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Descripción archivística
Leguía Iturregui, Jorge Guillermo Dinero
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Carta a Artemia G de Falcón, 27/10/1922

Trafalgar, 36

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Querida madre:

En este momento he recibido tu carta del veintisiete. Desde hacía muchos días la esperaba con gran inquietud para enterarme del estado de Jorge. Supongo que no me has escrito antes por atender al enfermo. Aunque me da mucha pena saber los trabajos que estás pasando y los sacrificios que has tenido que hacer, me consuela el buen resultado de la operación. Yo he pensado constantemente en Jorgito y no [he] dudado que saldría bien. Hazme el favor de besarlo y abrazarlo muy cariñosamente en mi nombre.

Como te dije en mi carta anterior, todavía no he logrado mejorar mis medios de subsistencia. Apenas gano lo necesario para vivir. Las combinaciones que estoy tramitando no se arreglan fácilmente y tengo que resignarme a esperar y a luchar hasta conseguir una renta que me permita enviarte algo. Para enviarte las cien pesetas que te adjunté en mi última carta tuve que pedirlas de mi sueldo. Tan pronto como lo logre mejorar mi situación te mandaré lo que pueda, sin esperar que me lo pidas.

Estoy muy agradecido a Angulo. No todos los que se fingían amigos míos habían de portarse canallamente en mi ausencia. Te encargo saludarlo y agradecerle sus atenciones particularmente.

No me explico la conducta hipócrita de la madre de Mariátegui. Sobre todo, sabiendo que su hijo y yo somos muy amigos y nos queremos mucho. Creyó, sin duda, que cualquier gestión que hicieras tú en favor míos podrías perjudicar a José Carlos. No me parece, por lo demás, que el asunto tenga importancia. Se trata solo de una falta de educación, cosa muy común en una mujer de Lima.

Tú eres la que debe resolver el asunto de Humberto. Yo no puedo apreciar desde aquí su capacidad ni sus aptitudes. Me parece, sin embargo, que todavía no está preparado para trabajar en buenas condiciones. Tendrías que destinarse en una tienda o en cualquier otra parte donde le daría un sueldo insignificante. Yo creo que lo mejor es que termine su aprendizaje comercial y busque entonces un destino regular.

Anda, como tiene proyectado, a Jorge Guillermo Leguía. El puede conseguirte fácilmente un destino para Teresa. No creo que se niegue a servirte.

Tampoco olvides ver a Osores. Ahora tiene poca influencia. Pero algo puede ayudarte. Dile que muy pronto le voy a enviar sus encargos, que no lo he hecho antes porque he estado fuera de Madrid. Y salúdalo.

Muchos recuerdos de todos mis hermanos. De Jorgito para particularmente en quien pienso estos días con todo cariño. Abrázalo a todos, y tú recibe un beso y un abrazo muy cariñosos.

César

MadridÑ 27.X.1922

Falcón, César