Carta a Artemia G de Falcón, 17/7/1923
- PE PEAJCM CF-F-05-01-01-1923-07-30
- Item
- 1923-07-17
Parte deCésar Falcón (Fondo)
Madrid - Trafalgar, 36
Querida madre:
Tu última carta, —no puedo decirte de que feliz, porque no la tiene— me ha dejado ansioso por conocer el resultado de tus gestiones sobre mis pasajes. Yo no tengo hasta ahora la menor noticia. Mariátegui me cuenta su encuentro contigo en el ministerio, me explica su intervención y me insinúa la sospecha de que Salomón no nos atienda tanto como lo hace creer. Dice que sus pasajes se los enviaron debido a una orden del propio Leguía, con quien habló su madre. Yo creo que los míos no estarán ya lejanos. Tú debes saberlo mejor que yo, puesto que ya no recibo más noticias sobre ellos que las tuyas.
Con verdadero dolor he leído la descripción que me haces de tu miseria. Yo no estoy en mejores condiciones. Todavía no he logrado meterme en un sitio seguro. Las gestiones que hago no han tenido éxito aún. Espero en septiembre conseguir algo. La imposibilidad de ayudarte en estos momentos aumenta mi contrariedad. No tengo ahora más expectativa que los pasajes. Y ya te he dicho como los compartiré contigo. Supongo que tú estarás haciendo todo lo que sea necesario para que me los envíen de una vez.
Hoy le escrito a Mariátegui recomendándole nuevamente el empleo para Humberto. En su última carta me dice que Lorente no ha podido colocarlo todavía, porque le han reducido mucho el presupuesto de salubridad. Pero que se ha comprometido a hacerlo lo más pronto posible. Aunque no tengo muchas esperanzas, le dijo que hable él otra vez.
Te repito que, si todavía no han ordenado la entrega de mis pasajes, procures transmitan la orden a Génova. Esto sería lo más favorable, pues el cónsul es muy buen amigo mío.
Si arreglas algo con Óscar Miro Quesada, dímelo enseguida para mandar artículos. En todo caso, que te paguen los publicaciones. Confirmo enviando a Mundial los dos mensuales. Mándame los números en que se publiquen.
Me parece que con el dinero que te envíe cuando reciba los pasajes podrás salir de apuros y después con el trabajo de mis hermanos y mi colaboración, lograrás vivir sin angustia. Ya es tiempo de que terminen tantos sufrimientos.
Recuerdos de todos mis hermanos. Recibe tu un beso o un abrazo muy cariñoso de tu hijo.
César.
30.VII.1923
P.D. Me olvidaba decirte que no pases cuidado ninguno por mí. Disfruto una salud excelente. Aquella enfermedad fue solo un resfrío de pocos días. Pero ya estoy bien y muy gordo.
Falcón, César