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Descripción archivística
Cox, Carlos Manuel Industria de las Comunicaciones
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Carta a José Malanca, 9/10/1929

Lima, 9 de octubre de 1929
Querido y recordado Malanca:
Sólo dos líneas para contestar su última que me encuentra en un período de trabajo extraordinario, por la revisión de los originales de los libros que tengo comprometidos con editoriales de Buenos Aires y Madrid.— De Carlos Manuel no he recibido ninguna noticia, a pesar de la impresión de Ud. de que su actitud era de rectificación.De Blanca Luz he tenido una carta, a la que ya he contestado. No sé si habrá Ud. encontrado ya en México a esta buena y grande amiga.— De Pavletich he recibido las cartas que le contesto en la que, en copia, le adjunto, para que la haga Ud. llegar a sus manos en previsión de cualquier posible pérdida postal.
Espero noticias sobre su itinerario. ¿Pasará Ud. a Centro América?
Las cartas de los amigos de Puno y del Cusco, traen siempre un recuerdo suyo. No deje de escribir y alentar a esos muchachos.
Nos han suprimido Labor. Las organizaciones obreras están acordando memoriales de adhesión a nuestra demanda para que se nos permita continuar su publicación. Pero, con motivo de ciertas o supuestas conspiraciones en el ejército, extrañas en todo caso al movimiento sindical, todo papel suscita alarmas y sospechas. Se ha notificado a la imprenta para que no se publique nada mío ni de los obreros. No sé aún si esta notificación concierne en alguna forma a Amauta, cuyo número 26 está listo, a toda costa, como la vez pasada. Si la clausuran, saldré del país. Preferible será esto a resignarme a que ahoguen mi voz en silencio. Sin Amauta, sin Labor, sin una tribuna, no sabré resistir a la necesidad desesperada de respirar la atmósfera de un país libre.
Pero mientras esté aquí, no cejaré. Ud sabe que mi lema es ese: non mollare.
Escríbame a la dirección usada o, mejor, a la que conoce Pavletich o a la que tiene Tristán Marof.
Recuerdos de todos los míos. Un abrazo de los compañeros y el más cordialísimo y fraterno de su amigo y camarada que le augura grandes triunfos artísticos.
José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Luis E. Valcárcel, 7/7/1927

Cuzco, 7 de julio de 1927
Querido amigo José Carlos:
Muy deseoso estuve de escribirle, pero la falta de dirección segura me impidió hacerlo.
No se imagina lo que sentí yo y lamentamos todos sus amigos por lo ocurrido. Huelga todo calificativo.
Mucho me alegra que ya esté usted en su hogar, rodeado de los suyos, y con el ánimo heroico de siempre.
Tengo la esperanza de que Amauta siga saliendo allí. Ojalá. Que no vaya el daño hasta alejar a U. del país.
Gracias por la noticia que me da sobre la salida de mi libro; temía que, con lo acontecido, sobreviniera alguna dificultad que lo frustrase. Aguardo en el correo entrante el envío que me anuncia de los pliegos y los números de la revista. Otra vez: mil gracias.
Lo felicito muy cordialmente por su gran carta a la prensa. Da usted una lección de entereza cívica y de probidad intelectual.
Salude muy cordialmente a su señora y a los buenos camaradas (Déme noticias de Cox y Basadre).
Lo abrazo fraternalmente.
Luis

Valcárcel, Luis E.

Carta de Alcides Spelucin, 6/6/1926

Trujillo, 6 de junio de 1926
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi querido amigo:
Siento mucho que esta carta mía le llegue en el preciso momento en que he de solicitar sus buenos oficios para la venta de mi libro en esa ciudad. De todos modos quiero dejar constancia ante Ud. de que, si no le he escrito antes en mejor oportunidad, ha sido por causas bien ajenas a mi buen deseo de hacerlo.
Con Carlos Manuel le remití a Ud. el valor de los 32 ejemplares de la Escena Contemporánea, que me fueron consignados para su venta. Después escribí a su hermano, manifestándole que me formulase la cuenta correspondiente para ver si aún adeudaba alguna suma. Al mismo tiempo le daba a saber que los 16 libros que, como segunda remesa, decía haberme enviado, no habían llegado a mi poder, y le recomendaba las consiguientes gestiones ante la Oficina de Correos de Lima para evitar su pérdida. Como de ésta no he recibido contestación alguna, no es demás consignarlo nuevamente, ya que la correspondencia, en este tiempo, es extraviada con suma facilidad.
Supongo que ya Orrego, en su oportunidad, diría a Ud. el gozo y el cariño con que todos los de este hogar recibimos La Escena Contemporánea. Nada tendría que agregar a ello, si no fuera mi propio agradecimiento por el envío de su obra. Ya que Orrego fue el encargado de decir a nuestro público las excelencias de su libro, yo me reservé el rol de propagandista y difundidor. De algún modo he podido unir mi esfuerzo al servicio de su generosa labor.
Ahora me toca mi turno. Le remito El Libro de la Nave Dorada, cuyas composiciones conoce Ud. en parte por corresponder algunas de ellas al período de mi iniciación literaria. Yo pienso que quizá la aparición de mi libro sea un poco extemporánea ––en estos días de tanta prisa lírica y de tan estridente jazbandismo literario. De cualquier modo que fuere se salvará lo que él haya de eterno y perecerá lo que él haya de efímero. Es, después de todo, la suerte de todo esfuerzo humano, sujeto o no a las contingencias de la moda.
Le remito también, en un cajón que debe ser entregado a la casa de Minerva, ochenta libros y diez afiches para la propaganda. Del precio anotado en la pasta, corresponde al vendedor la comisión libre del 20%.
Nuestro buen amigo Fabio Camacho, quizá si muy entusiasmado con mi libro, me indicó que podía mandar 100 ejemplares. Yo sólo me animo a mandar 80, con la seguridad de que se ha de abarrotar la mitad de ellos. El mismo señor Camacho me ofreció cooperar con Ud. para la venta del libro. Yo he tomado en consideración su valioso ofrecimiento y se lo comunico a Ud.
Por separado le remito el prólogo que solicitó Ud. a Orrego.
Los amigos de esta casa me encargan, todos, los más cordiales saludos para Ud. De mi parte reciba un cariñoso saludo y mis votos por su salud y bienestar.
Alcides Spelucín

Spelucín, Alcides