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Descripción archivística
Haya de la Torre, Víctor Raúl Ciencias Sociales
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Esquema del Plan de México, 22/1/1928

ESQUEMA DEL PLAN DE MÉXICO

Los que suscribimos, declaramos solemnemente ante el pueblo peruano y ante la América y el Mundo, que proclamamos como principios de la Revolución Libertadora del Perú, sojuzgado hoy por la tiranía del gamonalismo nacional y el imperialismo extranjero que representa el régimen de D. Augusto B. Leguía, los contenidos en el siguiente plan que normará el programa del Partido Nacionalista Re­volucionario Peruano y que significa la aplicación al Perú de los lemas de la Apra a la que declaramos adherido el movimiento libertador peruano.

Y teniendo en consideración que la dolorosa situación presen­te porque atraviesa el pueblo del Perú, representado por sus cla­ses trabajadoras (campesinos, obreros y clases medias) se debe al desquiciamiento económico del país por la explotación ilimitada que hace del pueblo el latifundismo nacional y el imperialismo ex­tranjero, y que el regimen político presente no es sino el instru­mento de dominación de las clases dominantes apoyadas material y moralmente por el imperialismo que succiona las energías nacionales y arrastran el país a la esclavitud, declaramos:

1º. El movimiento libertador del Perú perseguirá la independen­cia económica del país por la emancipación económica de su pueblo, y como consecuencia de ésta su liberación definitiva del sistema político y social presente mantenido por la oligarquía dominante que representa la explotación nacional, la sumisión al yugo extran­jero y la esclavitud del ciudadano peruano en todos los órdenes.

2º. Proclamando la Revolución Libertadora del Perú la emanci­pación económica, política y social del pueblo peruano, este movimiento implica, y así lo declaramos expresamente, el principio de la era de movimientos similares en todos los países latinoamericanos donde sea preciso realizar obra de liberación semejante, y tenderá a cumplir tan pronto como sea posible el postulado de la unión política y económica de los pueblos Indoamericanos proclamado por el programa del Apra.

3º. Para la realización y eficacia de la Revolución Libertadora del Perú, queda establecido que el órgano único que había de reali­zarla, sujeto estrictamente a los postulados que contiene el presente plan, será el Partido Nacionalista Libertador del Perú, organismo político-militar revolucionario que reconoce como fundador y jefe supremo en ambos órdenes a Victor Raul Haya de la Torre y que estará dirigido por un Comité Ejecutivo Central, con residen­cia temporal en México, integrado por Comités Locales, subordinados al Comité Central, con sede pública o secreta en otras ciuda­des del Perú y América.

4º. El Partido Nacionalista Libertador del Perú tiene la tarea histórica de llevar adelante la Revolución bajo condiciones muy estrictas de disciplina y de eficacia, radicando en él la total responsabilidad y soberanía del movimiento y el imperativo de man­tener con su unidad más absoluta en la acción el ahorro de sangre y energías del pueblo a fin de obtener los fines que persigue para beneficio de la nación lo más eficazmente que sea posible.

5º. Radicando la dolorosa situación actual del pueblo peruano en el sistema económico a que está sometido el país, y aplicando el postulado del Apra sobre nacionalización de la tierra y de la n industria, proclamamos como primer principio económico del movimiento nacionalista y libertador del Perú que la riqueza que hoy exis­te o pueda existir dentro de los límites del país, pertenece a la Nación y que es ella quien debe explotarla o hacerla explotar, sin sacrificar jamás ni su soberanía ni las energías de su pueblo entregán­dola incondicionalmente al servicio de intereses privados o extranje­ros.

