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Carta al Director de la Revista Nosotros (Sanín Cano), 22/1/1929

[Transcripción Literal]
Señor
Director de Nosotros
Buenos Aires
Mui señor nuestro:
Acusamos recibo de su estimada del 7 del pte. i en respuesta a ella manifestamos a Ud. que ya nos había sido grato insertar repetidos anuncios de Nosotros en Amauta con toda la simpatía que nos merece. Mucho le agradecemos por la reciprocidad que nos manifiesta.
Reiterando a Ud. todo nuestro aprecio, nos suscribimos sus amigos de Amauta.
(Sin firma)

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Fernán Cisneros, 22/1/1928

Buenos Aires, 22 de enero de 1928
Camarada Mariátegui:
Hacen muchos atentados a la libertad que yo le admiro. Le confieso que tenía urgencia en decirle esto y en significarle mi adhesión. Posiblemente conoce usted mi ubicación ideológica; esto me evita una carta larga.
Ignorando la reaparición de Amauta, le mandé a Vegas García, para Variedades un poema mío que no se si se publicará. Ahora, provecho para enviarle a Ud. dos que si quiere, puede publicar en nuestra revista. Digo nuestra porque ya se la hemos enajenado en el afecto.
Cualquier cosa que se refiera a Amauta con respecto a Buenos Aires, me encantaría poder servirlo. Estoy vinculado con varios grupos de intelectuales de manera que ello me resultaría fácil. Espero ponerme al habla con Herrera, que entiendo es el agente, para organizar debidamente el capítulo de de suscripciones, que me parece muy importante. Cualquier novedad, se lo transmito.
Desde ya gracias.
Le estrecha la mano fraternalmente su camarada.
Fernán Cisneros

Cisneros, Fernán Luis

Carta de Enrique Cornejo Koster, 28/5/1926

Buenos Aires, 28 de mayo de 1926
Sr. José Carlos Mariátegui. Lima.
Querido amigo:
Seguramente, ha de causarle sorpresa el recibir carta mía después de un lapso de tiempo demasiado largo. Lo cierto es que soy demasiado perezoso para escribir.
Ud. encarga a Herrera me diga me ocupe de la cuestión universitaria, pensé y tuve la mejor voluntad del mundo para abordar el tema, pedí informes a los escasos antiguos líderes universitarios que actuaron los años de la Reforma, me remitieron tal cantidad, de libros, folletos, periódicos, memorias, que me asustaron, con el material tenía no para un artículo sino para un libro, quise trabajar pero me convencí que no estoy hecho para la labor de historiador y roedor de papeles. En cuanto al actual espíritu universitario argentino, es mejor no ocuparse, pues es enormemente burgués, egoísta y reaccionario, en veces se viste con un trajecito revolucionario.
Su libro ha causado por estas tierras muy buena impresión, y refiriéndome a ello, voy a comunicarle algo así como una anécdota:
El ejemplar que tuvo Ud. la gentileza de mandarme, lo presté a Del Mazo y éste lo hizo llegar por intermedio de un amigo a la embajada italiana, a los fascistas diplomáticos lo primero que les llamó profundamente la atención fue que el autor fuera un latinoamericano, no querían creerlo, cuando se convencieron uno de los que habían leído dijo refiriéndose a los artículos sobre el fascismo que era de lo mejor que había leído y que en ellos había encontrado argumentos para defender la tesis fascista, que ni los mismos ideólogos y apologistas del fascismo habían empleado.
Qué dice la A.P.R.A. Se ha organizado algo o siguen aún los muchachos en el período romántico. Aquí se ha organizado la liga anti imperialista y se fundará pronto la U. P. José Ingenieros. Estamos por ahora trabajando en este [...]
Muchos saludos a su señora y Ud. reciba un afectuoso abrazo del compañero:
Enrique Cornejo Koster

Cornejo Koster, Enrique

Carta de Gabriel C. del Mazo, 6/5/1927

Buenos Aires, 6 de mayo de 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima
Mi simpático amigo:
No debe extrañar Ud. el tratamiento. A través de Haya de la Torre y de los desterrados en Buenos Aires, de sus artículos en Claridad y en Córdoba primero, de su Escena Contemporánea después y de Amauta ahora, he aprendido a estimarle profundamente.
Esta carta de Juan Mantovani es un índice. Vea Ud. cómo él está convencido de nuestra frecuentación amistosa y la invoca ante Ud., como la invocó ante mí cuando hubo de pedirme que intercediera en favor de su colaboración a la obra de Nueva Era, revista representativa de nuestra izquierda pedagógica. No quise aclarar ante Mantovani porque estoy seguro de que, aun cuando no nos hayamos cambiado una línea ni un mensaje, nos une una verdadera simpatía; y no ha de ser la suya mayor de la que yo le profeso.
Ojalá esta misiva breve comience una vinculación epistolar que consolide nuestro afecto y sea útil a los fines de coordinar mejor nuestra actividad en el campo de la lucha social continental.
Con esos votos, le estrecho la mano y quedo a sus órdenes en la Argentina.
Gabriel del Mazo

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Alberto Hidalgo, 1927

[Buenos Aires, 1927]
Para entregar a
José Carlos Mariátegui
Querido Mariátegui:
He cumplido con entregar su carta a Seoane.
Me alegro de que se halle Ud. mejor de salud.
He conversado largamente con Seoane acerca de si debe Ud. venir a radicarse o no. Me ha prometido, ante mi alarma de que todo no salga como quisiéramos, realizar unas gestiones previas y escribirle categóricamente.
Debe Ud. meditar mucho sobre este viaje. Primero el factor salud. Sospecho —algunos amigos me lo han asegurado—, que la suya es bastante precaria. ¿Ud. sabe lo que es Bs. As.? En cuanto hay una pequeña probabilidad —no ya síntoma— de debilitamiento pulmonar, no se puede vivir aquí. ¡Es algo horrible! ¡Horrible! Quiero ser franco hasta la rudeza, querido Mariátegui, para prevenirle.
En cuanto al factor económico, quisiera que me contestase Ud. a estas preguntas:
Si se le consiguiera un empleo público —lo más cómodo— o en un diario —lo más ingrato— podría Ud. hacer diariamente acto de presencia siquiera tres horas?
Podría Ud. escribir en revistas como Caras y Caretas, El Hogar —una colaboración mensual o lo sumo, y esto mismo muy difícil de conseguirse— ¿pero querría Ud. hacer cuentos?
Sus artículos sólo los toman en La Nación, La Prensa, La Razón; ¿pero sabe Ud. que son diarios burgueses, que quizá rechacen —no lo aseguro— su firma?
Sé que no es Ud. solo. Sé que tiene mujer e hijos, y por eso le hablo con tal rudeza. A Seoane mismo, tan entusiasta por su viaje, a causa desde luego de su bondad, le he hecho estas preguntas, y he creído descubrir alguna duda en su gesto.
Pero si Ud. contara con algún recurso propio, la cosa sería distinta. Contrariamente a lo que se cree, aquí se puede vivir con muy poco, con casi nada. Creo que hasta con ciento cincuenta pesos se podría Ud. arreglar. Ya ve...
¿Y Amauta? En cuanto a Amauta, mi juicio es radicalmente contrario al suyo. Aquí moriría definitivamente: porque costaría tres o cuatro veces lo que cuesta en Lima; porque luego le encontrarían los canallas de allá la manera de impedir su entrada en el Perú; porque además tendrá Ud. en su contra a los canallas de aquí; por tantas cosas.
Yo creo que debe Ud. esperar que pase el temporal. No veo un peligro en que esté callado. Todo el Perú debe saber que su silencio es obligado. Y lo estará escuchando casi como si hablara.
Yo no hago política. Estoy en la izquierda de la izquierda. Soy un hereje, porque no creo en nada. Pero temo que los que le quieren estén haciendo política de que a Ud. se le haga víctima. Ud. estará desde luego dispuesto a serlo, dispuesto a sacrificarse. ¿Pero ello sería eficaz? Yo creo que ahora su sacrificio sería menos útil que un estratégico reposo para después, en momento oportuno, sacar de nuevo la cara.
Mariátegui, querido Mariátegui, medite esto. Y de toda manera, sepa pues —ya lo sabe, ¿verdad?— que Alberto Hidalgo está a su lado.
Escríbame pronto, y reciba un estrujón de manos
Alberto Hidalgo
Siempre: Ventura Bosch 6740evo la cara.

Hidalgo, Alberto

Carta de Óscar Herrera,7/2/1928

Buenos Aires, 7 de febrero de 1928
Mi querido Mariátegui:
Por el último correo de Lima recibí su carta del 4 de enero. Tengo mucho gusto que al fin hayamos podido comunicarnos, estaba verdaderamente inquieto. La postal a que Ud. se refiere no la recibí como Ud. lo creía, es probable que haya venido sin dirección. Esta carta se la remitiré a una nueva dirección que me ha comunicado mi hermano. Estoy esperando su opinión sobre el ofrecimiento de Gerchunoff para entrevistarme con él, hasta ahora la gestión ha corrido a cargo de un amigo nuestro (y de Amauta, pues es suscriptor) pero cuando ya se trate de poner en manos de Gerchunoff noticias de Ud. yo me entrevistaré con él. Me parece que tal vez desde Lima Ud. podría escribir algún artículo sobre estos temas de cuestiones económicas americanas que le son familiares, contándose así entre los colaboradores del exterior que seguramente este diario de nuestro colega tendrá, así como los similares de Buenos Aires, La Prensa y La Nación.
He recibido los paquetes del N° 10 de Amauta que Ud. me anuncia en su carta. He distribuido ya 10 números entre personas que me han prometido hacerse suscriptores y 4 entre del Mazo que quería interesar a dos muchachos de Córdoba y Julio R. Barcos, que tenía interés en hacerle más propaganda en Chile entre los maestros. A un muchacho paraguayo Creidt, presidente de la Federación de los Estudiantes de Asunción, y ya abogado, a pesar de sus veintitrés años, le acabo de escribir remitiéndole Amauta y pidiéndole colaboración. Este joven vino a Buenos Aires hace poco como delegado a la Convención Internacional de Maestros y pude oírle decir cosas muy acertadas e interesantes sobre temas sociales. No sé si Ud. tenga muchas vinculaciones con gentes del Paraguay, pero de todos modos no está demás que vinculemos Amauta a la gente joven de vanguardia y que además tenga un valor intrínseco.
Juan Mantovani, un distinguido profesor de pedagogía, que ya creo está vinculado postalmente a Ud. me prometió hace algún tiempo colaboración sobre el tema de su especialidad. Mañana debo verle en casa de del M. y le reiteraré mi pedido de colaboración recordándole su ofrecimiento.
Se me ocurre preguntarle, a propósito de colaboraciones del exterior, si no sería conveniente colocar al pie de cada artículo que se publique en Amauta la fecha indicando el lugar de procedencia, creo que así se podría apreciar más fácilmente que Amauta es tribuna de toda la vanguardia latinoamericana.
Le adjunto a estas líneas dos artículos de una firma para mí desconocida que le fueron enviados desde México, debe ser por intermedio de Cox, al director de una simpática revista chilena, que ya no puede aparecer por disposición de la dictadura.
Tomo nota del affaire de nuestros camaradas de México y le prometo comunicarme con los compañeros en referencia lo antes posible. C. me debe una carta, pero le escribiré nuevamente.
Sus cartas abiertas o cerradas pueden seguir viniendo a la dirección de nuestro amigo, a la cual Ud. dirigió la que hoy contesto. Todo marcha por este conducto.
De Ravines supimos que estaba muy enfermo y que necesitaba partir a un lugar menos peligroso que París, no sé a ciencia cierta de qué se trata, me tranquiliza un tanto pensar que nuestro camarada está cerca de Bustamante. Nos pidieron ayuda y hemos logrado hacer algo, siempre modestamente, sólo pudimos girar en total mil quinientos francos. Estoy esperando noticias de Ravines para saber qué debo hacer, su última carta es de fecha 28 de diciembre y en ella se muestra muy descorazonado por tener que abandonar París, pues dice que había logrado estudiar mucho y encaminar su atención hacia una obra seria, hacia la confección de un libro orgánico sobre los temas nuestros. Con el delegado Vernochet, de la Asociación de Trabajadores de la enseñanza quien ya conoce Amauta y el Apra, habíamos planeado algo en favor de Ravines y de su asociación. Vernochet prometió incorporarlo a nuestro amigo a las labores de la asociación sobre América Latina, y darle por su trabajo 700 francos al mes. Pero yo no sé si esto se haya podido realizar, porque el mismo día que yo hice el telegrama (de enero) comunicándole a Ravines la grata nueva recibió Seoane un telegrama de Bustamante donde se daba la alarmante noticia a que me he referido más arriba.
De Haya de la Torre estamos sin noticias desde hace ya bastante tiempo, desde México no ha escrito una línea, contrariamente a su costumbre y por una respuesta inesperada a un telegrama que hicimos a México sobre la Convención de Maestros tenemos la seguridad de que ya no se encuentra en aquella ciudad.
Por el momento nada más que un cordial abrazo a Ud. y muy cariñosos recuerdos a los de su casa.
Óscar Herrera

Herrera, Óscar

Carta de Gabriel C. del Mazo, 9/4/1928

Buenos Aires, 9 de abril de 1928

Señor José Carlos Mariátegui
Lima. Perú

Mi estimado amigo:
He leído su sustancioso comentario sobre La Reforma Universitaria en el N° 12 de Amauta. Eso es bueno y promete más aún, pero será incompleto, porque, como usted me dice, está hecho sobre un material de información incompleto. Por eso me apresuro a enviarle los tomos que le faltan de la compilación documental por si se hubieran extraviado los de la remesa anterior. Su trabajo será aquí muy útil: usted tiene autoridad y, además, es hombre de fuera. El Centro de Estudiantes de Ciencias Económicas (la vanguardia, este año, en la federación universitaria) piensa publicarlo en folleto, completando una serie en la que figuran trabajos de Márquez Miranda, González, Haya de la Torre y alguno mío. Me piden los estudiantes que le exprese a usted sus deseos y como descuentan su autorización, esperan les diga si desea completarlo o revisarlo previamente.
Hasta su contestación, me despido con el mayor afecto.
Gabriel C. del Mazo.

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Samuel Glusberg, 20/10/1928

[Buenos Aires], 20 de octubre de 1928
Sr. José Carlos Mariátegui
Mi estimado amigo:
Hace mucho que no tengo noticias de su vida. ¿Qué hay de cierto de su viaje a Bs. As.? Mándeme algunas paginitas para L.V.L. Pienso dedicarle más adelante un número al Perú. Indíqueme algunos nombres. Después del No. 15 no volví a recibir Amauta. ¿Qué le pasa? ¿Dejó de salir otra vez? Escríbame. ¿Y su libro?
Muy afectuosamente
Glusberg

Glusberg, Samuel

Tarjeta Postal de Juan de Dios Merel, 1/1929

Buenos Aires, enero de 1929
Sr.
José Carlos Mariátegui
Washington 544 izquierda
Lima
Perú
Estimado compañero:
A mi regreso de Montevideo envío a usted y familia mis más cordiales saludos, deseando que el nuevo año sea fecundo en triunfos, y lleno de esperanzas.
Abrazos de
Juan Merel
Paseo Colón 161

Saludos de Mackay y Beltrán.

Merel, Juan de Dios

Carta de Arturo Capdevilla, 10/2/1930

Buenos Aires, 10 de febrero de 1930
Mariátegui:
Si éste —El Apocalipsis de San Lenín— es el primer libro mío que Ud. recibe, no por ello he estado menos cerca de Ud. Admiro su obra y me entusiasma y reconforta su personalidad. Lo creo a Ud. simplemente un verdadero prócer de la definitiva libertad de América. Samuel Glusberg, que tan fervorosamente lo quiere, me da sus señas. El libro no va solo. Va también para Ud. lo mejor de mi corazón.
Le tiendo fraternalmente los brazos.
Arturo Capdevila
s/c. Charcas 779
Buenos Aires

Capdevilla, Arturo

Carta de Miguel Jaime Gili, 8/1/1930

Buenos Aires, 8 de enero de 1930
Señor
Don. José Carlos Mariátegui
Lima-República del Perú
De mi mayor respeto
Tengo el honor de dirigirme a Ud., para encarecerle de su reconocida gentileza quiera honrarme con sus valiosa adhesión el álbum de autógrafos que poseo, con tal fin me permito adjuntarle unas tarjetas con el título de su libro "La Escena Contemporánea", rogándole unas líneas.
Pidiéndole disculpas por las molestias que el dispensarme está señalada distinción que le encarezco pueda ocasionarle, me es altamente honroso saludarlo desde ya agradecido y ofrecerle el testimonio de mi mayor respeto.
Miguel Jaime Gili
Calle Goncalvez Días 445
Buenos Aires, Argentina.

Gili, Miguel Jaime

Carolita

1 fotografía del óleo "Carolita" realizado por Emilio Pettoruti en 1925.
Al reverso de la imagen con letra de Pettoruti: "Carolita" (retrato) por Pettoruti
y con letra de José Carlos Mariátegui: grano fino 10 cent ancho

Pettoruti, Emilio

Retrato de Alberto Hidalgo

1 fotografía del retrato hecho en óleo del poeta peruano "Alberto Hidalgo" realizado por Emilio Pettoruti en 1925.
Al reverso de la imagen con letra de Pettoruti: "Alberto Hidalgo" por Petto Ruti (propiedad de Hidalgo)
y con letra de José Carlos Mariátegui: grano fino 9 cent. ancho.

Pettoruti, Emilio

Carta de Alberto Hidalgo, 19/12/1925

Buenos Aires, 19 de diciembre de 1925
Mi querido Mariátegui:
Enrique Bustamante, al pasar por aquí, me ha dado sus encargos. Le agradezco, pues, sus recuerdos. Yo también le recuerdo a Ud. a menudo. Con Pettoruti hablamos con frecuencia de Ud. Él también le estima mucho.
Bustamante debe escribirle respecto al canje de libros con editoriales de aquí. Yo le he puesto en contacto con la Agencia de Librerías, la única casa seria y responsable que hay en Buenos Aires.
En cuanto a su pedido de que le mande un libro para su editorial, le digo que no tengo inconveniente. Precisamente, me cae esta proposición en momentos en que dejo terminado un volumen y ya me alistaba para darlo a prensas: Los sapos y otras personas. Son cuentos. Siendo míos, Ud. sabe que tienen que ser muy buenos... Esperaré a que venga su respuesta para saber a qué atenerme. Yo sospecho que en el negocio que ha emprendido Ud., la dosis de lirismo lo es casi todo y el afán de lucro no existe ni puede existir. Estoy dispuesto, pues, a ayudarles. Así, no me interesa mayormente el factor económico, sino éste: que el libro salga inmediatamente. Tengo cuatro libros listos casi para publicarlos el año 1926, y por eso me urge darle cuanto antes éste a fin de apremiar algo su aparición. Contésteme, pues, pronto. Si está en condiciones de publicar mi libro a más tardar en marzo, le mandaré los originales a vuelta de correo. Además: cien ejemplares para mí, es decir para regalarlos a mis amigos.
A otra cosa: hace tiempo que no sé nada de Ud. en cosas de letras. ¿Qué hace Ud.? ¿Versos? ¿Novelas? ¿Ensayos? Mándeme cuanto haya hecho. Ud. ya sabe cuánto creo yo en su talento y en su temperamento.
Si no ha bostezado Ud. ya mis libros, dígame cuáles querría que le anestesiasen, para enviárselos.
Mi dirección es esta: Ventura Bosch N° 6740.
Un abrazo muy fuerte, muy fuerte.
Alberto Hidalgo

Hidalgo, Alberto

Carta de Juan Mantovani, 5/5/1927

Bueno Aires mayo 5, 1927
Señor José Carlos Mariátegui
Lima.
Estimado Señor.
El amigo Gabriel del Mazo le enviará algunos ejemplares de los números 1 y 2 de este año de "Nueva Era", órgano de la Sección Argentina de la Liga Internacional de la nueva Educación. En el número de abril último, se publica una carta de su compatriota Víctor Raúl Haya de la Torre.
Los pocos compañeros que formamos "Nueva Era", conocemos los prestigios de Ud. como intelectual y revolucionario, a través de sus frecuentes publicaciones de "Amauta", y por su libro "Escena Contemporánea" muy difundido entre nosotros.
Fácilmente se explicará Ud. el interés especial que tenemos en publicar en "Nueva Era" algunas páginas suyas, su fuera posible con un tema educacional o que tenga relaciones con la educación nueva.
Conociendo la amistad que une a Ud. con Haya de la Torre y con Gabriel del Mazo, ambos amigos míos también, a quiénes les dispenso los mejores afectos, me he permitido dirigirle estas líneas a nombre de todo el pequeño grupo de compañeros que en "Nueva Era" trabaja por propagar ideales y prácticas de una nueva educación en consonancia con los nuevos tiempos.
Saludo a Ud. con el mayor aprecio y consideración.
Juan Montovani
Calle Bustamante 313
2 Piso. F
Buenos Aires

Montovani, Juan

Carta de Samuel Glusberg, 4/4/1930

Buenos Aires, 4 de abril de 1930
Mi querido amigo:
Anoche recibí su carta y las colaboraciones. Vea lo que son las coincidencias. Ayer justamente le despachaba L.V.L. de abril con su artículo: Arte, Revolución y Decadencia, del que he suprimido el párrafo que Ud. me indica. Ayer también le escribí a César Falcón, L.A. Sánchez, César Vallejo, Luis E. Valcárcel etc.
Pienso sacar el número dedicado a la literatura peruana el 1º de junio. Así les doy tiempo a todos para poder colaborar. En el número de mayo adelantaré el sumario de las colaboraciones recibidas y la noticia de su viaje. También publicaré su artículo sobre el Chopin de Guy de Portales que no publiqué hasta la fecha porque suponía que Ud. lo había publicado en Lima y como yo no hice tampoco ninguna página de bibliografía extranjera no tuve ocasión de utilizarlo. Guardo también un artículo suyo sobre Los Mujics que también puedo publicar en el próximo número con algún otro hasta completar una página.
Mil gracias por el envío de las colaboraciones de Eguren, Núnez y Bustamante y Ballivián. El hermano de este poeta también colaborará en el número con algunos recuerdos de Lima.
Espero con ansia las colaboraciones de Antenor Orrego, Martín Adán, Jorge Basadre, Luis Alberto Sánchez etc. Y también las ilustraciones de los artistas peruanos.
Cuanto a la fecha de su viaje, creo que no tiene por qué apurarse. Hágalo con tranquilidad a mediados de mayo. Quédese una semana o más en Chile, según sus conveniencias y llegue a Buenos Aires el 2 de junio. Para entonces todo estará arreglado aquí. Lo recibiremos como se merece: con todas las luces encendidas...
Ahora estoy gestionándole unas conferencias en la Facultad de Filosofía y Letras. De seguro Ud. repetirá la trayectoria de Waldo en todo. Y mejor si también los latinoamericanos de Palacios y Cía se asocian al homenaje, sin desconfianza.
El festival en su honor para hacemos de los pasajes se realizará de seguro a fines de abril. Estoy aguardando el regreso de la presidenta de los Amigos del Arte que aún veranea en su estancia. Hasta después de las Pascuas no empieza la temporada artística. Por fin se acabaron los escrutinios de las elecciones, aunque todavía el de seguro a fines de abril. Estoy aguardando el regreso de la premios municipales a la producción literaria de 1929, para entonar los ánimos y elevar el ambiente.
Y antes de que olvide: ¿cree Ud. posible con ese aplazo de su viaje hasta mediados de mayo, la impresión de su libro en la imprenta Minerva? Desgraciadamente yo sigo en malas condiciones para comprometerme a imprimirlo aquí. Me he visto en el caso de aceptar en el Colegio Internacional de Olivos dictar ocho horas semanales de clase por una paga irrisoria. Pero esto aparte conviene que aparezca un libro suyo de ensayos artísticos. La Defensa del Marxismo asustará a muchos. No hay que dejar solo a ese libro. Piénselo y si como Ud. me decía en mayo se desocupa un poco el taller de Minerva haga componer El Alma Matinal y cuide Ud. mismo de las pruebas. En Isor no se puede hacer. No creo que el libro salga mejor impreso aquí. Recibí la vez pasada un número de Amauta en papel grueso y me pareció excelente. En fin vea Ud. lo que se puede hacer. Yo mantengo mi proposición de compartir el pago de la edición siempre que los ejemplares lleguen aquí antes del 1º de junio (4 ó 5 días antes, no más) para que yo tenga tiempo de hacerlos repartir y anunciarlo en el periódico.
Quedo a la espera de sus noticias. Mientras lo saludo cordialmente y le digo: hasta luego.
[Firma de Samuel Glusberg]

Glusberg, Samuel

Carta a Samuel Glusberg, 10/1/1928

[Transcripción literal]
Lima, 10 de Enero de 1927.
Señor don Samuel Glusberg.
Buenos Aires.
Muy estimado compañero:
Acabo de recibir unas líneas de Ud. que me apremian a satisfacer el deseo de escribirle. Creo no haber contestado su carta del 1 de noviembre sino con el envió de los ejemplares de "Amauta" y el retrato que me pedía. Ud. me perdonará todos estos retardos considerando las ocupaciones que me ha impuesto la reorganización de "Amauta".
He trasmitido su encargo a Garro, a quien he hecho llegar su carta. Está animado del propósito de poner enseguida manos a la obra. Aprovechará, seguramente, sus vacaciones (es profesor además de literato) para esta traducción. Me ha dicho que le escribirá enseguida.
He conseguido reanudar la publicación de “Amauta" en Lima. Pero, naturalmente, los azares de la política criolla pueden, después de un tirapo, interrumpirla otra vez. La policía peruana no sabe distinguir entre especulación ideológica y conspiración o montonera. Si "Amauta" sufriera una nueva clausura, renunciaría a la tarea de rectificar el juicio de esta gente y me dirigiría a Buenos Aires donde creo que mi trabajo encontraría mejor clima y donde yo estaría a cubierto de espionajes y acechanzas absurdas.
Le remito con “Amauta”, dos ejemplares de "Tempestad en los Andes", ultimo libro de Minerva y primero de la Biblioteca "Amauta", en la cual publicaré enseguida una selección de la obra completa de nuestro gran poeta José M. Eguren y un libro mío: “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana". Tengo otro libro de tema internacional, como "La Escena Contemporánea”, al cual titulo "Polémica Revolucionaria". No lo podría dar enseguida a luz por Minerva, porque se diría entonces que no edito casi sino mis libros. Dese saber, por esto, si podría editarlo Babel .Yo tomaría a firme 300 ejemplares para la venta en Lima y, al menos otros tantos podrían enviarse en consignación, bajo mi responsabilidad, a los agentes de provincias que yo indicase. De "La Escena Contemporánea" se vendieron fácilmente 1500 ejemplares, de modo que la cifra no es optimista en demasía. El volumen del libro sería el "La Civilización Manual y otros ensayos" aproximadamente. La parte principal se contrae a la critica de las tesis reaccionarias y democráticas más en circulación y actualidad (Massis, Rocco, Maeztu, Ford, Wells, etc). Hago a mi modo la defensa de Occidente: denunciando el empeño conservador de identificar la civilización occidental con el capitalismo y de reducir la revolución rusa, engendrada por el marxismo, esto es por el pensamiento y la experiencia de Europa, a un fenómeno de barbarie oriental. Me interesaría tener a la vista las réplicas de Lugones a sus impugnadores (Molina, etc). Si Ud. me las pudiera facilitar se lo agradecería mucho.
¿Podemos canjear algunas ediciones de Minerva con ediciones de Babel, de las menos conocidas en Lima?

Le remitiré algunos recortes sobre mi persona. Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo, mismo algunos datos sumarios: Nací el 95. A los 14 años, entre de alcanza-rejones a un periódico. Hasta 1919 trabajé en el diarismo, primero en "La Prensa", luego en "El Tiempo, finalmente en "La Razón" diario que fundé con César Falcón, Humberto del Aguila y otros muchachos. En este ultimo diario patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918, nauseado de política criolla, —como diarista, y durante algún tiempo redactor político y parlamentario conocí por dentro los partidos y vi en zapatillas a los estadistas— me orienté resueltamente hacia, el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismos y bizantinismos finiseculares, en pleno apogeo todavía. De fines de 1919 a mediados de 1923 viaje por Europa. Residí mas de dos años en Italia, donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve, por Francia. Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y un hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época, señalan las estaciones de mi orientamiento socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes y la Universidad Popular, artículos, expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924, estuve como ya le he contado a punto de perder la vida. Perdí una pierna y quedé muy delicado. Habría seguramente curado ya del todo, con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud intelectual me la consienten. Desde hace seis meses, mejoro poco a poco. No he publicado más libro que el que Ud. conoce, Tengo listos dos y en proyecto otros. He ahí mi vida, en pocas palabras. No creo que valga la pena, hacerla notoria. Pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacta. Me matriculé una vez en Letras en Lima, pero con el solo interés de seguir un curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuente algunas cátedras libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carácter extra-universitario y tal vez si hasta si hasta anti-universitario. En 1925 la Federación de Estudiantes me propuso a Ia Universidad como catedrático de la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y segundariamente, mi estado de salud, frustraron esta iniciativa.
Le he escrito mas largamente de dio que al comenzar me proponía. Pero, por supuesto, esto me complace mucho
No he recibido el segundo número de los “Cuadernos de Oriente y Occidente” que están muy bien, como todo lo que se edita con su intervención.
Estoy muy reconocido a Gerchunoff por su deseo de que forme parte del personal de colaboradores de su diario. Creo que aunque no vaya por ahora a Buenos Aires, me será posible colaborar desde aquí.
En el próximo numera de “Amauta", salen notas sobre algunos libros de Babel.
Con sinceros votos para el año que empieza, lo saluda muy afectuosamente su amigo, y compañero.

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 18/12/1929

Lima, 18 de diciembre de 1929
Estimado amigo y compañero:
No he dado inmediata respuesta a su carta del 19 de noviembre, porque en parte se la habían adelantado dos cartas mías, que deben haberse cruzado con la suya, y de la segunda de las cuales le acompaño copia, prevenido siempre contra las veleidades del correo peruano.
Hemos tenido con nosotros a Waldo Frank todo el tiempo que Ud. ha sabido por las noticias cablegráficas. No sé si las noticias cablegráficas sobre su estancia en Lima habrán abundado. Le envío algunos periódicos, entre otros un número de Variedades con un artículo mío. No es necesario que le remita otros periódicos. Toda la prensa de Lima ha señalado con gran atención la presencia de Waldo Frank en nuestra ciudad.
Ya Ud. me había dicho que en Waldo Frank, el hombre no se hace amar menos que el escritor. Todos los que lo hemos tratado de cerca, hemos confirmado plenamente esto. Frank no ha encontrado en Lima un auditorio numeroso, en parte porque la gente no está habituada a pagar a los conferencistas, en parte porque los temas de Frank no interesan sino a una élite; pero ha encontrado en cambio a gentes que lo han rodeado con cariño y comprensión. Y entre sus amigos han estado, seguramente, los mejores espíritus del Perú.
Ofreció tres conferencias en el Teatro Municipal, organizadas por el comité de invitantes, y una pagada por la colectividad hebrea, cohíbida aún por la reciente agresión policial. La Universidad le recibió en la sala de Letras la víspera de su partida. La Facultad de Letras, a propuesta de Sánchez, Iberico, Ureta y Porras Barrenechea lo hizo doctor honoris causa; pero no hubo tiempo para que, aprobado este acuerdo por el Consejo de Decanos, conforme al protocolo universitario, se le otorgasen las insignias respectivas en actuación especial. Reunimos a los escritores y artistas en un banquete general. La Nueva Revista Peruana y Amauta aunque participantes en esta fiesta, quisieron agasajarlo aparte. Hemos prescindido de discursos. Y hemos hecho lo posible porque la cortesía y los cumplimientos no impidiesen a Frank sentirse en Lima como en su casa.
Conversando con Frank, que ha sido muy gentil y deferente conmigo en todo instante, me he afirmado en mi intención de marchar a Buenos Aires. La invitación de un amigo y compañero como Ud. coincide con las circunstancias que le describe mi penúltima carta. El contacto con un país sano y fuerte me hará mucho bien, espiritual y físicamente. En Buenos Aires, terminará esta convalescencia que la debilidad de Lima ha retardado.
Deseo hacer el viaje con mi mujer y mis niños. A los dos mayores, —de ocho y seis años-, podría tal vez dejarlos; pero los colegios de Lima, donde podría dejarlos como internos, no me satisfacen y el mimo de la familia, si continuasen en el colegio que ahora frecuentan y donde no hay internado, perjudicaría su educación. Respecto a todo, espero su fraterno e inteligente consejo. —Frank piensa que en Buenos Aires se puede resolver tan bien como en Europa el problema de mi movilidad por la adaptación de una pierna ortopédica. Creo que ahí la cirugía y la ortopedia están perfectamente desarrolladas. Eso lo dejaría para después de mi primera etapa de trabajo. Pero es muy importante para mi porvenir.
Para que el correo de hoy no me gane, pongo aquí punto final a estas líneas. Le seguiré escribiendo en breve.— No hemos recibido sino un ejemplar del número 15 de L.V.L. Si le es posible, reitere el envío. Han venido, en cambio, completos los ejemplares del N° 16.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero devotísimo
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 23/10/1929

Lima, 23 de octubre de 1929.
Querido compañero Samuel Glusberg:
No he tenido respuesta de su última, mi acuso de recibo de mis envíos para "La Vida Literaria". Lo supongo acaparado por la presencia de Waldo Frank en Buenos Aires. He recibido el Nº de setiembre de "L.V.L", en el que leo mi artículo sobre "Rahab". Se han deslizado dos errores; pero esto nos pasa a todos, autores y editores, en la revisión de las pruebas.
Le hemos enviado el libro de Eguren. Con el ejemplar dedicado a Ud. otro para Waldo Frank. Creo que en ese libro hay algunos poemas de gran originalidad. Ojalá señalara Ud. a Eguren a la atención del público, en las páginas de L.V.L con ocasión de la salida de su libro, que reune la mayor parte de su obra.
Le acompaño copia de una carta de Waldo Frank. Como son frecuentes las fallas postales, es conveniente usar la precaución del envío de una copia de toda carta de interés. Ignoramos el itinerario de Frank. Suponemos que pasara todavía algún tiempo en Buenos Aires y que, luego, visitará Chile o Bolivia. Hágale saber que recibirá la invitación de los escritores y artistas del Perú por cable. Una invitación libre, sin etiqueta ni compromiso de institución alguna; pero que suscribirán varios catedráticos, los mejores, de la Facultad de Letras, Mejor así.
Talvez alcance este correo el No. 26 de "Amauta". Se ha demorado un poco, por las dificultades que últimamente han estorbado nuestro trabajo. Nos han prohibido la publicación de "Labor", que desde agosto había comenzado a aparecer nuevamente como quincenario. Teníamos un número listo, cuando se nos notificó su clausura. Esto nos cuesta la perdida de todo lo que habíamos asegurado su economía con una buena cifra de circulación. - Me parece imposible que en este ambiente pueda yo seguir trabajando mucho tiempo. Por fortuna, mi salud va bien.
Que Frank nos avise, enseguida, su itinerario. Como mi dirección no es segura, que escriba a Luis Alberto Sánchez, Pacae 960, Lima. A mi puede escribirme bajo sobre al Dr. Hugo Pesce, Casilla 1207, Lima.
¿Envía Ud. L.V.L a "El Mercurio Peruano" y la "La Nueva Revista Peruana" En el penúltimo número de "El Mercurio" se ha reproducido, con otros, su artículo sobre "7 ensayos"
Muy cordialmente le estrecha la mano en espera de sus noticias, su devotísimo amigo y compañero.
José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 21/8/1929

Lima, 21 de agosto de 1929
Muy estimado amigo y compañero:
Dos líneas rápidas de respuesta a su carta de 25 del próximo pasado, que me encuentran agobiado de trabajo.— He recibido La Vida Literaria con mi artículo sobre Henríquez Ureña. Muchas gracias por su inserción. Se ha publicado en Lima en Mundial, de modo que no sé si incluirlo en el material de Amauta próximo. El No. 25 está completo, listo para salir.— En vez de un capítulo de El Alma Matinal, le adjunto dos comentarios de libros franceses y un grupo de impresiones sobre libros rusos nuevos, en las que esbozo, al comenzar un concepto sobre el complejo de la ‘burguesía’ rusa, —fracasada en su empresa política, por la persistencia del absolutismo aristocrático cuando ya ella había llegado económicamente a su mayor edad—, en la mayor parte de la literatura y, sobre todo, de la novela de los pasados decenios. En un artículo sobre “Los Artamonov” de Gorki, publicado en Repertorio Americano formulo ya esta tesis, aunque muy sumariamente. —Como Ud. es gran conocedor de literatura rusa, me interesaría conocer su opinión sobre este tópico.— Como La Vida Literaria es sobre todo una revista de autores y temas de libros, estos trabajos me parecen más apropiados a sus fines informativos que otro fragmento de El Alma Matinal. Pero si Ud. prefiere, por ejemplo, el esquema de explicación de Chaplin, aparecido en el No. 18 de Amauta y que ha tenido cierta fortuna entre sus lectores más documentados en literatura chapliniana, no tendrá nada que objetar. Perdone el estado en que le envío los originales. Están horriblemente enmendados. Por razones económicas, he tenido que prescindir de los servicios de un mecanógrafo, desde hace mucho tiempo.—Cuando le envíe los originales completos de El Alma Matinal, —que será muy pronto—, Ud. mismo elegirá los capítulos que más le gusten para La Vida Literaria.
No me dice Ud. nada de sus gestiones para la edición de mi Defensa del Marxismo, ya pronta para la impresión.
De acuerdo con Ud. en el juicio sobre el material literario, y sobre todo poético de Repertorio Judío. Pero me es difícil comunicarles mis preocupaciones literarias.
Termino aquí porque una serie de ocupaciones me solicita.
Cordialmente lo abraza su amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Manuel Seoane, 25/2/1928

Buenos Aires, 25 de febrero de 1928
Mi querido José Carlos:
Hará cerca de un mes que le escribí, adjuntándole unos poemas de Miró y de Cisneritos, además de copia de mi artículo “Nacionalismo y limeñísimo”, que apareció en Sierra, innoblemente mutilado. Hágame el favor de decirme si la recibió.
Ahora le adjunto un artículo sobre la deuda pública peruana. Si a U. le parece que tiene cosas muy peligrosas innecesariamente, puede suprimirlas, siempre que se conserve la fuerza brutal de las cifras. Sin embargo, ha sido escrito especialmente para Amauta calculando que la estupidez policial no llegará a husmear en una cosa con tantos números. Debo decirle que los datos son rigurosamente exactos. Los cuadros oficiales que Amauta publica no permiten formarse juicio porque están hechos con propósito desorientador. Yo he hurgado pacientemente y he encontrado las formidables consecuencias que U. verá. Los tantos por ciento han sido bien calculados, pues tampoco los adjunta la estadística. Sólo quiero pedirle que me envíe la correspondiente a 1927. He venido robándolas desde el año 1923, pero ahora me vigilan terriblemente y he agotado mis recursos de ladrón.
No he recibido el número 10 ni el 11 de Amauta. Palacios tampoco. Le pido el 10 especialmente porque, a pesar de tener marcado su artículo, Palacios no me lo quiere devolver. Hasta los socialdemócratas entran por la dictadura.
Samet me dice que los vende muy bien. Ya se ha concluido el número 10. El 11 llegó ayer y se han vendido cinco. Mande U. más.
Estoy maravillado del espíritu de Blanca Luz. Cómo debe U. extrañarla mi querido amigo. Me había puesto algo rocoso, agrio, queseyó, esta lucha y este pulimento constante. Cómo ha venido a alegrar mi vida de revolucionario el espíritu ágil de esta chica tan dilapidadoramente buena. Y cómo lo quiere. Para mí reemplaza a la hermanita menor que siempre se soñó tener.
Ella, con Cisneritos y Miró, piensan resucitar Guerrilla. Creo que podrán conseguirlo. Puede tenerse muchas esperanzas en este terceto, cuyo revolucionarismo se hace cada día más consciente y más firme.
Le mandé Renovación. Ahora van otros números. Me dicen que U. va a publicar un libro. Lo anunciaré así.
Como siempre, admirado compañero, mi afecto antes que todo y luego mi absoluta adhesión intelectual.
M. Seoane
Manuel A. Seoane
(Elsa Arbutti. Charlonne 12).
A los muchachos puede escribirles bajo mi sobre.
Por favor, cuando reciba ésta, póngame unas líneas, para despejar inquietudes.

Seoane, Manuel

Revista Oral [Recorte de prensa]

Recorte de periódico sobre un evento realizado en la Taberna de la Casa del Arte por la publicación del nro. 6 de revista Oral, la cual tuvo como tema principal un homenaje al libro Cuentos simples de Arturo Silverio Silva.

Autor Desconocido

La convención internacional de maestros de Buenos Aires

Las vigías del confuso y extenso panorama indo-americano registran un hecho de trascendencia para el destino del continente: la Convención Internacional de Maestros de Buenos Aires. Las agencias telegráficas, demasiado ocupadas por los viajes de Lindberg, no han dedicado casi ninguna atención a este suceso. Pero he aquí, precisamente, una razón para destacarlo y enjuiciarlo. Muy raro es encontrar reflejado en la información cablegráfica cotidiana uno de los acontecimientos que están dibujando la nueva fisionomía espiritual de nuestra América.
La convocatoria de este congreso de maestros data de principios del año último. Partió de la Asociación General de Profesores de Chile, una de las corporaciones de maestros de América más señaladas por su ideario y sus campañas renovadoras. El golpe de estado del coronel Ibañez malogró el propósito de los maestros chilenos de reunir la Convención en Santiago. Muchos de los miembros dirigentes de la Asociación General de Profesores andaban perseguidos. Y, en general, bajo un régimen estrechamente militarista y chauvinista, faltaba una atmósfera espiritual adecuada para las labores de un congreso donde se debía discurrir sobre la realización de ideales ecuménicos -americanos- de fraternidad y civilidad. Los iniciadores del congreso, encargaron entonces su organización a un calificado grupo de profesores argentinos. En la Argentina, está viva la magnífica tradición de Sarmiento, -que nos presenta la grandeza de ese pueblo como la obra de un educador-. En la Argentina, alcanzó su más vigorosa afirmación el movimiento de reforma universitaria latino-americana, nacido en una universidad argentina, la de Córdoba. La nueva sede de la Convención reunía las mejores garantías morales de trabajo fecundo.
Los votos aprobados por el congreso testimonian el espíritu sincero y profundamente renovador que lo ha inspirado. Un dinámico y autorizado grupo de educadores argentinos, -en el cual sobresalen las figuras, ya figuras de Alfredo Palacios, Carlos Sánchez Viamonte, Julio R. Barcos, Juan Matovani, Gabriel del Mazo y otros- ha orientado y dirigido las labores del congreso, imprimiéndole su concepto moderno y humano de la enseñanza. En estas labores, al lado de representantes del Uruguay, México, Centro-América, Chile, Bolivia y demás países latino-americanos, han tomado parte Manuel A. Seoane y Oscar Herrera, compatriotas nuestros.
El Congreso ha enfocado, con generosa visión, los grandes problemas de la enseñanza, pronunciándose abiertamente por una amplia acción social de los maestros. Una de sus declaraciones al respecto, propugna lo siguiente: “1º. Orientar la enseñanza hacia el principio de la fraternidad humana basado en una más justa distribución de las riquezas entre los hombres de todas las latitudes de la tierra. -2º. Propicias en la enseñanza la modificación del criterio histórico actual, despojándolo de su carácter guerrero, dando primacía a la historia civil y a la interpretación social de la civilización”. Otras declaraciones reivindican para el magisterio el derecho a la dirección técnica de la educación; afirman la alianza de los maestros con los trabajadores manuales que luchan por un programa de justicia social y económica; y reclaman la democratización efectiva de la enseñanza, a cuyos grados superiores solo deben tener acceso los más aptos. Las conclusiones sancionadas por la Convención sobre este punto traducen el nuevo ideario educativo. “La educación privada y pública -dice una de estas conclusiones- cuando signifique preparación de élites y creación de futuras situaciones de dominación, atenta contra la vida moral de la humanidad. Las élites no deben hacerse; surgirán solas en el cultivo igual de todos los jóvenes espíritus. Las pseudo élites, formadas por el privilegio educativo, no reposan en condiciones naturales, recurren a la fuerza, a la intriga y a la tiranía para sostenerse minando los verdaderos valores sociales de la persistencia y mejoramiento progresivo de la especie humana”. “La socialización de la cultura supone: a), el gobierno democrático de la educación por padres, maestros y profesores elegidos libremente por estos; b), la autonomía económica, administrativa y técnica de los consejos escolares; c), la escuela unificada, desde el Kindergarten a la Universidad, fundada en el trabajo espiritual y manual fusionados en la labor educativa y que supone el derecho de todo individuo de ser educado hasta el límite que marquen sus capacidades”. La Convención ha hecho justicia a las obras más significativas y considerables de renovación de la enseñanza en América, destacando como tales “la acción innovadora de la revolución mexicana en materia educacional; el moderno código de educación de Costa Rica, inspirado en las ideas más recientes, y el magnífico plan de reconstrucción educacional elaborado por la Asociación General de Profesores de Chile”.
En este Congreso de Maestros, -que ha recibido la adhesión de pedagogos e instituciones de gran autoridad, -se han expuesto y mentado todos los ensayos y movimientos educacionales contemporáneos. El espíritu de la Convención ha sido, en todas sus conclusiones, un espíritu de reforma y vanguardia. Pero en la médula de sus deliberaciones, se reconoce una concepción más liberal que socialista de la educación. Se constata una reivindicación excesiva de la autonomía de la enseñanza, se une una insistente aserción del carácter anti-dogmático de esta. Dos conceptos que acusan la persistencia de los viejos mirajes de la “escuela laica” y la “libertad de enseñanza”, como de realidades absolutas y superiores a la escuela religiosa y a la enseñanza del Estado. El amigo Barcos, cuyos méritos de educador soy el primer en proclamar, llevado por su íntimo liberalismo considera el nuevo programa de educación de Chile superior al de Rusia, por ser este dogmático y el primero no. Por mi parte, no creo en una cultura sin dogmas ni en un Estado agnóstico. Y aún me siento tentado de declarar que, partiendo de puntos de vista inconciliablemente puestos, coincido con Henry Massis en que solo el dogma es fecundo. Hay dogmas y dogmas y hasta el de repudiarlos todos es, a la postre, uno más. Pero ya este es un tópico aparte cuyo esclarecimiento dentro de una sumaria (...).

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Robert Cahen Salaberry, 11/9/1929

Buenos Aires, l1 de setiembre de 1929
R. Cahen Salaberry, corresponsal del Mercure de France, y en misión especial de estudio, mucho agradecería a U. el envío de su muy estimada revista, y desde ya les presenta las gracias por su atención.
Bs. Aires 11/9/29.

Cahen Salaberry, Robert

Carta de Manuel Seoane, 20/1/1928

Buenos Aires, 20 de enero de 1928
Mi querido José Carlos:
Contesto su carta del 4. Recibí, también, Amauta. No sé como evadir el riesgo de ser un poco declamatorio si le expreso toda mi admiración por su obra de hombre y por su obra de escritor. La sintetizaremos en un ¡muy bien! que es voz de multitud proletaria al aplaudir un discurso como el olé! es la voz de la multitud toreril al aplaudir una faena.
Hemos iniciado enseguida la propaganda. Han aparecido notas en Última Hora y La República, donde estoy trabajando actualmente. Hablé por teléfono con Góngora, quien me prometió hacer lo mismo en Crítica. Samet también las ha recibido. Creo que será fácil despertar el interés general. El editorial es sencillamente admirable.
Procuraré mandarle colaboraciones y estudios. Preparo, actualmente, Renovación, que saldrá dentro de unos días. Esto me quita mucho tiempo, así como el ciclo de conferencias radiotelefónicas iniciado por la U.L.A. Enseguida voy a hacer un estudio de los empréstitos en el Perú, que le mandaré a U. aunque realmente es pedido por Claridad.
Junto con ésta va una carta y un poema de César Alfredo, que progresa rápidamente en conocimientos y en convicción, sacudiéndose del limeñismo, y su enfermedad de origen. Tengo mucha fe en este muchacho talentoso y serio.
Va también otra carta de Fernán Cisneros (h), acompañada de dos poemas suyos. Cisneritos es otra promesa. Creo que ha heredado la aptitud para las descripciones costumbristas que el padre reveló parcialmente en ‘Ecos’ y totalmente en su conversación privada. Hará cuentos muy buenos. Como poeta U. lo juzgará. Como revolucionario lo estoy conociendo. Cabe tener fe en este muchacho, cuyo único defecto es tener una cara bonita.
Adjúntole un artículo mío, que envié a La Sierra. Si ésta no lo hubiese publicado, hágalo en Amauta, para cuyo caso le he hecho una pequeña corrección.
Temo que la dirección chalaca sea no sólo insegura, sino policial. Nada de lo enviado allí ha sido recibido por Ud.
Hasta pronto, fuertemente le abraza su admirador y compañero.
M. Seoane
Mándeme algo para Renovación.
En otro sobre, en la misma fecha, va mi artículo y los poemas y carta de Cisneros (h.).
Seoane

Seoane, Manuel

Carta de Arturo Capdevilla, 7/1927

Buenos Aires, julio de 1927
Distinguido colega y amigo:
Pienso exactamente así: la revista Amauta es una verdadera tribuna del pensamiento libre en el Perú; y José Carlos Mariátegui, su director, es un pensador dignísimo.
Arturo Capdevila

Capdevilla, Arturo

Carta Postal de María Clemencia López Pombo, 11/5/1929

Bs. Aires 1929-12- 5
Sr. José Carlos Mariátegui:
Le envíe junto con esta un grabado en "linoleum" para su revista "Amauta" rogándole sírvase enviarme un número de dicha revista en caso de publicarlo.
Saluda a Ud. atte.
María Clemencia López Pombo
s/e Charcas 2185

López Pombo, María Clemencia

Carta de Fernando Márquez Miranda, 4/8/1928

Buenos Aires, 4 de agosto de 1928
Señor J. C. Mariátegui.
Lima - Perú.
Mi querido Mariátegui:
La Nación, de Buenos Aires, en sus Suplementos Literarios del 5 y 12 del cte. publicará un nutrido juicio crítico mío, acerca de Ortega y Gasset. ¿No querría Ud. propender a su difusión publicándolo, en una sola vez, en las páginas de su magnífica Amauta, que ya se abriera para mi Romain Rolland?
Si no hubiera algún obstáculo, mucho me placería que así fuese. Yo salgo en misión oficial el 13 del cte. para Nueva York, representando a la Universidad de La Plata en el XXIII Congreso de Americanistas que se celebrará en esa ciudad. De allí pasaré, posiblemente a París. Por esta razón dejo toda iniciativa en sus manos.
Sólo me resta, pues, esperar sus órdenes en ambas ciudades, para lo cual le adjunto mis respectivas direcciones y —al pedirle siga enviándome Amauta a Buenos Aires— me reitero su muy afectuoso y seguro amigo de siempre
F. Márquez Miranda
Direcciones: Septiembre
Argentina Consulate

  1. Battery Place
    New York
    U.S.A.
    Octubre
    Banco Español
    8, Avenue de l’Opera
    Paris. France.

Márquez Miranda, Fernando

Carta de Manuel A. Seoane, 14/8/1928

Buenos Aires, 14 de agosto de 1928
Mi querido compañero Mariátegui:
Activamente estamos trabajando Herrera, Cornejo, Cisneros, Merel y yo en la redacción de una amplia propuesta a los compañeros que han venido trabajando por la causa socialista en el Perú. Deseamos unificar las fuerzas, peruanizar nuestra acción, darle cauce concreto y serio y principiar algo más severo de lo hecho hasta hoy. Apenas esté concluida, se la mandaremos.
Ahora le escribo, además de para comunicarle esto, que considero importante y oportuno, para enviarle un artículo mío destinado a Amauta. Quizás Luis Alberto le entregue un reportaje que hice a Rojas hace dos años y que tiene Basadre, el que conserva su actualidad.
Puede darse por constituido en ésta el grupo Amigos de Amauta, del que soy miembro. He visto raudamente a Blanca Luz y a su cónyuge, pero necesito siempre los datos sobre su anunciado viaje, que le pedí.
Muy cordialmente
M. Seoane
Bolívar 65.
Charlone 12.
Humberto 1°.639.

Seoane, Manuel

Mujer de Pueblo

Fotografía de la madera "Mujer de Pueblo" realizada por Agustín Riganelli que se publicó en la revista Amauta en 1928.
Al reverso de la imagen con posible letra de Riganelli: Mujer de Pueblo madera por Rigannelli. Con todo mi cariño para el amigo Malanca
Con letra de Mariátegui: 11 cent. ancho, 11cts grano fino

Riganelli, Agustín

Carta de Manuel A. Seoane, 10/3/1927

Buenos Aires, 10 de marzo de 1927
Sr. José Carlos Mariátegui.
Lima.
Mi querido compañero:
Estoy encargado por Alfredo Palacios, que entiende así la división del trabajo, de redactar una carta de felicitación a Amauta, para que la firmen los intelectuales de avanzada argentinos. Me apresuro a comunicarle esta noticia, pues la idea ha de alegrarle hasta por la intención que lleva de borrar el mal efecto que causara la carta de los chocanistas. Palacios está evolucionando rápidamente, desencantándose de algunas ilusiones institucionales y colaboracionistas, por lo que, pronto, le enviaré algo de él o sobre él. Espero que la carta vaya antes de fin de mes. Procuraré que la trasmitan por telégrafo algunos corresponsales.
El ministro de México, que mereciera cierta expulsión del gobierno militar de Chile, hombre de izquierda, también admira Amauta y he pensado que una colaboración suya sería muy interesante. Igual cosa cabe decir de una hijita suya, poetisa, a la manera del Hai Kais, a quien he pedido algo, por intermedio de un amigo, para Amauta.
Este ministro, Rodolfo Ghioldi —también posible colaborador— y otras personas me han preguntado cómo se puede hacer para suscribirse.
Todo esto, colaboraciones, suscripciones, etc., me mueven a preguntarle si U. no tendría inconveniente en otorgarme la representación de Amauta, a fin de invocar un mayor título que el de la amistad. Sé que Herrera tiene alguna atribución, pero ignoro sus límites.
Le ruego que me conteste prontamente. En estos días le mando varias publicaciones, entre ellas la carta con que respondo a mi designación como miembro del grupo “Resurgimiento”. También irá un artículo sobre “Ubicación del presente momento social argentino” y otro sobre “Clasificación de la reforma estudiantil”.
Siempre a sus órdenes, cordialmente
M. Seoane
Bolívar 65 A o Paseo Colón 588 - Dto. 2-(1)
(1) También dirección de Cornejo Koster, con quien vivo. Vale.

Seoane, Manuel

Carta a Samuel Glusberg, 7/11/1928

Lima, 7 de noviembre de 1928
Estimado compañero:
Recibo en este momento sus últimas líneas. Me apresuro a contestarle, enviándole un libro que acaba de aparecer en las ediciones de Amauta, en el cual recojo, organizados, algunos de mis trabajos sobre el Perú.
No olvido mi compromiso con Ud. El libro que daré a Babel se titula Defensa del Marxismo porque incluiré en él un ensayo que concluye en el próximo número de Amauta, y que revisaré antes de enviarle. Como segunda parte va un largo ensayo: “Teoría y Práctica de la Reacción”, crítica de las mistelas neo-tomistas y fascistas. El subtítulo de la obra será siempre “Polémica Revolucionaria”.
Tengo casi listo otro libro: El Alma Matinal y otras estaciones del hombre de hoy, ideas y emociones de la época. Comprende, por ejemplo, mi “Esquema de una Explicación de Chaplin” (Amauta No. 18).
Trabajo en otros dos libros: Ideología y Política en el Perú (comprometido para las ediciones de Historia Nueva) e Invitación a la Vida Heroica.
Le mando los dos últimos números de Amauta. Y en breve le enviaré algunas carillas para La Vida Literaria que anunciaré en Amauta y por cuya resurrección lo felicito.
Me acerco a una operación destinada a ponerme en condiciones de marchar con un aparato ortopédico. Si tiene el éxito previsto, es posible que dentro de seis meses visite Buenos Aires.
Muy pronto le expediré los originales de mi libro. Puede Ud. ya darle sitio en su programa editorial. ¿Se imprimirá en España o Buenos Aires? Mejor sería hacerlo en Buenos Aires para ganar tiempo.
Muy afectuosamente lo saluda, en espera de sus apreciadas noticias, su amigo y compañero
[Firma de José Carlos Mariátegui]

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 29/11/1929

Lima, 29 de noviembre de 1929
Querido Samuel Glusberg
He recuperado anteayer, con mi correspondencia y papeles, su carta del 1º de noviembre, a la que contesté hace una semana, informándolo de las violencias usadas contra mí y otras personas.
Esto, por fortuna, no ha perjudicado mínimamente a la organización de las conferencias de Waldo Frank, por la diligencia conque Sánchez continuó las gestiones aun durante mi clausura. Le adjunto una información de La Prensa de hoy que le enterará, en línea general, de estas gestiones. Tenemos el mejor teatro de Lima —Municipal, antes Forero— por seis días. Es probable que, además, una sociedad de señoras, Entre Nous, solicite una conferencia especial, pagándola naturalmente. La Facultad de Letras recibirá a Frank solemnemente y lo investirá, según me anuncian, de las insignias de doctor honoris causa. —Frank, por supuesto, no le dará mucha importancia a estos honores universitarios. La Universidad ha debido invitarle. Pero mejor quizás que lo presente a Lima un grupo libre de escritores y artistas en el que se cuentan, por lo demás, los mejores hombres del claustro.
De la Institución Hispano-Cubana de Cultura de Habana han pedido a Frank tres conferencias. Yo le he trasmitido enseguida esta invitación a La Paz y él me ha contestado indicándome sus condiciones. A Santiago le había dirigido un cable de salutación que, según me avisa la oficina cablegráfica de Lima, no lo alcanzó ya en esa ciudad.
En Lima lo esperamos el domingo en el avión de Fawcet que sale de Arequipa ese mismo día.— Haremos lo posible porque Frank no quede descontento en Lima.
Sobre los últimos sucesos tengo poco que agregarle. Se me ha hecho saber que Amauta puede continuar apareciendo. El escándalo causado por las medidas contra mí y los míos y la energía serena conque los obreros han defendido a sus presos, han impuesto una rápida rectificación. No se ha publicado nada, no se ha dicho nada; pero ya no habrá elementos para hablar, como de costumbre, de complot comunista. El globo está desinflado sin exhibición.— Creo, sin embargo, que si dispondré de más tiempo y calma para preparar mi viaje a Buenos Aires, ése será siempre mi camino. No me es posible trabajar rodeado de acechanzas. Aunque me cueste un gran esfuerzo vencer el temor a la idea de que abandono el campo por fatiga o por fracaso, no puedo llegar a un extremo límite de sacrificio físico y mucho menos imponerlo a los míos. ¿Qué me aconseja Ud.?
Le hemos expedido 7 Ensayos —no cinco sino diez ejemplares— Poesías de Eguren, etc. ¿Recibió el ejemplar dedicado a Ud. por Eguren?
En espera de sus noticias, lo abraza su devotísimo amigo y compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Waldo Frank, 25/2/1930

Lima, 25 de febrero de 1930
Querido y admirado Waldo Frank
Gracias por sus gratísimas cartas de 30 de diciembre y 25 de enero, a las que contesto con un poco de retardo por estar haciendo una cura de sol y playa, muy conveniente para mi salud, pero muy perjudicial para mi trabajo y mi correspondencia. La primera de sus cartas debe haberse cruzado con una mía de la misma fecha aproximadamente de la que su segunda no me acusa recibo. Como le incluía una carta de Buenos Aires, llegada para Ud. después de su partida, quisiera estar seguro de que la ha recibido.
Todos sus amigos de Lima - y yo particularmente no necesito decirle hasta qué punto la comparto y la engrandezco- ponen una gran esperanza en el libro que Ud. escribirá sobre la América Latina. Ud. no puede hacer sobre esta América un libro que no sea digno de "Nuestra América" de "España Virgen" y de "El Redescubrimiento de América". Todo lo que Ud. necesite del Perú como información o documento, le será solícitamente procurado. El libro de Basadre, irá enseguida. Si faltaba en los paquetes certificados, ha sido seguramente porque no estaba entre los libros que Ud. me trajo para su expedición. He encargado ya a Luis Alberto Sánchez el envío de un ejemplar.
Glusberg prepara, según sus cartas, muy afectuosas y solícitas siempre, mi presentación a Buenos Aires para mayo más o menos. En abril espera poder remitirme el dinero de los pasajes. Tengo completamente resuelto, por mi parte, este viaje. El único problema es la organización económica de mi vida en Buenos Aires. Yo cuento, como le he escrito a Glusberg, con algunas colaboraciones pagadas del Perú; pero no sé si podría conservarlas todas por mucho tiempo, ya que se puede aprovechar de mi ausencia para obtener mi proscripción total del país. Además lo que yo gano por esas colaboraciones no alcanzaría sino a la mitad de lo que necesito para vivir en Buenos Aires. Glusberg estima fácil que consiga en Buenos Aires desde el primer momento, la otra mitad. Si Ud. puede gestionar que "The New Republic" me pague de vez en cuando alguna colaboración, contribuirá a la seguridad de mi presupuesto. "The Nation" me escribió hace más de un año solicitando mi colaboración y encargándome la designación de los escritores del Perú que podrían colaborar en ese semanario. Tradujo y publicó después un artículo mío sobre el problema indígena; pero no he tenido más noticia de su interés en contarme como colaborador. Anita Brenner podría informarlo acerca de la intención de dar más espacio a las cuestiones latinoamericanas tratadas por latinoamericanos, en "The Nation".
De La Habana me escriben comunicándome impresiones muy simpáticas respecto a la huella que en esa ciudad ha dejado su presencia. Su libro tiene asegurada en la América Latina una gran resonancia. Va Ud. a prestar un gran servicio al destino de este continente, de este mundo. Haber contribuido a que en América Latina se le conozca y ame, es un orgullo para mí.
Saludos cordiales de todos los amigos de "Amauta". y un abrazo de su hermano y amigo devotísimo
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 30/4/1927

Lima, 30 de abril de 1927
Señor don Samuel Glusberg
Buenos Aires.
Muy estimado compañero:
Le ruego excusarme el retardo de estas líneas. Quise contestar sin demora su grato mensaje de amistad y simpatía. Pero hace algún tiempo que me veo forzado a descuidar casi completamente mi correspondencia. Tengo una salud inestable. Salvé hace tres años de la muerte a costa de una amputación y hasta ahora sufro las consecuencias de esa crisis que me dejó mutilado y enfermo. Por fortuna, desde hace pocos meses, voy mejorando. Mi trabajo es, sin embargo, superior todavía a mis fuerzas.
He recibido los libros que me envió Ud. Le agradezco el obsequio. Tengo en gran estima a sus autores, Horacio Quiroga y Sanín Cano. Sobre ambos dirá algo Amauta la revista que dirijo y que regularmente le enviamos.
Estoy políticamente en el polo opuesto de Lugones. Soy revolucionario. Pero creo que entre hombres de pensamiento neto y posición definida es fácil entenderse y apreciarse, aun combatiéndose. Sobre todo, combatiéndose. Con el sector político con el que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del socialismo domesticado, el de la democracia farisea. Además si la revolución exige violencia, autoridad, disciplina, estoy por la violencia, por la autoridad, por la disciplina. La acepto, en bloque, con todos sus horrores, sin reservas cobardes. En Lugones he admirado siempre al artista, al pensador que se expresa sin equívoco y sin oportunismo. Ideológicamente estamos en campos adversos. Me aflige que él refuerce con su nombre y con su acción a los conservadores. Aunque siempre es una ventaja encontrarse con adversarios de su estatura.
Le adjunto copia de un artículo que publiqué sobre Rahab de Waldo Frank. Con el último número de Amauta va el artículo que escribí para el Boletín Bibliográfico de la Universidad de Lima. Fue reproducido por Repertorio Americano y otros periódicos
Si puedo servirle para la difusión de las obras de su editorial en Lima, mande en mí como guste. Podemos establecer el intercambio con los libros que edita Minerva.
Amauta le ofrece sus páginas.
Y yo me complazco en suscribirme de Ud. con los más devotos sentimientos afmo. compañero
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 18/2/1930

Lima, 18 de febrero de 1930
Muy estimado amigo y compañero:
Sin nuevas de Ud. vuelvo a escribirle, adjuntándole copia de mi última.— He recibido una segunda carta de Waldo Frank de Nueva York, en que reitera, en términos verdaderamente abrumadores para mí, su esperanza en mi trabajo en la Argentina. Me avisa que el plan de su obra sobre la América Latina está en pie.
No me ha dicho Ud. si recibió con el ejemplar de Poesías de Eguren dedicado a Ud. otro para Waldo Frank. Espero que lo haya incluido en uno de sus envíos a Nueva York. Si no hubiese llegado, o se le hubiese extraviado, avísemelo para repetir el envío, esta vez directamente. Frank, probablemente, no estaba ya en Buenos Aires, cuando llegó allá el libro.
Borges, correspondiendo sin duda al envío de Poesías, ha mandado a Eguren uno de sus libros, aludiendo en la dedicatoria al poema “Viñeta Oscura”, admirable a mi juicio. Si Ud., Borges, Franco u otro de sus colaboradores dedican una nota al libro de Eguren, nos ayudarán en la tarea de hacer desinteresada justicia a un poeta peruano, a quien se ignoró aquí absolutamente en la época de apogeo de Chocano y sus rapsodistas. Una pequeña selección de poemas de Eguren, en la que podrían entrar si son de su gusto “Viñeta Oscura”, “Favila”, “La Muerta de Marfil”, “Shyna la blanca”, “Lied III”, “La Tarda”, “Los Reyes Rojos”, “La Dama I”, cabría tal vez en La Vida Literaria, con la advertencia de que los poemas de Simbólicas y La Canción de las Figuras, son de hace veinte años, de la época de ortodoxo rubendarismo en la mayor parte de la poesía hispanoamericana.— Hemos enviado también el libro de Eguren a Lugones y Gerchunoff.— Recomiendo a su atención el trabajo en prosa de Eguren en el No. 28 de Amauta. Acaso Ud. prefiere ésta a otra trascripción. Es una colaboración especial para Amauta y corresponde a la actualidad del autor.
Redacte Ud. un aviso de La Vida Literaria y las Ediciones Babel para una página de Amauta.
La Prensa de Buenos Aires ha contratado la colaboración de López Albújar, que escribirá para ese diario un cuento mensual de 1000 a 1500 palabras. Ya cuenta entre sus colaboradores a José Gálvez. Esto indica cierta deferencia por los escritores del Perú, de la que la diplomacia de Ud. puede aprovechar en mi favor.— No hago exclusivamente ensayos y artículos. Tengo el proyecto de una novela peruana. Para realizarlo espero sólo un poco de tiempo y tranquilidad. He publicado, en fragmentos, en una de las revistas en que colaboro, un relato, mezcla de cuento y crónica, de ficción y realidad, que editaré si es posible en Santiago, como novela corta.
Con mi próxima, le enviaré algo para La Vida Literaria, ¿Recibió el No. de Variedades con el artículo de bienvenida a Waldo Frank? Debe haber ido en paquete certificado.
¿Tiene Ud. relación con César Falcón y la Editorial Historia Nueva? Falcón es un peruano, pero no de la variedad desacreditada en Buenos Aires. Se ha abierto paso en España con honradez y verdad, bien acompañadas de talento.
Lo abraza afectuosamente.
[Firma de José Carlos Mariátegui]

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta a Samuel Glusberg, 26/2/1930

Lima, 26 de febrero de 1930
Querido compañero Glusberg:
En guardia siempre contra las fallas del correo, le adjunto copia de mi última.
No me han traído los correos de estos días cartas de Ud. lo que me explico por el verano y por la demora de mi respuesta.
El correo de esta semana no ha traído sino el paquete con diez ejemplares del No. de verano de La Vida Literaria.
Mi temporada de playa me ha sentado muy bien, después de las fatigas de 1929.
Lo abrazo cordialmente
José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui La Chira

Carta de Samuel Glusberg, 7/8/1928

Buenos Aires, 7 de agosto de 1928
Señor don José Carlos Mariátegui
Lima.
Muy estimado compañero:
Las noticias optimistas acerca de su curación me han llenado de alegría. Hace mucha falta que Ud. esté sano y en condiciones de escribir regularmente. Espero su libro de ensayos para antes de fin de año. Hace días le hice mandar ejemplares del libro de Henríquez Ureña. Creo que puede hallar algunos lectores en Lima. Si se anima a cargar con una cantidad mayor para el resto del Perú, pídamela y tendré mucho gusto en mandársela. Recibí los números de Amauta y el libro de Valcárcel. Muchas gracias por todo. Desgraciadamente La Vida Literaria se ha muerto en el primer número Mejor dicho tuve que matarla porque el editor violó el contrato en vista de su éxito. He perdido lastimosamente 4 meses de trabajo y mil pesos en la aventura y eso para un hombre pobre es mucho. Pero creo haberme curado definitivamente de esta funesta manía de fundar periódicos. Sacaré Babel de cuando en cuando para la propaganda de la editorial. Nada más. Ahora estoy entregado a la organización de la Primera Exposición Nacional del Libro, en Buenos Aires. Contamos con el apoyo del gobierno; pero como éste cesa en su mandato el 12 de octubre próximo, nos vemos en el caso de hacer la Exposición antes. No sé lo que resultará. La cuestión es hacerla una vez para instituir la costumbre de hacerla anualmente.
Le agradezco sus amables conceptos acerca de la Exposición de Mar del Plata. El ejemplo ha cundido en todas partes y se están organizando exposiciones en Chile, España, etc.
Estoy estudiando la manera de poder transportar la Exposición de Buenos Aires a algunos países americanos. Si se consigue el apoyo del próximo gobierno creo que será posible llevar los libros argentinos al Perú, Cuba, Méjico, etc.
Le mande a Frank su artículo sobre España Virgen. Sé que él le escribió pidiéndole que no reprodujera sus artículos de La Nueva República. Estaban muy mal traducidos y llenos de equivocaciones. Es una lástima, porque Frank está con miedo de que la traducción de Nuestra América sea mala. Yo le aseguré que Garro se está esmerando en hacerla lo más correcta posible. Pero ahora resulta que tampoco tengo noticias de Garro desde hacer más de tres meses. Esperaré un tiempo más y de no recibir noticias de él buscaré otro traductor porque quiero que ese libro se encuentre en la librería cuando llegue Frank a Bs. As. No sé todavía cuándo será. Seguramente en marzo o abril del año próximo.
De Sabogal no he sabido nada. Intentaré averiguar si ha estado aquí. Creo que no. Me parece que dejo contestados todos los puntos de su carta. Hasta la próxima, pues. Mientras, le estrecho la mano muy cordialmente. Suyo admirador y amigo
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Samuel Glusberg, 1/11/1929

Buenos Aires, 1 de noviembre de 1929
Querido José Carlos Mariátegui:
Hace más de dos semanas le escribí en nombre de Waldo Frank. Me extraña mucho que se haya perdido mi carta o mejor dicho es bastante explicable después de las noticias que Ud. me da en la suya del 21 de octubre. En aquella carta le decía que Frank no podía escribirle a causa de su enorme trabajo y que yo lo hacía en su nombre para retribuirle su saludo y agradecerle todo el interés que se ha tomado Ud. por él.
También le decía que Frank no quería ir al Perú a la sombra de un equívoco. Quería que se supiera que Ud. era su mejor amigo de Lima. Es posible que por todo ello la carta fuera detenida.
Ya sabrá Ud. por los diarios el inmenso éxito que nuestro gran amigo ha obtenido en la Argentina. Le mando La Nación del 22 con la conferencia última en Amigos del Arte. Se han deslizado varias erratas y no se han tomado en cuenta algunas correcciones. Pero en general está bien. No la reproduzca porque es posible que Frank la aproveche en Lima.
Creo que de todos modos irá a Lima a fines de este mes. Le mandé con su firma dos líneas a Sánchez y dos a Valcárcel al mismo tiempo que le escribí a Ud.: el 14 de octubre si mal no recuerdo. Es posible que las cartas les hayan llegado a todos después del 23.
Quedo pues a la espera de sus noticias. Frank me encargó que le mandara a Ud. un telegrama de salutación. Dígale que lo ha recibido. Pero no se lo mandé a fin de no entorpecer las gestiones que Ud. me anunciaba de parte de los elementos burgueses de Lima. Creo que Ud. me disculpará. Esto es importante y casi se me olvida. Pero estoy abrumado de trabajo.
El lunes estará Frank nuevamente en B. A. de regreso de una gira por las provincias. El lunes mismo tiene una conferencia en inglés y después una todos los días de la semana hasta el miércoles.
Con suerte se irá de aquí con unos pesos como para darse el lujo de no dar conferencias en Chile y Perú. Pero no se imagina cuánto ha trabajado.
Y ahora a otra cosa: Lamento mucho la suspensión de Labor. Qué lástima. Pero con tal que le dejen publicar Amauta, puede Ud. desglosar un último pliego con material para los obreros.
Me alegro de que su salud vaya bien. He hablado con Frank para que lo decida a Ud. a venirse a Buenos Aires. Creo que Ud. puede ganar aquí algún dinero como para independizarse por unos meses. Claro que tendrá que hablar para instituciones más o menos burguesas; pero sin ellas no se puede hacer nada en Buenos Aires. Las Ligas antimperialistas, latinoamericanas, etc., no sirven para nada sino para que sus presidentes se luzcan en los diarios de cuando en cuando. En el caso de Frank han estado ausentes y torpes. Algún día le explicaré. Cuente conmigo y créame que no soy capaz de embarcarlo en nada que no sea digno de un hombre libre. Pero tampoco tengo prejuicios de sectario.
En el último número de L.V.L. se publica una página suya que ha despertado mucho interés. Se le va conociendo. Mándeme 5 ejemplares de su libro por los que le voy mandando Babel. A Garro prefiero no escribirle. Es un asunto muy desagradable del que no me quiero acordar.
No recibo la Nueva Revista Peruana y hace tiempo que no me llega El Mercurio. Espero el número 26 de Amauta.
Escríbame y reciba un gran abrazo de su amigo y compañero que espera verlo pronto en Buenos Aires.
Samuel Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Samuel Glusberg, 1/11/1927

Buenos Aires, 1° de noviembre de 1927
Sr. D. José Carlos Mariátegui
Mi querido compañero:
Mil gracias por su carta y los libros. Ya conocía La Escena Contemporánea. De ahí saqué precisamente su estudio sobre el “Semitismo y el antisemitismo” para los Cuadernos literarios de Oriente y Occidente. Supongo que ya está en sus manos el primer número. Pronto le mandaré el cuaderno dedicado a Heine. Lamento no tener un retrato suyo y algunas noticias concretas sobre vida para hacer una nota periodística. De cualquier modo diré dos palabras en el próximo cuaderno. Mándeme algún artículo referente a su persona. He visto varios en Repertorio Americano; pero muy poco informados. Aquí se le aprecia mucho y de venir usted a Buenos Aires se encontraría con numerosos amigos.
Waldo Frank me escribió últimamente que el Sr. Garro le pidió autorización para traducir algunas novelas suyas y que él le indicó que se dirigiera a mí puesto que yo tenía reservados los derechos con prioridad. No he recibido ninguna carta del Sr. Garro; pero si usted cree que dicho señor puede traducir a conciencia los libros de Frank mucho me gustaría que lo hiciera. En cuanto al pago no le puedo ofrecer de inmediato una suma de dinero. Puedo, sí asegurarle que a medida que se venda el libro le giraré lo que le corresponda. Frank tiene interés en que no se traduzca solamente sus libros de ensayos. Por eso ante mi empeño en publicar Our America él me pide que también le haga traducir una novela. Me gustaría que fuera Holiday por su asunto y por su corta extensión. Hágame pues el bien de ponerme en relación con Garro siempre que Ud. lo crea capaz de hacer a conciencia una traducción de Frank. Que Garro me envíe cuanto antes Nuestra América; yo le haré llegar un prólogo especial de Frank. Y perdóneme la molestia que le ocasiono. Pero tengo entendido que Ud. es amigo de Garro.
No recibí los números de Amauta que me anuncia. Me faltan los números 1, 2, 5 y 9 para la colección. Pídame los ejemplares de Babel que le ofrezcan algún interés.
Quedo como siempre a sus órdenes. Mientras lo saludo muy cariñosamente.
Glusberg

Glusberg, Samuel

Carta de Gabriel C. del Mazo, 3/3/1928

Buenos Aires, 3 de marzo de 1928
A José Carlos Mariátegui. Lima.
Mi estimado Mariátegui.
Le remito una colección de La Reforma Universitaria, para que quede constancia de su sumario en su revista y para que la destine luego a la biblioteca pública donde según su juicio pueda ser más útil. Verá usted cómo en el tomo VI queda incluida la aparición de Amauta, hecho singular y valioso, de carácter institucional, en el desarrollo de nuestro movimiento tan lleno de unidad y significación históricas. Van también varios folletos con los votos de nuestro Congreso de educadores de enero, que ha de ser memorable. Nos ha costado un esfuerzo agobiador de organización y mantenimiento y las cargas ingratas de una campaña violenta en contra nuestra. Pero hemos recibido allí un fuerte aliento y se ha realizado ahí, y fuera de ahí, en virtud de las deliberaciones, un fecundo ejercicio de conciencia que ha de tener vastos alcances. Lea la declaración en favor de Nicaragua. La redacté en pleno debate, en un momento de emoción de la Asamblea, teniendo a la vista la que produjo nuestra Apra en París con semejante motivo, el año pasado; y quiero decirle que con este significativo antecedente guarda también la presencia virtual de usted: hay allí un pensamiento suyo, que ha de reconocer en su texto, y que incluí de memoria con el más afectuoso recuerdo personal.
Cuando en junio del año pasado se conmemoró el IX aniversario del movimiento continental de la nueva generación latino-americana, me fue dedicada la comida de celebración. Estaba usted por esos días, perseguido y enfermo, Amauta cerrada. Por eso pedí se firmara para usted un saludo y así se hizo con todo cariño. Yo lo conservo porque temo al correo, pero eso es suyo, y dígame como es posible que mejor le llegue.
Reciba un cordial abrazo de su compañero y amigo
Gabriel C. del Mazo

Del Mazo, Gabriel C

Carta de Fernán Cisneros,4/10/1928

Buenos Aires, 4 de octubre de 1928
A José Carlos Mariátegui.
Compañero y amigo:
Para escribirle he esperado la llegada de sus anunciados artículos. Ahora le digo que no he recibido absolutamente nada y le escribo en la certidumbre de que ya no vendrán. Mejor está así porque Gerchunoff no está ya en El Mundo, habiéndose convertido este diario en una ‘empresa’ periodística regida desde la administración y a tanto el adjetivo. Yo pensé colocar sus colaboraciones, para el caso de que llegaran, en alguna revista de aquí, pero veo que ya no ha de tener Ud. mayor interés. Lo lamento únicamente porque me priva de la oportunidad de mostrarle todo el afecto y la admiración que le guardo a despecho de todo.
Estoy, a pesar de mis 21 años, muy por encima de una interpretación de conventillo para nuestro movimiento. Me tienen sin cuidado los chismes de las mujeres de México y de Buenos Aires. He tenido siempre para poner al servicio de un ideal, una gran pureza de espíritu y una fe que sólo quiero que tenga el tamaño de una disciplina. Ud. es lo suficientemente talentoso como para saber que la disciplina a que me refiero no tiene nada que ver con el orden. Todos los motivos de nuestra discusión ideológica son tan pequeños, en lo externo, que han desaparecido avergonzados ante la trascendencia que suscitaron. En lo interno, es decir, en el pensamiento, no puede haber crítica porque no hay casi nada hecho hasta antes de ahora mismo. Crítica no; pero discusión sí. Y discusión precisamente para darnos una vida política organizada. Porque creo sinceramente que la política no es otra cosa que la organización misma de la vida. Organizarnos ideológicamente y con sentido cabal de la disciplina, que es la etapa más seria de la moral, es lo que nos falta. Pero para ello no hay que recurrir, creo yo con toda sinceridad y con todo cariño, ni a los adjetivos disimulados que vienen de México, ni a las críticas e ironías de Ud. Tiene Ud. un amor desmesurado por la polémica. Habilidad en el retruécano; fácil gimnasia mental. Pero creo que son armas para gastar con el enemigo y no contra nosotros mismos. La serenidad ha permanecido escondida en toda esta discusión postal y puramente adjetiva. Hay en Ud. un exceso de crítico. Es natural, admirado compañero Mariátegui. Pero yo me trepo por toda la escalera de mi cariño para pedirle que aun a costa de achicar mi admiración se serene dentro de la forma. Creo, de todas maneras, que es Ud. en su vida, la figura de más pureza que tenemos los jóvenes del Perú; y en su obra, uno de nuestros casos intelectuales más serios. Ya ve, pues, que no me anima al decirle esto que le digo, otro propósito que el de la cercanía en la comprensión.
Crea que no me interesa que se llame Ud. José Carlos Mariátegui, como no me interesa, tampoco, que tengamos otro muchacho fuerte que se llama Haya de la Torre. Me interesa, únicamente, cómo piensan los dos. Y me agrandaría la fe si supiera que todos estamos de acuerdo en los propósitos y en los métodos.
La célula de aquí le ha enviado ya un proyecto que hemos preparado para consultar a todos los compañeros. Esperamos su respuesta.
Créame que me he ampliado el cariño para Ud. y que le estrecho la mano fuertemente.
Fernán Cisneros
Fernán Cisneros (hijo)
c. Pellegrini 1057
Dep. 1 7
Bs. As.

Cisneros, Fernán Luis

Carta de Blanca Luz Brum, 1928

[Buenos Aires, 1928]
Queridísimo Hermano José Carlos:
Ya le había enviado desde Chile una carta larguísima ¿la recibió? además un poema sobre Nicaragua. Hoy tenemos el Nº 11 de Amauta y esto quiere decir que estamos de fiesta. Seoane, Miró Quesada, Cisneros y yo, aquí todos los días hablamos de Usted con todo el respeto y la idolatría que le tenemos. Querido José, nunca he tenido más fe en nuestra lucha que ahora, con qué seguridad marchamos junto a este capitán que lo remplaza, en tanto, y que es Seoane. él nos instruye, con su fe y su hombría, cada día aprendemos más, Miró Quesada está desconocido, Cisneros, yo, todos somos nuevos, cada día estamos más cerca del Perú. Ahora saldrá de nuevo Guerrilla.- Reviviremos nuestros días jubilosos del Perú “nuestra guerrilla”. Dígame qué puedo hacer por acá, con relación a Usted y a Amauta. Salude a Eguren y a todos los compañeros de Amauta.
Bese a Anita y a sus hijitos y para Usted la fuerza leal de
Blanca Luz
¿porqué puso eso de [ ... ]? ¡caramba!
Saludos de Miró Quesada.

Blanca Luz Brum

Carta de Emilio Pettoruti, 9/11/1926

Transcripción completa (se ha respetado la grafía del original):
Mi querido Mariátegui
Ayer, en la redacción de Martín Fierro, he visto el 2 nro. de "Amauta"; a mi aún no me ha llegado - Muchísimas gracias por su pensamiento - Me haría una gran gauchada enviandome 3 o 4 números - Los de "Inicial" se quejan, han recibido solamente el 2 - Los de "Clarín" ninguno - Hidalgo ninguno, mandeles, no deje de hacerlo - Ando sumamente atariado con un montón de cosas, pero muy pronto le enviaré mis noticias - Mandeme las suyas, hace rato que no los tengo - Me ha hecho placer que haya usado "Amauta" que le dibujé, queda bien - Saludeme a su señora y para Ud. un gran abrazo de su
PettoRuti

=Saludos para todos los muchachos de ésa=

Pettoruti, Emilio

Tarjeta de Baldomero Sanín Cano, 15/3/1926

Plaza Hotel, Buenos Aires, 15 de marzo de 1926
B. Sanín Cano saluda al señor José Carlos Mariátegui y le da las gracias por el ejemplar de "La Escena Contemporánea", en cuyos estudios políticos ha encontrado excelente doctrina en un estilo que invita a leer de seguido. Lo felicita sinceramente por la publicación de un libro que, no duda, tendrá un gran éxito.

Sanín Cano, Baldomero

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