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Documentos Constitutivos

Copia autenticada de la Constitución de la Sociedad Editoria Amauta con fecha 15 de setiembre de 1928, Derechos de Testimonio. Dicho testimonio da inicio a las actividades de la Sociedad para poder publicar la Revista Amauta, siendo Director José Carlos Mariátegui.

Sociedad Editora Amauta

Distribución

La serie se compone de documentos administrativos relacionados con la distribución de los productos editoriales de la Sociedad Editora Amauta, como Amauta y Labor, los cuales fueron editados y puestos a la venta por dicha empresa.

Sociedad Editora Amauta

Carta de Jaime L. Morenza,19/6/1928

Montevideo, 19 de junio de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
Estimado compañero y amigo:
Recibí su atenta carta de fecha 20 de marzo último. No le contesté antes porque con la contestación quería enviarle alguna de las colaboraciones solicitadas por usted. Ahí van, con estas líneas, las de María Elena Muñoz, Emilio Oribe, Ferreiro, Fusco y Casal. Son las que pude obtener. Tengo promesa de algunas más. En cuanto me las den se las enviaré.
No le extrañe que no vaya nada mío. Hay dos razones para que ocurra así. Una, la menos importante, estriba en no tener nada pronto; la otra, y es la principal, obedece a estar persuadido de que la calidad de mi colaboración no interesaría mayormente a los lectores de la revista. Los temas que a mí me interesan, son cultivados por usted y otros colaboradores de AMAUTA con brillantez y competencia difícil de igualar. Me refiero a temas de carácter político.
Si para dar satisfacción a su amable y honroso pedido intentara substraerme a la fascinación que esos temas ejercen sobre mi espíritu, seguramente no lo conseguiría. El tono frívolo de los que por ignorancia o por cuquería - más por esto que por aquello - establecen una división artificial entre el arte y la vida de relación social y política, no se aviene con mis convicciones. Tampoco se aviene con mi temperamento. No creo en la existencia del arte puro. Para mí el arte así designado es una sutil mistificación, destinada
a crear en los espíritus un estado de desorientación altamente favorable a la perpetuación de ciertas ideologías típicamente burguesas y conservadoras. Yo creo que en sustratum de toda obra de arte late una idea. Y la idea, aun considerada en su más pura esencia, expresa siempre una relación social y es, por consecuencia, una representación política. Por muy abstracta que ella sea, la idea nace y actúa siempre en función de una conducta. Es una concepción vital en movimiento. So pena de caer en el laberinto de la más intrincada metafísica, no puede ni debe ser considerada en si misma, sino en relación de los mil factores que la determinan. Tal es, por lo menos, mi manera de ver.
Por lo que antecede comprenderé usted que cuanto yo escribiera sobre arte tendría siempre el sabor de apostillas políticas. Merece la pena que las haga? Creo que no. Usted, Martí Casanova y el mismo Haya de la Torre pueden hacerlo con más penetración y, consecuentemente, con más provecho para AMAUTA.
Y dada la precedente explicación, vamos a otra cosa. Recibí el ejemplar de "Escena Contemporánea" que tuvo la gentileza de dedicarme. Conocía ya el libro, pero he vuelto a leerlo. Al revés de lo que usted supone, no creo que haya envejecido. Los acontecimientos que usted trata en él continúan siendo de actualidad. Por consecuencia la manera de comentarios tampoco ha perdido esa virtud. Siendo así, su mérito continua siendo el mismo de hace cuatro años. Es un libro que merece y merecerá siempre ser leído. Yo le agradezco mucho el envío que de él me ha hecho.
He comunicado sus deseos de intercambio a los muchachos de LA CRUZ DEL SUR. Todos están encantados con la idea. Esto indica que "Amauta" tendré la colaboración de casi todos ellos. Se quejan un poco de que en la revista de ustedes no se haga nunca referencia a LA CRUZ. Han visto que se reprodujo el articulo de Jiménez de Asúa sin que se mencionara para nada la precedencia del mismo. Hubieran visto con simpatía que se mencionaba de donde había sido tomado. En estos días saldrá el número 21. Esperamos que "Amauta" diga algo a su propósito.
Sin otro motivo, lo saluda con la mayor devoción y simpatía intelectual su compañero y amigo.
Jaime L. Morenza.
Nota: Con este mismo correo va carta acompañada de giro. Cuando estaba hecho éste me apercibí que Amauta tiene un gerente administrativo. Ruégole que usted subsane el error en la mejor forma posible. Es favor.
Vale

Morenza, Jaime L.

Carta de Rafael Heliodoro Valle,8/11/1928

México, D.F., 8 de noviembre de 1928
Señor doctor don
José Carlos Mariátegui
Casilla 2107
Lima, Perú.
Muy estimado compañero:
No he podido contestar antes su grata del 14 de julio, debido a mis múltiples quehaceres. Por eso también me fue imposible enviarle la colaboración que tuvo la bondad de pedirme para la edición especial de Amauta en honor de México. No sé si esa edición ya apareció, porque no la conozco entre las publicaciones que de Hispanoamérica han llegado a última hora.
Para obtener los suplementos de Excelsior y Revista de Revistas, le ruego escribir directamente al Gerente del primero; porque los redactores no podemos invadir esa jurisdicción de canje.
Los datos que usted se sirvió enviar en respuesta al cuestionario del Departamento de Bibliotecas, los aprovecharé para el segundo volumen de Indice de Escritores y oportunamente le mandaré un ejemplar.
Muy cordialmente lo saluda su amigo y compañero
Rafael Heliodoro Valle
Orizaba 192-A

Valle, Rafael Heliodoro

Carta a José Malanca, 12/12/1928

Lima, 12 de diciembre de 1928
A José Malanca
E.P.M.
Querido amigo y compañero:
Antes de que Ud. se embarque, con el penúltimo abrazo, queremos darle mandato expreso de representar a Amauta y Labor en los países que Ud. visite, a comenzar por Estados Unidos, donde hasta hoy no hemos tenido sino una que otra agencia episódica.
Ud. no necesita credencial para representar a Amauta, siendo como es un espíritu tan solidario con nuestra obra; pero es preciso que una carta lo acredite para cuanto concierne a la organización de una más extensa difusión de nuestra revista.
Le encargamos particularmente encargar en Nueva York a la Librería Brentano y a alguna otra de público latino-americano la venta de la revista y sus ediciones, sobre la cual acordamos una comisión de 25%. El precio de la revista en el extranjero es de 25 centavos de dólar.
Que esta carta sea también el testimonio de la simpatía y el afecto profundos de todos sus compañeros de Amauta.
Su devotísimo amigo y camarada
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de José Chioino, 6/11/1928

Lima 6 de noviembre de 1928
Sr. Don José Carlos Mariátegui
Director de la Editorial Minerva
Ciudad
Muy estimado colega:
Me es grato poner a su disposición los originales de mis tres comedias: "La Divina Canción", "Una vez en la vida" y "El novio de emergencia", por si usted juzga conveniente, con el plan de su empresa editora, la publicación de un libro de "Teatro". Las comedias en referencia, fueron estrenadas, las dos primeras en el año 1923, y la última, hace pocos días. Respecto a la obra "Una vez en la Vida", es la comedia dramática que se ha dado más veces en Lima, firmada por un autor peruano. Tiene un récord de veinticuatro funciones. La crítica de las tres, es muy favorable, tanto en Lima, como en Santiago; y se podría adjuntar a la publicación de las obras, algunas páginas de juicios críticos, y un prólogo que desde ahora, le comprometo a usted, por lo mismo que nunca lo he molestado en este sentido.
Espero su repuesta, y le estrecha la mano
José Chioino
Oficina de Informaciones
Ministerio de Gobierno.

Chioino, José

Carta de G. P. Paravia & C., 10/10/1929

Torino, 10 ottobre 1929
UC. cm.
Spett. Libreria
Minerva
Lima
Dall'esame della nostra contabilità risultano tuttora scoperte le nostre fatture 254 - 41 e 182 per l'importo complessivo di L. 339.20.
Vogliate cortesemente invendute presso di Voi e nel contempo vogliate inviarci contanti l'imperto di quelle edizioni che risulteranno vendute.
In tale attesa, con anticipati ringraziamenti, cogliamo l'occasione per ben salutarvi.
G. B. Paravia & C.
Società Anonima
Un Direttore Generale

G. B. Paravia & C.

Carta de Enrique Bustamante y Ballivián, 4/12/1925

Diciembre 4 de 1925
Mi querido Mariátegui:
En Arequipa y en esta he podido ocuparme algo de su empresa. En esa después de hablar con Albareda y con Rodríguez, saco como consecuencia que lo mejor es que se dirija usted al primero a quien se debe mandar los ejemplares Albareda cree que se pueden colocar diez y Rodríguez algo más. A manera de ensayo puede usted enviar veinte a Rodríguez, quien me ha prometido hacer propaganda personal y colocar los ejemplares. La otra librería ha seguido el camino de tantas, la quiebra.
En La Paz he hablado con Gustavo Adolfo Otero, uno de los más prestigiosas escritores y periodistas bolivianos, persona muy amiga mía, seria y solvente, casado con una hermana de Alcides Arguedas. Otero está pronto ha encargarse tanto de la colocación de los libros, como de su propaganda. Cree que se pueden colocar cincuenta en todo Bolivia y él hará el reparto y se entenderían únicamente con él. De hecho puede usted hacer que le envíen los cincuenta ejemplares de "La Escena Contemporánea" y de los que vengan. El los recibiría en consignación con el descuento que ustedes hicieran 25 o 30 %, o enviaría en las condiciones de reciprocidad de descuento libros bolivianos. El haría los arreglos con los libreros de aquí para el canje y en todo se entenderían exclusivamente con él. Es persona capaz de enviar cosas que tengan salida y que contribuyan a establecer un interesante intercambio. De primera intención hemos escogido los siguientes libros:
La máscara de estuco, de Bedregal, Historia Financiera de Bolivia, de Casto Rojas, Mitos y Leyendas y costumbres supersticiosas de los indios de Bolivia, de Rigoberto Paredes, Parábolas, de Sanchez de Bustamante, Taras de Nuestra Democracia, de Carlos Romero, La democracia en nuestra historia, de Bautista Saavedra, Raza de Bronce y Vida Criolla, de Arguedas, La ciudad única, de Jaime Molina, rosario de Leyendas, de Ostria Gutierrez. La epopeya de Bolivia, libro por aparecer, de Reynolds, Parnaso Boliviano, de José Eduardo Guerra, El hombre del tiempo heroico, estudio sobre Sucre, de Gustavo Adolfo Otero, recién publicado.
Le mando dos listas de obras bolivianas de Renacimiento y de La Universitaria, para que usted escojas las obras que puedan interesarle y que todas ellas pueden serle remitidas en las mismas condiciones, por Otero.
Otero tiene en preparación, y estará listo en seis meses más, un libro, Ideología Boliviana a través de un siglo, en el que estudia la influencia cultural de Europa en los hombres y en las cosas de Bolivia, política, educación, literatura, legislación, etc, etc y que creo que podía interesarle a usted para su biblioteca, Otero es prosador con más prestigio entre su generación y él está pronto a enviarle los originales. Cuando se pongan en comunicación pueden definir este asunto.
En los pocos días que he descansado en esta a penas tengo tiempo para nada y por eso le escribo a la carrera y en una forma endemoniada, pero creo que lo suficiente para ser entendido, pues ni siquiera tengo tiempo para leer y corregir esta carta.
Salude usted a todos los amigos y cuente con la devota amistad de
Enrique Bustamante y Ballivián.

La dirección de Otero es: Gustavo Adolfo Otero, La Paz - aquí no hay carteros.

Bustamante y Ballivián, Enrique

Carta de Manuel A. Beltroy, 24/4/1926

[Montevideo], 24 de abril de 1926
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima
Muy estimado amigo:
Hace tiempo que deseaba escribirle, desde mi llegada a ésta, sin lograr hacerlo a causa de los diversos trabajos de mi cargo en esta Asociación. No he olvidado el noble esfuerzo cultural en que está Ud. empeñado en su casa editora, estimulando y difundiendo la actividad intelectual de la juventud peruana, a la vez que realizando mediante el libro y el folleto alta obra política y social.
Lo que me ha empujado a estampar estas letras ha sido el reciente recibo de Libros y Revistas, el boletín bibliográfico de Minerva, que he leído con interés. Allí vi anunciada la próxima publicación de Bubú de Montparnasse y entonces comprendí que no debía aplazar por más tiempo el envío de la traducción castellana. Así es que reanudé mi trabajo, revisé la versión y la corregí, hice un proyecto de portada, falsa portada y primeras páginas para el libro en que habrá de publicarse (proyecto de que voy a hablarle enseguida) y le envío todo eso ahora mismo en paquete postal certificado, juntamente con ésta.
He procurado que los originales sean bastante claros, a fin de prevenir erratas y correcciones trabajosas de pruebas. La mayor parte está a máquina y lo manuscrito, en caracteres bien legibles. El único tropiezo acaso sean las enmendaduras e intercalaciones de la revisión, pero éstas son también claras. Confío en que la corrección final de pruebas por Ud. mismo, cosa que le pido haga, evite las erratas y omisiones que tanto afean nuestros libros. Como el texto es algo corto, abultando la edición francesa las muchas y grandes ilustraciones que trae, que no presentará la nuestra, conviene emplear tipo de 10 en 12 en renglones espaciados, a fin de compensar así la cortedad de aquél. En cuanto a distribución tipográfica de folios y cabezas confío en su experiencia y buen gusto, pero le agradecería que las mayúsculas iniciales de los capítulos fuesen en tipo ornamental aunque sencillo.
Con respecto a la portada, me he permitido bosquejar un proyecto que permite aprovechar en lo mejor la original, adaptándola al gusto actual y a las necesidades del reclamo. A encarnado y negro, las dos tintas que ya Uds. emplean, sobre papel crema, en la forma indicada en el modelo, creo que podrá obtenerse una carátula sobria y llamativa, sin más costo especial que el del dibujo que aquél supone y que debe reproducir el de la portada francesa en cuanto al personaje.
El prólogo será simplemente las dos glosas de Eugenio d’Ors, sobre Philippe, que contiene el Glosario (edición Calleja) y si se quisiera un retrato, se podría encontrar en La Madre y el Niño del mismo autor, edición Atenea, me parece. Van también unas líneas de dedicatoria que están destinadas a revelar el espíritu del libro y a tapar la boca a hipócritas y mojigatos.
En cuanto a ilustraciones, creo que debemos reproducir algunas, unas pocas, las más significativas, que tal vez sean las que he marcado con rojo en la edición francesa.
Para que le ayude en todos los detalles mencionados, le adjunto asimismo el libro original.
No sé qué tiraje piensa Ud. hacer, pero me parece que no debe ser corto, pues obra de esta índole está destinada a buena venta allá y en el extranjero, a todos los públicos. Tampoco sé la participación que me tocará en la edición (Entiendo que en ejemplares). Le agradeceré se sirva decirme algo al respecto.
Espero que el trabajo podrá empezarse pronto, pues he tenido el gusto de saber que ya está a punto de publicarse El Nuevo Absoluto de Iberico, segundo volumen de la Editorial.
Pasando a otro asunto, desde mi arribo acá me he ocupado en repartir entre los libreros de esta ciudad y de Buenos Aires los 120 ejemplares de La Escena Contemporánea que me entregaron Uds. en consignación el día de mi partida. También me he preocupado de la propaganda y espero poder enviarle en breve algunos juicios críticos de la prensa rioplatense. Como aquí acostumbran las librerías a hacer liquidaciones semestrales, no tengo todavía cuenta que presentarle. Le agradecería me remitiese entretanto los ejemplares que crea conveniente del libro de Iberico y del boletín bibliográfico de la Casa.
Espero escribirle en breve sobre otras cosas, pues ahora el tiempo apura. Esta es una carta de índole comercial, que no es propiamente la mía. Entonces podré conversarle, hoy le hablo en términos de agente comisionista. Hasta luego, querido Mariátegui. Contésteme pronto. Reciba un abrazo cordial y votos por la felicidad de su hogar y de su empresa, de su amigo y compañero.
Manuel Beltroy.

Beltroy, Manuel A.

Carta de Arturo R. de Carricarte, 15/6/1926

La Habana, 15 de junio de 1926
Sor.
José Carlos Mariátegui.
Lima, Perú.
Muy distinguido colega:
Encuentro en una publicación bonaerense la noticia de que se propone usted establecer en esa cultísima capital una empresa editora que ha de caracterizarse más que por sus propósitos de lucro, por su anhelo de difundir la obra intelectual peruana y a tan noble fin creo que estamos obligados a prestar resuelto apoyo cuantos nos interesamos por el acercamiento de las naciones que integran ese inmenso grupo que Martí llamó Nuestra América.
Si usted considera oportuno confiarme la colocación de los volúmenes que vaya editando tendré mucho gusto en encargarme de ello, sin aceptar remuneración alguna y ofreciéndole amplia propaganda en nuestra prensa.
A esta Biblioteca de mi dirección puede usted remitir, comprado en firme, un ejemplar de cada título cuyo importe le giraré a su recibo.
Le incluyo un ejemplar de la Declaración de Principios de la Comisión Nacional de Cooperación Intelectual Cubana de la que fui ponente y en la que podrá ver usted mi concepto personal del hispanoamericanismo y los medios prácticos que estimo necesarios para alcanzar su realización cumplida.
Con mis anticipadas gracias por la cortesía de su respuesta me complazco en ofrecerme su servidor obsecuente y colega afmo.
Arturo R. de Carricarte

Carricarte, Arturo R. de

Correspondencia Emitida

Se observa la correspondencia emitida por la Imprenta y Editorial Minerva con diferentes instituciones y personas que permitieron el desarrollo de la empresa durante el inicio del siglo XX.

Imprenta y Editorial Minerva

Carta de Manuel Seoane, 25/2/1928

Buenos Aires, 25 de febrero de 1928
Mi querido José Carlos:
Hará cerca de un mes que le escribí, adjuntándole unos poemas de Miró y de Cisneritos, además de copia de mi artículo “Nacionalismo y limeñísimo”, que apareció en Sierra, innoblemente mutilado. Hágame el favor de decirme si la recibió.
Ahora le adjunto un artículo sobre la deuda pública peruana. Si a U. le parece que tiene cosas muy peligrosas innecesariamente, puede suprimirlas, siempre que se conserve la fuerza brutal de las cifras. Sin embargo, ha sido escrito especialmente para Amauta calculando que la estupidez policial no llegará a husmear en una cosa con tantos números. Debo decirle que los datos son rigurosamente exactos. Los cuadros oficiales que Amauta publica no permiten formarse juicio porque están hechos con propósito desorientador. Yo he hurgado pacientemente y he encontrado las formidables consecuencias que U. verá. Los tantos por ciento han sido bien calculados, pues tampoco los adjunta la estadística. Sólo quiero pedirle que me envíe la correspondiente a 1927. He venido robándolas desde el año 1923, pero ahora me vigilan terriblemente y he agotado mis recursos de ladrón.
No he recibido el número 10 ni el 11 de Amauta. Palacios tampoco. Le pido el 10 especialmente porque, a pesar de tener marcado su artículo, Palacios no me lo quiere devolver. Hasta los socialdemócratas entran por la dictadura.
Samet me dice que los vende muy bien. Ya se ha concluido el número 10. El 11 llegó ayer y se han vendido cinco. Mande U. más.
Estoy maravillado del espíritu de Blanca Luz. Cómo debe U. extrañarla mi querido amigo. Me había puesto algo rocoso, agrio, queseyó, esta lucha y este pulimento constante. Cómo ha venido a alegrar mi vida de revolucionario el espíritu ágil de esta chica tan dilapidadoramente buena. Y cómo lo quiere. Para mí reemplaza a la hermanita menor que siempre se soñó tener.
Ella, con Cisneritos y Miró, piensan resucitar Guerrilla. Creo que podrán conseguirlo. Puede tenerse muchas esperanzas en este terceto, cuyo revolucionarismo se hace cada día más consciente y más firme.
Le mandé Renovación. Ahora van otros números. Me dicen que U. va a publicar un libro. Lo anunciaré así.
Como siempre, admirado compañero, mi afecto antes que todo y luego mi absoluta adhesión intelectual.
M. Seoane
Manuel A. Seoane
(Elsa Arbutti. Charlonne 12).
A los muchachos puede escribirles bajo mi sobre.
Por favor, cuando reciba ésta, póngame unas líneas, para despejar inquietudes.

Seoane, Manuel

Tarjeta Postal de Vitalis J. Kontovt, 8/10/1930

Mosca 8 de octubre de 1930
Muy señores míos,
Quedaría muy grato si me enviase una copia de muestra de Amauta.
Sírvase aceptar los saludos de su affo
Vitalis J. Kontovt
Moscou U. R. S.S Centre Machkov per 8 x18

Kontovt, Vitalis J.

Tarjeta Postal a Luis A. Rodríguez O. (Luis de Rodrigo), 26/12/1927

Lima, 26 de diciembre de 1927
Estimado compañero:
Al fin me es dado comunicarle lo que desde hace algún tiempo anhelaba: - "Amauta" continúa. Con estas líneas recibirá Ud. el número 11-. Mándeme para los próximos algunos poema porque los que tengo están ya publicados si no me engaño. En los primeros días de enero, le enviaré unas líneas sobre su poesía. Por ahora quiero sólo hacerle llegar mi cordial saludo, apenas desembarazado del trabajo de "Amauta".
Su affmo. amigo y compañero

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Celestino Manchego Muñoz, 6/12/1927

Lima, 6 de diciembre de 1927
Señor doctor Celestino Manchego Muñoz.
Ministro de Gobierno.
Presente.
Señor Ministro:
No pudiendo entrevistarme personalmente con Ud. a fin de exponerle las razones en que, esclarecido sin duda cualquier equívoco respecto a su índole, fundo mi demanda para reanudar la publicación de la revista Amauta, cumplo con dar carácter formal ante su despacho a esta solicitud, dejando constancia de lo siguiente:
1° Que Amauta, conforme a su artículo de presentación y a los nueve números publicados hasta mayo último, que definen claramente su carácter, no es una publicación de propaganda subversiva ni está absolutamente comprometida en plan alguno de conspiración contra el Gobierno.
2° Que Amauta, revista de cultura, de definición ideológica y de especulación científica, estética y doctrinal, es extraña a toda organización internacional comunista.
3° Que el carácter ideológico y cultural de la revista está perfectamente acreditado por los insospechables testimonios de aplauso y simpatía que ha merecido de intelectuales y artistas como Unamuno, H. Walden, F. T. Marinetti, Enrique José Varona, Eugenio d’Ors, Alfredo Palacios, J. García Monge, Ramón Gómez de la Serna, Manuel Ugarte y muchos otros, de conocido renombre y a ninguno de los cuales se puede calificar de comunista; y
4° Que Amauta no puede ser considerada como un órgano de agitación popular, tanto por el género y estilo de sus estudios, como porque de acuerdo con su carácter de revista mensual de cultura guarde prescindencia respecto de los actos de la política gubernamental.
En esta virtud, solicito de Ud. Senor Ministro que se sirva dictar las medidas destinadas a garantizar la libre circulación, publicación y propaganda comercial de Amauta así como su correspondencia y la mía personal.
Tengo el honor de suscribirme de Ud. Señor Ministro muy atentamente.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Roig de Leuchsenring, 24/10/1926

Lima, 24 de octubre de 1926
Señor Emilio Roig de Leuchsenring
Habana
Estimado compañero:
Cuando Oliverio Girondo estuvo en La Habana me escribió que contaba con Ud. y sus amigos del grupo minoritario o renovador para la realización de su proyecto de intercambio y vinculación de los grupos de vanguardia de América. La fundación de la revista Amauta, que debe Ud. haber recibido, me ofrece la oportunidad de dirigirme a Ud. para que se cumpla ese intercambio entre los escritores vanguardistas de Cuba y el Perú. Yo le mandaré originales de los peruanos; Ud. me enviará textos de los cubanos, conforme al plan al cual me comunicó Girondo que Uds. habían dado su adhesión. Amauta se ha permitido ya considerarlo en el elenco de sus colaboradores. Y para iniciar el intercambio le envío unos apuntes míos sobre Eguren.
Le ruego comunicar mi invitación a Jorge Mañach, Agustín Acosta y demás compañeros y aceptar el cordial testimonio de mi amistad y estimación.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Artemia G de Falcón, 27/10/1922

Trafalgar, 36

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Querida madre:

No creí que Miró Quesada se negara a contratarme algunos artículos mensuales. Suponía alguna modificación del antiguo sistema de los diarios de Lima, adverso a las colaboraciones. Pero el fracaso de tus gestiones me convencen que continúan tan inmorales como siempre. Yo, como tu comprenderás, no tengo el menor interés en escribir para los periódicos de allá. Si me resolví a ofrecerle mi colaboración a "El Comercio" no fue sino por conseguir algún dinero para ti. Y desde luego no estoy dispuesto a escribir una sola línea gratis. Entre otras razones, porque yo vivo de mi pluma y quien no paga mis artículos, me los roba. Esto, seguramente, no lo creen los directores de "El Comercio". Pero aquí, entre la gente civilizada, es así.

Mariátegui partirá muy pronto —no ha podido hacerlo hasta hoy porque está esperando sus pasajes—, a él le encargaré una nueva gestión. Es posible que obtenga mejor éxito que tú. En todo caso, si no logra conseguirme nada en El Comercio, me la conseguirá en el diario en el que él se coloque. Ten un poquito de paciencia.

Por lo demás, el año próximo, si me estrenan una comedia que tengo ya entregada, mis ingresos aumentarán considerablemente y me permitiría ayudarte sin atenerme al dinero de Lima. Estoy trabajando por dedicarme a escribir para el teatro. Este da aquí mucho más dinero que allá y aunque yo, como tu sabes, nunca he tenido suerte para ganarlo, creo que me oirá mejor que escribiendo para los periódicos.

Estos días he tenido muchas contrariedades. En "El Liberal" se ha presentado un conflicto, porque la empresa está en mala situación económica y el diario va a cambiar de dueño. Yo temía que el actual director, muy amigo mío, dejase de serlo y pusiera en peligro, por esta causa, mi permanencia en la redacción. Todavía está tramitándose el asunto. Pero creo que se arreglará en favor de Moya y, en consecuencia, mío, Ya te daré noticas más concretas.

No olvidaré tu encargo con respecto a Angulo. Yo también le estoy muy agradecido a todas las atenciones que te ha dispensado. Hágame el favor de decírselo así y de saludarlo muy afectuosamente en mi nombre. Tan pronto como pueda te enviaré lo que me pides para él.

Espero que Jorgito esté ya completamente restablecido. Abrázalo y bésalo por mi con mucho cariño.

Saludos, abrazos para todos mis hermanos y un abrazo y un beso para ti de tu hijo.

César

Madrid? 24.XI.1922

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 27/5/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

Hasta hoy no he recibido noticia ninguna de mis pasajes. Mariátegui, en carta del 14 de abril, la primera de él, me dice que Salomón le ofreció enviármelos la semana siguiente del 11de ese mes. Pero todavía no los he recibido. Supongo que tú estarás enterada del motivo del retardo. Tengo, sin embargo, la esperanza d recibirlos antes de la llegada de esta a tus manos. Por si no fuera así, la carta que te adjunto para Mariátegui, recomiendo que los gestiones con la mayor actividad posible.

Esto y el empleo de Humberto, según me dice Mariátegui por cuenta de Lorente, están sujetos a la aprobación del presupuesto. El plazo, en realidad, me parece demasiado difuso. Pero así son las cosas allá. No tenemos más remedio que esperar. Espero que ya no sea mucho. Siempre te escribo pensando en que al recibir mi carta tendrás todos los asuntos resueltos. Pero esta vez lo creo más que nunca.

Yo continúo gestionando aquí la manera de arreglar mi situación. Aún no he conseguido nada. Eso de El Imperial, que creí resuelto, ha fracasado. No te preocupes, sin embargo yo buscaré la manera de salir adelante.

Te agradezco mucho y a todos mis hermanos nuestros cariñoso recuerdos el día de mi cumpleaños. Ese día lo pasé malo en cama, con la gripe. Estuve cinco días enfermo. Después, he quedado completamente bien.

Siento mucho la enfermedad de Jorgito. Como ya estará bien, abrázalo en mi nombre.

No he recibido La Crónica. El artículo mío que ha publicado debe haberlo copiado de algún otro periódico. Yo no le he enviado ninguno. A Mundial sigo enviando los dos artículos mensuales. Supongo que, como el primero, te los pagará puntualmente.

Envíale a Mariátegui con alguno de mis hermanos, la carta adjunta y dile que me envíe su dirección, porque temo escribirle a Lista de Correos.

Muchos saludos muy cariñosos para todos mis hermanos y un abrazo y un beso para ti.

César

27.V.1923

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 17/7/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

Todavía no tengo ninguna noticia de los pasajes. Mis gestiones aquí no me han dado resultado ninguno La Legación de Londres ni siquiera me ha respondido a tres cartas que le he escrito preguntándole si había llegado la orden. Estoy ahora tan desorientado como el primer día. Si supiera a que legación o consulado ha sido transmitida la orden podría averiguar algo. Esperaba que me lo dijera tú. Pero su carta del 15 de junio solo me dice, como la anterior, que el ministro ha ordenado que me los entreguen, mas no precisa a quién lo ha ordenado. Mariátegui tampoco me lo dice. Ahora estoy esperando que conteste al telegrama que le hizo Machiavello. No sería raro que cuando tú recibas esta continúe en la misma situación ese caso, interésate con Salomón para que trasmitan la orden cablegráficamente a Génova o Hamburgo que son los dos sitios que me convienen más. Sobre todo Génova. Sería mejor que le pidieras solo Génova. Machiavello me lo arreglaría todo muy bien. Naturalmente, si ya la han transmitido, no intentes que la modifiquen, porque tardarían mucho. Pero dímelo enseguida. Tú sabrás en cuanto las reciba por el telegrama que te haré.

Yo continúo en la misma situación. No estoy enfermo. Aquella enfermedad solo fue una gripe ligera e inofensiva. No he vuelto a tener nada. Está tranquila.

Mis preocupaciones son de otro orden. Aún no he logrado ningún acomodo. Y tengo que resignarme a esperar, para conseguir algo, hasta septiembre. Porque en estos meses de verano todo el mundo se marcha fuera de Madrid y no puede resolverse ningún asunto.

Efectivamente, Mariátegui me dijo en primera carta que pensara seriamente en mi regreso inmediato. en su segunda me repite la recomendación y me habla del periódico. Yo le he contestado que estoy pronto a marchar, pero que me siga una cosa concreta. No puedo, por las mismas razones que tú me das, aventurarme a una expectativa más o menos vaga. Además, desconfío mucho de sus planes periodísticos. Espero que en una carta próxima me hable con más detalle. En cuanto resolvamos algo, te lo comunicaré, claro es, enseguida.

Es posible que la tardanza de Mariátegui en responderte sobre el destino de Humberto se deba a que Lorente no haya podido conseguirle nada todavía. Espera un poco. Haz la gestión que te proponías hacer con Salomón. ¿O la has hecho ya?.

No necesitas decirme las contrariedades que estás pasando. Me doy cuenta perfectamente. Esto es lo que más me disgusta de mi actual situación, aunque yo también lo paso mal. Quisiera tener algo con qué auxiliarte. Pero, desgraciadamente, carezco ya hasta de lo indispensable. Estoy viviendo al crédito. Y no sé cuánto tiempo podré resistirme así. Cálculo que no podrá ser mucho.

Yo tengo lo retratos de tus padres y el tuyo. No se los envié a Mariátegui a Italia, precisamente para evitar que se perdieran. Los tengo muy bien guardados. Tan pronto pueda mandaré hacer las ampliaciones y te los enviaré. No temas que se pierdan.

Dime si Mariátegui te ha entregado ya el juego de té.

Sigo mandando artículos a Mundial. Envío dos mensuales. Pregúntale a Aramburu cuántos ha recibido hasta ahora, porque si se han extraviado algunos reclamaré aquí en correos.

Todavía no he recibido cartas de mis hermanas ni sus retratos.

Saluda cariñosamente a todos mis hermanos y recibe tú un beso y un abrazo de tu hijo.

César.

17.VII.1923

Cobra el artículo de El Comercio. Otros que mandé no los han publicado. No volveré a mandarte ninguno más. Habla con Vallecito para cobrar ese. Salió el 7 de junio en la mañana.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 13/8/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

A pesar de tus gestiones y de cuando me refieres en tu carta del 16 de julio, todavía no he recibido la menor noticia de mis pasajes. Si como tú me dices, el 18 de julio hubiesen dado cablegráficamente la orden a Londres, ya los tendría en mi poder. Lo más probable es que no hayan dado orden ninguna. Por lo menos, hasta que tú no hayas vuelto a gestionarlo. Mis preocupaciones del primer momento se han cumplido puntualmente. Esa gente de los ministerio, la de escaleras abajo, como no puede molestarme de otro modo, me molesta retardando lo más posible todo cuanto se relaciona conmigo. Bueno. Espero que esta sea la última vez. Espero que ya no tardará mucho en venir el dinero. Tan pronto lo reciba —ya se lo he dicho— le haré un giro enviándole lo más posible.

Según le dije, hace días escribí a Mariátegui, recordándole nuevamente que hablara otra vez con Lorente sobre el destino para Humberto. Supongo que lo hará, aunque ya no tengo confianza ninguna con él. De todos modos, servirá siquiera para acabar de desengañarme.

Con esta carta te envío el primer artículo de agosto para Mundial. En lo sucesivo te los mandaré a ti, tú puedes enviárselos a Aramburu con Humberto o Jorge. Así conseguiremos saber por lo menos cuántos se quedan sin publicar. Yo le he mandado a Aramburu dos mensuales desde el mes de marzo. No creo que se haya perdido ninguno. Pero no hagas reclamaciones, porque serían inútiles. Lo mejor es que de hoy en adelante vayan por intermedio tuyo.

También te mando una novela corta que he publicado en El Imparcial. Esta y unos cuantos artículos disperso constituyen todos los ingresos que he tenido desde febrero hasta hoy. Sin embargo, no me he muerto de hambre. Creo que a partir del próximo mes mejorará mi situación, siquiera sea en forma que me asegure la subsistencia.

Ya me imagino las contrariedades y estrecheces que estarás pasando. Felizmente, Alicia me dice que Teresa está en vísperas de colocarse. Me alegro mucho. Con lo que ella gane, lo de Alicia, los artículos míos y, más tarde, con el sueldo de Humberto, por poco que sea, podrás organizar un modesto presupuesto mensual. Si yo tuviera te mandaría algo más, pero no puedo prometerte nada, porque nada tengo. En cuánto mejore mi situación, haré un esfuerzo para ayudarle.

Todavía estoy esperando los retratos de mis hermanos. Haz lo posible por enviármelos, aunque solo sea una postal.

No olvides mandarme Mundial.

¿Te pagaron el artículo de El Comercio?

Muchos recuerdo para todos mis hermanos y un abrazo y un beso muy cariñoso para ti, de tu hijo.

César.

13.VIII.1923

Alicia:
Muchas gracias por las líneas. Ya le dije a mamá que me alegra mucho la noticia de la próxima colocación de Teresa. Te agradezco mucho el envío de Mundial. Así que [cuando] pueda te retornaré con algo, lo mismo que mis demás hermanos. Salúdalo. Te abraza. César.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 25/8/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

Anteayer, apenas cobré el giro que me hicieron de Londres con el valor de los pasajes. Te giré como te lo había pormetido. Habría querido enviarte mayor cantidad, pero he tenido pagar muchas deudas atrasadas de los seis meses y pico que llevo sin ganar sueldo. Supongo que habrás podido atender a tus necesidades más urgentes. Para lo sucesivo creo que el sueldo de is hermanos y mis artículos de Mundial te permitirán organizar un presupuesto, aunque modesto, seguro. Además, yo voy a escribir más artículos para una revista de Mariátegui, que debe haberse publicado ya. En su última carta este me dice que se publicaría en la primera semana de agosto. Los artículos se los pagará a ti, no se a cómo, pero lo que sea, espero que te lo pague puntualmente. Yo empezaré a enviárselo enseguida.

El retardo en recibir los pasajes, después de haberme anunciado tú que los girarían el 18 de julio, me ha hecho comprender que has tenido que gestionarlos nuevamente. No cesas, por lo visto, las maniobras contra mí. Ahora poco me importan. Ya logré salvar nuestra situación de momento. Para lo demás debemos esforzarnos en conseguir nuestra subsistencia sin ningún contacto con la gente del gobierno. Yo procuraré trabajar aquí activamente hasta que logre una renta segura. Desde luego, de cuanto tenga, en la medida de mis fuerza te daré participación. No te digo nada concreto, porque ahora mismo yo no tengo nada. Estoy apalabrado para escribir en un periódico que saldrá, según dicen, en octubre. Además, estoy escribiendo una comedia y una novela, ambas contratadas en principio. Si todos estas cosas resultan como espero, pronto, dentro de dos o tres meses, habré conseguido por menos una base de vida.

Y hablemos de otras cosas más gratas. Te voy a mandar algunas golosinas propias de acá para que tú me mandes, en cambio, sirviéndole del mismo envase, lo que te pida. Golosinas también, naturalmente. Me ha dado por confeccionar comida peruanas. He logrado algunas. Otras no como yo recordaba. ¿Cómo se hacen por ejemplo, el chupe y el seco? Dímelo con toda clase de detalles.

Muchos recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo, muy cariñosos, para ti de tu hijo.

25.VIII.1923

He recibido dos artículos de Mundial. ¿Cuántos se han publicado ya? Días pasados le envié uno, pronto le enviaré el segundo de este mes.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 30/10/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

Acabo de recibir tu carta del cinco de este mes. Hacía días que la esperaba. Felizmente, para resarcirme de la espera, ha hecho el viaje con extraordinaria rapidez.

Siento mucho que Antonieta no esté aun buena. Pero tengo la esperanza que no será necesario recurrir a la operación. En cuanto pueda, dile que me escriba. Entretanto, salúdala y abrázala cariñosamente en mi nombre.

No tengo ninguna noticia de Mariátegui.. En su última carta me anunció la salida de su periódico para los primeros días de septiembre. Lo que tú me dices me hace suponer que no ha podido sacarlo. Yo le he mandado tres artículos. Espero recibir carta suya de un momento a otro para saber a qué atenerme.

En este momento estoy tratando con El Sol para ir de corresponsal suyo a París. No es una cosa muy ventajosa. Pero me resolverá la situación por algún tiempo, si no logro arreglarme definitivamente con el. En caso que lo logre, me servirá de base para organizarme un presupuesto, aunque no cuantioso, adecuado a mis necesidades. Por lo pronto es nada más que una prueba. De todos modos, creo que estaré en París tres o cuatro meses. De aquí saldré, si salgo, aunque todavía no hay nada definitivo, a mediados de noviembre. Ya te daré más detalles.

Si voy a París, en cuanto tenga dinero, le mandaré cualquier cosa para […], ya que me lo pides con tanto interés. Por ahora, te mando para él un afectuoso saludo.

Te agradezco mucho las recetas del chupe, del seco. Voy a mandarlos hacer enseguida, porque el deseo de comerlos no me permite mayor espera. No creo que esto sea una exageración.

Muchas gracias a Teresa por su cata. Sus palabras muy juiciosas y plausibles. Le agradezco, además, sus buenos deseos para mí. Lástima que lo que ella me desea no se pueda conseguir con el deseo exclusivamente. Yo haré, sin embargo, lo posible para complacerla.

Saluda cariñosamente a todos mis hermanos y recibe tú un abrazo y un beso de tu hijo.

César.

30.X.1923

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 22/11/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

Poco después de tu última carta he recibido una extensa de Mariátegui contándome los detalles de su posición y cómo se han realizado los últimos acontecimientos políticos. Veo que no han sido graves. Hace tres o cuatro días publicaron los diarios de aquí la noticia de una nueva revolución. Supongo que se trata de una de las frecuentes mentiras cablegráficas, porque no se la ha confirmado hasta ahora.

Yo sigo realizando las gestiones de que ya te he informado. Todavía no he conseguido arreglar el viaje a París. uno de estos días deben contestarme. Espero que lo hagan en este mes.

Me alegro mucho de la mejoría de Antonieta. Esperaba esta noticia. No sé por qué, a pesar del pesimismo que nos infunde las continúas contrariedades, desde el primer momento he creído que no sería nada grave y que muy pronto se aliviaría. Tengo mucho gusto de que haya sido así. Salúdala cariñosamente en mi nombre.

No olvido tu encargo sobre Angulo. Ya te lo he dicho. Tan pronto pueda lo cumpliré.

A Alicia no le escribo separadamente, porque supongo que estas cartas la leerá ella y, por esto, son en buena cuenta todos vosotros. Yo estoy pronto a cumplir rápidamente todos sus encargo. Algo más: si un cambio favorable de mi situación económica —cosa que espero hace ta tiempo— me lo permite, ni siquiera necesitará enviarme dinero. Creo que vosotras no os sobrará. Será suficiente que me mande decir lo que quiere.

Cariñosos saludos para mis hermanos.

Recibe tú un beso y un abrazo muy cariñosos de tu hijo.

César.

22.XI.1923

Te incluyo un artículo.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 10/4/1924

71, Highbury New Park, London, N.5

Querida madre:

Acabo de recibir mi dinero del mes de marzo —muy poco definitivamente— y no quiero perder un instante en enviarte aunque sea una pequeña cosa para que cimas un dulce en mi nombre [en] el día de tu cumpleaños. Siento que sea tan poco. Pero yo estoy ahora en un momento de crisis. Londres es extraordinariamente cara y el dinero que me mandan de Madrid, aminorado por la baja de la peseta, me alcanza apenas para vivir con mucha modestia.

Hace días he recibido una carta de Antonieta. Dile que le contestaré muy pronto.

Mañana o pasado te enviaré el primer artículo del mes para Mundial. También una carta para Mariátegui, quién, a propósito, ha cesado de escribirme. Hace tres meses no recibo ni una línea de él. Ni siquiera se ha dignado contestar a mis últimas cartas ¿Qué le pasa?

Ya le escribí a Guzmán dándole el pésame por la muerte de su padre.

Supongo habrás visto los artículos de Variedades sobre mí. Yo los he leído ya.

¿Publica Mundial mis artículos y, sobre todo, te los paga?

Muchas felicidades muchas, te deseo en tu nuevo año.

Saludos para mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 1/7/1924

1 - VII - 1924

Querida madre:

La nueva noticia de la amputación de la pierna a Mariátegui me ha producido […] dolor. Me imagino cuánto habrá sufrido y cuántas dificultades estará sufriendo la familia. La imposibilidad de hace nada eficiente por él. No dejes de contarme todos los detalles de su enfermedad y de su estado y de las posibilidades de curación. Espero también con impaciencia la carta de Roe. Yo le volveré a escribir a José Carlo uno de estos días.

Te adjunto los dos artículos del mes. Muy pronto, dentro de pocos días, cuando reciba mi sueldo, te enviaré el regalito de todos los meses.

Sigo ocupándome en arreglar las cosas de modo de poder ir a verte en la fecha que te he prometido. Creo que lo lograré.

Como me pides en tu carta última te mando un artículo sin fotografías para El Comercio. Supongo que no podrán dificultades para admitírtelo y pagártelo. Si no lo hacen así, dímelo para enviarte los dos destinados a Mundial.

No te desesperes. Cuando vaya haré todo lo posible por arreglar definitivamente tus asuntos. Ya falta poco.

Saluda a todos mis hermanos y agradécele a Antonieta su salido. En este documento no puedo escribirle particularmente. Pero no olvido que le debo una carta y muchas palabras de cariño.

Muchos recuerdos para todos y un beso y un abrazo para ti.

César.

Dentro de pocos días iré a Madrid y, posiblemente, regresaré a Londres a fines de agosto.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 13/11/1924

71, Highbury New Park, London, N.5

13 de noviembre de 1924

Querida madre:

En este momento estoy muy ocupado. No tengo tiempo para más que para ponerte unas pocas líneas, porque no quiero que pase el día sin enviarte los artículos. Pero mañana o pasado te escribiré más largamente.

Yo estoy perfectamente bien y sigo trabajando en mi proyecto para ir a Lima. Ya te daré más detalles.

Recibí la carta de Alicia. Se la contestaré pronto.

Saludos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 1/8/1924

1 - VIII - 1924

Querida madre:

Como te dije en mis cartas anteriores, he venido a pasar unos días en Madrid, después de haber estado en Londres ochos meses, trabajando incesantemente y en lucha abierta con la ciudad. En este mes de agosto no se puede estar en Madrid mucho tiempo. Hace un calor horrible. Yo voy a marcharme días a un pueblecito de Portugal y regresaré a últimos de mes.

En tu última carta no me dices nada de Mariátegui. La última noticia que me da es la que está convaleciendo en Miraflores. Ya te he dicho, y te repito, que me hagas el favor de enviarme la mayor cantidad de detalles sobre su enfermedad y, particularmente, sobre su estado actual y las posibilidades que tenga de recuperarse. Te incluyo una carta para él.

Si tienes oportunidad de ver a Roe dile que estoy esperando impacientemente la carta que me ha ofrecido por intermedio tuyo. Yo le escribí desde Londres y todavía no me ha contestado.

El Sr. Delgado, quien me dio la carta para Thol, recomendando a Humberto, debe regresar pronto al Perú, según me dijo en Londres. Me ha ofrecido espontáneamente interesarse por colocar a Humberto. Me dijo que te escribiera tan pronto como llegase a Lima y que iría a verte para ponerse de acuerdo contigo sobre lo que fuera necesario hacer. Es posible que haga algo. Tú, por lo menos, cuando vaya, dale todos los datos que necesite. Ya le he dicho yo que, en caso de que no pueda hacer nada, no te haga perder el tiempo con esperanzas inútiles.

Como me lo dices en tu última carta, te mando tres artículos para: dos para Mundial y uno para El Comercio. Espero que te los admitan y te los paguen todos. Si esto ocurriera puntualmente todos los meses, me parece que con las seis libras de ellos podrías tener para pagar la casa. yo no dejaré de enviártelos con toda puntualidad.

Insisto en mi opinión sobre la casa. Es necesario que procureis resolver cuanto antes la mudanza a una casa modesta y barata. Alicia me ha ofrecido ayudarte en esto y yo estoy seguro que lo hará con muy buena voluntad y cariño.

Ya he tomado el chocolate y el café. Me han gustado mucho. Pronto te mandaré yo a mi vez alguna cosa.

Estoy esperando los retratos de mis hermanas.

Muchos recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César.

No olvidaré, cuando vaya, las ampliaciones de los retratos de tus padres.

Falcón, César

Carta con remitente desconocido, 5/4/1913

Chincha-alta, abril 5 de 1913

Sr. César Falcón Garfias

Lima.

Amiguísimo Faico:

En mi poder tu estimable del 1 del corriente mes, a que tengo el agrado de referirme.

Conociendo como conozco tus ocupaciones, te agradezco que me hayas consagrado ese cuarto de hora, que para mí se convierte en cuarto de oro. Gracias.

Pierde cuidado por el Lena. Allí haremos filigranas de alta CANCILLERÍA.

Todos tus amigos te recuerdan con cariño y hacen magníficas reminiscencias tuyas.

He recibido "La Crónica", que no "Variedades". Allá tú ... y Acá yo ... No seas tan variable. En todo caso no pierdas la devoción, que de uno á otro momento hay reciprocidad entre los amigos. ¡Qué venga "La Crónica"! ¡¡¡¡Qué vengaaaa!!!!!

José Velit, ausente. Parece que los pulmones quieren divorciarlo con la vida. ¡Lástima!. Es un estimable persona.

Pedro Aurelio Buendía y Enrique Velit en Huacachina ... Acá ellos y acá yo.

"Balazo" se divorció de Massa. Allá EL. &

Como esta carta debo tener algo de crónica y de variedades, allá va el sablazo en los que se refiere a lo último. Nuestro común amigo el Sr. Ignacio Mancilla, pariente político de Herrera, y a quien tú tanto conoces, desea que yo me interese en obtener la publicación en "Variedades", de la hermosa fotografía que te incluyo, con su no pequeña lata. Es un buen ebanista y ese altar es un uno de los más visibles adornos de la iglesia de Sto. Domingo de Chincha, en el interior, que en cuanto al exterior (quiero por fuera) ya tú la conoces... Conque a la obra, mi querido Faico.

Si nada es posible conseguir, haz con él (con Mancilla) lo que hago con tu hostelero. Bien que los casos son diferentes. Por supuesto que Mancilla se moriría de placer viéndose PUBLICATI VARIETITATIFICADO.

Escríbeme algo sobre el asunto en pro o en contra que yo pensando en tu influencia en ese periódico, le he hecho creer que la tengo.

Besos y abrazos en torno tuyo, sin distinción de clase, condición, ni estado.

Te abrazo

Autor Desconocido

Leon Bazalgette

“Europe” consagra uno de sus últimos números a León Bazalgette, muerto hace siete meses. Homenaje justiciero a la memoria de su admirable redactor en jefe y generoso animador. Ya “Monde”, cuyo comité director formaba también parte Bazalgette, lo había iniciado en tres números en que despidieron al biógrafo de Henry Thoreau, al traductor de Walt Withman, las voces fraternas de Barbusse, de Jean Richard Bloch, de Jean Guehenno, de René Arcos, de Georges Duhamel, de Franz Masereel, de Miguel de Unamuno. Varios de estos escritores y artistas participan en el homenaje de “Europe” que preside Romaind Rolland. En este homenaje están presentes cuatro norte-americanos: Waldo Frank, Max Eastman, John dos Pasos, Sherwood Anderson. Presencia que no se explica solo por el carácter internacional de “Europe”, revista más internacional que europea, como su nombre quiere significarlo. La más pura y moderna literatura norte-americana tiene especiales razones de reconocimiento y de devoción a Bazalgette. Pocos franceses conocían y amaban esa literatura como este magro y fervoroso puritano de París. Bazalgette reveló a Francia Walt Withman y Henry Thoreau. Como director de la magnífica y selecta colección de prosadores extranjeros de Rieder, contribuyó a la divulgación de algunos de los mejores valores de la literatura yanqui: Sherwood Anderson, Carl Sandburg, Waldo Frank, John Dos Pasos. Si Walt Withman, a través de los unanimistas, ha influido en un sector de la poesía francesa, el mérito toca en parte a Bazalgette que puso su arte escrupuloso y severo de artesano medioeval y su gusto perfecto de crítico moderno en el trabajo de verter al francés los versos del gran americano.
Singularmente justas y seguras son estas palabras de Romain Rolland que rinden homenaje a la verdadera Francia tanto como a Bazalgette: “Era uno de los últimos representantes de una gran generación francesa, en quien el desinterés era el pan cotidiano. La especie no ha desaparecido y no desaparecerá jamás aunque la “feria en la plaza” de hoy, en la cual participan los más ilustres de nuestros jóvenes, haga ostentación de apetitos que nos escandalizan menos de lo que no hacen sonreír. (¡Se contentan de poco!). Bajo la eterna agitación de esta carrera tras la fortuna, la verdadera Francia continúa su labor eterna, silenciosa, pobre, proba, serena. Así fue ayer, así será mañana”. Stefan Sweig dice que “el alma misma de Walt Withman ha revivido en Bazalgette”. A tal punto juzga maravillosa su obra de traductor. Waldo Frank evoca su admirativa sorpresa al descubrir en Francia un hombre que tan profunda y sagazmente comprendía el espíritu norte-americano. Bazalgette no adquirió este conocimiento de Norte-América en ninguna aventurera, diplomática y reclamística indagación a Paul Morand. “Europa -dice Frank- nos envía analistas, observadores penetrantes; y bien, se les siente siempre huraños al cuadro que traza de la vida americana. Escriben en hombres de ciencia, en caricaturistas, en críticos o en apologistas; pero siempre de fuera. Solo este hombre, que no había venido en persona, llevaba en el fondo de si mismo el soplo, las palpitaciones de una realidad viva”. John dos Pasos elogia en Bazalgette el mismo extraordinario don: “Por Withman y Thoreau, ha conocido -escribe-, una América diversamente vasta y más fundamental que este país de jazz, de rascacielos y de rudos negros tan a la moda en la Francia de nuestros días”. Sherwood Anderson lo estima un cosmopolita.
Le debo una eficaz invitación al conocimiento y a la meditación de Henry Thoreau, a quien empecé a amar en su libro. Le debo mi primer fuerte contacto con la más acendrara y entrañable Norte-América. Sin ser francés, en un tiempo en que la orientación de mi cultura dependía en gran parte de mi suerte en la elección de guías, experimenté su sana influencia. Lo seguí en “Clarté”, en “Europe”, en “Monde”. Y, sin haberlo visto nunca, me lo imaginaba tal como lo describen los que tuvieron la fortuna de ser sus familiares, obstinado, generoso, alacre, paciente heredero y continuador de la más noble tradición francesa.

José Carlos Mariátegui La Chira

Francia y Alemania. Estilo fascista

Francia y Alemania
Aunque cuatro millones de electores han votado en Alemania por los nacionalistas y contra el plan Young, las distancias que separaban a los dos adversarios de 1870 y de 1914 se muestran cada día más acortadas. El trabajo de las minorías de buena voluntad por una duradera inteligencia recíproca, prosigue alacre y tesonero. Si algo se interpone entre Alemania y Francia es el sentimiento político reaccionario que en Alemania inspira el plebiscito nacionalista y en Francia dicta a Tardieu la resolución de demorar la evacuación de las zonas ocupadas.
Es probable que este plebiscito sea la postrera gran movilización del partido nacionalista. Las últimas elecciones municipales de Berlín han acusado un retroceso de los nacionalistas en el electorado de la capital alemana. Los fascistas, partido de extrema derecha, ha ganado una parte de estos votos; pero el escrutinio, en general, se ha inclinado a izquierda. Los comunistas han ganado -con asombro probablemente de los asmáticos augures de su liquidación definitiva- un número de asientos que los coloca en segundo lugar en el Municipio de Berlín. I los socialistas han conservado el primer puesto.
Los libros de guerra, cuyo éxito es para algunos críticos una consecuencia del actual período de estabilización capitalista, -no son el único signo de que Alemania revisa profundamente sus conceptos. El libro de Remarque, de un pacifismo entonado a los sentimientos de la clientela de Ulsstein, no está exento de nacionalismo y de resentimiento. El autor satisface el más íntimo amor propio nacional, recalcando la superioridad material de los aliados. En los últimos capítulos de “Sin Novedad en el Frente”, se nota cierta intención apologética al trazar el cuadro de la resistencia alemana. Una Alemania heroica vencida por la fatalidad, no es ciertamente una de las más vagas imágenes que proyecta el libro en la consciencia del lector.
[Fuera de la política, en los dominios de la literatura y el arte, se acentúa en Alemania el interés por conocer y comprender las cosas y el alma francesas] y en Francia la atención por el pensamiento y la literatura alemanas. “La Revue Nouvelle” anuncia un número especialmente dedicado al romanticismo alemán. “Europe”, una de las primeras entre las revistas de París en incorporar en su equipo internacional colaboradores alemanes, persevera en su esfuerzo por el entendimiento de las minorías intelectuales de ambos pueblos.
En el número de octubre de esta revista, leo un artículo de Jean Guehenno sobre el libro en que el profesor de la Universidad de Berlín, Eduardo Wechssler confronta y estudia a los dos pueblos. Guehenno no encuentra al profesor Wechssler más emancipado de prevenciones nacionalistas que al malogrado Jacques Riviere en una tentativa análoga sobre Alemania. Guehenno resume así la definición del francés y del alemán por Wechssler:
“El francés es un hombre de sensación, susceptible, impresionable, excitado, tentado por los Paraísos artificiales, sin gusto por la naturaleza y que, si no la domina, desconfía de ella, la desprecia, la odia. Si ama a los animales, ama a los que lo son menos: los gatos, no a los perros. Carece de amor por los niños, Tiene el horror de lo indefinido. Es eminentemente social y sociable, Es cortesano, burgués hombre honrado, galante. El fin que persigue es la alegría de vivir. No teme a nada tanto como el aburrimiento. Posee todos los talentos, pero no posee más que talentos. Lo atormenta sin cesar el espíritu de conquista. Se daría al diablo con tal de que se le distinga. Ambicioso, glorioso, impone a las cosas su marca. Sabe componer, elegir. Se quiere libre. La coacción, venga de donde venga, lo irrita y desarrolla en él el fanatismo y el resentimiento. Es razón, inteligencia, espíritu; capaz de duda y de ironía. Su regla es el principio de identidad y el mundo de sus pensamientos, un mundo de claridad”.
“El Alemán es “profundo”, “expresionista”, preocupado siempre de captar al todo más que la parte. No se confía a las impresiones de un momento, sino espera todo de una lenta preparación de las cosas. Ama la naturaleza, se abandona a ella como a la creación de Dios. Ama a los animales -su amor por ellos es una herencia de la vieja sangre germánica- y a los niños. Tiene el sentido del infinito. Se baña en él son delicia. Su alma es un espejo del mundo. Es grave, adherido al pasado, naturalmente atento, pesado. El pedantismo es para él el escollo. Aplicado y trabajados, se confía al porvenir. Es entusiasta, benévolo, longánimo y paciente. Se remite a la intuición. Un sentimiento profundo de la unidad le permite acordar los contrarios. El mundo de sus pensamientos no es jamás un mundo cerrado. Las palabras que emplea están rodeadas como de un halo o un margen. Un Alemán habla porque piensa, decía Jacob Crimm, y sabe que ningún lenguaje igualará jamás las potencias del alma”.
Muchos de estos rasgos son exactos. Pero el profesor alemán idealiza ostensiblemente a su pueblo. Describe al alemán, como se describiría a si mismo. Guehenno no está seguro de que este sea un medio eficaz de reconciliación franco-alemana. Pero el punto que le interesa sustancialmente es el que alude el título de sus meditaciones: “Cultura europea y desnacionalización”. Gide ha escrito que “es un profundo error creer que se trabaja por la cultura europea con obras desnacionalizadas”. Guehenno no conviene con Gide en este juicio porque avanzamos “hacia un tiempo en que una gran obra de inspiración nacional será prácticamente imposible”. Pero este es ya otro debate y, en estos apuntes, no quiere preferirme sino al recíproco esfuerzo de franceses y alemanes por comprenderse.

Estilo fascista
André Tardieu ha hecho una declaración de neto estilo fascista al anunciar su confianza de permanecer en el gobierno al menos cinco años. Es el tiempo que necesita para actuar su programa y espera que, por esta sola razón, contará por ese plazo con mayoría en el congreso.
No es este el lenguaje del parlamentarismo, sobre todo en un país como Francia de tan inestables mayorías. Ha habido ministerios de larga duración; ha habido políticos como Briand que no se han despedido nunca del palacio de la presidencia del consejo sin la seguridad del regreso. Pero no se ha usado hasta hoy en Francia estos anuncios de la certidumbre y la voluntad de conservar el poder por cinco años. Todos estos ademanes pertenecen al repertorio fascista. Claro que la megalomanía de Mussolini no puede fijar a su régimen el plazo modesto de un quinquenio. Mussolini prefiere no señalarse límites o afirmar que el fascismo representa un nuevo Estado. Pero por algo se comienza. Tardieu tiene que representar la transacción entre el género fascista y el género parlamentario.
¿Cómo hará Tardieu para quedarse en el poder cinco años? Es evidente que desde hace algún tiempo, -desde antes de reemplazar a Briand en la presidencia del consejo- prepara sus elecciones. La disolución de la cámara será, probablemente, la medida a que apelará. En vísperas de las elecciones de 1924, decía que los que discernía en el país era la voluntad clara de ser gobernado y agregaba que "la dictadura es inútil con un parlamento que funciona, con un gobierno que es jefe de su mayoría Tardieu no puede creer que este parlamento y esta mayoría existan. Su esfuerzo tiene que tender a formarlos. Los medios son los que ensaya y perfecciona desde hacer algún tiempo como ministro del interior.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Farinacci

Farinacci

Farinacci ha dado su nombre, su tono y su estilo a una tensa y acre jornada de la campaña fascista. Después de catorce meses de agresiva campaña, ha dejado el puesto de secretario general del partido fascista, al cual fuera llamado cuando Mussolini, convencido de que la “variopinta” oposición del Aventino no era capaz de la insurrección, resolvió pasar a la ofensiva, inaugurando una política de rígida represión de las campañas de la prensa y de tribuna de sus muchos y muy enconados pero heterogéneos y mal concertados adversarios.

Fascista de la primera hora. Farinacci procede de la pequeña burguesía y del socialismo. Fue en 1914 uno de los disidentes socialistas que predicaron la intervención. En esta falange a la que, por diversos caminos, arribaban sindicalistas revolucionarios como Corridoni, socialistas tempestuosos como Mussolini y socialistas reformistas y parlamentarios como Bissolati, era Farinacci un milite oscuro y terciario. No lo destacaban siquiera el ánimo “ardito”, osado, ni la actitud temeraria, demagógica. Amigo y adepto del diputado Bissolati, líder de un grupo de socialistas colaboracionistas, Farinacci tenía una franca posición reformista y democrática. La guerra exaltó su temperamento y cambió su filiación. El gregario del reformismo bissolatiano se convirtió en un ardiente secuaz de Mussolini.

En el fascismo, Farinacci encontró su camino y descubrió su personalidad, que no eran, -contrariamente a lo que hasta entonces podía haberse pronosticado,- los de un pávido y mesurado funcionario social-democrático, sino los de un frenético y encendido agitador fascista. El opaco ferroviario, se sintió elegido para jugar un rol en la historia de Italia.

Fue el organizador y el animador del fascismo en la provincia de Cremona, una de las provincias septentrionales donde prendió más tempranamente el fuego mussoliniano. Esta actuación le franqueó en las elecciones de 1921 las puertas de la Cámara. Le tocó a Farinacci ser uno de los fascistas que ingresaron entonces al Parlamento para enunciar tumultuariamente, con los puños más que con los conceptos, la praxis del anti-parlamentarismo.

Desde esa época, Farinacci, se caracterizó como el más genuino representante del espíritu y la mentalidad “escuadristas” del fascismo. El “escuadrismo” es la acción directa y tundente de las guerrillas o “escuadras” de camisas negras. Es la cachiporra, es la bomba de mano, es el asalto. El período de movilización y entrenamiento del fascismo fue, como se dice en italiano, exquisitamente escuadrista. Y bien, este “escuadrismo” tiene en Farinacci su traductor y su caudillo.

La ascensión de Mussolini al poder abrió un período de desarme. El primer gabinete fascista nacía de un compromiso. Era un gabinete de coalición, en el que colaboraban con el fascismo los populares y los liberales. Mussolini debía el gobierno a la abdicación de la mayor parte de la burguesía liberal. Su retomado oportunismo tuvo, por consiguiente, que evitar todo gesto que pudiese chocar demasiado a los “railliés”. Farinacci, distanciado de la dirección del partido, se arrinconó en un extremismo intransigente, en un altruismo acérrimo. Pero su influencia no se anuló en veinticuatro horas. Al día siguiente de la marcha sobre Roma un telegrama suyo torpedeó certeramente las negociaciones en curso para conseguir que del gabinete de coalición, encabezado por el Duce, formase parte Gino Baldesi, líder reformista de la Confederación General del Trabajo.

La crisis causada por el asesinato de Matteoti restauró el prestigio de Farinacci dentro del fascismo. En los días de turbación y de desconcierto que siguieron al crimen, cuando el propio Mussolini, forzado a mostrarse sagaz y cauto, lo denunciaba como un acto estúpido y antifascista, Farinacci fue uno de los pocos fascistas que se sintieron dispuestos a justificarlo. El ex-ferroviario, -que de los lauros de la marcha a Roma se había servido para ganar fascisticamente el grado de doctor en derecho,- se ofreció a defender ante sus jueces a Amérigo Dumini, el principal acusado. Y emprendió una violentísima campaña de periódico y de comicio contra el Aventino. Los editoriales de su periódico “Cremona Nuova” amenazaban cotidianamente a los partidos del Aventino con una segunda oleada fascista. La prensa fascista, excepción hecha del altruista y delirante “Impero”, no osaba solidarizarse con el fascista cremonense, sobre cuya cabeza llovían los vituperios y los anatemas de los entonces innumerables diarios de oposición. Pero desde que el fascismo inició su contra-ofensiva -a continuación de un famoso discurso de Mussolini en la cámara, asumiendo toda la responsabilidad histórica y política de la violencia fascista y desafiando al bloque del Aventino a acusarlo categóricamente de culpabilidad en el asesinato de Matteoti,- Farinacci resultó designado fatalmente por la situación y los acontecimientos para ocupar el puesto de mando. La elección de Farinacci como secretario general del fascismo correspondió al nuevo humor escuadrista de los “camisas negras”.

Esta designación era, más aún que el discurso de Mussolini del 3 de enero, una enfática declaratoria de guerra sin cuartel. Y no de otro modo sonó en los oídos y en los ánimos de los diputados del Aventino que, en seis meses de vociferación antifascista, habían consumido su energía y perdido la oportunidad de derrocar al fascismo.

Durante más de un año, el puño y la frase crispadas del terrible ferroviario de Cremona han marcado el compás de la política fascista. Los elementos templados y discretos del fascismo han tenido que sufrir, resignadamente, durante todo este tiempo, su implacable dictadura y su pésima sintaxis. Un seco y agrio úkase de Farinacci, a poco de su asunción de la secretaría general, expulsó del fascismo, marcándolo a fuego como un traidor, a uno de los más significados entre estos elementos, Aldo Oviglio, ex-ministro de justicia del régimen fascista.

Pero un año de represión policial y de movilización escuadrista ha bastado al fascismo para liquidar al bloque del Aventino y para sentar las bases de una legislación fascista que radicalmente modifica el estatuto de Italia. Otras ofensivas escuadristas serán, sin duda, necesarias en lo porvenir. Mas, por ahora, el fascismo puede hacer reposar sus cachiporras. El juicio Matteotti ha concluido con la absolución de los responsables, y hace año y medio era para el propio Duce del fascismo un crimen nefando. En la audiencia de Chieti, Farinacci ha hecho no la defensa, sino más bien la apología, de Amerigo Dumini y de sus secuaces. Después de este último golpe de “manganello”, no le quedaba a Farinacci nada que hacer en la jefatura del fascismo donde, pasada la tempestad, su virulencia y su belicosidad habían empezado a volverse embarazantes. Farinacci en 1925 era el jefe lógico del fascismo; en 1926, su misión ha concluido. Mussolini, que, buen conocedor de la psicología de su gente, usa fórmulas solemnemente sibilinas, condensa el programa fascista para este año en estas dos palabras: silencio y trabajo. Estas palabras, según el lenguaje del “Popolo d’Italia”, definen el estilo fascista en 1926.

Los alalás de Farinacci no se compadecían con el nuevo estilo fascista. Por esto, - licenciado o no por Mussolini,- Farinacci ha dejado el comando del partido. Desde hace algún tiempo se señalaba y se comentaba su sordo disenso, su silenciosa lucha con Federzoni. El ministro del interior, con Rocco, Meraviglia, y otros, “nacionalistas”, representa el sector moderado, tradicional, derechista del fascismo. Y por el momento, esta es la gente que debe dar el tono al régimen. El escuadrismo, momentáneamente, se retira a Cremona.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Carlos Américo Amaya, 25/11/1925

La Plata, 25 de noviembre [de 1925]
Señor José Carlos Mariátegui:
Mi querido amigo:
Recibo su carta fecha 5 del cte. Estoy dispuesto a ayudarlo desde aquí en lo que pueda. A más de las Editoriales que Ud. menciona, puede dirigirse a Pedro García El Ateneo, calle Florida 371 Buenos Aires; Juan Roldán, Librería La Facultad, calle Florida 359 Buenos Aires; Jesús Menéndez, calle B. de Irigoyen 186 Buenos Aires. Ahora a La Plata puede enviar libros en consignación a las siguientes personas: Larregle y Cía., Librería Estrella, calle 51 entre 7 y 8; Martín García, Librería La Normal, calle 7 entre 55 y 56; Librería Garat, calle 7 entre 48 y 49. Estas son las más importantes de aquí. Yo me encargaré de hacerles que les rindan cuentas. Redacte un aviso de su editorial que se lo publicaremos, sin cargo, en Sagitario. Le enviaré algunas notas para Vanguardia; desde ya le advierto que mi prosa no es de combate; mis aficiones intelectuales se inclinan hacia la ciencia de Kant. Espero su ensayo sobre B. Russell. Tengo especialísimo interés de que me consiga pronto los trabajos de Valcárcel y Eugenio Garro sobre arte incásico; no deje de enviarme las fotografías de cerámica indígena.
En lo sucesivo irán 15 ejemplares de Sagitario a lo de Rego y 10 a la librería de su hermano. Ambas liquidaciones deberá reservarse Vd. Le diré al Director de Renovación que le envíe el periódico; así mismo le haré mandar Acción Universitaria.
No bien aparezca su libro envíemelo para ocuparnos de él. En la semana próxima va Sagitario. Aparecen dos notas suyas en este número. Ah, me olvidaba de una cosa. En Madrid, por cualquier asunto, puede dirigirse, en mi nombre, a Ángel Dotor, Secretario de la Editorial Mundo Latino, calle Fernando el Católico. 31,1º.
Cuando me envíe los trabajos de Valcárcel y Garro, mándeme las fotografías de ellos.
Termino esta carta desordenada.
Lo abraza muy cordialmente
Amaya

Amaya, Carlos Américo

Carta de José A. Foncueva A.,1/1928

La Habana, enero de 1927 [1928]
Al camarada José Carlos Mariátegui:
Un grupo de escritores, estudiantes y artistas revolucionarios comenzará a editar, desde el próximo día 20, una revista de arte, literatura y doctrina, cuya revista dirigiré yo.
El nombre de la nueva publicación será indoamérika y nosotros tenemos el propósito de hacer de ella una cosa buena, para ello nos es absolutamente indispensable la colaboración de la vanguardia peruana, —tal vez la primera del continente— y especialmente la de usted, como mentor ideológico de esa juventud hermana.
Enterado por Emilio Roig de los propósitos suyos de reanudar la publicación de Amauta, le brindo mi humilde auxilio tanto para conseguir colaboración, como para allegar recursos económicos. En Cuba queremos a Amauta como cosa nuestra, y es por ello que yo tengo especial empeño en ayudar a su publicación, de acuerdo con mis fuerzas.
le agradecería mucho el interés que usted se tomara por indoamérika, toda vez que su concurso será sumamente útil para lograr nuestra idea de que indoamérika sea tribuna del pensamiento izquierdista universal en esta pobre antilla, esquilmada por el caudillaje y el imperialismo.
Adjunto le envío 3 ejemplares de nuestra revista El Estudiante, cuya publicación se suspendió a raíz de un proceso del que supongo usted tendrá noticias, por un supuesto delito de conspiración para la rebelión. El Estudiante fue la primera revista que protestó en Cuba de las arbitrariedades del civilismo contra el grupo de Amauta. en las paginas 5, 12, 14 y 17, podrá usted ver nuestras protestas y votos de adhesión a la obra gigantesca de la nueva generación peruana, generación abnegada y heroica, hermana de la de aquí en la lucha por la reivindicación social y política del continente nuestro.
Finalizo, no sin antes repetirle nuestros deseos de que usted nos auxilie mandándonos colaboración de la vanguardia peruana y aprovechar la ocasión para saludar en usted a los hombres nuevos del Perú y atentamente
José A. Foncueva

Foncueva, José A.

Carta de Joaquín García Monge, 30/10/1929

San José, 30 de octubre de 1929
Sra.
Dña. Anna María Chiappe de Mariátegui
Washington izquierda 544 - 970
Lima.
Sr.
Dn. José Carlos Mariátegui.
Querido y grande amigo:
Ciertamente, casi no le he escrito a Ud., pero en el fondo, cuánto lo admiro y quiero. De ello le he dado pruebas. La más eficaz de todas es la reproducción de sus artículos; porque Ud. alecciona en el Perú, y también en América. En todas estas patrias tiene Ud. lectores devotísimos.
Lo sé muy ocupado. Yo también lo estoy muchísimo, pero a poco que me empeñe, podría escribirle a Ud. más a menudo. Sus envíos honran al Repertorio. Gracias y gracias. Ha visto que los aprovecho enseguida? Aguardo con ansia los 2 nuevos libros de que me habla. De el de Eguren no he recibido un ejemplar siquiera. Al Sr. Ravines ya le estoy mandando la revista.
Ahora está Magda Portal con nosotros. De Ud. hablamos con frecuencia y con la mayor simpatía; así como de Amauta, de sus Ensayos constructivos, y de Blanca Luz. Muy interesante la fisonomía de Blanca Luz en el dibujo de Devéscovi. Ella está ahora en México. Me placería verla llegar por acá. Magda está contenta con nosotros; ahora aguarda a Serafín. Piensan irse a Chile y tienen la ilusión de verlo a Ud. allí. De mucho hemos de hablar, mi amigo; hay tanto en qué ponerse de acuerdo. Sígame mandando sus valiosísimas colaboraciones. Amauta va bien por acá; crece. Es una revista estupenda.
Hasta luego, mi amigo, y créame devotísimo suyo.
García Monge

García Monge, Joaquín

Carta de César Vallejo, 10/12/1926

París, 10 de diciembre de 1926.
Mi querido compañero:
Agradezco a usted en lo que vale el bondadoso juicio que me envía publicado en Mundial, relativo a mi labor literaria. Varios pasajes de su cariñoso ensayo llevan tal voluntad de comprensión y logran interpretarme con tan penetrativa agilidad, que leyéndolos me he sentido como descubierto por la primera vez y como revelado en modo concluyente. Su ensayo, sobre todo, está lleno de buena voluntad y de talento. Le agradezco, querido compañero, por ambas cosas.
He recibido Amauta. Sigo con fraternal y fervorosa simpatía los trances y esfuerzos culturales de nuestra generación, a cuya cabeza está usted y están otros espíritus sinceros como el suyo. En estos días enviaré a usted con todo cariño algún trabajo para Amauta, cuyo éxito y acción renovatriz en América celebro de corazón, puesto que ella es, como usted me dice, “nuestro mensaje”. Creo que esta resonancia ha de crecer, contribuyendo así a densificar más y más la sana inspiración peruana de nuestra acción ante el continente y ante el mundo.
Próximamente le escribiré acerca del libro que me pide para la Editorial Minerva. Pueda ser que ese libro esté listo muy en breve.
Un afectuoso saludo para todos los buenos amigos de Amauta y para usted un estrecho abrazo de su devoto compañero.
César Vallejo

Vallejo, César

Carta de J. Alberto Cuentas Zavala, 11/12/1926

Arequipa, 11 de diciembre de 1926
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Apreciado señor:
Los espíritus que vivimos en Provincias, alejados de los triunfos de la Capital y recogidos en el silencio secular de estas comarcas andinas, sólo nos congratulamos cuando hay una voz de alerta que sacude nuestra conciencia adormilada por las nostalgias de la raza y del ambiente. Y esta voz de alerta es la Revista Amauta que está bajo su dirección, con verdadero acierto y auscultando la voz del Mundo para orientar este país hacia el verdadero camino del triunfo libertario. Tal vez, en nosotros los soldados de este lado de los Andes, no encontrará, sino el aplauso a todo lo nuevo y a la nueva sensibilidad, que el suscrito sigue y vislumbra en U. no sólo al camarada, sino también de luchas en el periodismo de esta Nación, llamada Perú.
Escribía U. en El Tiempo y yo en El Eco de Puno. Desde estas columnas lo defendí ante el público de mi tierra natal de los ataques del militarismo, cuyo editorial le envío, no como presunción literaria, sino como el ultraje recordado y ya famoso en los anales de Lima periodística. Yo soy puneño. Y algo de su liberalidad y de su ambiente me acompaña a través de tantas luchas y decepciones. Sufrí el peso de la burocracia universitaria de San Marcos. Combatí sus errores, sus pasiones y su arcaísmo y espíritu antañón. Y los neófitos, me atacaron diciendo que conspiraba contra la autonomía Universitaria, como si autonomía significase reservar podredumbres anquilosadas de ese Instituto. Yo amigo, amigo de luchas y de ideales, aunque no seamos protocolarios, gusto de combatir las aguas estancadas y los arroyos putrefactos, y mucho más cuando esas aguas y arroyos llevan barquichuelos de papel estraza. Y esto había sido un error para los triunfos. Me atacaron también de Gobiernista, porque no seguí al rebaño seudo aristocrático de la Capital que macaneaba en las tribunas de la Universidad y en los tabladillos populares, como histriones de un Circo funambulesco que no tenía ni el chiste ni la gracia de nuestros verdaderos histriones políticos. Pero el Gobiernista no usufructuó ningún empleo de Gobierno, ni le dieron ninguna prebenda palaciega. Hasta ahora, en veintiocho años de vida de crecimiento no conozco el Presupuesto de Perú, ni sé qué aroma tendrán sus cheques circulares. Sin embargo mis contrincantes universitarios, que en ese entonces anatemizaban y calificaban a Leguía de tirano vulgar y vociferaban a calles y plazas en contra de su dictadura, al presente lucen la librea de diplomáticos en casi todas las ciudades de Extrangeris y son otros la canilla que sustenta el chaqué del Ministerio de Relaciones Exteriores. Figúrese, amigo estimado, qué diferentes son los planos de la vida, y si podemos esperar de estos sochantres una buena orquesta para la Regeneración del Perú. Muchos periódicos me cerraron las puertas y hubo UNO que siendo redactor —cuyo nombre dejo en silencio pero que lo diré muy alto en lo futuro— me despidió en nombre de su ancestral civilismo. Y ahora ese mismo periódico no halla la forma de halagar al mandatario peruano, sacándole en fotograbados en toda forma y calificándole de EL TRIUNFADOR: Vea como son las cosas de esa Capital.
No iré a Lima hasta que no lleve publicados mis libros: Cuentos Andinos cuyo prólogo me lo ha hecho mi estimado amigo Percy Gibson; Conferencias, prólogo del íntegro Mostajo; Versos cuyo Prólogo a U. solicito; Crónicas y Repiques; La Crisis Universitaria, en cuyo folleto dejaré para el porvenir algunas revelaciones definitivas sobre la conciencia de Nuestra vieja Universidad, como le llaman sus adoradores. Todo esto no se hace por falta de dinero. Pero vendrá.
Le envío algunos versos míos de mi libro ESTRELLAS para que leyéndolos me haga el bien de enviarme un prólogo para ellos. Esto será grato para mí y orgullo legítimo para quien busca seguir el ideal. Dicho libro se editará en la editorial Titicaca, porque pensamos hacer de ella, los jóvenes de Puno nuevo, el centro de nuestras operaciones para el porvenir. Tengo otros versos más, pero los motivos aunque diferentes se enlazan todos ellos con la factura con los enviados, pero si U. cree conveniente leerlos todos, se los enviaré. Escríbame a Arequipa 114, Puente Bolognesi.
J. Alberto Cuentas Z.

Cuentas Zavala, J. Alberto

Carta de Alberto Hidalgo, 19/12/1925

Buenos Aires, 19 de diciembre de 1925
Mi querido Mariátegui:
Enrique Bustamante, al pasar por aquí, me ha dado sus encargos. Le agradezco, pues, sus recuerdos. Yo también le recuerdo a Ud. a menudo. Con Pettoruti hablamos con frecuencia de Ud. Él también le estima mucho.
Bustamante debe escribirle respecto al canje de libros con editoriales de aquí. Yo le he puesto en contacto con la Agencia de Librerías, la única casa seria y responsable que hay en Buenos Aires.
En cuanto a su pedido de que le mande un libro para su editorial, le digo que no tengo inconveniente. Precisamente, me cae esta proposición en momentos en que dejo terminado un volumen y ya me alistaba para darlo a prensas: Los sapos y otras personas. Son cuentos. Siendo míos, Ud. sabe que tienen que ser muy buenos... Esperaré a que venga su respuesta para saber a qué atenerme. Yo sospecho que en el negocio que ha emprendido Ud., la dosis de lirismo lo es casi todo y el afán de lucro no existe ni puede existir. Estoy dispuesto, pues, a ayudarles. Así, no me interesa mayormente el factor económico, sino éste: que el libro salga inmediatamente. Tengo cuatro libros listos casi para publicarlos el año 1926, y por eso me urge darle cuanto antes éste a fin de apremiar algo su aparición. Contésteme, pues, pronto. Si está en condiciones de publicar mi libro a más tardar en marzo, le mandaré los originales a vuelta de correo. Además: cien ejemplares para mí, es decir para regalarlos a mis amigos.
A otra cosa: hace tiempo que no sé nada de Ud. en cosas de letras. ¿Qué hace Ud.? ¿Versos? ¿Novelas? ¿Ensayos? Mándeme cuanto haya hecho. Ud. ya sabe cuánto creo yo en su talento y en su temperamento.
Si no ha bostezado Ud. ya mis libros, dígame cuáles querría que le anestesiasen, para enviárselos.
Mi dirección es esta: Ventura Bosch N° 6740.
Un abrazo muy fuerte, muy fuerte.
Alberto Hidalgo

Hidalgo, Alberto

Tarjeta Postal de Victoria Vargas, 12/2/1927

Cuzco, 12 de febrero de 1927
Sr.
José Carlos Mariátegui
Lima
Sin conocerle personalmente, pero sí espiritualmente, le saluda y agradece infinito, todo el bien, que me ha proporcionado, con su valiosa presentación, en una gira artística.
Su amiga y S.S.
Victoria Vargas S.

Vargas, Victoria

Carta de Juan Mantovani, 5/5/1927

Bueno Aires mayo 5, 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima.
Estimado Señor.
El amigo Gabriel del Mazo le enviará algunos ejemplares de los números 1 y 2 de este año de "Nueva Era", órgano de la Sección Argentina de la Liga Internacional de la nueva Educación. En el número de abril último, se publica una carta de su compatriota Víctor Raúl Haya de la Torre.
Los pocos compañeros que formamos "Nueva Era", conocemos los prestigios de Ud. como intelectual y revolucionario, a través de sus frecuentes publicaciones de "Amauta", y por su libro "Escena Contemporánea" muy difundido entre nosotros.
Fácilmente se explicará Ud. el interés especial que tenemos en publicar en "Nueva Era" algunas páginas suyas, su fuera posible con un tema educacional o que tenga relaciones con la educación nueva.
Conociendo la amistad que une a Ud. con Haya de la Torre y con Gabriel del Mazo, ambos amigos míos también, a quiénes les dispenso los mejores afectos, me he permitido dirigirle estas líneas a nombre de todo el pequeño grupo de compañeros que en "Nueva Era" trabaja por propagar ideales y prácticas de una nueva educación en consonancia con los nuevos tiempos.
Saludo a Ud. con el mayor aprecio y consideración.
Juan Montovani
Calle Bustamante 313
2 Piso. F
Buenos Aires

Montovani, Juan

Carta de Waldo Frank, 27/2/1929

Croton on Hudson, N.Y., 27 de febrero de 1929

Dear Brother Mariátegui,

I have just received your letter of Dec. 10, although illness has so far prevented me from seeing Malanca —whom, however, I hope to have lunch with in New York, next Friday. Doubtless, in the meantime, you have received a letter from me, about your Siete Ensayos, your generous note on Virgin Spain, and the possibility of my being in Lima, next year. I hope I shall have word from you soon, about all these matters.
Meantime, there is a specific question I wish to ask your help in. I am from now on, going to do what I can to introduce American literature and art into North America. I am, for instance, going to edit an anthology of Argentinian Tales. I want, as well, to edit a volume of Inca Tales, or of Tales from Peru. This book will be published by Doubleday Doran one of our best houses —with an introduction by me (unless you would care to write it), and with reproductions of a few of those magnificent works of Peruvian Art, which I have been admiring all long in Amauta. Do you think you could help me in this task—the making of a beautiful Peruvian book, as a means of introducing the real Peru to the north American public?
If so, may I ask you to send me whatever stories or collections of stories by various authors (dead or alive) deal with Peruvian or Inca life? Whatever expense there is attached to this, I shall of course gladly pay. I do hope you will cooperate with me in this project.
I have just been reading (following your book) Haya Delatorre’s Emancipación de América Latina. If you write to him, please convey to him my deepest admiration and respect: tell him that I am with him, heart and soul, in his great movement.
I don’t have to tell you, brother, that I am, heart and soul, with you.
yours, ever
Waldo Frank

PERMANENT ADDRESS: 173 Riverside Drive, New York
Cable Address: KNARF NEWYORK

P. S. If there are enough good stories of Inca life —ancient + modern, I would call the book Inca Tales. If not, we could include others -preferably tales of the people. One or two stories about the town life —Lima, Callao, Cuzco— might also be added. I will pay for all books sent me - + also for the use of stories by living authors.

Frank, Waldo

Carta de Enrique López Albújar,8/4/1928

Piura, 8 de abril de 1928
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Lima
Muy apreciado compañero y amigo:
El presupuesto de impresión que le pedí y que Ud. me indica en su apreciable carta del 16 de marzo último, no tiene ya objeto, pues he comenzado a hacer la edición de mi novela aquí. He tenido que ceñirme a la cantidad de dinero de que puedo disponer, unas 70 libras que el Municipio piurano, en una hora de mecenismo, ha querido obsequiarme con tal fin.
La edición va a ser muy modesta. Su presentación ante el público capitalino va a ser igual a la de nuestras provincianas cuando se presentan en Mercaderes con sus trajecitos de confección lugareña. ¡Qué hacer! La sábana no ha dado para más. Pero lo del traje no me interesa, porque el lujo sería para peor, como dicen por acá, si la obra fracasara, que todo puede ser. La seguridad que tuve en el éxito de Cuentos Andinos no la tengo hoy con Matalaché. Y la razón es muy clara. Los cuentos por ser tales y por su novedad se defendían solos; bajaban de los Andes con el ímpetu de esos huaicos que van en pos de llanura y espacio; tenían la fuerza de su personalidad, inconfundible con la de cualesquiera otros. Y esto era ya bastante. A Matalaché temo que no le pase lo mismo. La novela es original. Ya lo creo, y hay en ella algo de la pujanza de mis cuentos; pero su asunto es inactual, de retroceso. Por eso voy a calificarla yo mismo de novela retaguardista, ya que en estos momentos el intelectualismo juvenil exige que toda producción literaria sea un salto hacia adelante y no hacia atrás. atrás. Todo esto lo he tenido presente cuando me puse a escribir Matalaché, y, sin embargo, opté por volver los ojos al pasado, a nuestro pasado provinciano, digno en mi concepto de ser llevado al libro en cualquier forma artística.
Desde este punto de vista, mi libro, estoy seguro, no le va a gustar a Ud. y a los espíritus libérrimos como el suyo. Pero es que yo también me debo a mi época y no creo que por afán de modernismo la traicione. Yo pertenezco, como Ud. ya me lo ha dicho, a la Vieja Guardia de la literatura activa del país, y naturalmente mis métodos y maneras y gustos y disciplinas tienen que estar saturados de espíritu retaguardista. Lo que no quiere decir que sea derechista en esto como en las demás actividades del pensamiento. Nací y crecí izquierdista y, a pesar de la toga, sigo siéndolo. El juez no ha matado al escritor, ni podrá matarlo nunca; ni la ley registrada en los códigos ha secado mi inspiración.
Y lo más curioso de mi novela es que la he hecho sin quererlo, a pesar mío. La comencé como cuento y acabó en novela. La evocación pudo más en mí. Es que en provincias se vive más del pasado que del presente. Por lo mismo que no tenemos delante de los ojos grandes cosas que ver y todo es mediocre hasta el aburrimiento, el alma del artista se repliega para huir y saltar hacia atrás, a la idealidad, al romanticismo, a ese romanticismo que hay en todo hombre, llámese Napoleón, Hugo, Wilson o Trotski.
Ya al tercer capítulo me enamoré del asunto y me lancé en el camino peligroso de la novelación. El asunto se prestaba. ¿Por qué no comenzar por el pasado para después llegar al presente? ¿De ese pasado qué es lo que sabemos? ¿Lo dicho en algunos libros nuestros? Pero todo eso es pobre. Nuestros literatos, fuera de Palma, no han hecho más que fantasear sobre él. Pero la verdad, su verdad, todavía yace escondida en los archivos y en las tradiciones populares. Este ha sido uno de los propósitos que me han ido empujando en esta novela. Historiar en forma novelesca el pasado nuestro.
Y dentro de este propósito está el estudio sicológico de la cuestión afroperuana, digna de estudiarse por nuestros hombres de arte y ciencia. Hagámosle con esto dúo al indigenismo. Frente al indio pongamos al negro, al zambo, al cholo, al mestizo en una palabra. Si el indio es la base de nuestra población, el mestizo es la base de nuestra nacionalidad. Y Matalaché en mi novela no viene a ser sino el símbolo de ese mestizo, buscado y tratado en su origen, para seguirlo después hasta el momento actual, que es lo que me propongo en dos novelas más. En la segunda el héroe de la novela será el hijo de Matalaché; en la tercera, los nietos.
Proyecto desde luego, porque no estoy seguro de realizarlo, pues me urge continuar una novela serrana que tengo principiada y que titularé Los derechos del amo, de ambiente huanuqueño. Esto, si el ácido úrico me lo permite, pues los años todavía no me pesan.
Por el capítulo que le remito apreciará Ud. el tono de la obra. Ojalá que no lo desilusione y lo mantenga en la idea de tomarme a firme para la Sociedad Editora Amauta algunos ejemplares, cuyo valor le dejaría para acciones de esa Sociedad.
Cuando llegue el momento le enviaré también alguna cantidad de ejemplares para propaganda.
La novela estará lista en los primeros días de junio. Va despacio, pues no hay tipo suficiente para editarla rápidamente. Hay que distribuir el tipo de un pliego para el otro. Y este retardo se aumenta con la imposibilidad de atender la corrección de pruebas en cualquier momento, pues el despacho judicial me embarga en las horas que esa corrección más me necesita.
Muy afectuosamente lo saluda su amigo y devoto compañero.
E. López Albújar

López Albújar, Enrique

Carta de Gabriel C. del Mazo, 9/4/1928

Buenos Aires, 9 de abril de 1928

Señor José Carlos Mariátegui
Lima. Perú

Mi estimado amigo:
He leído su sustancioso comentario sobre La Reforma Universitaria en el N° 12 de Amauta. Eso es bueno y promete más aún, pero será incompleto, porque, como usted me dice, está hecho sobre un material de información incompleto. Por eso me apresuro a enviarle los tomos que le faltan de la compilación documental por si se hubieran extraviado los de la remesa anterior. Su trabajo será aquí muy útil: usted tiene autoridad y, además, es hombre de fuera. El Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas (la vanguardia, este año, en la federación universitaria) piensa publicarlo en folleto, completando una serie en la que figuran trabajos de Márquez Miranda, González, Haya de la Torre y alguno mío. Me piden los estudiantes que le exprese a usted sus deseos y como descuentan su autorización, esperan les diga si desea completarlo o revisarlo previamente.
Hasta su contestación, me despido con el mayor afecto.
Gabriel C. del Mazo.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Lucas Oyague, 22/11/1928

Cuzco, 22 de noviembre de 1928
Señor José Carlos Mariátegui.-
Lima.
Mi querido e inolvidable José Carlos:
Tengo que comenzar por agradecerle el generoso envío de su carta y su libro. Si fuera usted un frívolo lo felicitaría por los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. Pero no. Hay que felicitar al Perú, de que en estos momentos en que se van rifando todas las conciencias, se hace vil mercadería delas ideas y del intelectualismo, permanezca usted como el baluarte de la fe en mejor vida con pureza, que no todo se consigue de las arcas fiscales ni mendigando favores de los señores del poder. ya sea poder político o poder económico.
Si el Perú se salva de este naufragio es porque hay el hombre justo, es porque está usted. Yo lo puedo decir eso mejor que nadie. Y de ahí que en cuanta ocasión se me presenta por estos territorios donde no faltan tipos que pretenden opacar nobles figuras buscando como los perros los muladares y rastreando de los cementerios cosas muertas por pretéritas, yo grité como hay en Lima una figura cuya claridad espiritual y cuyo ejemplar camino por la vida, debe ser imitado.
Cada día, en todo momento me siento como nadie, cerca muy cerca de usted. Como han pasado los años. "El Tiempo". "La Razón". Europa. La exposición de don Pedro de Aliaga. "Información", luego la tragedia. Sin embargo no todo es dolor en la vida. Comenzando por la identificada comprensión de su hogar, cosa difícil de hallarse siempre, hasta el respeto que se me tiene en los puestos adversos como la admiración general a su vida y a su obra, significa querido José Carlos, que no se ha arado en el mar.-
Le doy las gracias por la nota que a puesto a favor de Luis Velasco Aragón. Eso es la sintétis de todo el artículo extenso. La nota refleja el espíritu del escrito que era lo que se quería.
El nuevo formato de "Amauta" es mucho más conveniente y permite coleccionar tan interesante revista histórica en forma muy manuable. El precio ha resistido un poco a las gentes, pero con la propaganda que estoy haciendo en "El Comercio" se va ganando el recelo del público.
Hoy no ha llegado mantequilla del valle, pero para el próximo correo le haré una remesa para mi compadre Sandro, que seguramente no me olvidará. Hoy le envío una libras de chocolate.
Ruegole presente a la señora Anita mis más afectuosos saludos y usted reciba un emocionado abrazo de su viejo amigo que siempre lo recuerda.
Lucas Oyague

Oyague, Lucas

Carta de César Falcón, 10/10/1926

26, Bellevue Road,
west Ealing,
London, W,13.
10 de octubre de 1926
Querido José Carlos:
Te mando ahora la segunda circular sobre el semanario. Es un pliego particular, sólo para nuestros compañeros de redacción. En él, como verás, están expresamente definidos el carácter de las informaciones y la calidad de las colaboraciones y, por ende, la índole del periódico.
Por cuanto te he dicho antes sabes ya como no se trata de un periódico con finalidad en él mismo, sino de un medio de organización. A nuestros hombres no hay manera de coligarlos en un partido orgánico y es necesario, por esto, buscar un medio de organización indirecta. El periódico me parece el mejor. Estoy redactando el plan completo, con detalles y propósitos hasta constituirlo en algo como una institución política, y te mandaré una copia cuando lo termine para informarte así cabalmente de la extensión del proyecto. En síntesis es como te he dicho ya.
Palmiro y mi madre me han anunciado la próxima salida de tu semanario. Espero noticias tuyas. Esto me interesa mucho, porque en el plan de Historia Nueva entra el intento de un acuerdo, o de una federación si es posible, de los periódicos afines.
Historia Nueva tiene ya redactores y colabora­dores en todos los países hispanoamericanos. Estarnos organizando ahora América. Después organizaremos España. En estos días estoy enviando las primeras circulares de anuncio a los periódicos. Luego enviaremos carteles a las librerías y puestos de venta. El reclamo es una de nuestras primeras preocupaciones. Yo he estado enfermo las dos últimas semanas y no he podido, por esto, seguir los trabajos con la actividad debida. Pero ahora me voy a dedicar enérgicamente a ellos.
No me escribes desde hace un año. Esta es la cuarta o quinta carta mía. Te repito un ruego antiguo: escríbeme pronto y con frecuencia.
Aquí seguimos bien. Mi hijo continúa creciendo, engordando y sonriendo. Mi mujer está ya muy repuesta. Recibe muchos cariñosos saludos de ambos y los nuestros para Anita y tus niños. Te abraza fraternalmente
César

Falcón, César

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