Guayaquil, noviembre 6 de 1926 Señor don José Carlos Mariátegui Lima Estimado colega: Acabo de leer el número 2 de "Amauta" Merece Ud. la felicitación calurosa de los jóvenes vanguardistas de América: la mía va por medio de esta carta. Le adjunto un poema inédito para su revista. Creo que Ud. lo aceptará gustoso. José M. Eguren puede informarlo sobre este amigo que lo abraza. Hugo Mayo S/C Boyacá, 125
Quito, 5 de abril de 1927 Sr. Dn. José Carlos Mariátegui Lima Muy considerado Sr.: Me ha cabido el honor de recibir una benévola invitación suya para colaborar en la Revista Amauta que con tanto acierto dirige Ud. Mis mayores reconocimientos por tal distinción. Con vivo interés sigo la marcha avanzadísima de la cultura peruana tan floreciente hoy, como lo demuestran el notable número de hombres ilustres, Revistas y asociaciones de ese país. Sin embargo su Revista ha adquirido lugar preferente por el interés y selección de los trabajos y por la profusión y buen gusto de las ilustraciones; por eso, recibo como grande favor la invitación a la que me he referido; pero por el momento, U. se servirá perdonarme que no haga uso de ella porque toda mi atención intelectual está absorbida por los trabajos de mi cátedra universitaria, y sobre todo, por el intenso afán que me consume de publicar una obra sobre la conciencia social que estoy al terminarla. Tengo el pesar de informarle que sólo me han llegado dos números de Amauta, el III y el VI. Su comunicación para mi hermano Ricardo Paredes no ha podido aún llegar a manos de él por hallarse ausente de Quito, en la población de Portoviejo, adonde la envié. Ruégole considerarme como su verdadero amigo que cumplirá con grata satisfacción sus órdenes. Ángel M. Paredes
Guayaquil, 29 de mayo de 1927 Señor José Carlos Mariátegui Director de Amauta Lima. Señor: Reconozco en Amauta, que usted dirige, un órgano de vanguardia en la cultura de las nuevas juventudes, y por eso molesto su atención solicitándole honre a la Asociación Escuela de Derecho de la Universidad de Guayaquil enviando para su Biblioteca, en la cual ocupará un lugar preferente, una colección de los números que se han publicado y seguirán publicándose de la importante revista a que me refiero. Cuando me hice cargo de la dirección de la Biblioteca de la Escuela de Derecho noté que no poseía la colección de Amauta y he creído un deber mío procurársela solicitándola respetuosa y encarecidamente a usted. Confío en que usted accederá a mi petición, y le prometo que en cuanto reaparezca la Revista de nuestra Escuela de Derecho tendré el gusto de enviarla. Anticipo a usted mis más sinceros agradecimientos: H. Mata