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Carta a Artemia G de Falcón, 31/7/1925

Su casa, Washington 544,
31 de julio de 1925

Señora Artemia G. de Falcón
Ciudad.

Señora de todo mi respeto:
De vuelta de Chosica, a donde fui en busca de salud, me complazco en anunciarle nuevamente que tiene Ud. su casa en Washington Nº 544.
Me parece que Humberto se ha enojado con nosotros por un incidente mínimo del día de la mudanza. Yo creo que la cosa no era para tanto. Pero estimo demasiado la amistad de César y los suyos para no apresurarme a ofrecer a Ud. las excusas que Ud. crea de mi debe.
Anita me encarga expresar a Ud. y a su señoritas hijas sus muy cordiales sentimientos. Sandro y Sigfrido le mandan muchos besos a Artemita.
Y yo me despido de Ud. con las respetuosas consideraciones de siempre. Su muy devoto y atento servidor.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Artemia G de Falcón, 12/4/1923

Lima, 12 de abril de 1912 [1923]

Señora de todo mi respeto:

Solo ayer pude entrevistarme con el doctor Salomon. El lunes y el martes tuvo que concurrir a las sesiones secretas del Senado.

Me ha dicho el doctor Salomon que la próxima semana se dará la orden elativa a los pasajes de César.

A causa de hallarse en Lima un hermano mío, no dispongo de tiempo para nada. No me es posible, por esto, ir a Barranco a comunicarle personalmente el resultado de esta gestión.

Pero a fin de semana iré de toda suerte llevándole la solicitud para el pago del sueldo de abril.

Con mis mejores saludos para los suyos, le ruego aceptar mis respetos.
Su humilde servidor

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Artemia G de Falcón, 8/1920

A mi madre Doña Artemia G de Falcón en Lima

Querida madre:

He recibido tu carta del veintidos de junio. La contesto enseguida para que nuestra correspondencia se establezca regularmente.

Durante los últimos meses, junio y julio, he trabajado mucho. Ya te he dicho que tenía compromiso de entregar un libro. Ya lo he entregado. Ahora espero tu publicación.

El calor de Madrid en estos días es abrasador. Todo el que ha podido se ha marchado a las playas. Yo he debido irme también a un balneario., pero me han retenido aquí distintas ocupaciones urgentes.

Probablemente, a fin de mes, iré a Barcelona. Tengo el propósito de pasar allí algunos días.

Tú última carta ha aumentado mi ansiedad por saber que ha ocurrido a la madre Del Águila y como sigue. Espero que la próxima tuya. ya que Del Águila no me escribe hace meses, me des amplias noticias.

Dime como pasan los días que ocurre en Lima, si te paseas mucho, todo, en fin, lo que sea digno de contarse. Tus cartas son exageradamente parcas. No me dejan entrever la vida que hacen ustedes.

Supongo a Humberto y a Jorge muy adelantos en sus estudios.

¿Por qué no me escribe Alicia? Ya ni siquiera te sirve de amanuense.

Espero recibir mi baúl estos días. Si no llega, cuando vaya a Barcelona, iré a París a reclamarlo personalmente.

Muchos besos y abrazos paras mis hermanos y saludos para Del Águila y su madre.

Te abraza con el corazón
César

Madrid, el [2] de agosto de 1920.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 26/2/1921

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Querida madre:

Acabo de recibir tu carta del veintitrés de enero. La contesto inmediatamente.

Me ha preocupado mucho la noticia de la enfermedad de Alicia. Con impaciencia espero tus nuevas cartas. Confío que ellas me traerán mejores informaciones.

No creo que recibas esta al mismo tiempo que la carta que te he escrito hace tres días. Si ocurre así, te enterarás de la oposición que tengo sobre los pagos del ministerio y de lo que te decía antes de conocer tus nuevos informes. Sigo creyendo que todas las cosas que dicen no tienen ningún fundamento. Allí cada cual dice que se le ocurre. No se le puede creer a nadie.

Por esto lo mejor es atenerse a los hechos. Has hecho muy bien en retirar la solicitud. Solo te iba ocasionar molestias y, al final, no iba a tener ningún resultado favorable. Esto hubiera sido muy posible, por el contrario, que ella sirviera de pretexto para hacernos alguna trastada.

Esperemos confiados. Créeme que el mejor es el sistema de pago que hemos escogido, a pesar de los retrasos. No creo que si resuelven pagarme el sueldo […] me lo paguen por Barcelona. Esto será lo más conveniente, porque el cónsul a mí me paga con puntualidad. Si pudiera conseguirse esto, yo lo aceptaría en el acto. No me importaría perder lo que perdiese por el cambio […]. Conseguiría que tú recibieses regularmente tu mesada.

Averigua discretamente con Villanueva como debe hacerse para que me paguen mi sueldo íntegro aquí. Si continúan pagándote no digas nada. Solo cuanto te notifiquen que no te van a pagar más, lo averiguas y me lo escribes enseguida. Yo, por mi parte, te comunicaré inmediatamente cualquier cosa que sepa.

No te olvides de reclamar en el correo la encomienda. De aquí la despacharon el 25 de octubre. Avísame el resultado de tu investigación, porque si se ha perdido tiene que pagárnosla la agencia que la despachó.

La otra irá pronto. Muchos abrazos para todos mis hermanos y para tu un besos y un abrazo especiales.

César

Madrid, 26 de febrero de 1921

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 27/6/1922

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Mi querida madre:

Acabo de recibir tus cartas y las de mis hermanos felicitándome en mis cumpleaños. Les agradezco mucho, muchísimo su cariñoso recuerdo. Ese día lo pasé en Roma acompañado de Mariátegui y Machiavello. Como tu sabes, el mes de abril estuve en Génova y aproveché esta circunstancia para ver Roma otra vez. Fue, pues, un cumpleaños, si no alegre por estar lejos de vosotros, inadvertido por lo menos. Y no hay, ciertamente, razón para que lo hubiera pasado así. Ha sido quizá el cumpleaños más importante de mi vida. He cumplido ya los treinta años. Ahora comienzo a ser un hombre. Es decir, comienzo a vivir el pedazo de vida más valeroso. Por esto, que no quiero tomarlo muy serio todavía, las cariñosas palabras de vosotros me han llenado de alegría.

Me ha sorprendido la forma en que te han cambiado las dos mil pesetas que te giré. Creo que te han robado, por lo menos, veinte libras. La Legación de Londres me envió 94 libras inglesas que correspondían, al cambio de la fecha, a 120 peruanas que el Ministerio ordenó me pagaran. Yo averigüe en los bancos de Madrid como se cotizaba en esos días la libra peruana y, según me dijeron veinte libras peruanas que el gobierno me había pagado. Hice, sin embargo el giro en pesetas porque en el banco me aseguraron que aún podía pagarte en Lima mayor cantidad. Pero de ninguna manera la que te han pagado. Te han cotizado la libra peruana a un precio que nunca ha tenido. En el peor caso, han debido darte cien libras, que es el cambio a la par. En aquellos días la libra estaba mucho más baja de los que ha estado nunca.

Yo creo que debes reclamar enseguida. Te adjunto, para que sirva de motivo a la reclamación, el recibo del banco de Madrid y una carta para Campos en la que le pido que te acompañe y le indico lo que debe hacer si el banco, como lo supongo, ha cometido un robo contigo, yo estoy dispuesto a escribir un artículo denunciándolo. No es posible consentir que nos roben de una manera tan escandalosa.

Dime enseguida el resultado de la reclamación. Lleva tu misma la carta a Campos y anda con él al banco. No te confíes a dejarlo solo porque pudiera ocurrir que no procediera con la diligencia indispensable.

Supongo que Alicia habrá conseguido ya el puesto que gestionaba. No me sorprende la actitud de Piedra. Hace mucho tiempo lo tengo descontado. Me sorprendería, mas bien, otra actitud.

¿Qué hay del trabajo de mis otras hermanas? Parece que solo Alicia se preocupa de trabajar. Yo me [he] referido siempre a todas. Yo no he hecho exclusiones.

Dile a todos mis hermanos que le agradezco mucho sus cartas. No tengo ahora tiempo para contestárselas separadamente. He venido a Budapest por pocos días y muy pronto debo partir de regreso por la vía de Austria, Alemania y Francia. Pero no olvidaré escribirles a cada uno.

Todavía no se nada de mi puesto. Pero no me hago ilusiones. Hace mucho tiempo que me considero fuera de él.

Muchos saludos para mis hermanos y un besos y un abrazo cariñoso para ti.

César

Budapest? 27. VI. 1922

No digas a nadie, por ningún motivo, [falta texto] [com]probante del giro. Supongo que habrás guardado, [falta texto] recibo del banco.

Falcón, César

Tarjeta Postal de Blanca Luz Brum, 25/6/1927

Tarjeta postal de Blanca Luz Brum para José Carlos Mariátegui del 25 de julio de 1927. En la fotografía aparece junto a su hijo Eduardo.

Se puede leer lo siguiente: Para José Carlos, Anita y sus hijitos con cariño y la lealtad de Blanca Luz y Eduardito.

Blanca Luz Brum

Carta a Victoria Ferrer, 24/1/1920

Roma, 24 de enero de 1920
Victoria:
La carta que te adjunto te advertirá que soy en posesión de la noticia de la venida al mundo de la señorita Gloria María a quien me apresuro a enviar, por intermedio tuyo, mi primer beso. Falcón, por su parte, se preocupó también de comunicarme desde España el mismo acontecimiento.
Confío en que te hayas restablecido prontamente y en que tu juventud haya salido victoriosa de todas las crisis, para que, durante mi ausencia, puedas amar y cuidar a Gloria María por ti y por mí a un mismo tiempo.
Te incluyo un giro por cincuenta soles que va a nombre de Beatricita porque creo que le será más fácil ir al banco y efectuar la cobranza. Ruega a Beatricita, a mi nombre, que me excuse la molestia que le cause.
De mi vida en Europa poco podría contarte interesante. Creo, en general, que no es el ausente quien debe dar noticias sino quien debe recibirlas. El ausente necesita más de la correspondencia de los que le quieren y recuerdan que éstos de la correspondencia de él. Él está solo, separado de todo aspecto íntimo y familiar, mientras que éstos continúan su misma vida, sin ningún cambio y sin ningún trastorno realmente sensibles.
No me explico porqué del Aguila no las visita frecuentemente. Supongo que esta actitud suya no haya durado mucho tiempo y la atribuyo, en todo caso, a su espíritu descuidado y negligente, no a disminución de su simpatía ni de su amistad.
Aguardo con interés noticias tuyas, sobre todo por lo que puedan hablarme de Gloria María, y me despido de ti con los mejores recuerdos hasta una próxima muy próxima.
José Carlos
P.D. El cheque es por seis libras esterlinas. No se puede girar en libras peruanas ni en cheque sobre Lima. A mí me pagan también en libras esterlinas. Es una letra sobre Londres que puede ser cambiada en cualquier banca. También la puede cambiar un comerciante. La libra esterlina vale menos que la libra peruana conforme al cambio actual. Esto, como tú comprenderás, es para mí, que recibo mi sueldo en libras esterlinas, lo mismo que todos los funcionarios y empleados de relaciones exteriores residentes en el extranjero, una pérdida mensual.
Esta es la única forma, según me dicen en el banco, que es uno de los principales de Italia, de enviar dinero a Lima.
No creo que sea una forma incómoda para ti porque una letra sobre Londres de un buen banco es pagadera a la vista en cualquier parte del mundo.
Vale.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Amalia La Chira, 8/5/1925

Lima, mayo 8 de 1925

Querida hijita de mi corazón:

Hoy he tenido el gusto de recibir tu cariñosita del 27 próximo parada, después de tantos días de ansiedad, mucho me alegra la buena salud de Uds.

Apena tuvimos noticias de los cambios que tuvieron lugar el 30 y José le dio una carta a Antonio el día 1 para el Sr. Piedra recomendándole el asunto, Antonio no le entregó la carta a este señor inmediatamente sino ayer por razón que no lo encontraba en su oficina. El Sr. Piedra ha atendido bien a Antonio pero todavía no se sabe nada hasta el lunes o martes, mucho ruego al corazón de Jesús este asunto tan trascendental.

El mismo día que supimos los cambios yo te hice un telegrama y Antonio y Antonia otro avisándote, supongo que los habrás recibido, pero como no ha contestado nada, hoy te he puesto otro telegrama en el mismo sentido. No conviene que tu te muevas de allí, esperaremos el resultado de la gestión y yo te haré enseguida un telegrama, no te desesperes.

Además, te pregunto en el telegrama si has recibido las 15 Lp. que el E.M ordenó te entregará el [***] fuera de las 10Lp que habías recibido. Este dinero dice Antonio que es de marzo y está por cobrar abril, si es así está bien.

Con respecto a lo de Anita, hay exageración, ella tiene su carácter violento y déspota, pero me consta que a Antonio lo ha tratado y lo trata bien y con muchas atenciones, nunca le ha faltado nada en casa desde, desde el desayuno hasta la cama. Si el se queja, es falso o no le habrá gustado nuestra comida, a nosotras nos dijo que estaba destacado en el Callao; pero nunca ha dicho que estaba abandonado en el hotel.

Recibí tu telegrama donde me dices haber recibido también la contestación de mi telegrama, que te hice con respuesta pagada, solamente que vino muy tarde.

Las cucharitas te las guardo como tú me dices.

Los puños todavía no salen, hay que tener paciencia, vamos a ver si San Antonio nos hace el milagro.

Muy pronto iré hacerle una visita a la familia de la Sra. Carmen a quien le haces presente mis cariñosa presentes, pues le tengo gran estimación y cariño al saber las atenciones que Uds. reciben de ella, y este mismo también por el Sr. Oré, así pues que a ambos las saludarás en mi nombre y les ofrezco mis inútiles servicios, en fin tú verás como les dices.

Tengo gusto que mis hijitas ya estén matriculadas que no pierdan tiempo mientras se resuelve este asunto que yo creo que será favorable dada las circunstancias de los influjos que se hacen y de la fe, ruega que tengo en mi "Sagrado Corazón de Jesús" a quien le estoy haciendo repetidas triduos y le he apreciado un milagro, espero que tú también le harás triduos reverentes; por que es el único que más concede la felicidad.

Te diré que la salud de José hoy es buena, tiene siempre la tos más lenta; pero es por el trabajo constante, está en el proyecto de poner un amanuense.

Con respecto a Pancho te diré que como la crianza que tú le dabas era distinta, el muchacho estaba más educado, obediente y respetuoso, hoy por el contrario es altanero, respondón y desobediente, a nadie saluda y menos a mí, y cuando se encapricha nadie lo [...], pero no toca nada y menos dinero, algo de comer sí; porque es muchacho y a veces no siempre. Lo que me da pena es que no le enseñan a leer ni a escribir ni a rezar para todo tiene tiempo menos para eso; tú dirás que yo porque no me ocupo de eso, ya lo he hecho, pero el muchacho no me obedece en primer lugar y en segundo lugar que ella apenas ve que yo lo ocupa, lo llama con tanto imperio que no lo deja un instante que esté conmigo y porque ella quiere manejar a todos como si fuese un regimiento. Tú tienes derecho en el muchacho y lo recogerás en cualquier momento. Antonio les dijo en la mesa en momentos que ella se quejaba del muchacho que tenía, orden tuya para entregárselo a Julia y entonces se quedó en [...], porque ella ve la falta que le hace el muchacho y nada le compra.

El domingo que entré a ver al niño me dijo que había recibido una carta tuya y estaba contento.

Mayo 9. Acabo de recibir una carta tuya del 5 de las corrientes, con la rapidez que ha llegado, Antonio está en casa con nosotros y todos nos hemos alarmado al ver tu resolución de venirte: en el acto te ha hecho Antonio un telegrama para que no te muevas y espero la resolución del acuerdo del martes que se te comunicará enseguida.

Ten calma hijita mía, no te desesperes, espera en Dios y confía en él. nosotros le ayudamos a Antonio.

Con un estrechísimo abrazo te despide tu madre que te ama y te bendice.

Amalia

Recibí la cartita de Amalita y dales mil besitos a mis hijitas.

La Chira Vallejos, Amalia

Carta de Víctor Raúl a Eudocio Ravines, 4/4/1928

Abril 4.

Querido Eudocio:

Acabo de recibir una extensa carta tuya de siete páginas fecha 10, depositada el 18 de marzo. No sabes cuánto te agradezco las noticias tan minuciosas. A la fecha deben haber recibido una extensa carta mía explicatoria del plan de acción en el Perú.

Los chismes de Bazán sobre lo de la candidatura carecen de importancia por ser inactuales. Castillo nos escribe dándonos otra opinión. La Prensa se burló la primera vez pero no la segunda en que se ocupó editorialmente de la cuestión. La candidatura, como lo digo en mi carta anterior, forma parte de un plan revolucionario. Espero haberme explicado suficientemente.

Es ridículo, y es necesario matar en su raíz, que toleramos gestos anárquicos allá. ¡No hay estado mayor en París ahora, porque el estado mayor esta aquí y estará en México por mucho tiempo. No podemos estar sujetos a críticas gratuitas. Es propio que en nuestro movimiento o hay fe o no la hay y quién no la tenga que se marche. Tú debes contribuir a afirmar este sentido o conciencia militar allá. Hay que acallar comentarios. No debemos tolerar grupos u oposiciones. Hay que extirparlos de raíz tomando todas las medidas que ya la sagacidad o la severidad aconsejen para mantener nuestra unida.

La cuestión candidatura es indispensable, según lo explicamos ya. Es ridículo y hay que acabar una vez por todas con la creencia de que yo o nosotros hacemos cosas por individualismo o personalismo o no sé qué porquerías. Ya pasó el tiempo y yo pude hacerlas en otro campo. No necesito que se me aconseje espíritu colectivo ni disciplina porque soy el primero en guardarla. Cada vez que hago algo es porque conviene a la causa. Nunca se hace nada sin consultarse con los compañeros y sin verse la realidad. Y la realidad no esta en París ESTA AHORA AQUÍ. Es preciso pues disciplina, calma, menos histerismos y más espíritu militar.

Esto en cuanto a críticas que según me dices se han suscitado allá.

Sigo creyendo que ha sido un error y una estupidez de Mariátegui el enviar en estos momentos y en las condiciones en que lo hizo a nuestros compañeros a Moscú.

Creo que deben detener a Julio hasta que yo vaya. Esto es indispensable.

Recibimos ayer un cable consultando la partida de Bustamante. En principio soy abiertamente opuesto a estos viajes por razones sentimentales muy respetables pero muy anti revolucionarias y anti militares. Si mi padre o mi madre moribundos me llamaran yo no iría. Por principio. Hasta hoy ninguno de nosotros ha vuelto. La excusa del regreso de Miroquezada fue que su papacito estaba enfermo. Respeto los sentimientos pero pido que se respete la disciplina. Los enviados al Perú en estos momentos no deben ir de París sino de México. Bustamante no haría gran cosa. Espero que cuando se entere de mi carta estará mejor informado. De todos modos, si los compañeros aquí autorizan no será con mi voto. Tengo las mismas razones que tuve para que Cornejo urgido por su madre enferma, volviera al Perú.

Trataré de escribir a los compañeros tal como me indicas. Ahora estoy terminando un folleto o pequeño libro titulado "El Imperialismo y el Apra", con parte polémica para los comunistas y parte expositiva. Queda demostrado por angas y por mangas que el Apra es un Partido. Rebate sin mencionar las capciosidades de Mariátegui.

Aquí ha aparecido un folleto de Mella furibundo contra el Apra y contra mí. Está vomitando bilis. No ha causado buena impresión y se trata hasta de recoger la edición. A nosotros nos conviene que circule. Varias gentes espontáneamente han respondido. La cosa es grotesca.

Espero que se comuniquen con Cuba. Atuei ha dado un número estupendo. Las perspectivas del Apra aumentan día a día aquí. Ya tenemos local imprenta y otros elementos ofrecidos. La impresión de mi folleto será, la primera forma concreta de apoyo que el Apra reciba.

Es preciso que digas a los muchachos que lo que dije de Borah no es tal cual fue publicado. Diles que un hombre cuyas palabras son trasmitidas por telégrafo como fueron esas mías por una agencia, no va a estar persiguiendo a los corresponsales ni desmintiendo cuando ni se sabe dónde dan las noticias. El hecho de que se hagan eco de lo que dice El Libertador, es sencillamente oír la voz del enemigo. ¡Es como estar de acuerdo con lo que dice La Prensa respecto de mí! ¿Qué han de decir los enemigos? Dialéctica, dialéctica, por todos los Diablos del infierno hasta cuando vamos a ser un kindergaten revolucionario?

Es lamentable que tengamos que estar sufriendo críticas y murmuraciones de nuestras propias filas. Mientras no se nos de poderes amplios no será posible nada. Yo siento un desaliento extraordinario cada vez que me impongo de estas cosas. Y el cuento no es que yo no me imponga, porque tú haces bien en comunicarlo, sino en ir educando revolucionariamente a nuestros compañeros.

Es preciso dar a conocer a nuestros compañeros que El Libertador y los comunistas atacan porque se ven pedidos. El Apra avanza cada día con más fuerza. ¿,Cómo escuchar y ni siquiera leer libelos contra nosotros? ¡Léeles lo que dice el último número de Atuei sobre El Libertador y sobre Mella. Aprendan a ver enemigos en los enemigos y no en los compañeros. Pongan cauterio a esas murmuraciones necias y femeniles.

Yo sé bien en que ahora como al fundar el Apra, como al fundar la U. P. ha de llegar un momento en que esté solo o casi solo. Esa es mi tragedia. ¡ Cuánto papel y tinta gastado para llegar a entender el Aprá. Así ha de ser. Hemos de perder tiempo en explicaciones, todo por falta de fe revolucionaria, de preparación, de organización en nuestras filas. Lo que hay que buscar ahora es disciplina, disciplina militar. Se acercan horas de fila. Si no organizamos nuestras fuerzas así, las anegaremos en sangre más tarde y llevaremos todo al diablo. Esas palabras sobre el control de los jefes ¿pueden pronunciarse en un ejército? No. ¿Y no somos o no debemos ser nosotros un ejército? He ahí nuestro argumento. O hay fe en los jefes o hay anarquía. O somos un partido de lucha y por ende de guerra y por ende militar o somos una tertulia de comadres o mi hato de rameras en noche, de orgía sabatina. ¿Cuándo entenderemos que el Apra es un Partido con disciplina militar? ¿Lo entenderemos solo el día en que ya en la lucha se tenga que castigar con sangre insurrecciones o rumores en nombre de la disciplina que en la guerra hay que mantenerla férreamente? ¿Se nos llevará a eso? La cuestión es seria. Hay que preparar nuestro ejército. Hay que darle mortal de tal y moral revolucionaria.

Es preciso que organicen ustedes un curso de disciplina y moral aprista. Que preparen a los elementos para ser buenos soldados. Si no lo son, no serán jamás buenos jefes. Traten esto.

¿Qué hay del mensaje de Ugarte al Apra pedido a ti varias veces, desde diciembre? Manda también ejemplares, del mensaje de Rolland si es que quedan.

Sandino está de acuerdo con el envío de la comisión del Apra. Se lo dijo al periodista Carleton Beals que me trajo el recado. El fracaso de los liguistas en esto ha sido formidable.

Un fuerte abrazo a todos. Ya escribiré singularmente. Estoy ocupadísimo tu hermano

Fdo. Víctor Raúl.

Nada me alegra más que las noticias de tu salud. Ya sabes mi teoría: la voluntad vence a todas las enfermedades. Yo estoy muy bien. Todas las mañanas me levanto a las 6 y salgo a correr por el bosque de Chapultepec con varios amigos. Me siento muy bien. No habría podido sobrevivir a una gira tan agotante de atenciones y emociones sin este régimen. Avena huevos leche y fruta mi
único alimento amen de un poco de vegetales y uno que otro tamal...

Haya de la Torre, Víctor Raúl

Carta del Comité de Pro-Liberación del Perú, 1/2/1928

1 de febrero de 1928

Compañeros Óscar Herrera, Eudocio Ravines, Manuel Seoane, Luis Heysen, Luis Bustamente, Enrique Cornejo

En BUENOS AIRES Y PARÍS.

Estimados compañeros:

El comité Pro-Liberación del Perú constituido en México e integrado por compañeros mexicanos y peruanos, se dirige a Uds., por nuestro conducto, para darles cuenta de su instalación. Las bases sobre las que se ha organizado nuestro Comité son las siguientes:

1º Trabajar por todos los medios para conseguir la reivindicación de los trabajadores peruanos del campo y de la ciudad, sobre la bases de la emancipación económica y política del indígena.
2º Trabajar por la constitución de una fuerza organizada bajo la forma de un partido político que sea el órgano por medio del cual se consigan los fines que perseguimos, con el nombre de "Partido Nacionalista Libertador del Perú".
3º Estudiar en consecuencia intensamente la realidad económica, social y política del Perú.
4º Tener siempre presente la Revolución Mexicana en sus aciertos y en sus errores como base de experiencia para el desarrollo de este movimiento.
5º Dejar establecido que este movimiento se realizará sobre la base de una estricta disciplina integral de todos sus componentes como único medio de mantener la autoridad moral y política.
6º Siendo absolutamente necesario para la eficacia del movimiento sus estricta centralización a fin de asegurar su eficacia, que implica unidad de comando, el Comité de México organizará comités en los demás países donde haya posibilidad de fundarlos bajo su dirección política.
7º Se nombró y reconoció unánimente como jefe supremo del movimiento al compañero V.R. Haya-De la Torre.
8º Se nombró al compañero Jenaro Amezcua Secretario General del movimiento y al compañero C.M. Cox, Secretario del Comité Pro-Liberación del Perú, sede de México.
9º El Partido Nacionalista Libertador del Perú estará adherido al APRA.
10º El plan político de nuestro partido lo llevará a los compañeros de la Argentina y Europa el compañero Haya-Delatorre.
11º El lema adoptado por el Partido Nacionalista Libertador del Perú es el de TIERRA Y LIBERTADOR.

El Comité de México considera necesario remarcar y recomendar muy especialmente a Uds. la necesidad de guardar una absoluta discreción, hasta que se acuerde la forma de hacer públicas nuestra actividades.

Las bases para la formación del Comité Peruano-Argentino serán enviadas por separado, lo mismo que las del Comité de París.

Al participarles la instalación del Comité de México les instamos a constituir el Comité Organizador Pro-Liberación del Perú en la Argentina y París.

TIERRA y LIBERTAD.

Fdo. Jenaro Amezcua
Secretario General

Fdo. Carlos Manuel Cox
Secretario del Comité de México

Cox, Carlos Manuel

Copia de una carta de Luis Heysen a Héctor Serrano Escobar

Berlín, 10 de julio de 1929

Sr. Dr. Serrano Escobar
Presidente de la Asociación General de Estudiantes Latinoamericanos en Berlín y Encargo de la legación de El Salvador
Savignyplants I
Charlottenburg

Estimado Serrano:

Acabo de enterarme incidentalmente que Ud. es un representante oficial de don Pío Romero Bosque aquí y tan luego me repongo de mi perplejidad después de saberlo presidente electo de la Asociación General de Estudiantes Latinoamericanos en Berlín (AGELA), le escribo estas líneas. La gravedad que esta incompatibilidad crea, en mi modesto concepto, obliga esta discusión quizás desagradable, pero así mismo necesaria. Quienes estamos en la AGELA y hemos adherido a ella sabemos perfectamente cuáles son las finalidades que persigue. Entre la simpatía de los gobiernos cómplices de nuestra América y la solidaridad firme con los núcleos dinámicos portaestandartes de un nuevo espíritu de fraternidad, nacionalismo y antiimperialismo continentales, siempre rechazamos lo primero y defendimos resueltamente lo último. La disyuntiva ha sido siempre dilemática y ninguna actitud de complacencia o tolerancia podría hacernos aparecer como cómplices conscientes o ingenuos de cualquier tentativa en desacuerdo con los postulados ideológicos de la institución y con lo que nos es aún más caro: nuestro íntimo patrimonio de lealtad a nosotros mismos.

Ineludiblemente su elección es una elección desgraciada. Como ella está consumada no es el hecho de discutirla o de anularla. No lo discuto a Ud. tampoco. Malgrado sea Ud. un funcionario diplomático, no dude que las reflexiones que mi carta suscite lograrán remediar las complicaciones planteadas. A su falta de aceptar responsabilidades que le será absolutamente imposible cumplir honrada y debidamente, ha precedido la mayor y más grave de quiénes sabiéndole vinculado a la diplomacia criolla y conociéndole demasiado, propiciaron su nombre y le eligieron. Pero todo puede subsanarse, aún después de pasadas las primeras veinticuatro horas, pues, queda el camino de la persuasión y la vía de la retirada. Persuasión para Ud. a fin de que comprenda su situación embarazosa, difícil e inconciliable y adopte una resolución que salvando a la AGELA, le salve y nos salve; retirada, para nosotros los que buscamos principios y queremos que la institución no pierda las bases ideológicas que determinaron su nacimiento, tal como acontecido con alguna de las existentes en el viejo mundo, en caso contrario. El dilema es fatal y todo maridaje es imposible. O Ud. es diplomático al servicio de su gobierno o Ud. es presidente de una agrupación de jóvenes en lucha abierta con aquel. O Ud. mantiene ambas representaciones y nosotros huimos en busca de mejores aires, o Ud. renuncia por delicadeza para con todos y por respeto asimismo, y la AGELA continúa tratando de descubrir cada vez mejor sus orientaciones y actividades. Este es el caso. Toda complacencia o tolerancia sería nociva para todos y nefasta para la institución. Creer que nosotros podríamos vivir o aceptarlas es pueril. Nadie pretenderá v.g. que el eminente jefe del movimiento antiimperialista continental, nuestro querido Haya de la Torre, que ha recibido la adhesión de un Romain Rolland y un Alfredo Palacios, de un Manuel Ugarte y de un José Vasconcelos, se mantenga dentro de la AGELA cuando la preside precisamente un funcionario del Gobierno de El Salvador que le desterrara violentamente para acatar servilmente las órdenes del imperialismo yanqui. O que igualmente, por ejemplo, se pretendiera que mi renuncia no se produjera ante tales circunstancias, después de haber dictado normas principistas que orientaran a la Federación Universitaria de La Plata en la época de mi Presidencia, completamente en disconformidad son aquellas y después de haberlas propugnado aún más en mis conferencias ante las juventudes de Chile y Uruguay y últimamente en la Societé des Savants de París en mi calidad ya de representante oficial de los universitarios de La Plata en Europa. E iguales razones se podrían hacer si se considerara el caso de todos los entusiastas e inteligentes camaradas que en la Agela han trabajado siempre porque todas sus actividades se ajusten a una línea rígidamente doctrinaria de acción.

No dudo quo verá Ud. un espíritu comprensivo. La situación que crea su elección es en verdad sumamente enojosa para nosotros. Toda liaison es enteramente inaceptable. Los compromisos planteados no tienen solución posible con su permanencia o con la nuestra simultáneamente, sin producir un cambio de frente o en Ud. en nosotros. Todo acercamiento es imposible. Si Ud. conoce los principios que inspiraron la fundación de estas instituciones de estudiantes latinoamericanos en Europa y no auspicia la imbécil idea de convertir la AGELA en un simple asociación de jeunesses dorés, cuya aspiración de por vida parta de la moda y termina en la farándula, de una amistad y confraternidad ganada con chopos de cerveza estará absolutamente identificado con mi manera de pensar. En más de una oportunidad Ud. estará con una amenazante espada da Damocles por los dos costados: la Agela y su Gobierno. No es el instante de hacer vaticinios. Una predicción en un caso como este sería atrevida. Me ahorro toda suposición por cuanto cualquiera que fuera pecaría por su base. Pero le advierto que yo en un caso semejante (¡Líbreme Dios y el Señor de los Ejércitos de encontrarme alguna vez ante uno parecido!).

No sabría que hacer a fin de no sacrificar a ninguno y mantener esa concordancia que Ud. parece quiere o se afana en mantener; entre dos cosas tan opuestas, tan irreconciliables, tan lejanas, tan absolutamente lejanas una de otra. O Ud. claudica como miembro de la AGELA y hace claudicar a la institución violando todos sus principios; o Ud. se enfrenta a su Gobierno y lo acusa como cómplice del imperialismo yanqui, defendiendo la causa de su pueblo esclavizado, que es la causa de redención de la gran patria desde Río Grande hasta Cabo de Hornos. Desde ya el camino está abierto y Ud. no puede eludirse de adoptar una definición categórica. O su renuncia o la nuestra. No olvide. No olvide que Platón en su «República» ya decía: «Cada ciudadano debe tener un solo empleo, aquel para el cual trae al nacer más disposición», y piense bien, medite bien, una solución.

Mientras tanto lo saluda atentamente su afmo.
Luis E. Heysen
17 Roschorts. II r
Charlottenburg, Berlín.

Heysen, Luis E.

Copia de una carta de Héctor Serrano Escobar a Luis Heysen

Berlín, 15 de julio de 1929

Sr. Ing. Don
Luis E. Heysen
Roschorts, 17. Charlottenburg

Estimado Heysen:

Dispénseme que no haya podido contestarle inmediatamente su interesante carta del 10, como hubiese querido, por falta de tiempo. Pero lo hago ahora gustosamente y con el de­ seo de poner las cosas en claro, de una buena vez, en beneficio de la misma Institución a que pertenecemos.

Me referiré únicamente a la parte sustancial de su carta, haciendo a un lado las demás consideraciones suyas, hasta cierto punto molestas para el resto de los compañeros. Es decir, a la incompatibilidad absoluta e irreconciliable, que usted pretende hacer ver, entre el cargo de Presidente de la Asociación General de Estudiantes Latino Americanos en Berlín y mi trabajo en el servicio exterior de mi país. En efecto, tal como usted preventa las cosas sí existe esa incompatibilidad; tal como yo las veo —y conmigo la mayoría de los miembros de la Agela— no.

En primer lugar, debo advertirle que no es cierto —como usted afirma— que yo sea un representante de don Pío Romero Bosque en Alemania, a quién, aunque le cueste trabajo creer­lo, no tengo el honor de conocer personalmente. Ni representante de él, ni de nadie. Trabajo simple y sencillamente en la representación de mi País en si extranjero, lo que es un tanto diferente. Esto no ha sido nunca un secreto para nadie. Tengo que añadirle, por otra parte, que he in­gresado al servicio exterior salvadoreño, mediante concurso, sin que se me exigiera para ello claudicaciones o servilismos de ninguna espacie, que jamás, créalo usted compañero Heysen, jamás habría aceptado. Por lo demás, sin que pretenda venir aquí a defender personalidades, quiero de­cirle a usted que el Gobierno del doctor Romero Bosque, puede tenerse por bueno en lo general. Con algunos errores —claro está— pero con muchos aciertos también. No pretendo que se disimulen los primeros, pero no hay derecho tampoco a negarle los últimos. Y le advierto, que esta no es opinión aislada mía. La Federación estudiantil universitaria, cuya serenidad e independencia de criterio no se puede poner en duda, se ha expresado varias veces, en términos favorables para él. Lo mismo las agrupaciones obreras. Y no hace muchos días que don Alberto Masferrer, distinguido escritor salvadoreño, a quién el señor Haya de la Torre conoce perfectamente, formulara en Guatemala un juicio elogioso del Presidente Romero Bosque. Pero esto es una digresión que no nos interesa por el momento. Le repito que no vengo a defender personalidades. Lo interesante para mí es hacerle ver que me tengo por representante de mi País, independientemente de las personas que están en el poder; representante de El Salvador y de ninguna manera representante de una persona determinada, por muchos merecimientos que tenga. Dicho esto, pasemos al segundo punto, si le parece bien.

Afirma usted categóricamente, como si fuese un axioma, que la Asociación General Estudiantes Latino-americanos, tiene un carácter meramente político: una agrupación de jóvenes en lucha abierta con los Gobiernos de América, cómplices del imperialismo yanqui". Son más o menos sus mismas palabras que copio. Y claro vuelve a asomar el rabillo de la incompatibilidad. Pero aquí cabe una discusión. No es la Agela una agrupación absolutamente política, ni podría serlo, tal como se ha constituido. Es simplemente una agrupación estudiantil, que precisamente ha tenido marcada tendencia a apartarse de toda clase de agitación política; así sea anti-imperialista o de cualquiera clase. Que cada uno de sus miembros tenga determinadas ideas políticas o simpatice abiertamente con determinadas agrupaciones políticas, es cosa muy distinta. La política en la Agela, os cosa accidental, de ninguna manera, sustancial, como usted lo quiere. Ni antes ni ahora ha pretendido colocarse en una actitud antagónica con los gobiernos latino-americanos. Es sumamente fácil probarlo:

Tal vez tenga usted a mano un ejemplar da los Estatutos de esta asociación, y quiera hacerme el favor de leer el artículo referente a los socios honorarios en su primera parte. Es harto expresivo. Dice, poco mas o menos: serán socios honorarios, los representantes diplomáticos de los países latinoamericanos residentes en esta ciudad. Ahora bien, ¿Cómo puede compaginarse esto, con aquello de la lucha abierta con los gobiernos de América? ¿No cree señor Heysen, que es aquí donde comienza a verse la famosa incompatibilidad que tanto le preocupa? Por lo menos a mi parece completamente absurdo imaginarme en lucha abierta con los gobiernos americanos, a una asociación que cuenta entre sus socios honorarios a los representantes diplomáticos de esos países y que tiene, a mayor abundamiento, como socios activos a funcionarios diplomáticos latinoamericanos, como son, por ejemplo, el señor Secretario de la Legación de Bolivia y los señores Agregados a las Legaciones de Bolivia y Venezuela, o el suscrito; mas todavía, al hijo del señor Presidente de Guatemala. Todos ellos se habrían retirado hace mucho tiempo de la Agela si esta tuviera el carácter que su usted se imagina. Originariamente, no cabe duda alguna que no tenía ese carácter: los estatutos están allí para probarlo; posteriormente, tampoco. No me vaya a decir que precisamente, para dárselo se han mandado reformar los estatutos; porque el simple hecho de formar parto de la comisión nombrada por la Asamblea para ello, dos funcionarios del servicio diplomático, excluyen terminantemente esta posibilidad. Lo raro es que usted no se haya dado cuenta de estas circunstancias, a pesar de conocer los estatutos y estar al corriente de la vida de la Agela. Me es penoso decirlo, pero casi me veo forzado a llegar a la conclusión, o bien de que, tanto usted como el señor Haya de la Torre, se adhirieron a nuestra asociación inconscientemente como dos chiquillos, sin saber exactamente cuales eran sus fines; o bien que cierra los ojos a la realidad, en su afán de hacer resaltar una incompatibilidad que no existe. O tal vez el deseo de transformar, según su criterio la orientación de la Agela —aspiración muy legítima— pero que impone, en todo caso, la obligación de confesarlo lealmente y no afirmar que siempre ha tenido ese carácter que le quiere dar.

Como usted ve, los puntos de vista son completamente diferentes. Usted presenta a la Agela, como quería que fuese; yo la veo como es. Llegar a un acuerdo es, hasta cierto punto imposible. Sin embargo, debo confesar que me apena la posible separación de usted y del señor Haya de la Torre. Quisiera evitar —hasta donde fuera posible— una desintegración de nuestra sociedad, ya de suya tan reducida. Con tal objeto, y para dar a conocer este asunto, que no solo nos interesa a nosotros dos, sino al resto de los compañeros, convocaré oportunamente a sesión extraordinaria en la que me permitiré dar lectura a su carta —si usted no tiene inconveniente— a fin de que conoz­can sus razones que podrá completar de viva voz si lo desea. De esta manera, serán ellos —los miembros de la Agela— los que decidan en definitiva; y nadie mejor capacitado para saber la orientación que la Agela quiere tener, puesto que son la sociedad misma.

Dos palabras para terminar compañero Heysen: No he solicitado nunca la Presidencia de la Asociación General de Estudiantes. No quería aceptarla cuando me la propusieron repetidas veces, precisamente para evitar diferencias entre nosotros mismos, que ya preveía. Se me dijo que era el deseo de la mayoría. Ahora me someto gustoso a una revision de le elección, que les permitirá ratificar o rectificar su voto. Y si el resultado es que dejo la Presidencia, lo haré inmediatamente con la mejor buena voluntad. Que no tengo especial interés en conservarla, porque creo que lo mismo se puede laborar en pro de la Agela figurando en la Directiva o como simple socio.

Le saluda atentamente
Fdo. Héctor Escobar Serrano

Serrano Escobar, Héctor

Copia de una carta de Luis Heysen a Héctor Serrano Escobar, 17/7/1929

Berlín, 17 de julio de 1929

Sr. Dr. H. Serrano Escobar
Presidente de la Asociación General de Estudiantes Latino americanos de Berlín y Encargado de la Legación de El Salvador
Savignyplatz 1.-Charlottenburg

Estimado Serrano:

A pesar de que mi carta anterior ha sido todo lo explícita que el caso requería y tanto que aun quedan en pie todas, absolutamente todas, mis afirmaciones; insisto en reafirmar y defender mis puntos de vista a fin de evitar que permanezca sin una respuesta solidaria la adhesión espontánea y vibrante que un núcleo selecto de latinoamericanos residentes en Alemania —bastante equidistante por cierto de todo interés traidor a la causa común de la emancipación continental de la gran nación latinoamericana— me ha enviado con referencia a la Agela, su carácter eminentemente político y la necesidad de impedir que sus actividades presentes contradigan su sino histórico, vale decir, edificada en todas sus partes con las opiniones por mi emitidas. Conminado por aquel respondo. No es posible dejar sin una aclaración última algunos de los oscuros acápites de su carta. Necesario es oponer razones al confusionismo de las gentes y desvirtuar toda mala interpretación o malentendido peligroso, que una imaginación tropical puede elaborar al objeto de encubrir sus propósitos subalternos o sus pecados. Debiéndome a aquel, tanto como a mi causa y a mí, distrai­go mi atención de nuevo no sin vencer, francamente, cierto malestar íntimo, pues Ud. se esforzará en comprender que no será nada agradable para mí mantener una polémica necia sobre: si la Asociación General de Estudiantes Latino-Americanos de Berlín es lo que sus estatutos vigentes, clara y concluyentemente, definen y todas sus actividades corroboran, o, lo que algún agente diplomático osada y antojadizamente pretende que sea. O, si los pobres caciques criollos, cómplices rendidos y despreciables del avance del dólar en nuestra América, deben o no recibir el título de "personalidades" o si en realidad "estos ascos de la náusea continental" y como les llamó cáusticamente el gran argentino José Ingenieros, comentando la obra nada "buena en lo general" como en lo particular de Paz Barahona, de Chacón y Pío Ro­mero Bosque y merecen el juicio sumario de la justicia popular. Mi respuesta será implacable así para subrayar mis opiniones y categórica para despedirme de Ud. y de la Agela. No puedo imitar tristemente a los conejos de la fábula perdiendo mi tiempo en discusiones bizantinas. Ni me interesa saber si son píos o son doctores los que desgobiernan El Salvador gobernados por Wall-Street, o si son nietos o hijos de presidentes los que se codean en la institución con cancilleres, secretarios, encargados de negocios y simples varones. Me interesan cuestiones mas trascendentes. Cuando son principios los que mueven a los hombres o a los pueblos, las pasiones se alejan y nada valen los vínculos de sangre o las personas en sí aisladamente, por cuanto hay una norma superior que coordina y guía. Mi posición es rígidamente doctrinaria. Me esforzaré en demostrárselo, sin hacer uso y abuso del sofisma y de la frase barata. Sin embargo, no basta afirmar precisa pro­bar. Para ello la lógica vale más que la jurisprudencia y la síntesis más, muchísimo mas, que los folios e infolios de lugares comunes Ud. vera.

He afirmado que la Agela es desde su fundación una organización con finalidades políticas y lo sostengo. No es la letra muerta de un código la que lo dice. Son los postulados de la institución que se fundara para "laborar en pro de la América Latina y procurar la unión de los pueblos que la constituyen" (Estatu­tos de la A.G.E.L.A. Art.1 inciso b) los que incontrovertiblemente lo evidencia. De otra manera nadie se explicaría cómo y porqué —a pesar de los lazos de consanguinidad y a pesar de la presen­cia de tanto funcionario diplomático— La Asociación General de Estudiantes Latino Americanos de Berlín aprobara una valiente protesta contra don Juan Vicente Gómez solidarizándose con la causa de los que en Venezuela luchan por librarse de la ignorancia, del imperialismo y de la tiranía imperantes. O así mismo sería incomprensible el voto de enérgica protesta que se aprobara contra don Miguel Primo de Rivera últimamente, como exponente de una firma adhesion a la causa política de los universitarios españoles en lucha abierta contra su abyecta dictadura militar. Los mensajes dirigidos a la institución por Manuel Ugarte —el incansable propulsor de la unidad latinoamericana la idea política de mas vital y palpitante interés de nuestro continente, y por Miguel de Unamuno, el admirable autor de la "Vida de Don Quijote y Sancho" cuya alma agónica desde Hendaya incita y reconforta, son corolario rotundo. Ahi no hay nada transitorio o "accidental", ahí hay algo perenne, viviente, innegable, que es precisamente lo que pude explicar la existencia de la Agela y justifica sus campañas. Si así no fuera —como Ud. pretende sostenerlo citando articulados que nunca se llevaron a la práctica—como es que después de dos años de fundada y teniendo bases legales que lo aus­piciaban, hasta hoy la institución no puede avergonzarse de contar entre sus socios honorarios a ningún diplomático que pudiera desvirtuar sus finalidades históricas o a alguno que pudiera contribuir a su realización concediéndole los honores respectivos a su solidaridad. Innegablemente, que la realidad es abrumadora para Ud. Sus desesperados esfuerzos no dan frutos. La Agela tiene carácter político, defiende ideas políticas, lucha por ideales políticos, que no son bajo ningún punto de vista el carácter, las ideas, o los ideales de los gobiernos latinoamericanos aliados a la plutocracia yanqui. El acuerdo contra don Juan Vicente Gomez —malgrado la presencia de un miembro activo, el funcionario de la Legación de Venezuela a que Ud. se refiere entre otros— lo esta de­ mostrando palmariamente. La voz de los diplomáticos o de los funcionarios oficiales dentro de la institución es tan fuerte como aquella voz atávica que Ud. cita. La fuerza de la institución está pues en las finalidades que cumple por el voto de sus miembros mas conspicuos y representativos. Los acuerdos logrados, las ideas expresadas en sus conferencias mas importantes, todas respondiendo a un ideal político de unionismo continental son hechos, no simples y vacuas inventivas. Su defensa es pobre realmente me apena verle sin argumentos serios. No lo creerá víctima de inconciencia. Se que Ud. sabe lo que es la Agela, pero le faltan fundamentos y toda su imaginación y toda su jurisprudencia fracasan lamentablemente, penosamente. Pretendiendo aparecer como una camara fotográfica para dar la impresión de una Agela real y autentico, no logra Ud. ser siquiera un mal caricaturista. La verdad es clara y pura como el agua silente del manantial. Y ella brilla por su ausencia en todos los acápites de su carta. La Agela que Ud. ve es la Agela que Ud. sueña. La Agela que naciera en circunstancias históricas para "unir a los estudiantes latinoamericanos" no puede ser pedestal de diplomáticos, listos a evitar críticas certeras o protestas fulminantes que desnuden la desoladora y trágica realidad que los gobiernos por ellos defendidos siembran en nuestra América. El carácter apolítico que Ud. propugna (político también en buena cuenta) no le queda bien a la institución como hoja de parra que cubra su situación harto difícil y de sumo delicada. Para lograrlo Ud. debe hacer lo que ya va Ud. haciendo, es decir, definirla de nuevo, dándole nuevos rumbos y laborando en favor de lo que Ud. cree conveniente. Tal vez así tendrá más éxito y menos polémica. Y tal vez cuando Ud. lo haya consumado todo se verá también rodeado de esa abrumadora, de esa formidable, de esa aplastante "mayoría", de que Ud. tanto se vanagloria. Mientras tanto subsisten las incompatibilidades.

Asimismo, habiendo declarado en mi carta anterior que "Ud. es un representante de don Pío Romero Bosque", vale decir, no de un presidente de una republica democrática o seudodemocrática, sino del representante nacional de poderes extranjeros que cuida del buen negocio yanqui castigando fríamente toda tentativa de insurrección, rebeldía o protesta en el país, contra quienes le sos­tienen desde Wall-Street habiendo Ud. negado tener tal carácter pretendiendo aparecer como representante del pueblo salvadoreño, me reafirmo en mi declaración anterior ampliamente Ud. no es representante del pueblo salvadoreño, es Ud. representante de un gobierno y de un gobierno de po­deres unipersonales. Don Pío Romero Bosque en El Salvador es un virrey al servicio del imperialismo yanqui y por ende un dictadorzuelo vulgar. Dejemos a un lado los errores quo Ud. le reconoce y no hablemos de las virtudes. No puede tener grandes virtudes un gobierno que empeña la soberanía de su país, que vende su riqueza, que perpetra fusilamientos como el del 6 de diciembre de 1927, que ha mantenido y mantiene disfrazadamente una censura brutal y que concierta empréstitos
en condiciones inconcebibles por último. Su causa es indefendible y toda disculpa sobreentendida no alcanza a tener fuerza convincente. Si Ud. fuera el representante de un pueblo amordazado como el pueblo salvadoreño ya habría irrumpido contra el imperialismo voraz del norte y su cómplice nacional don Pío Romero B. y ya habría protestado con el mismo coraje que lo han hecho los universitarios de su país acompañados de las instituciones obreras y centros intelectuales durante los días del estado de sitio. Que la Federación Universitaria, las federaciones obreras y algunos eminentes juzguen equitativamente el gobierno actual no lo se. En la importante revista Indoamérica que se dicta en México (Núm. 5, año 1 vol.1, noviembre de 1928, pag. 12) leo una "Carta de los obreros y estudiantes de El Salvador, al Ministro de Mexico, Dr. Juan F. Urquidi" suscripta en setiembre del 28 por mas de trescientas firmas en la cual se dice:

"Los suscritos estudiantes y obreros, en nombre del pueblo salvadoreño —cuyos altos sentimientos de solidaridad y libertad indoamericana interpretan fielmente en esta oportunidad— ruegan a Ud. se sirva hacer presente al Gobierno mexicano, su profundo agradecimiento y sus sinceras felicitaciones por la ayuda noble que acaba de prestar a la causa redentora de America al asilar a Víctor Raul Haya de la Torre; felicitaciones y agradecimientos que son también para Ud. ya que su valor personal y su hombría de verdadero mexicano nos fueron decisivos en horas de ve­jamen y de injusticia" (El subrayado me pertenece).

Pero esto no es bastante. Siguiendo la lectura del documento aludido, encuentro estas palabras acusadoras, que son sin duda las que han pronunciado los estudiantes, obreros e intelectuales de El Salvador para elogiar la obra culpable de don Pío Romero Bosque:

"Execrados sean siempre los gobernantes que traicionan la confianza de sus pueblos, para pactar contubernios con el enemigo".

Creo que ahora Ud. debe sentirse muy fuerte en su argumentación Ud. sabe porque fue expulsado Haya de la Torre y Ud. sin duda no ignora todas las protestas y adhesiones en las cuales "la personalidad de Don Pío resulta sumamente mal equilibrada y desfavorecida; de manera que, no olvidará como quién hacia cabeza era aquel fuerte espíritu (que Ud. cita para defender a su gobierno) autor del "Minimum Vital”, Alberto Masferrer, cuyo aprismo es un ejemplo que todos los jóvenes del continente debemos admirar. Todo lo demás es fraseología al servicio de sus propósitos y taparabos que no alcanzan a cubrirle Ud. ya sabe que disentimos y que nuestras vías son diferentes. Como esta Ud. del lado de su gobierno, mi lado es el de su pueblo generoso. Que en cuanto a la Agela, Ud. puedo pasar por alto todas las incompatibilidades que yo y el núcleo numeroso de latinoamericanos sostenemos Ud. es libre de encaramarse o de escalar mil y una posición elevada. Mi conducta es neta: me despido, le condeno y declaro que Ud. y quienes le acompañan han asumido la grave responsabilidad de sepultar a la Asociación General de Estudiantes Latinoamericanos de Berlín Q.E.P.D.

Atentamente de Ud. con el repudio de los universitarios de La Plata cuya representación me honra en Europa.

fdo. Luis E. Heysen

Luis E. Heysen
17 Roschertsr. II. r
Charlottenburg

Heysen, Luis E.

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