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Carta de M. T. Mejía Xesspe, 20/11/1926

Lima, 20 de noviembre de 1926
Sr. Dn. José Carlos Mariátegui
Director de la Revista Amauta
Lima
Muy señor mío:
Con el placer infinito que seres vindictos pueden sentir, tengo el agrado de dirigirme a Ud. con el objeto de manifestarle, no sólo a nombre mío, sino a nombre de todos los peruanos, especialmente por aquellos aborígenes que esperan ansiosos la voz salvadora, redentora y vivificadora de algún humanitario, a manifestarle que su gran acierto para fundar la publicidad de una revista de índole netamente nacionalista, tal como creo y debe ser así para todos nuestros compatriotas, la revista "Amauta". es meritorio y plausible.
A través de tantos años de lucha por la libertad humana y espiritual, en nuestro país, no hemos podido aún establecer las definiciones concretas de esa lucha, ni hemos alcanzado el fin de ella.
Nuestra libertad, como usted bien sabe, no está perfecta y nuestra libertad espiritual mucho menos. Pero, como la vida de un individuo, hasta la tumb, comprensión absoluta de sus acciones, así como orientaciones amplias para realizar su ideal: asimismo, un pueblo necesita comprensión y orientación sistemáticas para el desarrollo de su engrandecimiento. De allí, que nuestras leyes, a pesar de ser muy aceptables, no encuentran aun ser interpretadas para su cumplimiento. Me refiero, tratándose de este asunto, a las leyes dictadas en pró de los indios del Perú. Estos, sin más conocimiento que la razón natural agreste, no puede comprender la finalidad de las leyes que se decretan en su favor, de ahí, que tampoco pueden pedir su cumplimiento. En tanto que los llamados a hacerlas cumplir, sin más conocimiento que el beneficio directo o indirecto les aporta, no se hayan capaces de quebrantar "sus costumbres", haciéndose, por ende, ignorantes e incapaces de hacer cumplir las leyes.
Es, por eso, que en mi poco conocimiento, siempre he pensado que todas las cosas no se pueden llevar a cabo, inmediatamente después de pensamiento, por cuanto que necesita conocerse el tiempo, el lugar y la oportunidad. El Perú, país moderno en su estructura republicana, pero remoto en su origen, origen, desgraciadamente, misterioso, pletórico en su elemento étnico, el cual permanece inerte como una materia prima, necesita revolucionar material y moralmente para poder alcanzar un desenvolvimiento perfecto. Pero esta revolución no puede realizarse en un tiempo relativamente corto, sino después de muchos ensayos, después de haberse identificado, sistemática y progresivamente, el valor y resultado de su causa.
En el país hemos tenido hombres de ideas semejantes a la de Ud. Sr. Mariátegui, pero, fatalmente fueron muy prematura, por lo que no alcanzaron el fin perseguido; más hoy usted es más favorecido y me parece que ya es llegado el tiempo para emprender una lucha por nuestra nacionalización absoluta. Siempre lo he distinguido a Ud. por su espíritu y verbo nacionalista, aunque no tengo el honor de conocerlo personalmente.
Hace apenas algún tiempo que me encuentro nuevamente en esta capital, durante el cual he tenido la oportunidad de saborear ávidamente el contenido de la revista "Amauta" que dignamente dirige Ud., contenido que corresponde realmente al hombre sugestivo que lo guía. "Amauta" como su nombre indica: ama, no prohibitivo y uta, expresión que delata ignorancia, idiotez; debe ser siempre el reverso de la última expresión, es decir, el sabio. "Amauta" debe ser la luz brillante cuya llama sea capaz de encender el fuego sagrado no sólo del hogar de un "blanco", sino también de la choza de un "indio"; debe ser el verdugo y el juez, para castigar debidamente al culpable y dar sentencia en justicia; debe ser la fuente cristalina, donde pueda contemplarse y apagar la sed; debe ser ser un cartel público donde pueda exhibirse el mérito de uno, como el baldón de otro; y,por último, debe ser un verdadero sabio-maestro que enseñe y divulgue todo el conocimiento útil, tanto del pasado como del presente.
Me congratulo sobremanera al dirigirme a Ud. y ofrezco mi colaboración literaria para las páginas de "Amauta", colaboración que podría ser solamente de naturaleza indígena (folklore, leyendas, cuentos, costumbres, etc.) Para que tenga Ud. alguna idea de mi persona, le envío un ensayo de "Algunas costumbres y creencias de los Indígenas". Como verá Ud. soy del grupo de aquella raza muda e infeliz, que hasta ahora no articula todavía ninguna palabra - tal como lo dice el Sr. Orrego- ni siente aún la felicidad; pero yo procuraré hacer lo posible colaborando a su lado.
Sin más, me sucribo de Ud. atto, S.S
M. T. Mejía-Xesspe.

Mejía Xesspe, M. T.

