Industria de las Comunicaciones

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  • INDUSTRIA DE LAS COMUNICACIONES

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Carta a Artemia G de Falcón, 3/1/1924

Londres. 10, Oxford terrace
Hyde Park, W.2

Querida madre:

Aquí te mando otro artículo. Esta es una prueba de que seguiré enviándoteles con la regularidad que te he prometido.

En un número de Mundial de noviembre he visto publicado un artículo que hace mucho tiempo les mande. Ya sé que no se puede hacer nada contra los retrasos en la publicación. Por esto, no te digo que hagas gestión ninguna. Menos mal si al fin los publican y te los pagan. Yo espero que ahora publicarán los dos mensuales y que te los pagarán puntualmente. Además, Mariátegui me ha ofrecido el pago puntual de mis artículos. Que hay de la revista de Mariátegui? Salió ya? La última carta de José Carlos que he recibido es de octubre. Sospecho que mis cartas a él y las suyas a mí las roban en el correo. Pregúntales si ha recibido los artículos que le he mandado y una carta extensa sobre el comité.

Yo he pasado la navidad y año nuevo muy aburridos. Como lo habeis pasado vosotros?.

De Madrid te van a mandar estos días un poco de turrón. Es una cosa agradable. No te lo han mandado antes, en mucho, por culpa mía. Tú sabes como soy de olvidadizo. Varias veces me he olvidado de enviar tu dirección.

Muchos recuerdos y saludos para todos mis hermanos y un abrazo y un beso para ti.

César.

3-1-1924

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 26/3/1924

71, Highbury New Park, London, N.5

Querida madre:

Este mes me ha ocurrido casi una catástrofe financiera. La peseta bajó extraordinariamente en los primeros días del mes y me ocasionó una pérdida bastante sensible en mi exiguo presupuesto. Esto me ha impedido enviarte alguna cosa. Pero ya han mejorado los cambios y dentro pocos días que reciba la liquidación del mes de abril te haré un pequeño giro. Adjuntos te envío dos artículos. El enorme trabajo que tengo no me ha permitido mandártelos antes. Pero, como te lo tengo ofrecido, hasta que consigamos otra fuente de recursos, te mandaré puntualmente los dos artículos para Aramburú.

He visto en Variedades artículos sobre mí. A esa gente es a la única de Lima que le debo siquiera un cariñoso recuerdo. Los demás no hacen sino dejarme ver entre líneas su malquerencia. Afortunadamente no me importa nada que estos me quieran bien o mal.

Dentro de unos días le voy a escribir una carta a Alicia recomendándole nueva y directamente la cuestión de la casa. No es posible que una familia pobre esté pagando estúpidamente un alquiler tan subido. Yo espero que Alicia atenderá mi recomendación y conseguirás que tanto ella como las otras modifiquen su manera de pensar.

Estoy esperando impacientemente el resultado de la gestión para destinar a Humberto. Como ya te lo he dicho, Delgado me aseguró que Thol lo atendería. Es posible que estas horas tú lo sepas. Comunícamelo enseguida.

No me olvido de ninguno de tus encargos. Solo espero estar en condiciones de cumplirlos. En cuanto pueda no necesitaré que me lo recuerdes.

Supongo que ya habrás recibido los dulces. Tengo interés en saberlo para darme cuenta de las seguridades que ofrece ese medio de envío. ¿Qué hay de la revista de Mariátegui? mañana o pasado le voy a [escribir ] él y a Guzmán.

Muchos recuerdos para mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César.

26-III-1924

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 21/2/1924

Londres, 21 de febrero de 1924

Querida madre:

Te mando el segundo artículo de este mes. Ya verás que cumplo puntualmente mi ofrecimiento. Espero con impaciencia que salga el periódico de Mariátegui para normalizar mi colaboración en él y proporcionarte de esta manera un auxilio seguro y apreciable. Creo que habrá salido este mes.

Supongo que ya habrás recibido mi carta anterior y que conocerás el resultado de la recomendación para Thol. Dime enseguida cuál ha sido. El amigo que me la ha dado cree que Thol lo servirá en todo lo que sea posible. Pero tú sabes que no podemos tener demasiada confianza. Quiero saber el resultado para ver, en caso negativo, lo que puedo hacer desde aquí por colocar a Humberto.

¿Recibiste los dulces? Es posible que no te los hayan llevado por que los paquetes, el primero por los menos, fue con la dirección antigua. En este caso, reclámalos en el correo.

Yo sigo bien en Londres y seguiré aquí hasta julio por lo menos. El Sol quiere que me radique aquí, pero yo no sé todavía hasta donde puede convenirme. Lo más probable es que me regrese a España dentro de pocos meses.

Muchos saludos y recuerdos para todos mis hermanos y un beso y un abrazo muy cariñosos para ti.

César.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 30/9/1923

Madrid - Trafalgar, 36

Querida madre:

Pocos días después de haberme escrito tu carta del quince de agosto habrás recibido sin duda el giro que te hice apenas me llegó el dinero de los pasajes. Supongo que esto te habrá servido para trasladarte a Lima y salir de apuros. Desde ahora, con los sueldos de Alicia, Teresa y Humberto y con los artículos que yo seguiré mandándote puntualmente para Mundial, me parece que podrás combinar un presupuesto que si no espléndidamente, te permita vivir tranquila y modestamente. Yo había resuelto que Mariátegui te entregara el dinero de los artículos que estoy mandándole para su revista. Pero la revolución española, de la que ya tendrás noticias por los periódicos, ha impedido la publicación del diario en el que yo iba a trabajar y no sabemos todavía cuándo podrá publicarse. Por esto le he dicho a Mariátegui que ese dinero me lo mande, pues hasta ahora es lo único más o menos seguro —si él ha logrado sacar el periódico y el periódico da resultados económicos— de que dispongo para vivir aquí. Las demás expectativas como vender una novela que tengo terminada o estrenar una comedia, son demasiado inseguras. Claro es que tan pronto logre aquí aunque sea un pequeño sueldo mensual, haré que lo de Mariátegui sea también para ti y, si puedo, aun te enviaré algo de lo que gane. No te aflojas por este contratiempo. Mucho hemos sufrido y mucho estamos sufriendo. Pero de todas la contrariedades vamos librándonos con más o menos fortuna y no podemos desconfiar del porvenir. Yo creo que muy pronto habremos logrado una posición aceptable. No desconfíes.

Yo también participo de la opinión de Alicia sobre Jorge. Es necesario que aprenda un poco más. Lo importante no es que empiece a trabajar cuanto antes, sino que cuanto antes esté en condiciones de trabajar. Si el se aplica —cosa que le recomiendo cariñosamente— dentro de un par de años podrá ayudarnos más eficazmente de lo que podría hacerlo si ahora mismo se dedicara a ganar un sueldo miserable.

Te adjunto un nuevo artículo para Mundial. No te lo he mandado antes, porque he tenido que hacer una serie de cosas que me han impedido hacerlo. Pero está segura que a partir de hoy te los mandaré puntualmente.

Uno de estos días te mandaré también una encomienda con algunos dulces aquí. Son muy agradables. Quiero que tú me mandes en cambio dos paquetes de café tostado —de buen café caracolillo de Huánuco— y, si es posible, un poco de chocolate del Cusco, pero de ese chocolate con dulce que una vez me regalaron. Todo esto te será muy fácil enviarlo por correo, en paquetes certificados.

Dile a Teresa que la felicito por haberse colocado. Espero que se dedique a trabajar con la misma contracción y el afán con que está haciéndolo Alicia. Ya les he dicho en una carta anterior que deben estudiar más, prepararse para ocupar puesto mejores, no por recomendación, sino por méritos y capacidad propias. Estoy seguro que ella, como Alicia, lo harán así. Este debe ser el mejor ejemplo para Humberto y Jorge. Que es de Antonieta? Nunca recibí de ella ni siquiera una letra. Estoy esperando impaciente los retratos de todas.

Muchos saludos para todos y un abrazo y un beso muy cariñosos para ti de tu hijo.

César.

30-IX-1923

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 9/2/1924

Londres, 9 de febrero de 1924

Querida madre:

He recibido tu carta del diez de enero, todos los periódicos y me dicen de Madrid que ya llegó el café y el chocolate. Muchas gracias por todo. Ya también te han enviado de Madrid dos paquetes de turrón. Este es un dulce que en España se toma por navidad. Seguramente te gustará mucho.

Me ha dado mucha pena conocer todos los trabajos que estás pasando. Si yo tuviera ahí alguna posibilidad de trabar me iría enseguida a compartir contigo y mis hermanos el poco de dinero que pudiera ganar. Pero tú sabes tan bien como yo, que ahí no tengo recurso ninguno. Al poco tiempo me moría de hambre o tendría que hacer algunas cosa indigna. Pero yo puedo consentir que tú, después de todo lo que has sufrido por nosotros, te pongas a trabajar. Aquí, como ya te he dicho, apenar gano lo indispensable para comer. Sin embargo, mientras gane esto, haré un esfuerzo y todos los meses te enviaré cualquier cosa hasta que salga la revista de Mariátegui en que publicará, por lo menos, un artículo semanal. El valor de estos artículos le diré a Mariátegui que te pague a ti. Por poco que sea será una cosa fija y segura y te ayudará algo. En este momento estoy esperando mi sueldo de enero. En cuanto me llegue te enviaré esta carta. Te adjunto también un artículo para Aramburú. Mientras no tenga otra cosa no tendré más remedio que no hacer caso de sus estupideces. Dime si ha publicado los dibujos a tinta que te envié.

Ve si puedes mandarme una copia autoriza[da] de mi partida de bautismo. El importe te lo mandaré en cuanto me digas a cuanto asciende.

Saludos y recuerdos para mis hermanos y un beso y un abrazo para ti de tu hijo.

César.

Te adjunto también un giro por Lp. 2. Siento no poder enviarte más. Pero esta pequeña cantidad te servirá siquiera para pasar un buen día.
Muchos besos más de tu hijo. César.

Te mando una carta que me ha dado un amigo de aquí, don Luis Delgado, para Juan Thol, secretario de la recaudadora, para ver si consigues destinar a Humberto. Creo que será eficaz. Anda enseguida a Thol y dime el resultado.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 27/10/1922

Trafalgar, 36

A Doña Artemia G de Falcón

en Lima

Querida madre:

No creí que Miró Quesada se negara a contratarme algunos artículos mensuales. Suponía alguna modificación del antiguo sistema de los diarios de Lima, adverso a las colaboraciones. Pero el fracaso de tus gestiones me convencen que continúan tan inmorales como siempre. Yo, como tu comprenderás, no tengo el menor interés en escribir para los periódicos de allá. Si me resolví a ofrecerle mi colaboración a "El Comercio" no fue sino por conseguir algún dinero para ti. Y desde luego no estoy dispuesto a escribir una sola línea gratis. Entre otras razones, porque yo vivo de mi pluma y quien no paga mis artículos, me los roba. Esto, seguramente, no lo creen los directores de "El Comercio". Pero aquí, entre la gente civilizada, es así.

Mariátegui partirá muy pronto —no ha podido hacerlo hasta hoy porque está esperando sus pasajes—, a él le encargaré una nueva gestión. Es posible que obtenga mejor éxito que tú. En todo caso, si no logra conseguirme nada en El Comercio, me la conseguirá en el diario en el que él se coloque. Ten un poquito de paciencia.

Por lo demás, el año próximo, si me estrenan una comedia que tengo ya entregada, mis ingresos aumentarán considerablemente y me permitiría ayudarte sin atenerme al dinero de Lima. Estoy trabajando por dedicarme a escribir para el teatro. Este da aquí mucho más dinero que allá y aunque yo, como tu sabes, nunca he tenido suerte para ganarlo, creo que me oirá mejor que escribiendo para los periódicos.

Estos días he tenido muchas contrariedades. En "El Liberal" se ha presentado un conflicto, porque la empresa está en mala situación económica y el diario va a cambiar de dueño. Yo temía que el actual director, muy amigo mío, dejase de serlo y pusiera en peligro, por esta causa, mi permanencia en la redacción. Todavía está tramitándose el asunto. Pero creo que se arreglará en favor de Moya y, en consecuencia, mío, Ya te daré noticas más concretas.

No olvidaré tu encargo con respecto a Angulo. Yo también le estoy muy agradecido a todas las atenciones que te ha dispensado. Hágame el favor de decírselo así y de saludarlo muy afectuosamente en mi nombre. Tan pronto como pueda te enviaré lo que me pides para él.

Espero que Jorgito esté ya completamente restablecido. Abrázalo y bésalo por mi con mucho cariño.

Saludos, abrazos para todos mis hermanos y un abrazo y un beso para ti de tu hijo.

César

Madrid? 24.XI.1922

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 17/7/1922

[A Doña Artemia G de Falcón]

en Lima

Mi querida madre:

En este mismo correo despacho el tercer artículo para el "El Comercio". Te adjunto la carta para Óscar Miró Quesada. Llévala tú misma. Creo que podrás arreglar con él que me publique un número regular de artículos y te los paguen allá. Tú me dirás el resultado.

También escribo a Salomón y a Elguera sobre el asunto de mis sueldos. Me parece conveniente que los veas. Con Villanueva no debes tener entrevista ninguna ni hacerle el menor caso. Yo pensé en el primer momento escribirle una carta diciéndole lo que se merece. Pero me parece inútil. Ya mejor no ocuparse en él.

Me [ha] parecido muy bien la idea de hacer de mis hermanas maestras de escuela. Esto les proporciona en cierto modo una categoría profesional. Si se aplican y continúan estudiando lograrán conseguir una nueva situación. Es lo mejor que podías haber hecho.

Todavía no he recibido tus noticias sobre el resultado de sus exámenes. Espero que […] sido muy satisfactorio. Y que la ya habrán comenzado a ejercer.

Noto un gran progreso en la letra y la ortografía de Humberto. Ha progresado como en dos años de estudios. Se advierte que ya ha dejado el estúpido colegio de […].

Te repito lo que te [he] dicho en mis cartas anteriores. Mi propósito es que nos reunamos todos en España lo más pronto posible y nos radiquemos allí por siempre. Pero es necesario que todos trabajemos entusiastamente hasta conseguirlo. Yo no tengo ninguna esperanza en el Perú. Allí no puedo encontrar, no digo una situación ventajosa, ni siquiera la manera de vivir seguramente. Esto que es Europa podré conseguir dentro de poco tiempo.

Ahora de regreso de Hungría, estoy pasando unos pocos días en Berlín y luego marcharé a París. En París estaré también poco tiempo. Iré a pasar el verano en un pueblo de la frontera española y luego a Madrid. Tenía el propósito de ir a Rusia con el director de "El Liberal". Pero no nos han despachado hasta ahora nuestros pasaportes. Y tendré por esto que aplazar el viaje hasta el año próximo.

Muchos cariñosos recuerdos para todos mis hermanos y un abrazo y un besos efusivo para ti de tu hijo.

César

Berlín? 17.VII.1922

P.D. Arregla con Miró Quesada la cantidad de artículos mensuales que le hecho enviar y cuánto me paga por ellos. Dile que yo te he autorizado para publicarlos y cobra lo que ya se han publicado.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 21/3/1923

Trafalgar, 36

Querida madre:

Apenas he recibido tu última carta me he puesto a trabajar el artículo que te adjunto para Mundial. Me parece de algo te servirán las cuatro libras mensuales por los dos artículos y no me paro a discutir más. Como le digo a Aramburú en la carta que uno a este, acepto la propuesta, aunque, a la verdad, dos libras es muy poco por cada artículo. Supongo que será una cosa permanente.

Creo además, que Mariátegui me habrá conseguido ya otra colaboración sea en El Comercio o en otro día cualquiera. En este caso, muy pronto podrás recoger una cantidad apreciable de dinero todos los meses y tal vez hasta subvencionarme.

Todavía no he recibido respuesta ninguna sobre mi demanda de pasajes. Dile a Mariátegui que no descuide las gestiones pues ese dinero nos hace mucho falta.

Espero que la ayuda de Mariátegui esté gestionando los destino para Teresa y Humberto.

Hasta ahora no tengo noticias del viaje de Mariátegui ni de su llegada a esa. Y, naturalmente, las espero con impaciencia.

Dile a Aramburú que uno de estos días le mandaré el otro artículo del mes. Lo cierto es que entre los artículos para allá y los de aquí me obligan a trabajar sin descanso. Pero no importa, si al fin conseguimos algún alivio económico.

Cariñosos recuerdos para mis hermanos y un beso y un abrazo para ti.

César

Madrid: 21-3-1923

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 21/12/1922

Trafalgar, 36

Querida madre:

No tienes que agradecerme ningún esfuerzo que haga para ayudarte. Esta es mi obligación. Lo único que siento es no poder hacerlo en la medida que yo quisiera.

Siento mucho las contrariedades que afligen a Jorge. Tu carta, sin embargo, me ha consolado, por que me deja entender que ya está completamente bien.

Me parece buenas tus decisiones respecto a Humberto. En realidad, ya es casi un hombre. Y la mejor manera de formarse es trabajar. El trabajo le enseñará muchas cosas como a mí, y le estimulará a seguir estudiando. Yo no creo que una carta mía a […], de quien como tu sabes soy muy amigo, pueda tener eficacia. Estamos muy distantes. Pero le recomendaré a Mariátegui que hable personalmente con él en mi nombre y se empeñe hasta conseguir que destine a Humberto. Esto y lo de El Comercio se lo recomendaré, de modo muy especial. Y estoy seguro que Mariátegui lo hará en cuanto llegue. Ya está muy próximo a marcharse. No lo ha hecho todavía, porque aún no le han enviado sus pasajes. Es cuestión de pocos días.

Te repito lo que te he dicho antes. Con la ayuda de Mariátegui conseguirás, sino lo has conseguido ya, colocar a Teresa y a Humberto y alguna cosa de El Comercio. Así podrás esperar tranquilamente a reunirnos aquí.

Mi situación es la misma. Estoy gestionando el estreno de una comedia. Si lo consigo, creo que mejoraré económicamente y , claro es, te haré participar enseguida de mis ganancias. El asunto de El Liberal no se ha resuelto todavía definitivamente. Pero yo no temo por mí.

Cuando puedas, mándame algunos periódicos. No me entero de lo que pasa ahí.

Supongo que mi carta anterior te habrá informado respecto a […] no olvides que es un farsante.

A ti, a todos mis hermanos les deseo sinceramente muchas felicidades en el próximo año. Y como esta carta llegará en vísperas del cumpleaños de Alicia, la felicita anticipadamente.

Muchos besos y abrazos de tu hijo.

César

Madrid: 31.XII.1922

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 14/2/1923

Trafalgar, 36

Querida madre:

Por haber estado fuera de Madrid he recibido un poco retrasada tu última carta. Tuve que marchar unos días a Alemania a ver la ocupación de la […] del Ruhr. Allí encontré a Mariátegui. Estuvimos juntos varios días y lo dejé en momentos […] de marcharse. Seguramente ya estará en Lima, te habrá ido a ver y te habrá dicho cuanto con él le he mandado decir. Te repito ahora lo de otras veces, aprovéchalo para todo lo que necesites. Él me ha ofrecido atenderte y lo hará. Sobretodo, te ayudará mucho a conseguir destinos para Teresa y Humberto y me gestionará la colaboración en "El Comercio". Recuérdaselo.

Yo estoy trabajando mucho. Mientras estaba fuera, Moya, el director de "El Liberal", dimitió su cargo. Esto me ha afligido a mí y a varios redactores a salir del periódico. Ahora nos ocupamos en organizar un nuevo diario. Hasta ahora las gestiones van muy bien. Pero tenemos que esperar acaso un mes. Entretanto, para proporcionarme algún dinero y enviártelo a ti, he pedido mis pasajes al gobierno. Me ha parecido una tontería dejarlos perder cuando tengo derechos a ellos y, en esta oportunidad, pueden servirme de mucho. Tan pronto los reciba te haré un giro cablegráfico. Si lo recibes antes de esta carta, aquí tienes la explicación.

Naturalmente, yo no pienso, como tú lo comprenderás, regresar ahora. La vida allá me sería muy difícil. Aquí, en cambio, aunque pase algunas dificultades transitorias, puedo conseguir más fácilmente la manera de vivir. Es posible que Mariátegui no conozca este propósito mío. La última carta que le escribí a Berlín no pudo recibirla. Dile tu esto. Y dile también, si todavía no ha recibido mi giro, que pregunte en el ministerio por mis pasajes y que, en todo caso de que aun no hayan dado la orden de entregármelos, hable con Salomón para que la de telegráficamente, el cónsul en Hamburgo o en Génova. Yo no sé lo escribo directamente por temor a que abran la carta en el correo y se enteres. Me limitaré a decirle que hable contigo.

No me sorprende la nueva actitud de Salomón. Lo sorprendente es que antes se hubiera portado bien contigo. Pero no hagas caso. Es necesario que acostumbres a buscar nuestros recursos de vida fuera del repugnante ambiente del gobierno. Yo estuve esperando recibir el dinero de mis pasajes para escribirle al propio Salomón diciéndole, como no le ha dicho nadie, todas las cosas que se merece. Ya verá él como no es tan sencillo tratarte mal a ti. No lo he hecho apenas recibí tu carta, porque se habría vengado de mí no enviándome el dinero de los pasajes.

Ten la seguridad de que Mariátegui te servirá como si fuera yo mismo. Háblale con todo franqueza y, te lo digo otra vez, recurre a él para todo lo que necesites. La contrariedad de "El Liberal" ha trastornado un poco mis planes. Pero muy pronto los pondré otra vez en marcha y ya hasta realizarlos completamente.

Muchos saludos para todos mis hermanos y un abrazo y un beso muy cariñoso para ti de tu hijo.

César.

Madrid: 14-II-1923

Saludos especiales para Alicia por su cumpleaños.
Escríbeme enseguida.

Falcón, César

Carta a Artemia G de Falcón, 1/3/1923

Trafalgar, 36

Querida madre:

Con retardo he recibido tu carta del dieciocho de enero. Una mía de hace poco debe haber coincidido en la llegada de Mariátegui. Hasta ahora no tengo ninguna nueva noticia de él —la última suya es [...] de Europa— ni mi solicitud de pasajes. Ambas las espero de un momento a otro.

No olvides recomendar calurosamente a Mariátegui que gestiones del mejor modo posible con Salomón que den a Génova o a Hamburgo la orden de mis pasajes. Tengo un gran interés en ellos. Por mí y por ti. Lo que reciba pueda servirnos para aliviar nuestra situación. Dile, pues, a Mariátegui que proceda con la mayor prontitud.

Tan pronto como reciba ese dinero —ya te lo he dicho— te haré un giro cablegráfico. Esto será para tu el mejor indicio de que lo he recibido. Yo no me dirijo directamente a Salomón, porque mis gestiones tan distancia no serían tan eficaces como las de Mariátegui y, además, porque espero escribirle cuando los reciba, contestándole a sus impertinencias contigo.

En estos días he enviado tres artículos a El Comercio. Supongo que las publicarán y te los pagarán. Habla con Mariátegui en cuanto los veas publicados. Yo tengo mucha confianza en que Mariátegui logrará asegurarme una colaboración fija en ese periódico y, en consecuencia, podré dártela como una pequeña mesada.

No olvides informar detalladamente a Mariátegui de mis propósitos. Ahora estoy esperando la salida de un nuevo periódico que los ex redactores de El Liberal organizan activamente. Lo trabajo van bien. Si no se tuercen el diario saldrá a fines de este mes. Allí recuperaré mi perdido sueldo de El Liberal.

Este tiempo de espera me sostengo con algunos artículos que escribo para la revista España. Pero ansío recibir el dinero de los pasajes para cubrir cualquier emergencia.

A Mariátegui le escribiré detalladamente tan pronto como tenga su dirección exacta. Temo el secuestro de mis cartas en la lista de correos.

He sentido mucho la enfermedad de Jorge. Pero me ha tranquilizado la noticia de que ya está completamente restablecido. Abrázalo en mi nombre.

Yo también te deseo a ti a todos mis hermanos muchas felicidades este año. Y como esta carta llegara a ti en las proximidades de tu cumpleaños pienso adelantarte para ese día un abrazo y un beso muy cariñosos. Así conseguiré que sean los primeros.

Saludos cariñosos para mis hermanos y un beso muy cariñoso para ti de tu hijo.

César.

Madrid: I-III-1923

Falcón, César

Carta a Artemia G. de Falcón, 3/2/1920

Querida Madre:

Acabo de recibir tus cartas del 21, 26 y 30 de noviembre y del 20 de diciembre, asó como las adjuntas de mis hermanos. No he querido aplazar por más de una mi respuesta, y en el acto he cogido la pluma para escribirte.

La noticia de la muerte de Juan me ha llenado de tristeza. No podría esperarla jamás. Creía que ya se encontrase restablecido y , por eso, en mis cartas anteriores te he encargado saludos para él.

Tu no puedes imaginarte como nos hace sufrir una noticias semejante cuando estamos solo, en una ciudad extraña, rodeados de personas indiferentes, incapaces de solidarizarse ni con el más pequeño de nuestros dolores. Por esto he sufrido doblemente. Tú sabes que, a fuerza de quererlo, lo consideraba como un hermano.

Tanto como esa noticia me ha afligido la de tus padecimientos. Me habría gustado conocer la primera para saber, al mismo tiempo, que habías sufrido mucho. Se que una desgracia, por pequeña que sea, no puede pasar junto a ti sin arrancarte lágrimas. Pero, ya pasado el triste suceso, es necesario que te sobrepongas y que trates de cuidarte lo mejor posible, tanto por ti como por nosotros. Ya ves que te lo pido también por nosotros, por mis hermanos y por mí mismo que no aceptaría permanecer aquí un mes más, aunque en Lima me esperasen momentos desagradables de lucha y de pobreza, si supiese que mi ausencia te hace sufrir.

Tu sabes que nunca he hecho nada contra tu voluntad y que siempre me he preocupado, sobre todo, tu tranquilidad y tu bienestar, aunque la suerte, desgraciadamente, no me haya permitido nunca proporcionártelos en la amplitud de mi deseo. Hoy sigo queriendo proceder en la misma forma. Si tu quieres que vuelva, dímelo y renunciaré enseguida y volveré junto a ti. En mi voluntad manda más tu deseo que el mío propio.

Con gran sentimiento me he enterado de tus estreceches económicas. No necesitabas puntualizármelas. Tenía por fuerza que darme cuenta de tu situación.

La distancia que nos separa me imposibilita para atender inmediatamente a tus demandas. Comprendiéndolo así, te dejé asegurada la pensión en esa y cuyo primer cobro habrás efectuado ya. No conté, irme pesa en el alma, con una desgracia tan grande como la que acaba de ocurrirnos. Créeme que ahora me parece que he derrochado estúpidamente hasta el dinero que he gastado en comer. Tú sabes que te lo habría dado todo.

Las circunstancia me fuerzan a resignarme. Tu también, cuya situación tiene que haber […] a la fecha, debes olvidar los sufrimientos pasados y preocuparte ahora solo de vivir lo mejor posible.

En el ministerio debes cobrar, mensualmente, veinticinco libras. No sé cuanto te pagará Ruíz Braco, pero supongo que, en ningún caso ser menos de cinco libras mensuales. Todo esto hace un total de treinta libra que debes recibir, con seguridad, todo los meses.

Te suplico que de esta suma le entregues a Del Aguila, para que satisfaga un favor que he pedido, cuatro libras mensuales. Tres repártecelas a mis hermanos y el saldo, los veintitrés restantes, gástalas en la casa. No creo, por supuesto, que con tal cantidad puedan vivir espléndidamente, mas te doy todo lo que tengo. Sin embargo, si aun es demasiado pequeña esa renta, dímelo y yo, de mi pensión, aunque es bien exigua pues solo me quedo con veinte libra, te mandaré algo más.

Espero, por otra parte, poder cobrar también los artículos que mando a "El Comercio". Voy a escribirle en este sentido y lo que me den haré que te lo entreguen a tu por intermedio de Del Águila. Si consigo esto y Ruíz Bravo te paga más de cinco libras, solo te pido que en lugar de cuatro le des cinco libras todos los meses a Del Águila.

Si mis hermanos, Alicia, Antonieta y Teresa principalmente pueden mandarme todos los meses, por un giro, la cantidad que les corresponda en las tres libras, […] claramente lo que quieren que les compre aquí. Yo lo haré con mucho gusto y con toda puntualidad y llegaré hasta poner, si faltasen, algunas pesetas, no muchos desde luego.

De tu pequeña renta puede dedicar una y media o dos libras a pagar una criada de servir o una cocinera, satisfaciendo hoy el justo, muy justo y cariñoso deseo de Alicia.

De tal manera me parece a mí que puedes organizar modestamente tu casa y vivir tranquila. Por supuesto, cuento para proponértelo con que tú lo que quieras así. En todo caso debes proceder como te parezca más conveniente, que a mí siempre me parecerá bien.

Lo importante es tu tranquilidad. Quiero que estés alegre y contenta y que tus próximas cartas no me cuenten tantos sufrimientos como las que acabo de recibir.

Osores, según me he enterado en los periódicos de Lima, ha salido del ministerio a fines de enero. Espero que antes te haya concedido la beca a Humberto. Si no ha sido así escríbemelo para ver que gestiones puedo hacer por conseguirla.

Yo paso buenos días en Madrid. Es una ciudad alegre y hermosa. Ya tengo algunos amigos y con ellos, personas muy inteligentes y de gran renombre, estoy en las tarde y en las noches.

Ahora me dedico a trabajar. Estoy escribiendo, como te dije en carta anterior un libro y voy a escribir algunos artículos para los periódicos. Todo esto, como tú comprenderás, me reporta una gran reputación, pero ningún dinero. Y yo no sé hasta cual de las dos cosas debemos preferir.

Tus cartas me llegan con mucho retraso. Ponles esta dirección a ver si llegan con más prontitud.

César Falcón
Consulado General del Perú
Madrid España
Vía Panamá- Nueva York

Puede ser que por esta vía consiga recibirlas siquiera en un mes.

Si Jorgito, a quien te encargo besar especialmente, necesita respirar aire marino, me parece que mejor sería que te fueses a vivir a un balneario próximo a Lima. Tú resolverás.

Abraza en mi nombre a todos mis hermanos, saluda a Del Águila y agradécele por mí los bondadosos servicios que te presta y tú recibe un beso y un abrazo de tu hijo.

César.

Madrid, 3 febrero de 1920.

P.D ¿Te has encargado de mandarme el cuento "Mi hermana Jacoba"? Dile a Alicia que me escriba en papel de carta y fino, como el que yo uso.

Falcón, César

Tarjeta de Carlos V. Chávez Sánchez, 9/3/1929

9 de marzo de 1929
Mi queridísimo José Carlos:
De un momento a otro he decidido embarcarme hoy para Piura. Ahí espero sus órdenes. Se las reclamo.
Le deseo magnífica salud. Saludos para su señora.
Lo abraza
Carlos V. Chávez Sánchez

Chávez Sánchez, Carlos V.

Carta de Waldo Frank, 27/2/1929

Croton on Hudson, N.Y., 27 de febrero de 1929

Dear Brother Mariátegui,

I have just received your letter of Dec. 10, although illness has so far prevented me from seeing Malanca —whom, however, I hope to have lunch with in New York, next Friday. Doubtless, in the meantime, you have received a letter from me, about your Siete Ensayos, your generous note on Virgin Spain, and the possibility of my being in Lima, next year. I hope I shall have word from you soon, about all these matters.
Meantime, there is a specific question I wish to ask your help in. I am from now on, going to do what I can to introduce American literature and art into North America. I am, for instance, going to edit an anthology of Argentinian Tales. I want, as well, to edit a volume of Inca Tales, or of Tales from Peru. This book will be published by Doubleday Doran one of our best houses —with an introduction by me (unless you would care to write it), and with reproductions of a few of those magnificent works of Peruvian Art, which I have been admiring all long in Amauta. Do you think you could help me in this task—the making of a beautiful Peruvian book, as a means of introducing the real Peru to the north American public?
If so, may I ask you to send me whatever stories or collections of stories by various authors (dead or alive) deal with Peruvian or Inca life? Whatever expense there is attached to this, I shall of course gladly pay. I do hope you will cooperate with me in this project.
I have just been reading (following your book) Haya Delatorre’s Emancipación de América Latina. If you write to him, please convey to him my deepest admiration and respect: tell him that I am with him, heart and soul, in his great movement.
I don’t have to tell you, brother, that I am, heart and soul, with you.
yours, ever
Waldo Frank

PERMANENT ADDRESS: 173 Riverside Drive, New York
Cable Address: KNARF NEWYORK

P. S. If there are enough good stories of Inca life —ancient + modern, I would call the book Inca Tales. If not, we could include others -preferably tales of the people. One or two stories about the town life —Lima, Callao, Cuzco— might also be added. I will pay for all books sent me - + also for the use of stories by living authors.

Frank, Waldo

Carta de Blanca Luz Brum, 1928

[Buenos Aires, 1928]
Queridísimo Hermano José Carlos:
Ya le había enviado desde Chile una carta larguísima ¿la recibió? además un poema sobre Nicaragua. Hoy tenemos el Nº 11 de Amauta y esto quiere decir que estamos de fiesta. Seoane, Miró Quesada, Cisneros y yo, aquí todos los días hablamos de Usted con todo el respeto y la idolatría que le tenemos. Querido José, nunca he tenido más fe en nuestra lucha que ahora, con qué seguridad marchamos junto a este capitán que lo remplaza, en tanto, y que es Seoane. él nos instruye, con su fe y su hombría, cada día aprendemos más, Miró Quesada está desconocido, Cisneros, yo, todos somos nuevos, cada día estamos más cerca del Perú. Ahora saldrá de nuevo Guerrilla.- Reviviremos nuestros días jubilosos del Perú “nuestra guerrilla”. Dígame qué puedo hacer por acá, con relación a Usted y a Amauta. Salude a Eguren y a todos los compañeros de Amauta.
Bese a Anita y a sus hijitos y para Usted la fuerza leal de
Blanca Luz
¿porqué puso eso de [ ... ]? ¡caramba!
Saludos de Miró Quesada.

Blanca Luz Brum

Carta de Jean Fretet, 9/1928

s. f.
Monsieur,
J’ai trouvé en Septembre [ . . . ] votre livre intitulé La escena contemporánea dans une grande librairie. Après lecture de cet ouvrage qui m’interessa fort, je le prétai a quelques amis. Partout votre ouvrage retint l’attention. La plupart de mes amis me consèillerent de le traduire en Français. Et c’est au sujet de cette traduction que je vous écrit.
Je crois que l’oeuvre interesserait vivement le public français. Vous plairait-il que votre livre soit traduit? ayer l’obbligeance de me repondre, monsieur, s’il vous plait. J’ai déja fait la traduction de la majeure partie du livre. J’attends votre réponse pour achever ou abandonner le travail. Etant etudiant je dispose de peu de temps. Néanmoins la clarté de votre style me permet de vous traduire très vite. Ma traduction est loin d’être mot a mot. J’ai horreur de ces genres de travaux. Il faut avant tout comprendre le texte, l’idée de l’auteur et après: transcrire en style français et en un style qui ne [ . . . ] pas la traduction pénible.
Je trouverai aisément quelque ami pour une introduction. D’ailleurs ces amis sont suffisament haut placés pourqu’un esprit hérudit: tel le vôtre en entend parler fréquement. Quand a vous je vous demanderai de vous vouloir bien donner la peine d’ecrire une courte préface a l’edition française; et de me communiquer tous les conseils que vous jugerez bien. Je pense que nous nous entendrons en ce qui est de l’impression de l’ouvrage dont je pense pouvoir terminer le traduction vers le 15 Aout.
Dans l’impatiente attente de recevoir votre reponse, recevez monsieur l’asassurance de ma haute considération
Jean Fretet

Fretet, Jean

Tarjeta de Gabriel C. del Mazo, 19/8/1928

Buenos Aires, 19 de agosto de 1928
Gabriel C. del Mazo saluda con la mayor cordialidad a su estimado amigo José Carlos Mariátegui recordándole su promesa de amplificar su estudio sobre la R. Universitaria y proyección social del movim. en América, a la luz de los nuevos documentos que ahora tiene en su poder; que aquí con el mayor gusto editaríamos. Le agrega una lista de amigos de Santa Fe, para que les envíe Amauta; y le pide para sí el n°1, así completa la colección personal.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Lucas Oyague,16/8/1928

Cuzco, 16 de agosto de 1928
Señor José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi muy querido José Carlos:
No sabe usted cuánto me culpo de la involuntaria ingratitud de mi parte de haber ido alguna vez, de los treinta días que estuve en ésa, a charlar con usted y a saludar a la señora Anita, a quien le ruego presentarle mis saludos. Le consta a Luciano Castillo con quien acordamos una visita juntos, cómo yo estaba todos los días, en plan de viaje después de los ocho en que llegué, y cómo llegué en un estado de nerviosidad por haber tenido en ésta una cuestión con el director del periódico, esperaba la forma de entenderme con el doctor Escalante en la mejor forma pues yo había dejado aquí a mi familia, y estaba gozando de libertad, de mi acusación de peligroso propagandista comunista, gracias a la garantía del doctor Escalante. No quería pues que se suscitara ninguna cosa grave en la cual tuviera que perder ese punto de apoyo en mi tranquilidad. Y así, después de que pude entenderme felizmente bien, ya estaba en viaje para todos los días, a tal punto que un día que a las doce le dije a Fabio Camacho hoy me embarco creyó que era un chiste, y sólo se convenció cuando ya le mostré el pasaje. Pero de todos modos, por la amistad tan generosa que usted siempre me ha dispensado, por el calor tan espontáneo que he recibido en su hogar, no dejo de reconocerme un ingrato al no haber ido a saludarlo. Es verdad que todas las exculpaciones son nada. Soy culpable.
No sé si usted sabe que he formado con Valcárcel y otros amigos una Librería Los Andes y que el nombre, ya sólo yo y Valcárcel lo pretendemos alargar hasta una revista. En la librería soy un incansable propagandista de Amauta, que solamente yo vendo 70 ejemplares. Bien es verdad que ya soy el único que vende, pues otra librería que también expendía ya no lo hace. Le adjunto una carta de Araquistáin que debe usted leer, de vivo documento, con el encargo de la devolución después, pues allí habla de Amauta y se refiere con mucho acierto a usted.
Luis Velasco Aragón me ha pedido que intermedie entre él y usted, para que le publique en Amauta una refutación a una nota de La Sierra. Cumplo con el encargo y ojalá le sea posible a usted satisfacer la solicitud, pues también me dice que le enviará artículos periódicamente y quiere saber condiciones para editar un libro de ensayos.
Con muchos saludos para usted y para la señora y cariños para los ñaños, soy de usted su leal amigo que siempre lo recuerda. Lucas Oyague
¿No sería posible publicar la conferencia que Ud. conoce, de Arequipa, en Amauta? O cree usted que ampliándola y corrigiéndola valdría la pena hacer el folleto que Tristán Maroff me insinuaba?
Aguardo su opinión.
Lucas Oyague

Oyague, Lucas

Carta de Samuel Glusberg, 7/8/1928

Buenos Aires, 7 de agosto de 1928
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima.
Muy estimado compañero:
Las noticias optimistas acerca de su curación me han llenado de alegría. Hace mucha falta que Ud. esté sano y en condiciones de escribir regularmente. Espero su libro de ensayos para antes de fin de año. Hace días le hice mandar ejemplares del libro de Henríquez Ureña. Creo que puede hallar algunos lectores en Lima. Si se anima a cargar con una cantidad mayor para el resto del Perú, pídamela y tendré mucho gusto en mandársela. Recibí los números de Amauta y el libro de Valcárcel. Muchas gracias por todo. Desgraciadamente La Vida Literaria se ha muerto en el primer número Mejor dicho tuve que matarla porque el editor violó el contrato en vista de su éxito. He perdido lastimosamente 4 meses de trabajo y mil pesos en la aventura y eso para un hombre pobre es mucho. Pero creo haberme curado definitivamente de esta funesta manía de fundar periódicos. Sacaré Babel de cuando en cuando para la propaganda de la editorial. Nada más. Ahora estoy entregado a la organización de la Primera Exposición Nacional del Libro, en Buenos Aires. Contamos con el apoyo del gobierno; pero como éste cesa en su mandato el 12 de octubre próximo, nos vemos en el caso de hacer la Exposición antes. No sé lo que resultará. La cuestión es hacerla una vez para instituir la costumbre de hacerla anualmente.
Le agradezco sus amables conceptos acerca de la Exposición de Mar del Plata. El ejemplo ha cundido en todas partes y se están organizando exposiciones en Chile, España, etc.
Estoy estudiando la manera de poder transportar la Exposición de Buenos Aires a algunos países americanos. Si se consigue el apoyo del próximo gobierno creo que será posible llevar los libros argentinos al Perú, Cuba, Méjico, etc.
Le mande a Frank su artículo sobre España Virgen. Sé que él le escribió pidiéndole que no reprodujera sus artículos de La Nueva República. Estaban muy mal traducidos y llenos de equivocaciones. Es una lástima, porque Frank está con miedo de que la traducción de Nuestra América sea mala. Yo le aseguré que Garro se está esmerando en hacerla lo más correcta posible. Pero ahora resulta que tampoco tengo noticias de Garro desde hacer más de tres meses. Esperaré un tiempo más y de no recibir noticias de él buscaré otro traductor porque quiero que ese libro se encuentre en la librería cuando llegue Frank a Bs. As. No sé todavía cuándo será. Seguramente en marzo o abril del año próximo.
De Sabogal no he sabido nada. Intentaré averiguar si ha estado aquí. Creo que no. Me parece que dejo contestados todos los puntos de su carta. Hasta la próxima, pues. Mientras, le estrecho la mano muy cordialmente. Suyo admirador y amigo
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Luis Carranza, 23/7/1928

Piura, 23 de julio de 1928
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Muy estimado amigo:
No le escribí durante su enfermedad, por no importunarlo, pero con Chávez Sánchez, estuve averiguando sobre el estado de su salud, y ahora veo por su carta del 10, que va Ud. recuperándola gradualmente. Tengo el más vehemente deseo, de que la opinión de su buen médico el Dr. Quesada, dé como resultado, su completo restablecimiento. Me pasa con Ud. lo que me ocurrió con L. Cisneros de La Prensa (antigua), que sin conocerlos personalmente, me siento amigo y admirador. Creo que el perfume de la bondad, se expande a través del espacio y que una especie de telepatía nos une a aquéllos en quienes constantemente pensamos.
Si Ud. cree, que mis pobres colaboraciones pueden ser útiles para Amauta, tendré muchísimo gusto en enviarle otros artículos. Sólo espero salir de la pesadilla del número extraordinario del 28, que me embarga por completo. Ud. que es escritor, editorialista y director de una importante revista, comprenderá la dedicación que es necesaria para un número de 24 páginas en provincia. No me quejo sin embargo, la suerte me ayuda hasta hoy, que estamos ya tirando más de 3.000 números, que me parece un verdadero esfuerzo, para un diario de provincias en el Perú, y especialmente en Piura, en donde nadie leía antes, pues cuando se fundó El Tiempo, los diarios entonces se contentaban con 250 ejemplares, menos de la décima parte, de lo que se vende hoy.
Tiene Ud. razón en decir que mientras no desaparezca el gamonalismo, será muy difícil reaccionar contra la esclavitud económica del indio, la más pesada en mi concepto, por eso me esfuerzo ahora en todos mis escritos, por inducir el criterio hacia la asimilación del concepto agrario en México, como una de las medidas necesarias para jalonar la regeneración del indio.
Supongo que López Albújar, le habrá remitido su novela Matalaché, que aparte la galanura de la forma, no ha gustado como argumento. La Tempestad en los Andes de Valcárcel, no ha llegado a mis manos, quizás se perdió en algún rincón de la imprenta.
Publicaré con agrado el aviso de Amauta, y le agradezco su promesa de publicar en su revista el aviso de El Tiempo.
Hasta lo más pronto posible, se despide su amigo y colega, que le desea la mayor ventura
L. Carranza
P.D. Moscol, agradece debidamente su cordial saludo.esclavitud económica del indio, [...], por eso me esfuerzo ahora en todos mis escritos, por inducir el criterio hacia la asimilación del concepto agrario en México..."

Carranza, Luis

Cablegrama de Jaime L. Morenza, 11/7/1928

Montevideo, 11 de julio de 1928
LCO Mariátegui Sagástegui 669 Lima
Invocado deseo suyo trasladarse Montevideo hacense trabajos tal sentido desearía saber si todo ellos está autorizado por Ud.
Morenza

Morenza, Jaime L.

Carta de Waldo Frank, 2/7/1928

New York, 2 de julio [de 1928]
Sr. Don José Carlos Mariátegui
Lima, Perú.
Dear friend,
I wrote you some time ago, telling you with what delight I have been reading Amauta. It is a remarkable magazine; and I have a very real sense of the importance of the work you are doing. It means a good deal to me, to be able to count you among my friends.
I noticed with pleasure that you have been publishing certain chapters of my Re-Discovery of America. I am glad that you considered it worth publishing. I shall have to ask you, however, to cease these publications. I am trying to sell the Spanish rights of this book to a newspape— and I cannot afford to lose the possibility of earning this money, through the appearance in Amauta in which I receive no pay. Will you kindly tell Sr. Garro (whose address I do not have) that I thank him for his interest; that I am delighted to know that he is translating Our America for Glusberg of Buenos Aires but that I hope he is not translating any more parts of the new book?
Do let me hear from you. It is a long long time since I have had a letter from you, personally. I wonder indeed if you received my last one. And I shall be wondering if this word reaches you, until you assure me.
cordially yours
Waldo Frank

Frank, Waldo

Carta de Alberto Hidalgo, 5/6/1928

Buenos Aires, 5 de junio de 1928

Señor
Querido compañero:

Con la cooperación del equipo juvenil de Buenos Aires, un seleccionado de primera fila, he fundado aquí la revista Pulso cuyo número inicial recibirá usted con las presentes líneas. Pulso: una revista de izquierda literaria, pero con voz ya segura, sazonada, desea, necesita su colaboración: Es más: cuenta con ella. Sabemos que no puede faltarnos, que no nos faltará. Así, ésta sólo tiene el fin de apresurarla. Envíe usted sus trabajos a vuelta de correo. Sus originales son esperados con los ojos abiertos.
Un abrazo en nombre de todos.

Alberto Hidalgo

Querido Mariategui:

Un amigo me ha comunicado su artículo “Ubicación de Hidalgo”. De otro modo, no lo habría leído nunca, pues no recibo periódicos de Perú, y Ud. hace tiempo que me tiene olvidado. No recibo ni veo Amauta. ¿Y cómo agradecerle su artículo? Nada más que con esta amistad cardíaca y leal que le tengo. Ud. es uno de los más altos críticos del lenguaje. Y esto realza el valor de su trabajo. Ya habrá ocasión de abrazarle.
Por este correo le envío el primer número de Pulso. Bien. Espero para inmediatamente su colaboración. Mande preferiblemente un ensayo. O lo que quiera. Sólo filosofía o literatura. La cosa social no es renglón de nuestra revista.
Le doy un ABRAZO
Alberto Hidalgo
S/c. Ventura Bosch 6740

Hidalgo, Alberto

Carta de Gabriel C. del Mazo, 9/4/1928

Buenos Aires, 9 de abril de 1928

Señor José Carlos Mariátegui
Lima. Perú

Mi estimado amigo:
He leído su sustancioso comentario sobre La Reforma Universitaria en el N° 12 de Amauta. Eso es bueno y promete más aún, pero será incompleto, porque, como usted me dice, está hecho sobre un material de información incompleto. Por eso me apresuro a enviarle los tomos que le faltan de la compilación documental por si se hubieran extraviado los de la remesa anterior. Su trabajo será aquí muy útil: usted tiene autoridad y, además, es hombre de fuera. El Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas (la vanguardia, este año, en la federación universitaria) piensa publicarlo en folleto, completando una serie en la que figuran trabajos de Márquez Miranda, González, Haya de la Torre y alguno mío. Me piden los estudiantes que le exprese a usted sus deseos y como descuentan su autorización, esperan les diga si desea completarlo o revisarlo previamente.
Hasta su contestación, me despido con el mayor afecto.
Gabriel C. del Mazo.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Enrique López Albújar,8/4/1928

Piura, 8 de abril de 1928
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Lima
Muy apreciado compañero y amigo:
El presupuesto de impresión que le pedí y que Ud. me indica en su apreciable carta del 16 de marzo último, no tiene ya objeto, pues he comenzado a hacer la edición de mi novela aquí. He tenido que ceñirme a la cantidad de dinero de que puedo disponer, unas 70 libras que el Municipio piurano, en una hora de mecenismo, ha querido obsequiarme con tal fin.
La edición va a ser muy modesta. Su presentación ante el público capitalino va a ser igual a la de nuestras provincianas cuando se presentan en Mercaderes con sus trajecitos de confección lugareña. ¡Qué hacer! La sábana no ha dado para más. Pero lo del traje no me interesa, porque el lujo sería para peor, como dicen por acá, si la obra fracasara, que todo puede ser. La seguridad que tuve en el éxito de Cuentos Andinos no la tengo hoy con Matalaché. Y la razón es muy clara. Los cuentos por ser tales y por su novedad se defendían solos; bajaban de los Andes con el ímpetu de esos huaicos que van en pos de llanura y espacio; tenían la fuerza de su personalidad, inconfundible con la de cualesquiera otros. Y esto era ya bastante. A Matalaché temo que no le pase lo mismo. La novela es original. Ya lo creo, y hay en ella algo de la pujanza de mis cuentos; pero su asunto es inactual, de retroceso. Por eso voy a calificarla yo mismo de novela retaguardista, ya que en estos momentos el intelectualismo juvenil exige que toda producción literaria sea un salto hacia adelante y no hacia atrás. atrás. Todo esto lo he tenido presente cuando me puse a escribir Matalaché, y, sin embargo, opté por volver los ojos al pasado, a nuestro pasado provinciano, digno en mi concepto de ser llevado al libro en cualquier forma artística.
Desde este punto de vista, mi libro, estoy seguro, no le va a gustar a Ud. y a los espíritus libérrimos como el suyo. Pero es que yo también me debo a mi época y no creo que por afán de modernismo la traicione. Yo pertenezco, como Ud. ya me lo ha dicho, a la Vieja Guardia de la literatura activa del país, y naturalmente mis métodos y maneras y gustos y disciplinas tienen que estar saturados de espíritu retaguardista. Lo que no quiere decir que sea derechista en esto como en las demás actividades del pensamiento. Nací y crecí izquierdista y, a pesar de la toga, sigo siéndolo. El juez no ha matado al escritor, ni podrá matarlo nunca; ni la ley registrada en los códigos ha secado mi inspiración.
Y lo más curioso de mi novela es que la he hecho sin quererlo, a pesar mío. La comencé como cuento y acabó en novela. La evocación pudo más en mí. Es que en provincias se vive más del pasado que del presente. Por lo mismo que no tenemos delante de los ojos grandes cosas que ver y todo es mediocre hasta el aburrimiento, el alma del artista se repliega para huir y saltar hacia atrás, a la idealidad, al romanticismo, a ese romanticismo que hay en todo hombre, llámese Napoleón, Hugo, Wilson o Trotski.
Ya al tercer capítulo me enamoré del asunto y me lancé en el camino peligroso de la novelación. El asunto se prestaba. ¿Por qué no comenzar por el pasado para después llegar al presente? ¿De ese pasado qué es lo que sabemos? ¿Lo dicho en algunos libros nuestros? Pero todo eso es pobre. Nuestros literatos, fuera de Palma, no han hecho más que fantasear sobre él. Pero la verdad, su verdad, todavía yace escondida en los archivos y en las tradiciones populares. Este ha sido uno de los propósitos que me han ido empujando en esta novela. Historiar en forma novelesca el pasado nuestro.
Y dentro de este propósito está el estudio sicológico de la cuestión afroperuana, digna de estudiarse por nuestros hombres de arte y ciencia. Hagámosle con esto dúo al indigenismo. Frente al indio pongamos al negro, al zambo, al cholo, al mestizo en una palabra. Si el indio es la base de nuestra población, el mestizo es la base de nuestra nacionalidad. Y Matalaché en mi novela no viene a ser sino el símbolo de ese mestizo, buscado y tratado en su origen, para seguirlo después hasta el momento actual, que es lo que me propongo en dos novelas más. En la segunda el héroe de la novela será el hijo de Matalaché; en la tercera, los nietos.
Proyecto desde luego, porque no estoy seguro de realizarlo, pues me urge continuar una novela serrana que tengo principiada y que titularé Los derechos del amo, de ambiente huanuqueño. Esto, si el ácido úrico me lo permite, pues los años todavía no me pesan.
Por el capítulo que le remito apreciará Ud. el tono de la obra. Ojalá que no lo desilusione y lo mantenga en la idea de tomarme a firme para la Sociedad Editora Amauta algunos ejemplares, cuyo valor le dejaría para acciones de esa Sociedad.
Cuando llegue el momento le enviaré también alguna cantidad de ejemplares para propaganda.
La novela estará lista en los primeros días de junio. Va despacio, pues no hay tipo suficiente para editarla rápidamente. Hay que distribuir el tipo de un pliego para el otro. Y este retardo se aumenta con la imposibilidad de atender la corrección de pruebas en cualquier momento, pues el despacho judicial me embarga en las horas que esa corrección más me necesita.
Muy afectuosamente lo saluda su amigo y devoto compañero.
E. López Albújar

López Albújar, Enrique

Carta de J. Vicente Cuentas Zavala y J. Alberto Cuentas Zavala,11/2/1928

Juli, 11 de febrero de 1928

Estimado amigo:

El dos de Junio, del año en curso, cumple cien años de fundación la ciudad de Juli, como capital de la provincia Chucuito. Por este motivo, los suscritos, han iniciado la impresión de un álbum gráfico: literario, industrial, social y comercial de esta Provincia, cuya dirección artística corre a cargo de los fotógrafos Vargas Hermanos de Arequipa, cuyo prestigio internacional, es seguridad de triunfo.
Este álbum será la exposición de los valores intelectuales, morales, sociales, comerciales y materiales de la Provincia de Chucuito. ¿Qué existen ellos? No cabe duda. Juli, ciudad centenaria, fue el asiento de una gran civilización, cuyos vestigios se conservan aún, derruidos por el tiempo, y por el abandono e inercia de sus hijos. Recién han sido considerados por el Gobierno, como templos nacionales. A agitar esos triunfos pasados y perpetuarlos en la fotografía explicativa, va dirigida la impresión de este álbum, que no dudamos ha de corresponder a las necesidades eugénicas y a los valores incomparables de la raza aymara en la historia del Perú.
Además, queremos darle a la obra un sentido nacionalista, que no es posible desestimar en la hora presente, porque la cultura de Chucuito, tuvo un sentido exclusivamente general e integral, con la fundación de su imprenta por los Jesuitas el año 1612. Y para conseguir este objeto, es que nos dirigimos a usted para que se sirva enviarnos una colaboración para el dicho álbum, de sentido exclusivamente indigenista o apropiado a la efemérides que vamos a conmemorar. Esta colaboración, para nosotros de valor incalculable, hemos de estimar sea remitida a esta ciudad y dirigida a los suscritos antes del primero de abril próximo, para efectuar la conveniente distribución, previas las seguridades respectivas para evitar la pérdida de tan valioso contingente.
Toda la generosidad de vuestro envío, tendrá la gratitud de los iniciadores, y de la Provincia de Chucuito.
Agradecemos anticipadamente vuestra colaboración y en espera de ella, somos sus afectísimos y SS. SS.
J. Vicente Cuentas Zavala J. Alberto

Cuentas Zavala, J. Alberto

Carta de Blanca Luz Brum, 1/2/1928

Santiago de Chile, 1°de febrero de 1928
Mi querido y siempre grande José Carlos Mariátegui:
Cuidado que enseña a sostenerse y a pararse Ud. a todos nosotros. Precisamente Ud., el incapacitado materialmente, es el único de las actitudes rectas y definitivas. Desde luego no es una nueva. Pero es una nueva Amauta, heroico amigo, admirable, conmovedor. Con Amauta en las manos otra vez, se me han caído las lagrimas: y qué vergüenza de mí y de tantos otros que todavía estamos revoleándonos en la “gloria de la deportación”. Así me gusta decírselo a Ud. con humillación, con asco para que el contraste sea más fuerte.
Amauta me ha hecho un bien enorme, y estoy segura que no es a mí sola, es como si nos hubiera sorprendido derrepente medio olvidados, haraganes y piojosos por algún rincón de este potrero americano y sacudiendo un látigo nos gritara: ¡arriba muchachos ¿no ven que está saliendo el sol detrás de los monolitos de piedra? “¡aquí la acción!” Otra vez, querido José Carlos, estamos con la garganta en pie, y el entusiasmo y la audacia todos, otra vez bajo sus ojos agudos y su corazón jovial y fuerte.
No me pregunte nada de mis días en Chile, aquí da vergüenza mirarse la cara en un espejo y saber qué es uno. Uno que se está aguantando tanta inmundicia y tanta mariconada, uno con el pico cerrado y los ojos cerrados y la vergüenza cerrada, ¿qué le parece la Asociación de Profesores, esos sirvientes del carabinero Ibáñez? y esos “poetas de vanguardia” el Seguel, el Díaz Casanueva, el Rosamel del Valle, etc., todos éstos los tengo marcaditos como ganado nuevo. Ya!!! Sin embargo, de repente se siente patalear el Apra, por ejemplo cuando cae preso una, dos, tres veces el camarada Mendoza, con él se irá a Buenos Aires toda el Apra de Chile. Yo como de costumbre he peleado con una cantidad de maricas. ¿Spikin Howard? ¡no me haga reír! se pasa escondido día y noche en casa del Dr. Rodrigo Donoso, médico militar que sirve al actual régimen. Ese pobre de Alberto Spikin es un sentimental terrible, después de Chopin se queda muerto, no sirve nada más que para el taburete del piano. ¿Barrios Varela? Ah, ese es un gran socialista Revolucionario.
etc, etc, etc, etc, etc.
El único macho y verdadero Revolucionario es Humberto Mendoza fundador del Apra, y de grandes actividades obreras; por eso sale en este mes deportado a Buenos Aires con su compañera, una hermosa mujer de ojos verdes. Chile no tiene juventud, aunque pretendan excusarse con la dictadura, “no cala”. Perú la tiene hace 8 años ¡y todavía no están acostumbrados! ni comenzaron aguantándosela como ellos. Y si algún movimiento revolucionario ha habido en este período ha sido para un simple cambio de silla “del cuartel a la moneda” y de la moneda a la calle y una patada en el traste (Ibáñez, Alessandri) y siguen las intrigas políticas y siguen revoleándose, casi todos los jóvenes son grandes alessandristas, Spikin por ejemplo, fue a despedirlo y tiene el retrato de Alessandri presidente frente a su cama.
Me gusta chismearle un poco para entretenerlo como en las lindas tardes que caía por su casa y usted muy pícaro y muy astuto me tiraba la lengua.
¿Qué más? estoy preparando un libro de prosas, se parece a una novela y se llama “el reloj de las imágenes caídas”. Le envío ese poema a Nicaragua. Miró Quesada y otros apristas bonaerenses se burlaron de mí porque los invité a formar un ejército libertario para ir a Nicaragua junto a las tropas de Sandino— ¡qué le vamos a hacer! Usted sabe que no tengo pose, yo no tengo la culpa que las cosas más verdaderas y dolorosas de mi alma tropiecen con la realidad y con la imbecilidad de un modo cómico. Pero siempre soy la misma. Cuente conmigo de todos modos. Yo le puedo vender uno por uno los números de Amauta, puedo conseguirle suscriptores y puedo salir con un fusil en las manos y dejarme matar por Ud. querido y extraordinario hermano. Aquí más que nunca recuerdo a su dulce y gran compañera, a la muy heroica Anita, abrácele con toda mi lealtad y mi cariño, asimismo a los pequeños, al Sandro tan engreído, al Sigfrido tan huraño, siempre metido debajo del escritorio, y por último a ese que le hace caer la baba a su padre al muy gordo y rico José Carlitos. Abrace a su madre, a Julio César, a los camaradas linotipistas que tanto los embromé con Guerrilla, a todos, a todos, y siempre a Usted mi entusiasmo y mi fe
Blanca Luz

Blanca Luz Brum

Carta de José A. Foncueva A.,1/1928

La Habana, enero de 1927 [1928]
Al camarada José Carlos Mariátegui:
Un grupo de escritores, estudiantes y artistas revolucionarios comenzará a editar, desde el próximo día 20, una revista de arte, literatura y doctrina, cuya revista dirigiré yo.
El nombre de la nueva publicación será indoamérika y nosotros tenemos el propósito de hacer de ella una cosa buena, para ello nos es absolutamente indispensable la colaboración de la vanguardia peruana, —tal vez la primera del continente— y especialmente la de usted, como mentor ideológico de esa juventud hermana.
Enterado por Emilio Roig de los propósitos suyos de reanudar la publicación de Amauta, le brindo mi humilde auxilio tanto para conseguir colaboración, como para allegar recursos económicos. En Cuba queremos a Amauta como cosa nuestra, y es por ello que yo tengo especial empeño en ayudar a su publicación, de acuerdo con mis fuerzas.
le agradecería mucho el interés que usted se tomara por indoamérika, toda vez que su concurso será sumamente útil para lograr nuestra idea de que indoamérika sea tribuna del pensamiento izquierdista universal en esta pobre antilla, esquilmada por el caudillaje y el imperialismo.
Adjunto le envío 3 ejemplares de nuestra revista El Estudiante, cuya publicación se suspendió a raíz de un proceso del que supongo usted tendrá noticias, por un supuesto delito de conspiración para la rebelión. El Estudiante fue la primera revista que protestó en Cuba de las arbitrariedades del civilismo contra el grupo de Amauta. en las paginas 5, 12, 14 y 17, podrá usted ver nuestras protestas y votos de adhesión a la obra gigantesca de la nueva generación peruana, generación abnegada y heroica, hermana de la de aquí en la lucha por la reivindicación social y política del continente nuestro.
Finalizo, no sin antes repetirle nuestros deseos de que usted nos auxilie mandándonos colaboración de la vanguardia peruana y aprovechar la ocasión para saludar en usted a los hombres nuevos del Perú y atentamente
José A. Foncueva

Foncueva, José A.

Carta de Waldo Frank, 30/1/1928

Yorktown Heights, New York, 30 de enero de 1928
Señor Don José Carlos Mariátegui,
Lima, Perú.
My dear Brother,
I learn vía Buenos Aires of your illness, of your political difficulties and of those of Amauta: and I hasten, at this late date, to send you my profound good wishes. There is a vast silence between New York and Lima, and yet at times I seem to see you and to hear you across that abyss, crearly and warmly. I wish that you could know what help in my own struggles your own career has given me: I want you to realize that in a very true sense we are close despite the silence between us.
Glusberg writes me that he is cooperating through you and Señor Garro for the translation of Our América & Holiday: I am eager to hear details about this work. If it is being carried on under your personal supervision I have confidence in the result; and although I can realize that you have little time I hope that you are managing to keep an eye on the progress of the undertaking. As you may have read, there seems to be a strong desire in Buenos Aires to have me come down there to deliver some lectures— : and since this will be a means of representing to South America the North America which has no voice in Pan-American conference and the like, I am strongly tempted to go despite the sacrifice of time which such a journey would entail. It is possible that I may decide to make the trip, this coming Autumn. In that case, I should like to know if I might not cross over to Peru. I should hate to be so near (comparatively) to your America, without getting to know it, and getting to know you, also. If I do go to B.A. in the autumn, will you let me know (as soon as you possibly can) how much of a journey in days and in expense it would mean to cross the Andes, and if there would be some means, in Peru, of earning enough money at least to defray the cost of such a voyage? If you can possibly let me have word, before the end of March I shall be grateful.
I have recently received books of poetry from fellow Peruvians of yours: I have had no time yet to read them, and hence have not written to the poets. Will you tell them (if they are your friends) that my silence means merely that I am frightfully rushed, and that I shall get to them, before very long?
I am sending you the New Republic, in which my new book (the continuation of Our America) called The Rediscovery of America is appearing. Do you receive it?
I am eager to hear from you, my friend: to hear above all that you are again in good health, and working; and, if possible, to learn what the exact difficulties are under which Amauta and you have been laboring. I suspect that these difficulties are political, and you must know from my own work that I am close to you —in your Camp, in that matter (although I have no exact political affiliations).
I send you my brotherly greetings. The thought that there is even a bare chance of seeing you in Peru excites me.
Waldo Frank

Frank, Waldo

Carta de Samuel Glusberg, 28/1/1928

Transcripción completa:
28 de enero de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Muy estimado compañero:
Muchas gracias por su extensa carta y por los datos que me proporciona en ella. Ya recibí carta del señor Favio. Ahora estoy a la espera de su traducción de Frank que seguramente no tardará en llegarme. ¿Vio el tomo publicado por la Revista de Occidente?.
Espero la visita de Waldo Frank para mediados de este año. No cree en la posibilidad de hacerle llegar a Frank una oferta universitaria para que visite también el Perú. Escríbame a este propósito. En cuanto a la edición de un libro suyo por Babel estoy completamente a sus órdenes. Eso sí no me gusta el título Polémica Revolucionaria, me parece mejor como subtítulo explicativo pero si Ud. lo juzga insustituible no hay nada más que hacer...Publicaré su Polémica Revolucionaria. No me hago grandes ilusiones de venta. El libro de Sanín Cano no halló más que 200 compradores en la Argentina. Y es que aquí se publican 50 libros por mes de ahí que se vendan tan poquitos. Con todo, como Ud. me ofrece colocar 300 ejemplares en firma y otros 300 en consignación me animo a ordenar una tirada de 1500 ejemplares a imprimirse en España. De estos 1500 libros le haré mandar a Ud correctamente a Lima 600 volúmenes.
Usted me hará llegar el importe de los 300 colocados en firma al precio argentino de venta menor el 40% de descuento. El importe de los otros 300 le corresponderá a Ud. en concepto de derechos de autor ¿Qué le parece?. En cuanto al precio de venta si el libro pasa las 200 páginas será de pesos 2.50 sino llega a los 200: 2 pesos. Le doy todos estos detalles para una mayor comprensión. En resumen, quiero decirle que Ud solo debe responder ante Babel del importe de 300 ejemplares, los otros puede administrarlos Minerva por su cuenta.
y ahora otro asunto:
No tengo el artículo de Lugones que Ud. me pide, pero puedo encontrarlo en el Repertorio, tomo X, nº8 . Le mando en cambio un libro de Lugones titulado la "Organización de la Paz", de 1925 y una refutación de Frugerit. Quizás le sirvan. Vale la pena que Ud. incluya en su libro un capítulo refutando la ideología reaccionaria de Lugones. Eso puede interesar mucho aquí. En el Repertorio están casi todos los artículos de Lugones sobre "el gobierno de los mejores" y "la hora de la espada".
Espero el envío de los originales. No tome a mal mi objeción al título Problemas de Occidente y otro por el estilo indique tal vez con más precisión el contenido. Polémica revolucionaria es editorialmente mejor.
No recibí Amauta ni los libros que menciona. Le mando los ejemplares del libro de Jiménez Pastor. Pronto le haré llegar el Cuaderno Nº 2.
Suyo Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Samuel Glusberg, 12/1927

Buenos Aires, diciembre de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Mi estimado amigo:
Perdóneme que no le haya agradecido todavía los ejemplares de Amauta y su retrato. Hace algunos días le escribí a Garro a su dirección y tenía idea de hacerle unas líneas a Ud. Pero me llamaron de la imprenta y cerré la carta sin agradecerle a Ud. su fineza.
¿Y cuándo sale Amauta? ¿O usted se viene a Buenos Aires? Avíseme a tiempo y cuente conmigo para todo lo que le pueda ser de utilidad. Vez pasada hablé con Gerchunoff que va a dirigir un nuevo diario. Le tiene mucha simpatía y me dijo que aceptaría con gusto su colaboración. Yo estoy por regularizar la aparición de Babel y convertirla en una revista de interés general. Hágame llegar noticias del Perú o póngame en relación con algunos de sus compañeros. Garro me ha hecho una buenísima impresión a través de su carta. Estoy esperando sus traducciones de Holiday y Nuestra América. Por eso justamente no le quiero pedir nada.
Quedo a la espera de sus noticias y lo saludo muy atentamente.
Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Samuel Glusberg, 1/11/1927

Buenos Aires, 1° de noviembre de 1927
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Mi querido compañero:
Mil gracias por su carta y los libros. Ya conocía La Escena Contemporánea. De ahí saqué precisamente su estudio sobre el “Semitismo y el antisemitismo” para los Cuadernos literarios de Oriente y Occidente. Supongo que ya está en sus manos el primer número. Pronto le mandaré el cuaderno dedicado a Heine. Lamento no tener un retrato suyo y algunas noticias concretas sobre vida para hacer una nota periodística. De cualquier modo diré dos palabras en el próximo cuaderno. Mándeme algún artículo referente a su persona. He visto varios en Repertorio Americano; pero muy poco informados. Aquí se le aprecia mucho y de venir usted a Buenos Aires se encontraría con numerosos amigos.
Waldo Frank me escribió últimamente que el Sr. Garro le pidió autorización para traducir algunas novelas suyas y que él le indicó que se dirigiera a mí puesto que yo tenía reservados los derechos con prioridad. No he recibido ninguna carta del Sr. Garro; pero si usted cree que dicho señor puede traducir a conciencia los libros de Frank mucho me gustaría que lo hiciera. En cuanto al pago no le puedo ofrecer de inmediato una suma de dinero. Puedo, sí asegurarle que a medida que se venda el libro le giraré lo que le corresponda. Frank tiene interés en que no se traduzca solamente sus libros de ensayos. Por eso ante mi empeño en publicar Our America él me pide que también le haga traducir una novela. Me gustaría que fuera Holiday por su asunto y por su corta extensión. Hágame pues el bien de ponerme en relación con Garro siempre que Ud. lo crea capaz de hacer a conciencia una traducción de Frank. Que Garro me envíe cuanto antes Nuestra América; yo le haré llegar un prólogo especial de Frank. Y perdóneme la molestia que le ocasiono. Pero tengo entendido que Ud. es amigo de Garro.
No recibí los números de Amauta que me anuncia. Me faltan los números 1, 2, 5 y 9 para la colección. Pídame los ejemplares de Babel que le ofrezcan algún interés.
Quedo como siempre a sus órdenes. Mientras lo saludo muy cariñosamente.
Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Óscar Herrera, 29/10/1927

Buenos Aires, 29 de octubre de 1927
Mi querido Mariátegui:
Acabo de recibir y leer su carta del 30 de setiembre, por lo que veo unas cartas demoran más que otras en llegar a Buenos Aires, pues junto con la suya acabo de recibir una de mi casa que está fechada muy posteriormente. Hoy es día de correo para el Perú y por eso me apresuro a escribirle a fin de que tenga Ud. mi respuesta lo antes posible.
La carta que Ud. me escribió, a poco de salir del Hospital de San Bartolomé, la recibí oportunamente y conforme a sus indicaciones la mostré a Seoane y, algo más, la leí en la sesión que celebró nuestra célula del A.P.R.A. Siguiendo mi costumbre contesté su carta aprovechando el primer correo salido después de su recepción y le hablaba entonces de la favorable acogida que Ud. tendría en esta gran ciudad por las gentes de letras, que conocen bastante su obra y aprecian su valor debidamente. Le decía posteriormente, al escribirle por segunda vez sobre la posibilidad de su venida a ésta, que el Dr. Alfredo Palacios se había comprometido espontáneamente a presidir una manifestación que le recibiría a Ud. en la estación del ferrocarril. Además el maestro Palacios estaría dispuesto a dejar pesar toda su influencia para conseguirle a Ud. ocupación periodística, igual cosa ha prometido también, a Beltroy, Luis Góngora, que trabaja en Crítica, como crítico de teatro.
En un principio Ud. y su familia podrían contar con el apoyo material de Palacios y el mío, que por lo menos alcanzaría para cubrir los gastos más urgentes. Sánchez Viamonte, preside el Socorro Rojo, y él ha prometido que esta entidad también podría contribuir, durante el tiempo que Ud. estuviera sin trabajo, con algo para su sostenimiento.
El director de Atlántica, una lujosa revista de intelectuales, me ha dicho, hablando sobre la posibilidad de su venida, que él está dispuesto a ayudarle a levantar en Buenos Aires la empresa editorial que sacará Amauta. En una palabra Ud. en Buenos Aires no sólo tendría asegurado su éxito como intelectual sino también su pasar hogareño.
En cuanto yo tuviera la seguridad de su venida podría iniciar una colecta pro recepción, dentro del mismo círculo de gentes donde se hizo la protesta por su prisión. Me imagino que habrá Ud. leído en Nosotros la larga lista de firmantes. En toda esta labor podríamos estar ayudados por los muchachos de la célula de Buenos Aires, todos los cuales lo aprecian mucho y tienen buena voluntad para servirle.
Esta carta la confío a otra dirección que las anteriores y tendría un gran placer en que Ud. la recibiera.
A varios compañeros de ésa les he escrito y me consta que algunos de ellos han recibido mis cartas y al referirme a Ud. he hecho mención de Ud. y el seguro éxito de su estada en Buenos Aires, me sorprende que no le hayan dicho nada.
De Haya sólo sabemos que está en Boston acogido bajo la hospitalidad de una asociación de intelectuales, que le invitó a dar un ciclo de conferencias. Ha prometido escribirnos extensamente y esperamos recibir correspondencia de él en estos días. Ravines continúa en París y escribe que lo pasa bien, no obstante las pequeñas fallas de nuestras remesas, debido a nuestra fatal inconstancia, en unos casos y a la mala suerte en otros, que ha mermado nuestro fondo de reserva de la célula de Buenos Aires. Por eso es que yo no cuento en mis planes sino transitoriamente con la colaboración de estos muchachos de la célula inclusive Seoane, que es uno de los que más pronto se cansan.
Si Ud. viene a Buenos Aires yo alquilaré una casita en los alrededores o en un pueblito vecino y viviré en su grata compañía, por supuesto yo correré con todos los gastos que pueda. Salvo que Ud. tenga mejores proposiciones. Debo sí comunicarle que la casa de Paseo Colón se disolvió, debido al divorcio de los esposos Seoane-Cavero.
Estoy enteramente a sus órdenes para todo lo que pueda Ud. necesitar.
Sin más por el momento reciba mi cordial abrazo de compañero y fraterno amigo.
Óscar
Nota.- Heysen está todavía en La Plata, según me dicen muy escaso de fondos debido a que ya su familia no le manda nada, y tiene que vivir de su trabajo, que en la iniciación es mal remunerado. Este engreído muchacho necesita de esta prueba, hasta ahora ha vivido como hijo de familia y recién se vale por sí mismo, el cambio ha sido de un momento a otro pero siempre, aunque doloroso, le servirá para templarse mejor.

Herrera, Óscar

Carta de Carlos Sánchez Viamonte, 25/10/1927

[La Plata], 25 de octubre de [1927]
Mi querido Mariátegui:
Encantado con las noticias que me da de su salud y deseando (perdóneme el egoísmo) que se vea precisado a radicarse entre nosotros para seguir publicando Amauta.
Por correo separado le envío mi "Habeas Corpus" La libertad y su garantía, que apareció hace dos meses. Me gustaría mucho conocer su opinión sobre él. Sé que Ud tiene alguna aversión a lo jurídico pero abrigo la esperanza de vencerla en parte. Ud dirá.
Aquí estamos en plena y [...] actividad: vísperas electorales [...] universidades y yo metido en [...] cosas todas absorbentes.
Mañana o pasado daré a la imprenta un libro de artículos de lucha, abigarrado, pero vivido. Se llamará Jornadas. Casi al mismo tiempo, publicaré otro intitulado La cultura frente a la Universidad.
Como Ud ve, no estoy con los brazos cruzados y sin embargo todo me parece poco para las exigencias del momento histórico que vivimos.
Cumpla su promesa de tenerme al corriente de todo.
Para todos los amigos de ésa mi más afectuoso saludo y para Ud un gran abrazo
C. Sánchez Viamonte
[...] Nunca he obtenido respuesta de [...] de Antenor Orrego.

Sánchez Viamonte, Carlos

Carta de Esperanza Velázquez Bringas, 3/8/1927

México, D.F., 3 de agosto de 1927
Señor doctor don
José Carlos Mariátegui.
Casilla de Correos 2107.
Lima-Perú
Muy distinguido amigo:
Acabo de recibir un recorte de su hermoso comentario sobre “México ante el mundo” por el Presidente Calles, y el cual aparece en la revista Variedades.
Me ha gustado tanto su opinión que la insertaré en la próxima edición del boletín de esta Secretaría de Educación Pública.
Acabo de saber que usted se encuentra ya libre después del penoso incidente en que se ha visto envuelto.
Deseando a usted toda ventura personal y mental y en espera de sus órdenes, me es grato suscribirme su atenta y segura servidora y amiga.
Esperanza Velázquez Bringas

Velázquez Bringas, Esperanza

Carta de Samuel Glusberg, 26/7/1927

Buenos Aires, 26 de julio de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui
Muy estimado compañero:
Aunque estoy esperando carta con noticias suyas acerca de su salud y su estado de ánimo me decido a escribirle a su vieja dirección postal porque tengo algunos asuntos de interés común que comunicarle. De seguro, ha recibido Ud. los ejemplares de Babel que le remití. Yo todavía estoy esperando el número 9 de Amauta que no estoy seguro si alcanzó a salir. Ojalá me llegue pronto junto con otros números. ¿Y los libros de Minerva? Como Ud. habrá visto continúo anunciando su libro y el de Panait Istrati— y a propósito de libros y traducciones debo comunicarle que he recibido carta de Waldo Frank en la que me habla de Ud. muy elogiosamente. Yo le estoy gestionando su venida a Buenos Aires para principios del año próximo y pienso con tal motivo publicarle su libro Our America. Como la Revista de Occidente va a publicarle Virgin Spain, otro libro de ensayos, Frank, me pide muy encarecidamente la publicación de algunas de sus novelas y yo he pensado en Ud. ¿No podría Ud. traducir Holiday? Le mando la edición original. Quizás le interese a Ud. para hacer un volumen de Minerva. Yo podré adquirir 300 ejemplares o más para Buenos Aires. De cualquier modo, siempre que Ud. pueda traducir Holiday seguro de que será publicada en Lima o Buenos Aires. Frank insiste en pedirme un traductor responsable y comprensivo. Un mozo argentino que murió en New York: Héctor Roca tradujo una gran parte de Our America; pero hasta la fecha yo no he podido conseguir los originales. Ya lo tendré al tanto de cualquier novedad respecto de este asunto. Mientras le envío Holiday por certificado por si Ud. no posee esta obra. Creo que puede interesar mucho a nuestro público por su conflicto de razas, etc. Escríbame cuando pueda y téngame como siempre a sus órdenes. Muy cordialmente
Glusberg
P.D. ¿Podrá Ud. enviarme su vera efigie o un dibujo reproducido por ahí?

Glusberg, Samuel

Carta de Luis E. Valcárcel, 7/7/1927

Cuzco, 7 de julio de 1927
Querido amigo José Carlos:
Muy deseoso estuve de escribirle, pero la falta de dirección segura me impidió hacerlo.
No se imagina lo que sentí yo y lamentamos todos sus amigos por lo ocurrido. Huelga todo calificativo.
Mucho me alegra que ya esté usted en su hogar, rodeado de los suyos, y con el ánimo heroico de siempre.
Tengo la esperanza de que Amauta siga saliendo allí. Ojalá. Que no vaya el daño hasta alejar a U. del país.
Gracias por la noticia que me da sobre la salida de mi libro; temía que, con lo acontecido, sobreviniera alguna dificultad que lo frustrase. Aguardo en el correo entrante el envío que me anuncia de los pliegos y los números de la revista. Otra vez: mil gracias.
Lo felicito muy cordialmente por su gran carta a la prensa. Da usted una lección de entereza cívica y de probidad intelectual.
Salude muy cordialmente a su señora y a los buenos camaradas (Déme noticias de Cox y Basadre).
Lo abrazo fraternalmente.
Luis

Valcárcel, Luis E.

Carta de Rafael Heliodoro Valle, 24/5/1927

[Transcripción literal]
México, D.F., 24 de mayo de 1927
Señor don
José Carlos Mariátegui.
Editorial Minerva
Sagástegui 669.
Lima, Perú.
Mi distinguido compañero y amigo:
Contesto su carta del 27 de abril anterior a la que viene unida una copia de su carta al señor Torres Bodet, quien seguramente hará la rectificación que usted justicieramente pide. Por mi parte yo haré que en Revista de Revistas se dé a conocer la carta de usted a nuestro amigo.
Le ruego enviarme Amauta a mi dirección particular, pues me interesa mucho seguirla recibiendo con puntualidad. Yo le enviaré la revista Forma la cual desde el primer número de seguro usted ha comenzado a recibir.
No tenga usted inquietud porque vayan a tenerlo como amigo desleal de México, pues bien sabemos que en las publicaciones cada autor es responsable de lo que escribe, y en este caso la culpa la tiene el señor Hidalgo.
Con renovadas demostraciones de simpatía y admiración y en espera de sus gratas noticias, quedo como siempre su afectísimo amigo y compañero.
Rafael Heliodoro Valle

Valle, Rafael Heliodoro

Carta de Juan Mantovani, 5/5/1927

Bueno Aires mayo 5, 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima.
Estimado Señor.
El amigo Gabriel del Mazo le enviará algunos ejemplares de los números 1 y 2 de este año de "Nueva Era", órgano de la Sección Argentina de la Liga Internacional de la nueva Educación. En el número de abril último, se publica una carta de su compatriota Víctor Raúl Haya de la Torre.
Los pocos compañeros que formamos "Nueva Era", conocemos los prestigios de Ud. como intelectual y revolucionario, a través de sus frecuentes publicaciones de "Amauta", y por su libro "Escena Contemporánea" muy difundido entre nosotros.
Fácilmente se explicará Ud. el interés especial que tenemos en publicar en "Nueva Era" algunas páginas suyas, su fuera posible con un tema educacional o que tenga relaciones con la educación nueva.
Conociendo la amistad que une a Ud. con Haya de la Torre y con Gabriel del Mazo, ambos amigos míos también, a quiénes les dispenso los mejores afectos, me he permitido dirigirle estas líneas a nombre de todo el pequeño grupo de compañeros que en "Nueva Era" trabaja por propagar ideales y prácticas de una nueva educación en consonancia con los nuevos tiempos.
Saludo a Ud. con el mayor aprecio y consideración.
Juan Montovani
Calle Bustamante 313
2 Piso. F
Buenos Aires

Montovani, Juan

Carta de Palmiro Macchiavello, 14/4/1927

Génova, 14 de abril de 1927
Mi querido Mariátegui:
Acabo de recibir la suya del 5 de Marzo.
Le concedo desde luego, sobrada razón para quejarse de mí. Y no per tagliar corto sino por la vergüenza que me produce tan involuntario silencio, en vez de disculpas prefiero enviarle mi arrepentimiento bien sentido con igual demanda de perdón. Y todo esto, naturalmente, acompañado de formal promesa de enmienda para el futuro.
Debo acusarme, asimismo, de no haberle mandado una sola traducción en los cuatro últimos meses. Pero crea usted que tampoco aquí llevo mayor culpa... Desde mediados de Diciembre no he tenido tregua. Molestias y trabajo se han dado el más riguroso turno contra mi persona. Primero fue la epidemia de gripe, que hizo víctima a toda la familia y se convirtió la casa en un hospital durante dos meses. Y seguido vino el movimiento de fin de año, esta vez más duro porque, deseando pedir licencia, era preciso salir cuanto antes de la memoria consular y del trabajo especial que nos encomienda una flamante disposición ministerial. Afortunadamente, todo ello ha marchado ya para Lima. Su citada me coge justo en vías de elevar ese pedido de licencia el cual, casi seguro, saldrá a las patas de la presente (No sé porqué, en todas mis cartas cae siempre a tono eso de patas. Comprendo que se trata de una coincidencia, al menos tal es mi speranziella; pero la cosa no deja de inquietarme, lo confieso. Y tanto que estoy decidido a leerme todos esos folletos, estudios, ensayos y libros escritos a la sombra según parece por algunos de los sabihondos de nuestra tierra que si bien la distancia con Europa no les ha permitido hacer llegar su fama hasta acá, no por ello dejaron de escribir desde el banco mismo de la escuela... Puede que en alguna de esas publicaciones halle, encuentre, trovi o me tope con un argomento del genere).
César ha recibido sin retardo sus dos últimas cartas. Le he escrito instándole a que conteste rápidamente. Pero mi apremio no es justificado. En efecto, yo le sé muy atareado ahora con el nuevo encargo de El Sol, por cuya cuenta acaba de inaugurar un servicio cablegráfico diario. Además, andamos en grandes andanzas con lo de Historia Nueva. Es muy probable que dentro de dos meses aparezca el primer libro de la Empresa, que será una obra de Unamuno. Se ha debido principiar por aquí a causa de la imposibilidad material de comenzar con el semanario. Ya le enteraré de lo que vayamos haciendo.
Celebro su nuevo proyecto sobre Amauta (que, entre paréntesis sia detto no me llega desde el tercer número; precisamente le pido a César en mi carta de hoy que me preste los suyos). Encuentro magnífico lo de la Sociedad Editora; y en prueba de ello me suscribo desde ahora con 4 acciones, cuyo importe íntegro hallará usted en un cheque anexo. Le doy la facultad, desde luego, por si lo hallase usted conveniente, de suscribir esa suma para 8 acciones; en este caso yo efectuaré los pagos que me correspondan a medida que usted lo indique, hasta cubrir el total.
He seguido con gran atención sus artículos en Mundial, gozando como un energúmeno con la respuesta a Sánchez. No tengo el gusto de conocer personalmente a éste, que, a través de sus escritos, me ha parecido siempre interesante. Pero, quand même, y aun precisamente por esto, le cae de perlas aquello de tenerse que ‘desabrochar’. Antes que posturas, declaraciones; aquí no es cuestión de orden. Es muy cómodo dictar cátedra, especialmente cuando no ha sido preciso decir previamente de qué lado se queda. Y si nada importa que un cualquiera lo haga, tratándose de un hombre como Sánchez es una necesidad y un bien partir por aquí. Por eso me ha agradado la forma en que usted lo ha situado.
No tengo nuevas que transmitirle de acá. Como no sea una carta recibida en estos días de Haya, quejándose de juicios u opiniones mías sobre su programa e ideas. Con la referida carta me manda una serie de publicaciones... pa que m’entere, un matalotaje de robba de lo que ha publicado últimamente. En verdad, se trata de una conversación con un primo de él. Ignoro lo que habrá entendido Haya o lo que le habrán hecho entender. Por mi parte recuerdo esto, que es lo único que puedo haber dicho porque es lo único que siento: para mí, además de estar padeciendo aún de super-rusismo, Haya quiere ser un Lenin spinto, Lenin a su modo tal vez, pero spintissimo. Nada que le coloque fuera de la posición de centro absoluto de todo; muy amigos, muy compañeros los que le obedecen ciegamente, o que simplemente le obedecen; el resto, si no ha de estar bajo de él, debe desaparecer y le combate. Su programa, repito, no lo conozco, pero me basta saber del latinoamericanismo en nombre del cual actúa para quedar poco entusiasta. Aquí está todo. Recuerdo haber dicho lo primero, y así se lo declararé; lo segundo, en cambio, es una impresión que no he transmitido a nadie, como tampoco he transmitido ni expresado en forma alguna la de la palabrería hueca y desordenada que me produjo esa colaboración aparecida en Amauta.
Pronto le escribiré de nuevo. Estoy en tratos con la casa Vallecchi para una cosa interesante: la publicación anual de una obra peruana, traducida, por cuenta de este editor; aún no estamos de acuerdo sobre las condiciones; él trata de obtener una promesa de compra, aunque sea por un número reducido de ejemplares, y yo de sacar la cosa adelante por el solo ofrecimiento de apoyar la difusión en el Perú, para lo cual he dado el nombre y dirección de usted. Insisto en mi fórmula que parece una tontería, porque sé que Vallecchi cuenta con apoyos del gobierno italiano para emprender esta clase de propaganda enderezada a estrechar las relaciones con Latinoamérica...
Muchos saludos para su mujer y caricias para los niños, también de parte de los míos.
Ud. reciba un abrazo fraterno
Palmiro
Anexo: 1 cheque por L. 14.

Macchiavello Gonzales, Palmiro

Carta de José María de Acosta, 2/4/1927

Madrid, 2 de abril de 1927
Sr. D. José Carlos Mariátegui.
Mi distinguido amigo y compañero:
He recibido su atenta postal dándome las gracias por la nota que tuve el gusto de dedicarle en ABC. Ahora y en vista de la aceptación que en muchas de esas repúblicas, especialmente en la Argentina y el Brasil, alcanzaban mis modestas notas bibliográficas, me han encargado en dicho periódico de una nueva sección titulada Letras ibero-americanas, dedicada exclusivamente a la crítica de obras americanas, lo que me permitirá desarrollar más intensamente la labor práctica de hispanoamericanismo que vengo haciendo.
Hace unos días tuve el placer de remitirle mi nueva novela Las eternas mironas, recién aparecida.
Le saluda cordialmente su buen amigo y compañero.
José Mª de Acosta
P.D. No he recibido más que un número de Amauta, el 2.

Acosta, José María de

Carta de Oswaldo G. Álvarez y Manuel L. Farfán, 18/3/1927

Lima, 18 de marzo de 1927
Compañero José Carlos Mariátegui.
Salud.
C:
Tenemos el agrado de dirigirnos a Ud. para poner en su conocimiento que esta Federación ha acordado en sesión de la fecha, nombrar en comisión a los compañeros portadores de la presente, los que expresarán a Ud. el agradecimiento de esta organización por haber sacado incólume los principios que sostiene esta Federación, frente al conflicto suscitado con la Imprenta J. Newton, y en la que fue Ud. elegido con muy buen tino nuestro árbitro.
Con sentimientos de especial consideración y estima, nos suscribimos muy atentamente.
Oswaldo G. Álvarez y Manuel L. Farfán
Presidente y Secretario General

Álvarez, Oswaldo G.

Carta de Luis Varela Orbegoso (Clovis), 15/3/1927

Su Casa, 15 de marzo de [1927]
Señor D. José Carlos Mariátegui
Mi querido amigo:
Recibí su carta y los artículos de Vallecito.
Tomo con mucho gusto los artículos, abonando por ellos cinco libras que es lo mismo que di a Vallecito por otros dos que me envió y publiqué en el Boletín.
Pero, el pago no puedo hacerlo en el acto por que el número del 31 de marzo está ya en prensa y los artículos de Vallecito no podían aparecer sino en el número de junio y la Universidad sólo paga a la aparición del artículo. Tal vez podríamos hacer algo en favor de Vallecito, pero esto no podrá ser sino en los primeros días de mayo.
Suyo, con todo mi afecto
Luis Varela Orbegoso

Varela y Orbegoso, José Luis

Carta de Manuel A. Seoane, 10/3/1927

Buenos Aires, 10 de marzo de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi querido compañero:
Estoy encargado por Alfredo Palacios, que entiende así la división del trabajo, de redactar una carta de felicitación a Amauta, para que la firmen los intelectuales de avanzada argentinos. Me apresuro a comunicarle esta noticia, pues la idea ha de alegrarle hasta por la intención que lleva de borrar el mal efecto que causara la carta de los chocanistas. Palacios está evolucionando rápidamente, desencantándose de algunas ilusiones institucionales y colaboracionistas, por lo que, pronto, le enviaré algo de él o sobre él. Espero que la carta vaya antes de fin de mes. Procuraré que la trasmitan por telégrafo algunos corresponsales.
El ministro de México, que mereciera cierta expulsión del gobierno militar de Chile, hombre de izquierda, también admira Amauta y he pensado que una colaboración suya sería muy interesante. Igual cosa cabe decir de una hijita suya, poetisa, a la manera del Hai Kais, a quien he pedido algo, por intermedio de un amigo, para Amauta.
Este ministro, Rodolfo Ghioldi —también posible colaborador— y otras personas me han preguntado cómo se puede hacer para suscribirse.
Todo esto, colaboraciones, suscripciones, etc., me mueven a preguntarle si U. no tendría inconveniente en otorgarme la representación de Amauta, a fin de invocar un mayor título que el de la amistad. Sé que Herrera tiene alguna atribución, pero ignoro sus límites.
Le ruego que me conteste prontamente. En estos días le mando varias publicaciones, entre ellas la carta con que respondo a mi designación como miembro del grupo “Resurgimiento”. También irá un artículo sobre “Ubicación del presente momento social argentino” y otro sobre “Clasificación de la reforma estudiantil”.
Siempre a sus órdenes, cordialmente
M. Seoane
Bolívar 65 A o Paseo Colón 588 - Dto. 2-(1)
(1) También dirección de Cornejo Koster, con quien vivo. Vale.

Seoane, Manuel

Tarjeta Postal de Victoria Vargas, 12/2/1927

Cuzco, 12 de febrero de 1927
Sr.
José Carlos Mariátegui
Lima
Sin conocerle personalmente, pero sí espiritualmente, le saluda y agradece infinito, todo el bien, que me ha proporcionado, con su valiosa presentación, en una gira artística.
Su amiga y S.S.
Victoria Vargas S.

Vargas, Victoria

Carta de Dora Mayer de Zulen, 7/2/1927

Callao, 7 de febrero de 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Distinguido amigo:
El señor Ricardo Castillo, Presidente del Centro Unión Hijos de Cajacay, está prosiguiendo con todo entusiasmo los trabajos para la organización de un homenaje a Zulen, para lo cual ha encontrado muy buen ambiente entre las sociedades indígenas radicadas en Lima y el Callao.
Zulen, removido ya de la esfera de las pueriles rivalidades en que se debaten los vivientes, bien puede erguirse ahora como figura simbólica de la redención de la Raza Indígena. Puede alcanzar ahora la gloria de constituir un centro de convergencia de las aspiraciones reivindicadoras del legítimo peruanismo, más potente con la elocuencia de su anhelo desde el reino pasivo de la muerte que desde el reino activo de la existencia terrestre.
Amauta tiene que participar en el tributo que va a rendirse a la memoria del paladín caído, Amauta que pretende recoger en un nuevo haz los rayos de la rebeldía contra el amortajamiento de un ser vivo y palpitante como lo es la estirpe incaica.
Fue Ud., amigo mío, director de Amauta, quien escribió en Mundial, el 6 de febrero de 1925, sobre una noche con Zulen en el Tercer Congreso Indígena, y sobre un encuentro de Zulen y Urviola en casa de Ud. Allí cita la palabra de Zulen: “el problema indígena es el único problema del Perú”.
Ud. tiene que continuar el hilo de las ideas que brotaron en su mente en aquellas dos ocasiones memorables, y volvieron a su imaginación a la hora solemne de la desaparición de Zulen del campo material de batalla.
Si la salud de Ud. no permite hablar con su voz propia a los que se agrupan alrededor de esa célula capaz de formar el núcleo de un naciente organismo, envíe Ud. un mensaje y un encargado de interpretarlo; ¿el señor Otten, pariente del indigenista francés, Sr. Edgar Jounod, o el que quiera de sus muchos colaboradores?
No consigo encontrar al señor Basadre, ¿conoce Ud. su domicilio?
Los organizadores del Homenaje piensan realizar dos veladas —una en el Callao, el próximo 19, y otra, posteriormente, en Lima. Se espera dar proporciones a esta última que la ponga en condición de no ser desdeñada ni por un Eguren. ¿Qué es del Sr. Bustamante y Ballivián, que bastante aprecio ha manifestado siempre por Zulen? ¿Y Luis Alberto Sánchez? Y Carlos Valdez de la Torre, quien en un tiempo parecía ser muy idealista, pero que puede haber sufrido, como muchos hombres, los estragos del crecimiento material.
Mañana voy para recibir su respuesta meditada, no habiendo días que perder en vísperas de la velada en el Callao. El Sr. Castillo se muestra corto para acercarse a Ud., sin previa intervención mía; desea ir en comisión a comprometer su concurso.
Lo saluda mientras tanto su afma. amiga
Dora Mayer de Zulen

Mayer de Zulen, Dora

Carta de Felix del Valle, 30/1/1927

Madrid, 30 de enero de 1927
Querido Mariátegui:
Jamás me he encontrado en una situación de miseria como la que estoy pasando. Rada y Gamio me ha suprimido la asignación, súbitamente, en pleno invierno europeo, haciéndome pasar los días con hambre y con frío. Este mes de Enero, el más terrible de Madrid, no lo olvidaré nunca. Vivo peor que el más abandonado de los hombres. En un cuarto en que no me es posible siquiera escribir porque las manos se me entumecen de frío; almorzando, cuando puedo, un solo plato. No tengo a quien pedirle nada; además, en Europa, Ud. lo sabe, no hay quien dé nada. La lucha por la vida es cada vez más horrible y está cada vez más cruelmente planteada.
El año anterior fui a París: Una enfermedad al estómago que, para colmo de mis infortunios, ha reaparecido ahora, debido a las malas y deficientes alimentaciones, exigió tal viaje. Los médicos de Madrid consideraban indispensable una operación; los amigos me aconsejaban que fuera a París, donde un especialista famoso. Y fui. Éste me curó, apurando, además, que era innecesaria la operación y que para evitarla definitivamente, precisaba que me sometiera, durante mucho tiempo, a un régimen estricto. Suponga Ud. lo que ha significado económicamente ese viaje. A Belmonte, que es aquí, mejor que un hermano para mí, le debo tal vez mi salvación. Ya no le puedo pedir más. Por otra parte siempre está viajando y es difícil verlo. Antes como tenía teléfono la casa en que yo vivía me llamaba a menudo, ahora no le he dado siquiera la dirección de mi cuarto porque me parecería demasiado deberle más de lo que le debo.
Con El Sol estoy mal, aunque es posible que en estos días transija y Ortega me arregíe uno o dos artículos al mes. Esto no resuelve nada tampoco. Pagan una miseria. En Prensa Gráfica tendré que colaborar, a pesar de que ello es mal visto. Pagan tres duros por artículo, cuando pagan, y tienen todas las plazas ocupadas. Gratis es fácil colaborar en todos los periódicos. Pero ello, como Ud. comprende, no es aliciente para mí que no pretendo regresar ‘triunfante’ a ninguna parte. Quiero únicamente vivir de mi trabajo.
La actitud de Alfredo Piedra me desconcierta. Eduardo Leguía, el ministro del Perú aquí, le ha hecho un cable. Yo, otro. A mi familia le ha dicho que no puede hacer nada por mí. No le creo. Si está mal con Rada está bien con el Presidente y la pensión que a mí me enviaban no grava un presupuesto. Sobre todo cuando aquí mismo hay dos propagandistas que no conocen a nadie ni saben nada percibiendo ochenta libras uno y cuarenta y cinco, otro.
Alfredo no ha contestado a ninguno de esos cables. A mí no me extraña ya nada, querido Mariátegui. Lo siento más que por mí, aunque no esté en edad de soportar miserias, por mis pobres hermanas huérfanas. Piedra al salir de El Comercio me dijo que se hacía responsable de mi porvenir. Bastante me ha servido, pero no lo suficiente, para dejarme en un estado de perfección. En el momento en que más lo necesito, cuando sano ya, libre de la tara que en mí dejó el vicio, cuando es el momento de estudiar y de aprovechar siquiera dos años más de Europa, me abandona. Véalo Ud., si puede, y expóngale mi situación. Ud. sabía hablarle; yo, ahora, no sé ni cómo le escribo.
Dígale que no me haga pasar por la humillación de pedirle algo a El Comercio. Si ve Ud. que nada se puede conseguir de él, le ruego, querido Mariátegui, que busque a Óscar Miró Quesada y le pida a mi nombre seis u ocho libras mensuales, seguras, firmes, por dos o tres artículos al mes para El Comercio. Creo que Óscar y don Aurelio me quieren. De aquél tengo recibidas numerosas pruebas de afecto y del hijo de don Aurelio, a quien tuve el gusto de pasear en Madrid, también.
A este recurso sólo acudirá Ud. en último extremo, cuando se cerciore de que Alfredo no quiere hacer nada por mí.
Mientras tanto le envío 6 crónicas escritas todas en un mismo día, aquí y allá, donde me lo ha permitido el frío y el hambre. Véndalas Ud. lo mejor que pueda. A Vegas dígale que le pague bien y que me insinúe qué es lo que quiere que le envíe, siempre por intermedio de Ud. Desde ahora, querido Mariátegui, le encargo a Ud. que me coloque mis crónicas. Hay mucha informalidad en Lima. El pobre Vallejo pasa en París miserias sin cuento y si no fuera por una beca que tiene aquí, en la Facultad de Jurisprudencia, y que le da 300 o 400 pesetas mensuales, se moriría de hambre: estaría como yo.
Por eso le ruego otra vez que venda enseguida las crónicas que le mando. Si saca Ud. por ellas más de diez libras avíseme por cable la remisión del dinero en esta forma: Valle Lipria, Madrid. Recoja.
No necesita Ud. firmar. Ya sabría de lo que se trataba. Elija Ud. el Banco Alemán siempre. 200 o 300 pesetas remitidas inmediatamente, a los dos o tres días de que estas crónicas estén en su poder, equivale a que no me echen del cuarto en que vivo y a que coma unos cuantos días. Entonces podré escribir, sobre todo para Amauta, que es una revista formidable. Aquí le consideran mucho. Guillermo de Torre me ha pedido su libro, La Escena Contemporánea, para escribir sobre él. Yo no le conozco personalmente, pero se lo he enviado con un amigo de ambos. La Libertad se ha ocupado de Amauta y, en general, tiene ambiente, en este pequeñísimo ambiente intelectual de Madrid, donde Sassone ‘triunfa’...!
Con Falcón nos escribimos a menudo. Sé que estuvo últimamente en París y Vallejo, en su último viaje, me dijo que iba a sacar allí una revista. Falcón trabaja mucho y se ha hecho. Es hoy un estupendo periodista. Me ha invitado a pasar un mes en su casa, en Londres... ¡Qué ironía!...
Al Perú no pienso regresar por ahora, aunque tampoco me quedaría otro invierno aquí. No tengo fuerzas físicas para ello. Me convendría estudiar, vivir alejado de lo que en Lima tanto daño me hizo, dos o tres años más. Que lo consiga depende del interés que Ud. se tome por mí. Si Ud. me asegura, a cambio de artículos, diez o quince libras mensuales permanacería aquí un par de años, escribiendo para ésa cuanto fuera necesario. Hágalo Ud., Mariátegui, hablando con quienes Ud. crea que son nuestros amigos en los periódicos o fuera de ellos.
A mis hermanas no podré ya darles nada. Les escribo diciéndoles que vayan a vivir con el hermano Amado, que también vive en la miseria. Qué caos, querido Mariátegui.
En fin, no quiero cansarle más. Sé que a Ud., tan ocupado, le impongo una tarea que le robará tiempo. Ya veré la forma de pagarle. Ud. siempre me ha sabido perdonar y yo siempre le he sabido querer.
Perdóneme Ud., una vez más, y reciba un fuerte abrazo de su amigo y compañero que tanto le extraña.
Félix del Valle
P.D. No creo que ninguno de estos artículos sirvan para Amauta. Le enviaré más adelante un artículo mensual para su gran revista.
Ahora venda Ud. los 6. Colóquelos y por cable gíremelos. Espero tener lo que sea a fines de Febrero. Es lo único con que cuento. Después me escribirá sobre lo que debo hacer para sumar, fijamente, las diez o quince libras mensuales que pretendo. Si puede Ud. conseguir algún adelanto sobre futuras crónicas englóbelo al giro.—V.
Habría querido dialogar con Ud., pero estoy sólo para monólogos vulgares. Una crónica puede Ud. venderla a Varela, la mona Clovis, para la Universidad.

Valle, Félix del

Carta de José María de Acosta, 14/12/1926

Madrid, 14 de diciembre de 1926
Sr. D. José Carlos Mariátegui.
Mi distinguido amigo y compañero:
He recibido el n° 2 de la nueva revista que dirige Amauta (el n° 1 no ha llegado a mi poder). Me ha gustado mucho y le felicito sinceramente. Le he dedicado una nota en mi sección del ABC y he aprovechado la ocasión para hablar de U. y de su reciente e interesante libro. Por este mismo correo le envío este número de ABC.
Supongo recibiría una novela mía que tuve el gusto de remitirle. Ya tengo en prensa otra, como verá por el anuncio que le incluyo, cuando salga a luz se la enviaré también.
Disponga como guste de su buen amigo y compañero
José Mª de Acosta
s/c Ferraz n° 64.

Acosta, José María de

Carta de J. Alberto Cuentas Zavala, 11/12/1926

Arequipa, 11 de diciembre de 1926
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Apreciado señor:
Los espíritus que vivimos en Provincias, alejados de los triunfos de la Capital y recogidos en el silencio secular de estas comarcas andinas, sólo nos congratulamos cuando hay una voz de alerta que sacude nuestra conciencia adormilada por las nostalgias de la raza y del ambiente. Y esta voz de alerta es la Revista Amauta que está bajo su dirección, con verdadero acierto y auscultando la voz del Mundo para orientar este país hacia el verdadero camino del triunfo libertario. Tal vez, en nosotros los soldados de este lado de los Andes, no encontrará, sino el aplauso a todo lo nuevo y a la nueva sensibilidad, que el suscrito sigue y vislumbra en U. no sólo al camarada, sino también de luchas en el periodismo de esta Nación, llamada Perú.
Escribía U. en El Tiempo y yo en El Eco de Puno. Desde estas columnas lo defendí ante el público de mi tierra natal de los ataques del militarismo, cuyo editorial le envío, no como presunción literaria, sino como el ultraje recordado y ya famoso en los anales de Lima periodística. Yo soy puneño. Y algo de su liberalidad y de su ambiente me acompaña a través de tantas luchas y decepciones. Sufrí el peso de la burocracia universitaria de San Marcos. Combatí sus errores, sus pasiones y su arcaísmo y espíritu antañón. Y los neófitos, me atacaron diciendo que conspiraba contra la autonomía Universitaria, como si autonomía significase reservar podredumbres anquilosadas de ese Instituto. Yo amigo, amigo de luchas y de ideales, aunque no seamos protocolarios, gusto de combatir las aguas estancadas y los arroyos putrefactos, y mucho más cuando esas aguas y arroyos llevan barquichuelos de papel estraza. Y esto había sido un error para los triunfos. Me atacaron también de Gobiernista, porque no seguí al rebaño seudo aristocrático de la Capital que macaneaba en las tribunas de la Universidad y en los tabladillos populares, como histriones de un Circo funambulesco que no tenía ni el chiste ni la gracia de nuestros verdaderos histriones políticos. Pero el Gobiernista no usufructuó ningún empleo de Gobierno, ni le dieron ninguna prebenda palaciega. Hasta ahora, en veintiocho años de vida de crecimiento no conozco el Presupuesto de Perú, ni sé qué aroma tendrán sus cheques circulares. Sin embargo mis contrincantes universitarios, que en ese entonces anatemizaban y calificaban a Leguía de tirano vulgar y vociferaban a calles y plazas en contra de su dictadura, al presente lucen la librea de diplomáticos en casi todas las ciudades de Extrangeris y son otros la canilla que sustenta el chaqué del Ministerio de Relaciones Exteriores. Figúrese, amigo estimado, qué diferentes son los planos de la vida, y si podemos esperar de estos sochantres una buena orquesta para la Regeneración del Perú. Muchos periódicos me cerraron las puertas y hubo UNO que siendo redactor —cuyo nombre dejo en silencio pero que lo diré muy alto en lo futuro— me despidió en nombre de su ancestral civilismo. Y ahora ese mismo periódico no halla la forma de halagar al mandatario peruano, sacándole en fotograbados en toda forma y calificándole de EL TRIUNFADOR: Vea como son las cosas de esa Capital.
No iré a Lima hasta que no lleve publicados mis libros: Cuentos Andinos cuyo prólogo me lo ha hecho mi estimado amigo Percy Gibson; Conferencias, prólogo del íntegro Mostajo; Versos cuyo Prólogo a U. solicito; Crónicas y Repiques; La Crisis Universitaria, en cuyo folleto dejaré para el porvenir algunas revelaciones definitivas sobre la conciencia de Nuestra vieja Universidad, como le llaman sus adoradores. Todo esto no se hace por falta de dinero. Pero vendrá.
Le envío algunos versos míos de mi libro ESTRELLAS para que leyéndolos me haga el bien de enviarme un prólogo para ellos. Esto será grato para mí y orgullo legítimo para quien busca seguir el ideal. Dicho libro se editará en la editorial Titicaca, porque pensamos hacer de ella, los jóvenes de Puno nuevo, el centro de nuestras operaciones para el porvenir. Tengo otros versos más, pero los motivos aunque diferentes se enlazan todos ellos con la factura con los enviados, pero si U. cree conveniente leerlos todos, se los enviaré. Escríbame a Arequipa 114, Puente Bolognesi.
J. Alberto Cuentas Z.

Cuentas Zavala, J. Alberto

Carta de César Vallejo, 10/12/1926

París, 10 de diciembre de 1926.
Mi querido compañero:
Agradezco a usted en lo que vale el bondadoso juicio que me envía publicado en Mundial, relativo a mi labor literaria. Varios pasajes de su cariñoso ensayo llevan tal voluntad de comprensión y logran interpretarme con tan penetrativa agilidad, que leyéndolos me he sentido como descubierto por la primera vez y como revelado en modo concluyente. Su ensayo, sobre todo, está lleno de buena voluntad y de talento. Le agradezco, querido compañero, por ambas cosas.
He recibido Amauta. Sigo con fraternal y fervorosa simpatía los trances y esfuerzos culturales de nuestra generación, a cuya cabeza está usted y están otros espíritus sinceros como el suyo. En estos días enviaré a usted con todo cariño algún trabajo para Amauta, cuyo éxito y acción renovatriz en América celebro de corazón, puesto que ella es, como usted me dice, “nuestro mensaje”. Creo que esta resonancia ha de crecer, contribuyendo así a densificar más y más la sana inspiración peruana de nuestra acción ante el continente y ante el mundo.
Próximamente le escribiré acerca del libro que me pide para la Editorial Minerva. Pueda ser que ese libro esté listo muy en breve.
Un afectuoso saludo para todos los buenos amigos de Amauta y para usted un estrecho abrazo de su devoto compañero.
César Vallejo

Vallejo, César

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