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Carta a Carlos Arbulú Miranda, 29/9/1928

Lima, 29 de setiembre de 1928
Querido Arbulú Miranda:
He querido escribirle más de una vez en las últimas semanas, después de su carta del 30 de julio, pero no he conseguido escapar a las exigencias del trabajo extraordinario que me imponen la corrección de las últimas pruebas de mi libro en prensa, la revisión de los originales del que debo enviar a Buenos Aires, etc. Sólo hoy, en la calle ya el No. 17 de Amauta, que recibirá Ud. con la presente, si ésta alcanza también el primer correo, dispongo de tiempo para dedicar algunos momentos a mi correspondencia.
Hemos transformado como Ud. verá el formato de Amauta por razones técnicas y de presentación, aprovechando la oportunidad del comienzo de un nuevo año de existencia. Este formato es más coleccionable y su armadura mucho más fácil que la del formato antiguo. No sé aún si mantendremos el volumen de 108 páginas de este número de aniversario y, por consiguiente, su precio de 60 cts.; pero creo que a los lectores de Amauta no les parecerá excesivo un aumento a cambio del cual reciben un volumen tan nutrido.
El editorial se refiere, por una parte, al vanguardismo genérico e indefinido de los oportunistas habituales y, por otra parte, a cierta desviación que ha intentado propagarse en nuestras propias filas, a propósito del Apra. Yo he tenido con Haya primero y con el grupo de México después un largo debate, en el cual he sostenido con abundantes y claras razones que el Apra, como su mismo título lo dice, no debía ser un partido sino una alianza y he desaprobado posteriormente la propaganda con la cual se pretendía presentar la candidatura de Haya. He encontrado a los amigos de México reacios a rendirse a estas razones que, en cambio, han sido totalmente aceptadas por quienes aquí están más cerca de nosotros y, últimamente, por los compañeros de Buenos Aires, según carta de la cual le enviaré copia. Ravines y Bazán, de París, también se muestran de acuerdo conmigo. Como antecedente de este debate —que por mi parte he procurado mantener dentro de los límites de una correspondencia estrictamente privada, para no dar pábulo a insidias divisionistas—, le acompaño dos cartas, una mía y otra que acordamos suscribir yo y varios compañeros, pero que en breve resultó insuficiente ante la prisa conque el grupo de México había avanzado en el sentido condenado abiertamente por nosotros. Deseo que Ud. se forme juicio completo de este debate, lo mismo que los compañeros más íntimos de Chiclayo. —Un joven de Nueva York, Rojas Zevallos, al parecer muy indiscreto, se ha dirigido a mí en términos impertinentes, quejándose de mi desacuerdo con Haya. Este señor, que no sé qué papel se asigna en el Apra, es totalmente ajeno al socialismo y reduce todo a una oposición de caudillos. Naturalmente con personas que así piensan nada tengo de común. Ante sus desviaciones reivindico mi posición de socialista, más revolucionaria siempre que cualquier invención latinoamericana.
Pronto recibirá Ud. mi libro, cuyos últimos pliegos se imprimen en estos días.
Sus poemas aparecerán en el próximo número demorados por plétora de material poético en las cajas.
En espera de sus noticias, cordialmente lo abraza su amigo y compañero.

José Carlos

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Enrique José Varona,12/2/1926

Habana, 12 de febrero de 1926
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima
Muy distinguido señor mío:
He recibido el ejemplar de su interesante libro La Escena Contemporánea, con que se ha servido U. favorecerme. Ya el prefacio incita a la lectura. La haré desde luego, y estoy seguro de que será con provecho.
Reciba U. mis sinceras gracias y este testimonio de mi mayor aprecio.
Su más at. s.
Enrique José Varona

Varona, Enrique José

Carta de Marisabel de Pinilla, 24/7/1927

Lima 24 de julio de 1927
Estimado amigo:
Mucho me alegró lo que me dijo sus esposa ayer sobre su mejoría. En cambio yo comienzo a sentirme mal q creo que mi ingreso a la clínica es forzoso! Mucho me he arrepentido de mi estreno. Parece que la Compañía a quién pretendí ayudar aprovechando de mi ausencia, dio los papeles a gente que le quedaban grandes!. Eso me dijo ayer mi marido q vio la pieza. Pero hay un pequeño incidente q pienso referirle (ya que las coincidencias a veces originan cosas grandes). El presidente Leguía fue al teatro y le gustó mucho la obra, y le dijo a Ojeda el ministro de España, q esperaba q los críticos alentaran ese esfuerzo y mas que nada mi generosidad de patrocinar el Teatro Nacional con [...] además, pues parece q al leer una crítica de pésimo gusto q saliera no se donde (ya que por evitarme disgustos no me han dejado leer sino lo grato) habló conmigo en casa de su hija, antes de ayer. Estaba muy disgustado de la incompetencia de los escritores. Yo que hacía? A quién le había dado la obra? Yo le dije q estaba en poder de la única persona q a mi juicio era una autoridad cuya opinión contara para mi. J. C Mariátegui. Pero entiendo me dijo q los llamados "vanguardistas" no la permiten tener "autonomía"? Entonces aproveché de decirle todo que pienso al respecto y la pena que me da q "Amauta" que era un exponente de cultura hubiera desaparecido. Se quedó muy pensativo, y me dijo q averiguará muy bien los hechos y se los refiriera. ¡Lástima no poder charlar con Ud. al respecto! ¡Pero antes de terminar, me quedaré sin decirle que espero de su amabilidad mas palabras de aliento y comentario sobre mi trabajo. q serán oportunos, ya q la obra sigue en el cartel. De preferencia en Variedades.
Suya afma.
Marisabel de Pinilla

P.D. Sírvase entregarle mi manuscrito al portador.

Pinilla, Marisabel de

Carta a Bertha Molina (Ruth), 11/8/1916

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
11 de agosto
Te escribo hoy porque hoy me esperas. Ahora me confío a la puntualidad del correo. Tengo que contestar dos cartas tuya, las dos muy amables y buenas.
No me has dicho si, conforme a mi carta, la carta tuya que profanaran llegó a mis manos completa. No tengo nada que perdonarte. El hecho de que abriera la carta en mi presencia el director, no tiene importancia. El director es mas que tal mi amigo y es una de las personas que me tienen mas cariño y consideración.
Iré constantemente al correo para pedir tus cartas. Todos los días hago un telegrama para un periódico de provincias, de modo que me es muy fácil hace una visita diaria al correo.
¿Por qué me dices eso de que mis "cartas son más pensadas que sentidas"? Explícamelo bien claro y con mucha profusión de detalles porque no acepto la afirmación. Siempre he tenido el concepto de que soy antes que nada un escritor sentimental. Y a pesar de mi convicción de que en este siglo es imperioso gobernarnos con el cerebro, yo tengo todavía el romanticismo de gobernarme con el corazón.
¿Por qué me dices señor político? Yo no hago política sino en unos cotidianos párrafos llamados Voces y la hago por cierto con escaso gusto y hasta desapego. Tu ignoras lo grave y antipático que es esto de escribir por obligación. Ahora que si yo no tuviera obligación de escribir, soy en tal forma perezoso que casi nunca escribiría.
Quiero que me reveles eso importante. A ver. No lo postergues. Porque sé que cuando conversemos, va a ser tanto lo que tengamos que decirnos que nos vamos a decir nada.
No es cierto que mi voluntad intervenga en la aparición del libro al cual te refieres. Si interviniese, crée que la ejecutaría en el sentido de impedir que esa aparición se realizase. Amo mucho la literatura para querer que la siga ofendiendo un mal dillettantismo. En Pérez Cánepa hubo época que mi consejo y amistad influyeron. Luego le encontré desleal e inconsecuente y, como no es cosa de tolerar a los malos escritores cuando son también malos amigos, prescindí de su trato. Ho estamos "de etiqueta".
Ve, pues, que estás mal informada. Y siendo esta como es, curioso sería saber todas las otras mentiras que sobre mí te hayan dicho. Porque yo sé, muy bien, que de mi dicen innumerables mentiras. Algo daría porque la gente me dejase vivir, sin preocuparse de mí.
A la verdad que ya me cansa eso de que la gente que me conoce y aún la que no me conoce , diga si yo hago esto, si yo hago lo otro, si yo voy al teatro, si yo no voy al teatro, si yo soy de esta manera, si yo pienso en tal cosa. Es muy mortificante. Menos mal cuando la suposición es inofensiva como esa de mi autoridad en un joven escritor y de mi influjo en su ensayos.
Escribí tu suelto. Solo que el cajista no entendió el nombre y lo puso a su capricho. Pediré que lo pongan también en La Prensa. Eres muy corta para pedir una tontería.
No te podrás quejar. Te he escrito muy largo. En mi vida no hay casi precedente de una carta mía extensa, a menos que se trate de las dirigidas a mi amigo X, que llenan al mismo tiempo mi obligación de escribir un artículo.
Ignoro a Román. Me han hablado bien de él.
Escríbeme largo también. Tanto como puedas. Tantas veces como te sea posible. Con profusión de temas. Y crée que te recuerdo mucho. Crée también que mis cartas son mas sentidas que pensadas... A menos que tu me demuestres lo contrario, como supongo que lo intentarás. Y digo intentarán porque se que no vas a lograrlo.
Juan

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Roig de Leuchsenring, 30/6/1929

Lima, 30 de junio de 1929
Sr. D. Emilio Roig de Leuchsenring.
La Habana
Estimado compañero:
Le debo las más cordiales gracias por las amistosas palabras conque ha saludado en Social la aparición de mis 7 Ensayos y transcrito el fragmento sobre el indigenismo en la literatura peruana. Recibo ahora puntualmente Social que leo con agrado y simpatía. Es un placer recorrer sus páginas donde una nota es constante: la selección y el buen gusto.
He remitido un ejemplar de mi libro y algunos de Amauta a su compañero Conrado Masaguer, tan acertado y brillante siempre en la dirección artística de Social.
Le agradeceré informarme sobre el éxito de la organización de la Agencia Alrededor del Mundo que contrató en Lima mi colaboración y la del poeta Eguren. No he vuelto a tener noticias de su gerente después de la carta en que me acusaba recibo del contrato firmado. No sé a qué atenerme respecto a la seriedad de esta empresa.
Trabajo en la revisión y anotación de los originales de dos libros que publicaré en Buenos Aires: Defensa del Marxismo y El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy.— Si Ud. quisiera adelantar uno de los capítulos del segundo de estos libros, acaso el más apropiado sería mi “Esquema de una Explicación de Chaplin” publicado en el N° 18 de Amauta que ha tenido cierta fortuna entre los lectores de esta revista.
En espera de sus noticias, le estrecha la mano afectuosamente su devotísimo amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Moisés Arroyo Posadas, 30/7/1929

Lima, 30 de julio de 1929
Querido compañero Arroyo Posadas:
Le debo una carta desde hace varias semanas, pero el deseo de responderle ampliamente se ha complicado con mis ocupaciones extraordinarias, para retardar la respuesta. Y es el caso que hoy mismo no puedo dirigirle la extensa carta que quisiera escribirle, porque mi trabajo continúa siendo excesivo y no puedo consentirme sino unos minutos de paréntesis en su prosecución. Estoy revisando los originales de los libros que debo enviar a Buenos Aires para su impresión. Uno es como ya Ud. sabe, la Defensa del Marxismo y otro un volumen de ensayos estéticos: El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy. Trabajo también en el libro que sobre ideología y política nacionales publicaré en las ediciones Historia Nueva de Madrid.
Este último libro, precisamente, contendrá todo mi alegato doctrinal y político. A él remito tanto a los que en 7 Ensayos pretenden buscar algo que no tenía porqué formular en ninguno de sus capítulos: una teoría o un sistema políticos, como a los que, desde puntos de vista hayistas, me reprochan excesivo europeísmo o insuficiente americanismo. En el prólogo de 7 Ensayos está declarado expresamente que daré desarrollo y autonomía en un libro aparte a mis conclusiones ideológicas y políticas. ¿Porqué, entonces, se quiere encontrar en sus capítulos un pensamiento político perfectamente explicado? Sobre la fácil acusación de teorizante y europeísta que puedan dirigirme quienes no han intentado seriamente hasta hoy una interpretación sistemática de nuestra realidad, y se han contentado al respecto con algunas generalizaciones de declamador y de editorialista, me hará justicia, con cuanto tengo ya publicado, lo que muy pronto, en el libro y en la revista, entregaré al público.
Como tengo plena confianza en su discreción, y no dudo de que de una carta confidencial no hará Ud. uso público, le adjunto copia de una carta que dirigí hace pocos meses a nuestro compañero Ravines respecto a mi divergencia con Haya. Esa carta expone, a grandes rasgos, el verdadero carácter de esta divergencia.— Puede Ud. después de haberla leído, hacerla conocer al compañero Espinoza.
Como por ése y otros papeles podrá Ud. comprobar yo he agotado en el debate privado con Haya todos los medios de hacerlo aceptar una disciplina de grupo y de doctrina. Haya se ha obstinado en imponemos sin condiciones su caudillaje. Y yo habría asumido una gravísima responsabilidad si, constatada su resistencia absoluta a situarse en un terreno más serio y leal, no hubiese tomado posición contra las desviaciones sucesivas a que el aprismo nos iba conduciendo Si de algo he pecado, ha sido de espíritu tolerante y conciliador. Abrí a Haya, atenido a sus protestas revolucionarias marxistas —he averiguado después que en materia de marxismo no ha aprendido nada— un crédito de confianza quizá excesivo.
No creo, por lo demás, que sea el caso de hablar de una división. Todos los elementos responsables y autorizados de nuestra tendencia ideológica, están con nosotros, en el trabajo de dar vida a una agrupación definida, realista, de masas. El grupo que preside Ravines en París ha disuelto la célula del Apra; el de La Paz se ha pronunciado en el mismo sentido; el de Buenos Aires nos ha hecho saber que seguirá disciplinadamente la línea que trace la mayoría; el de México ha entrado en un camino de franca rectificación de sus errores. Fuera de este movimiento, no quedan casi sino elementos sin adhesión efectiva al socialismo, agitadores y guerrilleros dispersos de un nuevo caudillaje. —Y esta actitud, este personalismo caudillista, que apela desesperadamente a la pequeña burguesía, es lo que está más próximo al leguiísmo. En apariencia es lo que más belicosamente lo ataca, sólo porque siente que lo suplanta. Es la rebelión del joven contra el patriarcado que dura demasiado. Puro complejo de Edipo, dentro de un psicoanálisis o un freudismo políticos.—El proceso leguiísta es la expresión política de nuestro proceso de crecimiento capitalista, y si algo se le opone radicalmente, si algo es su antítesis y su negación, es justamente, nuestro socialismo, nuestro marxismo, que pugnan por afirmar una política basada en los intereses y en los principios de las masas obreras y campesinas, del proletariado, no de la inestable pequeña burguesía.
No deje de ponerse en comunicación con Ravines, que ha dado vida en París a un centro de estudios marxistas. Su dirección es: León Vernochet, 8 Avenue Mathurin Moreau 8. París (XIXe). Vernochet es el leader de la asociación internacional de trabajadores de la enseñanza que publica mensualmente en español una revista muy interesante para los maestros a la que sería utilísimo dar difusión en Jauja.— Escriba a Ravines sobre las actividades obreras y campesinas de Jauja, del centro en general.
En el número próximo de Amauta aparecerá un esquema de tesis sobre el problema indígena, que es indispensable sea discutida, estudiada y anotada por todos nuestros grupos. No pretende ser una tesis definitiva; pero creo que está ahí, en líneas generales, el planteamiento doctrinario de la cuestión y de las tareas que impone.— Escríbame sobre esto.
Sobre la organización obrera y el estado actual de nuestro proceso de definición ideológica, etc., he escrito a Espinoza. Converse con él. Unifiquen y coordinen, en general, todos Uds., sus esfuerzos. Nada de labor anárquica.
Salude a los amigos y camaradas y reciba el más cordial saludo de su afmo. compañero
José Carlos Mariátegui
P.D.—Escríbame, por intermedio de Nm.— Preparen material para Labor que reanudará su publicación el 15 de agosto para seguirse publicando regularmente todas las quincenas. Nos interesa sobremanera su sección: El Ayllu.

José Carlos Mariátegui La Chira