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Carta de Antenor Orrego, 29/12/1925

Trujillo, 29 de diciembre de 1925
Señor don
José Carlos Mariátegui
Lima
Querido compañero:
De nuevo he pecado por mi negligencia epistolar incurable. Pero sé que U. ha de perdonármelo. He recibido su libro. Lo estoy leyendo con la atención, seriedad y afección intelectual que merece. Por fin en el país los escritores comienzan a salir de esa frivolidad despreocupada, de esa necia banalidad ególatra al uso; de ese antieticismo artístico que es incapaz de construir nada y que los convertía en vistosos escaparates literarios.
La labor me es simpática, precisamente, por su contenido ético, por su significación social y humana, por la valerosa seriedad con que se ha colocado U. en un país de guignol en el que jamás se oye vibrar la noble pasión del hombre que se entrega a una fe. Tengo la seguridad que su obra se ha de proyectar–– se está proyectando ya–– benéficamente en nuestro país en los núcleos más puros que no tienen compromiso con el pasado, es decir, con la mentira. Porque ésta es nuestra mayor tragedia nacional. El pasado nada nos ha dejado, nada que sea susceptible de asumir cierta positiva continuidad histórica. En los demás pueblos chocan pasiones contrapuestas, pero sinceras y fervorosas. En el nuestro sólo chocan intereses materiales, sólo hay fantasmas de todo; es la máxima mentira, la mentira absoluta y auténtica, porque todo está mixtificado y desvitalizado.
Claro está que no coincido con algunos de sus personales puntos de vista. Y es lógico porque nuestras pupilas no pueden tener una idéntica y absoluta acomodación visual para mirar las cosas; pero, siento que en lo fundamental, en lo que respecta al pensamiento contemporáneo y a la acción que precisa realizar en nuestro país estamos colocados en una misma perspectiva mental e histórica. Mi sentido histórico y el suyo no parece sino que para llegar a su actual temperatura ética, se hubieran propuesto los mismos problemas y los hubieran resuelto con el mismo diapasón moral e intelectual; ambos sentimos agudamente, con idéntica sensibilidad exasperada, nuestras responsabilidades históricas, sociales y éticas. Su libro es algo de lo más serio, trabado y constructivo que se haya producido entre nosotros. Las nuevas generaciones han de agradecérselo. Tengo el propósito de escribir en El Norte un artículo reposado, donde trataré de fijar con toda la penetración, lealtad y acuidad ideológica de que modestamente soy capaz, la posición suya dentro de las nuevas generaciones nacionales. Espero lograrlo en la medida que lo deseo.
Para la difusión de su libro en el norte de la república le ofrecemos las columnas de nuestro diario. Envíeme avisos, artículos y todo lo que se ha producido o se produzca alrededor de él. Ya sabe U. que El Norte está adscrito a determinada atmósfera moral y espiritual del país y para servirla en todos sus aspectos, es que ha sido fundado. Es un hogar nuestro, tanto mío como suyo y de los demás espíritus libres que trabajan por el advenimiento de una realidad renovada y humanamente más noble y justiciera.
Le agradezco la acogida de uno de mis libros en la editorial Minerva. Habría querido enviarle el que considero más fundamental de los tres, Helios, que es un ensayo para una filosofía o interpretación del pensamiento. Por desgracia, aunque está terminado ya, no estoy satisfecho aún con su trabazón o construcción interna. Estoy harto temeroso de que mi autocrítica no sepa ubicarlo en su verdadera posición ideológica; de que mi amor propio o, simplemente, mi entusiasmo de creador le impriman una acentuación mental que rebase su estructura literal, su horizonte o realidad expresiva. Nunca he tenido más escrúpulos intelectuales que frente a este libro. Necesito, pues, reposarlo, tratar de proyectarme fuera de él antes de decidirme a imprimirlo.
Pero le ofrezco mandarle Panoramas, que es la recopilación de algunos ensayos y artículos publicados, unos, e inéditos, otros. El libro alcanzará, a lo sumo unas 150 a 200 páginas de formato corriente. Si le parece bien avíseme para darle los últimos toques y remitírselo.
Su libro ha interesado aquí bastante por los pedidos que se nos hacen; pero necesita mayor propaganda. Mándenos artículos y avisos. Alcides le informará detalladamente.
Estoy deseoso de hacer un viaje a Lima y conocerle personalmente. Espero que pronto se realice.
Le estrecho cordialmente
Antenor Orrego

Orrego, Antenor

Carta de Armando Bazán, 12/12/1929

París, 12 de diciembre de 1929
Muy querido José Carlos:
La carta que recibe Vallejo me da el convencimiento que Ud. no ha recibido ninguna de mis cartas. Le he escrito por intermedio de J.M. y de J.C. en más de seis ocasiones. Le he preguntado repetidas veces por el No. del cheque que hicieron a la N.R.F. Esos señores me ofrecieron hacer el envío tan luego me presenté a ellos con los papeles. Fue después, cuando un día fui de nuevo por casualidad, que me informaron que el envío no había sido hecho porque no tenían el comprobante del cheque. Inmediatamente le escribí, le volví a escribir; le encargué a K... y nada. Como nuestro amigo es de lo más olvidadizo, estoy seguro que ni siquiera le habló de ello una sola palabra. Si esta carta tiene pues la suerte de llegar a su poder deme Ud. este dato a la brevedad posible.— Le decía también en mis anteriores que El Mundo no me había escrito y ahora le digo de nuevo que no me ha escrito una sola palabra, ni siquiera dándome las gracias por la colaboración ya Ud. comprenderá que menos pueden hacerlo haciéndome el envío de remuneración. He hecho todo lo humanamente posible por sostenerme aquí en París escribiendo crónicas para periódicos de la América del Sur y en todas partes no he obtenido sino el resultado del Mundo. Vallejo obtuvo la promesa de que me pagarían en Mundial— El mismo resultado: han publicado varios artículos y cuando la persona encargada se presentó a cobrar no le quisieron ni oír. Aquí en París he trabajado en todo lo que puede trabajar un hombre y es así como hasta hoy he vivido. Pero como las cosas se van poniendo difíciles creo que no me queda otro remedio que salir de Francia, no importa a dónde ni cómo.— Si Ricardo o algunos de nuestros amigos puede, encárguele Ud. de reclamar 4 ó 5 artículos míos que Mundial no debe haber publicado. Algunos de ellos pueden serle interesantes.
La situación de casi todos nuestros amigos es ahora indecisa en París. E.... debe embarcarse próximamente. Vallejo también tiene el proyecto de ir al Perú. Yo voy a ensayar un viaje a España mientras me sea posible seguir a nuestros compañeros si así se juzgara necesario.
Este viaje en todo caso lo haré dentro de dos o tres meses; de tal manera que espero aquí su contestación.
No hemos visto sino el N° 25 de Amauta.— Le envié junto con varios poemas y crónicas de libros, míos, un artículo de Marta Vergara, escrito exclusivamente para nuestra revista. No sé tampoco nada de ello. Esta dificultad de comunicarnos es el más grande daño que nos pueden hacer a todos.
Bustamante, que se encuentra de paro aquí en París, no ha cambiado ni una línea en su manera de ser. Siempre anda como la lagartija metiéndose por agujeros invisibles con tal de escaparse de nuestras manos. Así es en todas partes.
La Librería Cuesta recibe y ha recibido siempre puntualmente la revista. Hace también todo lo posible por propagarla. Es entre todas las revistas que recibe, de América y de España, la más buscada.
No sé nada de su casa. Julia no ha contestado ninguna de mis cartas. No sé si ella también está comprendida en la censura— ¿Y los chiquillos? y Anita?
Le envío adjunta una carta para el Director de El Mundo. Haga Ud. de ella el uso que crea conveniente. Si le llegaran hacer algún pago y si la suma tuviera alguna importancia hágame Ud. un giro por cable. En ese caso con toda certeza me iré a España, siempre como le digo anteriormente, dentro de dos o tres meses.
He trabajado intensamente. Trato y he tratado de hacer siempre por poner luz en esa ignorancia compacta con la que se viene de América y a la que Ud. mi querido J. C. comenzó a dar los primeros golpes maestros. Tengo un libro de cuentos, que aunque no los juzgo de fibra noblemente revolucionaria tienen el valor de haberme servido de gimnasia. Si Vallejo va a Lima le encargaré muchísimas cosas para Ud. Él le será de un alivio enorme. Él es de los más fuertes y de los más nobles; de los que con mayor amor se han inclinado y reconocido el valor de la nueva obra en América.
Escríbase Ud. siempre con mi dirección a 11 Av. de L’Opera —Grds. Journaux— —Yo recibo regularmente mi correspondencia— Le encargo mis más cariñosos recuerdos para Anita y los niños. Reciba el abrazo fraterno de
Armando

Bazán, Armando

Carta de Armando Herrera, 15/11/1928

Lima, 15 de noviembre de 1928
Sr. D. José Carlos Mariátegui.
Estimadísimo amigo:
Muy agradecido por el envío de su último libro.
Yo sigo con verdadero interés y satisfacción la valiosa labor intelectual de usted por lo mismo que es intenso mi afecto y muy cordial mi admiración por el amigo y por el escritor.
Le ruego que acepte usted como siempre un cariñoso saludo de su muy dilecto amigo y compañero.
Armando Herrera

Herrera, Armando

Carta de Arturo Capdevilla, 10/2/1930

Buenos Aires, 10 de febrero de 1930
Mariátegui:
Si éste —El Apocalipsis de San Lenín— es el primer libro mío que Ud. recibe, no por ello he estado menos cerca de Ud. Admiro su obra y me entusiasma y reconforta su personalidad. Lo creo a Ud. simplemente un verdadero prócer de la definitiva libertad de América. Samuel Glusberg, que tan fervorosamente lo quiere, me da sus señas. El libro no va solo. Va también para Ud. lo mejor de mi corazón.
Le tiendo fraternalmente los brazos.
Arturo Capdevila
s/c. Charcas 779
Buenos Aires

Capdevilla, Arturo

Carta de Augustin Habaru, 16/11/1929

Paris, 16 de noviembre de 1929
Señor José Carlos Mariátegui
Lima (Pérou)
Mon Cher Camarade,
Je communique votre lettre du 10 Octobre à notre administration. Je vous remercie pour votre article sur Le Ciment que nous publierons prochainement.
Si vous en avez la possibilité, je serais heureux de votre participation à notre débat contradictoire sur La Crise du Socialisme, dont vous trouverez sous ce pli le premier article de De Man, Vandervelde, Karl Renner, Henriette Roland-Holst, des communistes, des socialistes nous ont envoyé des études importantes et ej serais heureux si votre article nous parvenait en temps utile. Pour le cas où ce ne serait pas possible, je ferais traduire un chapitre de votre Défense du Marxisme paru dans Amauta.
Saludations bien fraternelles
A. Habaru

Habaru, Augustin

Carta de Blanca Luz Brum, 1/2/1928

Santiago de Chile, 1°de febrero de 1928
Mi querido y siempre grande José Carlos Mariátegui:
Cuidado que enseña a sostenerse y a pararse Ud. a todos nosotros. Precisamente Ud., el incapacitado materialmente, es el único de las actitudes rectas y definitivas. Desde luego no es una nueva. Pero es una nueva Amauta, heroico amigo, admirable, conmovedor. Con Amauta en las manos otra vez, se me han caído las lagrimas: y qué vergüenza de mí y de tantos otros que todavía estamos revoleándonos en la “gloria de la deportación”. Así me gusta decírselo a Ud. con humillación, con asco para que el contraste sea más fuerte.
Amauta me ha hecho un bien enorme, y estoy segura que no es a mí sola, es como si nos hubiera sorprendido derrepente medio olvidados, haraganes y piojosos por algún rincón de este potrero americano y sacudiendo un látigo nos gritara: ¡arriba muchachos ¿no ven que está saliendo el sol detrás de los monolitos de piedra? “¡aquí la acción!” Otra vez, querido José Carlos, estamos con la garganta en pie, y el entusiasmo y la audacia todos, otra vez bajo sus ojos agudos y su corazón jovial y fuerte.
No me pregunte nada de mis días en Chile, aquí da vergüenza mirarse la cara en un espejo y saber qué es uno. Uno que se está aguantando tanta inmundicia y tanta mariconada, uno con el pico cerrado y los ojos cerrados y la vergüenza cerrada, ¿qué le parece la Asociación de Profesores, esos sirvientes del carabinero Ibáñez? y esos “poetas de vanguardia” el Seguel, el Díaz Casanueva, el Rosamel del Valle, etc., todos éstos los tengo marcaditos como ganado nuevo. Ya!!! Sin embargo, de repente se siente patalear el Apra, por ejemplo cuando cae preso una, dos, tres veces el camarada Mendoza, con él se irá a Buenos Aires toda el Apra de Chile. Yo como de costumbre he peleado con una cantidad de maricas. ¿Spikin Howard? ¡no me haga reír! se pasa escondido día y noche en casa del Dr. Rodrigo Donoso, médico militar que sirve al actual régimen. Ese pobre de Alberto Spikin es un sentimental terrible, después de Chopin se queda muerto, no sirve nada más que para el taburete del piano. ¿Barrios Varela? Ah, ese es un gran socialista Revolucionario.
etc, etc, etc, etc, etc.
El único macho y verdadero Revolucionario es Humberto Mendoza fundador del Apra, y de grandes actividades obreras; por eso sale en este mes deportado a Buenos Aires con su compañera, una hermosa mujer de ojos verdes. Chile no tiene juventud, aunque pretendan excusarse con la dictadura, “no cala”. Perú la tiene hace 8 años ¡y todavía no están acostumbrados! ni comenzaron aguantándosela como ellos. Y si algún movimiento revolucionario ha habido en este período ha sido para un simple cambio de silla “del cuartel a la moneda” y de la moneda a la calle y una patada en el traste (Ibáñez, Alessandri) y siguen las intrigas políticas y siguen revoleándose, casi todos los jóvenes son grandes alessandristas, Spikin por ejemplo, fue a despedirlo y tiene el retrato de Alessandri presidente frente a su cama.
Me gusta chismearle un poco para entretenerlo como en las lindas tardes que caía por su casa y usted muy pícaro y muy astuto me tiraba la lengua.
¿Qué más? estoy preparando un libro de prosas, se parece a una novela y se llama “el reloj de las imágenes caídas”. Le envío ese poema a Nicaragua. Miró Quesada y otros apristas bonaerenses se burlaron de mí porque los invité a formar un ejército libertario para ir a Nicaragua junto a las tropas de Sandino— ¡qué le vamos a hacer! Usted sabe que no tengo pose, yo no tengo la culpa que las cosas más verdaderas y dolorosas de mi alma tropiecen con la realidad y con la imbecilidad de un modo cómico. Pero siempre soy la misma. Cuente conmigo de todos modos. Yo le puedo vender uno por uno los números de Amauta, puedo conseguirle suscriptores y puedo salir con un fusil en las manos y dejarme matar por Ud. querido y extraordinario hermano. Aquí más que nunca recuerdo a su dulce y gran compañera, a la muy heroica Anita, abrácele con toda mi lealtad y mi cariño, asimismo a los pequeños, al Sandro tan engreído, al Sigfrido tan huraño, siempre metido debajo del escritorio, y por último a ese que le hace caer la baba a su padre al muy gordo y rico José Carlitos. Abrace a su madre, a Julio César, a los camaradas linotipistas que tanto los embromé con Guerrilla, a todos, a todos, y siempre a Usted mi entusiasmo y mi fe
Blanca Luz

Blanca Luz Brum

Carta de Blanca Luz Brum, 13/5/[1929]

Buenos Aires, 13 de mayo [de 1929]
Queridísimo Mariátegui
hace no sé cuántos años que no sé nada de Ud. estoy casi enojada.
dígame si no recibe mis cartas y mis poemas. ahora le envío otro. yo no quiero que Amauta me olvide; Yo estoy celosa. Tengo cosas interesantes que chismearles pero temo no las reciba.
tengo una carta de Serafín Delmar muy estúpida y muy envenenada contra ustedes. A mí me da asco esa gente que viene sembrando la discordia sistemáticamente, debe Usted estar alerta. Nosotros somos más que nunca suyos su espíritu es motivo de admiración casi religiosa para mí, yo soy brutalmente mariateguista—
hasta que me muera y después de muerta en Eduardo, mi hijo.
lo respeto y lo admiro profundamente. nunca sentí la presencia de un espíritu tan fuerte y hermoso como el suyo, tiene yo no sé qué cosa superior y extraña, algo de santo guerrero, perdone estas expansiones mías pero quiero que sienta nuestra adhesión verdadera y sangrienta por sobre todas las canalladas y las envidias ¿recibió Guerrilla? mandé 50 ejemplares, dirigidos a minerva con un sobre de camauflage. ¿qué es el apra? yo no lo entiendo ni quiero entenderlo. yo soy revolucionaria sin cartelito— ¡Saludos! hermano
Blanca Luz

Blanca Luz Brum

Carta de César Falcón, 10/12/1926

26, Bellevue Road,
West Ealing,
London, W.13.
10 de diciembre de 1926
Querido José Carlos:
Al fin he rescatado los originales de la novela y te los mando hoy mismo. Como verás, se trata de una cosa un poco antigua, aunque, en cierto modo, un poco nueva también. Quería hacerle un prólogo polémico. Pero me ha cogido en un momento en el cual estoy verdaderamente abrumado y me veo obligado por fuerza a dejarla sin él. Publícala como está. Hazme el favor de corregir atentamente las pruebas, porque seguramente las cuartillas están llenas de errores y faltas.
Dime cuántos ejemplares puedes mandar para la venta en España. Dímelo enseguida para, si tú no tienes agente, gestionar yo la agencia de alguien. y no me lo digas sólo por este libro, sino por todos los de tu editorial. Yo puedo ponerte en contacto con un amigo mío para el caso.
Sigo sin recibir carta tuya y, naturalmente, la reclamo.
Continúan los preparativos de Historia Nueva, no tan rápidamente como quisiera porque me lo impide la lentitud hispanoamericana.
Pronto te escribiré con más extensión.
¿Cuándo, más o menos, estará impresa la novela?
Recuerdos cariñosos de mi mujer y para la tuya y tus niños.
Te abraza fraternalmente
César

Falcón, César

Carta de César Falcón, 27/4/1929

Madrid, 27 de abril de 1929
Mi querido amigo:
Adjunto tengo el gusto de enviarle el folleto expositivo de la Sociedad Anónima Historia Nueva, en la cual hemos convertido nuestra primitiva empresa. No necesito explicarle a Ud. los detalles de la organización y sus finalidades, porque todos ellos están puntualmente explicados y definidos en el folleto. Sólo le ruego prestarle un poco de atención e interesarse en el propósito.
Nosotros queremos repartir equitativamente la suscripción de acciones entre nuestros amigos de todos los países hispanoamericanos para hacer de este modo una empresa esencialmente hispánica, no sólo en sus tendencias ideológicas y en su labor literaria, sino también en su constitución económica. Con esta misma tendencia hemos solicitado el concurso para formar el Consejo Administrativo, junto a personalidades españolas tan eminentes y tan vinculadas a nosotros espiritualmente como Gregorio Marañón y Luis Jiménez de Asúa, a figuras hispanoamericanas tan sobresalientes y representativas como Manuel Ugarte y Enrique González Martínez, ministro de Méjico en España.
Con este fin, me permito invitarle a Ud. a suscribir acciones y colaborar así con nosotros en nuestro empeño. Le ruego contestarme cuanto antes, pues la suscripción está ya muy avanzada y sólo tenemos disponibles las acciones que hemos reservado para el Perú.
César Falcón

Falcón, César

Carta de César Falcón, 5/11/1926

26, Bellevue Road,
West Ealing,
London, W.13.
5 de noviembre de 1926
Querido José Carlos:
Acabo de recibir tu carta del diez de octubre y, como ves, la contesto enseguida. No tenía la menor noticia de tu enfermedad. Yo te creía completamente libre de las contrariedades de la cirugía y no puedes imaginarte con cuanto dolor y con cuánta desesperación me he enterado de tus padecimientos. Aunque sean insignificantes, comparados con el percance anterior, a mí me afligen mucho, y más todavía, porque no estoy junto a ti.
Pero ya tengo formado un propósito indeclinable. Voy a poner en pie Historia Nueva e inmediatamente, el año próximo, iré al Perú. No sé si es defecto de crítica o mi propia desesperación, pero todas nuestras cosas - tu salud, nuestras ideas, el plan para realizarlas- me parecen muy mal organizadas ahí. Quiero ir para contribuir a ponerlas un poco [en] orden. Sobre todo. para poner un poco en orden tu salud. Yo también creo en la inconveniencia del clima de Lima. Desde aquí, sin embargo, no puedo hacer nada. Si mis esfuerzos logran una mediana eficacia, el próximo agosto estaré contigo.
La organización de Historia Nueva me exige un trabajo desaforado y desesperante. Mi empeño de construir un grupo de redactores y colaboradores -en realidad, un grupo político- en cada país va realizándose, mas con la lentitud inevitable por la distancia. Ahora estoy esperando las respuestas de las personas a quienes hemos nombrado redactores. Ya le he escrito, por indicación de Gustavo Navarro, un boliviano disfrazado con el extravagante nombre de Tristán Maroff- a Gustavo Otero y en el Ecuador al doctor Jaramillo. Entretanto, estamos enviando circulares de propaganda a los diarios. Esto es muy lento, porque se trata de abastecer a cerca de dos mil periódicos.
Espero terminar la organización en estos dos últimos meses del año y poner manos al periódico en los primeros del próximo. Una vez hecho el periódico, dos meses me bastarán para establecer una rutina transitoria y marchar al Perú.
Te mandaré, como te lo he dicho ya, constantes artículos para Amauta. El desarrollo de Amauta me interesa mucho, porque, aparte su utilidad en el Perú, él e Historia Nueva pueden ser la base de un proyecto de Federación de nuestros periódicos cuyo desarrollo verás en el plan general de H.N.
Dentro de unos días te enviaré el ensayo sobre el indigenismo. Lo estoy escribiendo sin preocuparme de su extensión, pero tú puedes publicarlo en uno o más números, como te parezca.
Otra de mis desesperaciones es la informalidad de ese maldito Caro-Raggio de Madrid. Todavía no he logrado arrancarle los origina­les de mi novela. Escribo cartas y cartas y no logro nada. Pero si dentro pocos días no me los devuelve, le encargaré la gestión a un amigo abogado.
Mis trabajos ahora son verdaderamente abrumadores, no tanto por cuanto hago, sino por cuanto no puedo hacer. Debo escribir una enormidad de artículos al mes y esto me quita tiempo y humor para otras cosas. Mi mujer también trabaja sin descanso y me ayuda mucho. El único ser holgazán, despreocupado y feliz es mi hijo.
Mis mejores recuerdos para Anita y tus hijos. lo mismo de mi mujer y el ciudadano Mayo.
Te abraza fraternalmente
César
Mi mujer me encarga ofrecerte en su nombre un cuadro suyo para tu despacho. Tan pronto termine te lo enviaremos.

Falcón, César

Carta de César Miró, 2/7/1928

Buenos Aires, 2 de julio de 1928
Mi querido y gran José Carlos:
Hace tiempo que deseaba escribirle, pero trabajamos mucho. No tengo el menor tiempo para dedicar ni siquiera a mis cartas. Renovación, Guerrilla y otras inquietudes, me quitan hasta las horas de descanso.
Hace dos o tres días que llegaron noticias suyas. Una carta para Seoane y otra para Blanca Luz. En las dos ofrecía usted escribirnos a Cisneros y a mí, pero hasta ahora no han llegado sus cartas. Perdone mi vehemencia, pero temo que se hayan perdido esas cartas.
¿Cómo está? Nos preocupa bastante su salud. Supimos de su enfermedad primero por Amauta y luego por las noticias de Ud. Pensamos seriamente que Ud. debe venir. Es necesario que Ud. venga. Pero, pensamos que debe hacer mucha falta allí. Gran incertidumbre es ésta. ¿Qué sería si Ud. faltase en el Perú? De todos modos, si su salud necesita este sacrificio, es necesario hacerlo. La Revolución necesita de Ud. y esto es lo principal. No importa el lugar en que Ud. se encuentre. Lo esencial es que se restablezca completamente para poder dirigir nuestro timón.
Le escribo a velocidad. Sin detenerme casi; medio loco de urgencia. De todos modos dentro de poco le escribiré largo dándole noticia de nuestras actividades, y yo, particularmente, de todas mis inquietudes. Ud. me permitirá esto. Me haría mucho bien.
Le adjunto un artículo sobre un libro interesantísimo de Epstein que Ud. debe conocer, pero que puede interesar en Lima. Abrace muy cariñosamente a sus hijos. Los recuerdo con toda mi emoción. Un gran saludo a su buena compañera Anita. ¿Recibió Guerrilla No. 6?
Un apretón sincerísimo de
Miró Quesada

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta de César Miró, 27/9/1929

París, 27 de setiembre de 1929
Querido José Carlos:
He esperado desde hace tiempo noticias suyas y no sé a qué atribuir este largo olvido en que me tienen todos en Lima. No recibo desde hace largos meses ni una sola carta que me diga algo de Ud., de Amauta, de nuestra Amauta. No sé tampoco si llegaría en su poder mi libro, que le envié tan luego pude disponer de un ejemplar. En carne propia he sentido por primera vez esa cruel tiranía de los editores.
El Inca, ofreciéndome las condiciones más ventajosas, sólo me ha dado derecho al 10% de la edición.
Supongo que habrá tenido Ud. noticia del raid Montevideo-México realizado por Blanca Luz, así como de nuestra separación que, aunque data de una fecha menos lejana, no habíamos querido anunciar a nadie aún. Hace en estos días precisamente un año que resolvimos, con toda la serenidad que el caso requería, orientar nuestras vidas en diferentes direcciones, ya que no nuestras ideas.
Hoy, en París, creo que ha sido una verdadera y acertadísima solución en favor de nuestra inquieta bohemia de 20 años. Así hemos de vivir con más hondura, tal vez.
He visto a Bazán y a Heysen. Ravines no está en París y Jorge Seoane volverá de Avignon en estos días. He llegado solo y se me ha recibido con soledad. Bazán vive en Chaville, a dos horas de París, y por esta causa no es fácil verlo con frecuencia.
Consuelo Lemetayer y Laura Rodig me encargan un saludo muy cariñoso para U. Le adjunto un artículo sobre esta última y algunas reproducciones de sus obras. Me pide Consuelo que le diga que ha recibido su carta, así como la que va dirigida a Ravines. Le contestará en estos días. Me dice también que ha conseguido algunas suscripciones para Chile que le enviará. A propósito, si Ud. me autoriza, puedo gestionarle yo también la difusión de Amauta entre el elemento latino-americano. Me encantaría poder ayudarlo y contribuir, aunque sólo sea en una forma pequeña, en la labor de colocar Amauta en el lugar que le corresponde.
Entrevisté a Barbusse hace algunos días en la redacción de Monde. Me habló entusiásticamente de Ud. y de Amauta. La próxima semana partirá nuevamente hacia Moscú. No le envío el artículo porque se publicará en El Comercio (tal vez), aunque me temo que esta gente me corte las alas uno de estos días.—Escríbame al Consulado. No me olvide. Me produciría un dolor enorme pensar que su relación conmigo no sea sino un reflejo del afecto que tiene por Blanca Luz. Tenga fe en mí que ya estoy hecho. Ahora tengo un poco más de 20 años y un mucho más de vida. Y créame, sinceramente, que he pensado más de una vez en volver a Lima para trabajar al lado de Ud. Dé mis recuerdos a Anita. Bese a sus chicos.
Lo abraza su compañero
César Alfredo

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta de Clodoaldo Alberto Espinoza Bravo, 24/1/1930

Jauja, 24 de enero de 1930
A
José Carlos Mariátegui
Lima
Mi gran a.i.c:
Su carta, de fecha 14, del corriente, acaba de entregármela el c. Monge. Por su contenido veo que no ha recibido mi última. Tan luego fue en mis manos la copia de la carta que dirigía U. a un c. en Europa, la hice conocer a los que debían de conocerla. Ahora se halla en poder, desde hace algunas semanas, del a. A. Solis. Sin tardanza acúsele recibo. Me sorprende que no haya llegado a su destino.
Me ha tenido y me tiene esperando anhelosamente la carta contestación , sobre la que recibiera y sobre la que me alude Ud. con interesantes opiniones. Espero lo más pronto pueda escribirme sobre los puntos, materia de mi consulta.
Con un cariñoso fraternal abrazo, suyo.
C. Alberto Espinoza Bravo

Espinoza Bravo, Clodoaldo Alberto

Carta de Earle K. James A, 25/10/1928

New York, 25 de octubre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui,
Director, Amauta,
Sagástegui 669, Lima, Perú.
Distinguido señor:
Mi señora, Concha Romero de James, me escribió acerca los momentos tan agradables que pasó en compañía de Ud. al pasar por Lima en viaje a Chile. He tenido, también, el gusto de conocer su revista, la cual admiro. Ahora que estoy encargado de una columna sobre literatura hispano-americana para el diario The New York Times, creo poder hacer más para dar a conocer en este país las letras de nuestros países. Hasta ahora se han comentado principalmente libros argentinos, chilenos, y mexicanos. Estoy deseoso de conocer más de lo que se está haciendo en el Perú, especialmente entre la generación nueva, y si Ud. puede pedirle a amigos escritores suyos que me manden copias de sus obras recientes, o darme la dirección de algunas casas editoras para escribirles acerca de esto, se lo agradeceré muchísimo.
Agradeciéndole su atención a mi señora cuando estuvo allí, y esperando me pueda ayudar a dar a conocer las letras peruanas, me es muy grato suscribirme de Ud.,
Su atto. y S.S.,
Earle K. James

James, Earle K.

Carta de Eduardo Barrios, 7/4/1927

Santiago de Chile, 7 de abril de 1927
Señor
José Carlos Mariátegui,
Lima
Mi buen amigo:
Muchas atenciones le debo y muy obligado estoy por ellas a escribirle una larga carta. Créame que es ésta una de mis preocupaciones constantes. Pero mis tareas del último par de años me han vedado todos los placeres y el cumplimiento de muchas obligaciones personales. Primero, tuve que organizar el servicio de propiedad intelectual, y luego, con mi nombramiento de Director General de Bibliotecas Públicas y de la Biblioteca Nacional, hube de emprender la reorganización de estos servicios; en lo cual me encuentro aún, sin saber cuándo terminará. Le ruego, pues, excusarme por la deuda y de excusar todavía más, que ahora le escriba para solicitarle otro servicio. Carecemos aquí de cuanto habla de la actual cultura peruana, y todo dato impreso relativo a los progresos del Perú; y yo deseo que al menos, nuestra Biblioteca Nacional reciba algunos libros y periódicos que representen el pensamiento de ustedes. Amauta y Guerrilla, que leo de punta a cabo, serían espléndidas adquisiciones. ¿Podría Ud., aunque fuera suprimiendo mi envío personal, remitir esos periódicos a la Biblioteca, desde sus primeros números? Quisiera coleccionarlos y mantenerlos a la mano para los lectores. Hay aquí, por lo demás, muchos peruanos que buscan novedades de su patria en nuestros salones de lectura. Esos y otros periódicos, como asimismo muchos libros actuales, harían en el espíritu de los chilenos estudiosos mucho mejor obra que cuanto emprenden los gobiernos con procedimientos ineficaces a causa de su descarado interés o mal encubierta tendencia. Yo, que conozco el Perú, que he vivido en Lima, que participo del carácter de Uds. en muchos aspectos, sé qué resultados daría esta comprensión y espero efectuar alguna siembra de porvenir si hago traer acá un poco del cerebro juvenil peruano. Le ruego recomendar a los escritores que me envíen sus libros, y a los editores o directores, sus periódicos. ¿Será mucha presunción?
Ya le escribiré largo, como le digo. Acaso éste sea el principio de la correspondencia que debe existir entre nosotros. Entre tanto, un cordial apretón de manos de su amigo
Ed. Barrios
s/c Eduardo Barrios, Biblioteca Nacional Santiago de Chile.

Barrios, Eduardo

Carta de Elvira García y García,24/11/1925

Lima, 24 de noviembre de 1925
Muy distinguido señor y amigo:
Tiempo ha que deseaba remitir a Ud. a mis obras y ponerme a sus órdenes; pero quería hacerlo personalmente, porque un deber de compañerismo me atraía hacía el amigo, que sufre cruel dolencia , ocupaciones implazables, extraordinarias y cotidianas, me privan en ocasiones de toda libertad, restándome hasta estas compensaciones espirituales, sin las cuales, poco tenemos que agradecerle a la vida.. Mientras satisfago el vivo deseo de buscar a U. para sentir la palabra de U, que tanto admiro y aplaudo, a través de su brillante pluma, me permito el obsequiarle los libros que he escrito últimamente, y que no presentan, sino un tanto de la experiencia adquirida en la ardua tarea de modelar el alma dela mujer.
Creo que con este motivo, quedará rota la muralla de nieve que nos separaba, y que me sentiré muy honrada, si acepta que le considere en el número de mis amigos.
Créame es muy muy affma amiga y SSS
Al señor D. José Carlos Mariátegui

García y García, Elvira

Carta de Emilio R. Delgado, 17/10/1929

San Juan, Puerto Rico, 17 de octubre de 1929
C. José Carlos Mariátegui:
Acabo de recibir la colección de Amauta que usted tan generosamente me envía. No hallo palabras para agradecerle ese gran favor que yo espero responder algún día.
Salgo en estos momentos para Cuba y de allí caeré en Buenos Aires. Posiblemente lo abrace en el Perú.
No me remita Amauta hasta nuevo aviso.
La compañera Magda ha hecho en Puerto Rico y Sto. Domingo una campaña formidable que dejó huellas profundas. Una prueba es que yo salgo casi echado de mi país por ‘subversivo’.
Mi admiración y adhesión a usted en la magna obra continental latinoamericana.
Emilio R. Delgado

Delgado, Emilio R.

Carta de Enrique Delahoza y Nicolás Gamolín, 10/12/1927

La Habana, 10 de diciembre de 1927
Comp. José Carlos Mariátegui
Perú
Camarada:
Por distinto conductos le hemos remitido ejemplares de nuestro primer número de Atuei y por los mismos le remitiremos mañana, ejemplares del segundo número. Nuestra revista, como habrá visto, levanta nuevamente la bandera antiimperialista que otras manos dejaron caer al iniciarse la reacción que llevó a sus paisanos y a muchos cubanos a la cárcel e hizo que centenares se escondieran para evitar aquella.
Somos soldados del Apra y el segundo número se lo dirá mejor que esta carta. Estamos convencido de que la visión de Haya sobre la lucha es la más acertada y consagramos todas nuestras energías a la propaganda de sus ideales que esperamos hacer triunfar en Cuba.
Nuestras relaciones con el grupo de desterrados peruanos son estrechísimas y constantes. Ellos nos dicen que la han informado sobre este extremo y que podemos escribirle pidiéndole colaboración para la revista. Mándenos querido camarada algo sobre la Conferencia Pan-Americana, pero mándenoslo enseguida. En Cuba la cobardía es general y todo el mundo niega colaboración concretando su oposición a la tiranía en simples murmullos. Necesitamos voces recias: la suya es una.
Y escríbanos además dándonos consejos. Necesitamos de ellos. Necesitamos estar relacionados, íntimamente relacionados.
Suyo, apristamente.
E. Delahoza.
N. Gamolín

Delahoza, Enrique

Carta de Esperanza Velásquez Bringas, 11/5/1928

México, D.F., 11 de mayo de 1928

Señor doctor don
José Carlos Mariátegui
Correos Casilla 2107
Lima - Perú.

Deseando tener completa nuestra información acerca de los escritores, artistas y universitarios de Hispanoamérica y España, me atrevo a enviar a usted el cuestionario que deseamos nos devuelva lo más pronto posible.
Le estimaría se sirva dirigirse a la Sección de Bibliografía y Revistas de este Departamento de Bibliotecas, Secretaría de Educación Pública, México, D.F., tomando en consideración que esos datos los necesitamos para el segundo volumen de la obra Índice de Escritores que está editando la Casa Herrero Hnos., (Av. 5 de mayo 59) de esta capital. El primer volumen está ya en prensa y espero que circulará en todo este mes.
Anticipándole las gracias por su deferente respuesta, me es grato suscribirme de usted con mi consideración muy distinguida.
SUFRAGIO EFECTIVO. NO REELECCIÓN.
Jefe de Departamento.

E. V. Bringas
Esperanza Velázquez Bringas

Velázquez Bringas, Esperanza

Carta de Esteban Pavletich, 15/7/1928

San Salvador, El Salvador, 15 de julio de 1928
Para José Carlos Mariátegui
en Lima - Perú.
Gran camarada:
Por dos ocasiones le he escrito desde el campamento aprovechando de una de ellas para enviarle el saludo prometido. —Lo hice a través del fino Froylán Turcios en original y copia— Grato me sería saber que llegó a su poder.—
Tuve deseos fervientes de escribirle desde Honduras— la inquietud e intranquilidad consecuentes a la persecución policial de que se me hizo objeto no lo permitieron.
Permaneceré en El Salvador el tiempo preciso para dar culminación a Sandino, para cuya edición —de serme económicamente posible— me trasladaré a Buenos Aires.—
No me olvide para sus cartas y no me olvide para Amauta, harto desconocida aquí.—
Fraternalmente
Esteban
c/o. Alberto Masferrer.
Calle Delgado 84.—
San Salvador.— El Salvador.—
(El nombre del remitente no es completo, solo se puede observar el nombre mas no el apellido)

Pavletich, Esteban

Carta de Felix del Valle, 22/6/1926

El documento se encuentra incompleto por lo tanto solo puede resumir lo siguiente:
Manifiesta su desacuerdo con la premiación hacia una persona que no se puede definir quién es.

Valle, Félix del

Carta de Felix del Valle, 30/1/1927

Madrid, 30 de enero de 1927
Querido Mariátegui:
Jamás me he encontrado en una situación de miseria como la que estoy pasando. Rada y Gamio me ha suprimido la asignación, súbitamente, en pleno invierno europeo, haciéndome pasar los días con hambre y con frío. Este mes de Enero, el más terrible de Madrid, no lo olvidaré nunca. Vivo peor que el más abandonado de los hombres. En un cuarto en que no me es posible siquiera escribir porque las manos se me entumecen de frío; almorzando, cuando puedo, un solo plato. No tengo a quien pedirle nada; además, en Europa, Ud. lo sabe, no hay quien dé nada. La lucha por la vida es cada vez más horrible y está cada vez más cruelmente planteada.
El año anterior fui a París: Una enfermedad al estómago que, para colmo de mis infortunios, ha reaparecido ahora, debido a las malas y deficientes alimentaciones, exigió tal viaje. Los médicos de Madrid consideraban indispensable una operación; los amigos me aconsejaban que fuera a París, donde un especialista famoso. Y fui. Éste me curó, apurando, además, que era innecesaria la operación y que para evitarla definitivamente, precisaba que me sometiera, durante mucho tiempo, a un régimen estricto. Suponga Ud. lo que ha significado económicamente ese viaje. A Belmonte, que es aquí, mejor que un hermano para mí, le debo tal vez mi salvación. Ya no le puedo pedir más. Por otra parte siempre está viajando y es difícil verlo. Antes como tenía teléfono la casa en que yo vivía me llamaba a menudo, ahora no le he dado siquiera la dirección de mi cuarto porque me parecería demasiado deberle más de lo que le debo.
Con El Sol estoy mal, aunque es posible que en estos días transija y Ortega me arregíe uno o dos artículos al mes. Esto no resuelve nada tampoco. Pagan una miseria. En Prensa Gráfica tendré que colaborar, a pesar de que ello es mal visto. Pagan tres duros por artículo, cuando pagan, y tienen todas las plazas ocupadas. Gratis es fácil colaborar en todos los periódicos. Pero ello, como Ud. comprende, no es aliciente para mí que no pretendo regresar ‘triunfante’ a ninguna parte. Quiero únicamente vivir de mi trabajo.
La actitud de Alfredo Piedra me desconcierta. Eduardo Leguía, el ministro del Perú aquí, le ha hecho un cable. Yo, otro. A mi familia le ha dicho que no puede hacer nada por mí. No le creo. Si está mal con Rada está bien con el Presidente y la pensión que a mí me enviaban no grava un presupuesto. Sobre todo cuando aquí mismo hay dos propagandistas que no conocen a nadie ni saben nada percibiendo ochenta libras uno y cuarenta y cinco, otro.
Alfredo no ha contestado a ninguno de esos cables. A mí no me extraña ya nada, querido Mariátegui. Lo siento más que por mí, aunque no esté en edad de soportar miserias, por mis pobres hermanas huérfanas. Piedra al salir de El Comercio me dijo que se hacía responsable de mi porvenir. Bastante me ha servido, pero no lo suficiente, para dejarme en un estado de perfección. En el momento en que más lo necesito, cuando sano ya, libre de la tara que en mí dejó el vicio, cuando es el momento de estudiar y de aprovechar siquiera dos años más de Europa, me abandona. Véalo Ud., si puede, y expóngale mi situación. Ud. sabía hablarle; yo, ahora, no sé ni cómo le escribo.
Dígale que no me haga pasar por la humillación de pedirle algo a El Comercio. Si ve Ud. que nada se puede conseguir de él, le ruego, querido Mariátegui, que busque a Óscar Miró Quesada y le pida a mi nombre seis u ocho libras mensuales, seguras, firmes, por dos o tres artículos al mes para El Comercio. Creo que Óscar y don Aurelio me quieren. De aquél tengo recibidas numerosas pruebas de afecto y del hijo de don Aurelio, a quien tuve el gusto de pasear en Madrid, también.
A este recurso sólo acudirá Ud. en último extremo, cuando se cerciore de que Alfredo no quiere hacer nada por mí.
Mientras tanto le envío 6 crónicas escritas todas en un mismo día, aquí y allá, donde me lo ha permitido el frío y el hambre. Véndalas Ud. lo mejor que pueda. A Vegas dígale que le pague bien y que me insinúe qué es lo que quiere que le envíe, siempre por intermedio de Ud. Desde ahora, querido Mariátegui, le encargo a Ud. que me coloque mis crónicas. Hay mucha informalidad en Lima. El pobre Vallejo pasa en París miserias sin cuento y si no fuera por una beca que tiene aquí, en la Facultad de Jurisprudencia, y que le da 300 o 400 pesetas mensuales, se moriría de hambre: estaría como yo.
Por eso le ruego otra vez que venda enseguida las crónicas que le mando. Si saca Ud. por ellas más de diez libras avíseme por cable la remisión del dinero en esta forma: Valle Lipria, Madrid. Recoja.
No necesita Ud. firmar. Ya sabría de lo que se trataba. Elija Ud. el Banco Alemán siempre. 200 o 300 pesetas remitidas inmediatamente, a los dos o tres días de que estas crónicas estén en su poder, equivale a que no me echen del cuarto en que vivo y a que coma unos cuantos días. Entonces podré escribir, sobre todo para Amauta, que es una revista formidable. Aquí le consideran mucho. Guillermo de Torre me ha pedido su libro, La Escena Contemporánea, para escribir sobre él. Yo no le conozco personalmente, pero se lo he enviado con un amigo de ambos. La Libertad se ha ocupado de Amauta y, en general, tiene ambiente, en este pequeñísimo ambiente intelectual de Madrid, donde Sassone ‘triunfa’...!
Con Falcón nos escribimos a menudo. Sé que estuvo últimamente en París y Vallejo, en su último viaje, me dijo que iba a sacar allí una revista. Falcón trabaja mucho y se ha hecho. Es hoy un estupendo periodista. Me ha invitado a pasar un mes en su casa, en Londres... ¡Qué ironía!...
Al Perú no pienso regresar por ahora, aunque tampoco me quedaría otro invierno aquí. No tengo fuerzas físicas para ello. Me convendría estudiar, vivir alejado de lo que en Lima tanto daño me hizo, dos o tres años más. Que lo consiga depende del interés que Ud. se tome por mí. Si Ud. me asegura, a cambio de artículos, diez o quince libras mensuales permanacería aquí un par de años, escribiendo para ésa cuanto fuera necesario. Hágalo Ud., Mariátegui, hablando con quienes Ud. crea que son nuestros amigos en los periódicos o fuera de ellos.
A mis hermanas no podré ya darles nada. Les escribo diciéndoles que vayan a vivir con el hermano Amado, que también vive en la miseria. Qué caos, querido Mariátegui.
En fin, no quiero cansarle más. Sé que a Ud., tan ocupado, le impongo una tarea que le robará tiempo. Ya veré la forma de pagarle. Ud. siempre me ha sabido perdonar y yo siempre le he sabido querer.
Perdóneme Ud., una vez más, y reciba un fuerte abrazo de su amigo y compañero que tanto le extraña.
Félix del Valle
P.D. No creo que ninguno de estos artículos sirvan para Amauta. Le enviaré más adelante un artículo mensual para su gran revista.
Ahora venda Ud. los 6. Colóquelos y por cable gíremelos. Espero tener lo que sea a fines de Febrero. Es lo único con que cuento. Después me escribirá sobre lo que debo hacer para sumar, fijamente, las diez o quince libras mensuales que pretendo. Si puede Ud. conseguir algún adelanto sobre futuras crónicas englóbelo al giro.—V.
Habría querido dialogar con Ud., pero estoy sólo para monólogos vulgares. Una crónica puede Ud. venderla a Varela, la mona Clovis, para la Universidad.

Valle, Félix del

Carta de Félix del Valle, 6/12/1926

Madrid, 6 de diciembre de 1926
Querido Mariátegui:
Antes que estas líneas, que llevan mi afecto, supongo en su poder un artículo. Lo envié a mis hermanas porque supongo más seguridad en la dirección. Es un artículo vago, yo no puedo concretar, pero lleno de insinuaciones que subrayaré después. La nota exaltando un gesto de Leguía, además de ser justa, es, sobre todo, conveniente para mí. Urge que yo permanezca en Europa siquiera un par de años más. Y Ud. sabe que sin la asistencia del gobierno es imposible.
Le felicito por Amauta. Está muy bien, aunque, en su parte literaria, recargada de esa novedad sudamericana que, para ser buena, tiene que ser consciente, forzuda, y no tomada o pegada. Hay que precisar más y ‘literatizar’ menos. Ah, ¡si todos fueran como Ud. y Falcón! Adoro la novedad, siempre que quien la traiga no la ostente a la manera de un nuevo rico, que, en el fondo, es lo que está pasando entre nuestros jóvenes escritores. He visto varios ‘casos’ muy de cerca, aquí, en España. No me es posible conseguirle firmas para su revista. Yo no estoy vinculado a muchos escritores. Apenas si soy amigo de unos pocos. Además, España es campo muerto, es un museo, aunque le digan a Ud. lo contrario. Es el defecto que noto en Falcón, exceso de españolismo. Supongo que será por agradecimiento. Es una valla ésta, de tal fuerza, que no se puede traspasar sin exponerse a quedar al intemperie. Los pobres, los que vivimos de nuestro trabajo, aunque se tengan los grandes méritos de Falcón, no podemos nunca ser totalmente libres. Yo, por ejemplo, quisiera escribir para Amauta cosas que no puedo decir sin peligro de que el garbanzo se aleje de mi estómago, órgano grosero y dictador de nuestro ser. Con todo, le envío a Ud. en el próximo correo otro artículo para su periódico. Verá Ud. que yo ––para mis ‘intereses’ lo mejor sería permanecer en silencio–– me siento enlazado a Ud. por una solidaridad espiritual que no concluirá sino con nuestras vidas. Con Falcón —nos escribimos constantemente— dialogábamos por carta sobre esta solidaridad entre Ud., él y yo. Somos los tres económicamente más pobres de nuestra generación y, sobre cualquier divergencia episódica, hay algo entre nosotros que ahora se cristaliza. Hemos sufrido más que gozado. El yunque ha sido el mismo para los tres. Impidamos que sea igual para los pobres que vienen detrás con los mismos humanos anhelos de bien de que nosotros estamos poseídos.
El año próximo, que deseo mucho mejor para Ud. y su familia que los anteriores, comenzaré alguna labor en España. Ud. sabe que estaba desentrenado. Notará la diferencia entre los primeros artículos y los que vayan después. Pero sólo haré un par de novelitas cortas y unos cuantos artículos. Labor de captación de público, sobre todo. La obra que quiero la haré después a base de estudios, serios y profundos. Le tendré al corriente de todo. Algunos intelectuales españoles me han pedido su libro y va de mano en mano el único ejemplar que tengo. No quiero abrumarle con la cantidad de elogios que verbalmente me han hecho de su libro. Me han agradado y satisfecho más que si fueran dirigidos a mí. En el Perú, por mucho que lo estimen, no saben todavía bien lo que Ud. significa. Son, los nuestros, medios gaseosos y sólo se mantienen a sus anchas los que no tienen una sola idea de nada.
Mándeme Ud. cuanto crea que pueda interesarme. Poca literatura. Voy perdiendo la afición a ella y, como no se sea un gran literato, creo que mejor es alistarse en filas más provechosas para la guerra social que hay que acometer resueltamente.
Si Ud. ve a Alfredo Piedra ––¿está en buenas relaciones con él?–– dígale que precisa que me sostenga dos años más en Europa. Estoy en el momento de aprovecharlos, recuperada mi salud. No le hable de ideas, sí de sentimientos ya que, en verdad, yo estoy muy reconocido a él. Ud. no sabe lo generoso que ha sido conmigo. Con discreción háblele de mí y de que, el mejor beneficio que puede hacerme, es el de asegurarme un par de años en Europa. José Carlos, esto, la seguridad, es muy serio. Ud. ya sabe a cuánto se expone uno sin ella.
Mi familia me escribe, elogiando su conducta, con motivo de la muerte de mi pobre vieja. Es Ud. el único amigo mío que se ha acordado que tenía familia. Yo les he contestado que no hay que extrañarse de ello, ya que Ud. es el único amigo ––dándole toda su fuerza al vocablo–– que yo tengo allí. Los demás son amigos del ‘suelto’ de periódico. ¡Pobrecitos! Mis hermanas no pueden comprender esto.
En fin, querido Mariátegui, con deseos de que su salud mejore, de que Ud. viva cada vez mejor, se despide, por hoy, quien tanto le quiere y extraña.
Félix del Valle
P. D. El segundo número de Amauta no lo he recibido. Fui a París a hacerme ver del estómago. Espero regresar pronto y allí sí puedo conseguirle firmas ilustres. Mientras no le avise mi nueva dirección envíeme todo a Madrid.

Valle, Félix del

Carta de Filiberto Teusta Mori, 14/12/1927

Lima, 14 de diciembre de 1927
Señor,
José Carlos Mariátegui
Ciudad
Distinguido escritor:
Ya personalmente le participé mi proyecto de fundar en esta Ciudad, una revista titulada "LABOREMOS". Mis trabajos van avanzando, i el primer número saldrá en enero próximo.
Entre los intelectuales que he escogido para unirme a ellos, Ud. falta. Por eso me interesa saber con precisión si no rehusa Ud. colaborar en mi revista, que será tribuna de los hombres nuevos, que desean "crear un Perú nuevo".
Soy un soldado más, de las ideas nuevas; i estoy dispuesto a luchar i sacrificarme por todo lo que significa: renovación, avancismo; es decir, revolución.
¿Le parece a Ud. bueno o inapropiado el título de mi revista?
Como primer paso para formar una nueva conciencia popular en mi Departamento (Amazonas) pienso fundar: Una Biblioteca Pública; un Instituto de Enseñanza Popular, i una Asociación de Estudiantes Amazonenses, compuesta de todos los alumnos del Colegio i escuelas de ese Departamento. Tengo seguridad de triunfar. ¿Apoya Ud. este proyecto mío?
Saludándole afectuosamente me despido
Su atte i S. S.
Filiberto Teusta Mori.

Teusta Mori, Filiberto

Carta de Francisco García Calderón, 10/7/1926

París, 10 de julio de 1926
Francisco García Calderón agradece a U. el atento envío de su libro La Escena Contemporánea. Aprecia mucho la firmeza de su talento, su erudición y la elegancia de exposición.

García Calderón, Francisco

Carta de Gabriel C. del Mazo, 6/5/1927

Buenos Aires, 6 de mayo de 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Mi simpático amigo:
No debe extrañar Ud. el tratamiento. A través de Haya de la Torre y de los desterrados en Buenos Aires, de sus artículos en Claridad y en Córdoba primero, de su Escena Contemporánea después y de Amauta ahora, he aprendido a estimarle profundamente.
Esta carta de Juan Mantovani es un índice. Vea Ud. cómo él está convencido de nuestra frecuentación amistosa y la invoca ante Ud., como la invocó ante mí cuando hubo de pedirme que intercediera en favor de su colaboración a la obra de Nueva Era, revista representativa de nuestra izquierda pedagógica. No quise aclarar ante Mantovani porque estoy seguro de que, aun cuando no nos hayamos cambiado una línea ni un mensaje, nos une una verdadera simpatía; y no ha de ser la suya mayor de la que yo le profeso.
Ojalá esta misiva breve comience una vinculación epistolar que consolide nuestro afecto y sea útil a los fines de coordinar mejor nuestra actividad en el campo de la lucha social continental.
Con esos votos, le estrecho la mano y quedo a sus órdenes en la Argentina.
Gabriel del Mazo

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 18/12/1926

Canción del Árbol
(Poema proletario)
Tus frondas se incendian de sol
antorcha de la tierra cárdena
lección sangrienta en los amaneceres
eres el hermano de los hombres
transpiras todo el día árbol trabajador
como el hombre enrojecido de fraguas
lates de oraciones en la savia
tus ramas son madres que abrazan
si el dulce niño harapiento
se acerca en la rondalla
en las noches te astillas contra dios
que te hizo perfecto y esclavo
pero ya te libertas diariamente
y nos das la primavera florida
el trino matinal la fresca canción
arrancándote el callo de la raíz injusta
arribarás al porvenir
como el hombre que se habrá superado
para danza en el canto de la infinita alegría
lección sangrienta en los amaneceres
hermano del hombre
¡dos brazos extendidos al cielo
señalan el camino de la libertad!
Camarada secretario: A las nueve de la mañana recibí su amable esquela y las tres estoy dándole respuesta. Yo no habría acudido nunca a certamen literario alguno, a no ser por tratarse de hombres que me son afines por la fatiga diaria y la ilusión del ideal. De lejos acaso no estamos todavía de acuerdo. No importa. Hay una cosa que nos une: la dirección libertaria. Me apresuré a contestarle seducido por el concurso; ya le digo que los concursos siempre me son repugnantes.
Quiero que Ud. se informe que yo no acudo a su solicitud en condición de intelectual (en general yo no reconozco tales condiciones) sino como trabajador (no en sentido figurado y menos intelectual) auténtico, por origen, oficio y predilección del espíritu. Esto lo saben todos acá.
Por todo eso cumplo con mandarle INMEDIATAMENTE? SIN PREPARACIÓN INTELECTUAL, lo que es para mí una canción proletaria del árbol. Como U. no me indica las condiciones retóricas del himno, es que le envío esa en la forma atrabiliaria en que está concebida. Acaso el músico encuentre en canciones como esa dificultades; pero en el entendido que su arte sea académico. Si nuestros músicos son revolucionarios en la vida y en su arte, no hay temores. Dele U. pues la aplicación que le plazca; pero entodo casi es mi deseo que transmita U. a los trabajadores manuales que representa que mi contribución obedece enlos exclusio a responder a un llamado que me es familiar.
Me gusta que el jurado esté formado por trabajadores, pues así lo entiendo. La poesía no es ningún preparado que tenga especialización para que el trabajador no pueda discernir sobre su importancia ideológica y estética.
Apostado en la trinchera indígena, querido camarada, en U. abrazo a todos los trabajadores de esa ciudad.
De Ud, de corazón
Gamaliel Churata
Sábado, 18 de diciembre de 1926. Puno.

