Caro amigo: Hasta que me descansen los ojos un poco de tanta claridad solar, le anticipo un saludo para Ud. y los suyos, con toda la cordialidad que les profeso. C. M. Cox
Arequipa, 7 de enero de 1929 He atrasado expresamente, a fin de leerlos con honda detención hasta su última línea, agradecerle el generoso regalo de sus soberbios 7 ensayos. Y ahora me encuentro tan ahíto de sus ideas, tan admirado de su talento, tan adherido a su obra, que sólo cabe un fuerte y sincero apretón de manos, lleno de muda expresión, en estas pocas líneas donde me encarcela la falta de tiempo para escribirle la interminable carta que quisiera L. de La Jara