Carta de Samuel Ramírez Castilla, 5/12/1927

Puno, 5 de diciembre de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima
Compañero y Amigo:
Doy respuesta a su carta del 16 del mes pasado y me complace el saber que Amauta reaparece. En las columnas de "La Región" he anunciado su lectura en una sección que sale con el título de PRENSA MODERNA, y en el número de hoy sacaré un clissé del maestro indio cuyo nombre lleva su revista. Espero la salida efectiva del número que Ud. me indica para escribir sobre el significado de Amauta, es decir, de la cátedra que representa esa publicación.
Mi padre se empeña en conseguir un linotipo a fin de establecer en Puno una verdadera imprenta. Los dos diarios, el semanario clerical y el bisemanario de mi padre (este es el único órgano que no es subvencionado), que constituyen la prensa puneña, se hacen a base de caja que como Ud. sabe es un método moroso. Por esto y con el fin de sacar un diario de orientación moderna, queremos que Ud. nos indique si es posible adquirir una linotipo usada pero en perfecto estado, indicándonos con este dato, el importe de ella. Como el propósito es de llevarlo a la práctica, le agradeceríamos que Ud. nos informara al respecto tan pronto como le sea posible.
Por de pronto no puedo enviarle nada sobre el problema indígena. He puesto los ojos en él desde que llegué a este lugar, y creo que en breve tendré oportunidad de informarle con la honradez que requiere el caso. Puedo decirle sin embargo desde que, a excepción de lo que Ud. ha escrito con intuición sorprendente, hasta el instante solo se ha mistificado la realidad que rodea al ilota de los Andes.
Le merecería un gran favor si me envía Ud. la carta de Waldo Frank que por su intermedio llegó a manos de nuestro amigo Garro. Para él mis afectos. Me intereso al mismo tiempo por una traducción de Carl Marx y por un curso de Economía escrito con pupila marxista. Crea Ud. que esto no es lo único que deseo adquirir. Aquí no se lee, los intelectuales del nuevo espíritu - lástima grande - con intuitivos. La biblioteca carece hasta de los libros de Vigil o de Prada.
Le saluda cordialmente su compañero y amigo.
Samuel Ramírez Castilla

Ramírez Castilla, Samuel

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 9/6/1928

Puno, 9 de junio de 1928
Compañero Mariátegui:
Por el último número de "Amauta" me informo de su nueva enfermedad, y es obvio decirle que lo siento mucho, pues ha de ser natural que Amauta se resienta por su ausencia. Anhelo que esta lo encuentre muy mejorado.
Como le he escrito varias veces sin obtener respuesta le estimaré decirme si recibió como mis cartas, y si las recibió como creo me indique con la llareza propia de hombres nuevos, la razón de su silencio.
Le adjunto una carta de Mateo Jaika, joven neoindio que se inicia muy afanoso en el estudio del folklore, como verá usted por los ensayos que le envía. Si este muchacho continua la ruta que tiene iniciada su profundo conocimiento de la raza aborigen le capacitará para ofrecernos en sazón la novela del altiplano que aún no se ha intentado con ánimo indígena. En todo caso usted juzgará de su mérito dándole cabida en la Revista.
Asimismo van dos dibujos de Diego Kunurana para orlarlos. Diego Kunurana que pronto se va a Cusco a estudiar inkaismo, es, también, uno de nuestros futuros combatientes. Ocioso es decirle que ambos se aprestan a las líneas de combate social.
Puede hacerme usted un bien? Sería este: hacer poner en la sección Administrativa de la Revista, una nota que diga: "Se notifica a las personas que adeudan a la Agencia de Amauta en Puno, que de no apresurarse a abonar sus cuentas, se publicará sus nombres". Imagínese usted que no se dignan estos diablos contestar las cartas que se les escriben obligándoles al pago de saldos. Felizmente pude abonar mi cuenta; y ahora quiero conseguir que si no todo algo devuelvan. Se lo agradeceré.
Con un gran saludo
Churata

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta de José Uriel García, 25/9/1926

Cuzco, 25 de setiembre de 1926
Sr. don José Carlos Mariátegui.
Lima.
Muy estimado amigo:
Disculpe Ud. que recién le envíe el artículo de colaboración ofrecido para su magnífica Revista Amauta, que acabo de conocerla–– el primer número. Sin duda es la mejor publicación editada en ésa, en los últimos tiempos, por su resplandor de modernidad y su altura ideológica, sin llegar al reseco tono académico de ciertas revistas especializadas. Por ello le doy mis sinceras felicitaciones.
El artículo que le mando es un capítulo de un trabajo que estoy preparando, como le dije en mi anterior, sobre El espíritu incaico y la cultura colonial. Ruego a Ud. quiera hacerme el bien de corregir las pruebas con interés, siempre que tenga Ud. por conveniente su publicación.
Veo que su Revista ha sido bastante aceptada por la juventud serrana; parece que hay buena demanda por adquirirla. Lo que nos place a quienes aplaudimos su labor y más que todo la orientación que le ha dado Ud.
Un cordial saludo y un fuerte apretón de manos de su amigo
J. Uriel García

García, José Uriel

Carta de Julio Enrique Torres, 14/3/1929

Cusco, 14 de marzo de 1929
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Muy estimado amigo:
Su nombre y el cariño que tiene por todos los problemas que se relacionan con nuestro país, así como la labor de cultura que desarrolla en esa capital nos es muy conocida. Posiblemente que no sea completamente desconocido para usted, puesto que la revista Kuntur, llegó a sus manos, en el primer envío que le hiciera mi compañero Román Saavedra y posteriormente el segundo que se lo hice yo.
Agradezco por el aviso que nos colocó en Amauta, y, sírvase descontar del valor de revistas que recibió, y si acaso quedare algún saldo suplico enviarnos algunos folletos o lo que usted crea pueda interesarnos.
Al mismo tiempo aprovecho esta oportunidad para ser un amigo más en esta ciudad, y adjunta a la presente encontrará una colaboración, que si acaso tiene cabida en su revista seguiré haciéndoles algunos otros envíos advirtiéndole que en Lima hasta la fecha no he publicado nada, mi labor sólo es conocida en el Sur del Perú, Bolivia y un algo en la Argentina. Mantengo en la actualidad correspondencia con algunos espíritus jóvenes de México; próximamente le enviaré algunas colaboraciones que han llegado a mi poder para su publicación, pero como por el momento no tenemos una publicación de importancia donde insertarlas, se las enviaré para que usted les dé cabida en su revista: entre las mencionadas tengo un artículo de Martí Casanovas, inédito, este artículo fue enviado últimamente, posterior al publicado por usted en el número XIX de Amauta.
Esperando su respuesta y después de saludarlo quedo como un nuevo amigo que lo estima y lo admira.
Julio Enrique Torres
P. D. Ya le avisaré oportunamente la fecha en que iniciemos la segunda etapa de Kuntur pero con un espíritu más amplio y labor americanista.
Dirección la que indica el sobre.

