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Carta de José Martínez Jerez, 9/1928

Buenos Aires, setiembre de 1928
Gerente de Editorial Minerva
Lima
Me propongo escribir en la revista "Fray Mocho" una serie de artículos sobre la producción literaria de vanguardia en la América prehispánica. He visto en una biblioteca amiga un libro editado por esa casa, muy interesante, muy de avanzada, muy de más allá. ¿Puede tener la gentileza de enviarme algunos libros de poetas modernos o transmitirles a ellos este ruego?
Gracias.
Ahí va un ejemplar de la revista.
Enviaría oportunamente los comentarios
Espero.
José Martínez Jerez.

Martínez Jerez, José

Carta de Samuel Glusberg, 6/12/1928

Buenos Aires, 6 de diciembre de 1928
Muy estimado amigo:
Mil gracias por su hermoso libro de ensayos, su carta y los últimos números de Amauta. Desgraciadamente me halla Ud. enfermo, desengañado y con pocas fuerzas para imitarlo en su admirable labor. Mis negocios editoriales se han complicado a tal punto que todavía no he podido sacar el número de L.V.L. correspondiente a esta primera quincena. Y eso que estamos a 6 días de diciembre. Aquí se padece ahora una fuerte reacción católica, bien organizada y llena de dinero para comprar la colaboración de los literatos. Poco a poco se va conquistando a los muchachos que se hacen católicos para cobrar cincuenta pesos por unos versos. Además la abundancia de suplementos y revistas de todo género hace que L.V.L. no sea muy tenida en cuenta con sus 4 paginitas. No sé por lo tanto hasta cuándo la podré sacar. Mis medios son muy escasos y no tengo ahora empleo de ninguna clase para ayudarme. Pienso hacer una cooperativa pero como le digo, aquí queda muy poca gente dispuesta a un negocio que no trae sino pérdidas. En fin, ya lo tendré al tanto de todo. Mientras, quiero advertirle que no estoy en condiciones de hacer imprimir aquí su Defensa del marxismo y que le pido, si eso no lo perjudica, que me reserve su otro libro: El alma matinal para Babel.
Si Ud. piensa venir a Buenos Aires dentro de seis meses le conviene traer La defensa del marxismo impreso, pues será de fácil colocación entre socialistas. Hasta quizá le convenga hacerlo editar por intermedio de La Vanguardia que acaba de publicar en forma admirable un libro de Castiñeiras: Soñadores y realistas. Si Ud. quiere yo me puedo encargar de hacer las gestiones, pues tengo buenos amigos en la dirección del Partido, aun cuando yo no comulgue con ellos en la acción política. Quedo a la espera de sus noticias. ¿Recibió los 6 números de L.V.L.? Créame que si la sigo sacando será en la esperanza de contar con su colaboración y en la seguridad de ser útil en su visita a Buenos Aires, presentándolo en sus aspectos de buen escritor. Porque aquí lo poco que se sabe de Ud. se refiere sólo a su acción social.
Créame, como siempre su admirador y amigo que lo aprecia muchísimo por todo.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta a Samuel Glusberg, 10/1/1928

[Transcripción literal]
Lima, 10 de Enero de 1927.
Señor don Samuel Glusberg.
Buenos Aires.
Muy estimado compañero:
Acabo de recibir unas líneas de Ud. que me apremian a satisfacer el deseo de escribirle. Creo no haber contestado su carta del 1 de noviembre sino con el envió de los ejemplares de "Amauta" y el retrato que me pedía. Ud. me perdonará todos estos retardos considerando las ocupaciones que me ha impuesto la reorganización de "Amauta".
He trasmitido su encargo a Garro, a quien he hecho llegar su carta. Está animado del propósito de poner enseguida manos a la obra. Aprovechará, seguramente, sus vacaciones (es profesor además de literato) para esta traducción. Me ha dicho que le escribirá enseguida.
He conseguido reanudar la publicación de “Amauta" en Lima. Pero, naturalmente, los azares de la política criolla pueden, después de un tirapo, interrumpirla otra vez. La policía peruana no sabe distinguir entre especulación ideológica y conspiración o montonera. Si "Amauta" sufriera una nueva clausura, renunciaría a la tarea de rectificar el juicio de esta gente y me dirigiría a Buenos Aires donde creo que mi trabajo encontraría mejor clima y donde yo estaría a cubierto de espionajes y acechanzas absurdas.
Le remito con “Amauta”, dos ejemplares de "Tempestad en los Andes", ultimo libro de Minerva y primero de la Biblioteca "Amauta", en la cual publicaré enseguida una selección de la obra completa de nuestro gran poeta José M. Eguren y un libro mío: “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana". Tengo otro libro de tema internacional, como "La Escena Contemporánea”, al cual titulo "Polémica Revolucionaria". No lo podría dar enseguida a luz por Minerva, porque se diría entonces que no edito casi sino mis libros. Dese saber, por esto, si podría editarlo Babel .Yo tomaría a firme 300 ejemplares para la venta en Lima y, al menos otros tantos podrían enviarse en consignación, bajo mi responsabilidad, a los agentes de provincias que yo indicase. De "La Escena Contemporánea" se vendieron fácilmente 1500 ejemplares, de modo que la cifra no es optimista en demasía. El volumen del libro sería el "La Civilización Manual y otros ensayos" aproximadamente. La parte principal se contrae a la critica de las tesis reaccionarias y democráticas más en circulación y actualidad (Massis, Rocco, Maeztu, Ford, Wells, etc). Hago a mi modo la defensa de Occidente: denunciando el empeño conservador de identificar la civilización occidental con el capitalismo y de reducir la revolución rusa, engendrada por el marxismo, esto es por el pensamiento y la experiencia de Europa, a un fenómeno de barbarie oriental. Me interesaría tener a la vista las réplicas de Lugones a sus impugnadores (Molina, etc). Si Ud. me las pudiera facilitar se lo agradecería mucho.
¿Podemos canjear algunas ediciones de Minerva con ediciones de Babel, de las menos conocidas en Lima?

Le remitiré algunos recortes sobre mi persona. Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo, mismo algunos datos sumarios: Nací el 95. A los 14 años, entre de alcanza-rejones a un periódico. Hasta 1919 trabajé en el diarismo, primero en "La Prensa", luego en "El Tiempo, finalmente en "La Razón" diario que fundé con César Falcón, Humberto del Aguila y otros muchachos. En este ultimo diario patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918, nauseado de política criolla, —como diarista, y durante algún tiempo redactor político y parlamentario conocí por dentro los partidos y vi en zapatillas a los estadistas— me orienté resueltamente hacia, el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismos y bizantinismos finiseculares, en pleno apogeo todavía. De fines de 1919 a mediados de 1923 viaje por Europa. Residí mas de dos años en Italia, donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve, por Francia. Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y un hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época, señalan las estaciones de mi orientamiento socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes y la Universidad Popular, artículos, expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924, estuve como ya le he contado a punto de perder la vida. Perdí una pierna y quedé muy delicado. Habría seguramente curado ya del todo, con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud intelectual me la consienten. Desde hace seis meses, mejoro poco a poco. No he publicado más libro que el que Ud. conoce, Tengo listos dos y en proyecto otros. He ahí mi vida, en pocas palabras. No creo que valga la pena, hacerla notoria. Pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacta. Me matriculé una vez en Letras en Lima, pero con el solo interés de seguir un curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuente algunas cátedras libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carácter extra-universitario y tal vez si hasta si hasta anti-universitario. En 1925 la Federación de Estudiantes me propuso a Ia Universidad como catedrático de la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y segundariamente, mi estado de salud, frustraron esta iniciativa.
Le he escrito mas largamente de dio que al comenzar me proponía. Pero, por supuesto, esto me complace mucho
No he recibido el segundo número de los “Cuadernos de Oriente y Occidente” que están muy bien, como todo lo que se edita con su intervención.
Estoy muy reconocido a Gerchunoff por su deseo de que forme parte del personal de colaboradores de su diario. Creo que aunque no vaya por ahora a Buenos Aires, me será posible colaborar desde aquí.
En el próximo numera de “Amauta", salen notas sobre algunos libros de Babel.
Con sinceros votos para el año que empieza, lo saluda muy afectuosamente su amigo, y compañero.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 28/1/1928

Transcripción completa:
28 de enero de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Muy estimado compañero:
Muchas gracias por su extensa carta y por los datos que me proporciona en ella. Ya recibí carta del señor Favio. Ahora estoy a la espera de su traducción de Frank que seguramente no tardará en llegarme. ¿Vio el tomo publicado por la Revista de Occidente?.
Espero la visita de Waldo Frank para mediados de este año. No cree en la posibilidad de hacerle llegar a Frank una oferta universitaria para que visite también el Perú. Escríbame a este propósito. En cuanto a la edición de un libro suyo por Babel estoy completamente a sus órdenes. Eso sí no me gusta el título Polémica Revolucionaria, me parece mejor como subtítulo explicativo pero si Ud. lo juzga insustituible no hay nada más que hacer...Publicaré su Polémica Revolucionaria. No me hago grandes ilusiones de venta. El libro de Sanín Cano no halló más que 200 compradores en la Argentina. Y es que aquí se publican 50 libros por mes de ahí que se vendan tan poquitos. Con todo, como Ud. me ofrece colocar 300 ejemplares en firma y otros 300 en consignación me animo a ordenar una tirada de 1500 ejemplares a imprimirse en España. De estos 1500 libros le haré mandar a Ud correctamente a Lima 600 volúmenes.
Usted me hará llegar el importe de los 300 colocados en firma al precio argentino de venta menor el 40% de descuento. El importe de los otros 300 le corresponderá a Ud. en concepto de derechos de autor ¿Qué le parece?. En cuanto al precio de venta si el libro pasa las 200 páginas será de pesos 2.50 sino llega a los 200: 2 pesos. Le doy todos estos detalles para una mayor comprensión. En resumen, quiero decirle que Ud solo debe responder ante Babel del importe de 300 ejemplares, los otros puede administrarlos Minerva por su cuenta.
y ahora otro asunto:
No tengo el artículo de Lugones que Ud. me pide, pero puedo encontrarlo en el Repertorio, tomo X, nº8 . Le mando en cambio un libro de Lugones titulado la "Organización de la Paz", de 1925 y una refutación de Frugerit. Quizás le sirvan. Vale la pena que Ud. incluya en su libro un capítulo refutando la ideología reaccionaria de Lugones. Eso puede interesar mucho aquí. En el Repertorio están casi todos los artículos de Lugones sobre "el gobierno de los mejores" y "la hora de la espada".
Espero el envío de los originales. No tome a mal mi objeción al título Problemas de Occidente y otro por el estilo indique tal vez con más precisión el contenido. Polémica revolucionaria es editorialmente mejor.
No recibí Amauta ni los libros que menciona. Le mando los ejemplares del libro de Jiménez Pastor. Pronto le haré llegar el Cuaderno Nº 2.
Suyo Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Óscar Herrera,7/2/1928

Buenos Aires, 7 de febrero de 1928
Mi querido Mariátegui:
Por el último correo de Lima recibí su carta del 4 de enero. Tengo mucho gusto que al fin hayamos podido comunicarnos, estaba verdaderamente inquieto. La postal a que Ud. se refiere no la recibí como Ud. lo creía, es probable que haya venido sin dirección. Esta carta se la remitiré a una nueva dirección que me ha comunicado mi hermano. Estoy esperando su opinión sobre el ofrecimiento de Gerchunoff para entrevistarme con él, hasta ahora la gestión ha corrido a cargo de un amigo nuestro (y de Amauta, pues es suscriptor) pero cuando ya se trate de poner en manos de Gerchunoff noticias de Ud. yo me entrevistaré con él. Me parece que tal vez desde Lima Ud. podría escribir algún artículo sobre estos temas de cuestiones económicas americanas que le son familiares, contándose así entre los colaboradores del exterior que seguramente este diario de nuestro colega tendrá, así como los similares de Buenos Aires, La Prensa y La Nación.
He recibido los paquetes del N° 10 de Amauta que Ud. me anuncia en su carta. He distribuido ya 10 números entre personas que me han prometido hacerse suscriptores y 4 entre del Mazo que quería interesar a dos muchachos de Córdoba y Julio R. Barcos, que tenía interés en hacerle más propaganda en Chile entre los maestros. A un muchacho paraguayo Creidt, presidente de la Federación de los Estudiantes de Asunción, y ya abogado, a pesar de sus veintitrés años, le acabo de escribir remitiéndole Amauta y pidiéndole colaboración. Este joven vino a Buenos Aires hace poco como delegado a la Convención Internacional de Maestros y pude oírle decir cosas muy acertadas e interesantes sobre temas sociales. No sé si Ud. tenga muchas vinculaciones con gentes del Paraguay, pero de todos modos no está demás que vinculemos Amauta a la gente joven de vanguardia y que además tenga un valor intrínseco.
Juan Mantovani, un distinguido profesor de pedagogía, que ya creo está vinculado postalmente a Ud. me prometió hace algún tiempo colaboración sobre el tema de su especialidad. Mañana debo verle en casa de del M. y le reiteraré mi pedido de colaboración recordándole su ofrecimiento.
Se me ocurre preguntarle, a propósito de colaboraciones del exterior, si no sería conveniente colocar al pie de cada artículo que se publique en Amauta la fecha indicando el lugar de procedencia, creo que así se podría apreciar más fácilmente que Amauta es tribuna de toda la vanguardia latinoamericana.
Le adjunto a estas líneas dos artículos de una firma para mí desconocida que le fueron enviados desde México, debe ser por intermedio de Cox, al director de una simpática revista chilena, que ya no puede aparecer por disposición de la dictadura.
Tomo nota del affaire de nuestros camaradas de México y le prometo comunicarme con los compañeros en referencia lo antes posible. C. me debe una carta, pero le escribiré nuevamente.
Sus cartas abiertas o cerradas pueden seguir viniendo a la dirección de nuestro amigo, a la cual Ud. dirigió la que hoy contesto. Todo marcha por este conducto.
De Ravines supimos que estaba muy enfermo y que necesitaba partir a un lugar menos peligroso que París, no sé a ciencia cierta de qué se trata, me tranquiliza un tanto pensar que nuestro camarada está cerca de Bustamante. Nos pidieron ayuda y hemos logrado hacer algo, siempre modestamente, sólo pudimos girar en total mil quinientos francos. Estoy esperando noticias de Ravines para saber qué debo hacer, su última carta es de fecha 28 de diciembre y en ella se muestra muy descorazonado por tener que abandonar París, pues dice que había logrado estudiar mucho y encaminar su atención hacia una obra seria, hacia la confección de un libro orgánico sobre los temas nuestros. Con el delegado Vernochet, de la Asociación de Trabajadores de la enseñanza quien ya conoce Amauta y el Apra, habíamos planeado algo en favor de Ravines y de su asociación. Vernochet prometió incorporarlo a nuestro amigo a las labores de la asociación sobre América Latina, y darle por su trabajo 700 francos al mes. Pero yo no sé si esto se haya podido realizar, porque el mismo día que yo hice el telegrama (de enero) comunicándole a Ravines la grata nueva recibió Seoane un telegrama de Bustamante donde se daba la alarmante noticia a que me he referido más arriba.
De Haya de la Torre estamos sin noticias desde hace ya bastante tiempo, desde México no ha escrito una línea, contrariamente a su costumbre y por una respuesta inesperada a un telegrama que hicimos a México sobre la Convención de Maestros tenemos la seguridad de que ya no se encuentra en aquella ciudad.
Por el momento nada más que un cordial abrazo a Ud. y muy cariñosos recuerdos a los de su casa.
Óscar Herrera

