a que se va usted a someter, tenga éxito completo. Su compañero
Churata.

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta a Samuel Glusberg, 4/7/1928

[Transcripción literal]
Lima, 4 de julio de 1928
Señor don Samuel Glusberg
Buenos Aires
Muy estimado compañero:
Tengo que explicarle por qué no le he escrito en tanto tiempo. He atravesado una crisis en mi salud y durante más de dos meses no he podido escribir una línea. Ahora tengo un saldo de trabajo, del cual voy ocupándome poco a poco. Por fortuna, los médicos se manifiestan muy optimistas respecto al tratamiento que sigo actualmente. Quesada, un gran cirujano de aquí, está seguro de curarme en un plazo de ocho a diez meses y deponerme en condiciones de caminar con una pierna ortopédica. Me ha contagiado su seguridad.
A causa de mi enfermedad, no he podido revisar ni ordenar los originales del libro ofrecido a Babel. Acepto titularlo de otro modo, conservando como subtítulo “Polémica revolucionaria”. Igualmente acepto las condiciones de la edición, contenidas en su carta al respecto, la última que de Ud. he recibido.
He visto el prospecto de La Vida Literaria. Anunciaré su aparición en Amauta y la comentaré en la sección respectiva. Gustoso colaboraré en sus páginas. Le mandaré pronto un artículo con algunas noticias literarias del Perú.
Le adjunto unos recortes: el de una nota sobre España Virgen de Waldo Frank y el de un artículo en que, incitando a una campaña pro-libro en este ambiente somnoliento, me referí a la exposición organizada por Ud. El de la recensión de España Virgen, le ruego remitirlo a Waldo Frank cuando le escriba, porque no tengo otro. —Me comprometo a gestionar, cuando Waldo Frank llegue a Buenos Aires, la invitación de la Universidad de Lima para que visite el Perú. En la Facultad de Letras no faltan catedráticos amigos. Con la reforma han entrado otros más próximos que se ocuparán de buen grado de esta invitación. Esto, además de que es fácil que la iniciativa encuentre entusiasta acogida de los estudiantes. —Frank tiene ya el cartel que corresponde a su España Virgen. La traducción de otras obras suyas lo acrecentará. —Entre los intelectuales, algunos lo han leído en inglés y en francés. Estoy muy contento de haber sido aquí tal vez el primero en recomendarlo a la curiosidad de la gente de letras.
No he visto a Garro últimamente. Sé que ha tenido un duelo en su familia y que ha estado algunos días fuera de Lima. Supongo que lo tendrá a Ud. directamente informado de su trabajo.
Va a Buenos Aires, con el objeto de exponer sus óleos y xilografías en el salón de los “Amigos del Arte”, nuestro gran pintor José Sabogal. En Amauta y alguna otra revista, ha visto Ud. sin duda cosas suyas. Es un artista y un hombre, en la más noble acepción de ambas palabras. Me permito recomendárselo, aunque Sabogal se recomienda solo por su obra, porque a veces en las grandes ciudades el tráfico de la calle no deja oír bien una nota de arte puro. Ud. puede hacer bastante porque Sabogal sea debidamente apreciado, presentándolo a Gerchunoff, Lugones y otros colegas de autoridad.
Sabogal me ha dejado esta dirección en Buenos Aires: Agrelo No. 3538 Además, en la Legación del Perú darán razón de él.
Hace meses le enviamos certificado con los primeros números de la segunda época de Amauta, el libro Tempestad en los Andes de Valcárcel. Remitimos Amauta como canje a “Babel”, a Cuadernos de Oriente y Occidente y a La Vida Literaria. —Puede Ud. enviarnos 20 ej. de esta última revista para su venta en la librería. Le haremos toda la propaganda necesaria.
En espera de sus gratas noticias, le estrecha la mano muy cordialmente su afmo. amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de J. Vicente Cuentas Zavala y J. Alberto Cuentas Zavala,11/2/1928

Juli, 11 de febrero de 1928

Estimado amigo:

El dos de Junio, del año en curso, cumple cien años de fundación la ciudad de Juli, como capital de la provincia Chucuito. Por este motivo, los suscritos, han iniciado la impresión de un álbum gráfico: literario, industrial, social y comercial de esta Provincia, cuya dirección artística corre a cargo de los fotógrafos Vargas Hermanos de Arequipa, cuyo prestigio internacional, es seguridad de triunfo.
Este álbum será la exposición de los valores intelectuales, morales, sociales, comerciales y materiales de la Provincia de Chucuito. ¿Qué existen ellos? No cabe duda. Juli, ciudad centenaria, fue el asiento de una gran civilización, cuyos vestigios se conservan aún, derruidos por el tiempo, y por el abandono e inercia de sus hijos. Recién han sido considerados por el Gobierno, como templos nacionales. A agitar esos triunfos pasados y perpetuarlos en la fotografía explicativa, va dirigida la impresión de este álbum, que no dudamos ha de corresponder a las necesidades eugénicas y a los valores incomparables de la raza aymara en la historia del Perú.
Además, queremos darle a la obra un sentido nacionalista, que no es posible desestimar en la hora presente, porque la cultura de Chucuito, tuvo un sentido exclusivamente general e integral, con la fundación de su imprenta por los Jesuitas el año 1612. Y para conseguir este objeto, es que nos dirigimos a usted para que se sirva enviarnos una colaboración para el dicho álbum, de sentido exclusivamente indigenista o apropiado a la efemérides que vamos a conmemorar. Esta colaboración, para nosotros de valor incalculable, hemos de estimar sea remitida a esta ciudad y dirigida a los suscritos antes del primero de abril próximo, para efectuar la conveniente distribución, previas las seguridades respectivas para evitar la pérdida de tan valioso contingente.
Toda la generosidad de vuestro envío, tendrá la gratitud de los iniciadores, y de la Provincia de Chucuito.
Agradecemos anticipadamente vuestra colaboración y en espera de ella, somos sus afectísimos y SS. SS.
J. Vicente Cuentas Zavala J. Alberto

Cuentas Zavala, J. Alberto

Carta a Samuel Glusberg, 10/1/1928

[Transcripción literal]
Lima, 10 de Enero de 1927.
Señor don Samuel Glusberg.
Buenos Aires.
Muy estimado compañero:
Acabo de recibir unas líneas de Ud. que me apremian a satisfacer el deseo de escribirle. Creo no haber contestado su carta del 1 de noviembre sino con el envió de los ejemplares de "Amauta" y el retrato que me pedía. Ud. me perdonará todos estos retardos considerando las ocupaciones que me ha impuesto la reorganización de "Amauta".
He trasmitido su encargo a Garro, a quien he hecho llegar su carta. Está animado del propósito de poner enseguida manos a la obra. Aprovechará, seguramente, sus vacaciones (es profesor además de literato) para esta traducción. Me ha dicho que le escribirá enseguida.
He conseguido reanudar la publicación de “Amauta" en Lima. Pero, naturalmente, los azares de la política criolla pueden, después de un tirapo, interrumpirla otra vez. La policía peruana no sabe distinguir entre especulación ideológica y conspiración o montonera. Si "Amauta" sufriera una nueva clausura, renunciaría a la tarea de rectificar el juicio de esta gente y me dirigiría a Buenos Aires donde creo que mi trabajo encontraría mejor clima y donde yo estaría a cubierto de espionajes y acechanzas absurdas.
Le remito con “Amauta”, dos ejemplares de "Tempestad en los Andes", ultimo libro de Minerva y primero de la Biblioteca "Amauta", en la cual publicaré enseguida una selección de la obra completa de nuestro gran poeta José M. Eguren y un libro mío: “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana". Tengo otro libro de tema internacional, como "La Escena Contemporánea”, al cual titulo "Polémica Revolucionaria". No lo podría dar enseguida a luz por Minerva, porque se diría entonces que no edito casi sino mis libros. Dese saber, por esto, si podría editarlo Babel .Yo tomaría a firme 300 ejemplares para la venta en Lima y, al menos otros tantos podrían enviarse en consignación, bajo mi responsabilidad, a los agentes de provincias que yo indicase. De "La Escena Contemporánea" se vendieron fácilmente 1500 ejemplares, de modo que la cifra no es optimista en demasía. El volumen del libro sería el "La Civilización Manual y otros ensayos" aproximadamente. La parte principal se contrae a la critica de las tesis reaccionarias y democráticas más en circulación y actualidad (Massis, Rocco, Maeztu, Ford, Wells, etc). Hago a mi modo la defensa de Occidente: denunciando el empeño conservador de identificar la civilización occidental con el capitalismo y de reducir la revolución rusa, engendrada por el marxismo, esto es por el pensamiento y la experiencia de Europa, a un fenómeno de barbarie oriental. Me interesaría tener a la vista las réplicas de Lugones a sus impugnadores (Molina, etc). Si Ud. me las pudiera facilitar se lo agradecería mucho.
¿Podemos canjear algunas ediciones de Minerva con ediciones de Babel, de las menos conocidas en Lima?

Le remitiré algunos recortes sobre mi persona. Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo, mismo algunos datos sumarios: Nací el 95. A los 14 años, entre de alcanza-rejones a un periódico. Hasta 1919 trabajé en el diarismo, primero en "La Prensa", luego en "El Tiempo, finalmente en "La Razón" diario que fundé con César Falcón, Humberto del Aguila y otros muchachos. En este ultimo diario patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918, nauseado de política criolla, —como diarista, y durante algún tiempo redactor político y parlamentario conocí por dentro los partidos y vi en zapatillas a los estadistas— me orienté resueltamente hacia, el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismos y bizantinismos finiseculares, en pleno apogeo todavía. De fines de 1919 a mediados de 1923 viaje por Europa. Residí mas de dos años en Italia, donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve, por Francia. Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y un hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época, señalan las estaciones de mi orientamiento socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes y la Universidad Popular, artículos, expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924, estuve como ya le he contado a punto de perder la vida. Perdí una pierna y quedé muy delicado. Habría seguramente curado ya del todo, con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud intelectual me la consienten. Desde hace seis meses, mejoro poco a poco. No he publicado más libro que el que Ud. conoce, Tengo listos dos y en proyecto otros. He ahí mi vida, en pocas palabras. No creo que valga la pena, hacerla notoria. Pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacta. Me matriculé una vez en Letras en Lima, pero con el solo interés de seguir un curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuente algunas cátedras libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carácter extra-universitario y tal vez si hasta si hasta anti-universitario. En 1925 la Federación de Estudiantes me propuso a Ia Universidad como catedrático de la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y segundariamente, mi estado de salud, frustraron esta iniciativa.
Le he escrito mas largamente de dio que al comenzar me proponía. Pero, por supuesto, esto me complace mucho
No he recibido el segundo número de los “Cuadernos de Oriente y Occidente” que están muy bien, como todo lo que se edita con su intervención.
Estoy muy reconocido a Gerchunoff por su deseo de que forme parte del personal de colaboradores de su diario. Creo que aunque no vaya por ahora a Buenos Aires, me será posible colaborar desde aquí.
En el próximo numera de “Amauta", salen notas sobre algunos libros de Babel.
Con sinceros votos para el año que empieza, lo saluda muy afectuosamente su amigo, y compañero.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Luis Carranza, 3/1/1928

[Piura], 3 de enero de 1928
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Lima
Mi estimado amigo:
Me apresuro a contestar su cordial misiva del 25, felicitándolo por la reaparición de Amauta, que encarna la noble campaña redencionista del indio.
Le quedo agradecidísimo por su importante colaboración a nuestro número extraordinario del 1°, del cual le envío varios ejemplares.
La simpatía que es un lazo espiritual muy fuerte, me hace pensar en la posibilidad de estrechar más nuestra amistad y mutuo apoyo en la obra de saneamiento moral que considero larga y pesada, pero indispensable en el Perú.
A Luis Alberto Sánchez, le he pedido también formalmente su cooperación en forma menos esporádica y creo que no me la niegue, porque debe pensar lo mismo que nosotros, en la necesidad de coordinar un poco a los que piensan en laborar constantemente por hacer algo útil.
Muy agradecido a sus amistosos deseos por la felicidad en el año que comienza, me es muy grato desearle igualmente buena suerte en su salud y negocios.
Muy afectuosamente
L. Carranza

Carranza, Luis

Carta de Juan María Merino Vigil, 7/3/1928

Piura, 7 de Marzo de 1928
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Mi querido compañero y amigos
No le he podido escribir por muchos motivos; ahora lo hago con mucho gusto. Adjunto va un giro contra el Royal Bank of Canada y a su orden por cien soles que usted se servirá mandar cobrar y pagar con ello mis dos acciones de Amauta.
He recibido todo lo que usted ha tenido la fineza de enviarme. Muchas gracias. En Ayabaca no hay seres pensantes y apenas si leen los periódicos locales. Amauta es una locura, ni siquiera les parece chistoso. He regalado algunos de los números de Amauta aunque sin esperanza alguna. Aquí en Piura si tiene a una gran acogida . He hablado con muchas personas y es muy elogiada Amauta. Aquí ven con mucha simpatía la campaña contra Estados Unidos y por este solo lado tienen las gentes alguna sensibilidad.
Muy bien su artículo sobre Gonzales Prada; me parece que esta vez se ha expresado con mas justeza que la tarde que sobre él discutimos en su casa. Yo quiero escribir sobre él pero me hacen falta sus libros le ruego hacerlos buscar en Lima y decirme cuanto valen todos para enviarle su valor a fin de que usted me haga el favor de mandármelos.
Le envió colaboración para Amauta muy pronto le enviaré artículos.
Le ruego saludar muy atentamente a su respetable familia para usted un abrazo de su amigo.
Juan M. Merino Vigil

Merino Vigil, Juan María

Carta de Roberto Latorre, 12/7/1928

Cusco, 12 de julio de 1928
Mi querido José Carlos:
He sabido y sentido de su enfermedad por la aparición de Amauta pienso que está curado ya. Así sea para bien de todos nosotros.
Quiero anoticiarle de la estadía de José Malanca en esta tierra, pintor de un exquisita sensibilidad americana, está haciendo grandes obras con los motivos de Cusco. Es Es argentino, pero un vanguardistas auténtico y sin escamas. Cuando llegue allí lo primero que haga será buscarlo, pues de lecturas lo conoce bastantemente y lo quiere.
Le envío mi colaboración para la revista, reservándome el derecho de defender y sostener el asunto que trato. Parece que ya puedo ofrecerle escribir periódicamente para AMAUTA.
Dentro de algunos días daremos a luz un boletín de KOSKO que se editará mensualmente, ojalá entonces usted nos ayude.
Aun no me contestado a mi carta anterior.
Lo abrazo con toda la cordialidad de amigo y compañero.
Roberto Latorre.

Latorre, Roberto

Carta de Vicente Mendoza Díaz, 10/8/1928

Arequipa, 10 de agosto de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
Muy señor mío:
Tengo el honor de dirigirme a Ud., por la presente, poniéndome a sus órdenes, para manifestarle lo siguiente:
Ante la exhortación que hace Ud. a la juventud libre de la América, para la creación de una nueva época en que su voz tiene el imperativo de un apóstol, no puedo mantenerme al margen de ella, por ser una noble inquietud; y es por eso, que me insinúo para cooperar con mi insignificante contingente en la magna labor renovadora que emprende Ud.
Y con tal propósito, le envío, hoy, por medio del señor Jorge Núñez Valdivia, dos trabajos de carácter nacionalista titulados: “La Cuestión religiosa indígena en el Perú” y “¿Cuál es la patria del indio y dónde está?”, los que presenté al “Seminario de Cultura”, institución a que pertenezco. Si a su juicio merecen publicación, le agradeceré insertar en las columnas de su revista; haciéndole, antes, presente que puede Ud. suprimir los párrafos del segundo que obstaculizaran su publicación por el estado del régimen actual.
Repitiendo mis órdenes me despido de Ud. como su atento amigo y S.S.
Vicente Mendoza D.

Mendoza Días, Vicente

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 8/9/1928

Puno, 8 de setiembre de 1928
Mi querido compañero:
Tuve el mejor deseo de escribirle antes, pero me han estado atajando innumerables ocupaciones urgentes. Hoy lo hago aprovechando las bodas de Leguía con la imbecilidad de los peruanos. Y mi primer cuidado es enviarle algo para Amauta. Deseé mandarle Atatakora, pero resulta excesivamente largo. Me resuelvo pues, a enviarle unos fragmentos de Tojjras, obedeciendo a una antigua solicitud suya. Cuánto lamento que nuestro amigo Sabogal se halle ausente; él habría tenido sumo acierto para hacerle algunos dibujos a los cuadritos de Tojjras. Pero no advierto que tal vez usted se vea privado de insertar esta colaboración, pues, según veo, una vez extractada, adolece de los mismos defectos de El Gamonal. En fin, en todo caso le probará que mi cariño por Amauta es invariable y preferente, y que si ahora no puedo enviarle cosa menos fregada, será después.
Es muy posible que Tojjras se edite en los primeros días de Enero próximo, o acaso en los últimos de Diciembre. Diego Rivera, que debe ilustrar sus páginas, según su compromiso, se ha restituido a México, donde seguramente acabará ese trabajo que tenía iniciado. Me aproveché de su noticia, ¿lo recuerda?
Espero que hasta hoy goce usted de mejor salud. ¿Por qué no se resuelve a brincar por los Andes? Verle en Puno, hombre, sería para nosotros una gran alegría. Además parece que usted cierta vez me insinuó lo mucho que le favorecería tal viaje.
Muy pronto quedará definitivamente constituida en Puno la Agencia Titikaka solventada por don Eduardo Fournier, dueño de la mejor tipografía de Puno. El saldo por remisiones quedará abonado muy luego. Me preocupo en conseguir el mayor número de Amigos de Amauta. Hasta la fecha tengo seis, y deseo llegar a veinte, si no es posible mayor número, pero con pago adelantado que yo me cuidaré de mandarle personalmente, pues deseo así hacer algo bueno en favor de la revista.
Bien. Un abrazo cordialísimo de su compañero. Boletín titikaka, ¿le visita siempre? ¿Qué opinión le merece su labor?
Debo hacerle saber que hasta hoy de las personas a que me he dirigido ofreciendo la edición fina de Amauta, sin militar en nuestras filas, siempre tuvieron para su revista frases de alta admiración y simpatía. Si no ocurre inconveniente alguno, fortuito, tendré pronto el sumo agrado de cumplir mi promesa de colocar la agencia de Amauta en un lugar insuperable con relación a otros departamentos. No deje usted de ordenar la impresión de réclame; esto es siempre de un gran efecto. Si particulariza como hacía antes, en los papeles de Puno que pongan Lugar de Venta: Agencia Titikaka, Tipografía Fournier.-— Apartado 55
Si va usted a publicar Tojjras, hágalo todo de un golpe. Me da que eso, si pasa, pasa en parvada.
Bien. Otro abrazo.
Su compañero
Churata

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta de Mateo Jaika, 26/5/1928

Puno, 26 de mayo de 1928
Señor
Carlos Mariátegui
Lima.
Por insinuación de Gamaliel Churata, tengo el honor de enviarle los ensayos adjuntos, a fin de que si su respetable criterio literario los juzga publicables se sirva hacerlo en su difundida revista.
Logro de esta oportunidad, para ofrecerle mi amistad, y mis nuevas producciones.
S. S. S.

Jaika, Mateo

Carta a Waldo Frank, 10/12/1928

Lima, 10 de diciembre de 1928
Washington izquierda 544-970
Señor Waldo Frank
New York
Muy admirado y querido compañero:
Hace tiempo que aplazo la satisfacción de escribirle. Vivo acaparado por un trabajo absorbente entregado a una tarea de responsabilidad múltiple. No tengo casi tiempo que dedicar a la amistad, a la correspondencia. Tengo, en fin, el problema del desequilibrio entre mi trabajo y mi salud. Hoy, la partida a New York del pintor argentino, José Malanca, que pondrá en sus manos esta carta, es la más grata invitación a escribirle.
Porque he exagerado. Mis labores me imponen límites en la correspondencia, pero no en la amistad. Pocos amigos tiene Ud. probablemente en Sudamérica, tan amorosamente atentos a su voz, a su obra, como yo aunque mucho de lo que Ud. escriba me escape. En cada página suya, que llega a mis manos, siento Íntegra su presencia, en encuentro siempre alguna nota entrañablemente suya.
Recibí su magnífica "España Virgen­" primera impresión de esta lectura consta en una breve nota, que publiqué aquí en una revista en que colaboro semanalmente. Envié el recorte a nuestro amigo Samuel Glus­berg de Buenos Aires, con el encargo de que lo hiciera llegar.
Le he enviado últimamente mis "7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana", con números de "Amauta". Es un documento honrado y leal sobre esta parte de América. Nada más. Pero quizá disponga Ud. de un rato para pasar la vista por sus páginas.
Conforme a su deseo, cesó de aparecer en Amauta toda traducción de su "Re-disco­very of America". Le quiero asegurar que nuestro propósito no era otro que publicar tres o cuatro fragmentos.
Malanca es un mensajero de esa Indo­ América que Ud. quiere conocer. En sus cuadros se lleva quizá el más hermoso paisaje de esta parte del continente. Y en él apreciará Ud. al mismo tiempo que al artis­ta, al hombre, todo pureza, bondad, clari­dad, impulso. Tiene absolutamente la simpa­tía de cuantos trabajamos en AMAUTA. Ud. juzgará su obra.
Lo tengo constantemente en mi recuerdo. Algunas notas de mi libro se lo probarán.
Malanca le dirá lo demás. Yo le estrecho la mano con el más devoto afecto de amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Mensajero de la Literatura Extranjera, 23/6/1928

Lima, Perú, 23 de junio de 1928
Mensajero de la Literatura Extranjera,
Moscú
Queridos camaradas y colegas:
Hemos recibido los números 1 y 2 de sus revista, órgano del Pleno de los escritores revolucionarios proletarios, y reproducimos en nuestra revista Amauta, traducidos al español por el camarada Miguel Adler, el prólogo de Lunacharsky, así como la reseña del Pleno del congreso literario.
Como la censura en el correo nos priva en la actualidad de todo contacto con el exterior, esperamos continuar recibiendo mensajero, para lo cual pueden usar esta dirección:
Ricardina Romero
Avenida Bolívar 332
Lima Perú
Sud america
Con un fraternal saludo comunista para todos los camaradas obreros e intelectuales, ofrecemos incondicionalmente nuestros servicios, deseando que nuestras relaciones no sean interrumpidas.

Martínez de la Torre, Ricardo

Carta de Filiberto Teusta Mori, 14/12/1927

Lima, 14 de diciembre de 1927
Señor,
José Carlos Mariátegui
Ciudad
Distinguido escritor:
Ya personalmente le participé mi proyecto de fundar en esta Ciudad, una revista titulada "LABOREMOS". Mis trabajos van avanzando, i el primer número saldrá en enero próximo.
Entre los intelectuales que he escogido para unirme a ellos, Ud. falta. Por eso me interesa saber con precisión si no rehusa Ud. colaborar en mi revista, que será tribuna de los hombres nuevos, que desean "crear un Perú nuevo".
Soy un soldado más, de las ideas nuevas; i estoy dispuesto a luchar i sacrificarme por todo lo que significa: renovación, avancismo; es decir, revolución.
¿Le parece a Ud. bueno o inapropiado el título de mi revista?
Como primer paso para formar una nueva conciencia popular en mi Departamento (Amazonas) pienso fundar: Una Biblioteca Pública; un Instituto de Enseñanza Popular, i una Asociación de Estudiantes Amazonenses, compuesta de todos los alumnos del Colegio i escuelas de ese Departamento. Tengo seguridad de triunfar. ¿Apoya Ud. este proyecto mío?
Saludándole afectuosamente me despido
Su atte i S. S.
Filiberto Teusta Mori.

Teusta Mori, Filiberto

Carta a Emilio Roig de Leuchseuring, 10/10/1927

Lima, 10 de octubre de 1927
Señor
Emilio Roig de Leuchsenring.
La Habana.
Muy estimado compañero:
Algo tardíamente, por una ausencia de Lima, a que me obligó mi salud, he leído el No. de julio de Social. Por él me he enterado del telegrama enviado generosamente por Ud. y otros compañeros del grupo Minoritario, reclamando mi libertad y la de los demás intelectuales presos. Tanto este telegrama, como las nobles palabras del editorial de su revista comprometen mi gratitud y la de mis camaradas de Amauta.
Me preparo a reanudar la publicación de mi revista. La solidaridad alerta de los buenos intelectuales de América me ayuda a reivindicar mi derecho a mantener Amauta. Y hoy más que nunca quiero que sea una tribuna americana. Y reclamo, por esto, el intercambio de originales entre los grupos vanguardistas de La Habana y Lima.
Deseo que tenga Ud. la representación de Amauta en La Habana. Podemos establecer, si Ud. Io desea, el intercambio de una cantidad equivalente de ejemplares de Social y Amauta.
Le adjunto para su revista un artículo mío y algunos poemas inéditos de Armando Bazán, poeta de vanguardia que acaba de ser puesto en libertad después de cuatro meses de prisión en la Isla de San Lorenzo.
Me interesa conseguir el No. de Social en que se publicó mi artículo sobre el poeta Eguren. ¿Le sería posible enviármelo?
Le ruego transmitir mi agradecimiento al maestro Varona y a todos los firmantes del telegrama al presidente Leguía por su generosa actitud; y con los más devotos sentimientos me repito su afectísimo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui
P.D.- Envíeme sus noticias con esta dirección: Librería Minerva, Sagástegui 669.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Pettoruti, 10/10/1927

Lima, 10 de octubre de 1927
Caro Pettoruti:
A pesar del severo tamiz de la censura, he recibido unas líneas de recuerdo y solidaridad de Ud. y un recorte del diario en que se publicó mi carta. No sé si Ud. me habrá escrito otra vez en este lapso; pero presumo que no, porque sus líneas me advertían que esperaba Ud. antes, noticias mías. Yo no he podido dárselas por haber estado sufriendo un molesto ataque de artritismo reumático que me obligó a dejar Lima para cumplir una cura de sol, prescrita por el médico. El invierno de Lima húmedo y enervante es particularmente insoportable para un individuo como yo que está obligado a moverse en una silla de ruedas sin salir de su casa.
Le he enviado, por correo certificado, con dos ejemplares el último número de Amauta, que no sabía yo si le habría mandado antes, algunas fotografías de cuadros de Camilo Blas, nuestro muy interesante pintor. El número 3 de Amauta publicó, con algunas fotografías, una nota de Sabogal. Puede Ud. consultarla si quiere Ud. dar esas fotografías en su sección de Crítica Magazine. Camilo Blas es un discípulo de Sabogal; pero desde antes de serlo, había revelado ya personalidad y estilo, en diversos dibujos y cuadritos.
Tiene tan honda vocación de artista que desertó la carrera de abogado cuando llevaba ya concluidos sus estudios. Camilo Blas es un seudónimo. Nuestro hombre se apellida Sánchez Urteaga. Es un formidable intérprete de la sierra criolla. Su rasgo esencial es su humorismo, que como todo humorismo auténtico y profundo no está desprovisto de fondo lírico. Recuerda, no ciertamente por su estilo, sino por su temperamento, a los alegres maestros holandeses que pintaban kermesses y cantinas. Si no entran en su sección de Crítica, trasfiéralas Ud. a La Gaceta del Sábado cuyos directores me escribieron pidiéndome colaboración y que les designase un corresponsal en Lima. Yo les mandé algunas noticias y les indiqué al poeta Armando Bazán; pero, con mejor acuerdo, las autoridades remitieron a éste a la Isla de San Lorenzo, de donde acaba de salir. Solo he recibido dos números de La Gaceta y, como nadie ha visto en Lima ningún otro, sospecho que su publicación se haya interrumpido, a pesar de parecer organizada sobre sólidas bases económicas.
Voy a hacer una tentativa para reanudar la publicación de Amauta en Lima. Si fracasara, me dedicaré a preparar mi viaje a Buenos Aires, porque me resultará de todo punto intolerable permanecer aquí sofocado espiritual y materialmente. En Buenos Aires reorganizaría la revista que tiene adquirida extensa circulación continental, a pesar de no haber aparecido sino 9 números y de haberme sido difícil estabilizarla económicamente.
Escríbame con esa dirección: Ana María Chiappe, Washington izquierda 544. Comunique esta dirección a Hidalgo, a quien envié también certificados los últimos números de Amauta y a quien no he acusado hasta ahora recibo de su último libro por los incidentes, sobre el quebranto de mi salud, que me han impedido ocuparme de mi correspondencia.
Infórmeme respecto a sus planes y sobre la posibilidad de que aún lo encuentre en Buenos Aires si decido mi viaje para enero o febrero. Estoy sometido a un tratamiento que me habilitará para lograr cierta movilidad; y espero que no me estorbe ningún nuevo amago reumático.
El poeta Bazán le manda muchos saludos. Ya sabe Ud. que casi todos mis compañeros de Amauta lo conocen y estiman. Y yo lo abrazo muy cordialmente.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Luis Varela Orbegoso (Clovis), 15/3/1927

Su Casa, 15 de marzo de [1927]
Señor D. José Carlos Mariátegui
Mi querido amigo:
Recibí su carta y los artículos de Vallecito.
Tomo con mucho gusto los artículos, abonando por ellos cinco libras que es lo mismo que di a Vallecito por otros dos que me envió y publiqué en el Boletín.
Pero, el pago no puedo hacerlo en el acto por que el número del 31 de marzo está ya en prensa y los artículos de Vallecito no podían aparecer sino en el número de junio y la Universidad sólo paga a la aparición del artículo. Tal vez podríamos hacer algo en favor de Vallecito, pero esto no podrá ser sino en los primeros días de mayo.
Suyo, con todo mi afecto
Luis Varela Orbegoso

Varela y Orbegoso, José Luis

Carta de José Ruíz Huidobro, 7/5/1927

Huarás, 7 de mayo del 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima
Muy señor mío:
He leído en el Nº 8 de Amauta el llamamiento que formula Ud. con el fin de obtener que una impactante revista crezca y de listos sus frutos. Me sumo cordialmente a tal propósito con el que simpatizo vivamente y ruego a Ud. considerarme como suscritor a una acción de LP 10. Para cubrir el importe de la mitad de dicha acción o sea Lp. 5 sírvase Ud. extenderme un giro a cargo mio a orden de los señores Angeles Hnos. i cualquier otro comerciante enviando al mismo tiempo el certificado o comprobante de la acción. Inmediatamente que llegue enviaré la referida suma.
ya que tengo el agrado de dirigirme a Ud. me permite preguntarle si ha llegado o no a sus manos mi ejemplar de mi libro "Aquel panfletario" (cuentos) que tuve el gusto de enviarle hace varias semanas. Llamo la atención de Ud. hacia los cuentos "El cura y su mujer" "El niño enfermo" y hacia los relatos "Una noche en la quebrada honda" u "El Abandonado" y no sé si quisiera Ud. discreparme la atención de reproducir algunos de esos artículos en Amauta, "El Abandonado" por ejemplo. Hago esta solicitación a Ud. por la consideración de que "Amauta" en una revista en la que se [...] acogida a la literatura netamente nacional y por lo mismo espero a que mi labor, o mejor dicho algo de ella tenga la suerte de ser elevada a Amauta.
Reciba Ud. aceptar los sentimientos de especial simpatía con su [...] como su amigo y admirador.
J. Ruíz Huidrobo.

Ruiz Huidobro, José

Carta de Luis Carranza, 12/5/1927

Piura, 12 de mayo de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima
Mi estimado amigo y cofrade:
Recibí recién su muy estimada del 25 de abril, que me apresuro a contestar. Crea Ud. que para mí uno de sus mayores éxitos, consiste precisamente en la poca salud de que se goza y que no obstante, trabaja Ud. intelectualmente, más que ningún otro escritor limeño. Este es un ejemplo y una excepción en los hábitos de pereza, de que adolecemos los criollos generalmente. No necesita Ud. excusarse.
Estoy en todo conforme, con su concepto sobre el indigenismo, que me expresa en su referida carta, y creo como Ud. que tenemos todavía intelectual y sentimentalmente, conceptos muy errados, sobre nuestro valor y el concepto de moralidad. Cuestión de tradición y de ambiente, que precisa combatir mesuradamente, porque de los falsos conceptos se derivan muchos fracasos que en aquéllos tienen sus raíces. Los debates en el Perú son muy difíciles de establecer dentro del ambiente de cultura en que deben enmarcarse, y muy pocas veces, dejan de degenerar en polémica personalista, mal evidente.
Su obra editora de Amauta, merece toda mi estimación y de mi parte, haré lo que aquí sea posible, por conseguirle cooperación eficaz. Anoto el error en el valor de las acciones.
No creo que mis trabajos de índole exclusivamente periodística y adaptados sólo al medio, puedan contribuir a la campaña de Amauta, no obstante ser uno de los más acerbos partidarios, de la culturización del indio, pero, como no deseo, que atribuya Ud. esto a una excusa, le envío mi pensamiento actual sobre tal asunto, en el articulillo incluso, autorizándole desde luego, para hacer de él lo que mejor le parezca.
He hablado con López Albújar y me dice, que sus ocupaciones judiciales, no le permiten por ahora intervenir en la cuestión indigenista, pero que tiene la mejor intención de hacerlo. En cuanto a Castro Pozo, ya sabrá Ud. a la hora que ésta llegue a sus manos, que él las tiene atadas.
Muy agradecido por todos sus conceptos para su amigo y compañero, le saluda fraternalmente, su
Afmo. amigo
L. Carranza

Carranza, Luis

Carta de Francisco Chuqiwanqa Ayulo, 6/2/1927

Lampa, 6 de febrero de 1927
Señor José Carlos Mariátegui.
Director de Amauta. Lima.
Al escribirle, quiera U. honrarme con su amistad. Como siempre en espera ansiosa de Amauta, ayer he recibido el N° 5, de Enero ppdo. Y al leerlo ávidamente, me he encontrado con “El caso Chuquihuanca Ayulo”. Naturalmente es pues indecible mi gratitud por las bondadosas líneas que me dedica y la publicación de mi oficio de 15 de agosto de 1926 dirigido a la Corte de Puno. No es un asunto personal que sostengo, sino una cuestión de principios dentro de las mismas leyes que nos rigen hoy; y no busco sino un átomo de equidad, no digo de justicia. Pero creo que ni éste lo obtendré.
He leído “González Prada y Urquieta” por Miguel Ángel Urquieta. Es el mismo artículo que publicara en El Diario con el epígrafe “Ideas y hombres del Perú” aunque, según recuerdo de dicho artículo, cuyo recorte se lo di a Mostajo, lo ha variado en algunas partes. Así, en ése no se hacía la menor alusión a Mostajo; y éste me dijo que le iba a escribir a Miguel Ángel, haciéndole presente que ese programa del Partido Liberal, lo había formulado él solo, si bien la comisión de redacción fue nombrada de tres. Allí tampoco había la imprecación de los “catones que se alquilan” dirigida a González Prada, que al contestarle no habría dejado de referirme a ella. La copia que le incluyo, de la cartita que remití a Miguel Ángel, la remití por la vía Nueva York a La Paz, por la inseguridad del correo de Maldonado. Sé que sólo últimamente llegó a manos del señor González; y no se ha publicado. Si U. creyera oportuno publicarla, se lo agradecería en homenaje a la causa. No he querido alterarla, pero como es extensa por las copias q’ hago, U. mi bondadoso noble amigo, tiene carta blanca en el asunto.
Sin tiempo para más, por la premura del correo, quedo muy sinceramente suyo
Chuqiwanqa Ayulo

Chuqiwanqa Ayulo, Francisco

Carta de José Uriel García, 2/9/1926

Cuzco, 2 de setiembre de 1926
Sr. don José Carlos Mariátegui.
Lima.
Muy estimado compañero y amigo:
Sean bienvenidas sus letras. Me proporciona Ud. la ocasión para colmar un deseo vehemente que tenía de ser su amigo, su amigo, diré, explícito o revelado de palabra, que en espíritu ya dialogaba cordialmente con sus pensamientos, idealidades y orientaciones. También he de agradecer la simpática solicitud del amigo Rado.
Mucho le agradezco por su llamada a colaborar en su obra de alta cultura nacional, tanto en la empresa editora que Ud. dirige como en su revista. A pesar de mis limitadas posibilidades, soy todo fervor para secundarle. Casualmente, me tiene Ud. empeñado en un trabajo de valoración histórica, de una etapa de nuestro pasado, interesante para nosotros los serranos; trabajo y lema ideológico que titulo El espíritu incaico y la cultura colonial, juzgado desde puntos de vista que los creo propios. Por ello no me juzgará Ud. de tradicionalista, pues yo vuelvo al pasado únicamente para valorizarlo y sobre esta base afirmar el futuro, no menos que el presente. En cuanto le dé fin–– casualmente estoy en este empeño–– escribiré a Ud., aprovechando su invitación, pues me sería satisfactorio publicarlo en su empresa.
La labor que estoy realizando espero sea la expiación de faltas cometidas en mis trabajos anteriores, que no han tenido otras miras que las de simple vulgarización. Por eso le pido disculpas por no haberle enviado mi libro La ciudad de los incas, en donde a más de mis errores propios, los hay, creo más abundantes, los del cajista .Ya en una otra edición haré mi enmienda–– ya la estoy haciendo.
En cuanto a la colaboración para Amauta, en un correo próximo le enviaré un artículo, tomándolo de uno de los capítulos (de entre los que tengo ya confeccionados) de la obra del que le hablo. Habrá tiempo, puesto que ha de ser para el segundo número.
Quiera Ud. contarme como un sincero amigo y devoto admirador de su obra literaria.
Le estrecha la mano cordialmente
J. Uriel García

García, José Uriel

Una encuesta a José Carlos Mariátegui [Recorte de prensa]

Una encuesta a José Carlos Mariátegui

—¿Cómo cambiaron sus rumbos y aspiraciones literarias y se definieron en la forma que hoy se han definido?

  • Soy poco autobiográfico. En el fondo, yo no estoy muy seguro de haber cambiado. ¿Era yo, en mi adolescencia literaria, el que los demás creían, el que yo mismo creía? Pienso que sus expresiones, sus gestos primeros no definen a un hombre en formación. Si en mi adolescencia mi actitud fue más literaria y estética que religiosa y política, no hay de qué sorprenderse. Esta es una cuestión de trayectoria y una cuestión de época. He madurado más que cambiado. Lo que existe en mí ahora, existía embrionaria y larvadamente cuando yo tenía veinte años y escribía disparates de los cuales no sé por qué la gente se acuerda todavía. En mi camino, he encontrado una fe. He ahí todo. Pero la he encontrado porque mi alma había partido desde muy temprano en busca de Dios. Soy un alma agónica como diría Unamuno. (Agonía, como Unamuno con tanta razón lo remarca, no es muerte sino lucha. Agoniza el que combate.) Hace algunos años yo habría escrito que no ambicionaba sino realizar mi personalidad. Ahora, prefiero decir que no ambiciono sino cumplir mi destino. En verdad, es decir la misma cosa. Lo que siempre me habría aterrado es traicionarme a mí mismo. Mi sinceridad es la única cosa a la que no he renunciado nunca. A todo lo demás he renunciado y renunciaré siempre sin arrepentirme. ¿Es por esto por lo que se dice que mis rumbos y aspiraciones han cambiado?

—¿Cómo hace usted para vivir al corriente de la actualidad internacional y referírnosla sin engañarse y sin engañarnos?

  • Trabajar, estudiar, meditar. Alguien me ha atribuido la lectura de revistas checoeslavas y yugoeslavas. Puede usted creerme si le afirmo que mis fuentes de información son menos exóticas y que no conozco lenguas eslavas. Recibo libros, revistas, periódicos de muchas partes, no tantos como quisiera. Pero el dato no es sino dato. Yo no me fío demasiado del dato. Lo empleo como material. Me esfuerzo por llegar a la interpretación.

—¿Tiene usted comunicación directa con centros, periódicos o personas empeñadas en la labor de justicia social que preocupa a la humanidad en la hora presente?

  • Soy perezoso para la correspondencia. Escribo muy pocas cartas. Pero naturalmente vivo en espontánea relación con algunas gentes del extranjero. Con núcleos y revistas de Hispanoamérica sobre todo. También con algunas gentes de Estados Unidos y Europa. Los últimos correos me han traído algunas cartas interesantes. Waldo Frank, el gran nortea­mericano, agradece, en un artículo mío publicado en el Boletín Bibliográfico de la Universidad de Lima, un saludo de Sudamérica. Henri Barbusse me escribe: «Más que nunca nos ocupamos de agrupar las fuerzas intelectuales internacionales. Buscamos la fórmula amplia y humana que nos permitirá apoyarnos los unos en los otros y suscitar, entre los trabaja­dores del espíritu, defensores del porvenir. Para esto me pondré sin duda algún día en relación con usted, pues yo pienso que usted representa en su país los elementos osados y lúcidos que hay que llegar a unir en bloque». Manuel Ugarte, co­mentando mi libro, me recuerda que él ha sido siempre un hombre de extrema izquierda y que «si los acontecimientos nos ponen en el trance de elegir entre Roma y Moscú», él se pronunciará resueltamente a favor de Moscú.

—¿Cree usted que el nuevo estado de espíritu a que alude Ingenieros se deja sentir entre nosotros?

  • Ciertamente. Hay muchas señales de renovación espiritual e ideológica. Yo mismo no soy sino un síntoma. En Lima, en el Cuzco, en Trujillo, en la ciudad y en la aldea, existen hombres que trabajan con la mirada puesta en el porvenir. En el porvenir que será de los que sepan serle fieles. La nueva generación no es una mera frase. Y la calumnian quienes la suponen poseída por un espíritu exclusivamente destructor, iconoclasta, negativo. Al contrario, yo no puedo concebirla sino como una generación eminentemente cons­tructiva. Y muy idealista y muy realista al mismo tiempo. Nada de fórmulas utópicas. Nada de abstracciones brumosas.

—¿Cuál es, en su concepto, el movimiento revo­lucionario-idealista de mayor trascendencia .en los últimos tiempos?

  • La revolución rusa, incontestablemente. Lo que no quiere decir que yo no admire y estime el movimiento gan­dhiano aunque políticamente lo vea fracasado.

—¿Qué libro publicado después de la guerra es el que, a su ver, tiene mayor dosis de humanidad?

  • Es difícil responder. Ortega y Gasset nos habla de la deshumanización del arte. Su tesis aparece fundada si se tiene en cuenta sólo algunas corrientes, algunas expresiones de decadencia o de desequilibrio. El más nuevo y más interesante movimiento de la literatura occidental —el suprarrealismo— no se conforma con la tesis de la deshuma­nización del arte. Me parece, más bien, un intento de rehu­manización. Hay, por otra parte, mucha humanidad en la obra de Romain Rolland, de Henri Barbusse, de Fierre Hamp, de George Duhamel, por no citar sino especímenes ilustres de la literatura francesa, la más conocida aquí después de la española. ¿Y Leonhard Frank, Waldo Frank, Israel Zangwill, Panait, Istrati y el propio Bernard Shaw? Al mismo Pirandello —producto típico de una decadencia— yo no lo encuentro tan antihumano o inhumano como se pretende. Pero, en fin, si usted me pide títulos, citaré al azar: "Der mensch ist gut" de Leonhard Frank, el "Juan Cristóbal" y "L'Ame Enchantée" de Romain Rolland, "Le Lin" y toda la serie de "la peine des hommes" de Pierre Hamp, "Les Enchainements" de Henri Barbusse.

—¿Qué libros de esta índole cree usted que deberían ser divulgados entre nosotros?

  • Todos los que encierren una verdad honda; todos los que traduzcan una fe apasionada y creadora; todos los que no sean puro diletantismo o snobismo.

—¿Por sus conocimientos y vinculaciones puede usted decirme si hay una verdadera organización obrera en el Perú?

  • Todavía no. No hay sino embriones, gérmenes de organización. En Lima la organización sindical ha hecho muchos progresos porque aquí hay numeroso proletariado industrial. En las pequeñas ciudades no es posible aún la organización.

—¿Cómo luchar contra el analfabetismo, una de nuestras mayores desgracias?

  • No soy de los que piensan que la solución del problema indígena es una simple cuestión de alfabeto. Es, más bien, una cuestión de justicia. No la resolverá, sólo, un ministro de Instrucción Pública. El indio alfabeto no es más feliz ni más libre ni más útil que el indio analfabeto. El ejemplo de México me parece, a este respecto, el más próximo.

—¿Cree usted que hace falta un diario de orientación obrera en el Perú?

  • Tan lo creo que inicié hace dos años la fundación de la Editorial Obrera Claridad.

—¿Cree usted que existe entre nosotros el feminismo en el verdadero sentido de esta palabra?

-Existen algunas feministas. Pero feminismo —en­tendido como movimiento orgánico y definido, de espíritu revolucionario— no existe aún.

Ramos, Angela

Carta a Emilio Roig de Leuchsenring, 24/10/1926

Lima, 24 de octubre de 1926
Señor Emilio Roig de Leuchsenring
Habana
Estimado compañero:
Cuando Oliverio Girondo estuvo en La Habana me escribió que contaba con Ud. y sus amigos del grupo minoritario o renovador para la realización de su proyecto de intercambio y vinculación de los grupos de vanguardia de América. La fundación de la revista Amauta, que debe Ud. haber recibido, me ofrece la oportunidad de dirigirme a Ud. para que se cumpla ese intercambio entre los escritores vanguardistas de Cuba y el Perú. Yo le mandaré originales de los peruanos; Ud. me enviará textos de los cubanos, conforme al plan al cual me comunicó Girondo que Uds. habían dado su adhesión. Amauta se ha permitido ya considerarlo en el elenco de sus colaboradores. Y para iniciar el intercambio le envío unos apuntes míos sobre Eguren.
Le ruego comunicar mi invitación a Jorge Mañach, Agustín Acosta y demás compañeros y aceptar el cordial testimonio de mi amistad y estimación.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Honorio F. Delgado, 19/10/1926

Magdalena, 19 de octubre de 1926
Muy apreciado señor Mariátegui:
No puedo dejar sin expresar mi gratitud por la nota que ha publicado U. en su hermosa revista "Amauta" , relativa a la manera halagadora como el Prof. Dr. Morselli considera mi labor en el campo del Psicoanálisis.
Aprecio tanto más este gesto suyo, cuanto que ha obrado U. solo por un impulso generoso, por un bello movimiento de su espíritu, verdaderamente heteróclito entre nosotros, que al mismo tiempo que suscita mi agradecimiento, acrecienta mi simpatía hacia su personalidad.
Sinceramente suyo.
H. Delgado

Delgado, Honorio

Carta de Camilo Blas, 30/12/1926

Kosko, 30 de diciembre de 1926
Amigo Mariátegui:
He sido muy gratamente sorprendido de recibir su gentil envío del ejemplar de Amauta que reproduce algunos cuadros míos, junto con su atenta carta que me trae su generoso y cordial mensaje e invitación para colaborar en dicha revista. Por todo ello reciba Ud. mis más sinceros agradecimientos, y cuente desde hoy con mi amistad y mi concurso modesto para la obra de Amauta que merece toda mi simpatía y cuya trascendencia aquilato.
Por lo pronto no me es posible cumplir con lo que me solicita, pero procuraré hacerlo pronto. Nuestro amigo el pintor Sabogal puede proporcionarle, mientras tanto, reproducciones fotográficas de algunos de mis trabajos últimos que Ud. juzgue aprovechables.
Reciba Ud. la expresión de mi mayor aprecio.
Su amigo
Camilo Blas

Blas, Camilo

Carta a Ricardo Vegas García, [7,1926]

[Lima, julio de 1926]
Querido Vegas:
Creo que esta semana habrá que ocuparse de la nueva crisis francesa. Es el tema obligado. Pero si Ud. cree que hay que descamar un poco de política y parlamento, nos ocuparemos de las actitudes actuales del suprarrealismo. Le adjunto los retratos de los cuatro leaders. Si no, éste quedará para la semana próxima. Dígame por teléfono su parecer. ¿Recibió El Nuevo Absoluto?
Suyo afmo.
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta a Artemia G. de Falcón, 21/8/1926

José Carlos Mariátegui saluda a la señora Artemia G. de Falcón y le ruega enviarle los artículos de César sobre la huelga minera, que no ha sido posible publicar en Lima, y que pierden cada día su actualidad, a fin de ver si cabe aprovecharlos. Al menos en parte, en "Amauta", la revista que tiene en preparación y uno de cuyos colaboradores es César. "amauta" no podrá por el momento remunerar las colaboraciones, pero hará una excepción con la que César le enviará, para sus próximos números, directa y especialmente. Anticipadas gracias de su respetuoso amigo y S.Sç
José Carlos Mariátegui
Lima 21de agosto de 1926
Con afectuoso y devoto recuerdo.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Ricardo Vegas García, [3/1926]

[Lima, marzo de 1926]
Querido Vegas:
El tema obligado de la semana me parece la crisis francesa. Como no será posible conocer el miércoles todas sus proyecciones–– y tal vez ni siquiera su conclusión–– escribiré un artículo sobre Briand cuya carrera política llega a su más decisiva estación. Yo creo que a la última.–– Para la semana próxima, la nueva literatura rusa. He leído cosas muy buenas de Babel, Ehrenburg, etc. Y tengo varias fotografías de una revista italiana.
Le adjunto un artículo de Antenor Orrego sobre La Escena Contemporánea. Si le es posible, publíquelo en Variedades. Si no, consígame su publicación en La Crónica. No me interesa ––Ud me conoce–– como reclame personal, sino del libro que aún resta, en gruesa cantidad, en los depósitos de mi hermano.
Reclamo una nota bibliográfica de Ud para “Libros y Revistas”.
Y en espera de su visita lo abrazo cordialmente
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Andrés Avelino Aramburú,7/9/1925

Lima, 7 de setiembre de 1925
Mi querido amigo:
Siento muchísimo que no haya U. recibido la carta conque respondí inmediatamente a la suya, dándole explicaciones sobre la no publicación inmediata de sus dos últimos artículos. No vale la pena repetirlas puesto que ya se han publicado. Lo importante es que en esa carta le pedía ––como el más capacitado para ello–– que se hiciera U. cargo de la sección “Peruanicemos al Perú” que ha sido bien acogida por el público. En mi concepto, nadie como U. puede llenar con más éxito y eficacia esa sección ––que no es de nadie sino del periódico–– y por eso le suplico que acoja favorablemente mi petición. En todo caso, esté U. seguro de que su colaboración me es muy grata y necesaria.
Lo saludo afectuosamente y me remito
A. A. Aramburú

Aramburú Salinas, Andrés Avelino

E. D. Morel - Pedro S. Zulen

E. D. Morel - Pedro S. Zulen

I.
¿Quién, entre nosotros, debería haber escrito el elogio del gran profesor de idealismo E. D. Morel? Todos los que conozcan los rasgos esenciales del espíritu de E. D. Morel responderán, sin duda, que Pedro S. Zulen. Cuando, hace algunos días, encontré en la prensa europea la noticia de la muerte de Morel, pensé que esta “figura de la vida mundial” pertenecía, sobre todo, a Zulen. Y encargué a Jorge Basadre de comunicar a Zulen que E. D. Morel había muerto. Zulen estaba mucho más cerca de Morel que yo. Nadie podía escribir sobre Morel con más adhesión a su personalidad ni con más emoción de su obra.

Hoy esta asociación de Morel a Zulen se acentúa y se precisa en mi consciencia. Pienso que se trata de dos vidas paralelas. No de dos parejas sino, únicamente, de dos vidas paralelas, dentro del sentido que el concepto de vidas paralelas tiene en Plutarco. Bajo los matices externos de ambas vidas, tan lejanas en el espacio, se descubre la trama de una afinidad espiritual y de un parentesco ideológico que las aproxima en el tiempo y en la historia. Ambas vidas tienen de común, en primer lugar, su profundo idealismo. Las mueve una fe obstinada en la fuerza creadora del ideal y del espíritu. Las posee el sentimiento de su predestinación para un apostolado humanitario y altruista. Aproxima e identifica, además, a Zulen y Morel una honrada y proba filiación democrática. El pensamiento de Morel y de Zulen aparece análogamente nutrido de la ideología de la democracia pura.

Enfoquemos los episodios esenciales de la biografía de Morel. Antes de la guerra mundial, Morel ocupa ya un puesto entre los hombres de vanguardia de la Gran Bretaña. Denuncia implacablemente los métodos brutales del capitalismo en África y Asia. Insurge en defensa de los pueblos coloniales. Se convierte en el asertor más vehemente de los derechos de los hombres de color. Una civilización que asesina y extorsiona a los indígenas de Asia y África es para Morel una civilización criminal. Y la voz del gran europeo no clama en el desierto. Morel logra movilizar contra el imperialismo despótico y marcial de Occidente a muchos espíritus libres, a muchas conciencias independientes. El imperialismo británico encuentra uno de sus más implacables jueces en este austero fautor de la democracia. Más tarde, cuando la fiebre bélica, que la guerra difunde en Europa, trastorna e intoxica la inteligencia occidental, Morel es uno de los intelectuales que se mantienen fieles a la causa de la civilización. Milita activa y heroicamente en ese histórico grupo de consciencious objectors que, en plena guerra, afirma valientemente su pacifismo. Con los más puros y altos intelectuales de la Gran Bretaña -Bernard Shaw, Bertrand Russell, Norman Angell, Israel Zangwill- Morel defiende los fueros de la civilización y de la inteligencia frente a la guerra y la barbarie. Su propaganda pacifista, como secretario de la Unión of Democratic Control, le atrae un proceso. Sus jueces lo condenan a seis meses de prisión en agosto de 1917. Esta condena tiene, no obstante el silencio de la prensa, movilizada militarmente, una extensa repercusión europea. Romain Rolland escribe en Suiza una vibrante defensa de Morel. “Por todo lo que sé de él, -dice- por su actividad anterior a la guerra, por su apostolado contra los crímenes de la civilización en África, por sus artículos de guerra, muy raramente reproducidos en las revistas suizas y francesas, yo lo miro como un hombre de gran coraje y de fuerte fe. Siempre osó servir la verdad, servirla únicamente, sin cuidado de los peligros ni de los odios acumulados contra su persona y, lo que es mucho más raro y más difícil, sin cuidado de sus propias simpatías, de sus amistades, de su patria misma, cuando la verdad se encontraba en desacuerdo con su patria. Desde este punto de vista, él es de la estirpe de todos los grandes creyentes: cristianos de los primeros tiempos, reformadores del siglo de los combates, librepensadores de las épocas heroicas, todos aquellos que han puesto por encima de todo su fe en la verdad, bajo cualquier forma que esta se les presente, o divina, o laica, sagrada siempre”. Liberado, Morel reanuda su campaña. Mejores tiempos llegan para la Unión of Democratic Control. En las elecciones de 1921 el Independent Labour Party opone su candidatura a la de Winston Churchill, el más agresivo capataz del antisocialismo británico, en el distrito electoral de Dundee. Y, aunque todo diferencia a Morel del tipo de político o de agitador profesional, su victoria es completa. Esta victoria se repite en las elecciones de 1923 y en las elecciones de 1924. Morel se destaca entre las más conspicuas figuras intelectuales y morales del Labour Party. Aparece, en todo el vasto escenario mundial, como uno de los asertores más ilustres de la Paz y de la Democracia. Voces de Europa, de América y del Asia reclaman para Morel el premio Nobel de la paz. En este instante, lo abate la muerte.

La muerte de E. D. Morel -escribe Paul Colin en “Europe”- es un capítulo de nuestra vida que se acaba -y uno de aquellos en los cuales pensaremos más tarde con ferviente emoción. Pues él era, con Romain Rolland, el símbolo mismo de la Independencia del Espíritu. Su invencible optimismo, su honradez indomable, su modestia calvinista, su bella intransigencia, todo concurría a hacer de este hombre un guía, un consejero, un jefe espiritual”.
Como dice Colin, todo un capítulo de la historia del pacifismo termina con E. D. Morel. Ha sido Morel uno de los últimos grandes idealistas de la Democracia. Pertenece a la categoría de los hombres que, heroicamente, han hecho el proceso del capitalismo europeo y de sus crímenes; pero que no han podido ni han sabido ejecutar su condena.

II
Reivindiquemos para Pedro S. Zulen, ante todo, el honor y el mérito de haber salvado su pensamiento y su vida de la influencia de la generación con la cual le tocó convivir en su juventud. El pasadismo de una generación conservadora y hasta tradicionalista que, por uno de esos caprichos del paradojal léxico criollo, es apodada hasta ahora generación “futurista”, no logró depositar su polilla en la mentalidad de este hombre bueno e inquieto. Tampoco lograron seducirla el decadentismo y el estetismo de la generación “colónida”. Zulen se mantuvo al margen de ambas generaciones. Con los “colónidas” coincidía en la admiración al Poeta Eguren; pero del “colonidismo” lo separaba absolutamente su humor austero y ascético.

La juventud de Zulen nos ofrece su primera analogía concreta con E. D. Morel. Zulen dirige la mirada al drama de la raza peruana. Y, con una abnegación nobilísima, se consagra a la defensa del indígena. La Secretaría de la Asociación Pro-Indígena absorbe, consume sus energías. La reivindicación del indio es su ideal. A las redacciones de los diarios llegan todos los días las denuncias de la Asociación. Pero, menos afortunado que Morel en la Gran Bretaña, Zulen no consigue la adhesión de muchos espíritus libres a su obra. Casi solo la continua, sin embargo, con el mismo fervor, en medio de la indiferencia de un ambiente gélido. La Asociación Pro-Indígena no sirve para constatar la imposibilidad de resolver el problema del indio mediante patronato o ligas filantrópicas. Y para medir el grado de insensibilidad moral de la consciencia criolla.

Perece la Asociación Pro-Indígena; pero la causa del indio tiene siempre en Zulen su principal propugnador. En Jauja, a donde lo lleva su enfermedad, Zulen estudia al indio y aprende su lengua. Madura en Zulen, lentamente, la fe en el socialismo. Y se dirige una vez a los indios en términos que alarman y molestan la cuadrada estupidez de los caciques y funcionarios provincianos. Zulen es arrestado. Su posición frente al problema indígena se precisa y se define más cada día. Ni la filosofía ni la Universidad lo desvían, más tarde, de la más fuerte pasión de su alma.

Recuerdo nuestro encuentro en el Tercer Congreso Indígena, hace un año. El estrado y las primeras bancas de la sala de la Federación de Estudiantes estaban ocupadas por una polícroma multitud indígena. En las bancas de atrás, nos sentábamos los dos únicos espectadores de la Asamblea. Estos dos únicos espectadores éramos Zulen y yo. A nadie más había atraído este debate. Nuestro diálogo de esa noche aproximó definitivamente nuestros espíritus.
Y recuerdo otro encuentro más emocionado todavía: el encuentro de Pedro S. Zulen y de Ezequiel Urviola, organizador y delegado de las federaciones indígenas del Cuzco, en mi casa, hace tres meses. Zulen y Urviola se complacieron recíprocamente de conocerse. “El problema indígena—dijo Zulen—es el único problema del Perú”.

Zulen y Urviola no volvieron a verse. Ambos han muerto en el mismo día. Ambos, el intelectual erudito y universitario y el agitador oscuro, parecen haber tenido una misma muerte y un mismo sino.

José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Ricardo Vegas García, 20/1/1925

Miraflores, 20 de enero de 1925
Querido amigo y compañero:
Recibí —creo que con un poco de retardo a causa de haber necesitado de varios intermediarios— su artículo y su carta. Envié su artículo a El Tiempo, donde, probablemente por su extensión, no ha podido ser publicado enseguida. En la edición del domingo, que no he visto, ha aparecido, según me anuncian, una parte. Estoy contento de haber podido cumplir su encargo. La demora no ha dependido de mí. No culpe Ud. mi voluntad.
Me parece muy bien que haya Ud. insurgido contra una farsa. Hay que sentirse siempre caballero armado de la verdad.
Mis ocupaciones no me consienten escribirle extensamente. Cuando venga Ud., no deje de visitarme (Leuro, Schell 198).
Mi dirección es siempre: Casilla de correo 2107.
Le ruego saludar muy cordialmente al colega Pérez Treviño.
Y le envío mi mejor apretón de manos.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

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