Affichage de 3 résultats

Description archivistique
José Carlos Mariátegui La Chira Europa Imperialismo Texte
Options de recherche avancée
Aperçu avant impression Hierarchy Affichage :

3 résultats avec objets numériques Afficher les résultats avec des objets numériques

Carta de Víctor Raúl a Eudocio Ravines, 30/03/1929

Berlín, 30 [de marzo 1929]

Querido Eudosio:

Acabo de recibir tu carta. No conocía las diferencias entre ustedes aunque las sospechaba por la falta de acción que dejaban notar. Ya veo que han caído en el criollismo de discutir y no hacer. Créeme que disculpo y hasta justifico tu posición al lado de Mariátegui. Los dos están lejos de la realidad peruana y americana. El uno en una silla de ruedas y tú otra, en Europa que es una silla de ruedas de las más peligrosas porque lo arroja a uno por los planos inclinados de la falsa visión de nuestros medios. Pero mientras los decanos del Apra discuten aparecen nuevas fuerzas dentro de ella. El Partido Unionista Centroamericano acaba de avisar que se adherirá al Apra. En Centroamérica tenemos una juventud fuerte y quizá si haya unos diez mil apristas militantes entre hombres y mujeres contando las organizaciones adheridas. Como Centroamérica interesa por ahora ya que el Apra lucha contra el imperialismo la cosa va bien. Ustedes mientras tanto pueden seguir discutiendo. Eso no es cuestión de psicoanálisis. Es cuestión de psicología o de determinismo económico. Nosotros somos campesinos, hijos de ambientes agrarios y el individualismo, la suspicacia, etc. aunque se vistan de rojo son y serán nuestro handicap.

Casi casi estoy en el camino de no desear discutir más y de desear que cada uno tome la actitud arrogante y salga por su lado repitiendo las divisiones de los partidos comunistas en camarillas, divisiones que está afianzando la fuerza burguesa por todas partes como ocurre aquí, en donde los mismos revolucionarios como Goldschdmit confiesan que el capitalismo ha tomado una fuerza enorme.

Pero no se puede discutir sobre imperialismo en América Latina sin [*] . Es imposible. Por eso quise que fueras a México y aun lo deseo. Los años les librarán de las enfermedades de infancia. Yo no, ni mis discusiones. Me agoto inútilmente y prefiero seguir haciendo fuerzas para volver a América y seguir la cruzada que, tanto éxito, ha tenido. Estoy fatigado y deseo recuperar algo de mis fuerzas. Contraje unos parásitos intestinales en los trópicos y después de largos años sufrí calenturas altísimas con gripe. Estoy sin embargo muy bien aquí y como gozo con la nieve me siento mejorar. Dedico todo mi tiempo a trabajar para ganar algo. Ya estoy con Goldschmidt en el Instituto Económico Latinoamericano y a cargo
de su archivo. Ciertamente, no creo que iré a París antes de algunos meses. El tiempo libre lo empleo en sostener correspondencia con Centroamérica donde estamos librando una campaña intensísima contra la United.

La posición de Mariátegui es lógica. Limeñísima. Eso no es sino limeñismo revolucionario, colonialismo, extranjerismo y engreimientos de inválido. Ha hecho mucho daño, y hará más. Yo no he pensado nunca en entrar con él en polémica alguna. Amauta y Labor justifican la libertad de prensa que da el Padrecito Leguía. Son unos héroes. Sufren como mártires. Dios los bendiga y se los lleve al cielo.

En el Perú hay una corrupción fantástica. No hay con quién contar. Mi intervención en todo eso es nominal. Pienso yo que hay que luchar en todas partes contra el imperialismo y dejar un poco al Perú que se pudra más a ver qué pasa. Todo eso de los mariateguismos y los revolucionarismos de revista intelectual, malabarismos, italianismos, e indecencias son puras necedades. Un sable les va a cortar el pescuezo pronto, porque creo que ya se viene un sable en el Perú, según me lo dicen.

Lo de la candidatura fue una táctica irrealista también porque fue juego de alta política y de alta estrategia. Entre nosotros no se puede ensayar sino mítines al aire libre, con un tirano en Palacio para gritarle: Carajo! Y entonces el público aplaude y dice: que éste sí que es revolucionario...

Divertido. Yo creí tener poder para convencer siquiera a un grupo que dejara todos los prejuicios campesinos y se resolviera a la acción pero lo fundamental en todos es la pereza. La pereza campesina que nos tira al sol y nos hace sentirnos enfermos y tristes, e incomprendidos y rabiamos contra el suelo que nos sostiene porque no se menea para damos gusto. . .

Pero, hermano mío, yo estoy cansado de porquerías. Quiero ayudar mientras pueda a la acción, y a los de acción. De insultos, de calumnias, de comadrerías, de falsos teóricos, —ese pobre Mella fue uno de los más típicos— ya estoy fatigado. Les he descubierto a todos sus macanas y aunque yo tenga las mías, me siento mejor, honradamente mejor con todos mis grandes defectos. En ustedes, lo de discutir y
adoptar posiciones marxistas y leninistas sin haber visto un poco de nuestra realidad y después de tres años de vivir en París y tomar cafecito, yo les doy la razón. Completa. Eso es muy agradable. Muchas veces, perseguido, calenturiento, solo, amenazado y en peligro durante mi viaje pensaba yo en las discusiones parisienses tan bonitas, tan bonitas, tan calientitas.

Pero ya me estoy volviendo viejo y ya sé mover la mano de arriba abajo sin menear la muñeca. Ya veremos. Ahora trabajo. Y trabajo. Quiero trabajo. Cuando más les pido a los discutidores que se echen las polémicas a los bolsillos y comiencen a hacer algo en acción, en acción. Mucho hay por hacer. Discutir da luz dicen los burgueses. Y esa luz de bujía eléctrica la estamos buscando en pleno día cuando la realidad, latinoamericana está iluminada por un sol tropical y quemante que hace ver y sentir las cosas
muy bien y tuesta el cerebro deI que se detiene a discutir.

Todas esas cosas de Alianza y Partido respecto del Apra son barbarismos de Mariátegui. Es un novelista. De la Reforma Universitaria hizo una novela y de la cuestión indígena otra. Así estamos nosotros entregados a los novelistas y ellos pontifican. Nada tiene en verdad, porque Vargas Vila dicen muchos criollos entre ellos ese pestilente cubano que andaba por ahí, es la suprema autoridad antiimperialista.

No enseñes tampoco esta carta. Quédate con ella. Son las nueve y media, nieva y he trabajado con Goldschdmit todo el día. Estoy a punto de irme a la cama. La única que no discute si el Apra es Partido o Alianza, la única que dice que la cama no es para discutir sino para dormir o procrear — no masturbarse—, así como la vida del despierto es para hacer, hacer y hacer.

Un fuerte abrazo. Ya sabes que mi fraternidad está viva para ti y para todos. Les quiero mucho, mucho, mucho. Eso me salva de todo los demás. Y creo que al cabo, como no hemos de hacer nada por estar discutiendo que si son galgos que si son sabuesos, lo mejor es que nos querramos siempre. La discusión no crea nada. Hacer es lo único que podría interesar. Si no se hace nada sino discutir pues sigámonos queriendo y viva la gallina con su mera pepa.

tu hermano.

V.R

Haya de la Torre, Víctor Raúl

Carta de Magda Portal al Secretario de la Célula del Apra en París, 7/71928

7 de julio de 1928

Al. C.
Secretario de la Célula del Apra
en París.

Sus dos comunicaciones para el c. Haya Delatorre, dirigidas por intermedio de esta Secretaría, han sido leídas por nuestro grupo, y teniendo en cuenta que todas las resoluciones del Comité Ejecutivo han estado tomadas en reunion de todos los miembros actualmente en México, esta Secretaría cree conveniente dar respuesta a los documentos citados, enviándolos después al c. Haya, que se encuentra en Guatemala. Así esta concretará de preferencia a los 3 puntos tratados en su carta Apra.

1o.- Nuestra primera intención al hacer las declaraciones ya conocidas de ustedes por la prensa, de enviar un contingente de sangre al general Sandino, se basaba en una razón de táctica política. El gobierno del Perú desde nuestra llegada a Mexico, y más aún, desde que vino a este país el c. Haya D., ha mantenido una constante vigilancia sobre México, y según noticias, se ha establecido una severa censura a toda la correspondencia que va de Mexico al Perú, y la que venía del Perú al apartado 1524, dirección muy conocida del gobierno. Necesitábamos distraer la atención de nuestros enemigos, fingiendo un romántico sesgo a nuestras actividades revolucionarias, y así no vacilamos en declarar que estábamos dispuestos en la medida de nuestras posibilidades, a ofrecernos de manera incondicional a la causa de la libertad de Nicaragua, que para los apristas, era la causa símbolo de la libertad futura de toda nuestra America. Nuestra segunda intención fue precisamente la de orientar la campana meramente nacionalista nicaragüense, hacia un sentido antiimperialista continental. Nuestro compañero Esteban Pavletich, a pesar de las grandes dificultades que se le atravesaron, como es la campaña calumniosa de los miembros del p.c. de México y de la liga antimperialista que enviaron delegación a Nicaragua, ha obtenido sin embargo importantes declaraciones del héroe nicaragüense, una de ellas su adhesion a la moción de ciudadanía continental latinoamericana, aprobada por el Senado de México y combatida diplomáticamente por Estados Unidos. Nuestra revista "Indoamérica” que sale en este mismo correo, les mostrará este documento. En todo lo demás, nuestro compañero E.P. nos informa la admirable conexión que ha constatado en Sandino con nuestros postulados de unidad indoamericana. Creemos que este ha sido un paso cierto dado por el Apra en su labor continental.

2o.- Teniendo en cuenta que no habíamos determinado la dirección que tomaría el c. Haya en su viaje, y pensando que muy en breve viajaría a Paris, este compañero decidió ser él personalmente quien llevara a esa Célula todas las noticias de nuestras labores aquí. Fue la razón para que no les comunicáramos detalladamente. No obstante, estamos de acuerdo con ustedes en hacer conocer de esa Célula todas nuestras resoluciones, palabras de orden, etc. De allí que esta Secretaría les envíe continuamente, copias de todos los documentos. Nuestras labores apristas han sido en estos meses de poco importancia, dedicándonos en particular a la acción dentro del Partido Nacionalista Libertador del Perú. De todos modos, les envío un sintético boletín.

3o. - En vista de la proximidad de las elecciones, esta célula —i conjuntamente el P.N.L. del Perú— decidieron el envió de uno de los compañeros al Perú. Este compañero no ha viajado aún por razones económicas —las mismas que nos impiden hasta hoy hacer venir al c. Rabines a México— pero seguimos nuestras gestiones en pro de esta necesidad. Además, seguramente dentro de dos meses, se dirigirá al Perú otro compañero mexicano, del P.N.L. del Perú, a ponerse en comunicación con los cc. de ese país e iniciar una más activa acción, como ustedes dicen, ilegalmente. Esperamos que entonces pueda ponerse de acuerdo con nuestro c. Bustamante, del que no sabemos si habrá viajado o no. Dada la circunstancia de que el primer objetivo de nuestro partido es tomar el poder político para poder realizar los postulados del Apra, todas nuestras actividades tienden hoy a la consecución de esre propósito. No desperdiciaremos ocasión de introducir compañeros en el Perú, desterrados o no, a fin de que laboran por la causa. Estamos con ustedes en aprovechar todos los medios para conseguir el fin que nos hemos propuesto. De allí que hayamos aprovechado la candidatura del c. Haya, lanzada en provincias —no sabemos cuál— como medio de agitación y propaganda, lo cual creemos de capital importancia en los actuales momentos.

El c. Haya viajó por la via de Yucatan para tratar de ponerse al habla con el c. Bustamante, pues teníamos noticias de su viaje en el "Orbita”. No lo ha logrado. El c. Haya debía dar instrucciones al c. B. para su actuación en el Perú. De todos modos, estamos seguros de que con el viaje de este compañero, se allanarán muchas dificultades principalmente la surgida con el c. José C. Mariátegui, según ustedes ya deben conocer.

Un cordial saludo aprista de vuestra compañera.

Magda Portal
Sect. Célula peruana
México.

Portal, Magda

La separación del camarada Haya de la Torre del puesto de dirigente del APRA y sus motivos, 18/2/1929

LA SEPARACION DEL CAMARADA HAYA DE LA TORRE DEL PUESTO DE DIRIGENTE DEL APRA Y SUS MOTIVOS

(Documento secreto)

Al volver a Europa después de mi última expulsion de Panama, me he impuesto mejor del proceso de las divergencias interiores surgidas en­tre los apristas de Europa y América. La labor del compañero intelectual J.C. Mariátegui, de un lado, y el trabajo de mis adversarios personales, cuya tenacidad y buenas táctica admiro puesto que veo que vencen dentro de nuestras propias filas, me han decidido a adoptar una resolución defi­nitiva e irrevocable: separarme del puesto de secretario general y líder de nuestro partido y del de miembro del Comité Ejecutivo, quedando en el ultimo rango de soldado aprista desde donde trabajaré con el mismo entu­siasmo que siempre, procurando ejemplarizar a los espíritus anárquicos que desgraciadamente son todavía numerosos, tanto como los enfermos de izquierdismo de revista de lujo, en la estricta disciplina, en la absolu­ta decision de acatar la autoridad y acción de nuestros jefes y en la total demostración de que los personalismos levantados contra mí, no son contra mi personalismo, sino bandera del personalismo de los otros, contra mi falta de personalismo.

Creo que esta decision fortalecerá las filas apristas. Yo sé que en el fondo de las cosas hay resquemor suscitado por mi personalidad que, a pesar de estar absolutamente al servicio de la causa, muchos ven como un caso de posible aprovechamiento futuro. En el fondo, mu­chos compañeros intoxicados por la propaganda adversa, ven en mi un am­bicioso de poder. Si recordaran mi historia verían claro que el camino que yo dejo, por voluntad y por amor a la causa, fue justamente el camino del poder fácil muy cerca del que pudiera estar hoy, sino hubiera roto vínculos de sangre, de clase y de conveniencias.

Pero en el fondo yo estoy contento de que sea sobre mi cabeza sobre la que caigan estas acusaciones. Estoy experimentando en mí el fenómeno histórico producido en el seno de todas las grandes corrientes políticas cuando se hallan en formación y cuando realmente significan una fuerza social. El Apra está pasando por todas las mismas crisis que todos los partidos que alguna vez llegan al poder pero que antes tienen que sufrir una torturante etapa de retorcimientos interiores. No fueron los bolche­viques rusos más felices que nosotros en este sentido. Llegaron a ser tantos cuantos podían ser contados con los dedos de las manos. Sobraban dedos. Nuestra Apra está sufriendo un proceso semejante. Nuestra Apra, co­mo el bolcheviquismo, es también negación, desprendimiento, fuerza naciente de otra grande para avanzar en el campo de las realidades y vencer. El Apra representa la revolución en América Latina, tal y como TENDRA QUE PRODUCIRSE. Porque sea por el Apra, sea por otro Partido, la táctica aprista tendrá que ser la táctica de nuestra revolución, como la táctica bolchevique tuvo que ser la táctica de la revolución rusa. Ambas se desprenden del socialismo, doctrina económica y política que en su aplicación a las condiciones objetivas de Rusia y de América se llama bolcheviquismo y aprismo. La diferencia no está en el principio politico que es el mismo. La diferencia está en el grado de intensidad de la aplicación de este principio a realidades diversamente intensas también. Así en Economía, hay una sola ley económica que "varía en intensidad” según las condiciones históricas de cada grupo social.

Las diferencias del compañero Mariátegui, cuya brillantez de perio­dista y de literato están en razon inversa con su realismo politico, del que tiene obviamente que carecer porque cuando la acción es concebida por los inactivos-niños, enfermos, quietistas, es fantasía, son diferen­cias de casuismo, de abogadería, de alarde de jugar con vocablos para quedar flotando en la balsa de corcho de un oportunismo movedizo y falso. El Apra es partido puesto que tiene programa político y va al poder. La concepción de una alianza, que no va a tener mas fin que "aliar” es tan fantástica como la concepción de aquellos espíritus que van al limbo para vivir a oscuras sin gozar ni sufrir. El literato Mariátegui ha querido hacer un limbo del Apra porque ni aun el vocablo alianza supone un concepto estático. Se alían los ejércitos para luchar, se alían los capitalistas para explotar, se alían los obreros para defenderse, se alía todo
aquel que, en un caso de lucha, tiene algo de común con otro y necesita de ayuda y puede ofrecerla en favor de un mismo objetivo.

El mismo Mariátegui cree, con un pensamiento muy siglo XIX, que luchar contra el imperialismo no es luchar contra la forma más moderna del capital y por ende luchar socialistamente. Mariátegui con su generación van quedando a horcajadas sobre la línea divisoria entre la rebeldía ideológica del pasado siglo y algo de la palabrería de la forma nueva. No conozco en nuestras filas prosador más brillante que Mariátegui, pero no conozco al mismo tiempo teorizante más fantástico. Del problema peruano ha hecho novela, leyenda, glosa, como lo hizo de la Reforma Universitaria. En lo poco que penetra el problema indígena y el problema de la Reforma, Mariátegui es un deplorable acomodador de pensamientos ajenos, en fra­ses bien cortadas, con ángulos brillantes y lados pulidos. Su mejor li­bro fue un libros de glosas, sobre Europa que es lo que conoció hace 8 años, la Europa de hoy es otra cosa, aunque Mariátegui sigue vistiendo sus ideas como aquellas viejas que 40 años después de haber estado en París siguen poniéndose el sombrero que compraron en la rué de la Paix.

Pues bien, este teorizador legendario y novelista se ha entendido en hacer diferencias entre el Apra como Partido y Alianza, olvidando que el Apra es un PARTIDO DE ALIANZA. El partido bolchevista hoy en Rusia es otra ALIANZA. Hay varias clases dentro de él: campesinos medios, campesinos ricos (no todos), campesinos pobres, obreros, intelectuales y parte de clase pequeño burguesa. El fin es la victoria de la clase proletaria, temporalmente la alianza existe.

En América Latina las condiciones objetivas imponen este Partido de Alianza. No podrá realizarse obra alguna sin que el Partido sea de Alian­za. Tiene que serlo porque somos pueblos predominantemente agrarios, con masas ignorantes campesinas, pequeños radios obreros y bajo la presión tremenda del imperialismo que por ser en nuestros países la "primera etapa del capitalismo" oprime a las clases medias, las mejores preparadas y provoca reacciones de carácter nacional que deben ser aprovechadas en beneficio de los productores.

Además, caso único, mientras los EE. UU. existan como poder inmenso, nuestra lucha antiimperialista defensiva tiene que ser contra el capitalismo que nos amenaza de fuera, vale decir, antiimperialista, aliando dentro a todas las clases que están afectadas por aquel, pero aliándolas no para que griten sino para que tomen posiciones políticas que les sirvan para su lucha. Consecuencia: un partido. Su tarea histórica inmediata: la de luchar en alianza o en frente contra el imperialismo y sus aliados. La tarea futura: luchar contra los aliados que en menor escala signifique otra forma de explotación, organizando la producción bajo forma socialista adaptable a nuestra realidad social.

Toda esta ideología que constituye la base de la doctrina aprista ha sido bien claramente expuesta desde hace mucho tiempo y queda claramente precisada en el libro aun no publicado "El Antiimperialismo y el Apra”, cuyos originales conocen ya muchos compañeros y que están muy de acuerdo con la tesis fundamental del nuevo libro que prepara el Prof. alemán Goldschmidt: "La Tercera Conquista de la América Latina”, que será en mi concepto, la más alta victoria científica del aprismo.

El compañero Seoane en el apéndice del libro de Salomon Wapnir "La Sombra Imperialista", precisa bien el carácter de partido del Apra.

Con fecha 23 de junio de 1927, el compañero Eudocio Ravines (cita del informe de los compañeros de París: Heysen, González Willis y Enriquez) escribe : "Somos un Partido politico y un Frente Único. Hay quien quiere ver contradicción en esto. La paradoja es aparente como en todo lo que brota del marxismo. Como organización somos un Frente Único, un bloc de diferentes clases oprimidas: proletarios, campesinos, pequeños burgueses, comerciantes y artesanos, pequeños propietarios de la tierra y colonos, intelectuales y estudiantes de Izquierda; pero como organización con idénticos principios, puntos programáticos, idéntica finalidad: somos un Partido Politico".

Me parece que esta apreciación es lo mejor que ha escrito el citado compañero Ravines desde que he leído cosas escritas por él, al mismo tiempo que es la primera vez que denuncia con tanta claridad y verdadero espíritu marxista un punto de vista realmente revolucionario y no anar­quista. Como se sabe, el compañero Ravines ha sufrido por mucho tiempo la fuerte influencia anarquista de la que la cita mencionada parece li­berarle.

Los compañeros Gonzalez Willis, Heysen y Enriquez, han escrito también al terminar su interesante informe de 25 de setiembre último palabras que les da un puesto prominente entre los realistas jóvenes de la nueva generación revolucionaria: "Reafirmar el carácter de Partido que el Apra tiene desde su fundación: es una obra verdaderamente revolucionaria". Ellos pues se confirman el auténtico espíritu del APRA al fundarse. En 1926 escribí yo en Londres el bien conocido articulo "What is the APRA?" en The Labor Monthly y ahí quedaba establecido que el Apra es un PARTIDO. Toda interpretación posterior es oportunismo y anarquismo, izquierdismo enfermizo y por ende antirrealismo.

El Apra es un partido marxista porque admite, desde que lucha contra el imperialismo, los tres fundamentales principios de Marx: concentración de la producción, plusvalía y lucha de clases. El Apra en la lucha de clases cree que hay momentos en que las clases en lucha pueden aliarse cuando se trata de vencer un enemigo común mayor. Rusia prueba esto y quien haya leído el libro de Lenin "El Capitalismo de Estado" no puede negar esto sin incurrir en majadería.

Este es el pensamiento del Apra desde su fundación. Fue fundada como partido y ha sido y es un Partido. Su crítica a las Ligas Anti-Imperialistas fue claramente en el sentido que no se puede luchar contra el imperialismo que usa en nuestros países del Estado como instrumento de opresión, sin tratar de capturar ese Estado y llegar a constituir el Estado transitorio o Estado "anti-imperialista". Y el Estado solo se captura por movimientos politicos dirigidos por un Partido.

A pesar de esta claridad, los sectores intelectuales, "la inteligentzia” del Apra' ha planteado como era de esperarse la division y ha creado conflicto de palabras. Es de advertir que los apristas mas caracterizados como profesionales, literatos, etc., son los que más fácilmente han resbalado por los rodaderos del casuismo pasivista del más intelectual y menos realista y menos hombre de acción de todos, el compañero Mariátegui. Los menos fantaseadores quedaron en el plano del realismo que es el plano de la acción. Este conflicto es pues un conflicto planteado por los intelectuales "puros" contra los apristas realistas y es un conflicto en­ el que la fantasía y por ende la contradicción, la falta de solidez, la mera masturbación mental, el bizantinismo y los prejuicios anárquicos y el "limeñismo" literario, han logrado infectar todo sin que podamos evitarlo ya que todavía entre nosotros pueden más las vagas palabras infladas de aire sabiondo de doctorarla.

Pero, por mi parte, juzgando con la más absoluta serenidad y más aun viendo con satisfacción el proceso de estas divergencias, que de palabra y por escrito las he enunciado a mis compañeros desde hace mucho tiempo, como parte de la etapa de gestación de nuestra fuerza que probablemente tendrá que eliminar todos esos factores sin fuerza afirmativa y sin visión realista en un tiempo dado, creo que hemos llegado a un perio­do en que es necesario restaurar la unidad de nuestras filas. Como se ha confundido muchas veces el Apra con mi persona, creo indispensable eliminar mi persona. Dejo así vacío un lugar que llenaba mi nombre tras del que se escondían otras razones y otras complicaciones que ahora quedan en claro por si solas. No veo en mi eliminación ni un castigo ni un honor. Veo una consecuencia. Ya estaba prevista y ya estaba anunciada. He puesto mi nombre al servicio del Apra hasta que ha sido gastado del todo. Ahora como las dentelladas chocan solo con mis huesos, es necesario echar fuera la osamenta y poner otros cuerpos gordos y nuevos para que sufran la interesante experiencia de la jefatura. Además, quiero desde mi modesto sitio de soldado aprista enseñar como se debe ser soldado a todos los que quieran ser generales sin pensar que ante todo debemos hacer masa organizada y disciplinada. Quiero hacer público mi sometimiento a los nuevos jefes y trabajadores decididamente en el puesto que se me señale.

Ante todo me interesa que el Apra no se divida. Por eso pido a los compañeros que pudieran ver esta decision mía desde un pun­to sentimental o amistoso que sean los primeros en apoyarla. Yo tomo esta resolución como habría tomado cualquier otra en servicio del Apra. Mi único deseo es que se aclaren las incógnitas y que mi nombre y mi presencia no sirva de excusa a otros móviles y a otras fuerzas no siempre muy superiores que han conspirado y conspiran contra la unidad aprista.

Mi labor personal será la del decidido y tenaz luchador en filas. Publicaré en Alemania mi libro el Apra precisando o ampliando lo que desde su fundación escribí sobre ella y desde el Instituto Económico La­tino Americano de Berlín en donde he iniciado ya un amplio trabajo de investigación económica continuaré el trabajo antiimperialista.

En cuanto a la lucha particular en el Perú pongo las manos en al­to. El movimiento pro-candidatura que tan infantiles hostilidades despertó, no fue sino una prueba de nuestra visión política y de la capacidad de disciplina y de táctica nuestra. La prueba ha sido grandes resultados negativos que nos muestran como en nuestras organizaciones agrarias, el individualismo, determinado por nuestras condiciones de vida económica, no permiten ningún plan de alta táctica, ni ninguna forma de acción en Partido. O el caudillo de la anarquía. Estamos lejos de entender todavía al Partido y al Jefe que son línea dialéctica y realista de grandes movimientos creadores en medios más avanzados. Por eso la candidatura fue una prueba. Todo esto lo he visto yo como la experiencia de un laboratorio. No me interesaba tal o cual resultado. Me interesaba ver el resultado en si y deducir. Uno y otro hubieran sido recibidos por mi alegremente, después de verificadas dejo el puesto. El resultado negativo de la experiencia encierra otras grandes afirmaciones. Estoy viendo cada día más claro el verdadero camino. De ahi que dejo voluntariamente y sin reservas ni condiciones toda mi participación directiva en el Apra.

Me interesa plantear algunas condiciones para el futuro. La célula de México ha resuelto que la Secretaría General radique en Buenos Aires. Puede seguirse este acuerdo para marchar en unión, porque en Buenos Aires o en México no hace al caso; lo que importa es que estemos unidos en nuestra decision de que se halle en alguna parte. También se trata de la sucesión en el puesto de Secretario. Quizá si convendría no hacer recaer esta designación en un peruano. He oído desde la Argentina que convendría ofrecerle la Jefatura a Alfredo Palacios. Estaría bien si hay unidad. Tenemos que rogar a los intelectuales que repriman su anarquismo explosivo y traten de coordinar una opinion.

Ustedes los dirigentes resolverán. El problema está en que el Apra debe vivir y no debemos excusar la inacción en nada ni en nadie. Para los que me ponían como causa de division y excusaban en mi su oportunismo y su anarquía les quito radicalmente el cuerpo y los dejo solos. Esto contribuirá a depurar. Espero que los compañeros de mayor vision, de mejor espíritu revolucionario y de más honradez de conciencia y —so­bre todo, una ultima rogativa a los convulsivos tropicales— de mayor serenidad, frialdad, tranquilidad, que resuelvan este problema con tacto y con tino. Les encomiendo al Apra que fundé y que tiene cada día mayor opinion. Les dejo el organismo ya vivo, afiebrado por el calor de su desarrollo. Vean todas las luchas interiores como síntomas de evolución, de crecimiento; de gestación. Mi eliminación es necesaria, indispensable, útil y justa.- Perp no dejen morir una fuerza que ya es una fuerza. La resolución de un hombre fundó el Apra e hizo de ella una fuerza. La resolución de un grupo o, en el ultimo de los casos, debe mantener esta fuerza que responde históricamente a nuestra realidad.

No necesito esperar respuesta de ustedes. Estoy ya fuera. Tengo en mis manos un sello que enviaré al Secretario sucesor, y espero que cuando se comunique a la masa aprista la decision de los cuerpos dirigentes, lo sabré yo. Mientras tanto ordenen en un nuevo soldado. Tengo un gran entusiasmo por demostrar que sé ser un subalterno decidido y sin egoísmos. Alguna vez se sabrá que no los he tenido jamás.

Lo único que les pido, como principio de unión y de fuerza es la mayor reserva en las discusiones y la mayor prontitud en la decision. Nunca he visto con mayor claridad la victoria del aprismo como realidad política que en mi última gira. No solo me refiero a los resultados cla­morosos de la campana en favor, sino a la alarma y a las represiones francas del imperialismo en contra. Siempre he medido la calidad de mis fuerzas por las reacciones del enemigo y cuando se trata del imperialis­mo es muy significativo su plan de ataque contra el Apra y sus actos de violencia contra sus líderes.

No dejen perecer al Apra. Desde mi puesto estoy listo a ayudarles. Pero demuestren que los buenos críticos del director de ayer, con también hábiles y certeros directores de la obra en crecimiento.

Les saludo fraternalmente "contra el imperialismo yanqui, por la unidad de los pueblos de América, para la realización de la justicia social".

Berlín, 18 de febrero de 1929.
Haya de la Torre

Haya de la Torre, Víctor Raúl