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Descripción archivística
Fondo José Carlos Mariátegui Europa Con objetos digitales
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Carta a Emilio Pettoruti, 25/3/1922

Roma, 25 de Marzo de 1922.
Caro Pettoruti,
Muchas gracias, otra vez, por sus informaciones que aumentan mi entusiasmo por pasar una temporada en Alemania y asociarme a Ud. en varias andanzas turísticas.
En mi anterior le hablaba del mes de mayo y no abril como el fijado en mi programa. I pienso ahora que la fecha exacta de mi partida será, más bien, el 1° de Junio. Este día podré ir a esperarlo a Venecia o a reunirme con Ud. en el lugar de Baviera donde proyecta veranear.
Hasta el mes próximo no me será posible garantizarle que ninguna eventualidad contrariará este programa. Por consiguiente no puedo pedirle con tanta anticipación que me preanote alojamiento en la pensión donde va Ud. a instalarse durante el verano. Pero como creo que, en el caso de que esta preanotación resulte indispensable tan anticipadamente, puede Ud. reservarme ya una habitación grande para dos personas. La fecha dependerá de que Ud. venga o no venga a Venecia en los primeros días de Junio. En caso de que venga Ud. la preanotación puede ser para el 5 o 6 de junio, la fecha en que calcule Ud. que nos será posible estar en Baviera. Y en caso de que no venga, puede ser para el propio 1° de junio.- I, de todas maneras, la preanotación tiene que ser condicional, esto es con cargo de confirmarla o desdecirla antes del 1° de mayo o sea un mes antes.- Me parece que el hotelero no exigirá un "engagement" a firme, más anticipado.
No he comprado marcos todavía porque he estado en espera de un dinero que aún no me ha sido pagado. Me alegro de esto. Porque resulta que el marco ha continuado bajando. Ahora sí me parece excelente negocio adquirirlo porque ha tocado un precio que creo el límite de su baja. Está a 6 liras el ciento.
De Falcón no tengo noticias desde hace más de un mes. Me escribió que vendría tal vez a Génova a la conferencia; pero no me ha confirmado posteriormente esta probabilidad, de suerte que no sé si vendrá o no.
¿Cuál es el idioma más útil en Alemania a falta de alemán? Es cierto que hay muchas dificultades para quedarse allá mucho tiempo?
Anita retorna sus saludos.
I yo le estrecho la mano con todo afecto y me repito su muy devoto amigo y S.S.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Pettoruti, 14/3/1922

Roma, 14 de Marzo de 1922.
Via della Scrofa N° 10 int. 5
Caro Pettoruti,
Contesto su atenta carta del 22 de febrero. No lo he hecho enseguida porque en ella me anunciaba Ud. que estaría ausente de Munich algunos días.
Sus datos me animan a efectuar su proyecto. Los tiempos no son buenos, de suerte que la economía de la vida es un fuerte atractivo para ir a Alemania.
Mi propósito es ir a Venecia en los primeros días de mayo para seguir de allí a Alemania. Por consiguiente podemos combinar de acuerdo nuestro respectivo itinerario de viaje. Podemos visitar juntos Viena.
Iré con mi chica y tendré presente, a este respecto, su advertencia sobre el pasaporte.
De Viena pasaría a Munich, a menos que el viaje por Praga a Berlín permitiese conocer fácilmente primero esta ciudad. En este caso antes de trasladarme a Munich pasaría algunos días en Berlín.
No deje de escribirme. I reciba el más cordial apretón de manos de su muy affmo amigo.
José Carlos Mariátegui
P.C.- Saludos de Anita.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Francisco Beteta, 17/9/1921

Roma, 17 de setiembre de 1921
Mr. Francisco Beteta
299 W. 12 Street
New York
U.S.A.
Mi querido Beteta,
¿Por qué no me escribe? ¿Cómo están Ud. y los suyos? ¿No piensa Ud. venir a pasar una temporada en Italia? Tendría gran placer al verle. Me tiene Ud. siempre en Roma. He vagado por casi toda Italia, pero teniendo invariablemente a Roma como punto de partida. Le envío mi mejor abrazo.
Su affmo
Mariátegui
P.D. Recuerdos afectuosos a Toribio.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Bertha Molina (Ruth), 16/10/1920

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
Roma, 16 de octubre 1920
Acabo de regresar de mis andanzas por el norte de Italia. Roma me esperaba, amable y buena, con una carta tuya en la mano. Una carta que yo he leído antes de desembarazarme del sobretodo y del sombrero, sentado al pie de la cama en mi "chambre” de hotel, mientras el criado instalaba en un rincón mis fatigadas maletas.
Y he tenido la sensación de que tú me visitabas. De que a mi cuarto entraba la risa de una muchacha muy inquieta y muy limeña, que todo lo 'movía, que todo lo revolvía, que todo lo tocaba y que me hacía tantas preguntas que yo no podía contestárselas. Algo así como si un rayo de luz limeña llegase furtivamente a mi estancia.
Tus cartas me hacen casi siempre este efecto. Por esto te las agradezco mucho. Y te ruego que no me prives de ellas ni aún si te parece que las mías son demasiado desabridas, demasiado pobres de interés. Piensa que yo no soy capaz de producirte el placer que tú puedes producirme. Que lo que yo puedo escribirte no es posible que sea como lo que tú puedes escribirme. Yo me he vuelto un poco grave. En cambio tú eres una chiquilla. No eres una chiquilla frívola y egoísta; pero eres de todas maneras una chiquilla. Una chiquilla buena e inteligente (No te agrego que bonita porque si te dedico tres adjetivos vas a poner en duda la sinceridad de alguno de ellos. Y luego porque eso de bonita lo dejo para que te lo digan otros).
Mis cartas no son propiamente respuesta a las tuyas. No lo son sino en este sentido. En que una carta mía sigue a la recepción de una carta tuya. Pero por lo demas no. Yo no te hablo casi de las cosas de que tu me hablas. Y es que estamos tan distantes el uno del otro! Tu voz emplea dos meses en llegar hasta mí. Y la mía, que es menos joven, emplea, sin duda, mucho más. O, por lo menos, llega muy apagada, muy vaga, casi imperceptible ¡Este coloquio nuestro lucha con todas las dificultades físicas del tiempo y la distancia!
Pero esta vez voy a referirme a uno de tu párrafos. Aquel en que me dices que tienes mucha confianza en mi; pero que ... me ocultas algo. Y que no me lo contarás, eso que no. Probablemente a consecuencia de que tienes mucha confianza en mi ¿No es cierto? Si no fueses ilógica no serías mujer. Vamos. No me pongas curioso. Pruébame que te inspiro toda la confianza que me aseguras. Es necesario que la intimidad con que nos tratamos sea verdadera. No verdadera á medias sino verdadera absolutamente, totalmente, completamente.
¿Quieres hacer una cosa buena y razonable? Mándame tu retrato. Lo pondré sobre mi escritorio, absolutamente solo, para tener cuando te escribo la ilusión de que converso contigo. Tu me debes tu retrato desde hace mucho tiempo. Y no sé como te has dado maña para no satisfacer hasta la fecha tu deuda. Ustedes las mujeres son muy tramposas.
He visto que han exhumado en "El Tiempo", al pie de artículos que yo enviaba con un seudónimo nuevo, mi infantil y olvidado seudónimo de Juan Croniqueur, al cual renuncié formalmente en la revista "Nuestra Época" arrepintiéndome de todos los pecados que con el había cometido. Quiero dejar constancia ante tu de que soy completamente ajeno a la resurrección de dicho seudónimo y de que lo lamento desde lo más profundo de mi alma.
Escríbeme pronto. Mira que cada vez que recibo correspondencia lo primero que hago es ver ansiosamente si alguno de los sobres es el tuyo. Mira que siento predilección por tus cartas, y que mi predilección por tus cartas es también predilección por ti.
Tuyo affmo.
José Carlos.

P.D. La complicada y perversa posta se entretiene en robarme hoy una carta, mañana otra. Temeroso de que trate de turbar mis relaciones contigo, certificaré todas mis cartas para que se le haga mayor cargo de conciencia incautarse de ellas en el caso de que se le ocurra tan cruel idea. Vale

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Ricardo Martínez de la Torre, 5/9/1920

Venecia, 5 de setiembre de 1920
Señor
Ricardo Martínez de Latorre
Lima - Perú
Mi impresión de Venecia es brevísima: —Venecia es la ciudad más bella del mundo. —Como ves cabe en una postal y queda aún sitio para un abrazo.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Modesto Antonio Cavero, 29/8/1920

Venecia, 29 de agosto de 1920
Señor
Modesto A. Cavero Mariátegui
Querido Nino.
Aunque tú eres un ingrato que no me escribes, yo no te olvido y, antes bien, te recuerdo con el cariño de siempre.
Y te envío un afectuoso abrazo.
José.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Bertha Molina (Ruth), 3/8/1920

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
Florencia, 3 de agosto 1920
Mañana me marcho de Florencia. De ella te escribí hace un mes contestando tu carta. De ella te escribo ahora para que tengas una segunda carta que contestarme. Así se acortarán los plazos de nuestra correspondencia. ¿Que esta no es una carta? No me digas eso que sería una tinterillada femenina. ¿Acaso las cartas deben llenar siembre muchas hojas de papel? ¿Acaso no pueden caber, como esta, en el envés de una postal. Además, mira. Haz de cuenta que esta es la última de muchas hojas que yo dejo en blanco para que tú las llenes con tu fantasia y para que te digas en ellas muchas cosas inteligentes, bellas y armoniosas que yo no sabría decirte. Porque interpretándome como me imaginas me querrás mejor que interpretándome como soy. Ensáyalo. Y créeme que bien te recuerdo.
José Carlos.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Guillermina Mariátegui de Cavero, 19/7/1920

Vallombrosa, 19 de julio de 1920
Sra.
Guillermina M. de Cavero
Muy querida hermana:
He recibido tu carta del 22 de mayo. Y, al mismo tiempo, una del Ministro de Justicia comunicándome que ha concedido a Nino la beca de interno.
Esta noticia ha sido una compensación. Confío que así como Dios nos ha concedido esta gracia nos concederá también el remedio de tu situación.
Ojalá que mi carta al Ministro de Guerra haya sido útil. Lamento mucho la enfermedad de Amalita y espero que no haya sido de cuidado. - Sin mas que con sus mejores recuerdos para ti y las chicas y con sus fervientes votos por tu bienestar, se despide de ti hasta pronto tu hermano que bien te quiere.
José.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Guillermina Mariátegui de Cavero, 5/7/1920

Florencia, 5 de julio de 1920
Señora
Guillermina M. de Cavero
Andahuaylas
Recibe un nuevo recuerdo mio de Florencia. Esta es una vista de la parte alta de la Catedral, una de las mas bellas de Europa, toda recubierta de mármoles de colores.
Tu hermano
José
La postal a la mama es una vista del jardín real.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Ricardo Martínez de la Torre, 6/7/1920

Florencia, 6 de julio de 1920
Caro Ricardo:
Antes de partir de Florencia quiero enviarte un nuevo recuerdo que sea a la vez una impresión de viaje. Florencia es una de las ciudades donde he pasado días mejores tal vez por ser la ciudad donde he pasado días más cortos. Es, sin duda, una de los rincones mas encantadores del mundo. Mucho ha destruido el tiempo y mucho ha borrado el progreso - el bárbaro progreso - pero aun queda lo suficiente para que vengan aquí en peregrinación gentes de todos los climas. Te envío un paquete de periódicos ilustrados que contiene también varias fotografías para Juanita. Fotografías de arte ilustres que Florencia guarda.
Tuyo affmo.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Bertha Molina (Ruth), 30/6/1920

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
Florencia, 30 de junio 1920
Ruth:
A punto de partir de Roma, en viaje a esta ciudad de Dante y de los Médicis, recibí tu carta del 22 de mayo. Que, naturalmente, me parece que ha tardado mucho. Y que me obliga a reprochártelo. ¿Por qué te has hecho esperar tanto? ¿Es que te estás volviendo mala? ¿O es que te da pereza escribirle a un amigo que se halla tan lejos? En otros tiempos hubieras sido capaz de escribirme sin aguardar mi respuesta. Tú me observarás que siempre “a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor”.
Perdóname el reproche. Apenas trazado me arrepiento de él con toda el alma. Y me arrepentiría más aún si no tuviera la certidumbre de que tú, gentilmente, no me lo tomarás en cuenta.
Gracias por tus noticias. Casi ninguna de ellas era nueva para mí. Pero yo no te he pedido noticias de Lima por las noticias en si mismas, sino por las noticias a través de tus cartas, de tu frase, de tu comentario o de tus puntos suspensivos.
Me preguntas qué hago por acá. Y yo mismo no lo sé exactamente. ¿Se sabe, acaso, alguna vez lo que se hace? ¿Y, sobre todo, se sabe, alguna vez, cómo calificar lo que se hace? Creo que nó. Mira. Yo. en primer lugar, estudio. Y en segundo lugar . . . ¿Qué hago yo en segundo lugar? Unas veces me aburro, lo cual, me dirás tú. no es bueno Otras veces, escribo, lo cual es peor que aburrirse. Y otras veces, no hago nada lo cual es peor aún que aburrirse y que escribir. Ahora hago algo diferente. Te escribo. Y esto no es escribir ni es, mucho menos, aburrirse. Todo lo contrario.
Me place Italia. La amo por su belleza inmensa, por su belleza extraordinaria, por su belleza única. No sólo es sugestiva la Italia del paisaje, la Italia de la rivera Liguria, la Italia del golfo de Salerno. Y no sólo es sugestiva la Italia del arte, la Italia de Miguel Angel, de Leonardo y de Rafael. También es sugestiva la Italia de la pasión. Como se ama en Italia, hasta la muerte, no se ama ya en ninguna parte del mundo. ¡Qué gente más pasional! Aquí son posibles todavía Romeo y Julieta, imposibles y absurdas en otro lugar del globo. Y aquí se comete a diario la heroica tontería de morir por amor. Como tú recordarás el Dante llamó a Italia país que solo la luz y el amor ha por confines. Y tenía razón. Sus confines, aunque poco geográficos y demasiado poéticos, son verdaderos.
Actualmente, me tienes entregado en alma y cuerpo a Florencia. ¡Qué ciudad tan llena de encantos! Aún viven en ella Donatello y Miguel Angel, Benvenuto Cellini y Juan de Bolonia, Lorenzo de Médicis y la duquesa de Urbino. De Florencia pasaré a algún punto de la campiña Toscana. El verano es insoportable en Roma. Y no lo es menos en Florencia. Hay que ir al campo en esta estación proterva. Además quiero sentirme durante algún tiempo donde no se hable sino italiano, el más puro y musical italiano. Roma es muy cosmopolita. Florencia no le va en zaga. Yo hablo ya italiano, pero, por supuesto, muy macarrónicamente. Después de mi próximo “séjour” en la Toscana espero hablarlo regularmente. Deseo, de otro lado, traducir al castellano algunos notables poetas italianos contemporáneos como Papini, Palazeschi, Marinetti. Salvoni, Ada Negri.
Soy de tu misma opinión acerca de “El Tiempo”. Al abominable Abate Faría no se le puede leer sin repugnancia unas veces y sin hilaridad otras. Yo permito que artículos míos aparezcan en promiscuidad con los de este loco analfabeto por razones que sería largo explicarte. La más breve de esas razones es que pagan mis artículos. Además a mis artículos yo no les he dado nunca importancia. No son para mi sino una distracción o un entrenamiento. Aparte de un modo de ganar dinero.
El periodismo peruano, en general es de una incipiencia escandalosa. Así los diarios como las revistas carecen de selección, de mesura, de sustancia, Por una parte están detestablemente escritas. Por otra parte son de una vaciedad máxima. Esto unido a su tropicalismo, á su exageración, á su huachafería. Imitamos a la Argentina, a la rastacuera Argentina, que imita a su vez a los Estados Unidos. Y los Estados Unidos no saben siquiera imitar a Europa. Cuando se está en Europa, habituada a la prensa de París o de Roma, la lectura de los periódicos peruanos produce una impresión pésima.
No te adjunto esta vez mis versos porque como soy tan desordenado, me olvidé de traerlos de Roma. Te irán pues, proximamente. Cuando regrese a la Ciudad Eterna.
Contéstame sin tardanza. Y en cualquier hora en que no te sea desagradable hacer de cuenta que charlas conmigo, escríbeme largamente, todo lo largamente que puedas que darás un gran placer. Y háblame siempre con mucha confianza, con absoluta confianza. Créeme que sabré siempre ser merecedor de ella.
Y créeme, asi mismo, que te recuerdo con devoción y que mi pensamiento va hacia ti con más frecuencia de lo que tu probablemente supones.
Tuyo
José Carlos.
Señorita Bertha Molina

