Perú

Taxonomía

Código

Nota(s) sobre el alcance

Nota(s) sobre el origen

Mostrar nota(s)

Términos jerárquicos

Perú

Término General América Latina

Perú

Términos equivalentes

Perú

Términos asociados

Perú

137 Descripción archivística results for Perú

3 resultados directamente relacionados Excluir términos relacionados

En la playa de la Herradura con toda la familia

En la playa de la Herradura, Chorrillos junto con toda su familia.
De izquierda a derecha: Anna Chiappe, Javier Mariátegui Chiappe, José Carlos Mariátegui Chiappe, Sandro Mariátegui Chiappe, Cecilia de Vitali, Sigfrido Mariátegui Chiappe y Trinidad Millares.

Florez, Ricardo E.

Anna Chiappe junto a sus cuatro hijos

Anna Chiappe junto a sus cuatro hijos en el patio de su casa Washington Izquierda 554, Lima.
De izquierda a derecha: Javier Mariátegui, Jose Carlos Mariátegui, Anna Chiappe, Sigfrido Mariátegui y Sandro Mariátegui (detrás)

Malanca, José

José Carlos Mariátegui en la playa La Herradura

José Carlos Mariátegui junto a Anna Chiappe y amigos bañándose en la playa La Herradura, Chorrillos.
De izquierda a derecha: Manuel Hilario Pozo, José Carlos Mariátegui, Anna Chiappe, Trinidad Millares y su hijo Sandro Mariátegui.

Florez, Ricardo E.

Carta de Artemio Ocaña, 24/9/1922

Lima, 24 de setiembre de 1922
Señor J. C. Mariátegui
Querido amigo:
Hace algún tiempo que no tengo noticias de Ud. por consiguiente tampoco de Anita ni del piccolo Sandro Tiziano; ansío vivamente que todos Uds gocen de perfecta salud por esas tedescas ciudades que hoy visitan. Yo estoy bien de salud y con muchas perspectivas de mejorar mi situación económica, pues, tengo algunos proyectos a la vista, y creo que algunos de ellos , será una realidad en breve tiempo. Para entonces podré cancelar en parte la deuda que tengo contraída con Uds.; digo en parte, porque humanamente me sería imposible pagar aquella inmensa deuda de gratitud que debo a Uds., mis buenos y nunca olvidados amigos generosos.
Le he escrito varias cartas y hasta la fecha no tengo todavía respuesta. Tan solo he recibido algunas postales de diferentes ciudades tedescas.
Supongo que ya estará Ud. batiéndose con el alemán; lo mismo que mi comadre Anita.
Yo todavía siento la nostalgia de Europa y no pierdo la esperanza de regresar, pero regresar con mi dinero, porque con el del gobierno ya sé por experiencia cuánto se sufre.
Lima la misma, con sus chismes e intrigas de comadre.
El gobierno siempre firme, todas las pequeñas tentativas revolucionarias, se estrellan contra la roca inamovible que hoy representa el Gobierno de Leguía. El país ha progresado bastante en estos dos últimos años y hay grandes proyectos ferroviarios que en época no lejana dará un enorme impulso al progreso del país.
Sé que ayer ha llegado el Dr. Osores con su familia.
Don Pedro no ha cambiado nada es el mismo de siempre con las mismas costumbres y mañas de toda la vida. Es el mismo niño Goyito: flojo, renegón y conchudo. De regreso con genio y figura hasta la sepultura.
Cabral y señora me encargan se saludarlo; ya tienen una encantadora muñequita, se llama Pilar.
Querido Mariátegui, soy de Ud. como siempre su constante amigo y admirador.
Sin más por el momento se despide su atto y S?S
[Firma de Artemio Ocaña]
P.D. Mis más cariñosos recuerdos para mi comadre Anita y para el Piccolo Sandro.

Ocaña, Artemio

Foto postal de Julio César Mariátegui La Chira

Foto postal de Julio César Mariátegui La Chira, hemano meno de José Carlos Mariátegui.
Al reverso de la imagen se puede leer:

  • Señor Julio César Mariátegui, Director del periódico "La Voz del Valle" y de presidente de la Comisión de Fiestas Patrias de Huaral.

Ramos, Jesús

Reproducción fotográfica de la familia materna de José Carlos Mariátegui

Copia fotográfica de la familia materna de José Carlos Mariátegui.
Sentados: Julio César Mariátegui, Amalia La Chira Vallejos, Manlio Mariátegui Ramírez.
Sentados (niños): a la derecha Zoila Luz Mariátegui Ramírez
De pie, de izquierda a derecha (hombres): Sandro Mariátegui Chiappe, Sigfrido Mariátegui Chiappe y Javier Mariátegui Chiappe.
De pie en la parte superior: José Carlos Mariátegui Chiappe.

Reproducción fotográfica de José Carlos Mariátegui con el Círculo de Periodistas

Fotografía de José Carlos Mariátegui, último de la fila de pie, como fundador del Círculo de Periodistas y miembro de la Junta Disciplinaria.
A su lado, de izquierda a derecha: Hector Argüeles, vocal; Fernando Lund, tesorero; Edgardo Rebagliati, secretario; Carlos Pérez Cánepa, vocal.
Sentados, de de izquierda a derecha: Eudocio Carrera, vocal; Fernando Byetes, secretario; Ricardo Walter Stubbs, presidente; Julio Portal, vice-presidente; y Carlos E. Iturrizaga, vocal.

