71, Highbury New Park, London, N.5
14 de octubre de 1924
Querida madre:
Ya estoy nuevamente en Londres. Mi propósito es permanecer aquí hasta diciembre y luego ir por unos cuantos días a España. Después, si mis proyectos pueden cumplirse puntualmente, regresaré a Inglaterra hasta el momento de embarcarme para el Perú.
He recibido al fin la primera carta de Mariátegui. Me cuenta su desventura en la misma forma en que tú ha ido relatándomela. Por lo que él y tú me habeis dicho, a esta hora debe estar completamente restablecido. Es, por lo menos, lo que yo deseo.
Supongo que la enfermedad de las pequeñas no habrá sido gran cosa. Tu carta me lo deja entrever. Hazles muchas caricias en mi nombre.
To te escribo siempre en respuesta a cartas tuyas. Muchas veces te he pedido que me escribas más a menudo. Ahora te lo pido nuevamente. Así podremos acortar un poco la distancia que nos separa.
En estos días tengo un trabajo excesivo y demasiado poco dinero. Sin embargo, a pesar del trabajo, no he querido redactar mis dos artículos. Te envío los tres. Me sorprende no ver nunca publicados en Mundial los que te mando para esta revista. Pero no me importa. Al contrario, si te los pagan, me hace un favor no publicándolos. Tú preocúpate nada más que de cobrarlos.
Sigo, naturalmente, con el propósito de ir a verte el año próximo. Espero conseguir la manera de hacerlo en la fecha convenida.
Dile a mis hermanas que aun estoy esperando la fotografía de ellas. También espero que me escriban con más frecuencia.
Te adjunto una carta para Mariátegui. Muchos recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.
César