Item 1916-03-17 - Carta a Artemia G. de Falcón, 17/3/1916

Original Objeto digital not accessible

Área de identidad

Código de referencia

PE PEAJCM CF-F-05-01-01-1916-03-17

Título

Carta a Artemia G. de Falcón, 17/3/1916

Fecha(s)

  • 1916-03-17 (Creación)

Nivel de descripción

Item

Volumen y soporte

2 hojas (21,4 x 27,2 cm). Soporte papel.

Área de contexto

Nombre del productor

(1892 - 1970)

Historia biográfica

Escritor y periodista peruano, tuvo también la nacionalidad española y mexicana. Fue amigo de José Carlos Mariátegui, con quien fundó y dirigió el semanario Nuestra Época y el periódico La Razón. Este último se convirtió en una voz representativa de las demandas de la clase obrera en 1919. Sin embargo, debido a la dictadura de Augusto B. Leguía, fueron enviados como agentes de propaganda a Europa, una especie de deportación disimulada. De esta manera, inicia así una larga trayectoria periodística que abarcó países como España, Inglaterra, Francia, Estados Unidos y México. En España, se convirtió en un activo militante del Partido Comunista de España durante la década de 1930, hasta el final de la guerra civil española.

Institución archivística

Historia archivística

Origen del ingreso o transferencia

Área de contenido y estructura

Alcance y contenido

Huánuco, 17 de marzo de 1916

Señora doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Ayer he recordado a Teresita con mucho cariño. La penuria monetaria en que me encuentro no me ha permitido hacerle un telegrama de felicitación, siquiera bésala en mi nombre.

El día por otra parte, se me presentó fatal. Lo primero que leí al entrar a mi oficina fue tu telegrama, anunciándome el nombramiento de mi reemplazo. No creas que me disgustó. He tenido una gran satisfacción. […] fecha que asociaba salir, mas que de esta tierra insulsa, del maldito puesto este, causa de muchos sin sabores para mí: una sola cosa me ha herido hondamente, el procedimiento que han empleado para sacarme. Yo nunca manifesté deseo de conservar destino tan antipático. Por el contrario, ya de anterior oportunidad hice renuncia de el y entonces se negaron a aceptarla con un jesuitismo y un engañoso afecto, que si antes pudo darme pena y decidirme a permanecer aquí, hoy me provoca nauseas. La vilesa de esta gente es inconcebible. Me han acechado en la sombra para asestarme el golpe certeramente. Yo nunca lo merecí. Eran muy dueños de quererme o no, pero estaban obligados a decírmelo. El puesto, a ti te hablo con el corazón en mis palabras, no me importa, lo respeto. Gustoso lo habría dejado en cualquier momento. [...] Solo he pedido consecuencia y lealtad para quien, como yo, siempre las tuvo para ellos. Si yo no tenía ningún problema para renunciar ¿Por qué han maniobrado a mi espalda sorpresivamente? Algunos detalles me delataron el juego con anticipación. No quise decir nada; no lo diré ahora tampoco. Es más digno desprecia a los que de tal manera proceden. Solo espero que comuniquen oficialmente mi destitución, para entregar el cargo y marcharme. Tal vez cuando esta se halle en tus manos, yo habré emprendido viaje. Cuanto antes mejor. Necesito salir de este ambiente de miseria, de bilis nauseabundo y emponzoñado, que en envenena mi espíritu.

Hasta este instante no tengo más notocia de mi separación que tu telegrama. Lo agradezco muy sinceramente. Tú, lo supongo, debes alegrarte también de mi salida de aquí. Puede que me sea salvador.

Tengo fundadas sospechas de que el Dr. Durand no ha tenido participación en este acto. Lo comprobaré en Lima. Por ahora, mi desprecio todo, altivo y grave, es para este imbécil del Prefecto, a quien por despreciarlo más, no diré una sílaba al respecto y de que ni siquiera me despediré al partir. Me daría asco estrechar la mano.

Perdona que te haya hablado con tan agrio tono. Era preciso que dijera a alguien mi indignación y a nadie como a ti madre mía, a quien puedo hablar sin temor y con franqueza. Mas te diré cuando llegue. Aquí por ahora, sonrío a todos y guardo muy bien de enseñar a mi conciencia.

Saluda con mucho cariño a mis hermanos y a Juan. Recibe un abrazo de tu hijo.

César.

Valorización, destrucción y programación

Acumulaciones

Sistema de arreglo

Área de condiciones de acceso y uso

Condiciones de acceso

El Archivo José Carlos Mariátegui no es el titular de los derechos de autor de los textos que componen dicho fondo. Por lo tanto, para uso de divulgación y/o publicación tendrá que solicitarse el permiso ante quien corresponda.

Condiciones

Idioma del material

  • español latinoamericano

Escritura del material

Notas sobre las lenguas y escrituras

Características físicas y requisitos técnicos

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Existencia y localización de originales

El documento original se encuentra custodiado por el Archivo José Carlos Mariátegui.

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Identificador de la descripción

Identificador de la institución

PE AJMC

Reglas y/o convenciones usadas

Estado de elaboración

Final

Nivel de detalle

Completo

Fechas de creación revisión eliminación

2023-03-28

Idioma(s)

  • español

Escritura(s)

Fuentes

Nota del archivista

Descripción realizada por Ana Torres.

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