Torres, Julio Enrique

Carta de Marisabel de Pinilla, 18/7/1927

Lima, Julio 18-1927

Distinguido amigo:

Por ser Ud. el “(...) escritor” claudico y me permito enviarle mi obra, como le anuncié, ya que todo el mundo me dice, que es absurdo lo q. yo pretendo (y es impedir q. los “gacetilleros” se recuperen de ella). Creo q. una mala crítica pueda dañar y acobardar al ingenio más eminente y aquí lo corriente es q. confundan las cosas y endiosen lo mediocre negándole el aplauso al mérito verdadero. Esta obra mía “La Piedad de los Inertes” se presta a ser lamentada, por tener toda una historia. Quise (…) en ella la siguiente Señora “que conviene mucho al Perú avanzar lentamente sin ayuda ajena el progreso rápido (…). Soportando la argolla de ser del capital extranjero, y corriendo el riesgo de perder su personalidad. Villaespesa quiso ponerla en escena por una compañía de artistas “Centenarias” q. trajo para el Centenario –y yo me negué. Después Borrás se la llevó para hacerle con la Xigú y Vilebres, encantado de q- fuera una obra de tema nuevo y con 4 figuras centrales, lo q. le permitió hacerla con su gran amigo Vilebres. Pero Diez Canedo y D’obres (q. le hicieron esas cartas que Ud. (…) diciéndome q. para (…) estaba estupendo pero para la escena resultaba de ritmo lento, opinaron que Borrás estaba demasiado viejo para ser el (…). Me la traje sino más y aquí Sánchez y Martínez Sierra también la tuvieron en su poder, pero resultó que no tenían (…) para los 4 papeles y por eso se la llevaron para hacerla en España con su compañía completa. Ahora esta artista Antonia Planas, ha logrado recopilar obras de casi todos los países Sudamericanos y piensa estrenarlas en Sevilla, en la época de la (…). Al decirme q era una lástima q. en el Perú no hubiera “Teatro Nacional” se me ocurrió recopilar algunas obras por vía de ensayo. Si Ud. tiene la amabilidad de escribir su juicio crítico sobre la mía quedaré agradecida y encantada.
Le adjunto esas cartas de Sánchez que hablan del asunto.
Marisabel de Pinilla

Pinilla, Marisabel de

Carta de César Atahualpa Rodríguez,14/9/1925

14 de setiembre de 1925
Sr. Dn. José Carlos Mariátegui
Lima
Distinguido amigo:
Hace mucho tiempo que no sé de Ud. nada íntimo, que no nos escribimos. Si no leyera sus interesantes artículos de Variedades, ignoraría por completo de su vida. Dígame: ¿me tiene olvidado? Robe unos instantes a su intensa labor periodística, y póngame cuatro letras aun cuando sea de tarde en tarde. Es un consuelo tener comunicación con los amigos inteligentes y cultos en estas tierras bárbaras.
Desde que regresó U. de Europa, he tenido ocasión de observar su campaña de cultura popular, emprendida con toda pureza, por el solo placer de barajar ideas y también por el supremo egoísmo ¿por qué no? de sentirme con cabeza, aquí donde los otros se han olvidado de que la tienen.
En un país donde todo está embargado por la política, hace U. muy bien en vulgarizar el ritmo que siguen los asuntos de esta índole en los pueblos más avanzados de las viejas culturas. Así, quién sabe, más tarde podamos responder a nuestra imperiosa necesidad de reorganizarnos.
Para probarle mi estimación, le envío, dedicado, uno de mis viejos poemas; de aquellos poemas de la primera mocedad, de cuando yo era triste; de esos poemas que ya no volveré a escribir nunca más, pero que me son dulces todavía porque conservan la nítida perspectiva de mis ideas en formación y el vivo dolor de un desarrollo prematuro, que más que dolor en el sentido lato de la palabra, fue una terrible inquietud de pensamiento. Hoy las cosas han cambiado casi totalmente. La intelectualización silenciosa, me lleva por otros caminos más serenos. Comienzo la vida de la plenitud fisiológica y quizás también la de mi plenitud conceptual. Veremos si se puede hacer algo.
Muy pronto le mandaré La Torre de las Paradojas, un libro de versos que se está editando en Buenos Aires; y si la bondad de mi editor sigue siendo generosa, le mandaré también los dos volúmenes de Hacia una Nueva Metafísica, un libro de ideas que tengo concluido. Posiblemente en el mes de diciembre me dé el gusto de llevárselos yo mismo, de paso que le doy el primer abrazo.
Muy suyo:
César A. Rodríguez

Rodríguez, César A.

Carta de Luis E. Valcárcel, 21/9/1925

Cuzco, 21 de setiembre de 1925
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Querido camarada:
Por el correo de ayer me llegan dos pruebas distintas del sentimiento de aprecio que he tenido la suerte de despertar en tan selecto espíritu como el suyo. Me refiero a la revista Le vie d’ Italia e dell’ América Latina que contiene algunas de mis glosas traducidas a la noble lengua de Croce y Papini, selección que tengo que atribuir al insigne polígrafo amigo. En "Mundial" acabo de leer su crítica de mi libro, y la encuentro tan comprensiva que me consuelo de no haber reunido en balde dentro de un volumen, lo que iba disperso en diarios y folletos.
La verdad es que muy pocos historiadores y literatos de nuestro país podrán, con simpatía, hacer la exégesis del pequeño libro. Hay tanta desorientación...que hasta los pretendidos ‘orientadores’ como el señor Aguirre Morales ahondan el mal con un desconocimiento tan absoluto de la Vida Inkaika que daría risa si no espantara. El señor Aguirre no conoce al indio, ni el medio serrano, aunque haya pasado un par de años en el Cuzco entregado a "la vida social" de la gente decente. Por el sumario de la conferencia que ha ofrecido en la Federación de Estudiantes me doy cuenta de la fatal pendiente por la que resbala el novelista de El Pueblo del Sol. Es lástima.
Encuentro exacto cuanto U. dice de mi obrita. Es convicción mía que más podremos hacer por la "adivinación" del Perú precolombino quienes somos capaces de un gran amor por el indio y por las sierras que cuantos limitan su acción a un infecundo eruditismo o a una trivial búsqueda arqueológica. Mi método investigativo no se detiene ante el dato. A la miopía de los huaqueadores al estilo Max Uhle es preferible la presbicia spengleriana. Muy en lo justo su reparo a mi pesimismo en lo que toca a la cultura occidental. En escrito posterior (“El Avatar”) estampé la siguiente cláusula que salva la omisión formulada:
“Los Hombres de la Nueva Edad habrán enriquecido su acervo con las conquistas de la ciencia occidental y la sabiduría de los maestros de oriente”. “En lo alto de las cumbres andinas brillará otra vez el sol magnífico de las extintas edades. Por sobre las montañas cruzarán las ráfagas de las distintas culturas”, etc.
He leído todos sus artículos nacionalistas y estoy en completo acuerdo con U. No quisiera reproducir aquí lo que he repetido muchas veces: Mariátegui salva el honor de la intelectualidad peruana en el desierto de inteligencias que es la actual prensa del Perú...
Estoy en el empeño de demostrar dos cosas: Primero: el altísimo valor de la cultura inkaika junto a las grandes culturas del globo. Segundo: la supervivencia de El Inkario sin el Inka.
Ambos temas se desarrollan in-extenso en la obra que preparo, cuyo primer tomo: "Introducción al estudio de la Cultura Andina" daré a la imprenta en diciembre próximo.
Con este libro inicio una segunda fase de vida en mi carrera de historiador. Tonifican mi espíritu múltiples lecturas: Spengler, Worringer, Uexhull, Frobenius, a quienes adivinaba en parte en mis glosas escritas antes de conocer las traducciones de la editorial Calpe. Aquí el colega ruega al bibliógrafo la recomendación de otros filósofos de la historia que pudieran agregarse a la lista. Obras en francés, inglés o italiano (ignoro el alemán).
La ‘ignorancia’ de Spengler acerca de los Inkas me impele a no demorar la salida de este libro. Tengo otro volumen pequeño: "Tempestad en los Andes" en que agito el llamado problema indígena. No sé si las restricciones actuales a la libertad de pensar me impidan publicarlo.
Sondearé el caso. Con un fuerte apretón de manos, soy su afectísimo
Luis E. Valcárcel

Valcárcel, Luis E.

Carta de José Uriel García, 2/9/1926

Cuzco, 2 de setiembre de 1926
Sr. don José Carlos Mariátegui.
Lima.
Muy estimado compañero y amigo:
Sean bienvenidas sus letras. Me proporciona Ud. la ocasión para colmar un deseo vehemente que tenía de ser su amigo, su amigo, diré, explícito o revelado de palabra, que en espíritu ya dialogaba cordialmente con sus pensamientos, idealidades y orientaciones. También he de agradecer la simpática solicitud del amigo Rado.
Mucho le agradezco por su llamada a colaborar en su obra de alta cultura nacional, tanto en la empresa editora que Ud. dirige como en su revista. A pesar de mis limitadas posibilidades, soy todo fervor para secundarle. Casualmente, me tiene Ud. empeñado en un trabajo de valoración histórica, de una etapa de nuestro pasado, interesante para nosotros los serranos; trabajo y lema ideológico que titulo El espíritu incaico y la cultura colonial, juzgado desde puntos de vista que los creo propios. Por ello no me juzgará Ud. de tradicionalista, pues yo vuelvo al pasado únicamente para valorizarlo y sobre esta base afirmar el futuro, no menos que el presente. En cuanto le dé fin–– casualmente estoy en este empeño–– escribiré a Ud., aprovechando su invitación, pues me sería satisfactorio publicarlo en su empresa.
La labor que estoy realizando espero sea la expiación de faltas cometidas en mis trabajos anteriores, que no han tenido otras miras que las de simple vulgarización. Por eso le pido disculpas por no haberle enviado mi libro La ciudad de los incas, en donde a más de mis errores propios, los hay, creo más abundantes, los del cajista .Ya en una otra edición haré mi enmienda–– ya la estoy haciendo.
En cuanto a la colaboración para Amauta, en un correo próximo le enviaré un artículo, tomándolo de uno de los capítulos (de entre los que tengo ya confeccionados) de la obra del que le hablo. Habrá tiempo, puesto que ha de ser para el segundo número.
Quiera Ud. contarme como un sincero amigo y devoto admirador de su obra literaria.
Le estrecha la mano cordialmente
J. Uriel García

García, José Uriel

Carta de J. Vicente Cuentas Zavala y J. Alberto Cuentas Zavala,11/2/1928

Juli, 11 de febrero de 1928

Estimado amigo:

El dos de Junio, del año en curso, cumple cien años de fundación la ciudad de Juli, como capital de la provincia Chucuito. Por este motivo, los suscritos, han iniciado la impresión de un álbum gráfico: literario, industrial, social y comercial de esta Provincia, cuya dirección artística corre a cargo de los fotógrafos Vargas Hermanos de Arequipa, cuyo prestigio internacional, es seguridad de triunfo.
Este álbum será la exposición de los valores intelectuales, morales, sociales, comerciales y materiales de la Provincia de Chucuito. ¿Qué existen ellos? No cabe duda. Juli, ciudad centenaria, fue el asiento de una gran civilización, cuyos vestigios se conservan aún, derruidos por el tiempo, y por el abandono e inercia de sus hijos. Recién han sido considerados por el Gobierno, como templos nacionales. A agitar esos triunfos pasados y perpetuarlos en la fotografía explicativa, va dirigida la impresión de este álbum, que no dudamos ha de corresponder a las necesidades eugénicas y a los valores incomparables de la raza aymara en la historia del Perú.
Además, queremos darle a la obra un sentido nacionalista, que no es posible desestimar en la hora presente, porque la cultura de Chucuito, tuvo un sentido exclusivamente general e integral, con la fundación de su imprenta por los Jesuitas el año 1612. Y para conseguir este objeto, es que nos dirigimos a usted para que se sirva enviarnos una colaboración para el dicho álbum, de sentido exclusivamente indigenista o apropiado a la efemérides que vamos a conmemorar. Esta colaboración, para nosotros de valor incalculable, hemos de estimar sea remitida a esta ciudad y dirigida a los suscritos antes del primero de abril próximo, para efectuar la conveniente distribución, previas las seguridades respectivas para evitar la pérdida de tan valioso contingente.
Toda la generosidad de vuestro envío, tendrá la gratitud de los iniciadores, y de la Provincia de Chucuito.
Agradecemos anticipadamente vuestra colaboración y en espera de ella, somos sus afectísimos y SS. SS.
J. Vicente Cuentas Zavala J. Alberto

Cuentas Zavala, J. Alberto

Carta de Emilio Vásquez,15/10/1928

Ilave, 15 de octubre de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima.
Dirección de Amauta.
Grande y querido amigo:
Creo que me siento en el derecho de llamarlo así, toda vez que me considero colaborador suyo en la obra que tan afanosamente llevamos a cabo, a fuer de tantísimos sacrificios. Es un maestro normal de indios quien le habla de esta manera.
Desde cuando era estudiante primario, he seguido con vivo interés y creciente simpatía, la obra de bien que Ud. lleva adelante, y que la nueva generación, a pesar de la especulación del Estado, de burgueses, practica sobre sus éxitos. Es practica sobre sus éxitos. Esto, desde luego, ni nos amilana ni puede hacernos retroceder de la línea de combate; más bien nos reconforta. Felizmente nuestros recursos no se agotarán. La reacción será general, ampliamente decisiva. Todos los que hacen porque la Revolución sucumba, no hacen más que inyectarnos de mayores dosis de elementos energéticos. Alguna vez veremos al fin, a este pedazo de suelo incorporado al fraternal campo al que tratamos de llevarlo; y a sus moradores liberados de tanta iniquidad que vive.
Algunos días hace, un señor Cuentas Zavala se ha dirigido a ésa con el propósito de editar una cosa que la llama Monografía y Álbum de la Provincia de Chucuito en su Centenario. Así lo hará.— Las miras de este señor es conseguir con dicho trabajo un puesto de Legación o sopa tinta en alguna oficina pública. Los antecedentes de este individuo son tan amorales que con decirle que de estudiante universitario aparece como indigenista, y en éste su pueblo es un latifundista de baja escala, que adquiere sus terrenos exaccionando, si se quiere a balazos, creo que le digo todo. Posiblemente ha de querer aportar a la casa de Amauta, a fin de desglosar algunas páginas (así lo ha dicho), y, como es enemigo en el campo de la práctica de la revista, me permito participarle, por si pudiera constituir un hecho sorpresivo para lo posterior. Toda vez que sus ideas son sacar un provecho lucrativo con esos medios, estará Ud. conmigo, que no vale la pena ni de ser atendido. Aparece ante quienes ignoran los pormenores, como el que rinde homenaje a su suelo natal, con dicha Monografía, pero es lo cierto que la edición ha de costearla el vecindario de Juli, Ilave, Yunguyo y demás pueblos de la Provincia.
Disculpe querido amigo mío, que me permita hablarle de esta manera, tanto más si es primera vez que me dirijo a Ud. en forma tan franca. Pero cuando queremos un Ideal, estamos los que comulgamos de él, en el deber de velar por sus fueros. Tal sucede en el presente caso. Mi estimación por Ud. y por Amauta me impulsan a hablar, como lo he hecho hoy.
Con todo afecto, de Ud. con un fraternal abrazo, desde esta lejanía, que Ud. tiene en gran estima:
Emilio Vásquez S.

Vásquez, Emilio

Carta a Artemia G. de Falcón, 10/3/1916

Huánuco, 10 de marzo de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Una gran inquietud tuve el domingo al recibir tu telegrama. En el primer momento antes de abrirlo, no atinaba a comprender que cosa motivaba, y ¡Claro! solo se me ocurrieron cosas malas. Después, al leerlo, calmó mi desasosiego, más no quedé completamente tranquilo. Mucho me había esforzado por mandarte el giro en tiempo conveniente, para que lo recibieras antes de carnavales, y me apenaba hondamente el que, por la misma fiesta, no la hubieras recibido; pues supongo que sea esta la causa de que no te lo hayan llevado con la puntualidad de siempre.

En cuanto a tus temores los encuentro si bien cariñosos, muy infundados. Si algo me pasase por acá, no habría, por cierto de callármelo. Te lo comunicaría inmediatamente. Esto debe tranquilizarte.

Las fiestas de Carnaval las he pasado como lo preveía: aburrido y triste. Aquí se ha jugado con muy poco calor. La pobreza de estas gentes apenas se les ha concedido el triste placer de arrojarse mutuamente más cascaronazos y ... nada más. Hubo, sin embargo, una fiesta bastante simpática. Fue el sábado. Aquí, nuestro "Don Carnavalón" se llama "Don Calixto". Pues bien, Don Calixto hizo su entrada triunfal el sábado en la tarde y seguido de una nutrida cabalgada y de la multitud. Se pegó con entusiasmo en las calles. El agua […] hizo el gasto, y muy bien hube de guardarme para no sufrir un chaparrón de […].

Después, los días de verdadero carnaval fueron sosos, cansados, asfixiantes de hastío. Mi humanidad se paseó por las calles desiertas procurando distraer su tristeza con las cosas tristes que veía.

