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Descripción archivística
Fondo José Carlos Mariátegui Vida Cotidiana
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Tarjeta Postal de P. Carpio O. P, 19/5/1920

Torcello (Venezia), 19 de mayo de 1920
Sr. Carlos Mariátegui
29 Corso d’Italia
Roma
Estimadísimo amigo:
He venido a este saccello con due confratelli ¡y en góndola! Recibí ayer su expresso a Bologna.
Recordándolo siempre, le mando mis recuerdos y saludos afectuosos con sincero deseo de todo bien.
Su afmo.
P. Carpio O.P.

Carpio O.P, P.

Carta de César Miró, 2/7/1928

Buenos Aires, 2 de julio de 1928
Mi querido y gran José Carlos:
Hace tiempo que deseaba escribirle, pero trabajamos mucho. No tengo el menor tiempo para dedicar ni siquiera a mis cartas. Renovación, Guerrilla y otras inquietudes, me quitan hasta las horas de descanso.
Hace dos o tres días que llegaron noticias suyas. Una carta para Seoane y otra para Blanca Luz. En las dos ofrecía usted escribirnos a Cisneros y a mí, pero hasta ahora no han llegado sus cartas. Perdone mi vehemencia, pero temo que se hayan perdido esas cartas.
¿Cómo está? Nos preocupa bastante su salud. Supimos de su enfermedad primero por Amauta y luego por las noticias de Ud. Pensamos seriamente que Ud. debe venir. Es necesario que Ud. venga. Pero, pensamos que debe hacer mucha falta allí. Gran incertidumbre es ésta. ¿Qué sería si Ud. faltase en el Perú? De todos modos, si su salud necesita este sacrificio, es necesario hacerlo. La Revolución necesita de Ud. y esto es lo principal. No importa el lugar en que Ud. se encuentre. Lo esencial es que se restablezca completamente para poder dirigir nuestro timón.
Le escribo a velocidad. Sin detenerme casi; medio loco de urgencia. De todos modos dentro de poco le escribiré largo dándole noticia de nuestras actividades, y yo, particularmente, de todas mis inquietudes. Ud. me permitirá esto. Me haría mucho bien.
Le adjunto un artículo sobre un libro interesantísimo de Epstein que Ud. debe conocer, pero que puede interesar en Lima. Abrace muy cariñosamente a sus hijos. Los recuerdo con toda mi emoción. Un gran saludo a su buena compañera Anita. ¿Recibió Guerrilla No. 6?
Un apretón sincerísimo de
Miró Quesada

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta de Enrique Lovau A.,17/8/1928

Yauri, 17 de agosto de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui.
Lima.
Muy señor mío:
Imaginando que el recuerdo de mi amistad no haya sido olvidado y sin otro móvil que la simpatía, me permito suplicarle, se sirva apadrinar el bautizo de una criatura fruto de mi modesto hogar. Esperanzado desde luego, ser honrado con su aceptación, indico las personas que a su juicio le pueden representar en el acto.— Doctor Víctor Pérez Armendáriz o el señor Antonio Almanza.
Anticipando mi gratitud y esperando su respuesta me suscribo como su nuevo amigo y S. S.
Enrique Lovau A.

Lovau A., Enrique

Tarjeta Postal de Juan de Dios Merel, 1/1929

Buenos Aires, enero de 1929
Sr.
José Carlos Mariátegui
Washington 544 izquierda
Lima
Perú
Estimado compañero:
A mi regreso de Montevideo envío a usted y familia mis más cordiales saludos, deseando que el nuevo año sea fecundo en triunfos, y lleno de esperanzas.
Abrazos de
Juan Merel
Paseo Colón 161

Saludos de Mackay y Beltrán.

Merel, Juan de Dios

Carta de César Miró, 27/9/1929

París, 27 de setiembre de 1929
Querido José Carlos:
He esperado desde hace tiempo noticias suyas y no sé a qué atribuir este largo olvido en que me tienen todos en Lima. No recibo desde hace largos meses ni una sola carta que me diga algo de Ud., de Amauta, de nuestra Amauta. No sé tampoco si llegaría en su poder mi libro, que le envié tan luego pude disponer de un ejemplar. En carne propia he sentido por primera vez esa cruel tiranía de los editores.
El Inca, ofreciéndome las condiciones más ventajosas, sólo me ha dado derecho al 10% de la edición.
Supongo que habrá tenido Ud. noticia del raid Montevideo-México realizado por Blanca Luz, así como de nuestra separación que, aunque data de una fecha menos lejana, no habíamos querido anunciar a nadie aún. Hace en estos días precisamente un año que resolvimos, con toda la serenidad que el caso requería, orientar nuestras vidas en diferentes direcciones, ya que no nuestras ideas.
Hoy, en París, creo que ha sido una verdadera y acertadísima solución en favor de nuestra inquieta bohemia de 20 años. Así hemos de vivir con más hondura, tal vez.
He visto a Bazán y a Heysen. Ravines no está en París y Jorge Seoane volverá de Avignon en estos días. He llegado solo y se me ha recibido con soledad. Bazán vive en Chaville, a dos horas de París, y por esta causa no es fácil verlo con frecuencia.
Consuelo Lemetayer y Laura Rodig me encargan un saludo muy cariñoso para U. Le adjunto un artículo sobre esta última y algunas reproducciones de sus obras. Me pide Consuelo que le diga que ha recibido su carta, así como la que va dirigida a Ravines. Le contestará en estos días. Me dice también que ha conseguido algunas suscripciones para Chile que le enviará. A propósito, si Ud. me autoriza, puedo gestionarle yo también la difusión de Amauta entre el elemento latino-americano. Me encantaría poder ayudarlo y contribuir, aunque sólo sea en una forma pequeña, en la labor de colocar Amauta en el lugar que le corresponde.
Entrevisté a Barbusse hace algunos días en la redacción de Monde. Me habló entusiásticamente de Ud. y de Amauta. La próxima semana partirá nuevamente hacia Moscú. No le envío el artículo porque se publicará en El Comercio (tal vez), aunque me temo que esta gente me corte las alas uno de estos días.—Escríbame al Consulado. No me olvide. Me produciría un dolor enorme pensar que su relación conmigo no sea sino un reflejo del afecto que tiene por Blanca Luz. Tenga fe en mí que ya estoy hecho. Ahora tengo un poco más de 20 años y un mucho más de vida. Y créame, sinceramente, que he pensado más de una vez en volver a Lima para trabajar al lado de Ud. Dé mis recuerdos a Anita. Bese a sus chicos.
Lo abraza su compañero
César Alfredo

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta de Joaquín García Monge, 30/10/1929

San José, 30 de octubre de 1929
Sra.
Dña. Anna María Chiappe de Mariátegui
Washington izquierda 544 - 970
Lima.
Sr.
Dn. José Carlos Mariátegui.
Querido y grande amigo:
Ciertamente, casi no le he escrito a Ud., pero en el fondo, cuánto lo admiro y quiero. De ello le he dado pruebas. La más eficaz de todas es la reproducción de sus artículos; porque Ud. alecciona en el Perú, y también en América. En todas estas patrias tiene Ud. lectores devotísimos.
Lo sé muy ocupado. Yo también lo estoy muchísimo, pero a poco que me empeñe, podría escribirle a Ud. más a menudo. Sus envíos honran al Repertorio. Gracias y gracias. Ha visto que los aprovecho enseguida? Aguardo con ansia los 2 nuevos libros de que me habla. De el de Eguren no he recibido un ejemplar siquiera. Al Sr. Ravines ya le estoy mandando la revista.
Ahora está Magda Portal con nosotros. De Ud. hablamos con frecuencia y con la mayor simpatía; así como de Amauta, de sus Ensayos constructivos, y de Blanca Luz. Muy interesante la fisonomía de Blanca Luz en el dibujo de Devéscovi. Ella está ahora en México. Me placería verla llegar por acá. Magda está contenta con nosotros; ahora aguarda a Serafín. Piensan irse a Chile y tienen la ilusión de verlo a Ud. allí. De mucho hemos de hablar, mi amigo; hay tanto en qué ponerse de acuerdo. Sígame mandando sus valiosísimas colaboraciones. Amauta va bien por acá; crece. Es una revista estupenda.
Hasta luego, mi amigo, y créame devotísimo suyo.
García Monge

García Monge, Joaquín

Carta de José Malanca, 27/1/1930

Villa Rica, 27 de enero de 1930
Caro José Carlos:
Muy poco le escribiré en ésta —sólo sacar unas líneas como para que no me crea muerto... a pesar de no haber andado muy lejos.
Blanquita le contaría ya mucho.
Lo importante es que me hice muy amigo de Seoane y a la vez nos entendimos a maravilla. Estoy seguro que en él está muriendo el A.P.R.A. y hasta se alegra que suceda así. Él será su gran amigo en B. Aires, me lo ha dicho y yo lo espero con toda mi fe.
Es un muchacho que vale mucho. Estoy alegre al descubrir otro Seoane. Bien pues.
Tal vez usted no me encuentre en Chile. Estoy pobre y debo escaparme en cuanto antes... porque sino peligra mi camino. No expondré —encontré un ambiente que no me gusta... ¡hay Chile. ¡como abundan los “floripondios”.
Blanca, Alicia y Rebeca las hemos tenido un poco asustadas. También fuera. Como se vinieron.
Yo me vine al sur con un poco de desesperación por mi salud que la sentí flaquear de una manera alarmante. Muy flaco —sin apetito y con fuertes fiebres nocturnas. Creo que fue paludismo o algo peor.
Ahora le escribo feliz, repuesto y alegre como antes.
Las fotos las arruinó un aprendiz de los malos. Le mandaré en cuanto llegue a la ciudad las copias de las que salieron malas de las inútiles.
Aquí hay un paisaje “Bonito”; pinto poco... hay que tener alma de novio o espíritu de pescecane para comprenderlo. Suiza y este sur... es contradicción del maravilloso altiplano. Mandé las cartas en cuanto llegué. Salude a su señora cordialmente. A los niños muchas caricias. A usted un abrazo, pero fuerte de su camarada que lo admira grandemente. Hasta siempre.
Malanca

Malanca, José

Carta a Emilio Pettoruti, 11/1/1923

Berlino, 11 de enero de 1922
Mi querido Pettoruti:
Hoy he encontrado en la Posta central una postal de Ud. sin fe­cha que probablemente estaba rezagada allí desde hacia muchos días.- Yo creía haberle indicado el Consulado del Peru como mi dirección en Berlin.

Vivimos en la Pension Schmitz, Lützow Strasse 31. Escríbame pues a esta dirección.

Falcón se ha marchado a Paris. No ha estado en Berlin sino muy pocos días. Después de unos días de veraneo en la frontera franco-espa­ñola volverá a Madrid.

Nosotros nos quedaremos aun algún tiempo en Berlin, donde la vida es agradable. Los precios son mucho mas altos que los que dejamos en München, pero entiendo que también allá deben haber aumentado mucho. I en virtud del cambio se puede vivir aquí actualmente can la misma cantidad de liras que antes en München, con la ventaja de que la vida es aquí de gran ciudad.

En la pensión almorzamos solamente. Cenamos en restaurante. De suerte que no nos importa mucho que la comida de la pensión sea mala; nos resarcimos en la noche cenando copiosamente. La pensión, además, es barata: tres mil marcos mensuales que con las tasas, servicio y otras macanas apenas si llegan a tres mil seiscientos. Para el res­taurant, en cambio, hay que calcular un minimun de cien marcos por cabeza. I hay que reforzar el almuerzo de la pensión proveyéndose de fruta o leche.

¿Se anima Ud. a visitar Berlin?.- Si viene, podríamos visitar juntos Dresden.
Anita agradece y retorna sus saludos.
I yo le estrecho la mano muy cordialmente.
JC Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a José Malanca, 10/7/1929

Lima, 10 de julio de 1929
Querido amigo y compañero Malanca:
Hace exactamente ocho días le dirigí la carta, cuya copia le adjunto, en previsión de las fallas postales. Le acompañé una carta para Carlos Manuel Cox, cuya dirección postal es Apartado 1524, México D.F., pero a quien espero haya Ud. tenido ya oportunidad de conocer personalmente.
No he recibido, después de las que ya he contestado, nuevas de Ud. Lo supongo pintando quizá fuera de la ciudad el más característico paisaje mexicano. Y, en este caso, temo que nuestra correspondencia se resienta de interrupciones.
Le adjunto copia de unos puntos de vista polémicos, que le ruego hacer llegar, una vez que los haya leído, a Pavletich o Cox (Para Pavletich le envié una carta con mi penúltima. Estaba en Mérida, si no me equívoco; pero supongo que haya regresado ya a México. En todo caso, Cox sabrá dónde se encuentra).
Mándeme apuntes de paisajes o tipos mexicanos para Amauta en cuanto disponga de un poco de tiempo. Yo guardaré cuidadosamente sus originales.
Salude a Marof, Tejera y demás amigos. ¿Conoce Ud. a Hurwitz? Si lo encuentra, salúdelo a mi nombre.
Cuénteme cosas de allá.
Hasta pronto. Un fraterno abrazo de su devotísimo camarada.
José Carlos.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a John A. Mackay, 3/12/1929

Lima, 3 de diciembre de 1929
Sr. Dr. John Mac Kay
Londres
Muy estimado amigo:
Le escribo antes de lo que esperaba, sin esperar noticias suyas y rompiendo con mi costumbre de mal corresponsal, en interés de un amigo apreciadisimo, el Dr. Eduardo Goicochea, que necesita el apoyo de Ud. en una gestión que debe resolverse el mes próximo.
El Dr. Goicochea, graduado en Londres, a quién Ud, no conoce por corresponder al periodo de sus estudios en Europa el tiempo en que Ud. trabajó tan fecundamente en Lima, aspira a una beca de la Rockefeller Foundation para un curso de dos años. Es, además de un hombre nobilísimo y honrado, dueño de toda mi estimación, un profesional inteligente, estudioso, investigador, con verdadero amor a su carrera, que desea especializarse en la higiene infantil. No dispone del favor oficial, ni es de los que lo buscan. La única posibilidad de que efectúe en Estados Unidos los estudios que desea, con profundo sentido social de su misión, sería la beca de la Rockefeller Foundation.
Al Dr. Goicochea, por quien no necesito agregarle que me intereso viva y singularmente, se le ocurre que entre sus muchas y escogidas relaciones en los Estados Unidos se cuentan algunas que pueden ayudarlo poderosamente a obtener lo que gestiona. Lo mismo pienso yo y, por eso, le escribo adjuntándole algunos datos sobre mi recomendado. El Sr. Field ha tenido la gentileza de interesarse por él y ha escrito al Sr. Chas. D. Hurrey en términos que espero sean eficaces.
He tenido, últimamente, algunas molestias. Del lunes 18 al miércoles 20 permanecí secuestrado con mi familia en mi casa, después de un registro y del secuestro de mis papeles que, por fortuna, me han sido devueltos casi totalmente. Muchos amigos han estado también detenidos pero han sido ya puestos en libertad. Amauta continúa, por supuesto.
Muy agradecido a la acogida que dispense a mi recomendación, le estrecho la mano con el mas cordial sentimiento y me repito su muy devotísimo amigo.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Waldo Frank, 23/12/1929

Lima, 23 de diciembre de 1929
Querido y admirado compañero:
Sólo unas breves líneas acompañando una carta recibida para Ud. de Buenos Aires.
Pienso que hoy estará Ud. ya en New York al lado de los suyos.
Y quiero que con el recuerdo de todos los que aquí lo estimamos y amamos, reciba Ud. cuanto antes mi abrazo y mis votos por el año nuevo y por la tarea que empieza.
Su amigo. su hermano
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira