Artemio Ocaña en Anticoli Corrado (II)
- PE PEAJCM JCM-F-03-4-4.1-4.1.4-013
- Item
- 1920
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Artemio Ocaña con modelos de la Escuela de Arte en Anticoli Corrado, Roma.
Archivo José Carlos Mariátegui
Artemio Ocaña en Anticoli Corrado (II)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Artemio Ocaña con modelos de la Escuela de Arte en Anticoli Corrado, Roma.
Archivo José Carlos Mariátegui
Visita del escritor boliviano Tristan Maroff
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Visita del escritor boliviano al Perú en febrero de 1928.
De izquierda a derecha, sentados: Anna Chiappe, Esposa de Tristán Maroff, José Carlos Mariátegui, Tristán Maroff y Ángela Ramos.
De izquierda a derecha, de pie: Ángel Medina, Helimberg, Noemí Milstein, Miguel Adler, Ricardo Martínez de la Torre y Luis Ramos
Archivo José Carlos Mariátegui
Una encuesta a José Carlos Mariátegui [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Una encuesta a José Carlos Mariátegui
—¿Cómo cambiaron sus rumbos y aspiraciones literarias y se definieron en la forma que hoy se han definido?
—¿Cómo hace usted para vivir al corriente de la actualidad internacional y referírnosla sin engañarse y sin engañarnos?
—¿Tiene usted comunicación directa con centros, periódicos o personas empeñadas en la labor de justicia social que preocupa a la humanidad en la hora presente?
—¿Cree usted que el nuevo estado de espíritu a que alude Ingenieros se deja sentir entre nosotros?
—¿Cuál es, en su concepto, el movimiento revolucionario-idealista de mayor trascendencia .en los últimos tiempos?
—¿Qué libro publicado después de la guerra es el que, a su ver, tiene mayor dosis de humanidad?
—¿Qué libros de esta índole cree usted que deberían ser divulgados entre nosotros?
—¿Por sus conocimientos y vinculaciones puede usted decirme si hay una verdadera organización obrera en el Perú?
—¿Cómo luchar contra el analfabetismo, una de nuestras mayores desgracias?
—¿Cree usted que hace falta un diario de orientación obrera en el Perú?
—¿Cree usted que existe entre nosotros el feminismo en el verdadero sentido de esta palabra?
-Existen algunas feministas. Pero feminismo —entendido como movimiento orgánico y definido, de espíritu revolucionario— no existe aún.
Ramos, Angela
José Carlos Mariátegui en el almuerzo en honor a Carlos del Barzo
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Toma de acercamiento a José Carlos Mariátegui, tercero en la fila de sentados; a su derecha: César Falcón, durante el almuerzo al dirigente obrero Carlos del Barzo en abril de 1918.
José Carlos Mariátegui en Anticoli Corrado (VI)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui acompañado de modelos de la Escuela de Arte en Anticoli Corrado, Roma.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en la fiesta de la Planta de Vitarte, 1928
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en la Fiesta de la Planta en Vitarte.
En el carro se encuentra José Carlos Mariátegui y a su derecha Blanca Arnaudt, Ángela Ramos y Carmen Saco.
Archivo José Carlos Mariátegui
Fortunato Depero, el artista dinámico por excelencia [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Recorte de periódico bajo el epígrafe "Fortunato Depero, el artista dinámico por excelencia. Es un hombre que desparrama proyectos por todas partes, proyectos ricos de fantasía, raros, rarísimos, nuevos y todos factibles" escrito por el Emilio Pettoruti y que se publicó en Crítica el 14 de marzo de 1927.
Pettoruti, Emilio
José Carlos Mariátegui en la plaza de San Pedro
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Archivo José Carlos Mariátegui
Almuerzo de despedida para Armando Bazán
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Almuerzo de despedida, ofrecido por José Carlos Mariátegui, para Armando Bazán en su viaje hacia Europa.
De izquierda a derecha: Hugo Pesce, José Carlos Mariátegui, Armando Bazán y Ricardo Flores.
Martínez de la Torre, Ricardo
Al margen de la encuesta de "Noticias" [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Recorte de periódico titulado "Al margen de la encuesta de Noticias. Enjuiciamiento sumario de la literatura arequipeña" de Víctor M. huaco publicado en el diario El Deber el 8 de abril de 1927.
Huaco, Víctor M.
Almuerzo de despedida para Armando Bazán (II)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Fotografía tomada luego del almuerzo de despedida ofrecido por José Carlos Mariátegui a Armando Bazán.
El primero de la izquierda es Ricardo Martínez de la Torre, José Carlos Mariátegui, Armando Bazán y Ricardo Flores.
Archivo José Carlos Mariátegui
Reproducción fotográfico del almuerzo en honor a Carlos del Barzo
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Almuerzo en honor al dirigente obrero Carlos del Barzo en abril de 1918. José Carlos Mariátegui, tercero en la fila de sentados; a su derecha: César Falcón.
Nelaton, Carlos de
Comprimidos por Enrique José Varona [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Recorte de la Revista Oriente que incluye dos títulos "Comprimidos" por Enrique José Varona y "Cuadritos" de Ana Abril de T. Torres. Fueron publicados en octubre de 1928
Varona, Enrique José
José Carlos Mariátegui y Artemio Ocaña
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui y Artemio Ocaña en la puerta principal de San Pedro.
Archivo José Carlos Mariátegui
Informaciones de Casma [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Recorte de una carta que da cuenta sobre los problemas que atraviesa la ciudad de Casma tales como: falta de alumbrado, correo y telégrafos, enveredamiento de la ciudad, robo, instrucción pública. La carta se publicó en un periódico de Huaraz en diciembre de 1928.
Autor Desconocido
José Carlos Mariátegui, Artemio Ocaña y Carrión
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en la plaza de San Pedro, Vaticano, Roma, en la espera de la elección del nuevo papa Pío XI sucesor de Benedicto XV.
A su derecha: Carrión.
A su izquierda: Artemio Ocaña
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui con Jean Otten
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui con el ingeniero suizo Jean Otten en el patio de sus casa de Washington Izquierda nro. 554, Lima.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui La Chira, 1928
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui de perfil la cual fue tomada por el pintor argentino José Malanca.
Malanca, José
José Carlos Mariátegui sentado frente a la plaza de San Pedro
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui sentado frente a la plaza de San Pedro, Vaticano, Roma, en la espera de la elección del nuevo papa Pío XI sucesor de Benedicto XV.
Archivo José Carlos Mariátegui
Leyendo la revista Amauta [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Recorte del artículo "Leyendo la revista Amauta" por Diego Camacho publicado en el diario El Orden en 1929.
Camacho, Diego
Toma frontal de José Carlos Mariátegui, 1928
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Toma frontal del rostro de José Carlos Mariátegui por José Malanca.
Malanca, José
El receso de la imaginación por José Vasconcelos [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Recorte del artículo "El receso de la imaginación" escrito por José Vasconcelos y publicado en el diario El Mundo el 29 de julio de 1929.
Vasconcelos, José
José Carlos Mariátegui, Pío Artadi y Carrión (I)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en la plaza de San Pedro, Vaticano, Roma, en la espera de la elección del nuevo papa Pío XI sucesor de Benedicto XV.
A su derecha: Carrión.
A su izquierda: Pío Artadi.
Archivo José Carlos Mariátegui
[Conferencia] - La crisis filosófica
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
[Transcripción Completa]
La Crisis Filosófica
Cada civilización tiene una propia intuición del mundo, una propia filosofía, una propia actitud mental que constituye su esencia, su ánima. La decadencia de una civilización está marcada por un desgaste, un debilitamiento, una quiebra de su ideología. Las ideas peculiares de una época son un síntoma, un índice importante. Las ideas brotan de la realidad en influyen luego, sobre esta, modificándola. El idealismo de Hegel y Fichte supone al espíritu una fuerza que adquiere consciencia de sí mismo al choque con el límite que le opone la realidad. Hay ideas efímeras, son las que no representan una época; pero todas las ideas son temporales. El espíritu humano actúa sobre la realidad y es, después, influido u modificado por esta. La metafísica tiene reacciones evidentes sobre la física social, sobre la realidad histórica. Efectos del descubrimiento copernicano. Muerte del antropocentrismo.
Ahora bien. Actualmente se siente el desgaste de la ideología de esta civilización. No es solo que la organización capitalista no satisface ya las nuevas direcciones y necesidades de las fuerzas productivas. Es que ha perdido su fe, su optimismo. Florecen desde hace algún tiempo manifestaciones filosóficas y artísticas que revelan el agotamiento de las civilización capitalista. Todas las tendencias son pesimistas, negativas, escépticas. El espíritu de la ideología contemporánea es relativista.
La sociedad burguesa para desarrollarse y desenvolverse tuvo necesidad de una fuerza espiritual que le abriese paso y le inyectase fe. Esa fuerza fue la filosofía racionalista. Sin la filosofía racionalista la burguesía no habría emprendido la abolición de las castas y de sus privilegios. Consiguientemente la burguesía no habría cumplido su misión. La Razón siguió su trayectoria revolucionaria. La Razón dijo que la igualdad era incompleta si era solo política, si no era también económica.
Como toda filosofía responde a una necesidad de la época que la genera, se inició entonces un proceso de revisión de la mentalidad racionalista. Aparecieron las ideas evolucionistas e historicistas.
La humanidad tiene una trayectoria determinada. No es posible forzar su rumbo, no es posible apresurar ni retardar su marcha. Toda la mentalidad burguesa se saturó de evolucionismo y de historicismo. El intelectualismo, el racionalismo de esta suponía la existencia de un mundo objetivo y absoluto. La humanidad creía en la ley inflexible del progreso. El futuro no sería sino la coronación del presente. Poco a poco aparecieron esfuerzos filosóficos destinados a minar el dominio de la razón, a valorizar el mundo de la intuición, del sentimiento, de la voluntad. El mundo comenzó a dudar de la efectividad del progreso, la civilización comenzó a desconfiar de sí misma. Finalmente, apareció la corriente relativista.
El relativismo no se reduce a la teoría de Einstein que es ya bastante. Einstein no es sino un físico. Su teoría se llama teoría de la relatividad no porque Einstein la haya concebido como filosofía relativista sino Einstein ha tenido como punto de partida el principio el principio del movimiento relativo de Galileo. El relativismo es un vasto movimiento del cual forman parte diversos fenómenos artísticos, científicos, etc. Ocurre que de repente la humanidad se ha puesto a pensar de una manera relativista. Relativista es Unamuno que sostiene la realidad de los personajes creados por la imaginación. Relativista es Pirandello que encuentra en el hombre un ser con mil fisonomías diferentes, todas ellas igualmente válidas. Relativistas son los cubistas que niegan la imagen permanente de las cosas. Relativista es la nueva filosofía de la historia de Spengler. Relativista es la filosofía del "como si" de Hans Vaihingher. Relativista es Ortega y Gasset no obstante su empeño de conciliar racionalismo y relativismo. La filosofía del punto de vista es auténticamente relativista.
Todo el pensamiento contemporáneo está saturado de duda, de negación, de relativismo. Muchos pensadores comparan esta época con la de decadencia romana. La cultura burguesa, la inteligencia burguesa, sin embargo, no son capaces de percibir su tramonto con toda la proposición . Anécdota del cónsul de Atenas.
Los relativistas concluyen en pleno pesimismo. Ortega Gasset habla del alma desilusionada, del alma servir. Solo hay una fe: la de la revolución.
José Carlos Mariátegui La Chira
[Credencial del XXII Congreso Nacional del Partido Socialista Italiano]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Credencial otorgado a José Carlos Mariáteguí, como representante del diario "El Tiempo", para participar en el XXII Congresso Nazionale Partito Socialista Italiano.
El congreso se llevó a cabo los días 15, 16, 17, 18, 19, 20 de enero de 1921 en la ciudad de Livorno, Italia.
XXII Congresso Nazionale del Partito Socialista Italiano
Escritores universales en América: José Carlos Mariátegui [Recorte de prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Recorte del artículo "Escritores universales en América: José Carlos Mariátegui " escrito por Baldomero Sanín Cano y publicado en la revista Repertorio Americano, Año XI, no. 466, 28 de septiembre de 1929.
Sanín Cano, Baldomero
[Conferencia - Sobre el Indio]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
[Transcripción Completa]
[Sobre el Indio]
El instante es de transformación mundial. También la raza indígena se despereza. Hay que ayudarla a comprender su problema y encontrar su camino.
No pretendo definir en esta noche el problema indígena que es nuestro problema nacional. Es el problema de las cuatro quintas partes de los trabajadores de la tierra. No se concibe sin su liberación la de los trabajadores de la costa.
El indio no es siquiera un proletario; es un siervo. La independencia fue una revolución criolla, política, no social. El regimen republicano no ha sido sino un regimen de predominio del criollo capitalista sobre el indio.
La conquista despojó al indio ele sus tierras, pero le dejó una parte de ellas. Le impuso servidumbres, que también la república le ha impuesto. La república, además, lo ha privado poco a poco de sus tierras. Ha empobrecido, aniquilado poco a poco a los trabajadores. Los gamonales son señores feudales. Se ha llegado a concebir tesis feroces: la tesis de que es posible aniquilar la raza india. Se ha dicho que el indio es improductivo, siendo así que el indio no produce más porque lo cohibe el temor de ser despojado. Análogo proceso fue el de México, ahí produjo finalmente la revolución indígena destinada a dar tierras a todos los que no las tenían. Del fondo del mal brota el bien. La civilización que une los centros poblados, que abrevia las distancias, aproxima al indio, lo pone en contacto, crea la posibilidad de su organización. El congreso indígena es un ejemplo.
Maduran las circunstancias históricas necesarias para que esa raza se libere. Su liberación será obra de ella misma. Así como la voz de un hindú alza y resucita a la raza india asó será la voz de un quechua la que saque de su letargo a la raza quechua. Pero la cuestión no es toda nuestra cuestión nacional. Queda fuera de ella una cuestión que importa a un quinta parte de la población peruana: la del proletariado de la costa. La unión entre unos y otros es necesaria.
Cumplid vuestra misión, indígenas, despertando a vuestro hermanos. Algunos creen que esta raza ha muerto, una raza no muere jamás. Puede caer el colapso, en sopor, para despertarse después; pero no puede morir. Mientras haya cinco millones de indios, la raza estará viva.
José Carlos Mariátegui La Chira
José Carlos Mariátegui, Pío Artadi y Carrión (II)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en las inmediaciones de la plaza de San Pedro, Vaticano, Roma, en la espera de la elección del nuevo papa Pío XI sucesor de Benedicto XV.
A su izquierda: Pío Artadi y Carrión.
Archivo José Carlos Mariátegui
Rostro de José Carlos Mariátegui, 1928
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Rostro de José Carlos Mariátegui por José Malanca.
Malanca, José
Un libro de José Carlos Mariátegui [Recorte de Prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Reseña bibliográfica a razón del libro de Mariátegui La escena contemporánea realizada por Alberto Guillén, la cual se publicó en la revista Variedades.
Guillén, Alberto
Artemio Ocaña, José Carlos Mariátegui y F. Gulda
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui sentado en medio de Artemio Ocaña y F. Gulda en las inmediaciones de la plaza de San Pedro, Vaticano, Roma, en la espera de la elección del nuevo papa Pío XI sucesor de Benedicto XV.
A su derecha: Artemio Ocaña
A su izquierda: F. Gulda.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en su silla de ruedas
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en su silla de ruedas tomada en octubre de 1928.
Malanca, José
[Conferencia] - La universidad popular y el dogma
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
[Transcripción completa]
La Universidad Popular y el Dogma
El dogma trata de paralizar, trata de cristalizar, en una formula cerrada y rígida, el sentido y el objeto de la vida. Pero la vida es movimiento, la vida es fluencia, la vida es inquietud y el dogma de hoy no corresponde a la vida de mañana.
El renovador social. Su valor no depende tanto de la extensión de su ideal como de su capacidad para realizarlo. Es necesario tener el acierto de transformar el ideal en un estado de ánimo colectivo. Para conseguirlo es necesario que el ideal traduzca los sentimientos, las ansiedades que laten confusamente en el alma de las muchedumbres. Las grandes obras no pueden ser sino obras de multitudes.
La U.P. por eso quiere que su obra y su voz no sean las de una minoría selecta sino una voz y obra de muchedumbres. No quiere que sus reuniones tengan el carácter escolar o académico sino el carácter multitudinario de un comicio. No quiere como escenario y como campo el de una sala ni el de un teatro sino el de la plaza, el del agora. Quiere que su voz estremezca el espíritu de este pueblo.
Y por eso su idealismo es realista y su realismo es idealista.
Porque el realismo no es una limitación del ideal sino la seguridad de actuarlo. Hay dos clases de idealismos. El ideal que interpreta, el ideal que presiente la realidad en marcha; el ideal que pierde contacto con la realidad y con la vida.
Este pueblo, más que ninguno, esta necesitado del ideal. Nadie se ha preocupado de inyectárselo. Nuestras minorías han sido más minorías que selectas. Sus apetitos han sido menudos, sus afanes mezquinos, sus ambiciones ramplonas y su vuelo mental diminuto. Aquí la gente, por eso, se sonríe del ideal. Y se trata de aclimatar aquí la filosofía escéptica, nihilista, que nos afirma que la vida no vale la pena de ser vivida. Nosotros debemos oponer a esa filosofía negativa la nuestra afirmativa y optimista. Debemos llenar de idealismo el espíritu de este pueblo, llenarlo de fe en sus destinos, llenarlo de locura santa de renovación.
Al hacer todo esto nos comportaremos no solo como liberadores del Hombre sino también como liberadores del Arte, como liberadores, de la Vida, como liberadores de la Ciencia y como liberadores de la Belleza.
José Carlos Mariátegui La Chira
José Carlos Mariátegui acompañado por familiares y amigos
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en el bosque Matamula, acompañado de familiares y de amigos.
De izquierda a derecha: José Malanca, Noemí Milstein, José Carlos Mariátegui, Miguel Adler, Amalia La Chira, Carmela Andreu, prima de Amalia Cavero.
Niños de izquierda a derecha: José Carlos (hijo), Amalia Cavero (hija de Guillermina), Sandro Mariátegui y Sigfrido Mariátegui.
Malanca, José
[Conferencia - Deber de la Juventud Contemporánea]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
La inquietud, la curiosidad de la juventud contemporánea. Que esta generación se muestre sensible a la nueva realidad humana es un fenómeno histórico, es un hecho natural. Spengler dice que un pensamiento, representativo de "una época de la humanidad no puede ser comprendido sino por una generación que nazca con las disposiciones necesarias". Las generaciones viejas carecen de aptitud para comprender y, sobre todo, para adherirse a las ideas revolucionarias. Es una cuestión de sentimiento; no es una cuestión de inteligencia ni de cultura. Es sugestivo y revelador el hecho de que las nuevas falanges universitarias no tengan la orientación intelectual de las generaciones pasadas. Y que su leader no sea un estudioso de la historia ni un poeta sino un espíritu de vanguardia.
Definamos la Revolución. Cómo sabemos que vivimos una época revolucionaria. Las señales de la gravidez revolucionaria son innumerables. Hay una serie de hechos que la afirman y la expresan. Declina el regimen burgués, con sus instituciones económicas, políticas, con su arte y su filosofía. La guerra ha legado una serie de problemas que el regimen burgués no puede resolver dentro de su teoría. La democracia burguesa se siete impotente para resolverlos democráticamente. Recurre, por eso, a la fuerza, a la violencia. Brotan el fascismo, el directorio, el putschismo pangermanista. Se agita el Orient. Millones de hombres, adormecidos, anestesiados durante siglos, salen de su inercia. La revolución es un fenómeno de la civilización occidental que se refleja también en los pueblos de otras civilizaciones. Es, además, evidente. No es posible dudar de ella hoy que los laboristas desalojan a los dos partidos que se alternaron clásicamente en el gobierno de Inglaterra. Hoy que los soviets son reconocidos de jure.
Los incomprensivos tratan de limitar la revolución a los confines europeos. Pero Europa no representa un continente sino una civilización. Hemos aprendido en Europa la idea de la democracia. No puede sernos indiferentes el hecho de que esa idea esté en crisis en Europa. La civilización occidental ha internacionalizado la vida humana. Una de las características de nuestra época es la propagación universal, fluída, de las ideas y las emociones. Cuando la vinculación humana era menor repercutió entre nosotros la revolución francesa.
Porqué se llama Social la Revolución.
Su grandeza no pude ser comprendido por los viejos. El debe de la juventud peruana. El deber de la mujer.
El deber de nuestra generación. Volteemos las espaldas al pasado.
José Carlos Mariátegui La Chira
José Carlos Mariátegui con F. Gulda y Pío Artadi
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en la plaza de San Pedro, Vaticano, Roma, en la espera de la elección del nuevo papa Pío XI sucesor de Benedicto XV.
A su derecha: Pío Artadi. y F. Gulda.
Archivo José Carlos Mariátegui
Imágenes de la llegada de Waldo Frank al Perú [Recorte de Prensa]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
El recorte muestra fotografías de Waldo Frank, escritor estadounidense, a su llegada a la ciudad de Lima (Perú) en diciembre de 1929. Fue recibido por José Carlos Mariátegui y por Miguel Adler.
José Carlos Mariátegui La Chira
José Carlos Mariátegui y Anna Chiappe
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui junto a Anna Chiappe en el patio de su casa de Washington Izquierda nro. 554, Lima.
Malanca, José
José Carlos Mariátegui, Artemio Ocaña y Carrión (II)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en las inmediaciones de la plaza de San Pedro, Vaticano, Roma, a la espera de la elección del nuevo papa Pío XI sucesor de Benedicto XV.
A su izquierda: Artemio Ocaña y Carrión
Archivo José Carlos Mariátegui
[Conferencia - Notas de la Conferencia dictada en Barranca]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
[Transcripción Completa]
Notas de la Conferencia dictada en Barranca
Gracias, muchísimas gracias, por vuestros aplausos y vuestras aclamaciones. Yo sé que estos aplausos y estas aclamaciones son muy superiores a mis merecimientos modestísimos. I yo encuentro en vuestras demostraciones, más que un homenaje a mí, que no lo merezco, un homenaje a las ideas y a los estudios que yo represento ante vosotros.
Yo me felicito de hablar hoy a un público nuevo. I me duelo únicamente de que mi palabra carezca de brillo y de música. Porque os debo advertir que yo no soy un orador sino un hombre de estudio, un hombre de estudio, más habituado a tratar con las ideas que a coquetear con las palabras.
Yo he iniciado en la Universidad Popular de Lima un curso de conferencias sobre la historia de la crisis mundial. Mis conferencias en la Universidad Popular de Lima más que conferencias son, pues, clases. Yo diserto en la Universidad Popular como un profesor y no como un retórico, no como un orador de teatro o de plaza.
Este curso de conferencias que yo he empezado a dictar en Lima tiene por objeto la explicación de la gran crisis que atraviesa hoy el mundo. Yo vulgarizo en ese curso las observaciones y los estudios de mis tres años y medio de vida europea. I yo difundo asimismo los ecos del pensamiento europeo contemporáneo.
A una de las conferencias asistió el señor José A. Polo. I este es el origen de mi visita a Barranca. El Señor Polo enalteció en Barranca, bondadosamente, mi labor en la Universidad Popular de Lima. I entonces el Club Olaya me invitó a ofrecer una o dos conferencias.
Ahora bien. Yo haré en esta conferencia, rápida y ligeramente, una exposición de las ideas generales que inspiran mi curso de conferencias de la Universidad de Lima. Yo os hablaré de la crisis mundial. El estudio de los grandes aspectos de esta crisis despierta actualmente vivo interés en todo el mundo. No se concibe en esta época una cultura moderna completa sin el conocimiento y sin la comprensión de la crisis mundial.
En la crisis mundial se están jugando los destinos del mundo. El desarrollo de la crisis interesa, por consiguiente, a todos los pueblos de la tierra. A los pueblos de América, a los pueblos del Extremo Oriente, a todos los pueblos que se mueven dentro de la órbita de la civilización europea. La crisis tiene como teatro central Europa; pero la decadencia de las instituciones europeas significa la decadencia total de la civilización que representan. I el Perú, como los demás pueblos de América, se mueve dentro de la órbita de esta civilización.
Primero, porque estos países, aunque políticamente independientes, son económicamente coloniales, ligados al capitalismo europeo o norteamericano. Segundo, porque europea es nuestra cultura y europeas son nuestras instituciones. I son precisamente estas instituciones y esta cultura, que copiamos de Europa, las que en Europa están en un período de crisis definitiva, de decadencia total.
Nuestra civilización ha internacionalizado la vida de los pueblos. Ha creado entre ellos lazos materiales y morales que solidarizan su suerte. El internacionalismo no es sólo un ideal; es una realidad histórica. El progreso hace que los intereses las ideas, las costumbres, los regímenes de los pueblos se unifiquen y se confunda. El Perú, como los demás pueblos americanos, no está por tanto, fuera de la crisis mundial; está dentro de ella. La crisis mundial se ha reflejado ya en estos pueblos. Y se seguirá reflejando. Hace más de un siglo, cuando la vida de la humanidad no era tan solidaria como hoy, cuando faltaba entre las naciones el contacto tan inmediato y tan continuo que hoy existe, cuando no existían tantos medios de comunicación, cuando no había prensa rotativa, cuando los americanos éramos aún espectadores lejanos de los acontecimientos europeos, la Revolución Francesa dio origen a la guerra de la independencia y al surgimiento de todas estas repúblicas.
Hoy inevitablemente la transformación de la sociedad europea se reflejará con mayor rapidez en la sociedad americana.
Hay personas que dicen que el Perú, y los pueblos latinoamericanos en general viven muy distantes de los acontecimientos europeos. Esas personas no tienen noción de la vida contemporánea; no tienen una comprensión, aproximada siquiera, de la historia. Esas personas se sorprenden de que lleguen al Perú los ideales más avanzados de Europa; pero no se sorprenden en cambio de que llegue el aeroplano, el transatlántico, el telégrafo sin hilos, el rádium. ¿Qué son el aeroplano, el transatlántico, etc? Son las expresiones del progreso material de Europa. I bien. Los ideales de transformación de la sociedad son la expresión del progreso moral de Europa. I necesitamos las creaciones de la industria europea. Nada más cómico que aquella gente, que después de caricaturizar la moda europea, tiene horror del pensamiento europeo.
La crisis europea es, repito, una crisis definitiva, una crisis total. Es la crisis de nuestra orgullosa, arrogante y potente civilización. Los principales aspectos de esta crisis son: el económico, el político y el ideológico o filosófico.
La causa de esta crisis es, aparentemente, la gran guerra. Pero la crisis, en realidad, estaba en incubación desde mucho antes. La guerra fue la explosión de la crisis, fue su desencadenamiento. Claro que la guerra ha sido, al mismo tiempo, efecto y causa. Porque, producida por la crisis, ha venido a agravar, a ahondar, a hacer irremediable la crisis que la originó y que la generó.
Los efectos de la guerra se manifiestan, sobre todo, en el aspecto económico de la crisis mundial. La guerra ha destruido una ingente cantidad de riqueza social. Un estadista europeo, Caillaux, calcula en un millón trescientos mil millones de francos lo que se ha gastado en la guerra Este millón de millones pesa sobre el presente y el porvenir de las naciones europeas. Su servicio exige noventa mil millones anuales. Naturalmente, los países vencidos no pueden pagar sino en muy mínima parte los gastos de la guerra. I ni aún esa mínima parte pueden resistirla sin la inminencia de la bancarrota y de la ruina total. Asistimos, por eso, no sólo a la lucha entre vencedores y vencidos por arrancar a estos una contribución enorme, sino a una lucha no menos terrible entre las dos clases sociales antagónicas, entre el capital y el trabajo, por liberarse, respectivamente, del peso de las deudas dejadas por la guerra.
Las naciones europeas no sólo se encuentran frente a la necesidad de pagar las deudas de la guerra sino también de reconstruir las ciudades, las fábricas, devastadas por la guerra y de indemnizar a las viudas, a los huérfanos y a los inválidos. Los muertos de la guerra han sido diez millones. A los deudos de los caídos en las trincheras, el Estado les tiene que auxiliar con una pensión. Igualmente, a los inválidos de guerra, a los tuberculosos de guerra, les debe socorro y asistencia. Sobre la caja de los Estados europeos pesa, pues, una carga enorme. Las deudas, la reconstrucción de los territorios devastados, las pensiones de las viudas, los huérfanos y los inválidos. ¿Cómo cubrir estos gastos aplastantes? Europa no puede pensar en empréstitos, porque no hay quien quiera prestarle un centavo. Tiene pues que cargar sola con las ingentes obligaciones. El capital quiere abrumar de impuestos al trabajo. El trabajo quiere endosar esos impuestos al capital. Entre las clases sociales se entabla así una lucha desesperada, una lucha sin tregua. I el mismo forcejeo se entabla entre las naciones vencidas y vencedoras. Francia quiere que Alemania la indemnice largamente. Pero Alemania no puede pagar los millares de millones que Francia exige de ella. En represalia Francia ocupa el territorio del Ruhr, una rica zona minera e industrial de Alemania; pero esta ocupación desorganiza la producción alemana, aumenta la ruina y la bancarrota alemana y disminuye, por consiguiente, las probabilidades de que Alemania pague.
Estos conflictos económicos originan análogos conflictos políticos. La lucha de clases la lucha entre el capital y el trabajo no se libra únicamente en el terreno económico sino principalmente en el terreno político. Las clases trabajadoras quieren conquistar el poder político, poner fin al dominio de las clases capitalistas, instaurar el régimen socialista. I las clases capitalistas se defienden, naturalmente, con todas las armas posibles. Ya no tienen fé en las armas legales y recurren a las armas extralegales. Se sienten legalmente débiles para resistir los asaltos de las masas. I apelan para rechazarlos a la violencia. Así vemos, en Italia, al fascismo instaurar una dictadura violenta que constituye una negación de la democracia. Pero, defendiéndose así, las clases conservadoras, las clases capitalistas, desacreditan y destruyen con sus propias manos las instituciones y los principios sobre los cuales se basaba su dominio.
Pasemos a otro aspecto de la crisis: el ideológico, el filosófico. Todo sistema social, toda sociedad, toda civilización reposa sobre un sistema de ideas, sobre una base ideológica, sobre un pensamiento filosófico que constituye su base y su raíz. Mientras estas ideas conservan su potencia y su autoridad, la sociedad, la civilización, la sociedad que sustentan se mantienen vitales y robustas. Pero cuando esas ideas, esas creencias vacilan, el edificio social que sobre ellas se ha construido se viene abajo irremisiblemente. I esto es lo que ocurre a la sociedad actual, a la civilización actual. La filosofía, la ideología, la base, el cimiento de esta sociedad se hallan actualmente en crisis. Dominan en el mundo nuevas filosofías, filosofías de duda, filosofías de negación, filosofías de escepticismo, que son el síntoma elocuente de la decadencia de nuestra civilización. Vosotros habéis oído hablar seguramente del relativismo. El relativismo no es la sola teoría de la relatividad de Einstein. Es una escuela, un movimiento filosófico sobre el cual se erige la sociedad contemporánea. Actualmente está en revisión nuestra concepción del universo. I esto es muy trascendental.
Vivimos, en suma, una época emocionante, una época grandiosa, una época dramática de la historia del mundo. En la historia del mundo de nuestra época tendrá una importancia no menor que la del advenimiento del cristianismo verbigracia. Hay ya muchos pensadores que comparan el actual período de la historia europea con el período de la decadencia romana. Guillermo Ferrero en su libro "La Ruina de la civilización antigua", presagia que Europa se encuentra a la hora actual en la situación en que estaba el imperio romano al comienzo del siglo III cuando súbitamente se desplomó. I Keynes ha dicho que "Pocos se rinden cuenta de que la organización económica por la cual ha vivido Europa durante el último medio siglo era esencialmente extraordinaria, inestable; compleja, incierta y temporaria".
Presenciamos actualmente la disgregación de la sociedad vieja; la gestación, la formación, la elaboración lenta, dolorosa e inquieta de la sociedad nueva. Todos debemos fijar hondamente la mirada en este período trascendental, fecundo y dramático de la historia humana. Todos debemos elevarnos por encima de los limitados horizontes locales y personales para alcanzar los vastos horizontes de la vida mundial. Porque, repito, en esta gran crisis se están jugando los destinos del mundo. I nosotros somos también una partícula del mundo. Si un régimen de injusticia, de explotación, de inequidad se afirma en Europa, se afirmará también en América. I, por consiguiente, tendremos que sufrirlo en el Perú. En cambio, si surge un régimen de justicia, de igualdad y de armonía, surgirá también entre nosotros.
Yo me dirijo, sobre todo, a los trabajadores a los proletarios, a los humildes, a los que de una transformación de la sociedad y de sus leyes aguardan el reino de la justicia y de la fraternidad entre los hombres.
José Carlos Mariátegui La Chira
José Carlos Mariátegui caminando por Unter der Linden
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Jose Carlos Mariátegui, con una persona no identificada, Berlín, 29 de octubre de 1922. Caminando por Unter der Linden se dice que el fondo sería la Puerta de Brandenburgo, entrada a la ciudad de Berlín.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui y Ricardo Martínez de la Torre
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui y Ricardo Martínez de la Torre en el patio de su casa de Washington Izquierda, nro. 554, Lima.
Archivo José Carlos Mariátegui
[Conferencia - Notas del discurso pronunciado en la inauguración de la Editorial Obrera Claridad]
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
[Transcripción completa]
[Notas del discurso pronunciado en la inauguración de la Editorial Obrera Claridad]
El proletariado está en un momento trascendente. Va a nacer la prensa obrera, como en otros días nació la organización.
Este paso va a vincular decisivamente a todos los sectores proletarios del Perú. Indígenas, empleados, trabajadores no organizados, campesinos de la costa. Es la voz cotidiana del diario la única que puede hacer este milagro. El diario en mensajero, un vehículo, un agente infatigable de las ideas. La palabra tiene un ámbito reducido; la palabra está sujeta a los riesgos de la improvisación. La revista y el semanario no marchan al compás de la vida moderna. No recogen la emoción del instante. El diario en cambio recoge la pulsación y el latido diarios de la humanidad. La protesta y el comentario tienen otro acento cuando siguen inmediatamente a los acontecimientos, cuando encuentran una multitud en tensión, cuando repercuten en una muchedumbre emocionada La revista y el semanario deben ser crítica de la crítica; el diario es la crítica de la vida palpitante.
La prensa, como la escuela, como la Universidad, se encuentran en manos de la clase dominante. ¿Hay una prensa neutra?
No; no la hay, del mismo modo que no puede haber una universidad neutra. La prensa se inspira en las ideas y en los intereses de la clase dominante. La prensa es uno de los mas poderosos instrumentos del dominio del capitalismo. De la prensa se han valido los intereses capitalistas para intoxicar de odio a las muchedumbres de los países europeos. Allí existe el control de la prensa proletaria que no puede impedir, sin embargo, el efecto venenoso de la prensa chauvinista sobre las categorias desorientadas de la sociedad y del pueblo. El proletariado, para liberarse, necesita sus propios medios de cultura. Así como ha fundado su propia escuela, necesita fundar su prensa propia.
Esta iniciativa no parte de un grupo. I, si parte de un grupo, no se dirige a un sector circunscrito del proletariado. Se dirige a sus sectores sin excepción, se dirige sobre todo a la vanguardia.
Hay espíritus pesimistas, negativos, que dudan y desconfían. Pero el pueblo quiere espíritus optimistas. El triunfo es de los que afirman; no de los que dudan, menos aún de los que niegan.
José Carlos Mariátegui La Chira
José Carlos Mariátegui, Anna Chiappe, su hijo Sandro y César Falcón
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui junto a Anna Chiappe, su hijo Sandro y, César Falcón y una amiga de él.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en la fiesta de la Planta de Vitarte, 1929
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en la fiesta de la Planta de Vitarte en febrero de 1929.
De izquierda a derecha: José Carlos Mariátegui, su hermano Julio César Mariátegui, Ángela Ramos, Carlos A. Velásquez; al volante, Ricardo Martínez de la Torre; en primer plano Sandro Mariátegui y Puppi Milstein.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui, fotografía de Eguren (I)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Rostro de José Carlos Mariátegui captado por la cámara casera Pinhole de José María Eguren.
Eguren, José María
José Carlos Mariátegui en 1922
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en retrato de estudio.
Con su letra: Roma, 19 de febrero de 1922, José.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui como corresponsal de El Tiempo
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui en Génova. La foto fue tomada para el carnet de identidad en la Conferencia Económica Internacional.
Archivo José Carlos Mariátegui
José Carlos Mariátegui, fotografía de Eguren (II)
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Rostro de José Carlos Mariátegui captado por la cámara casera Pinhole de José María Eguren.
Eguren, José María
Fotografías de Anita y José Carlos por Eguren
Fait partie de Fondo José Carlos Mariátegui
Fotografías de José María Eguren tomadas con su cámara Pinhole. En el álbum aparece Anna Chiappe y José Carlos M.
Eguren, José María