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Revista Amauta América Latina
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Carta de Francisco Chuqiwanqa Ayulo, 27/4/1927

Lampa, 27 de abril de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima
Muy preciado compañero:
Recibí su carta de Marzo y tarjeta del pte. Como quise darles respuesta inmediata, mucho más, enviándole alguna colaboración en esa gran obra de Amauta; pero me faltan fuerzas y a la verdad que estoy enfermo. Veo asomarse al hogar el hambre y la desnudez; y en mi sed abrasadora por algunas gotas de justicia no percibo ni la esperanza de obtener un átomo de ella...
Yo le agradezco la supresión de la dirección de El Diario de La Paz en mi carta a Urquieta. Ese diario va degenerando como que está subiendo al poder.
En las horas actuales de honda inquietud por la renovación de la Humanidad ¿qué sería del Perú sin Amauta, La Sierra, sin esa valerosa juventud de vanguardia?
Su polémica, como que es de ideas. de ideales reciamente sentidos y elevadamente expresados, es radiante faro en las tenebrosidades de este ambiente.
A su noble estímulo, a la energía que me comunica, no puedo dejar de responder; y así para el próximo le enviaré siempre algunas líneas.
Suyo, muy cordial y fraternalmente suyo
Chuqiwanqa Ayulo

Recibí 2 Núms. de Amauta. Le agradezco infinito. La Agencia de Puno me remite puntualmente.

Chuqiwanqa Ayulo, Francisco

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 2/7/1927

2 de julio de [1927]
Grande y querido compañero Mariátegui:
Estoy seguro que mis cartas ni mi telegrama llegaron a su poder. Yo recibí el suyo sobre el asunto de Pantigoso cuando circulaban los rumores de su prisión. Inmediatamente dirigí un telegrama a Ramírez interrogando por la verdad. A correo siguiente escribí dos cartas, una dirigida a Ud. y otra al amigo que le indico. Si hasta ahora no ha llegado nada a su poder, es seguro que estará en manos de la Policía. Suponiéndolo, nada deslicé en esas comunicaciones que no fuera perfectamente inocente. Aseguraba a usted nuestra solidaridad en esa hora, como ahora lo hago con toda la sinceridad de que somos capaces los serranos o cerreros. Luego me ha venido su carta, que confirma todas mis suposiciones. Desde el primer momento, en efecto, pensé que nada podía ocurrirle, so pena de constatar un completo estrabismo del sentido común en el Gobierno. Nada le digo de los compañeros presos. A ellos todo nuestro afecto. No creo que se les cogiera en infraganti motín. Eso es tan idiota, sobre todo en revolucionarios modernos. En fin.
El noveno número de Amauta se pone recién hoy a la venta. Cuando llegó la noticia de su apresamiento, me aseguran los vendedores que fueron amenazados por la policía y yo en previsión de un incautamiento, suspendí la venta hasta hoy que el número circula con la simpatía y curiosidad de todos.— Dígnese usted decir al amigo Ramírez que dos correos más me dispensa para enviarle el giro del saldo que tengo con la revista. Otro tanto con la cuestión libros.
De cuanto tiene usted la amabilidad de comunicarme en relación a sus planes, nada me impresiona mejor que su idea de ir a Buenos Aires. Estoy completamente convencido que usted no debe esperar a que el Gobierno del país le impida seguir publicando Amauta, sino que debe usted alzar anclas con motivo de lo ocurrido y plantarse en esa capital, donde así como se acrecienta su figura de apóstol de una espiritualidad continental autóctona, irradia su obra en condiciones que luego la harán indestructible. Acaso, un designio magnético actúa en cuanto viene realizándose y usted tenga que sacrificar su bienestar para darse a la faena más trascendente e histórica que ha acometido hombre alguno de nuestra indoamérica. Por todo lo que luego venga, querido compañero, confío en usted, en sus elementos de vasco y de indio americano y no se olvide de estas verdades que hoy le digo inspirado por el más fervoroso americanismo. En la medida que le admiro le quiero y así quisiera que usted se acreciente en la adversidad de esta emergencia criolla y haga el raid a Buenos Aires, seguro de no ser superado por ahora.
Le abrazo a nombre de todos, de Alejandro, menos de Armaza, el cual es un pobre muchacho burgués, simulador y arribista, tan pobre de imaginación como de honradez y que si le ha pedido algo sólo merece que usted lo desprecie. Voy a referirle un solo detalle que lo pinta. Cuando ustedes me enviaron Amauta, salí personalmente a imponerlo y entonces este poeta de una raza que no existe se me enojó como un idiota por el hecho de que pretendí venderle un número de su revista, asegurando que él no compraba cojudeces. Estaba fresco del Buenos Aires frívolo y no se olvidaba de cierto limeñismo amariconado. Creo que sobra con lo dicho. En mi presencia luego compró un número de Mundo Argentino para castigarme. Basta, basta. No le referí antes esto porque no influenciara en cuanto al juicio que produjese respecto de ese libro en blanco con título rojo como dice Guillermo de Torre.
Una última declaración: estamos con usted incondicionalmente. Antes de irse a B.A. venga por los Andes.— Su compañero
Churata
Dígale a Blas que tenían que ser razones de peso las que me obligan a faltar con él hasta ahora— Pero que confío que esta semana le giraré con dirección a Uds.—
—ojalá esta carta llegue a sus manos— Si no... el polizonte o soplón que la viola reciba el desprecio del suscrito— Arturo Peralta-Puno.

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta de Marisabel de Pinilla, 24/7/1927

Lima 24 de julio de 1927
Estimado amigo:
Mucho me alegró lo que me dijo sus esposa ayer sobre su mejoría. En cambio yo comienzo a sentirme mal q creo que mi ingreso a la clínica es forzoso! Mucho me he arrepentido de mi estreno. Parece que la Compañía a quién pretendí ayudar aprovechando de mi ausencia, dio los papeles a gente que le quedaban grandes!. Eso me dijo ayer mi marido q vio la pieza. Pero hay un pequeño incidente q pienso referirle (ya que las coincidencias a veces originan cosas grandes). El presidente Leguía fue al teatro y le gustó mucho la obra, y le dijo a Ojeda el ministro de España, q esperaba q los críticos alentaran ese esfuerzo y mas que nada mi generosidad de patrocinar el Teatro Nacional con [...] además, pues parece q al leer una crítica de pésimo gusto q saliera no se donde (ya que por evitarme disgustos no me han dejado leer sino lo grato) habló conmigo en casa de su hija, antes de ayer. Estaba muy disgustado de la incompetencia de los escritores. Yo que hacía? A quién le había dado la obra? Yo le dije q estaba en poder de la única persona q a mi juicio era una autoridad cuya opinión contara para mi. J. C Mariátegui. Pero entiendo me dijo q los llamados "vanguardistas" no la permiten tener "autonomía"? Entonces aproveché de decirle todo que pienso al respecto y la pena que me da q "Amauta" que era un exponente de cultura hubiera desaparecido. Se quedó muy pensativo, y me dijo q averiguará muy bien los hechos y se los refiriera. ¡Lástima no poder charlar con Ud. al respecto! ¡Pero antes de terminar, me quedaré sin decirle que espero de su amabilidad mas palabras de aliento y comentario sobre mi trabajo. q serán oportunos, ya q la obra sigue en el cartel. De preferencia en Variedades.
Suya afma.
Marisabel de Pinilla

P.D. Sírvase entregarle mi manuscrito al portador.

Pinilla, Marisabel de

Carta de Samuel Glusberg, 26/7/1927

Buenos Aires, 26 de julio de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Muy estimado compañero:
Aunque estoy esperando carta con noticias suyas acerca de su salud y su estado de ánimo me decido a escribirle a su vieja dirección postal porque tengo algunos asuntos de interés común que comunicarle. De seguro, ha recibido Ud. los ejemplares de Babel que le remití. Yo todavía estoy esperando el número 9 de Amauta que no estoy seguro si alcanzó a salir. Ojalá me llegue pronto junto con otros números. ¿Y los libros de Minerva? Como Ud. habrá visto continúo anunciando su libro y el de Panait Istrati— y a propósito de libros y traducciones debo comunicarle que he recibido carta de Waldo Frank en la que me habla de Ud. muy elogiosamente. Yo le estoy gestionando su venida a Buenos Aires para principios del año próximo y pienso con tal motivo publicarle su libro Our America. Como la Revista de Occidente va a publicarle Virgin Spain, otro libro de ensayos, Frank, me pide muy encarecidamente la publicación de algunas de sus novelas y yo he pensado en Ud. ¿No podría Ud. traducir Holiday? Le mando la edición original. Quizás le interese a Ud. para hacer un volumen de Minerva. Yo podré adquirir 300 ejemplares o más para Buenos Aires. De cualquier modo, siempre que Ud. pueda traducir Holiday seguro de que será publicada en Lima o Buenos Aires. Frank insiste en pedirme un traductor responsable y comprensivo. Un mozo argentino que murió en New York: Héctor Roca tradujo una gran parte de Our America; pero hasta la fecha yo no he podido conseguir los originales. Ya lo tendré al tanto de cualquier novedad respecto de este asunto. Mientras le envío Holiday por certificado por si Ud. no posee esta obra. Creo que puede interesar mucho a nuestro público por su conflicto de razas, etc. Escríbame cuando pueda y téngame como siempre a sus órdenes. Muy cordialmente
Glusberg
P.D. ¿Podrá Ud. enviarme su vera efigie o un dibujo reproducido por ahí?

Glusberg, Samuel

Carta de Óscar Herrera, 29/10/1927

Buenos Aires, 29 de octubre de 1927
Mi querido Mariátegui:
Acabo de recibir y leer su carta del 30 de setiembre, por lo que veo unas cartas demoran más que otras en llegar a Buenos Aires, pues junto con la suya acabo de recibir una de mi casa que está fechada muy posteriormente. Hoy es día de correo para el Perú y por eso me apresuro a escribirle a fin de que tenga Ud. mi respuesta lo antes posible.
La carta que Ud. me escribió, a poco de salir del Hospital de San Bartolomé, la recibí oportunamente y conforme a sus indicaciones la mostré a Seoane y, algo más, la leí en la sesión que celebró nuestra célula del A.P.R.A. Siguiendo mi costumbre contesté su carta aprovechando el primer correo salido después de su recepción y le hablaba entonces de la favorable acogida que Ud. tendría en esta gran ciudad por las gentes de letras, que conocen bastante su obra y aprecian su valor debidamente. Le decía posteriormente, al escribirle por segunda vez sobre la posibilidad de su venida a ésta, que el Dr. Alfredo Palacios se había comprometido espontáneamente a presidir una manifestación que le recibiría a Ud. en la estación del ferrocarril. Además el maestro Palacios estaría dispuesto a dejar pesar toda su influencia para conseguirle a Ud. ocupación periodística, igual cosa ha prometido también, a Beltroy, Luis Góngora, que trabaja en Crítica, como crítico de teatro.
En un principio Ud. y su familia podrían contar con el apoyo material de Palacios y el mío, que por lo menos alcanzaría para cubrir los gastos más urgentes. Sánchez Viamonte, preside el Socorro Rojo, y él ha prometido que esta entidad también podría contribuir, durante el tiempo que Ud. estuviera sin trabajo, con algo para su sostenimiento.
El director de Atlántica, una lujosa revista de intelectuales, me ha dicho, hablando sobre la posibilidad de su venida, que él está dispuesto a ayudarle a levantar en Buenos Aires la empresa editorial que sacará Amauta. En una palabra Ud. en Buenos Aires no sólo tendría asegurado su éxito como intelectual sino también su pasar hogareño.
En cuanto yo tuviera la seguridad de su venida podría iniciar una colecta pro recepción, dentro del mismo círculo de gentes donde se hizo la protesta por su prisión. Me imagino que habrá Ud. leído en Nosotros la larga lista de firmantes. En toda esta labor podríamos estar ayudados por los muchachos de la célula de Buenos Aires, todos los cuales lo aprecian mucho y tienen buena voluntad para servirle.
Esta carta la confío a otra dirección que las anteriores y tendría un gran placer en que Ud. la recibiera.
A varios compañeros de ésa les he escrito y me consta que algunos de ellos han recibido mis cartas y al referirme a Ud. he hecho mención de Ud. y el seguro éxito de su estada en Buenos Aires, me sorprende que no le hayan dicho nada.
De Haya sólo sabemos que está en Boston acogido bajo la hospitalidad de una asociación de intelectuales, que le invitó a dar un ciclo de conferencias. Ha prometido escribirnos extensamente y esperamos recibir correspondencia de él en estos días. Ravines continúa en París y escribe que lo pasa bien, no obstante las pequeñas fallas de nuestras remesas, debido a nuestra fatal inconstancia, en unos casos y a la mala suerte en otros, que ha mermado nuestro fondo de reserva de la célula de Buenos Aires. Por eso es que yo no cuento en mis planes sino transitoriamente con la colaboración de estos muchachos de la célula inclusive Seoane, que es uno de los que más pronto se cansan.
Si Ud. viene a Buenos Aires yo alquilaré una casita en los alrededores o en un pueblito vecino y viviré en su grata compañía, por supuesto yo correré con todos los gastos que pueda. Salvo que Ud. tenga mejores proposiciones. Debo sí comunicarle que la casa de Paseo Colón se disolvió, debido al divorcio de los esposos Seoane-Cavero.
Estoy enteramente a sus órdenes para todo lo que pueda Ud. necesitar.
Sin más por el momento reciba mi cordial abrazo de compañero y fraterno amigo.
Óscar
Nota.- Heysen está todavía en La Plata, según me dicen muy escaso de fondos debido a que ya su familia no le manda nada, y tiene que vivir de su trabajo, que en la iniciación es mal remunerado. Este engreído muchacho necesita de esta prueba, hasta ahora ha vivido como hijo de familia y recién se vale por sí mismo, el cambio ha sido de un momento a otro pero siempre, aunque doloroso, le servirá para templarse mejor.

Herrera, Óscar

Carta de Samuel Glusberg, 1/11/1927

Buenos Aires, 1° de noviembre de 1927
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Mi querido compañero:
Mil gracias por su carta y los libros. Ya conocía La Escena Contemporánea. De ahí saqué precisamente su estudio sobre el “Semitismo y el antisemitismo” para los Cuadernos literarios de Oriente y Occidente. Supongo que ya está en sus manos el primer número. Pronto le mandaré el cuaderno dedicado a Heine. Lamento no tener un retrato suyo y algunas noticias concretas sobre vida para hacer una nota periodística. De cualquier modo diré dos palabras en el próximo cuaderno. Mándeme algún artículo referente a su persona. He visto varios en Repertorio Americano; pero muy poco informados. Aquí se le aprecia mucho y de venir usted a Buenos Aires se encontraría con numerosos amigos.
Waldo Frank me escribió últimamente que el Sr. Garro le pidió autorización para traducir algunas novelas suyas y que él le indicó que se dirigiera a mí puesto que yo tenía reservados los derechos con prioridad. No he recibido ninguna carta del Sr. Garro; pero si usted cree que dicho señor puede traducir a conciencia los libros de Frank mucho me gustaría que lo hiciera. En cuanto al pago no le puedo ofrecer de inmediato una suma de dinero. Puedo, sí asegurarle que a medida que se venda el libro le giraré lo que le corresponda. Frank tiene interés en que no se traduzca solamente sus libros de ensayos. Por eso ante mi empeño en publicar Our America él me pide que también le haga traducir una novela. Me gustaría que fuera Holiday por su asunto y por su corta extensión. Hágame pues el bien de ponerme en relación con Garro siempre que Ud. lo crea capaz de hacer a conciencia una traducción de Frank. Que Garro me envíe cuanto antes Nuestra América; yo le haré llegar un prólogo especial de Frank. Y perdóneme la molestia que le ocasiono. Pero tengo entendido que Ud. es amigo de Garro.
No recibí los números de Amauta que me anuncia. Me faltan los números 1, 2, 5 y 9 para la colección. Pídame los ejemplares de Babel que le ofrezcan algún interés.
Quedo como siempre a sus órdenes. Mientras lo saludo muy cariñosamente.
Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Samuel Glusberg, 12/1927

Buenos Aires, diciembre de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Mi estimado amigo:
Perdóneme que no le haya agradecido todavía los ejemplares de Amauta y su retrato. Hace algunos días le escribí a Garro a su dirección y tenía idea de hacerle unas líneas a Ud. Pero me llamaron de la imprenta y cerré la carta sin agradecerle a Ud. su fineza.
¿Y cuándo sale Amauta? ¿O usted se viene a Buenos Aires? Avíseme a tiempo y cuente conmigo para todo lo que le pueda ser de utilidad. Vez pasada hablé con Gerchunoff que va a dirigir un nuevo diario. Le tiene mucha simpatía y me dijo que aceptaría con gusto su colaboración. Yo estoy por regularizar la aparición de Babel y convertirla en una revista de interés general. Hágame llegar noticias del Perú o póngame en relación con algunos de sus compañeros. Garro me ha hecho una buenísima impresión a través de su carta. Estoy esperando sus traducciones de Holiday y Nuestra América. Por eso justamente no le quiero pedir nada.
Quedo a la espera de sus noticias y lo saludo muy atentamente.
Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Luis Carranza, 3/1/1928

[Piura], 3 de enero de 1928
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Lima
Mi estimado amigo:
Me apresuro a contestar su cordial misiva del 25, felicitándolo por la reaparición de Amauta, que encarna la noble campaña redencionista del indio.
Le quedo agradecidísimo por su importante colaboración a nuestro número extraordinario del 1°, del cual le envío varios ejemplares.
La simpatía que es un lazo espiritual muy fuerte, me hace pensar en la posibilidad de estrechar más nuestra amistad y mutuo apoyo en la obra de saneamiento moral que considero larga y pesada, pero indispensable en el Perú.
A Luis Alberto Sánchez, le he pedido también formalmente su cooperación en forma menos esporádica y creo que no me la niegue, porque debe pensar lo mismo que nosotros, en la necesidad de coordinar un poco a los que piensan en laborar constantemente por hacer algo útil.
Muy agradecido a sus amistosos deseos por la felicidad en el año que comienza, me es muy grato desearle igualmente buena suerte en su salud y negocios.
Muy afectuosamente
L. Carranza

Carranza, Luis

Carta de Blanca Luz Brum, 1/2/1928

Santiago de Chile, 1°de febrero de 1928
Mi querido y siempre grande José Carlos Mariátegui:
Cuidado que enseña a sostenerse y a pararse Ud. a todos nosotros. Precisamente Ud., el incapacitado materialmente, es el único de las actitudes rectas y definitivas. Desde luego no es una nueva. Pero es una nueva Amauta, heroico amigo, admirable, conmovedor. Con Amauta en las manos otra vez, se me han caído las lagrimas: y qué vergüenza de mí y de tantos otros que todavía estamos revoleándonos en la “gloria de la deportación”. Así me gusta decírselo a Ud. con humillación, con asco para que el contraste sea más fuerte.
Amauta me ha hecho un bien enorme, y estoy segura que no es a mí sola, es como si nos hubiera sorprendido derrepente medio olvidados, haraganes y piojosos por algún rincón de este potrero americano y sacudiendo un látigo nos gritara: ¡arriba muchachos ¿no ven que está saliendo el sol detrás de los monolitos de piedra? “¡aquí la acción!” Otra vez, querido José Carlos, estamos con la garganta en pie, y el entusiasmo y la audacia todos, otra vez bajo sus ojos agudos y su corazón jovial y fuerte.
No me pregunte nada de mis días en Chile, aquí da vergüenza mirarse la cara en un espejo y saber qué es uno. Uno que se está aguantando tanta inmundicia y tanta mariconada, uno con el pico cerrado y los ojos cerrados y la vergüenza cerrada, ¿qué le parece la Asociación de Profesores, esos sirvientes del carabinero Ibáñez? y esos “poetas de vanguardia” el Seguel, el Díaz Casanueva, el Rosamel del Valle, etc., todos éstos los tengo marcaditos como ganado nuevo. Ya!!! Sin embargo, de repente se siente patalear el Apra, por ejemplo cuando cae preso una, dos, tres veces el camarada Mendoza, con él se irá a Buenos Aires toda el Apra de Chile. Yo como de costumbre he peleado con una cantidad de maricas. ¿Spikin Howard? ¡no me haga reír! se pasa escondido día y noche en casa del Dr. Rodrigo Donoso, médico militar que sirve al actual régimen. Ese pobre de Alberto Spikin es un sentimental terrible, después de Chopin se queda muerto, no sirve nada más que para el taburete del piano. ¿Barrios Varela? Ah, ese es un gran socialista Revolucionario.
etc, etc, etc, etc, etc.
El único macho y verdadero Revolucionario es Humberto Mendoza fundador del Apra, y de grandes actividades obreras; por eso sale en este mes deportado a Buenos Aires con su compañera, una hermosa mujer de ojos verdes. Chile no tiene juventud, aunque pretendan excusarse con la dictadura, “no cala”. Perú la tiene hace 8 años ¡y todavía no están acostumbrados! ni comenzaron aguantándosela como ellos. Y si algún movimiento revolucionario ha habido en este período ha sido para un simple cambio de silla “del cuartel a la moneda” y de la moneda a la calle y una patada en el traste (Ibáñez, Alessandri) y siguen las intrigas políticas y siguen revoleándose, casi todos los jóvenes son grandes alessandristas, Spikin por ejemplo, fue a despedirlo y tiene el retrato de Alessandri presidente frente a su cama.
Me gusta chismearle un poco para entretenerlo como en las lindas tardes que caía por su casa y usted muy pícaro y muy astuto me tiraba la lengua.
¿Qué más? estoy preparando un libro de prosas, se parece a una novela y se llama “el reloj de las imágenes caídas”. Le envío ese poema a Nicaragua. Miró Quesada y otros apristas bonaerenses se burlaron de mí porque los invité a formar un ejército libertario para ir a Nicaragua junto a las tropas de Sandino— ¡qué le vamos a hacer! Usted sabe que no tengo pose, yo no tengo la culpa que las cosas más verdaderas y dolorosas de mi alma tropiecen con la realidad y con la imbecilidad de un modo cómico. Pero siempre soy la misma. Cuente conmigo de todos modos. Yo le puedo vender uno por uno los números de Amauta, puedo conseguirle suscriptores y puedo salir con un fusil en las manos y dejarme matar por Ud. querido y extraordinario hermano. Aquí más que nunca recuerdo a su dulce y gran compañera, a la muy heroica Anita, abrácele con toda mi lealtad y mi cariño, asimismo a los pequeños, al Sandro tan engreído, al Sigfrido tan huraño, siempre metido debajo del escritorio, y por último a ese que le hace caer la baba a su padre al muy gordo y rico José Carlitos. Abrace a su madre, a Julio César, a los camaradas linotipistas que tanto los embromé con Guerrilla, a todos, a todos, y siempre a Usted mi entusiasmo y mi fe
Blanca Luz

Blanca Luz Brum

Carta de Óscar Herrera,7/2/1928

Buenos Aires, 7 de febrero de 1928
Mi querido Mariátegui:
Por el último correo de Lima recibí su carta del 4 de enero. Tengo mucho gusto que al fin hayamos podido comunicarnos, estaba verdaderamente inquieto. La postal a que Ud. se refiere no la recibí como Ud. lo creía, es probable que haya venido sin dirección. Esta carta se la remitiré a una nueva dirección que me ha comunicado mi hermano. Estoy esperando su opinión sobre el ofrecimiento de Gerchunoff para entrevistarme con él, hasta ahora la gestión ha corrido a cargo de un amigo nuestro (y de Amauta, pues es suscriptor) pero cuando ya se trate de poner en manos de Gerchunoff noticias de Ud. yo me entrevistaré con él. Me parece que tal vez desde Lima Ud. podría escribir algún artículo sobre estos temas de cuestiones económicas americanas que le son familiares, contándose así entre los colaboradores del exterior que seguramente este diario de nuestro colega tendrá, así como los similares de Buenos Aires, La Prensa y La Nación.
He recibido los paquetes del N° 10 de Amauta que Ud. me anuncia en su carta. He distribuido ya 10 números entre personas que me han prometido hacerse suscriptores y 4 entre del Mazo que quería interesar a dos muchachos de Córdoba y Julio R. Barcos, que tenía interés en hacerle más propaganda en Chile entre los maestros. A un muchacho paraguayo Creidt, presidente de la Federación de los Estudiantes de Asunción, y ya abogado, a pesar de sus veintitrés años, le acabo de escribir remitiéndole Amauta y pidiéndole colaboración. Este joven vino a Buenos Aires hace poco como delegado a la Convención Internacional de Maestros y pude oírle decir cosas muy acertadas e interesantes sobre temas sociales. No sé si Ud. tenga muchas vinculaciones con gentes del Paraguay, pero de todos modos no está demás que vinculemos Amauta a la gente joven de vanguardia y que además tenga un valor intrínseco.
Juan Mantovani, un distinguido profesor de pedagogía, que ya creo está vinculado postalmente a Ud. me prometió hace algún tiempo colaboración sobre el tema de su especialidad. Mañana debo verle en casa de del M. y le reiteraré mi pedido de colaboración recordándole su ofrecimiento.
Se me ocurre preguntarle, a propósito de colaboraciones del exterior, si no sería conveniente colocar al pie de cada artículo que se publique en Amauta la fecha indicando el lugar de procedencia, creo que así se podría apreciar más fácilmente que Amauta es tribuna de toda la vanguardia latinoamericana.
Le adjunto a estas líneas dos artículos de una firma para mí desconocida que le fueron enviados desde México, debe ser por intermedio de Cox, al director de una simpática revista chilena, que ya no puede aparecer por disposición de la dictadura.
Tomo nota del affaire de nuestros camaradas de México y le prometo comunicarme con los compañeros en referencia lo antes posible. C. me debe una carta, pero le escribiré nuevamente.
Sus cartas abiertas o cerradas pueden seguir viniendo a la dirección de nuestro amigo, a la cual Ud. dirigió la que hoy contesto. Todo marcha por este conducto.
De Ravines supimos que estaba muy enfermo y que necesitaba partir a un lugar menos peligroso que París, no sé a ciencia cierta de qué se trata, me tranquiliza un tanto pensar que nuestro camarada está cerca de Bustamante. Nos pidieron ayuda y hemos logrado hacer algo, siempre modestamente, sólo pudimos girar en total mil quinientos francos. Estoy esperando noticias de Ravines para saber qué debo hacer, su última carta es de fecha 28 de diciembre y en ella se muestra muy descorazonado por tener que abandonar París, pues dice que había logrado estudiar mucho y encaminar su atención hacia una obra seria, hacia la confección de un libro orgánico sobre los temas nuestros. Con el delegado Vernochet, de la Asociación de Trabajadores de la enseñanza quien ya conoce Amauta y el Apra, habíamos planeado algo en favor de Ravines y de su asociación. Vernochet prometió incorporarlo a nuestro amigo a las labores de la asociación sobre América Latina, y darle por su trabajo 700 francos al mes. Pero yo no sé si esto se haya podido realizar, porque el mismo día que yo hice el telegrama (de enero) comunicándole a Ravines la grata nueva recibió Seoane un telegrama de Bustamante donde se daba la alarmante noticia a que me he referido más arriba.
De Haya de la Torre estamos sin noticias desde hace ya bastante tiempo, desde México no ha escrito una línea, contrariamente a su costumbre y por una respuesta inesperada a un telegrama que hicimos a México sobre la Convención de Maestros tenemos la seguridad de que ya no se encuentra en aquella ciudad.
Por el momento nada más que un cordial abrazo a Ud. y muy cariñosos recuerdos a los de su casa.
Óscar Herrera

Herrera, Óscar

Carta de I. Siguenza Céspedes,1/1/1928

Marías, 1° de enero de 1928
Señor José Carlos Mariátegui,
Director de Amauta,
Lima.
Habiéndose inaugurado hoy una institución deportiva el Club Sport La Sierra, bajo la Presidencia del Señor Gerardo M. Facundo Solórzano, patrocinada por la Revista La Sierra que se edita en esa ciudad, ha sido Ud. elegido por voto unánime y en medio de aplausos Socio Honorario y Delegado Sportivo ante la Federación Peruana de Foot-Ball, en esa ciudad, lo que me es honroso comunicarle.
Dada su personalidad intelectual y un entusiasta sportman, espero su digna y favorable respuesta, un verdadero apoyo efectivo para con esta sociedad sportiva naciente que intenta vincularse con la Revista Amauta. Para su información le incluyo el Programa de Bases y Fines confeccionado con nobles fines.
Suscribiéndome de Ud. le aseguro las distinguidas consideraciones de aprecio personal y colectivo en nombre de este Club Sport.
Dios guarde a Ud.
I. Siguenza Céspedes
Secretario

Siguenza Céspedes, I.

Carta de Gabriel C. del Mazo, 3/3/1928

Buenos Aires, 3 de marzo de 1928
A José Carlos Mariátegui. Lima.
Mi estimado Mariátegui.
Le remito una colección de La Reforma Universitaria, para que quede constancia de su sumario en su revista y para que la destine luego a la biblioteca pública donde según su juicio pueda ser más útil. Verá usted cómo en el tomo VI queda incluida la aparición de Amauta, hecho singular y valioso, de carácter institucional, en el desarrollo de nuestro movimiento tan lleno de unidad y significación históricas. Van también varios folletos con los votos de nuestro Congreso de educadores de enero, que ha de ser memorable. Nos ha costado un esfuerzo agobiador de organización y mantenimiento y las cargas ingratas de una campaña violenta en contra nuestra. Pero hemos recibido allí un fuerte aliento y se ha realizado ahí, y fuera de ahí, en virtud de las deliberaciones, un fecundo ejercicio de conciencia que ha de tener vastos alcances. Lea la declaración en favor de Nicaragua. La redacté en pleno debate, en un momento de emoción de la Asamblea, teniendo a la vista la que produjo nuestra Apra en París con semejante motivo, el año pasado; y quiero decirle que con este significativo antecedente guarda también la presencia virtual de usted: hay allí un pensamiento suyo, que ha de reconocer en su texto, y que incluí de memoria con el más afectuoso recuerdo personal.
Cuando en junio del año pasado se conmemoró el IX aniversario del movimiento continental de la nueva generación latino-americana, me fue dedicada la comida de celebración. Estaba usted por esos días, perseguido y enfermo, Amauta cerrada. Por eso pedí se firmara para usted un saludo y así se hizo con todo cariño. Yo lo conservo porque temo al correo, pero eso es suyo, y dígame como es posible que mejor le llegue.
Reciba un cordial abrazo de su compañero y amigo
Gabriel C. del Mazo

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Gabriel C. del Mazo, 9/4/1928

Buenos Aires, 9 de abril de 1928

Señor José Carlos Mariátegui
Lima. Perú

Mi estimado amigo:
He leído su sustancioso comentario sobre La Reforma Universitaria en el N° 12 de Amauta. Eso es bueno y promete más aún, pero será incompleto, porque, como usted me dice, está hecho sobre un material de información incompleto. Por eso me apresuro a enviarle los tomos que le faltan de la compilación documental por si se hubieran extraviado los de la remesa anterior. Su trabajo será aquí muy útil: usted tiene autoridad y, además, es hombre de fuera. El Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas (la vanguardia, este año, en la federación universitaria) piensa publicarlo en folleto, completando una serie en la que figuran trabajos de Márquez Miranda, González, Haya de la Torre y alguno mío. Me piden los estudiantes que le exprese a usted sus deseos y como descuentan su autorización, esperan les diga si desea completarlo o revisarlo previamente.
Hasta su contestación, me despido con el mayor afecto.
Gabriel C. del Mazo.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Alberto Hidalgo, 5/6/1928

Buenos Aires, 5 de junio de 1928

Señor
Querido compañero:

Con la cooperación del equipo juvenil de Buenos Aires, un seleccionado de primera fila, he fundado aquí la revista Pulso cuyo número inicial recibirá usted con las presentes líneas. Pulso: una revista de izquierda literaria, pero con voz ya segura, sazonada, desea, necesita su colaboración: Es más: cuenta con ella. Sabemos que no puede faltarnos, que no nos faltará. Así, ésta sólo tiene el fin de apresurarla. Envíe usted sus trabajos a vuelta de correo. Sus originales son esperados con los ojos abiertos.
Un abrazo en nombre de todos.

Alberto Hidalgo

Querido Mariategui:

Un amigo me ha comunicado su artículo “Ubicación de Hidalgo”. De otro modo, no lo habría leído nunca, pues no recibo periódicos de Perú, y Ud. hace tiempo que me tiene olvidado. No recibo ni veo Amauta. ¿Y cómo agradecerle su artículo? Nada más que con esta amistad cardíaca y leal que le tengo. Ud. es uno de los más altos críticos del lenguaje. Y esto realza el valor de su trabajo. Ya habrá ocasión de abrazarle.
Por este correo le envío el primer número de Pulso. Bien. Espero para inmediatamente su colaboración. Mande preferiblemente un ensayo. O lo que quiera. Sólo filosofía o literatura. La cosa social no es renglón de nuestra revista.
Le doy un ABRAZO
Alberto Hidalgo
S/c. Ventura Bosch 6740

Hidalgo, Alberto

Carta de Blanca Luz Brum, 27/6/1928

Buenos Aires, 27 de junio de [1928]
Queridísimo hermano Mariátegui:
Estamos intranquilos sin sus noticias, "Amauta" 14 denunciaba la ausencia suya del taller. Por favor háganos saber algo de ello. ¿Es verdad que quiere venirse? Yo creo que aquí haríamos grandes y bellas cosas, ya se lo dije antes, además el clima del Uruguay será muy bueno en el verano.
Ya me lo imagino en nuestros brazos! Aquí la libertad es el primer estímulo para su salud. Además lo rodearían soldados tan leales y valiosos como los de ahí. Y lo necesitamos - Yo con toda mi alma le digo venga- Una vez de estar aquí el pan no ha de faltar a los niños, tampoco faltará el Sol, ni nuestra alegría. Aquí uno se defiende con facilidad . ¡Sacamos Guerrilla sin renta del Perú! - hacemos [...], pero, Ud. tiene que venir, necesitamos capitán!
Hasta muy pronto con un abrazo largo a la muy buena Anita y a los niños mío y de César un abrazo grandísimo.
Blanca Luz

Baltasar Brum, lo nomina enormemente, tendría colaboraciones pagas de "El día" "En el mundo" aparte que sacaríamos Amauta con grandes resultados.
Guillermo Horagecen desea ser agente de Amauta en Argentina y Uruguay conseguiría mucha venta de Amauta y una cantidad de suscriptores. Necesitamos noticias disponga de mí.
¿Recibió Minerva una paquete de 50 guerillas?
Ahora va otro paquete.

Blanca Luz Brum

Carta de la Unión de Empleados de Comercio,5/7/1928

Henderson, 5 de julio de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui
Sagástegui 669
Lima
Perú
De nuestra consideración:
Mucho le agradeceríamos quiere tener la gentileza de enviarnos algunos ejemplares de la Revista "Amauta" y/o alguna publicación que crea de utilidad para nuestra mesa de lectura.
en la espera y dándole anticipadamente las más expresivas gracias por la fina atención que dispensará a nuestro pedido, nos complacemos en saludarlo con la mayor consideración y simpatía.
[Firma no identificada]
Secretario

Unión de Empleados de Comercio

Carta de Samuel Glusberg, 7/8/1928

Buenos Aires, 7 de agosto de 1928
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima.
Muy estimado compañero:
Las noticias optimistas acerca de su curación me han llenado de alegría. Hace mucha falta que Ud. esté sano y en condiciones de escribir regularmente. Espero su libro de ensayos para antes de fin de año. Hace días le hice mandar ejemplares del libro de Henríquez Ureña. Creo que puede hallar algunos lectores en Lima. Si se anima a cargar con una cantidad mayor para el resto del Perú, pídamela y tendré mucho gusto en mandársela. Recibí los números de Amauta y el libro de Valcárcel. Muchas gracias por todo. Desgraciadamente La Vida Literaria se ha muerto en el primer número Mejor dicho tuve que matarla porque el editor violó el contrato en vista de su éxito. He perdido lastimosamente 4 meses de trabajo y mil pesos en la aventura y eso para un hombre pobre es mucho. Pero creo haberme curado definitivamente de esta funesta manía de fundar periódicos. Sacaré Babel de cuando en cuando para la propaganda de la editorial. Nada más. Ahora estoy entregado a la organización de la Primera Exposición Nacional del Libro, en Buenos Aires. Contamos con el apoyo del gobierno; pero como éste cesa en su mandato el 12 de octubre próximo, nos vemos en el caso de hacer la Exposición antes. No sé lo que resultará. La cuestión es hacerla una vez para instituir la costumbre de hacerla anualmente.
Le agradezco sus amables conceptos acerca de la Exposición de Mar del Plata. El ejemplo ha cundido en todas partes y se están organizando exposiciones en Chile, España, etc.
Estoy estudiando la manera de poder transportar la Exposición de Buenos Aires a algunos países americanos. Si se consigue el apoyo del próximo gobierno creo que será posible llevar los libros argentinos al Perú, Cuba, Méjico, etc.
Le mande a Frank su artículo sobre España Virgen. Sé que él le escribió pidiéndole que no reprodujera sus artículos de La Nueva República. Estaban muy mal traducidos y llenos de equivocaciones. Es una lástima, porque Frank está con miedo de que la traducción de Nuestra América sea mala. Yo le aseguré que Garro se está esmerando en hacerla lo más correcta posible. Pero ahora resulta que tampoco tengo noticias de Garro desde hacer más de tres meses. Esperaré un tiempo más y de no recibir noticias de él buscaré otro traductor porque quiero que ese libro se encuentre en la librería cuando llegue Frank a Bs. As. No sé todavía cuándo será. Seguramente en marzo o abril del año próximo.
De Sabogal no he sabido nada. Intentaré averiguar si ha estado aquí. Creo que no. Me parece que dejo contestados todos los puntos de su carta. Hasta la próxima, pues. Mientras, le estrecho la mano muy cordialmente. Suyo admirador y amigo
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Amadeo Tasa Navarro, 11/8/1928

Huánuco, 11 de agosto de 1928
Señor
Carlos Mariátegui.
Lima.
Respetado señor.
Después de breve tiempo, en silencio, dirijo la presente comunicándole la formación de una Institución denominada El Amauta Basket-ball a la que tengo el honor de presidir. Esta institución deportiva formada por un grupo de jóvenes entusiastas han dado ese nombre, arriba indicado, en prueba del amor nacionalista y de la Revista Amauta que dignamente preside, al mismo tiempo ha sido Ud. elegido su Socio Honorario Protector, que en breve se le enviará un oficio.
Desearía muy de veras, si no tiene ningún inconveniente, que en los próximos números de Amauta, podría salir el equipo del Amauta Basket-ball fotografiado.
De otro lado, estoy esperando, me envíen mi acción que está ya cancelada a tiempo. Esperando su buena acogida me despido hasta otro correo.
Su atto S.S.
Amadeo Tasa Navarro

Nota. Le mando El Oriente en donde aparece un pequeño escrito referente a la nueva Institución.

Tasa Navarro, Amadeo

Carta de Lucas Oyague,16/8/1928

Cuzco, 16 de agosto de 1928
Señor José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi muy querido José Carlos:
No sabe usted cuánto me culpo de la involuntaria ingratitud de mi parte de haber ido alguna vez, de los treinta días que estuve en ésa, a charlar con usted y a saludar a la señora Anita, a quien le ruego presentarle mis saludos. Le consta a Luciano Castillo con quien acordamos una visita juntos, cómo yo estaba todos los días, en plan de viaje después de los ocho en que llegué, y cómo llegué en un estado de nerviosidad por haber tenido en ésta una cuestión con el director del periódico, esperaba la forma de entenderme con el doctor Escalante en la mejor forma pues yo había dejado aquí a mi familia, y estaba gozando de libertad, de mi acusación de peligroso propagandista comunista, gracias a la garantía del doctor Escalante. No quería pues que se suscitara ninguna cosa grave en la cual tuviera que perder ese punto de apoyo en mi tranquilidad. Y así, después de que pude entenderme felizmente bien, ya estaba en viaje para todos los días, a tal punto que un día que a las doce le dije a Fabio Camacho hoy me embarco creyó que era un chiste, y sólo se convenció cuando ya le mostré el pasaje. Pero de todos modos, por la amistad tan generosa que usted siempre me ha dispensado, por el calor tan espontáneo que he recibido en su hogar, no dejo de reconocerme un ingrato al no haber ido a saludarlo. Es verdad que todas las exculpaciones son nada. Soy culpable.
No sé si usted sabe que he formado con Valcárcel y otros amigos una Librería Los Andes y que el nombre, ya sólo yo y Valcárcel lo pretendemos alargar hasta una revista. En la librería soy un incansable propagandista de Amauta, que solamente yo vendo 70 ejemplares. Bien es verdad que ya soy el único que vende, pues otra librería que también expendía ya no lo hace. Le adjunto una carta de Araquistáin que debe usted leer, de vivo documento, con el encargo de la devolución después, pues allí habla de Amauta y se refiere con mucho acierto a usted.
Luis Velasco Aragón me ha pedido que intermedie entre él y usted, para que le publique en Amauta una refutación a una nota de La Sierra. Cumplo con el encargo y ojalá le sea posible a usted satisfacer la solicitud, pues también me dice que le enviará artículos periódicamente y quiere saber condiciones para editar un libro de ensayos.
Con muchos saludos para usted y para la señora y cariños para los ñaños, soy de usted su leal amigo que siempre lo recuerda. Lucas Oyague
¿No sería posible publicar la conferencia que Ud. conoce, de Arequipa, en Amauta? O cree usted que ampliándola y corrigiéndola valdría la pena hacer el folleto que Tristán Maroff me insinuaba?
Aguardo su opinión.
Lucas Oyague

Oyague, Lucas

Carta de Baldomero Sanín Cano, 19/8/1928

Bogotá, 19 de agosto de 1928
Señor Don
José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi distinguido amigo:
Mil gracias por su apreciable de 10 de julio que me ha llegado con algún atraso. Debo agradecerle también el envío de los números de Amauta que en su carta me anuncia y que estoy recorriendo con una apasionada curiosidad. Admiro esa publicación que le está prestando a nuestra causa americana y a las letras españolas del continente un servicio digno de gratitud y de encomio.
Le agradezco infinito que haya reproducido mi artículo de Universidad sobre la maligna práctica de combatir las ideas poniéndoles nombres inadecuados y odiosos. Me obligan todavía más sus palabras gentilísimas de introducción. Me será muy grato enviarle la colaboración que desea y me siento honrado en figurar en Amauta con las firmas que su excelente gusto reúne en esa publicación.
Puse en mano de Arciniegas su tarjeta y espero que él tendrá el mayor gusto en corresponder al canje propuesto por Ud.
Amauta, El Repertorio, Sagitario, México, 1928, Universidad y algunas otras publicaciones de índole semejante confortan el espíritu de los americanos libres por el testimonio que ofrecen de que hay un espíritu uniforme de amor a la libertad y una comprensión aguda de los peligros que la amenazan en varias formas, unas más sutiles que otras, a todo lo largo del continente. Esas revistas señalan igualmente un interés apasionado por la belleza de las formas literarias y por el arte en general. Es un estado de espíritu que adecuadamente dirigido podría realizar en beneficio de todos el ideal de unidad que todos acariciamos y que es ya una necesidad histórica, antes de ser una verdadera imposición práctica. Entenderá Ud. que no me refiero a la unidad política, sino a la de las almas, de las formas y de las tendencias. Un bloque espiritual es a veces más consistente y más eficaz en sus influencias que un bloque político.
Me despido con un apretón de manos muy cordial y soy siempre su amigo y admirador.
B. Sanín Cano

Sanín Cano, Baldomero

Tarjeta de Gabriel C. del Mazo, 19/8/1928

Buenos Aires, 19 de agosto de 1928
Gabriel C. del Mazo saluda con la mayor cordialidad a su estimado amigo José Carlos Mariátegui recordándole su promesa de amplificar su estudio sobre la R. Universitaria y proyección social del movim. en América, a la luz de los nuevos documentos que ahora tiene en su poder; que aquí con el mayor gusto editaríamos. Le agrega una lista de amigos de Santa Fe, para que les envíe Amauta; y le pide para sí el n°1, así completa la colección personal.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Nicanor A. de la Fuente (Nixa), 21/10/1928

Chiclayo, 21 de octubre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima.
Mi querido José Carlos.
Quiero que se tome Ud. Ia facultad de llamarme tal como lo autorice su corazón. Acaso estamos demasiado aislados dentro el marco de un tratamiento que en nada justifica nuestras ideas y sentimientos. Por eso ya que Ud. busca la forma de llegar más a mi espíritu, ¡hurra! por eso. Contento estoy de tener un sitio en su recuerdo y también de recibir de vez en vez sus cartas con tanta vida y entusiasmo.
Amauta ha llegado formidable. Con ese triunfo solamente se podía celebrar el aniversario. Déjela Ud. en ese formato y volumen. En cuanto a Labor, estamos expeditos para ayudarlo. Ha leído Ud. Bocina?
He anclado en todo el fondo de las cartas que Ud. me remite. Hace algunos meses hablé con Orrego sobre esta desviación del grupo de México y él se encontraba entonces en la misma condición de Ud. hoy. Luego acá, ¿nosotros al lado de quiénes podíamos estar? ¿Es verdad que no hay urgencia de consulta? Nosotros tenemos fe en Ud. José Carlos, y ahora que medio enterados estamos de la situación, esa fe alcanza más amplitud y seguridad. He de decirle, que nos tienen Uds. sin noticias casi. Por Ud. sabemos todo lo que hay y si algo advertía en las cartas de Magda y Cox, más tarde cuando hablamos con Orrego encontré la veracidad de lo real. Luego un silencio hasta que nos llega su palabra ardida y valiente.
En cuanto a la efervescencia partidista y desorientada del Dr. Rojas tiene que estar fuera de ring, en todas las conciencias sanas. No hay caso, y si se prende en nosotros alguna chispa de fastidio hacia él, esa chispa tiene que caer al vacío de toda la indiferencia con que debemos rodar a individuos como el Dr. Rojas. Él se pone de cuerpo entero entre líneas y por más acusaciones que haga a Ud. aprovechando recursos, o mejor dicho usando recursos, que no tienen más valor que el que su autor quiera darles, es claro que nadie va a cabestrear tras él; me refiero a los muchachos que conocemos a Ud., y pensamos con Ud.
Ojalá quiera tenerme Ud. al tanto de sus noticias. Le mando unos poemas para que los envíe a Uruguay, para La Cruz del Sur, según desea Amauta. Qué tal es esa cruz?
Afectuosamente suyo,
Nixa

Fuente, Nicanor A. de la (Nixa)

Carta de Antenor Orrego, 20/11/1928

20 de Noviembre de 1928
Mi querido José Carlos:
Me complace mucho que sus dolencias no se hayan agravado últimamente. Recibí su último libro y espero leerlo con la amorosa atención que merece todo lo suyo para escribir una nota crítica.
Le incluyo un juicio sobre el último libro de Chávez que puede publicarse en Amauta.
Seguiré la serie "Cuál es la cultura que creará América". Le envia[ré] oportunamente los artículos sobre O[rte]ga y Gasset y Eguren.
Lamento mucho no estar en Lima para ayudarlo más eficazmente en la gran obra de "Amauta" que es momento de imprimirle su vuelo definitivamente.
Una revisión del "orteguismo" con ocasión de su venida a Lima me parece oportuna y sobre todo muy saludable.
Un abrazo afectuoso.
Antenor Orrego

Orrego, Antenor

Carta de César Miró, 21/11/1928

Buenos Aires, 21 de noviembre de 1928
mi querido josé carlos: —con gran alegría he visto el renacimiento de nuestra Amauta; conste que —de acuerdo con este formidable editorial— digo “renacimiento” y no “resurrección”; ya cuando creía realizada la frase incompleta de unamuno, nos ha llegado su mensaje como un claro génesis de esperanzas nuevas. “amauta no podía morir” teniendo al frente un capitán como ud. —mi entusiasmo por todo josé carlos.
intensifico mis actividades intelectuales. trabajo activamente al lado de seoane que ha sido nombrado secretario general de la unión latino-americana y director de “renovación”. dentro de pocos días saldrá el primer número trabajado por nosotros— pronto estará listo mi libro que he titulado “las 3 canciones del mahuaré” y preparamos además seoane y yo una exposición de poetas revolucionarios del perú, que editaremos posiblemente en marzo.
camarada: amauta inicia un resurgimiento en nuestra labor revolucionaria. el problema indígena, que ud. ha resuelto en forma tan clara en el prólogo de “tempestad en los andes”, es indudablemente el punto de partida en la revolución social. pese a la estupidez de nuestros manchegos, amauta ha continuado su defensa del indio. mientras tanto, hacer campaña contra el imperialismo capitalista del norte, es dirigir nuestro índice hacia la dictadura dominante. actualmente se agita en buenos aires la protesta por el crimen que comete la libertad con ese puñado de valientes nicaragüenses. sandino es una bandera más. el imperialismo siente ya la amenaza viril de los pueblos del sur. la civilización yanqui, que ha adquirido idéntica fisonomía a la de la alemania del 14, está próxima a iniciar su decadencia. optimismo?
a anita un saludo muy afectuoso de parte mía. un cariño a sus chicos. para ud. de nuevo mi entusiasmo por el triunfo.
lo abraza
Miró
césar alfredo miró quesada.
bolívar 65. - buenos aires.

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta de Gamaliel Churata (Arturo Peralta Miranda), 11/1/1929

Puno, 11 de enero de 1929
Querido compañero Mariátegui:
Anduve lleno de múltiples atingencias en estos días, a punto de haberme visto privado casi siempre del tiempo necesario para atender a mi correspondencia.
Los primeros minutos los dedico a usted, para desearle un nuevo año repleto de esperanza y para agradecerle el obsequio de Siete Ensayos, cuya lectura, ciertamente, ha sido mi mejor regalo de estos días. Ya sé yo que es mucho lo que se tiene que aprender en sus enseñanzas y por ellos mismo es que anhelo una continuada bienandanza en su salud.
Algo que me ha llamado fuertemente la atención, es la prescindencia que hace de Alejandro al ajustar un momento de nuestra literatura. Veo que alcanza usted a Mamani y olvida por modo sorprendente el papel histórico de Ande en nuestras letras, y en nuestras letras cuando vienen a representar un síntoma político. Juzgo, en todo caso, que usted ha omitido involuntariamente la crítica de "Ande" y de su tendencia, ya suficientemente generalizada y valorizada para que sea posible olvidarla.
Desgraciadamente estoy en deuda con usted. Y ahora creo que se concluye mi paciencia. Los agentes de provincia toman a broma mis circulares, y me obligan esta vez más a cancelar yo sus deudas como ya la vez pasada ocurrió. Así, lamentando el fracaso de mis entusiasmos, tengo que optar por una resolución definitiva, que le ha de comunicar Martínez.
Un gran abrazo de su compañero y crea siempre en su admiración y cariño.
Churata

Nota: Le envío certificados libros que para usted mandan Pablo de Rocka y su mujer, Winet.-ale

Gamaliel Churata ( Arturo Peralta Miranda)

Carta de Julio J. Casal, 24/1/1929

Montevideo, 24 de enero de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui
Amigo:
A principios de febrero, Alfar saldrá en Montevideo.— Y al querer hacer la misma revista pura de siempre, he pensado en Ud.— Deseo su colaboración y la de sus amigos. Ya sabe que si en algo puedo serle útil, estoy a su disposición. —
Julio J. Casal
n/ Hace mucho tiempo no veo
Amauta.
S/c. Julio J. Casal
Presidente Berro 2481
Montevideo - Uruguay.

Casal, Julio J.

Carta de Luis E. Valcárcel, 31/1/1929

Cusco, 31 de enero de 1929
Querido amigo José Carlos:
Recibí su amable carta del 21 que contesto en vísperas de mi viaje a las termas de Arequipa, donde pienso pasar el mes de febrero, como cura preventiva de amagos reumáticos. Mucho le agradezco por los datos que me trasmite sobre la repercusión de Tempestad, libro que tan discutido fuera. Tengo una cantidad de juicios la mayor parte extranjeros y cartas curiosas e interesantes como la de un jefe piel-roja, un auténtico príncipe cheroke.
Cordiales agradecimientos también por sus recomendaciones en mi favor. Bien sabe de mi lealtad y decisión por todo lo suyo.
Me contraría mucho la tardanza en la cancelación de las facturas pendientes de Amauta. Dejo el asunto recomendado a Oyague, quien me promete arreglarlo todo para después del 15 de febrero.
Debe escribirle también él.
De Arequipa le enviaré algunos artículos; podré allí disponer de tiempo y tranquilidad.
Un abrazo fraternal de
Luis

Valcárcel, Luis E.

Carta de John A. Mackay, 6/3/1929

Montevideo, 6 de marzo de 1929
Dn. José Carlos Mariátegui,
Lima.
Muy estimado amigo:
Hace poco llegaron a mi poder los dos últimos números de Amauta y un ejemplar de su admirable libro sobre problemas peruanos. No he podido hasta ahora sino saborear este último, pero lo tengo a mano para darle una lectura detenida en las próximas semanas. Me interesa sobremanera el capítulo “El problema religioso”. Tendré ocasión de referirme a sus opiniones en un nuevo libro que estoy preparando en inglés, y que pienso sacar luego en castellano, bajo el título de Fuerzas y tendencias espirituales de la América del Sur contemporánea. La edición inglesa debe salir antes del fin de este año.
No recuerdo hasta qué fecha estoy o estaba suscrito a Amauta. Tengo la impresión de que adeudo a la Administración. En todo caso voy a escribir por el mismo correo al Sr. Karl Johnson de la Asociación Cristiana de Jóvenes para que abone lo que debo y a la vez que pague por adelantado el valor de la suscripción por dos años, a partir de la fecha.
Es muy probable que yo estaré en Lima por el mes de setiembre u octubre próximo, para estarme allí un mes. Tengo grande deseo de conversar largo con Ud. sobre una serie de asuntos. Cuando pienso en Ud. y en la lucha que libra contra dificultades que hundirían a cualquier otro, sólo por estar consagrado a una causa en que cree con la cabeza y las entrañas, yo me siento más fuerte para mi propia obra.
Me complazco, entretanto, en enviarle por separado un ejemplar de mi libro Mas yo os digo y dos artículos míos.
Reciba Ud. los saludos afectuosos y un abrazo de su amigo
J. A. Mackay

Mackay, John A.

Carta de Baldomero Sanín Cano, 21/3/1929

Bogotá, 21 de marzo de 1929
Señor Don
José Carlos Mariátegui
Lima
Mi excelente amigo:
Estoy en deuda con Ud. No puede figurarse el placer tan grande que me ha proporcionado la lectura de su invaluable volumen de Siete ensayos de Interpretación de la Nacionalidad Peruana. A más de ser un análisis fecundo de la vida de ese pueblo tan interesante, tan lleno de alternativas, es una obra de justicia del punto de vista americano y del de la moral universal. Es una vindicación razonada, “Materialista”, como Ud. dice, y antirromántica de una clase social y de un principio. El caso del Perú que Ud. describe y desmenuza con tan agudo sentido histórico y con tan estrecho contacto con las realidades es el de algunos departamentos de Colombia. Para los pocos que aquí nos ocupamos en el estudio de esos problemas su libro es un derrotero, a trechos es una revelación.
Movido por los mismos sentimientos de equidad que Ud., tampoco soy criollista en el sentido estrecho que los literatos y algunos filósofos americanos (libreamericanos) le dan a este concepto. Mi educación oficial, tuve que rehacerla al comprender lo falso e incompleto de su contenido al llegar a la edad madura. Si a esa edad no hubiera pasado 16 años de mi vida en Europa, tratando de rectificar las nociones recibidas en la escuela y en los colegios y de corregir la experiencia de muchos años de lucha en este país, yo sería un ente todavía más incompleto de lo que soy. Me siento como Ud. occidental, aunque profundamente “libreamericano”.
Son muy atinados sus juicios literarios, de los cuales hay algunos que aprecio sin conocer la obra de los autores a quienes se refieren. Los que tratan de autores que me son conocidos me parecen muy bien fundados. En todos ellos la doctrina es amplia, desinteresada del punto de vista literario y bellamente expresada. La expresión es la virtud predominante del libro: hay una claridad, un desembarazo, una sencillez que cautivan al lector y le dan realce al pensamiento. Su bella manera de escribir justifica aquella definición de Oskar Loerke: “Der Geist des Stoffs heisst Form”.
Recibí también los números de Amauta y de Labor que ha tenido la gentileza de enviarme. La obra que Ud. realiza en esas dos publicaciones impone admiración y respeto por la tenacidad del empeño y por la fe de que dan testimonio en la exposición de la doctrina. Reciban Ud. y sus colaboradores el aplauso más sincero, nacido de mi deseo y de mi incapacidad de imitarlos. Mi país pasa en estos momentos por un período de achatamiento en lo ideal, que debe asemejarse mucho a la represión causada en el Perú, según Ud. la analiza, por la fiebre del guano y del salitre. Media una diferencia. Aquel estado provenía en su patria de una prosperidad efectiva que resultó efímera, el estado actual de Colombia es más peligroso porque se funda en una esperanza: ha sido designado con gran precisión en mi sentir con el título de “prosperidad a debe”. La frase de Jaurès citada por Ud. acerca de la incertidumbre de la prosperidad industrial en estos días de adelanto inesperado en la técnica, es para nosotros una amenaza.
Su libro es una obra libreamericana de valor incontestable por la enseñanza que contiene y es, por la forma, de una eficacia cautivadora. Reciba mis felicitaciones y crea en la amistad y en la admiración de
B. Sanín Cano

Sanín Cano, Baldomero

Carta de Samuel Glusberg, 20/4/1929

Buenos Aires, 20 de abril de 1929
Mi querido amigo y compañero:
Por fin puedo acusarle recibo de su carta y contestar a su pregunta acerca de la edición en Buenos Aires de su Defensa del marxismo. Creo que le voy a encontrar editor aun en el caso de que La Vanguardia no acepte la obra. Puede pues, enviármela. En cuanto a las condiciones me parece que pueden regir las mismas que le ofrecí para editarle El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy en Babel. Vale decir: una quinta parte de los ejemplares para Ud. en concepto de derechos de autor y otra quinta parte consignada a Amauta para su venta en el Perú al precio y comisión que Ud. indique. Así de hacerse 1500 ejemplares que es lo que yo pienso que se debe hacer de la Defensa del marxismo 600 irán al Perú y 900 quedarán aquí para ser vendidos en la Argentina y demás países de América
Cuando conozca todo el material de El alma matinal le diré cuantos ejemplares hará Babel.
Ha fracasado la edición de Seis ensayos en busca de nuestra expresión. En pocas revistas americanas se han ocupado del libro. Hice mil ejemplares; se quedaron con 50 en España; le di al autor 100 y se habrán vendido aquí otro tanto o menos. ¿Por qué no hace Ud. un artículo sobre este libro para Amauta? Me permito indicárselo porque vi en su “Proceso de la literatura” una referencia muy amable para el autor.
La Vida Literaria reapareció al fin. Su carta no ha influido poco en mi decisión de sacarla por tercera vez. Creo que ahora aparecerá regularmente una vez por mes. La imprimo en los talleres de La Vanguardia y a un precio ventajoso. Este primer número que Ud. recibirá con esta carta ha salido con numerosas erratas. A causa del 1° de Mayo y de las tiradas extraordinarias de los periódicos obreros lo han hecho con premura y sin corregir varias páginas. En mi nota sobre su libro se deslizaron varios cambios de palabras, un estilo culto que choca mucho y otros disparates menores. Desde luego, su obra merecía una página más detenida. Pero yo no estaba ni estoy en condiciones de hacerla. Es mucho para un solo hombre buscar las colaboraciones, los anuncios, corregir las pruebas y llenar unas cuantas columnas. Sobre todo, los inconvenientes materiales lo aplastan a uno y lo inutilizan cansándolo. Pero seguiré porque creo que se puede hacer una obra necesaria. Cuando pueda envíeme su colaboración. ¿No puede opinar sobre el tópico hispanoamericano? Me interesa conocer su opinión aun cuando la sospecho a través de muchas de sus afirmaciones de Amauta.
Aquí padecemos en los diarios y revistas burgueses la colaboración excesiva de los españoles y no de los mejores. Por un Araquistáin o un Pedroso, un Camba o un Ortega y Gasset hay treinta galleguetes dispuestos a quedar bien con los editores de Madrid remitiendo notículas sobre las traducciones que publican allá.
Los principales enemigos de L.V.L. fuera de los reaccionarios y clericales de Criterio y otras revistas católicas son los libreros españoles.
Yo no soy nacionalista ni americanista pero creo que no puede ser óbice para que yo defienda el libro nacional y la colaboración de los americanos cuando uno y otros son superiores. Claro que eso no sucede siempre. Pero en La Nación, en La Prensa, en Caras y Caretas, El Hogar, etc., se pospone la colaboración local y no la de cualquiera sino la de un Quiroga, un Cancela, un Gache para publicar las genialidades de Ramón y otras cosas peores o menos interesantes. Y es que se procura halagar el patrioterismo de los almacenes españoles que dan avisos. Y es que los directores de las revistas argentinas son españoles y se pasan la vida hablando de la madre patria y dando cuenta de todos los homenajes al Rey y a la reina. Bueno. Le estoy dando la lata. Pero es un placer cambiar unas palabras con Ud. a través de tanta distancia.
Y a propósito: me dijeron que Ud. piensa venir a Buenos Aires. ¿Qué hay de cierto en eso? Si no lo acaparan los desterrados profesionales, tipo Fernán Cisneros y otros latinoamericanistas, creo que Ud. puede hacer un gran papel aquí y hasta ganar una buena cantidad de pesos dando conferencias. Cosa que supongo le hace falta a Ud. y a Amauta para seguir viviendo.
La Sociedad de Escritores que preside Lugones estoy seguro de que lo ayudaría grandemente y todos los que lo admiramos y estimamos también, cada uno en lo que puede.
Espero sus noticias y el envío regular de Amauta y Labor. Mientras le mando un abrazo de compañero y amigo
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Blanca Luz Brum, 13/5/[1929]

Buenos Aires, 13 de mayo [de 1929]
Queridísimo Mariátegui
hace no sé cuántos años que no sé nada de Ud. estoy casi enojada.
dígame si no recibe mis cartas y mis poemas. ahora le envío otro. yo no quiero que Amauta me olvide; Yo estoy celosa. Tengo cosas interesantes que chismearles pero temo no las reciba.
tengo una carta de Serafín Delmar muy estúpida y muy envenenada contra ustedes. A mí me da asco esa gente que viene sembrando la discordia sistemáticamente, debe Usted estar alerta. Nosotros somos más que nunca suyos su espíritu es motivo de admiración casi religiosa para mí, yo soy brutalmente mariateguista—
hasta que me muera y después de muerta en Eduardo, mi hijo.
lo respeto y lo admiro profundamente. nunca sentí la presencia de un espíritu tan fuerte y hermoso como el suyo, tiene yo no sé qué cosa superior y extraña, algo de santo guerrero, perdone estas expansiones mías pero quiero que sienta nuestra adhesión verdadera y sangrienta por sobre todas las canalladas y las envidias ¿recibió Guerrilla? mandé 50 ejemplares, dirigidos a minerva con un sobre de camauflage. ¿qué es el apra? yo no lo entiendo ni quiero entenderlo. yo soy revolucionaria sin cartelito— ¡Saludos! hermano
Blanca Luz

Blanca Luz Brum

Carta de Guillermo R. Hohagen, 8/6/1929

Paysandú, Uruguay, 8 de junio de 1929
Camarada Mariátegui:
Hace mucho tiempo que no tengo noticias suyas; sin embargo, confío, como confían todos los que nos hallamos luchando por la libertad del Perú, en que proseguirá Ud. siempre con la misma entereza defendiendo al pueblo que ha humillado el déspota Leguía.
Nada sé de Blanca Luz ni de Miró Quesada, ni de Manolo; presumo que continuarán orientando al Apra por el verdadero sendero.
Yo resido desde hace cerca de un año, en este pueblo uruguayo, hidalgo como los pueblos del Perú antes de la dictadura de los Leguías, y en donde la libertad y la democracia es efectiva e inculcada desde la niñez en las enseñanzas escolares. Aquí la vida tiene un gran encanto; los que luchamos contra las tiranías del mundo encontramos fuerzas estudiantes y obreros que nos secundan, por eso he sido uno de los que ha querido que Ud. venga con su palabra vibrante a contar a los hermanos del Uruguay el dolor y la agonía del pueblo peruano; y ojalá así sea. Creo que es en el Uruguay donde debe formarse con estudiantes y obreros, el grupo revolucionario más grande de América. Aquí, donde se recibió al presidente Hoover al grito de ¡Viva Sandino! ¡Viva Nicaragua! ¡Abajo el Imperialismo Yanqui!!
Tengo especial interés en que designe Ud. corresponsal de Amauta en Paysandú, a Julio Armando Speroni Venner; éste es un muchacho inteligente y capaz de desempeñar con brillo la misión que Ud. le encomiende. Vinculado con el elemento estudiantil y con el obrero, también, laborará, como lo está haciendo ya, por el fiel cumplimiento del programa que imponen las actuales circunstancias a la juventud americana: lucha contra las dictaduras del mundo; emancipación económica del capitalismo yanqui y defensa de nuestra hegemonía americana, amenazada por el principio intervencionista del Imperialismo norteamericano. En fin, la mejor presentación que puedo hacer de mi recomendado es adjuntarle el recorte que ha publicado hoy el diario más importante de Pdú.
Al designarlo le ruego le envíe el carnet correspondiente y algunos ejemplares para hacerle propaganda y para la venta también.
Estoy editando la Guía Hohagen— del departamento de Paysandú y es muy probable que la impresión se haga en Alemania por convenir así a mis intereses. Desde allá le enviaré mis noticias. Aunque Ud. me ha designado corresponsal de Amauta, quisiera que me envíe el carnet que me ofreció. Puede ser que tenga necesidad de él en Europa y también me servirá para representar a nuestra Revista en algún acto.
La dirección de Speroni es: Calle 8 de octubre y Piedras. La mía, Hotel Concordia. Paysandú las dos.
Perdóneme que no le haya enviado alguna colaboración; estoy atareadísimo y no me queda tiempo para nada.
Le desea muchos éxitos su camarada y amigo
Gmo. R. Hohagen

Hohagen, Guillermo R.

Carta de Fernando Luis [Castro Agusti], 28/9/1929

[Cajamarca], 28 de setiembre de 1929
Mi querido José Carlos:
Recibí su carta y documentos en el último correo. Esperaba ansioso saber de su salud y de la labor que realicen actualmente. Acá no he descuidado en lo menor lo que me correspondía hacer. Acaba de reorganizarse mediante una campaña iniciada en el diario El Perú, la Sociedad de Empleados de Comercio, espero antes de regresar ver también organizadas las organizaciones obreras. La labor es demasiado dura, pues se tropieza con un sin número de dificultades. Con todo, creo que algo se ha hecho en el poco tiempo que estoy en ésta.
La colecta para Ravines creo que no dé buen resultado, pues es poco conocido. Sin embargo espero en los primeros días del mes entrante enviarle un giro con mi contribución y la de los pocos amigos de acá. Lo mismo para Paiva a quien recuerdo con mucho cariño y siento lo sucedido.
Mi estadía en ésta creo será hasta el diez del entrante. Estaré en Trujillo los días necesarios para conseguir movilidad y trasladarme a ésa. Si hay algo urgente comuníquemelo inmediatamente.
Amauta y Labor en ésta, no pueden difundirse por la falta de material de propaganda, sería bueno envíen carteles de los que allí se utilizan. Estamos laborando porque alcance la difusión que debe tener.
Mis mejores deseos por que se encuentren bien de salud, lo mismo que su familia. Lo abraza su compañero
Fernando Luis.

Castro Agusti, Fernando Luis

Carta de Fernán Villanueva, 30/10/1929

Pucucho, 30 de octubre de 1929
Señor
José Carlos Mariátegui
Lima
De mi grande admiración señor:
Un proletario, desde este terruño ajeno, implora dádiva si podieran aceptar a Ud. señor i compañeros mas a amigos suyo, de libros revistas i periódicos de la nueva generación, pido por que tengo los motivos siguientes: Soi desheredado de la fortuna por que mis padres i con ellos sus antecesores fueron de la multitud Servum Pecum como Flor de Fango de Vargas Vila, i no puedo amasarlos por mi notoria invalidez i que antes de creerme victima de la Diosa suerte para otros diré con un Pommerey “los vicios los males no las inventa el hombre ni la suerte, las crea la sociedad que lo necesita para el disfrute de los vicios”. Por esta injusticia y grande disparate que a querido hacer de mi nuestro mitologico i supuesto Diós, que dicen; castiga a los malos, remunera a los buenos, ruego a esa legión de hombres no mezquinos, sustituyen al Dios de la historia, enviandome los Claris Verbis que tiende a mitigar la desdicha i el hambre de un Cristo que por el gozo del mundo entero redime, envíandome esas que aquí valoriza Gabriela Mistral. “Un semanario —como dijera un libro un periodico— hacen mas obras que dos Normales de Maestros i muchisimas mas que cincuenta liceos” para ver con estas valiosas dádivas, las perspectivas aunque en lontananza de la Nueva Humanidad, como vio San Juan en otupica visión la nueva Gerusalen. Mi invalidez lo celebro antes de deplorar mi honra por que desafiando al mundo parasitario trabajo para vivir i al mismo tiempo gozo. En espera de su dinamica i grata en gracia a mi pobreza. Queda de Ud. su humilde i S. S.
L. F. Villanueva
Mi Diricción:
L. Fernán Villanueva. Huamalí-Pucucho.

Villanueva, Fernán

Carta de Samuel Glusberg, 1/11/1929

Buenos Aires, 1 de noviembre de 1929
Querido José Carlos Mariátegui:
Hace más de dos semanas le escribí en nombre de Waldo Frank. Me extraña mucho que se haya perdido mi carta o mejor dicho es bastante explicable después de las noticias que Ud. me da en la suya del 21 de octubre. En aquella carta le decía que Frank no podía escribirle a causa de su enorme trabajo y que yo lo hacía en su nombre para retribuirle su saludo y agradecerle todo el interés que se ha tomado Ud. por él.
También le decía que Frank no quería ir al Perú a la sombra de un equívoco. Quería que se supiera que Ud. era su mejor amigo de Lima. Es posible que por todo ello la carta fuera detenida.
Ya sabrá Ud. por los diarios el inmenso éxito que nuestro gran amigo ha obtenido en la Argentina. Le mando La Nación del 22 con la conferencia última en Amigos del Arte. Se han deslizado varias erratas y no se han tomado en cuenta algunas correcciones. Pero en general está bien. No la reproduzca porque es posible que Frank la aproveche en Lima.
Creo que de todos modos irá a Lima a fines de este mes. Le mandé con su firma dos líneas a Sánchez y dos a Valcárcel al mismo tiempo que le escribí a Ud.: el 14 de octubre si mal no recuerdo. Es posible que las cartas les hayan llegado a todos después del 23.
Quedo pues a la espera de sus noticias. Frank me encargó que le mandara a Ud. un telegrama de salutación. Dígale que lo ha recibido. Pero no se lo mandé a fin de no entorpecer las gestiones que Ud. me anunciaba de parte de los elementos burgueses de Lima. Creo que Ud. me disculpará. Esto es importante y casi se me olvida. Pero estoy abrumado de trabajo.
El lunes estará Frank nuevamente en B. A. de regreso de una gira por las provincias. El lunes mismo tiene una conferencia en inglés y después una todos los días de la semana hasta el miércoles.
Con suerte se irá de aquí con unos pesos como para darse el lujo de no dar conferencias en Chile y Perú. Pero no se imagina cuánto ha trabajado.
Y ahora a otra cosa: Lamento mucho la suspensión de Labor. Qué lástima. Pero con tal que le dejen publicar Amauta, puede Ud. desglosar un último pliego con material para los obreros.
Me alegro de que su salud vaya bien. He hablado con Frank para que lo decida a Ud. a venirse a Buenos Aires. Creo que Ud. puede ganar aquí algún dinero como para independizarse por unos meses. Claro que tendrá que hablar para instituciones más o menos burguesas; pero sin ellas no se puede hacer nada en Buenos Aires. Las Ligas antimperialistas, latinoamericanas, etc., no sirven para nada sino para que sus presidentes se luzcan en los diarios de cuando en cuando. En el caso de Frank han estado ausentes y torpes. Algún día le explicaré. Cuente conmigo y créame que no soy capaz de embarcarlo en nada que no sea digno de un hombre libre. Pero tampoco tengo prejuicios de sectario.
En el último número de L.V.L. se publica una página suya que ha despertado mucho interés. Se le va conociendo. Mándeme 5 ejemplares de su libro por los que le voy mandando Babel. A Garro prefiero no escribirle. Es un asunto muy desagradable del que no me quiero acordar.
No recibo la Nueva Revista Peruana y hace tiempo que no me llega El Mercurio. Espero el número 26 de Amauta.
Escríbame y reciba un gran abrazo de su amigo y compañero que espera verlo pronto en Buenos Aires.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Antonio Caballero Cabarcas, 23/11/1929

Cartagena, 23 de noviembre de 1929
Al camarada José Carlos Mariátegui.
Lima (Perú).
Querido camarada:
Estos renglones fraternales y entusiastas, os llevan un férvido saludo clasista que tiene toda la fragancia de la sinceridad Revolucionaria.
Con una rapidez vertiginosa, al volar de la máquina, edifico —si no es forzada la expresión— estas líneas.
Con motivo de los pronunciamientos Revolucionarios de los últimos días de agosto postrero, la burguesía gobernante se empeñó en que yo tenía responsabilidad en la dirección intelectual de aquellos movimientos insurreccionales, y, con tal fundamento fui encarcelado. La cárcel es centro de amor y de coraje. Es centro de amor, de vibración, porque allí se aprende a conocer los dolores torturantes de todos los martirizados. Y es centro de coraje, porque se aprende a odiar esta sociedad de los bandidos mandarines y de los verdugos explotadores. Las persecuciones de que he sido objeto, han tenido la virtualidad fecunda de intensificar en mí el espíritu de lucha y de Revolución.
Estoy en libertad mediante fianza carcelera. He recibido Siete ensayos de Interpretación de la realidad peruana, con vuestra galante y delicada dedicatoria. E igualmente he recibido a Amauta. Hoy he principiado a hojear vuestro libro Siete ensayos de Interpretación de la realidad peruana, y —a primera vista— he advertido que es una obra de alto valor social.
Soy estudiante. Acabo de perder el año de estudio por haberse verificado los exámenes durante mi cautiverio. Desde la cárcel no dejé de lanzar proclamas y de redactar manifiestos. En el presidio se creó un ambiente de simpatía, y, si no se me excarcela, la cárcel habría sido muy pronto un centro de vibración Revolucionaria.
Ya he comenzado la labor de reorganización de los sindicatos obreros, y, pronto tendré formado un excelente censo de suscriptores de Amauta. Con el elemento intelectual y su congénere el elemento estudiantil no se cuenta aquí para nada. Los estudiantes e intelectuales cartageneros están más envilecidos que las rameras y los chulos de prostíbulos. Esos elementos son enemigos mortales de las ideas comunistas.
Os encarezco conseguirme en esa ciudad un ejemplar de la obra de John Reed titulada Cómo subieron los bolcheviques al poder. La espero, certificada, a vuelta de correo. También, si podéis, espero me remitáis Senda Roja de Álvarez del Vayo. La policía política de Cartagena, me decomisó mi biblioteca no escapándose ni mis libros de estudio. Espero los libros que os pido a vuelta de correo.
El camarada Bernardo Rejtman vino ayer de Calamar —población situada a orillas del Magdalena y unida a esta ciudad por ferrocarril— a conferenciar conmigo. Hablamos largamente sobre vuestra personalidad de escritor vanguardista. Me recomendó deciros que os envía un cordial abrazo.
No dejéis de remitirme, con las certificaciones indispensables, los números de Amauta dados a publicidad últimamente.
Os ruego darme los nombres de los estudiantes Revolucionarios de esa ciudad.para establecer relaciones intelectuales.
Espero vuestras letras a vuelta de correo. Pronto escribiré algo para Amauta.
Con saludos proletarios,
Antonio Caballero Cabarcas

Caballero Cabarcas, Antonio

Carta de Samuel Glusberg, 28/12/1929

Buenos Aires, 28 de diciembre de 1929
Muy estimado amigo Mariátegui:
Me apresuro a contestar su carta del 18, que recibí ayer conjuntamente con Amauta, pero sin Variedades que seguramente me llegará hoy. Tengo idea de haberle escrito hace un par de semanas sobre algunos puntos de su carta última. Vayamos a lo más práctico. Calculo que Ud. necesitará para vivir aquí humildemente, por lo menos $ 500 mensuales. Dígame en primer término si Ud. podrá contar con la ayuda de las revistas peruanas. Mejor dicho con las colaboraciones que cobra ahora en dichas revistas o diarios. No estaría demás que se asegurara alguna entrada por intermedio de Waldo: colaborando en The New Republic o en The Nation. La primera paga mejor. Aquí creo que podrá colaborar más o menos regularmente en El Hogar, en Caras y Caretas y en Síntesis. Pero es difícil sacar 200 pesos por mes —todos los meses— de colaboraciones. Con todo, creo que Ud. los sacará mediante la influencia de algunos amigos suyos. Necesitaría, pues, asegurarse por lo menos otros 300. Ya le dije en mi anterior: hemos pensado en Crítica. No es una parte segura. Pero su trabajo debe interesarles mucho, así que no es difícil que le paguen una colaboración cotidiana al margen del telégrafo o cosa así: firmada naturalmente.
Le mando el número 17 de L.V.L. He destacado su ensayo sobre Chaplin para enviar el periódico a todos los directores de revistas y diarios. L.V.L. no puede influir sobre el gran público; pero sí sobre esta gentuza que dirige diarios y revistas. Me he permitido argentinizar algunos términos de su artículo. Dos o tres no más, para no alarmarlos con la diferencia de idioma que aquí fomentan algunos interesadamente. He puesto Carlitos en lugar de Charlot (que por otra parte es cursi entre nosotros) cine en lugar de cinema como dicen los españoles. Y nada más me parece. Ah, he suprimido la cita de Navarro Monzó. Este señor, brasilero o portugués, no es tomado en serio en Buenos Aires. Sus actividades de ortodoxo griego y ‘joven cristiano’ de la Y.M.C.A. lo han desacreditado, aunque a mi juicio es un buen crítico de pintura. Pero él pretende ser un filósofo religioso y escribe ensayos kilométricos sobre Keyserling. En fin, lo que Ud. le citaba no era nada importante.
L.V.L. sale con numerosas erratas. He cambiado de imprenta. De La Vanguardia me fui a La Argentina (los dos extremos) pero en todas partes se cuecen habas. Declaro ahora unas vacaciones forzosas. No puedo, en efecto, sostener por más tiempo el periódico. Trataré en estos meses de arreglar su economía o de lo contrario fundirlo. Y Amauta? Se sostiene? Dígame si Ud. piensa continuar dirigiéndola desde Buenos Aires o dejar la dirección a cargo de algún compañero de Lima. Aquí no espere contar con los socialistas. Son capaces de gastarse $ 100.000 en propaganda electoral; pero no 100 en una colaboración. Algo de eso decía yo en la nota preliminar de L.V.L. Pero he debido cortarla para ganar unas 25 líneas que daban vuelta.
He tenido noticias de Waldo desde Lima. Pero nada sé de él desde su salida del Perú. Los diarios argentinos publican muchas noticias europeas sin importancia; pero muy pocas americanas de importancia. Y ahora una consideración final: creo que el asunto de su movilidad podrá arreglarse en Buenos Aires y que hasta tendrá los más grandes médicos gratuitamente. Claro que el aparato ortopédico habrá que pagarlo y es caro. Sin embargo se conseguirá. La educación de los chicos (¿cuántos tiene?) es importante. Mejor será traerlos a todos aquí. Pero vea usted si tiene posibilidades de hacerlo. Espero poder enviarle a fines de marzo o a principios de abril el dinero para los pasajes. La Vida Literaria proyecta un festival en su homenaje para recaudar fondos e invitarlo en debida forma a hacer el viaje a Buenos Aires. Dígame si Ud. es hombre de dar conferencias porque quizá pueda conseguirle un par de conferencias pagadas en Amigos del Arte. Eso le ayudaría en los primeros tiempos bastante. Espero sus noticias.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de José Eulogio Garrido Espinoza, 9/2/1930

Trujillo, 9 de febrero de 1930
Señor don Carlos Mariátegui
Lima
Distinguido amigo:
Lo saludo cordialmente.
La presente tiene por objeto presentarle al señor Luis Valle Goicochea, intelectual pundonoroso y de segura realización.
Si usted puede serle útil en algo se lo agradeceré bastante.
Hace mucho tiempo que no veo Amauta, Si le quedan algunos números atrasados mándemelos.
Para pronto he de mandarle algo para Amauta.
Con un cordial apreton de manos se despide su affo amigo.
José Eulogio Garrido.

Garrido Espinoza, José Eulogio

Carta de Ernesto Reyna, 13/3/1930

Huarmey, 13 de marzo de 1930
Sr.
José Carlos Mariátegui.
Lima
Muy estimado compañero:
Como le decía personalmente, no he recibido las cartas que me anunciaba haberme enviado. El compañero Sal y Rosas pasó de largo, dejándome una tarjeta explicatoria, la distancia del pueblo al puerto fue el motivo, de no haberme buscado. Le contesto a Huaraz, reclamando el dibujo de Sabogal, que para mí es un recuerdo valioso, por tratarse del original de un pintor de la talla de Sabogal, y haber servido para la carátula de mi libro primicial.— Juan Luna, me dicen que se encuentra enfermo en Supe, y que por esa causa no ha podido entregarme la carta que me remitía Ud. por su conducto. En mi anterior del 20 de diciembre que se ha extraviado, y que la supongo en manos de la Policía Secreta, le decía que estaba organizando nuestro partido en ésta. Entre otras cosas le decía lo siguiente: “Hay que terminar con la inmoralidad política, que como un cáncer ha estado royendo los organismos burgueses. Las masas tienen un instintivo recelo al Gobierno: Desde González Prada hasta el último ciudadano, dicen: “los que gobiernan son unos ladrones”. Ante esta marca de fábrica de la rapacidad burguesa, y divisa heráldica de la aristocracia, la Dictadura del Proletariado debe poner en sus actos, no sólo una honradez acrisolada, sino ir hasta el heroico desprendimiento. Sobrios como espartanos, pobres como filósofos. Ofrendando su vida y riqueza a la República. —Como parte del programa de gobierno se debería sentar lo siguiente: “El enjuiciamiento de todos los anteriores gobiernos burgueses, y confiscación, de hecho, de la mitad de sus riquezas.— 2.-Prohibición absoluta de mover sus capitales del país, y de ellos mismos, de retirarse a despilfarrar sus energías y capital en el extranjero. Obligarlos a trabajar y poner en movimiento el Capital, so pena de íntegra confiscación por el Estado, y reclusión personal en sanatorio de vagos. —El partido por su parte se impondría: 1.— Los Gobernantes no podrán disfrutar cuantiosas fortunas.— El Estado dará al Gobernante lo necesario para una vida confortable.— Toda la fortuna particular de los Gobernantes será propiedad del Estado.— El Estado velará por la familia de los gobernantes y asegurará su futuro. 2.—Serán prohíbidos, los banquetes y fiestas miliunochescas de los Gobiernos burgueses.-Las fiestas del Proletariado serán sobrias y bellas, con la modestia de una república pobre. 3.-Todo fausto y gala será prohíbido por vanidad, y sí, se protegerá la belleza en sus múltiples formas.— También le decía que como un plan del Partido en el caso problemático, que se levantase en armas contra el actual gobierno, un representante de la casta oligárquica, pardista o militarista, luchar moralmente contra ellos, por ofrecer el Gobierno de Leguía mayor seguridad para el país. Pero, si del seno del Partido, surgiese el poder (sin mácula, ni traición) irnos contra todos los poderes constituidos.
Salude cordialmente al grupo de Washington Izquierda, y Ud. reciba un afectuoso saludo de su leal amigo
Ernesto Reyna
Siendo escritor por temperamento, no me puedo sustraer a la atracción de la literatura. Le incluyo un escrito, trata de las lagunas de Llanganuco, que están al pie del Huascarán, estas lagunas fueron motivo pictórico de Teófilo Castillo.
R.

Reyna, Ernesto

Carta de Alberto Hidalgo, 1927

[Buenos Aires, 1927]
Para entregar a
José Carlos Mariátegui
Querido Mariátegui:
He cumplido con entregar su carta a Seoane.
Me alegro de que se halle Ud. mejor de salud.
He conversado largamente con Seoane acerca de si debe Ud. venir a radicarse o no. Me ha prometido, ante mi alarma de que todo no salga como quisiéramos, realizar unas gestiones previas y escribirle categóricamente.
Debe Ud. meditar mucho sobre este viaje. Primero el factor salud. Sospecho —algunos amigos me lo han asegurado—, que la suya es bastante precaria. ¿Ud. sabe lo que es Bs. As.? En cuanto hay una pequeña probabilidad —no ya síntoma— de debilitamiento pulmonar, no se puede vivir aquí. ¡Es algo horrible! ¡Horrible! Quiero ser franco hasta la rudeza, querido Mariátegui, para prevenirle.
En cuanto al factor económico, quisiera que me contestase Ud. a estas preguntas:
Si se le consiguiera un empleo público —lo más cómodo— o en un diario —lo más ingrato— podría Ud. hacer diariamente acto de presencia siquiera tres horas?
Podría Ud. escribir en revistas como Caras y Caretas, El Hogar —una colaboración mensual o lo sumo, y esto mismo muy difícil de conseguirse— ¿pero querría Ud. hacer cuentos?
Sus artículos sólo los toman en La Nación, La Prensa, La Razón; ¿pero sabe Ud. que son diarios burgueses, que quizá rechacen —no lo aseguro— su firma?
Sé que no es Ud. solo. Sé que tiene mujer e hijos, y por eso le hablo con tal rudeza. A Seoane mismo, tan entusiasta por su viaje, a causa desde luego de su bondad, le he hecho estas preguntas, y he creído descubrir alguna duda en su gesto.
Pero si Ud. contara con algún recurso propio, la cosa sería distinta. Contrariamente a lo que se cree, aquí se puede vivir con muy poco, con casi nada. Creo que hasta con ciento cincuenta pesos se podría Ud. arreglar. Ya ve...
¿Y Amauta? En cuanto a Amauta, mi juicio es radicalmente contrario al suyo. Aquí moriría definitivamente: porque costaría tres o cuatro veces lo que cuesta en Lima; porque luego le encontrarían los canallas de allá la manera de impedir su entrada en el Perú; porque además tendrá Ud. en su contra a los canallas de aquí; por tantas cosas.
Yo creo que debe Ud. esperar que pase el temporal. No veo un peligro en que esté callado. Todo el Perú debe saber que su silencio es obligado. Y lo estará escuchando casi como si hablara.
Yo no hago política. Estoy en la izquierda de la izquierda. Soy un hereje, porque no creo en nada. Pero temo que los que le quieren estén haciendo política de que a Ud. se le haga víctima. Ud. estará desde luego dispuesto a serlo, dispuesto a sacrificarse. ¿Pero ello sería eficaz? Yo creo que ahora su sacrificio sería menos útil que un estratégico reposo para después, en momento oportuno, sacar de nuevo la cara.
Mariátegui, querido Mariátegui, medite esto. Y de toda manera, sepa pues —ya lo sabe, ¿verdad?— que Alberto Hidalgo está a su lado.
Escríbame pronto, y reciba un estrujón de manos
Alberto Hidalgo
Siempre: Ventura Bosch 6740evo la cara.

Hidalgo, Alberto

Carta de Jaime L. Morenza, 26/6/1929

Montevideo, 26 de junio de 1929
Sr Dn.
José Carlos Mariátegui
Lima Perú
Mi distinguido compañero y amigo:
Recibí su carta que no contesté por falta de tranquilidad, pues desde hace varios meses tengo mi esposa enferma de bastante cuidado.
Llegaron a mi poder los libros a que Ud. se refería en su carta. Le agradezco particularmente el que Ud. ha tenido la deferencia de dedicarme. Lo que pienso de él lo he dicho en La Cruz del Sur. Como supongo que al recibir estas líneas ya estarán en su poder los ejemplares que siempre se le mandan, me creo excusado de hacer mayores consideraciones al respecto.
Le adjunto un giro de 38.05 dólares, equivalente a p. 40.00 oro uruguayo, con cuyo importe creo saldar el importe de las remesas de libros y de Amauta. Ruégole que en lo sucesivo me mande únicamente un ejemplar para mí. Le digo esto porque hasta ahora no he hecho más que regalar los números de la revista y los ejemplares de los libros, sin que con ello haya conseguido más que un suscritor, el Dr. Frugoni, a quien también pueden enviársela directamente.
No les aconsejo mandar la revista a libreros porque tropezarían con dificultades en el cobro.
De su libro se han ocupado aquí, además de Zum Felde, el periodista Orestes Baroffio, cuyo recorte le mandé hace tiempo y el Dr. Mora Guarnido, que me dio un largo artículo para el N° próximo de La Cruz. A éstos le he dado ya el libro.
Sin otro motivo, haciendo votos porque esté mejor de sus achaques lo saluda con la invariable simpatía intelectual y personal de siempre su amigo
J.L. Morenza

Nota: —A pedido de Mora Guarnido le envié a Femández Almagro a Madrid un ejemplar de sus Ensayos— Posiblemente se ocupará de él en el diario La Voz -—Vale.

Morenza, Jaime L.

Carta a Miguel Ángel Urquieta, 21/6/1927

Lima, 21 de junio de 1927
Querido Urquieta:
Hasta aquí ha llegado el eco de su fraterno grito de protesta. Gracias, querido compañero. La solidaridad de Ud. y de otros ausentes es el mejor testimonio de que los que ayer combatimos estamos cumpliendo nuestro deber. Nos acecha de fuera y de dentro el odio de la cobarde canalla civilista. El repugnante Comercio ha aprovechado esta miserable ocasión para dedicarnos las más pérfidas puñaladas. Pero esta es también la prueba de que cumplimos nuestro deber. Nada nos inquietaría más que un gesto de simpatía de los deportados o emigrados civilistas. Sería señal de que equivocábamos la ruta.
Todos los periódicos han hecho caso al bluff policial. El más encarnizado y purulento ha sido El Comercio. Sin embargo este balín se va desinflando solo poco a poco. Si hubiera un solo periódico que aceptara una cabal rectificación, no quedaría de él nada en un minuto.
A mí no se me ha interrogado siquiera. Habría sido ridículo un interrogatorio. Todos saben, la policía la primera, que se puede hablar de propagandas de ideas revolucionarias pero que es difícil hablar de un complot comunista. Horas después de haber entrado en el sexto día de prisión, me devolvieron a mi casa en vista de mi estado de salid y de que era imposible atenderme en el hospital militar donde al siguiente día había declarado la huelga de hambre.
No desespero de conseguir la reaparición de Amauta en Lima. Pero si no lo lograra, Amauta saldría fuera. Tengo tomada la resolución de marchar a Buenos Aires. Venderé muebles, libros, todo lo que tenga y me pondré en viaje. En Buenos Aires estableceré la Sociedad Editora Amauta.
No he tenido respuesta de Ud. a mi última de hace más o menos mes y medio.
Cordialmente lo abrazo
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Pettoruti, 10/10/1927

Lima, 10 de octubre de 1927
Caro Pettoruti:
A pesar del severo tamiz de la censura, he recibido unas líneas de recuerdo y solidaridad de Ud. y un recorte del diario en que se publicó mi carta. No sé si Ud. me habrá escrito otra vez en este lapso; pero presumo que no, porque sus líneas me advertían que esperaba Ud. antes, noticias mías. Yo no he podido dárselas por haber estado sufriendo un molesto ataque de artritismo reumático que me obligó a dejar Lima para cumplir una cura de sol, prescrita por el médico. El invierno de Lima húmedo y enervante es particularmente insoportable para un individuo como yo que está obligado a moverse en una silla de ruedas sin salir de su casa.
Le he enviado, por correo certificado, con dos ejemplares el último número de Amauta, que no sabía yo si le habría mandado antes, algunas fotografías de cuadros de Camilo Blas, nuestro muy interesante pintor. El número 3 de Amauta publicó, con algunas fotografías, una nota de Sabogal. Puede Ud. consultarla si quiere Ud. dar esas fotografías en su sección de Crítica Magazine. Camilo Blas es un discípulo de Sabogal; pero desde antes de serlo, había revelado ya personalidad y estilo, en diversos dibujos y cuadritos.
Tiene tan honda vocación de artista que desertó la carrera de abogado cuando llevaba ya concluidos sus estudios. Camilo Blas es un seudónimo. Nuestro hombre se apellida Sánchez Urteaga. Es un formidable intérprete de la sierra criolla. Su rasgo esencial es su humorismo, que como todo humorismo auténtico y profundo no está desprovisto de fondo lírico. Recuerda, no ciertamente por su estilo, sino por su temperamento, a los alegres maestros holandeses que pintaban kermesses y cantinas. Si no entran en su sección de Crítica, trasfiéralas Ud. a La Gaceta del Sábado cuyos directores me escribieron pidiéndome colaboración y que les designase un corresponsal en Lima. Yo les mandé algunas noticias y les indiqué al poeta Armando Bazán; pero, con mejor acuerdo, las autoridades remitieron a éste a la Isla de San Lorenzo, de donde acaba de salir. Solo he recibido dos números de La Gaceta y, como nadie ha visto en Lima ningún otro, sospecho que su publicación se haya interrumpido, a pesar de parecer organizada sobre sólidas bases económicas.
Voy a hacer una tentativa para reanudar la publicación de Amauta en Lima. Si fracasara, me dedicaré a preparar mi viaje a Buenos Aires, porque me resultará de todo punto intolerable permanecer aquí sofocado espiritual y materialmente. En Buenos Aires reorganizaría la revista que tiene adquirida extensa circulación continental, a pesar de no haber aparecido sino 9 números y de haberme sido difícil estabilizarla económicamente.
Escríbame con esa dirección: Ana María Chiappe, Washington izquierda 544. Comunique esta dirección a Hidalgo, a quien envié también certificados los últimos números de Amauta y a quien no he acusado hasta ahora recibo de su último libro por los incidentes, sobre el quebranto de mi salud, que me han impedido ocuparme de mi correspondencia.
Infórmeme respecto a sus planes y sobre la posibilidad de que aún lo encuentre en Buenos Aires si decido mi viaje para enero o febrero. Estoy sometido a un tratamiento que me habilitará para lograr cierta movilidad; y espero que no me estorbe ningún nuevo amago reumático.
El poeta Bazán le manda muchos saludos. Ya sabe Ud. que casi todos mis compañeros de Amauta lo conocen y estiman. Y yo lo abrazo muy cordialmente.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Roig de Leuchseuring, 10/10/1927

Lima, 10 de octubre de 1927
Señor
Emilio Roig de Leuchsenring.
La Habana.
Muy estimado compañero:
Algo tardíamente, por una ausencia de Lima, a que me obligó mi salud, he leído el No. de julio de Social. Por él me he enterado del telegrama enviado generosamente por Ud. y otros compañeros del grupo Minoritario, reclamando mi libertad y la de los demás intelectuales presos. Tanto este telegrama, como las nobles palabras del editorial de su revista comprometen mi gratitud y la de mis camaradas de Amauta.
Me preparo a reanudar la publicación de mi revista. La solidaridad alerta de los buenos intelectuales de América me ayuda a reivindicar mi derecho a mantener Amauta. Y hoy más que nunca quiero que sea una tribuna americana. Y reclamo, por esto, el intercambio de originales entre los grupos vanguardistas de La Habana y Lima.
Deseo que tenga Ud. la representación de Amauta en La Habana. Podemos establecer, si Ud. Io desea, el intercambio de una cantidad equivalente de ejemplares de Social y Amauta.
Le adjunto para su revista un artículo mío y algunos poemas inéditos de Armando Bazán, poeta de vanguardia que acaba de ser puesto en libertad después de cuatro meses de prisión en la Isla de San Lorenzo.
Me interesa conseguir el No. de Social en que se publicó mi artículo sobre el poeta Eguren. ¿Le sería posible enviármelo?
Le ruego transmitir mi agradecimiento al maestro Varona y a todos los firmantes del telegrama al presidente Leguía por su generosa actitud; y con los más devotos sentimientos me repito su afectísimo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui
P.D.- Envíeme sus noticias con esta dirección: Librería Minerva, Sagástegui 669.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Enrique Bustamante y Ballivián, 15/10/1927

Lima, 15 de octubre de 1927.
Señor Enrique Bustamante y Ballivián
Montevideo.
Mi querido Bustamante:
No le sorprenderá a Ud. el que sólo hoy conteste su carta del 30 de mayo y le acuso recibo de Odas Vulgares, en cuanto se entere de que en los últimos meses, después de los días agitados de mi prisión y la persecución de mis amigos, estuve muy enfermo primero, y ausente de Lima después. En busca de clima y Sol, tuve que pasar una temporada en Chosica, sometido a un tratamiento que me imponía ante todo absoluto reposo. He tenido, por esto, que desatender mi correspondencia; y ahora me tocaría hacer frente a un enorme trabajo epistolar si la censura postal no hubiese resuelto aligerarme esta fatiga mediante el secuestro de casi todas las cartas e impresos llegados para mí de junio a la fecha.
El descomunal bluff del complot comunista se ha desvanecido, en tanto. De suerte que, apenas restablecido, he podido abordar el problema de la reorganización de Amauta dentro de ambiente más sereno. Yo me lo había planteado desde el primer momento en los siguientes inflexibles términos: o se me consentía continuar Amauta en Lima o yo tomaba el camino del destierro para establecerla en Buenos Aires. La rigidez de este dilema no procede naturalmente de que yo considere indispensable para la salud del Perú ni para la misión de su vanguardia la salida de Amauta, sino de que identifico momentáneamente con esta obra las posibilidades y el sentido mismo de mi trabajo intelectual en el Perú. A parte de que, personalmente, considero imposible vivir dentro de una atmósfera física y espiritualmente sofocante. La justificación de mi permanencia aquí, la encuentro enteramente en mi trabajo.
Por fortuna, parece que el presidente se da cuenta de que las razones que pueden abogar por la supresión de Amauta son de un orden subalterno al lado de las que amparan mi derecho o mejor mi reivindicación. Y así tengo ya casi absolutamente conseguida la reconsideración de la precipitada orden de clausura. Amauta reaparecerá en noviembre.
Con su carta del 30 de mayo, recibí un cheque por Lp.6.4.00. Con el N° 10 de Amauta quedará constituida la Sociedad Editora a la cual Ud. ha querido suscribirse con dos acciones, cuya primera cuota está abonada. No tengo que decirle cuánto agradezco su cooperación. Como está anunciado, al mismo tiempo que la revista la Sociedad editará una serie de libros. Le envío "Tempestad en los Andes" de Valcarcel. Le seguirá la selección de la obra completa de Eguren. Mandaré "Amauta" a la librería de Maximino García indicada por Ud. Dígame si debo enviar ahí también los libros o si es preferible establecer el intercambio con el "El Palacio del Libro".
El ejemplar de "Odas vulgares" desapareció del escritorio en los días de mi prisión. Le ruego repetir envío, porque no había llegado sino a ojear algunas páginas. Creo que está en ese libro lo mas característico de su labor poética, dentro de nuestra literatura. Quiero leerlo atentamente para fijar mi juicio.
Mi salud ha mejorado bastante y espero que la buena estación me permita una actividad apreciable. Publicaré dos libros: "10 ensayos de la realidad peruana" y "Polémica revolucionaria".
Espero obtener también garantías completas para mi correspondencia personal. Entre tanto diríjame sus noticias a "Librería Minerva" Sagástegui 669 o a Amalia Vda. de Mariátegui. Sagástegui 663.
Muy cordialmente lo abraza su amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 10/1/1928

[Transcripción literal]
Lima, 10 de Enero de 1927.
Señor don Samuel Glusberg.
Buenos Aires.
Muy estimado compañero:
Acabo de recibir unas líneas de Ud. que me apremian a satisfacer el deseo de escribirle. Creo no haber contestado su carta del 1 de noviembre sino con el envió de los ejemplares de "Amauta" y el retrato que me pedía. Ud. me perdonará todos estos retardos considerando las ocupaciones que me ha impuesto la reorganización de "Amauta".
He trasmitido su encargo a Garro, a quien he hecho llegar su carta. Está animado del propósito de poner enseguida manos a la obra. Aprovechará, seguramente, sus vacaciones (es profesor además de literato) para esta traducción. Me ha dicho que le escribirá enseguida.
He conseguido reanudar la publicación de “Amauta" en Lima. Pero, naturalmente, los azares de la política criolla pueden, después de un tirapo, interrumpirla otra vez. La policía peruana no sabe distinguir entre especulación ideológica y conspiración o montonera. Si "Amauta" sufriera una nueva clausura, renunciaría a la tarea de rectificar el juicio de esta gente y me dirigiría a Buenos Aires donde creo que mi trabajo encontraría mejor clima y donde yo estaría a cubierto de espionajes y acechanzas absurdas.
Le remito con “Amauta”, dos ejemplares de "Tempestad en los Andes", ultimo libro de Minerva y primero de la Biblioteca "Amauta", en la cual publicaré enseguida una selección de la obra completa de nuestro gran poeta José M. Eguren y un libro mío: “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana". Tengo otro libro de tema internacional, como "La Escena Contemporánea”, al cual titulo "Polémica Revolucionaria". No lo podría dar enseguida a luz por Minerva, porque se diría entonces que no edito casi sino mis libros. Dese saber, por esto, si podría editarlo Babel .Yo tomaría a firme 300 ejemplares para la venta en Lima y, al menos otros tantos podrían enviarse en consignación, bajo mi responsabilidad, a los agentes de provincias que yo indicase. De "La Escena Contemporánea" se vendieron fácilmente 1500 ejemplares, de modo que la cifra no es optimista en demasía. El volumen del libro sería el "La Civilización Manual y otros ensayos" aproximadamente. La parte principal se contrae a la critica de las tesis reaccionarias y democráticas más en circulación y actualidad (Massis, Rocco, Maeztu, Ford, Wells, etc). Hago a mi modo la defensa de Occidente: denunciando el empeño conservador de identificar la civilización occidental con el capitalismo y de reducir la revolución rusa, engendrada por el marxismo, esto es por el pensamiento y la experiencia de Europa, a un fenómeno de barbarie oriental. Me interesaría tener a la vista las réplicas de Lugones a sus impugnadores (Molina, etc). Si Ud. me las pudiera facilitar se lo agradecería mucho.
¿Podemos canjear algunas ediciones de Minerva con ediciones de Babel, de las menos conocidas en Lima?

Le remitiré algunos recortes sobre mi persona. Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo, mismo algunos datos sumarios: Nací el 95. A los 14 años, entre de alcanza-rejones a un periódico. Hasta 1919 trabajé en el diarismo, primero en "La Prensa", luego en "El Tiempo, finalmente en "La Razón" diario que fundé con César Falcón, Humberto del Aguila y otros muchachos. En este ultimo diario patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918, nauseado de política criolla, —como diarista, y durante algún tiempo redactor político y parlamentario conocí por dentro los partidos y vi en zapatillas a los estadistas— me orienté resueltamente hacia, el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismos y bizantinismos finiseculares, en pleno apogeo todavía. De fines de 1919 a mediados de 1923 viaje por Europa. Residí mas de dos años en Italia, donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve, por Francia. Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y un hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época, señalan las estaciones de mi orientamiento socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes y la Universidad Popular, artículos, expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924, estuve como ya le he contado a punto de perder la vida. Perdí una pierna y quedé muy delicado. Habría seguramente curado ya del todo, con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud intelectual me la consienten. Desde hace seis meses, mejoro poco a poco. No he publicado más libro que el que Ud. conoce, Tengo listos dos y en proyecto otros. He ahí mi vida, en pocas palabras. No creo que valga la pena, hacerla notoria. Pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacta. Me matriculé una vez en Letras en Lima, pero con el solo interés de seguir un curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuente algunas cátedras libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carácter extra-universitario y tal vez si hasta si hasta anti-universitario. En 1925 la Federación de Estudiantes me propuso a Ia Universidad como catedrático de la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y segundariamente, mi estado de salud, frustraron esta iniciativa.
Le he escrito mas largamente de dio que al comenzar me proponía. Pero, por supuesto, esto me complace mucho
No he recibido el segundo número de los “Cuadernos de Oriente y Occidente” que están muy bien, como todo lo que se edita con su intervención.
Estoy muy reconocido a Gerchunoff por su deseo de que forme parte del personal de colaboradores de su diario. Creo que aunque no vaya por ahora a Buenos Aires, me será posible colaborar desde aquí.
En el próximo numera de “Amauta", salen notas sobre algunos libros de Babel.
Con sinceros votos para el año que empieza, lo saluda muy afectuosamente su amigo, y compañero.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Miguel Ángel Urquieta, 30/6/1928

Lima, 30 de junio de 1928
Ud. me perdonará que sólo ahora conteste su carta del 10 de abril y agradezca la generosidad absolutamente suya, de esa nobilísima epístola a Bustamante y Ballivián, al saber que he estado muy enfermo, tanto que han transcurrido dos meses sin que escriba una línea. Es posible que haya Ud. advertido la ausencia de mi firma en las revistas de acá, si no una noticia publicada en el nro. 14 de "Amauta". He estado bastante mal. Me siento convaleciente desde hace pocos día, después de una pequeña intervención quirúrgica que precede a otra mayor. El Dr. Quesada, que se ha hecho cargo de la parte quirúrgica de mi tratamiento, es por fortuna muy optimista y me asegura mi completa curación en un plazo de ocho a diez meses.
Le ruego decir todo mi reconocimiento a Bustamante por sus abrumadoras palabras. Tengo que protestar, por honradez, contra el calificativo exorbitante que a Uds. les dicta su cariño. Yo no creo ejercer un apostolado, porque, en primer lugar, no aspiro a él y, en segundo lugar, el apostolado requiere condiciones proselitistas de las que carezco demasiado. No soy sino un agitador intelectual. Mi temperamento demasiado crítico y raciocinante, para que se me conceda otra función. He luchado por elevarme sobre la miserable limitación del literato, del periodista, entre nosotros y no sólo entre nosotros. He ahí todo mi mérito.
Sobre lo que Ud. Me pregunta, tendría no poco que decirle, pero esta carta no puede ser, contra mi deseo, muy extensa. Tengo una enorme cantidad de trabajo acumulado a consecuencia de mi enfermedad. Debo, por esto, ser breve.- En dos palabras, le diré que, siendo como soy, y los compañeros de México lo saben, absolutamente extraño a la actitud y los móviles de Hurwitz y Terreros, no apruebo, por mi parte, la orientación que desde hace algún tiempo imprime Haya al Apra, concebida al principio como frente único y alianza, -su nombre lo declara y definida luego como partido, lo que supone una homogeneidad de opinión y filiación que no cabe esperar ni pretender. En varias cartas a los compañeros de México, y al propio Haya, he expuesto mis observaciones, sin conseguir que entiendan mi punto de vista. Yo no pretendo que mi opinión prevalezca; pero en todo caso, reclamo una decisión que sea efectivamente el parecer de la mayoría de los elementos, muy pocos todavía, realmente afiliados al Apra. Sostengo que existen elementos, gérmenes, de organización del Apra; pero no el Apra mismo como aquello que su nombre designa. Me opongo a una campaña de bluff. Reclamo más seriedad. Y si es mantenida la definición de partido, reivindico absolutamente mi independencia y la de "Amauta".- En este estado, el debate ha empezado una ilusa campaña a favor de la candidatura de Haya a la presidencia, en el nombre de un llamado partido nacionalista. Si esto surgiese espontáneamente de simpatizantes no obligados a respetar nuestra ideología y su congrua praxis, no diría nada. Pero un movimiento de esta clase no existe; que los esfuerzos, -destinados a caer en el vacío-, de los que intentan provocarlo, parten del propio núcleo de los deportados del Apra. Y, aunque hasta ahora, con el objeto de evitar toda mala inteligencia de este desacuerdo, y su resonancia fuera de nuestras filas, he mantenido en estricta reserva la controversia, no puedo abstenerme de informar a compañeros como Ud. de mis puntos de vista. Para completar esta información, le enviaré copias de unas cartas dirigidas a México.
No he recibido últimamente de Ud. nada para "Amauta". Reclamo su colaboración, Ud. sabe cuánto lo estimo. Ud, pertenece por derecho a la plana mayor de "Amauta". No necesito recordárselo.
En espera de sus noticias, que deben venir dirigidas a A.M Chiappe, Washington Izquierda 544-970, Lima, lo abraza fraternalmente su affmo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Romain Rolland, 20/7/1928

Lima, 20 de julio de 1928
Mr. Romain Rolland
Villeneuve.
Très admiré ami et maître:
Nous croyons que Amauta ne vous ai pas inconnue. Nous vous l’avons envoyée depuis sa parution et bien que vous recevez beaucoup de journaux, livres et revues que sans doute vous n’avez pas le temps de fauilleter, peut-être le message de la jeune Amerique Latine n’echappe pas à votre genereuse attention. Nous savons votre grand intérêd humain pour tout ce que appartient a un monde nouveaux.
Dans les pages de Amauta vous trouverez le temoignage de le respect que nous avons a votre pensée et a votre oeuvre. Nous voulons vous remercier specielment votre noble et honnête defense de la revolution russe qui reste por tous les revolutionnaires du monde nouveaux le plus grand experiment contemporaine. Toute notre espoir s’attache a cette revolution.
Si vous voulez adresser votre parole a l’Amerique Latine, nous serons très hereux si vous faite Amauta porteuse de votre message. Notre Amerique vous aime et vous admire beaucoup plus que vous y pensez. Toute une generation a eté eveillé en partie par votre Jean Cristophe et par votre proteste contre la guerre.
Veuillez bien agreer notre salutations et nous compter parmi vos amis les plus devoués.
Le porteur de cette lettre, Mr. Jean Otten, est un jeune etudiant suisse qui a vecu entre nous deux annés et demi. Il a accepté avec entousiasme l’idee de vous visiter a nomme de Amauta.roteste contre la guerre.
Veuillez bien agreer notre salutations et nous compter parmi vos amis les plus devoués.
Le porteur de cette lettre, Mr. Jean Otten, est un jeune etudiant suisse qui a vecu entre nous deux annés et demi. Il a accepté avec entousiasme l’idee de vous visiter a nomme de Amauta.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Miguel Ángel Urquieta, 26/9/1928

Lima, 26 de setiembre de 1928
Mi querido Urquieta:
Que no le extrañe la tardanza conque contesto su carta del 10 de agosto. He pasado semanas enteramente atareadas por corrección de pruebas de mi libro en prensa en Lima, revisión de originales del libro que tengo comprometido con la editorial de Buenos Aires, el número de "Amauta" del segundo aniversario, que Ud. recibirá probablemente con esta carta, y otras cosas más, aparte de mi trabajo ordinario. Todo esto, pesando sobre fuerzas muy relativas y en convalecencia. No he podido escribir a ningún amigo y sólo hoy empiezo a dedicar algún tiempo a mi correspondencia.
El número de "Amauta" le advertirá a Ud. del punto a que ha llegado mi divergencia con los compañeros que desde México trabajan por un partido nacionalista, la candidatura de Haya y otros cosas del mismo género. Habría sido útil que Ud. hubieses aplazado su renuncia hasta tener conocimiento exacto de nuestros puntos de vista. Pero veo que le han apresurado motivos personales.
En lo tocante a México, Ud. sabe que, sin atribuir al gobierno de ese país una ideología precisamente socialista, y antes bien conviniendo en que la revolución es insidiada por dentro por elementos del antiguo régimen filtrados por las filas revolucionarias, mi posición no es la de Ud. Tampoco lo es en lo que respecta a Rusia. Si mis artículos no lo han informado cabalmente de mi juicio, le diré en una carta más extensa exactamente lo que pienso sobre esto. Pero no encuentro motivo en su opinión para ninguna agresión [...]. No he recibido los recortes anunciados por Ud. y quisiera que repitiese el envío para conocer ampliamente esta polémica.
El restablecimiento de relaciones con Chile me parece un suceso del cual no es posible sino congratularse, cualesquiera que sean las circunstancias que lo hayan decidido. Pero no coincido con Ud. en creer que nos toque aplaudir por él al gobierno peruano, a quien sobran las alabanzas de sus partidarios. En esto no estoy de acuerdo con Ud. aunque reconozco plenamente la sinceridad y la honradez de sus gesto.
Mándeme siempre su colaboración para "Amauta". Su discreción le permitirá dase cuenta de los límites de la tolerancia de la revista y evitar los tópicos políticos para preferir los literarios o artísticos. Un estudio sobre el problema del indio en Bolivia o en el Sur del Perú, sería también muy bien acogido.
Desde que me propuse escribirle tengo encargo de la administración de adjuntarle el incluso estado de cuenta. Soy responsable del retardo en la remisión.
Espero escribirle con más extensión muy pronto. Hasta entonces, me despido de Ud. con el afectuoso sentimiento de siempre.
Su devoto amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

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