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Revista Amauta Aspectos Económicos
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Carta a Nicanor A. de la Fuente (Nixa), 12/11/1928

Lima, 12 de noviembre de l928
Estimado amigo y compañero:
Contesto su carta, reconocido a sus palabras de solidaridad. No he seguido documentándolos sobre el desacuerdo con los de México y las intervenciones de los amigos de Buenos Aires y París, por no haber tenido en estos días quien se ocupe del trabajo dactilográfico. No he tenido tampoco acuse de recibo de Arbulú a quien escribí acompañando algunas copias, aparte de las que, por intermedio de Ud. le remití. Espero conocer su opinión.
Trabajo activamente, para reganar el tiempo perdido en mis labores durante la crisis en mi salud. Le envío mis 7 Ensayos (de este libro, mandamos 20 ej. para la venta a Carlos) y Labor, nuestro nuevo periódico. Aspiramos a convertirlo en un periódico de 12 páginas, con 4 de ilustraciones artísticas y nuevas secciones. Hay que comenzar modestamente, hasta que su economía y penetración estén aseguradas. Cuento con el esfuerzo de todos ustedes.
Por el correo siguiente, irán las otras ediciones de Amauta. Lo que dificulta y demora nuestro trabajo, es la escasez de recursos. El capital de nuestra Sociedad está suscrito, pero no pagado. Entiendo que —como Ud. por su parte lo observa—, algunos accionistas dudan de la estabilidad de nuestra empresa; pero económicamente esta estabilidad depende sólo de su concurso y el de los agentes. Pagado el capital y cubierta la deuda de nuestros agentes, estaremos en aptitud de cumplir todo nuestro plan editorial, publicando un libro mensual y llevando nuestras ediciones a todos los pueblos del idioma, en donde recibiríamos en cambio los mejores libros para nuestra Oficina. Ojalá sea posible organizar en ese departamento un sólido grupo de Amigos de Amauta.
De La Cruz del Sur le enviaré algún ejemplar. Es una de las mejores revistas de arte e ideas de Sud-América. Trabaja ahí el grupo más selecto de Montevideo.
Le mando algunas revistas.
Dígale a Carlos que escriba. Que nos envíe colaboraciones: notas, apuntes para Amauta y Labor. No me ha enviado últimamente sino unos poemas que están ya cajeados en la imprenta y que no han salido por la congestión de poemas a que tenemos que hacer frente. Hay superproducción poética. Los poemas se estorban unos a otros, en las cajas, para salir los primeros. Muchos, lógicamente, envejecen en la imprenta. Los obreros claman porque ahorremos espacio. Una de nuestras palabras de orden debe ser: la vuelta a la prosa. La prosa es disciplina y construcción. El verso es un riesgo de desorden y exceso. No lo digo por Ud. que es, ante todo, poeta, mientras Carlos es más bien prosador y debe dedicarse más a lo suyo. Pero creo que los mismos poetas deben disciplinar un poco sus medios de expresión y construcción, en la prosa. Ya, se está produciendo una corriente en este sentido. Abril y otros poetas están volviendo a la prosa.
En espera de sus gratas nuevas, lo abraza cordialmente su afmo. amigo y compañero,
José Carlos
P.S. —Dígale a Carlos que del No. 16 le enviaron 80 ej. en vez de 50, por haberse tomado la antigua cifra de revisión, en lugar de la nueva al despachar.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Alberto Hidalgo, 1927

[Buenos Aires, 1927]
Para entregar a
José Carlos Mariátegui
Querido Mariátegui:
He cumplido con entregar su carta a Seoane.
Me alegro de que se halle Ud. mejor de salud.
He conversado largamente con Seoane acerca de si debe Ud. venir a radicarse o no. Me ha prometido, ante mi alarma de que todo no salga como quisiéramos, realizar unas gestiones previas y escribirle categóricamente.
Debe Ud. meditar mucho sobre este viaje. Primero el factor salud. Sospecho —algunos amigos me lo han asegurado—, que la suya es bastante precaria. ¿Ud. sabe lo que es Bs. As.? En cuanto hay una pequeña probabilidad —no ya síntoma— de debilitamiento pulmonar, no se puede vivir aquí. ¡Es algo horrible! ¡Horrible! Quiero ser franco hasta la rudeza, querido Mariátegui, para prevenirle.
En cuanto al factor económico, quisiera que me contestase Ud. a estas preguntas:
Si se le consiguiera un empleo público —lo más cómodo— o en un diario —lo más ingrato— podría Ud. hacer diariamente acto de presencia siquiera tres horas?
Podría Ud. escribir en revistas como Caras y Caretas, El Hogar —una colaboración mensual o lo sumo, y esto mismo muy difícil de conseguirse— ¿pero querría Ud. hacer cuentos?
Sus artículos sólo los toman en La Nación, La Prensa, La Razón; ¿pero sabe Ud. que son diarios burgueses, que quizá rechacen —no lo aseguro— su firma?
Sé que no es Ud. solo. Sé que tiene mujer e hijos, y por eso le hablo con tal rudeza. A Seoane mismo, tan entusiasta por su viaje, a causa desde luego de su bondad, le he hecho estas preguntas, y he creído descubrir alguna duda en su gesto.
Pero si Ud. contara con algún recurso propio, la cosa sería distinta. Contrariamente a lo que se cree, aquí se puede vivir con muy poco, con casi nada. Creo que hasta con ciento cincuenta pesos se podría Ud. arreglar. Ya ve...
¿Y Amauta? En cuanto a Amauta, mi juicio es radicalmente contrario al suyo. Aquí moriría definitivamente: porque costaría tres o cuatro veces lo que cuesta en Lima; porque luego le encontrarían los canallas de allá la manera de impedir su entrada en el Perú; porque además tendrá Ud. en su contra a los canallas de aquí; por tantas cosas.
Yo creo que debe Ud. esperar que pase el temporal. No veo un peligro en que esté callado. Todo el Perú debe saber que su silencio es obligado. Y lo estará escuchando casi como si hablara.
Yo no hago política. Estoy en la izquierda de la izquierda. Soy un hereje, porque no creo en nada. Pero temo que los que le quieren estén haciendo política de que a Ud. se le haga víctima. Ud. estará desde luego dispuesto a serlo, dispuesto a sacrificarse. ¿Pero ello sería eficaz? Yo creo que ahora su sacrificio sería menos útil que un estratégico reposo para después, en momento oportuno, sacar de nuevo la cara.
Mariátegui, querido Mariátegui, medite esto. Y de toda manera, sepa pues —ya lo sabe, ¿verdad?— que Alberto Hidalgo está a su lado.
Escríbame pronto, y reciba un estrujón de manos
Alberto Hidalgo
Siempre: Ventura Bosch 6740evo la cara.

Hidalgo, Alberto

Carta a Jacobo Hurwitz, 20/6/1927

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original)
Lima, 20 de junio de 1927
Sr. Jacobo Hurtwitz
México
Muy estimado compañero:
Me es grato dirigirme a Ud. para anunciarle que por este correo le remitimos un paquete conteniendo 20 ejemplares de "Amauta" del No. 9, por haberse ausentado de ese lugar el compañero Pavletich. Escribimos por este mismo correo a nuestro compañero pidiéndole que le dé las instrucciones necesarias.
Esclarecido como está su carácter ideológico, esperamos obtener las garantías necesarias para continuar publicando "Amauta". Si las conseguimos daremos un número doble (10 y 11) en julio y, entre tanto, reimprimiremos el No. 1, del cual nos indicará la cantidad de ejemplares que debemos remitirle.
La publicación de "Amauta" está solo momentáneamente suspendida. Si no es posible publicarla en Lima, se publicará en Buenos Aires u otra ciudad de América.
Le avisamos que disponemos de algunas colecciones de "Amauta" desde el No. 2 y desde el No. 3 que se venden, respectivamente, a beneficio de la revista, al precio de dólares 2.00 y 1.70. A fines del presente aparecerá el libro de Luis E. Valcárcel "Tempestad en los Andes", primer volumen de la Biblioteca Amauta.
Con cordiales saludos de José Carlos Mariátegui, y míos
Administrador

Sociedad Editora Amauta