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Ricardo Martínez de la Torre, 19/5/1920

Roma, 19 de mayo de 1920
Caro Ricardo:
Gracias por tu amable carta del 7 de abril. No quiero aplazar su respuesta hasta que te escriba contándote mis impresiones de viaje en uno o más tomos, porque deseo que estas cuatro líneas te lleguen cuanto antes. Te mandaré algunos libros; pero en francés. España y su literatura y su pensamiento y sus panderetas y sus majas y sus toreros están mucho más leos que del Perú— que no te extrañe— de esta Italia bella por excelencia y por derecho divino. Aquí leo diariamente los periódicos de París y no encuentro nunca una revista española. Me dices que han hablado de mí después de mi partida. Quiero decir que a mis buenos y queridos paisanos no les ha bastado mi viaje a otro mundo para cesar de ocuparse de mi muy humilde persona. Cuéntame de Lima todo lo que puedas. Europa no me hace olvidar a mi simpática ciudad. Pronto te escribiré largo y tendido. A Juanita le escribí de Nueva York el 3 de noviembre, felicitándola por su santo. Sé intérprete de mi afectuoso y leal recuerdo ante todos los tuyos.
Te saluda muy cariñosamente
José Carlos Mariátegui
P.S. He aquí mi dirección: Legación del Perú, Casella Postale 268.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Guillermina Mariátegui de Cavero, 16/5/1920

Roma, 16 de mayo de 1920
Sra.
Guillermina M. de Cavero
Andahuayalas - Perú
Acabo de asistir a la fiesta de Juana de Arco en la Basílica de San Pedro, para presenciar la cual han venido del extranjero muchos millares de peregrinos. Quiero que recibas un recuerdo de esta fiesta. Te abraza tu hermano.
José

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Guillermina Mariátegui de Cavero, 10/3/1920

Roma, 10 de marzo de 1920
Señora
Guillermina M. de Cavero
Andahuaylas - Perú
Muy querida hermana:
No tengo ninguna nueva tuya; pero quiero que recibas un testimonio de mi constante recuerdo. Mamá te habrá comunicado cuanto le he encargado que te comuniques.
Con los mejores votos por tu felicidad te abraza tu hermano.
José

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a José María Eguren, 26/2/1920

Roma, 26 de febrero de 1920
Al poeta José María Eguren:
Mensaje leal y sincero de un admirador de su arte y de un amigo de su espíritu.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Modesto Antonio Cavero, 24/2/1920

Roma, 24 de febrero de 1920.
Señor capitán
Modesto Antonio Cavero
Andahuaylas - Perú
Mi querido Antonio:
Por medio de esta postal le mando un cariñoso y fraternal abrazo con mil votos porque su cumpleaños sea el principio de muchas felicidades para vos y todos los suyos que son también los míos.
Muy afectuosamente me despido hasta pronto.
José

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a María Consuelo Cavero Mariátegui, 15/2/1920

Roma, 15 de febrero de 1920
Señorita
María Consuelo Cavero Mariátegui
Andahuaylas
Perú
Mi querida nana:
Recibe un abrazo mío muy afectuoso, el primero que te envío directamente desde mi partida, que te expresará cuanto te recuerdo a través de la distancia y la ausencia.
José

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Francisco Beteta, 13/2/1920

Roma, 13 de febrero de 1920
Mr. Francisco Beteta
324 W. 14 Street
Granada Home
New York City
U.S.A.
Mi querido Beteta:
Le he escrito de París, primero, y de Roma, más tarde, al Consulado del Perú. También le he escrito a Toribio. Como no he recibido respuesta de uno ni de otro, he pensado que, tal vez, no han recogido mis cartas. Le dirijo, por eso, estas líneas al Granada House.
¿Ha establecido Ud. su taller? Cuénteme algo sobre sus trabajos.
Mi dirección es Legazione del Perú. Casella Postale 268.
Lo saluda afectuosamente
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Ricardo Martínez de la Torre, 10/2/1920

Roma, 10 de febrero de 1920
Señor
Ricardo Martínez de Latorre
Afligidos 180, altos
Lima - Perú
América del Sur
Esta postal, que llegará a tus manos, si el correo no dispone otra cosa, después de un viaje de algunos millares de millas, te llevará la seguridad de mi afectuoso recuerdo.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Toribio Beteta, 1/1/1920

Roma, 1º de enero de 1919 [1920]
Señor
Toribio Beteta
Broadway 42
Peruvian Consulate
New York
U.S.A.
Con un saludo muy afectuoso desde la ciudad de las siete colinas.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal de César Falcón, 12/8/1921

París, 12 de agosto de 1921
Para el señor don
José Carlos Mariátegui
Via Firenze 43, int. 9, escala sinistra
Roma - Italia
Querido José Carlos:
Te contesto rápidamente tu carta del 26 de julio, porque sólo permaneceré aquí pocas horas. Sigo a Berlín. De aquí te escribiré una larga carta apenas llegue. Saludos a Anita.
Te abraza.
César

Falcón, César

Carta de John Achard, 14/11/1928

Lyon, 14 de noviembre de 1928
Compañero José Carlos Mariátegui
Revista Amauta, Lima. Perou
Estimado compañero:
Encargado desde hace tiempo por los amigos de la revista Lutte de Classes (antes Clarté) de las traducciones de las publicaciones de lengua espagnola, hace tiempo también que deseaba ponerme en relación con Ud. y los compañeros de América que actúan en el movimiento de vanguardia; tanto mas que nos une una gran communidad de pensamiento en lo que se refiere al porvenir de América (hablo de lo que se ha dado en llamar América-latina, lo que a mi ver no es mas que una denominación aproximada) he vivido 37 años en la república Argentina, durante los cuales me fue posible despojar el “hombre viejo”, como ingeniero me fue dado conocer toda la república, de Bolivia, del Chaco, al Río Negro, habiendo presenciado la pasmosa evolución de este país y el deseo de una vida intensa de su juventud por contraste me parece estar encerrado aquí en un sepulcro que huele a podredumbre, de todos los países que he visitado desde mi regreso, Francia, Italia, Suiza y Alemania, únicamente este último da la impresión de una marcha hacia el progreso, pero un progreso puramente económico-capitalista, es la formidable cuna introducida en Europa por la civilización financiera yankée, creo que será allí el punto de apoyo de la formidable palanca, la que permitirá al Norteamérica de intervenir en los asuntos europeos, y tal como lo había declarado hace muchos años ya el presidente Roosewelt, con una brutalidad de cow-boy, de colonizar Europa según las directivas de la “civilización yankée”.
Mucho me he valido de los documentos extraídos de su revista para dar unas conferencias en un sindicato de técnicos, junto con mis observaciones personales, es una cosa notable de la ignorancia, casi absoluta, en Francia particularmente, de las mas elementales nociones de geografía, Francia como un Budha esta en perpétua adoracion de su ombligo, de alli una vanidad puéril y malsana, la cual falsea de una manera terrible las relaciones internacionales, eso de dividir la humanidad en pays coloniales y semi-coloniales, y eso hasta en l’I.C. indica un resto de barbaria, cuidadosamente cultivado por los gobiernos interesados, cuando sobre el plano ético, sobre todo después de la guerra y la época, no menos desoladora de post-guerra, todos los paises que quieren pretender a una civilizacion supériora han demostrado estar a un nivel inferior a el que puede tener en este plano las últimas tribus de Australia. Si Bolivar tuvo un desaliento profundo al ver fracasar su pensamiento de una union Sudamericana, qué sentimiento puede tener uno al ver que la trágica experiencia de la guerra, esta carnicería espantosa, la miseria material é intelectual, el atraso moral, en fin todas las consecuencias terribles resultando directa é indirectamente de este cataclisme mondial no ha servido para nada! y ver los preparativos febriles de un cataclisme aún mayor, esta pseudo-civilisation se prépara al suicidio.
En este torbellino de locura homicidia se busca une esperanza hacia estos países menos-preciados de coloniales y semi-coloniales los que conservan los gérmenes de una civilización mas humana y menos ciegamente barbara, creo firmemente que sobre el plano etico la América-latina esta destinada a jugar un papel de primer orden en la concepcion de una formula mas sensata y ponderada.
Mi objeto, a mas de entrar en relaciones directas con Ud. si le parece bien, de indicar a las publicaciones de vanguardia de su pais asi como de las républicas hermanas que yo seria muy deseoso de documentarme para llevar aquí una campaña activa para hacer comedio de las publicaciones de aquí o por conferencias.—
De mi lado me pongo a su entera disposicion en lo que le pueda ser util desde aqui.
Muy cordialmente suyo
J. Achard

Achard, John

Tarjeta Postal de Carmen Saco, [1928]

[Francia]
Sr. José Carlos Mariátegui
Empresa Editora Minerva
Sagástegui
Lima-Perú
Mi muy estimado amigo: recorro los castillos de Francia. He visitado las catedrales de Tours, Chartres, Vendôme , et les châteaux de Rambouillet. Château de Maintenon.
Estaré pronto en Moscou
Saludos
Carmen

Saco, Carmen

Tarjeta de Anton Giulio Bragaglia

[Roma], s.f.
Monsier:
notre ami Pettoruti m’a donné votre adresse.
Si vous m’envoyerais votre journal je vous serais très reconaissant. Si vous avez besoin de moi, écrivez moi. Pettoruti m’a parlé de Vous beaucoup. Maintenant il est à Buenos Aires.
Si vous avez besoin de correspondance de l’Italie, ou encore, si vous pouvez savoir que quelque journal du Peru, a besoin de reinsegnements de l’art, du théatre etc de l’Italie, écrivez moi que on pourra arranger toute chose.
Avec salutations cordiales
A.G. Bragaglia

Bragaglia, Anton Giulio

Carta de Francisco García Calderon, 28/8/1922

París, 28 de agosto de 1922
Francisco García Calderón acaba de recibir su tarjeta de 26 de mayo, le agradece el envío y la carta de Luis Varela y se complace en expresarle sus sentimientos de simpatía y consideración.

García Calderón, Francisco

Carta de Arturo Osores, 11/9/1921

París, 11 de setiembre de 1921
Señor don
José Carlos Mariátegui.
Roma.
Mi muy querido amigo:
No he podido escribirle, por muchos motivos independientes de mi voluntad; pero mi afecto siempre está junto a Ud.
Le incluyo un giro por dos mil liras. Despida a toda la servidumbre, pagándoles su retribución habitual. Si el chauffeur insiste, ceda Ud; pero a los demás no les pague sino lo que les pagó la Bertini. Entregue 600 liras a Lepiani. Si cumple bien, a juicio de Ud, le remitiré el valor de los otros cuadros.
El valet, antes de marcharse, debe limpiar mi ropa; y que la camarera haga lo mismo con la de mi familia. Temo que el uniforme se malogre: procure que lo revisen. Para el aseo de la casa contrate una persona de aquellas que prestan servicios por horas.
Arriende la casa en la forma que Ud estime más conveniente. Proceda como si fuera Ud mi propia persona; y, para ello, le doy las facultades más amplias. No descuide las existencias de los inventarios. Caso de que Ud pacte el arrendamiento y sea necesaria mi presencia para firmar el contrato, hágame un telegrama.
Insista en obtener respuesta de la Bertini, para saber a qué atenernos.
Que el chauffeur le entregue los artículos del último pedido que hizo.
No se olvide de reclamar el impuesto de lujo que pagué en el hotel.
¿Qué hay sobre los pensionados? Se me dice que han sido totalmente pagados. Si ello fuere cierto, procure recoger esas 2,500 liras, que están volando.
Vea si no corre peligro la prenda aquélla, cuyo recibo tiene Ud.
Le suplico vea a López Aliaga y le haga conocer que no dispongo sino de 6 cajones de bencina, porque la orden no fue por 50 cajones, como creí.
RESERVADO: me escribió Óscar Barrenechea anunciándome que ha sido trasladado a Italia. Procure que le paguen, antes de que esto llegue a ser conocido.
Comuníqueme cuanto sepa sobre la revolución. Las noticias que aquí se tiene son muy vagas. Temo que el castillo se incendie.
Al arrendar la casa vea si es posible reservar las habitaciones que fueren necesarias para la Legación. Publique avisos y haga, por mi cuenta, todo lo que Ud estime conveniente. Sus procedimientos tienen, desde ahora, mi más amplia aprobación. Sólo me mortifica el estar abusando demasiado de su afecto.
Demore su contestación a Machiavelo, hasta que pueda satisfacerlo.
No sé el tiempo que pueda demorar aquí porque mi hijo ha llegado muy enfermo. Él y mi familia corresponden muy afectuosamente su atento saludo.
Muchos recuerdos para nuestro buen amigo el Conde Perrone.
Muy, muy agradecido por la decisión con que me sirve, le estrecho la mano como su afectísimo amigo y S.S.
A. Osores

Osores, Arturo

Carta de Armando Bazán, 12/12/1929

París, 12 de diciembre de 1929
Muy querido José Carlos:
La carta que recibe Vallejo me da el convencimiento que Ud. no ha recibido ninguna de mis cartas. Le he escrito por intermedio de J.M. y de J.C. en más de seis ocasiones. Le he preguntado repetidas veces por el No. del cheque que hicieron a la N.R.F. Esos señores me ofrecieron hacer el envío tan luego me presenté a ellos con los papeles. Fue después, cuando un día fui de nuevo por casualidad, que me informaron que el envío no había sido hecho porque no tenían el comprobante del cheque. Inmediatamente le escribí, le volví a escribir; le encargué a K... y nada. Como nuestro amigo es de lo más olvidadizo, estoy seguro que ni siquiera le habló de ello una sola palabra. Si esta carta tiene pues la suerte de llegar a su poder deme Ud. este dato a la brevedad posible.— Le decía también en mis anteriores que El Mundo no me había escrito y ahora le digo de nuevo que no me ha escrito una sola palabra, ni siquiera dándome las gracias por la colaboración ya Ud. comprenderá que menos pueden hacerlo haciéndome el envío de remuneración. He hecho todo lo humanamente posible por sostenerme aquí en París escribiendo crónicas para periódicos de la América del Sur y en todas partes no he obtenido sino el resultado del Mundo. Vallejo obtuvo la promesa de que me pagarían en Mundial— El mismo resultado: han publicado varios artículos y cuando la persona encargada se presentó a cobrar no le quisieron ni oír. Aquí en París he trabajado en todo lo que puede trabajar un hombre y es así como hasta hoy he vivido. Pero como las cosas se van poniendo difíciles creo que no me queda otro remedio que salir de Francia, no importa a dónde ni cómo.— Si Ricardo o algunos de nuestros amigos puede, encárguele Ud. de reclamar 4 ó 5 artículos míos que Mundial no debe haber publicado. Algunos de ellos pueden serle interesantes.
La situación de casi todos nuestros amigos es ahora indecisa en París. E.... debe embarcarse próximamente. Vallejo también tiene el proyecto de ir al Perú. Yo voy a ensayar un viaje a España mientras me sea posible seguir a nuestros compañeros si así se juzgara necesario.
Este viaje en todo caso lo haré dentro de dos o tres meses; de tal manera que espero aquí su contestación.
No hemos visto sino el N° 25 de Amauta.— Le envié junto con varios poemas y crónicas de libros, míos, un artículo de Marta Vergara, escrito exclusivamente para nuestra revista. No sé tampoco nada de ello. Esta dificultad de comunicarnos es el más grande daño que nos pueden hacer a todos.
Bustamante, que se encuentra de paro aquí en París, no ha cambiado ni una línea en su manera de ser. Siempre anda como la lagartija metiéndose por agujeros invisibles con tal de escaparse de nuestras manos. Así es en todas partes.
La Librería Cuesta recibe y ha recibido siempre puntualmente la revista. Hace también todo lo posible por propagarla. Es entre todas las revistas que recibe, de América y de España, la más buscada.
No sé nada de su casa. Julia no ha contestado ninguna de mis cartas. No sé si ella también está comprendida en la censura— ¿Y los chiquillos? y Anita?
Le envío adjunta una carta para el Director de El Mundo. Haga Ud. de ella el uso que crea conveniente. Si le llegaran hacer algún pago y si la suma tuviera alguna importancia hágame Ud. un giro por cable. En ese caso con toda certeza me iré a España, siempre como le digo anteriormente, dentro de dos o tres meses.
He trabajado intensamente. Trato y he tratado de hacer siempre por poner luz en esa ignorancia compacta con la que se viene de América y a la que Ud. mi querido J. C. comenzó a dar los primeros golpes maestros. Tengo un libro de cuentos, que aunque no los juzgo de fibra noblemente revolucionaria tienen el valor de haberme servido de gimnasia. Si Vallejo va a Lima le encargaré muchísimas cosas para Ud. Él le será de un alivio enorme. Él es de los más fuertes y de los más nobles; de los que con mayor amor se han inclinado y reconocido el valor de la nueva obra en América.
Escríbase Ud. siempre con mi dirección a 11 Av. de L’Opera —Grds. Journaux— —Yo recibo regularmente mi correspondencia— Le encargo mis más cariñosos recuerdos para Anita y los niños. Reciba el abrazo fraterno de
Armando

Bazán, Armando

Carta de Augustin Habaru, 16/11/1929

Paris, 16 de noviembre de 1929
Señor José Carlos Mariátegui
Lima (Pérou)
Mon Cher Camarade,
Je communique votre lettre du 10 Octobre à notre administration. Je vous remercie pour votre article sur Le Ciment que nous publierons prochainement.
Si vous en avez la possibilité, je serais heureux de votre participation à notre débat contradictoire sur La Crise du Socialisme, dont vous trouverez sous ce pli le premier article de De Man, Vandervelde, Karl Renner, Henriette Roland-Holst, des communistes, des socialistes nous ont envoyé des études importantes et ej serais heureux si votre article nous parvenait en temps utile. Pour le cas où ce ne serait pas possible, je ferais traduire un chapitre de votre Défense du Marxisme paru dans Amauta.
Saludations bien fraternelles
A. Habaru

Habaru, Augustin

Carta de César Vallejo, 17/10/1929

Viena, 17 de octubre de 1929
Mi querido compañero:
El Comandante Julio Guerrero, que usted, sin duda, conoce, por sus escritos sobre el mundo militar europeo, acaba de terminar un libro de recuerdos relativos a la Alemania de 1914 a 1923. Me parece que esta obra revela aspectos inéditos de la política alemana de aquellos años, pues como testigo presencial de los acontecimientos que él relata, Guerrero descubre muchas interlíneas y sobrentendidos del proceso en cuestión. De aquí, particularmente, el interés del libro.
Conversando con Guerrero acerca de su obra, he obtenido algunos capítulos, que me permito enviárselos, a fin de que, si lo cree usted conveniente, los publique en Amauta. Después le enviaremos una copia de todo el libro, para que usted vea hasta qué punto entre dentro del espíritu de su editorial y si el libro puede en ella publicarse.
Un fuerte abrazo fraternal de su compañero.
César Vallejo

Vallejo, César

Carta de Tristán Rémy, 11/10/1929

Paris, 11 de octubre de 1929
Mr. José Carlos Mariátegui
Sociedad Editora Amauta
Casilla de Correo 2107
Lima
Mon cher Camarade,
Nous préparons une anthologie mondiale des poètes révolutionnaires. Nous tenons à ce que les poètes révolutionnaires du Pérou, comme ceux de l’Amérique latine y soient répresentés. Voudriezvous, en conséquence, nous mettre en relation aves les poètes révolutionnaires que vous connaissez? Si nous pouvions réunir dans un temps assez court le matériel nécessaire à cette partie de notre publication, nous pourrions envisager de faire connaître ces poètes dans une anthologie destinée spécialement à la littérature révolutionnaire péruvienne, dans notre collection les 12.
Espérant que nous pouvons compter sur vous d’une façon certaine, recevez, mon cher camarade, mes salutations bien fraternelles.
Tristan Rémy

Rémy, Tristán

Carta de César Miró, 27/9/1929

París, 27 de setiembre de 1929
Querido José Carlos:
He esperado desde hace tiempo noticias suyas y no sé a qué atribuir este largo olvido en que me tienen todos en Lima. No recibo desde hace largos meses ni una sola carta que me diga algo de Ud., de Amauta, de nuestra Amauta. No sé tampoco si llegaría en su poder mi libro, que le envié tan luego pude disponer de un ejemplar. En carne propia he sentido por primera vez esa cruel tiranía de los editores.
El Inca, ofreciéndome las condiciones más ventajosas, sólo me ha dado derecho al 10% de la edición.
Supongo que habrá tenido Ud. noticia del raid Montevideo-México realizado por Blanca Luz, así como de nuestra separación que, aunque data de una fecha menos lejana, no habíamos querido anunciar a nadie aún. Hace en estos días precisamente un año que resolvimos, con toda la serenidad que el caso requería, orientar nuestras vidas en diferentes direcciones, ya que no nuestras ideas.
Hoy, en París, creo que ha sido una verdadera y acertadísima solución en favor de nuestra inquieta bohemia de 20 años. Así hemos de vivir con más hondura, tal vez.
He visto a Bazán y a Heysen. Ravines no está en París y Jorge Seoane volverá de Avignon en estos días. He llegado solo y se me ha recibido con soledad. Bazán vive en Chaville, a dos horas de París, y por esta causa no es fácil verlo con frecuencia.
Consuelo Lemetayer y Laura Rodig me encargan un saludo muy cariñoso para U. Le adjunto un artículo sobre esta última y algunas reproducciones de sus obras. Me pide Consuelo que le diga que ha recibido su carta, así como la que va dirigida a Ravines. Le contestará en estos días. Me dice también que ha conseguido algunas suscripciones para Chile que le enviará. A propósito, si Ud. me autoriza, puedo gestionarle yo también la difusión de Amauta entre el elemento latino-americano. Me encantaría poder ayudarlo y contribuir, aunque sólo sea en una forma pequeña, en la labor de colocar Amauta en el lugar que le corresponde.
Entrevisté a Barbusse hace algunos días en la redacción de Monde. Me habló entusiásticamente de Ud. y de Amauta. La próxima semana partirá nuevamente hacia Moscú. No le envío el artículo porque se publicará en El Comercio (tal vez), aunque me temo que esta gente me corte las alas uno de estos días.—Escríbame al Consulado. No me olvide. Me produciría un dolor enorme pensar que su relación conmigo no sea sino un reflejo del afecto que tiene por Blanca Luz. Tenga fe en mí que ya estoy hecho. Ahora tengo un poco más de 20 años y un mucho más de vida. Y créame, sinceramente, que he pensado más de una vez en volver a Lima para trabajar al lado de Ud. Dé mis recuerdos a Anita. Bese a sus chicos.
Lo abraza su compañero
César Alfredo

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta de Julio C. Guerrero, 8/7/1929

Berlín, 8 de julio de 1929
Señor
D. José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi muy distinguido amigo:
Muchas gracias por su libro. Y enhorabuena además. Sus siete ensayos de interpretación de nuestra realidad son el primer intento de sistematización que, a mi ver, se ha hecho para estudiar nuestro gran problema, el problema del indio. Quizá haya algunos puntos de su ideología que yo no puedo suscribir aun reconociendo su fuerza dialéctica.
Leyendo su libro me parece hojear las páginas de un ideario nacional entusiastamente sentido, profundamente meditado y admirablemente expuesto.
Los lectores asiduos de Amauta, esa gran revista que está abriendo en nuestro país surcos inéditos, necesitábamos este libro, como síntesis de lo disperso en sus páginas, como exponente y como iluminación.
Otra vez mi agradecimiento y mi enhora buena.
Su amigo afmo.
J. C. Guerrero

Guerrero, Julio

Carta de Eudocio Ravines, 24/6/1929

24 de junio de 1929
Mi querido José Carlos:
He recibido sus cartas, los documentos que me incluye, así como la que me escribe —muy lacónica— nuestro M. de la T. —Constato que estamos unánimes en mantener idénticos puntos de vista, en lo que se refiere a las líneas fundamentales; la carta de nuestro amigo el gringo gordo que me llega también, me confirma en este pensamiento y me hace ver con más claridad la orientación que Uds. dan al movimiento, que es absolutamente la mía y la de los compañeros que me acompañan aquí. —No hay que pensar, por ahora, sino en la gran responsabilidad y en la severa etapa de trabajo que tenemos delante.—
Frente a una serie de datos que poseo sobre nuestras cuestiones en América, no puedo sino expresarle mi más hondo optimismo. Su permanencia en el país es indispensable, hoy más que nunca. Necesitamos orientadores, hombres que a su capacidad de conocimiento de los problemas y la teoría, unan una constancia infatigable. Lo más difícil era iniciar la nueva etapa: en el Perú está iniciada: el manifiesto del 1° de Mayo lo estimo como el primer síntoma, como el primer documento de su iniciación. Sus términos generales plantean la cuestión inmediata en un terreno pragmático. La algazara grandilocuente, inflada, de los manifiestos de otra hora, se acalla. Hay en ese documento eso que nos falta tanto, un sentimiento exacto de la medida de los hechos y los hombres; hay más parquedad, más seriedad y una fuerza maciza en la autocrítica, sin descender, al hacerla, al plano —tan caro para nosotros latino-americanos— del ataque, la pelea y la discordia.—Esto es un gran paso, el primero de un movimiento que se incorpora seria y conscientemente en la historia política del Perú.—
La tarea que Ud. tiene delante, es enorme; la que corresponde a todos y cada uno de los camaradas no es menor. Va a ser necesario un esfuerzo grandioso: Uds. tienen el deber de desplegarlo. Mi opinión es que la tarea inmediata es la de la preparación de los cuadros. Preparación ideológica, teórica y práctica de los hombres que van a dirigir más tarde los sindicatos por su nuevo camino, de los que van a dirigir la C. G. T. y de los que van a tener a su cargo la preparación y la formación de los núcleos de la acción política.— Muchas de las deficiencias, vacilaciones, bellaquerías de nuestra clase, son, en mi opinión, el resultado de la ignorancia de nuestros compañeros, de la falta de comprensión de la masa de sus verdaderas tareas, de las finalidades de nuestra lucha, de los acontecimientos que se desarrollan a través del mundo, en el terreno de clase. Entramos en un período científico de organización: este período no puede basarse sino sobre la educación de las masas y, por el momento, de los hombres que van a ser los preparadores y los orientadores de la masa.—Ud. comprende que no es posible dejar a los camaradas abandonados a sus propias fuerzas.
Aquí quiero, hablándole francamente, hacerle un ligero reproche, que se refiere al pasado: Ud., después de su arribo al Perú, tuvo la oportunidad de convertirse en orientador y director de una serie de muchachos desorientados, con una magnífica voluntad, pero con una más magnífica ignorancia de las cosas sociales: entre éstos estaba yo. No se imagina Ud., mi caro amigo, cuánto he sufrido para orientarme. Yo no podía tener una fe profunda sino a través de un conocimiento profundo. Sentía a cada instante que la fe sentimental, la fe juvenil, fe de ‘nueva generación’ se me iba sin remedio, se me escapaba por todos los poros. Su intervención en este momento de ansiedad hubiera sido de un valor enorme para mí y, estoy seguro, para otros. No sé por qué causas Ud. limitaba demasiado su acción y parecía como querer inhibirse frente a una influencia más o menos profunda sobre los agitados. Le expreso esta cosa, que es un recuerdo banal, para que Ud. tome verdaderamente en serio su papel de orientador y educador. Fundamentalmente Ud. no superestima la importancia de las pequeñas burguesías urbanas, en lo cual estamos concordes, pero su propaganda toca, sin que Ud. lo quiera deliberadamente, estoy seguro, con mayor intensidad las capas pequeño-burguesas que las masas proletarias. Me parece que los esfuerzos de todos deben ir fundamentalmente a realizar la educación del proletariado, dentro del terreno de clase, sin despreocuparse por esto de la tarea en la que Ud. está empeñado y cuyo realismo de concepción está confirmado por los hechos.—
Mi más grande aspiración es salir y reunirme con Uds. para ayudarlos en el trabajo y en la acción: pero, mi caro amigo, tengo que romper una muralla. Yo creo, con Ud., que mi ingreso al país es cosa factible dentro de las actuales circunstancias y confío en un éxito de las gestiones que se hicieran... pero viene l otro problema, que es el que me tiene inmóvil. Un desplazamiento de tercera clase, con mi mujer, me costaría más de cincuenta libras... y como Ud. comprenderá no tengo ni una. Mi pobreza llega a límites que sólo yo conozco; me muevo dentro de condiciones sumamente estrechas, tanto que el par de zapatos que llevo no se han desprendido de mis pies durante veintiún meses. Por otro lado, aquí en París, no tengo ya nada que hacer: he adquirido lo que necesitaba adquirir; si algún país me convendría, caso de tener dinero y ante la imposibilidad de entrar al Perú, sería EE.UU. por la inmensa documentación que ofrece para estudiar la realidad latino-americana y la realidad mundial. Por otro lado yo hago gestiones a fin de ir a la Urs. pero hasta hoy no he obtenido resultados.
He pensado en la probabilidad de un empréstito personal, el que pagaría por mensualidades una vez llegado allá. Pero es demasiado problemático: no creo que haya un filántropo capaz de arreglarse en esta cuestión de reparaciones, sin Plan Young y sin garantías hipotecarias. Más aún, en un momento en que mi posición ideológica me ha enajenado la voluntad de casi todos los amigos, que hasta aquél entonces se sintieron solidarios conmigo y que hubieran podido prestarme ayuda en este momento para realizar mi empresa.— En lo que a mi familia se refiere, no puedo contar sino con mi madre y hermanas y Ud. sabe que ellas sobrellevan una vida de duras privaciones. Nada es posible esperar por ese lado.—
Tal vez a Uds. les sería posible ayudarme en el sentido siguiente: una demanda de los obreros, o de Uds. —en fin esto es cuestión que les correspondería enfocar— a la Troisiéme, o a la ic. en el sentido de que se me facilite el desplazamiento. Al mismo tiempo, tan luego como esto se hubiere obtenido, las gestiones necesarias ante el gobierno para que se me consintiera el ingreso. Yo, por mi lado, haría gestiones parecidas. Le ruego me escriba sobre este particular, tan claramente como fuere posible. Yo estoy absolutamente decidido a abandonar París y a ir al Perú, dentro del menor plazo que fuere posible.—
Para remediar un tanto mi crisis personal, he hablado con Vallejo y Bazán sobre la posibilidad de enviar crónicas sobre política mundial, a Variedades o Mundial; ambos se muestran pesimistas y lo creen inútil. ¿Ud. no me podría aconsejar nada sobre el particular? ¿Cree que sería posible la aceptación de una colaboración más o menos permanente? Claro que ningún artículo significaría, de ninguna manera, la menor abdicación, la menor concesión de mi pensamiento de militante que combatirá sin cesar las posiciones y las tácticas de la Segunda.
Le solicito esto último en el caso de que lo primero no fuera posible de parte de Uds.—
Acabo de recibir una carta de uno de nuestros amigos que se halla en Montevideo. Le escribo ampliamente.— Asimismo escribo a Blanca Luz. Sé que C. A. Miró Q. llegará en breve a París. Manuel Seoane da la noticia, anunciando que tiene muchas cualidades “pero que es mariateguista”...
Por lo que se refiere a nuestros amigos apristas, todo vínculo está roto. Sus apreciaciones sobre H. que leo por primera vez en la copia que me adjunta Ud. son justas y quizás hasta benévolas. Conmigo, la táctica seguida— ha sido inversa: es él quien no ha contestado a mis cartas, la última de las cuales tiene fecha 22 de marzo ppdo.— En breve escribiremos una carta colectiva a todos los desterrados, historiando el desacuerdo, exhibiendo documentos y demostrando su verdadera raíz, de una manera objetiva. Pensamos hacer esto, porque la campaña epistolar que viene haciendo el jefe del Apra. —según las pruebas que tengo— es de mentira, de falsificación de los hechos y de un ataque primitivo, infantil y absurdo. Nos parece que es necesario presentar a los otros desterrados la faz que no conocen, para que así puedan juzgar libremente y tomar la posición que les sea conveniente. Le enviaré algunos ejemplares de dicha carta.—
Es probable que H. se encuentre ahora empeñado en ajetreos acerca de los laboristas: tal ha sido su plan desde hace mucho y es indudable que dadas sus relaciones con algunos círculos y con algunas gentes, no es difícil que pueda obtener el contacto que busca. En cuanto a los resultados de su labor en este sentido, no puedo augurar ni asegurar nada concreto. Este simple hecho le dirá a Ud. cuál es el camino por el que este señor se precipita, después de haber tocado todas las puertas, a fin de poder salir de su pedestal de ‘primer estudiante’, etc. para saltar al de héroe más o menos actualizado. La popularidad de Sandino no deja de entusiasmarlo, aunque él la busca menos efímera y con una derivación hacia aquélla de la que disfruta y usufructúa Irigoyen. —Por lo que a mi concepto sobre él, yo pienso que es un ‘soñador megalómano’, inteligente, audaz, ‘vivo’, conocedor de todas las triquiñuelas grandes y pequeñas del reclame, profundamente ignorante de todo lo que sea marxismo, ciencia social, etc. Su cultura, en esto es simple cultura de revista, de periódico. No hay nada serio, ni profundo. Sin embargo, no hay que subestimarlo por dos razones: la primera por la influencia —cuya magnitud desconozco— que ejerce entre los medios obreros y pequeño-burgueses revolucionarios del Perú y segundo, por sus cualidades latino-americanas de demagogo, más peligroso que Alessandri y que Irigoyen.— Tarde o temprano tendremos que librarle combate.— De lo que debe Ud. estar plenamente seguro —para su labor entre los sectores aún hayistas del Perú— es que no está, ni estará jamás con nosotros; estará en contra tanto como sus ambiciones y nuestra debilidad lo permitan. —Hay que considerarlo como enemigo.
Los camaradas aquí se han entusiasmado con sus noticias, y con las que nos han llegado por diversos conductos. Las crónicas de Montevideo y Buenos Aires contribuyen a acrecentar el fervor. La noticia de la constitución de la CGT nos ha dado un ánimo inmenso.
Hasta pronto; espero sus noticias. Por este correo van cartas para Julio, Jacinto y R.M.L.; ruégueles que me acusen recibo.—
Un fraternal abrazo de su amigo y camarada.
Eudocio Ravines

Ravines, Eudocio

Carta de César Falcón, 11/5/1929

Madrid, 11 de mayo de 1929
Querido José Carlos:
No puedo decirte en una carta cuanto me propongo decirte de todos nuestros asuntos. Así, te escribiré una serie de cartas. Esta es la primera.
Ante todo, mil gracias por tu cariñoso artículo sobre El Pueblo sin Dios. Me ha parecido admirable. Es lo mejor de cuanto se ha escrito sobre el libro, y lo es, por su justeza en la apreciación crítica y por el acendrado cariño tuyo al tema. Me ha gustado mucho— y ya lo ves— no tengo ninguna objeción a él, cosa también de veras singular.
En estos días estamos en los afanes de constituir la sociedad anónima Historia Nueva para lanzar la revista en octubre. Acabamos de emitir las acciones. Pero queremos colocar un buen número en los países hispanoamericanos para darle así a la empresa una base económica hispanoamericana y no hacerla solamente una empresa hispánica teórica. En el Perú estoy desorientado. No sé a quiénes pedirles su concurso. Por esto adjunto unas cuantas cartas firmadas y sin nombre con otros tantos folletos para que tú me hagas el favor de dirigirlas y enviarlas a quienes te parezcan más capacitados por su actitud espiritual y sus recursos crematísticos para incorporarse en la empresa. Sólo te ruego hacerlo enseguida, porque es necesario colocar todas las acciones cuanto antes.
Te seguimos mandando los libros de la Central de Ediciones y Publicaciones, pero todavía, según me han dicho aquí, no han recibido respuesta alguna de Minerva. Ocúpate en normalizar enseguida todo esto, porque Historia Nueva ha adquirido un gran impulso en estos últimos meses y ya estamos manejando un volumen considerable de intereses. Mi propósito es que Minerva se constituya en nuestro corresponsal en el Perú y se encargue de repartir, propagar y cobrar nuestros libros y publicaciones en las librerías del Perú. Pero, te repito, es indispensable organizar este servicio inmediatamente, porque nosotros estamos distribuyendo ya, entre nuestros libros y los de otras editoriales, cuatro o cinco libros mensuales. Además, queremos tener perfectamente organizado el mecanismo distributor para cuando salga la revista.
Yo voy a regresar a Londres mañana. Pero volveré a Madrid el mes próximo. Te seguiré escribiendo desde Londres.
Cariñosos recuerdos para Anita, besos para tus hijos y lo mismo de parte de Irene y de mi hijo. Te abraza fraternalmente
César

Falcón, César

Carta de César Falcón, 27/4/1929

Madrid, 27 de abril de 1929
Mi querido amigo:
Adjunto tengo el gusto de enviarle el folleto expositivo de la Sociedad Anónima Historia Nueva, en la cual hemos convertido nuestra primitiva empresa. No necesito explicarle a Ud. los detalles de la organización y sus finalidades, porque todos ellos están puntualmente explicados y definidos en el folleto. Sólo le ruego prestarle un poco de atención e interesarse en el propósito.
Nosotros queremos repartir equitativamente la suscripción de acciones entre nuestros amigos de todos los países hispanoamericanos para hacer de este modo una empresa esencialmente hispánica, no sólo en sus tendencias ideológicas y en su labor literaria, sino también en su constitución económica. Con esta misma tendencia hemos solicitado el concurso para formar el Consejo Administrativo, junto a personalidades españolas tan eminentes y tan vinculadas a nosotros espiritualmente como Gregorio Marañón y Luis Jiménez de Asúa, a figuras hispanoamericanas tan sobresalientes y representativas como Manuel Ugarte y Enrique González Martínez, ministro de Méjico en España.
Con este fin, me permito invitarle a Ud. a suscribir acciones y colaborar así con nosotros en nuestro empeño. Le ruego contestarme cuanto antes, pues la suscripción está ya muy avanzada y sólo tenemos disponibles las acciones que hemos reservado para el Perú.
César Falcón

Falcón, César

Carta de Lucien Quinet, 21/2/1929

Paris, le 21-11-1929
Monsieur J. Carlos Mariátegui
(Directeur de la Revue “Amauta”)
Lima – Pérou.
Mon Cher Confrère,
Le syndicat des Littérateurs Démocrates de France, fait appel à votre adhésion et vous demande votre concours. Nous espérons que vous lui accorderez.
Créé depuis deux ans, à l’instigation de nombreux journalistes et hommes de lettres, désireux d’etablir la coopération intellectuelle et le développment de littérature sociale économique, scientifique et artistique internationale, et d’envisager pour l’avenir la constitution de l’Union Internationale des Escrivains aux services de la Démocratie.
Ce seul fait ayant pu attirer votre attention, le Syndicat ne croit pas qu’il puisse faire autrement que de vous offrir une place parmi ses Members; c’est la moindre courtoisie que nous puissions avoir pour votre autorité dans le monde littéraire présent.
Nous pensons que notre appel ne será pas méconnu et nous espérons que vous nous ferez cet honneur pour qu’il nous soit posible d’atteindre le but que nous nous sommes imposé.
Dans l’attente du plaisir de vous lire, nous vous prions de croire, Mon Cher Confrère, à nos sentiments dévoués et fraternels.
Le Secrétaire General

Quinet, Lucien

Carta de Francis Desphelippon (Monde), 25/9/1928

Paris, 25 de setiembre de 1928
Monsieur José Carlos Mariátegui.
Casilla 2107.
Lima. (Pérou)
Monsieur,
Je me permets d’attirer votre attention sur notre hebdomadaire Monde dont je vous envoie par même courrier quelques numéros spécimens.
Monde qui paraîtra au mois d’octobre prochain sur un plus grand nombre de pages et avec une présentation artistique améliorée, et qui depuis ses débuts a consacré une large place a l’Amérique Latine, ne peut manquer de vous intéresser. Le nom de son directeur et la composition de son Comité directeur doivent, en ce qui concerne l’avenir, vous donner toutes garanties.
Monde commencera sous peu une grande enquête et publiera de larges études sur les conditions et la situation de l’enseignement primaire et secondaire dans l’ancien et le nouveau continent.
Aussi bien nous serions heureux que vous acceptiez de devenir notre correspondant. Vous pouvez nous fournir des renseignements utiles sur l’économie, les sciences, la littérature du Pérou.
Vous pouvez aussi sans doute aider à notre diffusion et à notre propagande: peut-être même pourrez-vous constituer à Lima un noyau “d’amis de Monde”. A cet effet, je joins à mon envoi quelques tracts-programmes, ainsi que la lettre écrite spécialement par Barbusse à l’usage des “Amis de Monde”.
En espérant vous lire par un prochain courrier, je vous pris d’agréer, Monsieur, mes meilleures salutations.
L’Administrateur
Desphelippon

Desphelippon, Francis

Tarjeta Postal de Armando Bazán,8/9/1928

París, 8 de setiembre de 1928
Señor
J. Carlos Mariátegui
Lima-
Pérou
Ap. 2107
Querido José Carlos:
Estoy de nuevo en París después de haber pasado algunos días en compañía de Vallejo. Del sitio donde estuve le escribí una carta y creo que él hizo lo mismo.
Acabo de ver Amauta. En ella viene todo el Perú que amamos tanto. Entonces uno piensa en lo que la palabra ‘patria’ quiere decir. Recibo su espíritu, mi más grande y caro amigo. Me conforta, me alienta, y quiero vencer a todo costo. Gracias hermano irremplazable.
Recuerdos para todos. Sandrito y su hermano son unos ingratos. Les escribí muchas postales. No me las contestaron.
Carmen Saco está aún en París —Como siempre encantada de las avenidas---

Bazán, Armando

Carta de Jean Fretet, 9/1928

s. f.
Monsieur,
J’ai trouvé en Septembre [ . . . ] votre livre intitulé La escena contemporánea dans une grande librairie. Après lecture de cet ouvrage qui m’interessa fort, je le prétai a quelques amis. Partout votre ouvrage retint l’attention. La plupart de mes amis me consèillerent de le traduire en Français. Et c’est au sujet de cette traduction que je vous écrit.
Je crois que l’oeuvre interesserait vivement le public français. Vous plairait-il que votre livre soit traduit? ayer l’obbligeance de me repondre, monsieur, s’il vous plait. J’ai déja fait la traduction de la majeure partie du livre. J’attends votre réponse pour achever ou abandonner le travail. Etant etudiant je dispose de peu de temps. Néanmoins la clarté de votre style me permet de vous traduire très vite. Ma traduction est loin d’être mot a mot. J’ai horreur de ces genres de travaux. Il faut avant tout comprendre le texte, l’idée de l’auteur et après: transcrire en style français et en un style qui ne [ . . . ] pas la traduction pénible.
Je trouverai aisément quelque ami pour une introduction. D’ailleurs ces amis sont suffisament haut placés pourqu’un esprit hérudit: tel le vôtre en entend parler fréquement. Quand a vous je vous demanderai de vous vouloir bien donner la peine d’ecrire une courte préface a l’edition française; et de me communiquer tous les conseils que vous jugerez bien. Je pense que nous nous entendrons en ce qui est de l’impression de l’ouvrage dont je pense pouvoir terminer le traduction vers le 15 Aout.
Dans l’impatiente attente de recevoir votre reponse, recevez monsieur l’asassurance de ma haute considération
Jean Fretet

Fretet, Jean

Carta de A. Schepotieff, 7/1928

Minsk, 7 de enero de 1928
Très honoré Monsieur!
Je vous prie de bien vouloir ne pas refuser d’expédier à l’adresse ci-dessus un exemplaire de Votre honorable édition comme échantillon.
Je vous prie, Monsieur, d’accepter avec mes excuses les plus profondes pour cet dérangement, mes sentiments les plus respectueux.
Votre très dévouée
Prof. A. Schepotieff

Schepotieff, A.

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