Supongo que ustedes lo habrían pasado mejor. Es un consuelo para mí.

Saluda cariñosamente a todos mis hermanos, a Juan y recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

P.D.- No dudo que a la fecha hayas recibido ya la carta y el giro. Hago todo esfuerzo por cumplir cuanto antes lo que en la carta […]
Te mando el hilo que me pides. Vale

Falcón, César

Carta de Gonzalo Bravo Mejía, 14/6/1930

Arequipa, 14 de enero de 1930
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima
Distinguido Maestro:
Por medio de la presente tengo el agrado de enviar a Ud. mi afectuoso y cordial saludo.
En paquete certificado remito a Ud. tres revistas: Cultura, Perú Pedagógico y Revista Universitaria. Trabajo en la actualidad porque Perú Pedagógico aparezca con regularidad no obstante la indiferencia con el público mira los problemas que se rozan con la educación nacional.
Cariñosamente le estrecha la mano su admirador.
G. Bravo Mejía

Bravo Mejía, Gonzalo

Carta a Bertha Molina (Ruth), 8/6/1916

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
8 de junio de 1916
Dulce amiga:
No voy á intentar exucsarme nuevamente por este segundo retardo. Sé que eres infinitimente buena y que me perdonarás. No creas que sea posible que te olvide. Aunque deje de escribirte algunos días, no ha de abandonarme tu recuerdo.
El domingo á que te refieres en tu carta había dejado en el Palais algunos amigos para dejar un encargo en la La Prensa. Me demoré mucho probablmente y ellos se marcharon. Cuando me viste era sin duda que los buscaba. Yo no te ví y opté por refugiarme en el Colón. No me gusta estar solo. Unicamente me place la soledad cuando es absoluta; no en las calles en medio de un torbellino de conocidos y desconocidos.
No te he saludado hasta que recibí tu carta porque tu no me habías autorizado para hacerlo. Creí que mi salud o talvez sería imprudente. Por eso lo limité á una sonrisa. Pensaba que tu hermano, ó quien te acompañase, podía mostrarse sorprendido ante nuestro conocimiento. Me agrada la franqueza con que me has reclamado el cumplimiento de una cortesía elemental y me reprochas amablemente mi cobardía ante el convencionalismo. Solo que el saludo en su forma cortés es también otro convencionalismo. De las personas que me saludan, solo le contestaría yo al diez por ciento.
No había visto "Lulú". Aún no he tenido ocasión de ver tu cuento; pero lo haré. I te diré mi opinión franca. No volveré á "simpático artículo".
A pesar de que todos los días, -en la tarde, en la noche y en la mañana- veo al Conde de Lemos, no me he atrevido á preguntarle sobre tu carta, por el motivo que te dije. Temo que adivine mi farsa. Entre nosotros, somos absolutamente sinceros. A nosotros mismos cuando hablamos con otras personas nos dá risa la diferencia de las palabras y actitudes que entonces empleamos con las que empleamos en la charla íntima. He resuelto que el Conde se aficione á las carreras. Desde el domingo irá todas las reuniones hípicas conmigo.
Estoy aburrido. No tengo deseos de trabajar. Todos los días propongo empezar a trabajar el día siguiente y el día siguiente vivo la misma vida infecunda y frívola y hago el mismo voto de trabajo. Qué se va a hacer.
No te escribo mas porque ya es muy tarde y me aguardan. He aprovechado para escribirte unos minutos que he dejado al escritor argentino Mertens, mientras conversa con otros redactores. No durará mucho su charla y vendrá por mí. Lo presiento. En la habitación contigua conversa precisamente el Conde de Lemos.
Hasta muy pronto.
Con toda mi devoción.
Juan

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Ricardo Vegas García, 18/11/1924

Miraflores, 18 de noviembre de 1924
Querido Vegas:
Un error mío, incalificable en verdad, frustra mi deseo de enviarle hoy el artículo para La Nación. Creído a pie juntillas de que el 18 era mañana miércoles, dispuse mi trabajo de acuerdo con esa creencia, cuya exactitud no me cuidé de contrastar. Muy tardíamente he advertido mi equivocación. Podría todavía haber intentado escribir el artículo; pero he preferido no hacerlo. No me parece el caso de hacer un artículo corriente, sino, más bien, un pequeño ensayo. Una cosa, en suma, meditada. Tal vez es mejor, también, esperar que Ud. se concierte con La Nación, sobre todo si se tiene en cuenta que es probable, pero no seguro, que La Nación dé una edición especial el 9 de diciembre.
Para Variedades, ¿qué le parecería este tema: “La Unidad de la América Indo-Española”? Un artículo sobre las raíces comunes de estas formaciones nacionales, sobre las cosas que las diferencian y los vínculos morales e intelectuales que las unen o comunican. Este artículo podría ser ilustrado con los retratos de los pensadores de relieve continental —Vasconcelos, Ingenieros—, de los poetas que han influido en toda la lírica hispano-americana —Darío, Lugones, Nervo, etc.— y otros gráficos que Ud. encuentre adecuados.
Tenemos empeño en que Ud. venga a almorzar con nosotros el domingo. Vendrán también Roe y Antuco Garland y charlaremos un rato de los tópicos de estación. Roe y yo estamos encantados con la noticia de la venida de Camba que escribirá, seguramente, la crónica más verídica del centenario. Roe es muy amigo de ese delicioso basilisco, a quien sería hasta patriótico documentar sobre la fauna y el folklore nacionales. Lo esperamos el domingo. No necesitará Ud. Ievantarse demasiado temprano.
Mañana, como de costumbre, recibirá Ud. mi artículo semanal. Que como ya le he escrito se referirá a Zinoviev.
Giolitti es el hombre más indicado para el artículo próximo. No obstante estar próximo a su centenario, sigue siendo una figura sustantiva de la política italiana. Es así como los fascistas han mandado a la tumba a los viejos.
Pienso escribir un libro de crítica social y polítíca sobre el Perú. Necesito, con este motivo, apertrecharme de material histórico, leer lo que no he leído y releer lo que ya he leído; no porque me proponga hacer una obra de documentación y bibliografía, sino porque no quiero cometer ninguna injusticia ni incurrir en ningún olvido al realizar crítica de crítica. Le agradeceré cualquier libro que a su juicio pueda serme útil.
Afectuosamente lo abraza su amigo y compañero.
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 10/6/1929

Lima, 10 de junio de 1929
Muy estimado amigo y compañero:
Contesto sólo hoy su carta última, porque había querido hacerlo con el envío de los originales de mi Defensa del Marxismo. Pero no he podido concluir aún, por excesivas ocupaciones, la revisión de los originales, y no quiero que esto retarde más mi respuesta. El trabajo está terminado, el texto de la obra completa, pero me faltan todavía algunas notas y la revisión de las últimas cuartillas. Los ensayos de El Alma Matinal, irán enseguida. Tengo que ocuparme al mismo tiempo de estos dos libros y de uno, sobre política peruana, que debo entregar a Historia Nueva de Madrid. (A propósito de Historia Nueva. Si no tiene Ud. relaciones con César Falcón, su animador y organizador, me alegrará mucho contribuir a que Ud. y él se conozcan mejor. Falcón es un gran espíritu. Escríbale a Londres, que él también le escribirá a invitación mía).
Le debo, ante todo, la expresión de mi reconocimiento por su artículo de La Vida Literaria. Se reconoce, en todas sus partes, al autor. Como siempre, es Ud. muy generoso conmigo. La Vida Literaria está mejor en su nuevo formato y presentación. En el próximo número de Amauta sale una nota sobre su periódico, que hace Ud. bien en mantener, contra la indiferencia de los editores. Lo encuentro necesario, más aún irremplazable. Buenos Aires es una ciudad de suficiente categoría para alimentar a una gaceta literaria hispanoamericana que afirme suficientemente nuestro propio meridiano. México y Buenos Aires son los dos grandes centros de Latino-América. Pero México está demasiado lejos de Sud-América y no está todavía en aptitud de sentir, en estas cosas, un nacionalismo continental. Buenos Aires, materialmente, tiene mucha más capacidad para la empresa. Me asombro de que aún no haya podido surgir ahí una gran casa de ediciones, poderosa al menos tanto como cualquier gran editorial española.
Dedicaré en breve un artículo a los magníficos ensayos de Henríquez Ureña, a quien como crítico clasifico, por su gusto, su cultura, su criterio, entre los mejores, entre los únicos. Necesito antes releer su libro. —Le enviaré también la colaboración que me pide sobre el tópico del hispanoamericanismo.— Antes irá un artículo literario que quizá alcance este mismo correo.
Envié mi libro a Henríquez Ureña. Le ruego preguntarle si lo ha recibido. Desconfío del correo peruano, a cuyo celo policial debo todos los días pérdidas de libros y correspondencia.
Me acosa aquí, en general, la represalia siempre cobarde de toda la gente que combato o que, simplemente, desprecio por su estupidez, su mediocridad, su arribismo. Por eso, se apodera de mí con frecuencia el deseo urgente de respirar la atmósfera de un país más libre. Si no me apresuro a satisfacerlo es, más que por mi invalidez física, de la que todavía no me he curado en lo posible, por no dar la impresión de que abandono, cansado y vencido, mi lucha. —Mi libro no ha merecido sino una nota de Sánchez, en la prensa de Lima. Tengo noticia de un estudio de Jorge Basadre, que se publicará en La Nueva Revista Peruana, próxima a aparecer, fundada por el ex-comité director de Mercurio Peruano (Ulloa, Ureta, Iberico) y de una crítica de Belaunde que saldrá en Mercurio. Más bien, en los diarios de provincias se ha dado paso a cariñosos comentarios. No hace falta decir que se prodiga atención y elogio a la obra de cualquier imbécil.— A esta pequeña conspiración de la mediocridad y del miedo, yo no le haría ningún caso. Pero la tomo en cuenta porque, en el fondo, forma parte de una tácita ofensiva para bloquearme en mi trabajo, para sitiarme económicamente, para asfixiarme en silencio.
Si le es posible, haga que me envíen como canje La Vanguardia. Yo les he enviado Amauta y mi libro. Que la dirijan a Sandro Mariátegui Chiappe - Washington izquierda 544-970 para que se la roben menos en el correo.
Con la promesa de escribirle de nuevo, con mis originales, lo abrazo con mis más cordiales sentimientos de amistad y devoción
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Luis Alberto Sánchez, 20/10/1929

Lima, 20 de octubre de 1929
Querido Luis Alberto:
El plan de Ud. para obtener la venida de Frank me parece bien y yo haré todo lo posible por contribuir a su actuación. Respecto al aporte de la colonia judía, hablaré con Adler. El único inconveniente que puede presentarse es el de que, según entiendo, los judíos, como colectividad, no tienen en Lima una caja ni un organismo que atienda, sin demora, al desembolso. Habría en este caso, el más probable, que recurrir a las cuotas, reembolsables con el producto de las conferencias, que cubriría seguramente todos los gastos, y para las que sí podría contarse con la activa cooperación de los judíos —por mayor suma ciertamente. Redacte y haga circular el documento respectivo, para no perder tiempo. En la invitación podemos incluir a una o dos personas a quienes se exima de la cuota —Eguren, por ejemplo—; pero todos los demás firmantes deben concurrir a la reunión de los fondos. La cuota de Lp. 1 a 5 permitirá que todos cooperen a la constitución del fondo colectivo, según sus posibilidades.
Le envío el libro de Eguren.
Espero tener el placer de verle en cuanto se restablezca.
Suyo afmo.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 7/11/1929

