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Descripción archivística
Fondo José Carlos Mariátegui José Carlos Mariátegui La Chira Con objetos digitales
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Tarjeta Postal de Norka Rouskaya, s.f

New Orleans,
De New Orleans un cariñoso saludo al fino amigo, agradeciéndole anunciara en los periódicos mi próxima venida en ésa.
Norka Rouskaya
Escríbeme en la Habana Hotel Telégrafo.

Rouskaya, Norka

Carta de Amalia La Chira, 8/5/1925

Lima, mayo 8 de 1925

Querida hijita de mi corazón:

Hoy he tenido el gusto de recibir tu cariñosita del 27 próximo parada, después de tantos días de ansiedad, mucho me alegra la buena salud de Uds.

Apena tuvimos noticias de los cambios que tuvieron lugar el 30 y José le dio una carta a Antonio el día 1 para el Sr. Piedra recomendándole el asunto, Antonio no le entregó la carta a este señor inmediatamente sino ayer por razón que no lo encontraba en su oficina. El Sr. Piedra ha atendido bien a Antonio pero todavía no se sabe nada hasta el lunes o martes, mucho ruego al corazón de Jesús este asunto tan trascendental.

El mismo día que supimos los cambios yo te hice un telegrama y Antonio y Antonia otro avisándote, supongo que los habrás recibido, pero como no ha contestado nada, hoy te he puesto otro telegrama en el mismo sentido. No conviene que tu te muevas de allí, esperaremos el resultado de la gestión y yo te haré enseguida un telegrama, no te desesperes.

Además, te pregunto en el telegrama si has recibido las 15 Lp. que el E.M ordenó te entregará el [***] fuera de las 10Lp que habías recibido. Este dinero dice Antonio que es de marzo y está por cobrar abril, si es así está bien.

Con respecto a lo de Anita, hay exageración, ella tiene su carácter violento y déspota, pero me consta que a Antonio lo ha tratado y lo trata bien y con muchas atenciones, nunca le ha faltado nada en casa desde, desde el desayuno hasta la cama. Si el se queja, es falso o no le habrá gustado nuestra comida, a nosotras nos dijo que estaba destacado en el Callao; pero nunca ha dicho que estaba abandonado en el hotel.

Recibí tu telegrama donde me dices haber recibido también la contestación de mi telegrama, que te hice con respuesta pagada, solamente que vino muy tarde.

Las cucharitas te las guardo como tú me dices.

Los puños todavía no salen, hay que tener paciencia, vamos a ver si San Antonio nos hace el milagro.

Muy pronto iré hacerle una visita a la familia de la Sra. Carmen a quien le haces presente mis cariñosa presentes, pues le tengo gran estimación y cariño al saber las atenciones que Uds. reciben de ella, y este mismo también por el Sr. Oré, así pues que a ambos las saludarás en mi nombre y les ofrezco mis inútiles servicios, en fin tú verás como les dices.

Tengo gusto que mis hijitas ya estén matriculadas que no pierdan tiempo mientras se resuelve este asunto que yo creo que será favorable dada las circunstancias de los influjos que se hacen y de la fe, ruega que tengo en mi "Sagrado Corazón de Jesús" a quien le estoy haciendo repetidas triduos y le he apreciado un milagro, espero que tú también le harás triduos reverentes; por que es el único que más concede la felicidad.

Te diré que la salud de José hoy es buena, tiene siempre la tos más lenta; pero es por el trabajo constante, está en el proyecto de poner un amanuense.

Con respecto a Pancho te diré que como la crianza que tú le dabas era distinta, el muchacho estaba más educado, obediente y respetuoso, hoy por el contrario es altanero, respondón y desobediente, a nadie saluda y menos a mí, y cuando se encapricha nadie lo [...], pero no toca nada y menos dinero, algo de comer sí; porque es muchacho y a veces no siempre. Lo que me da pena es que no le enseñan a leer ni a escribir ni a rezar para todo tiene tiempo menos para eso; tú dirás que yo porque no me ocupo de eso, ya lo he hecho, pero el muchacho no me obedece en primer lugar y en segundo lugar que ella apenas ve que yo lo ocupa, lo llama con tanto imperio que no lo deja un instante que esté conmigo y porque ella quiere manejar a todos como si fuese un regimiento. Tú tienes derecho en el muchacho y lo recogerás en cualquier momento. Antonio les dijo en la mesa en momentos que ella se quejaba del muchacho que tenía, orden tuya para entregárselo a Julia y entonces se quedó en [...], porque ella ve la falta que le hace el muchacho y nada le compra.

El domingo que entré a ver al niño me dijo que había recibido una carta tuya y estaba contento.

Mayo 9. Acabo de recibir una carta tuya del 5 de las corrientes, con la rapidez que ha llegado, Antonio está en casa con nosotros y todos nos hemos alarmado al ver tu resolución de venirte: en el acto te ha hecho Antonio un telegrama para que no te muevas y espero la resolución del acuerdo del martes que se te comunicará enseguida.

Ten calma hijita mía, no te desesperes, espera en Dios y confía en él. nosotros le ayudamos a Antonio.

Con un estrechísimo abrazo te despide tu madre que te ama y te bendice.

Amalia

Recibí la cartita de Amalita y dales mil besitos a mis hijitas.

La Chira Vallejos, Amalia

Carta de Luigi Rusca, 16/10/1926

Milano(5). 16 ottobre 1926
Corso Italia, 10

Egregio Signor Palmiro Macchiavello
Génova

Rispondo con un po'di ritardi alla Sua cortese lettera perché fui lunge tempoassente da Milano. Riceveme tempo addietre un articolo del signor Mariategui. Mi permetta pero di dirle, con tutta franchezza, che peiché egli ci chiede un compenso de 5 sterline, trattandosi di un articoletto di non più di 8 cartelle effecttive di dattiloscritto, illustrato da 6 fotografie, ci sembra un po' caruccio o, almeno, superiore alle nostre possibilità. Ella che é in rapporti cordiali coll'autore gli devrebbe direse corrispondengogli un conpenso di 400 lire, che rappresenterebbe già per noi una cifra notevolo, egli potrebbe por dichiararsi soddisfatto. In case contrario devrei, con mio rincrescimento, rinunziare alla sua collaborazione.

Pensi che la nostra Rivista —come del resto tutte le iniziative del Touring— devono contare unicamente sui preventi naturali, no avendo alcun sussidio dal Governo, da Enti o a privati.

Le sarò grato se Ella verrà farmi conoscere qualcosa e chiedendole venia per il disturbo che Le arresco, La prego di credermi cei migliori sentimenti,

IL REDATORE CAPO DELLA RIVISTA
L. Rusca

Rusca, Luigi

Carta de Alberto Gerchunoff, 11/8/1927

Buenos Aires, 11 de agosto de 1927

Señor Don Fernán Cisneros

Distinguido señor:

Me pongo completamente a sus órdenes para la compañía en favor de Amauta. No confío mucho en el alumbramiento del gobierno del señor Leguía, a quien lógicamente tiene que molestar la acción de un hombre libre como Mariátegui. El señor Leguía, como buen dictador de tipo americano, no puede comprender ni [xxx] la obra de Mariátegui. Si la comprendiera no sería lo que es, es decir, un pobre diablo [xxx]. No quiero denominarlo, desde luego.

Aberto Gerchunoff

Gerchunoff, Alberto

Carta de Enrique Medez Calzada, 11/8/1927

Buenos Aires, 11 de agosto de 1927

Sr.
D. Fernán Cisneros (hijo)
Ciudad.

Colega y amigo:

Contesto a su atenta de anteayer.
No he tenido oportunidad de leer muy asiduamente la revista "Amauta". Eso sí: cuando he tenido a mano algún número, lo he leído con el más vivo interés. He podido así formarme la idea de que era —o es— una de las mejores publicaciones de la América española en su género, esto es, como revista de vanguardia literaria y como órgano de discusión y de difusión de los nuevos hechos y de las nuevas ideas. Lo poco que yo sé acerca del actual movimiento literario peruano, lo sé por "Amauta", publicación que honraría a cualquier país culto y que, sin duda alguna, ha hecho mucho bien al Perú fuera del Perú. Deben ser muchos, efectivamente, los escritores argentinos y de otros países de la América española que se encuentran en mi caso.

Añadiré que mi simpatía por la personalidad y mi interés por la obra de Mariátegui no son de hoy. Lo que de él he leído, —y particularmente las correspondencias europeas que recopiló en "La escena contemporánea",— me ha llevado a la convicción de que el fundador y director de "Amauta" es uno de los escritores americanos que más cabalmente saben comprender e interpretar las inquietudes que en lo social como en lo estético, en lo económico como en lo político, agitan la conciencia de la Humanidad actual.

Le estrecha la mano su afectísima.

Enrique Méndez Calzada

Méndez Calzada, Enrique