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Retrato de Carlos Montenegro

Tarjeta postal con el retrato de Carlos Montenegro realizado por Jorge Mañach con la siguiente dedicatoria:
Para "Amauta" en el Perú.
Montenegro
abril 1929
Al reverso: Carlos Montenegro. Apunte de Jorge Mañach
Con letra de José Carlos Mariátegui: 5 cent ancho

Mañach, Jorge

Carta de Salvador Cano, 7/4/1927

San Salvador, 7 de abril de 1927
Señor don José Carlos Mariátegui
Director de la Revista "Amauta"
Sagástegui 669, Casilla 2107,
Líma, PERÚ.
Muy distinguido colega:
Es en nuestro poder su atenta tarjetita fecha 28 de febrero próximo pasado, y a ella tenemos el gusto de referirnos:
Agradecémosle cumplidamente su fina atención, al honrarnos con el envío de su importante Revista, así como también sus sinceras frases de simpatía. Aceptamos gustosos el intercambio de nuestras publicaciones y desde luego hemos iniciado nuestra remisión de canjes.
Por este mismo correo, le remitimos a Ud. los Nos. 13, 14, 15, 16, 17, 18 y 19 de nuestra Revista, que son los que hemos publicado durante el corriente año.
Nos es grata esta oportunidad, para rendir a Ud. nuestra consideración y aprecio.
Salv. Cano
por Secretario y Administrador

Cano, Salvador

Carta a Emilio Roig de Leuchsenring, 24/10/1926

Lima, 24 de octubre de 1926
Señor Emilio Roig de Leuchsenring
Habana
Estimado compañero:
Cuando Oliverio Girondo estuvo en La Habana me escribió que contaba con Ud. y sus amigos del grupo minoritario o renovador para la realización de su proyecto de intercambio y vinculación de los grupos de vanguardia de América. La fundación de la revista Amauta, que debe Ud. haber recibido, me ofrece la oportunidad de dirigirme a Ud. para que se cumpla ese intercambio entre los escritores vanguardistas de Cuba y el Perú. Yo le mandaré originales de los peruanos; Ud. me enviará textos de los cubanos, conforme al plan al cual me comunicó Girondo que Uds. habían dado su adhesión. Amauta se ha permitido ya considerarlo en el elenco de sus colaboradores. Y para iniciar el intercambio le envío unos apuntes míos sobre Eguren.
Le ruego comunicar mi invitación a Jorge Mañach, Agustín Acosta y demás compañeros y aceptar el cordial testimonio de mi amistad y estimación.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Joaquín García Monge, 8/4/1926

Recepción de los 24 ejemplares de la Escena Contemporánea enviados por Minerva.
Apertura de una cuenta con la Imprenta por el valor de $12 dólares por los ejemplares enviados y solicita se le envíen doce (12) ejemplares tanto la obra de Iberico como la novela de Istrati.
Remite además los siguientes títulos:

  • Varona: Emerson
  • Varona: Con el eslabón
  • Vaz: Reacciones
  • Renán: Paginas Escogidas
  • Vasconcelos: Artículos
  • Gueraldy: Tú y yo
  • Kheyyam: Rubayat
  • Brenes Mesén: EL misticismo
  • Masferrer: Ensayos sobre el destino y Una vida en el cine
  • Martí: Versos
  • Magón: La Propia
  • La edad de oro
  • Ors: De la amistad y el diálogo y Aprendizaje y Heroismo

García Monge, Joaquín

Carta de Joaquín García Monge, 26/1/1926

[Transcripción literal]
27 de enero de 1926
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima
Mi querido amigo:
Hace tiempo estoy por escribirle. Ud. me inspira las mayores simpatías y deseo cultivarlas. A medida que lo leo más, lo estimo más por su ideario y por la manera elegante con que lo expone. Ya tengo leído su libro La Escena Contemporánea. En manos del señor Lecaros puse el otro ejemplar. Lecaros tardó en buscarme, pero ya nos hemos visto y nos tratamos. Hay en Lecaros cierta dulzura que lo hace muy agradable. Desde luego, le acepto la agencia de las ediciones Minerva. Al hacer los envíos, calcúlenlos en oro americano. Su idea de intercambiar sus ediciones con las mías me parece bien. Voy a mandarle lista de lo que hay y Ud. escoge. Disponga desde luego, para la venta, de los Repertorios que quiera. Se los pondría en ésa a $ 0.10 el ejemplar. Ordene no más, estoy listo a servirle.
De La Edad de Oro puedo mandarle los ejemplares que quíera a razón de $ 0.25 cada uno.
Recibo sus recortes, que se reproducen en el Repertorio. Ya tiene Ud. un grupo selecto que lo lee con gusto. Mándeme más cosas suyas y de otros que Ud. estime en ese gran país. Mándeme recortes de prensa peruana. Y sobre todo, que me llegue esa revista de que me habla.
Créame suyo muy amigo
J. García Monge
Recuerdos y simpatía para el Sr. Villavicencio (manuscrito).

García Monge, Joaquín

Carta de Arturo R. de Carricarte, 15/6/1926

La Habana, 15 de junio de 1926
Sor.
José Carlos Mariátegui.
Lima, Perú.
Muy distinguido colega:
Encuentro en una publicación bonaerense la noticia de que se propone usted establecer en esa cultísima capital una empresa editora que ha de caracterizarse más que por sus propósitos de lucro, por su anhelo de difundir la obra intelectual peruana y a tan noble fin creo que estamos obligados a prestar resuelto apoyo cuantos nos interesamos por el acercamiento de las naciones que integran ese inmenso grupo que Martí llamó Nuestra América.
Si usted considera oportuno confiarme la colocación de los volúmenes que vaya editando tendré mucho gusto en encargarme de ello, sin aceptar remuneración alguna y ofreciéndole amplia propaganda en nuestra prensa.
A esta Biblioteca de mi dirección puede usted remitir, comprado en firme, un ejemplar de cada título cuyo importe le giraré a su recibo.
Le incluyo un ejemplar de la Declaración de Principios de la Comisión Nacional de Cooperación Intelectual Cubana de la que fui ponente y en la que podrá ver usted mi concepto personal del hispanoamericanismo y los medios prácticos que estimo necesarios para alcanzar su realización cumplida.
Con mis anticipadas gracias por la cortesía de su respuesta me complazco en ofrecerme su servidor obsecuente y colega afmo.
Arturo R. de Carricarte

Carricarte, Arturo R. de

Carta de Francisco Laguado Jayme,1/4/1928

P.O. Box 1633
Habana, Cuba
a 1 de abril de 1928
Al compañero
José Carlos Mariátegui
Director de "Amauta"
Lima, Perú.-
Compañero:
Siempre lo he admirado por su hermosa y noble ideología revolucionaria. En estos días Tristán Maroff me hablo de usted, cálida y cordialmente.
Pongo en sus manos ese panfleto que acabo de dar a la publicidad contra el tirano maldito de mi infortunada Venezuela. Es un grito de guerra, pero un grito de los pecho jóvenes e idealistas.
Mucho deseo leer su revista "Amauta", alta tribuna de los ideales indo-americanos.
Soy su compañero,
F. Laguado Jayme
P.D. Le reitero hacerse producir el panfleto adjunto.

Laguado Jayme, Francisco

Carta de Max Jiménez, 28/12/1926

28 de diciembre de 1926
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima
Muy señor mío:
Me permito incluirle copia de un artículo que he entregado al maestro García Monge; y espero con sus opiniones.
Le ruego contarme entre los suscriptores de Amauta y si no es de su desagrado le enviaré uno que otro trabajito.
Su atento seguro servidor.
Max Jiménez

Jiménez, Max

Carta de Nemesio Lavie, 3/11/1928

Manzanillo, 3 de noviembre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui,
Director de "Amauta"
Lima. Perú.
Muy señor mío:
Dos letras para ofrecerle mis amistad y reconocimiento intelectual y para pedirle el envío de su revista "Amauta" a mi dirección, con referencias del importe de una subscripción anual.
Quiero también, sus libros.
Cuente con el afecto de su amigo lejano y con mi colaboración en la revista literaria Orto, de esta ciudad, y sépame su afmo y s.s.
Nemesio Lavie
Apartado 48
Manzanillo
Rep. de Cuba

Lavie Vera, Nemesio

Carta de Eutiquio Aragones,20/12/1928

La Habana, 20 de diciembre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima
En nuestro poder la suya muy grata de 3 de diciembre actual, así como también el Contrato firmado de colaboración literaria que usted ha tenido la amabilidad de aceptar de ésta Agencia. También recibimos su fotografía, datos biográficos y obras dedicadas, que mucho agradezco.
Su muy prestigiosa colaboración la queremos aplicar a un Servicio periodístico de carácter internacional que estamos organizando y que, según nuestras impresiones, ha de tardar bien pocas semanas en consolidarse conforma a nuestros deseos.
Muy en breve se nos ofrecerá la oportunidad de señalarle a usted, por carta o por cable - si esto fuera necesario -, las fechas en que deben salir del Perú su uno a dos artículos de colaboración honrosa para ALREDEDOR DE AMÉRICA.
Aprovechando ésta nueva oportunidad para reiterarle es testimonio de mi consideración más distinguida, quedo suyo affmo. y devoto amigo, S. S.
Por ALREDEDOR DE AMÉRICA
Eutiquio Aragones
Administrador-Delegado

Leeré, mejor dicho, estudiaré con profunda atención, cuando tenga valor para tanto, sus "7 ensayos de interpretación de la realidad peruana"
Muy agradecido le queda su amigo,
Eutiquio Aragones

Aragones Iturbe, Eutiquio

Carta de Augusto César Sandino, 20/5/1928

El Chipotón, 20 de mayo de 1928
Por intermedio de la Revista Amauta envío mi más fervoroso saludo a la nueva generación de trabajadores manuales e intelectuales de América Latina que sabe compartir como propias las horas de angustia que ha tocado vivir a nuestra Nicaragua.— A ella reafirmo mi fe inalterable en el triunfo de nuestras armas que al defender la libertad de un pueblo de nuestra América defienden la libertad del Continente.
PATRIA Y LIBERTAD.
Augusto C. Sandino

Sandino, Augusto César

Carta de Luis Cardoza y Aragón, 12/1929

La Habana, Navidad de 1929
Estimado Mariátegui:
Aquí van estas cuartillas sobre Waldo Frank. Las formé, como Ud. verá, para un diario de mi país, Guatemala; pero tal vez tengan algún interés y pueda justificarse su publicación, al menos en fragmentos. Tanto mejor si en Amauta. De París, un amigo que dejé al cuidado de mi correspondencia me dice de haberme enviado Siete Ensayos en busca de la Realidad Peruana, que imagino que Ud. tuvo la delicada atención de remitírmelo. Pero... no llegó nunca el libro suyo, y quiero leerlo. Le agradeceré muchísimo su envío.
He marcado con una cruz roja al margen, desde donde se podría publicar el escrito sobre Frank. Los párrafos anteriores a la seña, se refieren en lo absoluto a Guatemala.
Yo no sé qué impresión le dio Frank a Ud. personalmente. 1929 la revista de nuestros amigos cubanos (un tanto tímida, conservadora) le dio una comida y de sobre-mesa pude armar discursos, provocar a Frank en la intimidad a que nos manifestara su criterio sobre varios puntos. En las conferencias, por dirigirse a un público grande, vario, era natural cierto tono. Ya entre gente joven, debió habernos mostrado mejor su mente. Y sobre todo porque sabía nuestra simpatía y cordialidad hacia él. En fin quiero decirle resumiendo, que no nos dijo nada original, audaz, o bien inteligente. Fueron las mismas conferencias que Uds. oyeron. ¿No le parece de un tono, a pesar de todo, en la mediana —decente— pero en la mediana categoría?
Aquí está este escrito, Mariátegui, haga con él lo que le plazca.
Sepa que le estima y quiere hace tiempo su amigo afectuoso. Buen y fecundo 1930.
L. Cardoza y Aragón
Consulado de Guatemala
Edificio Montes
Línea y D
Vedado (Habana)
Cuba

Cardoza y Aragón, Luis

Carta de D. Moreno Jimenes, 09/1929

Setiembre, 1929
Señor Director de Amauta
El Postumismo lanza esta circular, en la que da las bases fundamentales de sus nuevas actividades fisico-espirituales.
La Directiva actual, compuesta según la cabecilla adjunta, amplia la pasada que estaba formada del siguiente modo: D. Morenos Jimenes, Presidente, Andrés Avelino, Secretario y Rafael Augusto Zorrilla, vocal.
El Postumismo publicará muy en breve un Manifiesto en el que resumirá toda su labor, desde el instante de su creación hasta la fecha, hará más tangible los puntos principales de su credo estético y perfilará su futuro.
Con nuestra consideración y respeto.
Para América y para la Humanidad.
D. Moreno Jimenes
La correspondencia del Postumismo debe ser dirigida en esta forma: Calle José Marty 74-76 Colina Sacra, Santo Domingo , R. D.

Moreno Jimenes, Domingo

Carta de Juan Marinello, 12/7/1930

La Habana, 12 de julio de 1930
Sr. Ricardo Martínez de la torre
Editorial Amauta
Lima
Muy estimado compañero
En contestación a su atta carta del seis de junio en que solicitan ustedes nota de los libros y revistas enviados a ustedes así como precios y condiciones en que se los entregamos para la venta, tenemos el gusto de reproducir lo que en carta de enero 22 del presente año consignamos:
5 ejem. Gongora-Ichaso - $0.50 c/u, 2,50
5 ejem. El Documento-S, Solís- $0.50 c/u, 2,50
5 ejem. Model-Imagen-S, Solís- $0.50 c/u, 2,50
5 ejem. Indagación - Mañach - $0.50 c/u, 2,50
5 ejem. Juventud. Marinello - $0.50 c/u, 2,50
5 ejem. El renuevo. Montenegro - $1.00 c/u, 5.00
Descuento: 4.30
Total: 13.20
De estos libros deben ustedes liquidarnos los que hayan vendido al precio y con el tanto por cuento indicados. En cuanto a los ejemplares vendidos de "1930" resulta de nuestros datos que desde enero del presente año vienen enviándose a ustedes diez ejemplares de cada tirada mensual, los que deben ser puestos a la venta por ustedes con igual descuento (25%) que los libros. De igual modo que hemos vendido nosotros con Amauta, deben ustedes utilizar en propaganda los ejemplares no vendidos en cada remesas y girar el importe de los vendidos
Muy atentamente de ustedes
Juna Marinello

Marinello, Juan

Carta de la Agencia General de Publicaciones, 19/8/1930

San Salvador, 19 de agosto de 1930
Sociedad Editora Amauta
Apartado 2107 - Lima
Muy señores nuestros:
Va la presente para comunicarles por segunda vez, que de su revista "Amauta" necesitamos por ahora solamente cinco ejemplares en vez de la cantidad mayor que nos están despachando.
Sin más por el momento, quedamos sus attos. y ss. ss
Agencia General de Publicaiones
San Salvador

Agencia General de Publicaciones

Carta de Juan Marinello,16/9/1930

La Habana, 16 de septiembre de 1930
Sr.
Ricardo Martínez de la Torre
Sociedad Editora "Amauta"
Lima.
Muy señor mío;
Tengo el mayor gusto en enviarle con esta carta giro bancario a su orden por la cantidad de NUEVE DOLARES Y OCHENTA CENTAVOS como cantidad total de la liquidación que tenemos pendiente con esa Editorial.-

Marinello, Juan

Carta de Antonio S. Pedreira, 12/12/1930

San Juan, 12 de diciembre de 1930
Sr. Director de la Revista Amauta
Lima, Perú
Muy señor mío:
Hace tiempo que venimos enviando a la dirección de su importante revista nuestro mensuario Indice, con el deseo de ser favorecidos con el canje que aun no hemos recibido. Respetuosamente llamamos su atención para que su generosidad y cortesía establezcan
las relaciones que tan vivamente deseamos.
Anticipando a las gracias a nombre de la Editorial Indice, quedo muy suyo,
S. S. S. y amigo
Antonio S. Pedreira

Pedreira, Antonio S.

Carta de Vicente Geigel Polanco, 18/2/1930

18 de febrero de 1930
Sr. Director de "Amauta"
Lima, Perú.
Estimado colega:
Al publicar esta humilde vocero, pretende la dirección reflejar en sus páginas los empeños culturales de Puerto Rico, a la par que ponerse en contacto con las instituciones y los núcleos intelectuales de los pueblos hermanos, fomentando vínculos de simpatía y hábitos de compresión.
Nos duele el aislamiento de Puerto Rico y estimamos llegada la hora de iniciar diálogos de amistosa aproximación, con vistas a una futura solidaridad espiritual.
En nuestra relación de canjes, figura la publicación que usted dirige, y sería para nosotros motivo de especial regocijo recibir su visita periódicamente.
Aprovechamos esta circunstancia para saludar a usted muy cordialmente.
POR LA JUNTA DE REDACCIÓN DE "INDICE"
Vicente Géigel Polanco

Géigel Polanco, Vicente

Carta de José A. Giralt A., 18/4/1929

La Habana, 18 de abril de 1929
Sr. Director de la revista Amauta
Lima. Perú
Distinguido compañero:
Tengo verdadero gusto en enviarle adjunto un ejemplar de mi folleto La supresión de la Enmienda Platt. Escrita dicha obra —muy modesta por ser mía— con el propósito de abogar por la rectificación de un error que ha causado graves daños a mi país en sus relaciones internacionales, principalmente con las naciones de nuestra América, yo espero que usted la acogerá con simpatía y le prestará alguna atención en su importante revista —esforzado paladín de la Libertad, la Democracia y el Progreso en América— ya que toda propaganda que U. haga a favor de mi folleto redundará en beneficio de Cuba, para la que la ignorancia acerca de la verdadera naturaleza y finalidad de la celebérrima Enmienda ha sido fuente de injustas imputaciones y malévolos comentarios. Si usted se decide a publicar algo acerca de mi folleto en Amauta, yo le ruego que envíe un ejemplar del número en que aparezca el comentario a mi dirección abajo expresada.
Anticipándole las gracias y en espera de su grata contestación, quedo su affmo. s.s. y compañero
José A. Giralt
s/c.
Luz Caballero 5
Víbora - La Habana
República de Cuba.

Giralt A., José A.

Carta de Gerardo del Valle,17/2/1928

La Habana, 17 de febrero de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Lima
Estimado compañero:
Mi más sincera felicitación por la nueva aparición de su importante revista.
Le envío algunos poemas para ella y al mismo tiempo aprovecho la oportunidad para brindarle en todo mi modesta cooperación.
Solidariamente
Gerardo del Valle

Del Valle, Gerardo

Carta de Tristán Marof, 22/4/1928

La Habana, 22 de abril de 1928
Mi querido compañero Mariátegui
No tengo una línea suya y no sé qué es lo que pasa. Alguien me ha dicho que escribió Ud. un artículo en Variedades muy afectuoso sobre mí y no lo conozco. Le he escrito varias veces de La Habana y he arreglado con Foncueva para que les sirva de agente. Es serio y estarán contentos. Ya llegaron los Nos. 11 y 12.
Mañana viajo a México y le ruego escribirme allí, siempre que lo permita el tiempo. La mejor dirección será por el momento, Revista de Revistas.
Adjunto a esta carta le envío un artículo para Amauta del escritor cubano José Antonio Fernández de Castro, uno de nuestros mejores amigos y que lo estima particularmente a Ud. mucho. Junto a Martínez Villena y Tallet, constituyen la verdadera vanguardia de este país.
Fernández de Castro, es director de El Suplemento Literario de El Diario de la Marina y él me encarga que cuando pueda remita artículos que serán pagados. Dado el temperamento del diario y la situación de Cuba los artículos tendrán que disimularse un poco! Lo curioso es esto. Fernández de Castro, que sufrió prisión en compañía de Delmar y otros por revolucionario, da cabida hasta donde le es posible a las nuevas tendencias, contra el espíritu conservador de la Marina.
Muy pronto —el otro domingo— saldrá un artículo mío sobre el movimiento literario del Perú —más bien, un pequeño trabajo o silueta sobre el autor de La Escena Contemporánea— Ya se lo enviará Fernández de Castro con quien deseo que se relacione Ud. por ser un excelente amigo y que piensa igual que nosotros.
Un fuerte apretón de manos de su amigo que lo estima.
Tristán Maroff

Marof, Tristán

Carta de Emilio R. Delgado, 9/11/1929

[San Juan de Puerto Rico] 9 de noviembre de 1929
Compañero Mariátegui:
Hemos iniciado una campaña pro-independencia de Puerto Rico y le remito una carta que me escribe el c. Haya por si usted desea publicarla en Amauta.
Con el mejor abrazo, de su compañero que le admira y estima
Emilio R. Delgado
Nota: Le iré enviado recortes de mi reciente labor en Santo Domingo. Estos días salgo para Cuba en iguales circunstancias.
Ayúdenos, Compañero en esta, obra, usted que tantas simpatías tiene ganadas en toda América.

Delgado, Emilio R.

Los médicos y el socialismo. La ley marcial en Haití

Los médicos y el socialismo
La larga y magna secuencia que ha tenido en el gremio médico español la adhesión del Dr. Marañón al Partido Socialista, convida a enfocar el tópico de las profesiones liberales y el socialismo. No cabe duda acerca de que si Marañón y otros ases de la medicina han pedido su inscripción en los registros del Partido Socialista Español, es porque previamente los había ganado ya la política. Tampoco cabe duda respecto a que han entrado en el Partido Socialista, no por razones de expresa y excluyente suscripción del programa proletario, sino porque no podía enrolarse sino en un partido viviente. Los viejos partidos españoles están muertos. Lo que rechaza en ellos a los intelectuales activos e inquietos, sensibles y atentos a la vitalidad, no es tanto su ideología como su inanidad. El Partido Socialista Español, en fin, más que una función revolucionaria clasista tiene una función liberal.
Pero todo esto deja intacta la cuestión central: la permeabilidad de la medicina entre las profesiones liberales, a las ideas socialistas. Desde Marx y Engels está constatada la resistencia reaccionaria de los hombres de leyes a estas ideas. El abogado es, ante todo, un funcionario al servicio de la propiedad. I la abogacía, por razones pragmáticas, se comporta como una profesión conservadora. Este es un hecho que se observa a partir de la Universidad. Los estudiantes de derecho son, generalmente, los más reaccionarios. Los de pedagogía, constituyen el sector más avanzado. Los de medicina, menos proclives por su práctica científica a la meditación política, no tiene más motivos de reserva que los sentimientos heredados de su ambiente familiar. Mas la medicina como la pedagogía no temen absolutamente al socialismo. Quienes las ejercen, saben que un régimen socialista si algo supone respecto al porvenir de estas profesiones en su utilización más intensa y extensa. El Estado socialista no ha menester, para su funcionamiento, de muchos hombres de leyes; pero, en cambio, ha menester de muchos médicos y de muchos educadores. Los ingenieros cuentan igualmente con su favor.
Lo más sugestivo en el caso de Marañón y sus colegas de la medicina española es que estos intelectuales eminentes y célebres se incorporan, sin hesitación, en un partido fundado hace años por un obrero oscuro, por un tipógrafo, con otros hombres previdentes y abnegados del proletariado. El Partido Socialista español ha hecho solo y exiguo muchas largas jornadas antes de atraer a sus rangos a los magnates de la inteligencia. Marañón y sus colegas se dan cuenta de que sería absurda por su parte la tentativa de crear un partido nuevo. Los partidos no nacen de un conciliábulo académico. El diagnóstico de la situación política española a que han llegado esos médicos insignes es bastante sagaz para comprenderlo.

La ley marcial en Haití
No se han modificado los métodos de Estados Unidos en la América colonial. No pueden modificarse. La violencia no es empleada en los países sometidos a la administración yanqui por causas accidentales. Tres hechos señalan en el último lustro la acentuación de la tendencia marcial de la política norte-americana en esos países; la intervención contra la huelga de Panamá, la ocupación y la campaña de Nicaragua y la reciente declaratoria del estado de sitio en Haití. La retórica de buena voluntad es impotente ante estos hechos.
En Haití, como en los otros países, la ocupación militar está amparada por un grupo de haitianos investidos por la fuerza imperialista de la representación legal de la mayoría. Los enemigos de la libertad de Haití, los traidores de su independencia, son sin duda los que más repugnan el sentimiento libreamericano.
Hispano-América tiene ya larga experiencia de estas cosas. Empieza a comprender que lo que la salvará no son las admoniciones al imperialismo yanqui, sino una obra lenta y sistemática de defensa, realizada con firmeza y dignidad, en la que tendrá de su lado las fuerzas nuevas de los Estados Unidos.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Joaquín García Monge, 2/2/1926

San José de Costa Rica, 2 de febrero de 1926
Sr. Don de Julio César Mariátegui
Lima
Mi estimado señor y amigo:
De su hermano José Carlos, a quien mucho estimo y quiero recibí prospectos de la Editorial Minerva que ya he publicado en el Repertorio Americano para extender la buena noticia. También su hermano me propuso intercambio de ediciones.
A él le he escrito al respecto. Le mando una lista de lo que tengo editado y disponible. Para facilitar el cambio sería bueno calcular siempre en oro americano lo que manden y lo que les mando.
Espero órdenes y envíos.
Aguardo con gusto el Boletín Bibliográfico de que me habla y desde luego, la revista mensual de cultura.
Suyo afectísimo.
Joaquín García Monge

García Monge, Joaquín

Carta de Edwin Elmore, 9/1/1925

Alta Mar, 9 de enero de 1925
Señor D. José Carlos Mariátegui
Lima
Muy distinguido amigo:
Antes de partir en esta andanza quijotesca, en la que pienso agotar las reservas de mi cándido idealismo, pensé tener algunos minutos disponibles para pasar a saludarle y agradecerle el eco valioso de su comentario en torno a mi iniciativa de reunir en La Habana un calificado grupo de destacados intelectuales latinoamericanos. Con la improvisación de mi viaje, me ha sido imposible darme el gusto de charlar con ud. exponiéndole algunos de los puntos de vista más importantes atañederos al proyecto; pero ahora deseo cumplir con ud. ya que no estoy cierto de que nuestro común amigo Antonio Garland haya dado publicidad a la carta que le dirigí, carta en la cual, aunque indirectamente, contestaba algunas de sus observaciones sobre mi iniciativa.
Al escribir las cartas a los cubanos que ud. conoce, por haberse publicado en el último número de Mercurio, estaba yo muy lejos de pensar que los impulsos de mi idea me llevasen tan lejos. Escribía entonces en medio del Atlántico, refiriéndome a los esfuerzos meramente incidentales que había hecho para propugnar la iniciativa ante el criterio de hombres como Unamuno, García Calderón y Lugones. Ahora ese tema ya no es incidental, es el motivo mismo de mi viaje. Las circunstancias han variado favorabilísimamente, debido a la feliz coyuntura que me ofreció la celebración del centenario de Ayacucho para ponerme en contacto con espíritus tan entusiastas como el de Antonio Caso y el de José León Suárez. Debido a ellos, y con la cooperación de Pedro Irigoyen, Alberto Ulloa, Pedro Morales de la Torre y otros, he logrado dejar iniciado en Lima un movimiento de concentración de fuerzas espirituales que pronto ha de conducir a determinar, con los de La Habana, San José de Costa Rica y México, la creación de una corriente de solidaridad mental efectiva entre los diversos elementos constitutivos de lo que podríamos llamar la Inteligencia del Continente.
Vamos por estos caminos —no trillados por cierto— hacia una meta que ningún hombre culto de nuestros días puede dejar de vislumbrar ya no muy lejana. Tratamos solamente de anticipar, mediante el esfuerzo cultural, hechos que han de realizarse con tanta mayor o menor perfección cuanto mayor o menor sea la conciencia de su significación, utilidad y trascendencia que nosotros tengamos.
En mi artículo de Mundial, titulado “El Nuevo Ayacucho”, he bosquejado algunas de las tendencias y aspiraciones de las inteligencias verdaderamente representativas del florecimiento espiritual de nuestros pueblos. Al lado del pesimismo en que pudiera sumanos la contemplación de un pasado que no ha sido otra cosa que befa y escarnio de los valores superiores, he expuesto las esperanzas del presente que nosotros estamos obligados a cultivar y mantener, no ya de la manera mansa y pasiva con que antaño solían esperar el galardón de una gloria vana e inútil los “hombres de letras” o los “escritores de talento” que a la postre se veían postergados y reducidos a la impotencia por los simuladores de todas clases que pululan en las mesocracias modernas; no ya con finalidades educativas de segundo orden y de las cuales se puede prescindir, sino como gravísima urgencia de la época, pues no otra cosa que una necesidad urgentísima de los días que pasan —y pasan para no volver — es ésta de organizar las fuerzas espirituales, no ya sólo de nuestro zarandeado continente hispano, ibero o latino americano, sino del mundo entero.
Si ha leído ud. lo que escribió Wells con motivo del confinamiento de Unamuno no necesitará que yo le pondere el estado de anarquía y de insociabilidad en que viven los hombres verdaderamente inteligentes que hoy existen, como flores de yermo azotadas por todos los vientos, en las diversas latitudes del globo. Pues bien, yo creo firmemente que es la falta de unión lo que ha mantenido en una situación subalterna a los hombres, cuyo tipo (bien determinado ya, pese a todos los equívocos) se conoce con el nombre de intelectuales. ¿Por qué no ensayar, pues, su acercamiento?
No se trata, por supuesto, de obtener mediante la asociación menudas ventajas como las que se consiguen, por ejemplo, mediante la asociación de panaderos, o la de “motoristas y conductores” o las llamadas de “auxilios mutuos”... La que he llamado “organización de las fuerzas espirituales” en el Continente es algo completamente distinto. No se trata siquiera de proteger la propiedad intelectual de la rapacidad de los editores, se trata de algo mucho más noble y más grande, se trata de conferir a la Inteligencia un poder y una eficacia en la acción de que hasta ahora ha estado despojada; pues, como no sólo lo ha dicho ese terrible y execrable comunista que se llama Henri Barbusse, sino también el manso y bonachón Ramón y Cajal: los sabios y los filósofos no han sido hasta ahora en las sociedades otra cosa que sumisos servidores de los poderes arbitrarios en todas sus manifestaciones.
En la carta abierta que, antes de que apareciera el artículo de ud., le escribí yo a don Enrique José Varona discuto y expongo lo que se ha hecho y lo que se debe hacer para llevar adelante en buenos términos la cooperación intelectual. He entregado esa carta para que sea publicada en Mercurio Peruano, y espero que ud. tendrá la bondad de leerla; a estas horas ya debe haberse publicado en La Habana, Costa Rica y Nueva York, pues, como ud. sabe, la publicidad en nuestra propia tierra no es muy propicia a temperamentos como el mío... y no soy yo de los que se empeñan en conquistarla a pesar suyo.
Cuando haya menos gente fumando, bebiendo y hablando inglés en torno a la mesa donde escribo, cumpliré con la promesa, hecha a Garland, de caracterizar netamente mi iniciativa, señalando las ventajas de lo que he llamado su “espontaneidad”, su “a-oficialismo” y su “a-politicismo”.
Reciba ud., mientras tanto, un cordial saludo de su amigo y compañero
Edwin Elmore

Elmore, Edwin

Carta de Enrique José Varona,12/2/1926

Habana, 12 de febrero de 1926
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima
Muy distinguido señor mío:
He recibido el ejemplar de su interesante libro La Escena Contemporánea, con que se ha servido U. favorecerme. Ya el prefacio incita a la lectura. La haré desde luego, y estoy seguro de que será con provecho.
Reciba U. mis sinceras gracias y este testimonio de mi mayor aprecio.
Su más at. s.
Enrique José Varona

Varona, Enrique José

Carta de Fabio Fiallo, 15/9/1927

La Vega, 15 de setiembre de 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Distinguido compañero:
Con mucho gusto repítole hoy el envío de mi último libro La Canción de una Vida. Ojalá sean mis versos de su agrado.
Tengo vivísimo deseo de recibir Amauta, su preciosa Revista. ¿Quiere Ud. incluirme en el número de sus suscriptores avisándome su valor anual?
Muy suyo
Fabio Fiallo

Fiallo, Fabio

Carta de Enrique Delahoza y Nicolás Gamolín, 10/12/1927

La Habana, 10 de diciembre de 1927
Comp. José Carlos Mariátegui
Perú
Camarada:
Por distinto conductos le hemos remitido ejemplares de nuestro primer número de Atuei y por los mismos le remitiremos mañana, ejemplares del segundo número. Nuestra revista, como habrá visto, levanta nuevamente la bandera antiimperialista que otras manos dejaron caer al iniciarse la reacción que llevó a sus paisanos y a muchos cubanos a la cárcel e hizo que centenares se escondieran para evitar aquella.
Somos soldados del Apra y el segundo número se lo dirá mejor que esta carta. Estamos convencido de que la visión de Haya sobre la lucha es la más acertada y consagramos todas nuestras energías a la propaganda de sus ideales que esperamos hacer triunfar en Cuba.
Nuestras relaciones con el grupo de desterrados peruanos son estrechísimas y constantes. Ellos nos dicen que la han informado sobre este extremo y que podemos escribirle pidiéndole colaboración para la revista. Mándenos querido camarada algo sobre la Conferencia Pan-Americana, pero mándenoslo enseguida. En Cuba la cobardía es general y todo el mundo niega colaboración concretando su oposición a la tiranía en simples murmullos. Necesitamos voces recias: la suya es una.
Y escríbanos además dándonos consejos. Necesitamos de ellos. Necesitamos estar relacionados, íntimamente relacionados.
Suyo, apristamente.
E. Delahoza.
N. Gamolín

Delahoza, Enrique

Carta de José A. Foncueva A.,1/1928

La Habana, enero de 1927 [1928]
Al camarada José Carlos Mariátegui:
Un grupo de escritores, estudiantes y artistas revolucionarios comenzará a editar, desde el próximo día 20, una revista de arte, literatura y doctrina, cuya revista dirigiré yo.
El nombre de la nueva publicación será indoamérika y nosotros tenemos el propósito de hacer de ella una cosa buena, para ello nos es absolutamente indispensable la colaboración de la vanguardia peruana, —tal vez la primera del continente— y especialmente la de usted, como mentor ideológico de esa juventud hermana.
Enterado por Emilio Roig de los propósitos suyos de reanudar la publicación de Amauta, le brindo mi humilde auxilio tanto para conseguir colaboración, como para allegar recursos económicos. En Cuba queremos a Amauta como cosa nuestra, y es por ello que yo tengo especial empeño en ayudar a su publicación, de acuerdo con mis fuerzas.
le agradecería mucho el interés que usted se tomara por indoamérika, toda vez que su concurso será sumamente útil para lograr nuestra idea de que indoamérika sea tribuna del pensamiento izquierdista universal en esta pobre antilla, esquilmada por el caudillaje y el imperialismo.
Adjunto le envío 3 ejemplares de nuestra revista El Estudiante, cuya publicación se suspendió a raíz de un proceso del que supongo usted tendrá noticias, por un supuesto delito de conspiración para la rebelión. El Estudiante fue la primera revista que protestó en Cuba de las arbitrariedades del civilismo contra el grupo de Amauta. en las paginas 5, 12, 14 y 17, podrá usted ver nuestras protestas y votos de adhesión a la obra gigantesca de la nueva generación peruana, generación abnegada y heroica, hermana de la de aquí en la lucha por la reivindicación social y política del continente nuestro.
Finalizo, no sin antes repetirle nuestros deseos de que usted nos auxilie mandándonos colaboración de la vanguardia peruana y aprovechar la ocasión para saludar en usted a los hombres nuevos del Perú y atentamente
José A. Foncueva

Foncueva, José A.

Carta de Tristán Marof,14/3/1928

La Habana, 3/14/1928
Querido compañero Mariátegui:
He llegado a La Habana sin novedad y he sido bien recibido por los amigos cubanos. Parece que la misma inquietud y la misma ansia, es un verdad tangible de un confín al otro del Continente. Lo que yo desearía que todo esto no sea sentimental ni snobismo. He notado que hay muchos escritores reaccionarios, se titulan vanguardistas siendo conservadores hasta la médula. He leído un libro nuevo de Thoraud que se llama "Los ensotanados" donde dice que no solamente son enemigos de la sociedad los sacerdotes sino los "civiles taumaturgos" que predican cosas que no sienten. (escritores, etc)
En Cuba se siente de más cerca el imperialismo como usted sabe y se contemplan cosas muy curiosas. La crisis actual de Cuba es producto del imperialismo que impide la producción de azúcar para tener mejores dividendos. El burgués no siente nada pero el campesino se aprieta el estómago.
Desearía escribirle largamente pero estos amigos amables no me dejan un minuto. Le ofrezco hacerle muy en breve. En tanto reciba usted compañero el recuerdo mejor de simpatía de mí y de mi señora, para ustedes que nos acogieron fraternalmente en las pocas que estuvimos en Lima. También escribiré al compañero Martínez, a quien ya lo tengo en mi simpatía , lo mismo a Angela Ramos, tan gentil y compañera y a los otros amigos.
Escríbame a Calle Campanario 66-Hotel Venezia-La Habana o con la dirección de Antonio Fernández de Castro, Diario de la Marina.- La Habana.
Un fuerte abrazo de su compañero que lo admira y estima.
Tristán Marof

Marof, Tristán

Carta de Esteban Pavletich, 15/7/1928

San Salvador, El Salvador, 15 de julio de 1928
Para José Carlos Mariátegui
en Lima - Perú.
Gran camarada:
Por dos ocasiones le he escrito desde el campamento aprovechando de una de ellas para enviarle el saludo prometido. —Lo hice a través del fino Froylán Turcios en original y copia— Grato me sería saber que llegó a su poder.—
Tuve deseos fervientes de escribirle desde Honduras— la inquietud e intranquilidad consecuentes a la persecución policial de que se me hizo objeto no lo permitieron.
Permaneceré en El Salvador el tiempo preciso para dar culminación a Sandino, para cuya edición —de serme económicamente posible— me trasladaré a Buenos Aires.—
No me olvide para sus cartas y no me olvide para Amauta, harto desconocida aquí.—
Fraternalmente
Esteban
c/o. Alberto Masferrer.
Calle Delgado 84.—
San Salvador.— El Salvador.—
(El nombre del remitente no es completo, solo se puede observar el nombre mas no el apellido)

Pavletich, Esteban

Carta de Emilio R. Delgado, 17/10/1929

San Juan, Puerto Rico, 17 de octubre de 1929
C. José Carlos Mariátegui:
Acabo de recibir la colección de Amauta que usted tan generosamente me envía. No hallo palabras para agradecerle ese gran favor que yo espero responder algún día.
Salgo en estos momentos para Cuba y de allí caeré en Buenos Aires. Posiblemente lo abrace en el Perú.
No me remita Amauta hasta nuevo aviso.
La compañera Magda ha hecho en Puerto Rico y Sto. Domingo una campaña formidable que dejó huellas profundas. Una prueba es que yo salgo casi echado de mi país por ‘subversivo’.
Mi admiración y adhesión a usted en la magna obra continental latinoamericana.
Emilio R. Delgado

Delgado, Emilio R.

Carta de Joaquín García Monge, 30/10/1929

San José, 30 de octubre de 1929
Sra.
Dña. Anna María Chiappe de Mariátegui
Washington izquierda 544 - 970
Lima.
Sr.
Dn. José Carlos Mariátegui.
Querido y grande amigo:
Ciertamente, casi no le he escrito a Ud., pero en el fondo, cuánto lo admiro y quiero. De ello le he dado pruebas. La más eficaz de todas es la reproducción de sus artículos; porque Ud. alecciona en el Perú, y también en América. En todas estas patrias tiene Ud. lectores devotísimos.
Lo sé muy ocupado. Yo también lo estoy muchísimo, pero a poco que me empeñe, podría escribirle a Ud. más a menudo. Sus envíos honran al Repertorio. Gracias y gracias. Ha visto que los aprovecho enseguida? Aguardo con ansia los 2 nuevos libros de que me habla. De el de Eguren no he recibido un ejemplar siquiera. Al Sr. Ravines ya le estoy mandando la revista.
Ahora está Magda Portal con nosotros. De Ud. hablamos con frecuencia y con la mayor simpatía; así como de Amauta, de sus Ensayos constructivos, y de Blanca Luz. Muy interesante la fisonomía de Blanca Luz en el dibujo de Devéscovi. Ella está ahora en México. Me placería verla llegar por acá. Magda está contenta con nosotros; ahora aguarda a Serafín. Piensan irse a Chile y tienen la ilusión de verlo a Ud. allí. De mucho hemos de hablar, mi amigo; hay tanto en qué ponerse de acuerdo. Sígame mandando sus valiosísimas colaboraciones. Amauta va bien por acá; crece. Es una revista estupenda.
Hasta luego, mi amigo, y créame devotísimo suyo.
García Monge

García Monge, Joaquín

Carta de Juan Marinello, 29/12/1929

Ingenio La Pastora, 29 de diciembre de 1929
Sr.
José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi admirado Mariátegui:
Debo romper la placidez de estas montañas —a las que me ha echado el agobio habanero para agradecerle mucho su cariñoso apoyo en la colaboración de Waldo Frank a la I. H. de C. Gracias a usted y al cordialísimo Samuel Glusberg pudimos palpar de cerca al gran espíritu. Gracias a usted, ponernos en contacto sincero, franco, rudo, con tan grande y honrado escritor.
Las conferencias de W. F. —que usted sin duda conoce— fueron aquí —¡gran éxito en nuestro ambiente amodorrado!— cosa discutida, polémica, apasionadora. Claro que muy pocos —y ninguno limpiamente— negaron trascendencia y alta calidad al mensaje del autor de El Redescubrimiento. Lo que más sorprendió — en un público heteróclito, todavía agradecido al combate de Santiago de Cuba-— fue la inusitada posición de un yanqui frente a su gente. La nueva postura de un extraño que no devuelve la hospitalidad en zalemas deshonestas.
La identificación del escritor yanqui con nuestro grupo —1929, ya 1930— fue absoluta, no obstante visiones y criterios distintos, Mucho se habló del grupo abnegado y valiosísimo de Lima. Mucho de usted, que tiene en W. F. un admirador de veras fraternal. Qué grato —y qué doloroso— que un hermano, pero del Norte, nos una y nos sintonice. ¡Si lo estuviésemos en verdad!
Me he traído a esta manigua sus Siete Ensayos. Quiero releerlos para terminar un ensayo sobre su libro y darlo al Número peruano de 1930. Que verá la luz si Luis Alberto Sánchez y Basadre no se duermen en las promesas.
Hace muchos meses que Amauta no nos visita. ¿Ha tenido dificultades? Sólo sabemos que Labor fue suprimida por orden paternal de Don Augusto B. Yo le ruego con mucho encarecimiento el envío de su admirable publicación. Y dígame si hay modo de colocar algunos números más de nuestra 1930.
Lo abraza, con vieja admiración, su compañero
Juan Marinello

Marinello, Juan

Carta de José A. Foncueva,20/9/1928

Habana, 20 de setiembre de 1928
Al compañero José Carlos Mariátegui.
Lima. Perú.
Estimado compañero:
Esta es la tercera carta que le dirijo. Las dos anteriores no han obtenido respuesta, por lo que supongo que habrán sido interceptadas por la policía peruana o por la policía cubana. Esto último no tendría nada de extraño, pues aquí la desfachatez de la dictadura llega hasta declarar por medio de sus periódicos oficiosos que la correspondencia privada de los elementos revolucionarios cubanos es sometida a la censura.
Los paquetes correspondientes a los números 14 y 15 de Amauta le han sido devueltos a ustedes. Yo me apersoné en la Administración de Correos a reclamarlos y se me dijo que estaban allí, pero que no se me habían entregado, ni se me entregarían, por existir una circular del Secretario de Comunicaciones, disponiendo que se impida la circulación de toda publicación revolucionaria. El encargado del Departamento de Certificados me informó que los paquetes le habían sido devueltos, con fecha 30 de agosto.
Los próximos envíos, así como el nuevo de los números 14 y 15, deberá usted hacerlo a Teresa Fominaya, San Anastasio 12, Víbora, Habana. Es necesario, para que no sean interceptados por los censores, que no traigan la etiqueta de Amauta.
El compañero Enrique Delahoza, co-director de Atuei, fue detenido y encarcelado a virtud de una querella del Presidente de la República, que estimó injurioso para su persona un artículo publicado en el número 6, recientemente aparecido y remitido a ustedes, a Sagástegui 669.
La querella presidencial fue posteriormente ratificada, procesándose a Delahoza, que quedó en libertad provisional.
La Sección Cubana del Apra viene trabajando activamente. Buena fe de ello puede dar Atuei, que es hoy el único periódico de oposición que hay en Cuba, y a la vez el más temido por la dictadura.
Con motivo de la detención de Delahoza, se solicitó del Grupo Minorista —al cual pertenecemos— que lanzara un manifiesto defendiendo a nuestro compañero y abogando por el respeto a la libertad de prensa. Pero el Grupo Minorista, que a pesar de sus poses revolucionarias es en el fondo un cenáculo reaccionario y burgués, se negó rotundamente a ello, por boca del Roig de Leuchsenring que ustedes por fortuna no conocen objetivamente y de José Antonio Fernández Castro, instrumento consciente y voluntario de un diario gubernamental y fascista para catequizar a los escritores jóvenes y captarlos para las filas cortesanas.
Nosotros, hasta hoy, hemos pertenecido al Grupo Minorista por puro interés político, pero a consecuencia de su actitud cobarde, hemos roto definitivamente con sus componentes. Y en el próximo número de Atuei los desenmascararemos ante la opinión de América, relatando su indiferencia en el caso de la persecución contra los compañeros peruanos, y su miedo lamentable cuando se nos sometió a un proceso que en los primeros tiempos asumió caracteres alarmantes.
Actualmente, el Grupo Minorista ha traicionado los ideales que proclamó suyos en los días de su fundación. La tiranía se ha entronizado en Cuba, el Grupo Minorista lejos de combatirla se ha preocupado mucho de no encender sus iras, y en ciertas ocasiones, hasta de halagarla. La Conferencia Panamericana que a cuatro años de distancia de su realización condenaron escandalosamente, prometiendo una protesta ruidosa en los momentos de su celebración, pasó entre miradas indiferentes, banquetes a tipos de la envergadura moral de Donoso y Zaldumbide, panegiristas de las dictaduras del coronelote Ibáñez y de Isidro Ayora, aplausos de Roig a Sánchez de Bustamante, su maestro y pontífice máximo de la mascarada imperialista y actitudes de neutralidad para esquivar las persecuciones policíacas. La valiente protesta de Atuei, contenida en un mensaje dirigido a los delegados latinoamericanos, ocasionó el secuestro de nuestra revista, cuyos directores fueron amenazados indirecta y veladamente. Y el Grupo Minorista optó por el silencio, que no compromete.
Los compañeros y yo le felicitamos por su notita en Amauta contra la cochina boutade de Giménez Caballero que sancionaran los conservadores, españolizantes, jesuitas y apolíticos editores de 1928. Hacía falta darles a estos excelentes amigos una vapuleada inteligente como la que usted merecidamente les ha dado. Nosotros ya hemos denunciado en múltiples ocasiones, desde las columnas de Atuei y de los periódicos y revistas en que colaboramos, el reaccionarismo disfrazado y la hipocresía seudovanguardista de “los 5”, que ahora sólo son 4, por la defección de Tallet, el que más valía del grupo. Pero el público suponía que nuestra actitud se debía exclusivamente a una rivalidad administrativa, de publicación a publicación. Amauta los convencerá de la razón que nos asistía, cuando los censurábamos.
Todos los compañeros me encargan le salude, y yo uno mi saludo a los de ellos,
José A. Foncueva

Foncueva, José A.

Carta a Joaquín García Monge, 24/12/1925

Lima, 24 de diciembre de 1925
Señor
Joaquín García Monge
San José de Costa Rica
Muy estimado amigo y compañero:
Hace pocos días le envié un ejemplar de mi libro "La Escena Contemporánea". Me permití adjuntarle un ejemplar destinado al estudiante peruano Julio Lecaros, cuya dirección en esa ciudad ignoro. Supongo que Lecaros lo habrá visitado desde su llegada.
Mi libro ha aparecido en una Editorial que acaba de fundar mi hermano Julio César Mariátegui y cuya dirección me ha sido encargada. Le acompaño algunos papeles de propaganda que circulan en el Perú explicando los propósitos de esta editorial.
Deseo saber si el "Repertorio Americano" puede aceptar la representación de Minerva en Costa Rica. Espero de Ud. una respuesta favorable para transmitirla a mi hermano quien se apresurará a hacerle el primer envío.
Creo que se podría establecer el canje entre las ediciones de Minerva y las del Convivio o "Repertorio Americano". No conozco el elenco de esas ediciones, pero me parece que "La Edad de Oro", el libro de lectura que veo anunciado en "Repertorio Americano" podría tener aquí bastante difusión.
Preparo una revista mensual, para la cual reclamo su colaboración. Creo que podríamos efectuar un pequeño intercambio entre esta revista y "Repertorio Americano" canjeando una cantidad de números en proporción equivalente. Repertorio Americano se vendería así en la Librería Minerva. Estoy seguro de que puede tener asiduos lectores. Oliverio Girondo, cuando estuvo en Lima, me anunció su propósito de organizar, en esta forma, un extenso y constante intercambio entre las revistas y grupos intelectuales de nuestra América.
Le adjunto un artículo de V. Modesto Villavicencio.
Y con los más cordiales sentimientos, me repito de Ud. muy devoto amigo y compañero.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Roig de Leuchsenring, 24/6/1927

Lima, 24 de junio de 1927
Estimado compañero Roig de Leuchsenring:
Los poetas Serafín Delmar y Magda Portal, que tienen toda mi estima personal y artística, le llevan mi saludo y el de los redactores de Amauta. Son nuestro mensaje vivo. No tienen necesidad de otra credencial que su obra. Acójanlos Uds. como auténticos representantes de la vanguardia del Perú que vive su hora de más duro combate.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Roig de Leuchseuring, 10/10/1927

Lima, 10 de octubre de 1927
Señor
Emilio Roig de Leuchsenring.
La Habana.
Muy estimado compañero:
Algo tardíamente, por una ausencia de Lima, a que me obligó mi salud, he leído el No. de julio de Social. Por él me he enterado del telegrama enviado generosamente por Ud. y otros compañeros del grupo Minoritario, reclamando mi libertad y la de los demás intelectuales presos. Tanto este telegrama, como las nobles palabras del editorial de su revista comprometen mi gratitud y la de mis camaradas de Amauta.
Me preparo a reanudar la publicación de mi revista. La solidaridad alerta de los buenos intelectuales de América me ayuda a reivindicar mi derecho a mantener Amauta. Y hoy más que nunca quiero que sea una tribuna americana. Y reclamo, por esto, el intercambio de originales entre los grupos vanguardistas de La Habana y Lima.
Deseo que tenga Ud. la representación de Amauta en La Habana. Podemos establecer, si Ud. Io desea, el intercambio de una cantidad equivalente de ejemplares de Social y Amauta.
Le adjunto para su revista un artículo mío y algunos poemas inéditos de Armando Bazán, poeta de vanguardia que acaba de ser puesto en libertad después de cuatro meses de prisión en la Isla de San Lorenzo.
Me interesa conseguir el No. de Social en que se publicó mi artículo sobre el poeta Eguren. ¿Le sería posible enviármelo?
Le ruego transmitir mi agradecimiento al maestro Varona y a todos los firmantes del telegrama al presidente Leguía por su generosa actitud; y con los más devotos sentimientos me repito su afectísimo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui
P.D.- Envíeme sus noticias con esta dirección: Librería Minerva, Sagástegui 669.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Emilio Roig de Leuchsenring, 30/6/1929

Lima, 30 de junio de 1929
Sr. D. Emilio Roig de Leuchsenring.
La Habana
Estimado compañero:
Le debo las más cordiales gracias por las amistosas palabras conque ha saludado en Social la aparición de mis 7 Ensayos y transcrito el fragmento sobre el indigenismo en la literatura peruana. Recibo ahora puntualmente Social que leo con agrado y simpatía. Es un placer recorrer sus páginas donde una nota es constante: la selección y el buen gusto.
He remitido un ejemplar de mi libro y algunos de Amauta a su compañero Conrado Masaguer, tan acertado y brillante siempre en la dirección artística de Social.
Le agradeceré informarme sobre el éxito de la organización de la Agencia Alrededor del Mundo que contrató en Lima mi colaboración y la del poeta Eguren. No he vuelto a tener noticias de su gerente después de la carta en que me acusaba recibo del contrato firmado. No sé a qué atenerme respecto a la seriedad de esta empresa.
Trabajo en la revisión y anotación de los originales de dos libros que publicaré en Buenos Aires: Defensa del Marxismo y El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy.— Si Ud. quisiera adelantar uno de los capítulos del segundo de estos libros, acaso el más apropiado sería mi “Esquema de una Explicación de Chaplin” publicado en el N° 18 de Amauta que ha tenido cierta fortuna entre los lectores de esta revista.
En espera de sus noticias, le estrecha la mano afectuosamente su devotísimo amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Jorge Mañach, 28/9/1929

Lima, 28 de setiembre de 1929
Sr. D. Jorge Mañach
La Habana
Muy estimado compañero:
Sólo hoy contesto su grata carta de hace ya tres meses por varios motivos: el primero es, por supuesto, que soy mal corresponsal, a pesar mío, por mis ocupaciones; y el segundo que he estado esperando el ejemplar de su Indagación del Choteo cuyo envío me anunciaba su carta. Lo he reclamado por carta al Correo, sin éxito. Ha pasado tiempo bastante para considerarlo perdido. Si lo expidió Ud. certificado puede y debe reclamar allá, aunque no sea sino para imponer alguna sanción al desenfado con que el correo peruano se apropia frecuentemente de mis impresos. (Mis cartas se pierden en una proporción que alcanza quizás el 50%).
Leí de su Indagación del Choteo lo que se publicó en Social y por cierto me interesó y gustó mucho. Es Ud. desde hace tiempo uno de los escritores de Cuba que en Lima seguimos y apreciamos más.
A Sánchez le di algunas cuartillas mías para 1929. Pero ya les enviaré algo más digno de su excelente revista, cuyas páginas recorro siempre con especial atención. He encontrado en uno de sus últimos números una nota amable sobre Labor, que precisamente acaba de ser suprimida por una última orden policial. He reclamado, con el apoyo de la Asociación Nacional de Periodistas; pero parece que no hay esperanza de que se reconsidere esa medida, tomada en momentos en que se retorna al expediente de los “complots” comunistas para paralizar por el terror a la burguesía "ancien regime" y para reprimir a diestra y siniestra.
Repita si le es posible el envío de su libro y proponga a la administración de 1929 si le parece el intercambio con Amauta de la revista y las ediciones. 1929 merece circular en el Perú regular y constantemente. Nosotros nos encargaríamos de su difusión en el Perú y Ud. de la de Amauta y nuestros libros en Cuba, por medio de sus libreros.
Muy cordialmente, le estrecha la mano con devotos sentimientos, su amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Waldo Frank, 25/2/1930

Lima, 25 de febrero de 1930
Querido y admirado Waldo Frank
Gracias por sus gratísimas cartas de 30 de diciembre y 25 de enero, a las que contesto con un poco de retardo por estar haciendo una cura de sol y playa, muy conveniente para mi salud, pero muy perjudicial para mi trabajo y mi correspondencia. La primera de sus cartas debe haberse cruzado con una mía de la misma fecha aproximadamente de la que su segunda no me acusa recibo. Como le incluía una carta de Buenos Aires, llegada para Ud. después de su partida, quisiera estar seguro de que la ha recibido.
Todos sus amigos de Lima - y yo particularmente no necesito decirle hasta qué punto la comparto y la engrandezco- ponen una gran esperanza en el libro que Ud. escribirá sobre la América Latina. Ud. no puede hacer sobre esta América un libro que no sea digno de "Nuestra América" de "España Virgen" y de "El Redescubrimiento de América". Todo lo que Ud. necesite del Perú como información o documento, le será solícitamente procurado. El libro de Basadre, irá enseguida. Si faltaba en los paquetes certificados, ha sido seguramente porque no estaba entre los libros que Ud. me trajo para su expedición. He encargado ya a Luis Alberto Sánchez el envío de un ejemplar.
Glusberg prepara, según sus cartas, muy afectuosas y solícitas siempre, mi presentación a Buenos Aires para mayo más o menos. En abril espera poder remitirme el dinero de los pasajes. Tengo completamente resuelto, por mi parte, este viaje. El único problema es la organización económica de mi vida en Buenos Aires. Yo cuento, como le he escrito a Glusberg, con algunas colaboraciones pagadas del Perú; pero no sé si podría conservarlas todas por mucho tiempo, ya que se puede aprovechar de mi ausencia para obtener mi proscripción total del país. Además lo que yo gano por esas colaboraciones no alcanzaría sino a la mitad de lo que necesito para vivir en Buenos Aires. Glusberg estima fácil que consiga en Buenos Aires desde el primer momento, la otra mitad. Si Ud. puede gestionar que "The New Republic" me pague de vez en cuando alguna colaboración, contribuirá a la seguridad de mi presupuesto. "The Nation" me escribió hace más de un año solicitando mi colaboración y encargándome la designación de los escritores del Perú que podrían colaborar en ese semanario. Tradujo y publicó después un artículo mío sobre el problema indígena; pero no he tenido más noticia de su interés en contarme como colaborador. Anita Brenner podría informarlo acerca de la intención de dar más espacio a las cuestiones latinoamericanas tratadas por latinoamericanos, en "The Nation".
De La Habana me escriben comunicándome impresiones muy simpáticas respecto a la huella que en esa ciudad ha dejado su presencia. Su libro tiene asegurada en la América Latina una gran resonancia. Va Ud. a prestar un gran servicio al destino de este continente, de este mundo. Haber contribuido a que en América Latina se le conozca y ame, es un orgullo para mí.
Saludos cordiales de todos los amigos de "Amauta". y un abrazo de su hermano y amigo devotísimo
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Juan Marinello, 16/3/1930

Lima, 16 de marzo de 1930
Sr. D. Juan Marinello.
La Habana.
Muy estimado compañero:
Ud. me excusará el retardo con que contesto su grata carta de fines de diciembre último, al saber que al habitual desequilibrio entre mi salud y mi trabajo se ha agregado en los últimos meses una temporada de playa y sol en la Herradura que me ha impedido ocuparme en mi más cara correspondencia.
La función de vinculador que Waldo Frank ha tenido en su viaje, entre algunos núcleos de nuestra América, corresponde bien a la calidad e intención de su mensaje. Frank ha dejado en Lima amigos entusiastas. Yo no tengo talvez más título a su distinción que el de haber sido el primero en comentar en el Perú sus libros y en señalar, ante todo, el valor de Nuestra América, en el artículo del que 1929 tomó un párrafo.
Le envío, con los últimos números de Amauta, un ejemplar de mis 7 Ensayos.— Le debo la expresión de mi reconocimiento por la generosa cita que de mi obra hace en su interesantísima respuesta a la encuesta de Cahiers de l’Etoile. Este ensayo ha sido reproducido por un diario de Lima. Le mando el recorte.
También le acompaño dos colaboraciones para el número peruano de 1930. El próximo correo le llevará un ensayo mío.
Estas líneas no se proponen sino establecer la correspondencia iniciada por su carta —magnífico mensaje de amistad.
Preparo mi viaje a Buenos Aires, donde espero resolver con el problema de mi movilidad, mediante una aplicación ortopédica, el de mi salud.Nuestro querido Glusberg es el auspiciador de este viaje, al cual me anima, también, resueltamente, Waldo Frank. Amauta continuará publicándose en Lima; pero si al ausentarme yo le crearan dificultades, la trasladaría a Buenos Aires.
Lo abraza, con simpatía y estimación profundas, su devotísimo compañero.

José Carlos Mariátegui La Chira

Las elecciones en Estados Unidos y Nicaragua [Recorte de prensa]

La elecciones en Estados Unidos y Nicaragua

La elección de Mr. Herbert Hoover estaba prevista por la mayoría de los expertos de que, en estos casos, disponen los Estados Unidos para un minucioso cómputo de las probabilidades electorales de cada partido.

La pérdida de algunos votos por el Partido Demócrata en el “sólido Sur” no es una sorpresa. No había pasado inadvertida para los observadores la posibilidad de que el intransigente sentimiento protestante que prevalece en los Estados del Sur, acarrease en algunos, contra la tradición demócrata de ese electorado, la victoria del candidato republicano.

Tampoco es, en rigor, una sorpresa el triunfo de Hoover en el Estado de New York. En las votaciones presidenciales, el Estado de Nueva York ha sido normalmente republicano. En esta votación, la fuerte “chance'’ de Smith en New York, dependía de su popularidad personal, a la que ha debido su elección, en tres oportunidades, como gobernador de este Estado. La reñida lucha entre republicanos y demócratas en New York, demuestra lo fundado de la esperanza de Al Smith de ganar para su causa los 45 votos decisivos que Hoover, en impresionante duelo, ha conservado para su partido.

Al Smith ha tenido una buena votación en todo el país. En todos los Estados dudosos, el “porcentaje de votos obtenido por Smith excede considerablemente al alcanzado por el candidato demócrata en la elección de 1924. El Partido Demócrata ha efectuado una magnífica movilización electoral. A esta briosa ofensiva centra el poder republicano, ha contribuido en gran parte el ascendiente personal de Al Smith. Pero esto no obsta para atribuir a la personalidad de Al Smith una buena parte también de los estímulos que han ayudado a la victoria republicana. La elección de un católico antiprohibicionista encontraba resistencias enormes en dos grandes corrientes del sentimiento yanqui: el protestantismo y el prohibicionismo. Republicano, protestante, prohibicionista, Hoover estaba bajo esta triple aspecto, dentro de la tradición presidencial de los Estados Unidos. Hoover ha ganado los votos de Estados, en los que, como en New York aproximadamente, la “chance” de Al Smith era, a juicio de los expertos, muy grande. El cable subraya su victoria en Missouri, Maryland, Wisconsin y Montana. En estos Estados, Smith ha disputado vigorosamente la mayoría a Hoover; pero, como en New York, el escrutinio eleva así a la presidencia de los Estados Unidos en reemplazo de Mr. Calvin. Coolidge, a aquel de sus líderes que promete actuar la más enérgica política capitalista. El rol asumido por el Imperio Yanqui, en la política mundial, después de la gran guerra, exigía esta elección. Hoover siente este rol mucho más y mejor que Smith. Como apuntaba en mi anterior artículo, Hoover tiene una perfecta educación imperialista de hombre de negocios. En sus discursos, asoma francamente el orgullo del destino imperial de Norte América. En su política no pesarán las consideraciones democráticas que habrían influido en el gobierno de Al Smith. El estilo de Wodrow Wilson queda de nuevo licenciado. Estados Unidos necesita, en este período de máxima afirmación internacional de su capitalismo, un hombre como Herbert Hoover. El perfecto hombre de Estado en un imperio de trusts y monopolios, es, sin duda, el perfecto hombre de negocios.

Es interesante que las elecciones de Nicaragua hayan coincidido casi, en el tiempo, con las elecciones de Estados Unidos. Nicaragua, electoralmente, es por el momento, un sector de la política norte-americana. Desde que el vicepresidente Sacasa y el general Moneada, jefes de la oposición liberal pactaron con los yanquis, los liberales nicaragüenses resbalaron al campo de gravitación de los intereses norteamericanos. El único camino de resistencia activa al dominio yanqui era el camino heroico de Sandino. El partido liberal no podía tomarlo.

Desde que la bandera de la lucha armada quedó exclusivamente en manos de Sandino y de su aguerrida e intrépida legión, la solución liberal se presentó como la mejor para el interés norteamericano. Los políticos conservadores, conocidos por su antigua adhesión a la política yanqui, eran dentro del personal de posibles gobernantes, los menos apropiados para la pacificación de Nicaragua. La elección de un conservador habría tenido el aspecto de una imposición o un escamoteo electorales.

Pero estas ventajas de la solución liberal no se habrían mostrado tan claramente, si Sandino no hubiese mantenido impertérrito, su actitud rebelde. La presidencia de un liberal tiene la función de reducir al mínimo los estímulos capaces de alimentar la hoguera sandinista. Moncada, en el poder, debe testimoniar la neutralidad yanqui, la corrección de las elecciones, la plenitud de la soberanía popular. La democracia, en este caso, sirve mejor que la dictadura.

El general Moneada no hará, ciertamente, una política sustancialmente distinta de la que desenvolverían un Chamorro o un Díaz. Pero salvará mejor las formas de la independencia nicaragüense. El nombre de su partido no está tan comprometido, ante la opinión de Nicaragua y del continente latino americano, como el nombre del Partido Conservador. Aquí está, más que en la impopularidad de los conservadores, la clave de su tranquila victoria.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira