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Descripción archivística
Fernández, Antenor Madrid
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Carta a Artemia G de Falcón, 25/4/1920

A dona Artemia G. de Falcón

Mi madre, en Lima

Querida madre

No puedo decirte de cuando es la carta tuya que acabo de recibir, por la sencilla razón que te has olvidado de fecharla. Sin embargo, escrutando el sello del correo, me parece descubrir que es del doce de marzo.

Pero, sea esta u otra anterior, es menos importante. Lo que más me importa es haberme enterado por ella que ustedes están bien de salud y sin desesperadas angustias económicas.

Ya sabía, por tu carta última, como es la nueva casa. No me parece causa de gran disgusto su vejez ni su aislamiento. Todo depende de la maña que se den ustedes para asearla y ponerla en decentes condiciones de habitabilidad. Sobre todo, si es del caso, pueden buscar pacientemente otra y mudarse.

Tú puedes disponer como quieras del dinero que recibas. Mientras satisfaces las necesidades más urgentes, puedes prescindir de ahorrar las cinco libras mensuales. Después, cuando esté reunida la cantidad necesaria, yo también deseo que junto con el de mi padre […] el nicho del pobre Juan. Es lo menos que obligadamente debemos hacer por él.

Ya sé cuan bueno y cuan descuidado es Del Águila; pero, sino para los encargos, para muchas otras cosas puede servirte mucho. Estoy seguro de que ya les quiere tanto a ustedes como ha probado quererme a mí.

En una de mis cartas anteriores te dije que Fernández iría a verte. Si te ha visto y va a la casa, puedes servirte de él con la seguridad que cumplirá los encargos que le hagas, porque es muy diligente, muy hábil y muy servicial.

Pasado mañana es tu cumpleaños. Lo recuerdo perfectamente. Mañana, por no haber podido hacerlo antes, te mandaré un modesto regalito. Y el veintisiete pensaré en ti con todo mi corazón.

Espero que tu próxima me anuncie que Antonieta está perfectamente bien y que Humberto y Jorge han obtenido sobresaliente.

Muchos besos para mis hermanos, un saludo para Del Águila y cordial abrazo para ti.

César

Madrid, abril, el 25 de 1920.

P.D. Agradezco los saludos de la Sra. Mariátegui y los retorno. Mi cumpleaños lo pasé sano y apaciblemente.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 25/2/1920

A doña Artemia G de Falcón

Mi madre en Lima

Querida madre:

He recibido tu carta del dos de enero y otra posterior cuya fecha por no tenerla, no puedo previsarla. Me ha tranquilizado saber que la enfermedad de Jorge no es seria.

Casi no me ha sorprendido la actitud de Ruíz Bravo. Lo esperaba. como buen farsante ha esperado mi ausencia para negarse a cumplir un compromiso que claramente contrajo. En el primer momento quise escribirle, tratándole con dureza, pero pensándolo mejor, he resuelto no hacerlo en ningún sentido. Algún día, tal vez pronto, podré cobrársela.

Esta carta llegará a ti muy tarde para que esos artículos puedan publicarse. Sin embargo, que los vea Del Águila y si alguno no ha perdido sus actualidad que se lo lleve a Cisneros para que la publiquen en la "La Prensa", por supuesto sin cobrarlo. Hoy mismo le escribo al doctor Durand haber si consigo que me pague algo por los artículos que le mande a su periódico. Esto, desde luego, tardará mucho.

Creo, mas bien, que "El Comercio" me dará algo. […] a Del Águila para que vea a Valle a quien le he encargado gestionarme este asunto.

Siento lo que ha hecho Ruíz Bravo, porque destruye el presupuesto de entrada que te envié en mi carta anterior. Por suerte no te faltará dinero para comer. En lugar de cuatro libras que te pedí le dieras todos los meses a Del Águila, dale dos solamente. Así te quedarán siempre veintitrés libras mensuales. Las propinas para mis hermanos sácalas de los que de "El Comercio", si no da nada, yo veré la forma de mandarle algo.

Te mando una carta para Enrique […] Arroyo, secretario de la Dirección de Instrucción, quien es muy amigo mío y podrá servirte en cuanto quieras para matricular a Humberto en Guadalupe.

Le escribo también a Antenor Fernández, muchacho muy activo, pidiéndole que vaya a casa y te sirva en lo que necesites. A él puedes confiarles muchos ensayos. Es uno de los que conmigo en "El Tiempo" y en "La Razón.

Veo que no te has quedado corta al pedirme regalos. Todos ellos, tasados a la ligera, importan cuatro mil pesetas; es decir mil setecientos soles. Calcula hasta donde podré adquirirlos.

No obstante, haré un esfuerzo y el mes entrante procuraré mandarte un abrigo. Quiero que lo tengas para tu cumpleaños.

En estos días le voy a mandar unos regalitos preciosos.

Dime si te atienden debidamente en el Ministerio.

Diles a Jorge y a Humberto que es muy difícil mandar una bicicleta desde aquí. Cuando gane un poquito de dinero les daré para que la compren allá.

El ocho le escribí una carta a Alicia. Espero que ya la haya recibido.

Besa y abraza a todos mis hermanos, y tu, madre pedilona, recibe un abrazo muy fuerte de tu hijo.

César.

Madrid, febrero el 25 de 1920

Falcón, César