Grupos

Taxonomía

Código

05.03.07

Nota(s) sobre el alcance

  • SOCIEDAD

Nota(s) sobre el origen

  • OECD Macrothesaurus

Mostrar nota(s)

Términos jerárquicos

Grupos

Términos equivalentes

Grupos

Términos asociados

Grupos

158 Descripción archivística results for Grupos

2 resultados directamente relacionados Excluir términos relacionados

Tarjeta Postal de Blanca Luz Brum, 25/6/1927

Tarjeta postal de Blanca Luz Brum para José Carlos Mariátegui del 25 de julio de 1927. En la fotografía aparece junto a su hijo Eduardo.

Se puede leer lo siguiente: Para José Carlos, Anita y sus hijitos con cariño y la lealtad de Blanca Luz y Eduardito.

Blanca Luz Brum

Carta a Artemia G de Falcón, 27/6/1922

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Mi querida madre:

Acabo de recibir tus cartas y las de mis hermanos felicitándome en mis cumpleaños. Les agradezco mucho, muchísimo su cariñoso recuerdo. Ese día lo pasé en Roma acompañado de Mariátegui y Machiavello. Como tu sabes, el mes de abril estuve en Génova y aproveché esta circunstancia para ver Roma otra vez. Fue, pues, un cumpleaños, si no alegre por estar lejos de vosotros, inadvertido por lo menos. Y no hay, ciertamente, razón para que lo hubiera pasado así. Ha sido quizá el cumpleaños más importante de mi vida. He cumplido ya los treinta años. Ahora comienzo a ser un hombre. Es decir, comienzo a vivir el pedazo de vida más valeroso. Por esto, que no quiero tomarlo muy serio todavía, las cariñosas palabras de vosotros me han llenado de alegría.

Me ha sorprendido la forma en que te han cambiado las dos mil pesetas que te giré. Creo que te han robado, por lo menos, veinte libras. La Legación de Londres me envió 94 libras inglesas que correspondían, al cambio de la fecha, a 120 peruanas que el Ministerio ordenó me pagaran. Yo averigüe en los bancos de Madrid como se cotizaba en esos días la libra peruana y, según me dijeron veinte libras peruanas que el gobierno me había pagado. Hice, sin embargo el giro en pesetas porque en el banco me aseguraron que aún podía pagarte en Lima mayor cantidad. Pero de ninguna manera la que te han pagado. Te han cotizado la libra peruana a un precio que nunca ha tenido. En el peor caso, han debido darte cien libras, que es el cambio a la par. En aquellos días la libra estaba mucho más baja de los que ha estado nunca.

Yo creo que debes reclamar enseguida. Te adjunto, para que sirva de motivo a la reclamación, el recibo del banco de Madrid y una carta para Campos en la que le pido que te acompañe y le indico lo que debe hacer si el banco, como lo supongo, ha cometido un robo contigo, yo estoy dispuesto a escribir un artículo denunciándolo. No es posible consentir que nos roben de una manera tan escandalosa.

Dime enseguida el resultado de la reclamación. Lleva tu misma la carta a Campos y anda con él al banco. No te confíes a dejarlo solo porque pudiera ocurrir que no procediera con la diligencia indispensable.

Supongo que Alicia habrá conseguido ya el puesto que gestionaba. No me sorprende la actitud de Piedra. Hace mucho tiempo lo tengo descontado. Me sorprendería, mas bien, otra actitud.

¿Qué hay del trabajo de mis otras hermanas? Parece que solo Alicia se preocupa de trabajar. Yo me [he] referido siempre a todas. Yo no he hecho exclusiones.

Dile a todos mis hermanos que le agradezco mucho sus cartas. No tengo ahora tiempo para contestárselas separadamente. He venido a Budapest por pocos días y muy pronto debo partir de regreso por la vía de Austria, Alemania y Francia. Pero no olvidaré escribirles a cada uno.

Todavía no se nada de mi puesto. Pero no me hago ilusiones. Hace mucho tiempo que me considero fuera de él.

Muchos saludos para mis hermanos y un besos y un abrazo cariñoso para ti.

César

Budapest? 27. VI. 1922

No digas a nadie, por ningún motivo, [falta texto] [com]probante del giro. Supongo que habrás guardado, [falta texto] recibo del banco.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 26/2/1921

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Querida madre:

Acabo de recibir tu carta del veintitrés de enero. La contesto inmediatamente.

Me ha preocupado mucho la noticia de la enfermedad de Alicia. Con impaciencia espero tus nuevas cartas. Confío que ellas me traerán mejores informaciones.

No creo que recibas esta al mismo tiempo que la carta que te he escrito hace tres días. Si ocurre así, te enterarás de la oposición que tengo sobre los pagos del ministerio y de lo que te decía antes de conocer tus nuevos informes. Sigo creyendo que todas las cosas que dicen no tienen ningún fundamento. Allí cada cual dice que se le ocurre. No se le puede creer a nadie.

Por esto lo mejor es atenerse a los hechos. Has hecho muy bien en retirar la solicitud. Solo te iba ocasionar molestias y, al final, no iba a tener ningún resultado favorable. Esto hubiera sido muy posible, por el contrario, que ella sirviera de pretexto para hacernos alguna trastada.

Esperemos confiados. Créeme que el mejor es el sistema de pago que hemos escogido, a pesar de los retrasos. No creo que si resuelven pagarme el sueldo […] me lo paguen por Barcelona. Esto será lo más conveniente, porque el cónsul a mí me paga con puntualidad. Si pudiera conseguirse esto, yo lo aceptaría en el acto. No me importaría perder lo que perdiese por el cambio […]. Conseguiría que tú recibieses regularmente tu mesada.

Averigua discretamente con Villanueva como debe hacerse para que me paguen mi sueldo íntegro aquí. Si continúan pagándote no digas nada. Solo cuanto te notifiquen que no te van a pagar más, lo averiguas y me lo escribes enseguida. Yo, por mi parte, te comunicaré inmediatamente cualquier cosa que sepa.

No te olvides de reclamar en el correo la encomienda. De aquí la despacharon el 25 de octubre. Avísame el resultado de tu investigación, porque si se ha perdido tiene que pagárnosla la agencia que la despachó.

La otra irá pronto. Muchos abrazos para todos mis hermanos y para tu un besos y un abrazo especiales.

César

Madrid, 26 de febrero de 1921

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 8/1920

A mi madre Doña Artemia G de Falcón en Lima

Querida madre:

He recibido tu carta del veintidos de junio. La contesto enseguida para que nuestra correspondencia se establezca regularmente.

Durante los últimos meses, junio y julio, he trabajado mucho. Ya te he dicho que tenía compromiso de entregar un libro. Ya lo he entregado. Ahora espero tu publicación.

El calor de Madrid en estos días es abrasador. Todo el que ha podido se ha marchado a las playas. Yo he debido irme también a un balneario., pero me han retenido aquí distintas ocupaciones urgentes.

Probablemente, a fin de mes, iré a Barcelona. Tengo el propósito de pasar allí algunos días.

Tú última carta ha aumentado mi ansiedad por saber que ha ocurrido a la madre Del Águila y como sigue. Espero que la próxima tuya. ya que Del Águila no me escribe hace meses, me des amplias noticias.

Dime como pasan los días que ocurre en Lima, si te paseas mucho, todo, en fin, lo que sea digno de contarse. Tus cartas son exageradamente parcas. No me dejan entrever la vida que hacen ustedes.

Supongo a Humberto y a Jorge muy adelantos en sus estudios.

¿Por qué no me escribe Alicia? Ya ni siquiera te sirve de amanuense.

Espero recibir mi baúl estos días. Si no llega, cuando vaya a Barcelona, iré a París a reclamarlo personalmente.

Muchos besos y abrazos paras mis hermanos y saludos para Del Águila y su madre.

Te abraza con el corazón
César

Madrid, el [2] de agosto de 1920.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 12/4/1923

Lima, 12 de abril de 1912 [1923]

Señora de todo mi respeto:

Solo ayer pude entrevistarme con el doctor Salomon. El lunes y el martes tuvo que concurrir a las sesiones secretas del Senado.

Me ha dicho el doctor Salomon que la próxima semana se dará la orden elativa a los pasajes de César.

A causa de hallarse en Lima un hermano mío, no dispongo de tiempo para nada. No me es posible, por esto, ir a Barranco a comunicarle personalmente el resultado de esta gestión.

Pero a fin de semana iré de toda suerte llevándole la solicitud para el pago del sueldo de abril.

Con mis mejores saludos para los suyos, le ruego aceptar mis respetos.
Su humilde servidor

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Artemia G de Falcón, 31/7/1925

Su casa, Washington 544,
31 de julio de 1925

Señora Artemia G. de Falcón
Ciudad.

Señora de todo mi respeto:
De vuelta de Chosica, a donde fui en busca de salud, me complazco en anunciarle nuevamente que tiene Ud. su casa en Washington Nº 544.
Me parece que Humberto se ha enojado con nosotros por un incidente mínimo del día de la mudanza. Yo creo que la cosa no era para tanto. Pero estimo demasiado la amistad de César y los suyos para no apresurarme a ofrecer a Ud. las excusas que Ud. crea de mi debe.
Anita me encarga expresar a Ud. y a su señoritas hijas sus muy cordiales sentimientos. Sandro y Sigfrido le mandan muchos besos a Artemita.
Y yo me despido de Ud. con las respetuosas consideraciones de siempre. Su muy devoto y atento servidor.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Armando Rivera, [01/1930]

Querido compañero Mariátegui:

Recibí oportunamente su carta que me trajo el c. Montesinos, Coincidió con un recargo de trabajo con motivo de los exámenes.

Le escribo precipitádamente por remitirle la copia adjunta.

Se trata de que el camarada Jorge Navarro ha llegado a esta procedente del Cuzco, en tránsito a esa y con el encargo expreso de entregarle el original. Ha traído copia para mí y de esta hemos hecho la que envío.

Parece que la situación neurálgica del Cuzco todavía no ha perdido sus gravedad.

No he podido hacer juicio respecto a Navarro, ni al grupo que representa. No quiero dudar de su sinceridad, pero tengo mis reservas al verle acá en contacto con Salinas, nueva adición local de Meneses, y con Chávez Bedoya, […] por desorientado. Sin embargo, confío que precisando puntos de vista y matando ciertos prejuicios a base del provincialismo muy cusqueño, ganaremos la batalla.

Me dice que Rado se ha incorporado a ellos; no me explico cómo puede haber dejádose arrastrar cuando él debió timonerarlos.

Mercado ha viajado hoy al Cuzco. Va a dar algunas conferencias con el fin de conseguir fondos para viajar a Montevideo como delegado a la Convención organizada por la I.M.T; como evadió precisar puntos de vista para llevarlos concretos, debo escribirle una carta el domingo precisándolos. Si le parece, escríbale enviándole instrucciones concretas al respecto. Como Ud. ya sabe, en los últimos tiempos ha tenido una actitud poco franca.

Navarro irá el domingo a Mollendo el 16 se embarcará en el "Horacio". No sabe que envío esta copia.

Creo que el lunes podré escribirle con datos más concretos.

Armando.

Rivera Bodero, Armando

Carta de Armando Rivera, 12/1/1930

[Arequipa]

Querido compañero Mariátegui:

Continúo la información que abarca del C. Navarro, enviado del gr. del Cuzco, inicié en mi anterior, que supongo ya en su poder.

Navarro, intempestivamente se fue a Mollendo, anticipando su viaje, que antes anunció para hoy domingo o mañana. Me explicó su viaje a instancias de Salinas y Chávez Bedoya, para […] a nuestro contacto, influencia y control. En los últimos días, no obstante mi advertencia, estuvo sin reserva con ellos. O es necesario que lo diga: la campaña y la labor de los dos está siempre por debajo de toda ideología, al margen de los principios, para ser meramente caudillista, cuando aluden al APRA y personalistas cuando combaten a ud.

Con todo, y estando a la buena intención que manifiesta la carta de que es portador Navarro, creo que lo que urge en el Cuzco es una dirección más cuidadosa, precisa y enérgica.

Temo que Mercado, por falta de orientación, por condescendencia y contemporización, complique el caso. Le tienen en mucha estima, pensábase de compañerismo profesional o literario, Tupayachi, Callier, respectivamente; y ellos parecen dar la tónica. Por eso creo urgente enviar un memorándum preciso a Mercado, para que junto con Rado precisen la porción del grupo. No obstante la buena fe y simpatía que pongo en el caso este, conociendo la idiosincracia de los cusqueños, tengo mis reservas. Creo entender que solo persiguen fines de información para enseguida exhibir su grupo, adaptando tal o cual pose. Ojalé me equivoque.

Acá nuestra labor está en magnífico pie. con la ayuda, concreta y definida de [Monte...], se ha intensificado. Ante no tenía ayuda, aparte de los c. trabajadores, pero no bastante.

Debo darle, con gusto grande, el dato de que están con nosotros, […]. telegrafistas, (jefes de estación) […] en general, de los ferrocarriles.

Un grupo de buenos elementos, tocados antes de anarco-sindicalismo, definen en estos días su posición y seguramente se incorporarán a nosotros. Creo llegado el momento de constituir un comité (antes existió de hecho) para atender más orgánicamente la propaganda.

Armando

Enero 12, 1930
Escribo, aparte al c. Martínez

Rivera Bodero, Armando

Carta de Armando Rivera, 9/2/1930

Querido compañero Mariátegui:

Lolo ahora puedo escribirle, después de mi última, 2ª sobre N.; de cuyo recibo tuve oportuno aviso.

Estuve en Mollendo y allí recibí su carta que me trajo el artista V. Valdivia; pensé escribirte desde ese puesto, pero la circunstancia que abajo refiero, me obligaron a ir aplazando mi carta hasta ahora.

Pasó Navarro, satisfecho al parecer. Por conversaciones con él mismo, a su regreso, y con otros amigos del Cuzco, ahora en esta he confirmado mis juicios. Creo que el giro que Ud. ha dado al asunto es bueno. Esperemos ver como se manifiestan.— Con todo, creo que vamos ganando esa región, sino por los líderes, a los principales elementos de sus efectivos. Le digo esto porque estoy trabajando con muchos arequipeños de vacaciones en esto, pero residentes allá; muchos —el telegrafista […], entre ellos, son jóvenes y vinculados conmigo desde antes, aún como alumnos de mi escuela y discípulos míos. Ellos —sin que penetren en la intención de la pregunta— me han informado que el distanciamiento con Latorre, Roberto., es sobre sobre personal. No sé que haya de cierto.

Su viaje es el punto más importante en esta carta. Creo que en cualquier momento este viaje sería provechosísimo. Máxime si lo extiende a Puno y Cuzco. El aspecto económico, por lo que respecta a Arequipa, no debe preocuparle, de hecho créalo salvado. Organizamos 2 o más conferencias, con teatro lleno, a no dudarlo. (Ya sabe UD. que no me hago ilusiones a pesar de mi optimismo). Respecto al otro aspecto: no creo que sea el mejor tiempo: llueve ahora acá. Hace poco, demasiado. Si el médico no opina en contra, me parece que sería bueno a fines de abril o principios de mayo. Toda la región en esa época tiene buen temperamento. Sino, en agosto o setiembre. También debe tener en consideración el momento o la situación política. Acabo de producirse cambio de Prefectos en Arequipa y Cuzco. También en cada ciudad de los citados hay elementos que por razones de las vacaciones, están fuera.

La silla sí se conseguiría en su oportunidad. Avíseme lo que piense al respecto. Creo que en todo caso debe hacerse en viaje. Así Ud. conocerá de […] los pueblos, sus elementos y recursos en el Sur. O por el movimiento de opinión que en torno a Ud. y a sus ideas se producirá, será valiosísimo para la […] en que estamos empeñados. De aquí deriva otra consideración a tener presente? la reacción que originaría en las esferas oficiales. Respecto a Mollendo, me satisface decirle que contamos con valiosos elementos laboristas en ese puerto, que nos aseguran desde la totalidad de los trabajadores de mar y tierra de esa zona, sin excluir los ferroviarios.

Trabajadores, sobre todo. Nada con los elementos de la pequeña burguesía, ganados en su totalidad por el masonismo. He ahí el resumen de mi labor. El C. Jacinto Liendo, en vía de una total depuración de su anarco-sindicalismo, será nuestro colaborador en ese puerto. Pero hay otros elementos, fleteros y estibadores, en inmediato contacto conmigo, que atenderán la labor a realizarse. Los trabajos iniciales se han hecho con vida a organizar un sindicato de marítimos, que agrupe en secciones especiales a los trabajadores. Según su labor: lancheros, fleteros, estibadores, etc, y otro de los trabajadores de tierra, en el que estarán comprendidos los ferroviarios. (Sec. Moll.)

Para esta obra necesito que se me mande los estatutos de los sindicatos de marítimos, que hay en el Callao (Navarro me dijo que llevado por Del Prado, lo visitó, que ahí conoció a Portocarrero) así como algunos nombres de individuos de los mismos a quienes, los amigos de Mollendo. puedan dirigirse, antes de vincular las instituciones. Debo enviar a Mollendo el esquema de un proyecto de estatutos para proceder a organizar el sindicato, pero creo que es fundamental que todo se haga a base de lo hecho allá, de acuerdo con Ud. y amigos.

Como información, le diré que caí cuando se daban […] para organizar, a base de los trabajadores más inquietos y descontento, una rama teosófica. Sin la colaboración de los que son ahora nuestros amigos, ese intento quedó en nada.

También necesito conocer con cierto detalle, la labor de los ferroviarios de esa región. Acá hay bastantes amigos —ya le avisé que está con nosotros Manrique, autodeportado,— Le interesa por un grupo de ellos presentar un pliego de reclamos.

Mi opinión —solo para mí al guiarlos— es que no deben estar desconectados de los demás. Por el momento, mientras Ud. dispone la labor allá y me envía un esquema que incluya puestos que deban ser de reclamo común, así como la respectiva dirección para vincularlos, por el momento, con el pretexto de intensificar la propaganda ganando adeptos al futuro pliego, hemos aplazado el asunto, pero es solo temporalmente. Por ellos este asunto, como el anterior, debe atenderse a la brevedad.

La referencia que al principio prometí es esta: ausente en Molle, conmigo viajaron los principales documentos; pensaba estudiar y ganar un compañero que pudiera centralizar personalizada la labor allá, —Ausente, digo, a los 6 días […] el c. Mont. a título de noticia avisó a mi señora que sabía que habíamos sido denunciados a la policiía y que consultado el caso a Lima, el Pref. esperaba instrucciones. Desde luego, inmediatamente lo supe, con la reserva debida. Los días después, el hermano avisó en casa que había llegado orden de prisión y envío de todos nosotros. Le dijo que la denuncia había sido hecha por un chofer. Así las cosas, me limito a disponer lo conveniente en mi casa y esperar en Mollendo, lo que derivase. Mont, y otros estaban ocultos en Tingo.

Después de cuatro días el mismo hermano de Mont. (Benito, su nombre) dijo que ya no había nada.

Nunca creía en la seriedad de la especie esa, pero no me la explicaba. La policía hubiera procedido a buscarme; habrían registrado mi casa, pero nada. En total: una especie de bromilla harto pesada forjada por la familia de Mont, con el propósito de alejarlo de las inquietudes socialistas.

Eso me hace pensar en que con él —sin negarle la confianza que por su sinceridad se merece,— debemos ser más discretos y mesurados.

Su familia pertenece a la burguesía pretenciosa y fatua de esta región y su hermano Benito es un perfecto burgués. Todo eso abona a su favor. Por eso seríamos injustos al negarle sinceridad y abnegación.

Otros puntos: Envié en nov. en giro a Administrados Sociedad Editora Amauta, S/ 15.00 pro Rabines míos y de Roberto Feldman. No sé si se recibió.

En igual fecha, a raíz de su carta a la La Jara. Sobre W. Frank, le escribí acerca de conversaciones con aquel, le manifestaba mis opiniones sobre su adhesión. Me interesa saber si las recibió.

Le deseo la mejor conservación. Con un saludo para todos los camaradas.

Le abraza cordialmente.

Armando.

9, febrero 1920

Rivera Bodero, Armando

Carta a los Compañeros Organizadores del Agasajo a Luis Alberto Sánchez, Presidente de la Asociación de Periodistas, 23/3/1930

Lima, 23 de marzo de 1930
A los compañeros organizadores del agasajo a Luis Alberto Sánchez, Presidente de la Asociación de Periodistas.
Pte.
Estimados compañeros:
Habría hecho una excepción en mis hábitos presentes, para asistir a la comida con que los periodistas agasajan a Luis Alberto Sánchez, en ocasión de su viaje a Chile. Pero una momentánea falla de mi salud, me lo impide.
Quiero, por esto, que reciban Uds. testimonio expreso de mi adhesión a la fiesta.
Luis Alberto Sánchez es uno de los escritores que más ha reivindicado, como periodista, el nombre, la misión y los fueros del periodismo en el Perú. Le debemos, como periodistas, todo nuestro reconocimiento y toda nuestra simpatía.
Personalmente, mi estimación por él es mucho más amplia. Pero a un ágape de periodistas debo decir sólo palabras de periodista.
Muy cordialmente vuestro
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a José Malanca, 2/7/1929

Querido amigo Malanca:
Hace dos semanas le he escrito, contestando sus cartas y adjuntándole una para E. Pavletich. Amauta le ha sido expedida puntualmente a México D.F. Sus noticias nos son muy gratas e interesantes: tienen ante todo, el mérito de ser perfectamente sinceras. Y quienes conocemos y apreciamos al hombre, podemos estimar exactamente el valor de esta sinceridad.
Me explico que en México se conozca deficientemente el movimiento social e intelectual de Sud-América. Me ha parecido siempre que a la revolución mexicana le ha faltado conciencia de acontecimiento continental, lo que delataría precisamente su incurable fondo pequeño-burgués. La ley de ciudadanía continental y otros gestos, no han bastado, no bastan como expresión de solidaridad con los pueblos latino-americanos. —Los revolucionarios de Hispano-América nos hemos interesado siempre por la revolución mexicana mil veces más de lo que ésta se ha interesado por nosotros.—Los que ahora representan verdaderamente la revolución mexicana, tienen el deber de rectificar estas limitaciones del nacionalismo de México. A Montevideo han ido últimamente Siqueiros y otros representantes de la nueva central sindical mexicana. Sé por los delegados de varios países latino-americanos que han hecho ahí excelente impresión.
A propósito de Montevideo. Me escribe de allá Giselda Welker (ex-Giselda Zani) que Blanca Luz Brum ha salido para México. No me había anunciado este viaje, sino más bien uno a Europa. Y yo le he escrito últimamente a Montevideo, a la dirección de Margarita Gutiérrez. —Trate de buscarla tan luego como llegue. Es una excelente amiga mía y una encendida revolucionaria. Tiene esa llama de entusiasmo, ese culto de la sinceridad que he encontrado sólo en América en argentinos y uruguayos del tipo de Ud. y de ella. Americanos con juventud, excesivos, apasionados, infantiles a veces, pero dotados de un gran poder de creación por todo esto. En este lado de América, somos bastante encogidos, herméticos. Se lee en nosotros la herencia de una España trágica, inquisitorial y enlutada, mezclada a la melancolía quechua. Somos también un poco asiáticos. Yo no he sentido nunca esto tan claramente como cuando he estado en Europa y he confrontado mi desgano y mi reserva con la alegría pagana del latino, con la ingenuidad romántica del germano. Creo que más de una vez hemos hablado de esto y que hemos estado de acuerdo.—Pero volvamos a Blanca Luz. Que sea tan amiga de Ud. como lo es mía. Que reclame a Montevideo las noticias que allá le he dirigido.
Su misión en México, en cuanto respecta a Amauta debe ser la de vincularla con los grupos artísticos e intelectuales revolucionarios de ese país. Pocas revistas de Hispano-América han seguido con tanta atención el movimiento revolucionario mexicano. Es necesario que esto se sepa allá.— La administración ha aceptado la propuesta del librero J. López Méndez para la exclusiva de la venta de librería de Amauta y sus ediciones en México. Visite Ud. a López Méndez e infórmenos si está en aptitud de realizar su programa de difusión de Amauta.
Trabajamos con más orden y unidad que en meses pasados. Lo tendremos al corriente de nuestros avances en la labor de unificación y disciplinamiento de los grupos de la república. Que a los de Cuzco, Puno y La Paz no le deje de llegar su recuerdo estimulante.
Todos lo recuerdan en mi casa con la simpatía y amistad que Ud. merece. Y yo le envío mi cordial abrazo de amigo y compañero devotísimo.
José Carlos Mariátegui
P.D.—Le ruego avisarme si le llegan mis cartas, indicándome las fechas. Le adjunto una carta para el compañero Carlos Manuel Cox. No sé si lo conocerá Ud. ya, siendo como es México una urbe. Pero en caso de no conocerlo, no le será difícil dar con él. Es un muchacho peruano inteligente y simpático que hará buenas migas con Ud. El trato tónico de un camarada como Ud. le será además, grato y útil.—Su dirección postal en México D.F. es: Apartado 1524. En Crisol le será fácil también averiguar su dirección. Gracias. V.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Nicanor A. de la Fuente (Nixa), 20/6/1929

Lima, 20 de junio de 1929
Querido Nicanor A. de la Fuente:
Desde hace semanas, me apremia la necesidad de escribirle, pero como ya otras veces, entra en conflicto con mis ocupaciones excesivas. He querido también, antes de escribirle, que Ud. estuviese enterado de las últimas etapas del proceso de definición teórica y de organización práctica, indirectamente acelerado por lo que podemos llamar la desviación ‘aprista’. Hoy debe Ud. conocer documentos suficientemente esclarecedores y otros llegarán a su conocimiento. El problema está liquidado, con la actitud asumida por el grupo de París, el más denso y neto ideológicamente de los grupos de militantes del extranjero. Los de México han revisado totalmente su actitud y a lo que se aferran ahora es sólo a la fórmula del apra, que ellos precisamente han comprometido en forma irreparable. Como organización continental, el Apra depende de lo que resuelva el congreso antiimperialista de París, a cuyas decisiones, inspiradas seguramente en la necesidad de unificar el movimiento anti-imperialista, ningún revolucionario puede oponer resistencia. Como organización nacional— esto es, como frente único— queda diferida para después de la organización de las masas según su tendencia o doctrina. Nosotros trabajamos con el proletariado y por el socialismo. Si hay grupos dispuestos a trabajar con la pequeña burguesía por un nacionalismo revolucionario, que ocupen su puesto. No nos negaremos a colaborar con ellos, si representan efectivamente una corriente, un movimiento de masas. Me parece que, planteada así, la cuestión es completamente clara y queda excluida toda posibilidad de divisionismo.
Con el compañero A. he conversado respecto a la necesidad de que quede formalmente constituido el grupo de Chiclayo y de que se trace enseguida un plan de trabajo. En el terreno ideológico, este grupo debe funcionar como un centro de estudios marxistas y su misión es preparar doctrinalmente los cuadros del movimiento socialista. En el trabajo de aplicación y estudio, dos tareas se imponen: la de constituir, a base preferentemente de maestros, la oficina de autoeducación obrera del departamento (véase en el No. 8 de Labor las instrucciones al respecto); y la de analizar, conforme al método marxista, la cuestión agraria regional, en la que fermentan evidentes posibilidades revolucionarias. De otro lado, urge propiciar la organización de los obreros y campesinos, mantener el contacto con las comunidades y federaciones existentes, incorporarlas en la Confederación General de Trabajadores del Perú, últimamente constituida.
Le recomiendo entrar en inmediata correspondencia con Eudocio Ravines, I.T.E. (Internacional de los Trabajadores de la Enseñanza) 8 Avenue Mathurin Moreau 8, París (XIXe). Es el más serio y orientado de nuestros compañeros del exterior. Ha creado en París un centro de estudios marxistas, que publicará próximamente un órgano doctrinal. Es, además, un gran espíritu, con el que le será provechoso entrar en relación y estrechar el conocimiento. Escríbale al recibo de estas líneas y pídale para los maestros de allí la revista editada por la organización en que trabaja y que representa la vanguardia del movimiento sindical de la educación.
Del mismo modo, urge que en Chiclayo, Chepén, Pacasmayo, etc. se reciba regularmente El Trabajador Latino-Americano, órgano de la Confederación Sindical Latino-Americana, fundada definitivamente en la reciente conferencia sindical latino-americana, a la que asistieron más de cincuenta delegados genuinos de las masas obreras y campesinas del continente, representando a 800.000 trabajadores organizados. Es una revista que informa ampliamente al proletariado sobre el movimiento sindical. El precio del ejemplar es de sólo 10 cts. con descuento para las agencias y organizaciones. Le remito, por intermedio de A. un ejemplar para que la conozca, si no ha llegado a sus manos ya.
La cuestión agraria del norte me parece particularmente interesante. No sería marxista clausurarse en una negación extática. Hay allí las manifestaciones iniciales de un conflicto entre el capitalismo y la feudalidad, cuyo desarrollo no puede dejar de tener trascendencia revolucionaria. Los comités agrarios, mecanismos hoy oficiales, son susceptibles de transformación en el curso de una lucha de la que no podemos estar ausentes. Los grandes latifundistas representan la clase feudal, la más retardataria y conservadora. Ningún auxilio, ni aun el más indirecto, debe prestársele en su lucha con el capitalismo. Hay que denunciar la demagogia del ‘agrarismo’ oficial, pero reconocer en él un instrumento de política capitalista que, por su naturaleza misma, está destinado a promover la agitación de las masas agrarias contra el latifundismo feudal. La feudalidad es el estancamiento, la marisma, la palude donde no se agita nada, donde no nace nada; el capitalismo es fundamentalmente dinámico, contradictorio, y su aparición determina la de su antítesis, el socialismo.— Mucho quisiera discurrir sobre este tema, pero esta carta me va saliendo ya un poco extensa y no dispongo de tiempo bastante para continuarla cuanto quisiera.
En el No. 8 de Labor se publicó su nota sobre la exposición y en el No.24 de Amauta, que aparecerá dentro de pocos días, sale su nota sobre el libro de Magda que, por exceso de material bibliográfico, no pudo ser incluida en el No.23. No interrumpa su colaboración.
Salude muy afectuosamente a los compañeros de Chiclayo y escríbame sin tardanza.
En espera de sus noticias, lo abraza afectuosamente su amigo y camarada
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Victoria Ferrer, 15/11/1926

Lima, 15 de noviembre de 1926
Victoria:
He sentido mucho tu enfermedad lo mismo que el no poder enviar con más oportunidad la mesada de Gloria. Yo no estoy aún bien y mi enfermedad, que no me permite atender como antes mi trabajo, me tiene atrasado en mis pagos.
Espero que mi salud y que mis asuntos se regularicen para poder ser más puntual.
Besos a Gloria y saludos a los tuyos. Y tú recibe un afectuoso recuerdo
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de J. D. Montesinos, 19/1/1929

Arequipa, 19 de enero de 1929

Compañero José Carlos:

Recién hoy le escribo. Quise hacerlo antes pero el deseo de in­formarlo desde un punto de vista personal, de algunas cosas me ha impedido hasta hoy.

Inmediatamente de llegado a ésta me puse al habla con el compañero Rivera —a quien ya conocía pues él me suscribió a "Monde"— y con Mercado. De Rivera le diré que es el elemento básico aquí y en todo el Sur. Es un hombre bastante preparado y efectivo ha hecho y hace verdadera labor. De momento estamos organizando todas las fuerzas para constituir el comité. Tenemos algunos muchachos muy interesan­tes con los que colaboraremos con éxito.

Hemos tropezado con algunos obstáculos pero que felizmente va­mos despejándolos. Hay un grupo de muchachos de índole anarquista capitaneados por Chavez Bedoya y otro más. Nos estaban haciendo mu­cho daño especialmente entre el elemento obrero. Ya hemos logrado controlarlos en su propaganda y convencerlos a ellos mismos. Chavez Bedoya ha aceptado por fin ponerse al habla con nosotros no así el otro que está todavía rebelde. Urge para definir por completo al primero que Jorge del Prado le escriba y lo presione ya que parece que es muy amigo de él.

Medina con su grupo aprista por el momento parece que están inactivos; no así en el Cuzco que entiendo siguen trabajando. En estos días se va él allá.

En cuanto a Mercado es un elemento que no acaba de definirse. Nos ha rehuido cuanto ha podido. Por fin la noche antes de dirigirse
al Cuzco tuvimos una larga charla con él y le precisamos puntos que él ha aceptado aunque le notamos esa resistencia pasiva muy suya. Lleva a dicha ciudad claras y terminantes instrucciones para un grupo de allá —a quien está muy vinculado él— para tratar de someterlos a nuestros grupos y aceptar toda la ideología.

Respecto a lo del Cuzco la situación es un poco delicada. Hace algunos días se presentó de allá un muchacho Navarro con una carta para usted que se la mostró a Rivera. Él al principio trató de vin­cularse ampliamente con nosotros pero después nos rehuyó y por último se fue sin vernos. Procedimos con mucha cautela con cierta intui­ción ya que hechos posteriores nos permitieron desenmascarar el ver­dadero objeto del viaje. Nuestra impresión es la siguiente: Con ese regionalismo muy propio del Cuzco no han querido tener ellos tener ninguna dependencia con el grupo de Lima especialmente. Lo han mandado a este muchacho con el objeto -a nuestro parecer- de compulsar fuerzas y ver si ellos o nosotros somos más fuertes. Feliz fue la idea de Rivera de enviarle anticipadamente una copia y enterarlo de todo.

Esperamos, aunque con poca esperanza, que Mercado haga labor en ellos pues como le digo tiene mucha influencia. Ya usted verá a Navarro y definirá lo que hay que hacer.

Del grupo de Puno casi sin noticias. A Churata se le murió un hijo. Lo ha convertido en un ícono y espera que regresará. Ya no se ocupa sino de eso y parece estarse alejando de nuestra trayectoria.

En este mismo correo le escribo a Martínez de la Torre sobre algunos otros puntos.

El viaje en avión espléndido sin ningún contratiempo y con gran comodidad. Usted procure venirse de todas maneras por esa vía. Ya sabe que lo esperamos.

Un saludo a la señora y a los chiquitos y para usted un fuerte apretón de manos del compañero

J.D Montesinos

Montesinos, José Domingo

Carta a Ana Chiappe de Mariátegui, 6/7/1925

Chosica, 6 de julio de 1925
Anita mia,
ho passato la domenica in buona compagnia, ma siccome non c’eri te, siccome non c’erano i bimbi m’a sembrato di essere un pó solo. Posada mi consegno la tua lettera. Giulio mi disse che te trovavi bene.
Attendo questo giovedi, che mi sembra un po lontano quantunque sia cosi vicino. Per sentirmi non tanto solo fino giovedi ti scrivo queste righe. Cosi mi pare di essere un po con te. Mi pare che dialoghiamo, che te sono vicino e che anche tu almeno in pensiero sei presso di me.
Sceglie un regalo per il piccino. E baccialo per me finche un pó piu tardi lo bacci io stesso il suo giorno. Non esere avara con lui. Non essere stirchia.
Te curi? Spero di vederti meno magra. Altrimenti, lo sai, non ti permettero di lavorare.
Se puoi, portami un livro che si trova tra i livri grossi: un livro grigio che si titola “Ideas para una nueva concepción biológica del mundo”. Portami anche un pó di buste. E niente altro.
Non mancare, non mancarmi il giovedi. E la festa di Sigfrido; é anche una festa nostra. Piú loro crescono, piú loro fioriscono, piú sento che i giorni della nascita di Sandro e Sigfrido sono stati due giorni di festa della mia vita. M’hanno fatto amare in te, doppo della sposa, la madre, la donna feconda, sorgente di vita, di bellezza e di grazia divina.
Ti baccia con amore il tuo.
José

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Guillermina Mariátegui de Cavero, 22/6/1925

Chosica, 22 de junio de 1925
Señora
Guillermina M. de Cavero
Lima
Sagástegui 669
Querida hermana:
Chosica me ha probado bien. Esto es muy pintoresco y sobre todo muy saludable. Mamá se encuentra también a gusto. Saludos a Antonio y a las chicas. I para ti un abrazo de tu hermano.
José

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Anna Chiappe de Mariátegui, 19/6/1925

Chosica, Quinta Pesce, 19 de junio de 1925
Carissima,
Come forse ti avrá giá detto Antonio il viaggio fu buono. La prima impresione della casa é anche buona. Ci sono anche bambini. Una bimba un pó piú grande del nostro gordito s’é fatta subito mia amica. Il clima é straordinario. Immediatamente si sente il cambio. Oggi comincieró i bagni di sole. Non trascurare la tua salute, te prego. Prende molto late e mangia bene.
Domani, cuando riscuoterai a Mundial e Variedades, vuota la casella postale. Cuando verrai mi porterai i giornali e riviste. Se arrivano i libri farai come t’ho detto.
Compra una spugna di gomma che mi ci vuole. Credo che ci sono da Colville. Compra anche le pile per il campanello.
Bacci a Sandrino e Sigfredo. E per te tutti i pensieri del tuo
José Carlos
Saluti di mama chi ricorda molto tutto il giorno ai bambini

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Victoria Ferrer, 22/8/1924

Miraflores, 22 de agosto de 1924
Victoria:
He recibido tu carta del 11 del presente que me informa de la enfermedad de Gloria. Mucho lo lamento y más todavía el no poder atenderla mejor. No estoy bien aún. Mi convalecencia es lenta y los gastos que mi enfermedad me ha causado y sigue causando innumerables y cuantiosos. Te remito tres libras para lo que requiera el cuidado de Gloria. Si te parece, si crees que Gloria se acostumbraría sin dificultad, puedes mandármela. El clima de Miraflores le haría bien y aquí la vería un especialista. Creo que debes darle Emulsión Scott o Iricalcina.
Caricias a la chica y saludos a ti y a los tuyos
José Carlos
P.D.-A mediados de julio te envié tres y no dos libras. No sé cómo recibiste sólo dos. En mayo, de la clínica, te remití con Beatriz cuatro. Te envío hoy las tres libras en el adjunto cheque No. 398632 para el Banco del Perú y Londres.

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal a Guillermina Mariátegui de Cavero, 19/7/1920

Vallombrosa, 19 de julio de 1920
Sra.
Guillermina M. de Cavero
Muy querida hermana:
He recibido tu carta del 22 de mayo. Y, al mismo tiempo, una del Ministro de Justicia comunicándome que ha concedido a Nino la beca de interno.
Esta noticia ha sido una compensación. Confío que así como Dios nos ha concedido esta gracia nos concederá también el remedio de tu situación.
Ojalá que mi carta al Ministro de Guerra haya sido útil. Lamento mucho la enfermedad de Amalita y espero que no haya sido de cuidado. - Sin mas que con sus mejores recuerdos para ti y las chicas y con sus fervientes votos por tu bienestar, se despide de ti hasta pronto tu hermano que bien te quiere.
José.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Artemia G de Falcón, 7/8/1922

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Mi querida madre:

Al mismo tiempo, y con gran retardo he recibido tus dos últimas cartas del mes de junio —el 6 y el 19—. De Madrid me las mandaron a París, cuando yo estaba en Berlín. La Legación de Perú me los remitió a esta última ciudad, pero yo salí antes de que llegaran. He tenido después que esperarlas ocho días en París. Esta ha sido la causa del retardo.

Les agradezco mucho, a ti y a Alicia, el envío de Variedades. Ya tenía noticias de las publicaciones. Pero no había logrado encontrar los números.

No sabía que Salomón te hubiera hecho pagar mis últimos sueldos. Ni siquiera sé hasta qué fecha ha durado mi destino. Creo, que por los datos que me das, que ha sido hasta el mes de febrero. En este caso si estoy pagado en realidad completamente. Porque las ciento veinte libras que me mandaron en marzo correspondían a mi asignación de veinte libras mensuales desde el siete de julio hasta el siete de diciembre de 1921. Pero si mi puesto ha durado hasta marzo o abril o mayo, como los de otros, me deben todavía los sueldos correspondientes. Averigua en que fecha cancelaron mi nombramiento. Y si hay lugar, haz las reclamaciones del caso, aprovechándote de las cartas que escribí hace poco a Salomón y a Elguera.

Me doy cuenta de las contrariedades que tienes que haber sufrido hasta conseguir el grado de mis hermanas y después sus destinos. Tengo la esperanza de que a la fecha ya las hayas conseguido. La tengo, sobretodo, porque me he enterado que Barros ya no es Ministro de Instrucción. Me han dicho que lo ha remplazado Curletti. Este te habrá servido mejor. Es, por lo menos, amigo mío, siempre me ha manifestado mucho cariño.

Si necesitas alguna nueva influencia, habla con Jorge Guillermo Leguía, que está en la Secretaría del Presidente. También es mi amigo. O lo era. Háblale en mi nombre. Él es quien ha conseguido la reposición de Mariátegui: la madre de José Carlos, por mediación de él, habló con el presidente y así consiguió que lo mantuvieran en el puesto.

Osores se embarcará uno de estos días. Lo han nombrado ministro en el Ecuador. Pero estará en Lima algún tiempo.

Dime cual ha sido el resultado de la reclamación del banco y de tu entrevista con Miró Quesada. Yo seguiré mandando artículos hasta saber con seguridad cuantos debo mandar mensualmente.

Mariátegui, a pesar de la reposición, marchará al Perú en octubre. No lo sientas por más puede servirte a ti allá que en Europa a mí. Aquí solo nos hemos con intervalos, a veces, hasta de un año. Allá, en cambio, puede serte muy útil. No creas que es como Del Águila. Por el contrario, se interesará mucho todo lo que le solicites. Y, además, está en mejores condiciones que Del Águila para servirte en las cosas importantes.

Yo estoy trabajando con bastante empeño. Quiero ver si consigo en estos meses alguna ganancia extraordinaria, pues lo que gano me alcanza muy estrechamente para vivir. Si la consigo, claro está la partiré contigo.

Saluda especialmente a Antonieta. Dile que siento mucho su enfermedad y que espero que ya esté buena.

¿Cómo siguen los estudios de Humberto y de Jorge?

Muchos cariñosos recuerdos para todos mis hermanos y un abrazo y un beso para ti de
César.

Hendaya: 7.VIII. 1922

Falcón, César

Carta a Victoria Ferrer, 24/1/1920

Roma, 24 de enero de 1920
Victoria:
La carta que te adjunto te advertirá que soy en posesión de la noticia de la venida al mundo de la señorita Gloria María a quien me apresuro a enviar, por intermedio tuyo, mi primer beso. Falcón, por su parte, se preocupó también de comunicarme desde España el mismo acontecimiento.
Confío en que te hayas restablecido prontamente y en que tu juventud haya salido victoriosa de todas las crisis, para que, durante mi ausencia, puedas amar y cuidar a Gloria María por ti y por mí a un mismo tiempo.
Te incluyo un giro por cincuenta soles que va a nombre de Beatricita porque creo que le será más fácil ir al banco y efectuar la cobranza. Ruega a Beatricita, a mi nombre, que me excuse la molestia que le cause.
De mi vida en Europa poco podría contarte interesante. Creo, en general, que no es el ausente quien debe dar noticias sino quien debe recibirlas. El ausente necesita más de la correspondencia de los que le quieren y recuerdan que éstos de la correspondencia de él. Él está solo, separado de todo aspecto íntimo y familiar, mientras que éstos continúan su misma vida, sin ningún cambio y sin ningún trastorno realmente sensibles.
No me explico porqué del Aguila no las visita frecuentemente. Supongo que esta actitud suya no haya durado mucho tiempo y la atribuyo, en todo caso, a su espíritu descuidado y negligente, no a disminución de su simpatía ni de su amistad.
Aguardo con interés noticias tuyas, sobre todo por lo que puedan hablarme de Gloria María, y me despido de ti con los mejores recuerdos hasta una próxima muy próxima.
José Carlos
P.D. El cheque es por seis libras esterlinas. No se puede girar en libras peruanas ni en cheque sobre Lima. A mí me pagan también en libras esterlinas. Es una letra sobre Londres que puede ser cambiada en cualquier banca. También la puede cambiar un comerciante. La libra esterlina vale menos que la libra peruana conforme al cambio actual. Esto, como tú comprenderás, es para mí, que recibo mi sueldo en libras esterlinas, lo mismo que todos los funcionarios y empleados de relaciones exteriores residentes en el extranjero, una pérdida mensual.
Esta es la única forma, según me dicen en el banco, que es uno de los principales de Italia, de enviar dinero a Lima.
No creo que sea una forma incómoda para ti porque una letra sobre Londres de un buen banco es pagadera a la vista en cualquier parte del mundo.
Vale.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Artemia G de Falcón, 30/3/1920

A doña Artemia G de Falcón

Mi madre en Lima

Querida madre:

Acabo de recibir tu carta del 25 de febrero. Me parece que no es esta la única que me has escrito desde el veintiseis de enero y que muy pronto, dentro de dos o tres días, por otro correo, voy a recibir más cartas tuyas, De todas maneras, las reciba o no, me apresuro a contestarte la que acabo de leer.

No debe preocuparte la falta de cartas mías en los correos que llegan a Lima, porque ellos pertenecen a un servicio distinto al de Europa. Los vapores que llevan la correspondencia extranjera al Perú no van sino hasta Colón y algunos, muy raros, hasta Nueva York, Y mis cartas van en los vapores que corren entre Europa o Francia y Colón. Como la coincidencia de la llegada de un vapor a Europa a Colón y la salida de otro para el Callao no es muy frecuente, muchas cartas tienen, por fuerza, que quedar detenidas y retrasarse quince o veinte días. No debes mortificarte por esto. A mí me ocurre lo mismo generalmente recibo juntas tres o cuatros cartas tuyas, escritas, a veces, en fechas distantes.

En la carta que acabo de recibir no encuentro, como en las anteriores, saludos particulares de Alicia. Además, está por escrito que las otras. Todo esto, y las noticias que contiene, me asegura que no ha sido escrita por Alicia y que tú estás muy enfadada con ella.

Comprendo perfectamente tu aflicción y tu enfado. Pero no debes suponer que ninguna de mis hermanas, ni Alicia de la que tan tristemente te quejas, te quieren menos que yo. Es que no son tan reflexivas. No comprenden tu estado de ánimo y la obligación que tienen de contemplarte y cuidarte con más solicitudes y con mayor ternura. Yo les voy a escribir a todas, recomendándoles que se porten mejor. Perdónalas y cree que se compondrán.

Supongo que ya habrás recibido la carta para Casterot y este te habrá atendido debidamente. Notíciame el resultado de esta gestión.

Me parece bien que hayas escogido una casa situada en un barrio sano. Las protestas de las muchachas no son sino eso, protestas de muchachas. Ya se acostumbrarán o si en realidad está en un lugar apartado, pueden buscar diligentemente otra casa que reúna mejores condiciones.

Tu silencio me hace creer que en el Ministerio te han atendido. Esto me alegra. Yo le he escrito a Villanueva recomendándole el pago de tu asignación.

Del Águila no me ha escrito ¿Qué hace?

Te agradezco el recuerdo de mi cumpleaños. Aún está distante. Yo también recuerdo el tuyo y te mandaré un regalito. Entiéndelo bien. Otros les mandaré a las chicas. Que lo entiendan bien.

Besos para todos y para ti un beso y un abrazo de todo corazón.
César

Madrid, mayo, el 30 del 1920

P.D. Dime el número de la casa.

Falcón, César

Carta del Centro Juventud Atlético Progresista, 31/1/1930

Lima, 31 de enero de 1930
Señor,
José Carlos Mariátegui
Ciudad
Muy señor mio:
Debido a una distracción de la secretaria no di a conocer a Ud. oportunamente el nombre del centro deportivo que lo ha nombrado socio honorario protector.
Aprovechando de esta oportunidad le doy a conocer a Ud. que el centro de denominación "JUVENTUD ATLETICO PROGRESITA" (J.A.P)
Rogándole a Ud. dispense la falta involuntaria en que incurrido se despide de Ud. y se repite como su atto. y S.S

Club Juventud Atlético Progresista

Carta de Federico Sal y Rosas, 3/1/1930

La Paz, 3 de enero 1930
Apreciado compañero Mariátegui:
Desde hace algunos días me encuentro en esta ciudad de paso a la Argentina. Por diversos motivos no he podido hasta hoy escribirle, avisándole mi dirección. Esta le lleva un cordial saludo y el deseo de que nuevos accidentes no le impidan continuar en la obra empezaba, sobre todo en lo que toca a Amauta, de que carecemos acá de noticias.- Apenas llegué a esta, busqué al Compañero Nerval, a quién entregué la carta que me diera Ud. cuando fui a despedirme. Me he puesto en rápido contacto con todos los camaradas de la La Paz, y ha quedado establecida definitivamente la célula, como espero le hayan ya comunicado; el Órgano del grupo - hoy "Meriadiano" y desde el próximo número: "Fuego" - está ya listo a salir. Ud. lo recibirá por el correo próximo.
Aquí hay buenos y excelentes compañeros, y creo que la labor de la Célula será de resultados halagadores, inútil decirle que me [...] incorporar a ella y que tengo a mis cargo la sección Seminario. Hemos empezar con las lecciones el domingo último.
Aún cuando mi intención fundamental es pasarme a Buenos Aires, encuentro aquí motivos que me inclinan a quedarme por un año. En todo caso, estaré aquí hasta mediados de febrero, y afortunadamente le avisaré mi determinación y nueva dirección.
Me entrevisté en Arequipa con Mercado y Chávez Bedoya, este último recientemente puesto en libertad por asuntos políticos. Muchos saludos de ellos y de los camaradas de estas alturas.
Me ofreció mandar algunas cosas, no se olvide, y envíe sus noticias a la casilla 506.
Le estrecha cordialmente la mano, su amigo y compañero que lo recuerda.
[Firma de Federico Sal y Rosas]

Sal y Rosas, Federico

Carta de la Asociación Nacional de Periodistas [Perú], 22/11/1929

Lima, 22 de noviembre de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui
Washington 544
Lima
Por encargo de la presidencia cito a Ud. a la sesión de junta general extraordinaria, que se efectuará, en nuestro local, el 23 del presente a las 6 y 30 pm.
Asunto que se tratará preferentemente el relacionado con la expedición del carnet.- Tercera citación - (Las anteriores se han hecho por los diarios).
El Secretario.

Asociación Nacional de Periodistas del Perú

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 24/4/1929

Puno, 24 de abril de 1929
Querido compañero Mariátegui:
Debe usted estar extrañando mi silencio de tantos días. Pero es que la Vida, así, con mayúscula, sigue atacando mis izquierdas revolucionarias y se ha propuesto dejarme limpio el camino de todos los seres que eran mi legado de alegría. Ayer fue Teófano Churata, le siguió muy luego Qemensa Churata, mis hijos, y el 12 de abril a las cinco treintinueve minutos de la madrugada, Brunilda mi compañera, chiquilla que con quince años floridos vino desde Chile a pagar mi tributo a la tierra. Fácil es que piense que tanto golpe si me ha endurecido el cuero me ha puesto también muy dolorida el alma.
Esta la razón por que no di inmediata respuesta a su cariñosa carta, y por que, sobre todo, no he cumplido con pagar lo que debo. Entre nosotros cabe la confidencia y la anécdota. Estamos hechos para la lucha humana, y podemos, por tanto, regalarnos el secreto de las lágrimas y de las llagas. Crea, no obstante, que aunque con tanto retardo, voy a cumplir proletariamente con mi deber. Y ya le tengo dicho con esto todo.
Me cogió la muerte de mi mujer escribiendo un artículo, que por desgracia me salió excesivo, referente a una afirmación de Basadre en Variedades: “El Vanguardismo que acaso vive sus últimas horas”. Se lo enviaré muy luego para Amauta y usted lo publicará si le parece bueno.
Cuando tenga tiempo ensayaré tejer un estudio de lo que yo creo más fundamental en Eguren, esto es: su indianidad. El tema es temerario; pero así me agrada. Desde las primeras lecturas que gocé de este poeta, y ya ello corre para más de quince años, siempre lo sentí andino, por sobre la apabullante razón de su costeñismo. Claro que me robustezco en la presunción, y me halago pensando que podría decir mucho en ese sentido.
Amauta siempre inmejorable. ¡Cómo pudiera yo ayudarlo pronto! Pero, tenga paciencia. Acaso muy pronto me encuentre en posesión de algunos centavos, y entonces le probaré que mis protestas de fratemidad son sinceras. ¡Acaso, pronto!
Le abrazo con sumo cariño y le reitero el afecto y la adhesión.
Churata
Saludos a los compañeros.

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta a Artemia G. de Falcón, 14/3/1916

Huánuco, 14 de marzo de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Mucho me ha extrañado no recibir carta tuya el domingo y más todavía, si, como no dejarás de comprenderlo, la esperaba ansiosamente. No me explico, a la verdad que puede haber motivado este silencio tuyo. No se si has recibido el dinero y la carta que te mandé antes de Carnaval; no sé como están ustedes, no sé, en fin, nada, nada. Tengo la esperanza, sin embargo, de que el correo de mañana me traiga noticias de ustedes y que el retraso no se deba a ningún impedimento grande.

De mí no puedo decirte nada que no sea tristeza y de desesperación. Sigo tan pobre como anteriormente y más disgustado que nunca. Hace pocos días me consolaba la esperanza de poder ir a Lima en abril próximo. Hoy, en vista de la penuria monetaria, he tenido que abandonar tan grato proyecto y aplazar el viaje indefinidamente.

Quiero pedirte, si aún te mandan "La Prensa", como me lo ofrecieron, que me lo mandes. No paga porte postal y te será muy fácil remitirla. Aquí tengo que pedirme prestado para poder leerlos, pues no he conseguido que me lo envíen gratis. Disculpa la molestia.

Dime en tu carta próxima como marcha la cría de aves y conejos y las nuevas combinaciones que hayan hecho.
¿Se arrepintió Juan de regalarme las tarjeas?

Saluda muy cariñosamente a todos mis hermanos y a Juan. Recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 1/8/1924

1 - VIII - 1924

Querida madre:

Como te dije en mis cartas anteriores, he venido a pasar unos días en Madrid, después de haber estado en Londres ochos meses, trabajando incesantemente y en lucha abierta con la ciudad. En este mes de agosto no se puede estar en Madrid mucho tiempo. Hace un calor horrible. Yo voy a marcharme días a un pueblecito de Portugal y regresaré a últimos de mes.

En tu última carta no me dices nada de Mariátegui. La última noticia que me da es la que está convaleciendo en Miraflores. Ya te he dicho, y te repito, que me hagas el favor de enviarme la mayor cantidad de detalles sobre su enfermedad y, particularmente, sobre su estado actual y las posibilidades que tenga de recuperarse. Te incluyo una carta para él.

Si tienes oportunidad de ver a Roe dile que estoy esperando impacientemente la carta que me ha ofrecido por intermedio tuyo. Yo le escribí desde Londres y todavía no me ha contestado.

El Sr. Delgado, quien me dio la carta para Thol, recomendando a Humberto, debe regresar pronto al Perú, según me dijo en Londres. Me ha ofrecido espontáneamente interesarse por colocar a Humberto. Me dijo que te escribiera tan pronto como llegase a Lima y que iría a verte para ponerse de acuerdo contigo sobre lo que fuera necesario hacer. Es posible que haga algo. Tú, por lo menos, cuando vaya, dale todos los datos que necesite. Ya le he dicho yo que, en caso de que no pueda hacer nada, no te haga perder el tiempo con esperanzas inútiles.

Como me lo dices en tu última carta, te mando tres artículos para: dos para Mundial y uno para El Comercio. Espero que te los admitan y te los paguen todos. Si esto ocurriera puntualmente todos los meses, me parece que con las seis libras de ellos podrías tener para pagar la casa. yo no dejaré de enviártelos con toda puntualidad.

Insisto en mi opinión sobre la casa. Es necesario que procureis resolver cuanto antes la mudanza a una casa modesta y barata. Alicia me ha ofrecido ayudarte en esto y yo estoy seguro que lo hará con muy buena voluntad y cariño.

Ya he tomado el chocolate y el café. Me han gustado mucho. Pronto te mandaré yo a mi vez alguna cosa.

Estoy esperando los retratos de mis hermanas.

Muchos recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César.

No olvidaré, cuando vaya, las ampliaciones de los retratos de tus padres.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 10/3/1916

Huánuco, 10 de marzo de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Una gran inquietud tuve el domingo al recibir tu telegrama. En el primer momento antes de abrirlo, no atinaba a comprender que cosa motivaba, y ¡Claro! solo se me ocurrieron cosas malas. Después, al leerlo, calmó mi desasosiego, más no quedé completamente tranquilo. Mucho me había esforzado por mandarte el giro en tiempo conveniente, para que lo recibieras antes de carnavales, y me apenaba hondamente el que, por la misma fiesta, no la hubieras recibido; pues supongo que sea esta la causa de que no te lo hayan llevado con la puntualidad de siempre.

En cuanto a tus temores los encuentro si bien cariñosos, muy infundados. Si algo me pasase por acá, no habría, por cierto de callármelo. Te lo comunicaría inmediatamente. Esto debe tranquilizarte.

Las fiestas de Carnaval las he pasado como lo preveía: aburrido y triste. Aquí se ha jugado con muy poco calor. La pobreza de estas gentes apenas se les ha concedido el triste placer de arrojarse mutuamente más cascaronazos y ... nada más. Hubo, sin embargo, una fiesta bastante simpática. Fue el sábado. Aquí, nuestro "Don Carnavalón" se llama "Don Calixto". Pues bien, Don Calixto hizo su entrada triunfal el sábado en la tarde y seguido de una nutrida cabalgada y de la multitud. Se pegó con entusiasmo en las calles. El agua […] hizo el gasto, y muy bien hube de guardarme para no sufrir un chaparrón de […].

Después, los días de verdadero carnaval fueron sosos, cansados, asfixiantes de hastío. Mi humanidad se paseó por las calles desiertas procurando distraer su tristeza con las cosas tristes que veía.

Supongo que ustedes lo habrían pasado mejor. Es un consuelo para mí.

Saluda cariñosamente a todos mis hermanos, a Juan y recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

P.D.- No dudo que a la fecha hayas recibido ya la carta y el giro. Hago todo esfuerzo por cumplir cuanto antes lo que en la carta […]
Te mando el hilo que me pides. Vale

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 22/3/1916

Huánuco, 22 de marzo de 1916

Señora doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Tu carta del domingo ha quedado por lo que a proyecto se refiere, casi nula. Ya no podemos proyectar sobre la base de mi estadía en esta.

No quiero repetirte lo que en mi anterior, que ya lo supongo en tu poder, te digo con respecto a mi separación. La primera noticia, te lo repito, que tuve fue la tuya. En el correo del domingo llegó la comunicación oficial y ayer lunes, muy de mañana, abandoné la oficina. No he dicho a nadie media palabra de la opinión que se merece el proceder de los que han intervenido en hacerme reemplazar. He juzgado más conveniente no decir nada. Ya será oportunidad para hacerlo. A ti sola te digo que tal acto no es sino una nueva villanía de quienes nunca esperé otra cosa. Por esto, ni me extraña ni indigna.

A la fecha me preocupo de preparar las maletas, digo, los escasos trabajos que forman mi raído equipaje. Salgo de aquí son mortificación ninguna, antes bien, […] agrado por verte y con el regocijo de muchas atenciones recibidas de personas a quienes bien quiero y que me las han prodigado con mayor cariño y en esta ocasión.

Yo llegare tras esta carta. No te fijo el día porque yo mismo lo ignoro. Presumo que sea dentro de seis o siete días; es decir, en los primeros de abril.

Ya hablaremos largamente cuando esté junto a ti. Por ahora, recibe muchos y muy cariñosos para todos mis hermanos, para Juan y un fuerte abrazo para ti de tu hijo.

César

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 17/10/1919

Kingston, 17 de octubre [1919]

Querida madre:

Hasta ahora viajo con mucha felicidad. He navegado diez días sin la menor molestia. Dentro de tres días más llegaré a Nueva York.
Durante el viaje solo me entristece el haberme separado de ti y de mis hermanos. En todo instante pienso en ustedes y me consuela de la pena de nuestra separación la seguridad de que todos ustedes se encuentran perfectamente bien.

Del Aguila me ofreció trasladarse el mismo día de mi partida a la casa. Espero que así lo haya hecho y que ustedes estén tan satisfechos de él, como él de ustedes.

Escríbeme al Consulado del Perú en Madrid-España. Dame noticias completas y minuciosas de esa.
De Nueva YorK te escribiré más largamente
Un abrazo para ti, un besos para cada uno de mis hermanos y un cariñoso saludo para Juan.

Tuyo con el corazón.

César

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 9/11/1919

Nueva York, 9 de noviembre de 1919

Querida madre:

Ayer he recibido carta tuya. A pesar de encontrarla muy lacónica la he leído con mucho gusto, sobretodo porque me anuncia que tú y todos mis hermanos están perfectamente bien. Siento mucho que Juan no estuviese aún restablecido y espero que cuando esta llegue a casa ya se encuentre bien.

Del Aguila me ha escrito y me ha proporcionado una gran alegría al decirme que esta muy a gusto en casa y muy contento del trato de ustedes.

Mañana salgo para París. Aquí he tenido que estarme más de veinte días por falta de barco. Recientemente ha habido una gran huelga de trabajadores de los muelles que ha impedido la salida de los vapores. Mas de veinte mil pasajeros nos hemos encontrado detenidos por esta causa. Felizmente yo he encontrado pasaje en un de los primeros busque van a zarpar para Europa.

El dieciocho o veinte de este mes estaré en París. Quince o veinte días más me trasladaré a Madrid. Al llegar a España espero encontrar carta tuya.

A ti, a cada de uno de mis hermanos, a Juan y a Del Aguila les mando una álbum de vistas de Nueva York. Hubiese querido mandarles objetos de más valor, pero todo, hasta lo más insignificante, cuesta aquí muy caro. En París, me parece, que las cosas serán más baratas y podré mandarles algo bonito, a menos que me desmonetice en el viaje. En este caso, el regalo irá de Madrid.

Dale a Del Aguila dos libras para que cumpla un encargo que le he hecho. Como supongo que te harán falta para tus gastos, oportunamente te mandaré una carta y un recibo para que cobres los artículos que estoy escribiendo para "El Tiempo" y te reembolses.

Del Aguila me dice que la […] para Humberto está a punto de conseguirse. Avísame lo que haga al respecto para, si es necesario, escribirle a algunas personas.

Besa a todos mis hermanos, saluda a Juan y a Del Aguila, y tu recibe un abrazo de hijo.

César.

P.D. No olvides mandarme los recortes del cuento "Mi hermana Jacoba". Dale dos retratos míos a Del Aguila.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 27/11/1919

París, 27 de noviembre de 1919

Querida madre:

Desde el viernes último estoy en París. Llegué a las once y media de la noche. Tomé un cuarto en un hotel vecino a la estación, me acosté enseguida.

He llegado a París después de navegar once días en el Atlántico. El sexto y séptimo días nos tocó un mar tempestuoso; pero a bordo de nuestro buque el "Sajonia", no ocurrió nada particular, como no sea el mareo de unas cuantos pasajeros. En general la navegación fue buena, salvo las molestias que nos ocasionaron varios migrantes italianos, turcos, griegos y moros, enriquecidos en Nueva York, que regresaban a sus patrias. Toda esta gente ha podido reunir en Estados Unidos muchos miles de dólares, pero no ha logrado alcanzar el más […] grado de educación.

París está en crisis. Todo, hasta lo más insignificante, cuesta cientos de francos. Por un terno piden trescientos francos, por un par de zapatos cien y así por lo demás. Los artículos para mujeres están caros como los de los hombres.

Hay una gran escasez de carbón. Todos los cafés y restaurantes se cierran a las doce de la noche. Después de esta hora no hay donde tomar ni una taza de té.

Sin embargo, en la ciudad hay una alegría desbordante. Cientos de muchachos, empleados y obreristas, pasan todas las tardes por los boulevares cantando entusiasmadamente. Aquí no se puede estar triste. Hasta quien insulta lo hace con alegría.

Mañana voy a recorrer las tiendas para adquirir algunos regalos para ti y mis hermanos. No sé todavía lo que pueda comprarles. He visto los apuntes de ustedes y para comprar sus encargaos necesitaría dos mil francos. Pero no se entristezcan. Hoy les mandaré un regalito insignificante. Pero más tarde, de Madrid, les enviaré otros de más importancia.

Supongo que a la fecha ya habrás arreglado con Ruiz Bravo y me habrás escrito a Madrid dándome informes cabales del arreglo. Tú no puedes olvidar que este punto me interesa grandemente.

No puedes imaginarte la ansiedad que tengo por llegar a España para recibir carta tuya. Aunque el cálculo de la distancia y los itinerarios de los correos me dicen que solo puedo encontrar una o dos, me hago la ilusión que son más y me desespero por leerlas.

La semana entrante, posiblemente el lunes, partiré para Madrid. Podría llegar en un día, pero tengo que detenerme en un pueblo del camino para visitar a Pío Baroja. De todos modos, el miércoles o jueves estaré allí y no me moveré de Madrid en menos de dos meses.

Abraza cariñosamente a todos mis hermanos, saluda a Juan y a Del Águila, y tú recibe un beso y un abrazo cordiales de tu hijo.

César

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 24/1/1924

Londres, 24 de enero de 1924

Querida madre:

Te adjunto un artículo para Mundial. Supongo que habrán publicado los anteriores y que te los habrán pagado puntualmente. Yo no descuidaré mandarte los dos que debo escribir cada mes.

No hagas caso de lo que te digan sobre mi situación en Europa. Nadie la conoce mejor que yo y si algo me ocurriera, a ti sería la primera que se lo diría. Aquí no se vive como en el Perú. No se deporta así no más a nadie ni yo doy motivo para que lo hagan conmigo. Eso que te ha dicho Mariátegui es una tontería. Está perfectamente tranquila y creo que en cuanto pueda, creo que no será más allá del año próximo, iré a Lima, aunque no sea más que a pasar uno o dos meses contigo.

En estos días he leído en los diarios que han estallado cuatro bombas ante el palacio de gobierno. También dicen que han apresado a más de doscientas personas. No sé si entre estás estará Mariátegui y Valle y si uno de los periódicos que han suspendido es la revista que ellos se proponían publicar. Espero nuevas noticias.

Me parece una tontería de Alicia querer tomar una casa de alquiler superior a nuestros recursos. Es necesario que se convenza, ella y todos mis hermanos, de que nosotros somos muy pobres y debemos vivir de acuerdo con nuestra pobreza. Busca en el día un departamento barato y limpio, que cueste lo que puedas pagar, y múdate. Es preferible vivir en una casa pobre y tranquila a aparentar estúpidamente una situación que en realidad no es la nuestra. Estas cosas no debía ni decírtelas. Espero que ninguno de mis hermanos insistirá en su propósito.

Todavía no ha llegado el café.
Muchos recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo muy cariñosos para ti.

César.

Averigua en el correo por mis cartas, porque después de la fecha que tú dices yo te [he] escrito varias veces, certificadas o no. Me resisto a creer que se roben las cartas que te dirijo. Pero si ocurre así, tomaré inmediatamente las medidas necesarias para evitarlo. Dime enseguida lo que haya en este asunto.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 19/2/1916

Huánuco, 19 de febrero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

El domingo ha sudo un gran día para mí por haber recibido carta de todos ustedes. Las he leído con verdadero cariño y, en estos momentos, solo me aflige el no poder contestar a todas.

Te mando un giro de treinta soles. Todos los esfuerzos que he hecho por remitirte uno de cincuenta, como era mi deseo, han resultado estériles. Este mismo que te mando me cuesta gran trabajo el haberlo conseguido. Espero a mediados de mes poder mandarte quince o veinte soles más. Ten un poquito de paciencia. Yo también estoy tan mal como tú. Figúrate: hoy al hacer mi cuenta en la tesorería resulta que debo ¡200! soles. Es decir, el sueldo de abril y mayo y más veinte soles. Por lo pronto, para remediar el déficit, he iniciado un sistema de lo mas […] economía. De esta manera, pienso componerme en dos meses siquiera.

Le agradezco a Juan el obsequio que me hace de las tarjetas. Bien las necesito. Si aun no las han hecho, me gustarían que fuesen en letra versalita y solo dijeran: Falcón. Es la forma que más me agrada.

En cuanto a los zapatos, yo la verdad, no puedo comprárselos porque no tengo dinero. Decirle que me los mande es engañarlo, pues no tengo pagárselo. Si pudiera con mucho gusto las compraría.

Haré todo esfuerzo por mandarle a Teresita la que me pide. No garantizo cuando. Mi situación no me permite asegurar nada.

Saluda muy cariñosamente a todos mis hermanos, a Juan y recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 22/2/1916

Huánuco, 22 de febrero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Te agradezco mucho el envío de los periódicos, aunque a la verdad, habría preferido que solo me hubieras mandado un número, pues no dejo de apreciar el sacrificio que habrás hecho para comprar la colección íntegra. Los estoy leyendo poco a poco y me divierten lo increíble.

No te engañas al juzgar mi situación. Es muy mala, pésima. Al punto de asustarme a mi propio. Por conseguir remediarla vivo hace fecha dentro de la más severa economía y torturado en veces por más de una privaciones.

En cuanto a la escasez de ropa tampoco estás errada. Muy poca y casi irreconocible es la que tengo. Felizmente, la pobreza […] tiempo me enseñó a disimular lo mejor posible la carencia de indumentaria, y hoy con lo aprendido y un poco de curiosidad, puedo ocultar algo, no mucho, mi acefalía vestuaria. Me aflige no más lo que esto no puede durar mucho y, entonces, incentiva la curiosidad y dineros habrán. Dicho la última palabra. Cuando esto suceda nos ocuparemos en remediarlo.

El viaje a las tierras de provincias ha quedado completamente sin efecto. Aquí ya no la aceptamos ni como posibilidad. Lo siento, porque he pedido un mes de ahorros, que mucho lo necesitaba . ¿Es o no estar de mala?

Con afectuoso saludos para todos los hermanos y para Juan, se despide abrazándote cariñosamente tu hijo.

César.

Nota: Hago lo posible por mandarte la mensualidad en el correo del martes veintinueve.
Vale.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 17/3/1916

Huánuco, 17 de marzo de 1916

Señora doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Ayer he recordado a Teresita con mucho cariño. La penuria monetaria en que me encuentro no me ha permitido hacerle un telegrama de felicitación, siquiera bésala en mi nombre.

El día por otra parte, se me presentó fatal. Lo primero que leí al entrar a mi oficina fue tu telegrama, anunciándome el nombramiento de mi reemplazo. No creas que me disgustó. He tenido una gran satisfacción. […] fecha que asociaba salir, mas que de esta tierra insulsa, del maldito puesto este, causa de muchos sin sabores para mí: una sola cosa me ha herido hondamente, el procedimiento que han empleado para sacarme. Yo nunca manifesté deseo de conservar destino tan antipático. Por el contrario, ya de anterior oportunidad hice renuncia de el y entonces se negaron a aceptarla con un jesuitismo y un engañoso afecto, que si antes pudo darme pena y decidirme a permanecer aquí, hoy me provoca nauseas. La vilesa de esta gente es inconcebible. Me han acechado en la sombra para asestarme el golpe certeramente. Yo nunca lo merecí. Eran muy dueños de quererme o no, pero estaban obligados a decírmelo. El puesto, a ti te hablo con el corazón en mis palabras, no me importa, lo respeto. Gustoso lo habría dejado en cualquier momento. [...] Solo he pedido consecuencia y lealtad para quien, como yo, siempre las tuvo para ellos. Si yo no tenía ningún problema para renunciar ¿Por qué han maniobrado a mi espalda sorpresivamente? Algunos detalles me delataron el juego con anticipación. No quise decir nada; no lo diré ahora tampoco. Es más digno desprecia a los que de tal manera proceden. Solo espero que comuniquen oficialmente mi destitución, para entregar el cargo y marcharme. Tal vez cuando esta se halle en tus manos, yo habré emprendido viaje. Cuanto antes mejor. Necesito salir de este ambiente de miseria, de bilis nauseabundo y emponzoñado, que en envenena mi espíritu.

Hasta este instante no tengo más notocia de mi separación que tu telegrama. Lo agradezco muy sinceramente. Tú, lo supongo, debes alegrarte también de mi salida de aquí. Puede que me sea salvador.

Tengo fundadas sospechas de que el Dr. Durand no ha tenido participación en este acto. Lo comprobaré en Lima. Por ahora, mi desprecio todo, altivo y grave, es para este imbécil del Prefecto, a quien por despreciarlo más, no diré una sílaba al respecto y de que ni siquiera me despediré al partir. Me daría asco estrechar la mano.

Perdona que te haya hablado con tan agrio tono. Era preciso que dijera a alguien mi indignación y a nadie como a ti madre mía, a quien puedo hablar sin temor y con franqueza. Mas te diré cuando llegue. Aquí por ahora, sonrío a todos y guardo muy bien de enseñar a mi conciencia.

Saluda con mucho cariño a mis hermanos y a Juan. Recibe un abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Resultados 1 a 50 de 158