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Descripción archivística
Revista Amauta
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Carta de Alberto Hidalgo, 26/12/1926

Buenos Aires, 26 de diciembre de 1926
Querido Mariátegui:
Aquí tiene Ud. la carta que le prometí. Muchas gracias por la suya. Veo, y lo lamento, que ha juzgado Ud. mi poema a Lenin con ideología de comunista. Es un error al que me veo comúnmente ligado, pues son varios los que me han hecho el reparo de la melena garçon y el seno Salomé. Mi intención fue otra. En todo el poema, creo que ello es visible, hay un fervor de admiración por Lenin —a quien yo amo porque después de haber estudiado a fondo su vida, he visto que no es sino un anárquico, no un anarquista, o mejor, un anarquista en permanente lucha con sus instintos tiránicos: fue siempre un caudillo —y hay también un tono de burla por algunas de sus obras, especialmente por el comunismo. En fin, esto es cosa de larga conversación.
Aquí le mando mi contribución a su empresa. Va un artículo y un poema rigurosamente inéditos. Sólo han sido leídos, hace tiempo, en la revista oral. Le ruego que el poema no lo publique hasta que no pueda disponer de una página entera para él. El asunto de las pausas me interesa grandemente. Haga Ud. que se conserve entre verso y verso, tal como lo indica el original, un espacio acomodado a la posibilidad. También me gustaría que se hiciera en letra negrita. Hay quien opina que eso es lo mejor que yo he escrito. De ahí quizá el afán con que lo he mantenido inédito, no obstante el acoso de solicitaciones. Pero por Amauta, por Ud., por el Perú... Tengo un ardoroso deseo de conocer a la gente nueva de allí. Veo que hay, que empieza a haber una juventud inquieta, si bien muy mal orientada. No tolere, Mariátegui, que so pretexto de modernidad, se haga y diga disparates. ¡Guerra al disparate, guerra a la imagen simplemente visual! He visto también algo de injusticia. Veo que se atribuye a alguien que no soy yo el haber tirado la primera piedra. ¿Y las fechas estampadas en las carátulas de mis libros? ¿Y mi campaña aquí? ¿Y la juventud de Buenos Aires que ha crecido a mi lado? ¿Por qué, Mariátegui, tanta injusticia? ¿Antipatía personal?
He pedido colaboración para Amauta, y puedo asegurarle que en un otro correo, tendrá Ud. allí lo mejor de la Argentina.
Aplausos por su obra, por su revista, por su espíritu, y que si la distancia y los años de ausencia nos han separado, la distancia y la ausencia mismas oreen nuestra vieja amistad, tonificada de recuerdos.
Alberto Hidalgo

Hidalgo, Alberto

Carta de Alberto Hidalgo, 1927

[Buenos Aires, 1927]
Para entregar a
José Carlos Mariátegui
Querido Mariátegui:
He cumplido con entregar su carta a Seoane.
Me alegro de que se halle Ud. mejor de salud.
He conversado largamente con Seoane acerca de si debe Ud. venir a radicarse o no. Me ha prometido, ante mi alarma de que todo no salga como quisiéramos, realizar unas gestiones previas y escribirle categóricamente.
Debe Ud. meditar mucho sobre este viaje. Primero el factor salud. Sospecho —algunos amigos me lo han asegurado—, que la suya es bastante precaria. ¿Ud. sabe lo que es Bs. As.? En cuanto hay una pequeña probabilidad —no ya síntoma— de debilitamiento pulmonar, no se puede vivir aquí. ¡Es algo horrible! ¡Horrible! Quiero ser franco hasta la rudeza, querido Mariátegui, para prevenirle.
En cuanto al factor económico, quisiera que me contestase Ud. a estas preguntas:
Si se le consiguiera un empleo público —lo más cómodo— o en un diario —lo más ingrato— podría Ud. hacer diariamente acto de presencia siquiera tres horas?
Podría Ud. escribir en revistas como Caras y Caretas, El Hogar —una colaboración mensual o lo sumo, y esto mismo muy difícil de conseguirse— ¿pero querría Ud. hacer cuentos?
Sus artículos sólo los toman en La Nación, La Prensa, La Razón; ¿pero sabe Ud. que son diarios burgueses, que quizá rechacen —no lo aseguro— su firma?
Sé que no es Ud. solo. Sé que tiene mujer e hijos, y por eso le hablo con tal rudeza. A Seoane mismo, tan entusiasta por su viaje, a causa desde luego de su bondad, le he hecho estas preguntas, y he creído descubrir alguna duda en su gesto.
Pero si Ud. contara con algún recurso propio, la cosa sería distinta. Contrariamente a lo que se cree, aquí se puede vivir con muy poco, con casi nada. Creo que hasta con ciento cincuenta pesos se podría Ud. arreglar. Ya ve...
¿Y Amauta? En cuanto a Amauta, mi juicio es radicalmente contrario al suyo. Aquí moriría definitivamente: porque costaría tres o cuatro veces lo que cuesta en Lima; porque luego le encontrarían los canallas de allá la manera de impedir su entrada en el Perú; porque además tendrá Ud. en su contra a los canallas de aquí; por tantas cosas.
Yo creo que debe Ud. esperar que pase el temporal. No veo un peligro en que esté callado. Todo el Perú debe saber que su silencio es obligado. Y lo estará escuchando casi como si hablara.
Yo no hago política. Estoy en la izquierda de la izquierda. Soy un hereje, porque no creo en nada. Pero temo que los que le quieren estén haciendo política de que a Ud. se le haga víctima. Ud. estará desde luego dispuesto a serlo, dispuesto a sacrificarse. ¿Pero ello sería eficaz? Yo creo que ahora su sacrificio sería menos útil que un estratégico reposo para después, en momento oportuno, sacar de nuevo la cara.
Mariátegui, querido Mariátegui, medite esto. Y de toda manera, sepa pues —ya lo sabe, ¿verdad?— que Alberto Hidalgo está a su lado.
Escríbame pronto, y reciba un estrujón de manos
Alberto Hidalgo
Siempre: Ventura Bosch 6740evo la cara.

Hidalgo, Alberto

Carta de Alberto Hidalgo, 5/6/1928

Buenos Aires, 5 de junio de 1928

Señor
Querido compañero:

Con la cooperación del equipo juvenil de Buenos Aires, un seleccionado de primera fila, he fundado aquí la revista Pulso cuyo número inicial recibirá usted con las presentes líneas. Pulso: una revista de izquierda literaria, pero con voz ya segura, sazonada, desea, necesita su colaboración: Es más: cuenta con ella. Sabemos que no puede faltarnos, que no nos faltará. Así, ésta sólo tiene el fin de apresurarla. Envíe usted sus trabajos a vuelta de correo. Sus originales son esperados con los ojos abiertos.
Un abrazo en nombre de todos.

Alberto Hidalgo

Querido Mariategui:

Un amigo me ha comunicado su artículo “Ubicación de Hidalgo”. De otro modo, no lo habría leído nunca, pues no recibo periódicos de Perú, y Ud. hace tiempo que me tiene olvidado. No recibo ni veo Amauta. ¿Y cómo agradecerle su artículo? Nada más que con esta amistad cardíaca y leal que le tengo. Ud. es uno de los más altos críticos del lenguaje. Y esto realza el valor de su trabajo. Ya habrá ocasión de abrazarle.
Por este correo le envío el primer número de Pulso. Bien. Espero para inmediatamente su colaboración. Mande preferiblemente un ensayo. O lo que quiera. Sólo filosofía o literatura. La cosa social no es renglón de nuestra revista.
Le doy un ABRAZO
Alberto Hidalgo
S/c. Ventura Bosch 6740

Hidalgo, Alberto