Lima, 7 de noviembre de 1929
Querido compañero Samuel Glusberg:
Contesto su grata carta del 14 del pasado, que me informa del éxito de Waldo Frank en Buenos Aires. Ya había tenido difusa noticia de este éxito por diarios de Buenos Aires; pero su carta me trae una impresión de conjunto que dice mucho más.
Cuando le lleguen estas líneas, Frank habrá recibido ya el cable invitándolo a venir al Perú. Suscriben el cable veinte de los invitantes que son al menos el doble. Creo que está ahí, con la excepción de los residentes en el extranjero, la verdadera plana mayor de la cultura peruana. El cable, como la carta, van dirigidas a c/o de Ud. Rivera Indarte, 1030.
El telegrama de Waldo Frank no ha llegado a mi poder. He hecho averiguar en el telégrafo y en el cable, sin resultado. Serviría reclamar en la oficina de allá, al menos para poner en evidencia el descaro conque se intercepta mis comunicaciones del extranjero, por temor a no sé qué misteriosas connivencias.
Gracias a Waldo Frank por sus deferentes sentimientos, plenamente correspondidos.
He escrito a Cuzco, Arequipa y Puno, a fin de que se prepare ambiente en esas ciudades a Waldo Frank si sigue esa vía, muy interesante, porque le permitiría conocer los principales restos de la cultura incaica y la sierra del sur. No sé si enviará Ud. L.V.L. a algún escritor de esas ciudades. Convendría que la mandase a Gamaliel Churata, Editorial Titikaka, apartado 55, Puno; Luis de la Jara, Noticias, Arequipa; y Luis E. Valcárcel, Cuzco. Que conozcan al menos los números referentes a Frank.
Me complace que haya encontrado bien mis artículos. Ya le enviaré otros originales. —Los de mi Defensa del Marxismo están listos. No los he despachado porque lo suponía a Ud. demasiado atareado para ocuparse de tratar con La Vanguardia u otro editor. Creo que por la actualidad del tema, y porque polemiza con obras como las de Man, Eastman, Berl y otras de mucha resonancia, este libro puede venderse fácilmente.
Por este mismo correo, recibirá Ud. el No. 26 de Amauta. Ya debe haberle llegado el libro de Eguren.
Devotamente suyo, con un cordial apretón de manos.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 18/12/1929

Lima, 18 de diciembre de 1929
Estimado amigo y compañero:
No he dado inmediata respuesta a su carta del 19 de noviembre, porque en parte se la habían adelantado dos cartas mías, que deben haberse cruzado con la suya, y de la segunda de las cuales le acompaño copia, prevenido siempre contra las veleidades del correo peruano.
Hemos tenido con nosotros a Waldo Frank todo el tiempo que Ud. ha sabido por las noticias cablegráficas. No sé si las noticias cablegráficas sobre su estancia en Lima habrán abundado. Le envío algunos periódicos, entre otros un número de Variedades con un artículo mío. No es necesario que le remita otros periódicos. Toda la prensa de Lima ha señalado con gran atención la presencia de Waldo Frank en nuestra ciudad.
Ya Ud. me había dicho que en Waldo Frank, el hombre no se hace amar menos que el escritor. Todos los que lo hemos tratado de cerca, hemos confirmado plenamente esto. Frank no ha encontrado en Lima un auditorio numeroso, en parte porque la gente no está habituada a pagar a los conferencistas, en parte porque los temas de Frank no interesan sino a una élite; pero ha encontrado en cambio a gentes que lo han rodeado con cariño y comprensión. Y entre sus amigos han estado, seguramente, los mejores espíritus del Perú.
Ofreció tres conferencias en el Teatro Municipal, organizadas por el comité de invitantes, y una pagada por la colectividad hebrea, cohíbida aún por la reciente agresión policial. La Universidad le recibió en la sala de Letras la víspera de su partida. La Facultad de Letras, a propuesta de Sánchez, Iberico, Ureta y Porras Barrenechea lo hizo doctor honoris causa; pero no hubo tiempo para que, aprobado este acuerdo por el Consejo de Decanos, conforme al protocolo universitario, se le otorgasen las insignias respectivas en actuación especial. Reunimos a los escritores y artistas en un banquete general. La Nueva Revista Peruana y Amauta aunque participantes en esta fiesta, quisieron agasajarlo aparte. Hemos prescindido de discursos. Y hemos hecho lo posible porque la cortesía y los cumplimientos no impidiesen a Frank sentirse en Lima como en su casa.
Conversando con Frank, que ha sido muy gentil y deferente conmigo en todo instante, me he afirmado en mi intención de marchar a Buenos Aires. La invitación de un amigo y compañero como Ud. coincide con las circunstancias que le describe mi penúltima carta. El contacto con un país sano y fuerte me hará mucho bien, espiritual y físicamente. En Buenos Aires, terminará esta convalescencia que la debilidad de Lima ha retardado.
Deseo hacer el viaje con mi mujer y mis niños. A los dos mayores, —de ocho y seis años-, podría tal vez dejarlos; pero los colegios de Lima, donde podría dejarlos como internos, no me satisfacen y el mimo de la familia, si continuasen en el colegio que ahora frecuentan y donde no hay internado, perjudicaría su educación. Respecto a todo, espero su fraterno e inteligente consejo. —Frank piensa que en Buenos Aires se puede resolver tan bien como en Europa el problema de mi movilidad por la adaptación de una pierna ortopédica. Creo que ahí la cirugía y la ortopedia están perfectamente desarrolladas. Eso lo dejaría para después de mi primera etapa de trabajo. Pero es muy importante para mi porvenir.
Para que el correo de hoy no me gane, pongo aquí punto final a estas líneas. Le seguiré escribiendo en breve.— No hemos recibido sino un ejemplar del número 15 de L.V.L. Si le es posible, reitere el envío. Han venido, en cambio, completos los ejemplares del N° 16.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero devotísimo
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira