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Carta de Arthur Probsthain, 19/11/1930

19/11/1930

Admnistración, Labor, Lima

Muy señor mío:

Tenga la bondad de enviarme su periódico Labor, desde el 1 de enero al 31 de diciembre, 1931[0].
Pagaré por cheque sobre New York o por modo mas conveniente a Ud., preciso al recibo de su factura.
Rogando su respuesta quedo de Ud atto. Y SS

Arthur Phobsthain

Phobsthain, Arthur

Carta de Rafael Tupayachi Ferro, 11/9/1930

Cusco, a 11 de setiembre de 1930

A. Navarro M.
Lima.

Estimado compañero:

He recibido conforme el lote de libros como también los 90 ejemplares del último número de "Amauta"; los he puesto a la venta inmediatamente: faltándome solo unos cuantos ejemplares que vender. Respecto a los libros debo manifestarle que muchos de ellos están con un recargo excesivo en sus precios; circunstancia por la que no me he desprendido fácilmente de todos. Espero liquidar estas cuentas dentro de 15 días. De Amauta mandaré presto.

¿Por qué han disminuido el número de páginas de la revista? Esta observación se ha hecho general en los lectores.

Luis Valcárcel me dice que me entregará bajo inventario, todos los números atrasados de Amauta. Si fuese así, me autorizan realizarlos con un tanto por ciento de rebaja? Yo creo muy conveniente que así se proceda. Sobre todo la venta se hará a todos los compañeros obreros, que no están en la posibilidad de pagar su precio ordinario.

Es conveniente de todas maneras que "Labor" reaparezca. Creo que la época que atravesamos nos da la oportunidad para tal obra. Necesitamos periódicos de propaganda al alcance económico de los obreros. Las revistas leen solo los intelectuales, y ni siquiera para divulgarlos, sino como un bagaje de discusiones sin trascendente.

Si tienen que mandarnos algunos libros de importancia háganlo, pero a precio marcado en Amauta.

Ahí mando, en paquete certificado, tres dibujos del pinto Guillermo Buitrago, colaboración para Amauta.

Recibí directamente del secretariado de la I.T.E la Pedagogía Proletaria, como sus revistas, hace algún tiempo [...] manera que ya no he podido venderlas las que […] diré que debo hacer.

Son 80 ejemplares de esta Pedago[gía] acá, a razón de S.l. 50; aun me quedan diez.

Con un fraternal

Tupayachi Ferro, Rafael

Carta de Víctor Valdivia, 19/8/1930

Puno, Agosto 19 de 1930
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima.
Muy apreciado i respetado compañero.
Después de su considerable silencio vuelvo a dirijirle la presente.
Todo el tiempo pasado estuve muy ocupado preparando una pequeña exposición pictórica. Ahora estoy en visperas de viajar a Yunguyo, para volver tan pronto como tenga aviso de su llegada a Arequipa. Todos los compañeros hemos hablado al respecto de su venida a esta región. Estamos esperando con entusiasmo. Pero nos parece que sería mejor que hiciera Ud. su salida en la primera quincena de marzo pues ahora el tiempo está muy lluvioso y mortificante.
Logicamente Churata le dirá lo mismo. El se encuentra en Arequipa, en busca de mejor convalescencia. Estará allí durante un mes i de todos modos esperará su llegada a Arequipa.
Suplícole me anuncia el día de su partida.
Con verdadera complacencia asumiremos todo esfuerzo por traerlo i recibirlo en esta orilla titikakense.
Muy cordial y respetuosamente saluda a Ud i compañeros.
Víctor Valdivia.

Valdivia, Víctor

Carta de Máximo Pecho, 13/8/1930

Jauja, 13 de agosto de 1930
Señor
Adm. de Amauta
Lima
Muy señor mío:
Tengo el agrado de acompañar a la pte. una O. de pago cgo Sr. B. C. Chávez por por S/.49.49. de cuya cantidad se servirá Ud creditarle S/. 30. al Sr. Glicenio Núñez y el resto de S/.19.49 de creditarme en cuenta.
Pedido - estimaré me remitan lo sgte:
Asimismo solicita que le remitan:

  • 5 ejemplares de Tempestad de los Andes - Valcárcel
  • 3 ejemplares de Siete Ensayos - Mariátegui
  • 5 ejemplares de El Amante Atusparia - E. Reyna
  • 1 ejemplar de Anarquismo y Socialismo
  • 1 ejemplar de Pedagogía Proletaria
    Oportunamente recibí 20 ejem de Amauta no. 20
    De Uds. muy atte
    Máximo Pecho

Pecho, Máximo

Carta de Héctor A. Herrera, 2/6/1930

Morococha, 2 de junio de 1930
Sr.
Ricardo Martínez de la Torre,
Lima
Muy señormío:
Aun cuando no quisiera molestarlo me veo en el caso muy enojoso para mi de tener que referirme nuevamente a las revistas del Centro Social. No se si habrá saludo este año algún No. de Ciudad y Campo; pero lo cierto es que no recibimos un solo número desde Enero 15 de 1930. Variedades: - Hace diez días más o menos que recibimos el No. 1158 sin antes haber recibido los números 1154, 1155, 1156 y 1157. Mundial: - Nos faltan los números 514, 515, 516. El número 517 que recibimos tiene fecha de la primera semana del mes pasado. Blanco y Negro no recibimos ningún número desde el mes de febrero de 1930. No sé a que se deba esta irregularidad en los envíos. Si acaso usted pudiera hacer algo por normalizar esta situación créame que le quedaría bastante agradecido. No hay nada que me mortifique más que no tener que contestar a los socios del Centro cuando me preguntan sobre las revistas.
Recibí la copia de la carta que ha enviado usted a Sovero. Como este señor creo que no tiene intención de entregarme un solo centavo, creo que sería conveniente protestar la letra y hacer que la pague por las vías coactivas. Ud. me dirá lo que debo hacer sobre el particular.
Suplicándole nuevamente que haga algo por normalizar el envío de las revistas, lo saluda a su amigo y compañero.
H. A. Herrera

Herrera, Héctor A.

Recibos de envío a través del servicio de Correos del Perú, 05/1930

Recibos de envío, a los agentes y amistades nacionales e internacionales de la Sociedad Editora Amauta, de ejemplares de la revista Amauta y de otras publicaciones de la Biblioteca Amauta; correspondientes al mes de enero de 1930.
Entre los nombres de los agentes tenemos:

  • Palomino Salcedo
  • Juan Torreblanca
  • Carlos Manuel Espinoza
  • Francisco Ninaquispe
  • Ramón Alzamora Ríos
  • The Institute of Psichiatry

Central de Correos de Lima

Recibo de la compañía All America Cables, 18/04/1930

Recibos por servicio de Cablegrama de la compañía All America Cables, Inc.

  1. Dirigido a Samuel Glusberg
    Destino: Buenos Aires
    Fecha: 18 de abril de 1930
    Monto: $4.06

  2. Dirigido a Codovilla
    Destino: Buenos Aires
    Fecha: 18 de abril de 1930
    Monto: $5.22

All America Cables, Inc

Carta de Tristan Marof, 15/4/1930

Nueva York, 15 de abril de 1930
Mi querido compañero Mariátegui:
Estoy en Nueva York, después de mi deportación de México. Sería largo contar todos los incidentes. Pensaba a Ud. escribirle antes pero he tenido tanto que hacer que he olvidado todo, hasta cosas de familia. Mi mujer ha tenido que viajar sola de México para el Perú con un niño de seis meses. Yo como no puedo entrar a Bolivia me he quedado aquí, esperando viajar cuando pueda a B. Aires.
Estoy escribiendo un libro sobre México. Ya lo verá Ud.
Lucho a brazo partido con los acontecimientos, los hombres, las cosas para salir adelante.
Un saludo para Ud. y los compañeros. También para su esposa.
Tristán Marof
Le incluyo un artículo para Amauta pero colóquelo en buen lugar.

Marof, Tristán

Letra de Cambio, 7/4/1930

Letra de Cambio girada por Julio César Mariátegui, Gerente de la Imprenta y Editorial Minerva, por la cantidad de S/. 200 soles de oro a la Sociedad Editora Amauta con fecha 7 de abril de 1930.
La orden fue pagada a la Sociedad Nebiolo Torino a la Agencia de Depósito de Lima.

Banco Italiano

Carta de Samuel Glusberg, 4/4/1930

Buenos Aires, 4 de abril de 1930
Mi querido amigo:
Anoche recibí su carta y las colaboraciones. Vea lo que son las coincidencias. Ayer justamente le despachaba L.V.L. de abril con su artículo: Arte, Revolución y Decadencia, del que he suprimido el párrafo que Ud. me indica. Ayer también le escribí a César Falcón, L.A. Sánchez, César Vallejo, Luis E. Valcárcel etc.
Pienso sacar el número dedicado a la literatura peruana el 1º de junio. Así les doy tiempo a todos para poder colaborar. En el número de mayo adelantaré el sumario de las colaboraciones recibidas y la noticia de su viaje. También publicaré su artículo sobre el Chopin de Guy de Portales que no publiqué hasta la fecha porque suponía que Ud. lo había publicado en Lima y como yo no hice tampoco ninguna página de bibliografía extranjera no tuve ocasión de utilizarlo. Guardo también un artículo suyo sobre Los Mujics que también puedo publicar en el próximo número con algún otro hasta completar una página.
Mil gracias por el envío de las colaboraciones de Eguren, Núnez y Bustamante y Ballivián. El hermano de este poeta también colaborará en el número con algunos recuerdos de Lima.
Espero con ansia las colaboraciones de Antenor Orrego, Martín Adán, Jorge Basadre, Luis Alberto Sánchez etc. Y también las ilustraciones de los artistas peruanos.
Cuanto a la fecha de su viaje, creo que no tiene por qué apurarse. Hágalo con tranquilidad a mediados de mayo. Quédese una semana o más en Chile, según sus conveniencias y llegue a Buenos Aires el 2 de junio. Para entonces todo estará arreglado aquí. Lo recibiremos como se merece: con todas las luces encendidas...
Ahora estoy gestionándole unas conferencias en la Facultad de Filosofía y Letras. De seguro Ud. repetirá la trayectoria de Waldo en todo. Y mejor si también los latinoamericanos de Palacios y Cía se asocian al homenaje, sin desconfianza.
El festival en su honor para hacemos de los pasajes se realizará de seguro a fines de abril. Estoy aguardando el regreso de la presidenta de los Amigos del Arte que aún veranea en su estancia. Hasta después de las Pascuas no empieza la temporada artística. Por fin se acabaron los escrutinios de las elecciones, aunque todavía el de seguro a fines de abril. Estoy aguardando el regreso de la premios municipales a la producción literaria de 1929, para entonar los ánimos y elevar el ambiente.
Y antes de que olvide: ¿cree Ud. posible con ese aplazo de su viaje hasta mediados de mayo, la impresión de su libro en la imprenta Minerva? Desgraciadamente yo sigo en malas condiciones para comprometerme a imprimirlo aquí. Me he visto en el caso de aceptar en el Colegio Internacional de Olivos dictar ocho horas semanales de clase por una paga irrisoria. Pero esto aparte conviene que aparezca un libro suyo de ensayos artísticos. La Defensa del Marxismo asustará a muchos. No hay que dejar solo a ese libro. Piénselo y si como Ud. me decía en mayo se desocupa un poco el taller de Minerva haga componer El Alma Matinal y cuide Ud. mismo de las pruebas. En Isor no se puede hacer. No creo que el libro salga mejor impreso aquí. Recibí la vez pasada un número de Amauta en papel grueso y me pareció excelente. En fin vea Ud. lo que se puede hacer. Yo mantengo mi proposición de compartir el pago de la edición siempre que los ejemplares lleguen aquí antes del 1º de junio (4 ó 5 días antes, no más) para que yo tenga tiempo de hacerlos repartir y anunciarlo en el periódico.
Quedo a la espera de sus noticias. Mientras lo saludo cordialmente y le digo: hasta luego.
[Firma de Samuel Glusberg]

Glusberg, Samuel

Recibos de envío a través del servicio de Correos del Perú, 04/1930

Recibos de envío, a los agentes y amistades nacionales e internacionales de la Sociedad Editora Amauta, de ejemplares de la revista Amauta y de otras publicaciones de la Biblioteca Amauta; correspondientes al mes de abril de 1930.
Entre los nombres de los agentes tenemos:

  • Nicanor de la Fuente
  • Centro Social en Morococha
  • Ricardo Galarza
  • Teófilo Chávez
  • Máximo Sánchez
  • Rafale Polo
  • Augusto Moscol
  • José Polo
  • Manuel Zumarán
  • Ernesto Reyna
  • A. Mateu Cueva
  • Aurelio Castro
  • Máximo Pecho
  • Juan Torreblanca
  • Isaac Batallanos
  • Librería e Imprenta Nieri
  • Mario Nerval
  • Marcelo Zúñiga
  • Zincopa Pineda
  • Luis E. Valcárcel
  • Casiano Rado
  • Donato Gonzales
  • León Sánchez
  • Eugenio Ríos
  • Antonio Caballero
  • Guillermo Gallegos
  • Editorial Historia Nueva
  • Juan Marinello
  • Joaquín García Monge
  • Editorial Nascimento
  • Ramón Alzamora Ríos
  • Editorial Babel

Central de Correos de Lima

¿Existe una inquietud propia, de nuestra época?

(...) esta inquietud en unos es desesperación, en otros desequilibrio, en otros esperanza en los demás vacío. No se puede hablar de una “inquietud contemporánea” como de la uniforme y misteriosa preparación espiritual de un mundo nuevo.
Del mismo modo que en el arte de vanguardia, se confunden los elementos de revolución con los elementos de decadencia, en la “inquietud contemporánea” se confunde la fe facticia, intelectual, pragmática de los que encuentran su equilibrio en los dogmas y el orden antiguos con la fe apasionada, riesgosa, heroica de los que combaten peligrosamente por la victoria de un orden nuevo.
La historia clínica de la “inquietud contemporánea” anotará, con meticulosa objetividad todos los síntomas de la crisis del mundo moderno; pero nos servirá muy poco como medio de resolverla. La encuesta de los “Cashiers de l’Etoile” no invita a otra cosa que a un examen de conciencia, del que no puede salir, como resultado o indicación de conjunto, sino una pluralidad desorientadora de proposiciones.
Lo que se designa con el nombre de “inquietud” no es, en último análisis, sino la crisis contemporánea o, por lo menos, su expresión intelectual y sentimental. Los artistas y los pensadores de esta época rehúsan, por orgullo o por temor, ver en su desequilibrio y en su angustia el reflejo de la crisis del capitalismo, quieren sentirse ajenos o superiores a esta crisis. No se dan cuenta de que la muerte de los principios y dogmas que constituían el Absoluto burgués ha sido decretado en un plano distinto del de su mediocre especulación personal.
La burguesía ha perdido el poder moral que antes le consentía retener en sus rangos, sin conflicto interno, a la gran mayoría de los intelectuales. Las fuerzas centrífugas, secesionistas, actúan sobre estos con una intensidad y multiplicidad antes desconocidas. De aquí, las defecciones como las conversiones. La inquietud aparece como una gran crisis de consciencia.
La inquietud contemporánea, por consiguiente, está hecha de factores negativos y positivos. La inquietud de los espíritus que no tienden sino a la seguridad y al reposo, carece de todo valor creativo. Por este sendero no se descubrirá sino los refugios, las ciudadelas del pasado. En el hombre moderno, la abdicación más cobarde es la del que busca asilo en ellos.
Nuestra primera declaratoria de guerra debe ser a las que mi compatriota Ibérico llama “filosofías del retorno”. ¿El florecimiento de estas filosofías, en un clima mórbido de decadencia, entra en gran escala en Occidente en la “inquietud contemporánea”? Esta es la primera cuestión que hay que esclarecer para no tomar sutiles “alibis” de la Inteligencia y teorías derrotistas sobre la modernidad como elaboraciones de un espíritu nuevo.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Cargo por pago de Servicio, 26/3/1930

Recibí del Sr. José Carlos Mariátegui , la suma de diecisiete soles, ochenta y dos centavos importe de varios grabados, cuyas dimensiones se indican.
Fecha: 26 de marzo de 1930.

Martínez, Sergio

Carta a Eduardo Barrios, 26/3/1930

Lima, 26 de enero de 1930
Sr. Don Eduardo Barrios,
Santiago
Muy estimado amigo:
Desde que recibí sus gratísimas líneas, acusándome recibo de mis "7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana" he deseado escribirle. Pero el desequilibrio entre mis fuerzas y mi trabajo frustra mis mejores propósitos epistolares y hace de mi, contra mi gusto, un mal corresponsal.
Con el libro de poesías de Eguren, que espero haya Ud. recibido, le enviamos los números aparecidos hasta ese envío, de "Amauta". Van ahora los últimos.
Parte hoy para Santiago Luis Alberto Sánchez, colaborador de Amauta y excelente amigo mío. Lo visitará y conversará con Ud. Sobre cosas que avivarán sus recuerdos de Lima.
Preparo un viaje a Buenos Aires. Pasaré por Santiago con el objeto de llevarme una rápida impresión del país y abrazar a mis amigos.
Muy cordialmente lo abraza su devotísimo amigo.

José Carlos Mariátegui La Chira

Croquis de la crisis española

Los factores inmediatos de la rápida caída de Primo de Rivera -seguida en tan breve término por su deceso-, que el cable dejó en los primeros días en la sombra, son ya detalladamente conocidos por las revelaciones de Eduardo Ortega y Gasset, Marcelino Domingo, Indalecio Prieto y otros líderes de la oposición al régimen. Se sabe que un movimiento destinado a deponer, con la dictadura, al monarca que la instigó y autorizó, debía haber estallado entre el 5 y el 8 de febrero. El general Goded, gobernador militar de Cádiz, trabajaba desde el mes de octubre de acuerdo con los elementos constitucionales para producir un vasto pronunciamiento militar. Casi todas las guarniciones de Andalucía estaban comprometidas para esta acción revolucionaria. Alfonso XIII y Martínez Anido tuvieron informes de la conspiración, ante los cuales Primo de Rivera decidió la destitución del General Goded y del Infante don Carlos, Capitán General de Sevilla, no sin enviar a Cádiz un emisario, encargado de negociar un arreglo con Goded, quien asumió una actitud de rebeldía, declarando que no tenía que obedecer ninguna orden de destitución. Este conflicto movió a Primo de Rivera a la desdichada consulta a los jefes militares y al Rey a reemplazarlo por el general Berenguer, capitulando ante la tendencia constitucionalista del ejército. Goded se consideró exonerado de todo compromiso con esta solución. Se trasladó a Madrid, donde le aguardaba un importante nombramiento. Eduardo Ortega y Gasset que, bajo su firma, ha explicado de este modo la génesis del ministerio Berenguer, en un artículo titulado “Cómo ha salvado su trono Alfonso XIII”, agrega que muchos oficiales quisieron seguir adelante sin Goded, pero que la indecisión se propagó desde entonces en todas las organizaciones”.
Antes que la restauración del orden constitucional, la misión del gobierno de Berenguer es el salvamento de la monarquía. Este es el juicio que, apenas anunciado el cambio, emití sobre su significado, y en el que me confirma el conocimiento de sus antecedentes. Alfonso XIII se encuentra ante un dilema: el absolutismo o la constitución. No tiene sino estos dos caminos. Tomará cualquiera de los dos para salvarse. Pasará de uno a otro, sin la menor hesitación, si las circunstancias se lo imponen. Por el momento, prefiere el camino del regreso a la legalidad. Pero este camino puede llevar muy lejos: a la Constituyente, a la reforma de la Constitución, al juzgamiento de las responsabilidades, a la proclamación de la República.
Liquidar seis años de dictadura no es un asunto de ordinaria administración. Alfonso XIII ha dado este encargo a un gabinete de familiares, que puede licenciar en cualquier momento para volver a la manera fuerte. En el instante en que se decidió por la rendición a la tendencia constitucional, no le quedaba otra cosa que hacer. Martínez Anido no compartía la confianza de Primo de Rivera sobre la posibilidad de dominar el espíritu de rebelión que cundía en el ejército. El Rey tenía los informes privados del Infante don Carlos, Capitán General de Sevilla, y de otros jefes. Se dice que en una oportunidad, advertido del peligro de que el Rey lo echara por la borda para arreglarse de nuevo con los grupos constitucionales, Primo de Rivera afirmó: “¡A mi no me borbonea este Borbón!”. La decepción de que, años después, no fuese otra su suerte, debe haber amargado profundamente los últimos días del derrotado dictador.
Una monarquía constitucional, así sea la de España, no puede abandonar impunemente la legalidad más de seis años, para restablecerla cuando los acontecimientos se lo impongan conminatoriamente. Viejos servidores de la monarquía como Sánchez Guerra, ajenos a toda veleidad republicana, han cumplido el deber de notificar a Alfonso XIII sobre las irreparables consecuencias de la responsabilidad en que ha incurrido violando el pacto constitucional, en que descansaba su autoridad. Alfonso XIII querría que se le amnistiase alegremente, con todos sus compañeros de aventura, por estos seis años de vacaciones. Pero aún entre lo más ortodoxos monárquicos encuentra censores severos, jueces inexorables como Sánchez Guerra, cuya actitud descubre hasta qué punto está comprometido y socavado el régimen monárquico en España.
¿Cómo va a restablecer la legalidad el gobierno de Berenguer, sin que se ponga en el tapete la cuestión del régimen y las responsabilidades? Ya hemos visto cómo este ministerio normalizador ha tenido que detenerse y retroceder en la primera modestísima etapa de la normalización. La censura de la prensa sigue vigente. ¿Cuándo se restituirá a los ciudadanos y a los partidos la libertad de reunión y de tribuna? Si el discurso de un líder conservador tiene una resonancia revolucionaria tan amenazadora, es fácil prever las aprensiones que van a seguir a los discursos de los líderes republicanos, socialistas, comunistas. I mientras estas elementales libertades no hayan sido restablecidas, ¿qué campaña eleccionaria ni que convocatoria a elecciones será posibles?
Estas son las dificultades del régimen en el orden político. Habría que examinar aparte las que confrontan actualmente en el orden económico. La política hacendaria y financiera de la dictadura ha sido el factor decisivo de su quiebra. Cambó no ha aceptado, en el gabinete de Berenguer, el ministerio de las finanzas, para no cargar con esta ingrata y riesgosa herencia. ¿Qué autoridad tiene un gobierno de transición, de interinidad manifiesta, para abordar eficazmente este problema? La misma que tiene para suprimir la censura de la prensa, resistir la crítica de la opinión, tolerar los comicios de los partidos ir al encuentro de elecciones normales.
No existe, sin duda, en España un partido bastante poderoso y organizado para llevar al pueblo victoriosamente a la revolución. Si existiese, la insurrección no habría estado a merced, en los primeros días de febrero, de la defección del general Goded, posiblemente confabulado con el Rey. El partido socialista es el único partido de masas; pero carece, en su burocracia, de espíritu y voluntad revolucionarias. La crisis del régimen confiere grandes posibilidades de acción a la concentración de los elementos republicanos. Pero lo característico de las situaciones revolucionarias es la celeridad con que crean las fuerzas y el programa de una revolución. La dinastía española, que tiene añeja experiencia de esta clase de vicisitudes, no lo ignora. I tan pronta está probablemente, a festejar en la plaza su retorno al pacto con el pueblo, como a preparar en las capitanías generales un segundo golpe de estado; jugándose, si los riesgos de las elecciones y la constituyente le parecen excesivos, la carta desesperada del absolutismo.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Luis Alberto Sánchez, 26/3/1930

Lima, 26 de marzo de 1930
Querido Luis Alberto:
Le deben haber mandado ya de la imprenta las pruebas. Si le han llegado tarde para corregirlas, expídamelas de a bordo, de Mollendo; pero dejándome los originales para revisar yo otra prueba. No se olvide de dejarme también la copia del otro capítulo de la bíografia de Prada, la destinada a L.V.L. y 1930.
Escribo por el correo de hoy a Edwards Bello y Barrios. Salude a Silva Castro y demás amigos.
Le acompaño la carta para Seoane, abierta para que se entere de los términos de nuestro debate, en lo que concierne a teoría y táctica políticas, aprismo, etc. cosas todas sobre las que Amauta fijó públicamente su posición en el editorial del No. 17.
Deseándole el más feliz viaje, lo abraza su afmo. amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Ramón Alzamora Ríos, 22/3/1930

Santiago, marzo 22 de 1930
Camarada Mariátegui,
Salud!
Lamento de todo corazón lo acaecido últimamente con usted. Desgraciadamente, camarada, es la suerte a que están condenados todos los luchadores sinceros. ¿Qué se le va a hacer? No queda más remedio que armarse de paciencia, recobrar las energías y proseguir en la lucha, ya que sabemos lo que esta significa. ¿No le parece?
Por eso, celebro mucho, mi buen camarada, su determinación de ir a Buenos Aires. Es necesario e indispensable que haga todo lo que esté a su alcance por su restablecimiento físico. Porque los hombres de lucha como usted, q' son verdaderos valores, tienen la obligación de conservarse para perdurar en la acción. Las rémoras, los timoratos, los parlachines de circo, deben desaparecer pronto, porque son bichos perniciosos y funestos en la organización y en donde quiera que actúen. Es mi opinión.
Los amigos de Amauta me han atendido muy bien. Hace poco recibí su último envío: una colección de Amauta, diez ejemplares de la misma, del No. 28 y dos ejemplares de Las Escena Contemporánea. Con la suya les remito mi nuevo pedido y el número del giro correspondiente al envío anterior.
He tomado nota de los nombres y residencia de los compañeros peruanos que se encuentran en Santiago. Pronto tendré el placer de visitarlos.
A Hidalgo y Cruz les leí su carta. Están muy contentos con su viaje. Me piden que nos anuncie la fecha de su partida. No se olvide, porque tenemos ansias de conversarlo muchos de cosas chilenas.
Retribuye fraternalmente su abrazo.
Ramón Alzamora Ríos

Alzamora Ríos, Ramón

Carta de Ernesto Reyna, 13/3/1930

Huarmey, 13 de marzo de 1930
Sr.
José Carlos Mariátegui.
Lima
Muy estimado compañero:
Como le decía personalmente, no he recibido las cartas que me anunciaba haberme enviado. El compañero Sal y Rosas pasó de largo, dejándome una tarjeta explicatoria, la distancia del pueblo al puerto fue el motivo, de no haberme buscado. Le contesto a Huaraz, reclamando el dibujo de Sabogal, que para mí es un recuerdo valioso, por tratarse del original de un pintor de la talla de Sabogal, y haber servido para la carátula de mi libro primicial.— Juan Luna, me dicen que se encuentra enfermo en Supe, y que por esa causa no ha podido entregarme la carta que me remitía Ud. por su conducto. En mi anterior del 20 de diciembre que se ha extraviado, y que la supongo en manos de la Policía Secreta, le decía que estaba organizando nuestro partido en ésta. Entre otras cosas le decía lo siguiente: “Hay que terminar con la inmoralidad política, que como un cáncer ha estado royendo los organismos burgueses. Las masas tienen un instintivo recelo al Gobierno: Desde González Prada hasta el último ciudadano, dicen: “los que gobiernan son unos ladrones”. Ante esta marca de fábrica de la rapacidad burguesa, y divisa heráldica de la aristocracia, la Dictadura del Proletariado debe poner en sus actos, no sólo una honradez acrisolada, sino ir hasta el heroico desprendimiento. Sobrios como espartanos, pobres como filósofos. Ofrendando su vida y riqueza a la República. —Como parte del programa de gobierno se debería sentar lo siguiente: “El enjuiciamiento de todos los anteriores gobiernos burgueses, y confiscación, de hecho, de la mitad de sus riquezas.— 2.-Prohibición absoluta de mover sus capitales del país, y de ellos mismos, de retirarse a despilfarrar sus energías y capital en el extranjero. Obligarlos a trabajar y poner en movimiento el Capital, so pena de íntegra confiscación por el Estado, y reclusión personal en sanatorio de vagos. —El partido por su parte se impondría: 1.— Los Gobernantes no podrán disfrutar cuantiosas fortunas.— El Estado dará al Gobernante lo necesario para una vida confortable.— Toda la fortuna particular de los Gobernantes será propiedad del Estado.— El Estado velará por la familia de los gobernantes y asegurará su futuro. 2.—Serán prohíbidos, los banquetes y fiestas miliunochescas de los Gobiernos burgueses.-Las fiestas del Proletariado serán sobrias y bellas, con la modestia de una república pobre. 3.-Todo fausto y gala será prohíbido por vanidad, y sí, se protegerá la belleza en sus múltiples formas.— También le decía que como un plan del Partido en el caso problemático, que se levantase en armas contra el actual gobierno, un representante de la casta oligárquica, pardista o militarista, luchar moralmente contra ellos, por ofrecer el Gobierno de Leguía mayor seguridad para el país. Pero, si del seno del Partido, surgiese el poder (sin mácula, ni traición) irnos contra todos los poderes constituidos.
Salude cordialmente al grupo de Washington Izquierda, y Ud. reciba un afectuoso saludo de su leal amigo
Ernesto Reyna
Siendo escritor por temperamento, no me puedo sustraer a la atracción de la literatura. Le incluyo un escrito, trata de las lagunas de Llanganuco, que están al pie del Huascarán, estas lagunas fueron motivo pictórico de Teófilo Castillo.
R.

Reyna, Ernesto

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