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Descripción archivística
Norteamérica Con objetos digitales
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Frutera

Dibujo a carboncillo de Erasto Cortés titulado la "Frutera" publicado en la revista Amauta en 1928.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: "11 cm ancho grano fino"

Cortés, Erasto

Reproducción fotográfica de un fresco 'Salida de los Mineros'

Fotografía del Fresco realizado por Diego Rivera para la Secretaria de Educación Pública en México bajo la dirección de José Vasconcelos.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: "Salida de los Mineros. Secretaria de Educación Pública. Solo la pintura central"

Rivera, Diego

La fiesta del Señor de Chalma

La fotografía es un parte del fresco de Fernando Leal "La fiesta del Señor de Chalma", el cual fue enviado por la Secretaría de Educación Pública de México para su publicación en la revista Amauta.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: "Pepa Sabogal" "grano fino 9 y 1/2 cent. ancho"

Leal, Fernando

Mujer y Paisaje de Carlos Mérida

1 fotografía del óleo "Mujer y paisaje" de Carlos Mérida realizado en 1926.
Al reverso de la fotografía se lee: Carlos Mérida "mujer y paisaje" oleo 1926
y con letra de José Carlos Mariátegui: 10 centímetros grano fino

Mérida, Carlos

Reproducción fotográfica de un fresco 'Peones pesando el grano'

Fotografía del Fresco realizado por Diego Rivera para la Secretaria de Educación Pública en México bajo la dirección de José Vasconcelos.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: "Peones pesando el grano. Secretaria de Educación Pública. Solo la pintura central"

Rivera, Diego

La Escala de la Vida

Fotografía del fresco "La escala de la vida" del pintor mexicano Fernando Leal realizado en 1927 en el Edificio de la Secretaría de Salubridad y Asistencia de México.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: "18 cm ancho grano fino"

Leal, Fernando

Figuras de Carlos Mérida

Fotografía del óleo de "Figuras" de Carlos Mérida hecho en 1925.
Al reverso de la fotografía se lee: Carlos Mérida "Figuras" óleo 1925
y con letra de José Carlos Mariátegui: igual grano fino

Mérida, Carlos

La Escala de la Vida (2)

Fotografía del fresco "La escala de la vida" del pintor mexicano Fernando Leal realizado en 1927 en el Edificio de la Secretaría de Salubridad y Asistencia de México.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: "grano fino 18 cm ancho"

Leal, Fernando

La Escala de la Vida (3)

Fotografía del fresco "La escala de la vida" del pintor mexicano Fernando Leal realizado en 1927 en el Edificio de la Secretaría de Salubridad y Asistencia de México.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: " igual grano fino"

Leal, Fernando

Tarjeta postal con imagen de la Apra

Tarjeta portal del afiche mural con alusión a la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA).
Al reverso se lee: Affiche de la APRA por el artista mexicano Balmori que figuró en la decoración de la Sala de la [no se puede leer] de la APRA. París 12/1/1927
Con letra de José Carlos Mariátegui: grano fino 10 cent ancho.

Balmori, Santos

Las Terneras

Fotografía de la pintura "Las terneras" de Jacoba Rojas.
Al reverso con letra de José Carlos Mariátegui: 10 cent. anch grano fino.

Rojas, Jacoba

Retrato de Francisco Díaz de León

Fotografía del retrato de Francisco Díaz de León de Jacoba Rojas.
Al reverso se lee: De la Escuela de Thalpan. Director: F. Díaz de León.
y con letra de José Carlos Mariátegui: grano fino igual.

Rojas, Jacoba

Puerta Tallada en Cedro Rojo

Fotografía tomada a la Puerta Tallada en cedro rojo del Convento de la Merced en 1927.
A la espalda de la foto escrito:
Puerta tallada por niños.
Proyecto artístico: Gabriel Fernández Ledesma
Dirección artística: Guillermo Ruiz
Maestro Salvador Solorio
Niños que más se distinguieron
Enrique Meyran 13 años
Eliseo de la Rosa 18 años
Fernando Díaz 12 años
Felipe [...] 18 años
Con letra de José Carlos Mariátegui: (12 cent. ancho grano fino)

Fernández Ledesma, Gabriel

El carpintero

1 fotografía del óleo "El Carpintero" de Gabriel Fernández Ledesma que se publicó en la revista Amauta en 1929.
Al reverso con letra de José Carlos Mariátegui "11 cent. ancho grano fino, solo el cuadro"

Fernández Ledesma, Gabriel

Viejo Pordiosero

Fotografía del tallado en madera "Viejo Pordiosero" realizado por Mardonio Magaña.
Al reverso de la fotografía se lee: Talla en madera Mardonio Magaña
Con letra de José Carlos Mariátegui: igual grano fino.

Magaña, Mardonio

Fábrica

Dibujo de Erasto Cortés titulado la "Fábrica" realizado en 1927 y publicado en la Revista Amauta en 1928.
Al reverso de la imagen con letra de José Carlos Mariátegui: "11 cm ancho grano fino"
y con posible letra de Cortes: Fábrica Erasto Cortes 927.

Cortés, Erasto

El campesino

Fotografía de la pintura "El campesino" de Jacoba Rojas.
Al reverso con letra de José Carlos Mariátegui: 10 cent grano fino.

Rojas, Jacoba

Fotografía de Augusto C Sandino

Fotografía donde aparece Augusto C. Sandino rodeado por su Estado Mayor, coloca en Veracruz una ofrenda floral en la tumba de los cadetes caídos en lucha con los yanquis.
La fotografía presenta una autógrafa para Amauta.
Con letra de José Carlos: 11 cent. ancho gramo fino.

Sandino, Augusto César

El Idiota

Fotografía del óleo "El idiota" realizado por Jacoba Rojas y publicado en la revista Amauta en 1928.
Al costado de la fotografía con letra de Mariátegui: igual grano fino
Al reverso de la fotografía con posible letra de Rojas: El idiota, Jacoba Rojas.

Rojas, Jacoba

[Retrato de Mujer] de Jacoba Rojas

Fotografía de un retrato hecho al óleo por Jacoba Rojas y publicado en la revista Amauta en 1928.
Al reverso de la fotografía con posible letra de Rojas: El idiota, Jacoba Rojas.
y con letra de Mariátegui: 10 cent ancho grano fino

Rojas, Jacoba

[Madre e hijo] de Agustín Lazo

Fotografía de un cuadro hecho por Agustín Lazo (no se especifica el nombre). Se publicó en la revista amauta en 1928.
Al reverso de la fotografía se lee: Agustín Lazo Paris-1928
y con letra de Mariátegui: 10 cent ancho grano fino

Lazo, Agustín

[Hombre sentado en un banco] de Agustín Lazo

1 fotografía de óleo sin nombre realizado por Agustín Lazo y publicado en la revista Amauta en 1928.
Al reverso de la imagen con posible letra de Lazo: Agustín Lazo París 1928.
y con posible letra de Mariátegui: grano fino 10 cent. ancho

Lazo, Agustín

Tarjeta Postal de Rafael Ramos Pedrueza

Tarjeta postal con autógrafa enviada por Rafael Ramos Pedrueza en abril de 1927 para la revista Amauta.
La tarjeta dice:
"Para la bella revista libertaria 'Amauta' con mi cariño y adhesión"

Ramos Pedrueza, Rafael

Reproducción de una obra de Guillermo Ruiz

Reproducción de una escultura del artista Guillermo Ruiz "Raza" en la revista mexicana Forma.
En la leyenda de la imagen se lee "Talla directa en basalto negro - Propiedad del Museo de Arte Moderno Americano"

Revista Forma

Carta a Bertha Molina (Ruth),18/10/1919

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
A bordo del "Atenas", 18 de octubre 1919 Ruth:
Desde mi partida del Callao pensé que te debía unas palabras de adiós. Recordé que tu eras una de las personas que habían sido buenas y dulces conmigo y recordé, sobre todo, nuestra original y simpática intimidad de un tiempo.
Estas líneas, escritas a bordo del “Atenas”, en viaje a New York, te llevarán mi despedida. Me despido en ti de todas las muchachas de Lima que alguna vez se han emocionado leyendo algo mío. Seguramente eres tú la más sentimental, soñadora y tierna de todas.
Compara mi letra de ahora con la de antes si alguna carta mía, merecedora de inmediata inhumación naturalmente, sobrevive entre tus recuerdos. ¿Habrá envejecido mi letra como mi alma? ¡Ah! Ten en seria consideración caligráfica el balance del "Atenas” y la turbulencia célebre del Caribbean Sea.
Si alguna vez te sobran tiempo, humor y sentimentalismo, escríbeme a Roma.
Tu affmo amigo
José Carlos

A Ruth.
En Lima. Perú.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Artemia G. de Falcón, 31/10/1919

Nueva York, 31 de octubre de 1919

Querida madre:

Te escribo a las ocho días de haber llegado a Nueva York. Antes lo hubiera hecho, pero la falta de barcos, ocasionada por la huelga de los trabajadores de los muelles, había hecho que mi carta llegara a ti a la misma oportunidad.

Actualmente estoy preparando un viaje a Europa. Hasta hoy me detiene aquí la falta de vapores. Sin embargo, espero salir en dos o tres días más y llegar a París el catorce o quince de noviembre.

Hora por hora pienso en ti y en todos los de la casa. Me aflige no tener ninguna noticia de ustedes. Anhelo vivamente llegar cuanto antes a Madrid y encontrarme allí con cartas tuyas. Entretanto, me consuela la confianza de que tú y todos los de la casa se encuentren perfectamente bien.

Escríbeme constantemente. Cuéntame todo lo que ocurre en esa. De este modo me parecerá estar siempre al lado de ustedes y podré así consolarme de la soledad dolorosa de estas ciudades tan llenas de gente, tan luminosas y, para mí, tan vacías.

Hasta hoy viajo con mucha fortuna. Los ocho días de navegación de Colón a Nueva York los pasé sin ningún contratiempo. De igual manera espero viajar a Europa.

A Nueva York, a pesar de su grandeza la encuentro una ciudad sin gran interés. Aquí todo el mundo trabaja afanosamente. Hay siete millones de personas que no tienen otro anhelo ni otra ambición que las de ganar dinero. Y entre el bullicio babilónico de los que corren desenfrenadamente tras el otro, los que no hemos venido a ganar dinero ni sabemos inglés, nos sentimos completamente abandonados.

Nueva York, por otra parte, cobra muy caro la vida. Yo he podido instalarme con comodidad por haber tenido la suerte de encontrarme al desembarcar con un joven peruano, quien me ha orientado eficazmente.

Todos los días me encuentro en el consulado con muchos peruanos. Días pasados almorcé con Don Isaías de Piérola y estuve con él hasta las cinco de la tarde. Después nos hemos encontrado varias veces.

He buscado mucho algún objeto precioso para mandarles, pero aquí todo es muy caro. De París o de Madrid les haré obsequios.

Supongo que Del Aguila se habrá aclimatado ya a la casa. Me ofreció trasladarse a mi cuarto con todas sus cosas y bagajes, y no tengo motivo para dudar de su ofrecimiento.

Creo también que Juan estará completamente restablecido. Y creo más aún creo que no tendrá la insensatez —criminal en un hombre de su edad— de provocar una recaída.

Dale a cada uno de mis hermanos, desde la más grande hasta el más chico, un beso en mi nombre, saluda afectuosamente a Juan y a Del Aguila, y recibe tu un fuerte abrazo de tu

César

P.D. Te escribiré nuevamente antes de salir de Nueva York

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 9/11/1919

Nueva York, 9 de noviembre de 1919

Querida madre:

Ayer he recibido carta tuya. A pesar de encontrarla muy lacónica la he leído con mucho gusto, sobretodo porque me anuncia que tú y todos mis hermanos están perfectamente bien. Siento mucho que Juan no estuviese aún restablecido y espero que cuando esta llegue a casa ya se encuentre bien.

Del Aguila me ha escrito y me ha proporcionado una gran alegría al decirme que esta muy a gusto en casa y muy contento del trato de ustedes.

Mañana salgo para París. Aquí he tenido que estarme más de veinte días por falta de barco. Recientemente ha habido una gran huelga de trabajadores de los muelles que ha impedido la salida de los vapores. Mas de veinte mil pasajeros nos hemos encontrado detenidos por esta causa. Felizmente yo he encontrado pasaje en un de los primeros busque van a zarpar para Europa.

El dieciocho o veinte de este mes estaré en París. Quince o veinte días más me trasladaré a Madrid. Al llegar a España espero encontrar carta tuya.

A ti, a cada de uno de mis hermanos, a Juan y a Del Aguila les mando una álbum de vistas de Nueva York. Hubiese querido mandarles objetos de más valor, pero todo, hasta lo más insignificante, cuesta aquí muy caro. En París, me parece, que las cosas serán más baratas y podré mandarles algo bonito, a menos que me desmonetice en el viaje. En este caso, el regalo irá de Madrid.

Dale a Del Aguila dos libras para que cumpla un encargo que le he hecho. Como supongo que te harán falta para tus gastos, oportunamente te mandaré una carta y un recibo para que cobres los artículos que estoy escribiendo para "El Tiempo" y te reembolses.

Del Aguila me dice que la […] para Humberto está a punto de conseguirse. Avísame lo que haga al respecto para, si es necesario, escribirle a algunas personas.

Besa a todos mis hermanos, saluda a Juan y a Del Aguila, y tu recibe un abrazo de hijo.

César.

P.D. No olvides mandarme los recortes del cuento "Mi hermana Jacoba". Dale dos retratos míos a Del Aguila.

Falcón, César

Navidad en nuestra época

Aunque la humanidad se internacionaliza, rápidamente, no existe todavía un día de fiesta universal. Navidad es una fiesta del mundo occidental. El Año Nuevo es una fiesta de los pueblos que usan el calendario gregoriano. A medida que la vinculación internacional de los hombres se acentúa, el calendario gregoriano extiende su imperio. Aumenta, consiguientemente, el número de hombres que coinciden en la celebración del primer día del año. El Año Nuevo tiene así alguna chance de universalizarse. Pero el Año Nuevo carece de contenido espiritual. Es una fiesta sin símbolo, una fiesta del calendario, una fiesta nacida de la necesidad de medir el tiempo. Es una efemérides anónima. No es una efemérides cristiana como Navidad.
Navidad es festejada como una efemérides cristiana. Es una fiesta de los pueblos de religión cristiana. Mas, en Europa y en Estados Unidos, su sentido y su significado se han renovado y ensanchado gradualmente. Hoy Navidad es, sobre todo para los europeos, la fiesta de la familia, la fiesta del hogar, la fiesta del “home”. Es la fiesta de los niños entre otras cosas porque en los niños se renueva, se prolonga y retoña la familia. Navidad ha adquirido, entre lo europeos, una importancia sentimental, extra-religiosa. Creyentes y no creyentes celebran Navidad.
Navidad, por eso, tienen en Europa mucha más trascendencia y vitalidad que las fiestas nacionales. Las fiestas nacionales son sustancialmente fiestas políticas, de suerte que están destinadas casi exclusivamente a una celebración oficial. No suscitan entusiasmo sino entre los parciales, entre los prosélitos del hecho político, de la fecha política, que conmemoran. En Francia, por ejemplo, el 14 de julio no apasiona casi sino a los funcionarios y adherentes de la Tercera República. La izquierda, -el socialismo y el comunismo,- no se asocian a los festejos oficiales. La extrema derecha, -nobles y “camelots du roi”- consideran el 14 de julio como un día de duelo. En Italia, el 20 de setiembre tiene una resonancia social más limitada todavía. Dos partidos de masas, el socialista y el popular, no se asocian a la conmemoración de la toma de la Ciudad Eterna. Los socialistas miran el 20 de setiembre como una fiesta de burguesía. Y el partido popular es un partido católico que debe mostrarse fiel al Vaticano. En Alemania el aniversario de la revolución es más popular porque la revolución cuenta con la solidaridad de todos los adherentes a la República y de todos los adversarios de la monarquía. Los demócratas, los católicos, los socialistas y los comunistas se sienten, por diversas razones, más o menos solidarios con el 9 de noviembre.
En tanto, Navidad es en Europa una fiesta a la cual se asocian los hombres de todas las creencias y de todos los partidos.
La costumbre establece que la cena de Navidad reúna a todos los miembros de una familia. Los empleados y obreros que tienen a sus familias en pueblos lejanos se ponen en viaje anticipadamente para arribar a sus hogares antes de la noche de Navidad. Las sesiones de las cámaras se clausuran con la debida oportunidad para que los diputados puedan estar en sus pueblos el 24 de diciembre. La facilidad de los transportes permite efectuar cómodamente estos viajes.
Los ausentes forzosos telegrafían o telefonean en la noche del veinticuatro a sus casas distantes para que la familia los sienta espiritualmente presentes.
Navidad, por su carácter, no es consiguientemente, una fiesta de la calle sino una fiesta íntima. Navidad se festeja en el hogar. Los bazares y las tiendas rebosan de compradores el veinticuatro de diciembre. Todo el mundo se provee de golosinas para su cena y de juguetes para sus niños. Los escaparates pletóricos, resplandecientes; los nacimientos, los árboles de Navidad y los viejos Noel cargados de bombones; la muchedumbre que hace sus compras; los hoteles y los restaurants de lujo que se engalanan para la cena de noche buena; he ahí los únicos aspectos callejeros de Navidad. Navidad es una fiesta hogareña, familiar, doméstica. Los que no tienen nido, los que carecen de familia, se reúnen y se divierten entre ellos. Forman la clientela de las cenas de los restaurants y de los cabarets. Y de los niños pobres, de los niños se ocupa la generosidad de los espíritus filantrópicos. Abundan instituciones que regalan juguetes, trajes y dulces a los niños desvalidos.
En Francia, Noel “la nuit de Noel”, tiene un eco popular enorme. El “reveillon” la noche buena, es uno de los grandes acontecimientos del año en la vida íntima francesa. Los niños colocan sus zapatos en la ventana en la noche de Navidad para que Noel deposite en ellos sus “etrennes”, juguetes, dulces, etc. Esta costumbre es francesa y española.
En Alemania, no hay familia que no prepara su árbol de Navidad. El Weihnachtsbaum (árbol de navidad) es generalmente un pequeño pino adornado con estrellas, bombitas, bujías de colores, etc. Bajo el Weihnachtsbaum se ponen los regalos. A las doce de la noche la familia enciende las bujías y las luces de bengala del árbol de Navidad. Todos se abrazan y se besan y se cambian regalos. Luego se sientan en torno de la mesa donde la pintoresca cena está dispuesta. Y antes y después de la cena cantan canciones de navidad. Algunos de Weinachtlieder, tradicionales son excepcionalmente bellos.
Y así, en los demás países de Europa, lo mismo que en los Estados Unidos, la fiesta de Navidad es celebrada con verdadera efusión familiar. Como en la noche en que Jesús nació en un establo, en la navidad europea nueva casi siempre. El frío y la nieve de la calle aumentan, por tanto, la atracción del hogar, del “home”, donde la chimenea arde muy cerca de un árbol de navidad o de un barbudo Noel de dulce cubiertos de nieve. La tradición y la literatura pascuales hacen de la nieve un elemento decorativo indispensable de la noche de navidad. El escenario de Navidad nos parece necesariamente un escenario de invierno.
Probablemente, por esto, la fiesta de Navidad tiene entre nosotros un sabor, un color y una fisionomía distintas. Navidad es aquí, al revés que en los países fríos, mas una fiesta de la calle que una fiesta del hogar.
La clásica noche buena limeña es bulliciosa y callejera. La cena íntima, hogareña, carece aquí del prestigio y de la significación que en otros países. Y, por esto, Navidad no representa para nosotros lo que representa espiritualmente para el europeo, para el norteamericano: la fiesta del hogar. Nuestra posición geográfica es culpable de que tengamos una Navidad bastante desprovista de su carácter tradicional. Una Navidad estival que no parece casi una Navidad.
Algo de nieve y algo de frío en estos días de diciembre harían de nosotros unos hombres un poco más sentimentales. Un poco más sensibles a la emoción del hogar y de la familia y al encanto cándido de los villancicos. Un poco más ingenuos e infantiles, pero también un poco más buenos y felices.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

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