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Descripción archivística
Salomón Osorio, Alberto España Viajes Con objetos digitales
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Carta a Artemia G de Falcón, 7/91922

Trafalgar, 36

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Mi querida madre:

En estos dos últimos días he recibido tres cartas tuyas. Se debe a que la reciente huelga de empleados de correos ha entorpecido el despacho de la correspondencia. Es posible que aun reciba otra carta más. No puedo decirte las fechas de tus cartas, porque no las tienen. Solo una está fechada. Y es del dieciocho de julio.

No es cierto que haya olvidado escribirte el día de tu cumpleaños. Te escribí desde Génova, donde estuve hasta mediado [de] marzo. Quizá se haya perdido la carta, cosa muy posible dada la gran confusión postal que la conferencia produjo. Pero de todos modos te repito que ese día te tuve presente y que hice muchos votos por tu felicidad. Los mismos votos que hago constantemente.

He tenido un gran gusto al conocer la noticia de la colocación de Alicia. Me parece que sus esfuerzos han logrado la mejor recompensa. Es lo mejor que podía obtener. Solo falta ahora que Teresa se coloque en la misma forma.

Me ha alegrado mucho también que Salomón te haya conseguido, tan atenta y amistosamente, la confirmación de la renta por este año. Yo no tenía ya ninguna expectativa. Es de agradecerle su desinterés mas aun cuando los que se llamaban amigos míos se han portado tan amablemente.

Yo, efectivamente no necesito el sueldo por [ilegible] vir. Pero esto no quire decir que gane mucho y que esté en una magnífica situación. Ya te lo he dicho otras veces. Apenas gano lo indispensable, lo estrictamente indispensable. Y si logro sostenerme es porque hago una vida muy modesta, muy ordenada y me privo de muchas cosas.

Ahora estoy trabajando en varias […] que no sé si me darán resultado. No puedo tener muchas esperanzas. Este es un país pobre donde la gente apenas gana para sostenerse. Es mucha fortuna que yo haya conseguido lo que tengo. Si logro mis propósitos, lograré algunas pesetas más y, claro es, te enviaré una parte de ella. Pero esto no es seguro ni puede ser permanente. Para proporcionarte una pequeña renta allá le escribí esa carta a Miró Quesada, cuyo resultado ya debes conocer tú. Supongo que no habrá sido negativo. Yo escribiré puntualmente los artículos para El Comercio y espero que el producto de ellos te sirvan para el alquiler de la casa siquiera. Lo que yo te de será todo lo que pueda conseguir allá. El mes próximo irá Mariátegui. El tiene el encargo de conseguirme un sueldo en el periódico para el que trabaje o en otro. Este sueldo será para ti. Y con este y con lo que ganen mis hermanas podrás asegurar los gastos de la casa hasta que podamos reunirnos todos.

En el asunto del banco no cabe reclamación ninguna. Yo me equivoqué al calcularlo el cambio porque me dijeron aquí que la libra peruana estaba a diecinueve pesetas, estando a veintrés. He perdido dinero. Pero es por causa de haberme pagado en Londres. Yo no podía evitarlo.

Estoy procurando hacer un libro con algunos de mis artículos. Así podrás leerlos reunidos. Creo que es lo único, si no mejora mi situación, que podré mandarte de lo que me has pedido.

Tu retrato me ha causado una gran alegría. Estás muy […] y muy guapa. Y, además, muy elegante. Te felicito y me felicito.

Lo de tus padres los tengo conmigo. Voy a mandar a hacer las ampliaciones.

Muchos saludos para todos mis hermanos —para Jorgito principalmente cuya mejoría deseo mucho— y un beso y un abrazo para ti.

César

Madrid: 7. IX.1922

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 14/2/1923

Trafalgar, 36

Querida madre:

Por haber estado fuera de Madrid he recibido un poco retrasada tu última carta. Tuve que marchar unos días a Alemania a ver la ocupación de la […] del Ruhr. Allí encontré a Mariátegui. Estuvimos juntos varios días y lo dejé en momentos […] de marcharse. Seguramente ya estará en Lima, te habrá ido a ver y te habrá dicho cuanto con él le he mandado decir. Te repito ahora lo de otras veces, aprovéchalo para todo lo que necesites. Él me ha ofrecido atenderte y lo hará. Sobretodo, te ayudará mucho a conseguir destinos para Teresa y Humberto y me gestionará la colaboración en "El Comercio". Recuérdaselo.

Yo estoy trabajando mucho. Mientras estaba fuera, Moya, el director de "El Liberal", dimitió su cargo. Esto me ha afligido a mí y a varios redactores a salir del periódico. Ahora nos ocupamos en organizar un nuevo diario. Hasta ahora las gestiones van muy bien. Pero tenemos que esperar acaso un mes. Entretanto, para proporcionarme algún dinero y enviártelo a ti, he pedido mis pasajes al gobierno. Me ha parecido una tontería dejarlos perder cuando tengo derechos a ellos y, en esta oportunidad, pueden servirme de mucho. Tan pronto los reciba te haré un giro cablegráfico. Si lo recibes antes de esta carta, aquí tienes la explicación.

Naturalmente, yo no pienso, como tú lo comprenderás, regresar ahora. La vida allá me sería muy difícil. Aquí, en cambio, aunque pase algunas dificultades transitorias, puedo conseguir más fácilmente la manera de vivir. Es posible que Mariátegui no conozca este propósito mío. La última carta que le escribí a Berlín no pudo recibirla. Dile tu esto. Y dile también, si todavía no ha recibido mi giro, que pregunte en el ministerio por mis pasajes y que, en todo caso de que aun no hayan dado la orden de entregármelos, hable con Salomón para que la de telegráficamente, el cónsul en Hamburgo o en Génova. Yo no sé lo escribo directamente por temor a que abran la carta en el correo y se enteres. Me limitaré a decirle que hable contigo.

No me sorprende la nueva actitud de Salomón. Lo sorprendente es que antes se hubiera portado bien contigo. Pero no hagas caso. Es necesario que acostumbres a buscar nuestros recursos de vida fuera del repugnante ambiente del gobierno. Yo estuve esperando recibir el dinero de mis pasajes para escribirle al propio Salomón diciéndole, como no le ha dicho nadie, todas las cosas que se merece. Ya verá él como no es tan sencillo tratarte mal a ti. No lo he hecho apenas recibí tu carta, porque se habría vengado de mí no enviándome el dinero de los pasajes.

Ten la seguridad de que Mariátegui te servirá como si fuera yo mismo. Háblale con todo franqueza y, te lo digo otra vez, recurre a él para todo lo que necesites. La contrariedad de "El Liberal" ha trastornado un poco mis planes. Pero muy pronto los pondré otra vez en marcha y ya hasta realizarlos completamente.

Muchos saludos para todos mis hermanos y un abrazo y un beso muy cariñoso para ti de tu hijo.

César.

Madrid: 14-II-1923

Saludos especiales para Alicia por su cumpleaños.
Escríbeme enseguida.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 1/3/1923

Trafalgar, 36

Querida madre:

Con retardo he recibido tu carta del dieciocho de enero. Una mía de hace poco debe haber coincidido en la llegada de Mariátegui. Hasta ahora no tengo ninguna nueva noticia de él —la última suya es [...] de Europa— ni mi solicitud de pasajes. Ambas las espero de un momento a otro.

No olvides recomendar calurosamente a Mariátegui que gestiones del mejor modo posible con Salomón que den a Génova o a Hamburgo la orden de mis pasajes. Tengo un gran interés en ellos. Por mí y por ti. Lo que reciba pueda servirnos para aliviar nuestra situación. Dile, pues, a Mariátegui que proceda con la mayor prontitud.

Tan pronto como reciba ese dinero —ya te lo he dicho— te haré un giro cablegráfico. Esto será para tu el mejor indicio de que lo he recibido. Yo no me dirijo directamente a Salomón, porque mis gestiones tan distancia no serían tan eficaces como las de Mariátegui y, además, porque espero escribirle cuando los reciba, contestándole a sus impertinencias contigo.

En estos días he enviado tres artículos a El Comercio. Supongo que las publicarán y te los pagarán. Habla con Mariátegui en cuanto los veas publicados. Yo tengo mucha confianza en que Mariátegui logrará asegurarme una colaboración fija en ese periódico y, en consecuencia, podré dártela como una pequeña mesada.

No olvides informar detalladamente a Mariátegui de mis propósitos. Ahora estoy esperando la salida de un nuevo periódico que los ex redactores de El Liberal organizan activamente. Lo trabajo van bien. Si no se tuercen el diario saldrá a fines de este mes. Allí recuperaré mi perdido sueldo de El Liberal.

Este tiempo de espera me sostengo con algunos artículos que escribo para la revista España. Pero ansío recibir el dinero de los pasajes para cubrir cualquier emergencia.

A Mariátegui le escribiré detalladamente tan pronto como tenga su dirección exacta. Temo el secuestro de mis cartas en la lista de correos.

He sentido mucho la enfermedad de Jorge. Pero me ha tranquilizado la noticia de que ya está completamente restablecido. Abrázalo en mi nombre.

Yo también te deseo a ti a todos mis hermanos muchas felicidades este año. Y como esta carta llegara a ti en las proximidades de tu cumpleaños pienso adelantarte para ese día un abrazo y un beso muy cariñosos. Así conseguiré que sean los primeros.

Saludos cariñosos para mis hermanos y un beso muy cariñoso para ti de tu hijo.

César.

Madrid: I-III-1923

Falcón, César