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Descripción archivística
Fondo José Carlos Mariátegui Frank, Waldo Artes de la Reproducción
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Carta a Samuel Glusberg, 9/2/1930

Lima, 9 de febrero de 1930
Muy querido amigo Glusberg:
Contesto sólo hoy sus cartas de 10 y 28 de diciembre que recibí casi juntas, porque no he dispuesto en estos días ni de un minuto para mi correspondencia, a consecuencia de una cura de playa en la Herradura que me quita toda la tarde y anticipa mi hora de sueño, no dejándome sino el tiempo indispensable para mis más urgentes trabajos cotidianos. Quería, además, tener algo definitivo que decirle respecto a mi viaje a Buenos Aires, y en estos días me era difícil avanzar en la organización de este viaje, totalmente decidido, pero cuyo plazo preparatorio depende del arreglo de algunas cuestiones, como la continuación de Amauta en Lima por el tiempo que esto sea posible, etc.
Gracias, antes de seguir adelante, por las palabras generosísimas del No. de La Vida Literaria que transcribe mi esquema de explicación de Chaplin (A propósito, quiero decirle que del No. anterior, el que publica mis notas sobre libros rusos, no vino sino el ejemplar de canje. Si Ud. envió un paquete de 10 ejemplares, como de costumbre, naufragó en el correo peruano). Gracias también por todas sus noticias y gestiones respecto a mi viaje a Buenos Aires.
Tengo el propósito, le repito, de realizar de toda suerte este proyecto. Creo que en abril próximo estaré en aptitud de partir. Puedo contar con 300 soles de colaboraciones que conservaría; pero que en parte están expuestas a fallas. Se ha llegado, estando yo en Lima, a insinuar a las revistas en que colaboro la supresión de mi colaboración. Cierto que el hombre del régimen a quien se le ocurrió esta mezquina represalia, Rada y Gamio, parece próximo a dejar el Ministerio de Relaciones Exteriores, desde donde ejercitaba su influencia. Pero no faltan los Rada. Y no me asombraría que, a poco de mi salida, me fallasen algunas colaboraciones del Perú, en proporción que podría afectar gravemente la suma mensual prevista.
Escribiré a Frank, de quien he recibido una carta muy cariñosa, que me alienta al viaje a Buenos Aires, sobre la colaboración en The New Republic. The Nation ha publicado ya un trabajo mío y me ha escrito invitándome a formar parte de su cuerpo de colaboradores hispano-americanos. Pero no he tenido ninguna nueva carta acerca de la frecuencia y carácter de esta colaboración.
No tengo hábito de conferencista. A mi regreso de Europa, di cerca de veinte conferencias, en la Federación de Estudiantes y la Universidad Popular, sobre la crisis de Occidente. Conversaciones sencillas, cuyo éxito no puedo apreciar sino por este hecho: que el auditorio me fue fiel. Conservé mi público hasta el fin. Abomino la oratoria; pero puedo ofrecer, aun sin hábito, las conferencias que haga falta dar. No me desempeñaría tan mal.
Le agradezco la inclusión de mi nombre, entre los del consejo de orientación de la gran revista en proyecto. El título tal vez presente el inconveniente del recuerdo de la Nuestra América de Stefanini o qué sé yo. Pero esto es adjetivo. Tal vez César Falcón podría ocupar el sitio reservado con interrogante a Blanco Fombona. Y otro tal vez: ¿no convendría incluir a dos pintores representativos del nuevo arte americano: ¿Diego Rivera y José Sabogal, por ejemplo? Frank puede darle opinión sobre nuestro José Sabogal y nuestra Julia Codesido.
Le seguiré escribiendo en breve.
Hasta entonces me despido de Ud. con mi más afectuoso abrazo, augurándole un año mejor que el pasado.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 28/2/1930

Buenos Aires, 28 de febrero de 1930
Mi querido Mariátegui:
En verdad, me estaba ya inquietando su silencio tan prolongado. Por suerte, su carta del 9 me entera de que nada grave le ha sucedido. Me alegro. Después de los sucesos policíacos en vísperas de la llegada de Waldo a Lima, estoy siempre a la espera de cualquier arbitrariedad. Aquí también las cosas se están poniendo mal. Pero es solamente entre los políticos criollos de todo color el fandango... Un hombre libre puede vivir tranquilamente, al margen.
Interrumpido por su silencio y por las vacaciones no he preparado aún el festival que le anuncié. Pero me pondré a la obra en seguida. Lástima que el carnaval que empieza el domingo me robe una semana. Pero creo que para los últimos días de marzo podré realizarlo. Para esto, claro, usaré L.V.L. Si todo sale bien, como espero Ud. tendrá en abril el dinero para los pasajes.
Creo que para su mejor recepción en Bs. As. convendría repetir el método empleado en la recepción de Waldo. Primero: publicación de un número de L.V.L. dedicado a la literatura peruana y en particular a su labor de ensayista. Segundo publicación de su libro El alma matinal. Por mi parte espero poder hacer el número peruano. Luis Alberto Sánchez me escribió que él estaba por mandar a los muchachos de 1930 un montón de colaboraciones peruanas. Le pediré pues a ellos que me faciliten pruebas de página para que dichas colaboraciones aparezcan simultáneamente en Buenos Aires, con la declaración expresa de su procedencia. De gente de aquí: Lugones, Quiroga, Soto, Borges, Franco, Tiempo, Martínez Estrada, Gerchunoff, Uribe etc. puedo conseguir también algunas notas de interés y sobre todo de simpatía. Así que bastaría contar con unas cuantas colaboraciones representativas del Perú: de Luis Alberto Sánchez, Martín Adán, Jorge Basadre, Vallejo, Eguren, Orrego, López Albújar y Valcárcel. O algunos más. Le he escrito a este propósito a Sánchez y aguardo su contestación. Usted podría adelantarme el prólogo del libro si es que piensa ponerle uno.
Cuanto a la edición argentina del libro, desgraciadamente yo no estoy en condiciones de hacerla con premura. Primero porque no cuento ahora con ninguna imprenta y segundo porque no queda casi tiempo material para recibir los originales, mandarle pruebas etc. Sin embargo, conviene que el libro llegue con Ud. a Buenos Aires y que lleve el sello de Babel. Dígame si Ud. puede hacerlo imprimir en Lima en el formato de Amauta o un poquito recortado —igual a Nuestra América— Haga Ud. una edición de 1000 ejemplares, 500 con el marbete de Babel que puedo enviarle y 500 o más con el de Amauta para Lima. A la vuelta de unos meses— dos o tres— estaré en condiciones de girarle a su imprenta lo que me corresponda pagar por los 500 ejemplares, más los derechos de autor. Le parece viable la combinación peruano-porteña? Esto es importante que lo resuelva en el acto y lo ejecute sin pérdida de tiempo.
Quedo a la espera de sus noticias. Mientras le mando un abrazo fraternal.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel