Cultura

Taxonomía

Código

05.02.01

Nota(s) sobre el alcance

  • CULTURA

Nota(s) sobre el origen

  • OECD Macrothesaurus

Mostrar nota(s)

Términos jerárquicos

Cultura

Términos equivalentes

Cultura

Términos asociados

Cultura

4 Descripción archivística results for Cultura

4 resultados directamente relacionados Excluir términos relacionados

Ibero-Americanismo y Pan-Americanismo [Recorte de Prensa]

Ibero-Americanismo y Pan-Americanismo

I

El ibero-americanismo reaparece, en forma esporádica, en los debates de España y de la América espñola. Es un ideal, o un tema, que de vez en vez, ocupa el diálogo de los intelectuales del idioma. (Me parece que no se puede llamarlos, en verdad, los intelectuales de la raza).

Pero ahora, la discusión tiene más extensión y más intensidad. En la prensa de Madrid, los tópicos del íbero-americanismo adquieren, actualmente, un interés conspicuo. El movimiento de aproximación o de coordinación de las fuerzas intelectuales íberoamericanas, gestionado y propugnado por algunos núcleos de escritores de Nuestra América, otorga en estos días, a esos tópicos, un valor concreto y relieve nuevo.

Esta vez la discusión repudia en muchos casos, ignora al menos en otros, el íbero-americanismo de protocolo. (Ibero-americanismo oficial de gobiernos y de academias que, bajo el patronato de don Alfonso, se encarna en la borbónica y decorativa estupidez de un infante, en la cortesana mediocridad de un Francos Rodríguez). El íbero-americanismo se desnuda, en el diálogo de los intelectuales libres, de todo ornamento diplomático. Nos revela así su realidad como ideal de la mayoría de los representantes de la inteligencia y de la cultura de España y de la América indo-íbera.

El pan-americanismo, en tanto, no goza del favor de los intelectuales. No cuenta, en esta abstracta e inorgánica categoría, con adhesiones estimables y sensibles. Cuenta solo con algunas simpatías larvadas. Su existencia es exclusivamente diplomática. La más lerda perspicacia descubre fácilmente en el pan-americanismo una túnica del imperialismo norteamericano. El pan-americanismo no se manifiesta como un ideal del continente; se manifiesta, más bien, inequívocamente, como un ideal natural del Imperio yanqui. (Antes que una gran Democracia, como les gusta calificarlos a sus apologistas de estas latitudes, los Estados Unidos constituyen un gran Imperio). Pero, el pan-americanismo ejerce —a pesar de todo esto o, mejor, precisamente por todo esto— una influencia vigorosa en la América indo-íbera. La política norteamericana no se preocupa demasiado de hacer pasar como un ideal del Continente el ideal del Imperio. No le hace tampoco mucha falta el consenso de los intelectuales. El pan-americanismo borda su propaganda sobre una sólida malla de intereses. El capital yanqui invade la América indo-íbera. Las vías de tráfico comercial pan-americano son las vías de esta expansión. La moneda, la técnica, las máquinas y las mercaderías norteamericanas predominan más cada día en la economía de las naciones del Centro y Sur. Puede muy bien, pues, el Imperio del Norte sonreírse de una teórica independencia de la inteligencia y del espíritu de la América indo-española. Los intereses económicos y políticos le asegurarán, poco a poco, la adhesión, o al menos la sumisión, de la mayor parte de los intelectuales. Entre tanto, le bastan para las paradas del pan-americanismo los profesores y los funcionarios que consigue movilizarle la Unión Pan-Americana de Mr. Rowe.

II

Nada resulta más inútil, por tanto, que entretenerse en platónicas confrontaciones entre el ideak ibero-americano y el ideal panamericano. De poco Ie sirve al ibero-americanismo el número y la calidad de las adhesiones intelectuales. De menos todavía le sirve la elocuencia de sus literatos. Mientras el ibero-americanismo se apoya en los sentimientos y las tradiciones, el pan-americanismo se apoya en los intereses y los negocios. La burguesía ibero-americana tiene mucho más que aprender en la escuela del nuevo Imperio yanqui que en la escue!a de la vieja nación española. El modelo yanqui, el estilo yanqui, se propagan en la América indo-ibera, en tanto que la herencia española se consume y se pierde. El hacendado, el banquero, el rentista de la América española miran mucho más atentamente a New York que a Madrid. El curso del dollar les interesa mil veces más que el pensamiento de Unamuno y que "La Revista de Occidente" de Ortega y Gaseet. A esta gente que gobierna la economía y, por ende, la política de la América del Centro y del Sur, el ideal ibero-americanista le importa poquísimo. En el mejor de los casos se siente dispuesta a desposarlo juntamente con el ideal panamericanista. Lo agentes viajeros del pan-americanismo le parecen, por otra parte, más eficaces, aunque menos pintorescos, que los agentes viajeros —infantes o académicos— del ibero-americanismo oficial que es el único que un burgués prudente puede tomar en serio.

III

La nueva generación hispano-americana debe definir neta y exactamente el sentido de su oposición a los Estados Unidos. Debe declararse adversaria del imperio de Dawes y de Morgan; no del pueblo ni del hombre norte-americanos. La historia de la cultura norteamericana nos ofrece muchos nobles casos de independencia de la inteligencia y deI espíritu. Roosevelt es el depositario del espíritu del Imperio; pero Thoreau es el depositario del espíritu de la Humanidad. Henry Thoreau, que en esta época, recibe el homenaje de los revolucionarios de Europa, tiene también derecho a la devoción de los revolucionarios de Nuestra América. ¿Es culpa de los Estados Unidos si los ibero-americanos conocemos más el pensamiento de Theodore Roosevelt que el de Henry Thoreau? Los Estados Unidos son ciertamente la patria de Pierpont Morgan y de Henry Ford; pero son también la patria de Ralph-Waldo Emerson, de Williams James y de Walt Wiltman. La nación que ha producido los más grandes capitanes del industrialismo, ha producido así mismo los más fuertes maestros de idealismo del continente. Y hoy la misma inquietud que agita a la vanguardia de la América Española mueve a la vanguardia de la América del Norte. Los problemas de la nueva generación hispano-americana son, con variación de lugar y de matiz, los mismos problemas de la nueva generación, norte-americana. Waldo Frank, uno de los hombres nuevos del Norte, en sus estudios sobre Nuestra América, dice cosas válidas para la gente de su América y de la nuestra.

Los hombres nuevos de la América indo-ibera pueden y deben entenderse con los hombres nuevos de la América de Waldo Frank. El trabajo de la nueva generación ibero-americana puede y debe articularse y solidarizase con el trabajo de la nueva generación yanqui. Ambas generaciones coinciden. Las diferenoian el idioma y la raza; pero las comunica y las mancomuna la misma emoción histórica. La América de Waldo Frank es también, como nuestra América, adversaria del Imperio de Pierpont Morgan y del Petróleo.

En cambio, la misma emoción histórica que nos acerca a esta América revolucionaria, nos separa de la España reaccionaria de los Borbones y de Primo de Rivera. ¿Qué puede enseñarnos la España de Vásquez de Mella y de Maura, la España de Pradera y de Francos Rodríguez? Nada; ni siquiera el método de un gran Estado industrialista y capitalista. La Civilización de la Potencia no tiene su sede en Madrid ni en Barcelona; la tiene en New York, en Londres, en Madrid. La España de los reyes católicos no nos interesa absolutamente. —Señor Pradera, señor Franco Rodríguez, quedaos íntegramente con ella.

IV

Al ibero-americanismo le hace falta un poco más de idealismo y un poco más de realismo. Le hace falta consustanciarse con los nuevos ideales de la América indo-ibera. Le hace falta insertarse en la nueva realidad histórica de estos pueblos. El pan-americanismo se apoya en los intereses del orden burgués; el ibero-americanismo debe apoyarse en las muchedumbres que trabajan por crear un orden nuevo. El ibero-americanismo oficial será siempre un ideal académico, burocrático, impotente, sin raíces en la vida. Como ideal de los núcleos renovadores, se convertirá, en cambio, en un ideal beligerante, activo, multitudinario.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

La Primera Exposición de Talla Directa en México por Serafín Delmar, 1928

Artículo enviado por Serafín Delmar titulado "La Primera Exposición de Talla Directa en México" en enero de 1928.

Transcripción:

Un gran acontecimiento, seguramente para toda América Latina, se realiza en estos momentos en la capital mexicana con el asombroso resurgimiento de las artes plásticas; y uno de estos significativos éxitos artísticos; es la primera exposición de Talla Directa, que presenta después de 8 meses de labor, la Escuela, que fundara el recio escultor Guillermo Ruiz. Sostenida por el Estado que por primera vez en nuestra cultura interviene económica y sistemáticamente en las relaciones entre los artistas y el pueblo - siendo la función de la Escuela de Talla Directa fundamentalmente social, donde no intervienen absolutamente sistemas, individualistas, de Academia, sino libre interpretación del artista como amo que es de la naturaleza y no como esclavo. La naturaleza es el elemento con que se sirve para construir. Nada de "fotoescultura" no son modeladores, sino escultores, y esto, comprender bien.

Directamente arrancan de la piedra, mármol, madera, metales cincelados, repujados, emociones plásticas, caracterizada por Ia evolución hacia la necesidad de síntesis. No hay arte nuevo sin esta urgencia de síntesis. Resumir atacando la piedra dura, porque nada mas bello que lo que expresa nada, mas que la plástica. Principal objetivo de las artes populares.

Si los retardatarios, vale decir, los modeladores, proclaman la copia servil del objeto, literaturizado y anecdótico —la piedra en manos de los muchachos escultores adquiere los mismos caracteres raciales y espirituales profundos que tuviera en el imperio de los aztecas. Ninguna civilización en arte escultórico ha podido superar a la edad de la piedra que tuviera México— lo mas primitivo - por eso mismo lo mas puro y como puro "macho".

Y en la Exposición, donde todos los incrédulos - los incrédulos son los enemigos - habían sistematizado ataques rudos, porque la Escuela había sido entregada al pueblo, y no a un grupo de selección, o a un cenáculo de "artistas piristas" - suicidan su protesta ahora, que han visto forjado el verdadero espíritu proletario artístico. Nada habría sido tan antirrevolucionario si no se hubiera entregado al pueblo. El único que tiene derecho cuando se hace la revolución social. Así lo comprendieron sus fundadores. Hombres provistos ya de una visión histórica, económica y política. Por algo la revolución está en marcha hasta, incorporar al último indio a la vida consciente del hombre.

Los 18 años de la revolución que asustan a la clase explotadora, a nosotros que tenemos mas sangre india nos llena de esperanza y optimismo, .porque sólo la revolución soluciona nuestros problemas y el espíritu se abre a la vida. Es así como se ha producido la Exposición de Talla Directa: expresión emotiva de alte calidad escultórica, donde nos encontramos identificados y tal vez porque algo nuestro está adherido, haciéndonos hallar secretas afinidades en su bárbara emoción estética, sintetizando las aspiraciones de todos las rasas indoamericanas que se amalgaman hasta formar una sola nacionalidad.

En America es falsa la emoción europeizada, importada por los "virtuosos" - somos ante todo indios, por raza y tradición. El imperativo es indo-americanizar el arte, como primera defensa activa contra el imperialismo. Todavía nuestro pensamiento es colonial. La República no ha podido desraizarnos, pero ya se siente la nueva conciencia retadora.


Entre los trabajos presentados, merece especial atención una puerta tallada por 2 muchachos, Elíseo de la Rosa de 18 años de edad y Enrique Meyrán de 13 años. Los ornamentos con motivos mexicanos están provistos de 2 elementos esenciales que caracteriza a toda gran obra: tiempo y velocidad.

La concepción artística corresponde al pintor Gabriel Fernández Ledesma y la dirección técnica al escultor Guillermo Ruiz, pero la realización de Ia obra supera, en esfuerzo creador a la influencia técnica de los mentores. Eata puerta que será colocada a la entrada de la Escuela quedará como un símbolo de las aspiraciones de la raza que se levanta.

Estos 2 muchachos pueden satisfacer la esperanza de la nueva escultura, hasta enorgullecer, no solamente a su director, sino también a la Secretaría de Educación Publica, que no escatima ningún medio para el engrandecimiento de las artes populares. En cuanto a los juguetes, amanece para México, la nueva conciencia escultórica, camino de superación hacia la captación inicial de la raza, con la sensibilidad de nuestra época agitada, donde se realizarán plenamente la justicia y la libertad - en la vida y en el arte.

Serafín Delmar

México, D. F, enero de 1928.

Delmar, Serafín

Carta de Salvador de la Plaza, 26/4/1926

México, 26 de abril de 1926
Ana de Mariátegui
Apartado 2107
Lima Perú
Señora:
Por este mismo correo tengo el placer de enviarle 5 copias de "El Libertador" rogándole tenga la bondad de acusarme recibo de ellas así como del estado de la venta en esa.
Nosotros tenemos gran interés en la difusión de esta revista ya que ella representa actualmente la campaña antiimperialista continental. Si usted tiene ocasión, le agradeceré me recomiende algunos compañeros que puedan hacerse cargo de la agencia, pues estamos convencidos de que la regularidad en la salida, solo depende de un buen cuadro de agentes que vendan en todo el continente.
Por otra parte la colaboración de los jóvenes del Perú es en los momentos actuales de gran importancia, ya que se está librando la primera gran batalla entre los dos imperialismos inglés y yanqui y ser el Perú uno de los países de América en donde el avance yanqui se ha llevado a cabo con más rapidez y más violentamente.
La revista tiene el criterio de que el problema del pacífico se ha e solucionar independientemente de la voluntad de los dos pueblos en juego y hace lo posible por dar luz en este asunto. Un artículo de Carlos Mariátegui sobre este asunto, sería para nosotros de gran valor.
Esperando tener pronto noticias de usted me repito.
Atto. s,s
[Firma de Salvador de la Plaza]
Administrador

Plaza, Salvador de la