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 24/4/1929

Puno, 24 de abril de 1929
Querido compañero Mariátegui:
Debe usted estar extrañando mi silencio de tantos días. Pero es que la Vida, así, con mayúscula, sigue atacando mis izquierdas revolucionarias y se ha propuesto dejarme limpio el camino de todos los seres que eran mi legado de alegría. Ayer fue Teófano Churata, le siguió muy luego Qemensa Churata, mis hijos, y el 12 de abril a las cinco treintinueve minutos de la madrugada, Brunilda mi compañera, chiquilla que con quince años floridos vino desde Chile a pagar mi tributo a la tierra. Fácil es que piense que tanto golpe si me ha endurecido el cuero me ha puesto también muy dolorida el alma.
Esta la razón por que no di inmediata respuesta a su cariñosa carta, y por que, sobre todo, no he cumplido con pagar lo que debo. Entre nosotros cabe la confidencia y la anécdota. Estamos hechos para la lucha humana, y podemos, por tanto, regalarnos el secreto de las lágrimas y de las llagas. Crea, no obstante, que aunque con tanto retardo, voy a cumplir proletariamente con mi deber. Y ya le tengo dicho con esto todo.
Me cogió la muerte de mi mujer escribiendo un artículo, que por desgracia me salió excesivo, referente a una afirmación de Basadre en Variedades: “El Vanguardismo que acaso vive sus últimas horas”. Se lo enviaré muy luego para Amauta y usted lo publicará si le parece bueno.
Cuando tenga tiempo ensayaré tejer un estudio de lo que yo creo más fundamental en Eguren, esto es: su indianidad. El tema es temerario; pero así me agrada. Desde las primeras lecturas que gocé de este poeta, y ya ello corre para más de quince años, siempre lo sentí andino, por sobre la apabullante razón de su costeñismo. Claro que me robustezco en la presunción, y me halago pensando que podría decir mucho en ese sentido.
Amauta siempre inmejorable. ¡Cómo pudiera yo ayudarlo pronto! Pero, tenga paciencia. Acaso muy pronto me encuentre en posesión de algunos centavos, y entonces le probaré que mis protestas de fratemidad son sinceras. ¡Acaso, pronto!
Le abrazo con sumo cariño y le reitero el afecto y la adhesión.
Churata
Saludos a los compañeros.

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 30/7/1928

Puno, 30 de julio de 1928
Compañero Mariátegui:
Me causa mucha alegría saber que los médicos encuentran una forma definitiva de conjurar la enfermedad que tanto lo mortifica. Así ganaremos todos. Usted porque su obra podrá coronarse y nosotros que aprenderemos en ella.
Sí me informé por Babel de la edición de un ensayo suyo; y también leí en Vida Literaria de Bs. As. una referencia al mismo acontecimiento. Claro que ambas publicaciones se refieren a su obra con merecidos elogios.
Ahora estoy esperando recibir personalmente la remisión de Amauta, pues a nuestro querido Mamani lo ensoquillaron en el Cuartel, so pretexto de servicio de movilizables durante seis meses, con maniobras de llapa. De manera que mientras dura su ausencia voy a encomendarme del asunto. No obstante ordene usted que siempre rotulen los paquetes con el nombre de INOCENCIO MAMANI. Acabo de recibir un papel del dramaturgo en que me avisa el estado de sus cuentas; por manera que luego voy a liquidar. Ordene usted mientras tanto se remitan 20 ejemplares de Tempestad en los Andes, con toda la réclame posible. No será éste el último pedido. También se dignará decir se adjunte a ese este envío: l tomo Escena Contemporánea; 1 tomo El Nuevo Absoluto; 1 tomo, Kyra Kyralina, lo más pronto que se pueda.
Claro es que estamos esperando su artículo para el boletín. Tratándose de cosa sintética como esta hoja, no tiene usted que verse forzado a escribir mucho, con una página sería de sobra el honor y el provecho.
Voy a enviarle muy luego una ligera apreciación sobre José Malanca, pintor argentino, que actualmente hace pintura indoamericana, con destino a Sevilla. Se trata del pintor que creó la bandera Latino Americana del Apra, en Florencia. Es evidente que usted debe tener noticias de él. Un gran tipo de revolucionario. Este artículo irá acompañado de unas seis fotografías. Malanca visitará luego Lima con el objeto de conocer a los hombres y de exponer. Así tal nota tiene doble importancia para él; pero sobre todo comercial. En Lima no creo que sea posible esperar más.
Debo pedirle un favor en nombre de Alejandro, que se encuentra en las regiones de Carabaya, hace un mes aproximadamente. Y para ello tengo que preguntarle primeramente si personal o por medio de sus relaciones podría usted ejercer alguna influencia en el Gerente de la Caja de Depósitos y Consignaciones en favor de Alejandro. Como siempre esta consulta hecha con absoluta llaneza, espera una respuesta igualmente llana. Para fines ulteriores, entre mis planes estaría tener a Alejandro frente a la Jefatura de la Recaudadora, modo, usted comprende, de controlar la actividad del departamento. En fin, que ya le he dicho una gansada. Espero su respuesta, y mucho me alegrará que ésta viniera en sentido favorable y lo más pronto posible.
Anhelo, querido compañero, que se conserve usted bueno y que nos vengan pronto sus libros. Acabo de leer el libro de Sánchez sobre literatura peruana. Un monumento cíclico como debe ser una historia de la literatura de América, que eso es la del Perú, tiene a mi juicio, una intuición, aunque incompleta, en ese tomo de Sánchez. Falta el desarrollo, y hay que esperar.
Un gran abrazo y todo mi fervor porque la operación a que se va usted a someter, tenga éxito completo. Su compañero
Churata.

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta de Graziella Garbalosa, 26/12/1926

México, 26 de diciembre de 1926
a
José Carlos Mariátegui
en Lima, Perú
admirable conocido:
al comenzar quiero explicarle, por qué utilizo este papel de carta que comprara mi pequeña de ocho años. tengo prisa en escribirle, ya que mis intenciones, como suelen esfumarse rápidamente, me obligan a cogerlas al vuelo, si gusto de aprovecharlas un instante. hasta dentro de unos días no me traerán el papel de mi correspondencia y aprovecho en tanto el de mi chamaca. En casa de Jacobo Hurtwitz encontré un bonito número de Amauta, llevado por Esteban Pavletich, después de saboreado el contenido de la revista, decidí escribirle a Ud., mandándole una composición literaria.
Utilizo en ésta la pluma, debido a que resulta más fácil e indispensable, cuando se pertenece al sexo femenino, viajar acompañada de un estuche de gillette que con una portátil máquina de letras. Soy cubana y habanera (por si la curiosidad le azuza a conocer mi nacionalidad). tengo varios libros editados, novelas y versos; ¡feraz! no desmiento los efectos de la reverberante latitud geográfica donde me trajeron al mundo...
Descuido mucho el intercambio literario y el establecer saludables relaciones con los verdaderos paladines de la literatura.
Amauta logró cautivarme. disculpe Ud. la intención de sorprenderle con versos míos. gastrónoma de los más caros deseos hoy sufro de dispepsia psicológica. Tenga Ud. benevolencia para con el histérico apetito que despertara la sazón de los nuevos platos orientalizados, creaciones o condimentaciones de los actuales aedas, intuitivos del refinamiento asiático, el más complicado y sintético de los refinamientos.
Tonifico las buenas esperanzas de conocer a ese inmenso perú.
Ahora visito al México de los aztecas. mañana pasearé por Europa. después me llamará Montevideo, hasta que me detenga en el imperio de los incas.
Paréceme larga esta presentación. hasta mediado del año próximo viviré en el Hotel Princess Ave. Hidalgo n° 59; reciba Ud. la sencilla felicitación de s.s.s.
Graziell Garbalosa

Garbalosa, Graziella

Carta de Guillermo de Torre, 16/6/1929

Buenos Aires, 16 de junio de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui.
Mi querido amigo y admirado compañero:
Le agradezco mucho el envío de los últimos números de Amauta y de su magnífico y convincente libro 7 ensayos. Me ha sido grato volver a adquirir contacto con sus escritos y con su revista, de la que había perdido casi la pista —con excepción de algún número que encontré aquí en la librería de Samet— desde que dejé Madrid. Pues aunque le parezca extraño —y ésta es una simple observación, sin que pretenda complicarla con ningún argumento “meridiánico”— desde Madrid se tiene —el que quiere y puede tenerla— una visión más completa y global del movimiento literario de todos los países de América que desde Buenos Aires. Esto no quiere decir que desde aquí no se vean, a su vez, muchas cosas, y especialmente Europa, tan bien como por el espectroscopio de Keyserling...
No quiero decirle nada aún de su libro, porque sé que a Ud. no le satisfaría un elogio banal y porque antes quiero leer en su integridad todos los capítulos. Después si ningún colaborador de Síntesis (trabajo en La Nación, en su suplemento literario, como sabrá, pero allí apenas escribo con firma) se me anticipa —cosa no presumible— le haré ahí una nota efusiva.
Le agregaré que me han interesado mucho sus estudios sobre Defensa del marxismo. En unión de la lectura sincrónica de un libro recientísimo de Emmanuel Berl —Mort de la pensée bourgeoise se llama— han contribuido a despertarme una apetencia de curiosidad sobre un sector de ideas políticas, que yo antes— totalmente entregado a las de índole estética y filosófica— no creí poder ‘sentir’ de cerca. Así se lo he dicho a nuestro común amigo el uruguayo Morenza, felicitándole por el artículo que le ha dedicado a Ud. en La Cruz del Sur.
Si Amauta sigue publicándose —¿qué tal esas dificultades?— me gustará mandarle más adelante algo mío, con algún dibujo de mi esposa Norah Borges, de la que ya salió algo en esas páginas.
Enhorabuena por sus actividades y un saludo amistoso de su afmo.
Guillermo de Torre

Torre, Guillermo de

Carta de J. López Méndez, 17/12/1927

México, D.F., 17 de diciembre de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Director de la Revista Amauta.
Sagástegui 669.
Lima, Perú
Muy estimado señor:
En días pasados tuve el gusto de recibir la visita del Sr. Cox, y con él tuve una larga y agradable plática, en la que mucho hablamos de Ud. y de las grandes simpatías que se tiene en México por su obra.
Durante mucho tiempo he estado escribiendo a Ud. sin haber obtenido respuesta. Aquí se interesan mucho por la Revista. De los números que Ud. me mandó han quedado ejemplares sin vender debido a la irregularidad con que se reciben y a la suspensión de ella. Creo que si se reanuda se venderán esos ejemplares, pues repito, a Ud., que todo el mundo se interesa, pero siempre que aparezca con regularidad.
Leí en el Repertorio que Ud. se propone a toda costa sacar de nuevo la revista, y lo felicito. No deje Ud. de contarme entre sus agentes. Ojalá pudiera darme la exclusiva para la República Mexicana.
Por ahora solamente desearía recibir no más de cinco ejemplares.
Me intereso muy especialmente por los libros y le agradecería que me mandara un ejemplar de todos los que ha publicado hasta la fecha, la revista, del libro de Ud., dos o tres ejemplares. De todo nuevo libro, tres ejemplares y si es de verdadero mérito de muy buen autor, puede aumentarse el número a cuatro.
Lo saludo con todo afecto y desearía recibir sus letras, que son tan apreciables para mí.
También le estimaría que me diera toda clase de informes o datos bibliográficos acerca de libros, autores, revistas, novedades, etc.
Su afmo. atto. y S. S. que tanto la admira y estima
J. López Méndez

López Méndez, J.

Carta de Jacobo Dante y Oreste Plath

Le comunican sobre la propuesta de organizar una Representación de Escritores con el fin de poder reunir a los diversos autores y venderlas sus obras al público. Le explican cómo serán las condiciones y cómo puede participar.

Danke, Jacobo

Carta de Jorge Paz, [1929]

José Carlos Mariátegui
Casilla de Correo 2107
Lima.-Perú.-
Estimado camarada:
En mi carácter de corresponsal de EL TRABAJADOR LATINO AMERICANO, en México, al Caribe, Centro América y hasta los Estados Unidos, me he visto obligado a recabar datos sobre los asuntos más importantes, desde el punto de vista sindical. Como consecuencia de ellos, he visto, ya a mi paso por Nueva York, de regreso de Montevideo, la situación de los huelguistas de Gastonia. El asunto es importante.
He escrito varios artículos. Adjunto le envío este especial para Labor o Amauta, preferiría para Labor. Estoy traduciendo una serie de artículos del Labor Unity, referente al mismo asunto, pero con las nuevas trayectorias. En cuanto lo termine, sacaré de allí algunos datos nuevos para enviárselo a Ud.
Me parece que en el asunto de Gastonia debemos realizar una agitación muy extensa, que abarque y alcance a todo el proletariado de la América Latina, En las tesis de lucha contra la penetración imperialista del 4 congreso de la Internacional Sindical Roja, se ha establecido muy bien las relaciones que deben guardar los trabajadores de las metrópolis y de las colonias. Esta es una oportunidad magnífica, para poner en práctica esas tesis de resolución sobre la alianza de los dos proletariados como medio más eficaz de abatimiento del imperialismo yanqui.
Quería a la vez, pedirle su opinión respecto a los huelguistas de Gastonia (el artículo informativo que le adjunto puede servir, mas o menos para ilustrarte sobre el asunto), para traducirlo y remitirlo a los Estados Unidos, Upton Sinclair, John dos Passos, y otros escritores revolucionarios de los Estados Unidos han dado su opinión respecto de este doloroso asunto, que con serlo, no nos indica más que el principio de un periodo de fuerte agudización de lucha clasista en los Estados Unidos. La espero pues a la brevedad posible.
Tendría interés en releer el número de Labor en que se ha publicado el artículo de Ravines sobre el Thermidor de la revolución mexicana además de los números subsecuente. Puede remitirle a nombre de este sub-comité, a la dirección del epígrafe. Además, el folleto de Ricardo Martínez de la Torres el movimiento obrero en 1919; un trabajo suyo sobre el problema de la tierra publicado en uno de los interesantes números de Amauta.
En todo caso me urge de su valiosa opinión respecto de los huelguistas de Gastonia, ella se publicaría en Labor Defender (Rojo Interna).
Reciba un abrazo fraternal de su compañero.
Jorge Paz

Jorge Paz
Ado. Postal 377
México D.F.-

Paz, Jorge

Carta de José Eulogio Garrido Espinoza, 9/2/1930

Trujillo, 9 de febrero de 1930
Señor don Carlos Mariátegui
Lima
Distinguido amigo:
Lo saludo cordialmente.
La presente tiene por objeto presentarle al señor Luis Valle Goicochea, intelectual pundonoroso y de segura realización.
Si usted puede serle útil en algo se lo agradeceré bastante.
Hace mucho tiempo que no veo Amauta, Si le quedan algunos números atrasados mándemelos.
Para pronto he de mandarle algo para Amauta.
Con un cordial apreton de manos se despide su affo amigo.
José Eulogio Garrido.

Garrido Espinoza, José Eulogio

Carta de José María Eguren, 16/4/1928

16 de abril de 1928
Sr. Dn. José Carlos Mariátegui
Muy querido amigo:
Como sabrá por Núñez, a consecuencia de un golpe que me di, en la pista de Miraflores, me es imposible caminar. Mucho lo recuerdo, querido amigo, admirando en grado sumo su temple de alma y su intensa vida intelectual. Creo que no tendré el gusto de verlo en mucho tiempo, pero le escribiré con frecuencia.
Salude de mi parte a su familia y a los amigos, contésteme dos líneas y reciba un fuerte abrazo de su viejo amigo.
José M. Eguren
Le agradecería que me diera la dirección de Garro, si la tiene presente.

Eguren, José María

Carta de José María Eguren, 21/10/1921

Barranco, 21 de octubre de 1921
Querido amigo Mariátegui:
Como no sé con certeza el lugar donde se encuentra actualmente, le envío sólo estas breves líneas. Perdone la demora de esta carta; pero crea que yo no olvido a mis grandes amigos, y menos a Ud. a quien escribo con verdadero placer. Yo lo recuerdo con frecuencia, y espero recibir pronto alguna obra suya, que será maestra por su arte nativo y su conocimiento de los hombres, que ya lo tenía en estas tierras. Creo que una obra suya en estos tiempos de su vida, será muy artística; pues ha llevado Ud. el alma limeña delicada y profunda a estos ambientes magníficos de belleza. Mientras esto se cumple, envíeme sus producciones, especialmente poesías. Y reciba un fuerte abrazo de
José M. Eguren

Eguren, José María

Carta de José María Eguren, 29/10/1928

29 de octubre de 1928

Muy querido amigo Mariátegui

Contento con las noticias que me traen de su buena salud yo estoy muy mejor quizá si pueda ir en esta semana a Lima por un rato. Le mando las pruebas corregidas y una lista para la numeración de las composiciones. Sería bueno que suprimiera algunas. Todas las que juzgue innecesarias. Para no variar la lista, puede indicarle a los impresores las poesías que repare o devolvérmela corregida para arreglar la mía de manera que resulten iguales. Yo voy a seguir señalando conforme al duplicado que tengo si no dispone otra forma. Ya ve que esta carta va resultando algebraica. Le pido que me dé noticias de Blanca Luz (Zero) porque voy a escribir al Uruguay. Lo mismo que de Nomi; pues no viene; creo que le ha tomado miedo a Núñez.
¿Qué le parece la revista de Hidalgo? Creo que promete. ¿Qué novedades le han llegado de arte nuevo? Lo felicito, pues lo que opinó Ud. del vanguardismo en sus comienzos, va resultando exacto.
Pronto tendré el gusto de verlo y de repetir mis visitas de las tardes. Salude a su familia de mi parte y reciba un fuerte abrazo.
José M. Eguren

Eguren, José María

Carta de José María Eguren, 30/4/1928

Barranco, 30 de abril de 1928
Muy querido amigo Mariátegui:
Me ha dado gran contento su mejoría. Sé que no tiene fiebre y que recibe en su escritorio, donde desearía verlo pronto. Yo sigo sin novedad, mejorando lentamente y viajando con el pensamiento. He colocado cerca de mi cama un sofá largo, que llega al extremo del cuarto y me permite hacer una gimnástica travesía al escritorio y al estante. Tengo al alcance de las manos una carpeta con útiles de escribir y una caja de colores. Con ella pinto mis recuerdos y algunos motivos que, como le dije, había soñado pintar antaño. Sin pretensiones— Traverso dice que hago poesía con el pincel— No tanto— y no ilustro mis versos por no limitarlos. Pronto verá mis acuarelas imaginadas: las caritas amables y la noche de las quimeras. Le devuelvo el libro de Pirandello, voy a principiar el Nocturno. Luego hablaremos de estas lecturas. Su carta me ha encantado, la guardaré como una joya, como una música noble. No le escribo largamente por no fatigarlo; mi correspondencia será constante. Escríbame dos líneas, y reciba un fuerte abrazo
José M. Eguren

Eguren, José María

Carta de José María Eguren, 31/8/1928

31 de agosto de 1928
Muy querido amigo José Carlos:
Agradecidísimos con los conceptos que nos dedica en Variedades a mi hermano Jorge y a mí. Usted siempre tan fino y tan buen amigo. Además del avance crítico que manifiesta en todos sus escritos de literatura y arte, tiene Ud. la gran memoria de no cambiar una frase o una palabra de una conversación de antaño. Siempre con igual justeza. Verdaderamente que prefiero el arte de Italia, la nación maestra, y Ud. contribuye a hacérmela amar con sus conversaciones y con sus libros. Leo 900 hasta la última línea y sigo encantado de Bontempelli de quien se diría que busca un misterio melodioso. Núñez me dio su encargo. Envíeme las pruebas si las tiene
Siento no estar bien todavía y no poder trasladarme a Lima por ahora. Para mayor facilidad hable con mi sobrina María que me comunicará cualquier indicación que Ud. crea conveniente. Llámela al 2750, Lima.
Le devuelvo 900, Valoraciones y el libro de Gómez de la Serna, y deseándole la mejor salud y ventura le envío un fuerte abrazo.
José

Eguren, José María

Carta de José María López Mezquita, 25/1/1928

Lima, 25 de enero de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui.
Ciudad.
Muy distinguido señor:
Teniendo encargo de The Hispanic Society of America de Nueva York de reunir para su colección de fotografías con autógrafo dedicadas a dicha entidad las de las personalidades literarias más destacadas de los países Sud-Americanos que visito, le quedaré muy reconocido si se digna enviarme la suya (en el plazo más breve que le sea posible) remitiéndola al Sr. Santos Chocano Argandoña 235 Lima.
Dándole las gracias anticipadas aprovecho esta oportunidad para ofrecerme de Ud. Atto. SS.
Q.E.S.M.
José M. López Mezquita

López Mezquita, José María

Carta de Juan C. Welker, 10/6/1929

Montevideo, 20 de junio de 1929
Gran compañero Mariátegui:
Cuando reciba ésta ya tendrá en su poder una carta de mi esposa en la que le anunciaba que se había hecho cargo de la página de arte de Justicia. También le hablaba del viaje de Blanca Luz, quien se embarcó para Méjico el viernes ppdo.
Hoy recibimos una carta suya para Blanca Luz. Como ella me dejó encargado de todos sus asuntos (económicos, morales e intelectuales) yo abrí la carta y me encontré con sus fotografías que se las enviaré a ella en cuanto me escriba dándome la dirección.
Tiene que mandarnos una foto a nosotros, gran compañero Mariátegui. Tanto mi compañera como yo tenemos una gran admiración y un gran afecto por usted y seguimos paso a paso su obra, que consideramos lo más importante que se hace en Suramérica.
A mí me encargó el partido, de organizar una gran biblioteca comunista. Seré su director, por lo tanto necesito que me envíen del Perú todos los libros que sea posible, para que nuestra biblioteca sea lo más completa posible.
Un gran abrazo de mi compañera y mío.
J. C. Welker
s/c José Benito Lamas 2918
(Pocitos)
Montevideo

Welker, Juan C.

Carta de Juan Chabas, [1928]

[Madrid, 1928]
Sr. Mariátegui
Lima-Perú
Mi querido amigo:
A mi regreso de Barcelona encontré en Madrid su libro y unos cuantos números de Amauta renacida. Mil gracias por el doble envío. Hojear la revista me ha producido una impresión de plenitud: muy bien el fervor y la documentación de esos fascículos. En Diario de Barcelona he publicado una nota extensa sobre ellos.
Para leer el libro espero a días de reposo y quietud que me esperan ya, pronto, en el campo. A últimos de este mes salgo para Denia (Alicante) donde cuento pasar el verano.
Si puedo, desde allí también le enviaré algún original. No sé si me quedará tiempo.
Muy agradecido a U. por su envío le felicita por su labor su compañero
J. Chabás
Qué fue de Macchiavello y Clodo. ¿Y de Abril? ¿Podría U. dar recuerdos de mi parte a estos amigos?

Chabas, Juan

Carta de Juan Mantovani, 5/5/1927

Bueno Aires mayo 5, 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima.
Estimado Señor.
El amigo Gabriel del Mazo le enviará algunos ejemplares de los números 1 y 2 de este año de "Nueva Era", órgano de la Sección Argentina de la Liga Internacional de la nueva Educación. En el número de abril último, se publica una carta de su compatriota Víctor Raúl Haya de la Torre.
Los pocos compañeros que formamos "Nueva Era", conocemos los prestigios de Ud. como intelectual y revolucionario, a través de sus frecuentes publicaciones de "Amauta", y por su libro "Escena Contemporánea" muy difundido entre nosotros.
Fácilmente se explicará Ud. el interés especial que tenemos en publicar en "Nueva Era" algunas páginas suyas, su fuera posible con un tema educacional o que tenga relaciones con la educación nueva.
Conociendo la amistad que une a Ud. con Haya de la Torre y con Gabriel del Mazo, ambos amigos míos también, a quiénes les dispenso los mejores afectos, me he permitido dirigirle estas líneas a nombre de todo el pequeño grupo de compañeros que en "Nueva Era" trabaja por propagar ideales y prácticas de una nueva educación en consonancia con los nuevos tiempos.
Saludo a Ud. con el mayor aprecio y consideración.
Juan Montovani
Calle Bustamante 313
2 Piso. F
Buenos Aires

Montovani, Juan

Carta de Juan Marinello, 29/12/1929

Ingenio La Pastora, 29 de diciembre de 1929
Sr.
José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi admirado Mariátegui:
Debo romper la placidez de estas montañas —a las que me ha echado el agobio habanero para agradecerle mucho su cariñoso apoyo en la colaboración de Waldo Frank a la I. H. de C. Gracias a usted y al cordialísimo Samuel Glusberg pudimos palpar de cerca al gran espíritu. Gracias a usted, ponernos en contacto sincero, franco, rudo, con tan grande y honrado escritor.
Las conferencias de W. F. —que usted sin duda conoce— fueron aquí —¡gran éxito en nuestro ambiente amodorrado!— cosa discutida, polémica, apasionadora. Claro que muy pocos —y ninguno limpiamente— negaron trascendencia y alta calidad al mensaje del autor de El Redescubrimiento. Lo que más sorprendió — en un público heteróclito, todavía agradecido al combate de Santiago de Cuba-— fue la inusitada posición de un yanqui frente a su gente. La nueva postura de un extraño que no devuelve la hospitalidad en zalemas deshonestas.
La identificación del escritor yanqui con nuestro grupo —1929, ya 1930— fue absoluta, no obstante visiones y criterios distintos, Mucho se habló del grupo abnegado y valiosísimo de Lima. Mucho de usted, que tiene en W. F. un admirador de veras fraternal. Qué grato —y qué doloroso— que un hermano, pero del Norte, nos una y nos sintonice. ¡Si lo estuviésemos en verdad!
Me he traído a esta manigua sus Siete Ensayos. Quiero releerlos para terminar un ensayo sobre su libro y darlo al Número peruano de 1930. Que verá la luz si Luis Alberto Sánchez y Basadre no se duermen en las promesas.
Hace muchos meses que Amauta no nos visita. ¿Ha tenido dificultades? Sólo sabemos que Labor fue suprimida por orden paternal de Don Augusto B. Yo le ruego con mucho encarecimiento el envío de su admirable publicación. Y dígame si hay modo de colocar algunos números más de nuestra 1930.
Lo abraza, con vieja admiración, su compañero
Juan Marinello

Marinello, Juan

Carta de Julia García Games, 19/7/1928

Santiago, 19 de julio de 1928
Saludos muy att al Señor José Carlos Mariátegui y le ruega un comentario. Le advierto que es la primera tentativa que hace pues prepara para la primavera de 1929 una exposición del libro latinoamericano que los autores peruanos vayan remitiendo sus obras y entren por el conocimiento mutuo de nuestro enorme pensar.
Le ruega el envío del ejemplar en que aparezca.
Julia García Games

García Games Julia

Carta de Julián Petrovick, 17/12/1929

Santiago, diciembre 17 de 1929

Sr. José Carlos Mariátegui
Lima.

Querido compañero:

Hace un mes, mas o menos, que contesté a su carta, en la que me pedía Ud. una contestación categórica respecto de mi situación revolucionaria. Presumo que ya debe es­tar en su poder, salvo que se hubiera extraviado. En todo caso avíseme para mandarle una copia.

Si ha sido en su poder, desearía que me conteste, además de que, una correspondencia regular con Ud., tiene especial importancia para mí. De ella, creo yo, que se desprenderían conclusiones terminantes a fin de dar una sola unidad a nuestro movimiento. Al hablarle así, no tengo la menor preten­sión, solo deseo contribuir sinceramente, en lo que me sea posible y sin escatimar esfuerzo alguno, al movimiento revo­lucionario.

Ud. sabe que, hoy mas que nunca, tenemos una urgencia de uni­ficarnos para llegar al alguna posible realidad. Tampoco se le escapará la eficacia que pueden tener los elementos revolucionarios que están fuera del país, sabiéndolos utilizar. La deportación de los muchachos debe ser bien aprovechada. El que estemos repartidos por todos los países nos procura una situación admirable que no debemos desperdiciarla un solo momento, y toda postergación de una labor unificada, nos lleva a un desangre inútil, de toda labor individual, a la que por fuerza tenemos que caer por falta de unidad en el pensamiento para una acción conjunta.

El poeta Angel Cruchaga Santamaría me ha ofrecido su último libro inédito. Si su Editorial tuviera interés, se lo remiti­rá con gran satisfacción. Tratándose de su Editorial se conformará, con que le manden algunos ejemplares por su derecho de autor. Aquí Nascimento tiene interés en publicarlo, pagándole una cantidad de pesos ( $1.1000.00 ). Yo lo he convencido para que lo ceda a su Editorial, sin establecer ningún compromiso, desde luego, puesto que no tengo ninguna autérización suya.

Reciba el afecto de su compañero

Julián Petrovick

Petrovick, Julián

Carta de Julián Petrovick, 7/2/1930

Santiago, 7 de febrero de 1930
Querido José Carlos
Por Blanquita del Prado, a quién trato de atender en todo lo que me es posible, me enteré minuciosamente de todo los ocurrido a Ud. y demás compañeros. Con ese motivo escribí a la Argentina, Brasil y Centro América.
Sé de su última resolución y lo espero ansioso. Ud sabe que estoy alentado al más grande de servir a la revolución. Lo único que quiero es que nos entendamos todos, no unos a otros - es ingenuo - quiero decir que nos entendamos dentro de las prácticas más urgentes de la revolución.
Creo que este año nos reuniremos - corrija en lo que me toca a mí - muchos de los que luchamos por el ideal revolucionario.
Tengo gran esperanza en ese encuentro.
"El Mercurio" dio una nota sobre su posible arribo a esta.
En el próximo número de "Letras" se publicará su retrato en una glosa mía.
Si Ud. pudiera mandar algo para acompañarnos, sería magnífico. Hágalo pronto.
Lo que quiero es que aquí se sepa quién es Ud. y cual es su valor. Le digo todos estas cosas porque sé que para Luis Alberto Sánchez hacen grandes preparativos. Fíjese que a Guillén lo agasajaron y cuanta cosa. A propósito va un artículo para "Amauta".
Le ruego publicarlo.
Mientras tanto reciba abrazos de sus compañeros.
Julián Petrovick
Magda y Serafín llegan a esta tierra 5 o diez días máximo.
De "Letras" (renovada en estos días) le solicitan colaboraciones, lo mismo que a Eguren (hay un libro de Eguren para mí?) - Dígale también a abril que mande algo y a alguna otra gente.
Para "Atenea" puede enviar algo Ud.?

Petrovick, Julián

Carta de Julio C. Guerrero, 8/7/1929

Berlín, 8 de julio de 1929
Señor
D. José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi muy distinguido amigo:
Muchas gracias por su libro. Y enhorabuena además. Sus siete ensayos de interpretación de nuestra realidad son el primer intento de sistematización que, a mi ver, se ha hecho para estudiar nuestro gran problema, el problema del indio. Quizá haya algunos puntos de su ideología que yo no puedo suscribir aun reconociendo su fuerza dialéctica.
Leyendo su libro me parece hojear las páginas de un ideario nacional entusiastamente sentido, profundamente meditado y admirablemente expuesto.
Los lectores asiduos de Amauta, esa gran revista que está abriendo en nuestro país surcos inéditos, necesitábamos este libro, como síntesis de lo disperso en sus páginas, como exponente y como iluminación.
Otra vez mi agradecimiento y mi enhora buena.
Su amigo afmo.
J. C. Guerrero

Guerrero, Julio

Carta de Julio J. Casal, 24/1/1929

Montevideo, 24 de enero de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui
Amigo:
A principios de febrero, Alfar saldrá en Montevideo.— Y al querer hacer la misma revista pura de siempre, he pensado en Ud.— Deseo su colaboración y la de sus amigos. Ya sabe que si en algo puedo serle útil, estoy a su disposición. —
Julio J. Casal
n/ Hace mucho tiempo no veo
Amauta.
S/c. Julio J. Casal
Presidente Berro 2481
Montevideo - Uruguay.

Casal, Julio J.

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