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Variedades Política
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Carta a Ricardo Vegas García, [3/1926]

[Lima, marzo de 1926]
Querido Vegas:
El tema obligado de la semana me parece la crisis francesa. Como no será posible conocer el miércoles todas sus proyecciones–– y tal vez ni siquiera su conclusión–– escribiré un artículo sobre Briand cuya carrera política llega a su más decisiva estación. Yo creo que a la última.–– Para la semana próxima, la nueva literatura rusa. He leído cosas muy buenas de Babel, Ehrenburg, etc. Y tengo varias fotografías de una revista italiana.
Le adjunto un artículo de Antenor Orrego sobre La Escena Contemporánea. Si le es posible, publíquelo en Variedades. Si no, consígame su publicación en La Crónica. No me interesa ––Ud me conoce–– como reclame personal, sino del libro que aún resta, en gruesa cantidad, en los depósitos de mi hermano.
Reclamo una nota bibliográfica de Ud para “Libros y Revistas”.
Y en espera de su visita lo abrazo cordialmente
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de César Falcón, 12/9/1926

26, Bellevue Road,
West Ealing
London, W.13
12 de setiembre de 1926
Querido José Carlos:
Aquí va otra carta mía, sin tener aún respuesta de mis tres últimas. No importa, sin embargo. Leo con frecuencia tus artículos en Mundial y Variedades y ellos, aunque imprecisamente, me comunican contigo. Pero ahora no podemos reducirnos a esta comunicación incongruente. Escríbeme, pues, muy pronto y con frecuencia.
Hoy te mando los primeros papeles impresos sobre el semanario. Muy pronto te enviaré otros, otros más luego y todos los demás hasta su completa organización. Estamos trabajando afanosamente en este proyecto, porque, en realidad, no se trata del semanario mismo, sino de nuestra propia organización política. Ya te lo dije en mi carta anterior.
Todo el plan ideológico y administrativo de él ha sido trazado con tal fin. Historia Nueva debe ser el órgano de un núcleo orgánico en cada país nuestro, y más tarde, cuando completemos su organización, en cada ciudad, en cada pueblo de nuestros países. Por lo pronto estamos formando un grupo de redactores y colaboradores en cada país hispanoamericano y en cada región de España. Así, por virtud del trabajo en común, se conseguirá la unión y el acuerdo de cuantos hombres tenernos la emoción del ideal de nuestro resurgimiento como conglomerado racial.
Los papeles adjuntos te dirán claramente cuál es el principio básico del periódico Está expresa­ do en síntesis, mas, a pesar de ello, con la amplitud indispensable para ser un eficiente punto inicial de vinculación y trabajo. Pero como esto solo no sería suficientemente eficaz, nos hemos ocupado de engranar el propósito en un bien combinado régimen administrativo. Historia Nueva tendrá en cada país hispánico de América y en cada región española un redactor absolutamente responsable y libre- dentro, claro es, del principio ideológico del semanario-- a cargo de la sección correspondiente y, en torno de él, un grupo de colaboradores.
En los papeles sucesivos verás cuál debe ser el carácter, modo y finalidad de las informaciones y colaboraciones. Las informaciones deberán ser muy sucintas y reflejar, en lo posible, la vida nacional en sus aspectos más importantes. Las colaboraciones deberán tener un cierto carácter técnico, ilustrativas de las informaciones, para dar así una visión profunda y autorizada de cada problema, de cada asunto.
Ahora estamos recibiendo las listas de colaboradores. Organízame la del Perú. Háblale y compromete a un número amplio de personas, porque, como tú comprenderás, el Perú es nuestra preocupación dominante. Conforme a nuestro plan, necesitamos colaboradores en todos los sectores de la actividad y los problemas nacionales para dar siempre artículos eficientes sobre cada tema.
Mándame enseguida, en cuanto la organices, -y organízala en el día- la lista de colaborado­res peruanos, porque la necesitamos con mucha urgencia para imprimir los cartelones de anuncio.
Esta semana ha quedado Caro en enviarme los originales de la novela. Al fin he conseguido decidirlo a devolvérmelos. Te los enviaré enseguida. Debo hacerle un prólogo. Pero, para ganar tiempo, te mandaré la novela y el prólogo irá después.
Mi mujer me encarga saludarte con todo su afecto, así como a la luya y a los niños (ya he visto al joven Sandro hecho un personaje e indiferente al recuerdo de su histórica excursión por el Danubio).
Con la expresión de mi cariño para los tuyos, te abraza fraternalmente.
César
Te repito mi vehemente petición de todas mis cartas: escríbeme enseguida.

Falcón, César

Carta de César Atahualpa Rodríguez,14/9/1925

14 de setiembre de 1925
Sr. Dn. José Carlos Mariátegui
Lima
Distinguido amigo:
Hace mucho tiempo que no sé de Ud. nada íntimo, que no nos escribimos. Si no leyera sus interesantes artículos de Variedades, ignoraría por completo de su vida. Dígame: ¿me tiene olvidado? Robe unos instantes a su intensa labor periodística, y póngame cuatro letras aun cuando sea de tarde en tarde. Es un consuelo tener comunicación con los amigos inteligentes y cultos en estas tierras bárbaras.
Desde que regresó U. de Europa, he tenido ocasión de observar su campaña de cultura popular, emprendida con toda pureza, por el solo placer de barajar ideas y también por el supremo egoísmo ¿por qué no? de sentirme con cabeza, aquí donde los otros se han olvidado de que la tienen.
En un país donde todo está embargado por la política, hace U. muy bien en vulgarizar el ritmo que siguen los asuntos de esta índole en los pueblos más avanzados de las viejas culturas. Así, quién sabe, más tarde podamos responder a nuestra imperiosa necesidad de reorganizarnos.
Para probarle mi estimación, le envío, dedicado, uno de mis viejos poemas; de aquellos poemas de la primera mocedad, de cuando yo era triste; de esos poemas que ya no volveré a escribir nunca más, pero que me son dulces todavía porque conservan la nítida perspectiva de mis ideas en formación y el vivo dolor de un desarrollo prematuro, que más que dolor en el sentido lato de la palabra, fue una terrible inquietud de pensamiento. Hoy las cosas han cambiado casi totalmente. La intelectualización silenciosa, me lleva por otros caminos más serenos. Comienzo la vida de la plenitud fisiológica y quizás también la de mi plenitud conceptual. Veremos si se puede hacer algo.
Muy pronto le mandaré La Torre de las Paradojas, un libro de versos que se está editando en Buenos Aires; y si la bondad de mi editor sigue siendo generosa, le mandaré también los dos volúmenes de Hacia una Nueva Metafísica, un libro de ideas que tengo concluido. Posiblemente en el mes de diciembre me dé el gusto de llevárselos yo mismo, de paso que le doy el primer abrazo.
Muy suyo:
César A. Rodríguez

Rodríguez, César A.

Carta de Alberto Ostria Gutiérrez,24/12/1928

Lima, 24 de diciembre de 1928
Señor Don José Carlos Mariátegui.
Mi distinguido amigo:
Sin pretender discutir los términos del comentario que, acerca del reciente conflicto boliviano-paraguayo, publica Ud. en el último número de la revista Variedades y que se merece el más alto respeto por venir de Ud., me permito en honor a la verdad expresarle lo siguiente:
1°, Que la situación del gobierno del Dr. Siles no ha jugado ningún rol en dicho conflicto, motivado exclusivamente por el sorpresivo ataque al Fortín “Vanguardia”, que ha sublevado muy justificadamente el sentimiento patriótico de todos los bolivianos.
2°, Que el gobierno del Dr. Siles no es un gobierno de facción, pues con él colaboran dos partidos de opinión —el nacionalista y el republicano—, además de varios eminentes hombres públicos de los otros partidos políticos.
3°, Que si bien en Bolivia como en todas partes del mundo el ejército contribuye a la estabilidad del gobierno, cumpliendo así uno de sus fines, que es el mantenimiento del orden público, el Sr. Siles no “se ha asido —como Ud. por error afirma— a la oportunidad para constituir un gabinete de concentración” (cosa que pudo haber hecho a su voluntad y en cualquier momento) sino que, dando evidente prueba del más elevado patriotismo, ha realizado lo que el renunciamiento a los intereses de la política interna aconsejaba realizar en una hora de prueba: la unificación nacional, para afrontar con el concurso de todos el peligro de la guerra. En esta virtud, la formación del gabinete de concentración no ha obedecido, pues, al deseo de atraer a los partidos de oposición, sino al deber de defender el país contra la agresión extranjera.
Rogándole hacer públicas estas aclaraciones y agradeciéndole anticipadamente, me repito su atento amigo y S.S.
A. Ostria Gutiérrez

Ostria Gutiérrez, Alberto

Carta a Ricardo Vegas García, 23/11/1925

Lima, 23 de noviembre de 1925
Querido Vegas García:
Le adjunto la carta para López Albújar.
Mañana le mandaré a Bustamante la carta-memorándum y tres o cuatro ejemplares de mi libro que saldrá, sin falta, esta semana. Pasado mañana recibirá Ud. su ejemplar.
Sánchez me habló por teléfono. Me prometió venir el sábado. No ha cumplido. Hoy lo he llamado a Mundial sin conseguir hablar con él.––Roberto Valdelomar no me ha dado ninguna noticia de su persona.––Beingolea, en cambio, con quien ya he conversado, se ha comprometido a reunir en ocho días sus originales. Publicaremos primero una selección de sus cuentos. Después vendrá su novela.Valcárcel me ha escrito ofreciéndome dos libros: Tempestad en los Andes, estudio sobre el problema indígena y apologética serrana que llevará un prólogo mío, y Cuentos y Leyendas Inkas.––He hablado por teléfono por Iberico respecto a un libro de ensayo que comprenderá uno que tiene en preparación o casi terminado: El sentimiento religioso en Dostoyevsky.––Dentro de pocos días tendremos un programa completo.
Le ruego conseguirme de Patroni un aviso en Variedades sobre La Escena Contemporánea. Le adjunto el texto. Me parece que el argumento de que se trata casi completamente de una colección de artículos de Variedades —manejado por un sagaz abogado como Ud.— nos servirá para obtener del Gerente la mayor largueza posible.
El tema ––si no viene mañana ninguna noticia sobre la solución de la crisis francesa— serán las literaturas europeas de vanguardia. Le devuelvo el número de Martín Fierro con el retrato Torre. Llámeme mañana por teléfono, después de la salida de la edición de la tarde, para ver si reemplazamos o no este tema por el de la política francesa que no vale la pena tratar sino sobre la base de la solución de la crisis, ya que las características generales de la situación están consideradas en mi último artículo. Para la semana próxima: Pettoruti y los gráficos de su última exposición. No se olvide de mandar oportunamente al fotógrafo para que fotografíe el cuadro.
Muy cordialmente lo abraza su amigo y compañero.
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira