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José Carlos Mariátegui La Chira Salud With digital objects
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José Carlos Mariátegui acompañado por familiares y amigos

José Carlos Mariátegui en el bosque Matamula, acompañado de familiares y de amigos.
De izquierda a derecha: José Malanca, Noemí Milstein, José Carlos Mariátegui, Miguel Adler, Amalia La Chira, Carmela Andreu, prima de Amalia Cavero.
Niños de izquierda a derecha: José Carlos (hijo), Amalia Cavero (hija de Guillermina), Sandro Mariátegui y Sigfrido Mariátegui.

Malanca, José

En la playa de la Herradura con toda la familia

En la playa de la Herradura, Chorrillos junto con toda su familia.
De izquierda a derecha: Anna Chiappe, Javier Mariátegui Chiappe, José Carlos Mariátegui Chiappe, Sandro Mariátegui Chiappe, Cecilia de Vitali, Sigfrido Mariátegui Chiappe y Trinidad Millares.

Florez, Ricardo E.

José Carlos Mariátegui en la playa La Herradura

José Carlos Mariátegui junto a Anna Chiappe y amigos bañándose en la playa La Herradura, Chorrillos.
De izquierda a derecha: Manuel Hilario Pozo, José Carlos Mariátegui, Anna Chiappe, Trinidad Millares y su hijo Sandro Mariátegui.

Florez, Ricardo E.

Carta a Artemia G de Falcón, 25/6/1921

Querida madre:

Tuve un gran sentimiento cuando leí las noticias de las enfermedades tuyas, de Alicia, de Humberto y de Jorge. Felizmente, en nueva carta del quince de mazo, me ha tranquilizado. Espero que después de tantas contrariedades se haya, al fin, cansado la suerte de jugar con nosotros y todos vosotros esteis ahora completamente bien y lo más contentos que sea posible.

Yo acabo de pasar una breve temporada en Andalucía. Fui a convalecer de una especie de congestión pulmonar y tuve la mala fortuna de coger allí la gripe y unas anginas de añadidura. Después de ocho días, muy bien atendido, y de una leve corte en la garganta, quedé nuevo. Ahora estoy fuerte, gordo y resistente como un roble.

Aquí me entero con mucho retraso de las noticias de allá. Los periódicos solo las publican cuando se trata de algo ocasional. A lo demás, no le dan importancia. Lo poco que sé me lo han contado las personas que han venido de allá o de París y el cónsul. Yo, por mi parte, tengo muy poco interés en enterarme de las cosas de la tierra. Estoy completamente dedicado a mi trabajo. Escribo y estudio mucho, y vivo tranquilo. Ya casi no salgo de casa. Solo al atardecer, un momento, para ir a "El Liberal" o charlar un instante con algunos amigos.

Me parece que ha desaparecido el peligro de que me suspendiesen el sueldo. No lo sé seguramente. Pero el que no me lo hayan comunicado hasta ahora me hace suponerlo.

Últimamente han cambiado al cónsul en Barcelona. Viene un señor Gil Cárdenas. Yo no le conozco. No creo, sin embargo, que se comporte mal conmigo. El cónsul destinado, Pardo de Zela, gran amigo mío, me ha hecho muchas atenciones.

Ya se ha publicado mmi primer libro. Uno de estos días, acaso el mismo correo, te enviaré dos ejemplares. También te enviaré unos cuantos de los muchos artículos que escrito en "El Liberal".

Aprovecharé esta oportunidad para hacer un solo paquete con los libros, el reloj —que ya lo tengo— la pelota de Humberto y un regalito para Jorge. El juego de té, como sabes, lo tengo encargado a Mariátegui. Por este mismo correo le escribo pidiéndole noticias de él, y en caso que no lo haya comprado todavía, le compraré yo aquí. De todos modos, lo esperará solo muy poco tiempo. Tú, que eres tan buena, y lo haz esperado tanto, no te enfadarás conmigo por esta nueva y breve espera.