6º. Constituyendo la tierra la base de la riqueza nacional peruana y siendo su monopolio injusto privilegio de una clase desde la conquista española que derribó el maravilloso sistema agrario in­cásico e instituyó el feudalismo en el país, arrebatando al pueblo peruano su derecho a poseerla y explotarla, el movimiento Naciona­lista Libertador del Perú, en nombre de los verdaderos intereses na­cionales y no solo como una reparación al pueblo peruano, sino como el único medio de elevar el índice de producción nacional y remediar la dolorosa situación económica del país obligado a importar alimen­tos y a mantener grandes extensiones de tierras improductivas por la incapacidad del gamonalismo para intensificar su cultivo, proclama el principio de la devolución de la tierra al pueblo peruano, entre­gándola a quien la trabaja, destruyendo el gamonalismo y procurando restablecer sobre base de los comunidades indígenas, sostenidas a través de cuatrocientos años de opresión, el nuevo organismo agra­rio y agropecuario nacional.

7º. La aplicación del principio de la devolución de la tierra a los ciudadanos peruanos que la trabajan, será verificada tenien­do siempre en cuenta el beneficio nacional y procurando restable­cer, impulsado por todos los auxilios de la técnica moderna, el admirable sistema agrario incaico que afirmó en la comunidad o ayllu la base de la vida agraria nacional.

8º. Siendo la explotación integral y eficaz de la tierra la ba­se de la prosperidad nacional en países típicamente agrarios como el Perú, la renovación del sistema de producción de la tierra, su explotación total y activa, sobre bases científicas, traerá consigo beneficios incalculables que redundarán automáticamente en favor de las otras clases sociales hoy esclavizadas económica, social y políticamente por el oprobioso sistema de explotación del hombre y no de la naturaleza que impera en el Perú.

9º. El movimiento libertador aplicando el principio de la na­cionalización de la riqueza del Perú en el orden industrial, pro­clama que en nombre de los verdaderos intereses nacionales intensificará la producción, reivindicará económica, política, social e in­telectualmente a las clases obreras, elevándolas integralmente a la función social que les corresponde y sujetándose estrictamen­te al postulado 5º. del presente plan. El movimiento libertador declara asimismo que afirmándose en los fines económicos del movimiento comprenderá en su programa reivindicador a los trabajadores intelectuales y a las clases medias.

10º. El movimiento libertador proclama asimismo que afirmándo­se en los principios económicos que lo norman, hace extensivo su programa reivindicador a los demás trabajadores de la nación, tan­to intelectuales como manuales, considerando entre estos, especial­mente, a los maestros de escuela, empleados, industriales, comer­ciales y administrativos, soldados y marineros y en general a todos los que en una forma u otra, dan sus energías a las diversas acti­vidades de la vida colectiva nacional y sufren explotación.

11º. Proclamando nuestro movimiento la emancipación integral del pueblo peruano tanto en el orden material como en el orden espiritual, el Partido Nacionalista Libertador llevará adelante la obra de educación nacional laica, de la Escuela a la Universidad moderna, gratuita y para todos los residentes en el país, aboliendo definitivamente las jerarquías odiosas que hoy dividen a los peruanos entre una pequeña elite de hombres educados y una vasta mayoría de analfabetas, en relación con sus posibilidades económicas.

12º. Siendo la organización del Estado en el Perú instrumento de opresión y de explotación que la oligarquía dominante hace de la Nación, el Partido Nacionalista Libertador reorganizará radical­mente el sistema político nacional, poniendo término al odioso centralismo que hoy mantiene subyugadas política y económicamente a las provincias y erigiendo el gobierno y la administración del pueblo para el pueblo, sobre la base de las municipalidades o comunas en las que radicará todo el poder y cuya representación democráti­ca-funcional, constituirán los poderes directores del Estado.

13º. El movimiento desconoce, desde la fecha en que se suscri­be el presente plan el actual régimen político que ha usurpado el poder en el Perú y desconoce asimismo la Constitución y leyes nacio­nales en todo lo que ataque los intereses y los derechos del pue­blo peruano y favorezcan a sus enemigos nacionales y extranjeros representantes del gamonalismo y del imperialismo, proclamando los principios del presente plan como bases definitivas para la futura Constitución del Perú que dictará el pueblo soberano al reinvindi­car por las armas de la tiranía presente el derecho a gobernarse.

14º. Significando el movimiento libertador del Perú la abolición del poder de la clase latifundista nacional en complicidad con el imperialismo extranjero que amenaza no solo al pueblo pe­ruano sino a todos les pueblos de Nuestra América, proclamamos este movimiento como causa de los pueblos de América y declara­mos que en el Partido Nacionalista Libertador hoy, como en la na­ción peruana después de la victoria, todos los hombres y mujeres indoamericanos que se sujeten a los principios de este Plan, sin excepción de país del Bravo a Magallanes son considerados como ciudadanos, con el derecho a ser soldados del movimiento y servidores de la causa, que dentro de los límites de Nuestra Améri­ca no reconoce fronteras.

15º. El lema del movimiento será el de TIERRA Y LIBERTAD que dio Emiliano Zapata a la Revolución Mexicana de la que fue mártir y es hoy símbolo, y la bandera del Partido Nacionalista Liber­tador será la bandera del Apra: fondo rojo con un continente indoamericano en oro encerrado en un círculo de oro también. El emblema central de la bandera y los colores rojo y oro así como el lema de TIERRA Y LIBERTAD quedan adoptados como los oficiales del movimiento en todas sus actividades.

Protestando solemnemente ante el pueblo peruano luchar has­ta el fin por conseguir su emancipación integral, despojados de todo interés personal y resueltos a cualquier sacrificio por al­canzar el triunfo de nuestra causa, hacemos un llamamiento a todos los trabajadores manuales e intelectuales del Perú, campesinos, estudiantes, obreros, empleados, soldados, marineros, hombres y mujeres para que presten su mas decidida ayuda al Partido y al Ejército Nacionalista Libertador considerando a sus jefes y a sus miembros como representantes y defensores de la libertad y de la soberanía de la Nación.

TIERRA Y LIBERTAD

Firmado en México, cuna de la Revolución Indoamericana y exilio de muchos desterrados por la tiranía, a los veintidós días del mes de enero de mil novecientos veintiocho, séptimo aniversario de la fundación de la Universidad Popular Gonzales Prada del Perú.

[Haya de la Torre]

Haya de la Torre, Víctor Raúl

Carta de Eudocio Ravines, 24/6/1929

24 de junio de 1929
Mi querido José Carlos:
He recibido sus cartas, los documentos que me incluye, así como la que me escribe —muy lacónica— nuestro M. de la T. —Constato que estamos unánimes en mantener idénticos puntos de vista, en lo que se refiere a las líneas fundamentales; la carta de nuestro amigo el gringo gordo que me llega también, me confirma en este pensamiento y me hace ver con más claridad la orientación que Uds. dan al movimiento, que es absolutamente la mía y la de los compañeros que me acompañan aquí. —No hay que pensar, por ahora, sino en la gran responsabilidad y en la severa etapa de trabajo que tenemos delante.—
Frente a una serie de datos que poseo sobre nuestras cuestiones en América, no puedo sino expresarle mi más hondo optimismo. Su permanencia en el país es indispensable, hoy más que nunca. Necesitamos orientadores, hombres que a su capacidad de conocimiento de los problemas y la teoría, unan una constancia infatigable. Lo más difícil era iniciar la nueva etapa: en el Perú está iniciada: el manifiesto del 1° de Mayo lo estimo como el primer síntoma, como el primer documento de su iniciación. Sus términos generales plantean la cuestión inmediata en un terreno pragmático. La algazara grandilocuente, inflada, de los manifiestos de otra hora, se acalla. Hay en ese documento eso que nos falta tanto, un sentimiento exacto de la medida de los hechos y los hombres; hay más parquedad, más seriedad y una fuerza maciza en la autocrítica, sin descender, al hacerla, al plano —tan caro para nosotros latino-americanos— del ataque, la pelea y la discordia.—Esto es un gran paso, el primero de un movimiento que se incorpora seria y conscientemente en la historia política del Perú.—
La tarea que Ud. tiene delante, es enorme; la que corresponde a todos y cada uno de los camaradas no es menor. Va a ser necesario un esfuerzo grandioso: Uds. tienen el deber de desplegarlo. Mi opinión es que la tarea inmediata es la de la preparación de los cuadros. Preparación ideológica, teórica y práctica de los hombres que van a dirigir más tarde los sindicatos por su nuevo camino, de los que van a dirigir la C. G. T. y de los que van a tener a su cargo la preparación y la formación de los núcleos de la acción política.— Muchas de las deficiencias, vacilaciones, bellaquerías de nuestra clase, son, en mi opinión, el resultado de la ignorancia de nuestros compañeros, de la falta de comprensión de la masa de sus verdaderas tareas, de las finalidades de nuestra lucha, de los acontecimientos que se desarrollan a través del mundo, en el terreno de clase. Entramos en un período científico de organización: este período no puede basarse sino sobre la educación de las masas y, por el momento, de los hombres que van a ser los preparadores y los orientadores de la masa.—Ud. comprende que no es posible dejar a los camaradas abandonados a sus propias fuerzas.
Aquí quiero, hablándole francamente, hacerle un ligero reproche, que se refiere al pasado: Ud., después de su arribo al Perú, tuvo la oportunidad de convertirse en orientador y director de una serie de muchachos desorientados, con una magnífica voluntad, pero con una más magnífica ignorancia de las cosas sociales: entre éstos estaba yo. No se imagina Ud., mi caro amigo, cuánto he sufrido para orientarme. Yo no podía tener una fe profunda sino a través de un conocimiento profundo. Sentía a cada instante que la fe sentimental, la fe juvenil, fe de ‘nueva generación’ se me iba sin remedio, se me escapaba por todos los poros. Su intervención en este momento de ansiedad hubiera sido de un valor enorme para mí y, estoy seguro, para otros. No sé por qué causas Ud. limitaba demasiado su acción y parecía como querer inhibirse frente a una influencia más o menos profunda sobre los agitados. Le expreso esta cosa, que es un recuerdo banal, para que Ud. tome verdaderamente en serio su papel de orientador y educador. Fundamentalmente Ud. no superestima la importancia de las pequeñas burguesías urbanas, en lo cual estamos concordes, pero su propaganda toca, sin que Ud. lo quiera deliberadamente, estoy seguro, con mayor intensidad las capas pequeño-burguesas que las masas proletarias. Me parece que los esfuerzos de todos deben ir fundamentalmente a realizar la educación del proletariado, dentro del terreno de clase, sin despreocuparse por esto de la tarea en la que Ud. está empeñado y cuyo realismo de concepción está confirmado por los hechos.—
Mi más grande aspiración es salir y reunirme con Uds. para ayudarlos en el trabajo y en la acción: pero, mi caro amigo, tengo que romper una muralla. Yo creo, con Ud., que mi ingreso al país es cosa factible dentro de las actuales circunstancias y confío en un éxito de las gestiones que se hicieran... pero viene l otro problema, que es el que me tiene inmóvil. Un desplazamiento de tercera clase, con mi mujer, me costaría más de cincuenta libras... y como Ud. comprenderá no tengo ni una. Mi pobreza llega a límites que sólo yo conozco; me muevo dentro de condiciones sumamente estrechas, tanto que el par de zapatos que llevo no se han desprendido de mis pies durante veintiún meses. Por otro lado, aquí en París, no tengo ya nada que hacer: he adquirido lo que necesitaba adquirir; si algún país me convendría, caso de tener dinero y ante la imposibilidad de entrar al Perú, sería EE.UU. por la inmensa documentación que ofrece para estudiar la realidad latino-americana y la realidad mundial. Por otro lado yo hago gestiones a fin de ir a la Urs. pero hasta hoy no he obtenido resultados.
He pensado en la probabilidad de un empréstito personal, el que pagaría por mensualidades una vez llegado allá. Pero es demasiado problemático: no creo que haya un filántropo capaz de arreglarse en esta cuestión de reparaciones, sin Plan Young y sin garantías hipotecarias. Más aún, en un momento en que mi posición ideológica me ha enajenado la voluntad de casi todos los amigos, que hasta aquél entonces se sintieron solidarios conmigo y que hubieran podido prestarme ayuda en este momento para realizar mi empresa.— En lo que a mi familia se refiere, no puedo contar sino con mi madre y hermanas y Ud. sabe que ellas sobrellevan una vida de duras privaciones. Nada es posible esperar por ese lado.—
Tal vez a Uds. les sería posible ayudarme en el sentido siguiente: una demanda de los obreros, o de Uds. —en fin esto es cuestión que les correspondería enfocar— a la Troisiéme, o a la ic. en el sentido de que se me facilite el desplazamiento. Al mismo tiempo, tan luego como esto se hubiere obtenido, las gestiones necesarias ante el gobierno para que se me consintiera el ingreso. Yo, por mi lado, haría gestiones parecidas. Le ruego me escriba sobre este particular, tan claramente como fuere posible. Yo estoy absolutamente decidido a abandonar París y a ir al Perú, dentro del menor plazo que fuere posible.—
Para remediar un tanto mi crisis personal, he hablado con Vallejo y Bazán sobre la posibilidad de enviar crónicas sobre política mundial, a Variedades o Mundial; ambos se muestran pesimistas y lo creen inútil. ¿Ud. no me podría aconsejar nada sobre el particular? ¿Cree que sería posible la aceptación de una colaboración más o menos permanente? Claro que ningún artículo significaría, de ninguna manera, la menor abdicación, la menor concesión de mi pensamiento de militante que combatirá sin cesar las posiciones y las tácticas de la Segunda.
Le solicito esto último en el caso de que lo primero no fuera posible de parte de Uds.—
Acabo de recibir una carta de uno de nuestros amigos que se halla en Montevideo. Le escribo ampliamente.— Asimismo escribo a Blanca Luz. Sé que C. A. Miró Q. llegará en breve a París. Manuel Seoane da la noticia, anunciando que tiene muchas cualidades “pero que es mariateguista”...
Por lo que se refiere a nuestros amigos apristas, todo vínculo está roto. Sus apreciaciones sobre H. que leo por primera vez en la copia que me adjunta Ud. son justas y quizás hasta benévolas. Conmigo, la táctica seguida— ha sido inversa: es él quien no ha contestado a mis cartas, la última de las cuales tiene fecha 22 de marzo ppdo.— En breve escribiremos una carta colectiva a todos los desterrados, historiando el desacuerdo, exhibiendo documentos y demostrando su verdadera raíz, de una manera objetiva. Pensamos hacer esto, porque la campaña epistolar que viene haciendo el jefe del Apra. —según las pruebas que tengo— es de mentira, de falsificación de los hechos y de un ataque primitivo, infantil y absurdo. Nos parece que es necesario presentar a los otros desterrados la faz que no conocen, para que así puedan juzgar libremente y tomar la posición que les sea conveniente. Le enviaré algunos ejemplares de dicha carta.—
Es probable que H. se encuentre ahora empeñado en ajetreos acerca de los laboristas: tal ha sido su plan desde hace mucho y es indudable que dadas sus relaciones con algunos círculos y con algunas gentes, no es difícil que pueda obtener el contacto que busca. En cuanto a los resultados de su labor en este sentido, no puedo augurar ni asegurar nada concreto. Este simple hecho le dirá a Ud. cuál es el camino por el que este señor se precipita, después de haber tocado todas las puertas, a fin de poder salir de su pedestal de ‘primer estudiante’, etc. para saltar al de héroe más o menos actualizado. La popularidad de Sandino no deja de entusiasmarlo, aunque él la busca menos efímera y con una derivación hacia aquélla de la que disfruta y usufructúa Irigoyen. —Por lo que a mi concepto sobre él, yo pienso que es un ‘soñador megalómano’, inteligente, audaz, ‘vivo’, conocedor de todas las triquiñuelas grandes y pequeñas del reclame, profundamente ignorante de todo lo que sea marxismo, ciencia social, etc. Su cultura, en esto es simple cultura de revista, de periódico. No hay nada serio, ni profundo. Sin embargo, no hay que subestimarlo por dos razones: la primera por la influencia —cuya magnitud desconozco— que ejerce entre los medios obreros y pequeño-burgueses revolucionarios del Perú y segundo, por sus cualidades latino-americanas de demagogo, más peligroso que Alessandri y que Irigoyen.— Tarde o temprano tendremos que librarle combate.— De lo que debe Ud. estar plenamente seguro —para su labor entre los sectores aún hayistas del Perú— es que no está, ni estará jamás con nosotros; estará en contra tanto como sus ambiciones y nuestra debilidad lo permitan. —Hay que considerarlo como enemigo.
Los camaradas aquí se han entusiasmado con sus noticias, y con las que nos han llegado por diversos conductos. Las crónicas de Montevideo y Buenos Aires contribuyen a acrecentar el fervor. La noticia de la constitución de la CGT nos ha dado un ánimo inmenso.
Hasta pronto; espero sus noticias. Por este correo van cartas para Julio, Jacinto y R.M.L.; ruégueles que me acusen recibo.—
Un fraternal abrazo de su amigo y camarada.
Eudocio Ravines

Ravines, Eudocio

Carta de Óscar Herrera,7/2/1928

Buenos Aires, 7 de febrero de 1928
Mi querido Mariátegui:
Por el último correo de Lima recibí su carta del 4 de enero. Tengo mucho gusto que al fin hayamos podido comunicarnos, estaba verdaderamente inquieto. La postal a que Ud. se refiere no la recibí como Ud. lo creía, es probable que haya venido sin dirección. Esta carta se la remitiré a una nueva dirección que me ha comunicado mi hermano. Estoy esperando su opinión sobre el ofrecimiento de Gerchunoff para entrevistarme con él, hasta ahora la gestión ha corrido a cargo de un amigo nuestro (y de Amauta, pues es suscriptor) pero cuando ya se trate de poner en manos de Gerchunoff noticias de Ud. yo me entrevistaré con él. Me parece que tal vez desde Lima Ud. podría escribir algún artículo sobre estos temas de cuestiones económicas americanas que le son familiares, contándose así entre los colaboradores del exterior que seguramente este diario de nuestro colega tendrá, así como los similares de Buenos Aires, La Prensa y La Nación.
He recibido los paquetes del N° 10 de Amauta que Ud. me anuncia en su carta. He distribuido ya 10 números entre personas que me han prometido hacerse suscriptores y 4 entre del Mazo que quería interesar a dos muchachos de Córdoba y Julio R. Barcos, que tenía interés en hacerle más propaganda en Chile entre los maestros. A un muchacho paraguayo Creidt, presidente de la Federación de los Estudiantes de Asunción, y ya abogado, a pesar de sus veintitrés años, le acabo de escribir remitiéndole Amauta y pidiéndole colaboración. Este joven vino a Buenos Aires hace poco como delegado a la Convención Internacional de Maestros y pude oírle decir cosas muy acertadas e interesantes sobre temas sociales. No sé si Ud. tenga muchas vinculaciones con gentes del Paraguay, pero de todos modos no está demás que vinculemos Amauta a la gente joven de vanguardia y que además tenga un valor intrínseco.
Juan Mantovani, un distinguido profesor de pedagogía, que ya creo está vinculado postalmente a Ud. me prometió hace algún tiempo colaboración sobre el tema de su especialidad. Mañana debo verle en casa de del M. y le reiteraré mi pedido de colaboración recordándole su ofrecimiento.
Se me ocurre preguntarle, a propósito de colaboraciones del exterior, si no sería conveniente colocar al pie de cada artículo que se publique en Amauta la fecha indicando el lugar de procedencia, creo que así se podría apreciar más fácilmente que Amauta es tribuna de toda la vanguardia latinoamericana.
Le adjunto a estas líneas dos artículos de una firma para mí desconocida que le fueron enviados desde México, debe ser por intermedio de Cox, al director de una simpática revista chilena, que ya no puede aparecer por disposición de la dictadura.
Tomo nota del affaire de nuestros camaradas de México y le prometo comunicarme con los compañeros en referencia lo antes posible. C. me debe una carta, pero le escribiré nuevamente.
Sus cartas abiertas o cerradas pueden seguir viniendo a la dirección de nuestro amigo, a la cual Ud. dirigió la que hoy contesto. Todo marcha por este conducto.
De Ravines supimos que estaba muy enfermo y que necesitaba partir a un lugar menos peligroso que París, no sé a ciencia cierta de qué se trata, me tranquiliza un tanto pensar que nuestro camarada está cerca de Bustamante. Nos pidieron ayuda y hemos logrado hacer algo, siempre modestamente, sólo pudimos girar en total mil quinientos francos. Estoy esperando noticias de Ravines para saber qué debo hacer, su última carta es de fecha 28 de diciembre y en ella se muestra muy descorazonado por tener que abandonar París, pues dice que había logrado estudiar mucho y encaminar su atención hacia una obra seria, hacia la confección de un libro orgánico sobre los temas nuestros. Con el delegado Vernochet, de la Asociación de Trabajadores de la enseñanza quien ya conoce Amauta y el Apra, habíamos planeado algo en favor de Ravines y de su asociación. Vernochet prometió incorporarlo a nuestro amigo a las labores de la asociación sobre América Latina, y darle por su trabajo 700 francos al mes. Pero yo no sé si esto se haya podido realizar, porque el mismo día que yo hice el telegrama (de enero) comunicándole a Ravines la grata nueva recibió Seoane un telegrama de Bustamante donde se daba la alarmante noticia a que me he referido más arriba.
De Haya de la Torre estamos sin noticias desde hace ya bastante tiempo, desde México no ha escrito una línea, contrariamente a su costumbre y por una respuesta inesperada a un telegrama que hicimos a México sobre la Convención de Maestros tenemos la seguridad de que ya no se encuentra en aquella ciudad.
Por el momento nada más que un cordial abrazo a Ud. y muy cariñosos recuerdos a los de su casa.
Óscar Herrera

Herrera, Óscar

Carta de Jorge E. Núnez Valdivia, 5/11/1927

Arequipa, noviembre 5 de 1927
Para el señor José Carlos Mariátegui.
Lima
Tengo a la vista su comunicación de 10 de octubre.
No hace Ud. referencia a una carta mía dirigida con posterioridad al 1 de octubre. Temo que se haya extraviado en el correo.
Inmediatamente que se supo en Arequipa el resultado del "complot comunista" de Lima, la autoridad política tomó las medidas del caso. Estuve escondido dos días, con motivo del artículo que publicó el número último de Amauta, sobre Nacionalismo Revolucionario. En la hora actual las cosas se han agravado. Usted seguramente tendrá noticias sobre la huelga universitaria, motivada por la negativa del estúpido Consejo Universitario de admitir a nuestros delegados Francisco Mostajo y L. Fuentes Aragón. La situación ha sido dificilísima. Actualmente nos preocupamos de la organización de un Congreso de Estudiantes peruanos. Pertenezco a la comisión de elección de temas. He propuesto ya, -porque se perfilaban ya algunas figuritas, - la supresión de las Presidencias. Nombraremos un Directir de Debate en cada sesión, corriendo el trabajo a cargo de seis u ocho secretarios. Es hora de destrozar el amor a la presidencias, inútiles y estériles.
En próxima comunicación le enviaré la nómina de temas que se discutirán en el Congreso. Pienso sentar las bases de una nueva Federación de Estudiantes del Perú, ya que se presenta la propicia ocasión de cambiar ideas entre estudiantes de cuatro Universidades.
El "Seminario de Cultura Peruana" está en lo más empinado de su obra. Para que nuestra labor no sea estéril, trabajamos actualmente por dejar establecido el Pre-Seminario. Necesitamos completa documentación de aspectos peruanos. Preparamos actualmente algunas monografías, para que posteriormente se construya la obra integral. Datos, estadísticas, números imperan en nuestra obra. Oficialmente hemos solicitado de Oscar F. Arrús, Director de Estadística, el envío de los datos que nos interesan. A Alejandro Deustua le he solicitado una nómina de autores nacionales, a fin de contar con documentación eficiente.
Ayudados por algunos estudiosos, pensamos delinear los aspectos de la demografía peruana y su conexión con la tierra. Para que sea real y verídico tan ensayo, empezaremos por el departamento de Arequipa. Contamos con el plano del departamento, preparado por Alberto Rivero, espíritu burgués, pero cuyos estudios, dentro del campo científico, son apreciables.
En las próximas vacaciones universitarias me dirijo a Puno, y si me alcanzara el tiempo, al Cuzco. Mi propósito es fijar mis concepciones sobre el problema indígena, analizando experimentalmente la organización agraria. Especialmente estudiaré el régimen de las comunidades indígenas. Esbozaré la psicología indígena.
Es posible que se financie nuestro Boletín, próximamente. Es urgente una hoja en que aparezcan nuestras conclusiones concretas. De este modo muerte el retorismo, la fraseología, Debemos seguir un método profundamente realista.
He estado en vísperas de dirigirme a Lima, con motivo de la huelga universitaria. Hubiéramos charlado largamente sobre los temas nuestros. Desgraciadamente solucionase la huelga, y estamos en vísperas de exámenes universitarios. Dedico a mis labores de Seminario tres horas diarias.
Próximamente marchará a esa el compañero Carlos Galván, que es de los nuestros y de nuestras aficiones culturales. Le dará cuenta de la obra realizada.
Podríanse organizar Seminarios en Lima, Cuzco, Puno y trujillo. El suyo dirigirá admirablemente la obra. Contamos con los Peralta en Puno, (si mi viaje a este departamento es una realidad, cuento con el establecimiento de dicho Instituto), con Orrego y Spelucín en Trujillo y Valcárcel y Uriel García en el Cuzco. Haríamos obra constructiva.
He recibido comunicación de Carlos Manuel Cox y de Marti Casanovas, simpático compañero, director de la revista "1927". Creo que la obra que realicen será muy relativa. Démonos exacta cuenta que el éxito está en la economía, el dato , el número. Aprovechemos mejor los tiempos nuevos. Mientras no sepamos cuántos somos, la organización agraria (se iniciará pronto el examen de las tierras cultivadas por propietarios, por arrendatarios y por aparceros en Arequipa), la dirección de nuestra población, etc, todo será inútil.
Podemos dirigir la actuación política de las nuevas generaciones. Si, política. Pero con seriedad, con responsabilidad histórica. La obra de nuestros Seminarios es peruana y es universal. Idealista y realista. Para el porvenir.
Mándeme una nómina de revista, asociaciones culturales, estudiosos, etc (con sus direcciones) que pueden ayudarnos en la obra. Por el sistema de corresponsales, obtendremos el dato cierto, tomado directamente de la realidad.
En el próximo número de "Sagitario" aparecerá un estudio preliminar mío sobre la Universidad Peruana.
A Haya le solicité sus libros. Recibí últimamente una nota suya, prometiéndomelos. Usted no tiene varios ejemplares?
He cumplido sus encargos para F. Pastor, A. Tinajeros y A. Peralta. Todos estamos prontos a ayudarlo en su obra. Díganos su plan y lo secundaremos incondicionalmente.
No me dice usted nada de sus salud. Como sigue Ud.?
Lo abraza fraternalmente y con todo cariño.
Jorge E. Núñez Valdivia
P.D. Podría Ud. conseguirme un ejemplar de Jarana, últimamente aparecida?

Nuñez Valdivia, Jorge E.