Variedades

Reproducción fotográfica de José Carlos Mariátegui con Daniel Hernández Morillo

Posible almuerzo de periodistas vinculado al anuncio de la fundación de la Escuela Nacional de Bellas Artes.
José Carlos Mariátegui, al extremo izquierdo parado.
Otros identificados en la fotografía: Clemente Palma, Daniel Hernández Morillo (primer director de la Escuela Nacional de Bellas Artes), Clovis (Luis Varela y Orbegozo), Luis Ugarte, Artemio Ocaña (sentado sobre murete, debajo de Hernández).
Lima, 23 de setiembre 1918.

Hernández Murillo, Daniel

Carta de R. J. Patiño O., 3/6/1927

Lima, 3 de junio de 1927
Señor
Director de la Revista Amauta.
Ciudad.
S. D.
Por acuerdo de la entidad indígena de mi presidencia, tengo el agrado de dirigirme a Ud. a fin de someter a su ilustrada consideración el Manifiesto adjunto, si puede insertarse en la Revista de su digna dirección.
Dada a la finalidad que persigue esta institución, cual es la reivindicación de la raza autóctona, de la que es su Apóstol Amauta, estoy seguro de que tendrá generosa acogida el manifiesto indicado.
Es ocasión para ofrecer a Ud. en nombre del Comité Central P.D.I.T., las seguridades de mi distinguida consideración.
Dios gue. a Ud.
R.J. Patiño O.

Patiño O., R. J.

[Credencial del XXII Congreso Nacional del Partido Socialista Italiano]

Credencial otorgado a José Carlos Mariáteguí, como representante del diario "El Tiempo", para participar en el XXII Congresso Nazionale Partito Socialista Italiano.
El congreso se llevó a cabo los días 15, 16, 17, 18, 19, 20 de enero de 1921 en la ciudad de Livorno, Italia.

XXII Congresso Nazionale del Partito Socialista Italiano

Carta de Manuel J. Medina, 18/1/1924

18 de enero de 1924
Compañero
J. Carlos Mariátegui
Presente

La Federación de Pintores y Anexos
Debiendo celebrar su primer aniversario y recepción de cargos y considerando que siendo un entusiasta luchador y orientador de ideales modernos de evolutiva actualidad que lleva el Benéfico galardón de inculcar en la gran masa proletaria ideales que sirven de peldaño en un día venturoso de Rebeldía laborista es que se dirige a Ud. Compañero para se moleste en acceder a nuestra petición según anuncia nuestro programa que será un alto Exponente para nuestra joven institución que se halle en nuestro aniversario en nuestro seno acompaño con la tarjeta donde indica la fecha y lugar.
Por la Federación de Pintores y Anexos
Manuel J. Medina
Presidente de la C. de Fiesta

Medina, Manuel J.

Carta de Hipolito Salazar, 10/8/1924

Lima, 10 de agosto de 1924
La Federación I.O.R. Peruana, acordó, en asamblea general, el pasar una nota de atención al Distinguido leader periodista, y amigo del Pueblo, al compañero José Carlos Mariátegui: La F.I.O.R.P. se felicita por la restauración de su salud, la F. en ningún momento, se olvidó de su Maestro; esperamos tener muchas noticias favorables de su salud.
Sin otro soy de vos.
Por la F.I.O.R. Peruana
Hipólito Salazar
Secretario General

Salazar, Hipólito

Carta de Jorge Pérez, 5/7/1925

Sangallaya, 5 de julio de 1925
Señor Don
José Carlos Mariátegui
Lima
Mui señor mío:
En sesión solemne del 2 del presente mes, el "Grupo Renovación", fundado últimamente en este lugar con el propósito de favorecer la cultura popular y de conocer las nuevas enseñanzas que son necesarias al obrero, resolvió hacerlo a Ud., en medio de aclamaciones, su presidente honorario teniendo en cuenta la sinceridad de su propósito y la pureza de sus ideales.
Aunque esto de "presidente honorario" tiene una característica marcadamente artificiosa y muy usado en las corporaciones burguesas , lo empleamos ahora como una forma para exteriorizar nuestra simpatía y nuestra ayuda a la causa que Ud. y otros espíritus libres se empeñan en estos sitios.
Con la mayor consideración y respeto: ¡Saludos Maestro!
Jorge Pérez
Presidente

Pérez, Jorge

Carta de Jorge Pérez, 20/6/1925

Sangallaya, 20 de junio de 1925
Señor Don
José Carlos Mariátegui
Lima
Mui señor mío:
En sesión solemne del 15 del presente mes, el "Grupo Renovación", fundado últimamente en este lugar con el propósito de favorecer la cultura popular y de conocer las nuevas enseñanzas que son necesarias al obrero, resolvió, en medio de aclaramiento, hacerlo a Ud. su presidente honorario teniendo en cuenta la sinceridad de su propósito y la pureza de sus ideales.
Aunque esto de "presidente honorario" tiene una característica marcadamente artificiosa y muy usado en las corporaciones burguesas , lo empleamos ahora como una forma para exteriorizar nuestra simpatía y nuestra ayuda a la causa que Ud. y otros espíritus libres se empeñan en estos sitios.
Con la mayor consideración y respeto: ¡Saludos Maestro!
Jorge Pérez
Presidente

Pérez, Jorge

Carta de Oswaldo G. Álvarez y Manuel L. Farfán, 18/3/1927

Lima, 18 de marzo de 1927
Compañero José Carlos Mariátegui.
Salud.
C:
Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. para poner en su conocimiento que esta Federación ha acordado en sesión de la fecha, nombrar en comisión a los compañeros portadores de la presente, los que expresarán a Ud. el agradecimiento de esta organización por haber sacado incólume los principios que sostiene esta Federación, frente al conflicto suscitado con la Imprenta J. Newton, y en la que fue Ud. elegido con muy buen tino nuestro árbitro.
Con sentimientos de especial consideración y estima, nos suscribimos muy atentamente.
Oswaldo G. Álvarez y Manuel L. Farfán
Presidente y Secretario General

Álvarez, Oswaldo G.

Carta de I. Siguenza Céspedes,1/1/1928

Marías, 1° de enero de 1928
Señor José Carlos Mariátegui,
Director de Amauta,
Lima.
Habiéndose inaugurado hoy una institución deportiva el Club Sport La Sierra, bajo la Presidencia del Señor Gerardo M. Facundo Solórzano, patrocinada por la Revista La Sierra que se edita en esa ciudad, ha sido Ud. elegido por voto unánime y en medio de aplausos Socio Honorario y Delegado Sportivo ante la Federación Peruana de Foot-Ball, en esa ciudad, lo que me es honroso comunicarle.
Dada su personalidad intelectual y un entusiasta sportman, espero su digna y favorable respuesta, un verdadero apoyo efectivo para con esta sociedad sportiva naciente que intenta vincularse con la Revista Amauta. Para su información le incluyo el Programa de Bases y Fines confeccionado con nobles fines.
Suscribiéndome de Ud. le aseguro las distinguidas consideraciones de aprecio personal y colectivo en nombre de este Club Sport.
Dios guarde a Ud.
I. Siguenza Céspedes
Secretario

Siguenza Céspedes, I.

Carta de Amadeo Tasa Navarro, 11/8/1928

Huánuco, 11 de agosto de 1928
Señor
Carlos Mariátegui.
Lima.
Respetado señor.
Después de breve tiempo, en silencio, dirijo la presente comunicándole la formación de una Institución denominada El Amauta Basket-ball a la que tengo el honor de presidir. Esta institución deportiva formada por un grupo de jóvenes entusiastas han dado ese nombre, arriba indicado, en prueba del amor nacionalista y de la Revista Amauta que dignamente preside, al mismo tiempo ha sido Ud. elegido su Socio Honorario Protector, que en breve se le enviará un oficio.
Desearía muy de veras, si no tiene ningún inconveniente, que en los próximos números de Amauta, podría salir el equipo del Amauta Basket-ball fotografiado.
De otro lado, estoy esperando, me envíen mi acción que está ya cancelada a tiempo. Esperando su buena acogida me despido hasta otro correo.
Su atto S.S.
Amadeo Tasa Navarro

Nota. Le mando El Oriente en donde aparece un pequeño escrito referente a la nueva Institución.

Tasa Navarro, Amadeo

Carta a Artemia G. de Falcón, 7/12/1915

Huánuco, 7 de diciembre de 1915

Sra.
Artemia G. vda de Falcón
Lima
Querida madre:

Con gran sentimiento me he enterado de tu carta última. No se me resultaba que tu situación es muy poco holgada, pero nunca creí lo fuera tan desesperante. Las noticias que me das de Juan me han entristecido hondamente. Yo tenía la ilusión de que se había reformado y consecuente con sus ofrecimientos, su conducta era irreprochable. Sin embargo, a pesar de todo, continúo confiando en que sabrá enmendarse y atenderte con la solicitud y el cariño de que tantas protestas hacía cuando aún no trabajaba. Así hacelo saber.

Te mando una letra por cincuenta soles, que cobrarás en el Banco Alemán. No tendrás ningún inconveniente para cobrarla. Si alguno se te presentase habla con Román Ayllón, empleado de ese banco, y en mi nombre pídele que te lo allane. Él lo hará con mucho gusto.

No puedo imaginarte la serie de dificultades que he tenido que vencer para mandarte este dinero. Hube de tropezar primero con la casi imposibilidad de conseguirlo y, una vez conseguido, con lo difícil que es aquí encontrar la forma de remitir dinero a Lima, después de los giros postales que no los pagan. Por estas causas he tenido que retrasar tanto el envío.

Supongo que ya habrás recibido el café. Algún día tenía que llegar. Veremos si tu cumples ahora con los encargos que te he hecho.
No contesté la carta de Alicia por falta de tiempo. Otro día lo haré con toda la extensión que merece. Entre tanto, salúdala muy cariñosamente, lo mismo que a todos mis hermanos y a Juan.

Recibe un fuerte abrazo de tu hijo
César

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 17/12/1915

Huánuco, 17 de diciembre de 1915

Sra.
Artemia G. vda de Falcón
Lima

Querida madre:
Esta vez tu silencio se ha prolongado lo que nunca creía. No puedes imaginarte, ni yo describirte por su enorme intensidad, la tristeza que me causa no recibir carta tuya en un correo. Bien me explicaba la falta de estas en los correos del miércoles, por lo poco estresada que te suponía de la horas o días de itinerarios. Pero no recibir noticias de ti en el último correo del domingo, me desconsoló enormemente. Nunca me han faltado en este día. Supongo que en el próximo, pasado mañana, recibiré carta en la cual me explicarás la causa de las omisiones en las dos anteriores.

Yo sigo por acá en la misma situación que te describí en mi carta anterior. Trabajo mucho, y estoy muy disgustado por varias razones que no digo, por no llevar hasta tú, a quien anhelo ver completamente despreocupaba y alegre, la amargura de las desavenencias que padezco yo aquí en silencio, con la esperanza, cada vez más firme, de recompensarlas algún día de manera inusitada. Ya te contaré cuando vaya. Entonces, la satisfacción de vernos reunidos, evitará a tu espíritu toda contrariada que pudiera ocasionarte el relato que te anuncio.

Me preparo a pasar las fechas de Pascua y Año Nuevo lo más desesperantemente posible. No hay otro manera de pasarlas. ¡Cuánto he querido mandarles a mis hermanos unos centavitos para estos días! Me ha sido de todo pronto imposible. Aún no me he resignado. Continúo luchando y tengo una remota esperanza de conseguirlo. ¡Dios lo quiera!.

A todos mis hermanos da en mi nombre saludos especiales. Yo se los envío con el corazón.

Recibe un abrazo muy fuerte de tu hijo.

César

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 21/12/1915

Huánuco, 21 de diciembre de 1915

Sra.
Artemia G. vda de Falcón
Lima

Querida madre:

El domingo último recibí dos cartas tuyas. En ninguna encontré la razón por la cual no las he recibido, aunque en una de ellas hablas de desconocimiento de las horas de itinerario. Esto, me da la causa por la que no me han llegado antes. Ya lo sospechaba.

Espero, como me lo anuncia, que, sabiendo el [] pueda tener aquí mis zapatos mañana miércoles. Mucha falta me hacen. Ya estoy casi descalzo. Los zapatos que traje se han roto completamente. La cosita que dices me vas a mandar, me tiene intrigado. Por más conjeturas que hago, no acierto a descubrir cual será ella. Confío en que no te habrá costado ningún sacrificio. No me lo perdonaría. Aquí se la puede pasar de cualquier manera. La crítica es delo de menos para quien sabe reírse de ella.

Insistes sobre lo de la mudanza. Me parece lo más conveniente. Busca una casa cómoda y barata y si encuentras con espacio para seguir criando las gallinas, que más tarde, dentro de ochenta años, pueden darte alguna utilidad, muy pequeña, pero utilidad al fin...

Me alegro que hayas recibido el café y el giro... Buen provecho!

Juan me promete, en carta última, portarse con formalidad y circunspección. Tomo nota y tómala tú también.

Anhelo vivamente que sigan progresando los negocios de Alicia, así como los estudios de Teresa, Humberto y Jorge.
¿Qué es de Antonieta? ¿Está fuera de Lima?

Saluda cariñosamente a todos mis hermanos y recibe un fuerte abrazo de tu hijo

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 14/12/1915

Huánuco, 14 de diciembre de 1915

Sra.
Artemia G. vda de Falcón
Lima

Querida madre:

El último domingo no recibí carta tuya ninguna. Esto me ha entristecido mucho. Es el primer domingo que me ocurre. Todos los demás me han llegado con invariable puntualidad. Espero que no te haya impedido escribirme ningún accidente ni falta de voluntad; quiero creer [que] es una falta del correo.

Por acá sigo tan bien de salud como antes, pero tan mal de dinero como nunca. Días paso en los que no tengo ni para cigarrillos. Y así lo voy pasando en espera de mejores épocas. Dicen que el mundo da muchas vueltas. Puede que en alguna de ellas me vacíe un [...] en los bolsillos. ¡Qué fuera!

¿Te has olvidado de los zapatos?

¿Cómo hs arreglado lo de la casa? A mí me parece que si pagases veinte soles de alquiler, la pasarías mejor. De ti puede decirse que te gasta todo el dinero en casa. ¡Es una barbaridad! En fin, tú eres la bastante hábil para proceder como te convenga. En esto confío.

Aunque con desagrado, porque Clemente Palma es muy feo, me hizo reía la ocurrencia de El Mosquito. Siento no tenerlo aquí. Si puedes, mandámelo.

Envíame lo más pronto posible los libros de versos.

Cada día de correo siento mucha pena de no poder escribir separadamente a mis hermanos, principalmente a Alicia, a quién le debo dos cartas, por no decir más, y también a Juan. Aquí estoy trabajando a la de verdad. ¡Y yo que tenía el firme propósito de pasarme las horas manos sobre manos!. Ya no se puede querer nada en esta vida.

Una de estas noches voy a pasármela de claro en claro, escribiéndoles a todos.

Saluda con todo cariño a mis hermanos y a Juan, y recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

Supongo que ya habrás recibido la letra y, a estas horas estarás nadando en plata. ¡Quien como tú!

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 10/12/1915

Huánuco, 10 de diciembre de 1915

Sra.
Artemia G. vda de Falcón
Lima
Querida madre:

Este último miércoles, por rara excepción, recibí cartas tuyas, de Humberto y de Juan. Por ellos me he enterado una vez más de los padecimiento que sufres por la falta de recursos. Lo he sentido muy de veras, y más aún, por encontrarme yo en una situación tan calamitosa que no puedo acudir a socorrerte con solicitud y largueza que quisiera.

Cuando esta llegue a tus manos ya habrás recibido los cincuenta soles que te mandé por el último correo. Que para mucho te hayan servido es mi deseo.

Contrariamente a ti, Juan me dice en su carta que, muy a su pesar, este mes no ha podido darte la cantidad que tiene asignada por diversas causas que enumera. Yo le creo. Sus protestas de cariño a ti y a todos nosotros me parecen sinceras y espero de el un mejor comportamiento. Muy pronto también confío en que será lo bastante diligente para dar los pasos necesarios para conseguir que lo dejen en su puesto.

Lo de la casa, me parece muy acertado. Ya era tiempo de que procedieses de esa manera. No es posible, con perjuicio del estómago, continuar sosteniendo una situación falsa, apoyándose únicamente en el ilusorio y problemático negocio de las gallinas, que, acaso por nuestra mala fortuna, no ha rendido hasta la fecha, ni rendirá nunca, beneficio ninguno. Si puedes conseguir casa apropiada y barata, continúa con las gallinas, conservándolas como un entretenimiento o adorno, que tenga la remota i muy vaga posibilidad de producir cuando la suerte quiera. Nunca subordines tus planes económicos al negocio hipotético de las gallinas.
Por el próximo correo, mándame dos libros de versos de los que tengo en mi cuarto. No te olvides.
¿Qué hay de los zapatos?
Saluda muy cariñosamente a todos mis hermanos, a Juan, y recibe un fuerte abrazo de tu hijo.
César.

César

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 28/12/1915

Huánuco, 28 de diciembre de 1915

Sra. doña Artemia G. vda de Falcón
Lima

Querida madre:
El domingo, muy a la una del día, recibí tu carta y la encomienda que me mandaste. Tiene un gusto indescriptible. Todo lo que me has mandado ha venido con una gran oportunidad. Los zapatos me llegaron en un momento en que los que tenía puestos amenazaban quedarse por pedazos en la calle. De pañuelos también estaba escaso y el cariñoso obsequio de Alicia me llenó de emoción por el tierno recuerdo que el significa y de gratitud por la utilidad que las especias tienen para mí. Y de igual manera los demás obsequios que tu me remites: el corazón que, entre paréntesis, no creo sea el tuyo, porque este yo bien lo sé, no es tan duro; la corbata, muy bonita y útil; el calzador y el delicado recuerdo de Teresita que me vino en carta en anterior. A todas les agradezco en el alma.

Te agradezco también el que me hayas mandado los libros.

Te incluyo dos giros postales de veinte soles cada uno. Te los mando así para que te los paguen, pues me dicen que cuando son de un valor no los pagan por falta [de di]nero. Ha sido esta la única [...] de conseguir plata que he tenido. Estoy en una situación angustiosa. Debo a la Tesorería Fiscal más de ciento cincuenta soles todavía. Felizmente el cajero es muy amigo mío y muy buena persona, y no dejará de darme para mandarte y para vivir yo. Por tal circunstancia, aunque con hondo dolor, no te mando sino cuarenta soles. Espero, según mis cálculos, acabar de satisfacer lo que adeudo a la Caja y las mensualidades más, y entonces te remitiré dinero con más largueza. Ahora, tú y yo, estamos tan mal que debemos dedicarnos a capear el temporal de cualquier manera.

Lo que parece que sea una solución a tu pobreza el que Alicia se destine. En nada la aliviará, por lo exiguo de los sueldos que pagan a las empleadas y, en cambio, la pobre se sacrificaría inutilmente.

A Juan pienso escribirle por el próximo correo reprochándole su conducta y encareciéndole se modifique. Entretanto, tú hazle sabe mi disgusto y la confianza que abrigo en que sabrá reformarse, conforme me lo promete en sus cartas.

Saluda con todo cariño a mis hermanos, a quienes como a ti, deseo con todo el corazón pasen unas pascuas y año felicísimos. Saluda a Juan.

Recibe un fuerte abrazo del alma de su hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 11/2/1916

Huánuco, 11 de febrero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Tu última carta es del correo de anteayer. Te lo digo así, porque es la única forma de distinguirlas desde que tú has dado en la fresca manía de no fecharlas. Esto, después de todo, no vale nada. Lo importante es que me escribas puntualmente. Por lo demás no te presiones.

Tu carta del miércoles me ha habla de una pobreza que yo no ignoro. La sé perfectamente y si me aflige el saberlo, mucho más me entristece el no poder remediarla. Yo confío en el tiempo. Con el vendrá el alivio y la holgura. Suframos y esperemos.

El famoso viaje a las tierras de provincias parece que se esfuma. Hasta ahora, y ve la que es, no has autorizado para emprenderlo. Pensado mejor que el otro día, siento el no realizarlo. Aquí no puedo vivir. Se gasta mucho y cada día mis cuentas van siendo mayores. El viaje significa, pues, para mí una tregua de un mes, en la que podría, gastando lo menos posible, ahorrar hasta el punto de saldar mi deuda. Por mucho que gastase en las provincias, siempre sería menos, muy menos, delo que gasto aquí, donde los compromisos me asedian sin que pueda eludirlos.

No te digo nada del envío de la mensualidad porque supongo que ya lo habrás cobrado.
Saluda muy cariñosamente a todos mis hermanos, a Juan y recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 31/12/1915

Huánuco, 31 de diciembre de 1915

Sra. Doña Artemia G. vda de Falcón
Lima

Querida madre:
El miércoles, anteayer, recibí carta tuya. Gran contento.

Los zapatos los recibí el domingo último. Ya te lo anuncié por carta anterior.

Me he dado un gran chasco. El lapicero se me figuró en un principio calzador. La rectifiqué. Agradezco a Juan el obsequio.

Aunque disgustado, sobretodo por estar lejos de ustedes, tendré que estar algún tiempo por aquí. Posiblemente, si antes no me botan, iré por abril. Pienso pedir permiso, pretexto de enfermedad.

Como la pascua, el año se [...] se me presenta hondamente triste: sin un centavo y en esta tierra donde no hay ningún festejo. Hay que resignarse. Otras épocas vendrán mejores.

Te mandé cuarenta soles. Perdona que haya sido tan poco, pero madrecita mía, esa misma cantidad muchas inquietudes me ha costado conseguirla. Confío en un próximo cambio de la situación —cuando acabe de pagar lo que debo—, y, entonces, a todo nos irá sino bien, de mejor manera.

Con toda el alama deseo que tú y mis hermanos pasen un buen año nuevo. Siquiera con tranquilidad y contento.

Saluda cariñosamente a mis hermanitos, bésalos por mí en este día de año nuevo, regocijado para ellos que bien pueden vivir sin zozobras ni desazones. Saluda también a Juan, de quien espero haya mejorado en mucho su conducta.

A ti, madre del alma, te mando un abrazo y un beso del corazón.

Tu hijo

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 15/2/1916

Huánuco, 15 de febrero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Tu carta del domingo me dice que ya recibiste los giros. He tenido un gusto y este será mayor cuando sepa que te los han pagado como supongo haya ocurrido a la fecha.

El viaje ha terminado por no ser si no una ilusión. Hasta ahora no hay nada resuelto y me parece muy difícil que lo llevemos a cabo. No sé si alegrarme o entristecerme.

He sentido mucho la muerte de Alejandro Arenas, de la cual me enteraron los periódicos. Saluda cariñosamente a Alfredo y exprésale mis sentimientos de condolencias por la desaparición de su hermano.

Aún continúa afligiéndome la misma pobreza. No hallo medio de remediarla. Voy creyendo que es incurable.

Teresita también me ha escrito por el correo último. Siento no poder contestarte hoy. Las obligaciones de la oficina absorben todo mi tiempo y no me dejan expansionarme ni con ustedes, a quienes quisiera contar minuciosa y largamente todos los detalles de mi vida en esta. Ya procuraré yo, en próximo oportunidad, contar la tiranía del trabajo y responde punto por punto a las muchas cartas que de ustedes he recibido.

Entretanto, saluda muy cariñosamente a mis hermanos y a Juan.

Recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 7/1/1916

Huánuco, 7 de enero de 1916

Sra. Doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Por dios nada nuevo tengo para contarte. La misma vida monótona sigo pasando, sin distracciones ni entretenimiento, ¡ni porque estos últimos fueron días de fiesta! Lo mismo, siempre igual [...]. En fin, abrigo la esperanza de desquitarme cuando llegue a Lima.

Espero que ustedes hayan pasado el año nuevo con alegría y regocijo. Solo me mortifica el no saber hasta ahora si has recibido los giros que te mandé. Me preocupa por la irregularidad que, según se dice, [...] en el correo para el pago de esta clase de documento. Tú me avisarás lo que haya sido.

¿Qué es de la vida Alicia? ¿Y la de Antonieta? Parece que se han olvidado de escribirme. Diles que no se preocupen de la ortografía. Esto es lo de menos. Anhelo vivamente aliviarme y salir del cúmulo de deudas que me abruma, para mandarles un regalito. No pierdan la esperanza. Ya retomaré los obsequios de la encomienda. Esperen, esperen... La paciencia gana al cielo.

No olvides andar la carta a Rueste García. Tengo especial interés en recibir la contestación lo más pronto posible.

Saluda muy cariñosamente a todos mis hermanos y a Juan y a [...], de quienes hace fecha no tengo noticia ninguna.

Si te resuelves a mudarte avísamelo anticipadamente, expresándome las buenas condiciones y comodidades de la casa.

Recibe un abrazo fuerte, muy fuerte, que te mando con el corazón tu hijo.
César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 11/01/1916

Huánuco, 11 de enero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:
Te escribo esta carta estremeciéndome de inquietud. Desde tu última del domingo 2 no he recibido ninguna carta tuya y esto me tiene hondamente afligido. El miércoles no me extrañó que no tuviera carta, porque casi nunca las recibo en estos días, pero el domingo último tuve una gran contrariedad al saber que tampoco en este correo me habías escrito. Consuela un tanto mi desasosiego, la esperanza de tener mañana noticias de ustedes. Si así no fuera... me entristece mucho el suponerlo siquiera. Confío plenamente en que vendrán, y te suplico, una vez por todas, que no dejes de escribirme, aunque solo sea por los correos de los domingos, ya que en ellos encuentro mayor comodidad.

Aparte de el no saber de ustedes, era causa también de mi inquietud el ignorar hasta ahora si has o no recibido el giro postal que te envié. Supongo en ratos, con dolor en el alma, que tu pobreza ha llegado hasta no tener para estampillas. No lo creo. Los giros te los tienen que haber pagado. Esta es mi ilusión y con ella me encariño ardientemente. Creer lo contrario, me costaría mucha tristeza.

Esta vez no tengo otro afán que el de pedirte que me escribas, que me escribas puntualmente. Por esto solo te digo: ¡escríbeme, escríbeme y escríbeme! ¡Cuidado con no hacerlo regularmente!.

yo estoy bien, en cuanto a salud de los demás, de lo que tú sabes... mejor no hablemos.

Saluda muy cariñosamente a todos mis hermanos y a Juan.

Recibe un abrazo muy tierno de su hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 14/01/1916

Huánuco, 14 de enero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Como lo esperaba y te lo anuncié en mi anterior al lamentar tu silencio, recibí carta tuya el miércoles último. He tenido un gusto inmerso. No olvides escribirme puntualmente, en lo sucesivo.

Mi ida en abril, depende de muchas circunstancias. Primeramente —esto es lo esencial— pienso pedir licencia, pretextando enfermedad, para lo cual espero conseguir de uno de mis amigos médicos de acá un certificado en tal sentido. Esto es primordial, porque así puede reclamar que me den pasajes de ida y vuelta, y me paguen mi sueldo. En otra forma no lo lograría. Depende también, de que haya terminado de pagar lo que debo a la tesorería, pues, solo en esta condición, podría pagarme el sueldo íntegro. Yo confío en salir de mis deudas en marzo, aunque, como no te ocultará, ellas van siendo mayores cada día, por las muchas necesidades que tengo que satisfacer. Si consigo estas cosas, mi ida es segura. En caso contrario, tendré que renunciar a verte hasta más tarde, con profundo dolor. Ni te mortifiques, sin embargo yo estoy casi seguro de conseguir todo esto.

No echaré en saco roto el pedido de Humbertito, a quien, por otra parte, como a todos mis hermanos, envío muchos cariños.

Me satisface la manera como has arreglado la cuestión de la casa. Yo la dejé encomendada a ti, y puesto que te conviene el arreglo hecho, bien hecho está. Tú eras la única interesada y a ti correspondía solucionar el asunto. Espero que te sea para tranquilidad.

Me alegro y mucho que hayas recibido los cuarenta soles que te mandé. En cuanto pueda te volveré a mandar dinero.

Mucho te agradezco el regalo que, según me anuncias, me enviarás próximamente.

Yo sigo pobre y ... pagado con excedo. Saludo a mis hermanos, a Juan también, y para ti, un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 18/01/1916

Huánuco, 18 de enero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Como para restituirme de las faltas en los correos anteriores, por el último recibí dos cartas tuyas. Las he leído con mucho placer y me ha complacido mucho el que hayas encontrado pocas dificultades para cobrar los giros que te envié.

Yo estoy acá como antes: con salud y deudas. Esto va de mal en peor, y si un acontecimiento imprevisto no lo modifica, no se me ocurre la manera de remediarlo. Sin embargo, lucho ardientemente, amparándome en la esperanza de quedar en marzo sin un centavo de deuda. Hacia este fin tienden ahora todos mis esfuerzos. Espero conseguirlo.

Por el correo pasado le escribí a Alicia. Fue una carta dura y enérgica como convenía para castigar su indolencia de pedirme contestación a las tuyas ... ¡No faltaba más!.

La carta de Antonieta, salvo su ortografía, me hizo mucho bien. Le agradezco en el alma que se haga acordado de mí. ¡Ya era tiempo!

Teresita es las más consecuente. Me escribe con frecuencia y yo te estoy muy agradecido exprésale mi cariño. Igualmente a Humberto, que también me escribe, a su especial manera, con asiduidad.

A Jorgito abrázalo así mismo en mi nombre. Su silencio no me reciente. Conozco la causa. Ya me lo dirá todo cuando vaya.

En lo que haré a Juan, pienso contestarle su última carta por el correo próximo. Hoy no lo hago por falta de tiempo. Salúdalo.

Tu pobreza no me ha sorprendido. La conozco muy bien y mucho me aflige no poderla remediar en el día. Confío en tiempos mejores por venir.

El corazón de Jesús que me has mandado lo conservo sobre mi propio corazón. Es el más tierno recuerdo tuyo.

Meza no me ha contestado mi carta. Por esto no he vuelto a escribirle.

¿Qué es el de El Mosquito?

Recibe un fuerte abrazo de tu hijo
César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 21/01/1916

Huánuco, 21 de enero de 1916

Sra. doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

Ya me he acostumbrado a no recibir carta tuya en los correos de los miércoles. Por esto no te digo y menos te reprocho el que en el último no haya tenido ninguna.

Ayer, jueves, fue un día de fiesta acá. Era el aniversario de San Sebastián, patrón del pueblo, y los lugareños se dieron a festejarlo. Fue una celebración a la usanza de aquí: sin entusiasmo popular ni diversiones de relieve. Dos castillos fuegos artificiales, quemados sucesivamente en las noches del miércoles en la del día del santo, constituyeron, como una exigua adorno de las plaza principal, todos los números del programa festejatorio.

Yo presencié tan atrayente espectáculo desde un balcón de la plaza, en casa de una familia amiga. Estoy gratamente impresionando de la fiesta. Créemelo. Hay motivo para estarlo comparadas las de San Sebastian con las realizadas en honor de la pascua y año nuevo, han sido excepcionales.

Hoy y pasadas las flamantes diversiones, he vuelto al trabajo, muy grande por cierto, de esta Secretaría, que ya me va cargando y así seguiré hasta que Dios.y el gobierno quieran. Esto, es una súbita determinación, que estimula la tristeza de no estar junto a ustedes y la ninguna expectativa que el cargo me ofrece, no provoca antes una salida anticipada. Mi situación económica me detiene. Estoy cada vez peor de dinero y sin esperanzas definidas. En fin... lo que sea sonará. Lo espero y callo.

Dame noticias detalladas de tu vida, de todo lo que te ocurra, de lo más mínimo. Para mí es un gran consuelo, porque, solidarizándome con sus más pequeños pesares y alegrías me acerca a ustedes, hasta hacerme olvidar la distancia que nos divide y discutir en el rostro el calor sano y agradable de nuestro hogar.

Saluda cariñosamente a todos mis hermanos, a Juan y recibe un fuente abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 1/02/1915[1916]

Huánuco, 1 de febrero de 1915 [1916]

Sra. Doña Artemia G. vda de Falcón
Lima

Querida madre:

Mucho, muchísimo, siento no poder remitirte hoy tu mensualidad. Un inconveniente de última hora me relega a proteger el envío hasta el próximo correo. El administrador de correos se ha negado a darme los giros hasta mañana, diciéndome que solo puede darlos hasta las cinco de la tarde de la víspera de la salida del correo. Por esta circunstancia, me veo precisado a no mandarte nada hoy, con hondo sentimiento. En el correo del viernes te lo enviaré, sin falta. Ten paciencia. Es cuestión de tres días más.

El domingo recibí dos cartas tuyas. Tu pobreza me entristece profundamente, y más todavía, porque me encuentro en la desesperante imposibilidad de remediarla como quisiera. Las mismas penurias que te afligen, sufro yo. Mi estrechez monetaria es, según vas las cosas, irremediable. De nada me ha servido el aumento de sueldo, pues, aquí como allá, no me faltan días en las que no
tengo un centavo, y, lo que es peor, aun no me es dado atenderte con la holgura indispensable. Siempre lo mismo, lo mismo, y a decir verdad, sin esperanza, mientras permanezca aquí, de mejorar. No obstante, yo tengo la ilusión de que pronto me vendrán épocas mejores.

Todavía no tenemos determinado el viaje a las provincias. Solo eso puedo decirte, un proyecto, pero un proyecto con muchas probabilidades de realizarlo. Los preparativos se llevan a cabo en constante actividad. A la fecha, salvo pequeños asuntos de última hora, solo me falta montar. Como te lo he ofrecido, te avisaré mi partida oportunamente.

Cabe decir, espero arreglar mi viaje a Lima a mi regreso de las provincias. Confío en que todo me saldrá bien.

Pronto contestaré las cartas que debo. Que no desesperen los interesadas.

Saluda muy cariñosamente a todas mis hermanas, a Juan y a [] y recibe un fuerte abrazo de tu hijo.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 4/1/1916

Huánuco, 4 de enero de 1916

Sra. Doña Artemia G. de Falcón
Lima

Querida madre:

El domingo recibí carta tuya. Para más señas, está escrita por Teresa. ¿Qué le ha pasado a tu escribiente Alicia?

He sentido, y se me apena aun la noticia esa de tu enfermedad. No debes descuidarte. Sométete a un régimen curativo riguroso. La salud es sobretodo, y no es caso de [...] una enfermedad sería por solo descuido. Debes acudir al médico inmediatamente.

Por lo que me dices parece que Juan va entrando en el carril de la formalidad y la circunspección. Lo celebro mucho.

Yo sigo acá en las mismas condiciones. Una pobreza espantable y un aburrimiento soberano. Ya veremos como se compone la tarde.

Me alegro mucho que te haya gustado el café. He sentido no poder mandarte más. Así que [cuando] pueda lo haré.

Agradezco muy de veras a todos mis hermanos sus cariñosos saludos de año nuevo. Los [...] emocionado.

La corbata es muy bonita y me la he puesto con mucho gusto. Sin embargo, te agradecería que me mandases otra. Una sola no basta La que mandes, que sea negra y para hacer listón. Tengo preferencia por estas. Las largas están fuera de mis aficiones. Tú lo sabes bien.

Te mando una carta para mi amigo el señor Ruete García, a fin de que Juan me haga el favor de dejarla en su casa. Es el mismo que me regaló la gatita. Que Juan se fije en el número de la casa y comunícamelo, pata no molestarlos más.

Saluda con todo cariño a mis hermanos, a Juan y a Alicia, y recibe tú un abrazo muy fuerte de tu hijo.

César.

Falcón, César

Resultados 51 a 100 de 137