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José Carlos Mariátegui La Chira Item Censura
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Carta a Artemia G de Falcón, 24/1/1924

Londres, 24 de enero de 1924

Querida madre:

Te adjunto un artículo para Mundial. Supongo que habrán publicado los anteriores y que te los habrán pagado puntualmente. Yo no descuidaré mandarte los dos que debo escribir cada mes.

No hagas caso de lo que te digan sobre mi situación en Europa. Nadie la conoce mejor que yo y si algo me ocurriera, a ti sería la primera que se lo diría. Aquí no se vive como en el Perú. No se deporta así no más a nadie ni yo doy motivo para que lo hagan conmigo. Eso que te ha dicho Mariátegui es una tontería. Está perfectamente tranquila y creo que en cuanto pueda, creo que no será más allá del año próximo, iré a Lima, aunque no sea más que a pasar uno o dos meses contigo.

En estos días he leído en los diarios que han estallado cuatro bombas ante el palacio de gobierno. También dicen que han apresado a más de doscientas personas. No sé si entre estás estará Mariátegui y Valle y si uno de los periódicos que han suspendido es la revista que ellos se proponían publicar. Espero nuevas noticias.

Me parece una tontería de Alicia querer tomar una casa de alquiler superior a nuestros recursos. Es necesario que se convenza, ella y todos mis hermanos, de que nosotros somos muy pobres y debemos vivir de acuerdo con nuestra pobreza. Busca en el día un departamento barato y limpio, que cueste lo que puedas pagar, y múdate. Es preferible vivir en una casa pobre y tranquila a aparentar estúpidamente una situación que en realidad no es la nuestra. Estas cosas no debía ni decírtelas. Espero que ninguno de mis hermanos insistirá en su propósito.

Todavía no ha llegado el café.
Muchos recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo muy cariñosos para ti.

César.

Averigua en el correo por mis cartas, porque después de la fecha que tú dices yo te [he] escrito varias veces, certificadas o no. Me resisto a creer que se roben las cartas que te dirijo. Pero si ocurre así, tomaré inmediatamente las medidas necesarias para evitarlo. Dime enseguida lo que haya en este asunto.

Falcón, César

Carta de Alberto Gerchunoff, 11/8/1927

Buenos Aires, 11 de agosto de 1927

Señor Don Fernán Cisneros

Distinguido señor:

Me pongo completamente a sus órdenes para la compañía en favor de Amauta. No confío mucho en el alumbramiento del gobierno del señor Leguía, a quien lógicamente tiene que molestar la acción de un hombre libre como Mariátegui. El señor Leguía, como buen dictador de tipo americano, no puede comprender ni [xxx] la obra de Mariátegui. Si la comprendiera no sería lo que es, es decir, un pobre diablo [xxx]. No quiero denominarlo, desde luego.

Aberto Gerchunoff

Gerchunoff, Alberto

Carta de Víctor Raúl a Eudocio Ravines, 1929

Esta es mi dirección
Haya De la Torre
c/o J. C. Guerrero
Madgeburgerstr. 25
Berlin. W. 35

Mi querido Eudosio:

Al fin he recibido la carta que tan ansiosamente esperaba de alguno de ustedes. Les he escrito por intermedio de Vallejo, a cargo del boureau des Grands Journeaux luego, por intermedio de un muchacho Carrera, ecuatoriano, de la Agela dé Berlin, que va a París sin rumbo cierto. También le di la dirección de Vallejo.

Recojan esas cartas y busquen al muchacho.

Cuando yo viajaba de Costa Rica a México, vía Panamá fui detenido en la Zona y expulsado en el mismo barco en que viajaba, uno de carga, alemán, y despachado a Bremen. Aquí, por fortuna he encontrado a Guerrero que es un gran tipo, completamente identificado con nosotros y él me sirvió para impedir que por falta de pasaporte fuera yo devuelto a América y por ende desembarcado en La Guayra, Venezuela. Tan pronto como el Prof. Goldschmidt me comunicó la noticia del asesinato de Mella le rogué enviara en mi nombre un telegrama de protesta. Así lo ha hecho Goldschdmit ha sido esta vez, como siempre, tan bueno.

No creo que pueda ir muy pronto a París. Aquí creo que conseguiré normalizar mi economía totalmente en desastre. Estoy ya enseñando castellano y haciendo ciertas traducciones. Mis expectativas son no de muy pronta realización pero seguras.

Toda esta gira me ha costado tremendos sacrificios de todo orden. Fui expulsado de Guatemala y El Salvador y se organizaron contra mí verdaderas campañas pagadas por la United Fruit y secundadas por los gobiernos y la prensa a ellos vendida. Libré solo tremendas batallas, pero todo esto a pesar de haberme agotado un poco ha dado tal fuerza al Apra que no hay hoy en Centroamérica nada que la iguale. El trabajo ha sido terrible pero necesario para los de fuera y para los de dentro del Apra. Nuestros compañeros quieren exigir siempre los extremos de sus líderes y especialmente de mí. Yo sé que sólo cuando me vean muerto, perforado con veinte balas dum-dum despertarán la confianza el entusiasmo y el fervor que hoy tanta falta nos hace. Esto es desgraciadamente, ley fatal en nosotros. Al leader hay que sacrificarlo como a los gansos de Navidad. Después se les hace elogios fúnebres y se vive un poco a su costa lamentándose no haber hecho más. Historia criolla trágica pero evidente.

Todas las divisiones entre nosotros no son sino eso. Eso: inferioridad y primitivismo, crueldad y algo como sadismo político de campesino suspicaces. Pero esto no lo enmendaremos, sino a fuerza de fuerza y a fuerza de sacrificios.

Aquí di, una conferencia en la Agela. La oposición de un tipo llamado Shawde nada pudo. Me refutó y lo deshice. Los muchachos están todos a mi lado y van a censurar a Shawde. Hay varios peruanos, todos unidos como por un aro de hierro.

No sé nada de México desde hace dos meses. Esperándome ellos no me escribieron más.

La situación en cuanto al Perú cambia. Muchos militares están con nosotros. Los Santibánez en Centroamérica y aquí otros. Hay interés en la joven oficialidad por nuestro movimiento. No lo han visto objetivo ni posible mientras no les entró la cosa por los canales de la famosa candidatura que tantos de nosotros con visión de topos no hicieron sino criticar. Pues hoy, las cosas están en un pie tan interesante que cada vez estoy más contento de nuestro plan, aunque el señor Mariátegui revolucionario, del papel satinado, siga diciendo que "así no se hace en Europa" o porquerías por el estilo. Pero lo que nos importa es el sentimiento de masa que ya se va formando en el Perú al punto que ustedes mismos van a sorprenderse un día. Alguna vez hablaremos de esto. Pero hemos pasado el tiempo, perdiéndolo, en discusiones y dudas y lo que pudo hacerse antes va a hacerse cuando grandes energías nuestras se perdieron en disputas y desconfianzas. Como siempre venceremos con medio ejército muerto en la lucha intestina.

Traten de ver qué se hace en la Agela para iniciar una campaña aquí. Esta misma noche, te enviaré la protesta aprista por lo de Mella. Ya les había enviado a México una declaración para Indoamérica. No va en este sobre porque no tengo aquí, de donde escribo, lejos de mi casa, el papel sellado del Apra.

Guarden religiosamente el dinero que colecten. Ahora no es. urgente aunque sea necesario, pero más tarde puede ser imprescindible.

Goldschmidt estuvo en el Perú. Desde el lanchero del Callao que lo desembarcó hasta los catedráticos de la Universidad de Arequipa incluso Valcárcel en el Cusco le hablaron de mí en términos políticos como "candidato". . . Esto da la medida de lo que pueden las palabras hechas en Política. Goldschmidt está convencido de la eficacia de nuestra táctica. Pero... no podemos hacer nada en nombre de la táctica sin que se nos acuse en nombre de la ambición y otras cochinadas. O sin que el señor Mariátegui no vea su "realidad nacional" a través de los consejos de su amigo Alfredo Piedra y otros leguiistas que dicen le sugieren las más oportunas ideas de izquierda. De ahí que Amauta figure hoy en todos los consulados y legaciones como revista de salón para probar "que en el Perú hay libertad de imprenta, puesto que se publica una revista bolchevique con perfecta anuencia del gobierno el que parece también está suscrito abundantemente". (Datos recientes) Viva el Soviet peruano...

Un abrazo y hasta pronto. No des gran curso a esta carta que está un poco síntica. No sea que aparezcan nuevos chismes. Los veo por todas partes. Estoy con más olfato que un conejo viendo orejas de galgo por todas partes. Y tengo razón, estoy más escaldado que un jinete primerizo en mula brava.

Esta noche te escribiré enviándote otras cosas. Supongo que vean Repertorio: Todos los últimos números tienen algo mío. A Deambrosis le envié recortes para que te los pasara. Búsquenlo. El escribió una gran defensa mía en Repertorio cuando me expulsaron.

A todos un abrazo.

Fdo Víctor Raúl.

Haya de la Torre, Víctor Raúl

Carta de Mario Sáenz, 12/8/1927

Buenos Aires, 12 de agosto de 1927

Señor

D. Manuel A. Seoane

Estimado Seoane:

Lleno de tareas en estos momentos, me apresuro, sin embargo, a contestar su carta del 10.

Por falta de tiempo, no puedo enviarle por separado y en extenso, un juicio sobre la Revista de Mariátegui, que me veo, así, precisado a sintetizar en dos palabras: es un portavoz fiel y valiente de los grandes ideales de nuestros pueblos.

Con mis parabienes por la próxima reaparición de "Amauta", lo saludo affmo. amigo y S.S.

Mario Sáenz

Sáenz, Mario

Carta de Enrique Mendez Calzada, 11/8/1927

Buenos Aires, 11 de agosto de 1927

Sr.
D. Fernán Cisneros (hijo)
Ciudad.

Colega y amigo:

Contesto a su atenta de anteayer.
No he tenido oportunidad de leer muy asiduamente la revista "Amauta". Eso sí: cuando he tenido a mano algún número, lo he leído con el más vivo interés. He podido así formarme la idea de que era —o es— una de las mejores publicaciones de la América española en su género, esto es, como revista de vanguardia literaria y como órgano de discusión y de difusión de los nuevos hechos y de las nuevas ideas. Lo poco que yo sé acerca del actual movimiento literario peruano, lo sé por "Amauta", publicación que honraría a cualquier país culto y que, sin duda alguna, ha hecho mucho bien al Perú fuera del Perú. Deben ser muchos, efectivamente, los escritores argentinos y de otros países de la América española que se encuentran en mi caso.

Añadiré que mi simpatía por la personalidad y mi interés por la obra de Mariátegui no son de hoy. Lo que de él he leído, —y particularmente las correspondencias europeas que recopiló en "La escena contemporánea",— me ha llevado a la convicción de que el fundador y director de "Amauta" es uno de los escritores americanos que más cabalmente saben comprender e interpretar las inquietudes que en lo social como en lo estético, en lo económico como en lo político, agitan la conciencia de la Humanidad actual.

Le estrecha la mano su afectísima.

Enrique Méndez Calzada

Méndez Calzada, Enrique