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Carta de Alberto Gerchunoff, 11/8/1927

Buenos Aires, 11 de agosto de 1927

Señor Don Fernán Cisneros

Distinguido señor:

Me pongo completamente a sus órdenes para la compañía en favor de Amauta. No confío mucho en el alumbramiento del gobierno del señor Leguía, a quien lógicamente tiene que molestar la acción de un hombre libre como Mariátegui. El señor Leguía, como buen dictador de tipo americano, no puede comprender ni [xxx] la obra de Mariátegui. Si la comprendiera no sería lo que es, es decir, un pobre diablo [xxx]. No quiero denominarlo, desde luego.

Aberto Gerchunoff

Gerchunoff, Alberto

Carta de Enrique Medez Calzada, 11/8/1927

Buenos Aires, 11 de agosto de 1927

Sr.
D. Fernán Cisneros (hijo)
Ciudad.

Colega y amigo:

Contesto a su atenta de anteayer.
No he tenido oportunidad de leer muy asiduamente la revista "Amauta". Eso sí: cuando he tenido a mano algún número, lo he leído con el más vivo interés. He podido así formarme la idea de que era —o es— una de las mejores publicaciones de la América española en su género, esto es, como revista de vanguardia literaria y como órgano de discusión y de difusión de los nuevos hechos y de las nuevas ideas. Lo poco que yo sé acerca del actual movimiento literario peruano, lo sé por "Amauta", publicación que honraría a cualquier país culto y que, sin duda alguna, ha hecho mucho bien al Perú fuera del Perú. Deben ser muchos, efectivamente, los escritores argentinos y de otros países de la América española que se encuentran en mi caso.

Añadiré que mi simpatía por la personalidad y mi interés por la obra de Mariátegui no son de hoy. Lo que de él he leído, —y particularmente las correspondencias europeas que recopiló en "La escena contemporánea",— me ha llevado a la convicción de que el fundador y director de "Amauta" es uno de los escritores americanos que más cabalmente saben comprender e interpretar las inquietudes que en lo social como en lo estético, en lo económico como en lo político, agitan la conciencia de la Humanidad actual.

Le estrecha la mano su afectísima.

Enrique Méndez Calzada

Méndez Calzada, Enrique

Carta de Amalia La Chira, 8/5/1925

Lima, mayo 8 de 1925

Querida hijita de mi corazón:

Hoy he tenido el gusto de recibir tu cariñosita del 27 próximo parada, después de tantos días de ansiedad, mucho me alegra la buena salud de Uds.

Apena tuvimos noticias de los cambios que tuvieron lugar el 30 y José le dio una carta a Antonio el día 1 para el Sr. Piedra recomendándole el asunto, Antonio no le entregó la carta a este señor inmediatamente sino ayer por razón que no lo encontraba en su oficina. El Sr. Piedra ha atendido bien a Antonio pero todavía no se sabe nada hasta el lunes o martes, mucho ruego al corazón de Jesús este asunto tan trascendental.

El mismo día que supimos los cambios yo te hice un telegrama y Antonio y Antonia otro avisándote, supongo que los habrás recibido, pero como no ha contestado nada, hoy te he puesto otro telegrama en el mismo sentido. No conviene que tu te muevas de allí, esperaremos el resultado de la gestión y yo te haré enseguida un telegrama, no te desesperes.

Además, te pregunto en el telegrama si has recibido las 15 Lp. que el E.M ordenó te entregará el [***] fuera de las 10Lp que habías recibido. Este dinero dice Antonio que es de marzo y está por cobrar abril, si es así está bien.

Con respecto a lo de Anita, hay exageración, ella tiene su carácter violento y déspota, pero me consta que a Antonio lo ha tratado y lo trata bien y con muchas atenciones, nunca le ha faltado nada en casa desde, desde el desayuno hasta la cama. Si el se queja, es falso o no le habrá gustado nuestra comida, a nosotras nos dijo que estaba destacado en el Callao; pero nunca ha dicho que estaba abandonado en el hotel.

Recibí tu telegrama donde me dices haber recibido también la contestación de mi telegrama, que te hice con respuesta pagada, solamente que vino muy tarde.

Las cucharitas te las guardo como tú me dices.

Los puños todavía no salen, hay que tener paciencia, vamos a ver si San Antonio nos hace el milagro.

Muy pronto iré hacerle una visita a la familia de la Sra. Carmen a quien le haces presente mis cariñosa presentes, pues le tengo gran estimación y cariño al saber las atenciones que Uds. reciben de ella, y este mismo también por el Sr. Oré, así pues que a ambos las saludarás en mi nombre y les ofrezco mis inútiles servicios, en fin tú verás como les dices.

Tengo gusto que mis hijitas ya estén matriculadas que no pierdan tiempo mientras se resuelve este asunto que yo creo que será favorable dada las circunstancias de los influjos que se hacen y de la fe, ruega que tengo en mi "Sagrado Corazón de Jesús" a quien le estoy haciendo repetidas triduos y le he apreciado un milagro, espero que tú también le harás triduos reverentes; por que es el único que más concede la felicidad.

Te diré que la salud de José hoy es buena, tiene siempre la tos más lenta; pero es por el trabajo constante, está en el proyecto de poner un amanuense.

Con respecto a Pancho te diré que como la crianza que tú le dabas era distinta, el muchacho estaba más educado, obediente y respetuoso, hoy por el contrario es altanero, respondón y desobediente, a nadie saluda y menos a mí, y cuando se encapricha nadie lo [...], pero no toca nada y menos dinero, algo de comer sí; porque es muchacho y a veces no siempre. Lo que me da pena es que no le enseñan a leer ni a escribir ni a rezar para todo tiene tiempo menos para eso; tú dirás que yo porque no me ocupo de eso, ya lo he hecho, pero el muchacho no me obedece en primer lugar y en segundo lugar que ella apenas ve que yo lo ocupa, lo llama con tanto imperio que no lo deja un instante que esté conmigo y porque ella quiere manejar a todos como si fuese un regimiento. Tú tienes derecho en el muchacho y lo recogerás en cualquier momento. Antonio les dijo en la mesa en momentos que ella se quejaba del muchacho que tenía, orden tuya para entregárselo a Julia y entonces se quedó en [...], porque ella ve la falta que le hace el muchacho y nada le compra.

El domingo que entré a ver al niño me dijo que había recibido una carta tuya y estaba contento.

Mayo 9. Acabo de recibir una carta tuya del 5 de las corrientes, con la rapidez que ha llegado, Antonio está en casa con nosotros y todos nos hemos alarmado al ver tu resolución de venirte: en el acto te ha hecho Antonio un telegrama para que no te muevas y espero la resolución del acuerdo del martes que se te comunicará enseguida.

Ten calma hijita mía, no te desesperes, espera en Dios y confía en él. nosotros le ayudamos a Antonio.

Con un estrechísimo abrazo te despide tu madre que te ama y te bendice.

Amalia

Recibí la cartita de Amalita y dales mil besitos a mis hijitas.

La Chira Vallejos, Amalia

Carta de Ernesto Quesada, 7/8/1927

Buenos Aires, agosto 7 de 1927

Señor don Luis A. Delgado
Oyón
Vía Cerro de Pasco
Perú

Mi distinguido amigo:

Después de su carta de abril 15 ninguna noticia suya me ha llegado. Los alegatos del arbitraje, con su secuela de plebiscito e ainda mais, decididamente se han traspapelado por ahí, de las oficinas ministeriales....a la luna! Nada ha llegado.

Pero si los números de "La Prensa" de Lima ( junio7 y 8) que contienen la descripción de las excavaciones de Tello en la península de Paracas, en la cual ha hallado yacimientos arqueológicos de 3 culturas precolombinas diferentes. Gracias sentidas por tal envió, pues nos ha interesado enormemente. Le escribo en el acto a Tello requiriéndole mas informes.

Ahora le mando a U. mi ultimo opúsculo "Spengler en el movimiento intelectual contemporáneo" que contiene mi conferencia de La Paz. Espero que, en razón del problema sociológico americano dilucidado, le interese a U. su lectura.

Recibimos un opúsculo sumamente interesante de la señora Dora Mayer de Zulen: le escribió ya mi señora. Vaya un caso psicológico singular! Eso me ha hecho doblemente simpática a la protagonista, a quien igualmente envió un ejemplar de mi conferencia paceña.

Me pregunta U. sobre las impresiones de mi señora relativas a nuestra excursión de estudio al altiplano a comienzos de año. Pues bien: las referentes al viaje anterior, en que tuvimos el placer de conocer a U. se publicaron en la Gaceta de Colonia en los meses anteriores, y si U, tiene a mano dicha Kölnische Zeitung, verá allí dicha serie de artículos con los títulos —general y parciales— siguientes:

1) Habana (marzo 9 No.180)
2) In der Meerenge von Yucatán (marzo 16 No.199)
3) Maya Kunst und Architektur (marzo 30 No.237)
4) Der PanamaKanal (abril 8 No.258)
5) Lima (abril 13 No. 272)
6) Vorinkaische Kulturen (abril 20 No.290)
7) Plebiszite, Mumien und andres (abril 24 No.302)
8) Das Rätsel des Stillen Ozeans (mayo 4 No. 328)

Ahora ha enviado la segunda serie, relativa al altiplano, y aparecerá con los títulos -general y parciales, siguientes:

Im Reich der Eondore
1) Kolivien: Eine Reise mit Hindernissen
2) Sammlungen
3) Doña Rosa, Meerschweinchen und Ruinen
4) Eine pre-historische Stadt in 3800 Metern uber I'm Meer: Tihuanacu
5) Der Titicacasee
6) Cuzco, die Stadt der Inca
7) Cuzco, das Antiquitaten-kabinett
8) Vorgeschichtliche Bergfestungen in Alt perú

No se cuando se publicarán estos artículos, si bien infiero que en el correr del año, pues solo depende de los compromisos anteriores del diario, etc.

Ambas series, como U. ve, se especializan con las culturas precolombinas.

Le mando a U —como recuerdo de aquel viaje— dos números de revistas argentinas: una, P.B.T. (agosto 19 de 1916) que contiene, con el título de "Un trabajador silencioso" un artículo sobre la casa de este su amigo; y otra "Tabaco" (abril 1919) que inserta su retrato.

Estoy ahora absorbido por la revisión de los manuscritos inéditos de mi padre, fallecido en 1913, que contienen loa originales de los 30 vols. de sus Memorias históricas y diplomáticas ,que abarcan la historia argentina de 1847 a 1910. Necesitaré varios años para poner en orden esos papeles, un tanto desordenados y su publicación requerirá otra serie de años. Ya ve U. que, a pesar de mis años, todavía me atrevo a girar en descubierto... Por de pronto creo poder sacar a luz este mismo año uno de los vols. que, en razón de su índole especialísima, puede separarse del resto, si bien hace parte de la serie diplomática: se titula "La casa del abuelo" y describe las colecciones artísticas reunidas por él en la legación de Madrid. Si se publica, gustoso le mandaré un ejemplar.

Créame siempre
su muy afmo. amigo
Ernesto Quesada

Quesada, Ernesto

Carta de Dora Mayer , 05/1904

A la muy simpática señorita
Enriqueta Lafosse

Después de haber hojeado vuestro precioso álbum, decidí que mejor podría expresar mi pensamiento con los colores de mi pincel que con el fluido de mi pluma. Ved si os parece bien mi cuadro: un ave cuyo níveo plumaje jamás admite un sombra, inclinándose a beber el agua cristalina en una vasija de arte antiguo. Creo que así sois voz, gentil niña, rodeada de poetas que os brindan las delicias del [***] y las rosas del amor.

Dora Mayer

Callao, Mayo 04.

Mayer de Zulen, Dora

Carta de Luigi Rusca, 16/10/1926

Milano(5). 16 ottobre 1926
Corso Italia, 10

Egregio Signor Palmiro Macchiavello
Génova

Rispondo con un po'di ritardi alla Sua cortese lettera perché fui lunge tempoassente da Milano. Riceveme tempo addietre un articolo del signor Mariategui. Mi permetta pero di dirle, con tutta franchezza, che peiché egli ci chiede un compenso de 5 sterline, trattandosi di un articoletto di non più di 8 cartelle effecttive di dattiloscritto, illustrato da 6 fotografie, ci sembra un po' caruccio o, almeno, superiore alle nostre possibilità. Ella che é in rapporti cordiali coll'autore gli devrebbe direse corrispondengogli un conpenso di 400 lire, che rappresenterebbe già per noi una cifra notevolo, egli potrebbe por dichiararsi soddisfatto. In case contrario devrei, con mio rincrescimento, rinunziare alla sua collaborazione.

Pensi che la nostra Rivista —come del resto tutte le iniziative del Touring— devono contare unicamente sui preventi naturali, no avendo alcun sussidio dal Governo, da Enti o a privati.

Le sarò grato se Ella verrà farmi conoscere qualcosa e chiedendole venia per il disturbo che Le arresco, La prego di credermi cei migliori sentimenti,

IL REDATORE CAPO DELLA RIVISTA
L. Rusca

Rusca, Luigi

Carta de Máximo Soto-Hall, 11/8/1927

Buenos Aires, 11 de agosto de 1927

Señor
Don Manuel Seoane
Buenos Aires

Estimado señor:
Le acuso recibo de su atenta carta de 9 del corriente y en contestación a ella debo decirle que cuanto se haga en defensa de la soberanía de los pueblos latinoamericanos, merece un aplauso caluroso. Es una obligación, y muy sagrada obligación, defenderlo de los peligros que los amenazan y considero falta de patriotismo no proceder en esa forma.

con este motivo aprovecho la oportunidad para suscribirme de Ud. muy atento y S.S

Máximo Soto-Hall

Soto-Hall, Máximo

Directorio de personas de Brasil

Direcciones de Brasil

  • Abelardo Araujo.- "O jornal". Rodrigo Silva 12.- Río de Janeiro
  • Mario de Oliveira Rego.- Praça da Piedade 16.- Bahía
  • Fernando Herrera Ramos.- Pedro Cambell 1413.- Río de Janeiro
  • José Ribeiro Portugal.- Rúa Correa Dutra 129.- Río de Janeiro
  • Alencar de Carvalho
  • Herminio Conde.- Cattete 343.- Río de Janeiro
  • Herman Lima.- Maciel de Bauxo 13.- Bahía
  • Juan Carlos Anfusso .- Montevideo
  • Dr. Óscar Allaría Amézaga.- Libertad 1020.
  • Dr. Octavio Torres.- Luis Gama 31.- Bahía
  • Dr. A. Annes Días
  • Gilberto Junqueira Franco.- R. Carvalho Monteiro 44.- Río de Janeiro
  • Joao Celso Uchoa Cavalcanti.- Vinconde de Abaeté 108.- Río de Janeiro
  • Adolpho Staerks.- Rua Conde de Baufin 526.- Río de Janeiro
  • Óscar Velloso Gordilho.- Palmeiras 18.- Bahía
  • Nelson Souza e Silva.- R. Cándido Méndez 18.c.2.- Río de Janeiro
  • J. Wenceslau Junior- Río de Janeiro
  • Luiz de Motta.- Colegio Pedro II.- Río de Janeiro
  • Jayme Pire Ferreira.- Av. de Santa Theresa 124.- Río de Janeiro
  • Sociedade Academica Alfredo Britto.- Hospital Santa Izabel.- Bahía.

José Carlos Mariátegui La Chira

[Directorio de personas e instituciones] (8)

Listado de personas tales como:

  • Jorge Barnechea, Chiquián
  • Carlos Manuel Cox, Arequipa
  • Víctor M. Guillén, Colegio Grau, Abancay
  • Dr. Víctor Inchaústegui, Chachapoyas
  • Manuel F. Laos, Chicla
  • Attilio R. Minuto, Moquegua
  • Dr. Casiano Rado, Cusco
  • Amador Roche, Cerro de Pasco
  • Víctor F. Suárez, Provincia de Yungay
  • Moisés Alonso , San Idelfonso
  • Dr. Edilberto, Negreiros 532
  • Luis A. Cuadros, Av. Iquitos 245
  • Ángel Cornejo, Manta 171
  • José María Torero
  • Manuel E. García
  • Abelardo Izaguirre, Canta Callao
  • Cristobal de Lozada y Praga

José Carlos Mariátegui La Chira

Las elecciones en Estados Unidos y Nicaragua [Recorte de prensa]

La elecciones en Estados Unidos y Nicaragua

La elección de Mr. Herbert Hoover estaba prevista por la mayoría de los expertos de que, en estos casos, disponen los Estados Unidos para un minucioso cómputo de las probabilidades electorales de cada partido.

La pérdida de algunos votos por el Partido Demócrata en el “sólido Sur” no es una sorpresa. No había pasado inadvertida para los observadores la posibilidad de que el intransigente sentimiento protestante que prevalece en los Estados del Sur, acarrease en algunos, contra la tradición demócrata de ese electorado, la victoria del candidato republicano.

Tampoco es, en rigor, una sorpresa el triunfo de Hoover en el Estado de New York. En las votaciones presidenciales, el Estado de Nueva York ha sido normalmente republicano. En esta votación, la fuerte “chance'’ de Smith en New York, dependía de su popularidad personal, a la que ha debido su elección, en tres oportunidades, como gobernador de este Estado. La reñida lucha entre republicanos y demócratas en New York, demuestra lo fundado de la esperanza de Al Smith de ganar para su causa los 45 votos decisivos que Hoover, en impresionante duelo, ha conservado para su partido.

Al Smith ha tenido una buena votación en todo el país. En todos los Estados dudosos, el “porcentaje de votos obtenido por Smith excede considerablemente al alcanzado por el candidato demócrata en la elección de 1924. El Partido Demócrata ha efectuado una magnífica movilización electoral. A esta briosa ofensiva centra el poder republicano, ha contribuido en gran parte el ascendiente personal de Al Smith. Pero esto no obsta para atribuir a la personalidad de Al Smith una buena parte también de los estímulos que han ayudado a la victoria republicana. La elección de un católico antiprohibicionista encontraba resistencias enormes en dos grandes corrientes del sentimiento yanqui: el protestantismo y el prohibicionismo. Republicano, protestante, prohibicionista, Hoover estaba bajo esta triple aspecto, dentro de la tradición presidencial de los Estados Unidos. Hoover ha ganado los votos de Estados, en los que, como en New York aproximadamente, la “chance” de Al Smith era, a juicio de los expertos, muy grande. El cable subraya su victoria en Missouri, Maryland, Wisconsin y Montana. En estos Estados, Smith ha disputado vigorosamente la mayoría a Hoover; pero, como en New York, el escrutinio eleva así a la presidencia de los Estados Unidos en reemplazo de Mr. Calvin. Coolidge, a aquel de sus líderes que promete actuar la más enérgica política capitalista. El rol asumido por el Imperio Yanqui, en la política mundial, después de la gran guerra, exigía esta elección. Hoover siente este rol mucho más y mejor que Smith. Como apuntaba en mi anterior artículo, Hoover tiene una perfecta educación imperialista de hombre de negocios. En sus discursos, asoma francamente el orgullo del destino imperial de Norte América. En su política no pesarán las consideraciones democráticas que habrían influido en el gobierno de Al Smith. El estilo de Wodrow Wilson queda de nuevo licenciado. Estados Unidos necesita, en este período de máxima afirmación internacional de su capitalismo, un hombre como Herbert Hoover. El perfecto hombre de Estado en un imperio de trusts y monopolios, es, sin duda, el perfecto hombre de negocios.

Es interesante que las elecciones de Nicaragua hayan coincidido casi, en el tiempo, con las elecciones de Estados Unidos. Nicaragua, electoralmente, es por el momento, un sector de la política norte-americana. Desde que el vicepresidente Sacasa y el general Moneada, jefes de la oposición liberal pactaron con los yanquis, los liberales nicaragüenses resbalaron al campo de gravitación de los intereses norteamericanos. El único camino de resistencia activa al dominio yanqui era el camino heroico de Sandino. El partido liberal no podía tomarlo.

Desde que la bandera de la lucha armada quedó exclusivamente en manos de Sandino y de su aguerrida e intrépida legión, la solución liberal se presentó como la mejor para el interés norteamericano. Los políticos conservadores, conocidos por su antigua adhesión a la política yanqui, eran dentro del personal de posibles gobernantes, los menos apropiados para la pacificación de Nicaragua. La elección de un conservador habría tenido el aspecto de una imposición o un escamoteo electorales.

Pero estas ventajas de la solución liberal no se habrían mostrado tan claramente, si Sandino no hubiese mantenido impertérrito, su actitud rebelde. La presidencia de un liberal tiene la función de reducir al mínimo los estímulos capaces de alimentar la hoguera sandinista. Moncada, en el poder, debe testimoniar la neutralidad yanqui, la corrección de las elecciones, la plenitud de la soberanía popular. La democracia, en este caso, sirve mejor que la dictadura.

El general Moneada no hará, ciertamente, una política sustancialmente distinta de la que desenvolverían un Chamorro o un Díaz. Pero salvará mejor las formas de la independencia nicaragüense. El nombre de su partido no está tan comprometido, ante la opinión de Nicaragua y del continente latino americano, como el nombre del Partido Conservador. Aquí está, más que en la impopularidad de los conservadores, la clave de su tranquila victoria.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Folleto del libro "Levante" de Blanca Luz Brum

Folleto sobre la publicación del libro Levante de Blanca Luz Brum. En su interior se puede apreciar opiniones de José Carlos Mariátegui, Zum Felde, Óscar Miró Quesada, José M. Eguren, Antonio G. Garland y Armando Bazán.

Autor Desconocido

El exilio de Trotzky [Manuscrito]

Trotzky, desterrado de la Rusia de los Soviets; he aquí un acontecimiento al que fácilmente no puede acostumbrarse la opinión revolucionaria del mundo. Nunca admitió el optimismo revolucionario de la posibilidad de que esta revolución concluyera, como la francesa, condenando a sus héroes. Pero, sensatamente, lo que no debió jamás esperarse es que la empresa de organizar el primer gran estado socialista fuese cumplida por un partido de más de un millón de militantes apasionados, con el acuerdo de la unanimidad más uno, sin debates ni conflictos violentos.
La oposición trotzkistas tiene una función útil en la política soviética. Representa, si se quiere definirla en dos palabras, la ortodoxia marxista, frente a la fluencia desbordada e indócil de la realidad rusa. Traduce el sentido obrero, urbano, industrial, de la revolución socialista. La revolución rusa debe su valor internacional, ecuménico, su carácter de fenómeno precursor del surgimiento de una nueva civilización, al pensamiento que Trotzky y sus compañeros reivindican en todo su vigor y consecuencias. Sin esta crítica vigilante, que es la mejor prueba de la vitalidad del partido bolchevique, el gobierno soviético correría probablemente el riesgo de caer en un burocratismo formalista, mecánico.
Pero, hasta este momento, los hechos no dan la razón al trotzkismo desde el punto de vista de su aptitud para reemplazar a Stalin en el poder, con mayor capacidad objetiva de realización del programa marxista. La parte esencial de la plataforma de la oposición trotzkysta es su parte crítica. Pero en la estimación de los elementos que pueden insidiar la política soviética, ni Stalin ni Bukharin andan muy lejos de suscribir la mayor parte de los conceptos fundamentales de Trotzky y de sus adeptos. Las proposiciones, las soluciones trotzkistas no tienen en cambio la misma solidez. En la mayor parte de lo que concierne a la política agraria e industrial, a la lucha contra el burocratismo y el espíritu “nep”, el trotzkismo no sabe de un radicalismo teórico que no logra condensarse en fórmulas concretas y precisas. En este terreno, Stalin y la mayoría, junto con la responsabilidad de la administración, poseen un sentido más real de las posibilidades.
Ya he tenido ocasión de indagar los orígenes del cisma bolchevique que con el exilio de Trotzky adquiere tan dramática intensidad. La revolución rusa que, como toda gran revolución histórica, avanza por una trocha difícil que se va abriendo ella misma con su impulso, no conoce hasta ahora días fáciles ni ociosos. En la obra de hombres heroicos y excepcionales, y, por este mismo hecho, no ha sido posible sino con una máxima y tremenda tensión creadora. El partido bolchevique, por tanto, no es ni puede ser una apacible y unánime academia. Lenin le impuso hasta poco antes de su muerte su dirección genial; pero ni aún bajo la inmensa y única autoridad de este jefe extraordinario, escasearon dentro del partido los debates violentos. Lenin ganó su autoridad con sus propias fuerzas; la mantuvo, luego, con la superioridad y clarividencia de su pensamiento. Sus puntos de vista prevalecían siempre por ser los que mejor correspondían a la realidad. Tenían, sin embargo, muchas veces que vencer la resistencia de sus propios tenientes de la vieja guardia bolchevique.
La muerte de Lenin, que dejó vacante el puesto de jefe genial, de inmensa autoridad personal, habría sido seguida por un período de profundo desequilibrio en cualquier partido menos disciplinado y orgánico que el partido comunista ruso. Trotzky se destacaba sobre todos sus compañeros por el relieve brillante de su personalidad. Pero no solo le faltaba vinculación sólida y antigua con el equipo leninista. Sus relaciones con la mayoría de sus miembros habían sido, antes de la revolución, muy poco cordiales. Trotzky, como es notorio, tuvo hasta 1917 una posición casi individual en el campo revolucionario ruso. No pertenecía al partido bolchevique, con cuyos líderes, sin exceptuar al propio Lenin, polemizó más de una vez acremente. Lenin apreciaba inteligente y generosamente el valor de la colaboración de Trotzky, quien, a su vez, -como lo atestigua el volumen en que están reunidos sus escritos sobre el jefe de la revolución, -acató sin celos ni reservas una autoridad consagrada por la obra más sugestiva y avasalladora para la conciencia de un revolucionario. Pero si entre Lenin y Trotzky pudo borrarse casi toda distancia, entre Trotzky y el partido mismo la identificación no pudo ser igualmente completa. Trotzky no contaba con la confianza total del partido, por mucho que su actuación como comisario del pueblo mereciese unánime admiración. El mecanismo del partido estaba en manos de hombres de la vieja guardia leninista que sentían siempre un poco extraño y ajeno a Trotzky, quien, por su parte, no conseguía consustanciarse con ellos en un único bloque. Trotzky, según parece, no posee las dotes específicas de político que en tan sumo grado tenían Lenin. No sabe captarse a los hombres; no conoce los secretos del manejo de un partido. Su posición singular -equidistante del bolchevismo y del menchevismo- durante los años corridos entre 1905 y 1917, además de desconectarlo de los equipos revolucionarios que con Lenin prepararon y realizaron la revolución, hubo de deshabituarlo a la práctica concreta de líder de partido. Mientras duró la movilización de todas las energías revolucionarias contras las amenazas de reacción, la unidad bolchevique estaba asegurada por el pathos bíblico. Pero desde que comenzó el trabajo de estabilización y movilización, las discrepancias de hombres y de tendencias no podían dejar de manifestarse. La falta de una personalidad de excepción como Trotzky, habría reducido la oposición a términos más modestos. No se habría llegado, en ese caso, al cisma violento. Pero con Trotzky en el puesto de comando, la oposición en poco tiempo ha tomado un tono insurreccional y combativo. Zinoviev, lo acusaba en otro tiempo, en un congreso comunista, de ignorar y negligir demasiado al campesino. Tiene, en todo caso, un sentido internacional de la revolución socialista. Sus notables escritos sobre la transitoria estabilización del capitalismo lo colocan entre los más alertas y sagaces críticos de la época. Pero este mismo sentido internacional de la revolución, que le otorga tanto prestigio en la escena mundial le quita fuerza momentáneamente en la práctica de la política rusa. La revolución rusa está en un período de organización nacional. No se trata, por el momento, de establecer el socialismo en el mundo, sino de realizarlo en una nación que, aunque es una nación de ciento treinta millones de habitantes que se desbordan sobre dos continentes, no deja de constituir por eso, geográfica e históricamente una unidad. Es lógico que es esta etapa, la revolución rusa esté representada por los hombres que más hondamente siente su carácter y sus problemas nacionales. Stalin, eslavo puro, es de esos hombres. Pertenece a una falange de revolucionarios que se mantuvo siempre arraigada al suelo ruso. Mientras tanto Trotzky, como Radek, como Rakovsky, pertenece a una falange que pasó la mayor parte de su vida en el destierro. En el destierro hicieron su aprendizaje de revolucionarios mundiales, ese aprendizaje que ha dado a la revolución rusa su lenguaje universalista, su visión acuménica.
La revolución rusa se encuentra en un periodo forzoso de economía. Trotzky, desconectado personalmente del equipo stalinista, es una figura excesiva en un plano de realizaciones nacionales. Se le imagina predestinado para llevar en triunfo, con energía y majestad napoleónicas, a la cabeza del ejército rojo, por toda Europa, el evangelio socialista. No se le concibe, con la misma facilidad, llevando el oficio modesto de ministro de tiempos normales. La Nep lo condena al regreso de su beligerante posición de polemista.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

La lucha eleccionaria en México [Manuscrito]

La designación de candidatos a la presidencia por las convenciones nacionales no ha sido hecha todavía. Pero ya empiezan las convenciones regionales o de partido a preparar esa designación, proclamando sus respectivos candidatos. La eliminación final, en la medida en que sea posible, las harán las convenciones nacionales. Pero, mientras esta vez es posible que las anti-reelecciones se agrupen en torno de un candidato único, que tal vez sea Vasconcelos, la división del bloque obregonista de 1923 se muestra ya irremediable. La Crom irá probablemente sola a la lucha, con Morones a la cabeza. El partido constituido por los obregonistas, y en general por los elementos contrarios a los laboristas, y que se declaran legítimos continuadores y representantes de la revolución, arrojando sobre La Crom la tacha de reaccionaria, presentará un candidato propio, acaso comprometido personalmente por esta polémica.
Entre los candidatos de esta tendencia, con mayor proselitismo, uno de los más indicados hasta ahora es el general Aaron Saenz, gobernador del Estado de Nueva León. Aaron Saenz comenzó su carrera política en 1913, enrolado en el ejército revolucionario en armas contra Victoriano Huerta. Desde entonces actuó siempre al lado de Obregón, cuya campaña eleccionaria dirigió en 1928. Ministro de Calles, dejó su puesto en el gobierno federal para presidir la administración de un Estado, cargo que conserva hasta hoy. Su confesión protestante, puede ser considerada por muchos como un factor útil a las relaciones de México con Estados. Porque en los últimos tiempos, la política mexicana antes los Estados Unidos ha acusado un retroceso que parece destinado a acentuarse, si la presión de los intereses capitalistas desarrollados dentro del régimen de Obregón y Calles, en la que hay que buscar el secreto de la actual escisión, continúa imponiendo la línea de conducta más concorde con sus necesidades.
Vasconcelos se ha declarado pronto para ir a la lucha como candidato. Aunque auspiciado por el partido anti-reeleccionista, y probablemente apoyado por elementos conservadores que ven en su candidatura la promesa de un régimen de tolerancia religiosa, puede ganarse una buena parte de los elementos disidentes o descontentos que la ruptura del frente Obregonista de 1926 deja fuera de los dos bandos rivales. Por el hecho de depender de la concentración de fuerzas heterogéneas, que en la anterior campaña eleccionaria, se manifestarán refractarias a la unidad, su candidatura, en caso de ser confirmada, no podrá representar un programa concreto, definido. Sus votantes tendrían en cuenta solo las cualidades intelectuales y morales de Vasconcelos y se conformarían con la posibilidad de que en el poder puedan ser aprovechadas con buen éxito. Vasconcelos pone su esperanza en la juventud. Piensa que, mientras esta juventud adquiere madurez y capacidad para gobernar México, el gobierno debe ser confiado a un hombre de la vieja guardia a quien el poder no haya corrompido y se preste garantías de proseguir la línea de Madero. Sus fórmulas políticas, como se ve, no son muy explícitas. Vasconcelos, en ellas, sigue siendo más metafísico que político y que revolucionario.
La prosecución de una política revolucionaria, que ya venía debilitándose por efecto de las contradicciones internas del bloque gobernante, aparece seriamente amenazada. La fuerza de la revolución residió siempre en la alianza de agrarias y laboristas, esto es de las masas obreras y campesinas. Las tendencias conservadoras, las fuerzas burguesas han ganado una victoria al insidiar su solidaridad y fomentar su choque. Por esto las organizaciones revolucionarias de izquierda trabajan ahora por una Asamblea nacional obrera y campesina, encaminada a crear un frente único proletario. Pero estos aspectos de la situación mexicana, serán materia de otro artículo. Por el momento no me he propuesto sino señalar las condiciones generales en que se inicia [la lucha eleccionaria].

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Mario Nerval, 24/8/1928

Lima, 24 de agosto de 1928

Señor Mario Nerval,

La Paz.

Muy señor nuestro:
Tenemos el gusto de recibir su carta del 17, en la que nos incluye la del 3 de junio ppdo. Lamentamos profundamente que su carta se haya extraviado. Estamos remitiendo los 10 ejemplares, en vez de a Oruro, para que Ud. se sriva colocarlos en esa, junto con su ejemplar del 16, porque siendo numerado no debe truncarse su colección.

Ojalá que no vuelva haber ningún tropiezo.

De Ud. attos. y S.S

Sociedad Editora Amauta

Carta a Abelardo Hurtado de Mendoza, 10/5/1927

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original)
Lima, 10 de mayo de 1927
Sr. Abelardo Hurtado de Mendoza
Morococha
Muy señor mío:
La exposición que publicamos en el No. 8 de "Amauta" respecto a la situación financiera y el programa administrativo de la revista, lo informará a Ud. de la organización, a la fecha bastante avanzada, de la Sociedad Editora "Amauta". Sobre esta ampliación de las bases económicas de "Amauta", que entra resueltamente en un periodo de estabilización y desarrollo, llamamos la atención de Ud. seguros de su cooperación entusiasta.
Si es posible colocar entre los amigos y simpatizantes de su población a algunas acciones, encargamos a Ud. la gestión respectiva. El valor de la acción es de Lp. 5.0.00 pagaderas así: el 50% al suscribir la acción y el resto en cinco armadas mensuales. Los pedidos deben ser dirigidos a Josep Carlos Mariátegui, organizador de la Sociedad.
Debiendo la Sociedad asumir la administración de la revista desde el No. 9, nos urge praticar a la brevedad posible la liquidación de las cuentas de "Amauta" hasta el No.8, a cargo de José Carlos Mariátegui. Para esto contamos con el concurso de nuestros agentes.
Su debe hasta el No. 7 asciende ala suma de Lp. 4.0.00, cantidad que rogamos a Ud. nos la remita por giro postal o por un cheque comprado a cualquier comerciante de la localidad. Si tuviera Ud. números sobrantes, le rogamos cargarlos a la cuenta del No. 8que le hemos expedido por correo pasado.
Con los más cordiales sentimientos, me es muy grato suscribirme de Ud. atte. y S.
Administrador

Sociedad Editora Amauta

Anuncio Quincena Pro-Amauta

[Transcripción Literal]
Quincena Pro-Amauta.
“AMAUTA” apela, por segunda vez, para resolver los problemas de su economía, es decir de su subsistencia, a la solidaridad de sus amigos y simpatizantes de Lima, provincias y el extranjero. Las dificultades con que una revista como “AMAUTA” debe luchar, no han sido en el año último menores que en el anterior. Las cifras de circulación de la revista se han mantenido, a pesar de haber suspendido la Administración el servicio de algunas agencias infidentes. “AMAUT A” recibe incesantemente nuevos pedidos de ciudades de Europa y América, que acreditan su éxito intelectual. Los críticos que comentan con interés y elogio nuestra obra, se suelen asombrar de que en este continente de las revistas efímeras, se mantenga una revista de la filiación de “AMAUT A”. Todo esto es un gran estímulo para seguir adelante, con acrecentada confianza en la simpatía que nos circunda y sostiene. Pero el concurso vigilante de los amigos entusiastas no compensa, en nuestra economía, las fallas de los agentes negligentes. No nos es posible, además, desarrollar nuestro programa editorial por no haber sido suscritas todas las acciones de nuestra Sociedad Editora- Tenemos aún un buen porcentaje de acciones disponibles, en parte suscritas en el período de organización de la Sociedad, pero no pagadas. En el curso de 1929, hemos sufrido, por otra parte, el quebranto financiero de la clausura del quincenario “Labor’', fundado para extender la obra de “AMAUTA”. Los memoriales de numerosas organizaciones obreras y campesinas, no han obtenido la reconsideración de la interdicción de “Labor”. Hemos perdido así lo que habíamos gastado en el lanzamiento y difusión de este periódico, que precisamente con el No. 10 empezaba a estabilizarse económicamente. Las innumerables cartas que de todos los centros de trabajo de la República recibimos basta ahora solicitando números de “Labor” o inquiriendo por su suerte, nos demuestra que no nos equivocamos al crear este periódico. “Labor” habría llegado a ser un soporte financiero de “AMAUT A”. Su supresión cuesta, pues, a nuestra economía, con el gravamen de algunas obligaciones extraordinarias, la pérdida de un seguro renglón de ingresos.
Para hacer frente a nuestras actuales obligaciones, y desenvolver nuestro programa editorial, hacemos un llamamiento a todos nuestros amigos, agentes y suscritores para una “QUINCENA PRO-“AMAUTA”. Durante quince días deben realizar una activa campaña a favor de “AMAUTA”, organizando colectas, reclutando suscriciones, difundiendo nuestros libros. En algunas ciudades, es posible sin duda efectuar veladas o espectáculos a beneficio de “AMAUTA”. [...]

Sociedad Editora Amauta

Folleto Exposición de Arte Mexicano

Folleto elaborado para la Exposición de Arte Mexicano organizada por Sociedad Editora Amauta en beneficio de la revista Amauta. La exposición se desarrolló del 5 de mayo al 15 de mayo de 1929.

Sociedad Editora Amauta

Anuncio de la Revista Amauta

Anuncio de la revista mensual de cultura Amauta
Voz de la nueva generación
Director: José Carlos Mariátegui
Incluye los nombres de las personas que colaboraron con la revista como: Antenor Orrego, Luis E. Valcarcel, Alberto Ulloa, José M. Eguren, César Vallejo, Alcides Spelucín, Enrique López Albújar, Víctor Raúl Haya de la Torre, Jorge Basadre, Oliverio Girondo; Alberto Hidalgo, César Ugarte, Alejandro Peralta, Ramiro Pérez Reinoso, Carlos Velásquez, Luis Góngora, José Vasconcelos, Carlos Sánchez Viamonte, Manuel Ugarte, Alfredo Palacios, Joaquín García Monge, Luis Alberto Sánchez, Honorio Delgado, Carlos Roe, Carlos Américo Amaya, Julio V. González, Enrique Bustamante y Ballivián, Ricardo Vegas García, Armando Bazán, Alberto Guillén, Eudosio Ravines, Felix del Valle, Guillermo de Torre, Magda Portal, Juan Chabas, J. Pérez Domenech, Manuel Abastos, V. Modesto Villavicencio, Xavier Abril, Carlos Oquendo de Amat, Juan José Lora, Juan Maria Merino Vigil, Blanca Luz Brum de Parra, Dora Mayer de Zulen, Uriel García, Luis Velasco Aragón, Maria Wiesse, Miguel Angel Urquieta, J. Eulogio Garrido, Hildebrando Castro Pozo, Guillermo Mercado, César A. Rodriguez, Manuel A, Beltroy, Antonio G. Garland, Fabio Camacho, -Carlos Manuel Cox, C. Barrios Mendoza, Federico Bolanos, Joaquin Edwards Bello, Eduardo Barrios, Juana dé Ibarbourou, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Emilio Roig de Leuchsenring, Jorge Luis Borges, Francisco Luis Bernárdez, Ricardo A, Ortelli, Gustavo Adolfo Otero, Luis Berninsone, Jacobo Hurtwitz, Manuel A. Seoane y otros.
Ilustraciones de José Sabogal, Emilio Pettoruti, Carmen Sacó, Xul Solal, Emilio Goyburu, Artemio Ocaña, Julia Codesido, Camilo
Blas, Jorge Seoane, César Moro, Esquerriloff, etc.

Sociedad Editora Amauta

El destino de Norteamérica [Manuscrito]

El destino de Norteamérica

Toda querella entre neo-tomistas franceses y “racistas” alemanes sobre si la defensa de la civilización occidental compete al espíritu latino y romano o al espíritu latino y romano o al espíritu germano y protestante, encuentra en el plan Dawes incontestablemente
documentada su vanidad. El pago de la indemnización alemana y de la deuda aliada, ha puesto en manos de los Estados Unidos la suerte de la economía y, por tanto, de la política de Europa. La convalescencia financiera de los Estados europeos no es posible sin el crédito yanqui. El espíritu de Locarno, los pactos de seguridad, etc., son los nombres con que se designa las garantías exigidas por la finanza norteamericana para sus cuantiosas inversiones en la hacienda pública y la industria de los Estados europeos. La Italia fascista, que tan arrogantemente anuncia la restauración del poder de Roma , olvida, que sus compromisos con los Estados Unidos colocan su valuta, a merced de este acreedor.

El capitalismo, que en Europa se manifiesta desconfiado de sus propias fuerzas, en Norte América se muestra ilimitadamente optimista respecto a su destino. Y este optimismo descansa, simplemente, en una buen a salud. Es el optimismo biológico de la juventud que, constatando su excelente apetito, no se preocupa de que vendrá la hora de la arterio-esclerosis. En Norte América el capitalismo tiene todavía las posibilidades de crecimiento que en Europa la destrucción bélica dejó irreparablemente malogradas.
El Imperio Británico conserva aún una formidable organización financiera; pero, como lo acredita el problema de las minas de carbón, su industria ha perdido el nivel técnico que antes le aseguraba la primacía. La guerra lo ha convertido de acreedor en deudor de Norte América.

Todos estos -hechos indican que en Norte-América se encuentra ahora la sede, el eje, el centro de la sociedad capitalista. La industria yanqui es la mejor equipada para la producción en gran escala al menor costo: la banca, a cuyas arcas afluye el oro acaparado por Norte - América en los negocios bélicos y post-bélicos, garantiza con sus capitales, a la vez que el incesante mejoramiento de la aptitud industrial, la conquista, de los mercados que deben absorber sus manufacturas. Subsiste todavía, si no la realidad, la ilusión de un regimen de libre concurrencia. El Estado, la enseñanza, las leyes, se confirman a los principios de una democracia individualista, dentro de la cual todo ciudadano puede ambicionar libremente la posesión de cien millones de dólares. Mientras en Europa los individuos de la clase obrera y de la clase media se sienten cada vez más encerrados dentro de sus fronteras de clase, en los Estados Unidos creen que la fortuna y el poder son aún accesibles a todo el que tenga aptitud para conquistarlos. Y esta es la medida de la subsistencia, dentro de una sociedad capitalista, de los factores psicológicos que determinan su desarrollo.

El fenómeno norte-americano, por otra parte, no tiene nada de arbitrario. Norte América se presenta, desde su origen, predestinada
para la máxima realización capitalista. En Inglaterra el desarrollo capitalista no ha logrado, no obstante su extraordinaria potencia, la extirpación de todos los rezagos feudales. Los fueros aristocráticos no han cesado de pesar sobre su política y su economía. La burguesía inglesa, contenta de concentrar sus energías en la industria y el comercio, no se ocupó de disputar la tierra a la aristocracia. El dominio de la tierra debía gravar sobre la extirpación del subsuelo. Pero la burguesía inglesa no quiso sacrificar a sus landlores, destinados a mantener una estirpe exquisitamente refinada y decorativa. Es, por eso, que sólo ahora parece descubrir su problema agrario. Sólo ahora que su industria declina, echa de menos una agricultura próspera y productiva en las tierras donde la aristocracia tiene sus cotos de cacería. El capitalismo norteamericano, en tanto, no ha tenido que pagarle a ninguna feudalidad royaltis pecuniarios ni espirituales. Por el contrario, procede libre y vigorosamente de los primeros gérmenes intelectuales y morales de la revolución capitalista. El pionner de Nueva Inglaterra era el puritano expulsado de la patria europea por una revuelta religiosa que constituyó la primera afirmación burguesa. Los Estados Unidos surgían así de una manifestación de la Reforma protestante, considerada como la más pura y originaria manifestación espiritual de la burguesía, esto es del capitalismo. La fundación de la república norteamericana significó, en su tiempo, la definitiva consagración de este hecho y de sus consecuencias. “Las primeras colonias establecidas en la costa oriental —escribe Waldo Frank— tuvieron por carta la adquisición de la riqueza. Su revuelta contra Inglaterra, en 1775, empeñaba una de las primeras luchas abiertas entre el capitalismo burgués y la vieja feudalidad. El triunfo de las colonias, del cual nacieron los Estados Unidos, señaló el triunfo del régimen capitalista. Y desde entonces la América no ha tenido ni tradición ni medio de expresión que fuese libre de esta revolución industrial a la que debe su existencia”. Y el mismo Frank recuerda el famoso y conciso juicio de Charles A. Beard, sobre la carta de 1789: “La Constitución fue esencialmente un acto económico, basado sobre la noción de que los derechos fundamentales de la propiedad privada son anteriores a todo gobierno y están moralmente fuera del alcance de las mayorías populares”.

Para su enérgico y libérrimo florecimiento, ninguna traba material ni moral ha estorbado al capitalismo norteamericano, único en el mundo que en su origen ha reunido todos los factores históricos del perfecto Estado burgués, sin embarazantes tradiciones aristocráticas y monárquicas. Sobre la tierra virginal de América, de donde borraron toda huella indígena, los colonizadores anglo-sajones echaron desde su arribo los cimientos del orden capitalista.

La guerra de secesión constituyó también una necesaria afirmación capitalista, que liberó a la economía yanqui de la sola tara de
su infancia: la esclavitud. Abolida la esclavitud, el fenómeno capitalista encontraba absolutamente franca su vía. El judío, —tan
vinculado al desarrollo del capitalismo, como lo estudia Werner Sombart, no sólo por la espontánea aplicación utilitaria de su individualismo expansivo e imperialista, sino sobre todo por la exclusión radical de toda actividad “noble” a que lo condenara el Medioevo,— se asoció al puritano en la empresa de construir el más potente Estado industrial la más robusta democracia burguesa.

Ramiro de Maeztu,— que ocupa una posición ideológica mucho más sólida que los filósofos neo-tomistas de la reacción en Francia e Italia, cuando reconoce en New York la antítesis verdadera de Moscú, asignando así a los Estados Unidos la función de defender y continuar la civilización occidental como civilización capitalista:—discierne muy bien por lo general, dentro de su apologética burguesa, los elementos morales de la riqueza y del poder en Norte América. Pero los reduce casi completamente a los elementos puritanos o protestantes. La moral puritana, que santifica la riqueza, estimulando cómo un signo del favor divino, es en el fondo la moral judía, cuyos principias asimilaron los puritanos en el Antiguó Testamento. El parentesco del puritano con el judío ha sido establecido doctrinalmente hace mucho tiempo: y la experiencia capitalista anglo-sajona no sirve sino para confirmarlo. Pero Maeztu, fervoroso panegirista del “fordismo” industrial, necesita eludirlo, tanto por deferencia a la requisitoria de Mr. Ford contra el “judío internacional”, como por adhesión a la ojeriza conque todos los movimientos “nacionalistas" y reaccionarios del mundo miran al espíritu judío, sospechado de terrible concomitancia con el espíritu socialista por su ideal común de universalismo.

El dilema Roma o Moscú, a medida que se esclarezca el oficio de los Estados Unidos como empresarios de la estabilización capitalista—fascista o parlamentaria— de Europa, cederá su sitio al dilema New York o Moscú.. Los dos polos de la historia contemporánea son Rusia y Norte América: capitalismo y comunismo, ambos imperialistas aunque muy diversa y opuestamente. Rusia y Estados Unidos: los dos pueblos que más se oponen doctrinal y políticamente y, al mismo tiempo, los dos pueblos más próximos como suprema y máxima expresión del activismo y del dinamismo occidentales. Ya Bertrand Russell remarcaba hace varios años el extraño parecido que existe entre los capitanes de la industria yanqui y los funcionarios de la economía marxista rusa. Y un poeta, trágicamente eslavo, Alexandra Block saludaba el alba de la revolución con estas palabras: “He aquí la estrella de la América nueva”.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Yanquilandia y el socialismo [Manuscrito]

Yanquilandia y el socialismo

El espectáculo de la potencia norteamericana anima, a una crítica impresionista y superficial, a acordar el crédito más ilimitado a la esperanza en una fórmula yanqui de renacimiento capitalista, que anule para siempre la sugestión del marxismo sobre las masas trabajadoras. Es frecuente que, después de la lectura del libro de Henry Ford, un escritor copiosamente abastecido de literatura y filosofía, pero poco enterado en materia económica, afirme en la primera plana de un gran diario que el socialismo constituye una escuela o doctrina superadas ya por los experimentos asombrosos del capitalismo norteamericano. Drieu La Rochelle, por ejemplo, que es un artista de talento, cuando se aventura en una revisión de la escena contemporánea, escribe cosas como éstas: "Las teorías de las cuales se habla todavía en los medios socialistas y comunistas han salido de la Inglaterra de 1780, de la Francia de 1830, de la Alemania de 1850, países que veían venir la invasión de las máquinas como la Rusia de hoy. Pero a través de estas teorías romancescas, los rusos saben ir al gran capitalismo norteamericano que, a su vez, sabe que no es sino un estadio hacia otra cosa. Ford y Lenin son dos potencias que se aproximan la una a la otra, a golpes de pico, en la misma galería oscura". El autor de Mesure de la France, como buen francés y europeo, no cree que la defensa de la civilización occidental toque a los Estados Unidos. La concibe, por el contrario, como una misión de una confederación europea presidida por Francia. Mas confía, por el momento, en Mr. Ford, mucho más que en Poincaré y Henri Massis, como capitán de la burguesía y estratega del capitalismo.

El estudio de los factores efectivos de la prosperidad norteamericana enseña, en tanto, que el capitalismo yanqui no ha afrontado todavía la crisis que atraviesa el capitalismo europeo, de suerte que es prematuro hablar de su aptitud para superarla victoriosamente.

Hasta hace algún tiempo la industria norteamericana extrajo de la propia vitalidad de los Estados Unidos los elementos de su crecimiento. Pero desde que su producción ha sobrepasado en exceso las necesidades del consumo yanqui, la conquista de mercados externos ha empezado a ser la condición ineludible de ese proceso. La acumulación en las arcas yanquis de la mayor parte del oro del mundo, ha creado el problema de la exportación de capitales. A Estados Unidos no le basta ya colocar su exceso de producción; necesita colocar, además, su exceso de oro. El desarrollo industrial del país no puede absorber sus recursos financieros. Antes de la guerra, la industria yanqui era una buena inversión para el dinero europeo. Las utilidades de la guerra permitieron, como es sabido, a la industria yanqui independizarse totalmente de la banca de Europa. De nación deudora, Estados Unidos se transformó en nación acreedora. Durante el periodo de crisis económica y agitación revolucionaria de post-guerra, Estados Unidos tuvo que abstenerse de todo nuevo préstamo. Los países europeos debían sistemar la situación de su deuda a Norteamérica, antes de pretender de los Bancos de Nueva York cualquier crédito. En las mismas inversiones en empresas privadas, la amenaza de la revolución comunista, hacia la cual Europa parecía empujada por la miseria, aconsejaba a los capitalistas norteamericanos la mayor parsimonia. Estados Unidos empleó, por esto, toda su influencia en conducir a Europa al plan Dawes. No lo consiguió sino después de que la política de Poincaré sufrió, en 1923, el fracaso del Rhur. De entonces a hoy, pactadas así las condiciones de pago de la indemnización alemana como de la deuda aliada al tesoro yanqui, Yanquilandia ha abierto numerosos créditos a Europa. Ha prestado a los Estados para la estabilización de su cambio; ha prestado a la industria privada para la reorganización de sus plantas y negocios. Buena cantidad de acciones y títulos europeos ha pasado a manos yanquis. Mas estas inversiones tienen su límite. El capital norteamericano no puede dedicarse a abastecer de fondos a la industria europea, sin peligro de que la producción de ésta, dispute a la de Estados Unidos los mercados en que domina. De otro lado, estas inversiones vinculan la economía yanqui a la suerte de la economía europea. El plan Dawes y su secuela de arreglos o convenciones financieras, han inaugurado en Europa un período de estabilización capitalista y democrática que los apologistas de la reacción se entretienen en describir como una obra exclusivamente fascista; pero Europa, como lo evidenció la última Conferencia Económica, no ha encontrado todavía su equilibrio.

Trotsky ha hecho un examen singularmente penetrante y objetivo de la situación del capitalismo yanqui. "La inflación-oro observa el líder ruso es para la economía tan peligrosa como la inflación fiduciaria. Se puede morir de plétora lo mismo que de caquexia. Si el oro existe en cantidad demasiado grande no produce nuevas ganancias, reduce el interés del capital y, de este modo, torna irracional el aumento de la producción. Producir y exportar para guardar el oro en los sótanos equivale a arrojar las mercaderías al mar. Es por esto que América ha menester de una expansión más y más grande, es decir de invertir el exceso de sus recursos en la América Latina, en Europa, en Asia, en Australia, en África. Pero, por esta vía, la economía de Europa y de las otras partes del mundo se convierte más y más en parte integrante de la economía de los Estados Unidos".

Si a los Estados Unidos les bastara resolver los problemas internos de su producción para asegurar el crecimiento indefinido de su capitalismo; las áureas previsiones, las rosadas esperanzas de Henri Ford podrían, tal vez, constituir, una seria probabilidad de desahucio de la tesis marxista. Norteamérica, por obra de fuerzas históricas superiores, a la voluntad de sus propios hombres, se ha embarcado en una vasta aventura imperialista, a la cual no, puede renunciar. Spengler, en su famoso libro sobre la decadencia de Occidente, sostenía, hace ya algunos años, que la última etapa de una civilización es una etapa de imperialismo. Su patriotismo de germano le hacía esperar que esta misión imperialista le tocaría a Alemania. Lenin, algunos años antes, en el más fundamental acaso de sus libros, se adelantaría a Spengler en considerar a Cecil Rhodes como un hombre representativo del espíritu imperialista, dándonos además una definición marxista del fenómeno, entendido y enfocado como fenómeno económico. "Lo que hay de económico esencial en este proceso escribía con su genial concisión es la sustitución de la libre concurrencia por los monopolios capitalistas. La libre concurrencia es la cualidad primordial del capitalismo y, de una manera general, de la producción de mercaderías; el monopolio es exactamente lo contrario de la libre concurrencia; pero hemos visto a ésta transformarse bajo nuestros ojo en monopolio, creando la gran industria, eliminando la pequeña, reemplazando la grande por una más grandes, conduciendo la concentración de la producción y del capital a un grado tal que el monopolio es su corolario forzoso: carteles, sindicatos, trusts y, fusionándose con ellos, la potencia de una decena de bancas que manipulan, millares de millones. Al mismo tiempo, el monopolio surgido de la libre concurrencia no la descarta, sino que coexiste con ella, engendrando así diversas contradicciones muy profundas y muy graves, provocando conflictos y fricciones. El monopolio es la transición del capitalismo a un orden más elevado. Si fuera necesario dar una definición lo más breve posible del imperialismo, habría que decir que es la fase del monopolio capitalista. Esta definición abrazaría lo esencial, pues, por una parte, el capital financiero no es más que el capital bancario de un pequeño número de grandes bancos monopolizadores, fusionado con el capital de los grupos industriales monopolizadores; y, por otra parte, el reparto del mundo no es más que la transición de una política colonial extendida sin cesar, sin encontrar obstáculos, sobre regiones de las que no se había apropiado aún ninguna potencia capitalista, a la política colonial de posesión territorial monopolizada, por haber ya concluido la partición del mundo".

El Imperio de los Estados Unidos asume, en virtud de esta política; todas las responsabilidades del capitalismo. Y, al mismo tiempo, hereda sus contradicciones. Y es de éstas, precisamente, de donde saca sus fuerzas el socialismo. El destino de Norteamérica no puede ser contemplado sino en un plano mundial. Y en este plano, el capitalismo norteamericano, vigoroso y próspero internamente aún, cesa de ser un fenómeno nacional y autónomo, para convertirse en la culminación de un fenómeno mundial, subordinado a un ineludible sino histórico.

José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de T. Bullón Salazar, 30/7/1926

Jauja, 30 de julio de 1926
Editorial Minerva
Lima
Muy señores míos:
Acabo de recibir la visita del Señor Espinoza Bravo para informarme de que Uds. afirman de que no han recibido respuesta alguna de mi parte, siendo así que he cumplido con hacerlos en la debida oportunidad a las dos únicas de Uds.
ESTADO DE CUENTA DE LA VENTA DE LOS LIBROS EN CONSIGNACIÓN.- sírvanse darme orden estricta para hacer la liquidación final al Sr. Espinoza, en representación de Uds. quien dice tenerla.
Lamento mucho el extravío posible de mis cartas, aunque no deja de extrañarme, que ha dado lugar a la intervención de tercera persona para un asunto de tan pequeña monta.
De Uds. su atto. y S.S.
T. Bullón Salazar.

Bullón Salazar, T.

Carta de Manuel E. Lazarte, 9/7/1926

9 de julio de 1926
Señor Gerente de la Editorial "Minerva”
Lima.
Muy señor mío:
Aviso recibo de su folleto "LIBROS Y RESVISTAS" correspondiente a marzo y abril ppdo. por lo que doy a Ud. las debidas gracias , suplicándole a su vez se sirva cotizarme precios de artículos de escritorio, papel, cartas, papel para máquinas de escribir, libros para colegios y cuadernos de escritura para colegios; si le fuese posible remitiendo muestras de papel &.
Reiterándole mi agradecimiento, me suscribo de Ud. como su atento y S. S.
Manuel E. Lazarte

Lazarte, Manuel E.

Carta de Samuel L. Abad, 11/7/1926

Surcubamba, 11 de julio de 1926
Señor Gerente de la Editorial Minerva
Lima
Muy señor mío:
En el mes de abril del presente año, tuve el agrado de el cupón suscrito por mí aceptando la invitación que tuvo la gentileza de hacerme la casa de su gerencia. Poco después recibí un tomo de "La Escena Contemporánea", pero no sé hasta la fecha la suma que tengo que tengo que enviar como pago de suscripción, en consecuencia le ruego se sirva indicármelo para tener el gusto de remeserle.
De Ud. muy atento y s.s
Samuel L. Abad

Abad, Samuel L.

Carta de Joaquín García Monge, 8/4/1926

Recepción de los 24 ejemplares de la Escena Contemporánea enviados por Minerva.
Apertura de una cuenta con la Imprenta por el valor de $12 dólares por los ejemplares enviados y solicita se le envíen doce (12) ejemplares tanto la obra de Iberico como la novela de Istrati.
Remite además los siguientes títulos:

  • Varona: Emerson
  • Varona: Con el eslabón
  • Vaz: Reacciones
  • Renán: Paginas Escogidas
  • Vasconcelos: Artículos
  • Gueraldy: Tú y yo
  • Kheyyam: Rubayat
  • Brenes Mesén: EL misticismo
  • Masferrer: Ensayos sobre el destino y Una vida en el cine
  • Martí: Versos
  • Magón: La Propia
  • La edad de oro
  • Ors: De la amistad y el diálogo y Aprendizaje y Heroismo

García Monge, Joaquín

Carta de Máximo Pecho, 22/3/1926

Jauja, 22 de marzo de 1926
Sres. Editorial Minerva
Lima
Muy señores míos:
Ha sido en mi poder su atto del 13 del actual habiendo retirado para el último correo el pte. de 10 ejemplares de "Libros y Revistas" que quedan a mi cta. con la bonificación del 30% que señalan libre de parte.
Oficina de Pago -- acompaño una por S. 20 a of. Librería e Imprenta el Inca.
"El Nuevo Absoluto" se designarán remitirme a mi cta. solamente 10 ejs. en pte certificado (no como encomienda) para evitar mayor gaste de parte. Manden factura.
Cuando hayan suscriptores, les pediré mayor cantidad.
Libros y Revistas de marzo remitan solamente 5 ejemplares en pte. suelto.
Hay mucha pereza intelectual en esta región, sin embargo, se avanza algo .
Afectuosamente.
Incluye una tarjeta para Amauta
Máximo Pecho

Pecho, Máximo

Carta de Luis Felipe Flores, 20/3/1926

Ica, 20 de marzo de 1926
Editorial Minerva.
Lima
Muy señores míos:
Sirva la presente, para expresar mí sincero agradecimiento por el libro "La Escena Contemporánea” de José Carlos Mariátegui, que se han servido remitirme. Y como sé que es el primero, suplico se molesten en avisarme si tienen el segundo libro impreso.
Con el deseo de servirlas, les ofrezco servicios, en esta, ya sea de propaganda, dar a conocer obras editadas por Us., o formularles pedidos. Por supuesto, esto desinteresadamente. Pues aquí no se halla una agencia que tenga obras de los más celebres pensadores
universales, todas tienen folletines, cancioneros, etc. cosas nimias, pueriles, dignas, únicamente, de los adolescentes.
Esperando su respuesta, me complace repetirme de Uds. muy att. y S.S.
Luis Felipe Flores
Redactor El Tiempo y Voz de Ica

Flores, Luis Felipe

Carta de José León Castro, 17/3/1926

Puerto Supe, 17 de marzo de 1926
Señores,
Editorial Minerva
Lima
Muy señores míos:
Tengo el agrado de adjuntarles debidamente firmado el cupón por el cual quedo como suscriptor de la Biblioteca Moderna de su Editorial.
Como no tengo mas datos sobre este particular, les ruego se sirvan informarme como se van a efectuar los pagos por este servicio, es decir, si es por una cuota fija o mensual, o por obra, variando según su importancia el valor. En este último caso entiendo, que Uds. con la anticipación debida avisarán al suscriptor para cubrir e l valor de la obra y no retrasen el envió.
También les ruego a Uds. se sirvan remitirme, si les es posible, el Catálogo de la Librería Minerva, pues deseo adquirir algunos libros que puedo conseguirlos quizá en alguna librería.
Sin más por el momento, me es grato repetirme.
De Uds. y muy atto. S.S
J. León Castro.

León Castro, José

Carta de Carlos Meneses, 22/2/1926

Abancay, 22 de febrero de 1926
Señor Administrador de la Editorial Minerva
Lima
Muy señor mío:
Felicitando a Ud. y demás compañeros de esa casa por el plausible motivo de haberse impuesto una misión noble y elevada cual
es la de editar obras nacionales de verdadera importancia y suma utilidad, me permito suplicarle a fin de que se digne indicarme
el importe de las obras a medida que vayan editándose, o la suscripción, tanto a las obras de mi referencia como a la revista "Libros
y Revistas"
Desde luego, se molestará en decirme, en que forma se remite el dinero y, si le es posible, mandarme el respectivo Catálogo de
todo lo que le agradeceré muchísimo.
Sin otro particular, me suscribo como su/muy atto S.S
Carlos Meneses

Meneses, Carlos

Carta de Antenor Barchez, 9/12/1930

Avellaneda, 9 de diciembre de 1930
Señor Director de "Amauta"
De nuestra estima.
Teniendo en cuenta la importancia que tiene para nuestra mesa de lectura la publicación que usted dirige y siendo ella en una de las que todavía no llegan a esta Biblioteca no obstante haberla solicitado por medio de la Prensa del país.
Los motivos expuestos mas arriba indicándonos a dirigirnos particularmente a fin de que me falte en esta Institución Educativa, donde se estima y valora los verdaderos méritos de la cultura en sus más diversas manifestaciones.
Con la esperanza de vernos satisfechos en nuestra modesto y justiciero pedido.
Saludamos a usted con nuestra consideración más distinguida.
Antenor Barchez
Secretario

Barchez, Antenor

Carta de Enrique López Albújar, 6/2/1928

Piura, 6 de febrero de 1928
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Muy estimado compañero y amigo:
Me tiene Ud. en los preparativos del ajuar de la criatura que quiero dar a luz lo más pronto posible. Mi novela Matalaché se ha pasado ya de los nueve meses de la concepción y naturalmente, estoy alarmado con la demora. Feto que no nace perece o envejece. Y yo no deseo que esta hija mía salga con pelos y después de haberme agotado la paciencia con preguntitas irónicas los vecinos.
Pues bien, para lo del parto he pensado en ud. Me parece que ud. y perdone el símil a que me lleva la fuerza de la metáfora, sería un comadrón a pedir de boca. Para esto está ud. al frente de una casa editora. Y con esto está dicho todo.
Quiero editar en la Editorial Minerva, siempre que sus condiciones me convengan, aquel libro, y para eso necesito un presupuesto. Cuánto me cobraría la casa por dos mil ejemplares en papel como el de La Escena Contemporánea, con el mismo formato de página, forro de papel satinado para recibir en la portada un dibujo en tres colores, pero mayor margen en blanco que el de su libro, pues querría que tuviera el tamaño de Cuentos Andinos, 2a. edición.
Cosido, como el de su libro también. Por supuesto la corrección habría de correr a cargo de ud., de otro modo la cosa iría al fracaso, o tendría que valerme de mi buen amigo Vegas García, pero para que el libro saliera para pascua de Navidad. Y es lo que, precisamente, no quiero. ¡De mi casona demoró por esta circunstancia un año!
Quedo en espera de su respuesta. Reciba un afectuoso saludo de su amigo y compañero
E. López Albújar

López Albújar, Enrique

Tarjeta Postal de Armando Bazán, 4/1928

París, abril de 1928
Esta fue la tarde de un día interesantísimo. Después de estar en el Bosque de Bologna con Lucho Heysen, fuimos a parar al Luxemburgo. Allí, por casualidad encontramos a Jorge Seoane. Por unanimidad acordamos fotografiarnos con un fotógrafo ambulante.
La fotografía salió estropeada: Voilá
Para José Carlos con el más fraterno recuerdo de
Armando

Bazán, Armando

Tarjeta Postal de Norka Rouskaya, s.f

New Orleans,
De New Orleans un cariñoso saludo al fino amigo, agradeciéndole anunciara en los periódicos mi próxima venida en ésa.
Norka Rouskaya
Escríbeme en la Habana Hotel Telégrafo.

Rouskaya, Norka

Carta de Luis E. Valcárcel, 20/2/1929

Balneario de Jesús, Arequipa, 20 de febrero de 1929

Querido compañero J. C.

En vísperas de salir del Cusco escribí a Ud., contestando su última carta.
Aquí estoy hace más de quince días, haciendo cura mineral y de reposo.
Releí su gran libro y las anotaciones que me sugirió resérvolas para una serie de artículos. Envié más bien a García Monge una síntesis expositiva de 7 Ensayos. Tengo que decirle otra vez que su reciente obra es fundamental para el estudio de nuestros problemas.
Apenas llegado, le envié una crónica sobre la obra artística de Tupayachi.
En Arequipa compré el n° 20 de Amauta, cuyo interés sobrepasa toda expectativa.
Le recomiendo muy especialmente la lectura de un magnífico proyecto pedagógico de la Escuela Hogar Indígena, debido a dos buenos maestros de Sicuani: Julio C. Acurio y María Judith Arias. Está inserto en el Boletín de Enseñanza de diciembre último que puede Ud. conseguir en la Dirección General de idem. Valdría la pena de acogerlo, en todo o en parte, en Amauta. Si acepta usted lo insinuado, le mandaré después un comentario que se lo merece apologético la feliz iniciativa.
Me preocupa hondamente la economía de Amauta, y desearía estar en posibilidades de ayudar pecuniariamente; por desgracia, lejos estoy de toda holgura económica, atenido a honorarios reducidos como abogado y a haberes exiguos como profesor.
Salvados algunos compromisos urgentes, supongo que Oyague estará ya en disposición de girar cuando menos Lp 10, como me ofreció. Velasco está atingido de deudas —¡la librería es un fracaso en el Cuzco!— y pide todavía que lo esperemos.
A partir del próximo número, voy a optar por vender Amauta al contado, sin darlo ya a comisión, por el mal éxito que ésta tiene. Tengo mucho interés en leer el libro de Abelardo Solís sobre la Cuestión Agraria. ¿Puede Ud. conseguirme un ejemplar? En el comienzo de estas vacaciones cumplí con don Rafael Larco Herrera con proporcionarle todo el material gráfico y artístico para su Gran Álbum del Cusco que editará a todo lujo en Europa. Si, como se prevé, la edición sale perfecta, tendremos un poderoso medio de propaganda de nuestras riquezas arqueológicas y naturales.
Del Cuzco le enviaré una crónica sobre Francisco González Gamarra, con algunas reproducciones de sus magníficas aguafuertes. Es el pintor del Inkario. Está actualmente pintando óleos de gran formato que reproducen escenas brillantes del Imperio.
Hace dos años que soy rotario, más por curiosidad y compromiso. ¿Qué opinión le merece el Rotarismo? Precisamente en 2 y 3 de marzo voy a asistir en Arequipa a la 2a. Conferencia Nacional. Plantearé tres cosas:
1) ¿Qué tiene que hacer Rotary con la Masonería? (concomitancias de que le acusa el clero).
2) ¿Qué relación guarda con el imperialismo yanqui?
3) ¿Qué actitud asume el Rotary ante el Socialismo? (Se le acusa de defender a la burguesía).
Ya conseguí en Arequipa y estoy leyendo los dos tomos del Diario de Viaje de un filósofo, de Keyserling. Desgraciadamente, no encontré un solo ejemplar de El Espectro de Europa.
Con un afectuoso apretón de manos, soy su leal camarada
Luis E. Valcárcel

Valcárcel, Luis E.

Carta de José María Eguren, 29/10/1928

29 de octubre de 1928

Muy querido amigo Mariátegui

Contento con las noticias que me traen de su buena salud yo estoy muy mejor quizá si pueda ir en esta semana a Lima por un rato. Le mando las pruebas corregidas y una lista para la numeración de las composiciones. Sería bueno que suprimiera algunas. Todas las que juzgue innecesarias. Para no variar la lista, puede indicarle a los impresores las poesías que repare o devolvérmela corregida para arreglar la mía de manera que resulten iguales. Yo voy a seguir señalando conforme al duplicado que tengo si no dispone otra forma. Ya ve que esta carta va resultando algebraica. Le pido que me dé noticias de Blanca Luz (Zero) porque voy a escribir al Uruguay. Lo mismo que de Nomi; pues no viene; creo que le ha tomado miedo a Núñez.
¿Qué le parece la revista de Hidalgo? Creo que promete. ¿Qué novedades le han llegado de arte nuevo? Lo felicito, pues lo que opinó Ud. del vanguardismo en sus comienzos, va resultando exacto.
Pronto tendré el gusto de verlo y de repetir mis visitas de las tardes. Salude a su familia de mi parte y reciba un fuerte abrazo.
José M. Eguren

Eguren, José María

Carta de Luis E. Valcárcel, 7/7/1926

Cuzco, 7 de julio de 1926
Sr. D. José C. Mariátegui
Lima
Querido compañero:
Por el correo de hoy, en paquete certificado, le envío los originales de Tempestad en los Andes. El libro estaba listo desde hace quince días, pero aguardé, en vano, el viaje de algún amigo a ésa que prestase mayores seguridades que el servicio postal. No he querido postergar más el cumplimiento del compromiso; ojalá que el correo no me juegue alguna mala pasada.
Entrego la obra completamente a su habilidad exegética. Usted, mi buen camarada, se encargará de explicar en el prólogo la tesis (o trastienda) de esta película serrana que ofrezco en cuadros conexos.
Bien comprende usted que mi objetivo no es otro que exhibir lo que ocurre “detrás de las montañas”, relatándolo en forma episódica. ¿Qué es lo que se ve? Se comienza a ver a los Nuevos Indios. Hay un hervor revolucionario, un fermento de luchas futuras. Apenas si se percibe la ebullición disimulada por la frialdad de los peñascales andinos.
Desfilan por el libro las vivencias del Perú aborigen.
En el primer capítulo se preludia el avatar. Adivínase que ya algo se mueve en las tinieblas...
En el segundo, se percibe el panorama de las serranías con sus aldehuelas de labriegos y sus poblazos mestizos: el contraste, la nota pintoresca y humana.
En el tercero, siéntese que Némesis india proyecta su sombra de sangre.
En el cuarto, acentúase la génesis de la Nueva Indianidad: reacción ‘humana’ de los mismos esclavos e intervención de un factor nuevo, el adventista.
En el quinto, informaciones y comentarios sobre éste.
En el sexto, una suma de opiniones sobre el problema indio que ponen de relieve lo que el libro demuestra: el indio se yergue.
Ideario contiene cosas ya anteriormente publicadas. Le ruego complete ¡Arriba los indios! con trozos de José Vasconcelos, cuya Raza cósmica no pude conseguir oportunamente, y con glosas de usted que ha escrito con tan clara visión sobre estos temas.
Puede usted anunciar en el prólogo que la parte doctrinaria acerca del Nuevo Ciclo Andino va a ser tratada por mí, con alguna extensión, en un libro que tengo en germen, del que ya hablé a usted: Filosofía de la Cultura Andina.
No sé cómo ha salido esta obra, creo que con muchas imperfecciones, pero todo puede serme perdonado en gracia a la emoción que pongo en ella. En contacto con la raza, intuyo lo que en su alma crepuscular va emergiendo. Percibí también, desde cerca, cuanto le ocurre. Su Vida y Pasión está por escribirse. Estos fragmentos pueden ser precursores.
Querido amigo: usted apadrina el libro, y tengo esperanza en que saldrá con felicidad.
Le abraza su cordial amigo
Luis E. Valcárcel

Valcárcel, Luis E.

Carta a Victoria Ferrer, 24/1/1920

Roma, 24 de enero de 1920
Victoria:
La carta que te adjunto te advertirá que soy en posesión de la noticia de la venida al mundo de la señorita Gloria María a quien me apresuro a enviar, por intermedio tuyo, mi primer beso. Falcón, por su parte, se preocupó también de comunicarme desde España el mismo acontecimiento.
Confío en que te hayas restablecido prontamente y en que tu juventud haya salido victoriosa de todas las crisis, para que, durante mi ausencia, puedas amar y cuidar a Gloria María por ti y por mí a un mismo tiempo.
Te incluyo un giro por cincuenta soles que va a nombre de Beatricita porque creo que le será más fácil ir al banco y efectuar la cobranza. Ruega a Beatricita, a mi nombre, que me excuse la molestia que le cause.
De mi vida en Europa poco podría contarte interesante. Creo, en general, que no es el ausente quien debe dar noticias sino quien debe recibirlas. El ausente necesita más de la correspondencia de los que le quieren y recuerdan que éstos de la correspondencia de él. Él está solo, separado de todo aspecto íntimo y familiar, mientras que éstos continúan su misma vida, sin ningún cambio y sin ningún trastorno realmente sensibles.
No me explico porqué del Aguila no las visita frecuentemente. Supongo que esta actitud suya no haya durado mucho tiempo y la atribuyo, en todo caso, a su espíritu descuidado y negligente, no a disminución de su simpatía ni de su amistad.
Aguardo con interés noticias tuyas, sobre todo por lo que puedan hablarme de Gloria María, y me despido de ti con los mejores recuerdos hasta una próxima muy próxima.
José Carlos
P.D. El cheque es por seis libras esterlinas. No se puede girar en libras peruanas ni en cheque sobre Lima. A mí me pagan también en libras esterlinas. Es una letra sobre Londres que puede ser cambiada en cualquier banca. También la puede cambiar un comerciante. La libra esterlina vale menos que la libra peruana conforme al cambio actual. Esto, como tú comprenderás, es para mí, que recibo mi sueldo en libras esterlinas, lo mismo que todos los funcionarios y empleados de relaciones exteriores residentes en el extranjero, una pérdida mensual.
Esta es la única forma, según me dicen en el banco, que es uno de los principales de Italia, de enviar dinero a Lima.
No creo que sea una forma incómoda para ti porque una letra sobre Londres de un buen banco es pagadera a la vista en cualquier parte del mundo.
Vale.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Bertha Molina (Ruth),18/10/1919

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
A bordo del "Atenas", 18 de octubre 1919 Ruth:
Desde mi partida del Callao pensé que te debía unas palabras de adiós. Recordé que tu eras una de las personas que habían sido buenas y dulces conmigo y recordé, sobre todo, nuestra original y simpática intimidad de un tiempo.
Estas líneas, escritas a bordo del “Atenas”, en viaje a New York, te llevarán mi despedida. Me despido en ti de todas las muchachas de Lima que alguna vez se han emocionado leyendo algo mío. Seguramente eres tú la más sentimental, soñadora y tierna de todas.
Compara mi letra de ahora con la de antes si alguna carta mía, merecedora de inmediata inhumación naturalmente, sobrevive entre tus recuerdos. ¿Habrá envejecido mi letra como mi alma? ¡Ah! Ten en seria consideración caligráfica el balance del "Atenas” y la turbulencia célebre del Caribbean Sea.
Si alguna vez te sobran tiempo, humor y sentimentalismo, escríbeme a Roma.
Tu affmo amigo
José Carlos

A Ruth.
En Lima. Perú.

José Carlos Mariátegui La Chira

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