Casi estoy resentido con mis hermanas por su silencio. Ya no me escribe ninguno. Parece que se han olvidado de mí.

¿Cuándo me vas a enviar tu retrato y el de mi padre? Los espera impacientemente para mandar hacer las ampliaciones que te he ofrecido. ¿Tú mandarás también aquel tan reclamado retrato mío?

Muchos abrazos para todos. mis hermanos, y uno especial, con mi mejor cariño, para ti.

César.

Madrid, 25 de junio de 1921.

P.D. Dirígeme tus cartas a este dirección: España-Madrid- Trafalgar 36 - 2º izquierda.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 22/11/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

Poco después de tu última carta he recibido una extensa de Mariátegui contándome los detalles de su posición y cómo se han realizado los últimos acontecimientos políticos. Veo que no han sido graves. Hace tres o cuatro días publicaron los diarios de aquí la noticia de una nueva revolución. Supongo que se trata de una de las frecuentes mentiras cablegráficas, porque no se la ha confirmado hasta ahora.

Yo sigo realizando las gestiones de que ya te he informado. Todavía no he conseguido arreglar el viaje a París. uno de estos días deben contestarme. Espero que lo hagan en este mes.

Me alegro mucho de la mejoría de Antonieta. Esperaba esta noticia. No sé por qué, a pesar del pesimismo que nos infunde las continúas contrariedades, desde el primer momento he creído que no sería nada grave y que muy pronto se aliviaría. Tengo mucho gusto de que haya sido así. Salúdala cariñosamente en mi nombre.

No olvido tu encargo sobre Angulo. Ya te lo he dicho. Tan pronto pueda lo cumpliré.

A Alicia no le escribo separadamente, porque supongo que estas cartas la leerá ella y, por esto, son en buena cuenta todos vosotros. Yo estoy pronto a cumplir rápidamente todos sus encargo. Algo más: si un cambio favorable de mi situación económica —cosa que espero hace ta tiempo— me lo permite, ni siquiera necesitará enviarme dinero. Creo que vosotras no os sobrará. Será suficiente que me mande decir lo que quiere.

Cariñosos saludos para mis hermanos.

Recibe tú un beso y un abrazo muy cariñosos de tu hijo.

César.

22.XI.1923

Te incluyo un artículo.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 1/7/1924

1 - VII - 1924

Querida madre:

La nueva noticia de la amputación de la pierna a Mariátegui me ha producido […] dolor. Me imagino cuánto habrá sufrido y cuántas dificultades estará sufriendo la familia. La imposibilidad de hace nada eficiente por él. No dejes de contarme todos los detalles de su enfermedad y de su estado y de las posibilidades de curación. Espero también con impaciencia la carta de Roe. Yo le volveré a escribir a José Carlo uno de estos días.

Te adjunto los dos artículos del mes. Muy pronto, dentro de pocos días, cuando reciba mi sueldo, te enviaré el regalito de todos los meses.

Sigo ocupándome en arreglar las cosas de modo de poder ir a verte en la fecha que te he prometido. Creo que lo lograré.

Como me pides en tu carta última te mando un artículo sin fotografías para El Comercio. Supongo que no podrán dificultades para admitírtelo y pagártelo. Si no lo hacen así, dímelo para enviarte los dos destinados a Mundial.

No te desesperes. Cuando vaya haré todo lo posible por arreglar definitivamente tus asuntos. Ya falta poco.

Saluda a todos mis hermanos y agradécele a Antonieta su salido. En este documento no puedo escribirle particularmente. Pero no olvido que le debo una carta y muchas palabras de cariño.

Muchos recuerdos para todos y un beso y un abrazo para ti.

César.

Dentro de pocos días iré a Madrid y, posiblemente, regresaré a Londres a fines de agosto.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 7/6/1924

7 - VI - 1924

Querida madre:

He recibido tu carta en la que me comunicas la desgracia de Mariátegui. Me ha dado mucha pena. Supongo que a la enfermedad se habrán agregado dificultades económicas [y] que el auxilio de los obreros, aunque se lo den con muy buena voluntad, no conseguirán remediarlos del todo. Lo siento en el alma no poder enviarle cualquier cosa. Cuéntame todos los detalles del percance y dime su estado y las posibilidades de su curación. Tengo mucho miedo que quede inválido de las dos piernas y no pueda caminar.

Ya me he convencido de que todos nuestras cosas no podré arreglarlas desde aquí. El famoso Thol ha resultado también tan estúpido como los demás. Yo creí que no lo fuera tanto. Me [he] engañado. Espero ir a Lima para arreglarte lo de Humberto y la manera de colaborar seguramente en un periódico, sin sufrir las majaderías y las idioteces de Aramburú. Entretanto, no hagas caso de lo que te diga. Llévale los artículos y cóbraselos. Nada más. Lo que debas contestarle se lo contestaré yo cuando vaya. Ese tonto no se da cuenta de que soy yo quien le hace el favor de escribir para un periódico tan ridículo como el suyo.

Te mando mi pequeño regalo mensual. Pronto te enviaré los artículos del mes.

Mantengo aún el propósito de ir a verte el año próximo. Naturalmente, tengo que hacer un gran esfuerzo económico, porque, como tú sabes, el viaje cuesta más de dos mil soles.

Recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César.

Te adjunto una carta para Mariátegui. Hazme el favor de enviársela los más pronto posible.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 1/8/1924

1 - VIII - 1924

Querida madre:

Como te dije en mis cartas anteriores, he venido a pasar unos días en Madrid, después de haber estado en Londres ochos meses, trabajando incesantemente y en lucha abierta con la ciudad. En este mes de agosto no se puede estar en Madrid mucho tiempo. Hace un calor horrible. Yo voy a marcharme días a un pueblecito de Portugal y regresaré a últimos de mes.

En tu última carta no me dices nada de Mariátegui. La última noticia que me da es la que está convaleciendo en Miraflores. Ya te he dicho, y te repito, que me hagas el favor de enviarme la mayor cantidad de detalles sobre su enfermedad y, particularmente, sobre su estado actual y las posibilidades que tenga de recuperarse. Te incluyo una carta para él.

Si tienes oportunidad de ver a Roe dile que estoy esperando impacientemente la carta que me ha ofrecido por intermedio tuyo. Yo le escribí desde Londres y todavía no me ha contestado.

El Sr. Delgado, quien me dio la carta para Thol, recomendando a Humberto, debe regresar pronto al Perú, según me dijo en Londres. Me ha ofrecido espontáneamente interesarse por colocar a Humberto. Me dijo que te escribiera tan pronto como llegase a Lima y que iría a verte para ponerse de acuerdo contigo sobre lo que fuera necesario hacer. Es posible que haga algo. Tú, por lo menos, cuando vaya, dale todos los datos que necesite. Ya le he dicho yo que, en caso de que no pueda hacer nada, no te haga perder el tiempo con esperanzas inútiles.

Como me lo dices en tu última carta, te mando tres artículos para: dos para Mundial y uno para El Comercio. Espero que te los admitan y te los paguen todos. Si esto ocurriera puntualmente todos los meses, me parece que con las seis libras de ellos podrías tener para pagar la casa. yo no dejaré de enviártelos con toda puntualidad.

Insisto en mi opinión sobre la casa. Es necesario que procureis resolver cuanto antes la mudanza a una casa modesta y barata. Alicia me ha ofrecido ayudarte en esto y yo estoy seguro que lo hará con muy buena voluntad y cariño.

Ya he tomado el chocolate y el café. Me han gustado mucho. Pronto te mandaré yo a mi vez alguna cosa.

Estoy esperando los retratos de mis hermanas.

Muchos recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César.

No olvidaré, cuando vaya, las ampliaciones de los retratos de tus padres.

Falcón, César

Carta de Amalia La Chira, 8/5/1925

Lima, mayo 8 de 1925

Querida hijita de mi corazón:

Hoy he tenido el gusto de recibir tu cariñosita del 27 próximo parada, después de tantos días de ansiedad, mucho me alegra la buena salud de Uds.

Apena tuvimos noticias de los cambios que tuvieron lugar el 30 y José le dio una carta a Antonio el día 1 para el Sr. Piedra recomendándole el asunto, Antonio no le entregó la carta a este señor inmediatamente sino ayer por razón que no lo encontraba en su oficina. El Sr. Piedra ha atendido bien a Antonio pero todavía no se sabe nada hasta el lunes o martes, mucho ruego al corazón de Jesús este asunto tan trascendental.

El mismo día que supimos los cambios yo te hice un telegrama y Antonio y Antonia otro avisándote, supongo que los habrás recibido, pero como no ha contestado nada, hoy te he puesto otro telegrama en el mismo sentido. No conviene que tu te muevas de allí, esperaremos el resultado de la gestión y yo te haré enseguida un telegrama, no te desesperes.

Además, te pregunto en el telegrama si has recibido las 15 Lp. que el E.M ordenó te entregará el [***] fuera de las 10Lp que habías recibido. Este dinero dice Antonio que es de marzo y está por cobrar abril, si es así está bien.

Con respecto a lo de Anita, hay exageración, ella tiene su carácter violento y déspota, pero me consta que a Antonio lo ha tratado y lo trata bien y con muchas atenciones, nunca le ha faltado nada en casa desde, desde el desayuno hasta la cama. Si el se queja, es falso o no le habrá gustado nuestra comida, a nosotras nos dijo que estaba destacado en el Callao; pero nunca ha dicho que estaba abandonado en el hotel.

Recibí tu telegrama donde me dices haber recibido también la contestación de mi telegrama, que te hice con respuesta pagada, solamente que vino muy tarde.

Las cucharitas te las guardo como tú me dices.

Los puños todavía no salen, hay que tener paciencia, vamos a ver si San Antonio nos hace el milagro.

Muy pronto iré hacerle una visita a la familia de la Sra. Carmen a quien le haces presente mis cariñosa presentes, pues le tengo gran estimación y cariño al saber las atenciones que Uds. reciben de ella, y este mismo también por el Sr. Oré, así pues que a ambos las saludarás en mi nombre y les ofrezco mis inútiles servicios, en fin tú verás como les dices.

Tengo gusto que mis hijitas ya estén matriculadas que no pierdan tiempo mientras se resuelve este asunto que yo creo que será favorable dada las circunstancias de los influjos que se hacen y de la fe, ruega que tengo en mi "Sagrado Corazón de Jesús" a quien le estoy haciendo repetidas triduos y le he apreciado un milagro, espero que tú también le harás triduos reverentes; por que es el único que más concede la felicidad.

Te diré que la salud de José hoy es buena, tiene siempre la tos más lenta; pero es por el trabajo constante, está en el proyecto de poner un amanuense.

Con respecto a Pancho te diré que como la crianza que tú le dabas era distinta, el muchacho estaba más educado, obediente y respetuoso, hoy por el contrario es altanero, respondón y desobediente, a nadie saluda y menos a mí, y cuando se encapricha nadie lo [...], pero no toca nada y menos dinero, algo de comer sí; porque es muchacho y a veces no siempre. Lo que me da pena es que no le enseñan a leer ni a escribir ni a rezar para todo tiene tiempo menos para eso; tú dirás que yo porque no me ocupo de eso, ya lo he hecho, pero el muchacho no me obedece en primer lugar y en segundo lugar que ella apenas ve que yo lo ocupa, lo llama con tanto imperio que no lo deja un instante que esté conmigo y porque ella quiere manejar a todos como si fuese un regimiento. Tú tienes derecho en el muchacho y lo recogerás en cualquier momento. Antonio les dijo en la mesa en momentos que ella se quejaba del muchacho que tenía, orden tuya para entregárselo a Julia y entonces se quedó en [...], porque ella ve la falta que le hace el muchacho y nada le compra.

El domingo que entré a ver al niño me dijo que había recibido una carta tuya y estaba contento.

Mayo 9. Acabo de recibir una carta tuya del 5 de las corrientes, con la rapidez que ha llegado, Antonio está en casa con nosotros y todos nos hemos alarmado al ver tu resolución de venirte: en el acto te ha hecho Antonio un telegrama para que no te muevas y espero la resolución del acuerdo del martes que se te comunicará enseguida.

Ten calma hijita mía, no te desesperes, espera en Dios y confía en él. nosotros le ayudamos a Antonio.

Con un estrechísimo abrazo te despide tu madre que te ama y te bendice.

Amalia

Recibí la cartita de Amalita y dales mil besitos a mis hijitas.

La Chira Vallejos, Amalia

Carta de Víctor Raúl a Eudocio Ravines, 4/4/1928

Abril 4.

Querido Eudocio:

Acabo de recibir una extensa carta tuya de siete páginas fecha 10, depositada el 18 de marzo. No sabes cuánto te agradezco las noticias tan minuciosas. A la fecha deben haber recibido una extensa carta mía explicatoria del plan de acción en el Perú.

Los chismes de Bazán sobre lo de la candidatura carecen de importancia por ser inactuales. Castillo nos escribe dándonos otra opinión. La Prensa se burló la primera vez pero no la segunda en que se ocupó editorialmente de la cuestión. La candidatura, como lo digo en mi carta anterior, forma parte de un plan revolucionario. Espero haberme explicado suficientemente.

Es ridículo, y es necesario matar en su raíz, que toleramos gestos anárquicos allá. ¡No hay estado mayor en París ahora, porque el estado mayor esta aquí y estará en México por mucho tiempo. No podemos estar sujetos a críticas gratuitas. Es propio que en nuestro movimiento o hay fe o no la hay y quién no la tenga que se marche. Tú debes contribuir a afirmar este sentido o conciencia militar allá. Hay que acallar comentarios. No debemos tolerar grupos u oposiciones. Hay que extirparlos de raíz tomando todas las medidas que ya la sagacidad o la severidad aconsejen para mantener nuestra unida.

La cuestión candidatura es indispensable, según lo explicamos ya. Es ridículo y hay que acabar una vez por todas con la creencia de que yo o nosotros hacemos cosas por individualismo o personalismo o no sé qué porquerías. Ya pasó el tiempo y yo pude hacerlas en otro campo. No necesito que se me aconseje espíritu colectivo ni disciplina porque soy el primero en guardarla. Cada vez que hago algo es porque conviene a la causa. Nunca se hace nada sin consultarse con los compañeros y sin verse la realidad. Y la realidad no esta en París ESTA AHORA AQUÍ. Es preciso pues disciplina, calma, menos histerismos y más espíritu militar.

Esto en cuanto a críticas que según me dices se han suscitado allá.

Sigo creyendo que ha sido un error y una estupidez de Mariátegui el enviar en estos momentos y en las condiciones en que lo hizo a nuestros compañeros a Moscú.

Creo que deben detener a Julio hasta que yo vaya. Esto es indispensable.

Recibimos ayer un cable consultando la partida de Bustamante. En principio soy abiertamente opuesto a estos viajes por razones sentimentales muy respetables pero muy anti revolucionarias y anti militares. Si mi padre o mi madre moribundos me llamaran yo no iría. Por principio. Hasta hoy ninguno de nosotros ha vuelto. La excusa del regreso de Miroquezada fue que su papacito estaba enfermo. Respeto los sentimientos pero pido que se respete la disciplina. Los enviados al Perú en estos momentos no deben ir de París sino de México. Bustamante no haría gran cosa. Espero que cuando se entere de mi carta estará mejor informado. De todos modos, si los compañeros aquí autorizan no será con mi voto. Tengo las mismas razones que tuve para que Cornejo urgido por su madre enferma, volviera al Perú.

Trataré de escribir a los compañeros tal como me indicas. Ahora estoy terminando un folleto o pequeño libro titulado "El Imperialismo y el Apra", con parte polémica para los comunistas y parte expositiva. Queda demostrado por angas y por mangas que el Apra es un Partido. Rebate sin mencionar las capciosidades de Mariátegui.

Aquí ha aparecido un folleto de Mella furibundo contra el Apra y contra mí. Está vomitando bilis. No ha causado buena impresión y se trata hasta de recoger la edición. A nosotros nos conviene que circule. Varias gentes espontáneamente han respondido. La cosa es grotesca.

Espero que se comuniquen con Cuba. Atuei ha dado un número estupendo. Las perspectivas del Apra aumentan día a día aquí. Ya tenemos local imprenta y otros elementos ofrecidos. La impresión de mi folleto será, la primera forma concreta de apoyo que el Apra reciba.

Es preciso que digas a los muchachos que lo que dije de Borah no es tal cual fue publicado. Diles que un hombre cuyas palabras son trasmitidas por telégrafo como fueron esas mías por una agencia, no va a estar persiguiendo a los corresponsales ni desmintiendo cuando ni se sabe dónde dan las noticias. El hecho de que se hagan eco de lo que dice El Libertador, es sencillamente oír la voz del enemigo. ¡Es como estar de acuerdo con lo que dice La Prensa respecto de mí! ¿Qué han de decir los enemigos? Dialéctica, dialéctica, por todos los Diablos del infierno hasta cuando vamos a ser un kindergaten revolucionario?

Es lamentable que tengamos que estar sufriendo críticas y murmuraciones de nuestras propias filas. Mientras no se nos de poderes amplios no será posible nada. Yo siento un desaliento extraordinario cada vez que me impongo de estas cosas. Y el cuento no es que yo no me imponga, porque tú haces bien en comunicarlo, sino en ir educando revolucionariamente a nuestros compañeros.

Es preciso dar a conocer a nuestros compañeros que El Libertador y los comunistas atacan porque se ven pedidos. El Apra avanza cada día con más fuerza. ¿,Cómo escuchar y ni siquiera leer libelos contra nosotros? ¡Léeles lo que dice el último número de Atuei sobre El Libertador y sobre Mella. Aprendan a ver enemigos en los enemigos y no en los compañeros. Pongan cauterio a esas murmuraciones necias y femeniles.

Yo sé bien en que ahora como al fundar el Apra, como al fundar la U. P. ha de llegar un momento en que esté solo o casi solo. Esa es mi tragedia. ¡ Cuánto papel y tinta gastado para llegar a entender el Aprá. Así ha de ser. Hemos de perder tiempo en explicaciones, todo por falta de fe revolucionaria, de preparación, de organización en nuestras filas. Lo que hay que buscar ahora es disciplina, disciplina militar. Se acercan horas de fila. Si no organizamos nuestras fuerzas así, las anegaremos en sangre más tarde y llevaremos todo al diablo. Esas palabras sobre el control de los jefes ¿pueden pronunciarse en un ejército? No. ¿Y no somos o no debemos ser nosotros un ejército? He ahí nuestro argumento. O hay fe en los jefes o hay anarquía. O somos un partido de lucha y por ende de guerra y por ende militar o somos una tertulia de comadres o mi hato de rameras en noche, de orgía sabatina. ¿Cuándo entenderemos que el Apra es un Partido con disciplina militar? ¿Lo entenderemos solo el día en que ya en la lucha se tenga que castigar con sangre insurrecciones o rumores en nombre de la disciplina que en la guerra hay que mantenerla férreamente? ¿Se nos llevará a eso? La cuestión es seria. Hay que preparar nuestro ejército. Hay que darle mortal de tal y moral revolucionaria.

Es preciso que organicen ustedes un curso de disciplina y moral aprista. Que preparen a los elementos para ser buenos soldados. Si no lo son, no serán jamás buenos jefes. Traten esto.

¿Qué hay del mensaje de Ugarte al Apra pedido a ti varias veces, desde diciembre? Manda también ejemplares, del mensaje de Rolland si es que quedan.

Sandino está de acuerdo con el envío de la comisión del Apra. Se lo dijo al periodista Carleton Beals que me trajo el recado. El fracaso de los liguistas en esto ha sido formidable.

Un fuerte abrazo a todos. Ya escribiré singularmente. Estoy ocupadísimo tu hermano

Fdo. Víctor Raúl.

Nada me alegra más que las noticias de tu salud. Ya sabes mi teoría: la voluntad vence a todas las enfermedades. Yo estoy muy bien. Todas las mañanas me levanto a las 6 y salgo a correr por el bosque de Chapultepec con varios amigos. Me siento muy bien. No habría podido sobrevivir a una gira tan agotante de atenciones y emociones sin este régimen. Avena huevos leche y fruta mi
único alimento amen de un poco de vegetales y uno que otro tamal...

Haya de la Torre, Víctor Raúl

Carta de Víctor Raúl a Eudocio Ravines, 30/03/1929

Berlín, 30 [de marzo 1929]

Querido Eudosio:

Acabo de recibir tu carta. No conocía las diferencias entre ustedes aunque las sospechaba por la falta de acción que dejaban notar. Ya veo que han caído en el criollismo de discutir y no hacer. Créeme que disculpo y hasta justifico tu posición al lado de Mariátegui. Los dos están lejos de la realidad peruana y americana. El uno en una silla de ruedas y tú otra, en Europa que es una silla de ruedas de las más peligrosas porque lo arroja a uno por los planos inclinados de la falsa visión de nuestros medios. Pero mientras los decanos del Apra discuten aparecen nuevas fuerzas dentro de ella. El Partido Unionista Centroamericano acaba de avisar que se adherirá al Apra. En Centroamérica tenemos una juventud fuerte y quizá si haya unos diez mil apristas militantes entre hombres y mujeres contando las organizaciones adheridas. Como Centroamérica interesa por ahora ya que el Apra lucha contra el imperialismo la cosa va bien. Ustedes mientras tanto pueden seguir discutiendo. Eso no es cuestión de psicoanálisis. Es cuestión de psicología o de determinismo económico. Nosotros somos campesinos, hijos de ambientes agrarios y el individualismo, la suspicacia, etc. aunque se vistan de rojo son y serán nuestro handicap.

Casi casi estoy en el camino de no desear discutir más y de desear que cada uno tome la actitud arrogante y salga por su lado repitiendo las divisiones de los partidos comunistas en camarillas, divisiones que está afianzando la fuerza burguesa por todas partes como ocurre aquí, en donde los mismos revolucionarios como Goldschdmit confiesan que el capitalismo ha tomado una fuerza enorme.

Pero no se puede discutir sobre imperialismo en América Latina sin [*] . Es imposible. Por eso quise que fueras a México y aun lo deseo. Los años les librarán de las enfermedades de infancia. Yo no, ni mis discusiones. Me agoto inútilmente y prefiero seguir haciendo fuerzas para volver a América y seguir la cruzada que, tanto éxito, ha tenido. Estoy fatigado y deseo recuperar algo de mis fuerzas. Contraje unos parásitos intestinales en los trópicos y después de largos años sufrí calenturas altísimas con gripe. Estoy sin embargo muy bien aquí y como gozo con la nieve me siento mejorar. Dedico todo mi tiempo a trabajar para ganar algo. Ya estoy con Goldschmidt en el Instituto Económico Latinoamericano y a cargo
de su archivo. Ciertamente, no creo que iré a París antes de algunos meses. El tiempo libre lo empleo en sostener correspondencia con Centroamérica donde estamos librando una campaña intensísima contra la United.

La posición de Mariátegui es lógica. Limeñísima. Eso no es sino limeñismo revolucionario, colonialismo, extranjerismo y engreimientos de inválido. Ha hecho mucho daño, y hará más. Yo no he pensado nunca en entrar con él en polémica alguna. Amauta y Labor justifican la libertad de prensa que da el Padrecito Leguía. Son unos héroes. Sufren como mártires. Dios los bendiga y se los lleve al cielo.

En el Perú hay una corrupción fantástica. No hay con quién contar. Mi intervención en todo eso es nominal. Pienso yo que hay que luchar en todas partes contra el imperialismo y dejar un poco al Perú que se pudra más a ver qué pasa. Todo eso de los mariateguismos y los revolucionarismos de revista intelectual, malabarismos, italianismos, e indecencias son puras necedades. Un sable les va a cortar el pescuezo pronto, porque creo que ya se viene un sable en el Perú, según me lo dicen.

Lo de la candidatura fue una táctica irrealista también porque fue juego de alta política y de alta estrategia. Entre nosotros no se puede ensayar sino mítines al aire libre, con un tirano en Palacio para gritarle: Carajo! Y entonces el público aplaude y dice: que éste sí que es revolucionario...

Divertido. Yo creí tener poder para convencer siquiera a un grupo que dejara todos los prejuicios campesinos y se resolviera a la acción pero lo fundamental en todos es la pereza. La pereza campesina que nos tira al sol y nos hace sentirnos enfermos y tristes, e incomprendidos y rabiamos contra el suelo que nos sostiene porque no se menea para damos gusto. . .

Pero, hermano mío, yo estoy cansado de porquerías. Quiero ayudar mientras pueda a la acción, y a los de acción. De insultos, de calumnias, de comadrerías, de falsos teóricos, —ese pobre Mella fue uno de los más típicos— ya estoy fatigado. Les he descubierto a todos sus macanas y aunque yo tenga las mías, me siento mejor, honradamente mejor con todos mis grandes defectos. En ustedes, lo de discutir y
adoptar posiciones marxistas y leninistas sin haber visto un poco de nuestra realidad y después de tres años de vivir en París y tomar cafecito, yo les doy la razón. Completa. Eso es muy agradable. Muchas veces, perseguido, calenturiento, solo, amenazado y en peligro durante mi viaje pensaba yo en las discusiones parisienses tan bonitas, tan bonitas, tan calientitas.

Pero ya me estoy volviendo viejo y ya sé mover la mano de arriba abajo sin menear la muñeca. Ya veremos. Ahora trabajo. Y trabajo. Quiero trabajo. Cuando más les pido a los discutidores que se echen las polémicas a los bolsillos y comiencen a hacer algo en acción, en acción. Mucho hay por hacer. Discutir da luz dicen los burgueses. Y esa luz de bujía eléctrica la estamos buscando en pleno día cuando la realidad, latinoamericana está iluminada por un sol tropical y quemante que hace ver y sentir las cosas
muy bien y tuesta el cerebro deI que se detiene a discutir.

Todas esas cosas de Alianza y Partido respecto del Apra son barbarismos de Mariátegui. Es un novelista. De la Reforma Universitaria hizo una novela y de la cuestión indígena otra. Así estamos nosotros entregados a los novelistas y ellos pontifican. Nada tiene en verdad, porque Vargas Vila dicen muchos criollos entre ellos ese pestilente cubano que andaba por ahí, es la suprema autoridad antiimperialista.

No enseñes tampoco esta carta. Quédate con ella. Son las nueve y media, nieva y he trabajado con Goldschdmit todo el día. Estoy a punto de irme a la cama. La única que no discute si el Apra es Partido o Alianza, la única que dice que la cama no es para discutir sino para dormir o procrear — no masturbarse—, así como la vida del despierto es para hacer, hacer y hacer.

Un fuerte abrazo. Ya sabes que mi fraternidad está viva para ti y para todos. Les quiero mucho, mucho, mucho. Eso me salva de todo los demás. Y creo que al cabo, como no hemos de hacer nada por estar discutiendo que si son galgos que si son sabuesos, lo mejor es que nos querramos siempre. La discusión no crea nada. Hacer es lo único que podría interesar. Si no se hace nada sino discutir pues sigámonos queriendo y viva la gallina con su mera pepa.

tu hermano.

V.R

Haya de la Torre, Víctor Raúl