Periodista, ideólogo y político socialista español, ardoroso defensor de España y de la hispanidad (fue de los primeros en utilizar y difundir, desde 1926, ese término). Su activismo aliadófilo durante la Gran Guerra hizo que su nombre se hiciera ampliamente conocido. En 1915 se pregunta «¿Se puede ser germanófilo?» y firma el Manifiesto de adhesión a las naciones aliadas (que se supone escribió Ramón Pérez de Ayala). Entre 1916 y 1922 estuvo al frente de la revista España. En 1918 figura entre los colaboradores del periódico de propaganda Los Aliados, aunque parece que sólo prestó su nombre al proyecto. En 1924 colaboró activamente en la difusión del proyecto de Congreso Iberoamericano de Intelectuales que promovía el peruano Edwin Elmore, y su artículo en El Sol, «Un congreso de escritores», determinaría una famosa carta de Leopoldo Lugones («Un Congreso libre de trabajadores intelectuales») que fue convenientemente respondida por Araquistain (ver «Lo explicable y lo inexplicable del Sr. Lugones» y «Organización de la cultura hispánica»), encendido defensor del «pensamiento hispanoamericano».