Herrera, Óscar

Carta de Gabriel C. del Mazo, 3/3/1928

Buenos Aires, 3 de marzo de 1928
A José Carlos Mariátegui. Lima.
Mi estimado Mariátegui.
Le remito una colección de La Reforma Universitaria, para que quede constancia de su sumario en su revista y para que la destine luego a la biblioteca pública donde según su juicio pueda ser más útil. Verá usted cómo en el tomo VI queda incluida la aparición de Amauta, hecho singular y valioso, de carácter institucional, en el desarrollo de nuestro movimiento tan lleno de unidad y significación históricas. Van también varios folletos con los votos de nuestro Congreso de educadores de enero, que ha de ser memorable. Nos ha costado un esfuerzo agobiador de organización y mantenimiento y las cargas ingratas de una campaña violenta en contra nuestra. Pero hemos recibido allí un fuerte aliento y se ha realizado ahí, y fuera de ahí, en virtud de las deliberaciones, un fecundo ejercicio de conciencia que ha de tener vastos alcances. Lea la declaración en favor de Nicaragua. La redacté en pleno debate, en un momento de emoción de la Asamblea, teniendo a la vista la que produjo nuestra Apra en París con semejante motivo, el año pasado; y quiero decirle que con este significativo antecedente guarda también la presencia virtual de usted: hay allí un pensamiento suyo, que ha de reconocer en su texto, y que incluí de memoria con el más afectuoso recuerdo personal.
Cuando en junio del año pasado se conmemoró el IX aniversario del movimiento continental de la nueva generación latino-americana, me fue dedicada la comida de celebración. Estaba usted por esos días, perseguido y enfermo, Amauta cerrada. Por eso pedí se firmara para usted un saludo y así se hizo con todo cariño. Yo lo conservo porque temo al correo, pero eso es suyo, y dígame como es posible que mejor le llegue.
Reciba un cordial abrazo de su compañero y amigo
Gabriel C. del Mazo

Del Mazo, Gabriel C

La convención internacional de maestros de Buenos Aires

Las vigías del confuso y extenso panorama indo-americano registran un hecho de trascendencia para el destino del continente: la Convención Internacional de Maestros de Buenos Aires. Las agencias telegráficas, demasiado ocupadas por los viajes de Lindberg, no han dedicado casi ninguna atención a este suceso. Pero he aquí, precisamente, una razón para destacarlo y enjuiciarlo. Muy raro es encontrar reflejado en la información cablegráfica cotidiana uno de los acontecimientos que están dibujando la nueva fisionomía espiritual de nuestra América.
La convocatoria de este congreso de maestros data de principios del año último. Partió de la Asociación General de Profesores de Chile, una de las corporaciones de maestros de América más señaladas por su ideario y sus campañas renovadoras. El golpe de estado del coronel Ibañez malogró el propósito de los maestros chilenos de reunir la Convención en Santiago. Muchos de los miembros dirigentes de la Asociación General de Profesores andaban perseguidos. Y, en general, bajo un régimen estrechamente militarista y chauvinista, faltaba una atmósfera espiritual adecuada para las labores de un congreso donde se debía discurrir sobre la realización de ideales ecuménicos -americanos- de fraternidad y civilidad. Los iniciadores del congreso, encargaron entonces su organización a un calificado grupo de profesores argentinos. En la Argentina, está viva la magnífica tradición de Sarmiento, -que nos presenta la grandeza de ese pueblo como la obra de un educador-. En la Argentina, alcanzó su más vigorosa afirmación el movimiento de reforma universitaria latino-americana, nacido en una universidad argentina, la de Córdoba. La nueva sede de la Convención reunía las mejores garantías morales de trabajo fecundo.
Los votos aprobados por el congreso testimonian el espíritu sincero y profundamente renovador que lo ha inspirado. Un dinámico y autorizado grupo de educadores argentinos, -en el cual sobresalen las figuras, ya figuras de Alfredo Palacios, Carlos Sánchez Viamonte, Julio R. Barcos, Juan Matovani, Gabriel del Mazo y otros- ha orientado y dirigido las labores del congreso, imprimiéndole su concepto moderno y humano de la enseñanza. En estas labores, al lado de representantes del Uruguay, México, Centro-América, Chile, Bolivia y demás países latino-americanos, han tomado parte Manuel A. Seoane y Oscar Herrera, compatriotas nuestros.
El Congreso ha enfocado, con generosa visión, los grandes problemas de la enseñanza, pronunciándose abiertamente por una amplia acción social de los maestros. Una de sus declaraciones al respecto, propugna lo siguiente: “1º. Orientar la enseñanza hacia el principio de la fraternidad humana basado en una más justa distribución de las riquezas entre los hombres de todas las latitudes de la tierra. -2º. Propicias en la enseñanza la modificación del criterio histórico actual, despojándolo de su carácter guerrero, dando primacía a la historia civil y a la interpretación social de la civilización”. Otras declaraciones reivindican para el magisterio el derecho a la dirección técnica de la educación; afirman la alianza de los maestros con los trabajadores manuales que luchan por un programa de justicia social y económica; y reclaman la democratización efectiva de la enseñanza, a cuyos grados superiores solo deben tener acceso los más aptos. Las conclusiones sancionadas por la Convención sobre este punto traducen el nuevo ideario educativo. “La educación privada y pública -dice una de estas conclusiones- cuando signifique preparación de élites y creación de futuras situaciones de dominación, atenta contra la vida moral de la humanidad. Las élites no deben hacerse; surgirán solas en el cultivo igual de todos los jóvenes espíritus. Las pseudo élites, formadas por el privilegio educativo, no reposan en condiciones naturales, recurren a la fuerza, a la intriga y a la tiranía para sostenerse minando los verdaderos valores sociales de la persistencia y mejoramiento progresivo de la especie humana”. “La socialización de la cultura supone: a), el gobierno democrático de la educación por padres, maestros y profesores elegidos libremente por estos; b), la autonomía económica, administrativa y técnica de los consejos escolares; c), la escuela unificada, desde el Kindergarten a la Universidad, fundada en el trabajo espiritual y manual fusionados en la labor educativa y que supone el derecho de todo individuo de ser educado hasta el límite que marquen sus capacidades”. La Convención ha hecho justicia a las obras más significativas y considerables de renovación de la enseñanza en América, destacando como tales “la acción innovadora de la revolución mexicana en materia educacional; el moderno código de educación de Costa Rica, inspirado en las ideas más recientes, y el magnífico plan de reconstrucción educacional elaborado por la Asociación General de Profesores de Chile”.
En este Congreso de Maestros, -que ha recibido la adhesión de pedagogos e instituciones de gran autoridad, -se han expuesto y mentado todos los ensayos y movimientos educacionales contemporáneos. El espíritu de la Convención ha sido, en todas sus conclusiones, un espíritu de reforma y vanguardia. Pero en la médula de sus deliberaciones, se reconoce una concepción más liberal que socialista de la educación. Se constata una reivindicación excesiva de la autonomía de la enseñanza, se une una insistente aserción del carácter anti-dogmático de esta. Dos conceptos que acusan la persistencia de los viejos mirajes de la “escuela laica” y la “libertad de enseñanza”, como de realidades absolutas y superiores a la escuela religiosa y a la enseñanza del Estado. El amigo Barcos, cuyos méritos de educador soy el primer en proclamar, llevado por su íntimo liberalismo considera el nuevo programa de educación de Chile superior al de Rusia, por ser este dogmático y el primero no. Por mi parte, no creo en una cultura sin dogmas ni en un Estado agnóstico. Y aún me siento tentado de declarar que, partiendo de puntos de vista inconciliablemente puestos, coincido con Henry Massis en que solo el dogma es fecundo. Hay dogmas y dogmas y hasta el de repudiarlos todos es, a la postre, uno más. Pero ya este es un tópico aparte cuyo esclarecimiento dentro de una sumaria (...).

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Gabriel C. del Mazo, 9/4/1928

Buenos Aires, 9 de abril de 1928

Señor José Carlos Mariátegui
Lima. Perú

Mi estimado amigo:
He leído su sustancioso comentario sobre La Reforma Universitaria en el N° 12 de Amauta. Eso es bueno y promete más aún, pero será incompleto, porque, como usted me dice, está hecho sobre un material de información incompleto. Por eso me apresuro a enviarle los tomos que le faltan de la compilación documental por si se hubieran extraviado los de la remesa anterior. Su trabajo será aquí muy útil: usted tiene autoridad y, además, es hombre de fuera. El Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas (la vanguardia, este año, en la federación universitaria) piensa publicarlo en folleto, completando una serie en la que figuran trabajos de Márquez Miranda, González, Haya de la Torre y alguno mío. Me piden los estudiantes que le exprese a usted sus deseos y como descuentan su autorización, esperan les diga si desea completarlo o revisarlo previamente.
Hasta su contestación, me despido con el mayor afecto.
Gabriel C. del Mazo.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Alberto Hidalgo, 5/6/1928

Buenos Aires, 5 de junio de 1928

Señor
Querido compañero:

Con la cooperación del equipo juvenil de Buenos Aires, un seleccionado de primera fila, he fundado aquí la revista Pulso cuyo número inicial recibirá usted con las presentes líneas. Pulso: una revista de izquierda literaria, pero con voz ya segura, sazonada, desea, necesita su colaboración: Es más: cuenta con ella. Sabemos que no puede faltarnos, que no nos faltará. Así, ésta sólo tiene el fin de apresurarla. Envíe usted sus trabajos a vuelta de correo. Sus originales son esperados con los ojos abiertos.
Un abrazo en nombre de todos.

Alberto Hidalgo

Querido Mariategui:

Un amigo me ha comunicado su artículo “Ubicación de Hidalgo”. De otro modo, no lo habría leído nunca, pues no recibo periódicos de Perú, y Ud. hace tiempo que me tiene olvidado. No recibo ni veo Amauta. ¿Y cómo agradecerle su artículo? Nada más que con esta amistad cardíaca y leal que le tengo. Ud. es uno de los más altos críticos del lenguaje. Y esto realza el valor de su trabajo. Ya habrá ocasión de abrazarle.
Por este correo le envío el primer número de Pulso. Bien. Espero para inmediatamente su colaboración. Mande preferiblemente un ensayo. O lo que quiera. Sólo filosofía o literatura. La cosa social no es renglón de nuestra revista.
Le doy un ABRAZO
Alberto Hidalgo
S/c. Ventura Bosch 6740

Hidalgo, Alberto

Carta de Blanca Luz Brum, 27/6/1928

Buenos Aires, 27 de junio de [1928]
Queridísimo hermano Mariátegui:
Estamos intranquilos sin sus noticias, "Amauta" 14 denunciaba la ausencia suya del taller. Por favor háganos saber algo de ello. ¿Es verdad que quiere venirse? Yo creo que aquí haríamos grandes y bellas cosas, ya se lo dije antes, además el clima del Uruguay será muy bueno en el verano.
Ya me lo imagino en nuestros brazos! Aquí la libertad es el primer estímulo para su salud. Además lo rodearían soldados tan leales y valiosos como los de ahí. Y lo necesitamos - Yo con toda mi alma le digo venga- Una vez de estar aquí el pan no ha de faltar a los niños, tampoco faltará el Sol, ni nuestra alegría. Aquí uno se defiende con facilidad . ¡Sacamos Guerrilla sin renta del Perú! - hacemos [...], pero, Ud. tiene que venir, necesitamos capitán!
Hasta muy pronto con un abrazo largo a la muy buena Anita y a los niños mío y de César un abrazo grandísimo.
Blanca Luz

Baltasar Brum, lo nomina enormemente, tendría colaboraciones pagas de "El día" "En el mundo" aparte que sacaríamos Amauta con grandes resultados.
Guillermo Horagecen desea ser agente de Amauta en Argentina y Uruguay conseguiría mucha venta de Amauta y una cantidad de suscriptores. Necesitamos noticias disponga de mí.
¿Recibió Minerva una paquete de 50 guerillas?
Ahora va otro paquete.

