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Acta de Constitución del grupo de apoyo a la revolución en Venezuela

Acta de Constitución

En la ciudad de la Habana, a 9 de Enero de 1926 se reunieron los compañeros Salvador de la Plaza, Gustavo Machado, Eduardo Machado (venezo­lanos), Julio Antonio Mella, Leonardo Fernandez Sánchez, Orosmán Viamontes,(cubanos), Jacobo Hurwitz, Luis F. Bustamante (peruanos), con el fin de constituir un grupo capaz de aprovechar la revuelta armada que se prepara en Venezuela a iniciar allí la Revolución Social. Se excusaron de asistir lo compañeros R. Martinez Viliena, Gustavo Aldereguía, Jorge Viví, José Z Tallet y Aureliano Sánchez, quienes manifestaron estar enterados de los fines de la reunión ofreciendo su adhesión a tocios los acuerdos que se tomaran.

Se acordó:

1). -Dar por constituido el grupo.
2).- Nombrar un Comité Central Provisional.
3).- Encomendar a los compañeros Salvador de la Plaza, Julio A Mella y Luis F. Bustamante la elaboración de un proyecto de programa. 4).- Convocar a una nueva reunión con todos los posibles miembros de este grupo para someter a su consideración los acuerdos tomados.

El C.C. provisional quedó constituido an la forma siguiente: Salvador de la Plaza, Gustavo Machado, Julio A Mella, Jorge A Vivó, Luis F Bustamante y Jacobo Hurwitz.

La Habana 9 de Enero de 1926.
Secretario General del C.C. Provisional
Salvador de la Plaza.

Acta de la Asamblea

Convocados por el C.C. provisional se reunieron en Asamblea los compañeros Salvador de la Plaza, Gustavo Machado, Eduardo Machado, Juan Montes, F. Laguado Jayme y J.A. Silva (venezolanos), Julio A Mella, Leonardo Fernandez Sanchez, Jorge A Vivó, Calixto Massó, Gustavo Aldereguía (cubanos), Luis F. Bustamante, Jacobo Hurwitz (peruanos) y Avilés Ramírez (nicaragüense).

Sometido a consideración el proyecto elaborado por la comisión se programa, fue ampliamente discutido, y aprobado en la forma que se inserta en este Libro de Actas.

Se acordó nombrar los delegados organizadores de las secciones en diversos países de América.

Se nombró a los compañeros Julio A Mella, Salvador de la Plaza y Eduardo Machado, en México:

a los compañeros Eudocio Ravines y Óscar Herrera, en la Rep. Argentina;
al compañero Gonzalo Escudero, en el Ecuador;
al compañero Juan de Dios Romero, en Colombia;
al compañero Pío Tamayo, en Costa Rica;
a los compañeros Nicolás Terreros y Esteban Pavletich, en Guatemala;
a los compañeros Luciano Castillo y Carlos Manuel Cox, en el Perú;
al compañero Ricardo Martínez, en New-York.

Se nombró en sustitución de los compañeros Salvador de la Plaza y Ju­lio Antonio Mella que se ausentan del país a los compañeros Juan Montes y Gustavo Aldereguía.

Se encomendó la Secretaria General al compañero Gustavo Machado.

La Habana 16 de Enero de 1926.
Gustavo Machado
Secretario General del C.C. Provisional

II. Programa de acción secreta

1) Hacer conocer de todos los comunistas el estado politico, económico y social de Venezuela y su situación favorable, después del derrocamiento de Gómez para organizar el proletariado y llevarlo a la conquista del poder.
2) Invitar y comprometer a cuantos comunistas sea posible a que va­ yan en la acción armada, o se trasladen a Venezuela tan pronto esté finalizado el Movimiento.
3) Cambiar impresiones entre los diferentes grupos sobre la mejor manera de resolver los problemas en Venezuela y sobre la táctica más efectiva que deba seguirse.
4) Desarrollar en toda su amplitud el programa de acción exterior, procurando así el apoyo moral y material de todo el continente para el triunfo de la revuelta armada y el reconocimiento de la beligerancia de la misma.
5) Mantener en secreto el fin que se persigne hasta tanto haya triunfado la revuelta, para lograr por un lado la participación del grupo en la misma y por ende la organización de las masas, y por otro lado no dar pretexto al capital internacional a obstaculizar el movimiento
6) Los grupos deben estar en constante comunicación e informarse recíprocamente del estado de las campañas y número de adherentes.

Programa de acción exterior.

1) Denunciar los crímenes de la actual tiranía: los horrores de las cárceles, de las "carreteras”, del estado en que se hace vivir al obrero y al campesino y el apoyo que prestan a esta tiranía, los gobiernos de América y Europa y en especial su sometimiento al imperialismo yanqui.
2) Formar un frente único con todas las organizaciones, no importando sus tendencias sociales, para la campaña de derrocamiento del actual tirano y en pro de la revuelta armada que se prepara, y en vías de he­cho ésta, para el reconocimiento de la beligerancia.
3) Constituir Comités Pro Libertad de Venezuela en cada país de Amé­rica invitando para tal fin a todas la clases sociales.
4) Procurar la obtención de armas y municiones o en su defecto, el dinero para adquirirlas. Con ese objeto organizar festivales y demás me­dios adecuados.
5) Presionar a los Gobiernos para la ruptura de relaciones con el de Gómez.
б) Hacer propaganda dentro de las colectividades y solicitar de ellas protestas contra los crímenes de Gómez, protestas que reunidas se pu­blicarán en folletos para darle mayor alcance a las mismas.
7) Lograr de la prensa de cada país una información frecuente de la situación actual y una activa campaña en pro de la revuelta.

La Habana, enero 16 de 1926.

Plaza, Salvador de la

Copia de la resolución de la Célula Peruana del APRA en Buenos Aires, 14/4/1929

Copia de la resolución de la célula de B.A

(Aquí un sello de la Secretaria)

(COMUNICADO OFICIAL DE LA CÉULA PERUANA DEL APRA EN B. A. República. Argentina)

Sesión del domingo 14 de abril de 1929.

"Se abrió la sesión a las 11 horas con la presencia de los compañeros Cornejo, Beltroy, Seoane y el suscrito"

Se consideró ampliamente la renuncia del compañero Haya, de la Secretaría General del Partido que pasó por nota desde Alemania. Las razones que expone en ella son varias, pero concretando, se puede decir que el motivo principal radica en las insistentes campañas que últimamente le hicieran los elementos comunistas y algunos compañeros apristas, junto con varios cargos en los que se involucraba al partido de frente único por él fundado. Considera que lo mas acertado es dejar su puesto directivo para ocupar uno de solda­do en las filas revolucionarias y propone como Secretario General a Alfredo Palacios, dado su prestigio en el Continente y el que sería asesorado por un comité con sede en Buenos Aires.

Después de un debate sobre este asunto Seoane manifesté que de ninguna manera Palacios se haría cargo de un movimiento cuya primera condición era desarrollar acción a la que él se estaba sustrayendo. Todos estuvimos conformes con él porque conocemos a Palacios y porque sabemos que últimamente ha adoptado una posición mas bien de maestro y universitario.

Respecto a Mariátegui, no nos cabe la menor duda de que se ha separado definitivamente del Apra sin previo aviso y sin haberlo manifestado tampoco. Pero tenemos pruebas evidentes y que fueron expuestas por los C. C. Seoane y Cornejo.

Se resolvió por unanimidad:

  1. No aceptar en forma alguna la renuncia que nos presenta el compañero Haya y exigirle disciplinariamente que ocupe su cargo en razón de que él tiene la marcha del movimiento en Sud América. Como se avecinan acontecimientos importantes en el Perú, a consecuen­cia de la escisión, creemos que hoy mas que nunca se necesita de una acción para lograr que el Apra tome preponderancia en el seno de las masas peruanas.

  2. Dada la seguridad que tenemos de la separación de Mariátegui y en la formación de un P. C., es urgente definir y encarar la esci­sión afrontándola resueltamente.

  3. Sugerir al Comité Ejecutivo Internacional la necesidad de lanzar un manifiesto en el que se exponga la índole antiimperialista del Apra como partido marxista. El camarada Haya la define muy bien cuando dice que el Apra lucha contra el imperialismo porque admite los tres fundamentales principios de Marx: concentración de la pro­ducción, plusvalía y lucha de clases.

Se le encargó al camarada Seoane que para la próxima sesión traiga redactada una carta personal dirigida a Haya en la que le exponga estos puntos de vista y la opinión de Ia Célula Peruana en B. A.

Fdo Juan Merel
Secretario General del Apra. Célula de B/A.
[Un sello]

Copia de la carta personal de que habla la referida nota al compa­ñero Haya de la Torre.

(Absolutamente confidencial) Buenos Aires, 18 de abril de 1929.

Querido Victor Raúl: Ignoro hasta donde esta carta alcanzará a inter­pretar el pensamiento de cada uno de los integrantes de la célula pe­ruana de Buenos Aires, pero me animo e afirmar que interpreta su pen­samiento general y dominante.

Hemos leído detenidamente los documentos en que conste tu renun­cia, así como las informes anexos a la misma, y después de madura re­flexión, ajena por completo a todo sentimentalismo o amistad, hemos resuelto, unánimemente, exigirte disciplinariamente, que vuelvas a tu puesto de combate. Pensamos que eres el mas capacitado para el cargo. Palacios es un hombre que llega o la madurez, carente de ener­gía como para iniciar un movimiento, amigo de gozar sin molestias del honor que ha alcanzado y que mas quiere lo posición de maestro que la [de] líder. No creemos, por otra parte, que su aprismo vaya hasta el extremo de dedicar a él su actividad principal. Aparte de esto, tú eres quien ha iniciado la lucha y quien debe continuarla en estas ho­ras difíciles que se avecinan.

Y aquí conviene un paréntesis. Decimos difíciles parque los ata­ques arrecian. Arrecian de parte de los enemigos declarados y de parte de los que aún consideramos como compañeros. Con respecta a los primeros, la Célula he resuelto insistir en su pensamiento principal, contenido en su proyecto de tesis de agosto próximo pasado; esto es: que el C. E. I. lance un manifiesto a América Latina. La célula de México opina en el mismo sentido, por moción de Pavletich, aprobada en diciembre y en esa forma se ha expresado, también, la de la Paz. Creemos urgente no sólo responder, con altura, a esos ataques, sin explicar el rol y las tendencias antiimperialistas del Apra. Tu ar­tículo "What is the Apra?" contiene lo sustantivo. Pero el mismo desarrollo de la lucha ha abierto nuevas zonas a la curiosidad de las masas, que exigen su aclaración. Esto nos parece fundamental, afín de crear una buena base general para que cada célula, apoyada en ella rechace las acusaciones de amarillismo y oportunismo que se nos hace. De no adoptarse, no solamente nos seguirán atacando impunemente, sino que corremos el riesgo de dar respuestas diversa y heterogéneas. Por algo dices tu mismo que urge que sigamos estudiando y descubriendo la doctrina común.

La segunda parte del paréntesis va a resultar mar larga que el resto de la carta. Pero es necesario hablar fuerte y claro. Nos referimos a la obra divisionista que dentro de nuestras propias filas, ha comenzada el director de Amauta, don José Carlos Mariátegui. Hechos concretos: fue el inspirador, según cartas que conoce el compañero Cornejo y que yo también vi, de la actitud antiaprista de la poetisa Blanca Luz Brum. No respondió en ninguna forma, a nuestra tesis conciliatoria. En cambio, según declaró el compañero Meneses, le escribió a los compañeros de la Paz proponiéndoles entrar al Partido Comunista que él fundaría. Ha roto, sin decirlo, sus vinculaciones con nosotros y ha designado, o influido en esa designación, como delegado del Perú ante la Conferencia Sindical a un elemento como Valdivia Morón, y absolutamente desprestigiado acá y allá, a quien solo ha podido conocer por intermedio del Secretariados del Partido Sudamericano Comunista y a quien tiene que haber nombrado por indicación de éste. Además, aunque hay célula en B. A. y compañeros desterrados, ha escrito al poeta Miro Quesada para que "se ponga en comunicación con Rabines y se mantenga en relación con él" según ingenua manifestación del nombrado intelectual. Estos son los hechos que nos constan, a parte de los que conocemos, sin pruebas. Ellos revelan, suficientemente, que el director de Amauta no proce­de concertadamente con nosotros y que actúa de pleno acuerdo con el P. C.

No es el caso profundizar la ideología de cada cual. Pensamos que entre nosotros hay comunistas ,y que deben estarlo. Pero, por lo menos en cuanto a esta célula concierne, que para la realización de una revolución americana, es indispensable acción autónoma a fin de librarse del rigorismo miope de la III Internacional y de su egoísta supeditación de toda obra a las necesidades inmediatas a la revolución rusa. Bien claro habla de este error de perspectiva de los comunistas de partido, el hecho de que en las elecciones de Argentina, donde intervienen trescientos mil votantes en un centro industrial y capitalista como Buenos Aires apenas obtengan 8,000 votos. Y acá llegamos al punto mas importante de la cuestión. El director de Amauta, D. José Carlos Mariátegui, nos comienza a distanciar esta divisionista actitud y este sujeción rendida a los dirigentes de la III Internacional. Pero nos concluye de alejar el examen sereno de su obra y trayectoria. Hasta este momento, la célula pensó y quiso una conciliación. Algunos de sus miembros hasta fueron sospechados y sospechosos de "mariateguismo". Pero hemos llegado al duro momento en que es necesario decir la verdad; afilar las armas y purgar el organismo revolucionario. En primer lugar, nos distancia de la obra del Director de Amauta, divisionista e intelectual, su absoluta imposibilidad de acción. Esto puede ser un tema sentimental para alguna poetisa sensible. Pero para nosotros, hombres políticos y de acción, tiene valor secundario. El porvenir del Perú no puede postergarse porque el director de Amauta tenga fiebrecillas diarias. Creemos que con nosotros está el núcleo realmente dinámico capaz de llevar adelante una revolución. Porque, en segundo lugar, el director de Amauta es fundamentalmente intelectual y un intelectual europeo, lo que no es lo mismo y lo que es peor. Su acción seguramente se reducirá a esa crítica irónica y expectante, cruzada de brazos, que caracteriza a todos los partidos comunistas de América. Ya en el presente se observa eso. Don José Carlos Mariátegui vive para sus recuerdos de Europa. Hay en él una huachafa devoción por Europa. Es individualista en su vanidad y aspira más que a la revolución en el Perú, a mantener su prestigio intelectual en Europa. Pese al título de sus artículos sobre "Peruanicemos al Perú", don José Carlos Mariátegui sigue teórico marxista pegado a la letra de los libros. Y en sus artículos como en su propia revista, no basta con el título. Su obra profunda es esencialmente espejizante [sic]. Amauta es una tribuna cómoda para adquirir jerarquía polemizando con Henri de Mann. Y eso en Lima con la dictadura y el imperialismo encima, con la obligación de una ¡revuelta ad portas! Y que en su último número, dedique un homenaje al poeta Eguren, políticamente individualista, de arte esencialmente burgués y aristocrático. Y colonial. El nacionalismo de don José Carlos Mariátegui, fuera de los títulos y de las portadas, se reduce a cultivar estas amistades ilustres, a fin de mantener el prestigio de intelectual. E incurre en errores tan graves como el que sostiene en sus declaraciones de diciembre sobre lo nacional y lo exótico, sosteniendo que la huachafa es lo nacional. Don José Carlos Mariátegui vuelve a quedarse en las portadas. Nuestro nacionalismo es esencialmente popular. Las huachafas buscan al marido yanqui, y la aristocracia adula al capitalismo extranjero, por la misma razón que el intelectual en trance de publicidad busca la gloria europea o el escritor reaccionario defiende su causa. Pero ni la huachafa, ni la aristocracia ni estos escritores son lo nacional. Es algo más hondo y de mas corporeidad que las sim­ples reproducciones de los cuadros. Es la masa, que no se ve desde el gabinete literario y que no interpretan los "pensadores exquisi­tos”. Hora es de cerrar este paréntesis deshilvanado por cierto y de arribar a conclusiones. Además el manifiesto, consideramos indispensable afrontar este otro problema de la división. O permi­tir que las células se defiendan de esta obra anarquisante o pactar una alianza, ya en calidad de fuerzas netamente disímiles. De­bemos añadir que esta última emergencia, con ser posible y quizás necesaria, nos resultaría peligrosa y a lo mejor ineficaz. Conocida es la táctica comunista de valerse de cualquier medio. Posiblemente, el director de Amauta esté buscando su Kérenski. Y en este sentido, quizá no lo sean ajenos algunos camaradas conspicuamente colocados. Por todo esto, nos limitamos a sugerir reflexiones. Nuestro pensamiento está hecho. Ahora hay que decidir la actitud. Pedimos por eso, tu opinión. No nos sobra el tiempo. Hemos encarado, pues, tu renuncia; los ataques interiores y exteriores. Para los dos primeros proponemos solución. Para el segundo: estudio. Quizás sería conveniente tu viaje acá pese a los peligros de ataques que haría infructuosa tu labor. Pero este tercer problema es más urgente. Conviene a nuestro juicio, compulsar la opinión celular y proceder en consecuencia. Nuestra voz ya va bien fuerte y clara.
Te abraza
Manolo

Cornejo y Merel (Reafirmando y ampliando)
Querido Víctor Raúl: Seoane en esta carta expresa un modo de pensar que hace tiempo he tenido. A los hechos que expone hay que agregar el hecho del envió a Rusia de dos compañeros y el que D. J.C.M. quiso, cuando aún estábamos en Lima, fundar el Partido Comunista. Abrazos.
Cornejo

Querido compañero Haya:
Hace tiempo que tuve la impresión de que D.J.C. Mariátegui preparaba una campaña comunista o sea que se apartaba de las filas del Apra. Creo que hoy hay que encarar la escisión para aclarar orientaciones. Un abrazo.
Merel.

Merel, Juan de Dios