Showing 1259 results

Archivistische beschrijving
América Latina
Print preview Hierarchy View:

1235 results with digital objects Show results with digital objects

Carta a Manuel F. Laos, 29/1/1929

29 de enero de 1929
Señor
Manuel F. Laos
Matucana
Muy señor nuestro:
Sin respuesta aún al contenido de la que dirigimos con fecha 21 de diciembre del ppo manifestamos que le hemos expedido en No. 20 de AMAUTA a esa, en la misma cantidad que la despachamos a Chicla, desde que el amigo León nos ha comunicado su deseo de no continuar con la agencia de Amauta en Matucana. Como le expresamos en nuestra anterior, confiamos en sus actividad y en sus buenos propósitos que nos manifiesta y esperamos los lleve a efecto.
Adjunto el paquete encontrará Ud. un espécimen de cortapapel, señala-libros AMAUTA que se lo enviamos para que lo haga conocer. Y por el contenido de la revista, como por los anuncios que lo acompañan, se enterará Ud. que hemos organizado la quincena PRO-AMAUTA, que es un llamado a todos nuestros amigos, simpatizantes y lectores en general para que del 1 al 15 de febrero nos ofrezcan su aporte económico. Serias dificultades en la prosecución de nuestra empresa, que hay que atribuir mayoremente a la demora de algunos de nuestros agentes en hacernos sus remesas, sin aludirlo a Ud. que confiamos nos la hará a la brevedad posible, nos han determinado a apelar a este medio, para el que por otro lado no carecemos del todo de derecho dado el carácter cultural y desinteresado de nuestra labor.
Puede responderse a nuestro llamado renovando suscriciones por un año, reclutando nuevos suscritores, adquiriendo libros de los que editamos o somos agentes o, principalmente, poniendo en juego la iniciativa particular. Nuestros agentes, preferencialmente, abonando la totalidad de sus saldos; es esta la mejor forma de responder a nuestro llamado. Al recibo de un óbolo mínimo de S/.1.00 (un sol) remitiremos un cortapapel del que lo incluimos que le hablamos más arriba.
Publicaremos en AMAUTA la lista de las personas que nos favorezcan, usando para el caso sus nombres seudónimos o iniciales según indicación que deben hacernos oportunamente.

Sociedad Editora Amauta

Balance General-Noviembre

Balance General de la Sociedad Editora Amauta al 30 de Noviembre de 1929.
Se muestra los activos y pasivos de la Sociedad en la moneda oficial de ese año que era la libra peruana.
No presenta el nombre del gerente ni del contador

Sociedad Editora Amauta

Hilanderas

Xilografía sobre papel realizado por Julia Codesido con el nombre de "Hilanderas" y publicado en la revista Amauta en 1929.

Codesido, Julia

Sonata

Xilografía sobre papel realizado por Julia Codesido con el nombre de "Sonata" y publicado en la revista Amauta en 1929.

Codesido, Julia

Anna Chiappe junto a sus cuatro hijos

Anna Chiappe junto a sus cuatro hijos en el patio de su casa Washington Izquierda 554, Lima.
De izquierda a derecha: Javier Mariátegui, Jose Carlos Mariátegui, Anna Chiappe, Sigfrido Mariátegui y Sandro Mariátegui (detrás)

Malanca, José

Carta a Ricardo Vegas García, [4/1929]

[Lima, abril de 1929]
Querido Vegas:
Le adjuntó la carta para el gerente de Variedades; pero confío sobre todo en la gestión inteligente y discreta de Ud. Me parece que la justicia de la reclamación es absoluta y elemental.
Escribiré sobre Chopin de Guy de Portalés. No sé si tendrá Ud. el retrato de Portalés. Pero a falta de foto, bastan los de Chopin y George Sand.
Espero que vendrá Ud. pronto a charlar conmigo. Y lo abrazo cordialmente.
José Carlos
P.D.-Si ve Ud. a Maluenda, le ruego pedirle que me consiga algunos ejemplares del número de El Mercurio en que se publique el reportaje que me solicitó.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Jorge Mañach, 28/9/1929

Lima, 28 de setiembre de 1929
Sr. D. Jorge Mañach
La Habana
Muy estimado compañero:
Sólo hoy contesto su grata carta de hace ya tres meses por varios motivos: el primero es, por supuesto, que soy mal corresponsal, a pesar mío, por mis ocupaciones; y el segundo que he estado esperando el ejemplar de su Indagación del Choteo cuyo envío me anunciaba su carta. Lo he reclamado por carta al Correo, sin éxito. Ha pasado tiempo bastante para considerarlo perdido. Si lo expidió Ud. certificado puede y debe reclamar allá, aunque no sea sino para imponer alguna sanción al desenfado con que el correo peruano se apropia frecuentemente de mis impresos. (Mis cartas se pierden en una proporción que alcanza quizás el 50%).
Leí de su Indagación del Choteo lo que se publicó en Social y por cierto me interesó y gustó mucho. Es Ud. desde hace tiempo uno de los escritores de Cuba que en Lima seguimos y apreciamos más.
A Sánchez le di algunas cuartillas mías para 1929. Pero ya les enviaré algo más digno de su excelente revista, cuyas páginas recorro siempre con especial atención. He encontrado en uno de sus últimos números una nota amable sobre Labor, que precisamente acaba de ser suprimida por una última orden policial. He reclamado, con el apoyo de la Asociación Nacional de Periodistas; pero parece que no hay esperanza de que se reconsidere esa medida, tomada en momentos en que se retorna al expediente de los “complots” comunistas para paralizar por el terror a la burguesía "ancien regime" y para reprimir a diestra y siniestra.
Repita si le es posible el envío de su libro y proponga a la administración de 1929 si le parece el intercambio con Amauta de la revista y las ediciones. 1929 merece circular en el Perú regular y constantemente. Nosotros nos encargaríamos de su difusión en el Perú y Ud. de la de Amauta y nuestros libros en Cuba, por medio de sus libreros.
Muy cordialmente, le estrecha la mano con devotos sentimientos, su amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Mario Nerval, 3/1/1929

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
Señor
Mario Nerval
La Paz
Mui señor nuestro:
A la vista la suta que se ha cruzado con la nuestra de fecha 2 del ppdo. i con nuestras expediciones de "Amauta" 18 i 19, que ya creemos en su poder.
Le recordamos el asunto de la agencia cesante de Urquieta quedando Ud. autorizado a hacer la cobranza respectiva asó como a recabar las devoluciones que tuviera lugar. El saldo a cobrar ya le comunicamos en nuestra anterior.
Le expediremos inmediatamente que ... [incompleto]

Sociedad Editora Amauta

Carta de Manuel F. Laos, 29/12/1929

Matucana, 29 de diciembre de 1929
A
José Carlos Mariátegui
Lima
C. de mi aprecio:
No quiero tardar más tiempo en enviarle estas modestas líneas de recuerdo y solidaridad. Va esta carta a Ud. y todo los camaradas de "A" y "L" con la satisfacción de hacerles presente, una ves más, la protesta y adhesión del amigo y compañero lejano. Mi silencio no ha tenido ninguna motivación de olvido hacia ustedes. Solo, razones de tiempo me inhibieron, en su oportunidad, el hacer llegar a sus manos, un mensaje más de mi amistad. Sin lugar a duda Ud. sabrá disculparme.
Se deja esperar bastante tiempo el último número de "Amauta". Qué pasa?
La suspensión de Labor, y los incidentes producidos, en esa no hacen nada más que relievar escandalosamente nuestra pobreza espiritual y de hombridad. Con ello se constata la no existencia de varonía en el conglomerado social peruano. Todo se produce. Todo lo aceptamos con conformismo y nada más. Qué bien puede decirse las formidables palabras del lampadóforo Gonzáles Prada, cuando fustigaba a los "ventrales": - ¿Dónde están pues los hombres? En què paraje los caracteres nobles y levantados? En qué lugar las inteligencias de vuelo generoso y libre? .- Si así se continúa asistiremos a la bancarrota de las más bellas aspiraciones anidadas en la consciencia de los hombres honrados y libres. Nos falta unión. Nos falta entereza. Nos sobra egoísmo, conformidad, y, lo más inicuo, mezquindad. No quiero explayarme. Me duele la conciencia. Sufro mucho. Agravándose estas depresiones de ánimo con las tantas iniquidades que me tienen, por estos momentos, el espíritu torturado.
Espero su contestación. Nuestra amistad no debe estar separada por esa barrera del silencio. Hago votos por Ud., y todos los camaradas de esa porque lo acontecido no les debe amilanar sus fuerzas luchadoras; hay que tomarlo como un mero episodio. Preludio de lo porvenir.
Anhelándoles "un feliz año nuevo", me complazco en enviarles mi voz de aliento para seguir luchando por el triunfo de la Causa Nueva, que el futuro ya es nuestro.
En espera de sus contestación, se despide afectuosamente su amigo y compañero que lo aprecia muchísimo, Suyo.
Manuel F. Laos

Laos, Manuel F.

Tarjeta al Consejo Provincial de Lima, 20/12/1929

Lima, 20 de diciembre de 1929
José Carlos Mariátegui da poder a su esposa Anna Maria Chiappe de Mariátegui, para efectuar el cobro de la suma que debe recibir del Consejo Provincial por el premio otorgado a su libro "7 ensayos".
José Carlos Mariátegui

Consejo Provincial de Lima

Carta a Samuel Glusberg, 18/12/1929

Lima, 18 de diciembre de 1929
Estimado amigo y compañero:
No he dado inmediata respuesta a su carta del 19 de noviembre, porque en parte se la habían adelantado dos cartas mías, que deben haberse cruzado con la suya, y de la segunda de las cuales le acompaño copia, prevenido siempre contra las veleidades del correo peruano.
Hemos tenido con nosotros a Waldo Frank todo el tiempo que Ud. ha sabido por las noticias cablegráficas. No sé si las noticias cablegráficas sobre su estancia en Lima habrán abundado. Le envío algunos periódicos, entre otros un número de Variedades con un artículo mío. No es necesario que le remita otros periódicos. Toda la prensa de Lima ha señalado con gran atención la presencia de Waldo Frank en nuestra ciudad.
Ya Ud. me había dicho que en Waldo Frank, el hombre no se hace amar menos que el escritor. Todos los que lo hemos tratado de cerca, hemos confirmado plenamente esto. Frank no ha encontrado en Lima un auditorio numeroso, en parte porque la gente no está habituada a pagar a los conferencistas, en parte porque los temas de Frank no interesan sino a una élite; pero ha encontrado en cambio a gentes que lo han rodeado con cariño y comprensión. Y entre sus amigos han estado, seguramente, los mejores espíritus del Perú.
Ofreció tres conferencias en el Teatro Municipal, organizadas por el comité de invitantes, y una pagada por la colectividad hebrea, cohíbida aún por la reciente agresión policial. La Universidad le recibió en la sala de Letras la víspera de su partida. La Facultad de Letras, a propuesta de Sánchez, Iberico, Ureta y Porras Barrenechea lo hizo doctor honoris causa; pero no hubo tiempo para que, aprobado este acuerdo por el Consejo de Decanos, conforme al protocolo universitario, se le otorgasen las insignias respectivas en actuación especial. Reunimos a los escritores y artistas en un banquete general. La Nueva Revista Peruana y Amauta aunque participantes en esta fiesta, quisieron agasajarlo aparte. Hemos prescindido de discursos. Y hemos hecho lo posible porque la cortesía y los cumplimientos no impidiesen a Frank sentirse en Lima como en su casa.
Conversando con Frank, que ha sido muy gentil y deferente conmigo en todo instante, me he afirmado en mi intención de marchar a Buenos Aires. La invitación de un amigo y compañero como Ud. coincide con las circunstancias que le describe mi penúltima carta. El contacto con un país sano y fuerte me hará mucho bien, espiritual y físicamente. En Buenos Aires, terminará esta convalescencia que la debilidad de Lima ha retardado.
Deseo hacer el viaje con mi mujer y mis niños. A los dos mayores, —de ocho y seis años-, podría tal vez dejarlos; pero los colegios de Lima, donde podría dejarlos como internos, no me satisfacen y el mimo de la familia, si continuasen en el colegio que ahora frecuentan y donde no hay internado, perjudicaría su educación. Respecto a todo, espero su fraterno e inteligente consejo. —Frank piensa que en Buenos Aires se puede resolver tan bien como en Europa el problema de mi movilidad por la adaptación de una pierna ortopédica. Creo que ahí la cirugía y la ortopedia están perfectamente desarrolladas. Eso lo dejaría para después de mi primera etapa de trabajo. Pero es muy importante para mi porvenir.
Para que el correo de hoy no me gane, pongo aquí punto final a estas líneas. Le seguiré escribiendo en breve.— No hemos recibido sino un ejemplar del número 15 de L.V.L. Si le es posible, reitere el envío. Han venido, en cambio, completos los ejemplares del N° 16.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero devotísimo
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Julián Petrovick, 17/12/1929

Santiago, diciembre 17 de 1929

Sr. José Carlos Mariátegui
Lima.

Querido compañero:

Hace un mes, mas o menos, que contesté a su carta, en la que me pedía Ud. una contestación categórica respecto de mi situación revolucionaria. Presumo que ya debe es­tar en su poder, salvo que se hubiera extraviado. En todo caso avíseme para mandarle una copia.

Si ha sido en su poder, desearía que me conteste, además de que, una correspondencia regular con Ud., tiene especial importancia para mí. De ella, creo yo, que se desprenderían conclusiones terminantes a fin de dar una sola unidad a nuestro movimiento. Al hablarle así, no tengo la menor preten­sión, solo deseo contribuir sinceramente, en lo que me sea posible y sin escatimar esfuerzo alguno, al movimiento revo­lucionario.

Ud. sabe que, hoy mas que nunca, tenemos una urgencia de uni­ficarnos para llegar al alguna posible realidad. Tampoco se le escapará la eficacia que pueden tener los elementos revolucionarios que están fuera del país, sabiéndolos utilizar. La deportación de los muchachos debe ser bien aprovechada. El que estemos repartidos por todos los países nos procura una situación admirable que no debemos desperdiciarla un solo momento, y toda postergación de una labor unificada, nos lleva a un desangre inútil, de toda labor individual, a la que por fuerza tenemos que caer por falta de unidad en el pensamiento para una acción conjunta.

El poeta Angel Cruchaga Santamaría me ha ofrecido su último libro inédito. Si su Editorial tuviera interés, se lo remiti­rá con gran satisfacción. Tratándose de su Editorial se conformará, con que le manden algunos ejemplares por su derecho de autor. Aquí Nascimento tiene interés en publicarlo, pagándole una cantidad de pesos ( $1.1000.00 ). Yo lo he convencido para que lo ceda a su Editorial, sin establecer ningún compromiso, desde luego, puesto que no tengo ninguna autérización suya.

Reciba el afecto de su compañero

Julián Petrovick

Petrovick, Julián

Carta a Mario Nerval, 11/12/1929

Lima, 11 de diciembre de 1929
Estimado amigo y compañero Mario Nerval:
No he tenido acuse de recibo de Ud. de mi última de hace varias semanas, contestando a una carta suya. Pero si no le he escrito no ha sido por esto sino por mis extraordinarias ocupaciones y porque M. lo ha mantenido al corriente de los sucesos.
Le lleva estas líneas Federico Sal y Rosas, amigo y colaborador de Amauta en Huarás, que ha sufrido prisión de varios días, con otros compañeros de esa localidad, a raíz de la última movilización policial contra nosotros. Como de ésta puede ocurrir que no tenga Ud. noticia exacta, le adjunto copia de una carta que escribí a un amigo el 22 del pasado.
Todos los presos, según mis noticias, están en libertad. Ignoro solamente la condición de un compañero de Chepén. El bluff no ha prosperado; pero es seguro que se prepara el aprovechamiento de sus elementos en una próxima oportunidad.
No hace falta agregar que Amauta, mientras yo esté aquí, seguirá saliendo. Su prestigio internacional, por otra parte, la defiende. Pero se trata de sofocarla aterrorizando a sus propagadores y simpatizantes. A la clausura sensacional, se prefiere el estrangulamiento silencioso.
Sal y Rosas trabajaba por la constitución en Huarás de un centro de estudios sociales. No se le puede acusar de otra cosa. Pero estar en correspondencia conmigo es suficiente para perseguir o molestar a una persona. Muchas veces las cartas, inocentes siempre enviadas a mi dirección, no me llegan; pero van a revelar a la policía a las personas de que puedo servirme para la “ejecución de mis designios”. Esto ha ocurrido por ejemplo con el señor Alejandro Destre Sierra de Huarás, acusado de haberme escrito, a pesar de que nunca he recibido de él una línea.
Ya le escribiré más detalladamente para que entere Ud. de las cosas a los amigos.
Cordialmente lo abraza, reclamando sus noticias, su afmo. amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Waldo Frank, 11/1929

Santa Barbara [noviembre de 1929]
Querido hermano:
saldré de este vapor que le traerá mi carta, á Antofagasta. Pasaré dos ó tres días á La Paz (donde los estudiantes me han pedido a venir— y empujado á su Gobierno á invitarme). Pues, de la manera más ligera, vendré á Lima. Conversar con Ud.... le conocer, si Ud. lo permite, íntimamente... es, tal vez, la acción mas importante de mi viaje á Sud América. Tendré posiblemente á sacrificar, para este, mi visita á Cuzco. He aprendido que una visita á Cuzco de La Paz (á causa del horario de trenes) me haría perder casi dos semanas. Estoy siempre esperando que una visita será posible, directamente de Lima. Si no, no importa. Días tranquilos á Lima —conferencias si Ud. las exige— son más urgentes.
A propósito de las conferencias: cuando estuve en B.A. el Encargado de Negocios del Perú vino para invitarme á dar conferencias, y saber mis condiciones. Yo dije que vendría con gusto, pero que se debía saber que vendría para hablar como estaba hablando en la Argentina y que además mi mejor amigo del Perú —mi gran y único amigo allí era Ud. Eso fué sin duda la razón del “fracaso” de la invitación. Y me alegro. Si debo dar conferencias en Lima, quiero que Ud. haga las condiciones. No puedo discutir con Ud. Voy sencillamente decirle mi situación y Ud. hará lo que quiere. No soy hombre rico. Al contrario —soy hombre que gana con gran dificultad con lo necesario para vivir convenablemente con mi familia. No he venido á S.A. para ganar dinero— pero he tenido necesidad de ganar lo equivalente de lo que ganaría en los EE.UU. Quiero, pués, que mis conferencias sean pagadas lo mejor posible. Pero no aceptaré nada ni de Ud. ni de Amauta. Que personas ricas —ó instituciones— me paguen! Prefiero, además, dar pocas conferencias bien pagadas que muchas —con menor precio. Porque? Porque es importante que tenga tiempo —ocio— para ver Lima— para estar tranquilo con Ud. y sus amigos y las conferencias me cansan énormémente. Lo bueno sería pues, pocas conferencias con lo más dinero posible —y muchas muchas horas libres con Ud. quien es el hombre que amo lo más de toda S.A.
Si es posible, haga que pueda sin embargo visitar Cuzco!
Tendré que estar en Lima los primeros días de diciembre. He recibido permisión de volar (cómo un pedazo de correo) hasta Miami, Florida. Deberé tomar el avión del 11— o del 18... según mis trabajos en Lima. Mi mujer me necesita. Preferiría tomar el del 11— pero quedaré hasta el 18 si el objeto de mi visita lo necesita.
Mi visita á la Argentina fué una gran triumpho— apesar de la dificultad que hizo mi descubrimiento (all llegar) que fuí invitado por hombres conservadores. No necesito decirle que he dicho toda la verdad, aunque todo género de influencia sútilmente obraba para impedirme.
Hasta luego —mi hermano de corazón, de espíritu, de inteligencia. Y saludos á sus amigos
Waldo
P.S. Recibí una carta de amigos de Arequipa —y la he perdido— y no sé los nombres que la firmaron.
Quiere Ud. telegrafiarles/escribirles que si es posible, daré una conferencia a A.— que debe ser pagada (Es mi regla). Pueden esperarme á Arequipa el 1 de diciembre. Pero no sé si permaneceré. Tal vez me enviará Ud. una carta otra.

Frank, Waldo

Recibo por Derechos de Subvención, 30/11/1929

Recibo emitido por la Sociedad Unión Vendedores de Periódicos y Auxilios Mutuos de Lima con motivo de pago de 5(cinco) soles por derechos de subvención, correspondiente a la fecha del 30 de noviembre de 1929.

Sociedad Editora Amauta

Carta a Samuel Glusberg, 29/11/1929

Lima, 29 de noviembre de 1929
Querido Samuel Glusberg
He recuperado anteayer, con mi correspondencia y papeles, su carta del 1º de noviembre, a la que contesté hace una semana, informándolo de las violencias usadas contra mí y otras personas.
Esto, por fortuna, no ha perjudicado mínimamente a la organización de las conferencias de Waldo Frank, por la diligencia conque Sánchez continuó las gestiones aun durante mi clausura. Le adjunto una información de La Prensa de hoy que le enterará, en línea general, de estas gestiones. Tenemos el mejor teatro de Lima —Municipal, antes Forero— por seis días. Es probable que, además, una sociedad de señoras, Entre Nous, solicite una conferencia especial, pagándola naturalmente. La Facultad de Letras recibirá a Frank solemnemente y lo investirá, según me anuncian, de las insignias de doctor honoris causa. —Frank, por supuesto, no le dará mucha importancia a estos honores universitarios. La Universidad ha debido invitarle. Pero mejor quizás que lo presente a Lima un grupo libre de escritores y artistas en el que se cuentan, por lo demás, los mejores hombres del claustro.
De la Institución Hispano-Cubana de Cultura de Habana han pedido a Frank tres conferencias. Yo le he trasmitido enseguida esta invitación a La Paz y él me ha contestado indicándome sus condiciones. A Santiago le había dirigido un cable de salutación que, según me avisa la oficina cablegráfica de Lima, no lo alcanzó ya en esa ciudad.
En Lima lo esperamos el domingo en el avión de Fawcet que sale de Arequipa ese mismo día.— Haremos lo posible porque Frank no quede descontento en Lima.
Sobre los últimos sucesos tengo poco que agregarle. Se me ha hecho saber que Amauta puede continuar apareciendo. El escándalo causado por las medidas contra mí y los míos y la energía serena conque los obreros han defendido a sus presos, han impuesto una rápida rectificación. No se ha publicado nada, no se ha dicho nada; pero ya no habrá elementos para hablar, como de costumbre, de complot comunista. El globo está desinflado sin exhibición.— Creo, sin embargo, que si dispondré de más tiempo y calma para preparar mi viaje a Buenos Aires, ése será siempre mi camino. No me es posible trabajar rodeado de acechanzas. Aunque me cueste un gran esfuerzo vencer el temor a la idea de que abandono el campo por fatiga o por fracaso, no puedo llegar a un extremo límite de sacrificio físico y mucho menos imponerlo a los míos. ¿Qué me aconseja Ud.?
Le hemos expedido 7 Ensayos —no cinco sino diez ejemplares— Poesías de Eguren, etc. ¿Recibió el ejemplar dedicado a Ud. por Eguren?
En espera de sus noticias, lo abraza su devotísimo amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Letra de Cambio, 25/11/1929

Letra de Cambio girada por Julio César Mariátegui por la cantidad de L.p 70 (Setenta libras peruanas) a la Sociedad Editora Amauta con fecha 25 de noviembre de 1929.
Incluye Nota de Intereses del Banco Italiano.

Banco Italiano

Cablegrama de All America Cables, Inc., 23/11/1929

23 de noviembre de 1929.
Señor.
Mariátegui.- Washington Izquierda 544 .- Lima .-
Muy señor nuestro:
Sírvase tomar nota, que su cablegrama fecha de ayer, dirigido a "Waldo Frank Universidad Santiago" queda sin entregarse por haber salido de esa ciudad el destinatario, lo que ponemos en su conocimiento.
De Ud. Attos, SS.SS
All America Cables, INC
MMC

All America Cables, Inc

Carta de la Asociación Nacional de Periodistas [Perú], 22/11/1929

Lima, 22 de noviembre de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui
Washington 544
Lima
Por encargo de la presidencia cito a Ud. a la sesión de junta general extraordinaria, que se efectuará, en nuestro local, el 23 del presente a las 6 y 30 pm.
Asunto que se tratará preferentemente el relacionado con la expedición del carnet.- Tercera citación - (Las anteriores se han hecho por los diarios).
El Secretario.

Asociación Nacional de Periodistas del Perú

Carta a Samuel Glusberg, 21/11/1929

Lima, 21 de noviembre de 1929
Sr. Samuel Glusberg.
Buenos Aires.
Estimado amigo y compañero:
No tengo a la vista su última, tan interesante y grata, por haberme sido secuestrada el lunes último a las 8 p.m. con toda mi correspondencia privada y la administrativa de Amauta. A esa hora, o algunos minutos antes, charlaba yo en mi estudio con Héctor Ruiz Díaz, el pianista argentino, y Ricardo Vegas García, corresponsal de La Nación de Buenos Aires, sobre la venida de Waldo Frank. Ruiz Díaz y Vegas García, a nombre de la Sociedad Arte y Cultura, me proponían la colaboración con el grupo de invitantes que suscribía nuestro cable y carta para la organización del programa de conferencias de Frank en Lima. Su deseo era que Frank ofreciera algunas conferencias a la recién fundada Sociedad Arte y Cultura, inaugurando su temporada. Yo les decía que a mi juicio no había inconveniente para que Frank accediera a esto tan luego como llegara a Lima. Vegas me decía que la Sociedad de Arte y Cultura podía financiar el viaje de Frank. No habíamos avanzado mucho en esta conversación cuando se presentó en mi casa, aparatosamente, la policía. Varios agentes encabezados por uno de los jefes de Investigaciones penetró en mi estudio. Se me notificó de que había orden de detenerme y registrar mi domicilio. A Vegas García y Ruiz Díaz se les dijo que estaban también presos. Ambos protestaron y yo insistí en que Ruiz Díaz era un conocido artista extranjero. Nada valió. Fueron conducidos a la comisaría próxima donde se les retuvo hasta el día siguiente. Había orden estricta de que se detuviera a todas las personas que se encontraban en mi casa. - Mientras esto ocurría en mi biblioteca, otros agentes entraban violentamente en el interior de la casa con revolver en mano intimidando rendición a los muchachos, sirvientas y a un jovencito que copiaba a máquina un ejercicio escolar. - Siguió el registro. Como quince agentes ocupaban las habitaciones registrando los muebles. Varios mas se estacionaban en la entrada. En la calle, policía uniformada completaba el personal en operaciones. La pesquisa no perdonó ningún mueble. Se me extrajo de los bolsillos mi vieja cartera, antigua compañera de viajes y penurias, y todos mis papeles. De mi sillón de ruedas, se sacó entre otros papeles el cable de Waldo Frank y las copias de la carta y el cable de invitación, publicados ese día por la prensa.- Hasta las 2 y 1/2 duró la cosa. Tuve que hacer enormes esfuerzos para impedir que se llevaran mi biblioteca. No pude impedir que se incautaran de mi correspondencia, la de "Amauta", los libros administrativos, recortes de mis artículos, originales y apuntes, libros y revistas y hasta fotografías artísticas. - Quedé informado de que estaba preso e incomunicado en mi casa. 8 policías recibieron encargo de custodiarme y se instalaron en una habitación interior y en el hall, entrando y saliendo ruidosamente. Toda mi familia veló. Había el peligro de que esta gente introdujera armas o cualquier cosa con el objeto de comprometerme y denunciarme en la prensa, sin que yo pudiera rectificar, porque los periódicos no publican en estos casos sino lo que tiene el Vo. Bo. policial.
No quiero hacerle una descripción patética. Me es profundamente antipático este genero. No tengo costumbre de quejarme. La última vez que estuve preso, - cuando la clausura de Amauta - me abstuve de toda actitud dramática. Llamé el caso en el artículo de reaparición de "Amauta" un accidente del trabajo. No le añadiré, pues a esta sumaria descripción, que ya temo empiece a tomar un color de queja, sino que la ocupación de mi casa y el secuestro de mi persona y de todos los míos, niños y sirvientas se prolongaron hasta ayer. 8 vigilantes custodiaban mi casa, durmiendo en el hall y el saloncito. Toda persona que llamaba a la puerta era detenida. - En esta forma, fueron detenidos el pintor Ricardo E. Florez, el escritor José Diez Canseco, tres estudiantes del Seminario de Cultura Peruana, el secretario-administrador de Amauta y estudiantes de letras Navarro Madrid, un mensajero de la revista, la escultura Carmen Saco y el joven pintor Jorge del Prado. - Se que han hecho mas o menos 180 prisiones. - Los agentes se jactaban de una gran movilización. A la misma hora habían allanado y ocupado treinta domicilios.- Entre los presos se encuentran Adler y su novia Nomi Milstein; y la persecución tiene un curioso carácter anti-semita.
Ha habido, según parece, orden de prisión de todos los vendedores ambulantes judíos, de sus proveedores y de otras personas. Se sospecha absurdamente que constituyen una organización de agitadores. Como son en su mayor parte de nacionalidad rumana, no tienen en Lima agente consular ni diplomático que los proteja. - Todo inverosímil y desatentado. El gobierno que acaba de imponer a los obreros de las minas de Morococha, después de una huelga, la renuncia del aumento que exigían, defiende probablemente los intereses de la gran compañía minera del Centro Cerro de Pasco Copper Corporation. Se aprovecha del raid contra los organizadores obreros, para hostilizar a los artistas y escritores de vanguardia que me ayudan a mantener "Amauta".-
Solo el escándalo que en los más diversos elementos causó la noticia de mi prisión y la de todos los míos en mi casa - divulgada por las personas del barrio- y la intervención de algunas personas influyentes ha podido librarme de una situación insostenible.- Pero los calabozos siguen llenos de presos.
Probablemente, había la intención de afirmar que en mi casa se había sorprendido una gran reunión de conspiradores. Contra lo de costumbre, pues recibo de 6 a 8 y a esa hora se hace en mi estudio animada tertulia, no se encontraban conmigo sino dos personas tan extrañas a toda propaganda subversiva como Vegas García y Ruiz Díaz. Se que a Ruiz Díaz se le han dado excusas. Estaba excitadísimo, según me dicen, por haber pasado una mala noche en la comisaría sin explicación ni motivo alguno.- Se trata, también, de crear el vacío a mi alrededor aterrorizando a la gente que se me acerque. Se trata, como ya creo haberle dicho alguna vez, de sofocarme en silencio.- Mi propósito de salir del Perú con mi mujer y mis niños se afirma antes estos hechos. No puedo permanecer aquí. No me quedaré sino el tiempo necesario para preparar mi viaje. Saldré del Perú como pueda.- Si se me rehusaran los pasaportes, desde ahora comprometo a todos mis amigos para que denuncien mi situación, así como para que gestionen el viso de las legaciones.
Le expido esta carta, escrita apresuradamente sin releerla. Puede Ud. hacer de su contenido el mas amplio uso; pero reserve el texto mismo. Detesto la actitud planidera. No he especulado nunca sobre mis dramas.
A Waldo Frank escríbale que se le espera ansiosamente en Lima, en el Perú. Supongo que recibiría Ud. después del cable la carta de invitación despachada por correo aéreo. La última no debe haber alcanzado a Frank en Buenos Aires; pero Ud. se la habrá expedido sin duda a Santiago.- Que Frank avise su salida a Sánchez.
Perdone esta larga lata y reciba un cordial abrazo de su devotísimo amigo y compañero
José Carlos.

P.D.- Escrita esta carta, recibo noticia de que se ha empezado a poner en libertad a los detenidos. Pero Adler y Nomi continúan presos con otros muchas. El ballón se va desinflando, más no se desinflara del todo mientras no se escoja, entre los perseguidos, algunos candidatos a la deportación o a la isla. V.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 19/11/1929

Buenos Aires, 19 de noviembre de 1929
Mi querido Mariátegui:
Hace dos días que nuestro amigo Waldo Frank está en Chile. De allí piensa ir a Bolivia por el camino de Antofagasta, de Bolivia al Cuzco y del Cuzco a Lima. Supone que estará con Ud. en los primeros días de diciembre. El hombre se ha ido muy cansado después de 21 conferencias en cinco semanas. Tenía el propósito de no dar conferencias en Santiago. Pero se me ocurre que no podrá evitarlas del todo. En Bolivia se ha comprometido a dar una. Es cuestión de que Ud. lo ayude en Lima para que no lo comprometan a más de tres. Le recomiendo muy especialmente las siguientes: Relaciones interamericanas, Profetas del arte norteamericano y “El ideal americano”. El ciclo a que pertenece esta última conferencia es formidable. Pero no creo que lo pueda desarrollar íntegro como en Buenos Aires. Una cosa importante, amigo Mariátegui, es evitarle la efusión de los amigos. Creo que fuera de Ud. muy pocos pueden interesarle realmente. Y a esos pocos es cuestión de reunirlos en una sola comida y no en varias como ha sucedido en Buenos Aires, a causa de la mezquindad de los ‘izquierdistas profesionales’. Confío mucho en Ud. y estoy seguro de que sabrá ahorrarle muchas molestias. Téngame al tanto de todo lo que suceda en Lima. Envíeme recortes de los diarios y revistas y principalmente lo que Ud. escriba. Waldo le hablará de mis propósitos de patrocinar por intermedio de L.V.L. su visita a la Argentina. Dígame cuánto dinero necesita para salir de Lima y lanzaré la iniciativa. Creo que no me será difícil conseguirlo. En cuanto a nuestro amigo Garro le mando copia de una carta que le envío por consejo de Frank. Es un poco dura. Pero no se imagina cuánta es la irresponsabilidad de Garro en este asunto de la traducción de Nuestra América. Escríbame cuando pueda y abrácelo a Frank en mi nombre. Me hubiera gustado mucho acompañarlo hasta Lima. Es preciso que Ud. venga a Buenos Aires para que sepa quiénes son sus verdaderos compañeros, quiénes pueden ayudarlo y quiénes explotarlo. Ya le escribiré más detenidamente. Mientras lo abrazo.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Armando Rivera, 15/11/1929

Arequipa, 15 de noviembre de 1929

Mi querido compañero Mariátegui:

Aprovecho del viaje de la Sra. Romero de James, para dirigirle estas líneas, confirmándole mis anteriores, que aún no si las ha recibido.

En mi última, del 15, le incluí una copia interesante.

Parece que tendremos que abandonar, en Arequipa, me refiero, la gestión pro Labor, pues cuando circulaba entre algunos amigos obreros un escrito para ser firmado, se han producido algunos prisiones que nos obligan a guardar prudencia ante el temor y la reserva de los amigos timoratos.

Como consecuencia han sido llevados a esa, por vapor de azar, dos personas: Armando Quiroz Perca, tipógrafo y José Chávez Bedoya, hijo del político de ese apellido, antiguo liberal arequipeño; no afectan a nuestras filas esas prisiones, pero siempre atemoriza a los vacilantes y miedosos.

La ser. Romero de dará algunos informes concretos. Creo que será muy útil lo que ella pueda decirle acerca de los amigos de Cuzco.

En espera de sus noticias. Lo abraza cordialmente.

Armando

Rivera Bodero, Armando

Carta de Andrés F. Varallanos, 14/11/1929

Huánuco, 14 de noviembre de 1929
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
Mi estimado señor:
Me es grato adjuntarle a la presente un ejemplar de nuestro mensuario "Brújula", en cuyas páginas leerá Ud. una producción mía: "Un Poema Campesino", que me he permitido sinceramente dedicarlo a su digna persona, no dudando acepte y dispense.
Con este motivo le estrecho las manos cordialmente su affmo compañero que le desea mil felicidades.
Suyo S.S
Andrés F. Varallanos

Varallanos, Andrés F.

Carta a Waldo Frank, 7/11/1929

Lima, 7 de noviembre de 1929
Señor Waldo Frank.
Buenos Aires
Muy admirado amigo:
Desde que conocimos los primeros fragmentos de su obra, los intelectuales y artistas del Perú la seguimos con toda estimación y simpatía. Sabíamos que de la América del Norte, cuya más sugestiva interpretación nos ofreció un libro de Ud., su indagación de redescubridor lo llevaría a la América Latina. España Virgen era, después de Nuestra América, la jornada inicial de este viaje.
Su presencia en Buenos Aires, donde queremos que reciba Ud. nuestro fraternal saludo, es una promesa para todos los pueblos sudamericanos. Ambicionamos para el Perú el honor de que sea una de las próximas estaciones de su itinerario. No ignoramos su interés en conocer la tierra y la cultura peruanas. Y si nuestra invitación puede servir para que anticipe Ud. su visita a nuestro país, no debemos demorarla.
Sin compromiso de institución ni de tendencia, suscriben esta invitación catedráticos, escritores, poetas, pintores, y escultores que lo admiran y lo quieren.
Venga Ud. al Perú a decirnos de viva voz su mensaje. En Lima, en el Cuzco, en Arequipa, en todas las ciudades del Perú que Ud. visite, será acogido con amistad y devoción.
Confirmamos el cablegrama que a nombre nuestro le envían en la fecha veinte de nosotros, designados para suscribirlo.
Esperando su respuesta, lo saludamos cordialmente, congratulándolo por la magnífica acogida de Buenos Aires.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Eduardo N. Martínez, 7/11/1929

Tulcán (Ecuador) 7 de noviembre de 1929.
Señor Dn.
José Carlos Mariátegui y V.
Lima
Muy distinguido señor:
La prensa de mi país, acaba de dar a conocer al público ilustrado acerca de su portentosa obra de historia nacional peruana, trabajo éste de gran aliento y que abriga generosas investigaciones de carácter histórico de enorme trascendencia no sólo para su país, sino también para los hispano americanos que advierten todos la agitación de importantes problemas americanos.
Al dirigirle la presente, abrigo el propósito de felicitar a Ud. muy calurosamente por cuanto sus trabajos van encaminados a despejar la incógnita sociológica de la incipiente cultura de nuestras nacionalidades. Las ideas que Ud. vierte por la escasa información que tenemos-han despertado un fervoroso anhelo de conocerlas, por cuanto, estamos seguros que su robusta mentalidad ha elaborado un plan ideológico nuevo, en íntima palpitación con los sentimientos que la humanidad en esta hora solemne riega nerviosamente en el fecundo campo de la ciencia.
En mi condición de profesor de historia de un colegio de enseñanza secundaria de este lugar, y confiando en la generosa amabilidad suya, me permito, pues, solicitarle muy respetuosamente las obras de índole histórica que Ud. tuviere menester
facilidad para conocimiento y estudio de los alumnos del plantel, quienes se mostrarán agradecidos por la importante deferencia suya. De otra parte, insinúo a Ud. mi admiración y respeto, confiado en que Ud. sabrá en esto aquilatar mi íntimo pensamiento dirigido a un verdadero compañero que labora afanosamente por la cultura americana, en esta época en que los sentimientos fraternales y sindicalistas forman el lazo de unión más indestructible entre los hombres que no bregamos sino por la justicia social.
Esperando ser favorecido con su atención, en nombre de mis alumnos y en el mío propio, anticipo a Ud. - mis mas profundos agradecimientos, y teniendo a mucha honra suscribirme de Ud.
Muy atento compañero.
E. N. Martínez
Dirección:
Eduardo N. Martínez
Prof. del Colegio Nacional "Bolívar"
Tulcán (Ecuador)

Martínez, Eduardo N.

Carta de Samuel Glusberg, 1/11/1929

Buenos Aires, 1 de noviembre de 1929
Querido José Carlos Mariátegui:
Hace más de dos semanas le escribí en nombre de Waldo Frank. Me extraña mucho que se haya perdido mi carta o mejor dicho es bastante explicable después de las noticias que Ud. me da en la suya del 21 de octubre. En aquella carta le decía que Frank no podía escribirle a causa de su enorme trabajo y que yo lo hacía en su nombre para retribuirle su saludo y agradecerle todo el interés que se ha tomado Ud. por él.
También le decía que Frank no quería ir al Perú a la sombra de un equívoco. Quería que se supiera que Ud. era su mejor amigo de Lima. Es posible que por todo ello la carta fuera detenida.
Ya sabrá Ud. por los diarios el inmenso éxito que nuestro gran amigo ha obtenido en la Argentina. Le mando La Nación del 22 con la conferencia última en Amigos del Arte. Se han deslizado varias erratas y no se han tomado en cuenta algunas correcciones. Pero en general está bien. No la reproduzca porque es posible que Frank la aproveche en Lima.
Creo que de todos modos irá a Lima a fines de este mes. Le mandé con su firma dos líneas a Sánchez y dos a Valcárcel al mismo tiempo que le escribí a Ud.: el 14 de octubre si mal no recuerdo. Es posible que las cartas les hayan llegado a todos después del 23.
Quedo pues a la espera de sus noticias. Frank me encargó que le mandara a Ud. un telegrama de salutación. Dígale que lo ha recibido. Pero no se lo mandé a fin de no entorpecer las gestiones que Ud. me anunciaba de parte de los elementos burgueses de Lima. Creo que Ud. me disculpará. Esto es importante y casi se me olvida. Pero estoy abrumado de trabajo.
El lunes estará Frank nuevamente en B. A. de regreso de una gira por las provincias. El lunes mismo tiene una conferencia en inglés y después una todos los días de la semana hasta el miércoles.
Con suerte se irá de aquí con unos pesos como para darse el lujo de no dar conferencias en Chile y Perú. Pero no se imagina cuánto ha trabajado.
Y ahora a otra cosa: Lamento mucho la suspensión de Labor. Qué lástima. Pero con tal que le dejen publicar Amauta, puede Ud. desglosar un último pliego con material para los obreros.
Me alegro de que su salud vaya bien. He hablado con Frank para que lo decida a Ud. a venirse a Buenos Aires. Creo que Ud. puede ganar aquí algún dinero como para independizarse por unos meses. Claro que tendrá que hablar para instituciones más o menos burguesas; pero sin ellas no se puede hacer nada en Buenos Aires. Las Ligas antimperialistas, latinoamericanas, etc., no sirven para nada sino para que sus presidentes se luzcan en los diarios de cuando en cuando. En el caso de Frank han estado ausentes y torpes. Algún día le explicaré. Cuente conmigo y créame que no soy capaz de embarcarlo en nada que no sea digno de un hombre libre. Pero tampoco tengo prejuicios de sectario.
En el último número de L.V.L. se publica una página suya que ha despertado mucho interés. Se le va conociendo. Mándeme 5 ejemplares de su libro por los que le voy mandando Babel. A Garro prefiero no escribirle. Es un asunto muy desagradable del que no me quiero acordar.
No recibo la Nueva Revista Peruana y hace tiempo que no me llega El Mercurio. Espero el número 26 de Amauta.
Escríbame y reciba un gran abrazo de su amigo y compañero que espera verlo pronto en Buenos Aires.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Melchor La Chira, 31/10/1929

Lima, 31 de octubre de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui,
Presente.
Muy señor mío:
Confirmando nuestro acuerdo verbal le dirijo la presente en constancia de mi compromiso de responder a la obligación que representa por la letra s/n por Lp. 15, descontado por el Sr. Cordero y aceptado por Ud. para el abono del carro Chevrolet No. 94 de mi propiedad y de mi hermano Amador La Chira.
Semanalmente depositaré en poder de Ud. Lp. 3.5.00 hasta la cancelación de la deuda que Ud. me garantiza, como aceptante de la letra, siendo entendido que mientras no esté totalmente pagado el carro Chevrolet, queda afectado al presente compromiso.
La primera entrega semanal se pagará dentro de 8 días desde la fecha.
De Ud. atto. y S.S.
Melchor La Chira

La Chira, Melchor

Carta de Fernán Villanueva, 30/10/1929

Pucucho, 30 de octubre de 1929
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
De mi grande admiración señor:
Un proletario, desde este terruño ajeno, implora dádiva si podieran aceptar a Ud. señor i compañeros mas a amigos suyo, de libros revistas i periódicos de la nueva generación, pido por que tengo los motivos siguientes: Soi desheredado de la fortuna por que mis padres i con ellos sus antecesores fueron de la multitud Servum Pecum como Flor de Fango de Vargas Vila, i no puedo amasarlos por mi notoria invalidez i que antes de creerme victima de la Diosa suerte para otros diré con un Pommerey “los vicios los males no las inventa el hombre ni la suerte, las crea la sociedad que lo necesita para el disfrute de los vicios”. Por esta injusticia y grande disparate que a querido hacer de mi nuestro mitologico i supuesto Diós, que dicen; castiga a los malos, remunera a los buenos, ruego a esa legión de hombres no mezquinos, sustituyen al Dios de la historia, enviandome los Claris Verbis que tiende a mitigar la desdicha i el hambre de un Cristo que por el gozo del mundo entero redime, envíandome esas que aquí valoriza Gabriela Mistral. “Un semanario —como dijera un libro un periodico— hacen mas obras que dos Normales de Maestros i muchisimas mas que cincuenta liceos” para ver con estas valiosas dádivas, las perspectivas aunque en lontananza de la Nueva Humanidad, como vio San Juan en otupica visión la nueva Gerusalen. Mi invalidez lo celebro antes de deplorar mi honra por que desafiando al mundo parasitario trabajo para vivir i al mismo tiempo gozo. En espera de su dinamica i grata en gracia a mi pobreza. Queda de Ud. su humilde i S. S.
L. F. Villanueva
Mi Diricción:
L. Fernán Villanueva. Huamalí-Pucucho.

Villanueva, Fernán

La federación americana del trabajo y la América Latina. La natalidad en la Europa occidental.

La federación americana del trabajo y la América Latina.
Cuando los sindicatos de espíritu y tradición clasistas de Europa o de la América Latina califican a la Federación Americana del Trabajo como el más obediente instrumento del capitalismo norte-americano, no falta quienes temen que se exagere. Los poderosos medios de propaganda de que dispone la Federación Pan-Americana del Trabajo le consienten, si no conquistar, neutralizar al menos algunos sectores de la opinión popular.
Pero la propia Federación Americana del Trabajo se encarga con sus actos de destruir toda duda acerca de su rol. Últimamente el cable, ha registrado rápidamente la noticia de que la central de los sindicatos reformistas de USA ha tomado netamente posición contra la inmigración latino-americana a su país. El pan-americanismo de los obreros de la Federación no se diferencia mínimamente del de los banqueros de Wall Street. La solidaridad de clases es algo que, pese a la retórica de la Confederación Pan-Americana del Trabajo, ignora radicalmente su política. Los sucesores de Compers no tienen inconveniente en estrechar periódicamente las manos rusas y oscuras de los delegados de los obreros del Sur, en una cita pan-Americana; pero rehúsan absolutamente admitir su competencia en sus propios mercados de trabajo. Los tratan, en esto, como a los demás inmigrantes. No quieren obreros latino-americanos en su país. Le basta con convocarlos en Washington o La Habana, para afirmar su hegemonía sobre ellos. Las conferencias pan-americanas del trabajo no son sino un aspecto de la diplomacia imperialista.
Eso lo saben, en la América Latina, todos los sindicatos obreros dignos de este nombre. I lo prueba el hecho de que para las paradas de la Confederación Pan-americana del Trabajo, los líderes del reformismo yanqui no cuenten sino con amorfos agregados fácilmente manejables. La única central importante de la América Latina que participaba en las conferencias pan-americanas del trabajo era la CROM. I la Crom obedecía en esto a razones de estrategia que Luis Araquistaín ha enfocado nítidamente. La Crom creía ganar, por este medio, el apoyo de la Federación Americana del Trabajo en la política yanqui para la Revolución Mexicana. Hoy no solo los factores de la política mexicana han cambiado; la Crom, que alcanzara con el gobierno de Calles su más alto grado de apogeo, está casi deshecha. Primero, la ofensiva de las fuerzas que enarbolaron, muerto Obregón, la bandera del obregonismo, enseguida, la agrupación de las masas obreras y campesinas en una nueva central, -la que representó al proletariado mexicano en el congreso sindical de Montevideo- ha anulado el antiguo valor de la Crom. Morones viaja por Europa, en momentos en que se discute y vota en el parlamento de su país el Código del Trabajo del Licenciado Portes Gil. La Crom asistirá a la próxima conferencia pan-americana del trabajo, con sus efectivos enormemente relucidos, con su autoridad completamente disminuida.
I habrá que averiguar lo que piensan los obreros de México del pan-americanismo que actúan las uniones amarillas de USA al votar por el cierre de la frontera yanqui a las inmigraciones del Sur.

La natalidad en la Europa occidental
Francia no ha resulto, en los años de post-guerra, el problema de su despoblación. Pero al menos, ha visto extenderse ese problema en la Europa occidental. Ya no es posible oponer a una Francia malthusiana una Alemania prolífica. El crecimiento demográfico de la vecina del otro lado del Rhin se ha detenido desde la guerra. En 1900, la estadística registraba en Alemania dos millones de nacimientos al año, con una población de 56 millones. En 1927, con 63 millones, la cifra de nacimientos ha descendido a 1,2. De 35.6 por mil, ha bajado a 18.3 por mil. La guerra costó a Alemania, en capital humanos, aparte de las pérdidas del campo de batalla y del hambre de la retaguardia, la pérdida invisible de los 3,5 millones de hombres que habrían debido nacer. “Monde” de París toma estos datos de una interesante obra publicada recientemente en Alemania, sobre la materia, con el título de “El descenso de la natalidad y la lucha contra él”.
Como se sabe, uno de los objetivos centrales de la política fascista es el aumento de la población. Italia ha sido, tradicionalmente, un pueblo prolífico. El desequilibrio entre su crecimiento demográfico y sus recursos económicos, la constreñía a la exportación de una parte de su fuerza de trabajo. Mussolini considera el aumento de la población como el elemento decisivo del porvenir de Italia. 45.000.000 de hombres no pueden soñar con imponer su ley al mundo. No se concibe el resurgimiento de Roma imperial con las cifras demográficas actuales. El fascismo, entre otras batallas pacíficas, se propone ganar la batalla de la natalidad.
Pero, como dice Nitti, "no se concibe nada más absurdo". Es imposible regular la natalidad con discursos y decretos. El impuesto al celibato, no decide a los solteros, en tiempos de carestía y desocupación, a crecer y multiplicarse. Nadie se casa por evitar la tasa. "No conozco a nadie que haya tenido hijos bajo la sugestión del gobierno", anota burlonamente Nitti.
Las cifras estadísticas denuncian el fracaso de la política fascista en este embrollado terreno. En 1922, había en Italia 32,2 nacimientos por 1000 habitantes; en 1927, ha habido solo 26,9. La baja se ha acentuado en 1928.
La Europa occidental, en la post-guerra, como en la guerra, se despuebla. La estabilización capitalista no ha logrado el equilibrio en este aspecto de la producción y la economía. Un poco despechadamente, la Europa capitalista constata, con las cifras demográficas en las manos, que en la URSS no obstante la guerra, el hambre, el terror, etc., la política soviética acusa distintos resultados. Ni el bolchevismo ni el divorcio libérrimo, ni el aborto legal, ni la nueva moral de los sexos, han tenido las consecuencias que en la Europa occidental la nacionalización, el fascismo, etc.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Luis Alberto Sánchez, 20/10/1929

Lima, 20 de octubre de 1929
Querido Luis Alberto:
El plan de Ud. para obtener la venida de Frank me parece bien y yo haré todo lo posible por contribuir a su actuación. Respecto al aporte de la colonia judía, hablaré con Adler. El único inconveniente que puede presentarse es el de que, según entiendo, los judíos, como colectividad, no tienen en Lima una caja ni un organismo que atienda, sin demora, al desembolso. Habría en este caso, el más probable, que recurrir a las cuotas, reembolsables con el producto de las conferencias, que cubriría seguramente todos los gastos, y para las que sí podría contarse con la activa cooperación de los judíos —por mayor suma ciertamente. Redacte y haga circular el documento respectivo, para no perder tiempo. En la invitación podemos incluir a una o dos personas a quienes se exima de la cuota —Eguren, por ejemplo—; pero todos los demás firmantes deben concurrir a la reunión de los fondos. La cuota de Lp. 1 a 5 permitirá que todos cooperen a la constitución del fondo colectivo, según sus posibilidades.
Le envío el libro de Eguren.
Espero tener el placer de verle en cuanto se restablezca.
Suyo afmo.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Ramón Alzamora Ríos, 17/10/1929

Santiago, 17 de octubre de 1929
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
Estimado amigo:
Pronto le escribiré sobre la verdadera situación del país. Estoy estudiando en el terreno las cosas, apartándome de toda versión de amigos y compañeros.
Le incluyo el reportaje que fue [...] El Mercurio de Valparaíso y que reprodujo el de Santiago. Además, le remito la carta particular que nos envía un muchacho empleado de Arica, en la cual se refiere a un artículo suyo publicando en la revista Mundial.
Hasta la fecha no nos ha presentado a la Cámara. Debe hacerlo en la primera sesión de reapertura, que posiblemente sea el [...] del presente.
Lo abraza su compañero.
R. Alzamora.
P.D. Saludos para el comp. Martínez de la Torre.
Dirección: Ramón Montero
Calle Cuevas No 1139
Santiago.

Alzamora Ríos, Ramón

Carta a César Vallejo, 14/10/1929

Lima, 14 de octubre de 1929
Querido y admirado Vallejo:
Me reconozco en deuda con Ud. Recibí su grata carta, escrita ya con el pie en el estribo para el gran viaje, y mas tarde una postal. No le contesté entonces, incierto sobre su dirección y sobre la duración probable de su estadía en la U.R.S.S. Después, en la ansiedad de conocer sus primeras impresiones, continué esperando noticias de Ud. Todo esto complicado con el enorme trabajo que sobre mi pesa, privándome del placer de ser puntual en mi más cara correspondencia.
Hoy, renunciando a la satisfacción inmediata del deseo de escribirle largamente, quiero hacerle llegar cuatro líneas que reanuden nuestro interrumpido diálogo. Necesito recibir, con su respuesta, una o dos direcciones de Ud. No me fío de la del Consulado y veo en un periódico de Cajamarca que Ud. mismo no la recomienda a sus corresponsales. A la dirección señalada en su carta a ese periódico - 11 Avenue de L,Opera - le hemos dirigido últimamente "Amauta", "Labor" y dos pequeños libros que tenía encargo de adjuntarle a nuestro primer envío. Al Consulado le dirigí hace meses, con ejemplares de "Amauta", un ejemplar de mis "7 ensayos". Espero que cumpliesen con entregarle este paquete que expedimos certificado.
Como no habrá de informarle nuestro querido Eudocio, a un activo trabajo de definición ideológica, en el que hemos hecho justicia resuelta de todas las fórmulas baratas y de todas las posiciones equívocas del confusionismo criollo, ha seguido - o acompañado - por nuestra parte una labor seria y constructiva de organización. El editorial del No 17 de "Amauta" fijó nuestra posición frente a la desviación aprista. El acuerdo de 7 de octubre de 1928, dio un carácter formal, creó el organismo realizador de nuestra orientación. De entonces a hoy, no hemos cesado de avanzar en esta labor, contra las dificultades a que nos condena la vigilante hostilidad policial y nuestra pobreza. Últimamente, hemos sufrido una grave perdida. "Labor", que había reanudado su publicación , y que precisamente con su No 10, había alcanzado una cifra de circulación que estabilizaba su existencia, ha sido suprimida por el gobierno. Notificado por la policía de que su publicación quedaba terminantemente prohibida, en momentos en que debía aparecer el No 11, reclamé al Ministerio de Gobierno. Obtuve también de la Asociación Nacional de Periodistas, ante la cual plantee concretamente la cuestión de la libertad de prensa, que hiciera por su parte una gestión ante el Ministro. Pero la respuesta del Ministro es hasta ahora rotundamente negativa. Hemos ganado, sin embargo, una comprobación: la de la solidaridad de las organizaciones obreras y campesinas. Las más importantes de estas, han acordado apoyas nuestra demanda ante el Ministerio. Hasta de comunidades indígenas del centro, nos llegan copias de protestas y de memoriales al Ministerio pidiendo la reconsideración de la orden dictada contra "Labor". Con este apoyo, no cejaremos. Esperamos que, pasada la ráfaga de zozobra y represión que ha seguido al supuesto efectivo descubrimiento de una conspiración en el ejército, se reconozca nuestro derecho a mantener "Labor" . Posteriormente, el 3 del pte, habiéndose la policía dado cuenta de la existencia de un manifiesto de la Confederación General de Trabajadores del Perú, vino a mi casa, después de haber visitado a la imprenta, para notificarme de que ese manifiesto no debía circular. Respondí que no tenía poder alguno para impedirlo y que no se podía prohibir la circulación de algo que había circulado ya en todos los centros de trabajo de Lima y el Callao y aun en provincias. (Efectivamente, el 9 llegaba "Noticias" de Arequipa con un amplio extracto del manifiesto y "Los Andes" del Cerro de Pasco con la primera parte). Sin embargo se comunicó a la imprenta que quedaba prohibida la impresión de cualquier papel mío o de los obreros.
Ya debe Ud. tener noticias de la detención de Paiva, que continúa a la isla. El 12 se detuvo a otro compañero, Pompeyo Herrero, uno de los editores de Vanguardia, periódico de la juventud socialista de San Marcos. Y el mismo 12 , en la mañana, con refinado oportunismo leguiísta, "La Prensa" comentaba editorialmente el Manifiesto de C.G.T.P declarándolo digno de atención, bien fundado en muchas partes, y sobre todo coincidente con el espíritu de "bien entendido socialismo" del régimen. Esto, cuatro días después de que la policía había tratado de secuestrar toda la tirada, con inverosímil retardo.
Sé que Haya, en más de una carta, atribuye a rivalidades personales, toda la desaprobación de su rumbo oportunista y caudillesco en que hemos coincidido los elementos más responsables y autorizados de nuestro movimiento. A un obrero, Manuel Zerpa, le escribió acusándonos de "divisionismo". Sé que el obrero, con seguro instinto clasista, a pesa de su simpatía personal por Haya, le respondió que no había que tener ningún divisionismo si el disolvía definitivamente el Apra y se adhería disciplinadamente a nuestro P.S.
Seguiré escribiéndole en breve. Estas líneas se proponen solo establecer una correspondencia regular con Ud. Reclamo su colaboración "Amauta". A Bazán, le ruego decirle que escriba a "El Mundo" reclamando, si aun no le han girado el valor de sus artículos. A mí me han dicho, que lo han hecho ya. Que mande algunos artículos para "El Bien del Hogar". Le pagarán Lp. 10 por artículo. Puede dirigirlos a María Wiesse. De Rabines hace meses que no tengo noticias. Le he escrito varias cartas, las últimas con la indicación de que aplace un poco regreso.
Trabajamos intensamente. Es para nosotros una gran alegría, saber que hombre como Ud. como Eudocio y como los otros compañeros de París colaborarán en la misma empresa. Mientras me sostenga la solidaridad de grupos como ese, y como los que componen ya nuestros cuadro de provincias, no cejaré en empeño de dar vida a un partido de masas y de ideas, el primer gran partido de masas y de ideas de toda nuestra historia republicana.
Fraternalmente lo abraza su devotísimo amigo y compañero.
P.D. Me avisan al cerrar esta carta que Pompeyo Herrera está ya en libertad. V.

José Carlos Mariátegui La Chira

El vacío en torno a Primo de Rivera. El entendimiento Hoover-Mac Donald. Política argentina

El entendimiento Hoover-Mac Donald.

La Gran Bretaña ha renunciado formalmente, en la conversación entre Mac Donald y Hoover, a la hegemonía mundial de potencia marítima. Este es el primer resultado concreto de las negociaciones entre los dos presidentes, en de la República de USA y en del Consejo de Ministros de SM Británica. La paridad naval de los dos Imperios anglo-sajones era, sin duda, la condición básica de un acuerdo. El imperio yanqui ha llegado a un grado de su crecimiento y expansión en que no le [es] posible reconocer, en el plano de los armamentos navales, la superioridad británica. La limitación de los gastos navales es una necesidad del tesoro británico; no del tesoro norte-americano. Por consiguiente, la gestión del acuerdo y las concesiones elementales para allanarlo correspondían a la Gran Bretaña. Mac Donald ha empezado por reconocer este hecho.

Obtenido el entendimiento de las dos potencias anglo-sajonas en los puntos fundamentales, sin esperar el regreso de Mac Donald a Londres, se ha convocado para enero próximo a una nueva conferencia sobre el desarme naval. La conferencia se celebrará esta vez en Londres y a ella concurrirán solo cinco potencias: la Gran Bretaña, los Estados Unidos, el Japón, Francia e Italia.

Ya se dibujan las irreductibles oposiciones de intereses que esa conferencia tratará de resolver. La Gran Bretaña y los Estados Unidos propugnan la supresión de los submarinos como arma naval. I en este punto no se muestran dispuestas a ceder Francia ni Italia. Para las potencias a las que no es posible sostener escuadras formadas por unidades costosas, el submarino es el arma por excelencia. Navalmente, Francia e Italia quedarían reducidas a una condición de suma inferioridad, si renunciaran a sus flotillas de sub-marinos. La prensa fascista, reaccionando rápidamente contra el plan Hoover-Mac Donald, lo denuncia como el pacto de los imperios para imponer su ley al mundo. El Japón, a su vez, no se aviene a la escala de 5-5-3- que se pretende fijar en lo que respecta. I los Estados Unidos, sin duda, no querrán hacer concesiones al Japón en este terreno. No es el desarme, sino un equilibro, fundado en la absoluta primacía anglo-americana, lo que se negocia, en este difícil y complicado proceso.

El vacío en torno a Primo de Rivera

La designación de Sánchez Guerra, Alba, y Eduardo Ortega y Gasset por el Colegio de Abo­gados de España para tres asientos en la Asam­blea Nacional, es un gesto de reto y de desdén a la dictadura de Primo de Rivera que confirma vivazmente el estado de ánimo de la nación es­pañola. La terna no puede ser, por las personas y por la intención, más hostil contra la desven­cijada y alegre dictadura del Marqués de Es­tella.

Sánchez Guerra no ha salido aún de la juris­dicción del tribunal militar que lo juzga por su tentativa de insurrección. Es el caudillo más agresivo y conspicuo de la lucha contra Primo de Rivera. Preso, después del fracaso del plan insurreccional, no pidió gracia ni excusa. No ate­nuó mínimamente su actitud de rebeldía contra el régimen. La declaró legítima, ratificándose en su condena de este régimen y de sus proyectos de falsificar la legalidad con una reforma pseudo-plebiscitaria de la Constitución que ha pues­to en suspenso. Dr. Santiago Alba es el ex minis­tro del antiguo régimen contra el que se ensañó tan porfiada y escandalosamente en sus comien­zos la belicosidad fanfarrona de Primo de Rive­ra. Ninguna reputación del liberalismo español fue entonces tan rabiosamente agredida como la de Alba por los paladines de la Unión Patriótica. Alba, por su parte, ha respondido siempre con beligerancia decidida a la ofensiva del somatenis­mo. Eduardo Ortega y Gasset, en fin, no es me­nos conocido por su obstinada oposición al ré­gimen que desde hace algunos años sufre su pa­tria. En mi última crónica, comenté precisamen­te su expulsión de Hendaya, a consecuencia de su tesonera y enérgica campaña contra Primo de Rivera en esa ciudad de la frontera franco­-española, al frente de la revista "Hojas Libres". Su aclamación por el Colegio de Abogados ha seguido por pocas semanas esta medida drástica de la policía francesa, solicitada empeñosamente por la Embajada de España en París.

Pero este hecho, con ser significativo, no agre­ga sustancialmente nada a lo que ya sabíamos respecto al aislamiento, a la soledad de Primo de Rivera y su clientela. El fascismo italiano se atrevió al acaparamiento total y despótico del gobierno y del parlamento, a base de una facción entrenada y aguerrida, militarmente disciplinada. El somatenismo español, en tanto, no ha llegado después de seis años de poder, a constituir un partido apto para desafiar a la oposición y or­ganizar sin ella y contra ella gobierno, parlamen­to y plebiscito. Ya me he referido a la proviso­riedad que Primo de Rivera ha invocado siem­pre como una excusa de su presencia en la jefa­tura del gobierno. Pasado su período de desplante y jactancia, Primo de Rivera ha cortejado a los mismos viejos partidos contra los que antigramaticalmente despotricara en las primeras jornadas de su aventura palaciega, para conseguir su colaboración en la Asamblea Nacional y en la reforma de la Constitución. Algunos líderes liberales, no han dejado de mostrarse oportunísticamente dispuestos a una componenda; pero se han guardado no menos oportunísticamente de situarse en un terreno de franco consenso. El Partido Socialista y la Unión de Trabajadores han tomado posición neta contra el simulacro de asamblea y de reforma. Como lo ha observado bien nuestra inteligente y avisada amiga Carmen Saco, viajando de Barcelona a Valencia y Manises, el pueblo español toma a risa el régimen de Primo de Rivera. Todo el mundo piensa que eso no es serio y no durará. Primo de Rivera con sus actitudes, con sus discursos, con sus presuntuosos disparates de legislador, crea el vacío en torno suyo. Su política, bajo este aspecto, tiene un efecto automático, que él no se propone, pero que por esto mismo obtiene infaliblemente.

Política argentina

El gobierno de Irigoyen hace frente a una oposición combativa, en la que hay que distinguir dos frentes bien diversos. Las requisitorias de los conservadores, del antipersonalismo y de la Liga Patriótica, son de la más neta filiación reaccionaria. Su beligerancia se alimenta del resentimiento de los variados intereses unificados alrededor de la fórmula Melo-Gallo. Estos intereses no le perdonan al irigoyenismo su victoria abrumadora en la batalla eleccionaria. Irigoyen, en el poder, ha decepcionado a muchos de los que esperaban no se sabe qué milagros de su demagógica panacea populista. En la lucha de clases, su gobierno hace sin disimulas la política de la burguesía industrial y mercantil. El proletariado, por consiguiente, lo reconoce como un gobierno de clase. La reducción de la burocracia, la redistribución de los emplees públicos, crea un ejército de cesantes y desocupados que actúa como activo elemento de agitación antiirigoyenista. Esto sirve a la oposición conservadora para elevar a un rango espectacular la escaramuza parlamentaria. Pero la verdadera oposición de clase y de doctrina es la que se delínea, con carácter cada vez más acentuado y propio, en el proletariado.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a José Malanca, 9/10/1929

Lima, 9 de octubre de 1929
Querido y recordado Malanca:
Sólo dos líneas para contestar su última que me encuentra en un período de trabajo extraordinario, por la revisión de los originales de los libros que tengo comprometidos con editoriales de Buenos Aires y Madrid.— De Carlos Manuel no he recibido ninguna noticia, a pesar de la impresión de Ud. de que su actitud era de rectificación.De Blanca Luz he tenido una carta, a la que ya he contestado. No sé si habrá Ud. encontrado ya en México a esta buena y grande amiga.— De Pavletich he recibido las cartas que le contesto en la que, en copia, le adjunto, para que la haga Ud. llegar a sus manos en previsión de cualquier posible pérdida postal.
Espero noticias sobre su itinerario. ¿Pasará Ud. a Centro América?
Las cartas de los amigos de Puno y del Cusco, traen siempre un recuerdo suyo. No deje de escribir y alentar a esos muchachos.
Nos han suprimido Labor. Las organizaciones obreras están acordando memoriales de adhesión a nuestra demanda para que se nos permita continuar su publicación. Pero, con motivo de ciertas o supuestas conspiraciones en el ejército, extrañas en todo caso al movimiento sindical, todo papel suscita alarmas y sospechas. Se ha notificado a la imprenta para que no se publique nada mío ni de los obreros. No sé aún si esta notificación concierne en alguna forma a Amauta, cuyo número 26 está listo, a toda costa, como la vez pasada. Si la clausuran, saldré del país. Preferible será esto a resignarme a que ahoguen mi voz en silencio. Sin Amauta, sin Labor, sin una tribuna, no sabré resistir a la necesidad desesperada de respirar la atmósfera de un país libre.
Pero mientras esté aquí, no cejaré. Ud sabe que mi lema es ese: non mollare.
Escríbame a la dirección usada o, mejor, a la que conoce Pavletich o a la que tiene Tristán Marof.
Recuerdos de todos los míos. Un abrazo de los compañeros y el más cordialísimo y fraterno de su amigo y camarada que le augura grandes triunfos artísticos.
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Fernando Luis [Castro Agusti], 28/9/1929

[Cajamarca], 28 de setiembre de 1929
Mi querido José Carlos:
Recibí su carta y documentos en el último correo. Esperaba ansioso saber de su salud y de la labor que realicen actualmente. Acá no he descuidado en lo menor lo que me correspondía hacer. Acaba de reorganizarse mediante una campaña iniciada en el diario El Perú, la Sociedad de Empleados de Comercio, espero antes de regresar ver también organizadas las organizaciones obreras. La labor es demasiado dura, pues se tropieza con un sin número de dificultades. Con todo, creo que algo se ha hecho en el poco tiempo que estoy en ésta.
La colecta para Ravines creo que no dé buen resultado, pues es poco conocido. Sin embargo espero en los primeros días del mes entrante enviarle un giro con mi contribución y la de los pocos amigos de acá. Lo mismo para Paiva a quien recuerdo con mucho cariño y siento lo sucedido.
Mi estadía en ésta creo será hasta el diez del entrante. Estaré en Trujillo los días necesarios para conseguir movilidad y trasladarme a ésa. Si hay algo urgente comuníquemelo inmediatamente.
Amauta y Labor en ésta, no pueden difundirse por la falta de material de propaganda, sería bueno envíen carteles de los que allí se utilizan. Estamos laborando porque alcance la difusión que debe tener.
Mis mejores deseos por que se encuentren bien de salud, lo mismo que su familia. Lo abraza su compañero
Fernando Luis.

Castro Agusti, Fernando Luis

Carta al Secretario General de la Federación Gráfica del Perú, 28/9/1929

Lima, 28 de setiembre de 1929
Compañero
Secretario General de la Federación Gráfica del Perú
Lima
Compañero Secretario:
Notificados por la policía de que la publicación de "Labor" queda prohibida, nos hemos dirigido al Ministerio de Gobierno reclamando contra esta medida, que suponemos hasta ahora de inspiración y responsabilidad subalternas y reivindicando nuestro derecho a mantener la publicación de este periódico doctrinario e informativo al servicio de los intereses de las clases trabajadores obreras y campesinas, en las cuales encontraba creciente adhesión y apoyo por traducir fielmente sus aspiraciones y necesidades.
En espera aún de la respuesta del Sr. Ministro de Gobierno, hemos acordado dirigirnos a las organizaciones obreras y campesinas del país para que, en la forma que consideren conveniente, apoyen nuestra gestión antes ese Ministerio.
La defensa de la libertad de prensa obrera es condición fundamental de la afirmación clasista del proletariado; y ha sido incluida por esto, por la naciente Confederación General de Trabajadores de Perú, entre los deberes sustantivos y las reivindicaciones inmediatas de los obreros organizados. "Labor", vocero de las masas obreras y campesinas, como lo demuestran sus campañas, apela, de acuerdo con este concepto, a la solidaridad de los trabajadores organizados.
Con fraternales sentimientos, lo saluda su affmo. compañero
[Firma de José Carlos Mariátegui]

José Carlos Mariátegui La Chira

Nitti y la batalla anti-fascista. La preparación sentimental del lector ante el conflicto.

Nitti y la batalla anti-fascista
La resolución del “duce” del fascismo de dejar la mayor parte de los ministerios que había asumido en el curso de sus crisis de gabinete, ha seguido casi inmediatamente a una serie de artículos de polémica anti-fascista del ex-presidente de consejo más vivamente detestado por las brigadas de “camisas negras”: Francesco Saverio Nitti. No ha que atribuir, por cierto, a la ofensiva periodística de Nitti, diestro en la requisitoria, la virtud de haber hecho desistir a Mussolini de su porfía de acaparar las principales carteras. Es probable que desde hace algún tiempo el jefe del fascismo se sintiese poco cómodo, con la responsabilidad de tantos ministerios a cuestas. En casi todos, su gestión ha confrontado dificultades que no le ha sido posible resolver con la prosa sumaria y perentoria de los decretos fascistas. El acaparamiento de carteras imprimía un color muy marcado de dictadura personal al poder de Mussolini que, a pesar de todas sus fanfarronadas de condotiere, no ha osado despojarse de la armadura constitucional, frente al ataque de la “variopinta” oposición. A Mussolini no le preocupa excesivamente los argumentos que la concentración del poder en sus manos puede suministrar a los quebrantados partidos y facciones que lo combaten; pero si lo preocupan los factores capaces de perjudicar la apariencia de consenso en que sus discursos transforman la pasividad amedrentada de la gran masa neutra. I lo preocupan, sobre todo, los escrúpulos de la finanza extranjera, y en especial norte-americana de que depende el fascismo tan fieramente nacionalista. Mussolini no puede desentenderse del todo de las ambiciones de figuración de sus lugartenientes.
Los artículos de Nitti han tenido, desde luego, extensa resonancia en el ambiente burgués, -dispuesto a cierta indiferencia, y a veces a una franca tolerancia, antes los actos del fascismo,- de los países en que se han publicado. Nitti emplea, en su crítica, argumentos que impresionan certeramente la sensibilidad, algo adiposa y lenta siempre, de las capas demo-burguesas. Todos sus tiros dan en el blanco. Sus artículos no son otra cosa que un rápido balance de los “bluffs” y de los fracasos del rimbombante régimen de los camisas negras. Nitti opone las altaneras promesas a los magros resultados. Mussolini ha conducido a Italia a diversas batallas que se a resuelto en clamorosos descalabros. La “batalla del trigo” no ha hecho producir a Italia la cantidad de este cereal de que ha menester para alimentar a su población. Nitti cita las cifras estadísticas que prueban que la importación de este artículo no ha disminuido. La “batalla del arroz” no ha sido más feliz. La exportación italiana de este producto ha descendido. La “batalla de la lira” ha estabilizado con grandes sacrificios el curso de la divisa italiana en un nivel artificial que estanca las ventas al extranjero y paraliza el comercio y la industria. A Italia le habría valido más ahorrarse esta “victoria” financiera de Mussolini. La “batalla de la natalidad” ha sido una derrota completa. La cifra de los nacimientos ha disminuido. El “duce” no ha tenido en cuenta que estas batallas no se ganan con enfáticas voces de mando. La natalidad no obedece, en ninguna sociedad, a los dictadores. Si las subsistencias escasean, si los salarios descienden, si la desocupación se propaga, como ocurre en Italia, es absurdo conminar a las parejas a crecer y multiplicarse. Los solteros resisten inclusive al impuesto al celibato. La inseguridad económica es más fuerte que cualquier orden general del comando fascista.
Nitti trata a Mussolini, en cuanto a cultura y competencia, con desdén y rigor. Mussolini, dice, carece de los más elementales conocimientos en los asuntos de Estado que aborda y resuelve con arrogante estilo fascisto. Es un autodidacta sin profundidad, disciplina ni circunspección intelectuales. “No poseyendo ninguna cultura ni histórica ni económica ni filosófica y como los autodidactas se atreve a hablar de todo. La lectura de los manueales populares de pocos centavos, le ha provisto de una especie de formulario. Pero, en el fondo, su acción se desarrolla de acuerdo a su temperamento. Pertenece a esa categoría que Bacon llama “idola theatri”.
No será, empero, los ataques periodísticos del autor de “Europa sin paz” los que socaven social y políticamente el régimen fascista. La verdadera batalla contra el fascismo se libra, calladamente, en Italia, en las fábricas, en las ciudades, por los obreros.
El fascismo podría considerar tranquilo el porvenir si tuviese que hacer frente solo a adversarios como a un combativo ex-ministro y catedrático napolitano.

La preparación sentimental del lector ante el conflicto
Las agencias telegráficas norte-americanas continúan activamente su trabajo de preparación sentimental del público para la aquiescencia o la incertidumbre ante la ofensiva contra la URSS que preludian las violencias del gobierno de la Manchuria y las provocaciones de las bandas chicas y de los risos blancos en la frontera de Siberia. Sus informaciones no han aludido jamás a la disposición de los banqueros norte-americanos para financiar la confiscación del Ferrocarril Oriental Ruso-Chino. El capital yanqui busca, como bien se sabe, inversiones productivas, con un sentido al mismo tiempo económico y político de los negocios. I ninguna inversión afirmaría la penetración norte-americana en la China como la sustitución de la URSS en el Ferrocarril Oriental de la China. El Japón no mira con buenos ojos este proyecto. Inglaterra misma, aunque interesada en que se aseste un golpe decisivo a la influencia de la Rusia soviética en el Oriente, no se resignará fácilmente a que la instalación de los norte-americanos en la Manchuria sea el precio del desalojamiento de los rusos. Estos son los intereses que se agitan en torno del conflicto ruso-chino. Pero no se encontrará sino accidentalmente alguna velada mención de ellos en la información que nos sirve el cable cotidianamente sobre el estado del conflicto. El objetivo de esta información es persuadir al público, que se desayuna con el diario de la mañana y carece de otros medios de enterarse de la marcha del mundo, de que Rusia invade y ataca a la China y de que lanza sus tropas sobre las poblaciones de la Manchuria.
La política anti-soviética de los imperialismos mira a enemistar la URSS con el Oriente. Necesita absolutamente crear el fantasma de un imperialismo rojo, en el mismo sentido colonizador y militar del imperialismo capitalista, para justificar la agresión de la URSS. A este fin tienen los esfuerzos de los corresponsales.
La consideración de este hecho confiere viva actualidad, en lo que nos respecta, al tema de “la norte-americanización de la prensa latino-americana”. El estudio que con este epígrafe Genaro de Arbayza hace pocos meses en “La Pluma”, la autorizada revista que en Montevideo dirige Alberto Zum Felde, ha tenido gran resonancia en todos los pueblos de habla española, España inclusiva. Genaro de Arbayza examinaba la cuestión con gran objetividad y perfecta documentación. “Los periódicos más ricos -escribía- tienen corresponsales especiales en las capitales importantes de Europa, pero la casi totalidad de sus noticias más importantes son suministradas por las agencias norte-americanas. Así es como más de veinte millones de lectores, desde México al Cabo de Hornos, formados por las clases media y gobernante, ven el mundo exterior exactamente a través de la forma como quieren los editores norteamericanos que lo vean. Este sistema de distribución de noticias ha convertido toda la América Latina meramente en una provincia del mundo de noticias norteamericano”. Glosando este artículo, la revista cubana “1929”, otra cátedra de opinión libre, observaba que “un consorcio de grandes rotativos latinoamericanos haría, con toda probabilidad, factible el establecimiento de una gran agencia noticiera mutua capaz, por lo menos, de comedir y mitigar el caudal informativo yanqui”. El optimismo de “1929” en este punto es quizás excesivo. Probablemente la agencia latinoamericana que preconiza, no ambicionaría, a la postre, a mejor destino, que a ponerse a remolque del cable yanqui. Es, más bien, la indagación vigilante de las revistas, el comentario alerta de los escritores independientes, el que puede defender al público de la intoxicación a que lo condena la trustificación del cable. Ya una revista, nuestra, “Mercurio Peruano”, enfocó una vez esta cuestión, provocando la protesta del representante de una agencia yanqui. Los numerosos artículos que han seguido al estudio de Arbayza, le restituyen acrecentada toda su actualidad.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Ricardo E. Flórez, 19/9/1929

Lima, 19 de setiembre de 1929
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Pte.
El "chef d'oeuvre" adjunto es para Amauta, pedido por Sabogal, a quien yo le aseguré esta mañana que hoy se lo llevaría a casa de Ud., sin recordar que tenía que asistir al concierto Padrona-Cabral.
Diversas circunstancias, mudanza nuestra, viaje de mi hermana, constipada, y me han impedido continuar el retrato. En cuanto pueda le telefonearé o iré a su casa una de estas tardes para ponernos de acuerdo.
Lo saluda afectuosamente.
Ricardo E. Flórez

Florez, Ricardo E.

Carta a Mario Nerval, 18/9/1929

Querido compañero Mario Nerval:
Debo aún respuesta a su grata carta del 21 de julio. Leyendo la que ha dirigido Ud. a nuestro compañero M. siento el deseo de responderle enseguida, venciendo mis ocupaciones. Debe Ud. haber recibido antes algunas copias que le he remitido por otra vía.
Tengo carta de Saldaña. Conviene que le haga Ud. saber sin tardanza que es el candidato a la primera beca en la Universidad de Oriente y que debe ponerse inmediatamente en comunicación con Independencia 3054, Buenos Aires. Probablemente —si no tiene hasta hoy noticias de esto— se debe a que ignoran allá su paradero.
Muy bien su trabajo en La Paz. El grupo de esa ciudad, se muestra excelentemente orientado y está destinado a ejercer un influjo importantísimo en todo su radio. Tomo nota, a este respecto, de sus indicaciones. Y les recomiendo mantenerse en relación con Seoane, Herrera o Merel, el que les escriba presentemente a nombre del grupo de Buenos Aires, al que hay que desengañar definitivamente respecto a la posibilidad de insistir en el Apra. El Apra está liquidada por la resolución del Segundo Congreso Anti-imperialista Mundial. No tengo aún noticias completas de este Congreso, que se proponía tareas bien superiores al esclarecimiento de las pequeñas competiciones latino-americanas. Pero sé, por cartas de París, que se confirma y proclama como sola organización de frente único anti-imperialista en la América Latina a las ligas. El trabajo político corresponde a los partidos, el sindical a las uniones obreras. El Apra está descartada. Haya, según parece, ha reclamado contra la exclusión; pero es casi seguro que no se tomará en cuenta su protesta. Al Consejo de la Liga Mundial Anti-Imperialista no se le engaña tan fácilmente como a los condiscípulos de Trujillo y de Lima. La Liga sabe a qué atenerse respecto al Apra. Al congreso han asistido dos peruanos, Eudocio y Hurwitz. Y a los dos les consta que ni siquiera en su país de origen, el Perú, el Apra representa una corriente de masas. Este debate está terminado.
He recibido una carta de Natusch. Dígale que le contestaré en breve. Lo mismo a Abraham Valdez. A Sánchez Málaga mi agradecimiento por el envío del número de EI Diario del 28 de julio. También le escribiré pronto. Que tenga en cuenta todo el trabajo que pesa sobre mí.
Acabamos de ser notificados de que la publicación de Labor queda estrictamente prohíbida. No nos apuramos. Como la notificación viene de la Inspección General de Investigaciones, reclamaremos al Ministro de Gobierno, inquiriendo si la orden emana de su despacho. Labor cuenta con la solidaridad de vastos sectores obreros y campesinos. Su último número obtuvo gran éxito. Tenemos que hacer un extremo esfuerzo por sostenerlo.
Si en el grupo de La Paz es posible efectuar una pequeña colecta para sumarla a la que realizamos pro-regreso de Eudocio, su concurso nos llegará oportuno. Necesitamos contribuir a los gastos de viaje de nuestro compañero, que cuenta ya con permiso para reingresar al país.
Está detenido Juan J. Paiva. No hay contra él otro cargo que su pequeña biblioteca marxista, traída casi toda de París, donde residió cuatro años estudiando en la Sorbona, y algunas cartas de compañeros de allá, en que se habla de la polémica con el grupo hayista y de la orientación por imprimir al movimiento ideológico del Perú. Las prisiones no destruirán ni arredrarán a los compañeros empeñados en el Perú en esta labor.
Muy cordialmente lo abraza su amigo y compañero
José Carlos
P.D.— Saludos afectuosos de Juan Saco.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Jorge Guillermo Leguía

Magdalena Vieja, 11 de Srtbre. de 1929.
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
Muy distinguido amigo:
Belaunde me suplica enviarle todos los Nos. De “AMAUTA” publicados en el año en curso. Su dirección es:
754, Orange St.
C/c Dr. Carlos Concha,
NEW HEAVEN, Conn.
U.S.A.
Convencido de que usted accederá gustoso a su deseo, lo saluda cordialmente su affmo. amigo de siempre y fervoroso admirador.
[Firma de Jorge Guillermo Leguía]

Leguía Iturregui, Jorge Guillermo

La asamblea de la Sociedad de las Naciones. La reacción en México. Guillermo Valencia y Vasquez Cobo.

La asamble de la Sociedad de las Naciones
La más visible consecuencia de un gabinete laborista británico en la política internacional es, seguramente, la reanimación de la Sociedad de las Naciones. No es, por supuesto, que el Labour Party, en el gobierno de la Gran Bretaña, represente sustancialmente un nuevo rumbo en la gestión de los negocios extranjeros de ese imperio. La Gran Bretaña es un país fundamentalmente conservador en su política; pero en ningún aspecto lo es tanto como en el diplomático. Mas el estilo y el espíritu de los conservadores se avenía poco con el rol de empresarios de la Sociedad de las Naciones y de las asambleas de Ginebra. Los ministros conservadores asistían a las reuniones de la Sociedad de las Naciones con un gesto demasiado cansado y escéptico. Los laboristas, en cambio, estrenan en este campo uno de sus más intactos entusiasmos. En conferencias como la de las reparaciones, estarán siempre dispuestos a defender los intereses de la Gran Bretaña, con mayor celo nacionalista que los conservadores, sin exceptuar a Churchill, pero en la Sociedad de las Naciones, en debates generales sobre el desarme y el arbitraje obligatorio, pueden consentirse generosos brindis pacifistas.
La nota más importante de la décima asamblea de la Sociedad de las Naciones es hasta ahora la elección de Guerrero, delegado de la República del Salvador, como presidente del Consejo de la Liga. I, seguramente, este es un acto de inspiración británica. Se trata más que de atraer a la política de la Liga a los pequeños Estados, disimulando su carácter de trust de grandes potencias, de acentuar la participación de la América Latina en sus labores centrales. Guerrero, en la Conferencia Pan-Americana de la Habana, representó como se recordará la resistencia a la política yanqui. Hasta ahora, los Estados Unidos es la única gran potencia capitalista ausente de la liga, aunque intervenga en todos sus trabajos de colaboración internacional: economía, higiene, trabajo, etc. I es obvio que, a medida que se acentúe el antagonismo anglo-yanqui, la política de la Gran Bretaña tiene que esforzarse por sacar partido de esta circunstancia. Si bien Norte América está habituada a domesticar las veleidades anti-yanquis del nacionalismo centro-americano -se recuerda demasiado los casos Sacasa y Moncada- su diplomacia debe haber recibido con gesto un poco desabrido el nombramiento del salvadoreño Guerrero como Presidente del Consejo de la Liga.
En general, la Sociedad de las Naciones se presenta esta ves bastante convalecida a sus crisis. La abstención yanqui se compensa, en parte, con la activa presencia de Alemania, representada por Stresseman, que necesita aprovechar este retorno de su país a la sociedad internacional, después del largo aislamiento a que la condenó la derrota. La Liga es, por otra parte, el centro de operaciones de Briand, “speaker” oficioso de los Estado Unidos de Europa.

La reacción en México
Portes Gil sigue haciendo contramarchar a la Revolución Mexicana. Obtuvo la victoria sobre la insurrección militar de Escobar, Aguirre, etc, mediante una gran movilización de las masas revolucionarias -obreras y campesinas-. Pero, enseguida, mientras de una parte se ha apresurado a hacer la paz con el clero, de otra parte ha iniciado la ofensiva contra la extrema izquierda. Algunos de los mismo agraristas, que se unieron a la cabeza de las masas campesinas para defender la Revolución contra los generales que la traicionan alzando repentinamente la bandera de la Reacción, han caído, abatidos no por la balas de los “cristeros”, sino por las balas de las tropas federales.
El pacto con la Iglesia, que siguió al pacto con el capitalismo yanqui, expresa nítidamente el carácter del gobierno interino del licenciado Portes Gil, a quien ni estas transacciones, ni la persecución de la vanguardia obrera y campesina, impiden por supuesto emplear, en sus arengas, un lenguaje pródigo todavía en término revolucionarios.
Pascual Ortiz Rubio, candidato del partido gubernamental, se prepara sin duda a continuar en el poder la política del licenciado Portes Gil. La factura del antiguo frente revolucionario, sostenedor de Obregón en la última lucha electoral, ha consentido a Vasconcelos, candidato anti-reeleccionista, una extensa e imponente demostración de fuerza en varios Estados. El próximo gobierno tendrá que hacer frente a dos fuertes corrientes de oposición: la de derecha y la de izquierda. A la primera procurará quebrantarla con nuevas concesiones a los intereses que representa. A la segunda, resistirá simultáneamente con las armas de la represión y la demagogia. Pero en este difícil equilibrio, le será imposible seguir haciendo figura de gobierno “revolucionario”.

Guillermo Valencia y Vásquez Cobo
Los dos candidatos conservadores -Guillermo Valencia y Vásquez Cobo- continúan en Colombia irreductiblemente sostenidos por sus partidarios del Congreso. De hecho, el partido conservador se presenta escisionado ante el problema presidencial. Valencia ha obtenido la mayoría en la votación de los representantes a congreso de su partido. Pero los 45 representantes que ha votado por Vasquez Cobo se manifiestan resueltos a luchar hasta el fin por su candidato. El partido liberal, en minoría en el congreso, no tendrá candidato. Frente al dilema Valencia o Vásquez Cobo, es probable que, con ciertas condiciones, y ante el significado ostensible que ha dado a la candidatura del general la recomendación del arzobispo de Bogotá, se decida a concurrir a la victoria del candidato civil. Los liberales andan divididos; pero son, aún así, una fuerza. El partido socialista revolucionario, que los reemplaza cada vez más como partido de izquierda, no cuenta, puesto casi fuera de la ley, con representación parlamentaria ni con prensa.
En las razones del Arzobispo de Bogotá para apoyar a Vásquez Cobo, son, en orden a la política internacional, las mismas que ha tenido para vetar a Concha. Vásquez Cobo no es persona ingrata a los Estados Unidos, a cuyo canciller Root le tocó saludar cortésmente, a nombre del gobierno colombiano, vivo aún el resentimiento por la desmembración de Panamá, cuando ese activo gerente del panamericanismo visitó la América Latina en gira oficial. Concha, que somo ministro representó una política de celosa reivindicación de los intereses colombianos, frente a Norte-América, no está en el mismo caso. Su elección como presidente de la república podría perjudicar a la reconciliación yanqui-colombiana. La razón de Estado es decisiva para los políticos de la Iglesia.
Valencia, en las últimas semanas, quizá en parte a consecuencia de la fisionomía abiertamente dictatorial y reaccionaria que ha mostrado la candidatura de su opositor, apoyado por el ex-ministro de guerra Rengifo, el hombre de la ley “heroica” y de la represión de Santa Marta, parece haber ganado terreno. La votación así lo demuestra.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 21/8/1929

Lima, 21 de agosto de 1929
Muy estimado amigo y compañero:
Dos líneas rápidas de respuesta a su carta de 25 del próximo pasado, que me encuentran agobiado de trabajo.— He recibido La Vida Literaria con mi artículo sobre Henríquez Ureña. Muchas gracias por su inserción. Se ha publicado en Lima en Mundial, de modo que no sé si incluirlo en el material de Amauta próximo. El No. 25 está completo, listo para salir.— En vez de un capítulo de El Alma Matinal, le adjunto dos comentarios de libros franceses y un grupo de impresiones sobre libros rusos nuevos, en las que esbozo, al comenzar un concepto sobre el complejo de la ‘burguesía’ rusa, —fracasada en su empresa política, por la persistencia del absolutismo aristocrático cuando ya ella había llegado económicamente a su mayor edad—, en la mayor parte de la literatura y, sobre todo, de la novela de los pasados decenios. En un artículo sobre “Los Artamonov” de Gorki, publicado en Repertorio Americano formulo ya esta tesis, aunque muy sumariamente. —Como Ud. es gran conocedor de literatura rusa, me interesaría conocer su opinión sobre este tópico.— Como La Vida Literaria es sobre todo una revista de autores y temas de libros, estos trabajos me parecen más apropiados a sus fines informativos que otro fragmento de El Alma Matinal. Pero si Ud. prefiere, por ejemplo, el esquema de explicación de Chaplin, aparecido en el No. 18 de Amauta y que ha tenido cierta fortuna entre sus lectores más documentados en literatura chapliniana, no tendrá nada que objetar. Perdone el estado en que le envío los originales. Están horriblemente enmendados. Por razones económicas, he tenido que prescindir de los servicios de un mecanógrafo, desde hace mucho tiempo.—Cuando le envíe los originales completos de El Alma Matinal, —que será muy pronto—, Ud. mismo elegirá los capítulos que más le gusten para La Vida Literaria.
No me dice Ud. nada de sus gestiones para la edición de mi Defensa del Marxismo, ya pronta para la impresión.
De acuerdo con Ud. en el juicio sobre el material literario, y sobre todo poético de Repertorio Judío. Pero me es difícil comunicarles mis preocupaciones literarias.
Termino aquí porque una serie de ocupaciones me solicita.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Fidedigno Cuellar, 8/8/1929

Bogotá, 8 de agosto de 1929
Señor
José Carlos Mariátegui.
Lima. Perú.
Muy estimado compañero:
Mi cariñoso saludo.
Me he retardado en escribirle, como le prometí, por las múltiples tareas que he tenido que cumplir a mi llegada a ésta y en las regiones colombianas de tránsito. Mientras estuve ausente nada se adelantó en la organización sindical, porque las masas están de-sesperadas unas, otras profundamente fanatizadas y atemorizadas. Unos pocos convencidos, estamos persistiendo en la organización y dentro de poco sabremos los resultados.
Allá le remito una copia del informe que presenté en el Congreso de Montevideo y un ligero ensayo de efusión a Rusia.
Cuando iba para Uruguay, me impuse del magnífico informe elaborado por usted, el cual fue de lo más completo e ilustrativo que seguramente se presentó allí. Los otros compañeros de delegación colombiana, también presentaron otro informe más detallado que vino a complementar las deficiencias del mío; aquél era más que todo de carácter estadístico y el mío de índole semi-histórica.
La situación proletaria actual de Colombia, es demasiado escabrosa; se halla un tanto interesante la política burguesa, especialmente la específica que pertenece al partido que gobierna, la cual se halla dividida por los asuntos presidenciales y corroída por el desbarajuste administrativo y el peculado que menudea por doquiera. La rama liberal se halla en un estado lamentable de pusilanimidad y de miedo al movimiento proletario, al cual califican las burguesías de bandolerismo, pillaje, bolchevismo &.
Como es posible que esta carta sea revisada en los correos, no puedo extenderme sobre ciertos aspectos y por si acaso, la correspondencia para mí puede rotularla así: Señorita Cecilia Lombo, Bogotá, carrera 8 No. 135. En mis próximas, le referiré más extenso el panorama actual del movimiento en Colombia. Mándeme periódicos y revistas. Esperando sus órdenes, me es grato cumplirlas, con saludos sindicales,
Fidedigno Cuéllar

Cuellar, Fidedigno

Resultaten 201 tot 250 van 1259