Blanca Luz Brum

Carta de César Miró, 2/7/1928

Buenos Aires, 2 de julio de 1928
Mi querido y gran José Carlos:
Hace tiempo que deseaba escribirle, pero trabajamos mucho. No tengo el menor tiempo para dedicar ni siquiera a mis cartas. Renovación, Guerrilla y otras inquietudes, me quitan hasta las horas de descanso.
Hace dos o tres días que llegaron noticias suyas. Una carta para Seoane y otra para Blanca Luz. En las dos ofrecía usted escribirnos a Cisneros y a mí, pero hasta ahora no han llegado sus cartas. Perdone mi vehemencia, pero temo que se hayan perdido esas cartas.
¿Cómo está? Nos preocupa bastante su salud. Supimos de su enfermedad primero por Amauta y luego por las noticias de Ud. Pensamos seriamente que Ud. debe venir. Es necesario que Ud. venga. Pero, pensamos que debe hacer mucha falta allí. Gran incertidumbre es ésta. ¿Qué sería si Ud. faltase en el Perú? De todos modos, si su salud necesita este sacrificio, es necesario hacerlo. La Revolución necesita de Ud. y esto es lo principal. No importa el lugar en que Ud. se encuentre. Lo esencial es que se restablezca completamente para poder dirigir nuestro timón.
Le escribo a velocidad. Sin detenerme casi; medio loco de urgencia. De todos modos dentro de poco le escribiré largo dándole noticia de nuestras actividades, y yo, particularmente, de todas mis inquietudes. Ud. me permitirá esto. Me haría mucho bien.
Le adjunto un artículo sobre un libro interesantísimo de Epstein que Ud. debe conocer, pero que puede interesar en Lima. Abrace muy cariñosamente a sus hijos. Los recuerdo con toda mi emoción. Un gran saludo a su buena compañera Anita. ¿Recibió Guerrilla No. 6?
Un apretón sincerísimo de
Miró Quesada

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta a Samuel Glusberg, 4/7/1928

[Transcripción literal]
Lima, 4 de julio de 1928
Señor don Samuel Glusberg
Buenos Aires
Muy estimado compañero:
Tengo que explicarle por qué no le he escrito en tanto tiempo. He atravesado una crisis en mi salud y durante más de dos meses no he podido escribir una línea. Ahora tengo un saldo de trabajo, del cual voy ocupándome poco a poco. Por fortuna, los médicos se manifiestan muy optimistas respecto al tratamiento que sigo actualmente. Quesada, un gran cirujano de aquí, está seguro de curarme en un plazo de ocho a diez meses y deponerme en condiciones de caminar con una pierna ortopédica. Me ha contagiado su seguridad.
A causa de mi enfermedad, no he podido revisar ni ordenar los originales del libro ofrecido a Babel. Acepto titularlo de otro modo, conservando como subtítulo “Polémica revolucionaria”. Igualmente acepto las condiciones de la edición, contenidas en su carta al respecto, la última que de Ud. he recibido.
He visto el prospecto de La Vida Literaria. Anunciaré su aparición en Amauta y la comentaré en la sección respectiva. Gustoso colaboraré en sus páginas. Le mandaré pronto un artículo con algunas noticias literarias del Perú.
Le adjunto unos recortes: el de una nota sobre España Virgen de Waldo Frank y el de un artículo en que, incitando a una campaña pro-libro en este ambiente somnoliento, me referí a la exposición organizada por Ud. El de la recensión de España Virgen, le ruego remitirlo a Waldo Frank cuando le escriba, porque no tengo otro. —Me comprometo a gestionar, cuando Waldo Frank llegue a Buenos Aires, la invitación de la Universidad de Lima para que visite el Perú. En la Facultad de Letras no faltan catedráticos amigos. Con la reforma han entrado otros más próximos que se ocuparán de buen grado de esta invitación. Esto, además de que es fácil que la iniciativa encuentre entusiasta acogida de los estudiantes. —Frank tiene ya el cartel que corresponde a su España Virgen. La traducción de otras obras suyas lo acrecentará. —Entre los intelectuales, algunos lo han leído en inglés y en francés. Estoy muy contento de haber sido aquí tal vez el primero en recomendarlo a la curiosidad de la gente de letras.
No he visto a Garro últimamente. Sé que ha tenido un duelo en su familia y que ha estado algunos días fuera de Lima. Supongo que lo tendrá a Ud. directamente informado de su trabajo.
Va a Buenos Aires, con el objeto de exponer sus óleos y xilografías en el salón de los “Amigos del Arte”, nuestro gran pintor José Sabogal. En Amauta y alguna otra revista, ha visto Ud. sin duda cosas suyas. Es un artista y un hombre, en la más noble acepción de ambas palabras. Me permito recomendárselo, aunque Sabogal se recomienda solo por su obra, porque a veces en las grandes ciudades el tráfico de la calle no deja oír bien una nota de arte puro. Ud. puede hacer bastante porque Sabogal sea debidamente apreciado, presentándolo a Gerchunoff, Lugones y otros colegas de autoridad.
Sabogal me ha dejado esta dirección en Buenos Aires: Agrelo No. 3538 Además, en la Legación del Perú darán razón de él.
Hace meses le enviamos certificado con los primeros números de la segunda época de Amauta, el libro Tempestad en los Andes de Valcárcel. Remitimos Amauta como canje a “Babel”, a Cuadernos de Oriente y Occidente y a La Vida Literaria. —Puede Ud. enviarnos 20 ej. de esta última revista para su venta en la librería. Le haremos toda la propaganda necesaria.
En espera de sus gratas noticias, le estrecha la mano muy cordialmente su afmo. amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de la Unión de Empleados de Comercio,5/7/1928

Henderson, 5 de julio de 1928
Señor
José Carlos Mariátegui
Sagástegui 669
Lima
Perú
De nuestra consideración:
Mucho le agradeceríamos quiere tener la gentileza de enviarnos algunos ejemplares de la Revista "Amauta" y/o alguna publicación que crea de utilidad para nuestra mesa de lectura.
en la espera y dándole anticipadamente las más expresivas gracias por la fina atención que dispensará a nuestro pedido, nos complacemos en saludarlo con la mayor consideración y simpatía.
[Firma no identificada]
Secretario

Unión de Empleados de Comercio

Carta de Samuel Glusberg, 7/8/1928

Buenos Aires, 7 de agosto de 1928
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima.
Muy estimado compañero:
Las noticias optimistas acerca de su curación me han llenado de alegría. Hace mucha falta que Ud. esté sano y en condiciones de escribir regularmente. Espero su libro de ensayos para antes de fin de año. Hace días le hice mandar ejemplares del libro de Henríquez Ureña. Creo que puede hallar algunos lectores en Lima. Si se anima a cargar con una cantidad mayor para el resto del Perú, pídamela y tendré mucho gusto en mandársela. Recibí los números de Amauta y el libro de Valcárcel. Muchas gracias por todo. Desgraciadamente La Vida Literaria se ha muerto en el primer número Mejor dicho tuve que matarla porque el editor violó el contrato en vista de su éxito. He perdido lastimosamente 4 meses de trabajo y mil pesos en la aventura y eso para un hombre pobre es mucho. Pero creo haberme curado definitivamente de esta funesta manía de fundar periódicos. Sacaré Babel de cuando en cuando para la propaganda de la editorial. Nada más. Ahora estoy entregado a la organización de la Primera Exposición Nacional del Libro, en Buenos Aires. Contamos con el apoyo del gobierno; pero como éste cesa en su mandato el 12 de octubre próximo, nos vemos en el caso de hacer la Exposición antes. No sé lo que resultará. La cuestión es hacerla una vez para instituir la costumbre de hacerla anualmente.
Le agradezco sus amables conceptos acerca de la Exposición de Mar del Plata. El ejemplo ha cundido en todas partes y se están organizando exposiciones en Chile, España, etc.
Estoy estudiando la manera de poder transportar la Exposición de Buenos Aires a algunos países americanos. Si se consigue el apoyo del próximo gobierno creo que será posible llevar los libros argentinos al Perú, Cuba, Méjico, etc.
Le mande a Frank su artículo sobre España Virgen. Sé que él le escribió pidiéndole que no reprodujera sus artículos de La Nueva República. Estaban muy mal traducidos y llenos de equivocaciones. Es una lástima, porque Frank está con miedo de que la traducción de Nuestra América sea mala. Yo le aseguré que Garro se está esmerando en hacerla lo más correcta posible. Pero ahora resulta que tampoco tengo noticias de Garro desde hacer más de tres meses. Esperaré un tiempo más y de no recibir noticias de él buscaré otro traductor porque quiero que ese libro se encuentre en la librería cuando llegue Frank a Bs. As. No sé todavía cuándo será. Seguramente en marzo o abril del año próximo.
De Sabogal no he sabido nada. Intentaré averiguar si ha estado aquí. Creo que no. Me parece que dejo contestados todos los puntos de su carta. Hasta la próxima, pues. Mientras, le estrecho la mano muy cordialmente. Suyo admirador y amigo
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Tarjeta de Gabriel C. del Mazo, 19/8/1928

Buenos Aires, 19 de agosto de 1928
Gabriel C. del Mazo saluda con la mayor cordialidad a su estimado amigo José Carlos Mariátegui recordándole su promesa de amplificar su estudio sobre la R. Universitaria y proyección social del movim. en América, a la luz de los nuevos documentos que ahora tiene en su poder; que aquí con el mayor gusto editaríamos. Le agrega una lista de amigos de Santa Fe, para que les envíe Amauta; y le pide para sí el n°1, así completa la colección personal.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Fernán Cisneros,4/10/1928

Buenos Aires, 4 de octubre de 1928
A José Carlos Mariátegui.
Compañero y amigo:
Para escribirle he esperado la llegada de sus anunciados artículos. Ahora le digo que no he recibido absolutamente nada y le escribo en la certidumbre de que ya no vendrán. Mejor está así porque Gerchunoff no está ya en El Mundo, habiéndose convertido este diario en una ‘empresa’ periodística regida desde la administración y a tanto el adjetivo. Yo pensé colocar sus colaboraciones, para el caso de que llegaran, en alguna revista de aquí, pero veo que ya no ha de tener Ud. mayor interés. Lo lamento únicamente porque me priva de la oportunidad de mostrarle todo el afecto y la admiración que le guardo a despecho de todo.
Estoy, a pesar de mis 21 años, muy por encima de una interpretación de conventillo para nuestro movimiento. Me tienen sin cuidado los chismes de las mujeres de México y de Buenos Aires. He tenido siempre para poner al servicio de un ideal, una gran pureza de espíritu y una fe que sólo quiero que tenga el tamaño de una disciplina. Ud. es lo suficientemente talentoso como para saber que la disciplina a que me refiero no tiene nada que ver con el orden. Todos los motivos de nuestra discusión ideológica son tan pequeños, en lo externo, que han desaparecido avergonzados ante la trascendencia que suscitaron. En lo interno, es decir, en el pensamiento, no puede haber crítica porque no hay casi nada hecho hasta antes de ahora mismo. Crítica no; pero discusión sí. Y discusión precisamente para darnos una vida política organizada. Porque creo sinceramente que la política no es otra cosa que la organización misma de la vida. Organizarnos ideológicamente y con sentido cabal de la disciplina, que es la etapa más seria de la moral, es lo que nos falta. Pero para ello no hay que recurrir, creo yo con toda sinceridad y con todo cariño, ni a los adjetivos disimulados que vienen de México, ni a las críticas e ironías de Ud. Tiene Ud. un amor desmesurado por la polémica. Habilidad en el retruécano; fácil gimnasia mental. Pero creo que son armas para gastar con el enemigo y no contra nosotros mismos. La serenidad ha permanecido escondida en toda esta discusión postal y puramente adjetiva. Hay en Ud. un exceso de crítico. Es natural, admirado compañero Mariátegui. Pero yo me trepo por toda la escalera de mi cariño para pedirle que aun a costa de achicar mi admiración se serene dentro de la forma. Creo, de todas maneras, que es Ud. en su vida, la figura de más pureza que tenemos los jóvenes del Perú; y en su obra, uno de nuestros casos intelectuales más serios. Ya ve, pues, que no me anima al decirle esto que le digo, otro propósito que el de la cercanía en la comprensión.
Crea que no me interesa que se llame Ud. José Carlos Mariátegui, como no me interesa, tampoco, que tengamos otro muchacho fuerte que se llama Haya de la Torre. Me interesa, únicamente, cómo piensan los dos. Y me agrandaría la fe si supiera que todos estamos de acuerdo en los propósitos y en los métodos.
La célula de aquí le ha enviado ya un proyecto que hemos preparado para consultar a todos los compañeros. Esperamos su respuesta.
Créame que me he ampliado el cariño para Ud. y que le estrecho la mano fuertemente.
Fernán Cisneros
Fernán Cisneros (hijo)
c. Pellegrini 1057
Dep. 1 7
Bs. As.

Cisneros, Fernán Luis

Carta de César Miró, 21/11/1928

Buenos Aires, 21 de noviembre de 1928
mi querido josé carlos: —con gran alegría he visto el renacimiento de nuestra Amauta; conste que —de acuerdo con este formidable editorial— digo “renacimiento” y no “resurrección”; ya cuando creía realizada la frase incompleta de unamuno, nos ha llegado su mensaje como un claro génesis de esperanzas nuevas. “amauta no podía morir” teniendo al frente un capitán como ud. —mi entusiasmo por todo josé carlos.
intensifico mis actividades intelectuales. trabajo activamente al lado de seoane que ha sido nombrado secretario general de la unión latino-americana y director de “renovación”. dentro de pocos días saldrá el primer número trabajado por nosotros— pronto estará listo mi libro que he titulado “las 3 canciones del mahuaré” y preparamos además seoane y yo una exposición de poetas revolucionarios del perú, que editaremos posiblemente en marzo.
camarada: amauta inicia un resurgimiento en nuestra labor revolucionaria. el problema indígena, que ud. ha resuelto en forma tan clara en el prólogo de “tempestad en los andes”, es indudablemente el punto de partida en la revolución social. pese a la estupidez de nuestros manchegos, amauta ha continuado su defensa del indio. mientras tanto, hacer campaña contra el imperialismo capitalista del norte, es dirigir nuestro índice hacia la dictadura dominante. actualmente se agita en buenos aires la protesta por el crimen que comete la libertad con ese puñado de valientes nicaragüenses. sandino es una bandera más. el imperialismo siente ya la amenaza viril de los pueblos del sur. la civilización yanqui, que ha adquirido idéntica fisonomía a la de la alemania del 14, está próxima a iniciar su decadencia. optimismo?
a anita un saludo muy afectuoso de parte mía. un cariño a sus chicos. para ud. de nuevo mi entusiasmo por el triunfo.
lo abraza
Miró
césar alfredo miró quesada.
bolívar 65. - buenos aires.

Miró, César (César Alfredo Miró Quesada)

Carta al Director de la Revista Nosotros (Sanín Cano), 22/1/1929

[Transcripción Literal]
Señor
Director de Nosotros
Buenos Aires
Mui señor nuestro:
Acusamos recibo de su estimada del 7 del pte. i en respuesta a ella manifestamos a Ud. que ya nos había sido grato insertar repetidos anuncios de Nosotros en Amauta con toda la simpatía que nos merece. Mucho le agradecemos por la reciprocidad que nos manifiesta.
Reiterando a Ud. todo nuestro aprecio, nos suscribimos sus amigos de Amauta.
(Sin firma)

José Carlos Mariátegui La Chira

Tarjeta Postal de Juan de Dios Merel, 1/1929

Buenos Aires, enero de 1929
Sr.
José Carlos Mariátegui
Washington 544 izquierda
Lima
Perú
Estimado compañero:
A mi regreso de Montevideo envío a usted y familia mis más cordiales saludos, deseando que el nuevo año sea fecundo en triunfos, y lleno de esperanzas.
Abrazos de
Juan Merel
Paseo Colón 161

Saludos de Mackay y Beltrán.

Merel, Juan de Dios

Carta de Robert Cahen Salaberry, 11/9/1929

Buenos Aires, l1 de setiembre de 1929
R. Cahen Salaberry, corresponsal del Mercure de France, y en misión especial de estudio, mucho agradecería a U. el envío de su muy estimada revista, y desde ya les presenta las gracias por su atención.
Bs. Aires 11/9/29.

Cahen Salaberry, Robert

Carta de Rosa Lefrank, 10/9/1929

Buenos Aires, 10 de setiembre de 1929
Señor J. P. [sic] Mariátegui
Direct. de la revista Amauta
Apartado 2159
Lima, Perú.
De nuestra estimación:
La Asociación Anatole France en su carácter de institución de cultura, lleva la misión de infiltrar en sus asociados el interés por todo aquello que redunde en beneficio colectivo, para un acercamiento espiritual entre los países latino-americanos, viendo necesario para ello, seguir de cerca el desenvolvimiento de los problemas de interés, en lo que se refiere a ciencia, arte, literatura, sociología, etc.
Por lo tanto estimaríamos del Sr. Mariátegui se sirviera remitirnos los números siguientes de tan prestigiosa revista, colaborando de esta manera en la labor que nos ocupa.
Agradeciendo desde ya, saludámoslo cordialmente
Rosa Lefrank
Secretario de Biblioteca

Lefrank, Rosa

Carta a Samuel Glusberg, 10/6/1929

Lima, 10 de junio de 1929
Muy estimado amigo y compañero:
Contesto sólo hoy su carta última, porque había querido hacerlo con el envío de los originales de mi Defensa del Marxismo. Pero no he podido concluir aún, por excesivas ocupaciones, la revisión de los originales, y no quiero que esto retarde más mi respuesta. El trabajo está terminado, el texto de la obra completa, pero me faltan todavía algunas notas y la revisión de las últimas cuartillas. Los ensayos de El Alma Matinal, irán enseguida. Tengo que ocuparme al mismo tiempo de estos dos libros y de uno, sobre política peruana, que debo entregar a Historia Nueva de Madrid. (A propósito de Historia Nueva. Si no tiene Ud. relaciones con César Falcón, su animador y organizador, me alegrará mucho contribuir a que Ud. y él se conozcan mejor. Falcón es un gran espíritu. Escríbale a Londres, que él también le escribirá a invitación mía).
Le debo, ante todo, la expresión de mi reconocimiento por su artículo de La Vida Literaria. Se reconoce, en todas sus partes, al autor. Como siempre, es Ud. muy generoso conmigo. La Vida Literaria está mejor en su nuevo formato y presentación. En el próximo número de Amauta sale una nota sobre su periódico, que hace Ud. bien en mantener, contra la indiferencia de los editores. Lo encuentro necesario, más aún irremplazable. Buenos Aires es una ciudad de suficiente categoría para alimentar a una gaceta literaria hispanoamericana que afirme suficientemente nuestro propio meridiano. México y Buenos Aires son los dos grandes centros de Latino-América. Pero México está demasiado lejos de Sud-América y no está todavía en aptitud de sentir, en estas cosas, un nacionalismo continental. Buenos Aires, materialmente, tiene mucha más capacidad para la empresa. Me asombro de que aún no haya podido surgir ahí una gran casa de ediciones, poderosa al menos tanto como cualquier gran editorial española.
Dedicaré en breve un artículo a los magníficos ensayos de Henríquez Ureña, a quien como crítico clasifico, por su gusto, su cultura, su criterio, entre los mejores, entre los únicos. Necesito antes releer su libro. —Le enviaré también la colaboración que me pide sobre el tópico del hispanoamericanismo.— Antes irá un artículo literario que quizá alcance este mismo correo.
Envié mi libro a Henríquez Ureña. Le ruego preguntarle si lo ha recibido. Desconfío del correo peruano, a cuyo celo policial debo todos los días pérdidas de libros y correspondencia.
Me acosa aquí, en general, la represalia siempre cobarde de toda la gente que combato o que, simplemente, desprecio por su estupidez, su mediocridad, su arribismo. Por eso, se apodera de mí con frecuencia el deseo urgente de respirar la atmósfera de un país más libre. Si no me apresuro a satisfacerlo es, más que por mi invalidez física, de la que todavía no me he curado en lo posible, por no dar la impresión de que abandono, cansado y vencido, mi lucha. —Mi libro no ha merecido sino una nota de Sánchez, en la prensa de Lima. Tengo noticia de un estudio de Jorge Basadre, que se publicará en La Nueva Revista Peruana, próxima a aparecer, fundada por el ex-comité director de Mercurio Peruano (Ulloa, Ureta, Iberico) y de una crítica de Belaunde que saldrá en Mercurio. Más bien, en los diarios de provincias se ha dado paso a cariñosos comentarios. No hace falta decir que se prodiga atención y elogio a la obra de cualquier imbécil.— A esta pequeña conspiración de la mediocridad y del miedo, yo no le haría ningún caso. Pero la tomo en cuenta porque, en el fondo, forma parte de una tácita ofensiva para bloquearme en mi trabajo, para sitiarme económicamente, para asfixiarme en silencio.
Si le es posible, haga que me envíen como canje La Vanguardia. Yo les he enviado Amauta y mi libro. Que la dirijan a Sandro Mariátegui Chiappe - Washington izquierda 544-970 para que se la roben menos en el correo.
Con la promesa de escribirle de nuevo, con mis originales, lo abrazo con mis más cordiales sentimientos de amistad y devoción
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Manuel Llinas Vilanova, 3/1/1929

Buenos Aires, 3 de enero de 1929
Camarada José Carlos Mariátegui:
Hace tiempo que soy lector asiduo de la valiente revista Amauta que con tanto acierto usted dirige.
Amauta cumple una doble misión en nuestro continente: la de exponer los valores de vanguardia que se van manifestando en la América Latina en general y en el Perú en particular y la de acercamiento de las juventudes intelectuales de esta misma América Latina por el conocimiento de los problemas que les son comunes.
Por tal motivo cúmpleme felicitarle sinceramente y hago votos para que Amauta pueda vivir muchos años sin desviarse de la ruta izquierdista que hasta ahora ha seguido.
Aprovecho la oportunidad para saludarlo atentamente.
M. Llinás Vilanova
Pavón 3536 - Buenos Aires

Llinas Vilanova, Manuel

Carta de Juan Duarte, 7/11/1929

Buenos Aires, 7 de noviembre de 1929
Compañero José Carlos Mariátegui
Lima-Perú
Estimado compañero:
Junto con esta le remito la conferencia que pronunciara aquí Waldo Frank sobre: "El problema de las relaciones entre las Américas".
Me ha asombrado un poco encontrar en el número que publicó "Vida Literaria" con motivo de la llegada de él, una colaboración suya alrededor de un tipo femenino creado por Frank. Y me asombró, únicamente, porque al ver su firma esperé hallar algo más, una caracterización de Frank desde el punto de vista antiimperialista, por ejemplo.
Pienso compañero Mariátegui, que la conferencia que le envío será suficiente para animarlo a ensayar en "Amauta" una ubicación y denuncia de Frank, del verdadero Frank que hemos sufrido.
En momentos que le escribo aparece en: El Hogar una breve colaboración de Aníbal Ponce definiendo el seudo-izquierdismo de Frank.
Es lo único que hemos tenido en ese sentido.
Con todas mis simpatías por su labor.
Juan Duarte

Duarte, Juan

Carta de Guillermo de Torre, 16/6/1929

Buenos Aires, 16 de junio de 1929
Sr. José Carlos Mariátegui.
Mi querido amigo y admirado compañero:
Le agradezco mucho el envío de los últimos números de Amauta y de su magnífico y convincente libro 7 ensayos. Me ha sido grato volver a adquirir contacto con sus escritos y con su revista, de la que había perdido casi la pista —con excepción de algún número que encontré aquí en la librería de Samet— desde que dejé Madrid. Pues aunque le parezca extraño —y ésta es una simple observación, sin que pretenda complicarla con ningún argumento “meridiánico”— desde Madrid se tiene —el que quiere y puede tenerla— una visión más completa y global del movimiento literario de todos los países de América que desde Buenos Aires. Esto no quiere decir que desde aquí no se vean, a su vez, muchas cosas, y especialmente Europa, tan bien como por el espectroscopio de Keyserling...
No quiero decirle nada aún de su libro, porque sé que a Ud. no le satisfaría un elogio banal y porque antes quiero leer en su integridad todos los capítulos. Después si ningún colaborador de Síntesis (trabajo en La Nación, en su suplemento literario, como sabrá, pero allí apenas escribo con firma) se me anticipa —cosa no presumible— le haré ahí una nota efusiva.
Le agregaré que me han interesado mucho sus estudios sobre Defensa del marxismo. En unión de la lectura sincrónica de un libro recientísimo de Emmanuel Berl —Mort de la pensée bourgeoise se llama— han contribuido a despertarme una apetencia de curiosidad sobre un sector de ideas políticas, que yo antes— totalmente entregado a las de índole estética y filosófica— no creí poder ‘sentir’ de cerca. Así se lo he dicho a nuestro común amigo el uruguayo Morenza, felicitándole por el artículo que le ha dedicado a Ud. en La Cruz del Sur.
Si Amauta sigue publicándose —¿qué tal esas dificultades?— me gustará mandarle más adelante algo mío, con algún dibujo de mi esposa Norah Borges, de la que ya salió algo en esas páginas.
Enhorabuena por sus actividades y un saludo amistoso de su afmo.
Guillermo de Torre

Torre, Guillermo de

Dedicatoria de Miranda Klix

Para José Carlos Mariátegui, muestra de toda América, este saludo cordial de su devoto.
Miranda Klix
Buenos Aires, Octubre 7/929
s/c Las Horas, 4071 - Dto. 6

Klix, Miranda

Carta de Alberto Gainza Paz, 3/1/1929

Buenos Aires, 3 de enero de 1929
A. Gainza Paz saluda muy atentamente al señor José Carlos Mariátegui, y se complace en agradecerle el gentil envío que hizo a este diario de su libro 7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana.

Gainza Paz, Alberto

Carta de Gabriel C. del Mazo, 11/1/1929

Buenos Aires, 11 de enero de 1929
Estimado amigo Mariátegui:
Muchas gracias por su envío de los Siete ensayos, contribución valiosísima a nuestra bibliografía, y por los números de Labor, esfuerzo que admiran, aun después de estar acostumbrados al milagro de Amauta. Me dice usted en su tarjetita que no tiene noticias mías. Sin embargo le he escrito, y repetidamente— a su dirección de Casilla. ¿De nuevo la censura para usted? Las listas que le envié no son de suscriptores sino de suscriptores presuntos. Son direcciones calificadas que recogí en mis viajes recientes por el interior. No deje de enviarme Labor ni de remitirlo a las listas argentinas. Nunca me dijo usted si había recibido la cartulina que firmamos aquí cuando su prisión del 27. ¿Se ha perdido también?
¿Recibió la colección completa de La Reforma Universitaria? ¿Nunca se decidió a completar su excelente estudio, que aquí publicamos en folletos, hecho sobre la base de parte de ese material de documentos? Debo rectificarle un pequeño error. La declaración de principios que usted transcribe al final de ese trabajo no pertenece a estudiantes de La Plata, sino al partido reformista “centro-izquierda”, interesante agrupación de estudiantes de derecho de Buenos Aires. Posiblemente su error provenga de haber tomado el dato de Sagitario que era revista platense.
He entregado a Herrera su envío y me dice le escribirá a usted pronto; en cuanto termine sus exámenes.
¿Apareció la reimpresión del N° 1 de Amauta? Si es así no se olvide de enviármelo y decirme cuánto vale y cuánto una colección completa.
Un fuerte abrazo
Gabriel del Mazo

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Guillermo Korn, 15/02/1929

Buenos Aires, febrero 15 de 1929

Ciudadano José Carlos Mariátegui

Estimado amigo:
Con motivo de la fiesta del trabajo, LA VANGUARDIA editará, el 1º de Mayo, un suplemento extraordinario en el cual desea ofrecer un conjunto de colaboraciones originales de los amigos del diario. Como usted se encuentra entre ellos, contamos con un envío suyo, dejando a su iniciativa el tema y el carácter de la colaboración. En el suplemento del 1 de Mayo caben cuentos, poesías, ensayos biográficos, críticos, literarios, artísticos o sociales y cualquier otra nota de interés general.
Usted conoce bien las líneas generales dentro de las que se desenvuelve la orientación del diario y, en consecuencia, sabemos que es innecesario agregar otra indicación más que encarecerle limite su envío a una extensión aproximada a 2 páginas, a lo sumo, de nuestro Suplemento dominical y lo acompañe de su fotografía y de cualquier otra nota gráfica que pueda ilustrar el tema des­ arrollado.
La fecha para el envío no debe pasar del 1º de Abril, pues necesita­mos disponer de 30 días para la composición y armado del Suplemento del 1º de Mayo que, por lo menos, tendrá 62 páginas.
Le rogamos que nos conteste señalándonos el tema escogido y su exten­sión probable, por medio de la tarjeta adjunta, a la brevedad posible.
Anticipándole nuestro agradecimiento, lo saludamos muy cordialmente

Guillermo Korn
Secretario de Redacción

Korn, Guillermo

Carta a Samuel Glusberg, 10/3/1929

Lima, 10 de marzo de 1929
Estimado compañero Samuel Glusberg:
Perdone que no le haya escrito antes. He estado sufriendo una molesta y prolongada neuralgia. Y, como siempre, abrumado de trabajo.
Siento como míos los sinsabores de su noble lucha en Buenos Aires. No son menores los que nos cuesta aquí mantener viva a Amauta. Pero yo creo que sólo el trabajo difícil deja huella. Y esta confianza me sostiene.
No tengo inconveniente en reservarles mis originales de El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy en lugar de los de La Defensa del Marxismo. Agradezco y acepto su ofrecimiento de gestionar la publicación de este libro por La Vanguardia. Pero temo que mis conclusiones desfavorables al marxismo, aunque no abordan la práctica de los partidos socialistas, sean un motivo para que La Vanguardia no se interese por este libro. Consta de dos ensayos: Defensa del Marxismo y Teoría y Práctica de la Reacción. Los he escrito con atención y me parece que pueden despertar interés. Por lo menos, no son un intento vulgar.
Tan luego como Ud. me los reclame le enviaré los originales. No me falta sino revisarlos.
Probablemente le escribirá Miguel Adler, sobre su Repertorio Hebreo, próximo a aparecer. Es un estudiante judío de letras y filosofía, muy entusiasta e inteligente. Colabora en Amauta con traducciones del ruso y del alemán. Él y su novia, muy inteligente también, Nomi Mülstein, son muy queridos en nuestro grupo.
Espero sus noticias.
Y le abrazo cordialmente, prometiéndole que en adelante no le faltarán las mías y repitiéndome su devotísimo amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 20/4/1929

Buenos Aires, 20 de abril de 1929
Mi querido amigo y compañero:
Por fin puedo acusarle recibo de su carta y contestar a su pregunta acerca de la edición en Buenos Aires de su Defensa del marxismo. Creo que le voy a encontrar editor aun en el caso de que La Vanguardia no acepte la obra. Puede pues, enviármela. En cuanto a las condiciones me parece que pueden regir las mismas que le ofrecí para editarle El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy en Babel. Vale decir: una quinta parte de los ejemplares para Ud. en concepto de derechos de autor y otra quinta parte consignada a Amauta para su venta en el Perú al precio y comisión que Ud. indique. Así de hacerse 1500 ejemplares que es lo que yo pienso que se debe hacer de la Defensa del marxismo 600 irán al Perú y 900 quedarán aquí para ser vendidos en la Argentina y demás países de América
Cuando conozca todo el material de El alma matinal le diré cuantos ejemplares hará Babel.
Ha fracasado la edición de Seis ensayos en busca de nuestra expresión. En pocas revistas americanas se han ocupado del libro. Hice mil ejemplares; se quedaron con 50 en España; le di al autor 100 y se habrán vendido aquí otro tanto o menos. ¿Por qué no hace Ud. un artículo sobre este libro para Amauta? Me permito indicárselo porque vi en su “Proceso de la literatura” una referencia muy amable para el autor.
La Vida Literaria reapareció al fin. Su carta no ha influido poco en mi decisión de sacarla por tercera vez. Creo que ahora aparecerá regularmente una vez por mes. La imprimo en los talleres de La Vanguardia y a un precio ventajoso. Este primer número que Ud. recibirá con esta carta ha salido con numerosas erratas. A causa del 1° de Mayo y de las tiradas extraordinarias de los periódicos obreros lo han hecho con premura y sin corregir varias páginas. En mi nota sobre su libro se deslizaron varios cambios de palabras, un estilo culto que choca mucho y otros disparates menores. Desde luego, su obra merecía una página más detenida. Pero yo no estaba ni estoy en condiciones de hacerla. Es mucho para un solo hombre buscar las colaboraciones, los anuncios, corregir las pruebas y llenar unas cuantas columnas. Sobre todo, los inconvenientes materiales lo aplastan a uno y lo inutilizan cansándolo. Pero seguiré porque creo que se puede hacer una obra necesaria. Cuando pueda envíeme su colaboración. ¿No puede opinar sobre el tópico hispanoamericano? Me interesa conocer su opinión aun cuando la sospecho a través de muchas de sus afirmaciones de Amauta.
Aquí padecemos en los diarios y revistas burgueses la colaboración excesiva de los españoles y no de los mejores. Por un Araquistáin o un Pedroso, un Camba o un Ortega y Gasset hay treinta galleguetes dispuestos a quedar bien con los editores de Madrid remitiendo notículas sobre las traducciones que publican allá.
Los principales enemigos de L.V.L. fuera de los reaccionarios y clericales de Criterio y otras revistas católicas son los libreros españoles.
Yo no soy nacionalista ni americanista pero creo que no puede ser óbice para que yo defienda el libro nacional y la colaboración de los americanos cuando uno y otros son superiores. Claro que eso no sucede siempre. Pero en La Nación, en La Prensa, en Caras y Caretas, El Hogar, etc., se pospone la colaboración local y no la de cualquiera sino la de un Quiroga, un Cancela, un Gache para publicar las genialidades de Ramón y otras cosas peores o menos interesantes. Y es que se procura halagar el patrioterismo de los almacenes españoles que dan avisos. Y es que los directores de las revistas argentinas son españoles y se pasan la vida hablando de la madre patria y dando cuenta de todos los homenajes al Rey y a la reina. Bueno. Le estoy dando la lata. Pero es un placer cambiar unas palabras con Ud. a través de tanta distancia.
Y a propósito: me dijeron que Ud. piensa venir a Buenos Aires. ¿Qué hay de cierto en eso? Si no lo acaparan los desterrados profesionales, tipo Fernán Cisneros y otros latinoamericanistas, creo que Ud. puede hacer un gran papel aquí y hasta ganar una buena cantidad de pesos dando conferencias. Cosa que supongo le hace falta a Ud. y a Amauta para seguir viviendo.
La Sociedad de Escritores que preside Lugones estoy seguro de que lo ayudaría grandemente y todos los que lo admiramos y estimamos también, cada uno en lo que puede.
Espero sus noticias y el envío regular de Amauta y Labor. Mientras le mando un abrazo de compañero y amigo
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta a Samuel Glusberg, 20/6/1929

Lima, 20 de junio de 1929
Muy estimado amigo y compañero Glusberg:
Le he escrito extensamente hace pocos días. Ahora quiero enviarle copia de unas breves notas sobre el excelente libro de Pedro Henríquez Ureña, que aparecerán aquí en Mundial y en Amauta. —Creo que esta copia le puede servir para algún periódico de Buenos Aires, a pesar de que allá deben haber comentado ya todos este libro. Si no, quedará en su archivo.
Continúo trabajando en la revisión del material de Defensa del Marxismo. Apenas esté listo, se lo expediré. Forma un volumen no mayor de los 6 Ensayos de Henríquez Ureña. Por su carácter polémico actual, tengo la impresión de que se venderá fácilmente.
Le adjunto un retrato, destinado a reemplazar al que tiene Ud. de mí, y que ha envejecido ya un poco, por ser anterior a mis años de enfermedad. Es una fotografía tomada en uno de los nuevos parques de Lima, próximos a mi casa, por el pintor argentino José Malanca, que a su paso por ésta se hizo excelente amigo mío.
Espero sus noticias que le ruego dirigirme, para evitar los riesgos a que está sujeta mi correspondencia, a Amalia vda. de Mariátegui, Sagástegui 669.
Muy cordialmente lo abraza su amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 21/8/1929

Lima, 21 de agosto de 1929
Muy estimado amigo y compañero:
Dos líneas rápidas de respuesta a su carta de 25 del próximo pasado, que me encuentran agobiado de trabajo.— He recibido La Vida Literaria con mi artículo sobre Henríquez Ureña. Muchas gracias por su inserción. Se ha publicado en Lima en Mundial, de modo que no sé si incluirlo en el material de Amauta próximo. El No. 25 está completo, listo para salir.— En vez de un capítulo de El Alma Matinal, le adjunto dos comentarios de libros franceses y un grupo de impresiones sobre libros rusos nuevos, en las que esbozo, al comenzar un concepto sobre el complejo de la ‘burguesía’ rusa, —fracasada en su empresa política, por la persistencia del absolutismo aristocrático cuando ya ella había llegado económicamente a su mayor edad—, en la mayor parte de la literatura y, sobre todo, de la novela de los pasados decenios. En un artículo sobre “Los Artamonov” de Gorki, publicado en Repertorio Americano formulo ya esta tesis, aunque muy sumariamente. —Como Ud. es gran conocedor de literatura rusa, me interesaría conocer su opinión sobre este tópico.— Como La Vida Literaria es sobre todo una revista de autores y temas de libros, estos trabajos me parecen más apropiados a sus fines informativos que otro fragmento de El Alma Matinal. Pero si Ud. prefiere, por ejemplo, el esquema de explicación de Chaplin, aparecido en el No. 18 de Amauta y que ha tenido cierta fortuna entre sus lectores más documentados en literatura chapliniana, no tendrá nada que objetar. Perdone el estado en que le envío los originales. Están horriblemente enmendados. Por razones económicas, he tenido que prescindir de los servicios de un mecanógrafo, desde hace mucho tiempo.—Cuando le envíe los originales completos de El Alma Matinal, —que será muy pronto—, Ud. mismo elegirá los capítulos que más le gusten para La Vida Literaria.
No me dice Ud. nada de sus gestiones para la edición de mi Defensa del Marxismo, ya pronta para la impresión.
De acuerdo con Ud. en el juicio sobre el material literario, y sobre todo poético de Repertorio Judío. Pero me es difícil comunicarles mis preocupaciones literarias.
Termino aquí porque una serie de ocupaciones me solicita.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 23/10/1929

Lima, 23 de octubre de 1929.
Querido compañero Samuel Glusberg:
No he tenido respuesta de su última, mi acuso de recibo de mis envíos para "La Vida Literaria". Lo supongo acaparado por la presencia de Waldo Frank en Buenos Aires. He recibido el Nº de setiembre de "L.V.L", en el que leo mi artículo sobre "Rahab". Se han deslizado dos errores; pero esto nos pasa a todos, autores y editores, en la revisión de las pruebas.
Le hemos enviado el libro de Eguren. Con el ejemplar dedicado a Ud. otro para Waldo Frank. Creo que en ese libro hay algunos poemas de gran originalidad. Ojalá señalara Ud. a Eguren a la atención del público, en las páginas de L.V.L con ocasión de la salida de su libro, que reune la mayor parte de su obra.
Le acompaño copia de una carta de Waldo Frank. Como son frecuentes las fallas postales, es conveniente usar la precaución del envío de una copia de toda carta de interés. Ignoramos el itinerario de Frank. Suponemos que pasara todavía algún tiempo en Buenos Aires y que, luego, visitará Chile o Bolivia. Hágale saber que recibirá la invitación de los escritores y artistas del Perú por cable. Una invitación libre, sin etiqueta ni compromiso de institución alguna; pero que suscribirán varios catedráticos, los mejores, de la Facultad de Letras, Mejor así.
Talvez alcance este correo el No. 26 de "Amauta". Se ha demorado un poco, por las dificultades que últimamente han estorbado nuestro trabajo. Nos han prohibido la publicación de "Labor", que desde agosto había comenzado a aparecer nuevamente como quincenario. Teníamos un número listo, cuando se nos notificó su clausura. Esto nos cuesta la perdida de todo lo que habíamos asegurado su economía con una buena cifra de circulación. - Me parece imposible que en este ambiente pueda yo seguir trabajando mucho tiempo. Por fortuna, mi salud va bien.
Que Frank nos avise, enseguida, su itinerario. Como mi dirección no es segura, que escriba a Luis Alberto Sánchez, Pacae 960, Lima. A mi puede escribirme bajo sobre al Dr. Hugo Pesce, Casilla 1207, Lima.
¿Envía Ud. L.V.L a "El Mercurio Peruano" y la "La Nueva Revista Peruana" En el penúltimo número de "El Mercurio" se ha reproducido, con otros, su artículo sobre "7 ensayos"
Muy cordialmente le estrecha la mano en espera de sus noticias, su devotísimo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 1/11/1929

Buenos Aires, 1 de noviembre de 1929
Querido José Carlos Mariátegui:
Hace más de dos semanas le escribí en nombre de Waldo Frank. Me extraña mucho que se haya perdido mi carta o mejor dicho es bastante explicable después de las noticias que Ud. me da en la suya del 21 de octubre. En aquella carta le decía que Frank no podía escribirle a causa de su enorme trabajo y que yo lo hacía en su nombre para retribuirle su saludo y agradecerle todo el interés que se ha tomado Ud. por él.
También le decía que Frank no quería ir al Perú a la sombra de un equívoco. Quería que se supiera que Ud. era su mejor amigo de Lima. Es posible que por todo ello la carta fuera detenida.
Ya sabrá Ud. por los diarios el inmenso éxito que nuestro gran amigo ha obtenido en la Argentina. Le mando La Nación del 22 con la conferencia última en Amigos del Arte. Se han deslizado varias erratas y no se han tomado en cuenta algunas correcciones. Pero en general está bien. No la reproduzca porque es posible que Frank la aproveche en Lima.
Creo que de todos modos irá a Lima a fines de este mes. Le mandé con su firma dos líneas a Sánchez y dos a Valcárcel al mismo tiempo que le escribí a Ud.: el 14 de octubre si mal no recuerdo. Es posible que las cartas les hayan llegado a todos después del 23.
Quedo pues a la espera de sus noticias. Frank me encargó que le mandara a Ud. un telegrama de salutación. Dígale que lo ha recibido. Pero no se lo mandé a fin de no entorpecer las gestiones que Ud. me anunciaba de parte de los elementos burgueses de Lima. Creo que Ud. me disculpará. Esto es importante y casi se me olvida. Pero estoy abrumado de trabajo.
El lunes estará Frank nuevamente en B. A. de regreso de una gira por las provincias. El lunes mismo tiene una conferencia en inglés y después una todos los días de la semana hasta el miércoles.
Con suerte se irá de aquí con unos pesos como para darse el lujo de no dar conferencias en Chile y Perú. Pero no se imagina cuánto ha trabajado.
Y ahora a otra cosa: Lamento mucho la suspensión de Labor. Qué lástima. Pero con tal que le dejen publicar Amauta, puede Ud. desglosar un último pliego con material para los obreros.
Me alegro de que su salud vaya bien. He hablado con Frank para que lo decida a Ud. a venirse a Buenos Aires. Creo que Ud. puede ganar aquí algún dinero como para independizarse por unos meses. Claro que tendrá que hablar para instituciones más o menos burguesas; pero sin ellas no se puede hacer nada en Buenos Aires. Las Ligas antimperialistas, latinoamericanas, etc., no sirven para nada sino para que sus presidentes se luzcan en los diarios de cuando en cuando. En el caso de Frank han estado ausentes y torpes. Algún día le explicaré. Cuente conmigo y créame que no soy capaz de embarcarlo en nada que no sea digno de un hombre libre. Pero tampoco tengo prejuicios de sectario.
En el último número de L.V.L. se publica una página suya que ha despertado mucho interés. Se le va conociendo. Mándeme 5 ejemplares de su libro por los que le voy mandando Babel. A Garro prefiero no escribirle. Es un asunto muy desagradable del que no me quiero acordar.
No recibo la Nueva Revista Peruana y hace tiempo que no me llega El Mercurio. Espero el número 26 de Amauta.
Escríbame y reciba un gran abrazo de su amigo y compañero que espera verlo pronto en Buenos Aires.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta a Samuel Glusberg, 7/11/1929

Lima, 7 de noviembre de 1929
Querido compañero Samuel Glusberg:
Contesto su grata carta del 14 del pasado, que me informa del éxito de Waldo Frank en Buenos Aires. Ya había tenido difusa noticia de este éxito por diarios de Buenos Aires; pero su carta me trae una impresión de conjunto que dice mucho más.
Cuando le lleguen estas líneas, Frank habrá recibido ya el cable invitándolo a venir al Perú. Suscriben el cable veinte de los invitantes que son al menos el doble. Creo que está ahí, con la excepción de los residentes en el extranjero, la verdadera plana mayor de la cultura peruana. El cable, como la carta, van dirigidas a c/o de Ud. Rivera Indarte, 1030.
El telegrama de Waldo Frank no ha llegado a mi poder. He hecho averiguar en el telégrafo y en el cable, sin resultado. Serviría reclamar en la oficina de allá, al menos para poner en evidencia el descaro conque se intercepta mis comunicaciones del extranjero, por temor a no sé qué misteriosas connivencias.
Gracias a Waldo Frank por sus deferentes sentimientos, plenamente correspondidos.
He escrito a Cuzco, Arequipa y Puno, a fin de que se prepare ambiente en esas ciudades a Waldo Frank si sigue esa vía, muy interesante, porque le permitiría conocer los principales restos de la cultura incaica y la sierra del sur. No sé si enviará Ud. L.V.L. a algún escritor de esas ciudades. Convendría que la mandase a Gamaliel Churata, Editorial Titikaka, apartado 55, Puno; Luis de la Jara, Noticias, Arequipa; y Luis E. Valcárcel, Cuzco. Que conozcan al menos los números referentes a Frank.
Me complace que haya encontrado bien mis artículos. Ya le enviaré otros originales. —Los de mi Defensa del Marxismo están listos. No los he despachado porque lo suponía a Ud. demasiado atareado para ocuparse de tratar con La Vanguardia u otro editor. Creo que por la actualidad del tema, y porque polemiza con obras como las de Man, Eastman, Berl y otras de mucha resonancia, este libro puede venderse fácilmente.
Por este mismo correo, recibirá Ud. el No. 26 de Amauta. Ya debe haberle llegado el libro de Eguren.
Devotamente suyo, con un cordial apretón de manos.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Waldo Frank, 7/11/1929

Lima, 7 de noviembre de 1929
Señor Waldo Frank.
Buenos Aires
Muy admirado amigo:
Desde que conocimos los primeros fragmentos de su obra, los intelectuales y artistas del Perú la seguimos con toda estimación y simpatía. Sabíamos que de la América del Norte, cuya más sugestiva interpretación nos ofreció un libro de Ud., su indagación de redescubridor lo llevaría a la América Latina. España Virgen era, después de Nuestra América, la jornada inicial de este viaje.
Su presencia en Buenos Aires, donde queremos que reciba Ud. nuestro fraternal saludo, es una promesa para todos los pueblos sudamericanos. Ambicionamos para el Perú el honor de que sea una de las próximas estaciones de su itinerario. No ignoramos su interés en conocer la tierra y la cultura peruanas. Y si nuestra invitación puede servir para que anticipe Ud. su visita a nuestro país, no debemos demorarla.
Sin compromiso de institución ni de tendencia, suscriben esta invitación catedráticos, escritores, poetas, pintores, y escultores que lo admiran y lo quieren.
Venga Ud. al Perú a decirnos de viva voz su mensaje. En Lima, en el Cuzco, en Arequipa, en todas las ciudades del Perú que Ud. visite, será acogido con amistad y devoción.
Confirmamos el cablegrama que a nombre nuestro le envían en la fecha veinte de nosotros, designados para suscribirlo.
Esperando su respuesta, lo saludamos cordialmente, congratulándolo por la magnífica acogida de Buenos Aires.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 19/11/1929

Buenos Aires, 19 de noviembre de 1929
Mi querido Mariátegui:
Hace dos días que nuestro amigo Waldo Frank está en Chile. De allí piensa ir a Bolivia por el camino de Antofagasta, de Bolivia al Cuzco y del Cuzco a Lima. Supone que estará con Ud. en los primeros días de diciembre. El hombre se ha ido muy cansado después de 21 conferencias en cinco semanas. Tenía el propósito de no dar conferencias en Santiago. Pero se me ocurre que no podrá evitarlas del todo. En Bolivia se ha comprometido a dar una. Es cuestión de que Ud. lo ayude en Lima para que no lo comprometan a más de tres. Le recomiendo muy especialmente las siguientes: Relaciones interamericanas, Profetas del arte norteamericano y “El ideal americano”. El ciclo a que pertenece esta última conferencia es formidable. Pero no creo que lo pueda desarrollar íntegro como en Buenos Aires. Una cosa importante, amigo Mariátegui, es evitarle la efusión de los amigos. Creo que fuera de Ud. muy pocos pueden interesarle realmente. Y a esos pocos es cuestión de reunirlos en una sola comida y no en varias como ha sucedido en Buenos Aires, a causa de la mezquindad de los ‘izquierdistas profesionales’. Confío mucho en Ud. y estoy seguro de que sabrá ahorrarle muchas molestias. Téngame al tanto de todo lo que suceda en Lima. Envíeme recortes de los diarios y revistas y principalmente lo que Ud. escriba. Waldo le hablará de mis propósitos de patrocinar por intermedio de L.V.L. su visita a la Argentina. Dígame cuánto dinero necesita para salir de Lima y lanzaré la iniciativa. Creo que no me será difícil conseguirlo. En cuanto a nuestro amigo Garro le mando copia de una carta que le envío por consejo de Frank. Es un poco dura. Pero no se imagina cuánta es la irresponsabilidad de Garro en este asunto de la traducción de Nuestra América. Escríbame cuando pueda y abrácelo a Frank en mi nombre. Me hubiera gustado mucho acompañarlo hasta Lima. Es preciso que Ud. venga a Buenos Aires para que sepa quiénes son sus verdaderos compañeros, quiénes pueden ayudarlo y quiénes explotarlo. Ya le escribiré más detenidamente. Mientras lo abrazo.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta a Samuel Glusberg, 21/11/1929

Lima, 21 de noviembre de 1929
Sr. Samuel Glusberg.
Buenos Aires.
Estimado amigo y compañero:
No tengo a la vista su última, tan interesante y grata, por haberme sido secuestrada el lunes último a las 8 p.m. con toda mi correspondencia privada y la administrativa de Amauta. A esa hora, o algunos minutos antes, charlaba yo en mi estudio con Héctor Ruiz Díaz, el pianista argentino, y Ricardo Vegas García, corresponsal de La Nación de Buenos Aires, sobre la venida de Waldo Frank. Ruiz Díaz y Vegas García, a nombre de la Sociedad Arte y Cultura, me proponían la colaboración con el grupo de invitantes que suscribía nuestro cable y carta para la organización del programa de conferencias de Frank en Lima. Su deseo era que Frank ofreciera algunas conferencias a la recién fundada Sociedad Arte y Cultura, inaugurando su temporada. Yo les decía que a mi juicio no había inconveniente para que Frank accediera a esto tan luego como llegara a Lima. Vegas me decía que la Sociedad de Arte y Cultura podía financiar el viaje de Frank. No habíamos avanzado mucho en esta conversación cuando se presentó en mi casa, aparatosamente, la policía. Varios agentes encabezados por uno de los jefes de Investigaciones penetró en mi estudio. Se me notificó de que había orden de detenerme y registrar mi domicilio. A Vegas García y Ruiz Díaz se les dijo que estaban también presos. Ambos protestaron y yo insistí en que Ruiz Díaz era un conocido artista extranjero. Nada valió. Fueron conducidos a la comisaría próxima donde se les retuvo hasta el día siguiente. Había orden estricta de que se detuviera a todas las personas que se encontraban en mi casa. - Mientras esto ocurría en mi biblioteca, otros agentes entraban violentamente en el interior de la casa con revolver en mano intimidando rendición a los muchachos, sirvientas y a un jovencito que copiaba a máquina un ejercicio escolar. - Siguió el registro. Como quince agentes ocupaban las habitaciones registrando los muebles. Varios mas se estacionaban en la entrada. En la calle, policía uniformada completaba el personal en operaciones. La pesquisa no perdonó ningún mueble. Se me extrajo de los bolsillos mi vieja cartera, antigua compañera de viajes y penurias, y todos mis papeles. De mi sillón de ruedas, se sacó entre otros papeles el cable de Waldo Frank y las copias de la carta y el cable de invitación, publicados ese día por la prensa.- Hasta las 2 y 1/2 duró la cosa. Tuve que hacer enormes esfuerzos para impedir que se llevaran mi biblioteca. No pude impedir que se incautaran de mi correspondencia, la de "Amauta", los libros administrativos, recortes de mis artículos, originales y apuntes, libros y revistas y hasta fotografías artísticas. - Quedé informado de que estaba preso e incomunicado en mi casa. 8 policías recibieron encargo de custodiarme y se instalaron en una habitación interior y en el hall, entrando y saliendo ruidosamente. Toda mi familia veló. Había el peligro de que esta gente introdujera armas o cualquier cosa con el objeto de comprometerme y denunciarme en la prensa, sin que yo pudiera rectificar, porque los periódicos no publican en estos casos sino lo que tiene el Vo. Bo. policial.
No quiero hacerle una descripción patética. Me es profundamente antipático este genero. No tengo costumbre de quejarme. La última vez que estuve preso, - cuando la clausura de Amauta - me abstuve de toda actitud dramática. Llamé el caso en el artículo de reaparición de "Amauta" un accidente del trabajo. No le añadiré, pues a esta sumaria descripción, que ya temo empiece a tomar un color de queja, sino que la ocupación de mi casa y el secuestro de mi persona y de todos los míos, niños y sirvientas se prolongaron hasta ayer. 8 vigilantes custodiaban mi casa, durmiendo en el hall y el saloncito. Toda persona que llamaba a la puerta era detenida. - En esta forma, fueron detenidos el pintor Ricardo E. Florez, el escritor José Diez Canseco, tres estudiantes del Seminario de Cultura Peruana, el secretario-administrador de Amauta y estudiantes de letras Navarro Madrid, un mensajero de la revista, la escultura Carmen Saco y el joven pintor Jorge del Prado. - Se que han hecho mas o menos 180 prisiones. - Los agentes se jactaban de una gran movilización. A la misma hora habían allanado y ocupado treinta domicilios.- Entre los presos se encuentran Adler y su novia Nomi Milstein; y la persecución tiene un curioso carácter anti-semita.
Ha habido, según parece, orden de prisión de todos los vendedores ambulantes judíos, de sus proveedores y de otras personas. Se sospecha absurdamente que constituyen una organización de agitadores. Como son en su mayor parte de nacionalidad rumana, no tienen en Lima agente consular ni diplomático que los proteja. - Todo inverosímil y desatentado. El gobierno que acaba de imponer a los obreros de las minas de Morococha, después de una huelga, la renuncia del aumento que exigían, defiende probablemente los intereses de la gran compañía minera del Centro Cerro de Pasco Copper Corporation. Se aprovecha del raid contra los organizadores obreros, para hostilizar a los artistas y escritores de vanguardia que me ayudan a mantener "Amauta".-
Solo el escándalo que en los más diversos elementos causó la noticia de mi prisión y la de todos los míos en mi casa - divulgada por las personas del barrio- y la intervención de algunas personas influyentes ha podido librarme de una situación insostenible.- Pero los calabozos siguen llenos de presos.
Probablemente, había la intención de afirmar que en mi casa se había sorprendido una gran reunión de conspiradores. Contra lo de costumbre, pues recibo de 6 a 8 y a esa hora se hace en mi estudio animada tertulia, no se encontraban conmigo sino dos personas tan extrañas a toda propaganda subversiva como Vegas García y Ruiz Díaz. Se que a Ruiz Díaz se le han dado excusas. Estaba excitadísimo, según me dicen, por haber pasado una mala noche en la comisaría sin explicación ni motivo alguno.- Se trata, también, de crear el vacío a mi alrededor aterrorizando a la gente que se me acerque. Se trata, como ya creo haberle dicho alguna vez, de sofocarme en silencio.- Mi propósito de salir del Perú con mi mujer y mis niños se afirma antes estos hechos. No puedo permanecer aquí. No me quedaré sino el tiempo necesario para preparar mi viaje. Saldré del Perú como pueda.- Si se me rehusaran los pasaportes, desde ahora comprometo a todos mis amigos para que denuncien mi situación, así como para que gestionen el viso de las legaciones.
Le expido esta carta, escrita apresuradamente sin releerla. Puede Ud. hacer de su contenido el mas amplio uso; pero reserve el texto mismo. Detesto la actitud planidera. No he especulado nunca sobre mis dramas.
A Waldo Frank escríbale que se le espera ansiosamente en Lima, en el Perú. Supongo que recibiría Ud. después del cable la carta de invitación despachada por correo aéreo. La última no debe haber alcanzado a Frank en Buenos Aires; pero Ud. se la habrá expedido sin duda a Santiago.- Que Frank avise su salida a Sánchez.
Perdone esta larga lata y reciba un cordial abrazo de su devotísimo amigo y compañero
José Carlos.

P.D.- Escrita esta carta, recibo noticia de que se ha empezado a poner en libertad a los detenidos. Pero Adler y Nomi continúan presos con otros muchas. El ballón se va desinflando, más no se desinflara del todo mientras no se escoja, entre los perseguidos, algunos candidatos a la deportación o a la isla. V.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 29/11/1929

Lima, 29 de noviembre de 1929
Querido Samuel Glusberg
He recuperado anteayer, con mi correspondencia y papeles, su carta del 1º de noviembre, a la que contesté hace una semana, informándolo de las violencias usadas contra mí y otras personas.
Esto, por fortuna, no ha perjudicado mínimamente a la organización de las conferencias de Waldo Frank, por la diligencia conque Sánchez continuó las gestiones aun durante mi clausura. Le adjunto una información de La Prensa de hoy que le enterará, en línea general, de estas gestiones. Tenemos el mejor teatro de Lima —Municipal, antes Forero— por seis días. Es probable que, además, una sociedad de señoras, Entre Nous, solicite una conferencia especial, pagándola naturalmente. La Facultad de Letras recibirá a Frank solemnemente y lo investirá, según me anuncian, de las insignias de doctor honoris causa. —Frank, por supuesto, no le dará mucha importancia a estos honores universitarios. La Universidad ha debido invitarle. Pero mejor quizás que lo presente a Lima un grupo libre de escritores y artistas en el que se cuentan, por lo demás, los mejores hombres del claustro.
De la Institución Hispano-Cubana de Cultura de Habana han pedido a Frank tres conferencias. Yo le he trasmitido enseguida esta invitación a La Paz y él me ha contestado indicándome sus condiciones. A Santiago le había dirigido un cable de salutación que, según me avisa la oficina cablegráfica de Lima, no lo alcanzó ya en esa ciudad.
En Lima lo esperamos el domingo en el avión de Fawcet que sale de Arequipa ese mismo día.— Haremos lo posible porque Frank no quede descontento en Lima.
Sobre los últimos sucesos tengo poco que agregarle. Se me ha hecho saber que Amauta puede continuar apareciendo. El escándalo causado por las medidas contra mí y los míos y la energía serena conque los obreros han defendido a sus presos, han impuesto una rápida rectificación. No se ha publicado nada, no se ha dicho nada; pero ya no habrá elementos para hablar, como de costumbre, de complot comunista. El globo está desinflado sin exhibición.— Creo, sin embargo, que si dispondré de más tiempo y calma para preparar mi viaje a Buenos Aires, ése será siempre mi camino. No me es posible trabajar rodeado de acechanzas. Aunque me cueste un gran esfuerzo vencer el temor a la idea de que abandono el campo por fatiga o por fracaso, no puedo llegar a un extremo límite de sacrificio físico y mucho menos imponerlo a los míos. ¿Qué me aconseja Ud.?
Le hemos expedido 7 Ensayos —no cinco sino diez ejemplares— Poesías de Eguren, etc. ¿Recibió el ejemplar dedicado a Ud. por Eguren?
En espera de sus noticias, lo abraza su devotísimo amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 18/12/1929

Lima, 18 de diciembre de 1929
Estimado amigo y compañero:
No he dado inmediata respuesta a su carta del 19 de noviembre, porque en parte se la habían adelantado dos cartas mías, que deben haberse cruzado con la suya, y de la segunda de las cuales le acompaño copia, prevenido siempre contra las veleidades del correo peruano.
Hemos tenido con nosotros a Waldo Frank todo el tiempo que Ud. ha sabido por las noticias cablegráficas. No sé si las noticias cablegráficas sobre su estancia en Lima habrán abundado. Le envío algunos periódicos, entre otros un número de Variedades con un artículo mío. No es necesario que le remita otros periódicos. Toda la prensa de Lima ha señalado con gran atención la presencia de Waldo Frank en nuestra ciudad.
Ya Ud. me había dicho que en Waldo Frank, el hombre no se hace amar menos que el escritor. Todos los que lo hemos tratado de cerca, hemos confirmado plenamente esto. Frank no ha encontrado en Lima un auditorio numeroso, en parte porque la gente no está habituada a pagar a los conferencistas, en parte porque los temas de Frank no interesan sino a una élite; pero ha encontrado en cambio a gentes que lo han rodeado con cariño y comprensión. Y entre sus amigos han estado, seguramente, los mejores espíritus del Perú.
Ofreció tres conferencias en el Teatro Municipal, organizadas por el comité de invitantes, y una pagada por la colectividad hebrea, cohíbida aún por la reciente agresión policial. La Universidad le recibió en la sala de Letras la víspera de su partida. La Facultad de Letras, a propuesta de Sánchez, Iberico, Ureta y Porras Barrenechea lo hizo doctor honoris causa; pero no hubo tiempo para que, aprobado este acuerdo por el Consejo de Decanos, conforme al protocolo universitario, se le otorgasen las insignias respectivas en actuación especial. Reunimos a los escritores y artistas en un banquete general. La Nueva Revista Peruana y Amauta aunque participantes en esta fiesta, quisieron agasajarlo aparte. Hemos prescindido de discursos. Y hemos hecho lo posible porque la cortesía y los cumplimientos no impidiesen a Frank sentirse en Lima como en su casa.
Conversando con Frank, que ha sido muy gentil y deferente conmigo en todo instante, me he afirmado en mi intención de marchar a Buenos Aires. La invitación de un amigo y compañero como Ud. coincide con las circunstancias que le describe mi penúltima carta. El contacto con un país sano y fuerte me hará mucho bien, espiritual y físicamente. En Buenos Aires, terminará esta convalescencia que la debilidad de Lima ha retardado.
Deseo hacer el viaje con mi mujer y mis niños. A los dos mayores, —de ocho y seis años-, podría tal vez dejarlos; pero los colegios de Lima, donde podría dejarlos como internos, no me satisfacen y el mimo de la familia, si continuasen en el colegio que ahora frecuentan y donde no hay internado, perjudicaría su educación. Respecto a todo, espero su fraterno e inteligente consejo. —Frank piensa que en Buenos Aires se puede resolver tan bien como en Europa el problema de mi movilidad por la adaptación de una pierna ortopédica. Creo que ahí la cirugía y la ortopedia están perfectamente desarrolladas. Eso lo dejaría para después de mi primera etapa de trabajo. Pero es muy importante para mi porvenir.
Para que el correo de hoy no me gane, pongo aquí punto final a estas líneas. Le seguiré escribiendo en breve.— No hemos recibido sino un ejemplar del número 15 de L.V.L. Si le es posible, reitere el envío. Han venido, en cambio, completos los ejemplares del N° 16.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero devotísimo
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 28/12/1929

Buenos Aires, 28 de diciembre de 1929
Muy estimado amigo Mariátegui:
Me apresuro a contestar su carta del 18, que recibí ayer conjuntamente con Amauta, pero sin Variedades que seguramente me llegará hoy. Tengo idea de haberle escrito hace un par de semanas sobre algunos puntos de su carta última. Vayamos a lo más práctico. Calculo que Ud. necesitará para vivir aquí humildemente, por lo menos $ 500 mensuales. Dígame en primer término si Ud. podrá contar con la ayuda de las revistas peruanas. Mejor dicho con las colaboraciones que cobra ahora en dichas revistas o diarios. No estaría demás que se asegurara alguna entrada por intermedio de Waldo: colaborando en The New Republic o en The Nation. La primera paga mejor. Aquí creo que podrá colaborar más o menos regularmente en El Hogar, en Caras y Caretas y en Síntesis. Pero es difícil sacar 200 pesos por mes —todos los meses— de colaboraciones. Con todo, creo que Ud. los sacará mediante la influencia de algunos amigos suyos. Necesitaría, pues, asegurarse por lo menos otros 300. Ya le dije en mi anterior: hemos pensado en Crítica. No es una parte segura. Pero su trabajo debe interesarles mucho, así que no es difícil que le paguen una colaboración cotidiana al margen del telégrafo o cosa así: firmada naturalmente.
Le mando el número 17 de L.V.L. He destacado su ensayo sobre Chaplin para enviar el periódico a todos los directores de revistas y diarios. L.V.L. no puede influir sobre el gran público; pero sí sobre esta gentuza que dirige diarios y revistas. Me he permitido argentinizar algunos términos de su artículo. Dos o tres no más, para no alarmarlos con la diferencia de idioma que aquí fomentan algunos interesadamente. He puesto Carlitos en lugar de Charlot (que por otra parte es cursi entre nosotros) cine en lugar de cinema como dicen los españoles. Y nada más me parece. Ah, he suprimido la cita de Navarro Monzó. Este señor, brasilero o portugués, no es tomado en serio en Buenos Aires. Sus actividades de ortodoxo griego y ‘joven cristiano’ de la Y.M.C.A. lo han desacreditado, aunque a mi juicio es un buen crítico de pintura. Pero él pretende ser un filósofo religioso y escribe ensayos kilométricos sobre Keyserling. En fin, lo que Ud. le citaba no era nada importante.
L.V.L. sale con numerosas erratas. He cambiado de imprenta. De La Vanguardia me fui a La Argentina (los dos extremos) pero en todas partes se cuecen habas. Declaro ahora unas vacaciones forzosas. No puedo, en efecto, sostener por más tiempo el periódico. Trataré en estos meses de arreglar su economía o de lo contrario fundirlo. Y Amauta? Se sostiene? Dígame si Ud. piensa continuar dirigiéndola desde Buenos Aires o dejar la dirección a cargo de algún compañero de Lima. Aquí no espere contar con los socialistas. Son capaces de gastarse $ 100.000 en propaganda electoral; pero no 100 en una colaboración. Algo de eso decía yo en la nota preliminar de L.V.L. Pero he debido cortarla para ganar unas 25 líneas que daban vuelta.
He tenido noticias de Waldo desde Lima. Pero nada sé de él desde su salida del Perú. Los diarios argentinos publican muchas noticias europeas sin importancia; pero muy pocas americanas de importancia. Y ahora una consideración final: creo que el asunto de su movilidad podrá arreglarse en Buenos Aires y que hasta tendrá los más grandes médicos gratuitamente. Claro que el aparato ortopédico habrá que pagarlo y es caro. Sin embargo se conseguirá. La educación de los chicos (¿cuántos tiene?) es importante. Mejor será traerlos a todos aquí. Pero vea usted si tiene posibilidades de hacerlo. Espero poder enviarle a fines de marzo o a principios de abril el dinero para los pasajes. La Vida Literaria proyecta un festival en su homenaje para recaudar fondos e invitarlo en debida forma a hacer el viaje a Buenos Aires. Dígame si Ud. es hombre de dar conferencias porque quizá pueda conseguirle un par de conferencias pagadas en Amigos del Arte. Eso le ayudaría en los primeros tiempos bastante. Espero sus noticias.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta a Samuel Glusberg, 25/3/1930

Lima, 25 de marzo de 1930
Muy estimado amigo:
Debe Ud. haber recibido ya mi respuesta a su carta aérea. Contesto hoy su última del 7, con la cual recibo la que Ud. obtuvo de Historia Nueva. No la suscribe la administración, sino uno de los escritores de H.N. Félix del Valle, de La Libertad de Madrid, muy amigo mío también. Corresponde al período en que César Falcón se trasladaba de Londres a Madrid, o se instalaba definitivamente en esta ciudad, para organizar bajo su dirección inmediata los servicios y trabajos de H.N. No le guarde Ud. pues ningún enojo. Le escribirá apenas yo lo entere de lo ocurrido y se vincularán cordialmente L.V.L. e H.N..
Empiezo a enviarle el material para el número peruano de L.V.L. Si Ud. quiere lo ilustrarán también los artistas peruanos. Le mandaré, en todo caso, algunas colaboraciones artísticas. —Van hoy una prosa de Eguren, unos poemas de Enrique Bustamante y Ballivián y una prosa de Estuardo M. Núñez, este último de la novísima generación, la de Martín Adán, revelada por Amauta y ahora incorporada en todas las revistas de aquí, sin exceptuar al viejo Mercurio Peruano.
Sin ningún contratiempo de última hora, espero partir a principios de mayo. Es posible que me detenga algunos días en Santiago, si puedo dar ahí alguna conferencia y arreglar alguna colaboración. Pero puedo apresurar un poco mis preparativos, si Ud. me lo indica.
Luis Alberto Sánchez, que sale mañana para Santiago, invitado por la Universidad para ofrecer algunas conferencias sobre literatura peruana y americana, le enviará un capítulo de su biografía novelada de González Prada, próxima a aparecer en libro. También le mandará otros originales, compilados para 1930, o se asociará a la instancia de Ud. a sus editores para que le envíen las pruebas. Ud. a su vez puede enviar a éstos, pruebas del material especialmente obtenido por mí para L.V.L.
Si reproduce Ud. “Arte, Revolución y Decadencia”, suprima el párrafo pertinente al poema de Hidalgo, porque éste encontrando probablemente que yo estaba en lo cierto quitó de su “Ubicación de Lenin” los versos criticados. Con esta corrección aparecen en su libro Descripción del Cielo. Pero como yo también he corregido y aumentado este ensayo, publique mejor otra cosa mía. Debe Ud. tener una nota sobre la vida de Chopin por Guy de Portales que le envié con otras publicadas en sucesivos números de L.V.L. Me interesa porque no tengo otra copia de ese artículo, en el que enuncio una teoría del amor clásico y romántico, insinuada también en mi crónica-relato. Espero alcanzar a expedirle por este mismo correo otros originales que hago copiar en este momento.
Le enviaré un apunte de Eguren y la foto del óleo de Julia Codesido.
Muy reconocido a su solicitud vigilante y generosa.
He recibido con el último libro de Capdevila, una carta muy cordial y honrosa.
Lo abraza afectuosamente su amigo y compañero
[Firma de José Carlos Mariátegui]

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Miguel Jaime Gili, 8/1/1930

Buenos Aires, 8 de enero de 1930
Señor
Don. José Carlos Mariátegui
Lima-República del Perú
De mi mayor respeto
Tengo el honor de dirigirme a Ud., para encarecerle de su reconocida gentileza quiera honrarme con sus valiosa adhesión el álbum de autógrafos que poseo, con tal fin me permito adjuntarle unas tarjetas con el título de su libro "La Escena Contemporánea", rogándole unas líneas.
Pidiéndole disculpas por las molestias que el dispensarme está señalada distinción que le encarezco pueda ocasionarle, me es altamente honroso saludarlo desde ya agradecido y ofrecerle el testimonio de mi mayor respeto.
Miguel Jaime Gili
Calle Goncalvez Días 445
Buenos Aires, Argentina.

Gili, Miguel Jaime

Carta a Samuel Glusberg, 9/2/1930

Lima, 9 de febrero de 1930
Muy querido amigo Glusberg:
Contesto sólo hoy sus cartas de 10 y 28 de diciembre que recibí casi juntas, porque no he dispuesto en estos días ni de un minuto para mi correspondencia, a consecuencia de una cura de playa en la Herradura que me quita toda la tarde y anticipa mi hora de sueño, no dejándome sino el tiempo indispensable para mis más urgentes trabajos cotidianos. Quería, además, tener algo definitivo que decirle respecto a mi viaje a Buenos Aires, y en estos días me era difícil avanzar en la organización de este viaje, totalmente decidido, pero cuyo plazo preparatorio depende del arreglo de algunas cuestiones, como la continuación de Amauta en Lima por el tiempo que esto sea posible, etc.
Gracias, antes de seguir adelante, por las palabras generosísimas del No. de La Vida Literaria que transcribe mi esquema de explicación de Chaplin (A propósito, quiero decirle que del No. anterior, el que publica mis notas sobre libros rusos, no vino sino el ejemplar de canje. Si Ud. envió un paquete de 10 ejemplares, como de costumbre, naufragó en el correo peruano). Gracias también por todas sus noticias y gestiones respecto a mi viaje a Buenos Aires.
Tengo el propósito, le repito, de realizar de toda suerte este proyecto. Creo que en abril próximo estaré en aptitud de partir. Puedo contar con 300 soles de colaboraciones que conservaría; pero que en parte están expuestas a fallas. Se ha llegado, estando yo en Lima, a insinuar a las revistas en que colaboro la supresión de mi colaboración. Cierto que el hombre del régimen a quien se le ocurrió esta mezquina represalia, Rada y Gamio, parece próximo a dejar el Ministerio de Relaciones Exteriores, desde donde ejercitaba su influencia. Pero no faltan los Rada. Y no me asombraría que, a poco de mi salida, me fallasen algunas colaboraciones del Perú, en proporción que podría afectar gravemente la suma mensual prevista.
Escribiré a Frank, de quien he recibido una carta muy cariñosa, que me alienta al viaje a Buenos Aires, sobre la colaboración en The New Republic. The Nation ha publicado ya un trabajo mío y me ha escrito invitándome a formar parte de su cuerpo de colaboradores hispano-americanos. Pero no he tenido ninguna nueva carta acerca de la frecuencia y carácter de esta colaboración.
No tengo hábito de conferencista. A mi regreso de Europa, di cerca de veinte conferencias, en la Federación de Estudiantes y la Universidad Popular, sobre la crisis de Occidente. Conversaciones sencillas, cuyo éxito no puedo apreciar sino por este hecho: que el auditorio me fue fiel. Conservé mi público hasta el fin. Abomino la oratoria; pero puedo ofrecer, aun sin hábito, las conferencias que haga falta dar. No me desempeñaría tan mal.
Le agradezco la inclusión de mi nombre, entre los del consejo de orientación de la gran revista en proyecto. El título tal vez presente el inconveniente del recuerdo de la Nuestra América de Stefanini o qué sé yo. Pero esto es adjetivo. Tal vez César Falcón podría ocupar el sitio reservado con interrogante a Blanco Fombona. Y otro tal vez: ¿no convendría incluir a dos pintores representativos del nuevo arte americano: ¿Diego Rivera y José Sabogal, por ejemplo? Frank puede darle opinión sobre nuestro José Sabogal y nuestra Julia Codesido.
Le seguiré escribiendo en breve.
Hasta entonces me despido de Ud. con mi más afectuoso abrazo, augurándole un año mejor que el pasado.
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Arturo Capdevilla, 10/2/1930

Buenos Aires, 10 de febrero de 1930
Mariátegui:
Si éste —El Apocalipsis de San Lenín— es el primer libro mío que Ud. recibe, no por ello he estado menos cerca de Ud. Admiro su obra y me entusiasma y reconforta su personalidad. Lo creo a Ud. simplemente un verdadero prócer de la definitiva libertad de América. Samuel Glusberg, que tan fervorosamente lo quiere, me da sus señas. El libro no va solo. Va también para Ud. lo mejor de mi corazón.
Le tiendo fraternalmente los brazos.
Arturo Capdevila
s/c. Charcas 779
Buenos Aires

Capdevilla, Arturo

Carta a Samuel Glusberg, 18/2/1930

Lima, 18 de febrero de 1930
Muy estimado amigo y compañero:
Sin nuevas de Ud. vuelvo a escribirle, adjuntándole copia de mi última.— He recibido una segunda carta de Waldo Frank de Nueva York, en que reitera, en términos verdaderamente abrumadores para mí, su esperanza en mi trabajo en la Argentina. Me avisa que el plan de su obra sobre la América Latina está en pie.
No me ha dicho Ud. si recibió con el ejemplar de Poesías de Eguren dedicado a Ud. otro para Waldo Frank. Espero que lo haya incluido en uno de sus envíos a Nueva York. Si no hubiese llegado, o se le hubiese extraviado, avísemelo para repetir el envío, esta vez directamente. Frank, probablemente, no estaba ya en Buenos Aires, cuando llegó allá el libro.
Borges, correspondiendo sin duda al envío de Poesías, ha mandado a Eguren uno de sus libros, aludiendo en la dedicatoria al poema “Viñeta Oscura”, admirable a mi juicio. Si Ud., Borges, Franco u otro de sus colaboradores dedican una nota al libro de Eguren, nos ayudarán en la tarea de hacer desinteresada justicia a un poeta peruano, a quien se ignoró aquí absolutamente en la época de apogeo de Chocano y sus rapsodistas. Una pequeña selección de poemas de Eguren, en la que podrían entrar si son de su gusto “Viñeta Oscura”, “Favila”, “La Muerta de Marfil”, “Shyna la blanca”, “Lied III”, “La Tarda”, “Los Reyes Rojos”, “La Dama I”, cabría tal vez en La Vida Literaria, con la advertencia de que los poemas de Simbólicas y La Canción de las Figuras, son de hace veinte años, de la época de ortodoxo rubendarismo en la mayor parte de la poesía hispanoamericana.— Hemos enviado también el libro de Eguren a Lugones y Gerchunoff.— Recomiendo a su atención el trabajo en prosa de Eguren en el No. 28 de Amauta. Acaso Ud. prefiere ésta a otra trascripción. Es una colaboración especial para Amauta y corresponde a la actualidad del autor.
Redacte Ud. un aviso de La Vida Literaria y las Ediciones Babel para una página de Amauta.
La Prensa de Buenos Aires ha contratado la colaboración de López Albújar, que escribirá para ese diario un cuento mensual de 1000 a 1500 palabras. Ya cuenta entre sus colaboradores a José Gálvez. Esto indica cierta deferencia por los escritores del Perú, de la que la diplomacia de Ud. puede aprovechar en mi favor.— No hago exclusivamente ensayos y artículos. Tengo el proyecto de una novela peruana. Para realizarlo espero sólo un poco de tiempo y tranquilidad. He publicado, en fragmentos, en una de las revistas en que colaboro, un relato, mezcla de cuento y crónica, de ficción y realidad, que editaré si es posible en Santiago, como novela corta.
Con mi próxima, le enviaré algo para La Vida Literaria, ¿Recibió el No. de Variedades con el artículo de bienvenida a Waldo Frank? Debe haber ido en paquete certificado.
¿Tiene Ud. relación con César Falcón y la Editorial Historia Nueva? Falcón es un peruano, pero no de la variedad desacreditada en Buenos Aires. Se ha abierto paso en España con honradez y verdad, bien acompañadas de talento.
Lo abraza afectuosamente.
[Firma de José Carlos Mariátegui]

José Carlos Mariátegui La Chira

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